UNA IDENTIDAD MUSULMANA EN MUJERES CONVERSAS EN BOGOTÁ (COLOMBIA) 1
JOHN ESTIVEN MARIN2 PATRICIA ROMERO RODRÍGUEZ3
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Esta ponencia es un resumen de los análisis y resultado de la investigación realizada con Diego Castellanos del Centro de Estudios Teológicos y de la Religiones CETRE en compañía del Instituto Distrital de patrimonio, a mediados del año 2010. 2 Estudiante de sociología de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Facultad de ciencias humanas, Departamento de sociología.
[email protected]. 3 Estudiante de sociología de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Facultad de ciencias humanas, Departamento de sociología.
[email protected]. 4 La información de este trabajo proviene de un estudio etnográfico acerca de la integración y participación de mujeres de comunidades musulmanas locales y su aporte a la sociedad bogotana, realizado en 2010 con el apoyo del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
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Está ponencia intenta dar cuenta sobre un análisis realizado de los procesos de construcción de la identidad musulmana en mujeres colombianas en la ciudad de Bogotá. Haciendo énfasis en la experiencia de integración y asimilación de nuevos valores religiosos que las llevan a redefinir sus roles sociales y prácticas cotidianas, en un esfuerzo por asimilar los nuevos estándares islámicos. Con este análisis se intenta observar las tensiones y negociaciones existentes que conllevan finalmente a que la realidad local se imponga por medio de unos marcos de referencia para la práctica religiosa. Al mismo tiempo, se pretende conocer como dicha realidad es reinterpretada de acuerdo a la nueva visión del mundo que se adopta, sin que se llegue a darse una separación o ruptura con el resto de la sociedad, por más que esta nueva visión del mundo tenga origen en una realidad diferente. La ponencia busca dar a conocer la idea de que al relacionarse las conversas en distintos contextos, estas se ven implicadas en diversas lealtades, creencias y prácticas, que en ocasiones son contradictorias entre sí. No obstante, ellas integran un discurso coherente sobre su propia experiencia, poniendo de manifiesto con ello que la identidad es un fenómeno dinámico, y más aún que la conversión no es un proceso definitivo. Si entendemos que la conversión no obedece a un único factor o razón, sino que por el contrario obedece a múltiples causas, también podremos entender que el tipo de creencias y prácticas que se asumen no obedecen a un tipo único, sino que se caracterizan por presentar una gran diversidad. Para estas mujeres bogotanas hacerse musulmanas implica un sin número de tensiones entre el papel que se piensa deben asumir dentro de su comunidad religiosa, y las expectativas que les exigen los contextos familiares, laborales y educativos en donde desarrollan parte de su vida cotidiana4. Estas tensiones pueden ser resueltas o aplazadas de diversas maneras.
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IDENTIDAD La identidad es un concepto ampliamente trabajado, por diferentes campos de las Ciencias Sociales, dada su relación con diversas problemáticas, políticas, étnicas, religiosas, culturales, etc. En proceso de globalización, la identidad sé va re-elaborando y re-construyendo de diversas maneras y por diversos factores. En el caso de las identidades nacionales, estas han sido permeadas o erosionadas dando existencia a otras identidades anteriormente menos visibles o modificándose desde su interior. El Islam, para el caso, viene desde los años sesenta sufriendo un proceso de dinamización, que su vez está construyendo lealtades y colectividades transversales en nacionalidades y grupos étnicos. La identidad estuvo ligada con procesos de construcción nacional, dando razón a una unidad concreta que a su vez estaba vinculada con la idea de Estado. Sin embargo, el panorama de la identidad actualmente es de una compleja diversidad y mezcla que hacen ver desdibujada la compacta identidad. Las dinámicas propias de las culturas hacen ver a las identidades locales como intensamente mutables. Ha estas formas de articulación, entre lo global y lo local, se ha denominado identidades hibridas (Garcìa, 1990). En estas formas de identidad se combinan elementos de diversos orígenes. Pero estas hibridaciones, no han dejado de ser objeto de debate, tanto su naturaleza como su significado. Bajo