11 de diciem bre de 1980

Aviones-radar Sigilan Polonia |Bprimer avión-radar Awacs, de control de alarma anticipada, ha llegado ya a la ¡baseaérea de la Otan en Ramstein (Alemania Federal). Próximamente llegarán otros ¡tresaparatos del mismo tipo. Su misión es controlar toda clase de movimientos de popas en Alemania oriental y Polonia. Estos aviones llevan incorporado un sistema fieradar electrónico que les permite detectar toda clase de movimientos de tropas a quinientos kilómetros de distancia, por lo Que su radio de acción desde las fronteras deAlemania occidental llega hasta dentro del territorio polaco. Diecinueve personas, entrepilotos y mecánicos, son las encargadas de controlar todos los mecanismos. [Mientras tanto, los ministros de Defensa de los países de la Otan se encuentran reunidos en Bruselas. (Upi.)

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DIRECTOR: Manuel Jiménez Quílez SUBDIRECTORES: Manuel Calvo Hernando y Rafael González Rodríguez REDACTORES JEFES: José María Castaños, Enrique Monsalve Almodóvar y Manuel Gómez Ortiz. JEFES DE DEPARTAMENTO: Internacional y Política Exterior, Gustavo Valverde; Política Nacional, Antonio José González Muñiz (en funciones); Madrid y Sucesos, Luis Tabernero Romo; Inform ación Religiosa, Miguel Angel Velasco; Socto-Laboral-Económico, Juan Molina Martínez; Deportes, Raúl Solía Yanguas; Cultura y Espectáculos, Luis Blanco Vila; Educación y Sociedad, Carlos Veira Penoucos; Diagramación, Pedro López Sánchez

AÑO XLV N.* 13.211 - D. L.: M. 11-1958 Jueves 11 diciembre 1980 • LA EDITORIAL CATOLICA,

uárez, satisfecho desu viaje porel País Vasco

El Kremlin desmiente la invasión de Polonia No es la primera vez en estas últimas semanas que la invasión soviética de Polonia se daba como inminente, ya que basta una simple orden del Kremlin para que sea un hecho instantáneo. Cua­ renta divisiones rusas están preparadas para pe­ netrar en territorio polaco. A primeras horas de ayer, sin embargo, la invasión se daba como cier­ ta. Radio Nacional, concretamente, en su boletín de noticias, a las doce del mediodía, lanzaba a los aires un despacho alarmante. El Kremlin desmen­ tía la invasión de tropas soviéticas en Polonia. Un portavoz oficial que viaja a la India con Breznev convocó en Nueva Delhi una urgente rueda de prensa para puntualizar que sólo se trataba de una roticia falsa y de una provocación deliberada. El portavoz dijo a los corresponsales extranjeros: «Deseo que vuestras agencias de noticias den cuenta dé este desmentido». El origen de las de­ claraciones tienen lugar en la prensa india del martes, que daba por hecha la penetración de cuatro divisiones soviéticas en territorio polaco. (Más información en pág. 8)

Para el p re s id e n te d e l G o b ie r n o , das cosas van b ie n » ; p a ra G a r a ic o e ;hea, «las cosas v a n » El presidente Suárez estuvo ayer en las tres prodncias vascas. El Vitoria, en las primeras horas de la oañana, celebró entrevistas con los dirigentes de los artidos políticos más importantes del País Vasco; 98 temas del desarrollo del estatuto, de la Policía utónoma y de la negociación de los conciertos ecoómicos fueron los temas fundamentales de los que ablaron. A mediodía, en Bilbao —con expectación mtestataria, dice nuestro enviado especial—, tuvo ¡unión con los líderes de centrales sindicales; crisis lonómica y terrorismo —«a los sindicatos nos está aciendo daño el terrorismo»— fueron las cuestiones ratadas. En las primeras horas de la noche, Suárez egóa San Sebastián, en la última etapa de este viaje lolítico por Vascongadas. Fuentes gubernamentales ue viajan con Suárez han asegurado que «éste no irá ni el último viaje del presidente dél Gobierno al 'ais Vasco ni un viaje aislado, porque el presidente liensa volver dentro de poco y cuantas veces sea lecesario».

Habla e l a sesin o d e J oh n L en n on

«Yo le quería. N o sé por qué le maté»

Suárez, en este periplo político por las provincias vascas, ha tratado, con su presencia, con sus contac­ tosdirectos con los dirigentes vascos, de dejar clara la NUEVA YORK. Logbs-«Daily presencia del Estado en el País Vasco y de explicar la política estatal respecto a esta región. Los conciertos económicos, como señaló claramente Arzallus al pre­ sente, son, para los vascos, cuestión capital. ¿Cómo an las cosas en éste viaje político? E l presidente uárez, optimista de su gestión, ha declarado: «Las van bien.» El presidente del Gobierno vasco, i Garaicoechea, más cauto, manifestó: «Las co­ asvan.» Ello quiere decir, en resumen, que las cosas narchan, y parece qúe algunos malentendidos han aclarados. El joven ha sido conducido al hospital (Información en pág. 11) de Belleville, una especie de prisión para enfermos mentales, en donde está siendo examinado por los médicos. Las autori­ dades han decidido mantenerle aislado, en un recinto y separarle de los demás internos para evitar posibles linchamien­ tos. También compareció ante un trib u ­ nal neoyorquino, en donde prestó las p ri­ meras declaraciones y le fue asignado un LaDiputación Foral navarra acordará hoy interpo­ ner recurso de inconstitucionalidad contra el Gobier­ abogado de oficio. Muchos «fans» de Len­ non se congregaron alrededor pidiendo no vasco por la utilización, por parte de éste, del su cabeza, y la Policía tuvo que reforzar escudo de Navarra en el propio de la comunidad autónoma vasca. La Diputación Foral quiere que el la vigilancia. Chapman permanecerá en Tribunal Constitucional decida, pues considera que el hospital citado hasta la celebración del la utilización del escudo de Navarra por las in stitu ­ juicio, el próximo 6 de enero. Según su abogado, M r. Herbert Adlerciones vascas significa una actuación manifiestamen­ te¡legal por-cuanto no existe títu lo jurídico alguno bera, su defendido trató de explicarle por que cometió el crimen. Aludiendo al i|ueampare dicha utilización por otra comunidad que nosea la navarra. autógrafo que le firm ó el músico pocas

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La Policía neoyorquina ha conseguido trazar, a través de los interrogatorios, la personalidad tortuosa y desequilibrada del presunto asesino de John Lennon, Mark Chapman, de veinticinco años. Todos los indicios hacen pensar que se trata de un enfermo mental en alto grado, cuya reacción pudo estar motivada por el ansia de notoriedad al matar a un «famoso», cosa bastante habitual en los Estados Unidos. No obstante, la Policía todavía no ha conseguido determinar con certeza los motivos reales del asesinato' ni el propio Chapman ha sabido explicarlos.

