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FACTORES AMBIENTALES QUE AMENAZAN LA RECUPERACION DE LAS POBLACIONES DE CETACEOS Y ANTECEDENTES SOBRE OPERACIONES DE CAZA Y COMERCIO ILEGAL DE BALLENA

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FACTORES AMBIENTALES QUE AMENAZAN LA RECUPERACION DE LAS POBLACIONES DE CETACEOS Y ANTECEDENTES SOBRE OPERACIONES DE CAZA Y COMERCIO ILEGAL DE BALLENAS

Justificaciones Legales y Científicas para el Rechazo del Traspaso de la Población de Ballena Minke Austral (Balaenoptera acutorostrata) del Apéndice I al Apéndice II de CITES. 12da COP de la CITES. Noviembre 2002, Santiago de Chile.

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Este documento puede ser reproducido total o parcialmente mencionando la fuente.

INDICE Resumen Ejecutivo Situación Actual de las Poblaciones de Ballenas en la CITES ..................... 2 1.

2.

Incertidumbre Científica y Principio Precautorio en la CITES ...................................... 3 1.1.

Incertidumbre Científica...........................................................................................................3

1.2.

Principio Precautorio.................................................................................................................3

1.3.

Conclusión..................................................................................................................................4

Contaminación Ambiental .................................................................................. 4 2.1.

Cambio Climático y sus Consecuencias para los Cetáceos ......................................................4

2.1.1. Cambio Climático en la Antártica.............................................................................................5

3.

4.

2.2.

Desaparición de la Capa de Ozono ..........................................................................................6

2.3.

Contaminación Química ............................................................................................................7

2.4.

Contaminación Acústica ............................................................................................................8

2.5.

Conclusión..................................................................................................................................9

Tráfico Ilegal de Productos de Ballena .................................................................10 3.1.

Análisis Genéticos y Tráfico Ilegal de Productos de Ballena.................................................12

3.2.

Manipulación de Información..................................................................................................13

3.3.

Operaciones Balleneras Ilegales .............................................................................................14

3.4.

Conclusión................................................................................................................................15

Ballenas y la Crisis de la Industria Pesquera ..........................................................15 4.1.

5.

Conclusión................................................................................................................................17

Estado Actual de las Poblaciones de Ballenas Actualmente Cazadas.............................17 5.1.

Ballena Minke Austral................................................................................. 18

5.2.

Ballena Minke del Pacífico Norte ................................................................... 18

5.3.

Ballenas Minke del Atlántico Norte ................................................................. 19

5.4.

Cachalotes .............................................................................................. 19

5.5.

Ballenas de Bryde ..................................................................................... 19

5.6.

Ballena Gris del Noreste Pacifico ................................................................... 20

5.7.

Conclusión .............................................................................................. 21

ANEXO I

Estimación Poblacional Ballena Minke Austral - Comité Científico CBI .................22

ANEXO II

Resoluciones CITES Relativas al Tráfico de Ballenas ......................................23

ANEXO III

Especies de Cetáceos Protegidas por la CBI y la CITES.....................................24

Bibliografía..........................................................................................................25

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Resumen Ejecutivo Situación Actual de las Poblaciones de Ballenas en la CITES La Ley del Mar de las Naciones Unidas reconoce a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) como el único organismo autorizado para conservar y administrar las poblaciones de ballenas alrededor del mundo1. Desde 1986, la CBI mantiene una moratoria a la caza comercial de trece especies de grandes cetáceos, debido al colapso de las poblaciones de ballenas durante la época de la ballenería comercial. Por otra parte, la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) apoya la decisión tomada por la CBI, incluyendo todas las especies protegidas de ballenas en el Apéndice I de la Convención, el cual autoriza el comercio internacional “…solamente bajo circunstancias excepcionales2”. Sin embargo, la moratoria impuesta por la CBI permite un tipo de caza de ballenas con fines de investigación científica. Desde 1987, Japón ha desarrollado programas de investigación en el Océano Austral y Pacifico Norte que involucran la muerte de ejemplares de especies de ballenas protegidas como minke (Balaenoptera acutorostrata), de Bryde (Balaenoptera edeni) y cachalote (Physeter macrocephalus); recientemente Japón anunció que agregará ballenas sei (Balaenoptera borealis) a las cuotas de caza científica. De esta forma, Japón mantiene activo el mercado interno de productos de ballena. Noruega también continúa desarrollando actividades de caza comercial de ballenas en oposición a la moratoria acordada por la mayoría de los miembros de la CBI. En 1993, el país nórdico presentó una objeción a la moratoria, que lo excluye legalmente de respetar esta disposición y reanudó la caza comercial de ballenas minke del Atlántico Norte sus aguas jurisdiccionales. Durante los últimos años, Japón y Noruega han presionado para levantar la moratoria impuesta por la CBI, sin resultados positivos hasta ahora, por lo que actualmente intentan lograr la validación de la caza comercial de ballenas a través de la CITES. Durante la próxima reunión de de la Conferencia de las Partes de la CITES, a realizarse en Noviembre de 2002 en Santiago de Chile, Japón y Noruega presentarán varias propuestas para transferir diversas poblaciones de ballenas, del Apéndice I al Apéndice II de la CITES. Dentro de ellas, Japón propondrá transferir la población de ballena minke austral (Balaenoptera acutorostrata) al Apéndice II, con el fin de reanudar la caza comercial de esta especie, que se encuentra presente en nuestro territorio. La reapertura de la caza comercial de cualquiera de las poblaciones incluidas en las propuestas de Japón y Noruega debe estar respaldada por información científica que asegure que las cuotas de captura no afectarán el estado de conservación de dichas poblaciones. Sin embargo, actualmente existe un alto grado de incertidumbre científica sobre la biología y el estado de conservación de las poblaciones de ballenas actualmente cazadas por los dos países. En estos casos, y de acuerdo a la Declaración de Río Sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, se debe aplicar el Principio Precautorio que establece que: “...cuando exista una amenaza de reducción o pérdida sustancial de diversidad biológica, no debe citarse la falta de pruebas científicas... como razón para aplazar las medidas encaminadas a evitar o reducir al mínimo esa amenaza...” Por otra parte, la Resolución Conf. 9.24 de la CITES, sobre los nuevos criterios para disminuir la incertidumbre científica sobre el estado de conservación de una especie o el impacto que tendría el comercio sobre ella, aconseja aplicar el Principio Precautorio cuando exista incertidumbre sobre los impactos del comercio en una especie determinada. Además del alto grado de incertidumbre científica sobre los efectos negativos que tendría la caza comercial, las propuestas de Japón y Noruega no toman en cuenta otros factores ambientales que actualmente amenazan la recuperación de las diversas poblaciones de ballenas y cuyos efectos a largo plazo son aun desconocidos.

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Artículo 65, Convención de las Naciones Unidas para la Ley del Mar. Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres. Articulo II (1).

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1.

