1Corintios 2.14-16

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Viviendo con la mente de Cristo Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas. (1) Contexto Sabemos que el Libro de 1Corintios nos habla acerca de la sumisión: someternos al Señorío de Cristo Jesús para reconocer y corregir cualquier problema de comportamiento y doctrina que podamos tener, como en su momento le tocó a los Corintios. • •

El capítulo 1 trata acerca de quitar la mirada de los hombres y ponerla en Dios. El capítulo 2 trata acerca de quitar la mirada de la sabiduría de los hombres y ponerla en la sabiduría de Dios.

Ya vimos que con los inconversos tenemos que predicar a Jesucristo, y a éste crucificado, y que no debemos tratar de convencerlos con argumentos, pues ellos están enredados en la sabiduría humana. También vimos que sí hay una sabiduría que es de Dios, y que podemos hablarla con los hermanos porque hemos recibido el Espíritu de Dios que nos ayuda a comprenderla, pero que debemos alcanzar cierta madurez si queremos entender bien estas cosas que Dios nos ha revelado en Su Escritura. Podemos ser maduros si crecemos cada día un poco más en el proceso de conformarnos a la imagen del Señor Jesucristo, a través del uso de la Biblia para despojarnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Rom. 12.2. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Ef. 4.22-24. “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”. 1Cor. 2.12-13. (2) Desglose del Pasaje Dividiremos el pasaje en tres: • • •

v14. Discernir espiritualmente. v15. Juzgar todas las cosas. v16. La mente de Cristo.

A. Discernir espiritualmente. •

Vamos a revisar cómo debemos estudiar la Biblia, comparando la Escritura con la Escritura. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. 1Cor. 2.15.

•

El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios. ◦ Este hombre natural es el pecador inconverso, que no tiene a Cristo. ◦ Ya habíamos visto en los pasajes anteriores que el hombre sin Cristo no puede entender la sabiduría de Dios. ◦ Por esto predicamos la ley y la cruz, apelando a la conciencia y a la obra de Espíritu Santo en el inconverso. ◦ Hay que entender que, según este pasaje, la Biblia y la sana doctrina en general (las cosas que son del Espíritu de Dios) son locura para los que no son salvos. ◦ Ellos no pueden percibir las verdades espirituales, porque no tienen el Espíritu para que les guíe. “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón”. Ef. 4.17-18.

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Viviendo con la mente de Cristo Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas. •

Las cosas espirituales se han de discernir espiritualmente. ◦ Las cosas espirituales las encontramos en la Biblia. “Porque sabemos que la ley es espiritual”. Rom. 7.14a. ◦

Pero la Palabra de Dios no es de interpretación privada. “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada”. 2Pe. 1.20.

La Biblia no es de interpretación privada, se la interpreta “acomodando lo espiritual a lo espiritual”. ◦

Esta es una Regla del Estudio Bíblico que es de gran importancia. “La Biblia lo dice claramente: no debemos sacar interpretaciones privadas de la Escritura. Esto quiere decir que nadie tiene el derecho de usar la Biblia para hacerla decir lo que quiere, torciendo versículos y sacando pasajes fuera de su debido contexto. La interpretación privada no vale porque es prohibida. Lo que vale es lo que la Biblia dice. Antes de llegar a hacer cualquier aplicación o interpretación personal, deberemos primero hacernos la pregunta: “¿Qué dice la Biblia?” o “¿Qué dice este pasaje?” Una vez que sepamos lo que la Biblia dice, podemos interpretarla para poder aplicarla a nuestras vidas, pero no antes. El peligro es poner la interpretación o la aplicación de un pasaje antes del conocimiento del mismo (el “qué dice”)”. ~Greg Kedrovsky. ¿Cómo Estudiar la Biblia? pp. 28-29.

[Lo siguiente es también del libro ¿Cómo Estudiar la Biblia?, que usamos en el proceso de formación en la Iglesia del Este] ◦