Navarra, contra la utilización de suescudo por el Gobierno vasco

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horas antes del asesinato, dijo: «Entendí sus palabras, pero no conseguí compren­ der lo que quería decir con ellas.» Fuen­ tes policiales indicaron que Chapman aseguró estar muy disgustado por la rapi­ dez con que Lennon le escribió el autógrafo. En sus declaraciones ante la Policía explicó la manera en que se pro­ dujeron los hechos: «Cuando llegaron cer­ ca de su casa Lennon y Yoko Ono, dije: “ Hola. ¿Eres John Lennon?” El respon­ dió afirmativamente con una sonrisa. Entonces esperé hasta que estuvieron a un metro alejados de mí y disparé contra él.» A la pregunta de por qué lo hizo, manifestó: «No lo sé. Yo no odiaba a John Lennon. Le quería.* Agregó que la noche antes del asesinato estuvo leyendo la B iblia en su hotel. Mientras su abogado mantiene que

Chapman está loco, el fiscal, del distrito de Manhattan ha manifestado que se tra­ ta de «una ejecución premeditada». «El presunto asesino actuó con frialdad, cal­ ma y raciocinio. Fue un crimen delibera­ do y premeditado.» Entre los objetos per­ sonales de Chapman fueron intervenidos 2.000 dólares (140.000 pesetas), que al parecer pidió prestados en Hawai —de donde procede— con el propósito de co­ meter el crimen tras comprar la pistola en Honolulú y pasarla sin problemas a los Estados Unidos. De acuerdo con los antecedentes bus­ cados en su lugar de procedencia, Chap­ man cometió dos intentos de suicidio con anterioridad, y como resultado de uno de ellos estuvo internado en el hospital para enfermos mentales de Honolulú en 1977. En esta ciudad trabajaba como guardián de seguridad en un edificio de aparta­ mentos hasta pocos días antes de trasla­ darse a Nueva York. Tenía problemas matrimoniales y parece que no tuvo éxito en los proyectos que emprendió para me­ jorar su situación social. E l delito cometi­ do está castigado en el estado de Nueva York con pena desde quince años a reclu­ sión perpetua. (Información en pág. 43)

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iadree hijo, muertos por asfixia

Juan Moraleda Pérez, de cincuenta y cuatro años, y su hijo Valentín Moraleda Punzón, de trece años, resultaron muertos por asfixia en el interior de la casa que estaban construyendo en las afueras de la localidad toledana de Yuncos. También resultó afectado de gravedad otro hijo de la víctima, Juan Ignacio, de veintidós años, que actualmen­ te se encuentra internado en la residencia de la Seguridad Social.

El suceso ocurrió en la noche del omingo al lunes. Los cuatro úembros de la familia Moraleda 'unzón dormían, como tantas iras noches, en la primera habitaión de la casa, que ellos mismos staban construyendo. A l día siuiente, el lunes, por ser la festiviadde la Inmaculada, no tendrían ue marchar a Madrid, donde ivían. Sin embargo, dos de los tótro miembros no volverían a espertar al morir esa misma noM por asfixia. El tubo de humos ela estufa de leña, que, al pareer, tenía una salida en horizontal nvez de vertical, no pudo expularlos debido a la fuerte corriente

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de aire durante aquella noche. De no haber sido porque el co­ che del señor Moraleda intercepta­ ba el camino por donde se accede a otras casas, las víctimas podrían haber tardado más tiempo en ser descubiertas. En la mañana del lu ­ nes una persona que pasaba por el lugar utilizó insistentemente el cla­ xon de su coche para que saliera alguien de la casa siniestrada. A l parecer, la esposa del señor Moraleda se despertó y, tras grandes es­ fuerzos, consiguió salir hasta la puerta y empezó a pedir ayuda ante la humareda que había en la habitación donde dormían.

Nrniten 53 directores le institutos de Madrid (Información en pág. 35)

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Preguntas al Gobierno Será para que no decaiga el entu­ siasmo de la oposición por lo que don Juan de Dios Ramírez Heredia, diputado del Psoe por Almería, le ha preguntado al Gobierno por los terremotos. El diputado calé desea saber si el Gobierno conoce la localización exacta del seísmo registrado re­ cientemente en la costa almeriense, el resultado de la investi­ gación, la relación que pueda te­ ner con los movimientos sísmi­ cos de Argelia e Italia y las pre­ visiones que é l Gobierno tiene establecidas ante la posibilidad de una catástrofe de esa índole. Ahí queda eso. Sentido del hu­ mor no falta, y es necesario por­ que de esa manera se nos hará más llevadera la racha que es­ tamos pasando ante tantas incertidumbres y terremotos de otro tipo. Y además ¿qué cues­ tión de nuestra vida nacional está exenta de graves proble­ mas? ¿Qué tema.de economía, de política interior o exterior, de seguridad ciudadana, de edu­ cación, vemos de cara al futuro con claridad meridiana? ¿Qué vamos á preguntarle al GoDierno, salvo la hora —y a lo mejor, ni eso—, que podamos recibir una respuesta certera, diáfana y esperanzadora? Ninguna. Pues habrá que preguntarle por los terremotos. Y asi lo hizo don Juan de Dios Ramírez Here­ dia.

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VUELTA DE HOJA

De cejas arriba

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(1. RACIAN, que era un pelma sobrio, opinaba que están locos aquellos que parecen locos y la mitad de los que no lo parecen. El jefe del departamento de Sa­ lud Mental de la Organización Mundial de la Salud ha sido más preciso y ha cometido la locura de contarlos: dice que en el mundo hay cien millones de depre­ sivos. Claro que no es lo mismo estar majara que sufrir una depresión, ya que esto último es más deprimente. Existen locos eufóricos, que en general se dedican al «camping» o a la poesía épica. Los de­ presivos, por el contrario, no pueden de­ dicarse a algo banal y se ven obligados a refugiarse en la trascendencia. Somos muchos los que creemos que sólo hay un procedimiento eficaz para sa­ lir de una gran depresión, que es no me­ terse en ella, ya que atravesar las depre­ siones supone una caminata larguísima y, al final, se encuentra uno con otra depre­ sión un poco más chica. Verlo todo negro demuestra una excelente vista interior, pero no ofrece más que desventajas y es altamente preferible equivocarse de colo­ res, incluso conducirse con un prudente daltonismo. Es inevitable pensar que si hay en el mundo cien millones de depresivos se ne­ cesita mucha suerte para no ser uno de ellos y no poca para no encontrarse con alguno, Tjratár a una persona depresiva, que al principio resulta gratifícente por­ que nos permite darle consejos, acaba siendo abrumador. Ni sigue los consejos, que por supuesto no eran apropiados para curarla, ni se cura por su cuenta. Porque la verdad es que curarse de eso es muy difícil, y así como hemos visto a mucha gente que se ha puesto mejor del estómago, no hemos conocido nunca a na­ die que haya mejorado de la cabeza. Qui­ zá por eso, Pitigrilli pudo decir que la psiquiatría es el único negocio donde el cliente nunca tiene razón. Muchos clien­ tes. Tantos que pronto serán necesarios los psiquíatras de guardia. Y eso que los verdaderos depresivos no tienen ánimo ni siquiera para acudir al médico. M anuel ALCANTARA

