1 popular de Huejotzingo

1 popular de Huejotzingo l Francisco Serrano Osorio Centro de Ciencias del Lenguaje, BUAP México La región de Huejotzingo, en el estado mexicano de

2 downloads 175 Views 407KB Size

Story Transcript

1 popular de Huejotzingo

l

Francisco Serrano Osorio Centro de Ciencias del Lenguaje, BUAP México

La región de Huejotzingo, en el estado mexicano de Puebla, fue, desde antes de la Conquista española, asiento de diversos grupos nahuas que se distinguieron por su combatividad y su sensibilidad ariística. La relativa independencia de que gozaron los huexotzincas de antaíío permitió esta curiosa mezcla entre la guerra y el arte que desde entonces los ha caracterizado y que actualmente le da un toque singular a su carnaval. A pesar de que, como resultado de sus constantes pugnas con sus vecinos, durante los primeros años del siglo XVI se produjo lo que Robert Barlow (1948) bien llam6 "el derrumbe de Huexotzinco", los señoríos de la región se mantuvieron independientes del Imperio Azteca hasta la llegada de los españoles en 1519; para entonces, maltrechos y empobrecidos, se aliaron con ellos y contribuyeron, al lado de los tlaxcaltecas -sus enemigos de siempre-, a la caída de Tenochtitlan. Apenas se consumó la conquista, Huexotzinco fue seleccionado como uno de los cuatro centros de evangelización franciscana de la Nueva España y cedido en encomienda al conquistadorCort6s (Landa, 1987:32). Por medio de dos congregaciones, los naturales de la región fueron reubicados en la actual ciudad de Huejoizingo, fundadahacia 1544, donde permanecieron siempre ante la mirada vigilante de los frailes mendicantes. Aunque no tenemos testimonios escritos de la región, seguramente los misioneros sustituyeron sus principales festividades, o al menos intentaron adecuarlas a la religión católica Pronto deben haber llegado a estas

V

E

R

S

I

Ó

N

tierras las danzas de Moros y Cristianos, los juegos de cañas y el teatro en náhuatl que los franciscanos promovieron entusiastamente con fines de evangelización.' Los actuales pobladores, producto de un mestizaje de casi 500 años, realizan una serie de festividades religiosas y civiles, organizadas relativamente al margen de las instituciones religiosas y gubernamentales, que contrastan con la vida cotidiana y se caracterizan por participaciones multitudinarias, entre las cuales destacan, por orden cronológico, la peregrinación al santuario de Chalma, el carnaval, los pasos de Cuaresma, las procesiones de Semana Santa, la fiesta de san Miguel (patrono de la ciudad) y las ofrendas nuevas en días de muerto^.^ Para Bajtín, la cultura popular "siempre, en todas las etapas de su evolución, ha elaborado un punto de vista propio acerca del mundo y formas especiales para reflejarlo artísticamente, en oposición a la cultura oficial" (1940-70:487). Aunque habría que matizar un tanto esta afirmación, la fiesta popular en Huejotzingo parece confirmarla. La enorme riqueza popular de sus festividades colectivas se expresa de manera especial en su plaza pública.

La plaza pública

La ciudad de Huejotzingo está organizada en tomo a la vieja Plaza Central. Las principales oficinas públicas, como el Palacio Municipal y el único banco; la cárcel, la parroquia y el majestuoso convento franciscano del siglo XVI;las terminales de autobuses foráneos y los principales comercios se encuentran alrededor de ella. Se trata de una gran plaza que contiene dentro de sí varias instalaciones que las distintas administraciones municipales le han ido incorporando, lo cual le da un aspecto

' Queda por establecer cómo estas actividades se resemantizaron al entrar en contacto con la tradición ritual prehispánica en donde el juego de pelota (tlachtli), las guerras floridas y el fico calendario ritual ocupaban un lugar fundamental. En todo caso, me gustaría señalar que el resultado no fue un sincretismo cultural, sino un fenómeno diglósico muy complejo que el dialogismo podría ayudar a desentrañar. Una amplia descripción del carnaval de Huejotzingo aparece en el libro Guerra al pie de los volcanes. El carnaval de Huejotzingo (Davila y otros, 1990).

