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J AM ES WILLIS ROBB
VAsCONCELOS y REYES: ANVERSO y REVERSO DE UNA MEDALLA que pub liquemos o no publiquemos, sino que logremos Al I raza r una compa ración estilística de dos relatos autobioconstruir nu estros esp íritus . Y aunque hace mu cho tiem gráficos. uno de Vasconce los y otro de Re yes, vimos en Vasconcelos a l "romá ntico", apasionado y compro metido, dado po que no estamos todo s reunidos, yo todavía obro conforme a los impulsos qu e en aqu ella época nacieron de nuesal activisrno po lltico, y en Reyes al " clásico " h uma nista , tro trato. ec u ánim e . escéptico y sonrien te; el perfecto diplomático. Dos tem peram ent os contrasta ntes : vehemencia e intimidad, águ ila y sol, a nverso y reve rso de un a med alla . I N uestro pro- El 12 de ago sto del mismo año (l916 ) desde Lima, Perú, p ós ito ac tua l es most ra r (en part e a través de su epistolario, Vasco ncelos le escribe de un pro yecto literario personal que conserva do en la Ca pilla Alfonsina , la biblioteca de Alfonso implica cierta compenetración entre los dos en la creación liReYI's! ) có m o a pesar de esas d iferencias congenia ron y se teraria : complementa ron en su obra liter ari a y educa tiva. Reyes y Vasconcelos se enco ntra ron inicialmente como Estoy trabajando en un ensayo sobre la " sinfonía como co m pa ñeros generac iona les, co la boradores en la obra del obra literaria " en e! cual sostengo que no es e! tratado, ni Ateneo dI' la .Juvent ud , fun dada en 1909, que inició la batata mpoco el ensayo la forma ideal del libro, sino que ha de lla filosófica contra el posit ivismo en víspera s de la R evoludesarrollarse un nuevo género, el género sin fónico a imitación ~ lcxican a . En las Confer encias del Centenario (1910 ), ción de la música y construido ya no con la lógica de! siloVa sru nrr-los d iscurrió sobre las ideas del educador Gabino gismo sino con la lógica de la música ; es decir de acuerdo Ba rrl'lla y Rey " sobre la poesía de M anuel J osé O thón. co n ley estética . En esto aprovec ho tu teo ría del impulso líVusr oncclos recu .rda la ob ra del Ateneo en su Ulises criollo, rico y pongo como ejemplos del futu ro género : el Zaratusde I 'n:;; Reyes r 'crea en su Pasado inmediato, de 1939, la hisira de Nietzsche ; las Enneadas de Plotino, todas aq uellas toria de los a teneístas, con sus im porta ntes intervenciones en obras que no obedecen a plan dia léctico sino a orie ntaciola reform a ed uca tiva rea lizada en la nu eva Universidad Na nes y trabazón de mera afinidad estética. ciona l. don de él mismo estrenó la pri mera cátedra de Len gua y l. iterat ura Espa ñolas ( 19 13).3 Más ade la nte (24 de noviembre de 1916), Vasconcelos añade: l.a Revoluci ón dispersa a los ate neístas, pero Vasco ncelos y Reyes se mantienen en conta cto epistolar, más intensaA Madrid te mandé por septi embre ... una copia de un en rn cn u - en los a ños crucia les de 1916-23, a unque se continuó sayo sob re " La Sinfonía como forma lite raria " en e! cual ha sta 1 ') :;1) , cua ndo mueren los do s. Entre 1916 y 1920, Reyes desarrollo t u tema del impulso lírico ... tengo particular est,í rad ica do en Mad rid , gan án dose difícilmente la vida con empeño en que lo veas y me des luces antes de que lo con la pluma, y Vasconcelos an da fue ra de Méx ico, en Estados cluya y lo entregue a alguna revista ... Ya me anticipo el Unidos y Perú. gusto de las largas conversaciones que vamos a tener. . . La prime ra ca rta qu e ten em os de Vasconcelos a Reyes (desde ~ ueva York, 7 de mar zo de 1916) es ya indicativa de EI23 deabril de 1920, Reyes le escribe a Vasco ncelos : un a a mista d perdurabl e q ue se sobrepondrá a las diferencias ya los malent en didos ocasio nales, pu es empieza así : Mi mu y querido José : ~l u y
qu erido Alfonso :
.. .Nunca te dije nada sobre . us ensa yos filosóficos, que tan cerca de mí he tenido por mucho tiempo .. . y yo he releído la " Sinfonía" . . . ¡C uá ndo volveremos a esta rj untos! Yo no escribiré la famosa teoría del Impulso Líri co mientras no te ten ga junto a mí : no puedo. Además esta vida dura que he llevado . ..