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desean hijos

«Tribuna Alemana» reproduce un artículo de Gertrud Holer sobre el fenómeno social de la República Fede­ ral de Alemania, que ha pasado de un bajo índice demográfico al deseo de tener más hijos: «Nuestras mujeres quieren otra vez hijos.» «¡El segundo coche de la familia no es ahora de motor, sino un cochecito de niño!» «¡Después de un decenio de “baja”, los bebés vuelven a estar “in” en Alema­ nia!» La tendencia al segundo hijo pu­ diera ser, quien lo sabe, el tema de los «mass media» de los años noventa. Tras el «shock de bebés» y el «bajón demográfico de la píldora» se produce ahora el boom de los bebés y de losi casamientos: los pronosticadores a lar­ go plazo tienen que apearse del tren y tomar el de dirección contraria», afir­ ma la autora, quien explica que esta’ nueva tendencia demográfica, que ahora sorprende, bien puede deberse a ,que han llegado a la eaad matrimonial los niños que nacieron en los «años demográficamente buenos», o a la alarma acumulada por la amenaza de que Alemania era un «pueblo mori­ bundo» en el sentido de que de conti­ nuar el déficit demográfico llegaría un día en que no habría más alemanes. «Leíamos, por ejemplo, que dentro de veinticinco años el 36 por 100 de nues­ tros ingresos brutos irían a .pagar agar ajal1 fondo.0 ae defensiones, peni ‘ pues la pirámide

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« ¡E sto e s E sp a ñ a!» P ARA algunos, la bandera española de Marcelino, esa que el gobernador general —o el delegado gubernamental— ha clavado en el balcón de su residencia de «Los Olivos», en Vitoria, es una especie de desafío o de grito nacional en el País Vasco. Se puede sentir orgullo de que el pequeño vasco Marce­ lino Oreja haga ostentación de la Patria en un terreno que es también Patria. A mí, señor presidente, esto me causa una inmensa tristeza. Porque si el hecho de que una bandera espa­ ñola ondee en la residencia del gobernador equivale al grito de Jesús Viana de «¡Esto es España!», me produce la impresión de que entrar hoy en el País Vasco diciendo que se es español es casi una heroicidad. Si a esto hemos llegado, carecen de impor­ tancia la ausencia de parlamentarios vascos en su recibimiento oficial, los ciento ocho ayuntamientos que cierran sus puertas o las manifestaciones convocadas y desconvocadas para protes­ tar por la presencia de Adolfo Suárez en Éuskadi. Todo es» es anécdota si un español se convierte casi en suicida al afirmar la españolidad de aquella tierra. Y todo esto lo cuecen, lo explotan, lo tergiversan, lo rentabilizan no más del 20 por 100 de una población. El otro 80 por 100 que allí habita y que son tan españoles como usted o como yo forman esa inmensa mayoría silenciosa que se siente extorsio­ nada, chantajeada, vilipendiada y maltratada y que nunca ha renunciado a ese concepto unitario de «¡Esto es España!». En estos momentos aquello parece más bien tierra de nadie. Lo dijo Olarra con inmensa claridad: «Lo que ocurre aquí es que se marcharon los que mandaban, se instalaron otros señores ?ue no mandan y de esta manera no mandan si unos ni otros.» ’orque la clave está en esta pregunta: ¿Quién manda en Euskadi?, y haciéndola más extensiva podríamos interrogar: ¿Quién manda en el Pnv, Garaicoeehea o Arzallus? Porque nadie medianamente sensato puede creer a estas alturas que

Crónica de prensa Los alemanes

A/o P f i R t c e S i M o

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demográfica sería tal que cada vez ha­ bría menos gente (población laboral) (>ara pagar las rentas de jubilación de os apeados del proceso laboral activo. El panorama era desconsolador para la jente joven que empezaba a traba­ jar, que además se preguntaba quién les aseguraba a ellos el pago de la ren­ ta cuando se jubilasen.»

El primer viaje

Bajo este título, un editorial de «ABC» comenta el viaje del presidente Suárez al País Vasco: «No se esperan sorpresas derivadas del viaje. El presi­ dente Suárez no tiene ahora —quizá no la ha tenido nunca, aunque los mayoritarios deseos de los españoles lle­ gasen a inventarla— una varita mágica para despejar incógnitas y re­ solver ecuaciones políticas o ecq^ nómicas. Pero sería injusto despojarle de capacidad de observación, ae la sensibilidad necesaria para detectar esas facetas que, sistemáticamente, es­ capan al examen de los temas y los problemas cuando se realizan a dis­ tancia, sobre una mesa de despacho y no sobre la realidad física que los pro­ duce o los sostiene. Y no cabe achacarlo todo a la valen­ tía personal —Que no le falta— del presidente del Gobierno. Quisiéramos pensar que, en este caso, más que el valor ha primado la responsabilidad. Suárez ha acabado por comprender que era responsable, en la medida en que puede serlo el Gobierno, del dete­ rioro del ambiente socio-político vas­

los ayuntamientos vascos cierren sus puertas como y bloqueo a la presencia del poder central sin que nada ten que ver en esto los hombres que mandan en el Pnv cwmn! inmensa mayoría de sus concejales pertenecen a este oartL Todo eso tenía que estar tramado de antemano, y si geni evitar que el jefe del Gobierno fuera recibido con los acorta del himno vasco en vez del himno nacional, está claro Mnd resto de España que el boicot no ha podido ser salvado pord lendakari en una prueba más de su débil autoridad. Es preferible el diálogo a la desconfianza, el trató directo! las dilaciones incomprensibles, pero la tremenda contradlcé que sigue existiendo entre la presencia de autoridad enEoskaí) y la dictudura de los menos sobre la sensatez de los demáso consecuencia de la ambigüedad, del silencio y del pactosecntt con que fue desarrollado todo el proceso autonómico deEmb di. A estas alturas solamente dos personas, dos protagonbtai, saben a ciencia cierta hasta qué punto de compromiso llegara en aquellas conversaciones de la Moncloa: Carlos Garata» chea y Adolfo Suárez. Algo ha funcionado mal desde el prfadpio, y aunque todavía nos quede la esperanza, la distesá pertenece solo a las altas esferas. Son dos sonrisas dos rostros semejantes, dos abrigos idénticos, dos edadessimi­ lares y dos ambigüedades complementarias. Pero tambiéni pueblo quiere dos responsabilidades de gobierno, dos sentüh» profundos de autoridad, dos jefes de partidos que domiñeni sus militantes, dos razones de Estado por encima de dosraí» nes de partido. Y este binomio ha logrado hasta ahorali paradoja de que un español vasco tenga que hacer unactode valentía para gritar «¡Esto es España!». José María CASTAÑOS