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Incertidumbre Científica y Principio Precautorio en la CITES 1.1. Incertidumbre Científica La mayoría de las decisiones que puedan afectar los recursos naturales deben tomar en cuenta

la incertidumbre científica. A medida que nuestra comprensión sobre el funcionamiento de los ecosistemas marinos aumenta, también lo hace nuestra conciencia sobre el fragmentario conocimiento existente. Sin duda, el medio ambiente marino está siendo modificado activamente debido a múltiples y complejos factores antropogénicos. La incertidumbre científica no debe ser el único factor contemplado al momento de tomar decisiones que puedan afectar la conservación de la naturaleza; también debe tomarse en cuenta aquella incertidumbre asociada a las decisiones humanas resultantes de diversas culturas con valores, códigos, sistemas y prioridades diferentes. En los criterios de la CITES para la inclusión de especies en los diferentes Apéndices, el Artículo II de la Convención reconoce en cierta medida la incertidumbre científica: 1.- El Apéndice I incluirá todas las especies en peligro de extinción que son o PUEDEN SER afectadas por el comercio… 2.- El Apéndice II incluirá: (a) todas las especies que, si bien en la actualidad no se encuentran necesariamente en peligro de extinción, PODRIAN llegar a esa situación a menos que el comercio… La Resolución Conf. 9.24 entrega nuevos criterios para disminuir la incertidumbre científica sobre el estado de conservación de una especie o el impacto que tendría el comercio sobre ella, aconsejando aplicar el Principio Precautorio cuando exista incertidumbre sobre los impactos del comercio en una especie determinada. Desde 1970 se han desarrollado programas computacionales que incorporan fuentes de incertidumbre científica dentro de marcos estadísticamente rígidos. A pesar que algunos de estos modelos han sido utilizados en economía, epidemiología y administración de la pesca industrial, bajo el Contexto de la CITES estos métodos pueden no ser útiles para especies silvestres menos conocidas3. 1.2. Principio Precautorio El Principio 15 de la Declaración de Río Sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo firmado en 1992, establece que: “Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente”. 3 D is cu ss i on D oc u me nt C on sider in g the i ssu e of "un cer tain ty " with r egar d to information available an d the application of th e CITES Criteria. www.cites.org/eng/pr ogr amme /cr iteria/1st_me etin g/u nce rtain ty.sh tml

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La estimación actual de la población de ballena minke austral contiene un alto grado de incertidumbre científica debido a errores de medición, variaciones naturales y falta de definición de los parámetros utilizados para cada medición. Este grado de incertidumbre científica se vio reflejada durante la 52da reunión de la CBI, cuando el Comité Científico afirmó que “no existe una estimación confiable sobre el número de ballenas minke del hemisferio sur, pero los cálculos sugieren que podría ser menor a la señalada en años anteriores”. 1.3. Conclusión Dado el alto grado de incertidumbre científica acerca del estado poblacional y biología de las poblaciones de ballena minke austral, la propuesta de Japón para trasladar esta población del Apéndice I al Apéndice II de la CITES, contraviene la recomendación de la Resolución Conf. 9.24 de la CITES e infringe el Principio Precautorio de la Declaración de Río. 2.

Contaminación Ambiental La contaminación ambiental producida por las actividades humanas afecta directamente a todas

las especies marinas. Cambio climático, destrucción de la capa de ozono, sobreexplotación de los recursos marinos, alteraciones de los sistemas costeros y oceánicos, y contaminación química y acústica, son algunas de las amenazas a las que están sometidas actualmente las poblaciones de cetáceos alrededor del mundo. Consideradas individualmente, estas amenazas son preocupantes tanto para las poblaciones de ballenas como para el futuro de la vida en los océanos. 2.1. Cambio Climático y sus Consecuencias para los Cetáceos El cambio climático producido por factores antropogénicos ha aumentado durante los últimos 50 años a un ritmo acelerado. A pesar de los esfuerzos internacionales para estabilizar y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, siete giga toneladas del gas continúan siendo liberadas anualmente. Modelos climáticos estiman que para el final del presente siglo la temperatura global del planeta podría aumentar entre 1.5°C y 6°C. Tales cambios producirán alteraciones significativas en la estructura y funcionamiento de los sistemas naturales del planeta, afectando drásticamente la distribución, ecología y subsistencia de las especies marinas. El aumento global de la temperatura afecta particularmente la circulación de las corrientes marinas, debido al cambio de dirección de los vientos y las alteraciones en los procesos de las corrientes termohalinas4. La circulación termohalina oxigena las aguas profundas del océano, permitiendo la existencia de ecosistemas y redistribuyendo las masas de agua cálida del Ecuador hacia latitudes superiores. Las diferentes características termohalinas son las fuerzas principales responsables

4 La circulación profunda se llama circulación termohalina y se produce por la diferencia de temperatura (termo) o salinidad (halina) de las masas de agua.

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de la mayoría de las corrientes oceánicas y la evidencia actual sugiere que el calentamiento global está ocasionando un impacto directo en ellas. Actualmente, la ciencia utiliza modelos computacionales para predecir los efectos del calentamiento global en el planeta. Sin embargo, la compleja naturaleza del cambio climático, la incertidumbre existente sobre los efectos de este cambio en las condiciones oceánicas y la multitud de cambios que podrían producirse dentro de las variables oceanográficas, imposibilitan una predicción certera de los impactos que tendrá el calentamiento global sobre la vida marina. 2.1.1. Cambio Climático en la Antártica La Antártica, la cual incluye el Santuario Ballenero Austral, representa un hábitat importante para una gran diversidad de especies de ballenas, delfines y zifios (o ballenas picudas). Algunas de estas especies habitan permanentemente las aguas del Océano Austral, mientras que otras – incluyendo las ballenas – migran grandes distancias para alcanzar las áreas de alimentación que se encuentran allí. Como resultado del cambio climático, se estima que la temperatura en la Antártica aumentará más que en otras regiones del planeta, con la posible excepción del Ártico5. Esto afectaría significativamente los procesos naturales de la Antártica y los Océanos Australes. Recientes investigaciones demuestran que la temperatura de la Península Occidental Antártica ha aumentado entre 4°C y 5°C durante los últimos cincuenta años; adicionalmente, el numero total de días con temperaturas superiores a las necesarias para mantener las estabilidad de las masas de hielo antártico ha aumentado un 6% durante los últimos veinte años6. Análisis de registros históricos sobre actividades balleneras antárticas, sugieren que la masa de hielo antártico ha disminuido un 25% de entre 1950 y mediados de 19707. La reducción de masas de hielo durante el invierno, podría tener impactos negativos en la disponibilidad de alimento de la cadena alimenticia. Biológicamente, las grandes áreas de hielo antártico forman un ambiente altamente productivo donde el fitoplancton se reproduce en grandes cantidades y es consumido por comunidades de pequeños crustáceos como el krill. Por lo tanto, la abundancia de krill en el Océano Austral durante los meses de verano esta directamente relacionada a la superficie de los hielos durante el invierno. El krill es el alimento principal de las especies de ballenas que se alimentan en el Océano Austral y en algunos casos (como la ballena azul), constituye su único alimento. Una reducción de esta fuente alimenticia, debido a la pérdida de la masa de hielo como consecuencia del cambio climático, podría afectar las fuentes de alimento de diversas especies de ballenas. Información científica obtenida durante el siglo pasado indica que cuando los niveles de krill disminuyen como consecuencia de la reducción de la masa de hielo (debido a ciclos climáticos

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IWC 1997. Report N˚47 of the IWC (1997) Workshop on Climate Change and Cetaceans. A. Mathews-Amos & E.A. Benson 1999. Turning Up the Heat: How Global Warming Threatens Life in the Sea. Report prepared by the Marine Conservation Biology Institute 7 W.K. de la Mare 1997. Abrupt mid-twentieth-century decline in Antarctic sea-ice extend from whaling records. Nature. Vol.389. Pgs. 57-59 6