estas circunstancias, y sumado a ellos las posturas posestructuralismo y del posmodernismo, las identidades se van a conceptualizar como descentradas, ambivalentes, contradictorias, provisionales y contextualizadas. Su carácter de espacio central, de sistema coherente, estable o institucionalizado, se pierde por completo. Por otro lado, dentro de las lógicas de herencia, transformación y transmisión se pone de manifiesto que las emociones y el inconsciente hace parte de los sujetos que las crean y re-crean. Empero, es preciso reconocer la relevancia de la identidad en el debate como una categoría conceptual referente, permitiendo el acercamiento que hace posible la comprensión de las problemáticas de las sociedades globales. Pero además es menester entender que no es posible establecer una definición única de identidad, solo se delimitara una definición de manera parcial, que no podrá ser aplicada en otras circunstancias. Por lo anteriormente expuesto, no se hará una definición de la identidad dentro de esta ponencia. De esta forma se podrá hacer referencia a diferentes tipos de identidad; más aún, cuando en la ponencia la construcción de una identidad religiosa se ve atravesada por la identidad de género, étnica y de grupo social. Por esta razón, en este estudio se asumirán las identidades como interactivas y mutuamente constitutivas, al tiempo que dinámicas. La identidad, según autores como Sthepen Lawler (2008), se basa en la idea de que el individuo no solo es idéntico a si mismo desde el nacimiento hasta la muerte, sino que comparte
IDENTIDADES MUSULMANAS Debido a que el estudio de esta ponencia se centrará en la identidad musulmana, configurada en la ciudad de Bogotá, se realizaran algunas salvedades pertinentes al caso. La palabra musulmán/musulmana derivan de la palabra árabe “Muslim”, que se traducirse como sometido a Dios en un contexto religioso. El Islam es una religión monoteísta, donde los creyentes se consideran continuadores de la fe de Abraham, su escritura es el Corán y su profeta es Muhammad (Mahoma). Sus creencias se relacionan con el juicio final y la vida después de la muerte; en un paraíso y en un infierno. Sus prácticas incluyen el ayuno, el pago de impuestos para los desposeídos, la peregrinación y la oración cinco veces al día en dirección a Meca. A lo largo de sus catorce siglos de historia, los musulmanes han desarrollado
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con otros características comunes tales como especie, género, nacionalidad o color de piel. Encontrando también, dentro de la identidad, la noción de diferencia donde cada individuo es único. Cada individuo puede poseer varias identidades que se impactan entre sí, pero no son acumulativas, incluso pueden excluirse. En el caso de las mujeres musulmanas, la identidad religiosa se ve afectada por la identidad de género y viceversa. Por otro lado, se encuentra que la identidad religiosa se presenta de forma distinta en una sociedad bogotana a un grupo étnico como el árabe. Las identidades de las mujeres musulmanas en Bogotá hacen parte de una construcción que se particulariza e interioriza. Sin dejar de lado que dicha construcción es acompañada por la relación con otras personas. Esto nos permite hablar de las musulmanas como colectivo y no solo como la suma de individualidades, ya que la red de interacciones integra cada experiencia y conocimiento particular dentro de sistemas semióticos en donde se elaboran significados. Desde este punto de vista, cada experiencia personal es construida dentro de una identidad colectiva, y afecta no solo aspectos cognitivos y culturales, sino inclusive la relación con el cuerpo (Noonan, 2003) diferente a los propuesto por la tradición cristiana. Dentro del Islam, las creencias y las prácticas implican un énfasis en lo colectivo sobre lo individual, contrastando con el creciente individualismo presente en estos países. Una vez elaboradas, las identidades, y en este caso la religiosa, no se limitan a ser simples referentes de identificación, sino que dan paso a estrategias de movilización. Esto se da de dos maneras, por un lado, se encaminan acciones de reinterpretación de tradiciones, mitos y simbolismos, de acuerdo a los nuevos marcos de referencia; pero además se elaboran agendas de acción dentro del nuevo colectivo, en pos de intereses particulares o colectivos, que las lleva a convertirse en factores de cambio que impactan los entornos en los que se desenvuelven.
