1. INTRODUCCIÓN RESUMEN

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ANÁLISIS METEOROLÓGICO PARA EL REFUGIO DE MONTAÑA J. J. NEUMEYER, EN SAN CARLOS DE BARILOCHE (ARGENTINA), DURANTE LOS INVIERNOS DE 1996 – 1999 Y OTOÑO DE 2000 Alexandre B. Pezza, Amaury Caruzzo , Caio A. dos S. Coelho y Giovanni D. Neto Departamento de Ciências Atmosféricas. Instituto Astronômico e Geofísico - Universidad de São Paulo e-mail:[email protected] Fone/Fax: (55)(11)(61699240) RESUMEN EL presente trabajo muestra un resumen de los datos meteorológicos colectados en el refugio de montaña J. J. Neumeyer (41o16’S, 71o17’W, 1300 m), situado a cerca de 15 Km del centro de la ciudad turística de San Carlos de Bariloche, en Argentina, para los inviernos de 1996 al 2000. Fueron hechas observaciones de temperatura, presión, precipitación, humedad y otros elementos meteorológicos. Se compararon los datos medidos en el refugio con los datos del aeropuerto de Bariloche (41o09’S, 71o 10’W, 840 m) provistos por el Servicio Meteorológico Argentino (SMN). Los resultados indican un elevado coeficiente de correlación entre los datos de temperatura máxima en el refugio y en el aeropuerto (+0.97) y también entre los datos de presión (+0.99) en las dos localidades, con un intervalo de confianza de 99%, de acuerdo con el test T-student. La temperatura máxima promedio obtenida para el refugio quedó, en promedio, 4.4oC inferior a la temperatura máxima del aeropuerto, mientras el comportamiento de las temperaturas mínimas presentó una mayor variabilidad asociada a efectos topográficos locales. Un análisis inicial para la serie histórica de precipitación en el aeropuerto no apuntó ninguna tendencia de alteración climática en los últimos 50 años, y comparaciones con anomalías de TSM indicaron una tendencia a precipitaciones más elevadas en el periodo de invierno durante años de El Niño o cuando las aguas en la costa centro/sur de Chile se encuentran cálidas.

1. INTRODUCCIÓN La Patagonia es la región que comprende el extremo sur de América del Sur, desde aproximadamente 40o S hasta Tierra del Fuego, donde se localiza la ciudad más austral del planeta: Ushuaia, perteneciente a Argentina (54.8o S, 68.3o W). En la costa oeste, el clima es muy húmedo el año entero, dada la enorme frecuencia de sistemas de baja presión provenientes del Pacífico que invaden la región tanto en el verano como en el invierno. Los Andes constituyen una formidable barrera longitudinal con mayor elevación al norte, dando origen a precipitaciones abundantes en forma de nieve, en su mayoría. El centro de la Patagonia es desértico, con ocurrencia esporádica de nevadas o lluvias intensas en el invierno, con gran amplitud térmica. La costa Atlántica es más caliente y seca, con vientos un poco más moderados (Schwerdtfeger,1976). Con relación al turismo, la Patagonia es bastante conocida especialmente más al norte, en la región de Bariloche, El Bolsón, y Esquel, próximo a los Andes. La ciudad de Bariloche queda prácticamente al pie de la cordillera de los Andes, situada en un área formada básicamente por vegetación nativa, cuya preservación es preocupación constante de la población y de las autoridades locales. En 1934 fue creado el parque nacional Nahuel Huapi (que significa isla del tigre) , englobando en su totalidad un área de cerca de 650000 hectáreas, en la cual queda expresamente prohibido cualquier tipo de explotación predatoria. El refugio Neumeyer se sitúa dentro de los límites del parque, y por lo tanto es área de preservación ambiental. Cerca de 15 Km del centro de Bariloche, está localizado a aproximadamente 1300 m de altitud en una región de bosque húmedo, cuya vegetación típica es constituida por lengas; árboles nativos que pierden las hojas en el invierno y adquieren tonalidades bastante rojizas

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en los meses de media estación. En la fauna se destacan diversas especies de batracios, una especie de lagartija, y diversos tipos de roedores. En la época del verano también es posible encontrar pumas por la región (Datos Andinos Patagónico, 1994). Durante los meses de invierno, en general, hay cobertura permanente de la nieve en el suelo, con temperaturas próximas a 0o C, y durante el verano las temperaturas pueden llegar a cerca de 30o C. Lamentablemente, a pesar de la gran importancia ecológica regional, no se puede encontrar ninguna referencia sobre su climatología, que aparentemente fue muy poco estudiada.

