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Unidad dos La poesía Antigua Griega
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Arquiloco de Paros (S. VII A.J.) Telesicles, hombre extraordinariamente despierto tenía un hijo. Pero este hijo nacido de unos tan deliciosos como efímeros amores con una hermosa esclava, había sido reconocido por su padre. Que quiso fuera un hombre libre a pesar de su bastardía. El mozo se llamaba Arquíloco. Con veinte años, buena figura, ágil, emprendedor, diestro en toda clase de ejercicios físicos inteligente, astuto, orgulloso, violento y agresivo, Arquiloco era digno hijo de su padre. quien le predecía un brillante porvenir de capitán de mercenarios, y acaso, más tarde de organizador de expediciones. Arquíloco se había negado a acompañar a su padre. pero éste comprendía admirablemente estas cosas: el muchacho tenía otros proyectos inmediatos. En efecto, Arquiloco estaba enamorado de Neobulé, hija de un rico burgués llamado Licambo que había dado consentimiento para la boda. Arquíloco escribía poemas de amor a su novia. Estos poemas se han perdido y es muy de lamentar. Porque hubieran sido un- ornamento más de la bella imagen que aquí presentamos. El joven, apuesto y brillante Arquíloco, que lleva su pobreza y su bastardía como otros llevan la nobleza, es un mocetón alegre y entusiasta que tiende los brazos a la felicidad porque la felicidad está a su alcance. Si ya hubieran existido psicólogos, probablemente hubiesen observado que su arrogancia, su impaciencia. su anhelo de felicidad inmediata revelan una herida secreta. Neobulé no puede resistirse a él. En cuanto aparece, toma la mano que él le ofrece y lo sigue cada vez más lejos. cada día a mayor altura. El muchacho es demasiado atrevido, demasiado exigente para un novio, pero no se le puede negar nada. Por la noche. Neobulé suspira de dicha y de temor cuando él se alza con la lira en la mano, en el centro de un círculo de jóvenes, viejos, pobres y ricos y recita poesías a ella dedicadas y de las que ella suele ser la heroína. Pero el asunto toma mal cariz. Cambiando repentinamente de opinión. Licambo se opone a la boda. No se conocen sus razones pero bien pudieran ser que Arquíloco era demasiado aventurero, sus costumbres demasiado libres y su moralidad excesivamente elástica, todo ello unido a que no era indiferente a la cuantía de la dote. Cabe también en lo posible que se hubiese presentado un partido más ventajoso. De todos modos, Arquíloco se siente herido en su amor propio por lo menos tanto como en su amor, y esta nueva herida reactiva las antiguas. Bastardo en una sociedad en la que conviene ser hijo de alguien y miembro de un clan que responda por uno; pobre en una sociedad en que la fortuna es lo único que confiere el poder y la libertad. solo en un mundo en que los débiles no tienen nunca razón. El sabe todo eso pero no quiere agachar la cabeza, ni sufrir, ni callarse. Y entonces grita: Yo poseo un gran arte: El de herir cruelmente a quién me hiere. Licambo y Neobulé se van a enterar a costa propia. Arquíloco compone poesías en las que ridiculiza al padre. y otras en las que canta su perdido amor e insulta a la hija. que no era digna de él. Maneja las palabras como si fueran armas, con una violencia para la inventiva y la injuria que ahora, después de veintisiete siglos todavía sorprende y resulta molesta.
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Una revolución literaria La mayor parte de la obra de Arquiloco se ha perdido. Filólogos y retóricas estudian los fragmentos que se conservan. El es el primero que abandona el hexámetro y se expresa en otro tipo de versos más cortos y libres y agrupados en formas nuevas. Se trata de una innovación notable por su originalidad. Ahora bien, seria un error limitar a este aspecto formal la revolución poética que se inaugura con él. Si yo pudiese tocar le mano, de mi amiga -canta-.Le gustaba acariciar la rama de mirto y respirar la flor de belleza de las rosas. Sobre sus hombros y sus riñones, sus cabellos se deslizaban como una sombra. Es bonito y sumamente idílico. Pero añade: Con sus cabellos bañados en perfumes y su henchido seno hubiera reanimado a un viejo. No se trata de una beldad ideal ni de un amor literario, sino de Neobulé, zagala de curvas generosas que se sentía conmovida por el deseo que despertaba y correspondía a el. Corneja trémula de placer, agitando las alas y echando a volar dice Arquiloco y refiriéndose a si mismo: una marea que oscurecía mis ojos con una espesa niebla. sintiéndose frustrado. recuerda: Me veo sumergido en el deseo, privado de aliento, y los dioses me punzan con atroces dolores. Estos poemas también los recita en público. ¡Que las gentes de Paros se enteren, que toda Grecia se entere, que se enteren los siglos venideros! ¿Que se enteren de qué? De que un hombre llamado Arquiloco vivió, sufrió, amó y odió. Hasta entonces, sólo los dioses y los héroes habían tenido derecho a esa existencia difundida por el canto. En lo sucesivo, cualquier hombre que tenga algo que decir y fuerza para decirlo, lo dirá. Arquíloco es el primer poeta, en el moderno sentido de la palabra, . Safo de Lesbos Lo menos que puede decirse de ella es que tiene mala reputación aunque está fundada más que en la historia en algunas leyendas que nacieron de las ilusiones ópticas de los libertinos. Safo no era en modo alguno la dueña de una isla transforma da en campamento nudista para mujeres solas, sino la directora de un centro para muchachas de buena sociedad. Esta escuela colocada bajo la advocación de Afrodita y de las Musas y en la que profesoras y alumnas constituían una especie de cofradía religiosa, era frecuentada por señoritas de la burguesía que deseaban prepararse para el matrimonio y para el papel que habrían de desempeñar en sociedad. La existencia de tal institución puede parecer extraña para aquella época. Nos encontramos, en efecto, en los alrededores del año 600 A.J o tal vez más tarde, si admitimos como algunos críticos que Safo nació muy a finales, del siglo VII. Por entonces, la mujer ha sufrido en casi toda Grecia lo que ciertos historiadores han llamado su «gran derrota histórica». El matriarcado de las antiguas sociedades agrícolas está 33
