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EL ORIGEN DEL SIGNIFICADO DE LAS CASAS
Como ya sabemos, el mandala astrológico se divide en 12 Casas, de las que unas son consideradas benéficas y otras maléficas. ¿A qué se debe esa distribución? Muchos astrólogos no lo saben, igual que no se entiende hoy en día porqué la VIII es la Casa de la muerte si no es la última (pues todo debería acabar con la muerte, ¿no?). Estamos además tan acostumbrados a hacer progresiones lineales sobre el mandala (punto de la edad y otros) que olvidamos que el origen de las Casas y su significado no es lineal en absoluto y que los antiguos no las concebían como un procesus cronológico (primero experimento la I, luego la II, la III etc.). Vamos a recordar pues unos cuantos conceptos básicos que son los que utilizaba la astrología clásica y a los que debemos el carácter más o menos benéfico de las Casas- para recuperar su visión del mundo (hecho que no invalida en absoluto los sistemas actuales de progresión. Se trata más bien de comprender el origen de las cosas y la filosofía que las inspiró). Esos conceptos son: -Angularidad: hay 4 Casas que marcan los puntos más importantes del Sol en el cielo, en la eclíptica. Son el Asc., el MC, el DS y el FC. Por su relación con el ciclo solar (el astro rey), son pues las Casas más importantes. Las Casas sucedentes son menos importantes y las cadentes son las que menos dignidad tienen. -Aspectos: la astrología clásica sólo admite 5 aspectos (aunque la conjunción no se suele llamar “aspecto”). Éstos son: conjunción, sextil, cuadratura, trígono y oposición. Dentro del mandala hay pues 4 Casas que no aspectan al Asc.: la II, VI, VIII y XII. Como el Asc. es la vida, peor que aspectarlo mal es no aspectarlo, ya que eso supone negarle cualquier tipo de luz. De allí que las Casas que no aspectan al Asc. se consideren las más maléficas. -Orden caldeo de los planetas: los antiguos distribuían los planetas por las Casas siguiendo el orden caldeo (Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio, Luna y vuelta a empezar por Saturno). Las Casas que coincidan con un planeta benéfico serán por lo tanto más benéficas. -Gozo de los planetas: el cuarto concepto es el de que los planetas están mejor situados en tal o cual Casa, en la que gozan, siendo la contraria su tristeza. Mercurio goza en la I, la Luna en la III, Venus en la V, Marte en la VI, el Sol en la IX y Júpiter en la XI. Si combinamos estos 4 criterios nos queda lo siguiente: 1-La Casa I es la más importante por ser el origen de la vida. Se asocia a la conjunción. Está ocupada por Saturno por el orden caldeo y es el gozo de Mercurio. Es la Casa que nos da la estructura del cuerpo físico (Saturno) y con el planeta más neutro respecto a cualidades elementales (Mercurio) como vamos a explicar con el esquema adjunto:
Q
R V (Aire)
U
S
(Fuego)
T (Agua)
W (Tierra) 2
Como se puede ver en este dibujo, el Sol es lo caliente (su contrario es el frío) y la Luna lo húmedo (su contrario es lo seco). Mercurio (más o menos frío y seco) es la quintaesencia y por eso se sitúa en medio. Las cualidades de los planetas siguiendo ese esquema van a ser: -Júpiter: moderadamente caliente y húmedo (comparte con el Sol y la Luna) -Marte : muy caliente y seco (es solar) -Venus: moderadamente fría y húmeda (es lunar) -Saturno: muy frío y seco (es la antítesis de lo solar y lunar) -Mercurio: frío y seco, pero adopta las cualidades de quien le aspecta. Esa ductilidad de Mercurio es el que le permite gozar en I, pues, al ser la quintaesencia, puede representar todas las naturalezas.
