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UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA VICERRECTORÍA DE INVESTIGACIÓN CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN CULTURA Y DESARROLLO (CICDE)
Proyecto: “MUJERES EN MOVIMIENTOS SOCIOCULTURALES DEL SIGLO XXI. UN ACERCAMIENTO A SUS REALIDADES EN ESPACIOS POLITIZADOS Y ARTÍSTICOS”. Roxana Morales B* Patricia Oliva B Backtori Golen Z María Alexandra Medina H
NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS VOCES: MUJERES EN ORGANIZACIONES POLITIZADAS Y ARTÍSTICAS Elaborado por: Roxana Morales B
Setiembre, 2012
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Introducción y Justificación Las universidades en espacios democráticos generan y construyen conocimiento, promoviendo el diálogo participativo a través del encuentro intersubjetivo que convoca por una parte a la población estudiantil y profesional a comunicar saberes y promover la investigación, la extensión. Por otra parte, el diálogo y el trabajo compartido hacen posible la generación de conocimiento mutuo entre las y los participantes, que enriquecen y construyen permanentemente el quehacer académico. No es posible construir investigación en instituciones que no hacen investigación. La universidad requiere de espacios que permitan a la comunidad universitaria construir procesos de comunicación que tengan legitimidad institucional, permanencia en el tiempo con proyección local y global. Tal compromiso, asumido en el Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE) Vicerrectoría de Investigación- UNED se evidencia en la formulación y ejecución de proyectos de investigación y esta ponencia corresponde al proyecto de investigación “Mujeres en Movimientos Socioculturales del Siglo XXI: Un acercamiento a sus realidades en espacios politizados y artísticos”, realizada durante 2009-2011. La participación de mujeres en organizaciones mixtas politizadas y artísticas, como la transformación de sus identidades y estilos de vida es el interés de comunicar en este Seminario. El término de mujeres políticas y artísticas, es el reconocimiento a su protagonismo y compromiso al establecer luchas locales, comunales, nacionales, concertaciones, coreografías artísticas, desde las cuales denuncian las injusticias, las desigualdades, la exclusión, la violencia, la discriminación social y de género. Son espacios propicios para el debate, la discusión, la acción, e incluso la resignificación del quehacer político cultural con perspectiva de género. Ahora, ¿por qué investigar las organizaciones mixtas con perspectiva de género? De acuerdo a Castañeda (2008), es permitir el esfuerzo en realizar un procedimiento, un sendero que inicia con empezar por las mujeres. Otro elemento enmarcado por la misma autora, es la deconstrucción y desmontaje donde no es investigar por investigar, se deconstruyen conceptos, hallazgos, experiencias e implican en las mujeres actos de renuncia, aceptación, violencia o de emancipación. Los movimientos sociales de las mujeres, la mayoría de las veces han sido trabajados desde lo patriarcal o desde una visión patriarcal. ¿Cuáles son los motivos, intereses, expectativas, prejuicios, sueños, luchas, normas de vida que favorecen u obstaculizan el desarrollo de las mujeres organizadas? ¿Por qué deciden construir su propio espacio organizativo? La perspectiva de género contribuye al análisis social con una teoría de género y para Lagarde (1996 citada por Castañeda 2008) abarca…“categorías, hipótesis, interpretaciones y conocimientos relativos al conjunto de fenómenos históricos construidos en torno al sexo…orden sociocultural configurado sobre la base de la sexualidad: la sexualidad a su vez definida y significada históricamente por el orden genérico y, de cómo ese orden sociocultural está presente en el mundo, en las
3 sociedades, en los sujetos sociales, en sus relaciones, en la política y en la cultura”. (p.26).
