Vida política y social a finales del XIX

IV / dominical LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 11 de septiembre de 2011 Fermoselle en la historia Vida política y social a finales del XIX ✒ Manuel

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IV / dominical

LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 11 de septiembre de 2011

Fermoselle en la historia

Vida política y social a finales del XIX ✒ Manuel Rivera Lozano Ya hemos hecho referencia en otro artículo a los importantes acontecimientos acaecidos en España en los últimos días del mes de diciembre del año 1874. El General Martínez Campos proclamaba rey a Don Alfonso XII en Sagunto y en los primeros días del año nuevo 1875 partía del puerto de Marsella (Francia) para España, llegando a Barcelona y posteriormente a Valencia el día 14 de enero. Muy probablemente el día 2, cuando se firma la escritura pública que más adelante presentaremos, ya estaría S. M. en el barco que lo retornaba como Monarca, y esa, probablemente, sería la razón de los hechos que tienen lugar en la más importante villa sayaguesa de Fermoselle, en la que la trascendencia de la vida nacional también repercutía casi instantáneamente. El cambio de régimen, las prisas de última hora y la urgencia de disponer de los escasos fondos municipales debió influir en el representante monárquico local para el desarrollo de los hechos que transcribimos: «En la villa de Fermoselle a 2 de enero de 1875 ante mí el Licenciado Don Ulpiano de Castro, vecino y Notario de la misma e individuo del Colegio Notarial del Territorio de la Audiencia de Valladolid y competente número de testigos, comparecieron Don José Puente Robles y Don Antonio Labrador Regidor, vecinos de esta villa, casados, propietarios y de edad el primero de 47 años y el segundo de 34, cuyas circunstancias se comprueban con las respectivas cédulas personales números 107 y 324, que exhiben y vuelven a recoger, quienes me requirieron como individuos de la titulada Junta Real del Gobierno de esta villa y comisionados por la misma según orden que también exhiben, y enterado, vuelven a recoger, para que me presentase en la casa de Don Francisco Seisdedos Díez a presenciar la apertura del arca de fondos municipales como depositario que es de los mismos, y demás hechos que con tal motivo puedan ocurrir. Y habiendo tenido lugar mi presentación en dicha casa con dichos comisionados requirentes y los testigos Antonio Rodríguez Hernández y Santiago de la Cruz Fernández, de esta vecindad, por el comisionado Don José Puente Robles se requirió a la esposa del depositario Don Francisco Seisdedos, Doña Paula Serrano Flores entregar las llaves del arca de propios que se encontraba en su poder, a lo cual contestó que no las entregaba porque ella no mandaba en su casa y sí su marido. Por el mismo Señor Comisionado se requirió a dicha Señora para que abriera la habitación baja de la casa, y contestando que no quería se salió para la calle con la demás familia quedando con el fedatario la comisión, testigos y Antonio Díez Seisdedos, hijo político de la requerida. Seguidamente el citado comisionado Don José Puente Robles hallándose presente el herrero José Ramos Veloso, de esta vecindad, le mandó descerrajar la puerta de mencionada habitación baja, lo cual verificó. Acto seguido y abierta ya la puerta, por el comisionado Sr. Puente se señaló el arca que se buscaba, la cual de su mandato fue trasladada al portal de casa, y volviendo el repetido Sr. Comisionado a requerir a la Doña Paula para que entregase la llave del aquella arca se negó a ello. En su consecuencia el Sr. Comisionado Sr. Puente ordenó al dicho herrero descerrajar el arca, lo cual tuvo lugar aunque con bastante trabajo por ser necesario descerrajar tres cerraduras que la misma contiene. Una vez practicado el descerrajamiento, yo el Notario a presencia de todos los concurren-

Vista de Fermoselle desde el Torreón en el año 1945 / Cedida por Isa Flores Marcos.

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El presidente de la Junta Real de Gobierno ordena descerrajar el arca de fondos municipales, en presencia del notario y en la propia casa del depositario El herrero José Ramos Veloso abrió el arca, lo cual tuvo lugar aunque con bastante trabajo por ser necesario descerrajar las tres cerraduras que la misma contenía

tes levanté la tapa del arca y alzando la cubierta del primer cajón se halló en él un taleguito el cual descubierto se vio contenía monedas de plata, las cuales contadas por mí, resulto existir en él 1.281 reales y 3 cuartillos, o sean 320 pts, 41 céntimos, y además una peseta francesa. Reconocido mejor éste primer cajón se hallaron en él 3,5 reales en calderilla. Abierto el segundo cajón se hallaron en él 3 reales y 3 cuartillos en calderilla y además un bote largo de hoja de lata que contenía una inscripción nominal de la renta consolidada de España al 3% n° 50.868. Capital 199.179.54 cts. renta anual 5.975 y 38 cts. por el 80% de propios. Abierto el tercer cajón se halló un talego lleno, el cual desatado se vio sobre la calderilla que contenía un papelito que decía: 250 pesetas, cuya calderilla contada por mí resultó ascender a

991 reales, 2 céntimos, o sean 247 pts y 7 céntimos, cuya cantidad, con las demás expresadas e inscripción y arca, todo lo recibió Casimiro González Seisdedos, de esta vecindad, de mandato del Comisionado Don José Puente Robles. .... Con lo que se dio por terminado el acto. Y a que conste a requerimiento de expresado Comisionado levanto la presente acta que firman con los citados testigos. Y yo el Notario doy fe de conocer a los requirentes y de todo lo contenido en esta acta. José Puente, Antonio Labrador Santiago de la Cruz, Antonio Rodríguez, Ulpiano de Castro» (1) Queda claro que los principales responsables políticos de la titulada Junta Real del Gobierno de la villa son José Puente y Antonio Labrador, significados miembros de la plataforma a favor de la Restauración Borbónica en la persona de Don Alfonso XII y personas muy influyentes en la localidad, que acuden ante el señor Notario y relaman su presencia con la correspondiente orden y en calidad de comisionados. Y el objeto principal que trata el documento es la apertura del arca de fondos municipales que se encontraba en la casa de Francisco Seisdedos Díez, cuyo domicilio nos consta saber estaba situado en la calle De Arriba (hoy Requejo) n° 15, pero por razones que ignoramos no se encontraba presente el tal depositario y nada dice al respecto el Escribano. Ante las reiteradas negativas de entregar las llaves de la habitación y del arca de los fondos de propios por parte de la esposa, Paula Serrano Flores, ordenó el comisionado José Robles al herrero José Ramos Veloso descerrajar la puerta de la habitación y del arca, cosa que no resultó tan fácil toda vez que ésta contaba con tres cerraduras. Y levantada la tapa por el señor Notario y alzada la cubierta del primer cajón se halló un taleguito que contenía monedas de plata por un total de 1.281 reales y 3 cuartillos, equivalente a 320 pesetas y 41 céntimos, y además 1 peseta francesa. El segundo cajón contenía en un talego 3 reales y 3 cuartillos y títulos de la Renta Consolidada al 3% por importe de 199.179 cén-

timos procedente del 80% de la enajenación de los bienes de propios, que rentaban 5.975 céntimos al año. Y en el tercer cajón se contabilizaron en calderilla 991 reales y 2 céntimos, equivalente a 247 pesetas y 7 céntimos. Nos imaginamos el espectáculo que se organizaría en Fermoselle con el hecho acaecido el día 2 de enero de 1875, festividad de San Basilio el Grande y San Gregorio Nacianceno y en plenas fiestas navideñas, aniversario de la conquista de Granada a los moros, el jovencísimo Rey Don Alfonso XII camino de España, el revuelo de la corporación cambiante, la presencia de los comisionados señores Robles y Labrador y del señor Notario, la de los testigos Antonio Rodríguez Fernández y Santiago de la Cruz Fernández, el herrero José Ramos Veloso pertrechado de su habitual herramienta, el funcionario municipal Casimiro González Seisdedos, los alguaciles correspondientes, familiares del depositario, los muchos curiosos que acudirían, la entonces abundante chiquillería de vacaciones que nunca falta.... Pero en realidad desconocemos si el depositario se había negado a entregarla, si los comisionados eran sabedores de su ausencia, si la orden para entrar en el domicilio familiar era la correcta etc., etc. Sí sabemos que el hecho no quedó ahí, porque el Notario, con fecha 4 de febrero, dio una primera copia de la Escritura a Don José Puente Robles y el 16 de abril del mismo año dio una segunda copia por mandato judicial, lo que nos hace pensar que la cosa se complicó al actuar la justicia. Don José Puente era alcalde de Fermoselle en 1886 y tuvo un conflicto político con el señor Gobernador Civil del que informaremos en otra ocasión; y conocemos también de ese tiempo varias Escrituras de venta que hace el Ayuntamiento de terrenos sobrantes en las calles Fontanicas, La Rodera o Plaza Vieja, cuya tasación la hacen los alarifes Domingo García de la Torre y Manuel Sousa Fernández por él nombrados como peritos. Fuente: (1) A.H.P.Z. nº 8.807. Documento nº 1. año 1875