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naturales), la conducta alimenticia de las ballenas azules se ve alterada y la condición física de las ballenas de aleta disminuye al punto de registrarse individuos extremadamente delgados8. Debido a que actualmente no existe suficiente información sobre la conducta alimenticia de las especies de ballenas del Océano Austral, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) ha iniciado una investigación cooperativa sobre el tema, pero los resultados de este estudio no estarán disponibles en un futuro cercano. Esto significa que actualmente es imposible realizar una evaluación confiable sobre los impactos negativos que tendría la pérdida de alimento en las ballenas del Océano Austral. Estudios climatológicos prevén que el cambio climático ocasionado por las actividades humanas, podría ocasionar la alteración de las corrientes termohalinas del Océano Austral. Esto podría generar la reducción o interrupción de la circulación del Océano Austral, con consecuencias desconocidas hasta ahora. A pesar que actualmente no se espera un cambio en las corrientes antárticas, debe tenerse presente que los efectos del cambio climático pueden ser repentinos y no graduales; y que los umbrales de temperatura necesarios para gatillar alteraciones en la circulación termohalina son desconocidos. Debido que los cetáceos son mamíferos de reproducción lenta, su capacidad de adaptación a las rápidas alteraciones del medio ambiente producidas por el cambio climático podría ser muy baja. Nuestro conocimiento sobre el impacto del cambio climático a largo plazo es todavía muy limitado, pero la información existente sugiere que la conservación de muchas de las especies de ballenas se encuentra en peligro. 2.2. Desaparición de la Capa de Ozono La capa de ozono que cubre la tierra cumple una función vital, ya que protege la vida del planeta del los impactos negativos de las radiaciones ultravioleta. Sin embargo la producción de una variada gama de químicos ha disminuido considerablemente la capa de ozono. En las regiones polares, complejas interacciones producidas por condiciones atmosféricas específicas, aceleran la destrucción de la capa de ozono, formando ‘agujeros’ al final del invierno e inicio de la primavera. A inicios de 1980, se descubrió en la Antártica el primer agujero en la capa de ozono y posteriormente en el Ártico. Los esfuerzos internacionales para prevenir y revertir la desaparición de la capa de ozono originaron la formulación del Protocolo de Montreal Relativo a Sustancias que Agotan la Capa de Ozono, el cual entró en vigencia el 1ro de Enero de 1989. Se esperaba que si todos los adherentes al protocolo cumplían el periodo estipulado para eliminar el uso de agentes depredadores de la capa de ozono, el manto superior se estabilizaría alrededor del año 2000 y los niveles de ozono originales se recuperarían a mediados del siglo XXI. Pero durante el 2000, el agujero en la capa de ozono de la Antártica alcanzó su mayor extensión, cubriendo un área de 28.4 millones de kilómetros cuadrados9.

8 9

A. Brierly y K. Reid 1999. Kingdom of the krill. New Scientist. www.newscientist.com/ns/19990417/kingdomoft.html British Antarctic Survey (2000). Ozone at Halley, Rothera and Vernadsky. www.epa.gov/ozone/science/sc_fact.html

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En 1998, el Programa Ambiental de las Naciones Unidas evaluó los efectos de la desaparición del ozono, donde se incluían los impactos negativos del aumento de los rayos ultravioleta en las especies que componen la base de la cadena alimenticia. A pesar de la dificultad para separar los efectos de la radiación ultravioleta de otras variables naturales o antropogénicas, el estudio reveló que la desaparición de la capa de ozono en los ecosistemas marinos antárticos podría inhibir la producción primaria, disminuir los procesos de fotosíntesis y alterar la estructura de los ecosistemas marinos antárticos. El Océano Austral es conocido como el área de alimentación de las grandes especies de cetáceos. El aumento en los niveles de radiación ultravioleta ocasionado por la desaparición de la capa de ozono podría afectar los niveles de producción y composición de las especies que conforman la cadena alimenticia antártica. Cualquier proceso que altere la distribución, abundancia, densidad o condición del krill – alimento esencial para la mayoría de las especies de ballenas – podría alterar la dieta y generar un efecto negativo significativo en las especies de cetáceos, que coincidencialmente, se alimentan en el área mas afectada por la desaparición de la capa de ozono. 2.3. Contaminación Química Desde el inicio de la Revolución Industrial, el ser humano ha liberado billones de toneladas de productos químicos al medioambiente. Solamente en 1995, la producción mundial de productos químicos alcanzó 400 millones de toneladas. La situación es preocupante si se considera la falta de monitoreo e información sobre estos productos; su nivel de concertación en el aire, agua, sedimentos, suelos, especies y alimentos; y sus efectos sobre la población y los ecosistemas10. Los efectos exactos de la contaminación química no son conocidos completamente, pero se ha establecido que: una gran diversidad de químicos son persistentes y se acumulan o magnifican a través de la cadena alimenticia; las sustancias químicas son transportadas grandes distancias desde su lugar de origen11; un variado rango de contaminantes químicos representan una amenaza significativa para las especies de ballenas12. Los químicos orgánicos son los que presentan mayor riesgo para las ballenas ya que tienden a acumularse en el cerebro, órganos vitales y grasa de los animales, y su efecto es acumulativo a través de la cadena alimenticia13. En consecuencia, se han registrado altos niveles de químicos orgánicos en la capa de grasa de especies de cetáceos que se encuentran en lo alto de la cadena alimenticia, como los delfines y otras especies de odontocetos. También se han registrado altos niveles de químicos orgánicos en ciertas especies de ballena, que se alimentan en niveles inferiores de la cadena alimenticia. Estudios

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EEA/UNEP (1998) Chemicals in the European Environment: Los Doses High Stakes? Report by the European Environment Agency/Unites Nations Environment Programme. 11 R.J.Law, S.J Blake & C.J.H Spurrier (1999). Butyltin Compounds in Liver Tissues of Pelagic Cetaceans Stranded on the Coast of England and Wales; S.M.Bard (1999). Global Transport of Anthropogenic Contaminants and the Consequences for the Arctic Ecosystem. Marine Pollution Bulletin. Vol.38. 12 IWC (1995). Report of the Workshop on Chemical Pollution and Cetaceans. IWCSC/47/Rep2 13 P.A. Fair y P.R. Becker (2000).Review of Stress in Marine Mammals. Journal of Aquatic Ecosystem Stess and Recovery. N.7. Pgs. 335-354.

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científicos han revelado que incluso cetáceos juveniles son susceptibles a los efectos de estos contaminantes, debido a que son traspasados de la madre a la cría mediante la lactancia14. Los impactos de estos contaminantes son preocupantes si se considera que estudios científicos realizados en mamíferos marinos, indican que los niveles actuales de químicos orgánicos son suficientemente altos para afectar negativamente las poblaciones15. Otros estudios recientes indican que altos niveles de ciertos químicos orgánicos pueden generar inmunodeficiencia y alteraciones hormonales o endocrinas16. A pesar de la escasa información sobre los efectos que producen estos contaminantes en los cetáceos, investigaciones realizadas a otras especies revelan que las alteraciones hormonales afectan el sistema inmunológico, desarrollo embrionario, crecimiento, maduración sexual y conducta reproductiva17. La biología, ecología y conducta alimenticia de los cetáceos los hace particularmente susceptibles a la acumulación de ciertos químicos orgánicos persistentes. Si bien no cabe duda que los cetáceos actualmente presentan altos niveles de contaminación, el impacto negativo que tendrá en las poblaciones de las diversas especies de ballena es prácticamente desconocido. 2.4. Contaminación Acústica La explotación marina ha aumentado el nivel de ruido del océano. La Revolución Industrial trajo consigo la mecanización a gran escala de embarcaciones para el transporte de mercancía, pasajeros, pesca, defensa y la exploración de los océanos. Se estima que entre 1950 y mediados de la década de los setenta, el ruido generado por actividades humanas en las costas y mares, ha elevado el nivel de ruido ambiental del océano en diez decibeles18. Los cetáceos cuentan con un agudo sentido de la audición, el cual utilizan para localizar presas, navegar y – en el caso de las ballenas - comunicarse grandes distancias. Esto los hace particularmente vulnerables a los efectos negativos de la contaminación acústica. Por lo tanto, actividades como la navegación industrial, la investigación sísmica, la perforación y construcción marina, y el uso de aparatos de sonar activo, pueden afectar la comunicación y eficiencia de los mamíferos marinos en su ambiente marino.

14 Morris R.J.,Law R.J., Allchin C.R., Kelly C.A., Fileman C.F. (1989) Metals and Organochlorines in Dolphins and Porpoises of Cardigan Bay, West Wales. Marine Pollution Bulletin, Vol20, N˚10 pp.512-513 15 P.A.Fair & P.R. Becker (2000). Review of Stress in Marine Mammals. Journal of Aquatic Ecosystems Stress and Recovery. N˚7 pp.335-354. 16 Jepson P.D., Bennett P.M., Allchin C.R., Law R.J., Kuiken T., Baker J.R., Rogan E., Kirkwood J.K. (1999) Investigation the Potential Associations Between Chronic Exposure to Polychlorinated Biphenyls and Infectious Disease Mortality in Harbour Porpoises from England and Wales. The Science of Total Environment 243-244 pp. 339-348. 17 P.A.Fair & P.R Becker (2000). Review of Stress in Marine Mammals. Journal of Aquatic Ecosystem Stress and Recovery. N˚7 pp.335-354 18 The Natural Resources Defense Council (1999). Sounding the Depths: Super-tankers, Sonar and the Rise of Undersea Noise.

