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Domingo 25 de Enero, 2015 Semilla de Mostaza Jorge E Díaz
Usted necesita un Editor Natán y David 2 Samuel 12: 1-7 Introducción 1. El profeta Natán fue un regalo al rey David, él le dio consejos sobre cuestiones de arquitectura, de música y sobre la mejor manera de guiar la sucesión del trono. Lo más importante, el corazón del rey David sin Natán habría continuado su conducta adúltera y asesina y en última instancia, la corrupción de la línea Davídica. 2. Hay dos conceptos con los cuales he estado luchando. Uno es el concepto de “rendir cuentas” y el otro “la capacidad editorial” (editar y ser editado). Permítame explicar un poco: Rendir cuentas es, en el lenguaje de contabilidad, un término que se refiere a los números y no en las relaciones. La mentalidad del auditor de cuentas es buscar y señalar los errores y delitos; es la revisión de los pecados y transgresiones de los demás. El problema con la rendición de cuentas es que es demasiado fácil de mantener 'dos contabilidades ', una para rendir cuentas a su equipo (directivos y supervisores); y otra contabilidad secreta para uno mismo. Todos conocemos historias de personajes importantes que tenían dos juegos de libros de contabilidad. Por el contrario, un editor es alguien que está tratando de ayudar al autor a expresar sus ideas tan poderosa y tan verazmente como sea posible. Un editor intenta que la voz del autor suene más fuerte, que hable la verdad desde su corazón. Que diga lo que tiene que decir de la mejor manera posible. Cuando usted pierde su voz, un editor le ayuda a escucharla de nuevo, no le dice lo que debe pensar, pero le recuerda en qué pensar.
La relación entre Natán y David – todos necesitamos un editor
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Para que lo sepa, ser editado no siempre es divertido - es muy doloroso que alguien corte partes de su 'manuscrito'. La verdadera pregunta no es "¿eres responsable a alguien?", sino "¿eres editable?". 3. Hoy día hablamos mucho de que cada persona debe tener a alguien a quien rendirle cuentas. Generalmente tiene la idea de que de esa manera uno debe decirle a su "auditor" todo lo que hizo sea bueno o malo. El "auditor" por su parte, hace cuentas, suma, resta y al final nos da el informe o balance. Para una persona como yo que no le gustan tanto los números como sí las letras me hace mucho más fácil la vida tener a un editor que a un auditor para ver sobre mi hombro lo que estoy haciendo. 4. Sin embargo, lo que cada persona necesita es un editor, un Natán, un amigo, una persona de Dios quien puede levantar su dedo y con voz firme, pero llena de cariño nos diga: "tú eres ese hombre". Natán es el "editor" quien con tinta roja señala nuestros errores, pero lo hace para que seamos mejores, para que nuestro mensaje de vida sea más claro, más impactante. 5. Pasa a veces, que a algunos de nosotros nos gusta saber la verdad, pero cuando nos la dicen nos molesta. En la Biblia aparece el relato de un rey de Israel al cual no le gustaba un profeta porque cada vez que le hablaba le decía la verdad, pero él no quería oír eso sino algo que estuviera en armonía con su mala conducta. (REFERENCIA???) 6. Los buenos maestros usan tinta roja para indicar sus correcciones. Los editores usan tinta o color verde cuando no conocen al autor y quieren ser amables, los que conocen al autor usan tinta roja. Tener un editor demanda un alto grado de humildad y disposición de obediencia. De otra manera de nada sirve que el editor señale con tinta roja nuestros errores si luego nos molestamos con el editor y no corregimos el manuscrito.
Primero, Natán era un buen amigo para David. 1. Natán y David tienen una relación de amigos. Natán le había aconsejado a David sobre asuntos del gobierno, sobre relaciones internacionales y sobre otros temas del diario ir y venir de David. 2. Pero ahora, con la misma amistad, saca el lápiz con tinta roja y de manera tan interesante anota en el manuscrito de David... "tu eres ese hombre". Natán no comienza con un regaño o señalando la falta, comienza relatando una historia, luego hace una pregunta, y finalmente "edita". La relación entre Natán y David – todos necesitamos un editor
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3. Todos necesitamos un buen editor que vea por encima de nuestro hombro lo que estamos escribiendo en las hojas blancas que Dios nos da cada día. Esa persona puede ser un buen amigo o amiga que con confianza y libertad nos señale las faltas de ortografía, de vocabulario, de redacción y de comunicación. 4. Natán podía aparecer en la corte sin anunciarse para tomar la temperatura moral de un momento en particular; sobre todo en el tiempo más incómodo y perturbador. Como asesor de confianza, Natán, por lo general, no era una molestia para David. Tenía libre acceso porque ambos tenían una relación de amistad. Natán tenía una invitación permanente a pasar por el palacio y dar sus impresiones cuando “el manuscrito” del Rey necesitaba “algunas correcciones” o “ser escrito de nuevo”. 5. Los editores saben cómo saltar las trampas difíciles con historias, no irse por las ramas o jugar juegos, sino usar esas historias que son transmisoras contagiosas de la verdad. Natán no era un carnicero, sino un cirujano de confianza que sana el corazón con un bisturí. El corte duele, pero cura. Natán es capaz de manejar lo que William Blake llama "la espada espiritual que corta el corazón humano". Natán habla la "verdad con amor". Considere las instrucciones de Pablo: "Si se detecta a alguien en una falta, los que han recibido el Espíritu deben restaurar al tal con un con espíritu de mansedumbre”. REFERENCIA??? 6. Un Natán no es alguien que se apresura a decir verdad, pero alguien que le ayuda a "hacer la verdad" o “hacer lo que es correcto”.