DESAFÍOS CON NUEVAS VOCES Luchas por nuevas expresiones Las transformaciones que acontecen en las mujeres en las últimas décadas, a partir de reconocer su protagonismo y compromiso en luchas locales y globales, incluye transformaciones en los procesos del conocimiento y en la contextualización social del conocimiento. Frente a esto, no puede enfrentarse lo nuevo con lo que ya existía anteriormente, porque debe involucrar lo alternativo en la organización, en la sociedad, que apunte a eliminar las desigualdades y exclusiones entre los géneros, apoyar en la definición y solución colectiva de los problemas concretos con perspectiva de género. En la búsqueda de esas soluciones individuales o colectivas surgen los movimientos socioculturales. ¿Qué les caracteriza? Son nuevas expresiones de rechazo que hacen los movimientos sociales, denunciando, develando por otro tipo de luchas: religiosas, étnicas, lengua, diversidad sexual, feministas, derechos humanos. Es decir, son múltiples los propósitos por los cuales se lucha y no necesariamente lo que hasta la segunda mitad del siglo pasado, donde prioritariamente eran luchas salariales, luchas de clases y por la explotación de la mano de obra. En su mayoría son de carácter local, coyuntural y asumen postura anti institucional y anti burocrática. Son hombres y mujeres que encuentran sentido a su vida en cuestiones culturales y no sólo en reivindicaciones económicas. Tal y como lo menciona Sagot (2011), actualmente se toma en cuenta lo que dicen las mujeres, la juventud, las minorías, son luchas que responden a nuevas expresiones las cuales históricamente han sido excluidas y rechazadas, y…“fueron expulsados de la investigación científica tradicional…Se relegaba la vida privada y los sentimientos, no eran espacio político. El sujeto popular prevalecía construido desde la masculinidad, a imagen y semejanza del hombre obrero. Era abstracto, ahistórico, sin género”. (párr, 4). Otra de las características de estos movimientos socioculturales, es el carácter espontáneo, la organización es espontánea, se convocan por diversas fuentes y redes y no necesariamente pertenecen a un partido político sino que son organizaciones con grados de participación, donde se pretende movilizar a distintos sectores o grupos según sus intereses y necesidades. Estos movimientos establecen redes, alianzas, como otras formas organizativas y estratégicas con objetivos orientados a mejorar su calidad de vida. El principio general sobre el que descansan los movimientos socioculturales es el derecho a la igualdad cultural. (Touraine, 1999). Estos movimientos ya no hablan en representación de la sociedad perfecta, luchan por la defensa del derecho de todos y todas a una existencia con dignidad.
4 Touraine (2005) indica el germinar de un nuevo paradigma porque surgen nuevos actores, nuevas actoras sociales y nuevos conflictos que descubren estas nuevas visiones, generando el pensamiento social, la problematización crítica y por transformar las múltiples formas de opresión que las personas viven y no tienen el acceso a su realización plena. Destacar a de Sousa (2001) ayuda a identificar a estos movimientos como de nuevos movimientos sociales (NMS) con carácter de subjetividad y ciudadanía, porque representan la afirmación de la subjetividad frente a la ciudadanía, sus luchas son personales, sociales y culturales y les denomina protagonistas, representados, “por grupos sociales y no de clases sociales, a veces mayores, a veces menores que las clases, con contornos más o menos definidos en función de intereses colectivos, a veces muy localizados pero potencialmente universalizables… exigen transformaciones concretas, inmediatas y locales, exigencias que van más allá de la concesión de derechos abstractos y universales”. (p.180). Seguidamente, Camacho (2010) visualiza a los movimientos sociales en una amplia realidad que incluye lo espiritual, lo invisible, lo esencial y lo informal. “No se trata de las organizaciones, sino de la sociedad en movimiento. Las organizaciones son importantes porque tratan de interpretar el movimiento y aunque no la única, son una de sus expresiones”. (p.34). El que se denominen movimientos socioculturales o nuevos movimientos sociales, no quiere decir que sus luchas no existan desde antes, sólo implica que en los últimos años han tenido transformaciones importantes y mayor auge. La agudización de los fenómenos económicos y sociopolíticos discriminantes y excluyentes en la sociedad globalizante, profundiza en la participación y dinámicas que hacen las personas. En este caso las mujeres, en esferas de poder tradicionalmente marcadas por jerarquías y relaciones de poder patriarcales, emergen nuevas problemáticas