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tradiciones políticas, sociales, jurídicas, junto con rituales, que conforman la cultura musulmana. La religión islámica, solo se desarrolla en un marco cultural específico. Es decir, la religión musulmana se vive dentro de ese marco cultural musulmán, que sustenta una visión del mundo viable. Pero este marco cultural, no es rígido y único, sino antes bien está compuesto por muchos marcos culturales, que conviven con múltiples sistemas sociales, religiosos y políticos. Dentro de este contexto cabe diferenciar a las mujeres musulmanas de los hombres musulmanes. Las mujeres musulmanas tienen responsabilidades equivalentes, más no iguales a los hombres. Cuando mujeres bogotanas resuelven convertirse al Islam, están asumiendo un sistema de rituales, de creencias religiosas y sobre todo sistemas culturales. Su integración a este sistema estará medida por su relación con otras personas. Además, debemos tener en cuenta que las mujeres que deciden convertirse al Islam, hacen parte de sistema cultural, donde están atravesadas por su creencia, su clase social, nivel educativo y su edad. Por esta razón, es necesario comprender que la elaboración de la identidad de estas mujeres se da en dos contextos sociales: la mezquita y la ciudad. Debemos situar la religión islámica en la ciudad de Bogotá, no como injertos de los pueblos de Medio Oriente.
MUJER EN EL ISLAM Dentro del discurso teológico Islam las mujeres poseen el mismo valor que los hombres, siendo consideradas parte indispensable de la sociedad. En el contexto histórico, el islam surge como forma para mejorar la situación de la mujer, al compararla con otras sociedades de su tiempo. Cuando se transforma socialmente Europa, XIX, varían los patrones de reconocimiento y medida de sociedades tradicionales, calificándolas de inhumanas de acuerdo con estos nuevos patrones. Por el contrario, en el plano social musulmán se establecen claras diferencias, los roles sociales de ambos géneros son particularmente distintos dentro de la sociedad. Las mujeres tienen derecho a la propiedad privada y a la herencia. La política y la vida pública, es considerado un rol masculino. El sistema jurisprudencial islámico, se desenvuelve en un contexto patriarcal, pero las nuevas generaciones buscan nuevas interpretaciones, con el fin de hacerse más inclusivas. En este sentido se presentan dos tendencias: una conservadora, que intenta preservar y restaurar; y el enfoque liberal, donde las musulmanas tiene mayor participación, ellas buscan la inclusión de los derechos que el Islam garantizaba, pero que han sido perdido en generaciones de musulmanes posteriores a la muerte del Profeta.
MUSULMANAS Las musulmanas hacen parte de un sistema cultural. Islam es solo un referente para la construcción de la vida social. Los aspectos cotidianos de la vida y
las relaciones sociales de las musulmanas, son enmarcados dentro de culturas patriarcales donde los roles que ejercen las mujeres son considerado secundario frente a las del hombre., generando serías limitaciones para las mujeres musulmanas. Cuando estos roles son implantados en una sociedad como la bogotana, la comunidad inmigrante se encierra, con el fin de proteger la herencia cultural. Está actitud supone discrepancias en la manera en que se relacionan las musulmanas conversas e inmigrantes dentro del espacio público islámico y bogotano, pues son completamente diferentes.