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Domingo, 11 de septiembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO

Aquellas curiosidades del pasado

Visita de Franco y su esposa a Zamora el 17 de abril de 1943.

«Raza» llega a las carteleras La película fue proyectada para satisfacción de dirigentes y adeptos al sistema establecido y exaltaba la figura de Franco y su régimen ✒ José-Manuel García Rubio El capítulo anterior lo finalizamos justamente con el año 1941 y sus curiosidades, motivo por el que iniciamos este relato con la primera curiosidad de 1942, acaecida en sus primeros días; esta fue una película titulada «Raza», que por supuesto fue proyectada en Zamora para satisfacción de dirigentes y adeptos al sistema establecido, pues trataba de una exaltación al General Franco y la dictadura. Fue dirigida por José-Luis Sáez de Heredia, siendo sus principales protagonistas Alfredo Mayo, José Nieto y Ana Mariscal. En cuanto a su argumento, estaba claramente buscado para lograr ensalzar los supuestos valores de la situación del momento; tratando de una familia pudiente cuyos tres hijos ingresan; uno en el ejército, otro se mete a fraile, y el otro, al que tenían por descarriado, se mete a político. Según la trama del film, estalla la guerra cogiendo a los dos primeros en bandos diferentes; pero finalmente el descarriado muere por salvar la vida de uno de sus hermanos. Para rematar la jugada, finaliza la película con el desfile de la Victoria presidido por Franco. Mientras el régimen gastaba importante dinero en propagando como ésta citada, el pueblo seguía esperando para causas perentorias como la alimentación, cuyo deterioro se hizo sentir fuertemente en estos primeros años de postguerra, conocidos popularmente como «años del hambre». Se comía a base de sucedáneos principalmente en las ciudades, pues la población agraria se defendía relativamente mejor debido a que siempre tenían algunas reservas de sus producciones. Como era de esperar llegó la desnutrición y con ella el deterioro de la salud y aparición de problemas: forúnculos, sabañones, diarreas, golondrinos y, todavía peor, ¡el tifus!, contra el cual fueron dictadas unas normas a respetar en nuestra ciudad, las cuales comenzaban en la forma siguiente: «Es preciso que el vecindario de Zamora tenga en cuenta: 1º. La limpieza personal y domiciliaria. 2º. Será objeto de persecución todo aquel que sea portador de pio-

jos. 3º. Las personas limpias deben rechazar de su lado a las otras. 4º. Se da un plazo de quince días para que los portadores de piojos procedan a su limpieza, pasado el cual se propondrá a las autoridades, imposición de sanciones. 5º. Para el despiojamiento facilitarán recetas los señores médicos, de insecticidas. 6º. La ropa blanca se lavará a menudo; a falta de jabón, se procederá a colocarla en una cesta cubierta con una tela poco tupida sobre la que se depositarán cenizas, preferible de vides o sarmientos, vertiendo sobre dicha ceniza agua hirviendo hasta que escurra por la parte inferior de la cesta. Después de pasado un día, se procederá al lavado de la ropa. Las ropas de cama y de vestir se desinfectan gratis en el Instituto de Sanidad. El que no cumpla

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Mientras el régimen gastaba mucho dinero en propaganda, el pueblo seguía esperando para causas perentorias como la alimentación, cuyo deterioro se hizo sentir fuertemente en estos primeros años de postguerra, conocidos popularmente como «años del hambre»

esta nota, que se atenga a las consecuencias en caso de epidemia si es portador de parásitos». Aquel viejo dicho que sarcásticamente solía mencionarse cuando se acumulaban los problemas «como éramos pocos parío la burra», volvió a ocurrir aquellos días, pues si ya había demasiadas complicaciones, a la hambrienta población se unió la temida tuberculosis, haciendo estragos; motivo por el que se inició la que fue llamada «Lucha antituberculosa», construyéndose buen número de sanatorios en lugares aireados. En nuestra ciudad fue inaugurado dos años más tarde, situado en el Alto de San Lázaro, lugar denominado Era de Redoli. Actualmente está dedicado a Residencia para discapacitados. Continuando con la desnutrición, causante principalmente de todos aquellos problemas; uno de cada tres niños los sufrían en España; en adultos uno de cada cuatro, debido a que el racionamiento establecido era escaso, por lo que había que recurrir al popularmente llamado «estraperlo», que abusando en precios ofrecían toda clase de productos. Este sistema fue causa de enriquecimiento para desalmados, que llenaron sus carteras a cuenta del hambre de los demás. Si la en otros tiempos emblemática Puerta del Pescado, hablase, escuchemos lo que supuestamente diría aquel año 1942, al que estamos refiriéndonos: «Fui diseñada por el entonces vecino de la ciudad don Práxedes Mateo Sagasta; me colocan junto al Duero, me bautizan con el nombre de Puerta del Pescado; en el año 1908 fui trasladada al Campo de los Cascajos, carretera de Tordesillas; mi nombre pasó a ser «Arco de la Independencia», en conmemoración del centenario de la guerra contra los franceses. Ahora dicen que mi próximo traslado será a Plaza Alemania, pero eso no se llevará a efecto, ya que el Paseo de San Martín está esperándome para hacer compañía a una cruz que llamarán de los caídos en nuestra recién terminada guerra civil; aunque en realidad solo será para recordar a los del bando ganador, como si los del otro, que defendieron el régimen democráticamente esta-

blecido, no fueran españoles. Así que las próximas generaciones me llamarán Arco de los Caídos, hasta que dentro de muchos y largos años llegue la democracia, me hagan desaparecer de allí, y no sé cuanto tiempo se olvidarán de mí; aunque espero que algún día se acuerden y aquel todavía tan lejano S.XXI luciré nuevamente en cualquier lugar de la ciudad juntamente con Peromato y La Gobierna, porque seguramente cuando el puente de piedra sea peatonal, algún zamorano amante del pasado de la ciudad, diga que no sería mala idea reproducir la torre lo más parecida posible, pues fotografías existen. Hablando del arco y cruz de los caídos en el Paseo de San Martín, debo mencionar a los excombatientes, por supuesto del bando ganador; pues aquella primavera del 42 constituyeron una nueva cofradía de Semana Santa, para que saliese cada lunes santo de la iglesia de San Lázaro y fuese hasta dicho paseo a rendir honores a sus caídos. Se apuntaron doscientos aproximadamente; resultando presidente don Arcadio Rodríguez Cepeda. Por aquellos días la hoy Plaza Viriato, entonces Plaza de Cánovas, estaba siendo transformada completamente, quedando en el mismo centro el monumento a Viriato. Toda la arboleda fue arrasada por el hacha (no había motosierra). Decían que era sustituida por otro arbolado más acorde con los tiempos. En cuanto al que desaparecía, los nostálgicos, recordando su niñez decían: «Ya no continuarán las nuevas generaciones tirándole piedras para caer aquellas tan ricas chufas. Llegado octubre el Ayuntamiento acordó mejorar el entorno de la Plaza de la Catedral; para ello decidieron colocar en dicho lugar una vetusta y pétrea portada, así como varias columnas, todo procedente del convento de San Jerónimo, del arrabal de San Frontis. Pero las obras del edificio que iba a ser nuevo Ayuntamiento, según versión de los munícipes, llevaban demasiado retraso, motivo por el que cambiaron de constructor: «...pues urge su terminación, ya que está haciéndose necesario en la ciudad más amplias y modernas instalaciones debido al constante aumento de la población». Como se acercaba Navidad, comenzaron a preparar el racionamiento del producto tradicional: «Con la presentación de la cartilla de racionamiento, sin cortar cupón alguno, se entregará turrón a razón de 100 gramos ración, por importe de 1,75 pesetas. Debido a estas fiestas, se autoriza adquirir doble ración de pan los días 24 y 31. Cada ración será de 250 gramos al precio de 0,65 céntimos el medio kilogramo.