ya muy lejos, y la mujer vive en estado de sujeción como una eterna menor de edad relegada al gineceo. Se acercan los tiempos en que los hombres cultos considerarán a este ser inferior indigno del amor desdoblando en cierto modo su vida afectiva. El amor griego no fue un capricho vicioso, sino la consecuencia de una aberración social y de una Inversión espiritual. Parece ser que en algunas islas, particularmente en Lesbos, se mantuvo durante mucho tiempo un estado social más normal y más sano y que en ellas la mujer conservó su puesto en la vida social sin quedar únicamente reducida a las funciones de reproducción. Para ello no siguió el camino de pretender igualarse al hombre, como en Esparta, sino el de exaltar hasta e! máximo su feminidad . El cometido de la escuela de Safo en Mitilene, capital de la isla, resulta de este modo bastante simpático. Las muchachas recibían en ella lo que llamaríamos hoy una enseñanza general y profesional. Aprendían a leer, escribir, calcular, componer y recitar versos, bailar, vestirse, decorar un interior y comportarse en sociedad. Cabe suponer que la institución se esforzaba por mantener un estado social amenazado formando mujeres cultas conscientes y capaces de defender e incluso de extender sus privilegios. Safo y sus colaboradoras tenían seguramente una doctrina de combate feminista. Una vez terminados sus estudios las alumnas se casaban; Safo mismo estaba casada y tuvo por lo menos una hija. Compuso numerosos epitalamios para las bodas de sus antiguas alumnas. . Todo lo cual no impide que los poemas de Safo digan con la mayor claridad lo que dicen. La mayor parte de las obras de la poetisa son declaraciones o quejas de amor dirigidas a amigas suyas. Una poesía como los Adioses en la que se describe con exactitud cierta intimidad física, hace difícilmente aceptable la tesis de que se tratara de amores platónicos. Había pues perversión, pero una perversión apenas reprobada por la moral de la época. Además, después de veinticinco siglos y con los escasos datos ciertos que poseemos sería muy aventurado juzgar. Las obras de Safo, poetisa maldita han sido quemadas repetidas veces y han desaparecido para siempre-en su mayor parte, lo cual es muy de lamentar. no solamente por la historia de las costumbres y de la literatura, sino también por la moral. Si dispusiéramos de mayor número de documentos, comprenderíamos mejor lo que ocurría en aquella escuela para muchachas colocada bajo la protección de Afrodita y de las Musas, en Mitilene en el siglo VI A.C. los encontraríamos en mejores condiciones para poner las cosas en su punto. Desde luego cualquiera de los fragmentos que se conservan de las poesías de Safo demuestra que su autora fue una poetisa genial dotada de una personalidad fuera de lo común. Los siguientes versos no necesitan comentario:
Muchas veces, en la lejana Sardes, el recuerdo de la querida Arignota, ¡oh Atis!, viene a buscamos hasta aquí, a ti y a mi. En los tiempos en que vivíamos juntas, tu fuiste verdaderamente una diosa para ella y con tu canto hacías sus delicias. Ahora. entre las mujeres de Lidia, ella brilla como después de anochecer brilla la luna de sonrosados rayos entre las estrellas que se apagan a su paso. Ella esparce la luz sobre las olas marinas e ilumine los prados en flor. Es la hora en que caen las bellas gotas del rocío en que renacen la rosa, la delicada angélica y el perfume del meliloto. Entonces en el largo vagar de sus andanzas,
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Arignota se acuerda de la dulce Atis, con el alma cargada de deseos y el corazón repleto de pesares. Y desde allí, su angustiosa llamada nos invita a ir a ella. Y la noche de sutiles oídos intenta transmitir más allá delas olas que nos separan aquellas palabras que nadie comprende. aquella voz misteriosa... y esta otra poesía: Semejante ala manzana dulce, roja en la punta de la rama, en lo alto de la copa del árbol, los cosechadores se han olvidado de ella. Pero no, no se han olvidado: es que no han podido alcanzarla. Para apreciar exactamente lo que tiene de nuevo esta poesía amorosa conviene. recordar la forma en que Hornero, Arquiloco y Mimnermo hablaban del amor, Hornero era Ingenuo; pudibundo y convencional en la expresión, Arqulloco, violento y sincero; Mimnermo, tierno y superficial. Safo es lúcida, y nos atreveríamos a decir que muestra tanta valentía ante las complejidades del amor como Aquiles ante la pesada del destino y Ulises frente a los peligros del mundo. Por primera vez afronta un ser humano los misterios y las intermitencias del corazón, los estudia, los analiza y los expresa, sin que le arredre el sufrimiento que esto pueda llevar consigo. Indudablemente, esta es la primera y principal característica de la poesía de Safo: la expresión total de la pasión. La segunda característica que notamos en toda su producción poética es la constante relación de la vida afectiva con el espectáculo de la naturaleza. Cuando Safo evoca lo absoluto del amor doblemente imposible se da cuenta a la vez de todo cuanto, en el mundo de los hombres, amenaza y condena la floración afectiva que ella pretende crear y también de su soledad, que se agiganta a cada nueva renunciación. Y entonces encuentra correspondencias en el espectáculo de la naturaleza. Cuando Safo escribe: Se he puesto la luna, las Pléyades también. Es la media noche, ha pasado la hora. Yo estoy sola, aquí tendida. no solamente pinta un cuadrito evocador del silencio y de la vida nocturna. Lo que se evoca en esos tres versos es todo un pequeño drama. Parece que ella estaba esperando a alguien que no ha llegado. Ha calculado el tiempo por el curso de los astros, estableciéndose así esa especie de complicidad que han explotado los románticos de todos los tiempos. Pero el consuelo de estas correspondencias sólo dura un instante. La soledad y el abandono anecdótico se duplican repentinamente por la soledad y el abandono cósmicos. Safo se siente abandonada bajo el cielo mudo. Por el desvío de los amores heréticos se llega de este modo a un valor fundamental, no solamente de la literatura sino también del pensamiento occidental.
