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IGLESIA CRISTIANA CASA JOSUE “El poder liberador de la Gracia” David A. Seamands
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Clase 12. PANORAMA DE LA GRACIA DE DIOS Restringir la gracia de Dios sólo a su función en la salvación o santificación sería pasar por alto la amplia naturaleza del amor de Dios en acción. Es como ver el monte Everest el cual sobresale por su belleza y altura, pero está rodeado por una cadena montañas bellísimas que ayudan a hacer resaltar su grandeza. Lo mismo sucede con la gracia de Dios. Es cierto que hay experiencias sobresalientes, pero la gracia incluye una amplia diversidad de “modos misteriosos” como Dios obra “para realizar sus maravillas”. Veamos ciertos niveles de la gracia que Dios pone a nuestra disposición: 1. La gracia general
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre” (Santiago 1:17) Todo lo bueno, hermoso y útil del mundo es un don de Dios, sin importar de donde vino ni cómo llegó aquí. Todo está relacionado con la compasión y la gracia de Dios para todo el mundo. En el nivel más simple están los dones cotidianos que todos esperamos recibir y que sostienen la vida sobre la tierra. Mateo 5:45, Salmo 145:8-9. En un nivel más elevado, algunos aspectos fundamentales de la naturaleza humana, tales como la conciencia, la razón y la capacidad de pensar y descubrir la verdad son dones de Dios. Pablo lo afirma al probar que todos somos responsables ante Dios. Romanos 1:19-20; 2:1215. Por supuesto que esa verdad descubierta no está al mismo nivel que la verdad de Dios revelada; aunque no puede salvarnos, también es verdad y ha venido de Dios. Dios es la fuente de toda verdad. De Él provienen todos los dones de la gracia, aún los que puedan llegar hasta nosotros por medios poco comunes. Tales dones como la psicología, sociología, criminología, la radiología, las ciencias políticas, las matemáticas y centenares de otras fuentes de conocimiento. Juan Calvino escribió mucho acerca del mérito positivo de la cultura “terrenal” del hombre, que incluye “la política cívica, la economía doméstica, todas las artes mecánicas y las ciencias liberales”. Se refirió a escritores, filósofos y poetas paganos, al decir: Si creemos que el Espíritu de Dios es la única fuente de la verdad, no rechazaremos ni despreciaremos la verdad misma, donde quiera que aparezca, a menos que deseemos insultar al Espíritu de Dios… Toda verdad viene de Dios, y en consecuencia si hombres malos han dicho algo que es verdad y justo, no debemos rechazarlo, pues ha venido de Dios.
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Lo que Calvino llamó “gracia común”, Juan Wesley lo incluyó dentro de la “gracia preventiva”, diciendo que Dios es el autor de toda sabiduría y entendimiento de la humanidad. En realidad todos ellos se remontan hasta Agustín, quien inventó la frase “saqueando a los egipcios”, lo que significa que los cristianos tenemos derecho a tomar la verdad dondequiera y comoquiera que Dios nos la dé. Pablo cuando predicó en Atenas citó a filósofos y poetas no cristianos en su sermón. Muchas veces se hace referencia a estas hermosas palabras en la Biblia: Hechos 17:28 “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos” Pablo citaba a un filósofo pagano de aquella época. Cita tomada del poema Fenómenos, del poeta Arato (siglo III a.C.). Se hace hincapié en esta idea primaria y generalizada de la gracia para tener la mente abierta y dejar que Dios nos hable del modo que Él escoja. No debemos temer nada útil que nos venga por esos canales, ya que Dios nos ha dado la revelación especial de sí mismo en su Palabra, podemos poner todo a prueba por las Sagradas Escrituras. No quiere decir que tenemos que encontrarlo en la Biblia expresado con las palabras que empleamos hoy día. Nuestra preocupación sería si una idea está de acuerdo con los principios bíblicos. Todo lo que pase esa prueba se puede recibir con acción de gracias a Dios. Debiéramos Estar agradecidos de toda verdad, conocimiento, invención o descubrimiento nuevo que nos llegue de campos tales como la medicina, la psicología, la sociología y cualquier otra rama del conocimiento humano. Por supuesto que hay gente perversa que las usa para fines pecaminosos. La solución al mal uso no es el desuso. Dios quiere que los creyentes usemos todos los dones que nos da para Su gloria y el bien de la humanidad.