2. DATOS Y METODOLOGÍA Los datos meteorológicos referentes al refugio Neumeyer utilizados para el análisis hecho en este trabajo fueron manualmente colectados en un abrigo meteorológico instalado próximo al mismo en julio de 1997. El abrigo fue construido siguiendo los padrones recomendados por la OMM (Organización Meteorológica Mundial), con la colaboración de los concesionarios del refugio (Middleton, 1943). Más específicamente, fueron utilizados los siguientes instrumentos, para las medidas: ♦





♦ ♦ ♦ ♦ ♦

1 psicrómetro giratorio a alcohol, con faja de medición de +50 a -34o C, y subdivisiones de 0,2 o C; 4 termómetros de máxima y mínima a mercurio, con subdivisiones de 1o C y faja de medición de +50 a -30o C; 1 Termómetro digital con sensor interno y externo para tomada conjunta de temperatura, con registro de temperatura corriente, máxima y mínima, con subdivisiones de 0.1o C; 1 reloj termómetro con subdivisiones de 0,1o C y faja de medición de +55 a -10o C, con registro automático en la memoria de temperatura a cada hora; 1 pluviómetro construido de modo que se adapte a las condiciones de campaña sobre el hielo; 1 barómetro - altímetro aneroide de alta precisión, con capacidad para hasta 9000 m; 2 brújulas, para orientación; 2 termómetros de mercurio del tipo “laboratorio”, para medidas de la temperatura del suelo.

La figura 1 muestra el abrigo meteorológico construido próximo al refugio Juan Javier Neumeyer, luego después de una nevada durante julio de 1997.

Figura 1: Localización del abrigo meteorológico al lado del refugio Juan Javier Neumeyer en Julio de 1997. La puerta del abrigo está apuntando hacia el sur.

El procedimiento de colecta de datos adoptado fue el rellenado de fojas padrón con datos meteorológicos colectados 4 veces al día, además de la tomada de valores diarios extremos de

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temperatura, precipitación acumulada en 24 horas y medidas especiales. Fueron hechas mediciones para los siguientes periodos: 09 a 24 de julio de 1996, 13 a 31 de julio de 1997, 12 a 19 de julio de 1998, 28 de junio a 14 de noviembre de 1999, e 06 de marzo a 31 de mayo de 2000. Para cada uno de los periodos de medición, los datos de temperatura y presión del refugio o (41 16’S, 71o 17’W, 1300 m) fueron comparados con los datos del aeropuerto de Bariloche (41o 09’S, 71o 10’W, 840 m), localizado 16 Km al noreste y aproximadamente 460 m abajo del refugio. Los datos del aeropuerto fueron obtenidos junto al Servicio Meteorológico Argentino, para el mismo periodo analizado. Esta metodología sirvió para indicar la confiabilidad de las mediciones realizadas en el refugio y las diferencias climáticas regionales entre las dos localidades. Con el intuito de verificar posibles mudanzas climáticas en la región, se analizaron los datos mensuales de precipitación para el aeropuerto de Bariloche durante el periodo de 1950 a 1990. Fueron identificados meses excepcionalmente secos y lluviosos, y comparados con las anomalías de la temperatura de la superficie del mar (TSM), sobre un punto de vista cualitativo. Además, se estudió también el comportamiento de la precipitación acumulada durante algunos episodios de El Niño y La Niña para la estación seca, definida por el total acumulado de enero a abril del año en cuestión sumado al periodo de septiembre a diciembre del año anterior, y para la estación lluviosa, definida por el periodo de mayo a agosto.