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Un resumen de las perturbaciones ocasionadas a los cetáceos, debido al ruido ocasionado por factores antropogénicos, se describe en la Tabla 3. Tabla 3. Tipos de Impactos de la Contaminación Acústica que afectan a los Cetáceos19

Interrupción de la conducta normal de:

-

Alimentación Reproducción Crianza Migración Descanso Comunicación entre individuos

Desplazamiento físico desde:

-

Áreas de alimentación Áreas de reproducción Áreas de crianza Áreas de migración Áreas de descanso Otros individuos del grupo social

-

Alimentación Reproducción Crianza Migración Descanso Interacción social

-

Estrés Variación de los umbrales de audición

Interrupción de la comunicación efectos antropogénicos, que afectan la actividad social y conductas como:

Impactos fisiológicos:

Investigaciones realizadas indican que el ruido ocasionado por las actividades humanas en los océanos y mares del mundo puede tener un significativo efecto negativo en las especies de ballenas. La perturbación de la comunicación, navegación, búsqueda de alimento, evasión de predadores y cuidado de los juveniles no sólo perjudica al individuo afectado, sino también puede tener consecuencias negativas para toda la población20. A medida que el ser humano desarrolla nuevas tecnologías para expandir sus actividades a territorios marinos imperturbados - como la Antártica - aumentarán también los efectos negativos de la contaminación acústica en los cetáceos. 2.5. Conclusión Aunque la ciencia ha evaluado los efectos de la contaminación sobre los cetáceos, nuestro conocimiento es muy limitado y no podemos predecir con certeza cómo las actividades humanas afectarán las poblaciones de ballenas en el futuro.

19 20

M.Simmonds (1999) Affidativ to the High Court of Justice M.Simmonds (1999) Affidativ to the High Court of Justice

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Dada la magnitud de estos impactos, no debe olvidarse que la mayoría de las poblaciones de grandes cetáceos se encuentra actualmente en peligro debido a las actividades de caza comercial llevadas a cabo desde el siglo XVIII hasta 1986. En algunos casos, como el de la ballena franca del Atlántico Norte, los impactos antropogénicos no han permitido la recuperación de la población aun cuando la caza de esta especie está prohibida desde 1930. A pesar de la gran cantidad de información presentada al Comité Científico de la CBI detallando los impactos negativos de la contaminación química en las poblaciones de cetáceos - países como Noruega y Japón continúan presionando para levantar la moratoria a la caza impuesta por ese organismo internacional y reanudar el comercio internacional de productos de ballena; dos actividades que en el pasado llevaron a las poblaciones de ballena al borde de la extinción. 3.

Tráfico Ilegal de Productos de Ballena Recientes análisis de ADN indican que la venta de carne de ballena en los mercados asiáticos,

obtenida a través de la denominada caza científica, ha posibilitado un activo tráfico ilegal de especies de ballena protegidas actualmente por la CBI y la CITES. Desde 1986, más de mil toneladas de carne ilegal destinadas al mercado japonés han sido confiscadas. La reapertura del comercio de productos de ballena podría incrementar las operaciones de caza pirata y las oportunidades de comercializar ilegalmente carne y productos de especies protegidas, como la ballena de Bryde o minke entre otras. Innumerables registros de informes fraudulentos, infracciones y comercio ilegal, demuestran que es prácticamente imposible implementar políticas que regulen efectivamente la caza21 y comercialización (a nivel nacional e internacional) de productos de ballena. Numerosos los casos de comercio ilegal involucran tanto a Japón como a Noruega, dos naciones que actualmente buscan reanudar la caza comercial de ballenas a nivel global.

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Respecto a especie, numero, tamaño y sexo del animal cazado.

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Tabla 1. Registros de Casos Internacionales de Comercio Ilegal de Carne de Ballena a partir de la Moratoria Implementada por la Comisión Ballenera Internacional (1987-1998)

AÑO 1998

1996

1995

1994

1993

DESCRIPCIÓN El Comité Científico de la CBI entrega evidencia que demuestra un alto porcentaje de carne de ballena minke del stock ‘J’22 en el mercado japonés. Se descubre que el porcentaje de carne del stock “J”, es significativamente mayor (44%) al que se obtendría con la cuota de caza científica, más el numero de individuos muertos por caza incidental (26.5%). Este hecho sugiere que los informes de Japón sobre caza incidental entregan una cifra menor a la real, o que los productos obtenidos por Corea a través de la caza incidental están alcanzando el mercado japonés. Abril – Un cargamento de más de seis toneladas de carne de ballena minke procedente de Noruega, es interceptado en la aduana de Japón. La carga, enviada desde Oslo a Japón - vía Alemania, Vietnam y Taiwán – se encontraba etiquetada como caballa. La documentación confiscada demuestra que este era el primero de diez cargamentos23. Diciembre – La aduana de Osaka (Japón) confisca 5.4 toneladas de carne de ballena Bryde almacenada en una embarcación de pesca con red de arrastre24. Septiembre – La policía del puerto de Kesennuma (Japón) confisca 6.1 toneladas de carne de cachalote, descubiertas en una embarcación pesquera con red de arrastre. No se presentan cargos legales25. Mayo – Once toneladas de carne de ballena procedente de Corea, son confiscadas en el puerto pesquero de Nagasaki (Japón). El cargamento, originario de Noruega, se encontraba etiquetado como ‘Alimento Marino Congelado’26. Cuatro oficiales japoneses son procesados y tres tripulantes coreanos son arrestados y sentenciados27. Análisis posteriores de ADN confirman que carne de ballena minke del Noreste Atlántico se encuentra a la venta en el mercado japonés28. Japón legaliza la venta de productos de ballena obtenidos a través de la caza incidental, incrementando las oportunidades para el comercio ilegal. Octubre – 3.5 toneladas de carne de ballena minke con destino a Corea del Sur son confiscadas en el aeropuerto de Oslo (Noruega). Junio – 232 toneladas de carne de ballena con destino a Japón son confiscadas en Vladivostok (Rusia). Entre la documentación encontrada por los oficiales rusos se haya un contrato entre ambas naciones, como también un certificado de origen de 1976, que clasifica la carne como producto originario de Rusia. Posteriormente se confirma que la falsedad del contrato entre las naciones, Rusia niega el permiso para re-exportar la carne confiscada y el análisis de ADN revela que la carne corresponde a ballena de Bryde29.

22

Actualmente en peligro de extinción. Se encuentra en el Mar de Japón, Este del Mar de China y Mar Amarillo. Verdens Gan NewsAgency, 25 de Abril 1996; Associated Press, 5 de Mayo 1996 24 Informe Subcomité de Infracciones de la CBI, IWC/48/7 25 Informe CBI, IWC/48/Inf.3 26 Departamento de Pesca, Gobierno de Japón, IWC/47/Inf.5 27 Informe Subcomité de Infracciones de la CBI, IWC/47/7 28 Baker, C.S. & Palumbi, S.R. 1994. ¿Cuales ballenas están siendo cazadas? Estudio Molecular Genético para el Control de la Balleneria. Science 265:1538-1539 29 Informe Subcomité de Infracciones de la CBI IWC/46/7; Departamento de Pesca, Gobierno de Japón IWC/47/Inf.5. 23

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1992 1989 1988

1987

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Noviembre – Siete toneladas de carne de ballena de Bryde son confiscadas en la Isla de Okinawa, al sur de Japón. La carne había sido transportada en una embarcación Japonesa procedente de Taiwán30 Abril – Aproximadamente 28 toneladas de carne de ballena son confiscadas en una embarcación japonesa que navegaba fuera de la costa de Okinawa (Japón)31. Diciembre – 135 toneladas de carne de ballena procedentes de Taiwán – vía Singapur - son confiscadas en la Prefectura de Kagoshima (Japón)32. Junio – 198 toneladas de carne de ballena congelada - originaria de Islandia y destinada a Japón - son confiscadas en Helsinki (Finlandia). La carne confiscada es enviada de regreso a Islandia y no destruida, como se estipula en la CITES33. Enero – 108 toneladas de carne de ballena introducida ilegalmente desde Taiwán son confiscadas en la ciudad de Marugame (Japón)34. Junio – 227 toneladas de carne de ballena son confiscadas en la Prefectura de Miyagi (Japón). Dieciocho japoneses son procesados y encarcelados35. Marzo – Islandia intenta transportar aproximadamente 150 toneladas de carne de ballena a Japón, vía Hamburgo, sin la documentación adecuada. El cargamento, etiquetado como “Alimento Marino Congelado” es confiscado y devuelto a Islandia36.