2. La gracia coercitiva.
Si Dios hubiera abandonado a la creación y sus criaturas después de la caída, dejando que las consecuencias del pecado tuvieran todo su efecto, la raza humana no hubiera sobrevivido nunca. Su amor y compasión se manifiestan de muchas formas de la llamada gracia coercitiva. Aunque el pecado ha causado muchos daños a nuestra capacidad de razonamiento, Dios no permitió que esta desapareciera. Aún los que no han sido salvos ni regenerados tienen este maravilloso don de Dios: una mente que puede razonar, pensar, recordar, imaginar, descubrir en inventar. Muy por encima y más que las otras criaturas, los seres humanos podemos entender la relación entre causa y efecto.
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Sin embargo con el razonamiento no podemos hallar a Dios ni producir nuestra salvación. Ni tenemos el poder para conformar nuestra vida con lo mejor que podamos razonar. Dios ha obrado mediante el don de la razón para mantener el pecado bajo control. Los gobiernos humanos que emiten leyes y las hacen cumplir son agentes de Dios para refrenar el poder del mal en el mundo. Romanos 13:1-7, 1ª Pedro 2:13-14. Ambos escribían sobre un sistema de gobierno considerado cruel y a veces malo: el Imperio Romano. Aún así lo consideraban como servidor de Dios para bien. Cuando en algún lugar se vive por un momento sin autoridad ni ley, se puede ver como se manifiesta la naturaleza humana sin las restricciones de la ley y el orden impuestos. Cualquier gobierno aunque sea malo es mejor que no tener gobierno. ¿Nos detenemos para dar gracias a Dios por Su gracia coercitiva que obraba en nuestras vidas mucho antes de llegar a conocerlo como nuestro Salvador? Su gracia coercitiva no sólo nos contuvo de caer más profundamente en el pecado, sino que nos impidió que fuéramos las victimas de males aún peores. El Dr. E. Stanley Jones en su libro El camino, declara que el primer nombre dado a los cristianos fue “los que pertenecían al camino” (Hechos 9:2; 19:23; 24:22). Esto se refiere al camino de la salvación, pero el autor amplía el significado al camino de Dios, la manera correcta de hacer todo: la manera de pensar, sentir y actuar. Es el método que Dios ha inscrito en toda la naturaleza del universo, de modo que la vida se reduce a dos alternativas fundamentales: 1. Los del Camino. 2. Los que no son del Camino.
El camino cristiano es siempre el recto y el no cristiano es siempre el equivocado. Dios ha tejido estas leyes en la tela de todo el universo. El camino es algo dado; no lo producimos ni lo construimos; sino que está en la naturaleza de las cosas; solo nos abrimos paso por ellas. Si alguien cae de un edificio, no quebranta la ley de la gravedad; solo la demuestra cuando llega al suelo. Esas leyes incorporadas son manifestaciones de la gracia preventiva de Dios; son barreras puestas al borde del precipicio para que no caigamos en él. El universo funciona a nuestro favor o en contra de nosotros. El mal es la vida tratando de vivir contra sí misma; y esto no puede ser… Es un intento de vivir contra la naturaleza de la realidad y salirse con la suya, de hacer lo imposible. El resultado es inevitable: crisis y frustración. Esto es similar al dicho popular que dice: “El que escupe al cielo, en la cara le cae”.
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Pablo es el ejemplo perfecto sobre la gracia coercitiva. Se encontró con el Cristo resucitado en el camino a Damasco: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón”. Hechos 26:14. Jesús usa una imagen común de la época. Cuando se ponía a un buey joven por primera vez en la yunta, trataba de escaparse a patadas; pero al hacerlo se hería cada vez más en un aguijón, colocado con ese propósito. Cuanto más pateaba tanto mayor era el dolor. Los aguijones lo sometían al fin. También nosotros tenemos que aprender a menudo a las malas, y Dios ha puesto sus aguijones de gracia en todos los aspectos de la vida. 1ª Pedro 3:12. Esa “contrariedad” contra el mal está inscrita en toda la vida. Cuando se entiende eso, el enojo de Dios se ve de una manera diferente. El juicio de Dios, es en realidad una forma de su misericordia. Es como la cara opuesta de la moneda de Su amor manifestada en la gracia coercitiva. Es una de las maneras amables que Dios usa para alejarnos del pecado y acercarnos a Él, para redimirnos y restaurarnos.