VI / dominical LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 11 de septiembre de 2011 FELICIDADES, NURIA, CON TRES DÍAS DE RETRASO, PERO CON EL MISMO AMOR.

delfinario DELFÍN RODRÍGUEZ

Una noche de perros OCURRIÓ LO IMPENSABLE. CUANDO TODA LA COSTA SE VENDE A PRECIO DE SALDO, ME ENCONTRÉ CON UNOS VECINOS DE ZAMORA QUE NO ENCONTRABAN DÓNDE DORMIR. LO QUE OCURRIÓ FUE PARA MONDARSE.

La frase El camino se acaba y el tonto sigue… ANÓNIMO SANABRÉS

Acabábamos de tomar unos boquerones fritos y una sepia a la plancha al amor de la orilla del mar. Luego, para desengrasar, dimos un paseo y caminamos hacia el puerto y más tarde a nuestro apartamento. De pronto, los vimos. Nos restregamos los ojos porque no podíamos creerlo. Sí, eran ellos, Laurentino y Mari Cruz, nuestros vecinos de Zamora. Iban con la suegra de Laurentino, doña Clotilde, y con su perro Pipo y sus cuatro hijos, Gustavín, Aurora, Lilia y Leonor. Habían elegido para pasar unos días el mismo sitio que nosotros, la misma playa y casi la misma sombrilla. Solo nos diferenciaba que ellos tuvieron peor suerte y no encontraron un apartamento adecuado a sus necesidades. Habían ido a la playa en la confianza de poder alquilar «in situ» y sacar un buen precio. No calculaban que el viernes era fiesta en Madrid y, ya se sabe, cuando Madrid tose, todos nos constipamos. Estaban en medio del paseo como pulpos sin cabeza, sin saber qué hacer ni qué decir. La noche se echaba encima y ya se veían durmiendo en la playa, sobre un duro colchón de arena. Nosotros solo teníamos dos habitaciones, pero ante el estado de la suegra de Laurentino, que tiene una pierna de madera y mostraba un enorme cansancio, qué íbamos a hacer, sino invitarlos a venir a nuestra casa a pasar la noche. Ya nos arreglaríamos como pudiéramos. Lamentablemente, aceptaron. No digo «lamentablemente» porque mi invitación fuera falsa, sino porque ignoraba la que se nos venía encima. Y les aseguro que lo que se nos venía no era pequeño. Nosotros, más de uno de ustedes lo saben, después de la dramática muerte de nuestra anterior perrita, tenemos una nueva, pequeña como un ovillo, lanuda, cariñosa y, sobre todo, muy, muy nerviosa, como corresponde a un bebé juguetón que comienza a asomar sus largos bigotes a la vida. Ella iba a convertirse en la protagonista de parte de esta historia. A la hora de acostarnos comenzamos a diseñar un plan porque, evidentemente, no había camas para todos. Les cedimos graciosamente nuestra habitación a la abuela de la pierna y a dos nietas. En la otra habitación dormirían mis hijos. Y el matrimonio amigo en el suelo del salón, sobre unas

La suegra de Laurentino tenía una pierna de madera y estaba muy cansada… Mi perrita tenía los dientes colgando, como si el otro perro se los hubiera arrancado de cuajo

viejas colchonetas que no tardaron en quedarse sin aire. En el sofá intentaríamos conciliar el sueño mi esposa y yo. Los otros dos niños pequeños dormirían en la bañera, uno mirando hacia un lado y otro hacia el otro. Para que no les pareciera tan dura, hicimos un lecho a base de toallas de playa. Cuando metimos a la abuelilla en la cama, comprobé cómo pedía un vaso de agua y ponía la dentadura metida en él. Es algo muy habitual, pero que a mí me dio un poco de repelús. Luego nos dispusimos a dormir. Yo fui el último, porque era el que me-

jor conocía la casa, para ir apagando una a una las luces. A eso de la media noche mi amigo Laurentino comenzó a roncar como un búfalo vil. Había tardado once horas desde Zamora a la playa y estaban derrotados. Yo pellizcaba a mi esposa y ella me decía al oído que tratara de darle con el pie. Yo estiraba la pierna y le rozaba la espalda. Lo zarandeaba y paraba unos minutos, pero luego volvía a la carga. De pronto los niños de la bañera comenzaron a llorar desconsoladamente. Corrimos a su lado pensando que pudieran haberse golpeado. Pero no. Uno de ellos había dado, sin darse cuenta, una patada al grifo de la bañera y la bañera había comenzado a llenarse con agua hirviendo. Dios mío, gracias que no se ahogaron. No se ahogaron pero se quemaron. Tuvimos que sacar las cremas del sol para aliviarle las quemaduras, sin percatarnos que no era lo mismo una quemadura por el sol que por el agua. Al momento la piel se les puso roja y pensamos que lo mejor sería ir en busca de un ambulatorio. La piel, poco a poco, volvió a su ser y los llantos dieron paso a una calma chica, tensa y nerviosa. El cansancio volvió a vencernos y mi amigo volvió a sus horribles ronquidos. A la mañana siguiente vi a mi perra que había hecho buenas migas con el perro de los amigos. Pero me alarmé. Estaban gruñendo los dos, tirando de un mismo hueso. Cuando me di cuenta el corazón me salió por la boca. Mi perrita tenía los dientes colgando, como si el otro perro se los hubiera arrancado de cuajo. Me agaché hacia ella con ansia. Qué pedazo dientes tenía la pobrecita. Había perdido los de leche y ni me había dado cuenta. Cuando estuve de rodillas para mirarle el daño de la boca me di cuenta de que no,

dominical / VII

Domingo, 11 de septiembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO

Lo que hay que ver

La línea moral «The shadow line», siete magníficas horas de televisión F. G. P.