Hoy me ent rega Pedro (He nr íquez Ureña) tu interesantísima ca rta de 7 del mes pasado. Me ha causado sobre todo rem ordimiento porque me ha hecho ver que fui inj usto contigo, porq ue te censuré, cua ndo en realidad no he dej ado de ad mira r tu creciente progreso y de enorgullecerme po r ti. . Resulta que el ensa yo de Vasconcelos figura como capítulo de su libro El monismo estético, pu blicado ya en 1918, f y aq uí y luego pasa a observar cóm o su obra común en el Ateneo de no deja de recordar su deud a a Reyes: la Ju ventud sigue siendo un factor de unidad entre ellos: Alfonso Reyes, en sus estudios del roma nce espa ñol, ha Si la ob ra qu e venimos cumpliendo los cuatro o cinco amimostrado saga zme nte lo que llam a el impulso lírico del gos del Ateneo no es meram ente literaria, no dep ende de compositor, y hace observar cómo se desvía dicho impul-
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so, fuera del campo del sentido común,pero fiel a las variaciones de la emoción, acorde siempre con una armonía instinti va. En su esencia, todo a rte solamente se propone realiz ar las formas compleja s de este impulso lírico del creador ; el estilo eficaz pa!a el arte es el que dinámicamente se insert a en el impulso lírico, lo perfecciona y cumple, sin restarle energía, sin desviarlo de su sentido profundo ... 5
j Más adel ante (6 de octubre de 1920), Vasconcelos le escri be a Re yes: Ya me ha prometido C en aro (Estrada) tu Oda Nocturna (de la esposa), y no me sorprenderá encontrar semej a nzas con lo mío , pues siempre las ha habido y mu y gra ndes entre lo que los dos venimos ha ciendo . El 5 de noviembre, Re yes, a su vez, exp resa su sentido de
y eventualmente Re yes sí acabará de elaborar definitiva- em pa tía completa con Vasconcelos: mente su propi a teoría del Impulso Lírico, incorporándola dentro de su a ná lisis de " La ficción literaria " en El deslinde Adiós : pienso en vosot ros, y en Méxi co , ent re a nhelos y ( Prolegómenos a la teoría literaria) de 1944.6 dudas. Tiemblo, a veces, por mi felicidad. T em o a muchas Sigu en los a ños de 1920-24 , en los que Vasconcelos realiza cosas qu e tú sa bes . T emo al rencor, a la maledi cencia, a la su ad mira ble labor de reforma educativa como Rector de la indiferencia , a la oscuridad de a lma, a la mala ob ra de SaUniversidad Nacional y Secretario de Educación Pública. tanás .. . Me conforta saber qu e tú estás arriesga ndo lo Re yes, siempre en Madrid, es ayudado por Vasconcelos a mismo, y que acaso , en nu estras cha rlas a solas, descub rireintegrarse a l ser vicio diplomático como Segundo Secretaremos cada día la pequeña conquista diar ia que borra rio, y luego Primer Secretario, de la Legación de México en nuestras incomodidades en una gra n onda de alegría inexEspaña. plicable. M anuel Toussaint, amigo mutuo, nombrado secretario particular de