UNA

M I R A D A

A N T R O P O L Ó G I C A

sumamente heterogéneo. Cuenta con un jardín con grandes árboles y prados en cuyo centro se encuentra un quiosco; con una gran explanada adoquinada en donde se levanta un escenario de concreto; varias canchas de basquetbol: una zona de puestos de comida y de venta de artesadas y una sección de juegos infantiles. Está rodeada por un pasillo arbolado que sirve de paseo dominical. Hasta 1987 albergó el mercado municipal. La plaza pública y las d e s aledailas son también, durante el tiempo festivo, el escenario de las principales manifestacionesde la cultura popular. "La fiesta, las creencias populares vinculadas a ella, la especial atrnósfera de libertad y alegrfa, sacan a la vida de su habitual discurrir y hacen posible lo imposible [...]" (Rajtín, 1940-70:488).La rutina diaria se ve transformada con la llegada de una gran cantidad de vendedores ambulantes que ofrecen al numeroso público asistente, además de la mercancia de temporada, los m& variados objetos. Toldos, casetas de lámina, remolques, o plásticos tendidos en el piso modifican el espacio urbano y sirven de aparadores de la mercancía Como es de suponerse, la comida y la bebida ocupan un lugar muy especial en estas ferias ambulantes. Las calles aledañas a la plaza principal son camino obligado para los miles de participantes en las cerca de 40 marchas multitudinarias ligadas con las distintas manifestaciones populares de la comunidad, ya sean civicas, religiosas o cmavalescas. Esto da una clara idea de cómo ciertos espacios de la ciudad (la plaza central, las principales calles, los panteones) son, antes que cualquier otra cosa, escenarios privilegiados para la realización de variados actos populares multitudinarios que marcan el pulso de la vida colectiva (le la región. Sobre el interés particular de los individuos, la apropiación del espacio público en la ciudad es colectiva.

El carnaval: la fiesta de los sentidos

En este rico calendario ritual y festivo, el carnaval ocupa un lugar especial.' La festividad gira alrededor de un juego de guerra que recuerda la intervención francesa en México durante la segunda mitad del siglo XIX. En "Historias de carnaval y otros mitotes" he trascrito algunos testimonios orales recopilados en Huejotzingo entre 1985 y 1989 que pueden dar una idea aproximada de lo que la fiesta significa para la comunidad (cfr. Serrano, 1995).

.

V

E

R

S

I

Ó

N

Se trata, pues, de una fiesta en donde la organización, las actividades y los trajes multicolores, nos remiten, entre otras cosas, a la guerra Los danzantes, armados de mosquetes retacables de pólvora e integrados a diversos batallones pertenecientes a uno de los cuatro banios de la ciudad, bailan al ritmo de las bandas pueblerinas y disparan constantemente sus rifles.4Junto al juego, los desfiles, las ceremonias fúnebres y las representaciones teatrales que año con año se repiten constituyen el núcleo de este singular ritual multitudinario en donde el juego, la representación teatral y la vida misma se entretejen disolviendo sus propios límites, desdibujándolos hasta casi hacerlos desapare~er.~ Como todo ritual, el carnaval se caracteriza por su alto grado de reglamentación. La vestimenta, el uso del espacio, los roles de los participantes y de sus agrupamientos, su organización, los movimientos corporales... en fin, casi todo pareciera estar sujeto tanto a reglas implícitas basadas en la tradición como a reglas que el "Bando de policía y buen gobierno de las fuerzas carnavalescas" explicita. Esta descripción no acaba de encuadrar con la idea occidental que del carnaval tenemos. Ciertamente, muchas de las festividades que se realizan antes, durante o incluso despuQ de la Cuaresma en el valle poblano-tlaxcalteca reciben el nombre de carnaval, conservando al mismo tiempo elementos que parecen contradecir "la escencia" de las carnestolendas. Aunque como toda fiesta se opone a la rutina de la vida cotidiana al marcar un tiempo-espacio festivo: no se trata del mundo al revés en donde los