Segundo, Natán es un excelente editor para David Como he tenido el privilegio de ser un editor por muchos años creo que comprendo, aunque nunca totalmente, el corazón de un editor que es amigo del autor. Encuentro que el editor tiene un corazón que... 1. Se mete dentro de nuestra piel. Sabe llegar al corazón del autor del manuscrito. El problema nunca está "allá afuera", el problema es siempre "aquí dentro". Un Natán le ayuda a ver dentro de sí mismo. Pero a menudo con la intrusión viene la irritación. Entiende lo que el manuscrito trata de comunicar. No se queda en la La relación entre Natán y David – todos necesitamos un editor
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superficie de las palabras solamente, va a la semántica, al contenido, al mensaje, a lo esencial. Lo mismo que despierta nuestros motivos más viles también inspira nuestros más nobles hechos, es por eso que cuanto más se permita que Dios lo use, más se necesitará un Natán. 2. Hace preguntas No es el trabajo de un Natán ayudarle a encontrar una manera de salir de su problema, sino de hacer preguntas pertinentes sobre aquellas partes mal ajustadas de nuestra personalidad y problemas que necesitan arreglo. Preguntas que son penetrantes: a. Preguntas que consuelan ("¿Hay algo demasiado difícil para Dios?") b. Preguntas que nos desafían a saber dónde estamos parados ("Adán, ¿dónde estás tú?"). c. Preguntas que demandan la declaración de nuestros valores (Jesús le preguntó a su discípulo: "Pedro, ¿me amas?"). El trabajo de un editor es hacer la pregunta: ¿Es el nombre de Dios glorificado o denigrado en su vida? 3. Dice la verdad con amor. Un Natán nos ayuda a ver la verdad sobre nosotros mismos. Un Natán encuentra la manera de venir y conseguir que confesemos la verdad. El ojo editorial de Natán nos ayuda a ver las cosas de las cuales estamos huyendo; puede haber palabras más amables que se le podrían decir a usted, pero no las más específicas. Debido a esto, nuestro cónyuge puede ser, nuestro mejor Natán. Quiere que el mensaje sea dicho de tal manera que impacte, comunique, sirva a los lectores. En cierto modo, como dice Pedro, todos somos cartas abiertas que comunicamos "el mensaje", (REFERENCIA???) pero a veces por nuestros muchos errores (de deletreo, de sintaxis, de redacción) confundimos a nuestros lectores. Muchas veces mi vida "empaña", "nubla", hace muy "confuso" el mensaje. Digo algo que no está en armonía con mi conducta. A veces mi conducta niega o contradice mis palabras. Entonces... cuánto bien hace que alguien sea un editor para mi vida, y mejor si lo hace con amor. La relación entre Natán y David – todos necesitamos un editor
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Tercero, mi propia experiencia de haber sido editado 1. He tenido el privilegio de escribir cuatro libros en los últimos diez años. Cada manuscrito fue editado por un editor con quien yo tenía una relación interpersonal diferente. Los tres eran muy buenos. Pero quien más me ayudó fue aquel que me conocía mejor y por lo tanto entendía el corazón del autor del manuscrito. Ese encontró la manera de hacer las preguntas que me ayudaron a aclarar mi propia mente sobre algo y por lo tanto la manera de comunicar el mensaje. Hizo todas las sugerencias necesarias para que yo aclarara mis pensamientos para facilitar al lector la comprensión del mensaje. 2. El concepto que deseo comunicar: es que todos necesitamos un Natán que sea el editor del manuscrito de nuestra vida. También, nosotros podemos ser un Natán, un editor para alguien. 3. Es importante saber corregir de manera que el mensaje sea recibido. Pero también uno tiene que cultivar la humildad para recibir la corrección y aceptar su necesidad de arrepentirse y tomar los pasos para hacer cambios aún cuando requiere que uno deje algo muy deseado o amado. 4. Proverbios habla de la sabiduría de aquel que escucha y sigue el buen consejo (REFERENCIA??). Si yo no habría recibido la corrección a mis escritos de nada hubiera servido en buen editor. Conclusión: amarre un regalo a la silla de montar El maestro del haiku del siglo XVII llamado Basho caminaba alrededor de la isla de Japón en 1689 y se perdió. Le preguntó a un agricultor por direcciones, pero el granjero dijo: "Lo más fácil es que usted tome mi caballo. Él conoce el camino. Al llegar al siguiente pueblo, solamente suéltelo y él va a volver a casa". Así Basho dejó que el caballo del granjero lo guiara. Una vez que llegaron, de forma segura al siguiente pueblo, él envió el caballo a su casa, pero antes, amarró un regalo a la silla de montar. Nombrar a su hijo Natán fue la manera en la cual David ató un regalo a la silla de montar de su editor, cumpliendo así la obligación de agradecer a un amigo. Es muy importante que usted envíe un regalo que expresa su gratitud a su Natán después que ha “escrito de nuevo su manuscrito”. Dos preguntas algo indiscretas: ¿Tiene usted a un editor personal? y ¿Si alguien le pide que usted sea su editor, está dispuesto a intentarlo?
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