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Libreto
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Wolfgang Amadeus Mozart
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Lucio Silla Opera seria en tres actos Libreto de Giovanni de Gamerra, con modificaciones de Pietro Metastasio. Música de Wolfgang Amadeus Mozart. Estrenada el 26 de diciembre de 1772 en el Teatro Regio Ducal de Milán Personajes: Lucio Silla, dictador (tenor) Giunia, hija de Gajo Mario y prometida de Cecilio (soprano) Cecilio, senador proscrito (soprano) Lucio Cinna, patricio romano, amigo de Cecilio y enemigo secreto de Lucio Silla (soprano) Celia, hermana de Lucio Silla (soprano) Aufidio, tribuno, amigo de Lucio Silla (tenor)
Guardias, senadores, nobles, soldados, pueblo, muchachas.
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ATTO PRIMO
ACTO I
Solitario recinto sparso di molti alberi con rovine d’edifizi dirocatti. Riva del Tebro. In distanza veduta del Monte Quirinale con piccolo tempio in cima. Cecilio, indi Cinna.
Recinto solitario con muchos árboles y ruinas de edificios a orillas del Tíber. Lejos se ve el monte Quirinal con un pequeño templo en la cima. En escena vemos a Cecilio y luego llega Cinna.
Scena prima
Escena primera
CECILIO Oh ciel, l’amico Cinna qui attendo invan. L’impazienza mia cresce nel suo ritardo. Oh come mai è penoso ogn’istante al cor uman, se pende fra la speme e il timor! I dubbi miei... Ma non m’inganno. Ei vien. Lode agli Dei.
CECILIO ¡Oh, cielos, el amigo Cinna aquí en vano espero! Mi impaciencia se acrece con su retraso. ¡Oh, cuán penoso resulta cada instante al corazón humano, si pende entre el temor y la esperanza! Mis dudas... Mas no me engaño. Ahí viene. ¡Loados sean los dioses!
CINNA Cecilio, oh con qual gioia pur ti riveggio! Ah lascia che un pegno io t’offra or che son lieto appieno, d’amistade, e d’affetto in questo seno.
CINNA Cecilio, ¡oh, qué alegría volver a verte! Deja que ahora que ya me siento feliz te ofrezca una muestra de amistad y afecto.
CECILIO Quanto la tua venuta accelerò coi voti l’inquieta alma mia. Quai non produsse la tua tardanza in lei smanie, e spaventi, e quali immagini funeste s’affollano al pensier. L’alma agitata s’affanna, si confonde...
CECILIO No sabes hasta qué punto tu venida deseada ha acelerado mi alma inquieta. Ni sabes las angustias y temores que le ha provocado tu tardanza. ¡Qué imágenes funestas perturbaban mi pensamiento! El alma agitada sufre confusa...
CINNA Il mio ritardo altro motivo asconde. Tutto da me saprai.
CINNA Mi retraso esconde otro motivo. Ya te lo contaré.
CECILIO Deh non t’offenda l’impazienza mia... Giunia... la cara, la fida sposa è sempre tutt’amor, tutta fé? Que’ dolci affetti ch’un tempo a me giurò, rammenta adesso? È il suo tenero core anche l’istesso?
CECILIO Que no te ofenda mi impaciencia... Giunia... mi querida y fiel esposa ¿continúa siendo toda amor y lealtad? ¿El dulce afecto que un día me juro aún recuerda? ¿Es el mismo su tierno corazón?
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CINNA Ella stinto ti piange.
CINNA Llora en la creencia de tu muerte.
CECILIO Ah come?... Ah dimmi!: e chi tal menzogna osò d’immaginar?
CECILIO ¿Y cómo?... ¡Ah, dime! Dime: ¿quién ha esparcido tal mentira?
CINNA L’arte di Silla per trionfar del di lei fido amore.
CINNA La astucia de Silla para doblegar el fiel amor que ella siente por ti.
CECILIO (in atto di partire) A consolar si voli il suo dolore.
CECILIO (disponiéndose a marchar) Corramos a consolar su dolor.
CINNA Deh t’arresta. E non sai, che’l tuo ritorno è così gran delitto, che guida a morte un cittadin proscritto?
CINNA ¡Detente! No sabes aún que tu retorno es un delito muy grande que conduce a la muerte al ciudadano proscrito.
CECILIO Per serbarmi una vita, ch’odio senza di lei, dunque lasciar potrei la sposa in preda a un ingiusto, a un crudel?
CECILIO Para conservar una vida, que sin ella odiaría, ¿debería dejar a la esposa en manos de un ser injusto y cruel?
CINNA M’ascolta. E dove, di riveder tu speri la tua Giunia Fedel? nel proprio tetto Silla la trasse...
CINNA Escucha. Y ¿dónde esperas volver a ver a tu fiel Giunia? Silla se la llevó bajo su propio techo.
CECILIO E Cinna ozioso spettator soffrì?
CECILIO ¿Y Cinna lo permitió cual espectador ocioso?
CINNA Che mai solo tentar potea? Pur troppo è vano il contrastar con chi ha la forza in mano.
CINNA ¿Y qué podía intentar? Resulta además vano oponerse a quien tiene la fuerza.
CECILIO Dunque, nemici Dei, di riveder la sposa più sperar non poss’io?
CECILIO Así, pues, dioses enemigos, ¿no puedo esperar que vuelva a ver a mi esposa?
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CINNA M’odi. Non lungi da questa ignota parte il tacito recinto ergesi al ciel, che nelle mutte soglie de’ traspassati eroi le tombe accoglie.
CINNA Escucha. No lejos de esta ignota parte, se abre al cielo el silencioso recinto que en sus callados rincones acoge las tumbas de los héroes difuntos.
CECILIO Che far degg’io?
CECILIO ¿Y yo qué debo hacer?
CINNA Passarvi per quel sentiero ascoso, che fra l’ampie rovine a lui ne guida.
CINNA Pasar por este sendero oculto que, por entre las ruinas, lleva hasta allí.
CECILIO E colà che sperar?
CECILIO ¿Y allí qué debo esperar?
CINNA Sai che confina col palagio di Silla. In lui sovente da’ suoi fidi seguita fra’l dì Giunia vi scende. Ivi sovente alla mest’urna accanto del genitor, la suol bagnar di pianto. Sorprenderla potrai. Potrai nel seno farle destar la speme che già s’estinse, e consolarvi insieme.
CINNA Ya sabes que confina con el palacio de Silla. A menudo allí acude Giunia, acompañada de sus fieles, allí, junto a la triste urna de su padre, suele de llanto bañarla. Podrás sorprenderla. Podrás en su pecho despertar la esperanza que se apagó, y consolaros juntos.
CECILIO Oh me beato!...
CECILIO ¡Oh, qué feliz sería!
CINNA Altrove co’ molti amici in tua diffesa uniti frattanto io veglierò. Gli Dei oggi render sapran dopo una lunga vil servitù penosa la libertà a Roma, a te la sposa. Vieni ov’amor t’invita, vieni, che già mi sento del tuo vicin contento gli alti presagi in sen. Non è sempre il mar cruccioso, non è sempre il ciel turbato, ride alfin lieto, e placato fra la calma, ed il seren. (Parte.)
CINNA Yo y muchos amigos, en tu defensa unidos, mientras tanto velaremos. Hoy los dioses deberán devolver, tras larga y penosa servidumbre, a Roma su libertad, y a ti tu esposa. Ven a donde el amor te invita, ven, pues ya siento en mi pecho los elevados presagios de tu cercana alegría. No siempre está el mar furioso, no siempre el cielo está cubierto, al fin, ríe contento y apaciguado entre la calma y el tiempo sereno. (Sale.)
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Scena seconda
Escena segunda
CECILIO Dunque sperar poss’io di pascer gli occhi miei nel dolce idolo mio? Già mi figuro la sua sorpresa, il suo piacer. Già sento suonarmi intorno i nomi di mio sposo, mia vita. Il cor nel seno col palpitar mi parla de’ teneri trasporti, e mi predice... Oh ciel sol fra me stesso qui di gioia deliro, e non m’afretto la sposa ad abbracciar? Ah forse adesso sul morir mio delusa priva d’ogni speranza, e di consiglio lagrime di dolor versa dal ciglio! Il tenero momento premio di tanto amore già mi dipinge il core fra i dolci supi pensier. E qual sarà il contento, ch’al fianco suo m’aspetta, se tanto ora m’alletta l’idea del mio piacer? (Parte.)
CECILIO ¿Puedo entonces esperar que mis ojos contemplen a mi ídolo? Ya me imagino su sorpresa, su placer. Ya oigo cerca pronunciar los nombres de esposo, vida mía. El corazón en el pecho me habla con su palpitar de tiernos transportes, y me predice... ¡Oh, cielos! ¿Aquí estoy solo conmigo mismo, deliro de gozo y no corro a abrazar a mi esposa? Quizás en este mismo instante, creyéndome muerto, privada de esperanza y consejo, llora sin descanso de dolor. El tierno momento, premio de tanto amor, ya me pinta el corazón con sus dulces pensamientos. ¡Y cuál no será la alegría que me espera a su lado, si ahora mismo tanto me contenta la idea de mi placer! (Sale.)
Scena terza
Escena tercera
Appartamenti destinati a Giunia, con statue delle più celebri donne romane. Silla, Celia, Aufidio, e Guardie.
Habitaciones destinadas a Giunia, con estatuas de las más célebres mujeres romanas. En escena Silla, Celia, Aufidio y soldados de la guardia.
SILLA A te dell’amor mio, del mio riposo, Celia, lascio il pensier. Rendi più saggia l’ostinata di Mario altera figlia. E a non sprezzarmi alfin tu la consiglia.
SILLA Te dejo, Celia, el cuidado de mi amor, de mi reposo. Vuelve más sensata a la obstinada y altiva hija de Mario. Aconséjale que no me desprecie.
CELIA German sai, che finora tutto feci per te. Vuò lusingarmi di vederla cangiar.
CELIA Ya sabes, hermano, que hasta ahora lo he hecho todo por ti. Quiero poder alabarme de haberla hecho cambiar.
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AUFIDIO Quella superba colle preghiere, e coi consigli in vano sia che si tenti. Un dittator sprezzato che da Roma, e dal mondo inter s’ammira, s’altro non vale, usi la forza, e l’ira.
AUFIDIO En vano intentas con ruegos y consejos obtener algo de esa orgullosa. Un dictador despreciado, que Roma y el mundo entero admiran, debe usar la fuerza y la cólera si otra cosa no vale.
SILLA E la forza userò. La mia clemenzia non mi fruttò che sprezzi, e ingiuriose repulse d’una femmina ingrata. In questo giorno mi segua all’ara, e paghi renda gli affetti miei, o il nuovo sol non sorgerà per lei.
SILLA Y la fuerza usaré. Mi clemencia solo me ha reportado desprecios y rechazos injuriosos por parte de una mujer ingrata. Hoy mismo al ara va a seguirme, y así pagará mis afectos, o ya no verá la luz del nuevo día.
CELIA Ah Silla, ah mio germano per tua cagione io tremo, se trasportar ti lasci a questo estremo. Pur troppo, ah sì pur troppo la violenzia è spesso madre fatal d’ogni più nero eccesso.
CELIA ¡Ah, Silla, hermano mío! Temo por tu razón, si te dejas llevar a tal extremo. ¡Ah, sí, demasiado a menudo es la violencia la madre fatal de todo exceso funesto y pernicioso!
SILLA Da tentar che mi resta, se ostinata colei mi fugge, e sprezza?
SILLA ¿Y qué me queda por probar, si huye de mí esa obstinada y me desprecia?
CELIA Adoprar tu sol devi arte, e dolcezza. S’è ver, che sul tuo core vantai finor qualche possanza, ah lascia, che da Giunia men corra. Ella fra poco da te verrà. L’ascolta forse fia che una volta cangi pensier.
CELIA Solo hay que usar sutileza y dulzura. Si es cierto que sobre tu corazón cierto poder tengo, ¡ah, déjame que vaya a ver de inmediato a Giunia y muy pronto a ti vendrá! Escúchala, quizás esta vez cambiará de idea.
SILLA Di mia clemenza ancora prova farò. Giunia s’attenda e seco parli lo sposo in me. Ma non s’abusi dell’amor mio, di mia bontade, e tremi, se Silla alfine inesorabil reso favellerà da dittatore offeso.
SILLA De clemencia daré de nuevo prueba. Esperaré a Giunia y por ella voy a hacer que en mí hable el esposo. Pero que no abuse de mi amor, de mi bondad, y ya puede temblar si al final Silla, de forma inexorable, debe hablar cual dictador ofendido.
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CELIA German di me ti fida. Oggi più saggia Giunia sarà. Finora una segreta speme forse il cor le nutrì. Se cadde estinto lo sposo suo, più non resta omai amorosa lusinga. I prieghi tuoi cauto rinova. Un amator vicino se d’un lontan trionfa, il trionfare d’un amator, che già di vita è privo, è più agevole impresa a quel ch’è vivo. Se lusinghiera speme pascer non sa gli amanti anche fra i più costanti languisce fedeltà. Quel cor sì fido, e tenero, ah sì quel core istesso così ostinato adesso quel cor si piegherà. (Parte.)
CELIA Confía en mí, hermano. Hoy Giunia será más sensata. Quizás hasta ahora una secreta esperanza le nutría el alma. Si muerto está el esposo, ya no le queda ilusión amorosa. Cautamente tus ruegos renueva. Si un amante cercano triunfa sobre uno lejano, triunfar sobre un amante ya no vivo es todavía tarea más fácil para el que sí está vivo. Si una halagüeña esperanza no alimenta a los amantes, incluso entre los más constantes la fidelidad languidece. Aquel corazón tan fiel y tierno, ¡ah, sí!, aquel mismo corazón ahora tan obstinado, seguro que va a doblegarse. (Sale.)