Vasconcelos, en ca rta del 21 de agosto de 1920 ~ el 25 de ~ayo de 1921, Reyes le ofrece unos con sejos litera a Reyes , nos da est e retrato personal de Vasconcelos : nos : Esto y trabajando en la Uni versidad, junto al torbellino que promueve nuestro hombre pasión, Vasconcelos: El secreto de haber aceptado el empleo, fué estar cerca de él, pue s siento verdadera admiración por su ener gía que creo única ;aun sus limitaciones, qu e son muchas y que él procura cultivar lo más intensamente que pueda , me parecen una buenacosa .. . 7
Mi querido J osé : Hace basta nte tiem po qu e no t esc ribo con cierto detenimiento. ¿ Lo podré hacer hoy ? V r mos. Entre ta nto, estoy en conversación cont igo: estoy r '1 y nd o cosas tu yas, pues qui ero em papa rm e de un golpe 'n todo lo q ue has publicado, a ntes de con tinu ar con lo Estudios Indostá nicos. Debo hacer te dos adverten ias, mi -xp -rien ia de I retor me las d icta : procura ser má (a ro ' n la defini ción de tu s ideas filosóficas : a veces ólo ha bla a m -dia . Pon te por encima de ti mismo : léete obj tivam ntc , no te d 'jes a rrastra r ni envolver por el cur o d tus p msarnicn tos. Para escrib ir ha y qu e pen sar con la ma nos también , no sólo con la cabeza yel corazón. - 2a. : pon 'n orden ucesivo tus ideas : no las incrustes la un a n la otra . lI ay pá rrafos tuyos qu e son confusos a fuerza de tr at ar d ' cosas totalmente distint as, y qu e ni siq uiera a pa recen en serie .. .
Vascon celos a su vez lo expresa poéticamente en su ca rta de 27 de julio de 1920 a Reyes: Esto y abrumado de qué hacer, pero he descub ierto el secreto de no sentir el cansancio y tal como supones estoy libre de monstruos y serpientes y animado sólo por el impulso de las á guilas.. . Vasconcelos aspiró a que eventualmente Reyes viniera a M éxico a trabajar con él, tal vez como Subsecretari o, y as í se lo dice en su carta de 12 de agosto de 1920: ...una vez que se organice la Secret aría, el añ o entra nte ... Par a entonces. .. espero qu e te vengas tú . Me hace mucha falt a . Aquí nadie trabaja , el peso me lo dej an a mí. .. Para mí nunca ha y vacaciones . .., pues cuando vengas, espero que me ay udarás a ca rga r el fardo digno de una buena mul a, qu e yo llevo sobre la espalda -una mula qu e sabe bordear pr ecipicios. El 16 de septi embre de 1920 Vasconcelos le pide su opinión de su Prometeo vencedor, le confía una reflexión estéticoreligiosa (" Amo la Belleza , pero como un cam ino que conduce a Dios.- El Camino -eso es la belleza. " ) y esto dice de su amistad : Dices que te sientes a veces com o mi hermano menor; yo much as veces te he sentido hermano ma yor ; muchas veces te he debido el vislumbre, la luz ; menor o mayor, creo en tu hermandad. Probablemente no hay alma que yo sienta más afín de la mía, que la tuya, y ahora me lo prueba la emoción qu e te ha ca usado mi libro . ..