En este número. co. Y ha reaccionado, por fin, positiva­ mente. Pero este debe ser el primer viaje. Habrán de seguir otros. La acti­ tud negativa y cerril de algunos entes municipales vascos así lo indican. Los vascos quieren soluciones concretas a sus problemas. Al igual que el resto de los españoles. Y esas soluciones exigen viajes al entendimiento de unas y otras partes.» John Lennon

El asesinato de John Lennon, el más famoso de los Beatles, ha conmo­ vido a todo el mundo, como titulaba ayer «ABC». Y a él se le han dedicado numerosas páginas en la prensa diaria, incluyendo editoriales como la de «Diario 16,» que dice: «Ese residuo últjmo de la solidez de Los Beatles tenía un nombre propio: John Len­ non. Ya se intuyó esto a raíz de las dos notables películas que rodaron Los Beatles con Richard Lester. Este di­ rector fue original sólo en ellas: nunca las ha superado, jamás ha podido ni acercarse al fondo de ironía escueta y escéptica que supo imprimir a «Qué noche la de aquel día». Nuevamente, detrás de este nombre estaba otro: John Lennon, un actor inexperto, pero creador intuitivo de situaciones sar­ cásticas, que dio lecciones de compor­ tamiento humorístico en aquel filme. Y no de un humor cualquiera, sino de uno muy preciso, derivado directa­ mente de las tradiciones del «musichall» inglés,-

Agenda y tie m p o (pág. 45) Internacional (7 a 10) 9: Ei Rey, p re o cu p a d o por !a situación económica de Guinea E cu a to rial. ' i .

Nacional (11 a 14) 14: Ucd im p id ió a la oposición retirar la única meación al d e re ch o canónico en la ley de divorcio.

Toledo c a p ital (15) 15: T o le d o podría quedarse sin ña.

iluminación navide-j

Talayera (16) 16: H oy, s e x to M . M a ra v illa s .

aniversario

T oledo provincia (18)

de la muerte di

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18: Cerca de c a to rc e m illones costará e|^°^ar p e n s io n is ta y el c o n s u lto rio médico de Mora.

Religión (21) ,2 1 : Juan Pablo II expresa públicamente, p o r ^ vez en d o s días, su preocupación por

Laboral y economía (24 v 2 8 j 2 4 : F uerte in c re m e n to de la demanda de con ción naval e n tre 1 9 8 5 y 1990.

Toledo deportes (40) b2 4 0 : Los e q u ip os de la capital, a recu p e ra ció n.

En páginas centrales, Hoy: Upi y «The Times^nj^^

u.x,1.1980 — ---- -

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Las del Gran Capitán

Aum enta la perm isividad y no la libertad del hom bre ai)