LA EXPERIENCIA ISLÁMICA BOGOTANA
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La presencia musulmana en Colombia se remonta al inicio de las migraciones árabes al continente a finales del siglo XIX. Pero este fenómeno solo fue importante a partir de los años veinte del siglo pasado, cuando palestinos (incluyendo mujeres) establecieron sus viviendas y negocios en el centro de Bogotá. A pesar de lo mencionado, el inicio de verdaderas comunidades musulmanas organizadas en torno a un centro de oración, solo tuvo lugar desde los años setenta, gracias a una nueva oleada de migración árabe de origen libanes (Castellanos 2008). Un nuevo hecho se ha venido presentando, en los últimos 25 años, debido a una diversificación de los lugares de origen de los inmigrantes (indonesios, turcos, iraníes y africanos) y a la conversión de colombianos al Islam, constituyen cerca del 50% de los musulmanes existentes en la capital (Castellanos, 2010). A pesar de los cambios recientes, los árabes siguen siendo el grupo predominante, no solo por ser los segundos en número después de los conversos, sino porque al haber sido los fundadores de las comunidades más antiguas poseen un papel fundamental en la toma de decisiones. A esto se une su conocimiento del árabe como idioma, que unido a su pertenencia étnica suele constituir para los conversos una garantía, no siempre justificada, de mayor conocimiento de la religión. Aunque los musulmanes se encuentran distribuidos por toda la geografía del país (Castellanos, 2008), los grupos más grandes se encuentran en Maicao y Bogotá. En el caso de la ciudad capital, la población actual debe estar en torno a los 1500 musulmanes, que han creado diversos centros de oración y lugares de reunión, entre los que se destacan la Mezquita de Bogotá, la Mezquita Estambul, la Mezquita al Reza, el centro al Qurtubi y el Centro Cultural Islámico (Castellanos, 2010). En el caso específico de las mujeres, que constituyen estimativos elaborados previamente, representan alrededor del 55% (Castellanos 2008). Es posible diferenciarlas en dos tipos: por un lado, un grupo lo constituyen las mujeres inmigrantes que forman parte de grupos étnicos determinados. Dicho grupo dominante lo constituyen las árabes (sean de origen palestino, libanes o sirio, principalmente), aunque existen otros colectivos tales como turcas, persas, in-
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donesias, entre otros. Si bien la multiplicidad de orígenes hace difícil pensar que compartan demasiados elementos comunes aparte de la religión, en general tienden a mantener una vida privada más bien reservada, dentro de un esquema islámico más tradicional, y suelen mantener relaciones sociales en las que privilegian a personas de su mismo origen. Por esta misma razón su participación en los espacios sociales musulmanes es más limitada, ya que no se considera que sea una obligación su asistencia, estando su identidad musulmana además claramente establecida. Como un posible subgrupo dentro de esta categoría es posible incluir a mujeres que se acercan a la religión y finalmente se hacen musulmanas debido a una búsqueda identitaria que las lleva a rastrear su ascendencia árabe (o de otros pueblos musulmanes), por lo que suelen observar el Islam como un elemento patrimonial de la cultura, más que como una fe de tipo universalista. Por otro lado, es posible observar una diferenciación entre las conversas al islam, de acuerdo a su edad y grupo generacional. Primero las Mujeres conversas mayores de treinta años, quienes usualmente han conocido el Islam debido a experiencias personales, muchas veces fuera del país, o que han iniciado una búsqueda espiritual en algún momento de sus vidas. Por esta razón, así como por su edad, suelen mantener una posición y unas expectativas respecto a la comunidad mucho más pragmáticas. Un segundo grupo de Mujeres conversas de menos de treinta años, usualmente entre los veinte y los veinticinco años de edad, quienes constituyen el grupo más dinámico y activo de las mujeres. En general son estudiantes universitarias o jóvenes profesionales, que han visto en el Islam una forma de reelaborar su feminidad. Un elemento inicial de acercamiento a la religión lo constituye el interés académico, cultural o artístico, si bien las relaciones sociales y las expectativas espirituales no dejan de tener alguna importancia. Entre ellas la colaboración en espacios comunitarios y nivel de compromiso es mucho más evidente, en parte debido a su edad.