alrededor de la contradicción que suponen los avances en la conquista del espacio público y la ausencia de una transformación cultural y social para asumirla. Lo anterior, permite intensificar los movimientos sociales, con sus luchas, algunas específicas, otras comunitarias, gremiales y regionales. Para el caso de Costa Rica, los movimientos sociales del No al TLC; la minería Crucitas; el Combo ICE y la marcha reciente de los “invisibles” y de los “indignados”. Luchas por nuevas identidades Jelin (1987), propone que la “identidad es el elemento clave para entender el movimiento social de mujeres”. Este se constituye alrededor de la identidad de género, la cual es la síntesis explícita de los distintos roles que las mujeres asumen en lo social: ser madre, ama de casa, esposa, acompañante, servidora. Del ejercicio de esos roles, derivan las especificidades de sus acciones políticas y culturales. En su actuación pública, las mujeres enfrentan la tensión entre los atributos culturales de la identidad de género y la necesidad de participación, en tanto, si participan se alejan de cumplir los deberes femeninos y se internan en los territoriales reales y simbólicos de los hombres. Al hacerlo, trasgreden los límites de la impuesta feminidad patriarcal, pero si no lo hacen, continúan o pueden seguir siendo excluidas. El patriarcado como estructura social, cultural, política, coloca al hombre como sujeto único de la sociedad, de la historia,
5 como medida y referente del accionar cotidiano en el desarrollo y origen de las sociedades. La situación de inferioridad y desigualdad estructural que sufren las mujeres hace que sus derechos más básicos sean vulnerados y que sea necesario exigirlos. En una sociedad desigual, la estructura sociocultural hegemónica establece diferencias y discrimina a las mujeres, a la vez que naturaliza la desigualdad. La conciencia de que las mujeres enfrentan dificultades que tienen que ver con un modelo dominante de construcción social, hace necesaria la acción política y pública. Se logra así avanzar hacia una conciencia más clara que permite problematizar en colectivo y no sólo desde lo personal. En las mujeres se hace claro entonces que sus problemas son asuntos de género, de relaciones desiguales cargadas de estereotipos, de discriminación y le permite visualizar cuál ha sido su papel en lo social, económico, político y cultural. De la palabra a la acción Recuperar y visibilizar las experiencias, las voces y las motivaciones silenciadas de las mujeres en organizaciones politizadas y artísticas en la coyuntura actual, no son sólo de orden económico o relacionadas con el empleo, sino que incluyen razones de orden político, pues encierra la intencionalidad de visibilizar a las mujeres en espacios mixtos en situaciones dispares, desiguales tanto de índole personal como colectivas y en forma significativa según sus luchas y experiencias. Algunas de ellas, por a) Alejarse o huir de contextos familiares conflictivos o de relaciones de pareja opresoras; el afán de superar las dificultades que implica la jefatura de hogar femenina, la doble y hasta triple jornada o, la búsqueda de mayor autonomía, de nuevos horizontes y de otras oportunidades para su desarrollo personal. b) Otros rasgos novedosos encontrados en esta investigación, son las mujeres aportando acciones a la dinamización de otros sectores sociales, por ejemplo, participación en la lucha contra la minería de cielo abierto, el caso de “Las Crucitas” y la minería “Bellavista” en Miramar de Puntarenas, Costa Rica (2011); por la lucha en contra de la contaminación de las piñeras, o, por la discriminación de los hombres hacia las mujeres para dirigir obras escénicas en danza. Son acciones que históricamente, el aporte brindado por las mujeres se desvaloriza en los distintos espacios públicos en los que interviene. Su inserción en el mercado de trabajo y en la actividad pública tampoco las exime de la responsabilidad con el núcleo familiar, lo que conlleva a una sobrecarga de trabajo y las expone a situaciones de tensión permanente derivadas de las múltiples y a veces contradictorias exigencias que debe abordar, evidenciándose la permanencia de la estructura patriarcal y profundizando las asimetrías entre hombres y mujeres en diversos niveles y espacios. Nuevos espacios y nuevas voces En Costa Rica, a partir de los años ochenta las mujeres desarrollaron nuevas y novedosas prácticas asociativas. Se organizaron mujeres que provenían de la militancia de izquierda, profesionales de sectores medios, mujeres que asumieron como bandera la defensa de los derechos humanos, mujeres de origen popular que se organizaron en torno a los derechos humanos y a la sobrevivencia.