n TTirq cuentas eran y cuentas también son, en fin de F u t c jas aue se están apuntando tímidamente por la cU®n,a financiera del sector público central y aquella T OS primeros escritos de Freud eran historias leído a Freud o a otros autores que podían afirm ar lo clínicas. Quizá por su propensión a la melancolía y ^ desarrolla por las comunidades autónomas. La per- aficiones mismo, piensan conseguir su felicidad presente y fu tu ­ filosóficas buscó ocuparse no sólo de los en­ qiie se a ej s¿mplismo contable no es capaz de escapar- fermos, sino ra siguiendo otro camino. Freud pensaba que las cla­ de la evolucion del mundo cultural en el plejiaaa P g menos exigente. Entroncado este simplismo que vivía. Desde ses llamadas «superiores» habían perdido vitalidad y de vista individual, el psi­ hasta agresividad, y que, por el contrario, que en las 80 aDmronaruencia de principios de la que hacen gala coanálisis se ocupael punto de fortalecer al «yo», independi­ «inferiores» había crecido la dinámica señalada. Es un zándolo del «super-yo», ampliando su campo de acción 611huen número de decisiones públicas, error creer que por el Oeste se es conservador y por el depercepción para aumentar la irradiación de su a'cuando al contribuyente, que se supone ingenuo, se ypoder. Este revolucionario. Tendríamos que ponernos de Gran parte de este programa, por no decir todo, Hctrina en conceptos como «esfuerzo fiscal», «presión debe tener acuerdo sobre los meridianos... Dudo que el hombre repercusiones sociales, pues también busca tria» y sus aspectos comparativos, la contabilidad el mejoramiento de la distribución de la riqueza y el occidental pueda de nuevo ser persuadido, como los incremento de las satisfacciones del «yo». No todos griegos, de que el secreto de la felicidad consiste en * Estado central y comunidades autónomas se lleva por estaban a seguir este programa. Ni tampo­ tener pocas cosas. Hay quien ha afirmado, aunque 6 cauces incomprensiblemente contradictorios con co resultadispuestos aceptable a esas comunidades satélites, más parezca una broma, que el país más revolucionario es aquellos principios. o menos alejadas del mundo actual, porque sin haber Estados Unidos. psicoanálisis nació en Europa plasticidad empieza en su vida ins­ seguridad. Por eso se ha visto im ­ HESPUES de introducirnos en los elaborados conceptos y vivió lánguidamente entre tintiva. Es curioso anotar cómo el pelido a abrirse sus entrañas se­ V de presión fiscal, esfuerzo fiscal, etc., éstos se dejan las dos guerras. Ni siquiera el viaje pensamiento moderno se ha fra­ xuales y a valorar estadísticamente y Jung a la Clark Univerguado una cierta angustia ante la el tema sexual para lograr una nor­ rrinconados y el quehacer público interregional acaba de Freud tuvo demasiada repercusión. idealidad de las normas. En otras ma objetiva de conducta. basándose en contabilidad simplista de entradas y salidas; sity de la guerra creció como épocas, el concepto de norma deri­ Pero ¿es cierto que esa dilata­ I de ingresos y gastos. ¿Pero qué ingresos y qué gastos, Después planta vigorosa en los Estados vaba de la imagen ideal del hom­ ción es tolerable para el hombre? ¡ oreguntamos? En términos recaudatorios, la respuesta es Unidos y de allí regresó a Europa, bre. Ahora se utiliza el método es­ ¿Cómo transcurre la existencia hu­ que, como planta trasplanta­ tadístico de la frecuencia media de mana? Tan importante es el olvido : muy clara. Pero ¿qué tiene que ver con los términos de paraadquiriera aquí mayor porte y una función variable. Yo no sólo como el recuerdo. No se concibe » esfuerzo y beneficios fiscales? Suponiendo ya depurados da, consistencia. afirmo que esto no se ha consegui­ existencia humana en la que ! los datos de recaudación por demarcaciones territoriales, Fueron tiempos en los que apa­ do, sino que no se conseguirá una los momentos vividos estén pre­ éstos sólo indican quién y dónde ha materializado el ingre­ reció la desesperanza en lo que pa­ jamás. sentes en la conciencia. El pasado haber sido un empeño común Rompamos de una vez para es experiencia, pero pertenece a la tributario, pero en modo alguno qué sujeto o qué demar­ recía los hombres. Nietzsche ya siempre con esa idea pecata del sana economía del hombre sumer­ cación tributaria se ha visto afectada y sacrificada por el alo todos progreso indifinido en el conoci­ formulado con gran clari­ gir en las aguas del olvido grandes pago del impuesto. Evidentemente, el ingreso del impuesto dad:había miento del hombre. Progresará la la voluntad de poder es la v ir­ parcelas de la vida pasada. No po­ correspondiente a una máquina herramienta producida en tud más imperiosa para lograr el técnica monstruosa e indefinida­ dríamos vivir sintiendo la palpita­ mente y hasta formas que ni las El comienzo se halla ción de nuestras células, ni si cada Eibar, o de un textil de Sabadell, o, en fin, de un calzado superhombre. más portentosas imaginaciones acto, bueno o malo, de nuestro pa­ la voluntad de poseer una con­ de Elda, sólo podrá contabilizarse en las comunidades en pueden prever. Nunca se quebran­ estuviese presente en nuestra ciencia conquistadora, mediante la vasca, catalana o valenciana, si tenemos presente el con­ cual se podrán dominar las demás tará, en cambio, el misterio del sado memoria. cepto de esfuerzo fiscal, en el caso que aquel impuesto conciencias. Y en esta línea de pen­ hombre mismo, como nunca la Me­ T A vida es presencia, pero tamdicina, por mucho que avance, lo­ se situó soberanamente haya sido pagado por un residente en aquellas comunida­ samiento bién, y esencialmente, silencio. borrar del haz de la tierra el el psicoanálisis. Misterio. La vida es autenticidad y des, es decir, cuando el comprador de la herramienta sea Claro es que la consecuencia grará de la muerte. también máscara. Este principio vasco; el del textil, catalán, y el del calzado, valenciano. lógica de tal voluntad conquistado­ espectro La norma ideal mana del princi­ la vida instintiva. ¿Es sano, o Cualquier otra situación supone exportación de cargas ra es la ruptura de la solidaridad pio de que el hombre es fin itu d rige si se quiere vital, tener presente el trascendente. No se trata de una humana. Nadie quiere ser degrada­ impositivas a los compradores de otras comunidades, sien­ do, flu ir del acto instintivo y analizar norma hallada, sino que ha sido y la misma raíz de la volun­ su circunstancia? En modo alguno. do en aquéllas donde debería contabilizarse el volumen tad ydeenpoder es ambiciosamente buscada. En la se encuentra la mayor La existencia hay que vivirla ro­ del impuesto recaudado. Del mismo modo, cuando una misma entraña del hombre está su para el hombre. Por deada por un halo oscuro que la necesidad de absoluto, inalcanza­ entidad mercantil, con plantas radicadas en distintas co­ humillación eso no puede tratarse sino de una defienda. La reverberación instin­ ble en esta vida terrena. La de comprender la nueva munidades, ingresa el impuesto sobre el beneficio de las voluntad tiva es la proyección del caos búsqueda de la norma, aun referi­ imagen del hombre y del mundo. cósmico en la persona humana. sociedades en el lugar del domicilio social, ¿no sería más No da a algo tan aparentemente natu­ es posible una ampliación o de Porque lo personal, lo que hace correcto imputar el volumen de impuesto recaudado a una ral y biológico como es el sexo, se que el hombre sea un ser que ande de uno mismo que halla transida de ambición de ab­ cada una de las plantas que han colaborado a ello y, por llegaradilatación a comprender el universo erguido sobre la superficie del pla­ soluto. Es más, el ser humano se entero. tanto, a la comunidad donde radiquen aquéllas? neta, que pueda m irar al horizonte, comporta sexualmente no con Lo que ocurre siempre es un jue­ so

]£Ndefinitiva se trata de imputar los ingresos públicos por la procedencia del sacrificio y no por el domicilio don­ de se efectúa materialmente el ingreso. En cuanto a los gastos, la situación no difiere sustancialmente. Imputar un gasto en bienes y servicios realizado en una provincia, cuando los suministros proceden del exterior y los usuarios también, es un error que conduce a situaciones dé inequidad horizontal en la fiscalidad interregional. Sólo después de haber contabilizado correctamente, en términos de sa­ crificio o esfuerzo y en términos de beneficio, es cuando procede iniciar la discusión sobre el fondo de compensa­ ción o fondo de solidaridad. Lo otro serían cuentas con un resultado pretendido, a modo de las del Gran Capitán.

Con la puerta en las narices Q UANDO cerca de doscientos ayuntamientos vascos suspenden sus sesiones en señal de protesta contra el presidente del Gobierno español; cuando resulta que esos ayuntamientos están controlados por el Partido Nacionalista Vasco, y cuando es este partido el que está gobernando en el País Vasco, ¿qué se puede esperar de las conversaciones que se están realizando entre el presidente -del Gobierno vasco, señor Garaicoechea, y el señor ouarez? A LEGAN como argumento primero ante un partido que los ayuntamientos que el funciona así de que la autono­ presidente Suárez ha ido con mía que ponga en manos del las manos vacías. ¿Y qué le Gobierno vasco vaya a funcio­ están mostrando ellos desde el nar con el mínimo sentido de Pnmer momento? No vamos a solidaridad y responsabilidad acer el balance del viaje an- que el Gobierno de España tie­ es de qUe termine; ojalá sea ne el derecho y el deber de 8 tecundo de lo que su prinexigir? . ^Pio anuncia. Pero anticipeY si no es por esa vía, ¿por nna ? \ 6n *°d° caso, al ¿qué cuál van a obtener los hombres dirigido al señor del Pnv lo que pretenden? No ^árez era lógico y hasta obli- será por medio de la Eta. Dar nn¿° 6n un correlativo ¿y con la puerta en las narices al dan fos,dais?; es decir, ¿qué que va a nuestra casa a visitar­ frmii ° 5 í 0m^res que están al nos es conducta que por sí mis­ j r>e ^ Pueblo vasco al resto ma se califica tratándose de con i Hasta el momento, cualquiera; nada se diga tra­ c°n la puerta en las narices. tándose del jefe del Gobierno 7 »^ 8 ? de un torpedo lan­ español. Pero en este caso, zad i septor más radicali- adem ás de una grosería, es *ra , 1 Partido no tanto con- una equivocación, que en defi­ CQ‘i® Presidente Suárez sino nitiva se volverá contra quie­ chai? D Pr6sidente Garaicoe- nes la han cometido. No sólo , Pero', aunque así sea, hay tiros que salen por la cula­ A garantías podrá tener el ta; portazos, también. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. Ya. 11/12/1980.