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Unidad tres Lírica renacentista barroca
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Rasgos fundamentales del renacimiento Si tenemos en cuenta lo dicho acerca del Renacimiento italiano y luego en relación al panorama general de la época renacentista, sin perjuicio de dejar bien claro que cada país presenta perfiles propios, al respecto se puede no obstante, tentar la síntesis de las notas más importantes. a) Retorno admirativo a la antigüedad. La cultura grecolatina es mirada con reverencia, sus autores son traducidos y leídos, cuando no imitados. Es dable percibirla influencia del lenguaje de Cicerón entre los eruditos, Teócrito y Virgilio entre los líricos como Garcilaso de la Vega y Pierre de Ronsard. En el ámbito de la estética, los poetas leen a Aristóteles y a Horacio, b) Desprecia par la vulgar. Se da la tendencia a asimilar el arte a lo aristocrático y se generaliza el rechazo de Horacio por el pueblo profano. c) Reacción
frente a la tradición. La deslumbradora visión de la cultura clásica condujo a menudo al menosprecio de lo medieval. Ello condujo -lamentablemente en Francia e Italia, donde se observan los extremos de esta posición- al olvido de materiales valiosísimos en la literatura y la plástica. No ocurrió lo mismo en España e Inglaterra puesto que allí lo tradicional y lo novedoso coexistieron armoniosamente. d) Observación de la naturaleza. Ya habíamos señalado, al estudiar los inicios del Renacimiento, la preocupación por la misma, y surge así el paisaje como tema poético y plástico. Precisamente Alberto Durero (1471-1528), el célebre pintor y grabador alemán decía, valorando la naturaleza: "no pienses hacer algo mejor de lo que Dios ha hecho". En la lírica, bastaría con citar estos versos de Garcilaso para ver la deleitable contemplación del paisaje:
"Al pie de una alta haya, en la verdura, por donde un agua clara con sonido atravesaba el fresco y verde prado". El hambre en el centro del universo. Si en la Edad Media el ser humano tendía permanentemente hacia Dios y éste aparecía como la columna vertebral de todas sus obras, a partir de los prolegómenos del Renacimiento y con mayor fuerza en la plenitud del mismo, podríamos decir que hay un repliegue sobre si mismo. Al teocentrismo, sigue un antropocentrismo. La peripecia humana en todos sus matices, hasta en los más ínfimos detalles de la cotidianidad se coloca en primer plano; incluso se inician los estudios de psicología, lo que denota claramente la importancia que se concede al hombre en todos sus planos y, si se quiere, la creciente investigación científica no es otra cosa que el testimonio de la confianza en la razón y sus logros. En fin, se impone la concepción felizmente sintetizada por los italianos en la frase "el hombre universal" e)
La razón. Como lógica consecuencia de lo anterior, la inteligencia se libera de todo dogmatismo y se lanza pensar e Investigar en todos los campos. El pensamiento filosófico y el científico cobran mayor consistencia. Pero el ejercicio crítico de la razón alcanza otras zonas como la lingüística y la filología. f)
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La Poesía Lírica Renacentista Española Durante los primeros años del siglo XVI se puede apreciar en la poesía española una evolución y un enriquecimiento. Se adoptan, aparte de la poesía tradicional española -romances, villancicos, etc.- nuevos metros, ajenos a la proverbial forma española, nuevos enfoques y tratamientos de los temas habituales y se incluyen otros que enriquecen el mundo renacentista. La métrica sufre este cambio e incluye el verso endecasílabo -de origen italiano- y el soneto, fundamentalmente, se toma como forma expresiva esencial para el poeta. Estas formas poéticas sufrieron un rechazo largo tiempo mantenido, hasta que son asimiladas y adoptadas por la poesía nacional. Pero no sólo estas formas son las esenciales en el nuevo estilo, sino también se da una renovación en el contenido. La tradición grecolatina, que se incorpora al pensamiento y a la cultura, provoca la inclusión de temas "paganos", ritmos y armonías hasta entonces no utilizados poéticamente, un nuevo vocabulario y una nueva expresión metafórica. Tanto los temas corno las formas que los contienen son traídos a la Península por medio del contacto cultural y político que se establece entre Italia y España. Surge la poesía bucólica o pastoril y la mitológica, pero, sobre todo, el poeta aspira a expresar sus sentimientos íntimos, sus penas amorosas y el lánguido desmayo espiritual que dicha pasión le suscita. Así, toda la tradición del amor cortes, unida a la concepción neoplatónica del amor y la belleza, surgen como pilares de toda una escuela poética y de una concepción del mundo fundamentalmente amorosa. Es el individualismo en el sufrimiento amoroso la base de esta concepción. Por otra parte existe, debido también a la idea neoplatónica de las relaciones amorosas, una serie de poetas místicos que proyectarán estos conceptos en un plano metafísico, en quienes la unión amorosa, y el sufrimiento que provoca la no realización de esta pasión, será la unión del alma con Dios: el amor y la entrega entre el Divino Esposo y la esposa. Ambas concepciones poéticas están enmarcadas en la naturaleza, es ésta su atmósfera y su ámbito. Esto se debe a que el Renacimiento exalta el papel de la naturaleza, por una parte, gracias a la idea de los antiguos quienes pensaban que nada mejor que el campo, la soledad y el silencio para la tranquilidad espiritual y para el desarrollo de las facultades humanas -Virgilio - y Horacio son los poetas esenciales de esta idea que torna en el siglo xvi para recrear la naturaleza y hacerla parte de la propia vida interior- ríos, selvas, montes son los atributos indispensables de esta manera de expresión y de pensamiento. La otra forma es la que ve en la naturaleza un reflejo de la belleza y del amor de la Divinidad en la Creación. Serán los elementos constitutivos de ella -campos, montes, anímales- el camino que conduzca hacia el Amado a esta alma enamorada y dispuesta a la entrega plena y absoluta; serán esos mismos elementos las formas de comparación poética que el artista emplee para comunicar su experiencia.. La lírica del Renacimiento español es una recreación de las formas ideas y asuntos latinos, griegos e italianos. Los poetas que implantan esta moda son Boscán y Garcilaso, pero es este último el que le otorga la definitiva carta de realeza dentro de la poesía de la época. Las influencias comunes serán Petrarca, Ausias March, Castiglione con su teoría del perfecto caballero, en quien el amor terreno asciende a un plano espiritual neoplatónico de la belleza y el amor humanos.
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La vida dinámica de Garcilaso de la Vega Quizá sin percatarse de ello, el propio Garcilaso de la Vega(¿1502-1536) fue el caballero cortesano, auténtico y ejemplar, cuyo modelo divulgara en lengua española su amigo Boscán, «príncipe de los poetas españoles». fue también el primero en cantar el amor sin trovadurismos alambicados, con total sinceridad y sentimiento poético puro y conmovedor. A mayor abundamiento, el idioma castellano «llegó con él a su máxima flexibilidad y capacidad de expresión», en opinión de Dámaso Alonso. Su breve existencia fue dinámica y accidentada. Como puede comprobarse en este esquema biográfico y cronológico: 1502. (?)
nace en Toledo, de familia ilustre. - Queda huérfano de padre y se educa esmeradamente en la corte. – Aprende latín y griego, italiano y francés, música y esgrima..
1519.
Comienzos de la amistad entre Garcilaso y Boscán.
1524.
Contrae matrimonio con Doña Elena de Zúñiga. dama de Doña Leonor, hermana de Carlos V. y forma parte del séquito de ésta. - Primeras composiciones poéticas.
1527.
Amor petrarquesco hacia Isabel Freyre («Elisa»). Dama portuguesa del séquito imperial.