¿ Podremos suponer qu e Vasconcelo s hab ría ap rovecha do estos consejos de su " herma no Alfonso " a l ela borar su Raza cósmica, que a parecería en 1925? De tod as man eras, no nos ca be duda de la existencia en estos a ños de un interca mbio bastante íntimo como pa ra resulta r de algú n pr ovecho mutuo. Despu és de un a ca rta de Vascon celo s de 28 de noviem br e de 1923 en que expl ica a Reyes sus desavenencias en la Escu ela Preparatoria con Antonio Caso , Ped ro Henríq uez Ureña y Lombardo Toledano (pero qu e no pa rece n haber afecta do mayormente la amistad de Reyes y Vasconcelos), se inte rrumpe este epistolario. Pero en su últ imo año madrileño , 1924, Re yes publica su librito de ensayos famili ares, Calendario, que incluye el titulado " La imp rovisación " , en donde, dramatizando uno s encuen tros de Dia ghilev y Stravinsky, inserta una mínima med itación pedagógica dedi cada en efecto a Vasconcelos y a Henríquez Ureña: Amigo José Vascon éelos : educa r es prepa rar imp rovisadores. Toda educación tiende a incorp orar en hábito subconsciente las lentas adquisiciones de una disci plina hereditaria . Se vive improvisadamen te ...
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Pero, ¿qué no es improvisación ? O h, Pedro H enríquez, tú me increpa bas un día : - No corriges -me dec ías-r ; no corriges, sin o que improvisas otra vez. La doc ume ntación, es necesar io llevarla ade ntro, tod a vita lizada : hecha sang re de nuestras venas . El 5 de j ulio de 1924, Reyes , en Mé xico, entre pu esto s diplom áti cos, a raíz de la renuncia de Vasconcel os como Secretario de Edu cación Pública, le dirige estas palabras de " Despedida a J osé Vasconcelos " : Los escritor es y artistas que te dedican este hom enaje me encar gan de ofrecértelo, hon rándom e singularmente con ello, y mir ando sin duda a lo firm e y sólido de nuestra antigua a mistad . Ya qu e no llegué a colaborar contigo , salvo en la int ención, pa ra tu admira ble ca mpa ña de cultura, me complace ahora dart e este testimoni o público de admirac ión y de afecto, cua ndo ya nuevas solicitaciones - yo creo qu e, en el fondo, las mismas- a traen tu volunt ad hacia otros cam pos de comba te. Fuim os siem pre, en nu estra concordia o nu estra discor día, bue nos camara das de guerra. Lo mismo cua ndo casi !l O S 1ir.iba mos los tint ero s a la cabeza con mot ivo de una di scu si ón sobre Gocthe - ¡ese prec ioso instante de la pri-
mera j uventud en qu e contraj imos, para siempre, los compromisos supe riores de nu estra conducta! - como cua ndo, lej an os y desterrados, vendíamos, tú , en un pueblo de los Estados Unidos, pantalones al por mayor, hecho s a máquina , y yo, en Madrid, artículos de periódico al por menor, hechos también a máquina . Cada vez que la vida se nos ponía dura -bien te acordarás- iba una carta del un o al otro, bu scando la simpa tía en el dolor. Los dos me parece a mí qu e nos com prendemos y nos toleramos. Somos difer en tes, yeso más bien nos ha acercado. Yo no puede hablarte sino con pa labras de íntimo trato. Yo no puedo diri girme a ti en términos de solemnidad oficial : eres part e en la formación de mí mismo , como yo soy pa rte en la tu ya. En el ocio todos somos iguales. Tú, hombre activo por excelencia , has tenido qu e acentuar tus perfiles , que ser distinto, qu e provocar entusiasmos y disgustos. Sin em bargo, tod os -unos y otros - han reconocido la magnitud y la honradez de tu esfuerzo, que con razón te ha conquistado el aplauso de nuestra América y la atención de los primeros ce ntros intelectuales del mundo. Con el tiempo se aprecia rá plenamente tu obra. Te has dado todo a ella - buen místico al cabo - , poseído seguramente de aquel sent imiento teológico que define San Agustín al explicarnos que Dios es acto puro. Salt ando sobre la catástrofe , has cumplido algunos de los ideales que alimentaron