Hay tres pasos generales en el estudio de la Biblia, y hemos de seguirlos en orden si queremos llegar a una interpretación sana y una aplicación correcta. ▪ La observación: “¿Qué dice?”. • La observación es siempre el primer paso del estudio bíblico. • Aquí uno sólo está averiguando qué dice el pasaje que está estudiando. • O sea, está “observándolo”, nada más. • La buena observación es el resultado de leer el pasaje varias veces con diligencia y propósito procurando sólo entender lo que dice, no “lo que implica para mi vida”. ▪ La interpretación: “¿Qué quiere decir?”. • La base de la buena interpretación es la buena observación. • Si no sabe qué dice el pasaje en cuestión, ¿cómo va a poder interpretarlo bien? • La interpretación tiene que ver con lo que Dios quiere enseñarle a través del pasaje que está estudiando. • Siempre hay principios eternos envueltos en cada versículo de la Biblia. • La manera más segura de llegar a una interpretación correcta, sana y bíblica es la “correlación”. ◦ Deje que la Biblia se interprete a sí misma comparando la Escritura con la Escritura. ◦ Así es como el Espíritu Santo nos enseña las palabras de Dios (ver otra vez 1Cor. 2.13). ◦ Busque otros versículos u otros pasajes que se tratan de lo mismo que está estudiando en el pasaje en cuestión. ◦ De esta manera la Biblia llega a ser su propio diccionario y su propio comentario, y el estudiante de la Biblia no tiene que depender tanto de lo que dicen o piensan los hombres (ni él mismo, ni los otros). ◦ Estará dependiendo totalmente de lo que dice la Palabra de Dios, aun para llegar a una buena interpretación de ella. ◦ Queremos una interpretación bíblica y la manera más fácil de llegar a ella es la de comparar el pasaje en cuestión con otros que se tratan de lo mismo. ▪ La aplicación: “¿Qué tiene que ver conmigo y cómo lo aplico?”. • El último paso del estudio bíblico es el de la aplicación. • La aplicación es el resultado de la buena observación y la interpretación correcta (que se establece a través de la “correlación” con otros pasajes bíblicos).

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Viviendo con la mente de Cristo Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas. • • •

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Tiene que entender que la aplicación no toma lugar automáticamente. Hay que ser tan metódico en la aplicación de un pasaje como en el estudio del mismo. Lo más importante, sin embargo, es evitar la interpretación privada de un pasaje bíblico porque esto sólo lo llevará a una aplicación equivocada.

Veamos un ejemplo sencillo para ilustrar esta regla del estudio bíblico: ¿Cuándo comienza el Nuevo Testamento? ◦

El Nuevo Testamento no comienza con el nacimiento de Cristo, sino con su muerte en la cruz. ▪ Tenemos la idea preconcebida que el Nuevo Testamento comienza en Mateo 1.1. ▪ Esto nos lleva a ver todos los acontecimientos que Jesús hizo en vida como parte de la institución de la iglesia y aplicarlos directamente a nosotros, lo cual es un error. ▪ En Hebreos encontramos un pasaje que nos explica cuando empieza un testamento. “Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive”. Heb. 9.16-17. ▪ ▪

De tal forma que, aunque podemos ver en el ministerio público de Jesús el anuncio y las primeras luces en relación con este Nuevo Pacto, es hasta la muerte del testador (Cristo) que se valida el testamento. Por lo tanto, el Nuevo Testamento empieza en Mateo 27.50 y los versículos paralelos de Marcos, Lucas y Juan.

“Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron”. Mt. 27.50-51. ◦

Veamos algunas implicaciones de esta verdad. ▪ Hasta la cruz, tanto los discípulos como Jesús mismo estaban sujetos a la ley de Moisés. • Las enseñanzas y vida de Jesús eran tanto cumplimiento como confirmación de la ley de Moisés. “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. Mt. 5.17-18. Para nosotros significa que tenemos que cuidarnos mucho de entender el contexto cuando leemos los Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). • Saber trazar bien la línea divisoria entre el tiempo antes de la cruz y después de la cruz nos evitará muchas confusiones en cuanto a qué es de aplicación directa para nosotros y qué no. Luego de la cruz, el sistema de sacerdotes y sacrificios del templo fue invalidado. • El velo se rasgó por la mitad, indicando que la división entre el lugar santo y el lugar santísimo ya no era necesaria. • Ahora tenemos acceso directo a Dios por Su Espíritu, siendo Jesús nuestro mediador ante el Padre. •

▪

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. 1Tim. 2.5. ▪

Podemos conocer un poco cómo era Jesús siendo hombre, pero hay que saber que Él ya resucitó, y por lo tanto ya ha dejado su condición humilde para volver a lo que era al principio.

“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese”. Jn. 17.5. “Y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así”. 2Cor. 5.16b. ◦

Esta es una verdad que debemos discernir espiritualmente, comparando la Escritura con la Escritura.

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Viviendo con la mente de Cristo Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas. B. Juzgar todas las cosas. •

El hombre espiritual toma buenas decisiones. “En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie”. 1Cor. 2.16.