1528.
Garcilaso deposita en manos de Boscán la mayor parte de su obra poética. para que la revise y conserve.
1534.
Garcilaso asalta temerariamente el fortín de Muy, cerca de Fréjus: es herido de muerte y trasladado a Niza.. Fallece a los pocos días asistido por su amigo Francisco de Borja, duque de Gandia.
En su breve e intensa vida destacan dos vectores principales: un delicado apasionamiento y un valor rayano en la temeridad. Era un personaje hacia quien no era posible concebir otros sentimientos que el de una sincera simpatía y un atractivo personal irresistible. De costumbres apacibles de trato intimo sosegado, amable y llano, de ingenio agudo y colosal talento, sociable y excelente amigo, era «el mas hermoso y gallardo de cuantos componían la corte del emperador» como revela uno de sus biógrafos. Un joven poeta de espléndida vitalidad. cuya vida y cuya obra quedaron truncadas de! modo más inesperado. Garcilaso. el primero de los liricos españoles modernos, tuvo una muerte de carácter épico. Como los héroes de los antiguos cantares de gesta. Su ajetreado vivir y su labor literaria constituyen más que un contraste, una antítesis sorprendente por que jamás se vislumbra fragor de lucha en sus composiciones poéticas.
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Intimismo y evasión garcilasista Con frecuencia, se ha aludido a una especie de doble personalidad en Garcilaso, una externa y otra interna; pero sutilizando aún más en cuanto a esta última, se ha profundizado también con objeto de hallarle un nuevo desdoblamiento espiritual. Concretamente, en el caso dela primera de sus Egloglas la de Salicio y Nemoroso. Con todo, en el análisis psicológico de su obra literaria podrá llegarse muy lejos. Pero siempre el poeta es más sincero y transparente que sus predecesores. De modo un tanto simplista. podríamos observar en esta labor poética dos elementos fundamentales intimismo y evasión . Anticipándose en tres siglos al egocentrismo romántico y en su proyección externa, podemos vislumbrar en el «yo» de Garcilaso un exquisito e idealizado sentido de la Naturaleza. un sentimiento delicado del amor, y un dolor silencioso acogido casi siempre con melancólico fatalismo, en que juegan a menudo papel preponderante los conflictos planteados entre la razón y la pasión. Hasta comienzos del siglo xix no podrán hallarse expresadas estas líricas vivencias con la misma brillantez y parecida sinceridad. El amor y el bucolismo determinan la mayor parte de la obra garcilasista. Esta Fórmula pastoril grata a los líricos griegos y romanos de la que se abusará más tarde en las novelas pastoriles del siglo de Oro, ya había permitido a Boscán disfrazar algunos de sus personajes. Las figuras femeninas parecen más evidentes: la duquesa de Alba se convierte en «Camila» y Doña Isabel Freyre en «Elisa». Esta última fue quizá el gran amor de Garcilaso, porque éste jamás alude a su esposa en sus versos. Isabel también había rechazado el amor del poeta portuqués Saade Miranda. Para Garcílaso fue un amor irreal y distante, según unos y más real y humano, según otros. Conviene ahora concretar más todavía ese desdoblamiento anímico al que se aludió antes con referencia a la primera Egloga: al decir de Carayón y Baruzi al dolor de “Salício» el enamorado que no es correspondido se une el de «Nemoroso», el amante que llora a su amada muerta. El bucolismo de Garcilaso no es tan artificioso como el de los paisajes de tapiz que, más tarde, crearán poetas y novelistas posteriores. Por lo demás, muerte, desdén y ausencia de la persona amada son los elementos sentimentales negativos que más torturan el alma del príncipe de los líricos. Un poeta cargado de intimismo y de ansias de evasión, en cuya obra no aparece el menor reflejo de su dinámico vivir. Y que posee la gracia esencial de decir las cosas más sencillas con la mayor elegancia. La obra del poeta Reducida a esquema numérico, está pronto contada: tres églogas, dos elegías, una epístola, cinco odas o canciones, treinta y ocho sonetos y algunas composiciones menores. Escribió bastante más, pero se ha perdido y aun lo que se conservase debe al cuidado de Boscán y de su esposa. El príncipe de los poetas españoles no consiguió en vida ver impreso ni uno solo de sus versos. La primera égloga, la más conocida -Salicío y Nemoroso-,está dedicada al virrey de Nápoles, don Pedro de Toledo, a quien consagra sus primeras estrofas. Luego, en perfecta simetría de unidad de tiempo, encierra el debate entre ambos pastores, cortesanos y atildados. También podemos observar una reiteración final del verso en algunas estrofas que nos recuerda asimismo a Teócrito y a otros poetas de la época helenistica: «salid sin duelo, lágrimas, corriendo ...»
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En la segunda de sus églogas se centra casi la mitad de toda la producción poética de Garcilaso. Es la más extensa de sus producciones y contiene fragmentos épicos y dramáticos que sintetizan las facultades que este gran lirico poseía, y que bien hubiera podido desarrollar de haber vivido hasta edad avanzada. Además de las épicas alegorías alusivas a la familia de los duques de Alba, que repetirá en la elegía 1. El paisaje de un Toledo delicadamente idealizado aparece en la tercera égloga, la de Tirreno y Alcino, dedicada a doña María Osario Pimentel, esposa del virrey don Pedro, según opina Keniston. Esta composición. Y quizá la égloga anterior fueron probablemente las últimas obras que escribió el poeta. En tal caso, su «adiós a la vida» seria también el postrer saludo a la tierra toledana. donde naciera: Cerca del Tajo, en soledad amena, de verdes sauces hay una espesura toda de hiedra revestida y llena, que por el tronco va hasta el altura, y asi la teje arriba y encadena. que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado, con sonido, alegrando la vista y el oído. Con tanta mansedumbre el cristalino Tajo en aquella parte caminaba, que pudieran los ojos el camino determinar apenas que llevaba. La Canción V es la más conocida de las composiciones de Garcilaso: la dedicada A la flor de Gnido, bellísima dama de este barrio de Nápoles llamada Violante Sanseverino, de quien se enamorara su amigo Mario Galeota. Una obra de encargo que se cita en todos los textos y antologías y cuyo primer verso -«si de mi baja lira»- dio nombre a una estrofa fundamental en la preceptiva poética española. Jamás pudo imaginar el príncipe de los liricos hispanos que esta canción llegara a influir tanto en la poesía nacional Y que un fray Luis de León y un san Juan de la Cruz adoptaran su forma para sus más elevadas composiciones. Precisamente originaria de un vate, como Garcilaso, que es el único poeta de la Edad de Oro española que no escribió un solo verso de asunto religioso. Como señala Juan L. Alborg no entraba la poesía religiosa dentro de su temperamento.