' Los enfrentamientos

a fuego limpio entre dos bandos constituyen quizás la parte centrai del carnaval. Durante horas y en diversos frentes. dos cuerpos, encontrados entre s í pero separados por una zona de combate. intentan hacer retroceder al enemigo a base de continuos disparos. En un trabajo en curso me ocupo de analizar estos juegos de guerra a la luz de la semiótica de las pasiones, por lo cual en esta ponencia me ocuparé fundamentalmente de las representaciones teatrales. La relación entre juego, representación. ritual y "forma concreta de vida" presenta características muy interesantes no exentas de polémica. Juego, representación, ritual y &forma concreta de vida" pueden ser considerados como actividades o como dimensiones que atraviesan las distintas actividades y que. por lo tanto pueden intervenir simultáneamente, aunque con distinto peso (Lo que en principio parecería inaceptable sería eliminar alguna de ellas, reduciendo, por ejemplo, el ritual a representación). De cualquier manera, el considerar al carnaval de Huejotzingo como un ritual, inmediatamente reordena lo lúdico, lo teatral y lo espont6neo. dándoles un nuevo sentido determinado por este carácter ritual. "1 tiempo festivo en Huejotzingo va del sábado anterior al inicio de la Cuaresma al martes de carnaval; antes de este día. los cerca de 2.000 danzantes realizan todos

roles sociales se invierten, en que lo prohibido es permitido -o al menos deja de serlo-, en que la belleza y la fealdad intercambian posiciones, en que los "opuestos bipolares" se invierten (cfr. Ivanov, 1977). Se dan, eso sí, roles diferentes a los habituales, se viste de distinta forma, se bebe más, se baila continuamente durante tres días extenuantes y se participa en acalorados enfrentamientos a fuego limpio. El tiempo-espacio festivo contrasta con la cotidianeidad, es un tiempo-espacio diferente y por lo tanto sus reglas son distintas y no simples inversiones de las reglas del mundo cotidiano. Hablamos aquí, más que de "inversión de opuestos bipolares" -de sistemas clausurados en donde los polos están claramente identificados-, de diferencias contrastantes que dejan abierto un amplio espectro en que las variaciones de intensidad, de contraste y de tempo se multiplican. Curiosamente en Huejotzingo también podemos observar, al lado del carnaval, una fiesta que justo corresponde a la teoría de la "inversión de opuestos bipolares". Alrededor del quiosco situado en el corazón de la plaza principal, las tardes de los domingos anteriores al carnaval (conocidos como "domingos de disfiguros"), durante unas dos o tres horas, se concentran grupos de danzantes, varones en su mayoría, vestidos de manera estrafalaria para bailar al ritmo de una banda pueblerina que interpreta canciones populares. Aquí sí se trata literalmente del "mundo al revés", donde los hombres se disfrazan de mujeres, amamantan a sus pequeñas muñecas y esquivan los pellizcos; o se colocan los pantalones volteados, con las bolsas hacia fuera. Más allá de esas diferencias, el carnaval se ofrece como una auténtica fiesta "de sabor" en la cual todos los sentidos son agasajados. No es casual, pues, que en Huejotzingo camaval y gusto estén indisociablemente ligados: el carnaval se gusta (yo diría, se degusta) y para darse el gusto no se escatima tiempo, dinero ni esfuerzo alguno. Aquí habría que entender degustar en un sentido amplio, que nos permitiera referirnos tanto al gusto, como al tacto, a la vista, el olfato y el oído. Con respecto a los sentidos, refUnéndose a Bajtín, el polaco Stefan Zolkiewski a f i i a : los preparativos, que no son pocos, sin escatimar recursos mientras los organizadores ultiman todos los detalles. El espacio festivo está constituido principalmente por la plaza central, las calles aledañas, los camposantos, las casas en donde w& los batallones y las cervecerías que acogen a los guerreros y los refrescan para poder continuar el trajín de la batalla.

"Esencial para su metodología es la búsqueda y descripción, en la cultura, de fenómenos sensorialmente diferentes, pero semánticamente idénticos, que cumplen funciones sociales idénticas o análogas. Me refiero aquí tanto a fenómenos dados a un mismo sentido, pero marcados de manera diferente. así como a fenómenos dados simplemente a diferentes sentidos y por ello correspondientementediferenciados. [...] Ello le permite a Bajtin analizar y describir] al mismo tiempo, con ayuda de las mismas categorías, fenómenos culturales tan diferentes sensorialmente como la institución del carnaval y la narración de ficción, [... los] pregones urbanos, callejeros, de mercaderes. anónimos, vinculados genéticamente a ciertos elementos de ella, injurias de mercado, textos de espectáculos, desfiles y procesiones paródicas vinculados a la iglesia, y, por Último. analiza[r] ciertas estructuras lingüísticas y estilísticas paródicas propias de la cultura de la risa" (Zolkiewski, 1983:31).