3. RESULTADOS Los datos colectados en el refugio Neumeyer durante julio de 1996 hacen parte de la primera serie de mediciones realizadas en aquel local y, de acuerdo con las pesquisas bibliográficas, se trató, probablemente, de las primeras medidas de carácter meteorológico para fines científicos ya realizadas en la región. Para el periodo de 09 a 24 de julio la temperatura osciló entre –8.0o C e +6.5o C, y la presión atmosférica varió entre 864.8 e 873.2 hPa. La humedad relativa media diaria varió entre 53 e 99%, y lo máximo diario de precipitación fue de 7.0 mm, en forma de lluvia. No había cobertura de nieve sobre el suelo, apenas una fina camada de hielo que se derritió hasta el final del mes. Así mismo, el suelo se mantuvo congelado todo el tiempo, con la temperatura variando entre 0.0 y –2.3o C. Un análisis posterior mostró que se trataba de un mes anormalmente caliente y seco en toda Patagonia (Pezza y Ambrizzi, 1999), y que un centro de alta presión con fuerte presencia persistió durante la mayor parte del periodo de colecta en el refugio (Pezza y Caruzzo, 1996). Es considerado normal para el invierno de la región que el suelo se presente con una cobertura permanente de nieve de por lo menos 50 cm. Para el año de 97, fueron registradas condiciones mucho más húmedas y típicas de invierno de que en 96, con una cobertura permanente de nieve en el suelo variando entre 70 cm a más de 1m alrededor del refugio, impidiendo la medición directa de la temperatura del suelo. Fueron hechas mediciones durante el periodo de 13 a 31 de julio. Las temperaturas oscilaron entre –8.2o C y +9.2o C, la presión promedio diaria varió entre 852.0 y 874.0 hPa (presiones mucho más bajas que en 96, cuando había subsidência anómala), y la humedad relativa promedio varió entre 68% y 99%. La figura 2 muestra la evolución de las temperaturas máximas absolutas diarias (2A) y de la presión atmosférica promedio diaria (2B) para el refugio Neumeyer en comparación con el aeropuerto de Bariloche durante julio de 1997. Se observa que hay una excelente correlación entre las curvas, con un coeficiente de correlación de +0.91 en el caso de las temperaturas máximas y +0.99 en el caso de la presión, por el Método de los Mínimos Cuadrados (0.81 para las temperaturas mínimas, figura no mostrada). En el caso de las temperaturas mínimas, los efectos regionales ejercieron un papel más marcante, con una mayor variabilidad, semejante a 1996. Las temperaturas máximas en el refugio quedaron, en promedio, 4.2o C debajo de las máximas en el aeropuerto, y las mínimas promedios fueron 4.0o C inferiores para el periodo de 13 a 31 de julio. La diferencia promedio de presión fue de 54.5 hPa, debido a la diferencia de altitud de aproximadamente 460 m.

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La humedad relativa promedio para el periodo de 13 a 31 de julio de 97 fue de 85%, registrándose una precipitación total de 285.5 mm, con un total acumulado de 28 cm de nieve (en 96 había sido medido apenas 13 mm de precipitación, sin ocurrencia de nieve). De hecho, se sabe que la ocurrencia de nieve en Patagonia posee una gran variabilidad interanual (Pezza et al, 1998, y Pezza y Ambrizzi, 1999). En el caso particular de 1997, se cree que el intenso fenómeno El Niño ocurrido en aquel año (Coelho et al, 1999) haya contribuido para el gran volumen de precipitación registrado.

Figura 2: Temperaturas máximas (A) y presión atmosférica promedio (B) para el refugio Neumeyer y el aeropuerto de Bariloche durante julio de 1997. Para el refugio las mediciones comienzan el día 13. El coeficiente de correlación linear obtenido por el MMQ está indicado por CC.