Esquema general de las Casas con los aspectos al Asc., orden caldeo y gozos (0 es cuando no hay gozo de ningún planeta en esa casa)
2-Luego hay dos Casas que no aspectan al Asc.: la II y la XII. Al no aspectar el Asc. son maléficas. Sin embargo: -La II es la casa de Júpiter por el orden caldeo. Eso mengua mucho su carácter maléfico y, además, al ser Júpiter el planeta de la prosperidad, se asocia con el dinero. -La XII es la Casa de Venus por orden caldeo. Sin embargo, también es el gozo de Saturno, el gran maléfico. Es por lo tanto la Casa donde Saturno nos crea problemas con más facilidad. ¿Adónde fue a parar Venus en todo eso? Los que sepan algo de astrología védica recordarán que dicha astrología atribuye los placeres de la cama a la XII. También podríamos ver en ello la espiritualidad de la Casa XII: es la de la renuncia (Saturno) a los placeres (Venus). 3-Vienen a continuación dos Casas que aspectan al Asc. por sextil (aspecto benéfico): la III y la XI. -La III: por orden caldeo es la Casa de Marte (recordemos que es la Casa del valor en astrología védica) y por gozo es la de la Luna. Por eso se la llama la Casa de la “Dea”. El aspecto de sextil le da un cierto carácter benéfico, pero muy débil al ser cadente y la presencia de Marte no la beneficia. -La XI: por orden caldeo es Casa del Sol y es el gozo de Júpiter. La tradición la considera una de las mejores Casas y ello es evidente si consideramos los planetas que la definen: el más importante de todos (Sol) y el mayor benéfico (Júpiter). Es pues una Casa muy buena y con mucha altura. 4-Las dos Casas siguientes (IV y X) aspectan al Asc. por cuadratura, lo cual implica un cierto esfuerzo, pero son fundamentalmente Casas angulares, criterio que prima sobre lo demás. Por otro lado: -La Casa IV es la Casa del Sol por orden caldeo. De allí la respuesta a la pregunta que se hacían muchos astrólogos: ¿Porqué la IV es la Casa del padre y no de la madre? La actual confusión entre signos y Casas, confusión bastante reciente pues no empezó hasta Rantzau, nos lleva a asociar Casa IV y cuarto signo (Cáncer), pero este criterio no existe en la tradición clásica, por lo que la IV, al estar atribuida al Sol, indica la fuente de vida (la familia) y sobre todo la figura paterna. La X será la madre por pura derivación (VII de IV). -La Casa X es la Casa de Marte por orden caldeo. Debe su importancia a su angularidad y luminosidad (es el punto más alto del Sol en la eclíptica), si bien el aspecto de cuadratura y la presencia de Marte la hacen una Casa de lucha y trabajo (la profesión, el intento de medrar). 5-Después vienen dos Casas altamente benéficas por su trígono al Asc.: la V y la IX. -La V: Es la Casa de Venus, tanto por orden caldeo como por el gozo del planeta. De allí que sea para nosotros la de los placeres y amores. La astrología actual tiende a desplazar la sexualidad a la VIII, olvidando que la VIII es más ansia y deseo que gratificación. Por ello la verdadera Casa del amor y amoríos (amantes y otros) debe ser la V, ya que el atribuir la persona por la que sentimos amor (Venus) a la V es lo lógico. Y el amante se llama así por el verbo "amar". La III, por el carácter sexual de Marte (planeta que le corresponde por orden caldeo), indicaría a lo sumo actos sexuales puntuales y puramente físicos. Una relación de noviazgo o adúltera de amor compartido será más bien la V. Es la persona por la que se supone que sentimos afecto, ilusión, con la que compartimos placeres etc. Es la relación romántica y sexual (Venus). Es alguien al que sólo nos une el placer de estar con él/ella. Ben Ragel dice muy claramente: "significa el embarazo en las mujeres y también el alternar con las mujeres y cortejarlas, tener amor y amistad con ellas (...) y las amistades íntimas. (..) potencia o debilidad para acostarse con las mujeres.” Por más que busquemos, veremos que ningún autor árabe atribuye jamás el sexo a la VIII. En la VIII tal vez lo ansiemos, pero no lo gozaremos.