6 Aparecen en la escena nacional nuevos colectivos feministas, colectivas lésbicofeministas, grupos informales, agrupaciones específicas de mujeres, programas de mujer/género en diversas instituciones gubernamentales y no gubernamentales; así como también los primeros esfuerzos de coordinación. El carácter sociocultural e histórico construido sobre la denominación de géneros, nociones construidas y legitimadas por la sociedad para excluir y discriminar a las personas que no responden a esa identidad impuesta por la sociedad, de esa forma también las mujeres son construidas sobre lo ajeno. De una manera oculta o indirecta, durante las entrevistas las mujeres mencionaron que, el impulso a la hora de tomar la decisión de organizarse, está relacionado con los sentimientos de exclusión que han sentido, porque crear nuevos espacios y nuevas formas de entender el mundo, alejadas del punto de vista patriarcal, implica romper con estereotipos y mitos que subordinan a las mujeres y las reducen a un papel de cuidadoras, madres, mujeres objeto. Por tanto, equivale a construir nuevos referentes y desafíos que desmonten personajes femeninos en conflicto consigo mismas o con el mundo. Las mujeres y los nuevos movimientos sociales se definen y afirman como alternativos, diversos, multiculturales y tolerantes en una sociedad cambiante como la costarricense. En esta época de cambios, ¿las mujeres estarán construyendo desafíos para lograr autonomía y ser protagonistas de su propia vida? Una de las características importantes del movimiento feminista y de mujeres en los últimos años, fue la ampliación de su campo de reflexión y cuestionamiento. Y, por supuesto los movimientos de mujeres se han interesado por construir nuevos sujetos sociales, a partir de la definición de su identidad… “los nuevos movimientos sociales se caracterizan ante todo por ser movimientos identitarios, es decir, fundados en la construcción simbólica de identidades”. (Bada y Fernández, 2008. p, 25). Surge entonces la imagen de mujeres involucradas en procesos de transformación social, cultural, económica y política, lo que implica la transformación de las condiciones de su propia existencia y de sus contextos más cercanos. Porque, las mujeres organizadas en espacios mixtos, están tratando sus expresiones identitarias no sean ignoradas, oprimidas, silenciadas u omitidas, porque son formas de vida de las mujeres, donde la estructura patriarcal trata de imponer y establecer sus mandatos, sus reglas. Las mujeres al interior de las organizaciones mixtas o individualmente, están en la búsqueda de mejorar la calidad de vida con principios de solidaridad, de acompañamiento. En las convocatorias nacionales o locales de participación popular, o, entre sus propios espacios públicos o privados, ellas están allí, colaborando, aportando, organizando, coordinando, gestionando, por la defensa y alcance social, político, ambiental, cultural. Es clara la intención de las mujeres por contribuir en la construcción de nuevos espacios, de nuevas identidades, más que un interés por acceder a puestos o relaciones de poder.
7 CONCLUSIONES Los resultados de la investigación evidencian lo más notable y característico de las mujeres organizadas en grupos mixtos o individualmente, su voluntad de ruptura, de rechazo y de denuncia. Ellas vencen los miedos y temores y se autoafirman positivamente sobre sí mismas, en la lucha contra la injusticia del desmantelamiento del Estado Social, la destrucción de la Naturaleza y moviéndose artísticamente desafiando a lo tradicional y patriarcal. Conjuntamente, expresan acontecimientos de su historia de vida, sobre las dinámicas y transformación del movimiento social, sus percepciones acerca de sí mismas, de su pareja, familia, barrio, organización y por supuesto los signos y manifestaciones de desigualdad a las cuales cotidianamente están expuestas; porque en los grupos mixtos es fácil reproducir explícita e implícitamente la dominación, la opresión, la discriminación y la violencia; procesos sobre los cuales se facilitan construcciones de significados y de acciones que configuran fuentes diversas en la transformación de identidad en las mujeres. La sociedad ha ejercido una presión constante para evitar que en el patriarcado se sensibilicen valores cuyo origen se percibe como femenino, la contribución en esta investigación es lograr como a través del enfoque cualitativo, crítico e investigación feminista, utilizando técnicas e instrumentos comprensibles al objeto de estudio permiten analizar las relaciones de poder profundas, las desigualdades y en problematizar críticamente las situaciones de opresión y discriminación en las que las mujeres se encuentran. Por otro lado, a partir del año 2000, no existe información actualizada y periódica sobre la participación de mujeres en movimientos sociales en Costa Rica. El hecho de estas mujeres efectúen el ejercicio de comprender y visibilizar las circunstancias en que se desarrollan dichas inequidades, es un trabajo en defensa de su condición de género para que no se continúe en la opresión y discriminación cotidiana entre los géneros, en desventaja hacia las mujeres. Según resultados de la investigación, la participación de las mujeres al integrarse a los Comités Patrióticos su motivación básica fue luchar por la estabilidad del Estado Social y sus políticas de bienestar social y comunitario, por la transformación social de sus comunidades y por la conservación de los valores, el patrimonio nacional y los recursos diversos, que estaban amenazados si se aprobaba el TLC en el año 2007. Las mujeres mayoría están ASADAS, las movimientos u
participando en defensa de la Naturaleza son líderes comunales, la involucradas en espacios de organización comunal, por ejemplo las asociaciones de desarrollo, los comités de salud, así como los organizaciones en defensa y protección del agua.