En el fondo, la teoría semiótica de la Escuela de París fundada por el lituano A. J. Greimas (cfr. Greimas y Courtés, 1976 y 1986) postula, si no una identidad semántica de fenómenos sensoriaimente diferentes, si la posibilidad, a través de una semidtica general, de construir un significado común independiente de la sustancia del plano de la expresión. Ambos acercamientos ponen en manos del anaiista una poderosa herramienta que le permite asociar distintos procesos a un mismo sistema7 Sin embargo, siempre queda la duda de si la selección de una sustancia de la expresión sobre otra es un hecho insignificante o si, por el contrano, esta elección agrega un sentido o incluso produce, en ciertos casos, un significado radicalmente distinto.

' En relación con el "fascinante análisis de Bajtin".

el mismo Zolkiewski asegura que "Las confrontaciones de los gestos carnavalescos típicos, de las palabras (reprimendas de mercado) y las imágenes literarias, que tienen, todos, un significado humillante, sugieren que en estos tres fenómenos diferentes estamos ante textos que realizan determinados elementos de cierto sistema sígnico [... ] cuya función semiótica es la revuelta contra la ideología oficial. la ridiculización de la misma, un sistema que realiza textos tanto comportamentales. literarios, como simplemente verbales. que Bajtín denomina carnavalescos, porque en el proceso de consolidación cultural de la institución del carnaval surgen los modelos primitivos fundamentales de los mismos" (Zolkiewski. 1983:31). A los semióticos parisienses les permite, por ejemplo. analizar una fotografía, un cuento. una sopa, un cuadro o un edificio.

U N A

M I R A D A

ANTROPOLÓGICA

Representaciones teatrales En Huejotzingo, no existe tradición teatral desligada de la plaza pública; el teatro al aire libre de la explanada, por ejemplo, es utilizado para montar pasajes históricos en ocasión de ciertas fiestas patrias o bíblicos durante la Semana Santa; como escenario de los conjuntos musicales en los bailes nocturnos; o, incluso, para sesiones públicas de Alcohólicos Anónimos. El martes de carnaval, en este escenario se representa chuscamente un casamiento indígena como el que todavía se realiza en las comunidades circundantes. A decir de los huejotzingas, con tal representación se conmemora el hecho de que fue precisamente en Huejotzingo donde se realizó el primer casamiento católico entre indígenas de la Nueva España La parodia, caracterizada por su ambivalencia, recupera, aunque mezcladas, las partes principales de que consta el casamiento tradicional. Hasta mediados de los ochenta los principales diáiogos se decían en náhuatl, pero hoy en díacasi no hay hablantes de esa lengua en la pequeña ciudad de 17,000 habitantes. La representación más importante también se lleva a cabo en ocasión del carnaval. Se trata de la escenificación de algunas partes de la leyenda del rapto de la hija del corregidor de Huejotzingo por el famoso forajido Agustín Lorenzo. Esta especie de "teatro mudo" consta de dos actos. Durante el primero, que se realiza antes de la comida (al final del desfile principal), se muestra al alcahuete de la historia (un jinete indio conocido como "El Meco") trepando vasias veces al balcón principal del Palacio Municipal y entregando una especie de pergamino a "la dama", quien baila con distintos personajes. A continuación aparece en escena, seguido de su gavilla, Agustín Lorenzo, que sube al balcón, baila con la dama y baja acompañado por ella. La secuencia termina con la huida a todo galope de los bandidos ante los disparos de miles de enmascarados. El segundo acto, "la quema del jacal", se realiza en la plaza principal después de la comida y muestra a bandoleros e integrantes del grupo del casamiento indígena bailando alrededor de una choza sitiada por soldados armados con mosquetes retacables. Una vez que los protagonistas se retiran de escena, los enmascarados disparan una y otra vez sobre el jacal hasta quemarlo. Como se puede suponer, las partes representadas se integran entre sí sólo gracias al conocimiento que los habitantes tienen de la leyenda; el