CONVERSION La conversión al Islam5 puede ser definida como “Un proceso de cambio religioso que tiene lugar en un campo de fuerzas dinámico compuesto por personas, sucesos, ideologías, instituciones, expectativas y orientaciones” (Rambo, 1996). Por ende, es un fenómeno complejo que puede y debe ser entendido desde diversas perspectivas, tal como el paso de la irreligiosidad a la creencia, el cambio de un sistema religioso a otro, o de una situación de indiferencia a una de compromiso con la propia fe. Por otro lado, además del proceso mismo, su significado social puede variar ampliamente, desde la exaltación hasta su rechazo, al ser considerada como un abandono de los valores compartidos socialmente, e incluso como una perdida cultural y la adopción de costumbres e ideas foráneas. Es 5
En el caso específico del Islam, la conversión es confirmada por el reconocimiento público de la creencia en los dogmas básicos, mediante la proclamación de la profesión de fe (shahada)
MOTIVACIONES Como ya se mencionaba, no existe una única causa referida por las musulmanas para explicar su adopción al Islam; y una de las razones que se observa de esta situación es que ellas mismas no poseían una idea clara de lo que era Islam como religión antes de la conversión. El Islam suele presentarse fragmentado en partes de difícil integración: por un lado, desde la imagen de los medios de
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decir, en un contexto que es tradicionalmente cristiano, la adopción de un credo distinto puede ser entendida como una pérdida de la cultura propia e, incluso, como un caso de anti patriotismo, debido a que la conversión muchas veces es asumida como una ruptura radical con el pasado (colombianidad) y la adopción inmediata de un nuevo patrón de valores o de formas de comprender la realidad. Aunque los conversos son vistos por algunos inmigrantes, así como por bogotanos ajenos a la sociedad, como agentes secundarios, en realidad mucho del actual dinamismo de la sociedad se debe a este grupo en continuo crecimiento. Esto a la vez repercute en que la comunidad islámica bogotana cada vez esté mejor definida y estructurada. Para entender mejor este proceso, vale la pena introducir algunos elementos básicos. Un primer elemento se centraría en el aspecto donde las musulmanas narran sus experiencias de conversión no como un cambio súbito debido a una experiencia mística o un momento de iluminación, sino que suelen describirlo como un proceso. Es en este sentido, la lectura que realizan de este cambio busca hacer énfasis en el mensaje del Islam como poseedor de una fuerza de convencimiento tal, que no debería haber necesidad de ningún acto sobrenatural para llevar a las personas a su conversión. Por esta razón las entrevistadas fueron capaces de identificar claramente el contexto social en el cual tuvo lugar su proceso de conversión, el cual cumple además una función legitimadora. Esto se presenta en buena medida debido a que los musulmanes buscan hacer énfasis en lo que consideran es una racionalidad inequiparable a otras religiones: Quien quiera entrar en el Islam tiene que aceptar primero sus fundamentos racionales. A sí mismo, en el caso específico de las mujeres musulmanas, estas mismas suelen entender generalmente la conversión como una opción con unos antecedentes y unas consecuencias. En este sentido, no se trataría tan solo del atractivo que se le atribuye a la religión islámica, sino que además cuentan inquietudes, sospechas, búsquedas personales, que preparan el camino. Pero a su vez, dicho camino incluye muchas facetas y etapas: en algunos casos estos caminos pasan por viajes al extranjero, peregrinajes espirituales por distintas religiones, gustos musicales o artísticos, y por supuesto, el entrar a formar parte de colectivos sociales. Dentro de estos últimos como se verá, tiene especial importancia el matrimonio, como institución social en torno al cual se comparten ideas, intenciones y proyectos de vida.
comunicación donde este aparece vinculado a procesos violentos, guerras, actos terroristas, prácticas barbáricas, fundamentalismo o problemas políticos. Por otro lado, como lugar exótico, el lugar de origen de las Mil y Una Noches o de la danza árabe, hasta la idea de gran confrontador de la hegemonía del capitalismo a nivel mundial. En esta medida, desandar los caminos que llevaron a las musulmanas a acercarse a la religión permite comprender muchas de sus actitudes o decisiones tomadas como musulmanas, ya que muchas veces sus filiaciones e intereses tienen que ver con dicho interés inicial6.
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Inconformidad religiosa Debido a que las instituciones religiosas tradicionales, en el caso particular colombiano el Catolicismo, ya no pueden ser consideradas las únicas proveedoras de lo que Weber menciono como bienes de salvación. De esta manera, ante la existencia de una gran diversidad religiosa, una persona en cuestión puede desear una búsqueda de lo que se acerque aquello que considera “la verdad”7. En este peregrinaje religioso muchos resultan articulando su propio sistema de creencias transmitido culturalmente, otros sujetos sin embargo, como en el caso de las musulmanas aquí estudiadas, deciden finalmente vincularse a otro tipo de institucionalidad religiosa8. Resulta pertinente aclarar que no todos los casos de acercamiento por inconformismo tuvieron como antecedente el mencionado peregrinaje, sino que por el contrario muchas manifestaron simplemente poseer dudas hasta el momento en que conocieron el Islam9.
Herencia Familiar Una causa común que se encontró fue la de personas que poseyendo un antepasado de origen medio oriental, generalmente libanes, inicio un proceso de acercamiento a lo que consideran parte de sus raíces10. Este tipo de caso muestra la tendencia a recurrir a la adopción de identidades alternativas, debido a que ven en esta una forma de diferenciación social, que adquiere sentido para una sociedad en la que poseer antepasados extranjeros es visto como un símbolo de distinción.