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MÍSTICA ESPAÑOLA Historia y fundamentos del misticismo La entrega amorosa que el alma realiza con la Divinidad tiene razones históricas y culturales que desembocan .en el gran movimiento místico que tiene como escenario a la España de Felipe II. La historia de una concepción mística española hunde sus raíces en la Edad Media, pero es hasta el Renacimiento cuando encuentra la atmósfera propicia para su desarrollo. La exaltación religiosa debida a las guerras religiosas, a la labor del Concilio de Trento y al movimiento español contrarreformista, la atmósfera de vitalidad productiva y la recreación del pasado grecolatino, son los factores culturales y ambientales que se respiran y viven cotidianamente. Gracias a todo este contexto es que el movimiento místico puede crecer y engrandecer al español de la época. La ascética contribuyó a fortalecer el espíritu por medio de la voluntad, del autoanálisis y de una vida esencialmente cristiana, estos factores son la base que los místicos adoptaron como punto de partida para su individual e íntima aventura espiritual; la búsqueda y entrega de todo el ser a su Creador mediante el amor. Esta especial forma de eros se concibe como una relación entre el alma y Dios, es por esto que el neoplatonismo de la época proporciona la teoría, el concepto y el método que la inquietud intelectual y ernotiva necesitaban para la aventura amorosa. Platón decía, en su teoría del amor, que cuando se admira la belleza concreta de un cuerpo se pasa a la admiración de los demás cuerpos bellos y de ahí se sigue hasta la añoranza de la fuente divina de toda hermosura. El hombre comienza amando a un cuerpo bello, de pronto se da cuenta que esa hermosura que él admira está también en la de otro. Así primero admira y ama a uno solo y posteriormente llegará a la admiración y al amor de todos los demás. Al tiempo que esto ocurre, reconocerá como más digna de veneración la belleza del alma que la del cuerpo y amará a un alma bella, aunque el cuerpo que la contenga no lo sea. La belleza del alma es virtud, por lo tanto lo bueno es hermoso; esta belleza no es sino el reflejo de la belleza de Dios y su total conocimiento significa alcanzar el sentimiento de la divinidad. Mientras más se parezca el alma humana a la divina, tanto más será la semejanza con Dios. Se llega a la entrega absoluta por medio de la admiración y del amor. Así, pues, la mística es el conocimiento de Dios en la vida terrena; todos aquellos que pasaron por esta experiencia nos la comunicarán con sus diferencias individuales en la gran literatura mística del siglo xvi. El lenguaje de esta literatura ha sido un problema ampliamente debatido: hay quienes ven en ella un erotismo disfrazado, una sensualidad inhibida, etc. En realidad este idioma es absolutamente humano; reproduce o toma como forma para su íntima aventura las vías de expresión del amor terreno, sensual. El místico sufre una especial experiencia suprasensorial, fuera de lo terreno v cotidiano y. no podrá sino recurrir a un medio común y comprensible, como lo es el idioma de los hombres. A esta razón se unen otros, como en la liga del lenguaje místico con El Cantar de los Cantares, de Salomón, libro bíblico que se toma como ejemplo y fuente literaria para la expresión de la ya citada experiencia. El libro de Salomón es el diálogo entre la esposa y el Esposo que se comunican su amorosa pasión, hasta llegar a la unión esto representa simbólicamente las relaciones de la Iglesia con DIOS o también, la idea antigua que ve en el eros terreno un símbolo de la relación cósmica del alma con el Creador.
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Los tres grados de la mística son: 1 Purgatio que es la purificación del alma y el alejamiento del pecado a través de la oración, meditación y mortificación corporal o espiritual. 2 llluminatio es la ascensión del alma al verdadero conocimiento de la belleza y bondad divinas. Es darse cuenta de la presencia de Dios. 3 Unió consiste en el estado de abandono del alma a Dios . Estos tres momentos son los mismos, aunque cada autor haga subdivisiones: en Santa Teresa se encuentran divididos en siete moradas, para San Juan consisten en diez gradas. etc. Por último, comunes a todo místico son las características del movimiento: amor, realismo y activismo y tendencia didáctica. Toda obra, acción o decisión está basada en el amor a Dios; no es la espada, ni la cruz, con la que combaten, sino con su desmedido amor. El realismo y activismo se refieren al gran carácter practico y positivo que poseen como individuos y al profundo conocimiento de la realidad. Por último ellos quieren salvar almas y ponerlas al servicio del Señor; esto lo logran enseñando dando conocimientos a su prójimo, ya sea con sermones en plazas y caminos públicos; ya con el ejemplo, Todo lo anterior se vive, en mayor o menor grado, por San Juan de la Cruz
SAN JUAN DE LA CRUZ (1542-1591). La poesía de Juan Yepes y Álvarez, Juan de la Cruz en la vida religiosa, es desconcertante; lo es porque existe un choque entre la serenidad de la forma y la estremecida entrega amorosa del espíritu a la unidad con Dios. Su' idioma está en total armonía con los cánones estéticos del Renacimiento; es limpio, sin rebuscamientos, lleno de una gran serenidad -la que exaltan los poetas dela épocas- y la belleza. La naturaleza, lo bucólico, es para él algo metafísico pues Dios dejó su huella, su presencia en ella; así alcanzando y siguiéndola se alcanza a Dios. Así, podemos encontrar en la obra poética mayor de San Juan -Noche Oscura del Alma, Cántico espiritual. Llama de Amor Viva- los grados de la experiencia mística. En la primera obra el alma se aparta de la tierra-y vive sólo para la fe, como una luz suave experimenta la purificación: purgatorio. El alma se inflama del amor divino. El Cántico Espiritual sería el 2° grado - illuminatio-el alma, desprendida de las cosas mundanas, asciende a Dios y empieza para el místico la unión y el matrimonio espiritual. Por último, Llama de Amor Viva es el completo abandono en el Amado y su intima comunicación con Dios. .Es una obra de evasión absoluta de la realidad, de total e intensa vibración espiritual. La realidad que cuenta es la íntima, la subjetiva y con ésta él vive en un mundo de realeza espiritual. Su obra es breve v aparte de los poemas mencionados existen poemas a lo divino y poesías sueltas, "pero es la obra de un poeta mayor. En San Juan se llevan a la culminación, a la sublimación, y se agotan las posibilidades del fervor religioso y artístico unidos que produjeron el misticismo español. La literatura religiosa, pasa después a su declinación, subsiste pero como un eco de la grandeza pasada.