V

E

R

S

I

Ó

N

público fuerefio, por su parte, se ve obligado constantemente a indagar entre sus vecinos para poder seguir la acción. Estamos pues ante una obra fundamentalmenteabierta, con múltiples interpretaciones y variados finales posibles, en la cual se mezclan versiones diferentes de la leyenda del forajido y distintos elementos de la historia regional. El español-brasileño Eduardo Peñuelas ha hecho una interesante propuesta para aplicarla al análisis cinematogr~co:recuperar la distinción entre la voz in y off, sustituyendo voz por relato. Desde el punto de vista de la recepción, el relato in -según el- supone un espectador pasivo, incluso tonto, mientras que el relato q f f exige mucho más del espectador. Usando esta distinción podríamos decir que mientras la parodia del casamiento es un relato in, la representación del rapto es un relato ofi Ya vimos como efectivamente la leyenda del forajido es una obra abierta que obliga al público a indagar, so pena de no entender nada. No obstante, el casamiento parece ser más complejo y no más simple, porque no se puede concebir la parodia sin la ocurrencia simultánea de un relato in y de otro off que, en nuestro caso, incluye cierta información sobre los casamientos de la región; esto sólo sería posible a costa de cerrarla, de castrarla, de verla con una mirada ingenua, de convertirla en otra cosa. Reflexiones finales

Como lo mostró Bajtin con respecto a la cultura popular de la Edad Media y del Renacimiento (1965) o a la plaza pública de los griegos (1937-1938), a los fenómenos culturales no deben aplicárseles ideas y nociones pertenecientes a otras culturas, o se corre el riesgo de deformarlas totalmente. En Huejotzingo, el carnaval es un fenómeno vivo y ambivalente que recupera muchos de los trazos que Bajtín atribuye a la cultura populat-8y que marca definitivamente el ritmo de la vida de la Entre los principales rasgos que podemos anotar están su carácter activo, grotesco, vivencial y no teatral, contestatario. creador, artístico, alegre y liberador, que saca a la vida de su habitual discurrir. posibilita lo imposible y satisface ciertas necesidades sociales. No obstante. habría que agregar que muchas de estas características se presentan de manera concurrente justamente con sus opuestos bipolares es decir que se trata de términos complejos (en el sentido del lingüista danés V. Bfindal) y no de polos únicos o. como Segei Sergevich Averintsev (1991) ha hecho notar, que algunas de las conexiones establecidas por Bajtín entre ciertos pares de categorías la risa y lo popular vs. la seriedad y el dominio oficial, por ejemplo no se pueden

U N A

M I R A D A

A N T R O P O L Ó G I C A

población. Es necesario estudiar estas festividades atendiendo a la sugerencia de no olvidar que cada uno de los elementos de un conjunto "es al mismo tiempo representante de algún otro conjunto (por ejemplo, de la cultura popular) donde, sobre todo, adquiere su ser~tido".~Y es aquí donde conceptos como los de dialogismo, semióticas sincréticas, connotación (en el sentido hjelmsleviano del término) o intersemioticidad pueden prestar una ayuda considerable. El cuestionamiento de ciertas categorías binarias, al que nos acostumbró Mijaíl Bajtin, no s610 permiten reconocer la ambivalencia y el poder liberador de las fiestas, sino que tambien ofrece interesantes posibilidades de análisis de las diversas prácticas simbólicas, verbales o no, empleando, por ejemplo, el concepto de géneros discursivos primarios y secundarios, que precisamente replantea las oposiciones entre lo social y lo individual, entre el sistema y el proceso, entre la lengua y el habla. El "carnaval no era una forma artística de espectáculo teatral -afirma Bajtín-, sino más bien una forma concreta de la vida misma, que no era simplemente representada sobre un escenario, sino vivida en la duración del carnaval" (1965:13). Y en efecto, como cualquier huejotnnga sabe, la vida adquiere un sentido distinto gracias al carnaval: sin éste todo sería inimaginable, plano, insípido, frío, sin contraste, como la misma muerte... pero no como la muerte en Huejotzingo, pues ahí, año con año, los batallones invaden los cementerios para llevarles música y disparos a sus moradores, recordándoles que los muertos también sienten y saben bailar.