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El uso del verbo “juzgar” acá no se refiere a señalar, sino como lo define el contexto en el v15: discernir. ◦ El hombre espiritual discierne todas las cosas para tomar buenas decisiones, porque es maduro. ◦ En Hebreos 5 Pablo está hablando acerca de cómo luego de mucho tiempo, estos hebreos aún no eran capaces de entender cosas espirituales1 porque no eran maduros. “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Heb. 5.11-14. [Énfasis mío]. ▪ ▪ ▪ ▪

Por el uso de la palabra de justicia uno puede alcanzar la madurez. Además de poder participar con otros hermanos de las cosas más interesantes de la doctrina cristiana, el uso de la palabra de justicia nos da sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Por la Palabra de Dios, llegamos a ser capaces de tomar buenas decisiones. Escuchemos atentamente lo que Salomón, el hombre más sabio que ha existido, tiene para contarnos:

Proverbios 4.1-13. [Énfasis míos] 4:1 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura. 4:2 Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley. 4:3 Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre. 4:4 Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás. 4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; 4:6 No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará. 4:7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. 4:8 Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado. 4:9 Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona de hermosura te entregará. 4:10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. 4:11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar. 4:12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres, no tropezarás. 4:13 Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida. 1 Nota: específicamente estaba hablando de Cristo como sacerdote según el orden de Melquisedec. Si usted nunca había leído que Cristo es sacerdote según el orden de Melquisedec, o bien nunca se ha cuestionado qué quiere decir esto, entonces la amonestación de los v11-14 también debería incomodarle. Le instamos a hacer su propio estudio sobre el tema, ¡estamos seguros que será una bendición escudriñar la Biblia y descubrir este tesoro de sabiduría de Dios!

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Viviendo con la mente de Cristo Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas. ▪

A partir del versículo 4.b, lo que tenemos son palabras que el rey David le decía a Salomón. • Por supuesto, que aplicar estas palabras directamente a nosotros sería sacar el pasaje de contexto, porque fueron dadas directamente a Salomón. • Pero entendiendo eso, y con cuidado para no torcer la Escritura, tenemos el principio bíblico que nos interesa estudiar: guardar el consejo de Dios nos lleva a la sabiduría. • ¡Sabemos perfectamente la pasión que David tenía hacia la Ley de Jehová!

Salmo 119.97-104. 119:97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 119:98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. 119:99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. 119:100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; 119:101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 119:102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 119:103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. 119:104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. ▪

•

Así que regresando a nuestro texto en 1Cor. 2.16a, podemos llegar a ser espirituales a través del uso de la Palabra de Dios, y seremos capaces de juzgar todas las situaciones en las cuales nos veamos sumidos.

El comportamiento del hombre espiritual no puede ser discernido por el mundo. ◦ El mundo no entiende las decisiones que toma el hombre espiritual. ◦ El hombre espiritual toma caminos que son absurdos para el hombre mundano o natural (v14). El hombre espiritual

El hombre natural

Lee la Biblia constantemente porque sabe que es la Palabra de Dios, y confía completamente en ella como autoridad para su vida. A través de los principios toma decisiones que afectan cada área de su vida para bien.

Nunca lee la Biblia porque la considera un libro aburrido y pasado de moda. Jamás estaría dispuesto a ajustar su vida a los principios bíblicos porque para él son sólo reglas de viejos locos.

Asiste constantemente a la iglesia, en donde se reúne con sus hermanos para celebrar todo lo que Dios ha hecho y está haciendo en sus vidas. Es un momento de gozo y compañerismo alrededor de la Palabra de Dios, con cantos de alabanza a Dios y apoyo para soportar los momentos difíciles.

No le gusta asistir a servicios religiosos, porque para él no tienen sentido. Se aburre con gente que no conoce y por la que no tiene la menor simpatía. No canta ni pone atención porque para él es ridículo. Sus intereses y sus amigos están en otros lugares, y sólo asiste para cumplir con un deber social o para acallar su conciencia.

Busca pareja y trabajo que le sirvan para cubrir sus propios Busca esposa y trabajo pensando en cómo eso puede deseos egoístas, fijándose en lo superficial y en lo material. servirle a Dios en la obra que está haciendo en su vida. Nunca está contento con lo que tiene, y cuando algo le falta Todo lo pone al servicio de Dios, y no tiene apego por las sufre porque está completamente apegado a las cosas de cosas temporales. este mundo. Acude a los vicios y en el mejor caso, a la psicología cuando Acude a Dios en los momentos de crisis, y la Biblia es su vienen las crisis. Lee cualquier cosa que el mundo ofrece consuelo en los problemas. para tratar de arreglar sus problemas con suluciones de hombres. Pasa tiempo sirviendo a otros que tienen necesidades.

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Pasa tiempo sirviéndose a sí mismo con cualquier cosa que el mundo le ofrezca para su entretenimiento.