3.1. Análisis Genéticos y Tráfico Ilegal de Productos de Ballena A pesar de la actual moratoria a la caza comercial de ballenas, análisis genéticos realizados a productos vendidos legalmente a través de la denominada caza científica, demuestran que esta actividad posibilita encubrir el tráfico ilegal de especies protegidas. A pesar de ello, las actuales regulaciones de Japón para eliminar el tráfico ilegal de productos de ballena son inadecuadas, como se puede observar en la Tabla 2.

30

Departamento de Pesca, Gobierno de Japón Departamento de Pesca, Gobierno de Japón 32 Departamento de Pesca, Gobierno de Japón 33 Balleneros Ilegales, 1990, Greenpeace 34 Departamento de Pesca, Gobierno de Japón 35 Departamento de Pesca, Gobierno de Japón 36 Balleneros Ilegales, 1990, Greenpeace 31

IWC/47/Inf.5. IWC/47/Inf.5. IWC/47/Inf.5. IWC/47/Inf.5. IWC/47/Inf.5.

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Tabla 2. Registros de Diversas Especies de Cetáceos Protegidas, Comercializadas en el Mercado Asiático (1995-1999) DESCRIPCION

AÑO

1998/1999

Se descubren mas de 100 productos etiquetados como ‘ballena’ que contenían carne de especies de ballena de aleta, sei, minke del hemisferio norte y sur, cachalote, zifio de Baird, varias especies de delfín, dos especies de marsopa e incluso carne de equino37. Cuarenta por ciento de las muestras de ballena minke, pertenecían a la población “J” de ballena minke del Mar de Japón38.

1997

Se descubre que muestras tomadas en el mercado coreano contenían una sorprendente diversidad de especies de cetáceos, como ballena de Bryde enana, ballena minke del hemisferio norte y diversas especies de zifios. La ballena de Bryde enana no se encuentra en aguas cercanas a Corea, por lo que seguramente la importación se realizó ilegalmente.

1995

Se descubre la presencia de carne de ballena minke del hemisferio sur en el mercado coreano. Se puede afirmar con certeza que dicha carne llegó al país ilegalmente fruto de la caza científica llevada a cabo por Japón y/o de actividades balleneras piratas en la Antártica39. El Departamento de Pesca de Japón toma muestras de 30 productos de ballena a la venta en Tokio, descubriendo la presencia de ballenas minke del hemisferio norte y sur; zifio de Baird, ballena de aleta del Atlántico Norte, cachalote y delfín de Risso.

3.2. Manipulación de Información Información entregada en 1994 reveló que la industria de caza y comercio de ballenas manipula la información oficial sobre el número y especies de ejemplares cazados. La evidencia demuestra que este problema se presenta a pesar de la presencia de inspectores y observadores a bordo de las embarcaciones costeras y pelágicas. En 1994, científicos rusos revelaron que flotas balleneras soviéticas en la Antártica habían cazado ilegalmente miles de ballenas de especies protegidas, falsificando la información entregada a la Agencia Internacional de Estadística sobre Ballenería. Por ejemplo, entre 1959 y 1972, el barco factoría ‘Sovieskaya Ukrania’ capturó al menos 2.053 ballenas franca del norte, pero la embarcación registraba la captura de un solo ejemplar de esta especie. Se calcula que un promedio de 88 mil ballenas, de diversas especies protegidas, fueron cazadas durante este periodo por la flota ballenera soviética, sin quedar registros de estas capturas en ningún informe40. Un alto porcentaje de la carne obtenida a través de la caza ilegal fue exportada a Japón.

37 Dalebout, M.L., Congdon, B.C. and Lento, G.M. 1999. Genética Molecular para la Identificación de Productos de Ballena y Delfín en el Mercado Japonés, 1998-99, SC/51/O15 38 Actualmente en peligro de extinción. Se encuentra en el Mar de Japón, Este del Mar de China y Mar Amarillo 39 Funahashi, N. 1997. Comercio de Ballenas. IFAW 40 Zemsky, V.A., Berzin, A.A., Mikhaliev, Y.A. & Tormosov, D.D. Soviet Antarctic pelagic whaling after WWII: review of actual catch data. IWC/46/SC/SHWP1

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La respuesta de Japón ante estos descubrimientos en la reunión de la CBI de 1994, fue escueta cuando el comisionado de ese país, Shima Kazuo, afirmó que: “Japón no investigará las importaciones de carne de ballena cazadas por flotas soviéticas en la Antártica”. Posteriores informes entregados al Comité Científico de la CBI detallan la falsificación masiva del registro de número de cachalotes cazados entre 1963 y 1973. Los registros oficiales señalan 37.257 cachalotes cazados, pero las cifras reales superan los 66 mil individuos41. La flota ballenera japonesa también ha falsificado informes de caza de ballenas. Información presentada en 1999 al Comité Científico de la CBI, demuestra que después de la Segunda Guerra Mundial, las estaciones costeras balleneras manipularon información sobre los cachalotes cazados. Los registros de dos compañías balleneras muestran una significativa manipulación de la información concerniente al número y tamaño corporal de los especimenes42. Históricamente la industria ballenera ha respondido continuamente a estímulos económicos de corto plazo. Este hecho en la actualidad esta incentivando el comercio ilegal y la falsificación de la información sobre el número de animales cazados, lo que hace prácticamente imposible un efectivo control y regulación de las actividades balleneras a nivel global.

3.3. Operaciones Balleneras Ilegales A medida que las poblaciones de grandes ballenas colapsaban en las décadas de los sesenta y setenta debido a la sobreexplotación, la CBI iniciaba la reducción de cuotas de caza de cada país miembro. Durante el mismo periodo, compañías balleneras japonesas, principalmente la Compañía Pesquera Taiyo, promovía las operaciones balleneras denominadas ‘piratas’ alrededor del planeta, violando deliberadamente las disposiciones impuestas por la CBI. Japón desarrolló actividades piratas en Chile, Perú, Corea del Sur, España, Taiwán y eventualmente Filipinas. Todos los productos obtenidos fueron ilegalmente ingresados a Japón. La década de 1970 e inicios de los ochenta fue la ‘época de oro’ de la ballenería pirata. Las operaciones se llevaron a cabo gracias al financiamiento, tecnología y personal japonés. La ballenería pirata se realizaba utilizando embarcaciones con banderas de conveniencia, las cuales pertenecían a empresas que servían de fachada para compañías de mayor tamaño como Taiyo43. Operaciones pirata similares se desarrollaron en Noruega entre 1974 y 1980, ocasionando la muerte a miles de ejemplares de especies protegidas, principalmente ballena de Bryde. La carne obtenida fue procesada y enviada a Japón44.