go diabólico de la conciencia mis­ ma: dos actos diferentes son sus­ ceptibles de ser idénticos. Si se sitúa uno en la profundidad del ser se encuentra con una falsa reali­ dad: uno es verdadero y el otro lo parece. En la comprensión del se­ creto psicológico íntimo aparece siempre la verdad y la ficción. Los psicólogos — como los místicos— quisiéramos llegar a ese punto cero en el que parece encon­ trarse el punto luminoso en la in ti­ midad. Es en vano, porque el pun­ to no existe como tal. Las sombras se entrecruzan con las luces, la so­ ledad con la compañía, el silencio con la palabra, el lenguaje con los símbolos. Sólo queda una especie de afirmación de la continuidad y de la identidad de uno mismo fren­ te a Dios, si uno tiene la suerte de creer. O frente a la nada para los agnósticos. E l psicólogo quisiera siempre descubrir la ficción que el mismo enfermo no descubre muchas ve­ ces, aun queriendo hacerlo. Rous­ seau quería ser sincero, el más sin­ cero de todos, y falso, el más falso de todos, y por eso decía: «En me livrant a la fois au souvenir de l ’impression re^ue et au sentiment >résent, je prendrai doublement ’état de mon ame pour savoir au moment ou révenément m ’est avi­ vé et au pioment ou je l ’ai décrit» (dejándome llevar del recuerdo y de la impresión recibida y en senti­ miento presente conoceré doble­ mente mi estado de espíritu en el momento en que el acontecimiento me ocurrió y cuando lo describí). De este modo en lugar de pre­ guntarse «¿quién soy yo?», Hegel se preguntaba por la filosofía del de­ venir, que inspiraría a Marx y a tantos otros. La pscología que tra ­ ta de interpretar al hombre mate­ rial, olvidando sus estratos espiri­ tuales, nace ahí. Los resultados ya los estamos viviendo. ¿Dónde está el método que mide exactamente los grados de libertad del hombre? A misma dificultad nos encon­ tramos respecto a la norma se­ xual. Kinsey y otros posteriormen­ te quisieron averiguar de modo es­ tadístico qué es lo natural en la vida sexual. Pero lo natural no es nada fijo, sino precisamente lo va­ riable y lo plástico. El hombre es el ser más plástico que existe en toda la creación. La

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arreglo a lo que le pide su biología, sino a lo que le traza su idea. En una encuesta alemana la cifra de las transgresiones concordaba con la de las opiniones del círculo en que se hizo con el hecho de la transgresión. Buscar una norma de conducta sexual a ras de la biología no es sólo erróneo, sino imposible. El «homo natura» no existe más que en las mentes febricitantes y siste­ máticas, hasta la paranoia, de los materialistas. El hombre es una unidad que puede abordarse por distintos enfoques, pero que no se puede destruir. Y sin embargo mu­ chas gentes viven pensando en que la felicidad consiste en saciar ape­ titos instintivos de cualquier tipo que sean. Y de los diversos honta­ nares instintivos, el más poderoso en el plano de la felicidad es el sexual. Hasta tal punto llega la creencia en esa falacia, que a veces oímos en la consulta problemas se­ xuales irreales. Por ejemplo, el del individuo normal en el matrimonio y no fuera de él. Como si alguien consultase al especialista en diges­ tivo por qué digería bien un pollo y no un pescado podrido. La enfer­ medad no está en estos casos en la pura biología, sino en la mente. En la mente del hombre con­ temporáneo existe una verdadera inflación de la conciencia que se enriquece del máximo número de experiencias. Y así se encuentra en una peligrosa ambivaléncia: por una parte sabe que el conocimiento es liberación, sobre todo de la an­ gustia. La tendencia a la interpre­ tación racional de los fenómenos surge de ese hontanar psicológico. Lo que es confuso angustia. Nece­ sita que se haga la luz, y la luz proviene de la inteligencia, no del instinto. La luz es capaz de crear orden en el caos, ya sea del mundo o de los sentimientos. La inseguri­ dad hace sufrir más que la desgra­ cia conocida. En cuanto creador de ciencia, el hombre moderno ha limpiado su entorno de las brumas que rodean el mundo mágico del prim itivo. Lo malo es que en esa línea depurado­ ra ha barrido incluso las creencias religiosas, precisamente por lo que suponen de irracionalidad. Es na­ tural, pues, que esta postura le haya llevado a sostener que la con­ cupiscencia del conocer debe sa­ ciarse siempre, porque es fuente de

contemplar lejanías, soñar mundos distintos, amar, hablar, etc., no son sus instintos, sino sus valencias personales. La virtud es una fuerza espiritual capaz de arrasar, si nece­ sario fuera, la biología; pero es más entrañable cuando la comprende y asume. El hombre necesita para su feli­ cidad el sosiego, aquello que los clásicos llamaban serenidad de ánimo, la cual no se logra más que silenciando su caos instintivo y or­ denándolo. El hombre necesita para vivir del silencio sexual, y aun para la «salud» de la sociedad pue­ de resultar peligroso ese lanza­ miento de la intim idad más crea­ dora por altavoces cacofónicos, de­ formantes y groseros de la porno­ grafía. El silencio ha de nacer no de una operación regresora, sino de un cultivo natural de la personalidad humana y de las formas sociales. «Por la forma y el estilo», escribí una vez en mis años jóvenes. Mien­ tras el «yo» mantiene su unidad y equilibrio todo marcha bien. La vida sexual necesita de la opacidad tanto como de la luz y del comen­ tario. Salvo cuando enferma y ne­ cesita del médico. (No aludo, natu­ ralmente, al pecado, cuestión que no me compete.) E l silencio puede ser anterior al orden y no sólo posterior, como un ucase conminatorio para restable­ cer el equilibrio, que sería más prec a r io . No es hum ano, auténticamente humano, romper el silencio porque sí. En cambio, sí lo es que éste introduzca su rumor o sus gritos en el diálogo personal que lleva im plícito el flu ir sexual. . En resumen, que en la vida ac­ tual la sexualidad ha caído tam ­ bién bajo la maldición de la socie­ dad de consumo y bajo el yugo de la tecnificación. No es que la técnica sea obra del principio del mal; sólo cuando, no reconociendo sus límites, invade el bosque sagra­ do de los seres humanos, se con­ vierte en monstruosa. La vida se­ xual no posee tampoco poder disol­ vente alguno de la estructura so­ cial, ni degrada la personalidad más que cuando el hombre quiere. No busquemos descargar la culpa­ bilidad en artilugios técnicos ni propagandísticos, porque todo de­ pende de lo que el hombre haga o deje de hacer con ellos.