Durante la campaña de julio de 1998, utilizándose del abrigo meteorológico construido en 1997, fueron hechas medidas horarias de temperatura para el refugio durante los días 12 a 19, con el intuito de compararlas con los datos del METAR. Estos resultados son presentados en la figura 3. Se observó una óptima correlación entre las curvas, con un coeficiente de correlación de 0.87, entretanto se verificó nuevamente (a ejemplo de 96 y 97) casos en que la temperatura en el aeropuerto estuvo inferior a la temperatura en el refugio, asociados a efectos locales enfriamiento radiacional. Las temperaturas variaron entre –5.9o C e +9.5o C, y en general prevalecieron condiciones secas con elevada presión y vientos débiles (apenas trazo de precipitación registrado), con una humedad relativa promedio diaria mínima habiendo llegado a 38%. En 1998 había muy poca cobertura de nieve en la región del refugio, totalmente diferente de las condiciones registradas en 1997, pero diferente también de 1996 cuando lo acumulado de nieve fue nulo. La temperatura del suelo pudo ser directamente medida y quedó ligeramente positiva, entre 0.0 y +0.9o C. Durante el año de 1999 fue hecha una campaña más completa de colecta de datos para el periodo de invierno – primavera, comprendiendo la fase de observaciones completas (temperatura, precipitación, presión, viento, tiempo presente, etc) para el periodo de 28 de junio a 07 de julio, y observaciones apenas de temperaturas máximas y mínimas diarias para el periodo de 08 de julio a 14 de noviembre. De un modo general, el invierno de 99 fue el más frío dentro de los 4 analizados (96 a 1999), con gran acumulación de nieve permanente en el suelo (aunque inferior al 97) y temperaturas máximas muy bajas, manteniéndose inclusive abajo de cero por algunos días consecutivos. En el aeropuerto de Bariloche, la temperatura promedio de junio quedó cerca de 1o C debajo de lo normal, según análisis de la Fuerza Aérea Argentina. Para el periodo de mediciones completas (28 de junio a 07 de julio), la precipitación registrada ocurrió exclusivamente en forma de nieve, habiendo sido acumulada una altura de aproximadamente 25 cm sobre la nieve ya existente en el suelo (de aproximadamente 70 cm o más), con un máximo de 17 cm en 48 horas. Lo equivalente derretido a la precipitación nívea total (25 cm de altura) fue de 21 mm. La humedad relativa del aire se mantuvo en general entre 90 y 100% durante las nevadas, y en pocas oportunidades estuvo abajo de 65%. Durante los periodos de nieve, se observó aún una tendencia a vientos calmos o leves provenientes del sureste, sur o suroeste, en general con ocurrencia de camadas bajas de stratus. La temperatura del suelo no pudo ser medida

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debido a la gran acumulación de nieve existente en el suelo, pero la temperatura a cerca de 5cm de profundidad debajo de la camada de nieve fresca fue monitorada y osciló alrededor de –3o C. La presión atmosférica presentó un comportamiento similar al de 1997, aunque con mínimos no tan intensos como en aquel invierno. De un modo general, es interesante notar que la presión estuvo bien correlacionada con el padrón de precipitación observado en las cuatro campañas de medida. El invierno de 96 fue el de mayor presión y menor precipitación y el invierno de 97 el de menor presión y mayor precipitación, en este último caso, conforme ya discutido, probablemente en asociación al intenso fenómeno ENSO ocurrido en aquel año. Se cree que la razón para la asociación inversa entre la presión y la precipitación en la región resida esencialmente en el hecho de que la mayor parte de la precipitación que ocurre durante el invierno se debe al pasaje de sistemas de baja presión provenientes del Océano Pacífico. En condiciones anómalas, cuando los ciclones pasan más al sur o más al norte, ocurre un déficit de precipitación y un aumento, en promedio, de los valores de presión atmosférica.

Figura 3: Temperatura horaria para el refugio Neumeyer y el aeropuerto de Bariloche (METAR) para 164 horas seguidas entre 20 UTC del día 12 de julio y 15 UTC del día 19 de julio de 1998. El coeficiente de correlación linear obtenido por el MMQ está indicado por CC.