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nue stros primeros sueños en la Sociedad de Conferencias, el Ateneo de la Juventud, la Universidad Popular: -las mil formas y nombres que iba tomando, desde hace quin-o ce años , nuestro anhelo de bien social. .. Tú, amigo, edificador de escuelas y gimnasios, constructor de talleres, Caballero del Alfabeto, nos has dado también el ejemplo de la bravura, virtud fundamental en los hombres . Otros hubiéramos predicado las excelencias del estudio con la rama de laurel o la simbólica oliva en la mano . Tú te has armado como de una espada, y te has ech ado a la calle a gritar vivas a la cultura. Acaso era eso lo que hacía falta ...9
y aunque Reyes no llegó a colaborar con Vasconcelos en aquella campaña de cultura, indirectamente la continuó en otro nivel (el de los estudios superiores) a partir de la fundación de El Colegio de México en 1939-40 y de El Colegio Nacional en 1943-45 . En 1925-26, Reyes está de Ministro en París. Vasconcelos anda nuevamente de viaje fuera de México, y le dirige a Reyes unas tarjetas y cartas breves, con notas de viaje desde varios lugares. Nos hace gracia su carta medio juguetona de "Madrid, junio 27/1925" :
la de donde acabo de regresar .. . Estoy mu y contento en España . .. Viajar por los pueblos es además delicioso... A mediados de julio subiré los picos de Europa , te invito .. . He visto a Rodolfo (Rodolfo Reyes, herman o de Alfonso ) que no quiere acompañarme a la excursión de los Picos . .. Me voy a tomar la libertad de envi a rte un ba úl y un paquete de libros . .. Guárdam e mis cosa s. .. Luego se van alej ando los a migos, y escasea n las cart as por unos años . Sin em ba rgo , Vasco ncelos en su a utob iografía (El desastre, 1938) 10 recu erd a un encue ntro con Reyes en París en ese mismo año de 1925, donde lo recibiero n el amigo cubano Chacón y C al vo y " Alfonso Reyes, mi viejo colega del Ateneo, que seguí a de mini stro en Parí s, convertido en devoto call ista ". Vascon celos as istió a la lect ur a de la lfig enia cruel de Re yes en la legación ecua tor ia na de Go nza lo Zaldumbide, obs ervando sobre el fondo a utob iogr áfi co de la obra :
Muy querido Alfonso Recibí tu carta en momentos que salía para Segovia y Ávi-
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Era su propia biografía , su posición vita l, expresada bajo el velo del antiguo mito, en versos un poco fríos pero impecable s, a ratos bellísim os, por la im a gen , como en aqu el símil del ca ba llo qu e sa lta q ueriendo sa lirse fucra de su sombra. fu er a de la s sombras de su pasad o políti co Iamiliar, se habí a coloca do Alfonso a l a filia rse a la revolución. y éste era el sentido sec reto de su lf ¡gt'll /ll . ln sis: ia ('11 el derecho de dispon er del pr op io destino r n t irr ra nueva y le-
que hacía hablar a Nietzsche de su " a mistad estelar" entre él y W agner. (Toutes propottions gardées. No se intenta aquí en grandecerse por la comparación, sino explicarse con la metáfora). A estos inevitables vaivenes de la existencia me he referido, siem p re con profundo cariño, en la Historia documental de mis libros (Universidadde M éxico, X : 5 de enero de 1956), donde reiteré la fe en nu estra amistad inquebrantable, palabras que a ntes de ser publicadas le comuniqué por teléfono y qu e él acogió con viva emoc ión. En 1953, al enviarle mi tomo Obra poética, le dije en mi dedicatoria : " N ada, ni tú mismo ni nadie, podrá separarnos nunca". Y me contestó en carta del 7 de enero de ese año : " T e agradezco tu fraternal dedicatoria, con la que estoy com p leta mente de acuerdo, y me agrada conservar" la como testimonio de nuestra amistad para mis hijos " . Pero, sobre todo, poco antes de morir (el mes pasado), envió a la Cadena Garc ía Valseca un par de artículos sobre mi último libro, artículos que yo considero como el testamento de nuestra amistad. Allí su generosidad se desborda, y su cariño para el hermano de su juventud rompe los diques. Siempre varonil y arrebatado, lleno de cumbres y abismos , este hombre extraordinario, tan parecido a la tierra mexicana , deja en la conciencia nacional algo como una cicatriz de fuego , y deja en mi ánimo el sentim iento de una presencia imperiosa, ardiente, que ni la muerte puede borrar. Lo tengo aquí, a mi lado. Nuestro diálogo no se interrumpe.' !