Scena quarta
Escena cuarta
AUFIDIO Signor, duolmi vederti ai rifiuti, agl’insulti esposto ancor. Alle preghiere umili s’abbassi un cor plebeo. Ma Silla, il fiero terror dell’Asia, il vincitor di Ponto, l’arbitro del Senato, e che si vide un Mitridate al suo gran piè sommesso, s’avvilirà d’una donzella appresso?
AUFIDIO Señor, me duele verte expuesto aún a los insultos y al rechazo. Que se rebaje el corazón plebeyo a los ruegos humildes. Pero Silla, feroz terror de Asia, vencedor del Ponto y árbitro del Senado, el que tuvo a Mitridates sometido a sus pies, ¿va a envilecerse por una doncella?
SILLA Non avvilisce amore un magnanimo core, o se’l fa vile, infra gli Eroi, che le provincie estreme han debellate, e scosse, un sol non vi saria, che vil non fosse. In questo giorno, amico, sarà Giunia mia sposa.
SILLA El amor no envilece a un corazón magnánimo, o si vil lo vuelve, entre los héroes que por las armas han sometido las remotas provincias, no habría ni uno solo que vil no fuera. Hoy mismo, amigo mío, Giunia será mi esposa.
AUFIDIO Ella sen viene. Mira in quel volto
AUFIDIO Ahora viene. Mira cómo en su rostro
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espresso un ostinato amore, un odio interno, un disperato duolo.
lleva impreso un obstinado amor, un odio interior, un desesperado dolor.
SILLA Ascoltarla vogl’io. Lasciami solo. (Aufidio parte.)
SILLA Quiero escucharla. Déjame solo. (Aufidio parte.)
Scena quinta
Escena quinta
SILLA Sempre dovrò vederti lagrimosa e dolente? Il tuo bel ciglio una sol volta almeno non fia che si rivolga a me sereno? Cielo! tu non rispondi? Sospiri? ti confondi? ah sì, mi svela perchè così penosa t’agiti, impallidisci, e scansi ad arte d’incontrar gli occhi tuoi negli occhi miei?
SILLA ¿Siempre tengo que verte llorosa y dolida? ¿Ni una sola vez podrán tus ojos dirigirme una mirada serena? ¡Cielos! ¿No me respondes? ¿Suspiras? ¿Te turbas? ¡Ah, revélame por qué, apesadumbrada, te agitas tanto y palideces, y haces lo posible para evitar que mis ojos encuentren los tuyos!
GIUNIA Empio, perchè sol l’odio mio tu sei.
GIUNIA ¡Impío! Porque solo eres objeto de mi odio.
SILLA Ah no, creder non posso, che a danno mio s’asconda sì fiera curdeltà nel tuo bel core. Hanno i limiti suoi l’odio e l’amore.
SILLA ¡Ah, no! No puedo creer que, para causarme daño, se esconda esa feroz crueldad en tu bello corazón. El odio, como el amor, tiene sus límites.
GIUNIA Il mio non già. Quant’amerò lo sposo, tanto Silla odierò. Se fra gli estinti l’odio giunge, e l’amor, dentro quest’alma che ad onta tua non cangerà giammai, egli il mio amor, tu l’odio mio sarai.
GIUNIA No en mí. Cuanto más amo a mi esposo más odio siento hacia Silla. Si llega hasta los muertos el odio y el amor, en mi alma, que a pesar tuyo no va a cambiar, él es mi amor y tú serás mi odio.
SILLA Ma dimmi: in che t’offesi per odiarme così? che non fec’io, Giunia, per te? La morte il genitor t’invola, ed io ti porgo nelle mie mura istesse un generoso asilo. Ogni dovere dell’ospitalità qui teco adempio, e pur segui ad odiarmi, e Silla è un empio?
SILLA Pero dime: ¿en qué te ofendí para que me odies tanto? ¿Qué no hice por ti, Giunia? La muerte se llevó a tu padre y yo, entre estos muros, te ofrecí generoso asilo. Cumplo contigo todos los deberes de la hospitalidad, y tú continúas odiándome, ¿y es Silla impío?
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GIUNIA Stender dunque dovrei le braccia amanti a un nemico del padre? E ti scordasti quanto contro di lui barbaro oprasti? In doloroso esiglio fra i cittadin più degni languisce, e more alfin lo sposo mio, e chi n’è la cagione amar degg’io? Per tua pena maggior, di nuovo il giuro, amo Cecilio ancor. Rispetto in lui benchè morto, la scelta del genitor. Se l’inuman destino dal fianco mio lo tolse per secondare il tuo perverso amore ah sì, viverà sempre in questo core.
GIUNIA ¿Y yo debo abrir mis brazos amantes a un enemigo de mi padre? ¿Has olvidado con qué crueldad obraste contra él? A un doloroso exilio, entre los ciudadanos más dignos, languidecía y al final murió mi esposo, ¿y debo amar a quien fue la causa de todo? Para mayor pena tuya, juro de nuevo que aún amo a Cecilio. Respeto en él, aunque esté muerto, la elección de mi padre. Si el inhumano destino lo apartó de mi lado para secundar tu perverso amor, ¡ah, sí!, puedes estar seguro de que vivirá en mi corazón por siempre jamás.
SILLA Amalo pur superba, e in me detesta un nemico tiranno. Or senti. In faccia di tanti insulti io voglio tempo lasciarti al pentimento. O scorda un forsennato orgoglio, un inutile affetto, un odio insano, o a seguir ti prepara nell’Erebo fumante e tenebroso l’ombra del genitor, e dello sposo.
SILLA Pues ámale con tu soberbia, y en mí detesta a un enemigo tirano. Y escucha. A pesar de tantos insultos, quiero dejarte tiempo para que te arrepientas. Olvida tu orgullo insensato, el afecto inútil y el odio insano, o prepárate para seguir al Erebo humeante y tenebroso la sombra de tu padre, y al mismo tiempo la de tu esposo.
GIUNIA Coll’aspetto di morte del gran Mario una figlia presumi d’avvilir? Non avria luogo nell’alma tua la speme chè oltraggia l’amor mio se provassi, inumano, di che capace è un vero cor romano.
GIUNIA ¿Con la imagen de la muerte intentas envilecer a la hija del gran Mario? No tendría cabida en tu alma la esperanza que ultraja mi amor, si supieses, inhumano, de qué es capaz un corazón romano de verdad.
SILLA Meglio al tuo rischio, o Giunia, pensa, e risolvi. Ancora un resto di pietade sol perchè t’amo ascolto. Ah sì, meglio risolvi...
SILLA Más vale que pienses, Giunia, en el riesgo que corres, y decídete. Aún me queda una pizca de piedad, pero solo porque te quiero. ¡Ah, sí, más vale que te decidas!
GIUNIA Ho già risolto. Del genitore estinto ognora io voglio
GIUNIA Ya lo tengo decidido. Del padre extinto quiero
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rispettare il comando; sempre Silla aborrire, sempre adorar lo sposo, e poi morire. Dalla sponda tenebrosa vieni o padre, o sposo amato d’una figlia, ed d’una sposa a raccor l’estremo fiato... Ah tu di sdegno, o barbaro smani fra te, deliri, ma non è questa o perfido la pena tua maggior. Io sarò paga allora di non averti accanto, tu resterai frattanto coi tuoi rimorsi al cor. (Parte.)
respetar siempre el mandato: aborrecer a Silla siempre, y siempre adorar a mi esposo, para luego morir. Desde la tenebrosa orilla, ven, ¡oh, padre!, ¡oh, esposo adorado!, a recoger el último suspiro de una hija, de una esposa... Ah, para tus adentros, bárbaro, enloqueces y deliras; pero no es esta, pérfido, tu mayor pena. Yo estaré entonces satisfecha de no tenerte al lado, y tú, en cambio, continuarás con remordimientos en tu corazón. (Sale.)
Scena sesta
Escena sexta
SILLA E tollerare io posso sì temerari oltraggi? A tante offese non si scote quest’alma? E chi la rese insensata a tal segno? Un dittatore così s’insulta, e sprezza da folle donna audace? E pure, oh mio rossor! e pur mi piace! Mi piace? E il cor di Silla della sua debolezza non arrossisce ancora? Taccia l’affetto, e la superba mora. Chi non mi cura amante disdegnoso mi tema. A suo talento crudel mi chiami. Aborra la mia destra, il mio cor, gli affetti miei, a divenir tiranno in questo dì commincerò da lei. Il desìo di vendetta e di morte sì m’infiamma, e sì m’agita il petto, che in quest’alma ogni debole affetto disprezzato si cangia in furor. Forse nel punto estremo della fatal partita mi chiederà la vita, ma sarà il pianto inutile, inutile il dolor. (Parte colle guardie.)
SILLA ¿Y yo debo tolerar ultrajes tan temerarios? ¿No se revuelve el alma ante tantas ofensas? ¿Qué la ha vuelto insensata hasta tal punto? ¿Puede una mujer audaz insultar así y menospreciar a un dictador? Y aun así, ¡oh, rubor mío!, me gusta. ¿Me gusta? ¿Y el corazón de Silla no se ruboriza aún más por su debilidad? Calle el afecto y muera la orgullosa mujer. Quien no me trata con amor que tema mi cólera. Que me llame cruel, si le place. Que aborrezca mi mano, mi corazón, mis afectos, pues yo para ella desde hoy mismo empiezo a ser un tirano. El deseo de venganza y de muerte tanto inflama y me agita el pecho que en mi alma todo pequeño afecto, menospreciado, se vuelve furor. Quizás en el punto extremo de la fatal partida, me vas a suplicar por tu vida, pero será un inútil llanto y un inútil dolor. (Sale con la guardia.)
Libreto 89
Scena settima
Escena séptima
Luogo sepulcrale molto oscuro co’ monumenti degli eroi di Roma. Cecilio solo.
Oscura necrópolis con los monumentos a los héroes de Roma. Cecilio está solo.
CECILIO Morte, morte fatal della tua mano ecco le prove in queste gelide tombe. Eroi, duci, regnanti che devastar la terra, angusto marmo or qui ricopre e serra. Già cento bocche e cento dei lor fatti echeggiò stupito il mondo. E or qui gl’avvolge un muto orror profondo Oh Dei!... Chi mai s’apressa? Giunia... la cara sposa?... Ah non è sola; m’asconderò, ma dove? Oh stelle! in petto qual palpito!... qual gioia!... e che far degg’io? Restar?... partir?... oh ciel! Dietro a quest’urna a respirar mi celo. (Si nasconde dietro l’urna di Mario.)
CECILIO Muerte, muerte fatal, he aquí las pruebas de tu trabajo en estas gélidas tumbas. Héroes, caudillos, reinantes que devastaron la tierra, ahora yacen encerrados en estrecho mármol. En mil y una bocas sus hechos resonaron por el mundo con admiración. Aquí les envuelve un mudo horror profundo. ¡Oh, dioses!... ¿Quién se acerca? ¿Giunia, mi amada esposa? ¡Ah, no viene sola! Me esconderé, ¿pero dónde? ¡ Oh, cómo me late el corazón!... ¡Qué gozo! ¿Y ahora qué hago? ¿Me quedo? ¿Me voy?... ¡Oh, cielos! Tras esta urna me oculto a respirar. (Se esconde tras la urna de Mario.)
Scena ottava
Escena octava
S’avanza Giunia col seguito di donzelle, e di nobili al lugubre canto del seguente coro.
Avanza Giunia con un séquito de doncellas y de nobles que entonan un canto lúgubre.
CORO Fuor di queste urne dolenti deh n’uscite alme onorate, e sdegnose vendicate la romana libertà.
CORO Salid fuera de esas urnas dolientes, almas cargadas de honores, y vengad enfurecidas la libertad romana.
GIUNIA O del padre ombra diletta se d’intorno a me t’aggiri, i miei pianti, i miei sospiri deh ti movano a pietà.
GIUNIA Oh, sombra querida del padre, si vagas a mi alrededor, que mis llantos y suspiros te muevan a piedad.
CORO Il superbo, che di Roma stringe i lacci in Campidoglio, rovesciato oggi dal soglio sia d’esempio ad ogni età.
CORO Que el soberbio que tiene agarradas las riendas en el Capitolio de Roma sea hoy del trono arrancado como ejemplo para todos los tiempos.
90 Libreto
GIUNIA Se l’empio Silla, o padre fu sempre l’odio tuo finchè vivesti, perchè Giunia è tua figlia, perchè il sangue romano ha nelle vene supplice innanzi all’urna tua sen viene. Tu pure ombra adorata del mio perduto ben vola e soccorri la tua sposa fedel. De te lontana di questa vita amara odia l’aura funesta...
GIUNIA Puesto que el impío Silla fue objeto de tu odio mientras viviste, y ya que Giunia es tu hija y lleva sangre romana en las venas, ante tu tumba viene suplicante. Y tú también, sombra adorada de mi perdido bien, vuela en socorro de tu fiel esposa. Lejos de ti, odia de esta vida amarga el aire funesto.
Scena nona
Escena novena
CECILIO Eccomi, o cara.
CECILIO ¡Aquí estoy, querida mía!
GIUNIA Stelle!... io tremo!... che veggio? Tu sei?... forse vaneggio? Forse una larva, o pur tu stesso? Oh Numi! M’ingannate, o miei lumi? Ah non so ancor se a questa illusion soave io m’abbandono! Dunque... tu... sei...
GIUNIA ¡Cielos! ¡Tiemblo!... ¡Qué veo! ¿Eres tú? ¿Acaso deliro? ¿Eres tú mismo o un fantasma? ¡Oh, dioses! ¿Me engañáis, ojos míos? ¡Ah, no sé si debo abandonarme a esta dulce ilusión! ¿Eres tú, pues, tú mismo, en persona?
CECILIO Il tuo fedele io sono.
CECILIO Tu fiel esposo soy.
GIUNIA D’Eliso in sen m’attendi ombra dell’idol mio, che a te ben presto, oh Dio fia, che m’unisca il ciel.