de que aquellos dientes no eran suyos. Sin duda mi fiera perrita le había arrancado los piños al otro perro. Pero, ¿era eso posible? Corrí en busca del otro animal y lo examiné minuciosamente. Pero tenía todos los dientes. Entonces, ¿A qué fenómeno paranormal estaba asistiendo? Porque aquello no era normal. Corrí a la habitación donde dormía la abuela con la pierna y las dos nietas y me percaté de la enorme desgracia. El vaso de los dientes de la abuela estaba vacío en la mesilla. Mi juguetona perra se los había arrebatado para jugar y entre los dos perros los habían descuartizado. Quise morirme, pero no podía delatar a mi perrita. Me imaginé que aquellos dientes valían una fortuna y, además, cómo iba a seguir las vacaciones la abuela si no podía masticar. Tenía que inventarme alguna cosa que le hiciera creer a mi amigo que los dientes se habían volatilizado. Pensé en las hormigas que cada mañana amanecían junto a las migas de pan de la encimera, pero difícil hacerle creer que las hormigas se la habían comido. Al final decidí que lo mejor era echarle la culpa a su perro. Era su vida o la de mi perrita. Y mi perrita, al fin y al cabo, estaba en su casa. Además, en realidad yo no sabía qué perro había cogido la dentadura. Cogí del suelo los dientes rotos y se los di al perro de mi amigo. Pero el perro de mi amigo no los quería. Mi perra andaba alrededor, saltando sobre ellos. Yo trataba de apartarla, no fuera a darse cuenta mi amigo de la realidad. Al final decidí que lo mejor era un-

tarlos con mantequilla y darselos al perro de mi amigo. Y así lo hice. Solo que en el mismo instante en que untaba los dientes entró mi amigo. Qué haces, me dijo, nos sabía que tenías dentadura postiza, nunca había visto que para masticar se pusiera la dentadura en la mano en vez de en la boca... Estaba cazado. No se me ocurría qué decir. Hasta que al fin le comenté: es un drama, amigo mío, esta dentadura es de tu suegra, se la he quitado de la boca a tu perro y trataba de pegarla. Claro, esto último fue una tontería, porque todo el mundo sabe que la mantequilla no pega nada. Mi amigo se extrañó. Su perro jamás había tocado la dentadura de la abuela. Pero él tampoco se atrevió a alzar el dedo acusador contra mi perrita, entre otras cosas porque nunca hubiera podido imaginar que con enorme sigilo era capaz de subirse a la cama y alcanzar la mesilla. En contra de todas mis previsiones, mi amigo dio un salto de alegría. ¡Ya lo tengo!, dijo. Qué es lo que tienes, le pregunté. Y entonces me contó que se volvían a Zamora, que nunca quiso ir de vacaciones con su suegra y que tenía la disculpa perfecta. Cuando la abuela se levantó el yerno le comunicó compungido el drama. Y la abuela, muy tranquila, le respondió: «no te preocupes, hijo, no os voy a estropear las vacaciones». Echó mano al bolso y sacó otra dentadura: «Siempre llevo una de repuesto para estos casos». Oí a mi amigo cómo por lo bajo murmuraba: ¡maldita sea mi estampa! [email protected]

Mientras nos llenamos los ojos de series de TV americanas, mientras seguimos adorando sopranos, wires y compañía, mientras nos empapamos del ritmo narrativo que nos imponen en los USA, ¿qué series están emitiendo en otros lugares, en el Reino Unido, por ejemplo? ¿Cuál es la buena: Luther, Exile? Me entretuvo la primera —traición, celos, policía autónomo en sus métodos, con arranques de furia ciega, una asesina encantadora (oxímoron)…— aunque su inexplicable necesidad de darnos a conocer el futuro de los personajes en sus últimos episodios me despista, me separa de la historia. No obstante, sus planos fijos de rascacielos de un Londres gris, amenazante, muerto, contrapuntean muy bien la sordidez de la trama. Vale… aunque cuando se toca el tema del Mal, hay que mojarse a fondo o no cuaja del todo la cosa. Exile —alzhéimer, búsqueda del padre odiado, corrupción…— son pocos episodios y menos que podrían ser: es, en realidad, una película larga, demasiado alargada. La buena, la buenísima, es The shadow line («La línea de sombra»), siete horas de BBC Two. Ojo al parche: nada que ver, salvo el título, con la novela homónima de Joseph Conrad. Inglaterra, época actual, un traficante acorta su tiempo en la cárcel gracias a un sorprendente perdón real, pero lo matan casi nada más salir. Le encargan investigar el caso a un policía con problemas de memoria a causa de Arriba, los protagonistas de «The shadow line»; abajo, una un balazo rebotado durante una confuescena de la serie. sa acción que causó la muerte a su colega: no recuerda qué pasó aquel día (es decir, no sabe quién es, en qué lado de la línea vive). Punto primero, pues, quién mató al malo: el policía y su compañera ayudante se ponen a ello; pero ¿quién lo sustituye al mando?, ¿dónde está el dinero que controlaba y por qué desaparece su contable?: los secuaces del muerto se ponen a ello, punto segundo. Doble búsqueda entonces: los polis y los villanos. Ambos saben qué creen defender: la ley y el orden de la sociedad, los unos; la ley y el orden de la delincuencia, los otros. Ambos con sus reglas relajado la acción que transcurre en la tienda dumorales, sus códigos, sus métodos: tan parecidos blinesa de relojes antiguos «Pendulum»: un homque, cómo no, acaba mezclándose, acaban hacien- bre está encargando un regalo para su mujer; ve pado muy confusa, borrándola casi, la línea de som- sar al dueño del establecimiento; cree reconocerbra que debería separarlos. Porque si el bueno su- lo; hablan; se desengaña; el dueño va al hotel del fre amnesia y no ordena sus sentimientos, el nue- cliente y… no puedo decir más. Cuando ya quede vo jefe (a regañadientes) mafioso sufre el subyugado usted por la interpretación de Anthoalzheimer de su mujer y quiere dar un palo econó- ny Sher (un actor formado a base de Shakespeamico que lo retire para siempre a cuidar de ella. Si re) como el anticuario, cautivado por la ambientala compañera del poli bueno es cumplidora y es- ción, forofo perdido del ritmo lento e intrigante que tricta, hay que ver cómo también cumple el gigan- imponen las imágenes, salte un brevísimo episotón, ya a punto de jubilarse, que cuida al malo. En dio entre una mujer y un hombre, y céntrese en el una palabra: es una serie rodada con pausa y mi- mano a mano entre Sher y Stephen Rea, de nuemo, dura de verdad, sobre la confusión moral, so- vo en la tienda de relojes: de lo mejor que he visto bre los límites que ya no existen entre un burro y en series de televisión, a la altura de los mejores un gran profesor, entre un derecho y un traidor, co- momentos de las tan alabadas americanas, aunque mo decía el tango. Porque porquería, basura mo- con un punto más de calidad fílmica incluso. Lueral hay en los dos campos: en la Policía, en los de- go, tras estos dos trozos que son igual que dos relincuentes. ¿Qué se ha hecho de esa línea de som- latos independientes, ya puede ver la serie desde el principio, enganchado a ella como quedará: la inbra que debía separarlos? Ahora, querido lector, haga lo siguiente: ponga triga, los secundarios extraordinarios, la aparición de música de fondo «Pause», de Emily Barker, del personaje «Gatehouse» (¡magnífico!), la esceque es la canción de los títulos de crédito. Luego, na en que tratan de asesinarlo en el hospital, el efevaya directamente al episodio 5.º de The shadow bito, esas mujeres de fondo, el psicópata joven… line, sin siquiera haber visto los anteriores. Mire Háganme caso y cuánto me lo agradecerán.

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La serie de BBC Two, rodada con pausa y mimo, nos habla de la confusión moral, de la falta de límites

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LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 11 de septiembre de 2011