Averintsev, Segei Sergevich, 1993, "Bajtín y la actitud rusa hacia la risa" en Alvarado Ramón y Lauro Zavala (compiladores):Diálogos yfronteras. El pensamiento dP Bajtín en el mundo contemporáneo. MBxico, UAM-XJUAPI Nueva Imagen, pp. 19-28 sostener. Por su parte, la antropología nos ha mostrado el carácter ambivalente y complejo del ritual (En este sentido, puede consultarse con provecho a Pietro Scarduelli (1983), quien ofrece uha panorámica general). "Es importante que este universo cómico esté permanentemente abierto a nuevas interpretaciones. La comprensión tradicional comente de un conjunto y del elemento del conjunto que s6lo adquiere su sentido en ese conjunto, debe ser revisado y analizado aquí con más profundidad. Se trata del hecho de que cada uno de esos elementos es al mismo tiempo representante de algún otro conjunto (por ejemplo, de la cultura popular) donde, sobre todo. adquiere su sentido" (Bajtín, 1940-70:497).

Bajtín, Mijaíl, 1937-38, "Las formas del tiempo y del cronotopo en la novela" en Teoriú y estética de la novela. Madrid, Taurus: 1991. pp. 237-409. - ,1940-70,"Rabelais y Gogol. El arte de la palabra y la cultura popular de la risa" en Teonú v estdtica de Ia novelu. Madrid, Taurus, 1991. pp. 487-499. 1945, La cultura popular en la Edad Media v en el Renacimiento. El contexto de Fran~oisRabeluis. México, Alianza Editorial Mexicana. 1990. (Publicado inicialmente en ruso en 1965). - , 1973, "Observaciones finales'' en Las formas del tiempo y del cromtopo en la novela en Teoná y estética de la novela. Madrid, Taurus, 1991. pp. 393-409. Barlow, Robert H., 1948, "El derrumbe de Huexotzinco" en CuadernosAmericanos. México, mayo-junio de 1948, año VIL vol. XXIX, pp. 147-160. Dávila, Joel; Francisco Serrano y Alma Yolanda Castillo, 1990, Guerra al pie de los volcanes. El carnaval de Huejotzingo. Puebla, Universidad Autónoma de Puebla, 1996. Greimas, A. J. y J. Courtés. 1979, Semiótica Diccionario razonado de lu teoná del lenguaje. Trad. de Enrique Ballón Aguirre y Hermes Campodónico Carrión. Madrid, Gredos, 1982. (BibliotecaRománica Hispánica, Diccionarios. 10). - , 1986, $emidtica. Diccionario razonado de la reoría del lenguaje 11. Trad. de E ~ q u Ballón e Aguirre. Madrid, Gredos, 1991. (Biblioteca Románica Hispánica, Diccionarios, 10). Ivanov, Viacheslav. Vs., 1977, "La teoría semiótica del carnaval como la inversión de opuestos bipolares" en iCarnaval! (Trad. del inglés al español de Mónica Mansour). México, FCE, 1989. [Existe traducción directa de Desiderio Navarro del ruso al español en Criterios. Ciudad de La Habana, Casa de las AméricaslUEAC, enero-junio de 19911. Landa Abrego Man'a Teresa, 1987, Los tributos de Huejotzingo en el siglo wr. Puebla, INAH Centro Regional de PuebldSEP. Scarduelli, Pietro, 1983, Dioses, espíritus, ancestros. Elementos para la comprensión de sistemas rituales. Trad. de Stella Mastrangelo. México, FCE, 1988. Serrano Osorio, Francisco, 1995, "Historias de carnaval y otros mitotes" en Escritos. Puebla, ca-Universidad Autónoma de Puebla, número 11/12,enero-diciembre de 1995. Zolkiewski, Stefan, 1983, "Bajtin y el problema fundamental de la semiótica" (trad. de Desiderio Navarro) en Criterios. La Habana, Casa de las Américas, 1993. Número especial en ocasión del Sexto Encuentro Internacional M i j d Bajtín, pp. 23-40.

-.

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.