GIUNIA En el seno del Elíseo espérame, sombra de mi ídolo, que contigo muy pronto, oh dioses, espero que el cielo quiera reunirme.
CECILIO Sposa adorata e fida sol nel tuo caro viso ritrova il dolce Eliso quest’anima fedel.
CECILIO Adorada esposa llena de fe, solo en tu rostro querido encuentra el dulce Elíseo esta alma fiel.
GIUNIA Sposo... oh Dei! tu ancor respiri?
GIUNIA Esposo... ¡Oh, dioses! ¡Aún respiras!
Libreto 91
CECILIO Tutto fede, e tutto amor.
CECILIO ¡Todo fidelidad, todo amor!
GIUNIA, CECILIO Fortunati i miei sospiri, fortunato il mio dolor.
GIUNIA, CECILIO ¡Afortunados suspiros míos! ¡Afortunado dolor mío!
GIUNIA Cara speme!
GIUNIA ¡Querida esperanza!
CECILIO Amato bene.
CECILIO ¡Amado bien!
GIULIA, CECILIO (si prendono per mano) Or ch’al mio seno cara/caro tu sei m’insegna il pianto degli’occhi miei ch’ha le sue lagrime anche il piacer.
GIULIA, CECILIO (cogiéndose las manos) Ahora que te tengo entre mis brazos, el llanto de mis ojos me enseña que incluso el placer tiene sus lágrimas.
92 Libreto
ATTO SECONDO
ACTO II
Scena prima
Escena primera
Portico fregiato di m ilitari trofei. Silla, Aufidio e Guardie.
Pórtico adornado de trofeos militares. Silla, Aufidio y la guardia.
AUFIDIO Te’l predissi, o Signor, che la superba più ostinata saria quanto più mostri di clemenza, e d’amor?
AUFIDIO Te predije, señor, que la altiva se obstinaría aún más cuanto más muestras de clemencia y amor vería.
SILLA Poco le resta da insultarmi così. Risolvi omai. Morir dovrà. L’ho tollerata assai.
SILLA Pues poco le queda de insultarme así. Está decidido, deberá morir. Demasiado le he tolerado.
AUFIDIO L’amico tuo fedele può libero parlar?
AUFIDIO ¿Tu amigo fiel puede libremente hablar?
SILLA Parla.
SILLA Habla.
AUFIDIO Tu sai ch’eroe non avvi al mondo senza gli emuli suoi. Gli Emili, e i Scipi n’ebbero anch’essi, e di sue gesta ad onta il glorioso Silla assai ne conta.
AUFIDIO Sabes que en el mundo no hay héroe que no tenga sus émulos. Emilianos y Escipiones también los tuvieron, y a pesar de sus gestas el glorioso Silla bastantes no tiene.
SILLA Pur troppo il so.
SILLA Lo sé bien.
AUFIDIO Tu porgi nella morte di Giunia a rei nemici l’arme contro di te. D’un Mario è figlia, e questo Mario ancor ne’ propri amici vive a tuo danno.
AUFIDIO Con la muerte de Giunia das a tus reos enemigos armas para combatirte. Es hija de un Mario, y este Mario, aún, entre los propios amigos, vive para perjudicarte.
SILLA E che far deggio?
SILLA ¿Y qué debo hacer?
Libreto 93
AUFIDIO In faccia al popolo, e al Senato sia l’altera tua sposa. Un finto zelo di sopir gli odi antichi la violenza asconda. Al tuo volere chi s’opporrà? Di numerose schiere folto stuolo ti cinga. Ognun paventa in te l’eroe, ch’ogni civil discordia ha soggiogata, e doma e a un sguardo tuo trema il Senato, e Roma. Signor del comun voto t’accerta il tuo voler. La ragion sempre segue il più forte, e chi fra mille squadre a supplicar si piega? Vuole, e comanda allorchè parla, e prega.
AUFIDIO Ante el pueblo y el Senado haz de la altiva tu esposa. Que un fingido celo de apagar antiguos odios oculte la violencia. ¿Quién va a oponerse a tus deseos? Que una densa tropa de numerosas filas te rodee. Todos temen en ti al héroe que subyugó toda discordia civil y domina; ante tu mirada tiembla el Senado e incluso Roma. Señor, tu poder te asegura el voto común. La razón siempre sigue al más fuerte. ¿Y quién se inclina a suplicar entre la tropa? Si quieres, ordena en vez de hablar y de rogar.
SILLA E se l’ingrata ancora mi sprezza, e mi discaccia al popolo, al Senato, e a Roma in faccia? Che far dovrò?
SILLA ¿Y si la ingrata todavía me rechaza entre desprecios ante el Senado y ante Roma? ¿Qué debería hacer?
AUFIDIO L’altera non s’opporrà. Quell’ostinato core ceder vedrai nel pubblico consenso del popolo roman.
AUFIDIO La altiva no se opondrá. Su corazón obstinado verás ceder ante el público consenso del pueblo romano.
SILLA Seguasi, amico, il tuo consiglio. Oh ciel!... sappi... io ti scopro la debolezza mia. Quando le stragi, le violenze ad eseguir m’affretto è il cor di Silla in petto da più atroci rimorsi lacerato ed opresso. In quei momenti fieri contrasti io provo. Inorridisco, voglio, tremo, amo, ed ardisco.
SILLA Sigamos, amigo, tu consejo. ¡Oh, cielos! Sabes... te descubro mi debilidad. Cuando me apresuro a provocar matanzas y violencias, el corazón de Silla en su pecho se siente destrozado y oprimido por terribles remordimientos. Entonces experimento duros contrastes, me horrorizo, quiero, tiemblo, detesto, amo y oso.
AUFIDIO Quest’incostanza tua, lascia, che’l dica, i tuoi gran merti oscura. Ogni rimorso
AUFIDIO Deja esta inconstancia tuya que, si me permites, oscurece tus méritos.
94 Libreto
della viltade è figlio. Ardito e lieto il mio consiglio abraccia, e suo malgrado la femmina fastosa costretta venga a divenir tua sposa. Guerrier, che d’un acciaro impallidisce al lampo, a dar non vada in campo prove di sua viltà. Se or cede a un vil timore, se or cede alla speranza, e qual sarà incostanza se questa non sarà? (Parte.)
El remordimiento es hijo de la vileza. Osado y alegre, acoge mi consejo, y la orgullosa se verá obligada a ser tu esposa. El guerrero que palidece ante el fulgor del acero que no vaya al combate a dar pruebas de vileza. Si ahora cede a un vil temor y luego a la esperanza, ¿qué debe ser la inconstancia, si no se trata de eso? (Sale.)
Scena seconda
Escena segunda
SILLA Ah no mai non credea, ch’ all’uom tra’l fasto, e le grandeze immerso tanto costasse il divenir perverso.
SILLA Nunca hubiera creído que al hombre, inmerso en fastos y grandezas, le costara tanto volverse perverso.
CELIA (esce) Tutto tentai finor. Preghi, promesse, e minace, e spaventi al cor di Giunia. Sono inutili assalti. Ah mio germano immaginar non puoi come per te...
CELIA (entrando) Todo lo intenté. Ruegos, promesas, amenazas y terrores han sido inútiles asaltos al corazón de Giunia. ¡Ah, hermano! No puedes imaginar cómo por ti...
SILLA So quel, che dir mi vuoi. Silla non è men grato a chi per lui anche inutil s’adopra. In man del caso se pende ogni successo, il proprio merto, all’opere non scema contrario evento. In questo dì mia sposa Giunia sarà.
SILLA Sé bien qué quieres decir. Silla no es menos grato con quien por él actúa, aunque sea inútilmente. Si depende todo hecho del azar, la adversidad no disminuye el mérito en el obrar. Hoy mismo Giunia será mi esposa.
CELIA Giunia tua sposa?
CELIA ¿Giunia va a ser tu esposa?
SILLA Il come non ricercar. Ti basti, che pago io sia.
SILLA No preguntes cómo; te baste saber que quedaré satisfecho.
CELIA Perchè l’arcano mi celi, e perchè non rischiari un favellar sì oscuro?
CELIA ¿Por qué el secreto me ocultas? ¿Cómo no me aclaras estas oscuras palabras?
Libreto 95
SILLA (Perchè in donna un arcano è mal sicuro.) Il mio silenzio non ti spiaccia, e m’odi. Te pur sposa di Cinna in questo giorno io bramo.
SILLA (Porque en una mujer un secreto no está seguro.) No te irrite mi silencio y escucha. También deseo que tú seas hoy la esposa de Cinna.
CELIA (Oh me felice!) Lascia, ah lascia, ch’a Cinna, tuo fido amico io rechi così lieta novità. Il labbro mio gli sveli alfin ch’ei solo è il mio tesoro, e che ognor l’adorai come l’adoro. (Parte.)
CELIA (¡Oh, qué feliz soy!) ¡Ah, deja que a Cinna, tu fiel amigo, vaya a dar la alegre noticia! Que mis labios por fin le revelen que él es mi bien querido, y que le adoraré siempre como ahora le adoro. (Sale.)
SILLA Ad affrettar si vada in Campidoglio la meditata impresa, e la più ascosa arte s’adopri, onde la mia nemica al talamo mi segua. Ah sì conosco, ch’ad ogni prezzo io deggio il possesso acquistar della sua mano. Rimorsi miei vi ridestate invano. (Parte colle guardie.)
SILLA Vayamos al Capitolio a apresurar la meditada empresa, y pongamos en obra oscuras astucias para que mi enemiga al tálamo me siga. ¡Ah, sí, sé que a cualquier precio debo tomar posesión de su mano! ¡Remordimientos, en vano os despertáis! (Sale con la guardia.)
Scena terza
Escena tercera
Cecilio senz’elmo, senza manto, e con spada nuda, vuole inseguir Silla, e Cinna, che lo retiene.
Cecilio sin yelmo, sin capa y con la espada desnuda, pero Cinna lo retiene.
CINNA Qual furor ti trasporta?
CINNA ¿Qué furor te arrastra?
CECILIO Il braccio mio non ritener. Su’ passi del tiranno si voli. Il nudo acciaro gli squarci il sen...
CECILIO No retengas mi brazo. Volemos tras los pasos del tirano. Que el desnudo acero le traspase...
CINNA T’arresta. Ma donde nasce questa improvvisa ira tua?
CINNA Detente. Pero ¿de dónde viene esta repentina ira tuya?
CECILIO Saper ti basti che prolungar non deggio un sol momento il colpo...
CECILIO Basta que sepas que no puedo prolongar ni un solo instante el golpe...
96 Libreto
CINNA E il tuo periglio?
CINNA ¿Y el peligro que corres?
CECILIO Non lo temo, e disprezzo ogni consiglio.
CECILIO No le temo, y desprecio cualquier consejo.
CINNA Ah per pietà m’ascolta... Svelami... dimmi... Oh ciel! Que’ tronchi accenti, que’ furiosi sguardi... le disperate smanie tue... gli sforzi d’involarti da me... L’esporti ardito a un cimento fatal... Mille sospetti mi fan nascere in sen. Parla. Rispondi...
CINNA ¡Ah, escucha, por piedad! Revélame... dime... ¡oh, cielos! Esta voz rota, esta mirada furiosa, esta locura desesperada, los esfuerzos por huir de mí, la osada exposición a una fatal prueba, todo ello hace nacer en mí mil sospechas. Habla. Responde...
CECILIO Tutto saprai...
CECILIO Todo lo sabrás.
CINNA No, non sarà giammai, ch’io ti lasci partir.
CINNA No, no pienso dejarte marchar.
CECILIO Perchè ritardi la vendetta comun?
CECILIO ¿Por qué retrasas la venganza común?
CINNA Sol perchè bramo che dubbiosa non sia.
CINNA Porque deseo que no sea incierta.
CECILIO Dubbiosa non sarà.
CECILIO No será incierta.
CINNA Dunque tu vuoi per un ardire intempestivo, e vano troncare il fil di tutti i meditati disegni miei? Giunia rivedi, e quando amar per lei di più devi la vita incauto corri ad una impresa ardita? Più non tacer. Mi svela chi furioso a segno tal ti rende?
CINNA ¿Y quieres, por una intempestiva y vana audacia, romper el hilo de mis meditados propósitos? Has visto Giunia otra vez y cuando por ella deberías amar la vida mucho más, ¿corres incauto, a una empresa audaz? No calles más. Dime quién te ha vuelto tan furioso.
CECILIO L’orrida rimembranza in cor m’accende novi stimoli all’ira. Odi, e stupisci. Poichè quest’alma oppressa della mia sposa
CECILIO Un horrible recuerdo enciende en mi corazón nuevos motivos para la ira. Escucha. Hallado consuelo para su pena, el alma
Libreto 97
al fianco trovò dolce conforto alla sua pena, dal luogo tenebroso allontanati appena aveva Giunia i suoi passi, un legger sono m’avvolse i lumi. Oh cielo! D’orrore ancor gelo! Ecco mi sembra spalancata mirar la fredda tomba, in cui l’estinte membra giaccion di Mario. In me le cavernose luci raccoglie, e’l teschio per tre volte crollando disdegnoso e feroce sento, che sì mi grida in fioca voce: «Cecilio a che t’arresti presso la tomba mia? Vanne, ed affretta della comun vendetta il bramato momento. Ozioso al fianco più l’acciar non ti penda. Ah se ritardi l’opra a compir, che l’ombra invendicata di Mario oggi t’impone, e ti consiglia, tu perderai la sposa, ed io la figlia.» Al fiero suon de’ minacciosi accenti l’alma si scosse. Il sonno da sbigottiti lumi s’allontanò. M’accese improvviso furor. Strinsi l’acciaro né il timoroso piede io più ritenni, ma’l reo tiranno a trucidar qua venni. Ah più non m’arrestar...
oprimida de mi esposa, justo cuando sus pasos se alejaban del tenebroso lugar, un leve sopor me cerró los ojos. ¡Cielos! Aún estoy helado de horror. Me pareció ver abierta la fría tumba donde reposan los miembros extintos de Mario. Me dirige las cavernosas cuencas, y tres veces baja desdeñoso la calavera, oigo entonces cómo, con débil voz, me dice: «Cecilio, ¿qué haces quieto al lado de mi tumba? Vete y haz que llegue ya el deseado instante de la común venganza. Que no te cuelgue ociosa la espada en el cinto. ¡Ah!, si tardas más en cumplir la tarea que hoy la sombra no vengada de Mario te impone y te aconseja, perderás la esposa, y yo la hija». El terrible son de las amenazadoras palabras me agita aún el alma. Huyó el sueño de mis ojos atónitos. Un repentino furor prendió en mí. Estreché la espada en la mano y dejé de retener por más tiempo los temerosos pies, así que vine aquí a matar al reo tirano. ¡Ah, no quieras detenerme!