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-La IX: vemos que, al ser Casa de Júpiter por el orden caldeo y Casa del Sol por su gozo allí, combina los mismos planetas que la XI, siendo aún más benéfica que ésta por el trígono al Asc. Ésa es la razón por lo que la astrología védica la considera, sin lugar a dudas, como la Casa de la suerte, la más afortunada de todas. Nosotros la atribuimos a la religión, menos valorada hoy en día, y por eso le damos poca importancia, pero no hay que olvidar que el desarrollo espiritual es la máxima de las felicidades posibles, pues no hay sensación humana que pueda siquiera igualar al éxtasis místico. Sin embargo, en la materialista sociedad occidental, ha acabado primando la X (nos interesa más la imagen social y la profesión) olvidando otros goces mucho más gratificantes y sutiles. 6-Las dos Casas siguientes no aspectan al Asc. y por ello son maléficas: -La VI: por el orden caldeo de los planetas es la Casa de Mercurio y es el gozo de Marte . Siendo Marte el maléfico menor y negando la luz al Asc., comprendemos mejor el porqué es Casa de servidumbre, trabajo y enfermedad. Mercurio impide sin embargo que sea totalmente maléfica. -La VIII: por el orden caldeo, le corresponde Saturno, el mayor maléfico. Queda claro ahora porqué es la peor de las Casas malas y la que destruye la vida: niega la Luz (vida) al Asc. y se la niega a través de Saturno, el destructor. Aquí no hay gozo ni presencia de ningún planeta que pueda aliviar esa determinación (Júpiter atenuaba la II, Venus la XII y Mercurio la VI). Es la negación total de la luz vital. La oscuridad absoluta. 7-La última Casa es la VII, angular y morada de la Luna según el orden caldeo de los planetas. Es una Casa que se enfrenta al Asc., cierto, pero también es una Casa de empatía y unión con otros (Luna), por eso es la que indica las asociaciones. No es una Casa fácil (por el aspecto de oposición), pero la oposición devuelve el rayo por la misma línea, así que es una Casa-espejo, en la que vemos el reflejo de lo que somos. Según es nuestra pareja y según la tratamos o hablamos de ella, estamos manifestando ni más ni menos que nuestra personalidad, pues no habríamos elegido al otro si no nos pareciéramos a él. La palabra “cónyuge” ciertamente no es alentadora (cum-iugum = el que anda bajo el mismo yugo que nosotros, como dos bueyes tirando del mismo carro) pero sí es metafórica: dos andando juntos, con tirantez (oposición) y unión a la vez (Luna, la empatía). Todas estas mismas ideas se pueden ver ilustradas en la astrología védica que a menudo guarda unos atributos de las Casas más parecidos al esquema original: -La III como Casa de Marte es Casa del valor. -La VI, que es también una Casa de Marte , es Casa de los enemigos. -De las saturninas, la VIII es la de la muerte y la XII la de las desgracias, pero también la de los placeres de la cama (Venus). -La IX es la de la mayor suerte etc. Estos esquemas e ideas sencillos permiten pues comprender mejor la filosofía de los antiguos de ambas tradiciones astrológicas y nos permiten situarnos en un esquema mental más parecido al suyo, reencontrando claves perdidas u olvidadas. Esto, como ya hemos dicho, no invalida en absoluto los sistemas actuales de progresiones a través de las Casas, pero sí nos permite comprender el por qué se consideraba antiguamente las Casas como más o menos benéficas, clasificación que hoy en día no se acaba de entender al haber perdido el hilo conductor del sistema. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Ben Ezra, Libro de los juicios de las estrellas, ed. Biblioteca de Sirventa. Ben Ragel, Libro Conplido, ed. Gracentro Labouré, Denis, Prédire par l’astrologie horaire, ed. Cedra Labouré, Denis, Introduction à l’astrologie indienne, ed. Cedra Materno, Firmico, Ancient astrology theory and practice, The Mathesis of Firmicus Maternus, Noyes Clasical Studies, Park Ridge Nouvel Maurice, La vraie domification en astrologie, ed. Pardés.
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