Para el periodo de observaciones de temperaturas extremas (08 de julio a 14 de noviembre), ocurrieron apenas algunas fallas en las mediciones, que fueron hechas por personal entrenado del Club Andino de Bariloche. La figura 4 muestra la evolución de las temperaturas máximas y mínimas diarias para todo el periodo. Por ser el mayor periodo para el cual se dispone de datos de modo continuo para el refugio Neumeyer, se cree que los resultados venidos de esta serie sean los más representativos de la climatología de la región. Se observó una excelente correlación entre los datos medidos en el refugio y en el aeropuerto. Los coeficientes de correlación obtenidos por el Método de los Mínimos Cuadrados fueron de +0.97 para las temperaturas máximas y +0.76 para las temperaturas mínimas, estadísticamente significativos con un intervalo de confianza mayor o igual a 99%, por el test T de student. Las temperaturas máximas variaron entre 23.7o C (24/10/99) y –4.1o C (30/06/99) en el refugio Neumeyer y 29.1o C (23/10/99) y –0.7o C (30/06/99) en el aeropuerto, y las mínimas variaron entre 8.4o C (31/10/99) y –11.1o C (13/08/99) en el refugio y 11.6o C (25/10/99) y – 10.5o C (15 y 16/07/99) en el aeropuerto. La temperatura máxima promedio para el refugio Neumeyer fue 4.3o C inferior a la del aeropuerto, mientras que la temperatura mínima promedio fue 1.8o C inferior. En el caso de las temperaturas mínimas, la variabilidad, a ejemplo de los otros años, también quedó mucho mayor, como puede ser visto en la figura 4B. Finalmente, durante el año de 2000 se realizó la campaña final de mediciones para el periodo de 13 de marzo a 31 de mayo, durante el cual fueron realizadas apenas medidas de las temperaturas extremas diarias. La figura 5 muestra gráficos de dispersión para las temperaturas máximas y

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mínimas absolutas entre el refugio y el aeropuerto, confirmando la buena correlación obtenida también en los demás años (+0.95 para las máximas y +0.68 para las mínimas). La diferencia promedio entre las temperaturas máximas fue de 4.4o C, valor muy próximo del obtenido en 1996 (4.7o C), 1997 (4.2o C), 1998 ( 4.5o C) y 1999 (4.3o C). Este es un excelente indicativo de que el comportamiento de la diferencia de temperatura máxima entre el refugio y el aeropuerto es bastante linear, siendo determinado básicamente debido a la diferencia de altitud existente entre los dos locales (460 m aproximadamente) y a la presencia del bosque de Lengas en el refugio (el aeropuerto se encuentra en un ambiente de estepas).

Figura 4: Temperatura máxima diaria (A) y mínima diaria (B) para el refugio Neumeyer y el aeropuerto de Bariloche para el periodo de 28 de junio a 14 de noviembre de 1999. El coeficiente de correlación linear obtenido por el MMQ está indicado por CC.

Figura 5: Gráficos de dispersión para las temperaturas máximas (A) y mínimas (B) diarias entre el refugio y el aeropuerto, durante el periodo de 06 de marzo a 31 de mayo de 2000. El coeficiente de correlación linear obtenido por el MMQ está indicado por CC.

Teniendo en vista la creciente preocupación con mudanzas e impactos climáticos asociados a fenómenos de gran escala, se procedió a un análisis de la serie histórica de precipitación en el aeropuerto de Bariloche y su relación con el fenómeno ENSO. La figura 6A muestra los totales acumulados para la estación lluviosa (Mayo a Agosto) y la figura 6B para la estación seca (Septiembre del año anterior a abril del año en cuestión), en años de El Niño (1963, 1965, 1968, 1969, 1972, 1976, 1977, 1982, 1986 y 1987, en rojo) y La Niña (1954, 1955, 1964, 1970, 1971, 1973, 1975, 1984 y 1988, en azul). Observando la figura 6A, se nota que el comportamiento de la precipitación en la estación lluviosa no presenta contrastes muy significativos entre años de El Niño y La Niña, a pesar de haber una tendencia de mayor precipitación en casos de El Niño, con una variabilidad también ligeramente mayor, acentuada por algunos casos extremos muy secos. Para el periodo lluvioso, los promedios y desvíos obtenidos fueron los siguientes: 528 + 181 mm en los años de El Niño, y 496 + 129 mm en los años de La Niña discutidos anteriormente. En el caso de la estación seca (figura 6B), se obtuvo un promedio de 265 ± 82 mm para años de El Niño y 273 ± 78 mm para años de La Niña, indicando un padrón opuesto, o sea, en el

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promedio la precipitación sería ligeramente más elevada en años de La Niña. Entretanto, analizando la figura 6B, queda evidente que el comportamiento entre los dos casos es bastante semejante, habiendo extremos de estación seca lluviosa tanto en años de El Niño cuanto en años de La Niña. Llama la atención la tendencia de disminución de precipitación observada especialmente en el caso de El Niño después de la década del 70. La razón para el padrón presentado no está clara, y debe pasar por un estudio da propia variabilidad climática.