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Huérfano de padre y con una madre sin recursos, caso parecido al de fray Luis de Granada, pudo sin embargo cursa estudios universitarios en Salamanca (1564-1567). En 1568 se encuentra en Medina con la madre Teresa de Ávila, esta circunstancia decide sus destinos: la reforma carmelitana en la rama masculina. Pero no fue tarea fácil: tras la fundación del primer convento, el de Duruelo, arrecian las persecuciones y en 1577, un grupo de frailes «mitigados» con gente armada asaltan como facinerosos su celda, se llevan preso a san Juan y le encierran en Toledo en una mazmorra sin luz ni ventilación, donde le maltratan y casi matan de hambre. Escapa a los nueve meses hacia Almodóvar, ocupa, luego algunos cargos relevantes y, después de breve confinamiento en Peñuela, se retira a Ubeda donde fallece nueve años más tarde que santa Teresa. Las cuatro obras fundamentales de Juan de la Cruz, verdaderas columnas de la literatura mística española, son el Cántico espiritual.se inspira en el Cantar de los Cantares, vertido en lira garcilasista, simbolizando aquí en la esposa el alma que busca a su esposo que es Cristo. Y corno en la bucólica salomónica, ella se dirige a unos pastores -tapiz de fondo- para hacerles confidencia de sus ansias de amor divino. OSCURA NOCHE.
En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura¡, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada; a escuras y segura por la secreta escala, disfrazada, ¡oh dichosa ventura! a oscuras y en celada, estando ya mi casa sosegada;
en la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardia.
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Aquesta me guiaba más cierto que la luz del medio dia adonde me esperaba quien yo bien me sabia, en parte donde nadie parecia, ¡Oh noche que guiaste¡ ¡oh noche amable más que la alborada; ¡oh noche que juntaste Amado con amada, amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido, que entero para él solo se guardaba, alli quedó dormido, y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba. El aire del almena, Cuando yo sus cabellos esparcia, con su mano serena en mi cuello heria, ytodos mis sentidos suspendia, Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado; cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado
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EL BARROCO Es el estilo artístico del siglo XVII y con el cual el genio español llega a su apogeo abarca toda la centuria. Se ha señalado como origen de este movimiento la Contrarreforma y el Concilio de Trento. Por ello, el Barroco fue más importante en aquellos países donde la Reforma no triunfó, entre ellos España.
La palabra barroco tiene dos posibles orígenes: del francés baroco, nombre de un silogismo; del portugués barroco, "perla irregular". En el origen de este estilo, el término barroco tenía un sentido despectivo y se usaba para señalar ya fuera un pensamiento confuso, o un arte deforme y complicado que se oponía al equilibrio y claridad del arte renacentista. A partir del siglo XIX, el término barroco se utilizó para designar, de un modo general, el arte y la cultura del siglo XVII. Origen Surge durante los reinados de Felipe 111, Felipe IV y Carlos ll, bajo cuyos reinados se consuma la decadencia española. En ese siglo se produjo una grave crisis interna causada, en primer lugar, por la ruina económica del país, en segundo lugar, por las luchas sociales de la burguesía (frenada en su expansión por el clero y la nobleza), más el descontento de.la población agobiada por la miseria; y en tercer lugar, por las interminables guerras en que se vio envuelta España. En el terreno ideológico, España se convirtió -desde la segunda mitad del siglo XVI- en la defensora de la ortodoxia cristiana frente a la reforma luterana, y para ello organizó la Contrarreforma, movimiento destinado a proteger la pureza de la fe ya fortalecer la religiosidad de los españoles. A ello se dedicaron poetas, pintores, escultores y eclesiásticos. De hecho el Barroco se convirtió en un medio propagandístico de la fe, por lo cual se ha dicho que éste es el arte de la Contrarreforma.
Características En contraste con el espíritu del Renacimiento (confianza en el hombre, entusiasmo, interés en la naturaleza, heroísmo, deseos de vivir), el Barroco se caracteriza por la idea de desengaño y un terrible pesimismo. Esta actitud se manifiesta en sus temas típicos: • • • •
El mundo carece de valor La vida es contradicción y lucha La fugacidad de las cosas humanas La vida como un sueño o una mentira
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Todo esto refleja una profunda desvalorización del ser humano. Junto a esta sombría imagen del hombre y de la vida el Barroco ofrece otra cara: la suntuosidad. El Barroco-como puede observarse en las iglesias de la época- es un arte recargado de adornos, lleno de contrastes (en la pintura predominó la técnica de! claroscuro), dinámico y desmesurado, en oposición a la serenidad y armonía del arte renacentista.
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El Barroco en la literatura En la literatura española, el Barroco se manifestó en dos estilos literarios: el culteranismo y el conceptismo. Ambos tienen en común romper con el equilibrio entre forma y contenido . . El culteranismo, creado por don Luis de Góngora, da más importancia a la forma; se dice poco, pero en un lenguaje rico, caracterizado por el uso de: •
Vocabulario selecto. Uso de palabras cultas, extrañas, tomadas de otras lenguas latinísmos, helenismos, italianismos, neologismos, etc. (canora, turba, cerúleo conticinio, dimidiaba, próvida). '
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Hipérbaton. Imitación de la sintaxis latina para destruir el orden lógico de la oración española; por ejemplo, separar el adjetivo del sustantivo: "víbora de vapores espantosa"; anteponer el adjetivo sistemáticamente; "si siempre verde rama/la dulce ardiente llama"; poner el verbo al final de la oración: "Que así el humano pecho/a ardor divino estrecho/viene. "
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Elipsis. Omisión de palabras (artículos, verbos, sustantivos, etc.) que el lector debe identificar, por ejemplo en la Fábula de Polifemo y Galatea, Góngora inicia la descripción del ciclope omitiendo su nombre: "Un monte era de miembros eminentes/este que, de Neptuno hijo fiero ..."
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Adjetivación abundante. Constante uso de adjetivos, como" ... río caudaloso! que en fama claro, en ondas cristalino! tosca guirnalda de robusto pino! ciñe tu frente, tu cabello undoso, "
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Gran cantidad de metáforas. Nombres poéticos dados a objetos reales: los culteranos omiten el nombre real, dando únicamente la imagen. Así, un cuadro es "engaño colorido"; una mesa, un "pino cuadrado".
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Alusiones mitológicas. Referencias a la mitología, historia y geografía clásica. Un águila es "De Júpiter el ave generosa"; "el árbol de Minerva" es el olivo.