Topos

republicanos Numerosos antifascistas permanecieron escondidos durante años en sus casas de Béjar para evitar las represalias franquistas tras el fin de la Guerra Civil ✒ Tamara Blanco Aunque Franco anunció el 1 de abril de 1939 que la guerra había terminado, lo cierto es que ésta se prolongó penalmente hasta el 1 de abril de 1969, cuando se promulgó un decreto de la Jefatura del Estado por el que se extinguían las responsabilidades de cualquier tipo dimanantes de la contienda bélica. Fue entonces cuando empezaron a dar señales de vida alcaldes, militantes de partidos políticos y sindicatos del bando perdedor, que permanecían escondidos como auténtico «topos» desde la contienda por miedo a las represalias. La historia de estos «topos» de Béjar comienza al amanecer del día 21 de julio de 1936, cuando la ciudad contempla la primera luz del día rodeada de unidades del ejercito que habían llegado desde Plasencia y Salamanca. Los Guardias Civiles, armados con ametralladoras y fusiles rodearon el pueblo y tomaron posiciones elevadas. El alcalde, Eloy González, recibió un telegrama de su yerno, teniente de infantería de Salamanca, aconsejándole que rindiera a los 9.000 vecinos de la ciudad para evitar una carnicería. Así que cientos de vecinos que en los días anteriores habían montado barricadas (al estilo de las que en el año 1868 defendieron la ciudad de las tropas carlistas) en las entradas de la ciudad más industrial y con un movimiento obrero más importante de la provincia de Salamanca, huyeron a los montes para continuar allí la lucha. Sin embargo, una docena de ellos consiguieron esconderse en sus casas donde permanecieron agazapados en recobecos durante nueve, quince o veinte años. Uno de estos bejaranos fue Ángel Blázquez, militante de la UGT y de la CNT del ramo de la construcción y posteriormente recepcionista del Hostal Residencia Blázquez, propiedad de un sobrino de igual nombre. Blázquez fue uno de los escondidos que más tiempo pasó en su topera, en total cerca de 20 años, desde el 30 de julio de 1936 hasta el 24 de diciembre de 1955. Cuando la guerra llegó a Béjar, Blázquez tenía 23 años y cuando salió de su escondite, superaba ya los 43. En Béjar las luchas obreras fueron frecuentes, debido a su abundante población ocupada en el ramo del textil, desde principios del siglo XX. La industria textil, principal sector productivo, contempló diversos altercados que incluso hicieron necesaria la intervención del Instituto de Reformas Sociales como los sucedidos en 1909 y en 1914 que duraron respectivamente más de un año cada uno de ellos. También hubo motines populares de participación más alta como el llamado «Motín del Pan» que sacó a la calle a los vecinos de Béjar por la subida del precio de las subsistencias y en el que Blázquez obtuvo, siendo aún un niño, su bautismo de fuego en las luchas sociales, presenciando los saqueos de la población a las tiendas de telas, ultramarinos, fábrica de harina y el robo de armas (que en aquel entonces se vendían en las ferreterías) en los dos

comercios de la ciudad, Ferretería Viuda de Apolinar Fraile y la que era propiedad de Lino Rodríguez Arias. En 1934 se produjo otro motín debido a la supresión de las concesiones de la uni-

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Ángel Blázquez, uno de los escondidos que más tiempo pasó en su topera en Béjar.

Detalle del zulo encontrado en el 2008 en Béjar.

La historia de los «escondidos» comienza al amanecer del 21 de julio de 1936, cuando la ciudad contempla la primera luz del día rodeada de unidades del ejército que había llegado de Plasencia y Salamanca

formidad del ejército que hasta ese momento se facturaban en Béjar. Esta decisión no solo ocasionaba un enorme «stock» en las fábricas, sino la ruina para los fabricantes y la miseria para los obreros. Se produjo un gran motín que intentó ser sofocado por la caballería, contra la que uno de los obreros disparó y provocó una carga militar por las calles de Béjar. Aunque Blázquez afirmó que no participó en los actos subversivos, al día siguiente, 7 de octubre, fue detenido y conducido a la prisión de Salamanca. Comenzó entonces su primera experiencia con la cárcel. El consejo de Guerra se reunió el 26 de mayo de 1935 (días antes se había declarado por la Republica el estado de guerra en Béjar) y fue condenado a año y medio de prisión, aunque posteriormente fue puesto en libertad y escapó a Portugal. El país luso le expulsó al estar indocumentado y fue entregado a las autoridades republicanas quienes lo encarcelaron primero en la prisión de Hervás y luego en la de Salamanca. Con el triunfo del Frente Popular se benefició de la amnistía decretada y regresó a Béjar. Pero cuando a primero de agosto le llamaron a filas, decidió no presentarse y en vez de incorporarse a su regimiento se escondió en su casa de la que no saldrá hasta el 24 de diciembre de 1955. Según el testimonio del mismo Blázquez, hoy ya fallecido, las condiciones de su topera eran pésimas, de unas dimensiones de cinco metros de largo, por dos de ancho, cincuenta centímetros en la parte más baja y un metro veinticinco centímetros en la más alta, el zulo estaba ubicado en un falso techo en la calle Alojería bajo los rigores del calor del verano y del frío en el invierno. La comida se la daba su madre a cucharadas, subida en lo alto de una estufa, desde donde se llegaba a un pequeño agujero en la campana de la chimenea, ya que el plato no cabía y los líquidos los sorbía mediante una pajita. El interminable tiempo lo consumía leyendo libros «leí Los tres Mosqueteros, Veinte años después, Cuatro de Infantería, un tratado de medicina antigua desde la época de Galeno y un libro de Gregorio Marañón titulado Amor, conveniencia, eugenesia, que puedo relatar de memoria», declaró Blázquez en una entrevista a María Ruipérez. Finalmente, el alcalde de la ciudad textil, Victorino Vizoso y Ernesto Izar, conocedores de su situación intervinieron por él ante el gobernador de Salamanca y acordaron iniciar los trámites necesarios en Madrid, entre ellas la visita al director general de Seguridad para que pudiera salir de su escondrijo. Una vez revisado el caso y visto que no tenía cuentas pendientes con ningún tribunal, la Dirección General de Seguridad dejó el caso en manos del Gobernador de Salamanca y éste en las del alcalde de Béjar, quien el 24 de diciembre de 1955 mandó llamar a Blázquez para comunicarle su nueva situación y aconsejarle que no se metiera en política. Otro de los bejaranos inquilinos de estas toperas fue Manuel Sánchez que aprovechó sus conocimientos en albañilería para

construir rápidamente en su casa un tabique suplementario y esconderse detrás de él. Se introducía en la estrecha cámara por una rendija a ras de suelo, tapada desde el interior por un cartón blanco y desde el exterior por un voluminoso y pesado armario. Allí estuvo escondido durante nueve años. Otro bejarano, Antolín Hernández, un factor ferroviario, permaneció escondido en su zulo durante 17 años, hasta que el padre Barceló, el jefe de los teatinos, lo sacó de su escondrijo, lo llevó a Salamanca y lo sacó de la cárcel, pero murió en 1958, ya que sus años escondido entre dos tabiques de la cocina donde no se podía apenas mover y menos caminar habían hecho mella en su salud. El presidente del Frente Popular, Dámaso Hernández, que era carnicero, también pasó años en su topera, primero en su propia casa, con su mujer y sus hijos, y luego trasladado en un mueble hasta un nuevo

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Domingo, 11 de septiembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO

Lecturas

Lenguaje y

fútbol

Estrategias del balompié y patadas al español

Arriba, zulo encontrado en el 2008 en Béjar (Salamanca), la última topera de la que se tiene noticia. A la izquierda, en la imagen, la única vez que su hermano pudo sacar del zulo a escondidas a Ángel Blázquez para que le diera el aire de la Sierra, el 25 de marzo de 1946, es el tercero por la izquierda, justo delante de su hermano, que está en un plano superior mirando por si venía alguien y le reconocía.

zulo en casa de unos parientes donde permaneció hasta el año 1945, cuando Franco firmó el indulto. También salió de su topera por aquel entonces Raimundo Castellano, que era el único que tenía un fusil en el año 1936 que había recogido de un camión militar accidentado junto al puente de Río Frío. Son algunos de los topos de Béjar, se piensa que más de 100 antes del año 1945, que vivieron escondidos en la España de la postguerra.