CINNA Ferma. Per poco dell’ira tua raffrena i feroci trasporti. Ah sei perduto, se in te Silla s’avvien...
CINNA Quieto. Detén un poco los feroces impulsos de tu ira. ¡Ah! Estás perdido si Silla se da cuenta...
CECILIO Paventar deggio d’un tiranno gli sguardi? Una altra mano trucidarlo dovrà? Non mai. Mi veggio intorno ognor la bieca ombra di Mario a ricercar vendetta; e degli accenti suoi ad ogni istante or ch’al tuo fianco io sono mi rimbomba all’orecchie il fiero suono. Lasciami...
CECILIO ¿Debo temer las miradas de un tirano? ¿Otra mano va a matarle? ¡No, nunca! Noto alrededor constantemente la sombra siniestra de Mario que busca venganza. Y cada instante que paso a tu lado resuena en mis oídos el salvaje sonido de sus palabras. Déjame...
CINNA Ah se disprezzi tanto i perigli tuoi, deh pensa almeno, che dalla vita tua pende la vita d’una sposa fedele. Oh stelle! E come per così cari giorni...
CINNA Si tanto desprecias los peligros, piensa que de tu vida depende la vida de una fiel esposa. ¡Oh, cielo! ¿Y cómo puedes por una vida que tanto amas...?
98 Libreto
CECILIO Oh Giunia!... oh nome!... Il sol pensiero, amico, che perderla potrei, del mio furore ogn’impegno disarma. Ah corri, vola, per me svena il tiranno... Oh Numi!, e intanto al mio enemico accanto resta la sposa? Ahimè!... chi la diffende? Ma s’ei qui giunge? Oh Dio! Qual fier contrasto, qual pena, eterni Dei! Timore, affanno, ira, speme, e furor mi sento in seno, né so di lor chi vincerà! che penso? E non risolvo ancora? Giunia si salvi, o al fianco suo si mora. Quest’improvviso tremito che in sen di più s’avanza, non so se sia speranza, non so se sia furor. Ma fra suoi moti interni, fra le mie smanie estreme, o sia furore, o speme, paventi il traditor. (Parte.)
CECILIO ¡Oh, Giunia! ¡Oh, nombre! Amigo mío, solo el pensar que puedo perderla ya me hace frenar el impulso del furor. ¡Ah, corre, vuela! Mata al tirano por mí. ¡Oh, dioses! Y mientras tanto ¿debe mi esposa quedarse al lado de mi enemigo? ¡Ay! ¿Quién la defiende? ¿Y si él viene aquí? ¡Oh, cielos! ¡Qué violento contraste! ¡Qué pena, eternos dioses! Temor, afán, ira, esperanza, todo me llena el pecho, y no sé cuál de esas cosas ganará. ¿Qué debo pensar? ¡Y nada decido! ¡A salvar a Giunia o a morir a su lado! Este repentino temblor que aumenta en mi pecho, no sé si es de esperanza o si es simplemente furor. Pero en sus internos movimientos, entre mi extrema agitación, sea furor o sea esperanza, que tiemble el traidor. (Sale.)
Scena quarta
Escena cuarta
CINNA Ah sì, s’affretti il colpo. Il ciel d’un empio se il castigo prolunga, attenderassi, che de’ Tarquini in lui gli scellerati eccessi sian rinnovati a nostri tempi istessi?
CINNA ¡Ah, sí, actuemos rápido! Si el cielo retrasa el castigo de un impío, ¿debemos esperar que en él renazcan los locos excesos de los tarquinios en estos tiempos nuestros?
CELIA (esce) Qual ti siede sul ciglio cura affannosa?
CELIA (entrando) ¿Qué opresiva preocupación pesa en tus párpados?
CINNA Altrove, Celia, passar degg’io, non m’arrestar...
CINNA A otra parte, Celia, debo ir, no me detengas ahora...
CELIA E ognor mi fuggi?
CELIA ¿Siempre tienes que rehuirme?
Libreto 99
CINNA Addio.
CINNA ¡Adiós!
CELIA Per un istante solo m’ascolta, e partirai.
CELIA Escúchame un solo instante y luego puedes irte.
CINNA Che brami?
CINNA ¿Qué quieres?
CELIA (Oh Dei! Parlar non posso, e favellar vorrei.) Sappi, che il mio german...
CELIA (¡Oh, dioses! No puedo hablar y no quiero otra cosa.) Debes saber que mi hermano...
CINNA Parla.
CINNA Habla.
CELIA Desìa... (Ah mi confondo, e temo, che non m’ami il crudel... Sì, sappi... Oh stelle! In faccia a lui che adoro perchè mi perdo? Oggi sarà mio sposo, e svelargli non oso?)
CELIA ... desea... (Ah, estoy confusa, y temo que no me ame, cruel... Sí, que sepa... ¡Oh, cielos! ¿Por qué me pierdo ante aquel que adoro? Hoy será mi esposo y no oso decírselo.)
CINNA Io non intendo i tronchi accenti tuoi.
CINNA No entiendo bien tus balbuceos.
CELIA (Finge l’ingrato.) Or che dubbiosa io taccio non ti favella in seno il cor per me? Che dir poss’io. Pur troppo ne’ languidi miei rai questo silenzio mio ti parla assai. Se il labbro timido scoprir non osa la fiamma ascosa per lui ti parlino queste pupille, per lui ti svelino tutto il mio cor. (Parte.)
CELIA (¡Finge el muy ingrato!) Aunque dudosa me callo, ¿no te habla en el pecho el corazón por mí? ¿Qué puedo decir? A través de mis lánguidos ojos ya te habla mi silencio. Si los labios tímidos no osan descubrir la llama oculta, por ellos hablen estas pupilas mías y te revelen todo mi corazón. (Sale.)
100 Libreto
Scena quinta
Escena quinta
CINNA Di piegarsi capace a un’amorosa debolezza l’alma non fu di Cinna ancor. Ma se da folle s’avvilisse così, no, non avria la germana d’un empio usurpatore il tributo primier di questo core. (Giunia s’avanza.) Giunia s’appressa. Ah ch’ella può soltanto la gran’opra compir, che volgo in mente. Agitata e dolente immersa sembra fra torbidi pensier.
CINNA Hasta ahora no ha sido capaz el alma de Cinna de someterse a la debilidad amorosa, pero si por una locura tanto se envileciera, no tendría, no, la hermana del usurpador el primer tributo de este corazón. (Llega Giunia.) Giunia se acerca. ¡Ah! Tan solo ella puede llevar a cabo la tarea que medito. Agitada y doliente, parece inmersa en oscuros pensamientos.
GIUNIA Silla m’impone che al popolo, e al Senato io mi presenti; l’empio che può voler? Sai ciò, che tenti?
GIUNIA Silla exige que me presente ante el pueblo y el Senado. ¿Qué puede querer ese impío? ¿Sabes lo que pretende?
CINNA Porse più che non credi è la morte de Silla oggi vicina per vendicar la libertà latina.
CINNA Quizás más de lo que te piensas está hoy cercana la muerte de Silla para venganza de la libertad latina.
GIUNIA Tutto dal ciel pietoso dunque speriam. Ma intanto alla tua cura io lascio l’amato sposo mio. Deh se ti deggio il piacer di mirarlo, poichè lo piansi estinto, ah sì per lui veglia, e t’adopra, e resti al tiranno nascosto.
GIUNIA Pues confiemos en el cielo piadoso. Mientras, dejo a tu cuidado a mi esposo amado. Si ya te debo el placer de haberle visto de nuevo, yo que lloraba su muerte, ahora vela aún más por él y haz que se mantenga oculto a ojos del tirano.
CINNA A me t’affida, non paventar su’ giorni suoi. M’ascolta, ai padri in faccia, e al popolo romano Silla sai ciò che vuol? Vuol la tua mano. Con il consenso lor la violenza giustificar pretende. Il suo disegno tutto, o Giunia, io prevvedo.
CINNA Confía en mí, no sufras por su vida. Escucha, ante los padres conscriptos y el pueblo romano ¿sabes qué quiere Silla? Tener tu mano. Con su consentimiento pretende justificar la violencia. Todo su plan preveo, Giunia.
GIUNIA Io son la sola arbitra di me stessa. A un vil timore ceda il Senato pur, non questo core.
GIUNIA Soy el único árbitro de mí misma. Quizás el Senado ceda a un vil temor, pero no cederá este corazón mío.
Libreto 101
CINNA Da te, se vuoi, dipende Giunia un gran colpo.
CINNA De ti depende, si quieres, Giunia, el gran golpe.
GIUNIA E che far posso?
GIUNIA ¿Y qué puedo hacer?
CINNA Al letto segui l’empio tiranno ove t’invita, ma in quello per tua man lasci la vita.
CINNA Al lecho al cual te invita sigue al tirano impío y que ahí deje la vida por tu mano.
GIUNIA Stelle! che dici mai? Giunia potria con tradimento vil...?
GIUNIA ¡Cielos! ¡Qué dices! ¿Cómo podría Giunia con una vil traición...?
CINNA Folle timore. Deh sovvienti che ognora fu l’eccidio de’ rei un spettacolo grato ai sommi Dei.
CINNA ¡Insensato temor! Recuerda que el magnicidio de culpables fue espectáculo grato a los dioses supremos.
GIUNIA S’è d’un plebeo pur sacra fra noi la vita, e come vuoi che in sen non mi scenda un freddo orrore nel trafiggere io stessa un dittatore? Benchè tiranno, e ingiusto, sempre al Senato, e a Roma Silla presiede, e di sua morte invano farmi rea tu presumi. Vittima ei sia, ma della man dei Numi.
GIUNIA Si consideramos sagrada la vida de un plebeyo, ¿cómo quieres que no me horrorice pensar siquiera en que podría matar a un dictador? A pesar de ser un tirano injusto, continúa presidiendo el Senado y Roma. Y pretendes en vano hacerme culpable de su muerte. Que sea una víctima, sí, pero en manos de los dioses.
CINNA Se d’offender gli Dei avesse un dì temuto la libertà non dovria Roma a Bruto.
CINNA Si Bruto hubiese temido ofender a los dioses, Roma no le debería ahora la libertad.
GIUNIA Ma Bruto in campo armato non con una viltade della latina libertà infranse la catena servil. No, non fia mai ch’ a’ dì futuri passi il nome mio macchiato d’un tradimento vil. Serbami, amico, serbami il caro ben. Deh sol tu pensa
GIUNIA Pero fue en el campo armado, y no por ninguna vileza, donde Bruto rompió las cadenas de la libertad latina. No va a pasar que, para los futuros días, quede mi nombre manchado de vil traición. Preserva, amigo, a mi querido bien, tú piensa solamente en salvarle.
102 Libreto
alla salvezza sua. Della vendetta al ciel lascia il pensier. Vanne. T’affretta. Forse lungi da te potria lo sposo per un soverchio ardir... L’impetuosa alma sua ben conosci. Ah per pietade, fa che rimanga ad ogni sguardo ascoso. Dilli che se m’adora; dilli che se m’è fido serbi i miei ne’ suoi gironi. A te l’affido. Ah se il crudel periglio del caro ben rammento tutto mi fa spavento, tutto gelar mi fa. Se per sì cara vita non veglia l’amistà da chi sperare aita, da chi sperar pietà? (Parte.)
Y deja que el cielo piense en la venganza. ¡Vete, rápido! Acaso lejos de ti podría mi esposo por una soberbia audacia... Conoces su alma impetuosa. ¡Ah, por piedad, haz que quede oculto a toda mirada! Dile que si me adora, si me es fiel, preserve con la suya mi vida. Te lo confío. ¡Ah! Si de mi amado imagino los graves peligros, todo me da miedo, todo me deja helada. Si por una vida tan querida no vela la amistad, ¿de quién me vendrá la ayuda, de quién puedo esperar piedad? (Sale.)
Scena sesta
Escena sexta
CINNA Ah sì, scuotasi omai l’indegno gioco. Assai si morse il fren di servitù tiranna. Se di svenar ricusa Giunia quell’empio, un braccio non mancherà, che timoroso meno il ferro micidial gl’immergerà in seno. Nel fortunato istante, ch’ei già co’ voti affretta per la comun vendetta vuò che mi spiri al piè. Già va una destra altera del colpo suo felice e questa destra ultrice lungi da lui non è. (Parte.)
CINNA ¡Ah, sí, saquémonos de encima ya el indigno yugo! Bastante mordimos ya el freno de la tirana esclavitud. Si Giunia se niega a matar al impío, no faltará un brazo que, menos temeroso, le clave en el pecho el mortal hierro. En el instante afortunado en que él ya vea su deseo realizado, quiero que a mis pies expire para la común venganza. Hacia allí va una mano orgullosa del feliz golpe que debe dar, y esta mano vengativa ya no le queda muy lejos. (Sale.)
Libreto 103
Scena settima
Escena séptima
Orti pensili. Silla, Aufidio, e Guardie.
Jardines suspendidos. Silla, Aufidio y la guardia.
AUFIDIO Signor, ai cenni tuoi il Senato fia pronto. Egli fra poco t’ascolterà. D’elette squadre intorno numerosa corona ad arte io disporrò.