41 Brownell, R.L., Yablokov, A.V. & Zemsky, V.A. Caza Pelágica Rusa de Cachalotes en el Pacifico, 1949-1979: Implicaciones para su Conservación. SC/50/CAWS27 42 Kasuya, T. Evidencia de la Manipulación de Estadísticas en la Caza Costera Japonesa de Cachalotes. SC/50/CAWS10; Kasuya, T. and Brownell, R.L. Informacion Adicional sobre la Confiabilidad Estadística de las Actividades Balleneras Costeras, SC/51/O7 43 Carter, N. & Thornton, A. 1985. Balleneria Pirata 1985 e Historia de la Subversión de las Regulaciones Internacionales de Caza de Ballenas. Informe de la Agencia de Investigación Ambiental de EE.UU. 44 Carter, N. & Thornton, A. 1985. Balleneria Pirata 1985 y Historia de la Subversion de las Regulaciones Internacionales de Caza de Ballenas. Informe de la Agencia de Inestigacion Ambiental de EE.UU.

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En Chile, operando a través de la Compañía Macaya Hermanos, los intereses japoneses desarrollaron operaciones de caza ilegal de ballenas en la región de Bio-Bio, a finales de la década de los 70 y mediados de los ochenta, utilizando la factoría ballenera ubicada en Chome, Talcahuano. 3.4. Conclusión La historia de la ballenería internacional demuestra que la caza comercial de ballenas no puede ser controlada efectivamente. La ballenería industrial pirata y el contrabando de productos de ballena llevada a cabo por Noruega y Japón es extensa y está debidamente documentada. Este ultimo país continúa siendo el principal mercado mundial de productos de ballena y al parecer no existe una legislación domestica que elimine el comercio ilegal de especies actualmente protegidas por la CBI y la CITES. La reapertura del comercio internacional de ciertas poblaciones de ballena incrementará el contrabando ilegal e incentivará la reanudación de las operaciones balleneras pirata. Las propuestas presentadas por Japón y Noruega para transferir ciertas poblaciones de ballenas del Apéndice I al Apéndice II, es un intento de boicotear la moratoria implementada en 1986 por la CBI. La propuesta de Japón de transferir el stock de ballena minke austral al Apéndice II es particularmente preocupante para nuestro país, ya que se trata de una de las especies encontradas en nuestro territorio y cuyo numero poblacional es actualmente desconocido, incluso por el Comité Científico de la CBI único organismo autorizado para conservar y administrar las poblaciones de ballenas alrededor del mundo. Aceptar cualquiera de estas propuestas constituiría un estimulo para países como Japón y Noruega para continuar transgrediendo la voluntad y espíritu de la Convención Internacional para la Regulación de la Ballenería, y socavaría más de una década de medidas de conservación y recuperación de las poblaciones de ballena a nivel mundial. 4.

Ballenas y la Crisis de la Industria Pesquera En 1990, la industria pesquera capturó 90 millones de toneladas de peces comerciales y desde

entonces la cifra ha declinado o permanecido estable. Cinco décadas de sobreexplotación indiscriminada han dejado a la industria pesquera en crisis. De acuerdo a la Food and Agricultural Organization (FAO), en 1998 un 44% de las especies comerciales mas valiosas se encontraba en el limite seguro de explotación, un 16% se encontraba sobre explotado y un 6% se encontraba devastado45. Las cifras son claras en demostrar que actualmente existen demasiadas embarcaciones industriales capturando un reducido numero de poblaciones de peces sobre explotados. La solución a esta situación sería reducir la presión sobre las especies de peces comerciales, adoptando mecanismos precautorios para establecer las cuotas de captura y permitiendo la recuperación de las especies devastadas. Sin embargo, países relacionados a la industria ballenera argumentan que el problema de la

45 L.W.Botsford, J.C. Castilla & C.H. Peterson (1997). The Management of Fisheries and Marine ecosystems. Science, Vol 227, pp509-514.

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crisis pesquera no se relaciona con las actividades de la industria per se, sino con la cantidad de alimento consumido por diversas especies de ballenas alrededor del mundo. De acuerdo a Japón y Noruega la mejor manera de recuperar la industria pesquera es reducir el número de ballenas, vale decir, reanudar la ballenería comercial. De acuerdo a un informe entregado en 1999 por el Instituto de Investigación de Cetáceos de 46

Japón , o ICR por sus siglas en ingles, los cetáceos compiten directamente con el hombre por los recursos pesqueros; consumiendo entre 280 y 500 millones de toneladas de recursos marinos, que de otra forma estarían disponibles para la industria pesquera. En el documento, el ICR evalúa la necesidad de “desarrollar un plan de manejo de los organismos marinos, que incluya mamíferos marinos - como ballenas, delfines, marsopas y pinnípedos – con el fin de implementar estrategias de manejo sustentables a largo plazo”. El informe del ICR asume que las ballenas comen diariamente 3.5% de su peso corporal, pero de acuerdo a otras investigaciones, esta cifra corresponde al doble de la real (1.75%). En este ultimo caso, los cetáceos estarían consumiendo en realidad 140 a 250 millones de toneladas de alimento. Pero incluso asumiendo que la cifra entregada por el ICR es correcta, no es posible asegurar que el total, o un alto porcentaje de las 500 millones de toneladas, estarían disponibles para la industria pesquera. Por ejemplo, el documento del ICR asevera que los cetáceos del hemisferio sur ingieren hasta 269.5 millones de toneladas de alimento anualmente, de los cuales 109.6 millones corresponderían al alimento consumido por diversas especies de misticetos (o ballenas) y 160 por diversas especies de odontocetos como el cachalote (100 millones) y la orca (60 millones). Pero las ballenas del hemisferio sur se alimentan casi exclusivamente de zooplancton y los cachalotes se alimentan de calamares gigantes de profundidad (Architeuthis dux). Si consideramos que actualmente varias especies zooplancton no son explotadas comercialmente y tampoco existe un aprovechamiento comercial del calamar gigante, la cantidad de recursos consumidos por los cetáceos (de acuerdo a la cifra entregada por el ICR), se reduciría a 150 millones toneladas anuales. Finalmente, si consideramos que la dieta de las ballenas del hemisferio norte también incluye zooplancton y otros crustáceos que no son explotados por la industria pesquera, la cifra continúa declinando aun más. Los argumentos entregados por Japón, sobre cómo la reducción del numero de ballenas ayudaría a la recuperación de la industria pesquera, se basan en interpretaciones extremadamente simplistas de los ecosistemas marinos que no toman en consideración las innumerables variables que interactúan constantemente en la compleja cadena alimenticia marina. La naturaleza de tales interacciones es todavía desconocida y los impactos de las actividades humanas sobre ellas continua siendo un misterio. De acuerdo al ICR, reducir el número de ballenas podría incrementar las poblaciones de peces comerciales; pero esto no significa necesariamente que dichas poblaciones estarán a disposición de la industria pesquera en un futuro cercano. Un alto porcentaje morirá por causas naturales (como ocurre

46

Tamura, T. and Ohsumi, S. 1999. Estimation of Total Consumption by Cetaceans in the World’s Oceans.

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con todas las especies silvestres) y otro porcentaje será consumido por otras especies depredadoras como aves marinas, mamíferos marinos y otros peces47. Incluso la reducción del número de ballenas podría generar el efecto contrario, ya que los cetáceos se alimentan de especies marinas que también consumen peces explotados comercialmente. Si efectivamente el ICR tuviera razón, cabe preguntarse por qué la industria pesquera está en crisis justo cuando las poblaciones de ballena a nivel mundial se encuentran reducidas drásticamente. Desde 1900, al menos 1.5 millones de ballenas han sido cazadas por la industria ballenera. Como resultado de esta matanza indiscriminada, muchas poblaciones actuales de ballena representan sólo un pequeño porcentaje de la población original. De acuerdo a las argumentaciones del ICR, las poblaciones de peces comerciales deberían ser más abundantes hoy que a principios del siglo XX, cuando la ballenería industrial inició sus actividades a gran escala. Pero lo cierto es que las poblaciones de peces han continuado disminuyendo a pesar de la drástica reducción de las poblaciones de ballenas a nivel mundial. Este sólo hecho es suficiente para ilustrar la inconsistencia del último argumento presentado por Japón para de reanudar la caza y comercialización de productos de ballena. 4.1. Conclusión Las soluciones viables para detener la declinación de la industria pesquera son aliviar la presión sobre las poblaciones de peces capturados y eliminar la sobreexplotación actual. Cualquier sugerencia distinta es sólo un intento de la industria pesquera de evadir su responsabilidad en la desaparición de los recursos pesqueros, evitar tomar las medidas necesarias para la recuperación de las poblaciones de peces sobre explotados y promocionar internacionalmente la reapertura de la caza comercial de ballenas. 5.