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Perífrasis. Rodeo de palabras para referirse a algo o a alguien; por ejemplo, refiriéndose al rey de España, un poeta escribe: "Altísimo Señor, Monarca hispano ... "
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Antítesis o contraste. Se oponen contrarios, como al describir Góngora la piel de Galatea dice que era "púrpura nevada o nieve empurpurada" .
El conceptismo, aunque más simple en la forma (vocabulario castizo y sintaxis clara) es profundo en las ideas o conceptos -de ahí el nombre-. Su creador fue don Francisco de Quevedo y Villegas, y su aspiración: decir mucho en pocas palabras, usadas con dos o más significados. Lo bueno, si breve, dos veces bueno" dijo una vez el escritor conceptista Baltasar Gracián. Por distintos caminos ambas escuelas llegaron a la misma dificultad. En el caso del culteranismo, por el vocabulario, la complicación sintáctica y la enorme erudición de los autores en el caso del conceptismo, la dificultad radica en los significados ocultos de las palabras y del texto general.
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SOR JUANA INES DE LA CRUZ Llamada la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz fue una mujer admirable y gloria de las letras mexicanas. Nació en una época en que era difícil aceptar a la mujer en el mundo intelectual. A pesar de esto, su personalidad brilla con fulgores de inteligencia, de ternura y de sentido del humor. El siglo XVII hispanoamericano es un siglo evasivo; se oculta pertinazmente a las miradas de los historiadores; a pesar de ello, Sor Juana es el personaje más fascinante y enigmático no sólo de este siglo, sino de toda la trayectoria de las letras mexicanas. Es síntesis y convergencia de todos los aspectos de la vida colonial, la que gracias a ella podemos desentrañar. Vida Su verdadero nombre era Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana. Nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel Nepantla, al pie de los volcanes. A los tres años, ya en Amecameca convenció a la preceptora de sus hermanas mayores para que la enseñara a leer y escribir. Su abuelo tenía una pequeña biblioteca, donde Juana pudo satisfacer la curiosidad intelectual que la dominaba. Entre los seis y los siete años se empeñó en pedir a su madre que la disfrazara de hombre para que pudiera ser admitida en la Universidad. Obviamente, no logró tan ingenua petición por lo que, con tenacidad de autodidacta, estudió en antologías clásicas y en libros de ciencia, Aprendió latín en tan solo veinte lecciones con el bachiller Martín de Olivas Bonita, inteligente y con muchos conocimientos, llegó por medio de un tío suyo a la corte de virreina doña Leonor Carretto, marquesa de Mancera. Allí encontró la protección paternal del virrey, amistades, fiestas y, ante todo, acceso a los libros. Contaba ella misma que al imponerse el estudio de alguna cosa, se fijaba para aprenderla un plazo determinado; si cuando el plazo se cumplía no había logrado su pleno conocimiento, se cortaba el cabello, pues no le parecía razón que "estuviese vestida de cabellos, cabeza que estaba tan desnuda de noticias, que era más apetecible adorno" Es muy posible que por aquel entonces se enamorara. Su poesía amorosa es tan intensa y perfecta, que parte de la experiencia. Sin embargo, según Alfonso Reyes y otros críticos literarios, no pasa de ser un mero ejercicio poético. Juana deslumbró a la Corte, cuando el virrey la hizo examinar públicamente por cuarenta sabios de la Universidad; estudiaba con tal afán y devoción, que le sobreviene entonces una crisis psicológica, la que, a su vez, la empuja a buscar el camino de la verdad, y la hace tomar esta determinación. Ingresó primero en el monasterio de las Carmelitas Descalzas y unos meses después, entró en el convento de San Jerónimo, donde hizo los votos definitivos. La vida en el convento no fue tan apacible como ella esperaba: le sobraba poco tiempo de sus tareas religiosas, el mismo que a sus compañeras, que solían importunarla. Sin embargo, pudo dedicarse al estudio -su aspiración era el conocimiento de la teología-, a "leer y más leer, estudiar y más estudiar, sin más maestro que los mismos libros". En su celda reunió una amplia biblioteca, instrumentos musicales y aparatos científicos.
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Sabemos que tuvo contacto con los sabios más destacados de su tiempo, como el matemático Don Carlos de Sígiienza y Góngora, quien posiblemente la inició en el conocimiento de las ciencias. En 1687 escribió la Crisis de mi sermón, refutando un escrito del jesuita portugués Antonio Vieyra. A pesar de que el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, la publicó con el título de Carta atenagórica- propia de Atenea- aconsejó a la autora no dedicarse tanto a los estudios profanos, cuanto a la salvación de su alma. Esta severa amonestación, aunada a los conflictos internos, hizo que Sor Juana renunciara a sus estudios, se deshiciera de su biblioteca y se consagrara a una última etapa de silencio y mortificación. Durante la peste que azotó a la capital, a fines del siglo XVII, Sor Juana, al cuidar de los enfermos, fue contagiada y murió el 17 de abril de 1695. Fue sepultada en la iglesia del convento de San Jerónimo y la oración fúnebre estuvo a cargo de su muy querido amigo, Siguenza y Góngora. Como era costumbre en los conventos, a los diez años los restos de Sor Juana pasaron al osario común. Como ninguno en su época, su espíritu rebelde había intentado liberarse. Toda su vida fue para ella eso: una lucha por alcanzar la libertad. "No hay nada más libre que el entendimiento humano"; y bajo esta premisa básica levantó su ideal: ser sabía para ser libre.