AUFIDIO Señor, a punto está el Senado a una indicación vuestra. Pronto te va a escuchar. Yo sabiamente dispondré una numerosa corona de escogida tropa a tu alrededor.
SILLA L’amico Cinna non ignori l’arcano. Il suo soccorso è necessario a l’opra. Ah che me stesso più non ritrovo in me! Dov’io mi volga della crudel l’immagine gradita mi dipinge il pensier. Mi suona ognora il caro nome suo fra i labbri miei e tutto parla a questo cor di lei.
SILLA Que el amigo Cinna no ignore el secreto. Su ayuda es necesaria para el proyecto. ¡Ah, casi no me reconozco! Mire por donde mire, el pensamiento me pinta la grata imagen de la cruel Giunia. Siempre me viene a los labios su nombre, y todo me habla de ella dentro del corazón.
AUFIDIO Io già ti vedo al colmo di tua felicità. Della possanza usa, che’l ciel ti diè. Roma, il Senato e ogn’anima orgogliosa or che lo puoi fa che pieghin la fronte a’ piedi tuoi. (Parte.)
AUFIDIO Ya te veo en el colmo de la felicidad. Usa el poder que el cielo te concedió. Ahora que puedes, haz que a tus pies inclinen la frente Roma, el Senado y cualquier alma orgullosa. (Sale.)
SILLA Ah sì, di civil sangue innoderò le vie, se Roma altera alle brame di Silla oggi s’oppone; ho nel bracio, ho nel cor la mia ragione. Giunia?... Qual vista! In sì bel volto io scuso la debolezza mia... Ma tanti oltraggi? Ah che in vederla, oh Dei! il dittatore offeso io più non sono; de’ suoi sprezzi mi scordo, e le perdono.
SILLA ¡Ah, sí! De sangre civil inundaré las calles si la altiva Roma hoy se opone a los designios de Silla. Llevo la razón en mi brazo y en el corazón. ¿Giunia?... ¡Qué visión! Un rostro tan bello excusa mi debilidad. Pero ¿tantos ultrajes? ¡Ah, en cuanto la veo, oh, dioses, ya no soy un dictador ofendido: olvido sus desprecios e incluso los perdono!
104 Libreto
Scena ottava
Escena octava
GIUNIA (esce) (Silla? L’odiato aspetto destami orror. Si fugga.)
GIUNIA (entrando) (¿Silla? Su odiado rostro me da náuseas. Huyamos.)
SILLA Arresta il passo. Sentimi per pietade. Il più infelice d’ogni mortal mi rendi se nemica mi fuggi...
SILLA Detén tus pasos. Escúchame, por piedad. Me haces el más infeliz de los mortales, cuando huyes de mí como si fueras enemiga.
GIUNIA E che pretendi? Scostati traditor! (Tremo, m’affanno per l’idol mio.)
GIUNIA ¿Y qué pretendes? ¡Aparta de mí, traidor! (Tiemblo de angustia por mi ídolo.)
SILLA Ah no, non son tiranno come tu credi. È l’anima di Silla capace di virtù. Quel tuo bel ciglio soffrir più non poss’io così severo...
SILLA ¡Ah, no! No soy un tirano como piensas. El alma de Silla es capaz de ser virtuosa. Ya no puedo soportar ver estos ojos tuyos tan severos...
GIUNIA Tu di virtù capace? Ah menzognero.
GIUNIA ¿Tú, capaz de ser virtuoso? ¡Mientes!
SILLA Sentimi...
SILLA Escúchame...
GIUNIA Non t’ascolto.
GIUNIA No te escucho.
SILLA E vuoi...
SILLA Y quieres...
GIUNIA Sì voglio detestarti, e morir.
GIUNIA Sí, detestarte, y luego morir.
SILLA Morir?
SILLA ¿Morir?
GIUNIA La morte romano cor non teme.
GIUNIA Un corazón romano no teme a la muerte.
Libreto 105
SILLA E puoi...?
SILLA ¿Y puedes...?
GIUNIA Sì posso pria d’amarti, morir. Vanne, t’invola...
GIUNIA Sí, puedo preferir la muerte antes que amarte. ¡Vete, quítate de mi vista!
SILLA Superba morirai, ma non già sola. D’ogni pietà mi spoglio perfida donna audace; se di morir ti piace quell’ostinato orgoglio presto tremar vedrò (Ma il cor mi palpita... Perder chi adoro? Svenare, barbaro, il mio tesoro?) Che dissi? Ho l’anima vile a tal segno? Smanio di sdegno; morir tu brami, crudel mi chiami, tremane, o perfida, crudel sarò. (Parte colle Guardie.)
SILLA Soberbia morirás, pero no sola. Me despojo de toda piedad, pérfida mujer audaz. Si te place morir, pronto veré cómo se estremece este obstinado orgullo tuyo. (Pero el corazón me late con fuerza... ¿Voy a perder a la que adoro? ¿Debo matar, bárbaro, a mi tesoro?) ¿Qué dije? ¿Acaso tengo el alma hasta este punto envilecida? Me vuelvo loco de desdén. Quieres morir, dices que soy cruel, pues tiembla ya, pérfida, porque voy a ser cruel. (Sale con la guardia.)
Scena nona
Escena novena
GIUNIA Che intesi eterni Dei? Qual mal funesto e spaventoso arcan ne’ detti suoi? Sola non morirò? Che dir mi vuoi barbaro... Ahimè! Che vedo? Lo sposo mio? Che fu?... Che avvene? Ah dove sconsigliato t’inoltri? In queste mura sai che non è sicura la tua vita, e non temi di respirar quest’aure comuni a’ tuoi nemici? In quest’istante il tiranno parti. Tremo... Deh fuggi... Ah se dell’empio il ciglio...
GIUNIA ¡Qué oigo, eternos dioses! ¿Qué misterio funesto y espantoso hay en sus palabras? ¿No moriré sola? ¿Qué significa, bárbaro? ¡Ay de mí!... ¡Qué veo! Mi esposo. ¿Qué fue? ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde crees que vas, insensato? Dentro de estos muros ya sabes que no está segura tu vida, ¿no temes respirar el mismo aire que tus enemigos? El tirano recién se fue. Me estremezco... ¡Ah, huye! Si te viera el tirano...
106 Libreto
CECILIO Giunia, il tuo rischio è il mio maggior periglio.
CECILIO Giunia, mi mayor peligro es el riesgo que corres.
GIUNIA Deh per pietà, se m’ami, torna, mio bene, ah torna nel tenebroso asilo. Il rimirarti qual martirio è per me!
GIUNIA Vamos, por piedad, vuelve, querido, a aquel tenebroso asilo. Verte aquí es un suplicio para mí.
CECILIO Non amareggi il tuo spavento, o cara il mio dolce piacer.
CECILIO Que no amargue tu miedo, amada mía, mi dulce placer.
GIUNIA Piacer funesto, se a un gelido spavento abbandona il mio cor. Se de’ tuoi giorni decider può. T’ascondi. Ah da che vivo no, che angustia simile...
GIUNIA Un placer funesto, si abandona mi corazón a un gélido terror, si puede influir sobre tu vida. ¡Escóndete! ¡Ah! Desde que vivo nunca, no, una angustia parecida...
CECILIO Sola vuoi ch’io ti lasci in preda a un vile? So ch’al Senato in faccia il reo tiranno con violenza ingiusta al talamo vuol trarti, ed io, che t’amo, restar potrò senza morir d’affanno lungi dal fianco tuo? Se invano un braccio, un acciaro si cerca per svenare un crudel, ch’odio e detesto, quell’acciaro, quel braccio eccolo è questo.
CECILIO ¿Quieres que te deje sola en manos de ese vil? Sé que ante el Senado el malvado tirano, usando injusta violencia, quiere llevarte al tálamo. Y yo que tanto te quiero ¿cómo voy a poder no morir de tormento lejos de ti? Si un brazo o un acero se busca en vano para matar a aquel cruel que odio y detesto, acero y brazo aquí mismo tienes.
GIUNIA Ahimè! Che pensi?... esporti? Correr tu solo a un periglio estremo?
GIUNIA ¡Ay! ¿Qué vas a hacer? ¿Exponerte, correr tú solo hacia un peligro extremo?
CECILIO Tu paventi di tutto, io nulla temo. Frena il timor, mia speme, e ti rammenta ch’una soverchia tema in cor romano esser puote viltà.
CECILIO Te da miedo todo, yo nada temo. Frena el temor, esperanza mía, y recuerda que un excesivo temor puede ser cobardía en un corazón romano.
Libreto 107
GIUNIA Ma il troppo ardire temerità s’appella. Ah sì ti cela, né accrescere, idol mio, nel tuo periglio, nove cagion di pianto a questo ciglio.
GIUNIA Al exceso de audacia se le llama temeridad. ¡Ah, sí, ocúltate! No añadas, ídolo mío, al correr peligros, nuevas razones de llanto a mis ojos.
CECILIO Eterni Dei! Lasciarti, fuggire, abbandonarti all’empie insidie, all’ira d’un traditor che alle tue nozze aspira?
CECILIO ¡Dioses eternos! ¿Debo dejarte? ¿Huir y abandonarte a las insidias impías, a la ira de un traidor que aspira a convertirte en esposa suya?
GIUNIA E che puoi temer, se meco resta la mia costanza e l’amor mio? Deh corri, corri d’onde fuggisti. Al suo dolore, a’ suoi spaventi invola il cor di chi t’adora; se ciò non basta, io te’l comando ancora.
GIUNIA ¿Y qué temes, si conmigo queda la constancia y el amor propio? Vamos, corre al lugar de donde huiste. Aparta del corazón de quien te adora ese dolor y esos horrores. Y si no basta eso, ahora mismo yo te lo mando.
CECILIO E in questo giorno correndo se al tirano io mi celo, chi veglia, o sposa, in tua difesa?
CECILIO Y en este día horrible, si me escondo del tirano, ¿quién velará, oh, esposa, para defenderte?
GIUNIA Il cielo.
GIUNIA ¡El cielo!
CECILIO Ah che talvolta i Numi...
CECILIO ¡Ah! Pero es que a veces los dioses...
GIUNIA A che ti guida cieco furor? Ad onta de’ miei timori ancor mi resti a lato? Partir non vuoi? Corro a morire, ingrato.
GIUNIA ¿A dónde te lleva el ciego furor? A pesar de mis temores, ¿aún te quedas a mi lado? ¿No quieres irte? ¡Corro a morir, ingrato!
CECILIO Fermati... senti... Oh Dei! Così mi lasci, e brami...
CECILIO ¡Detente!... Escucha... ¡Oh, dioses! Así me dejas, ¿y eso es lo que quieres?
GIUNIA I passi miei guardati di seguir.
GIUNIA Y guárdate mucho de seguir mis pasos.
108 Libreto
CECILIO Saprò morire, ma non lasciarti.
CECILIO Sabría morir, pero no dejarte.
GIUNIA (Oh stelle! Io lo perdo. Che fo?
GIUNIA (¡Oh, cielos! Le pierdo. ¿Qué hago ahora?)
CECILIO Cara, tu piangi? Ah che il tuo pianto...
CECILIO ¿Lloras, querida mía? ¡Ah! Que tu llanto...
GIUNIA Ah sì per questo pianto, per questi lumi miei di speme privi. Parti, parti da me, celati. Vivi.
GIUNIA ¡Ah, sí! Por este llanto, por estos ojos sin esperanza, huye de mí, escóndete. ¡Vive!
CECILIO A che mi sforzi?
CECILIO ¿A qué me obligas?
GIUNIA Alfine! Lusingarmi poss’io di questo segno del tuo tenero affetto? Che rispondi, idol mio?
GIUNIA ¡Por fin! ¿Contenta puedo estar de esta señal de tu tierno afecto? Ídolo mío, ¿qué me respondes?
CECILIO Sì tel prometto.
CECILIO Sí, te lo prometo.
GIUNIA Fuggi dunque, mio bene. Invan paventi, se di me temi. Ah pensa, pensa ch’l ciel difende i giusti, e ch’io d’altri mai non sarò. Di mie promesse, dell’amor mio costante ch’aborre a morte un traditore indegno, sposo, nella mia mano eccoti un pegno.
GIUNIA Pues huye, mi bien. En vano te inquietas, si temes por mí. ¡Ah! Piensa que el cielo defiende a los justos, y que nunca seré de otro. De mis promesas, de mi amor constante, que odia a muerte al indigno traidor, toma, esposo mío, mi mano como prenda de todo ello.
CECILIO Chi sa che non sia questa l’estrema volta, oh Dio? ch’al sen ti stringo destra dell’idol mio, destra adorata, prova di fè sincera...
CECILIO Quién sabe si no va a ser esta, oh, dioses, la última vez que te estrecho, diestra que adoro, idolatrada mano, prueba de sincera fidelidad...
GIUNIA No, non temere. Amami. Fuggi e spera.
GIUNIA No temas. Ámame. Huye y espera.
Libreto 109
CECILIO Ah se a morir mi chiama il fato mio crudele seguace ombra fedele sempre sarò con te. Vorrei mostrar costanza cara, nel dirti addio ma nel lasciarti, oh Dio! sento tremarmi il piè. (Parte.)
CECILIO ¡Ah! Si a morir me llama el destino cruel, te seguiré, sombra fiel, y contigo siempre estaré. Quisiera mostrar constancia, querida, en el adiós, pero para dejarte, ¡oh, dios!, vacila aún mi pie. (Sale.)
Scena decima
Escena décima
GIUNIA Perchè mi balzi in seno affanoso cor mio? Perchè sul volto or che lo sposo io non mi vedo accanto, cade da’ rai più copioso il pianto?
GIUNIA ¿Por qué saltas en mi pecho, angustiado corazón mío? ¿Por qué en mi rostro, cuando ya no tengo a mi lado al esposo, cae el llanto de mis ojos más copioso?