Figura 6: Precipitación total acumulada durante la estación lluviosa (A) y la estación seca (B) para el aeropuerto de Bariloche en años de El Niño (Rojo) y La Niña (Azul). Las barras indican el promedio climatológico para el periodo 1950-1990 (barra central) y el desvío padrón (barras superior e inferior).

La figura 7 muestra la serie temporal de precipitación (en azul) y anomalías de precipitación (en rosa) para el aeropuerto de Bariloche en el periodo de enero de 1951 a diciembre de 1990 (mes a mes). Analizando las precipitaciones, se verifica que no hay cualquier tendencia significativa del punto de vista estadístico, a no ser la variabilidad normal del clima. El mayor valor registrado fue de 400 mm en junio de 1976, mientras que en algunos meses de verano no fue registrada precipitación. Para la estación lluviosa, se seleccionó algunos casos extremos de anomalías positivas y negativas intensas de precipitación, a fin de compararse con las anomalías de TSM en el Océano Pacífico. Al total, fueron escogidos seis casos para comparación, tres con anomalías positivas, dos con anomalías negativas y un caso de transición.

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Figura 7: Serie temporal de la precipitación y de las anomalías de precipitación en el aeropuerto de la ciudad de Bariloche para el periodo de enero de 1950 a diciembre de 1990.

Los casos de anomalías positivas elegidas fueron: mayo de 1972, con +132.5 mm, junio de 1976, con +271.3 mm, y mayo de 1981, con +206.5 mm. La figura 8 muestra, a la izquierda, las anomalías de TSM en el Hemisferio Sur asociadas a los tres eventos. En el caso de mayo de 72 se observó un evento El Niño relativamente bien desarrollado en todo el Pacífico Ecuatorial, con temperaturas próximas a lo normal en la costa de Chile y ligeramente debajo de lo normal en la costa del Uruguay y sur del Brasil. Análogamente, para el caso de 1976 también se identificó un evento El Niño, con anomalías positivas de temperatura de elevada magnitud en la costa del Perú y Ecuador, y una situación próxima a lo normal en la costa Chilena y en el Atlántico próximo al Brasil y Argentina. Estos casos refuerzan la idea ya discutida de que fenómenos El Niño tienden a asociarse a eventos de mayor precipitación durante la estación lluviosa en Bariloche. En el caso de mayo de 1981 no había El Niño, entretanto, las temperaturas estaban muy elevadas próxima a la costa de Chile. Se cree que este factor pueda estar relacionado a las anomalías positivas muy intensas de precipitación, si consideramos que la evaporación y disponibilidad del agua deben ser mayores en una región asociada al pasaje de sistemas frontales que podrán atravesar la región de Bariloche. En términos de anomalías negativas, se seleccionaron los casos de mayo de 1955 y julio de 1988, con –99.5 mm y –114.5 mm, respectivamente. En mayo de 55, anomalías negativas extremadamente intensas dominaban toda la costa de Chile y el Pacífico tropical, caracterizando una situación completamente opuesta a los casos de anomalías positivas discutidos anteriormente. En junio de 55, las anomalías negativas quedaron mucho menos intensas, y una “lengua” de aguas anómalamente calientes penetró próximo a la costa sur de Chile (figura 8). En este mes, hubo una inversión del padrón, y la precipitación quedó 14.3 mm arriba de lo normal en Bariloche. A pesar de este ser un evento aislado, él refuerza la tesis de que anomalías positivas de TSM próximas a la costa sur de Chile pueden desempeñar un papel importante en el sentido de aumentar los índices de precipitación en la región de Bariloche. Finalmente, en el caso de julio de 1988, había la presencia de un fenómeno La Niña en su fase madura, lo que podría explicar las anomalías negativas en la medida en que actuaría con los

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efectos aproximadamente contrarios a los provocados por el El Niño, conforme lo discutido anteriormente.

Figura 8: Anomalías de TSM para casos seleccionados de calentamiento (a la izquierda) y enfriamiento (a la derecha) en el océano Pacífico ecuatorial y región subtropical próxima a la costa chilena. Fuente: COADS.