La última topera En el año 2008 se descubrió en Béjar la última topera de la que se tiene noticia, gracias a las obras de remodelación de una antigua mercería en la calle Mayor de Pardiñas. El edifico donde se encontró este escondrijo es una construcción popular de la ciudad bejarana cuya construcción data del año 1718. Esta vivienda tenía una

planta baja con bodega. Al parecer el escondite estaba encima de la bodega y se accedía a él desde dentro de la casa, sin necesidad de entrar por la calle, por lo que era más seguro para quien pretendía ocultarse. Tiene apenas cinco metros cuadrados y algo más de un metro cincuenta de altura, por lo que se hace difícil imaginar que alguien pudiera pasar parte de su vida allí. Son las medidas de una «topera» encontrada en la localidad salmantina de Béjar y que sus descubridores han respetado tal y como estaba, ya que creen que allí se escondió un hombre para evitar represalias durante la Guerra Civil o la posguerra. En su interior se han encontrado objetos que también arrojan datos sobre cómo pudo vivir «el topo». Una cazuela, un jarabe para la tos, de un tal doctor Lozano, cuya farmacia aparece en los archivos de la ciudad en el año 42, así como sellos de Franco, escrituras o una botella de licor. Los artículos que se encontraban en «la topera» también hacen indicar que seguramente dormía durante la noche en la casa, porque no había cama. Dentro del zulo había artículos que hacen indicar que los utilizaba «para matar el tiempo», ya que se ha encontrado una imagen de la Virgen de los siete puñales que está pintada con esmalte de uñas, una pistola tallada en madera y un Estatuto de los Trabajadores del Textil catalán de 1945, que podría haber utilizado como lectura. Ahondando más en la historia, descubrieron muchos espejos y creen que servirían para reflejar la claridad que llegaría de los agujeros, ya que la persona que allí se escondía leía, arreglaba zapatos y hacía manualidades, según apunta lo que encontraron.

Grado Medio y Grado Superior en Fútbol, por lo que hasta él han llegado esas malditas e impuestas normas curriculares de redacción y composición para libros de texto: una aparien✒ Francisco cia de cosa científica, vaya, una herencia más García Pérez de Loes, Logses y tracamundios reguladores de pedagogos desquiciados. Estoy seguro de que las muy interesantes explicaciones pretendidas Ay, el lenguaje, siempre el lenguaje. Es de ilupor los autores hubiesen quedado más claras, o sos esperar que un libro sobre estrategia y tácclaras al menos, sin ese corsé normativo. Pero tica del fútbol resulte un prodigio de alto estimás seguro estoy de que un esfuerzo, por parte lo, un manual de español para leer en las esde la editorial o editoriales que intervinieron en cuelas, una enciclopedia del buen decir. Pero es su publicación (hay correctores de estilo: hay justo y necesario que un libro sobre estrategia mucho licenciado en paro), en pro de un uso del y táctica del fútbol escrito en español esté esespañol que permitiera que el libro no abundacrito en español, con las reglas gramaticales del se en tanto horror gramatical lo convertiría en español, incluidas las concordancias y el uso un libro ameno, muy ilustrativo y docto sobre adecuado de los signos de puntuación. Una peun asunto, el fútbol, del que hablan millones de rogrullada, pues: los libros escritos en español personas todos los días en gran parte del mundeben estar escritos en español. Un libro que do. No es cuestión, repito, de estilo. Es cuestión puntúe a su manera, que concuerde a su manede no escribir que el portero «evitará situaciora, que contravenga normas elementales y funnes de riesgo saliendo en coberturas a su línea damentales del idioma español (ojo: sin que esmás próxima sorprendiendo al rival», pues esos te desbarajuste obedezca a un deseo estilístico gerundios nos dejan sin saber si el portero debe del autor) es un libro que no está escrito en essalir, debe sorprender o debe quedarse quieto. pañol o, concediendo Hay que poner las comucho, que está escrito mas cuando su ausencia en español pataconero, implique confusión, descohesionado e inporque al escribir que coherente. un «esquema» es un Me gusta el fútbol co«posicionamiento teórimo hincha, como especco y referencial que tador y hasta como estuadoptan los jugadores dioso (¡no como erudito, de un equipo cuando el por favor, no me confunbalón está detenido desdan! No sé cuántas vede el cual desarrollan su ces fue el Slovan Libejuego…» el relativo «el rec campeón de la Liga De la estrategia a la táctica cual» se refiere a «bacheca ni en qué mes na- (táctica y sistemas de juego) lón», con lo que el ció Enzo Francescoli, Ismael J. Díaz Galán enunciado resulta inJavier J. Feito Blanco. ni me importa). Por este Ediciones Paraninfo, 2011, comprensible, aparte de vicio futbolero leo libros 232 páginas que «posicionamiento como el que firman Isteórico y referencial» mael J. Díaz Galán y tiene tela, tela de Javier J. Feito Blanco, LOGSE y de LOE, tan lleno de buenos promalditas sean sus espósitos y de conocitampas. Lo mismo al mientos como mal escriorientar sobre la labor to, tan ambicioso en su del educador táctico paempeño como endemora pequeños: «Enseñarniadamente reiterativo y les a estas edades priconfuso... por su lamenmordialmente y de fortable mal empleo de ma correcta los esas reglas básicas del fundamentos del juego español. Ya su presentadentro de un sistema ción pública me dio maque, lejos de oprimirle la espina: al técnico Juan le potencie su comprenManuel Lillo no le entendí nada (o no hay nasión cognitiva», con esa coma solitaria, sin la da que entenderle: véase su currículo); el catecompañera que debe seguirla, sin otras anteriodrático Plácido Rodríguez Guerrero nos larres que faltan. Nunca una coma irá tras un sujegó un discurso prolijo y espeso, con una anécto, es un error frecuentísimo: «El verdadero vadota sobre Pacho Maturana cuya gracia sigo lor de la posición, se lo da el de encontrar un háhoy tratando de explicarme; el entrenador bitat cómodo…», además de sobrar ese «de» Marcelino García Toral fue tan educado y antes del infinitivo. Qué sé yo: ¿qué quiere deconciso y breve que nadie podría jurar que escir que en las concepciones del entrenamiento tuvo allí... Mala espina que me quitaron las pa- táctico moderno hay «Alta variabilidad de estílabras de Ismael J. Díaz Galán cuando explicó mulos. Gran influencia perceptiva», así, yuxtaque su libro trataba de aclarar conceptos, que puesto? ¿Qué tipo de concordancia, que sujetos no son lo mismo estrategia, táctica, técnica, esomitidos hay en «no conocen cuando aparecetilo, sistema, esquema, fundamento, concepto, rá el estímulo. Tienen que crearlos o interpreplanteamiento y consigna, que hablamos sin satarlos dentro de un contexto actual (plano cogber y que su deseo no era otro que el de poner nitivo)»? Por no hablar de la falta de tilde en orden en tanta confusión terminológica cuan- «cuando» o esa incursión psicológica y mistedo hablamos de sistema ofensivo, dibujo táctiriosa de «contexto actual (plano cognitivo)»? De cualquier modo, yo tomé muchas notas co, esquema atacante, etcétera. Me convenció, y creo que ahora ya sé que eso de táctica y técclaro, y compré el libro de inmediato. Ahí fue nica tiene mucho intríngulis, por no hablar de Troya. estrategia. ¡Ay, si se hubiese cuidado más el El libro es una especie de programa de estudios para el aspirante a Técnico Deportivo de idioma!