CELIA (esce) Oh ciel? sì lagrimosa si dolente io t’incontro? Al suo destino quell’anima ostinata alfin deh ceda, e sposa dal dittator Roma ti veda.
CELIA (entrando) ¡Oh, cielos! ¿Tan llorosa, tan doliente te encuentro? Ceda esta alma obstinada finalmente a su destino, y que Roma te vea ya esposa del dictador.
GIUNIA T’accheta per pietà.
GIUNIA ¡Calma, por piedad!
CELIA Se in duro esiglio cadde estinto Cecilio, a lui che giova un’inutil costanza?
CELIA Si Cecilio murió en el duro exilio, ¿de qué le sirve la inútil constancia?
GIUNIA (A questo nome s’agghiaccia il cor.)
GIUNIA (Al oír su nombre, se me hiela el corazón.)
CELIA Tu non mi guardi, e il labbro fra i singhiozzi, e i sospir pallido tace. Segui i consigli miei.
CELIA No me miras, y tus labios callan entre sollozos y suspiros. Sigue mis consejos.
GIUNIA Lasciami in pace.
GIUNIA Déjame tranquila.
110 Libreto
CELIA Bramo lieta vederti. Il mio germano oggi me pur felice render saprà. La mano mi promisse di Cinna. Ah tu ben sai, ch’io l’adoro fedel. Più non rammento i miei sofferti affanni se si cangiano alfin gli astri tiranni. Quando sugl’ arsi campi scende la pioggia estiva, le foglie, i fior ravviva, e il bosco, il praticello tosto si fa più bello. Ritorna a verdeggiar. Così quest’alma amante fra la sua dolce speme dopo le lunghe pene comincia a respirar. (Parte.)
CELIA Deseo verte contenta. Mi hermano también me hará hoy muy feliz. Me ha prometido la mano de Cinna. Ya sabes que le adoro fielmente. No quiero rememorar afanes sufridos si los astros tiranos al fin cambian. Cuando sobre los campos quemados cae la lluvia estival, reviven hojas y flores, el bosque y los prados se embellecen de pronto, todo vuelve a ser verde. Igual que esta alma amante: tras dilatadas penas, con la dulce esperanza, vuelve a respirar. (Sale.)
Scena undicesima
Escena undécima
GIUNIA In un istante oh come s’accrebbe il mio timor! Pur troppo è questo un presagio funesto delle sventure mie! L’incauto sposo più non è forse ascoso al reo tiranno. A morte ei già lo condannò. Fra i miei spaventi, nel mio dolore estremo che fo? Che penso mai? Misera io tremo. Ah no, più non si tardi. Il Senato mi vegga. Al di lui piede grazia e pietà s’implori per lo sposo fedel. S’ei me la nega si chieda al Ciel. Se il Ciel l’ultimo fine dell’adorato sposo oggi prescrisse, trafigga me chi l’idol mio trafisse. Parto, m’affretto. Ma nel partire il cor si spezza. Mi manca l’anima, morir mi sento. Né so morire, e smanio, e gelo. E piango, e peno. Ah se potessi, potessi almeno fra tanti spasimi, morir così.
GIUNIA ¡Oh! ¡Cómo ha crecido en un instante mi temor! Está visto que es un presagio funesto de mis desventuras. Quizás mi incauto esposo no está lo bastante oculto al cruel tirano. A muerte quizás ya le han condenado. Entre terrores y dolor extremo, ¿qué hago? ¿Qué debo pensar? ¡Pobre de mí, tiemblo! ¡Ah, no, no puedo esperar más! Que me vea el Senado. A sus pies gracia y piedad imploraré para mi fiel esposo. Si me la niega, al cielo la pediré. Y si el cielo hoy decreta el día postremo de mi adorado esposo, que me mate a mí el mismo que mate a mi ídolo. Corriendo voy allí, pero al partir se me rompe el corazón y el alma desfallece, me siento morir. Y ni sé morir, y enloquezco, y me hielo, lloro y sufro... ¡Ah, si pudiera al menos, entre tanta agitación, morir así!
Libreto 111
Ma per maggior mio duolo verso un’amante oppressa divien la morte istessa pietosa in questo dì. (Parte.)
Pero para mayor dolor mío, hacia una amante oprimida se muestra la misma muerte piadosa en este día. (Sale.)
Scena dodicesima
Escena duodécima
Campidoglio. S’avanza Silla, ed Aufidio seguito dai Senatori e dalle squadre.
El Capitolio. Avanza Silla con Aufidio y séquito de senadores y tropa.
CORO Se gloria il crin ti cinse di mille squadre a fronte or la temuta fronte qui ti coroni Amor. Stringa quel braccio invitto lei, che da te s’adora. Se con i mirti ancora cresce il guerriero allor. (Compar Giunia fra i Senatori.)
CORO Si la gloria la cabeza te ciñó ante mil escuadras, que ahora la temida frente corone aquí el amor. Que estreche el brazo invicto a aquella que tú adoras, pues con el mirto crece aún más el laurel guerrero. (Aparece Giunia entre los senadores.)
SILLA Padro coscritti, io che pugnai per Roma, io che vinsi per lei, io che la face della civil discordia col mio valore estinsi. Io che la pace per opra mia regnar sul Tebro or vedo d’ogni trionfo mio premio vi chiedo.
SILLA Padres conscriptos, yo que luché por Roma, yo que vencí por ella, yo que apagué con valor la llama de la civil discordia, yo que la paz veo reinar por obra mía sobre el Tíber, de cada triunfo el premio os pido.
GIUNIA (Soccorso eterni Dei!)
GIUNIA (¡Socorro, dioses eternos!)
SILLA Non ignorate l’antico odio funesto e di Mario e di Silla. Il giorno è questo in cui mi scordo. Alla sua figlia sacro laccio m’unisca, e il dolce nodo plachi l’ombra del padre. Un dittatore, un cittadin fra i gloriosi allori altro premio non cerca a’ suoi sudori.
SILLA No ignoráis el antiguo odio funesto entre Mario y Silla; en el día de hoy todo lo olvido. Y con su hija quiero unirme en sacro vínculo, que este feliz enlace aplaque la sombra del padre. Un dictador, un ciudadano coronado de laureles, no quiere otro premio a sus esfuerzos.
112 Libreto
GIUNIA (Tace il Senato, e col silenzio approva d’un tirano il voler?)
GIUNIA (Calla el Senado, y con su silencio ¿aprueba la voluntad del tirano?)
SILLA Padri già miro ne’ volti vostri espresso il consenso comun. Quei che s’udiro festosi gridi risuonar d’intorno son del pubblico voto un certo segno. Seguimi all’ara omai...
SILLA Senadores, ya veo el general consenso expresado en vuestras caras. Los festivos gritos que ahora oíamos resonar a nuestro alrededor son del público voto señal cierta. Sígueme ahora al altar...
GIUNIA Scostati indegno. A tal viltà discende Roma, e il Senato? Un ingiurioso, un folle timor t’astringe a secondar d’un empio le violenze infami? Ah che fra voi no, che non v’è chi in petto racchiuda un cor romano...
GIUNIA ¡Apártate, indigno! ¿A tal vileza se rebaja Roma y el Senado? ¿Un injurioso, un loco temor os lleva a secundar de un impío las infames violencias? No hay entre vosotros quien albergue en su pecho un verdadero corazón romano...
SILLA Taci, e più saggia a me porgi la mano.
SILLA ¡Calla! Y dame la mano, más razonable.
AUFIDIO Così per bocca mia tutto il popolo t’impon.
AUFIDIO Así por mi boca todo el pueblo te lo impone.
SILLA Dunque mi segui.
SILLA Sígueme, pues...
GIUNIA Non appressarti, o in seno questo ferro m’immergo. (in atto di ferirsi)
GIUNIA No tan rápido, o en mi pecho hundo este hierro. (Intenta matarse.)
SILLA Alla superba l’acciar si tolga, e segua il voler mio. (Entra Cecilio con spada nuda.)
SILLA Quitadle la daga a esa altiva. Y que cumpla mi voluntad. (Aparece Cecilio con la espada desnuda.)
Libreto 113
Scena tredicesima
Escena decimotercera
CECILIO Sposa ah no, non temer.
CECILIO ¡Esposa mía, nada temas!
SILLA (Chi vedo?)
SILLA (¡Qué veo!)
GIUNIA (Oh Dio!)
GIUNIA (¡Oh, dioses!)
AUFIDIO (Cecilio?)
AUFIDIO (¿Cecilio?)
SILLA In questa guisa son tradito da voi? Del mio divieto e delle leggi ad onta tornò Cecilio, e seco Giunia unita di toglier osa al dittator la vita? Quel’audace s’arresti.
SILLA ¿De tal forma he sido traicionado? A pesar de la prohibición, y contra las leyes ha vuelto Cecilio, ¿y osa junto a Giunia quitar la vida al dictador? ¡Arrestad a ese audaz!
GIUNIA (Incauto sposo!) Signor...
GIUNIA (¡Incauto esposo!) Señor...
SILLA Taci, indegna, ch’omai solo ascolto il furore. (a Cecilio) Al novo sole per mia vendetta, o traditor, morrai. (Esce Cinna con spada nuda.)
SILLA ¡Calla, indigna, ahora mismo solo escucho a mi furor! (a Cecilio) Con el nuevo sol, oh, traidor, para venganza mía, vas a morir. (Aparece Cinna con la espada desnuda.)
Scena quattordicesima
Escena decimocuarta
SILLA Come? D’un ferro armato, confuso, irresoluto Cinna tu pur?
SILLA ¿Qué? Armado con la espada, confuso e indeciso, ¿también tú te presentas, Cinna?
114 Libreto
CINNA (Oh ciel, tutto è perduto; qualche scampo ah si cerchi nel cimento fatal!) Con mio stupore col nudo acciaro io vidi Cecilio infra le schiere aprirsi un varco. La sua rabbia, i fieri minacciosi occhi suoi d’un tradimento mi fecero temer. Onde salvarti da quella destra al parricidio intesa corsi, e il brando impugnai per tua difesa.
CINNA (¡Oh, cielos, todo está perdido! Hay que buscar una salida para esta prueba fatal.) Con estupor he visto como Cecilio, espada en mano, se abría paso entre la tropa. Su rabia, su semblante amenazador me han llevado a pensar en una traición. Y he acudido a salvarte de esa mano parricida. Saqué la espada para defenderte.
SILLA Ah vanne; amico, e scopri se altri perfidi mai...
SILLA ¡Ah, vete, amigo mío, y procura descubrir si hay otros pérfidos!
CINNA Sulla mia fede signor riposa, e paventar non dei. (Quasi nel fiero incontro io mi perdei.)
CINNA Puedes fiarte de mi fidelidad, nada debes temer de mí. (Por poco no me pierdo yo mismo en tan feroz encuentro.)
SILLA Olà quel traditore, Aufidio, si disarmi.
SILLA Vamos, desarma, Aufidio, de una vez a ese traidor.
GIUNIA Oh Dio! Fermate!
GIUNIA ¡Oh, cielos! ¡Quietos!
CECILIO Finchè l’acciar mi resta saprò farlo tremar.
CECILIO Mientras tenga la espada en la mano, le haré temblar.
SILLA E giunge a tanto la tua baldanza?
SILLA ¿A tanto llega tu osadía?
GIUNIA (Oh Dei!)
GIUNIA (¡Oh, dioses!)
SILLA Cedi l’acciaro, o ch’io...
SILLA Depón el arma, o haré que...
CECILIO Lo speri invan.
CECILIO No lo esperes.
Libreto 115
GIUNIA Cecilio, o caro.
GIUNIA ¡Cede, amado mío!
CECILIO Ad esser vil m’insegna la sposa mia?
CECILIO ¿Mi esposa me enseña a ser vil?
GIUNIA Deh non opporti!
GIUNIA ¡Vamos, no te opongas!
CECILIO E vuoi?
CECILIO ¿Eso es lo que quieres?
GIUNIA Della tua tenerezza una prova vogl’io.
GIUNIA Quiero una prueba de tu ternura.
CECILIO Dovrò?
CECILIO ¿Qué debo hacer?
GIUNIA Dovrai nella mia fede, e nel favor del cielo affidarti, e sperar. Se ancor mio bene dubbioso ti mostri, i giusti Numi, e la tua sposa offendi.
GIUNIA Confiar en mi fidelidad y en el favor del cielo. Tener esperanza. Y si aún te muestras dudoso, mi bien, ofenderás a los dioses justos y a mí.
CECILIO (Fremo.) (a Giunia) T’appagherò. (gettando la spada) Barbaro, prendi.
CECILIO (¡Me estremezco!) (a Giunia) Te daré satisfacción. (tirando la espada) ¡Toma, bárbaro!
SILLA Nella prigion più nera tragassi il reo. Per poco quest’aure a te vietate respirar ti vedrò. fra le ritorte del tradimento audace tu pur ti pentirai donna mendace. Quell’orgoglioso sdegno oggi umiliar saprò.
SILLA Llevad al reo a la prisión más oscura. Poco más te veré respirando este aire que tendrás prohibido. Y tú, mujer engañosa, encadenada podrás arrepentirte de la audaz traición. Hoy mismo voy a humillar este desdén orgulloso.
CECILIO Non lo sperare, indegno, l’istesso ognor sarò.
CECILIO No lo esperes, indigno, yo seré siempre el mismo.
116 Libreto
GIUNIA Eccoti, o sposo, un pegno. Che al fianco tuo morrò.
GIUNIA Aquí tienes, esposo, mi prenda, pues a tu lado voy a morir.
SILLA Empi la vostra mano merita sol catene.
SILLA Impíos, vuestras manos no merecen sino las cadenas.
GIUNIA, CECILIO Se mi ama il caro bene lieto/lieta a morir men vo.
GIUNIA, CECILIO Si mi bien preciado me ama, contento/contenta moriré.
SILLA Questa costanza intrepida, questo sì fido amore tutto mi strazia il core, tutto avvampar mi fa.