jo s del em brujo, de la maldición que envuelve a la propia ca sta . (p. 1669.) El 5 de noviem br e de 1941 se reanuda el epistolario cuando, los dos de regreso en M éxico , Vasc oncelos le d irige a Reyes este br eve mensaje : Mu y qu er ido Alfonso Agr adezco mucho el envío de tu último libro Pasado inmedialo y otros ensayos, mu y especia lmente te agradezco la afectuo sa dedicatoria en cuyo texto estoy enteramente de ac uerdo pu es siempre ha sido más lo que nos une qu~ I~s pequ eñas difere ncias qu e a lgu na vez puedan haber ,e~l stl do entre nosotros por ra zones acc identa les de pol ítica" . Te envío pues con mi felicit ación , la reiteración d.e mi afecto sin reservas y me suscribo tu a migo y seguro servidor. Los breves int ercamb ios se vue lven más frecuentes en los añ os de 1957-59, constituyendo un verda dero reacercamienlo. Co ntesta ndo a una s acla raciones de Alfonso sobre una " c n t revista " de Emma nuel C a rba llo, II Vasconcelos declara (ó de ma yo dc 1958): Comie nzo por decirt e q ue nunca me ha molestado eso de qu e me Ila m rn do 'm¡í tico, po rq ue lo soy .. . Pero todo eso es secunda rio. T ienes ra zón e n decir qu e somos hermanos dc verda d . . . y a Reyes le complació la not a co nciliatoria co n que Vasco urc los en vísp ora dc mor ir reseñó su primer libro de m e m or ia s. l 'arrntalia, o nc ilia to r ia pa ra él mismo y para la memoria de su pa dr -1ge ne ra l Bern ardo Reyes:
Lo q ue a hora ista blec c, sin lu gar a d uda , el libro del hijo dr-l g('nera l, e q u . la figura de su pad re debe ser reconocida CO Ill O un a de las cre adoras de esta cosa deleznable que lla m amus la civilizació n mexicana .. . La figura de Bernardo Reyes sur gc vi torosa y espléndida de las páginas de n uc st ro Alfon so, a tal pu nt o qu e, después de meditarlas, nos se n tirn os incli na do s a pedi rle perdón por los malos pen sam ien to s que ha yam os pod ido tener con relación al ca ud illo civilizador y progresista q ue fue su padre .. . Se ha acusa do a Alfonso, q uizás hemos sido cómplices de esa acusa ción, de q ue no se com promete, de que se queda siem pre en las altu ras del b uen estilo y la erudición impecab le .. . Ahor a result a qu e . .. (el) escritor .. . ha usado de pr onto la pluma pa ra solta r relá mpagos de claridad que nadi e ha supcrado.!" Ape nas fallecido Vasco ncclos el 30 de j unio de 1959 , Re yes al día siguiente lo resum e tod o en su " Adiós a Vasconcelos" : Hace más de cua rent a a ños, cua ndo él anda ba por el sur de los Estad os Unido s y yo vivía en Ma drid, José Vas concelos me esc ribió: " Alfonso, a j uzga r por lo que vivimos , sentimos y"pensa mos , tú Y yo moriremos con el corazón revent ad o. La pro fecía ha come nzado a cumplirse, y creo que se cumplirá hasta el fin. Me llevaba siete a ños, y se me ha adela nta do un poco, eso es tod o. Si hubiéramos podido cha rla r un mo mento a nte s, yo le hubiera dicho : "Espér ame a llá ", y él me hub ie ra contestado: " Allá te espero " . La vida nos llevó y nos trajo de un lado a otro. En los días de ma yor a lejam iento, nos confesábamos siempre sec reta mente unidos por esa suerte de magneti smo cósmico