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El libro es una especie de programa de estudios para el aspirante a Técnico Deportivo de Grado Medio

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José Enrique Carrero-Blanco Abogado y nieto de Carrero Blanco

«El terrorismo es un negocio, antes de obligar a ETA a rendirse hay que agotarla en lo económico» ● «La disolución anticipada de las Cortes creo que ha

sido premeditada, así será Rajoy quien tenga que tomar las medidas duras y los socialistas podrán criticarlas» ✒ Pablo Gallego José Enrique Carrero-Blanco MartínezHombre nació «por orden ministerial», como afirma que su madre dice, en Cartagena (Murcia) el 9 de junio de 1981. Su padre estaba destinado allí, y en esa ciudad vivió hasta los 13 años, cuando sus padres decidieron tomar caminos separados. Desde entonces, su casa está en Asturias. «Por vocación» estudió Derecho. Ahora trabaja como abogado, tras defender la candidatura de Francisco Álvarez-Cascos y abandonar sus cargos en las Nuevas Generaciones del Partido Popular. Pero sigue afiliado al PP. Las cosas, dice, hay que cambiarlas «desde dentro». Quizá en ello influyó la herencia de su bisabuelo materno, Nicolás Martínez Agosti, registrador de la propiedad que llegó a ser alcalde de Infiesto en 1893, y cuya figura está empeñado en recuperar. A su abuelo paterno, Luis Carrero Blanco, hombre de confianza de Franco y presidente del Gobierno durante los seis últimos meses en 1973, tampoco llegó a conocerle. El 20 de diciembre de ese año, ocho antes de que su nieto naciese, ETA hizo explotar 100 kilos de Goma-2 al paso de su coche y le asesinó. La explosión fue tan violenta que el vehículo voló por los aires y cayó en la azotea de un edificio anexo a la iglesia de la que acababa de salir terminada la misa. —¿Cree que el fin de ETA está cerca? —Me gustaría creerlo, pero el terrorismo es un negocio, como la mafia. La única forma de que ETA desaparezca es agotarla a nivel económico, y después obligarla a rendirse. Guste o no, es un negocio. Los terroristas, como los capos, viven de ello, aunque esté encubierto con ideología. Entre otras

cosas, controlan el tráfico de droga en el País Vasco. —Hasta ahora la Constitución parecía intocable. ¿Qué ha cambiado para que el PSOE y el PP hayan acordado su reforma tan rápido? —Es de sentido común no gastar más de lo que se tiene, y es fundamental pagar primero al que te ha prestado dinero. Sin confianza de los mercados el grifo se cierra, y en España ha habido un parón. La gente está alarmada, así que la reforma no me parece mal. Si hubiese referéndum votaría a favor. —¿Cree que, ya puestos, las modificaciones deberían extenderse a otros artículos? —Sí. La reforma podría aprovecharse para exigir que las leyes orgánicas no requiriesen sólo una mayoría absoluta en el Congreso. Así se obligaría a un entendimiento entre el PSOE y el PP en asuntos como la Educación o el Código Penal. También para determinar, por ejemplo, las competencias del Senado. Los asuntos que son exclusivamente territoriales deberían tener el visto bueno de esa Cámara. —Difícil papeleta para el próximo presidente del Gobierno. —Es que la disolución anticipada de las Cortes, y esto lo he comentado con gente cercana al PSOE, creo que ha sido premeditada. Así será Rajoy quien tenga que tomar las medidas duras, y los socialistas podrán criticarlas. —Un anticipo lo ha dado la presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal. —La Administración se ha pasado en el gasto, así que hay que cerrar el grifo. Medidas como prohibir fumar en los bares han

SOLUCIONES A LOS PASATIEMPOS

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre. / FOTO Á. ESPINA

sido un flaco favor a los comercios y han contribuido a un descenso en el consumo. Eso, en una época de crisis económica, no se puede ni plantear. —¿Cree que Rajoy lo va a tener tan fácil para ganar, incluso para conseguir mayoría absoluta, como mucha gente dice? —Eso parece, pero darlo ya por ganado puede ser un gran error. Es lo que pasó en 2004, y no se gana hasta que no se ha depositado el último voto. En el PP, salvo en Asturias, hay un clima exultante, porque ven que han arrasado, pero hace falta prudencia. —¿En qué sentido? —Parte de sus mayorías en las elecciones autonómicas se debe al castigo que los votantes han dado a quienes estaban antes en el Gobierno. Les han prestado un voto que, en otras circunstancias, quizá no sería suyo. —¿Cree que el anuncio de Foro Asturias de presentar candidatura en las generales también por Madrid es un «ajuste de cuentas» con Rajoy, como dice el PSOE?

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No se puede tener fe ciega en los políticos. No vale decir que tienes los bolsillos de cristal si no los enseñas. Hemos llegado a tal demagogia que tenemos que creer que las cosas son verdad porque ellos lo dicen

—Yo creo que responde a la idea de conseguir un grupo parlamentario propio en el Congreso. Nadie se puede creer que era posible lograrlo sólo con los votos de Asturias. Pero en Madrid conseguir 182.000 votos — cifra necesaria, según los cálculos, para lograr un diputado por esa circunscripción—

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Domingo, 11 de septiembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO

«De mi abuelo destacaba su austeridad, nunca se aprovechó de la política»

Pilates

✒ P. Gallego —¿Ser descendiente de Luis Carrero Blanco le hace sentirse heredero de un cierto legado o de una cierta forma de hacer las cosas? —Ser descendiente de quien soy, por ambas ramas, implica no meterte en líos y tener mucha prudencia. Cualquier cosa puede manchar a la familia. Si eres un Pérez Rodríguez, por ejemplo, nadie te dice nada, pero si yo hago una gamberrada, el que es sectario pensará «¿cómo no lo va a hacer?». Implica una cierta responsabilidad. —¿Ha podido leer la entrada relativa a su abuelo en el Diccionario Biográfico Español de la Academia de la Historia? —No, no he tenido oportunidad. —¿Qué le parece la polémica que rodea a la obra? —No debería hacerse política sobre la historia. Yo puedo polemizar sobre decisiones políticas, pero la historia debería moverse en términos académicos. No se puede aplicar la vertiente política a todo. Lo que hay que exigir es que diga la verdad, nada más. —Quienes la critican dicen que no es objetiva y piden que se rectifique. —Si un comentario piensan que no está bien, luego vendrá otro historiador que lo refutará. La democracia también consiste en opinar libremente, no en machacar. —Usted no llegó a conocer a su abuelo. ¿Qué historias le llegaron sobre él? ¿Qué recuerdos le contaron? —Me han contado muchas anécdotas. Cómo mi abuelo, por ejemplo, cuando uno de sus hijos no quería comerse las lentejas, se las ponía de cena o de desayuno hasta que las comía. Gente de fuera de la familia siempre ha destacado su austeridad. No cambiaba de lápiz mientras diera para escribir. Para evitar polémicas compraba bonos del Estado, para que nadie pudiese decir que si compraba acciones de una determinada empresa lo había hecho por interés. Y nunca se aprovechó de la política, no se lucró. A lo largo de su vida política en Madrid, incluso como presidente del Gobierno, vivió en dos casas de alquiler, como cualquier hijo de vecino.

es mucho. Más que los votos que obtuvo aquí. Los asturianos que viven en Madrid pueden hacer algo, pero no todo, y no veo a los madrileños votando a un partido basado en Asturias. —¿Conseguir el grupo parlamentario despejaría dudas sobre la continuidad de Foro Asturias más allá de esta legislatura? —Si Cascos gestiona Asturias decentemente bien y continúa como presidente del Principado en la próxima legislatura, sí que puede ser la consolidación de Foro. Las otras opciones son que Cascos haya buscado el poder para, antes o después, volver al PP con toda su tropa y el mando en plaza, o que Mariano Rajoy haga con Foro como con Unión del Pueblo Navarro (UPN). —¿Cree que es posible llegar a un pacto de gobierno entre Foro y el PP? —Dependerá de lo que pase en las generales. —¿Se imagina a Rajoy preocupado? —Me da la sensación de que piensa

obtener una mayoría absoluta tan holgada que lo que pase en Asturias... —¿Seguirá dejando hacer? —Es que Rajoy es muy gallego. Dejó hacer el año pasado y mire el Cristo que se montó. —¿Cree que el movimiento del 15-M y los «indignados» influirán en el compromiso de los políticos tras las generales? —Hay motivos de sobra para estar indignados, los políticos se lo han ganado a pulso, pero veo problemas en quién controla ese movimiento. El 15-M era una representación bastante fiel de la sociedad, digamos que había de todo. Hoy se asocia a cierta ideología. Me pregunto por qué no se han atrevido a montar un partido político. —Dicen que no creen en ellos. —Yo tampoco estoy de acuerdo con todo lo que ocurre en el PP, y soy de los que piden que haya una renovación, pero las cosas hay que cambiarlas desde dentro. Intentarlo desde fuera es una utopía. Ya no ocupo cargos, pero sigo en el partido.