SILLA Esta intrépida constancia, este amor fiel, me rompe el corazón y me hace hervir la sangre.
GIUNIA, CECILIO La mia costanza intrepida, questo sì fido amore dolce consola il core ne paventar mi fa.
GIUNIA, CECILIO Mi intrépida constancia, mi amor fiel, consuela, dulce, el corazón y me impide tener miedo.
Libreto 117
ATTO TERZO
ACTO TERCERO
Scena prima
Escena primera
Atrio, che introduce ai carceri. Cecilio incatenato, Cinna, Guardie a vista.
Atrio que conduce a las prisiones. Cecilio encadenado, Cinna y guardias vigilando.
CINNA Ah sì tu solo, amico, ritenesti il gran colpo. Eran non lunghi al Campidoglio ascosi gli amici tuoi, gli amici miei. Seguito volea da questi infra le schiere aprirmi sanguinoso sentier. Ma la prudenza il furor moderò. Di tanti a fronte che far potea cinto da pochi? Il cielo nuovo ardir m’ispirò. Gli amici io lascio, tacito il ferro io stringo, e in Campidoglio m’avanzo. Allorchè voglio vibrare il colpo, in te m’affiso. Il ferro nella man mi tremò. Nel tuo periglio gelossi il cor. M’arresto, mi confondo, non so che dir. Quasi il secreto arcano il tiranno svelò. Ma il suo comando, che di partir m’impose, la confusione, e il mio dolore ascose.
CINNA ¡Ah, sí! Tú solo, amigo, retuviste el gran golpe. No estaban muy lejos del Capitolio tus amigos, ocultos con los míos. Tras ellos quería abrir un sangriento pasillo entre la tropa, mas la prudencia moderó el furor. Ante tantos, ¿qué podía hacer yo con tan pocos? El cielo me inspiró nueva audacia. Dejé a los amigos, tomé la espada y al Capitolio acudí. Cuando quise dar el golpe me fijé en ti. El acero me tembló en la mano. Viéndote en peligro, se me heló el corazón. Me detuve turbado, sin saber qué decir. El tirano casi descubre mi secreta intención. Pero su orden, imponiéndome que me fuera, ocultó mi turbación y mi dolor.
CECILIO Giacchè morir degg’io morasi alfin. Sol mi paventa, oh Dei! la sposa mia...
CECILIO Puesto que debo morir, muramos al fin. ¡Solo temo, oh, dioses, por mi esposa!
CINNA Non paventar di lei. Entrambi io salverò. (S’avanza Celia.)
CINNA No sufras por ella, os salvaré a los dos. (Se acerca Celia.)
CELIA D’ascoltar Giunia men sdegnoso, e men fiero mi promisse il german.
CELIA Menos enojado y terrible, mi hermano me ha prometido que escuchará a Giunia.
CECILIO Giunia al suo piede? E perchè mai?
CECILIO ¿Giunia a sus pies? ¿Y eso por qué?
118 Libreto
CELIA Desìa placarne lo sdegno.
CELIA Quiere apaciguar su enojo.
CECILIO Invan lo brama.
CECILIO En vano lo desea.
CINNA Odimi Celia. È questo forse il momento, ond’illustrar tu puoi con opra sublime i giorni tuoi.
CINNA ¡Escucha, Celia! Este es el momento en que acaso puedas embellecer tu vida, haciendo una obra sublime.
CELIA Che far degg’io?
CELIA ¿Qué tengo que hacer?
CINNA M’è noto a prova già tutto il poder, che vanti sul cor di Silla. A lui t’affretta, e dilli che aborrito dal cielo, in odio a Roma, se in se stesso non torna, e se non scorda un cieco amore insano l’eccidio suo fatal non è lontano.
CINNA Conozco con certeza todo el poder que tienes sobre el corazón de Silla. Vete a verle y dile que si el cielo le detesta y Roma le odia, si no vuelve al sentido común, olvidando el ciego e insano amor, pronto llegará su asesinato.
CELIA Dunque il german...
CELIA Así, pues, mi hermano...
CINNA ...incontrerà la morte se non s’arrende a un tal consiglio.
CINNA ... la muerte va a encontrar si no sigue este consejo.
CECILIO Ah tutto tutto inutil sarà.
CECILIO Todo esto va a ser inútil.
CELIA Tentare io voglio la difficile impresa, e se aver ponno le mie preghiere il lor bramato effetto?
CELIA Quiero intentar la difícil tarea, y ver si mis ruegos pueden tener el deseado efecto.
CINNA La destra in guiderdone io ti prometto.
CINNA La mano te prometo en premio.
CELIA Un così dolce premio più animosa mi fa. Me fortunata, se fra un orror sì periglioso e tristo, salvo il germano, e’l caro amante acquisto. Strider sento la procella
CELIA Tan dulce premio ánimos me da de sobra. Seré afortunada si en un horror tan peligroso y triste salvo al hermano y me gano un amado. Siento el rugir de la tempestad
Libreto 119
né risplende amica stella, pure avvolta in tanto orrore la speranza coll’amore mi sta sempre in mezzo al cor. (Parte.)
y no luce ninguna estrella amiga, y aun así, cercada de horrores, tengo siempre dentro del corazón la esperanza y el amor. (Sale.)
Scena seconda
Escena segunda
CECILIO Forse tu credi, amico, che Celia giunga a raddolcir un core uso alle stragi, e che talor di sdegno ingiustamente furibondo, ed ebro fè rossegiar di civil sangue il Tebro?
CECILIO ¿Tú crees, amigo, que Celia podrá enternecer un corazón habituado a las matanzas, que hizo, injustamente furibundo y ebrio de enojo, enrojecer de sangre civil las aguas del Tíber?
CINNA So quanto Celia puote su quell’anima incostante, e Giunia ancora placar potria colle lagrime sue...
CINNA Conozco el poder que tiene Celia sobre esa alma inconstante; y además aún Giunia podría apaciguar con sus lágrimas...
CECILIO La sposa mia a qualche insulto amaro invan s’espone. Un empio, un inumano non si cangia sì presto. Onde abbandoni in sentier del delitto ch’ei suol calcar per lungo suo costume, ci volle ognor tutto il poter d’un Nume. Ah non più non mi resta né speme, né pietà. L’afflitta sposa ti raccomando, amigo. In pro di lei vegli la tua amistà. Del mio nemico vittima, ah no, non sia. Nel di lui sangue vendica la mia morte, e’l mio spirto sdegnoso nel regno degl’estinti avrà riposo.
CECILIO Mi esposa queda expuesta a insultos amargos, pues no cambia tan rápido un impío inhumano. Para que abandone el camino del delito que hace tiempo que acostumbra a seguir sería preciso todo el poder de un dios. ¡Ah, no! No me queda ni esperanza ni piedad. La esposa afligida, amigo, te encomiendo. Vele por ella tu amistad. Que no sea, ¡ay!, víctima de mi enemigo. Con la sangre del reo venga tú mi muerte, así tendrá mi espíritu enojado reposo en el mundo de los muertos.
CINNA Ogni pensier di morte si allontani da te. Se il cor di Silla contro al dovere, e alla ragion s’ostina, sulla propria rovina ne’ suoi perigli estremi quell’empio solo impallidisca, e tremi. De’ più superbi il core se Giove irato fulmina, freddo spavento ingombra,
CINNA Huyan de ti los pensamientos de muerte. Si el corazón de Silla contra el deber y la razón se obstina, que ese impío palidezca y tiemble en su propia ruina y en los extremos peligros él solo. Si Júpiter iracundo fulmina, de frío espanto se llena el corazón de los más soberbios,
120 Libreto
ma d’un alloro all’ombra non palpita il pastor. Paventino i tiranni le stragi e le ritorte, sol rida in faccia a morte chi ha senza colpe il cor. (Parte.)
pero el pastor de nada tiene miedo a la sombra de un laurel. Que teman los tiranos las matanzas y las cadenas; ante la muerte solo ríe quien no tiene culpa en el corazón. (Sale.)
Scena terza
Escena tercera
CECILIO Ah no, che il fato estremo terror per me non ha. Sol piango, e gemo fra l’ingiuste catene non per la morte mia, per il mio bene. (S’avanza Giunia.)
CECILIO ¡Ah, no! El postrer destino no me da miedo. Solo lloro y gimo, entre cadenas injustas, no por mí ni por mi muerte, sino por mi bien querido. (Se acerca Giunia.)
GIUNIA Ah dolce sposo...
GIUNIA ¡Ah, dulce esposo!
CECILIO Oh stelle! Come tu qui?
CECILIO ¡Cielos! ¡Tú, aquí!
GIUNIA M’aperse la via fra quest’orrore la mia fede, il mio pianto, il nostro amore.
GIUNIA Me abrió camino hasta este horror mi fe, mi llanto y nuestro amor.
CECILIO Ma Silla... Ah parla. E Silla...
CECILIO Pero Silla... ¡Ah, dime! ¿Y Silla?
GIUNIA L’empio mi lascia... Oh Dio... mi lascia, ch’io ti dia... l’ultimo... addio.
GIUNIA El impío me deja... ¡Oh, dioses!... Me deja que te dé... el último adiós.
CECILIO Dunque non v’è per noi né pietà, né speranza?
CECILIO Eso significa que para nosotros no hay esperanza ni piedad.
GIUNIA Al fianco tuo sol di morir m’avanza. Che non tentai finor? Querele, e pianti, sospiri, affanni, e prieghi sono inutili omai per quel core inumano che chiede o la tua morte, o la mia mano.
GIUNIA Solo me resta morir a tu lado. ¿Qué no he intentado hasta ahora? Súplicas y llantos, suspiros y afanes, pero los ruegos no tienen efecto en su corazón inhumano que pide tu muerte o mi mano.
Libreto 121
CECILIO Della mia vita il prezzo esser può la tua man? Giunia frattanto che mai risolverà?
CECILIO ¿Puede ser tu mano el precio de mi vida? Entonces, ¿qué piensa Giunia decidir?
GIUNIA Morirti accanto.
GIUNIA Morir a tu lado.
CECILIO E tu per me vorrai troncar di sì bel giorni?
CECILIO ¿Quieres por mí truncar tu bella vida?
GIUNIA E deggio, e voglio teco morir. A questo passo, o caro. M’obbliga, mi consiglia l’amor di sposa, ed il dover di figlia. (Esce Aufidio colle Guardie.)
GIUNIA Debo hacerlo y quiero: contigo habré de morir. A este extremo me obliga y me lo aconseja el amor de esposa y el deber de hija. (Entra Aufidio con la guardia.)
Scena quarta
Escena cuarta
AUFIDIO Tosto seguir tu dei Cecilio i passi miei.
AUFIDIO Tienes que venir conmigo inmediatamente, Cecilio.
CECILIO Forse alla morte... parla... dimmi...
CECILIO Quizás a morir... Habla... dímelo...
AUFIDIO Non so.
AUFIDIO No lo sé.
CECILIO Prendi, mia speme, prendi l’estremo abbraccio.
CECILIO Toma, recibe, esperanza mía, mi último abrazo.
GIUNIA (ad Aufidio) Rispondi... Oh ciel!
GIUNIA (a Aufidio) Responde... ¡Oh cielos!
AUFIDIO Sempre obbedisco, e taccio.
AUFIDIO Yo siempre obedezco y nada digo.
CECILIO Ah non perdiam, mia vita, un passeggero istante,
CECILIO ¡Ah, no perdamos, mi vida, el instante fugitivo que nos da
122 Libreto
che ne porge il destin. Parto, ti lascio, e in sì tenero amplesso ricevi, anima mia, tutto me stesso.
el destino! Me voy y te dejo, pero recibe, con este tierno abrazo, alma mía, todo mi ser.
GIUNIA Ah caro sposo... Oh Dei! Se uccider poù il martiro, perchè vicina a te, perchè non moro?
GIUNIA ¡Ah, amado esposo!... ¡Dioses! Si puede matar el sufrimiento, ¿por qué a tu lado no muero?
CECILIO Quel pianto oh Dio! Ah sì, quel pianto non sai come nel seno... Ahimè! ti basti, o cara, sì ti basti il saper che in questo istante più d’un morir tiranno quelle lagrime tue mi son d’affanno. Pupille amate, non lagrimate, morir mi fate pria di morir. Quest’alma fida a voi d’intorno farà ritorno sciolta in sospir. (Parte con Aufidio, e Guardie.)
CECILIO ¡Qué llanto, oh, dioses! ¡Ah, sí! No sabes cómo este llanto en mi pecho... ¡Ay! Te baste, sí, saber que en este instante más que el morir tirano me resultan dolorosas tus lágrimas. Pupilas adoradas, no vertáis lágrimas, pues antes de morir aún me hacéis sufrir. Esta alma fiel a vuestro lado habrá de volver deshecha en llanto. (Parte con Aufidio y la guardia.)
Scena quinta
Escena quinta
GIUNIA Sposo... mia vita... Ah dove vai? Non ti seguo? E chi ritiene i pasi miei? Chi mi sa dir?... Ma intorno altro, ahi lassa non vedo che silenzio ed orror! L’istesso cielo più non m’ascolta, e m’abbandona. Ah forse l’amato bene già dalle rotte vene versa l’anima, e’l sangue... Ah pria ch’ei mora su quella spoglia esangue spirar vogl’io... Che tardo? Disperata a che resto? Odo, o mi sembra udir di fioca voce languido suon ch’a sè mi chiama? Ah sposo se i tronchi sensi estremi de’ labbri suoi son questi,
GIUNIA Esposo... vida mía... ¡Ah! ¿A dónde vas? ¿No puedo seguirte? ¿Qué retiene mis pies? ¿Quién sabe decirme...? Pero a mi alrededor no veo más que silencio y horror. Ni siquiera el cielo me escucha y me abandona. ¡Ah! Quizás mi amado bien ya rinde el alma por las abiertas venas, mientras se le escapa la sangre... ¡Antes de que muera, sobre sus exangües miembros quiero expirar... ¿Qué espero aquí? ¿Por qué me quedo desesperada? ¿Siento, o me lo parece, el lánguido son de una voz débil que me llama? ¡Ah, esposo, si son los últimos espasmos
Libreto 123
corro, volo a cader dove cadesti. Fra i pensier più funesti di morte veder parmi l’esangue consorte che con gelida mano m’addita la fumante sanguigna ferita, e mi dice: che tardi a morir? Già vacillo, già manco, già moro e l’estinto mio sposo, ch’adoro ombra fida m’affretto a seguir. (Parte.)
de tus labios, corro, vuelo a caer donde caíste! Entre funestos pensamientos de muerte me parece ver al exangüe consorte que me señala con gélida mano la herida sangrante y me dice: ¿qué esperas para morir? Y yo vacilo, desfallezco, muero, y al extinto esposo que adoro, sombra fiel, me apresuro a seguir. (Sale.)