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Obra Sor Juana lnés de la Cruz, llamada la Decima Musa, escribió poesía en casi todos los metros y estrofas. Es una de las glorias de la literatura mexicana. Sor Juana escribió poesía, teatro y prosa; según ella confiesa, lo único que hizo por gusto fue el Sueño o Primero sueño. El primer volumen de sus obras fue publicado en Madrid en 1689; después hubo un segundo y tercer volúmenes. De su obra en prosa se han perdido varias: Summulas, El equilibrio moral, y un tratado de música: El caracol. Obra poética En la producción literaria de Sor Juana destaca su poesía. Tenía una gran facilidad para escribir en verso, ella misma nos dice: Si es malo yo no lo sé sé que nací tan poeta, que azotada, como Ovidio, sueñan en metro mis quejas. La poesía de Sor Juana está considerada como una de las mejores de su época. Tal vez esto no sea un elogio, si tomamos en cuenta la situación de la poesía en su tiempo: imitación servil, falta absoluta de originalidad de los poetas novohispanos que se limitan a seguir, o bien la escuela italiana de Garcilaso, o el culteranismo de Góngora. En ese ambiente-formal e inexpresivo surge la poesía de Sor Juana, que si por una parte es cortesana y de compromiso, por otra llega a la altura de los modelos culteranos. En todo caso, su poesía es imprescindible para conocería, pues en ella aparece velada, huidiza, prometedora, haciendo confesiones, jugando con el lector, y dejándole en la incertidumbre. Escribió en casi todos los metros y estrofas, destacan los sonetos, romances, silvas, décimas, redondillas, villancicos, endechas, liras, quintillas, octavas y glosas. Por los temas que trata, su poesía se clasifica en: • Poesía amorosa: mucho se ha discutido sobre si el tema del amor del que habla Sor Juana es real o imaginario, lo que sí es claro es que ella lo presenta como una vivencia desdichada por la ausencia y la duda, y que no puede analizarse racionalmente, sino conocerse por sus manifestaciones: los celos. Entre los mejores están los romances "Discurre con, ingenuidad ingeniosa sobre la pasión de los celos"; "En que describe racionalmente los efectos irracionales del amor"; las liras como "Amado dueño mío"; los sonetos como "Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba", y los llamados de "encontradas correspondencías", como en "Que no me quiera Fabio" y "Al que ingrato me deja, busco amante"; • Poesía religiosa: manifiesta sus sentimientos religiosos y de amor a Dios, pero sin llegar a la intensidad lírica de su poesía amorosa; un ejemplo es el romance que empieza" Traigo conmigo un cuidado" . Para las festividades religiosas escribió villancicos, estribillos, ensaladas, jácaras y tocotínes; éstos eran una especie de canto y danza popular mexicanos, y estaban escritos total o parcialmente en náhuat
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Poesía cortesana: Obviamente no es lo mejor de su lírica; es más bien poesía de compromiso, escrita para celebrar santos, cumpleaños o nacimientos; la llegada o salida de un virrey; la muerte de algún personaje, etc.
• Poesía
satírica: en ella muestra su sentido del humor, aun a costa suya.
• Poesía
filosófico-moral: el tema filosófico-moral es constante en toda su obra
aun más en su poesía, cargada de reflexiones sobre la Vida humana, su brevedad, los sinsabores que acarrea el conocimiento, la vanidad humana, etc
Dentro de este grupo se encuentra el Primero sueño, poema largo escrito en silvas (estrofa formada por un número indeterminado de heptasílabos y endecasílabos, mezclados al gusto del poeta y con rima según el sedeo de éste) Siguiendo el estilo de las Soledades de Góngora, se aprecian todos los elementos culteranos. Es un poema complejo también por su tema. Debemos al interés de Sor Juana por las expresiones de arte popular —ya lo vimos en«caso de los tocotines-, el haber introducido, por primera vez en América, el habla de los negros en la poesía.
Obra en prosa Su obra en prosa fue escasa, sin embargo son importantísimos dos textos: • Crisis de un sermón. Escrito teológico en donde analiza y refuta los puntos de vista del sacerdote portugués Antonio Vieyra. En él Sor Juana prueba, con grandes conocimientos de teología, la debilidad de los argumentos del jesuita. Esta obra agradó al Obispo de Puebla, quien se encargó de publicarla con el nombre de Carta atenagórica o propia de Atenea. Perola audacia de la monja causó malestar entre las autoridades eclesiásticas, quienes, a través del Obispo, le recomendaron olvidarse de los asuntos mundanos y atender más a los religiosos. Sor Juana meditó lo que contestaría y finalmente escribió la que seria su última obra, la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz. ' Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (Sor Filotea de la Cruz era el seudónimo del Obispo de Puebla) es una hermosa autobiografía. En ella da cuenta del amor que tenía por las letras desde que era pequeña, de la curiosidad insaciable que la llevó a estudiar para "ignorar menos", de los obstáculos que tuvo que vencer para llevar a cabo sus propósitos, de la vida en el convento -con sus múltiples inconvenientes-, y finalmente plantea el derecho de las mujeres al estudio, para ello recuerda una gran cantidad de mujeres ilustradas. En el fondo, Sor Juana se rebela contra la amonestación del Obispo y defiende su derecho a estudiar, a investigar lo humano y lo divino, ya disentir. El estilo de Sor Juana es erudito y preciso, pero también irónico y vehemente. La Respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una obra extraña para su tiempo en el que predominaban la poesía y el teatro ..
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Obra dramática Su teatro puede dividirse en profano y religioso. El primero está formado por dos comedias de estilo barroco que siguen a Calderón de la Barca, Los empeños de una casa y Amor es más laberinto. Esta última obra es de tema mitológico, fue escrita en colaboración con su primo Juan de Guevara (autor del segundo acto) y publicada en 1689. Los empeños de una casa (1683) es su mejor comedia; contiene todos los elementos del teatro español de la época: una intriga compleja (dos parejas que se aman y rehuyen), equívocos, escenas a oscuras, disfraces, criados graciosos y doncellas confidentes. Entre los personajes se destaca doña Leonor, en quien hay rasgos autobiográficos: Sor Juana escribió varios autos sacramentales , que forman parte de su teatro relígioso. Este género dramático se remonta a la Edad Media. En los Siglos de Oro, Lope de Vega escribió vanos, pero fue Calderón de la Barca quien lo llevó a la perfección. Los autos sacramentales eran obras en un acto, escritas en verso y con personajes alegóricos(la naturaleza humana, la idolatría, la soberbia, el pecado, etc.) en las que se desarrollaban temas religiosos -generalmente el de la salvación del hombre por Cristo"' y que terminaban con la exaltación de la Eucaristía. Los autos sacramentales más importantes de Sor Juana son El mártir del sacramento, El cetro de José y El divino Narciso, basado en el mito clásico de Narciso y la ninfa Eco, que Sor Juana interpreta con sentido cristiano: Narciso-Cristo se enamora de la Naturaleza Humana (hecha a imagen y semejanza suya) y por salvarla, muere, dejando como recuerdo la Eucaristía.
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EJERCICIO
A) LEE ATENTAMENTE LOS SIGUIENTES SONETOS DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Al que ingrato me deja, busco amante y
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba
B) REALIZA EN HOJAS EN BLANCO Y EN EQUIPO DE 4 INTEGRANTES LOS SIGUIENTES PASOS 1.- Elementos de forma:
1 Medida de los versos 2 Ritmo de los versos 3 Rima de los versos 4 Recursos poéticos ( Encabalgamientos y pausas ) 5 Figuras literarias con ejemplos 6 Nombre de la composición poética
2.- Elementos de fondo: 1 Idea de la estrofa 1 2 Idea de la estrofa 2 3 Idea de la estrofa 3 4 Idea de la estrofa 4 5 Idea general del poema
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