Y, efect ivamente, el corazón de Alfonso ya le había dado el último aviso en mayo de 1959, y el 27 de diciembre seguiría a su " herma no" José Vasconcelos. Notas l . J. W. Robb, " Por e! ca mi no de Topi lejo con José Vasconce!os y Alfonso Reyes", Armasy Letras, Monterr ey, México, ¡VA (oct.r-dic. 1961), pp . 724; en Nivel, México, No. 79 (julio 1969), pp. S, 8, 9, YNo. 80 (agosto 1969), p. 6; o en Estudios sobre Alfonso Reyes, Bogotá : El Dorad o, 1976, pp . 85-109. 2. Agra decemo s a Alicia Reyes, Directora de la Capilla Alfonsina , México, D. F., e! ha bernos facilit ado una copia de este epistolario. 3. J osé Vasconce!os, "Un Ateneo de la J uventud ", Ulises criollo, en Obras Completas (OC), 1, México : Libr eros Me xicanos Unidos (Colección Lau rel), 1957, pp. 507-509. Alfonso Reyes, Pasado inmediato, Obras Completas (OC), XII , México: Fondo de Cult ura Económica, 1960, pp. 182-216. 4. J. Vasconcelos, El monismo estético, México: Cultura, 1918. 5. Citado de Vasconce los, El monismo estético, en OC IV, 1961, p. 26. 6. A. Reyes, El deslinde, México : El Colegio de México, 1944; en OC V, México: FCE, 1963, V. " Teo ría de! impu lso lírico", pp . 203-205. 7. V. nuestro " Caminos cruza dos en e! epistolario de Ma nuel T oussaint y Alfonso Reyes" (1), en (Varios) : Alfonso Reyes: Homenaj ede/a Facultadde Filosofia y Letras, México: UNAM, 1981, pp. 301-336; especialmente pp. 310311; o (abr eviado ), en J WR , Por los caminos de Alfonso Reyes, Mé xico: INBA/ EDUVEM, 1981, p. 96. 8. A. Reyes, " La improvisació n ", en OC tt, 1956, pp . 299-300; o en Prosa y Poesía, Mad rid : Cáte dra, 1975, pp . 128-129. 9. Reyes, " Despedi da a J osé Vasconcelos", OC IV, 1956, pp . 441-443. 10. Vasconcelos, El desastre, OC 1, pp. 1667, 1668-1669 Y 1670. 11. Carta de Reyes a Vasconcelos, 29 abril 1958; y V.: E. Carballo, "J osé Vasconcelos" y " Alfonso Reyes", en 19 Protagonistas de la literatura mexicana del siglo XX, México: Empresas Editoriales, S. A., 1965, pp. 24, 114. 12. J . Vasconcelos, " El último libro de Alfonso Reyes", El Sol de Tamp ico, Tampico, 30 mayo 1959, p. 4.1 ; 1j unio 1959, p. 4-1. y, sobre Bernardo y Alfonso Reyes, V. nuestro " Doble retr at o vivo de Don Alfonso e! Bueno ", Diálogos, México, V:30 (nov.-dic. 1969), pp. 4- 12; en Humánitas, Monterrey, X (1970); o enJW R, Estudios sobre Alfonso Reyes, Bogotá : El Dorado , 1976, pp . 57-84. 13. Reyes. " Adiós a Vasconcelos", copia en la Capill a Alfonsina ; reproducida por Claude Fell en Écrits oubliés/Comspondance, J. Vasconcelosl A , Re-' yes, México: IFAL, 1976, p. 68.
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