Juan José LOPEZ IBOR

Cartas a Ayudas a la investigación «La distribución de ayudas a la investigación propuesta por la Co­ misión Asesora no ha sido una lote­ ría como superficialmente sugieren el señor Baltá y los demás firman­ tes. Las calificaciones que han ser­ vido de base para la distribución han sido realizadas por científicos propuestos por el Comité Científico y Técnico de la Caicyt. Estas califi­ caciones son el resultado de aplicar un baremo con 15 criterios cuantificados por cinco ponentes. El bare­ mo fue aprobado por el Comité In­ terministerial de Programación. La decisión, por. consiguiente, descan­ sa en la ética de las ponencias y no en una lotería en la que parecen creer los firmantes más que en aquélla. Otra cosa es que no hayan quedado complacidos con la deci­ sión final 1 >*

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Creciente guerra de nervios en la Otan BRUSELAS Alfredo Luque La sede de la Otan ayer fue un torbellino de virulencia. En una acusada escalada de la guerra de nervios en relación con la grave si­ tuación en Polonia, todo fueron avisos, advertencias, señales de pe­ ligro, amenazas de represalias a Moscú. Y hoy y mañana se espera otro tanto, cuando se reúnan los ministros de Asuntos Exteriores aliados bajo la presidencia moral de Edmund Muskie en su despedi­ da como secretario de Estado nor­ teamericano. Ya no es sólo Polo­ nia, sino que toda Europa, todo Occidente, debe temer por el pode­ río m ilita r soviético, En estos términos se. expresó Harold Brown, secretario de De­ fensa de los Estados Unidos, al termino de la reunión del Comité de Planes de Defensa de la Otan. Enlazando habilidosamente la cuestión polaca con las divergen­ cias aliadas en torno a los gastos militares, Brown dijo que, de se­ guir las cosas como hasta ahora, «en cinco o diez años la Otan no podría disuadir un ataque» so­ viético. Esto es, que toda la máquina m ilitar occidental no ser­ viría prácticamente para nada, al perder «credibilidad» los esfuerzos defensivos e inclinarse la balanza del lado de la Urss. Brown confirmó oficialmente el envío de cuatro «radares volantes» desde Estados Unidos a Europa para monitorear los movimientos de tropas en torno a Polonia. Según él, «entre treinta y quince divisiones» podrían tomar parte en la operación caso de que Moscú lo decidiera. Ante ello, la pregunta que se hacía ayer todo el mundo, y que nadie contestaba directamen­

te, es la siguiente: Si la Urss invade Polonia, ¿qué hará la Otan? Para Joseph Luns, secretario general de la alianza, eso sería «la muerte de la distensión». Para los ministros de Defensa aliados, según el comu­ nicado conjunto hecho público a últim a hora, significaría «una seria amenaza a la seguridad y estabili­ dad, con profundas implicaciones en todas las facetas de las relacio­ nes Este-Oeste». Para Muskie, a su llegada a Bruselas, la situación puede exigir diversas «contingen­ cias», sin especificar cuáles. Sin embargo, parece que será el propio Muskie el que propondrá diversas «acciones concertadas» que podrían adoptar los aliados en caso de una intervención que, cu­

riosamente, da la impresión de darse como algo más seguro que hace unos días. «Algún tipo de in ­ tervención van a tener que hacer los soviéticos si sigue empeorando la situación en Polonia», dijo’ a este corresponsal una fuente normal­ mente bien informada. Brown ha­ bló de una respuesta en el plano político, diplomático y económico, y no descartó que también lo fuera a nivel m ilitar. Pero el problema con el que se tropieza es que Polo­ nia no forma parte de la Otan y no puede ser defendida por esta orga­ nización. La cuestión de los gastos m ilita ­ res occidentales también será un punto fuerte de discusión estos dos últim os días de la «cumbre»

atlántica. De acuerdo con los últimos datos, la Urss viene gas­ tándose el 11-13 por 100 de su pro­ ducto nacional bruto en defensa, con un aumento entre el 4 y el 5 por 100 todos los años. Mientras tanto, los países de la Otan, o «cier­ tos países», para utilizar la expre­ sión de Harold Brown, no van a llegar siquiera al 3 por 100 de au­ mento anual prometido en 1978. Esta es la peligrosa tendencia según la cual la Urss está cerca de romper el equilibrio m ilitar. Pero en Europa esas consideraciones de­ fensivas se complementan con otras de tipo económico para pen­ sárselo mucho antes de hacer más inversiones militares.

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Ayuda alimentaria de ¡a Comunidad Económica Europea BRUSELAS. ( E f e t n nidad Económica P W L,aC°nm. facilitará ayuda a lim e n tfi„ (rCee) te a Polonia a un precio muv fgen' rabie para Varsovia, anunció f 0' un portavoz oficial comnS ayet E l Consejo d e M i S ^ f e cultura adoptó la d e c is ió n a der sesenta m il bovina, t r e in t a m ild e S Z t » * un millón de cereales para y jr e s m il toneladas i 1$ ^ reacia entre 1m do mundial y 108 com un iE ' bastante mas elevados, lo que 5 to a a las arcas de los «nueveVuS 3,750 millones de pesetas. Los jefes de Gobierno de la fPfi anunciaron ya esta ayuda en Tu reunión «cumbre» del 1 y 2 de Hi ¡ ciembre en Luxemburgo, con o í sion del Consejo Europeo. El (ft I bierno de Polonia había pedido ¡ I !as autoridades .comunitarias L

a sas? a t e 40.000 de mantequilla) y además azúcar, aceite y grasas.