4. CONCLUSIONES Este trabajo fue una iniciativa pionera en un local de difícil acceso y de una importancia ecológica muy grande por su valor como área de preservación ambiental, aún intocada por la acción humana. Se mostró que existen diferencias climáticas regionales importantes entre el refugio J. J. Neumeyer y el aeropuerto de San Carlos de Bariloche, con un comportamiento altamente no lineal de las temperaturas mínimas y de la precipitación, ambos dependiendo de la acentuada topografía local, en cuanto a las temperaturas máximas presentan una mayor linealidad con una diferencia promedio de cerca de 4.4o C. En términos de la precipitación, a través del análisis para la serie temporal de 1951 a 1990 disponible para el aeropuerto de Bariloche se mostró no existen tendencias climáticas para esta variable. Entretanto, estudiando algunos casos de eventos El Niño y La Niña durante la Estación lluviosa (Mayo – Junio – Julio – Agosto), se mostró que durante la fase caliente hay una tendencia de incremento de las precipitaciones, al paso que durante eventos La Niña las mismas tienden a quedar abajo del promedio. De modo análogo, la TSM en la costa Chilena también tiende a correlacionarse positivamente con las precipitaciones en Bariloche. La Patagonia, a ejemplo de la mayor parte del continente sur Americano, posee un número muy reducido de Estaciones Meteorológicas y pocos trabajos publicados con estudios de las características climáticas regionales en locales de acentuada topografía y de difícil acceso. Las pocas Estaciones regularmente operantes que existen se concentran casi exclusivamente en los aeropuertos locales. Por la importancia estratégica que la región presenta, se cree que iniciativas como esta deban ser seguidas e incentivadas, pues pueden traer un beneficio muy grande para la

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sociedad y un mayor entendimiento no apenas de los aspectos climáticos regionales mas también de factores de gran escala, ya que los modelos de previsión del tiempo podrían ser mucho mejor inicializados con un mayor número de observaciones en la región de la Cordillera de los Andes, sabidamente un punto estratégico para la previsión del tiempo en lo restante de Argentina y Brasil.

5. AGRADECIMIENTOS Los autores gustarían de expresar sus agradecimientos a los Sres. Clemente Arko y Adán Barrientos, del refugio J. J. Neumeyer (Club Andino Bar.), y a todos los colaboradores en el refugio, especialmente a los Sres. Marcelo Storti, Luis Govetto, Lucas Kuperman y Analía Cogliati, por el gran auxilio prestado junto al trabajo de medición y digitación de los datos durante la campaña de 1999. Agradecemos también la asistencia prestada por el Sr. Francisco Humberto Cárdenas, jefe de la Estación Meteorológica del aeropuerto de Bariloche en la ocasión, y al Suboficial Auxiliar Sr. Claudio Osvaldo Valor, de la Fuerza Aérea Argentina. Finalmente, nuestros agradecimientos al Prof. Dr. Paulo Marques dos Santos, del IAG/USP, por la valiosa ayuda e incentivo.

REFERENCIAS •

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Guia Turístico “Datos Andinos Patagonicos”, 11, 1994.



Middleton, W. E. Knowles, 1943: Meteorological Instruments. University of Toronto Press, Canada.



Pezza, A. B. y A. Caruzzo, 1996: Análise meteorológica para refúgios de Montanha ao redor de San Carlos de Bariloche - Argentina, em julho de 1996. Publicación disponible en la biblioteca del Instituto Astronômico e Geofísico de la Universidad de São Paulo y en la biblioteca de la Universidad Nacional del Comahue, en San Carlos de Bariloche, 29 pp.



Pezza, A. B., A. Caruzzo y Caio A. dos Santos Coelho, 1998: Análise meteorológica para refúgios de Montanha. Publicación disponible en la biblioteca del Instituto Astronômico e Geofísico de la Universidad de São Paulo y en la biblioteca de la Universidad Nacional del Comahue, en San Carlos de Bariloche, 29 pp.



Pezza, A. B. y T. Ambrizzi, 1999: Um Estudo das Flutuações de Temperatura para o Período de Inverno na América do Sul, Correlacionando a Patagônia com o Sul do Brasil. Revista Br. de Meteorol., 14, número 1, pp. 23 – 34.



Schwerdtfeger, W., 1976: “Climates of Central and South America”. World Survey of Climatology. Volume 12, pp. 01 – 145.

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