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La muestra se realizó incluyendo a 47 musulmanas con edades entre los 19 y los 47 años. Porcentualmente la mayor causa de acercamiento al Islam lo constituyeron las relaciones sociales, usualmente con fines matrimoniales, con un 40% de los casos, seguido de la tracción cultural con un 30%, inconformidad religiosa un 17% y herencia familiar en último lugar con un 13% 7 “Mi conversión al islam se produjo porque tenía muchísimas dudas, muchísimas cosas que en mi vida no había podido resolver, estaba como en un limbo espiritual”. Entrevista a V. H. realizada en Bogotá, enero 8 de 2011. 8 De la Torre, René y Zúñiga, Cristina. Mercado y Religión Contemporánea. Revista Desacatos, Número 18. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. México, Mayo-agosto de 2005. Pág. 9 “Yo estaba metida con los hinduistas y con los budistas, por el yoga y porque me gustan las religiones, me gusta mucho hablarle a Dios… siempre busque, en todas partes, probé yagé, estuve con los celtas, los Druidas, con los Wikka, con los brujos, con todo, yo hice mi viaje largo pero siempre me ocurría que yo iba y miraba ciertas cosas, me quedaba con ciertas cosas, pero no me casaba con la idea…”. Entrevista a A. H. realizada en Bogotá, Septiembre 24 de 2010. 10 “Yo le hecho la culpa a mis raíces árabes, de pronto porque es que el papá de mi bisabuelo, por parte de papá, él era español y árabe, y yo desde niña tuve mucho contacto con lo que fueron las raíces árabes…”Entrevista a J. M. realizada en Bogotá, noviembre 19 de 2010.
Atracción Cultural Pese a los discursos que relacionan el Islam con una idea negativa y maléfica, la atracción que ejerce, han llevado a que en la cultura popular se difundan como atractivos ciertos elementos de exotismo (danzas, prácticas como la pipa de agua, telenovelas como “el Clon”11). Una manifestación algo más sofisticada de este fenómeno se presenta en estudiantes universitarios y jóvenes profesionales, que se interesan por lenguas del Mundo Islámico, principalmente el árabe, el turco o el persa (enseñados en algunas universidades e institutos, entre esas la Universidad Nacional de Colombia), así como por la historia, la arquitectura y las realidades sociales y políticas de Medio Oriente (muchas tesis de grado, sobretodo de ciencia política, relacionadas con este tema). Aunque este tipo de tendencias ha generado simpatías hacia el Islam, en algunos casos se ha concretado en la conversión12.
Relaciones sociales
CREACIÓN DE UNA IDENTIDAD MUSULMANA Cuando una mujer adopta el Islam está asumiendo una serie de valores y de símbolos que se convierten en ejes centrales para su vida, pero que no necesariamente anulan otro tipo de identidades. No obstante, muchas de las visiones del mundo que se poseen si cambian al acercarse al Islam. Es el caso de las situaciones que ocurrían en otros lugares del mundo ante las cuales antes se era indiferente o se buscaba mantener una cierta neutralidad, pasan a generar 11 “yo estaba en el colegio y llegaba a ver la novela “El Clon” todas las noches. … me encantaba ver la cultura, los vestidos, el modo de hablar de las personas, el modo de decir que iban a hacer una oración, a orar a un Dios, o sea eso a mí me empezó a gustar mucho”. Entrevista a C. G. realizada en Bogotá, octubre 29 de 2010. 12 “Primero empecé mirando el aspecto cultural me parecían interesantes los países árabes. Después aproveché que tenía un trabajo acá en la universidad y empecé a investigar más sobre eso, desde, o sea como lo que piensa el islam, del estudio, de todo, de la ética desde el punto islámico.”. Entrevista a C. G. realizada en Bogotá, octubre 29 de 2010. 13 “Conocí el Islam por un hombre de Arabia Saudita, a quien conocí en Canadá cuando estaba haciendo unos estudios; por medio de él, pues obviamente empezamos una relación, y conocí el Islam.”. Entrevista a V. A. realizada en Bogotá, diciembre 9 de 2010.