Llamamiento para superar la crisis económica VARSOVIA. (E fe .)- El viceresidente del Gobierno, Miecys-

flsaw Jagielski, hizo una seria adver­

Morlna polaca

El ejército polaco ofrecería resistencia a las tropas soviéticas V IE N A . (Efe.)— En caso de una invasión armada soviética en Polo­ nia, el ejército de ese país ofrecería resistencia a los invasores, en opi­ nión de los expertos militares y de la mayoría de la población. Polonia, con un ejército de más de 300.000 hombres, sería un objeti­ vo mucho más difícil de alcanzar para las tropas soviéticas que Che­ coslovaquia en 1968. En acuella ocasión, aunque no se esperaba oposición por parte de las tropas checas, la Unión Soviética necesitó unos 500.000 soldados para ocupar el país. Hasta ahora, el ejército polaco se ha caracterizado por su modera­ ción en el curso del proceso refor­ mador en el país e incluso se cree que los altos mandos militares se han pronunciado en contra de una represión violenta de los conflictos laDorales. Uno de los hombres clave que ha apoyado la decisión del partido co*munista durante las negociaciones

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gubernamentales con los huelguis­ tas de Gdansk es el m inistro de Defensa, Wladyslaw Jaruzelski. Fuentes fidedignas de Varaovia informaron que Jaruzelski partici­ pó en una sesión secreta del comité central del partido a principios de septiembre, durante la cual declaró que el ejército prefería una solu­ ción política de la crisis laboral al empleo de la violencia. Esta postura del ministro de De­ fensa coincide con sus- declaracio­ nes hechas en 1976, tras los distur­ bios laborales de Lodz y Varsovia, cuando dijo que «los soldados pola­ cos no dispararán contra los traba­ jadores polacos». Aunque no se han registrado in ­ dicios ae que en caso de una inje­ rencia armada soviética las tropas polacas se rebelarían contra las órdenes de Moscú, fuentes m ilita ­ res norteamericanas señalaron que 60 generales y 200 oficiales polacos habían enviado una carta de ame­ naza al comité central del partido

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en la que aseguraban oponerse a las tropas germanoorientales en caso de que pusieran los pies en territorio polaco. La aversión de los polacos a los vecinos alemanes de la Rda y la poca confianza de la Unión So­ viética en las tropas de Checoslo­ vaquia, tras la experiencia d^ agos­ to de 1968, excluyen prácticamente la posibilidad de que, en caso de una invasión del Pacto de Varsovia en Polonia, el K rem lin haga uso de las tropas de esos países. Contrariamente a muchos Esta­ dos socialistas (y occidentales), la clase trabajadora ve en el ejército a un aliado en caso de una interfe­ rencia desde fuera. E l comandante en jefe de la re­ gión m ilita r de Varsovia, general Wlodzimierz Oliwa, dio a entender claramente como diputado del Par­ lamento polaco (Sejm), en un dis­ curso pronunciado a finales de no­ viembre, que era precisamente esa unidad la que molestaba a la

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Unión Soviética. Durante su alocución, y en rela­ ción con las huelgas que puedan afectar al sector del armamento y con ello las obligaciones contraídas con el Pacto de Varsovia, el general preguntó: ¿Quién puede tener inte­ rés en que los soldados y los man­ dos de nuestro ejército se enemis­ ten? Y ¿quién no puede tragar que las alianzas organizativas entre nuestro ejército y la clase trabaja­ dora, los agricultores y la inteligen­ cia sean tan estrechas? E l general pronunció ese discur­ so tras acusaciones de la prensa soviética contra los sindicatos in ­ dependientes Solidaridad^ a los que se les culpaba de mermar la efectividad del Pacto de Varsovia al haber declarado una huelga de ferrocarriles en Varsovia. Una huelga de transportes en Polonia obstaculizaría el paso de las tropa? soviéticas hacia Checos­ lovaquia y Alemania oriental.

tencia contra las que calificó de «fuerzas destructivas» en la socie­ dad polaca. La advertencia la for­ mulo el martes, durante una sesión del partido celebrada en Lodz. Jagieleki, que negoció los acuer­ dos de Gdansk con el líder sindical Lech Walesa, opinó que en la si­ tuación actual, estas fuerzas cau­ san caos, malestar social y anaruía, y ponen en peligro el proceso te reformas iniciado. E l vicepresidente criticó, ade­ m más, la falta de cuidado, la irres­ po ponsabilidad y la impaciencia en los os esfuerzos por sacar al país de las dificultades económicas que atraviesa. Según el político, el proceso de democratización polaco, que pro­ mete nuevas esperanzas para el fu­ turo, está sienao empleado abusi­ vamente por fuerzas destructivas, que han adoptado posturas antiso­ cialistas o pseudosocialistas. D ijo también que Polonia recha­ zaba todos los intentos de destruir el proceso de reformas socialistas para no poner en juego su seguri­ dad y la de su alianza y las relacio­ nes con la lín ión Soviética y otros países. Estos ataques indirectos a los sindicatos independientes Solida­ ridad van unidos a algunas provo­ caciones que se han producido últimamente en empresas.

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FERNANDEZ HERMANOS, S. A. Traslado de domicilio En cum p lim ie n to de lo esta­ ble cid o en la ley de Socieda es A n ónim as se hace saber que a J u n ta general extraordinaria e la Sociedad, celebrada el día ¿o de noviem bre de 1980, tomo, e n tre otros, el siguiente acuerd °T ra s la d a r el domicilio social de M adrid, calle Jorge Juan, 5 5 , a Logroño, carretera de a C o rtijo , kiló m e tro 1,500. Logroño, 2 8 de noviembre de 1 9 8 0 .— El consejero Mío-

gado.

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Finalizó el tercer viaje de Estado a Africa malabo José María Gómez Salomé, enviad o s

El Rey, preocupado por la situación económica de Guinea Ecuatorial

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r 09 Reyes de España don Juan Parios y doña Sofía llegaron ayer C Caniles del mediodía al aeP o°n2erto de jDpueno u Malabo para realizar hora3

de Guinea Ecuatorial, pero de habla francesa. Visita real que ha permitido a don Juan Carlos y doña Sofía, en su tercer viaje a Africa, recibir el m ultitudinario homenaje de casi 250 etnias de dos países en plena evolución, y entre sus inmensas riquezas po­ tenciales hay un abanico de posi­ bilidades de cooperación españo­ la. Estallido también de folklore y de cordialidad hacia los Reyes de España, que han tenido en sus interlocutores, los Presientes Ahidjo y Bongo, dos anfitriones prácticamente volcados en su de­ seo de abrir a España interesan­ tes opciones económicas, cultura­ les y políticas. Hemos recorrido en avión casi

Rey Juan Carlos ha Aprovechar esta oportunara interesarse directañor los problemas de Gui£anE