Neck pull Es un ejercicio de potenciación abdominal y articulación de columna hacia la flexión

✒ Nieves Álvarez (*) Neck Pull o Tracción del Cuello es un ejercicio de potenciación abdominal y articulación de columna hacia la flexión con el que además conseguimos alargamiento de la musculatura posterior. Lo importante del ejercicio es centrar el esfuerzo en la musculatura abdominal profunda y en la articulación de la columna tanto al subir como al bajar, sin cargar el cuello ni tirar de brazos y/o piernas. POSICIÓN INICIAL: Tumbado boca arriba, la pelvis y la columna en neutral. Las piernas extendidas a lo largo de la colchoneta, separadas a la anchura de las ca-

deras con los tobillos en flexión dorsal. Las manos detrás de la columna, las escápulas estabilizadas. Inspire: inicie con una flexión craneovertebral, estabilice las escápulas, después flexione a través de la columna torácica. Mantenga los codos anchos. Espire: continúe rodando la columna por encima de la colchoneta secuencialmente a través del powerhouse hasta que el peso esté encima de los isquiones y el tronco esté flexionando hacia delante por encima de las piernas. Inspire: mantenga la pelvis vertical y alargue la columna a neutral, articulando secuencialmente desde el cóccix hasta la cabeza. Espire: haga descender la columna, vértebra tras vértebra hacia la colchoneta. Estírese mientras desciende. REPETICIONES: De 3 a 5

RECOMENDACIONES: -Expulsar todo el aire al espirar. -Mantener siempre la contracción abdominal (abdomen dentro y arriba). -Articular toda la espalda, sobre todo la región lumbar. -Presionar entre las piernas como sujetando una pelota entre ellas. -Sujetar los talones pegados al suelo y tirando de ellos hacia delante, los codos abiertos y los hombros muy separados del cuello que se alarga atrás. -Crear oposición entre piernas y tronco desde el centro abdominal como un elástico del que tiramos en dos sentidos (sin dejar de articular). ¡ATENCIÓN! – Con los problemas cervicales. –Con los problemas lumbares.

«Moviliza todas las vértebras y todo tu cuerpo, potenciándolo a la vez que lo alargas». (*) Especialista en Pilates. Centro Pilates.

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La mirada de Lúculo Crónicas gastronómicas

El batallón de la «fée verte» Principio y final de la absenta, una bebida legendaria extremadamente alcohólica, de efectos supuestamente alucinógenos y vinculada a la historia del malditismo

✒ Luis M. Alonso No se trata de una bebida cualquiera, sino de algo que forma parte del espíritu de un tiempo. La absenta tiene tras de sí una historia fascinante. Su sabor, los orígenes y cierta leyenda contribuyen a ella, en mayor medida que en el caso de otras bebidas. Sus supuestos efectos sobre el cerebro –se cree que causa alucinaciones, convulsiones epilépticas, y locura– forman parte del mito. Como sabrán, sirvió de inspiración a muchos artistas y escritores de los siglos XIX y XX: Van Gogh, Toulouse-Lautrec, Rimbaud, Baudelaire, Wilde, Poe, Degas y Picasso. En el caso de Verlaine, su ruina física y moral se atribuyó al elevado consumo de ajenjo. Su relación de amor y odio con esta bebida le llevó a dedicarle unos versos: «¡Bebe para olvidar!/ La absenta es una/ que lleva la luna/ en su delantal». La absenta, ocasionalmente, se convirtió en una tentación para los prohibicionistas en todo el mundo. En francés se la empezó a conocer por absinthe; por wormwood, en inglés; en italiano por assenzio y en alemán, por wermouth. La bebida insignia del malditismo comenzó siendo un tónico creado por el doctor Pierre Ordinaire en 1792, basado en las propiedades medicinales conocidas de una hierba llamada ajenjo. El ajenjo había sido utilizado desde la antigüedad para tratar enfermedades y fiebres, dolores menstruales, anemia, gota, epilepsia, cálculos renales, cólicos, dolores de cabeza, reumatismo, ictericia, y para ayudar en el parto. Estimulante y antiséptico, se utilizó para tratar las lombrices intestinales y de ahí, supuestamente, obtuvo su nombre. Fue un militar, vaya, quien vio sus posibilidades alcohólicas y compró la fórmula. Un pariente suyo, Henri-Louis Pernod, abrió una fábrica de producción de ajenjo. En 1805, Pernod Fils se convirtió en una de las empresas de mayor éxito en Francia. Varios factores contribuyeron a la enorme popularidad de la absenta. Uno de ellos fueron los pulgones, que atacaron y destruyeron gran parte de los viñedos de Francia. Ello trajo consigo la escasez de vinos. Otro, era los soldados franceses que regresaban de Argelia. Desde 1844 hasta 1847 las tropas francesas, conocidas como el Afrique d’Bataillon, utilizaban la famosa sopa de absenta –el ajenjo mezclado con agua o vino– como un remedio para la disentería. Cuando los soldados regresaron a Francia, continuaron bebiendo la mezcla por placer. Debido a la demanda, las fábricas de absenta crecieron como los hongos y el precio de este aguardiente cayó en picado. De repente, beber un líquido verduzco con sabor a regaliz era la forma más barata de drogarse. Pero ¿qué hizo tan misteriosa a la absenta? Para empezar, combinada con agua, se volvió de un color blanco opalescente. Incluso tenía su propio ritual y parafernalia. Una cuchara plana se apoyaba en el borde de un vaso con un terrón de azúcar en la parte superior y el agua goteaba lentamente sobre ella. Resultaba hipnotizante.

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La fábricas de absenta crecieron y el precio cayó en picado. De repente, beber un líquido verduzco con sabor a regaliz era la forma más barata que existía de drogarse Los parisinos se reunían en los muchos cafés que iban surgiendo para disfrutar juntos del rito, compartiendo una jerga. El ambiente creado por este espíritu de 68 grados alcohólicos era alucinante. Llegó a ser conocido por el color blanco verdoso que adquiría al mezclarse con el agua

como la fée verte, el hada verde, diosa verde, musa verde y opaline. Los ciudadanos que se consideraban respetables, asustados por el nuevo fenómeno contracultural, empezaron a condenarlo. Intentaron prohibir la absenta. Algunos asesinatos espantosos fueron atribuidos a los excesos del ajenjo hasta que en 1912 se prohibió, primero en Francia y, luego, en Estados Unidos. En 1915 se decretó una ley contra ella. Otros países siguieron la estela. En 1920, los licores de anís se legalizaron sólo que sin el ajenjo. Pernod Fils comenzó la producción de su versión de pastís, que consistía en el embotellado de anís, aromas de regaliz y el 40 por ciento de contenido de alcohol. Pernod hoy se puede disfrutar legalmente, igual que las diferentes marcas del popular pastís, el aperitivo nacional en Francia. La base del pastís es el anetol, esencia que se destila del anís estrellado. Pero también puede ser del hinojo o del estragón. Su composición lleva raíz de regaliz y un gran número de hierbas provenzales

maceradas en agua y alcohol, de acuerdo con la receta tradicional: menta, hojas de abedul, verbena, albina, maíz, hojas de grosellero, semillas de adormidera, tomillo, manzanilla, canela, comino, perejil, hinojo y cilantro. El pastís lo introdujo Paul Ricard –la bebida se ha identificado con esta etiqueta del primer productor nacional– en Marsella, en 1932, después de haber experimentado con las destilaciones campesinas. El matrimonio del anís estrellado con las plantas y sus especias, como reza en el lema de otro fabricante, Henry Bardouin, de Forcalquier, en la Alta Provenza, mi favorito. Este hermano menor de la absenta ha tenido y tiene, además, una utilización en cocina. De hecho, son varios los postres y flambeados que llevan el nombre de Pernod y su sabor anisado y aromático combina especialmente bien con los caracoles, siempre y cuando haya una proporción adecuada al mezclarlo con la mantequilla y el perejil.

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