Scena sesta
Escena sexta
Salone. Silla, Cinna, Celia.
Una sala. Silla, Cinna y Celia.
SILLA Celia, Cinna non più. Roma e’l Senato di mia giustizia, e del delitto altrui il giudice sarà.
SILLA ¡Celia, Cinna, basta! Roma y el Senado de mi justicia y del delito de los otros serán los jueces.
CINNA Più che non credi de Cecilio la vita necessaria esses puote.
CINNA La vida de Cecilio puede serte más necesaria de lo que piensas.
CELIA I giorni tuoi... la disperata Giunia... il suo consorte creduto estinto, e alle sue braccia or reso...
CELIA Tu vida... la desesperada Giunia, su esposo que daba por muerto y que ahora ha vuelto a sus brazos...
SILLA Sò ch’ognor più l’odio comun m’han reso. Ma un dittator tradito vuol vendetta, e l’avrà. Stanco son’io di temer sempre, e palpitar. La vita agitata ed incerta fra un barbaro spavento è un viver per morire ogni momento.
SILLA Sé que cada vez más aumenta el odio contra mí, pero un dictador traicionado quiere venganza y la va a tener. Estoy cansado de temer siempre y palpitar. La vida agitada e incierta en medio de un bárbaro terror es vivir pendiente en todo instante de morir.
CELIA Ah speri invan, se speri fra un eccidio funesto e sanguinoso trovar la sicurezza ed il riposo.
CELIA ¡Ah!, esperas en vano, si confías en hallar tu seguridad y tu reposo en un asesinato funesto y sanguinario.
124 Libreto
CINNA La furiosa Giunia tu correre vedrai ad assordar le vie di querelle, e di lai. Destare in petto può de’ nemici tuoi quel lagrimoso ciglio...
CINNA Verás correr a la furiosa Giunia ensordeciendo las calles con súplicas y lamentos. Sus ojos llorosos pueden despertar en el pecho de los enemigos...
SILLA Vedo più che non pensi il mio periglio. Amor, gloria, vendetta, sdegno, timore, io sento affollarmisi al cor. Ognun pretende d’acquistare l’impero. Amor lusinga. Mi rampogna la gloria. Ira m’accende. Freddo timor m’aghiaccia. M’anima la vendetta, e mi minaccia. De’ fieri assalti in preda, alla defensa accinto, di Silla il cor fia vincitore, o vinto? Ma l’atto illustre alfine decider dee, s’io merto quel glorioso alloro, che mi adombra la chioma e giudice ne voglio il mondo, e Roma. (S’avanza Giunia con Guardie.)
SILLA Veo mi peligro más de lo que piensas. Amor, gloria, venganza, enojo, temor, todo eso siento que se agita en mí. Todos pretenden conseguir el imperio. El amor halaga. La gloria me riñe. Me enciende la ira. Me hiela el temor. Me anima la venganza y me amenaza. Presa de asaltos feroces, dispuesto a la defensa, el corazón de Silla ¿es vencedor o vencido? Pero el hecho ilustre es quien decide finalmente si merezco el glorioso laurel que corona mi cabeza. Y quiero que el mundo y Roma lo juzguen. (Llega Giunia con la guardia.)
Scena settima
Escena séptima
GIUNIA Anima vil, da Giunia che pretendi? Che vuoi? Roma e’l Senato nel tollerare un traditore indegno è stupido e insensato a questo segno? Padri coscritti innanzi a voi chiedo e vendetta, e pietà. Pietade implora una sposa infelice, e vuol vendetta d’un cittadino, e d’un consorte esangue l’ombra, che nuota ancora in mezzo al sangue.
GIUNIA Alma vil ¿qué pretendes de Giunia? ¿Qué quieres? ¿Roma y el Senado, tolerando a un traidor, son hasta ese punto estúpidos e insensatos? Padres conscriptos, ante vosotros pido venganza y piedad. Una esposa infeliz implora piedad, y quiere venganza la sombra de un ciudadano y de un esposo exangüe, bañado en su sangre.
SILLA Calma gli sdegni tuoi, tergi il bel ciglio. Inutile è quel pianto. E vano il tuo furor. De’ miei delitti, della mia crudeltade a Roma in faccia spettatrice ti voglio, e in questo loco di Silla il cor conoscerai fra poco. (Esce Aufidio, con Cecilio e Guardie.)
SILLA Calma tu enojo, seca tus ojos. Inútil es tu llanto y es vano tu furor. De mis delitos y de la crueldad te quiero espectadora ante Roma, y en este mismo lugar conocerás muy pronto el corazón de Silla. (Entra Aufidio con Cecilio y la guardia.)
Libreto 125
Scena ottava
Escena octava
GIUNIA (Lo sposo mio?)
GIUNIA (¡Mi esposo!)
CINNA (Che miro?)
CINNA (¡Qué veo!)
CELIA (E quale arcan?)
CELIA (¿Qué misterio es este?)
CECILIO (Che fia?)
CECILIO (¿Qué ocurre?)
SILLA Roma, il Senato e’l popolo m’ascolti. A voi presento un cittadin proscritto che di sprezzar le leggi osò furtivo. Ei, che d’un ferro armato in Campidoglio alle mie squadre appresso tentò svenare il dittatore istesso. Grazia ei non cerca. Anzi di me non teme e m’oltraggia e detesta. Ecco il momento che decide di lui. Silla qua adopri l’autorità, che Roma al suo braccio affidò. Giunia mi senta e m’insulti, se può. Quell’empio Silla, quel superbo tiranno a tutti odioso vuol che viva Cecilio, e sia tuo sposo.
SILLA ¡Que Roma, el Senado y todo el pueblo me escuche! Os presento a un ciudadano proscrito que se atrevió furtivamente a despreciar las leyes. Con su espada en el Capitolio, y al lado mismo de mi tropa, quiso matar al dictador en persona. No espera gracia. Nada teme de mí, y me ultraja y me detesta. Es el momento de decidir que va a ser de él. Silla ejerce aquí la autoridad que Roma le confió. Que Giunia me escuche y, si puede, que me insulte. Aquel impío Silla, el altivo tirano, odiado por todos, quiere que viva Cecilio y que sea tu esposo.
GIUNIA E sarà ver?... mia vita...
GIUNIA ¿De veras?... ¡Vida mía!
CECILIO Fida sposa... qual gioia... Qual cangiamento è questo?
CECILIO Fiel esposa... ¡Qué alegría! ¿Qué cambio es este?
AUFIDIO Che fu?
AUFIDIO ¿Qué ha sido eso?
CELIA Lode agli Dei.
CELIA ¡Loados sean los dioses!
126 Libreto
CINNA Stupito io resto.
CINNA Me he quedado de piedra.
SILLA Padri coscritti, or da voi cerco e voglio quanto vergò la mano in questo foglio. De’ cittadin proscritti ei tutti i nomi accoglie; ciascun ritorni alle paterne soglie.
SILLA Padres conscriptos, ahora os pido y quiero todo lo que mi mano ha escrito en esta hoja: contiene los nombres de ciudadanos proscritos; que vuelvan todos ellos bajo el techo paterno.
CECILIO Oh come degno or sei del supremo splendor fra cui tu siedi.
CECILIO ¡Oh, qué digno eres ahora del supremo esplendor que te rodea!
GIUNIA Costretta ad ammirarti alfin mi vedi.
GIUNIA Finalmente me ves obligada a admirarte.
AUFIDIO (Ah che la mia rovina certa prevedo.)
AUFIDIO (¡Ay, que ya veo llegar mi ruina!)
SILLA In mezzo al pubblico piacer, fra tante lodi, ch’ognor labbro sincer prodiga a Silla, e perchè Cinna è solo che infra occulti pensier confuso giace, e diviso da me sospira e tace? (Vuol abbracciarlo.) Fedele amico...
SILLA En medio del placer público, entre tantas alabanzas que labios sinceros prodigan a Silla, ¿por qué Cinna es el único que está envuelto en ocultos pensamientos y suspira apartado de mí, en silencio? (Yendo a abrazarle.) Fiel amigo...
CINNA Ah lascia di chiamarmi così. Per opra mia tornò Cecilio a Roma. In Campidoglio per trucidarti io corsi, e armai non lungi di cento anime audaci e la mano, e l’ardir. Io sol le faci a danni tuoi della discordia accesi...
CINNA ¡Ah! Deja de llamarme así. Por obra mía volvió Cecilio a Roma. Al Capitolio acudí para matarte, y no muy lejos había yo armado la mano y la osadía de cien almas audaces. La llama de la discordia contra ti yo solo encendí.
SILLA Tu abbastanza dicesti, io tutto intesi.
SILLA Ya has dicho bastante, me ha quedado claro.
CELIA (Dolci speranze addio.)
CELIA (¡Adiós, dulces esperanzas!)
Libreto 127
SILLA La pena or senti d’ogni trama nascosa. Celia germana mia sarà tua sposa.
SILLA La pena escucha para tu trama oculta: mi hermana será tu esposa.
GIUNIA Bella virtù!
GIUNIA ¡Bella virtud!
CECILIO Ce generoso core!
CECILIO ¡Corazón generoso!
CINNA E quale, oh giusto ciel mi s’accende sul volto vergognoso rossor? Come poss’io...
CINNA ¡Oh, qué vergüenza en mi rostro se enciende! ¿Cómo puedo...?
SILLA Quel rimorso mi basta, e tutto oblio.
SILLA Este remordimiento me basta, ya todo lo he olvidado.
CELIA (Me lieta!) (a Cinna) Ah premia alfine il mio costante amor. Della clemenza mostrati degno, e di quel core umano la virtù, la pietade...
CELIA (¡Oh, qué feliz soy!) (a Cinna) ¡Ah, premia mi amor constante! De la clemencia muéstrate digno, y de este corazón humano virtud y piedad…
CINNA Ecco la mano.
CINNA Aquí está mi mano.
SILLA Qual de’ trionfi miei eguagliar potrà questo, eterni Dei?
SILLA ¿Cuál de mis triunfos podrá, dioses eternos, igualar a este?
AUFIDIO Lascia ch’a piedi tuoi grazia implori a te. De’ miei consigli, delle mie lodi adulatrici or sono pentito...
AUFIDIO Deja que implore a tus pies gracia para mí. De mis consejos, de las aduladoras alabanzas ahora me arrepiento...
SILLA Aufidio sorgi. Io ti perdono. Così lodevol opra coronisi da me. Romani, amici, dal capo mio si tolga il rispettato alloro, e trionfale; più dittator non son. Son vostro eguale. Ecco alla Patria resa la libertade.
SILLA ¡Aufidio, levanta! Te perdono. Obra tan loable quiero así coronar. Romanos, amigos, me quito de la cabeza el respetado y triunfal laurel; dejo de ser dictador. Soy vuestro igual. Devuelvo a la patria la libertad. El llanto civil
128 Libreto
Ecco asciugato alfine il civil pianto. Ah no, che’l maggior bene la grandezza non è. Madre soltanto è di timor, di affanni, di frodi e tradimenti. Anzi per lei cieco mortal dalla calcata via di giustizia e pietà spesso travìa. Ah sì conosco a prova che assai più grata all’alma d’un menzogner splendore è l’innocenza e la virtù del core.
queda así enjuagado. ¡Ah, no! No es la grandeza el mayor bien. Solamente engendra temores y afanes mil, mentiras y traiciones. E incluso a causa de ella a menudo el ciego mortal se aparta del camino de la justicia y de la piedad. ¡Ah, sí! Sé bien por experiencia que la inocencia y la virtud del corazón son para el alma más gratas que el engañoso esplendor.
CORO Il gran Silla a Roma in seno che per lui respira, e gode d’ogni gloria, e d’ogni lode. Vincitor oggi si fa.
CORO El gran Silla, en el seno de Roma, que por él respira y goza, de toda gloria y de toda alabanza vencedor hoy ha sido.
GIUNIA, CECILIO Sol per lui l’acerba sorte è per me felicità.
GIUNIA, CECILIO Solo por él la amarga suerte es para mí la felicidad.
CINNA, CELIA E calpesta le ritorte la latina libertà.
CINNA, CELIA Y pisotea las cadenas la latina libertad.
CORO In gran Silla d’ogni lode vincitore oggi si fa.
CORO El gran Silla de toda alabanza vencedor hoy ha sido.
GIUNIA, CECILIO, CINNA, CELIA Trionfò d’un basso amore la virtude, e la pietà.
GIUNIA, CECILIO, CINNA, CELIA De un bajo amor ha triunfado la virtud y la piedad.
SILLA Il trofeo sul proprio core qual trionfo uguaglierà?
SILLA ¿Qué triunfo igualará la victoria sobre el propio corazón?
CORO Se per Silla in Campidoglio lieta Roma esulta, gode, d’ogni gloria, e d’ogni lode vincitore oggi si fa.
CORO Si por Silla en el Capitolio Roma alegre exulta y goza, de toda gloria y de toda alabanza vencedor hoy ha sido.
TRADUCCIÓN DE JAUME CREUS I DEL CASTILLO