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Según se afirmó anteriormente, la principal causa de conversión de mujeres al Islam en Bogotá lo constituye el establecimiento de relaciones personales con un musulmán o musulmana13 (más común el primer caso que el segundo). Debido a su naturaleza, muchas de estas conversiones despiertan dudas entre miembros de la comunidad, que manifestaron conocer varios casos en los que el matrimonio fracasa y la divorciada abandona el Islam. Sin embargo es claro que muchas relaciones prosperan y las conversas buscan hallar un punto medio entre lo que culturalmente el marido considera que es el rol de la esposa, y sus propios intereses y tradiciones. En el caso de estas conversiones, es relativamente frecuente que las mujeres realicen la profesión de fe sin conocer demasiado las características de la religión, siendo la motivación inicial agradar a la otra persona o una mejora en las relaciones, dadas las diferencias culturales de los cónyuges.
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sentimientos de diversa índole ya que se considera que afectan a hermanos de creencia. Uno de los signos más visibles del cambio identitario en las conversas es la práctica de asumir un “nombre islámico”, es decir la adopción de un nombre en lengua árabe que haga referencia a un valor, una virtud, o que haga alabanza a Dios. Este acto no tiene un carácter obligatorio aunque muchas lo creen así o lo hacen como un símbolo del cambio que han realizado. Otras sin embargo consideran que esta es una forma de “arabización” y prefieren abstenerse de hacerlo, reivindicando su carácter de colombianas frente a lo que consideran machismo o etnocentrismo de los árabes. Sin embargo, el elemento visible de la adopción de la identidad musulmana es el uso del velo. Ya sea en la forma de Hiyab, Sahdor, Nikab o Burka, mediante su uso buscan dar razón de la ordenanza islámica a los creyentes de ser discretos en su forma de vestir. Pese a esto, sería ingenuo considerar el velo simplemente como un elemento de recato. Dado el tipo de problemáticas y discusiones acerca del peligro de la islamización y de la sumisión de la mujer en el Mundo Islámico, el uso del velo se ha convertido en un símbolo que en ocasiones llega a alcanzar connotaciones políticas. Por ello muchas no utilizan el velo desde el momento de su conversión, sino que se convierte en un aplazamiento. Una vez deciden usarlo, se convierte en un elemento de orgullo, pese a las miradas curiosas e incluso rechazos que puedan atraer. Al mismo tiempo se convierte en el símbolo visible de la identidad musulmana, según manifiestan es una forma de rebeldía y protección frente a las agresiones del mundo contemporáneo, en donde se exhibe el cuerpo femenino como un objeto publicitario o como blanco del morbo masculino. Al mismo tiempo, en el contexto bogotano las musulmanas no solo manifiestan sentirse protegidas e incluso más respetadas, sino que es en cierta forma una forma de hacer difusión del Islam, de proselitismo simbólico.
CONSIDERACIONES FINALES Como se observó en el desarrollo del trabajo, la construcción de una identidad musulmana por parte de las conversas obedece a procesos de adaptación a nuevos valores y códigos de comportamiento, pero manejados dentro de un contexto local que exige de las mujeres unos roles no necesariamente complementarios a los de la religión, sino incluso en contradicción con ellos. Al tiempo que se crean lazos que las vinculan con otras geografías, símbolos y temporalidades, se busca elaborar una comprensión de la religión que respete su pertenencia a una cultura distinta a las de los inmigrantes que han dado origen a las instituciones que las representan. Sin embargo, al igual que no existe una sola forma de vivir el Islam, no existe una formula fija mediante la cual todas las conversas puedan solucionar las tensiones que se presentan entre ideales de vida diferentes. Por esta razón, si bien es posible observar unos patrones comunes, la elaboración
de dicha identidad está siendo continuamente negociada y actualizada, siempre dentro de unas líneas argumentativas que pretenden ser coherentes con ambas tradiciones, pese a constituir una hibridación de diferentes elementos. Más que pretender mostrar un proceso concluido, o una visión definitiva sobre la problemática, el escrito buscó mostrar algunos de los elementos en juego en la construcción de la identidad musulmana bogotana.
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