Por otro lado, los colectivos artísticos o independientes comparten intereses, luchas. Luchan por el derecho a defender el arte como forma de vida, lo perciben y definen desde sus particularidades. Para las mujeres, representa una forma clara de reconceptualizar su cuerpo y sus vidas. Los testimonios, experiencias de las mujeres participando en organizaciones mixtas se enmarcan en escenarios que revelan signos de discriminación, de exclusiones y
8 desigualdades y por qué no, podrían estar surgiendo nuevos movimientos sociales y nuevas protagonistas, nuevas voces. Analizar y comprender los espacios de lucha que están dando las nuevas relaciones sociales, desaprender lo aprendido, desde la propia subjetividad de las mujeres quiénes durante el proceso se plantean luchas por el reconocimiento, la apropiación y la legitimidad; como el cuestionar las estructuras económicas, sociales, culturales y políticas que mantienen las relaciones de inequidad entre los géneros, les permite generar transformaciones a su vida personal, la familia, la organización, la comunidad. Las mujeres en organizaciones mixtas o individuales que integran los nuevos movimientos sociales son grupos sociales, en algunos casos alianzas, redes. ¿Qué persiguen? Sus luchas es por problemas que se pueden definir como locales pero también son fuerzas donde lo local y lo global se expresan de forma articulada e, incluso, unificada, (problemas de agua, basura, acceso a la salud, cultura, seguridad ciudadana, acciones cívicas.
Nudos de discusión
¿Qué son estos nuevos movimientos? ¿Son nuevas formas de construir política? ¿Reflejan una nueva forma de lucha? ¿Incidencia de políticas de identidad? ¿Impacto de los nuevos movimientos sociales en la transformación de la sociedad costarricense?
Referencias Bada, R.S y Fernández, L. (2008). Aproximaciones sobre los nuevos movimientos sociales. Hacia una nueva configuración de identidad. En: http://www.liceus.com/cgibin/ac/pu/ Aprox. sobre los nuevos movimientos sociales.pdf Recuperado el 11 de febrero de 2010. Castañeda, S. M P. (2008). Metodología de la Investigación Feminista. Fundación Guatemala. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades. UNAM: Antigua Guatemala, Guatemala. Camacho, D. (2010).Cuadernos de Sociología No.10. Extraordinario. Conferencia: Movimientos Sociales y Unidad Centroamericana. Un enfoque sociológico. San Pedro Montes de Oca, San José, Costa Rica: Universidad de Costa Rica. De Sousa S, B. (2001). Los nuevos movimientos sociales. En: www.google.com Debates/ Set 2001. Recuperado el 12 de junio de 2011. Jelin, E. (1987). Ciudadanía e identidad. Las mujeres en los movimientos sociales y latinoamericanos. Ginebra: UNRISD.
9 Sagot, M. et al (2011). Mesa Redonda: Movimientos Sociales en Centroamérica Cátedra Eugenio Fonseca Tortós. Escuela de Sociología, Centro de Investigaciones Históricas de América Central (CIHAC) y FLACSO. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Costa Rica: San Pedro Montes de Oca, San José, Costa Rica. 26 de abril de 2011. Touraine, A. (1999) ¿Nuevos Movimientos Sociales? Texto tomado del libro: ¿Cómo salir del liberalismo? Editorial Paidós Mexicana: México. pp. 53-80. En: www.google.com Recuperado el domingo 10 de julio de 2011 _________ (2005).Revista Internacional de Sociología (RIS) Vol.68, nº 3, SeptiembreDiciembre, 705-730, 2010. En: http:// www. doaj.org/ Recuperado el domingo 13 de junio de 2011.
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