Estado Actual de las Poblaciones de Ballenas Actualmente Cazadas En caso de levantarse la moratoria impuesta a la caza comercial de ballenas, la CBI otorgará

cuotas de caza de acuerdo a áreas de manejo, las cuales estarán definidas por coordenadas geográficas y no por la importancia biológica de las poblaciones de ballenas que se encuentren dentro dichas zonas. A menos que la estructura poblacional y el estado de conservación de los animales encontrados en las áreas de manejo hayan sido determinados certeramente, las cuotas de caza bajo un solo régimen podrían impactar negativamente las poblaciones de ballenas cazadas. Los cetáceos son animales con un amplio rango de hogar que utilizan diferentes áreas marinas con distintos propósitos. Sin considerar el factor tiempo, las ballenas encontradas en las áreas de manejo suelen pertenecer a más de una especie o poblaciones genéticamente distintas.

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Los mayores depredadores de peces en los ecosistemas marinos, son otros peces y no los cetáceos.

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Debido a que diversas poblaciones y especies de ballenas se congregan para alimentarse en las áreas designadas de manejo, es de vital importancia tener la capacidad de distinguir visualmente las diferentes poblaciones o especies de ballenas antes de implementar un sistema de cuotas de caza comercial, ya que en algunos casos, la determinación de la población a la cual pertenece un espécimen sólo puede realizarse a través del análisis genético post mortem. Las propuestas de Japón y Noruega incluyen poblaciones de ballenas cazadas actualmente por ambos países, cuyo estado de conservación y clasificación taxonómica son inciertos. La reapertura de la caza comercial de estas poblaciones podría aumentar las capturas individuos de poblaciones en peligro o cuyo estado de conservación es desconocido. 5.1. Ballena Minke Austral Actualmente, el Comité Científico de la CBI no puede entregar una estimación poblacional confiable de la ballena minke austral48, pero se evidencia una disminución de la abundancia poblacional por razones desconocidas49. Las afirmaciones del Comité Científico se contraponen a las argumentaciones de Japón, que afirman que la población de ballena minke austral puede ser explotada sustentablemente debido a que su población es abundante y su biología poblacional es conocida. Cabe destacar que las estimaciones poblacionales de ballena minke austral, contabilizan individuos de ballena minke enana, a pesar de ser genéticamente distintas y posiblemente represente una tercera especie. A pesar de esta incertidumbre científica, la ballenas minke y minke enana continúan siendo cazadas por embarcaciones balleneras Japonesas en la Antártica. 5.2. Ballena Minke del Pacífico Norte El Mar de Okhotsk, ubicado al norte del Mar de Japón, cuenta con dos poblaciones genéticamente distintas de ballena minke ‘O’ y ‘J’. La población ‘J’ se encuentra en peligro y está protegida por la CBI, (también cumple con el criterio de la CITES para listarla en Apéndice I, por lo que su comercialización internacional estaría prohibida). Sin embargo, debido a que estas poblaciones son físicamente indistinguibles, Japón caza ballenas de la población ‘J’ en el Pacífico Norte y un porcentaje relativamente alto de carne de ballena de esta población ha sido detectado en el mercado Japonés. El Comité Científico de la CBI ha notado recientemente que la población ‘J’ es “susceptible de declinar notablemente” debido al alto porcentaje de caza incidental. Si la CBI fija cuotas en esta área y/o CITES permite la comercialización de carne de ballena minke del Pacífico Norte, las consecuencias para la población ‘J’ podrían ser devastadoras.

48 49

http://www.iwcoffice.org/Estimate.htm Report of the Scientific Committee. IWC/53/4. Pg.39

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5.3. Ballenas Minke del Atlántico Norte La CBI continúa evaluando el estado de conservación y la estructura biológica de las distintas poblaciones de ballenas minke del Atlántico Norte50. Aun no se conoce completamente las rutas migratorias entre las áreas de reproducción y alimentación; las relaciones entre distintas poblaciones, particularmente aquellas del sur; y el nivel de capturas incidentales de los especimenes de estas poblaciones. Tampoco se conoce el nivel de intercambio genético que podría existir entre las poblaciones de ballenas minke del Noreste Atlántico y la zona central del Atlántico Norte. La industria ballenera noruega caza cientos de ballenas minke del Atlántico Norte al año, ya que mantiene una objeción a la moratoria que lo excluye de cumplir con esta disposición.

La propuesta de noruega

respecto a esta población no contempla el alto grado de incertidumbre científica acerca del tamaño y estado de conservación de la ballena minke de Noreste Atlántico, especie seriamente diezmada durante la ballenería comercial y protegida por la CBI desde 1986. 5.4. Cachalotes La biología de los cachalotes (Physeter macrocephalus) es particularmente compleja. Hembras y machos poseen diferentes rangos de hogar durante la mayor parte de su vida, lo que tiene significativas implicaciones para la conservación y el manejo de las actividades balleneras. Científicos han declarado que no existe información suficiente para construir modelos poblacionales del cachalote y por lo tanto “el conocimiento de las estructuras poblacionales de los cachalotes [a nivel mundial] esta restringido a ser una anécdota51”. Desde el año 2000, cachalotes del Pacífico Norte son cazados por Japón desde el bajo el programa de investigación científica desarrollado en el Pacifico Norte. 5.5. Ballenas de Bryde Actualmente, no existe una estimación poblacional de la Ballena de Bryde (Balaenoptera edeni) reconocida por el Comité Científico de la CBI, el cual ha solicitado realizar mayores estudios al respecto. La similitud física de la mayoría de los rorcuales, hace difícil su identificación en el mar, particularmente entre la ballena de Bryde y ballena sei (Balaenoptera borealis). En 1998, la Agencia de Pesca de Japón informó que la flota científica ballenera había cazado una ballena de Bryde por equivocación en el Pacífico Norte, presumiblemente confundiéndola por una ballena minke. Desde el año 2000 Japón caza ballenas de Bryde como parte del programa científico desarrollado en el Pacífico Norte.

50 48

Report of the Scientific Committee. IWC 53/4. Pg.55 S. Dufault, H. Whitehead, & M. Dillon, An Examination of the Current Knowledge on the Stock Structure of Sperm Whales

(Physeter macrocephalus) Worldwide, j. Cetacean Res. Management, 1(1):1-10, at 4 (1999).

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La taxonomía de la ballena de Bryde es incierta y como muchas otras especies de ballenas con barbas, lo que actualmente conocemos como ballena de Bryde podría ser en realidad varias especies y/o poblaciones genéticamente distintas. Por ejemplo, la forma pigmea de la ballena de Bryde registrada en el Mar de Java y las Islas Salomón podría ser designada como una nueva especie en un futuro cercano. Como resultado, Japón podría estar cazando animales bajo los programas científicos, sin conocer previamente el estado de conservación de las poblaciones afectadas. El Comité Científico de la CBI ha reconocido un alto grado de incertidumbre científica respecto del estado de conservación de la ballena de Bryde. En la 48ª Reunión de la CBI, el Comité Científico declaró que la estimación poblacional de la ballena de Bryde del Pacífico Norte requería de mayores estudios científicos. También expresó preocupación sobre la confiabilidad de los registros históricos de captura. En la 50ª Reunión de la CBI en 1998, el Comité Científico discutió las diversas características físicas de las ballenas de Bryde y en la 51ª Reunión de la CBI en 1999, se discutió la posible existencia de dos poblaciones locales costeras de ballenas de Bryde alrededor de los grupos principales de islas de Japón. Finalmente, en la 52ª Reunión de la CBI en 2000, el Sub-comité de Nomenclatura reconoció que más de una especie de ballena podría estar clasificada actualmente como ballena de Bryde. 5.6. Ballena Gris del Noreste Pacifico La ballena gris solía encontrarse en tres áreas separadas: Atlántico Norte, Pacifico Noreste y Pacífico Noroeste. La caza comercial ocasionó la extinción de la población de ballena gris del Atlántico Norte y redujo drásticamente las poblaciones del Pacífico. La situación de la población del Pacífico Noroeste continúa siendo crítica, ya que su estimación poblacional se calcula en menos de cien especimenes52, colocando esta población en peligro de extinción. Actualmente, la población del Noreste Pacifico ha mostrado una lenta recuperación desde que la caza comercial de ballenas grises fue prohibida en 1940 y su estimación poblacional se estima aproximadamente en 26,000 individuos; Sin embargo, la ecología del Mar de Bering y Chucki está cambiando debido a amenazas ambientales que han ocasionando un aumento en la mortalidad y una disminución en la natalidad de la población de ballena gris del Pacífico Noreste. Durante el año 2000, se registraron 291 ballenas grises muertas en la costa de California, mientras que