3. La gracia que nos busca
Esta es la gracia de Dios que nos busca para salvación. Por supuesto que en todas las diferentes clases de gracia decimos que el propósito central de Dios es llevarnos hacia el arrepentimiento, la fe y la vida nueva en Cristo. 2ª Pedro 3:9. Ese es el diseño de Dios tejido en toda la tela de la vida. El tiempo llega cuando podemos sentir su gracia buscadora actuando de modo más claro. 1ª Juan 4:19 “Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero”. Detrás de este versículo hay una verdad anterior: lo buscamos porque Él nos buscó primero. Una de las principales maneras en que Dios nos busca es produciendo en nosotros el deseo de buscarlo. Los cristianos tenemos la tendencia a pasar eso por alto y nos volvemos egoístas en el testimonio. Juan 1:43 “El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme”. Dos versículos después: Juan 1:45 “Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret”. Interesante contraste, Felipe dice haber hallado a Jesús, cuando en realidad Jesús lo había hallado primero. La gracia del aguijón significa que Dios siempre aparece primero en la escena mucho antes de que aún pensemos en Él.
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Siempre debemos recordar que, cuando hablamos acerca de “buscar a Dios” o “investigar la verdad” o “seguir la luz”, la única razón por la cual lo hacemos es porque Dios ya está actuando en el corazón aguijoneando con su gracia buscadora. Puede haber algún momento en el que tratamos de huir de Dios y luego sentirnos culpables, vacíos y, lo peor, abandonados por Él. Cuando parece que no podemos encontrarlo, lo que sucede es que no podemos escapar de su presencia, Salmo 139:7-8. En realidad, Dios nunca ha estado más cerca de nosotros El amor de Dios nunca ha cambiado, sólo su estrategia. Se puede rechazar el amor de Dios, pero no nos podemos perder cuando Dios nos busca. A veces Dios nos busca dejándonos ir por nuestro camino y permitiendo que suframos las consecuencias inevitables de ese camino con la esperanza de que el sufrimiento nos llevará de regreso a Él. El capítulo más importante de la Biblia en cuanto a la búsqueda, Lucas 15. En el caso de la oveja perdida y la moneda perdida, hay acción directa hasta que lo perdido se encuentra. En el caso del hijo pródigo el padre, se queda callado, no le habla, parece inactivo, no lo detiene. En realidad lo busca, dejándolo ir. Gracias a Dios por su amor firme y su gracia fiel que llega a toda situación humana. Dios a veces lo hace dejando que el pecado y el mal vayan más allá de lo imaginado hasta que se sufran consecuencias. Dios aprovecha entonces la oportunidad para atraernos y ganarnos para Él mediante la gracia dolorosa.
4. La gracia salvadora
Finalmente existe la acción directa del Espíritu buscador de Dios sobre el espíritu humano. En este punto todas las influencias de las formas anteriores de gracia se complementan y la presión de la presencia inmediata de Dios es evidente en el consiente de la persona. Este es el momento supremo del encuentro divino y humano. Apocalipsis 3:20 “Yo estoy a la puerta y llamo…” Así como el Espíritu de Dios está afuera tocando y llamando, también está dentro de nosotros, abriendo los oídos para que oigamos, y dándonos la voluntad y capacidad para responder. Es Él quien nos ofrece el don de la fe para que podamos confiar a pesar de nuestros temores y dudas. Es la gracia de Dios. Aún la fe no es “de vosotros, pues es un don de Dios” Efesios 2:8. Al seguir las huellas de la gracia en algunos de sus formas más importantes, Dios es siempre el primero en la escena mucho antes de la creación del mundo. Efesios 1:4.
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Aunque el sacrificio del calvario ocurrió en un tiempo y en un lugar definido, Jesús fue “el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo”, Apocalipsis 13:8. Hemos sido recipientes de la gracia por muchísimo tiempo. El camino de la gracia no es algo que Dios hubiera pensado después de la creación, sino que es el camino, el único camino que Dios haya preparado jamás.
5. La gracia por excelencia
Esta misma gracia será al fin nuestro único fundamento de comunión eterna con Dios en la vida venidera. Apocalipsis 22:21 “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén”. Podemos estar seguros que cada uno de los hijos de Dios que lo adorarán y le servirán por la eternidad estarán allí por la única razón de que recibieron la gracia, el amor de Dios dado gratuitamente a los indignos que no lo merecen. Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;”