entre los años 1990/1998 se registraron sólo 250

muertes; por otro lado, en 1997 se registraron 1520 crías de ballena gris en comparación a 282 el año 2000. Las razones de las muertes masivas continúan sin resolver, pero existe la posibilidad que la disponibilidad de alimento esté disminuyendo debido al cambio climático, sobre-explotación de los recursos pesqueros y otros factores antropogénicos cuyos afectos a largo plazo aún no han sido determinados.

52

http://www.iwcoffice.org/Estimate.htm

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5.7. Conclusión La incertidumbre científica acerca del estado de conservación de las poblaciones de ballenas, tiene profundas implicancias para la administración de las poblaciones en el futuro, incluyendo la CITES. La resolución Conf 9.24 de la CITES, relativa a los ‘Criterios para Enmendar los Apéndices I y II’, “resuelve que, al examinar cualquier propuesta de enmienda a los Apéndices I y II, las Partes apliquen el principio precautorio, de modo que no se invoque la incertidumbre científica como motivo para no adoptar medidas adecuadas en beneficio de la conservación de la especie53”. Las razones científicas y legales expuestas en el presente documento revelan la necesidad de aplicar el principio precautorio al examinar las propuestas de Noruega y Japón, respecto de traspasar ciertas poblaciones de ballenas del Apéndice I al Apéndice II de la CITES, durante la 12da Reunión de la Conferencia de las Partes en santiago de Chile.

53

Conf 9.24 de la CITES. http://www.cites.org/esp/resols/9/9_24.shtml

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ANEXO I

D E

C O N S E R V A C I Ó N

C E T A C E A

Estimación Poblacional Ballena Minke Austral - Comité Científico CBI

Cruceros de Investigación IDCR54/SOWER55

Estimación Poblacional

1978/1979 1983/1984

760.000 individuos

1985/1986 1990/1991

608.000 individuos

1991/1992 1997/1998

268.000 individuos

Actualmente, el Comité Científico de la CBI no está en condiciones de entregar una cifra confiable sobre el número aproximado de ballenas minke del hemisferio sur y se encuentra realizando una revisión de los factores que podrían haber afectado los resultados finales56.

54 55 56

International Decade of Cetacean Research. Southern Ocean Whale and Ecosystem Research. www.iwcoffice.org/Estimate.htm

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C E N T R O

ANEXO II

AÑO

D E

C O N S E R V A C I Ó N

C E T A C E A

Resoluciones CITES Relativas al Tráfico de Ballenas

RESOLUCIÓN

DESCRIPCIÓN Recomienda que: -

1979

las Partes no emitan permisos de importación o exportación, o certificados para introducción procedente del mar con fines comerciales,

Conf. 2.9

a ningún espécimen de especies o poblaciones protegidas por la CBI de la caza comercial.

Recomienda que:

1981

Conf. 3.13

-

b.- las Partes consideren urgentemente la Resolución Conf. 2.7 (Rev.) que sugiere a las Partes que actualmente no pertenecen a la CBI, se adhieran a ella.

-

Expresa preocupación por el descubrimiento de carne y productos de ballena en supermercados de naciones importadoras sin existir una fuente proveedora plausible; y por la falta de un sistema adecuado de monitoreo internacional para controlar el tráfico de carne y otros productos de ballena.

1994

Conf. 9.12

-

Nota que un nivel desconocido de explotación de ballenas puede estar sucediendo fuera del control de la CBI.

-

Reconoce que la CBI es la fuente mas importante de información sobre las poblaciones de ballena alrededor del mundo; y la necesidad de realizar un trabajo cooperativo e intercambio de información acerca del tráfico internacional de productos de ballena entre la CBI y la CITES.

Recomienda que:

2000

57

Conf. 11.4

-

las partes que no pertenecen a la CBI, se adhieran a ella

-

las Partes no emitan permisos de importación o exportación, o certificados para la introducción procedente del mar con fines comerciales, a ningún espécimen de especies o poblaciones protegidas por la CBI de la caza comercial. Solicita a la Secretaría entregar a las Partes la lista de estas especies y poblaciones.

Durante la novena, décima y undécima reunión de la CITES, la Conferencia de las Partes ha reafirmado que las especies de cetáceos sujetas a cuota cero bajo la Convención de la CBI, deben estar incluidas en el Apéndice I de la CITES y consecuentemente ha rechazado las propuestas presentadas por Japón y Noruega para transferir ciertas poblaciones de ballenas del Apéndice I al Apéndice II.

57 En la CoPs 2000, todas las resoluciones anteriores sobre conservación de cetáceos, su comercialización y relación con la CBI, fueron consolidados en esta resolución.

23

C E N T R O

ANEXO III

D E

C O N S E R V A C I Ó N

C E T A C E A

Especies de Cetáceos Protegidas por la CBI y la CITES58

Nombre Científico

Nombre Común

Balaenoptera musculus

Ballena Azul

Balaenoptera Physalus

Ballena de Aleta o Rorcual Común

Balaenoptera borealis

Ballena Sei o Rorcual de Rudolphi

Balaenoptera edeni

Ballena de Bryde o Rorcual Tropical

Balaenoptera acutorostrata

Ballena Minke

Eubalaena australis

Ballena Franca Austral

Eubalaena glacialis

Ballena Franca del Norte Atlántico

Eubalaena japonica

Ballena Franca del Pacífico Norte

Balaena mysticetus

Ballena Franca de Groenlandia

Caperea marginata

Ballena Franca Pigmea

Eschrichtius robustus

Ballena Gris

Megaptera novaeangliae

Ballena Jorobada o Yubarta

Physeter macrocephalus

Cachalote

58

http://www.iwcoffice.org/lives.htm

24

C E N T R O

D E

C O N S E R V A C I Ó N

C E T A C E A

Bibliografía -

Clare Perry. Report: Why CITES Must Reject Proposals to Overturn the Ban on International Trade in Whales. Environmental Investigation Agency. http://www.eia-international.org/Campaigns/Cetaceans/Briefings/CITESbriefing.html

-

Discussion Document Considering the issue of "uncertainty" with regard to information available and the application of the CITES Criteria http://www.cites.org/eng/programme/criteria/1st_meeting/uncertainty.shtml

-

Christopher Berry (Berry Marine Consultant). Whales in Danger. Greenpeace 2001

-

Kieran Mulvaney. WWF International: The Food Web Effect. Published by WWF, March 2000.

-

Critique: The Facts About Whales and Fish Stocks. The Institute for Cetacean Research (undated pamphlet).

-

Whale and Dolphin Conservation Society. Anti-Whaling Campaigns Pack. 2001.

-

Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. 1992.

-

Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. http://www.cites.org/esp/disc/text.shtml#texttop

-

United Nations Convention on the Law of the Sea of 10 December 1982. http://www.un.org/Depts/los/convention_agreements/texts/unclos/closindx.htm

-

El Protocolo de Montreal Relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono. http://www.unep.org/ozone/spanish/montreal-sp.shtml

25

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