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Viviendo con la mente de Cristo Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas. Su éxito consiste en servirle a Dios fielmente y hacer Su Su éxito está en conseguir cosas materiales, estabilidad y voluntad. buena reputación. Está dispuesto a dar toda su vida para el uso de Dios, y de Su vida es lo único que tiene, y cuando la pierda lo perderá llegar incluso a morir por la causa de Cristo, porque sabe todo. que luego de haber sido salvado por Él todo es ganancia. ◦

Así que si usted está sometido a Dios y a Su Palabra, no se extrañe de que las personas lleguen a tener conceptos equivocados de usted; simplemente no pueden juzgar (discernir, entender) la manera en que usted vive.

C. La mente de Cristo. •

Si entendemos bien la Biblia y nos saturamos de ella, andaremos con la mente de Cristo. “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. 1Cor. 2.17. ◦

Jamás podremos llegar a entender la inteligencia y la sabiduría de Dios. “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” Rom. 11.33.

◦

Pero Él ha dejado La Biblia para que podamos escudriñar en Sus Palabras, las que Él personalmente escogió para que nos pudieran perfeccionar. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. 2Tim. 3.16-17. “Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso”. Prov. 30.5-6. ▪ ▪

Entienda que La Biblia es suficiente para conformarlo a la imagen de Cristo, renovando día a día su entendimiento. El objetivo es llegar a ser como Cristo, y para eso tenemos que andar constantemente sacando nuestros pensamientos pecaminosos y llenándonos con los pensamientos de Dios.

“Y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. 2Cor. 10.5b. • • • • • • • • ◦

Tenga su Tiempo a Solas con Dios todos los días. Lea su Biblia todos los días. Aprenda las sencillas reglas del estudio bíblico para que pueda leer su Biblia con conocimiento. Participe de grupos de estudio bíblico para que pueda aprender de otros. Lea libros de buenos autores que le den claves para estudiar mejor su Biblia. Haga sus propios estudios, sobre los temas que le interesen. Ponga en práctica los principios que aprende y compártalos con otras personas. No deje de orar a Dios conforme a lo que Él le está enseñando.

Satúrese con la mente de Cristo y podrá tomar buenas decisiones para su vida, es decir, será espiritual. “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Jn. 15.4-5.

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Viviendo con la mente de Cristo Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas. (3) Aplicaciones. Histórica: Los Corintios necesitaban someterse a la sabiduría de Dios, y no a la de los hombres. Por eso Pablo les escribió en este segundo capítulo explicándoles que la sabiduría del mundo considera el mensaje de la cruz una locura, y que sólo los que tienen el Espíritu de Dios pueden entender las cosas espirituales. Las cosas de Dios se disciernen espiritualmente, y de esta forma ellos podrían tomar buenas decisiones, juzgando todas las cosas. Pablo les está mostrando las ventajas de ser espirituales y no carnales, recordándoles que tenían la mente de Cristo, por el Espíritu y La Palabra, con lo cual podían renovar su propia mente para actuar diferente. Doctrinal: En una congregación como la de Tiatira (Ap. 2.18-29), dominada por un liderazgo de pecado, es la Palabra de Dios la que puede hacer a un creyente sabio para discernir el error y denunciarlo, combatirlo o abandonar esa iglesia podrida para buscar otra. Esto ya ocurrió en el pasado, pero también para el tiempo futuro de la Tribulación, en un medio corrompido y dominado por “el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2Tes. 2.3), los hombres mundanos o naturales no podrán discernir las cosas de Dios, porque las verán como locura; pero si un creyente usa la Palabra de Dios, será capaz de juzgar y actuar conforme a la mente de Cristo. Personal: Sea espiritual, para que pueda discernir todas las cosas, primeramente en la Biblia, y en segundo lugar en la vida. El estudio de la Biblia requiere que se acomode lo espiritual a lo espiritual. Esto quiere decir que si no tiene el Espíritu de Dios no podrá comprender las Escrituras; pero si ya es cristiano, usted tiene todo lo que se ocupa para entender y aplicar la Biblia a su vida. Tome en cuenta que la Biblia no es de interpretación privada, sino que ella se interpreta a Sí misma comparando la Escritura con la Escritura. Si hacemos esto y nos saturamos con la mente de Cristo y vamos a tomar buenas decisiones. No se preocupe porque las decisiones que uno toma bíblicamente vayan en contra de lo que dicta el mundo, y sean mal entendidas por los que no conocen al Señor. Esto es normal porque el hombre espiritual no es juzgado de nadie. Siga adelante y con sumisión confíe en la sabiduría de Dios.

Termino, a modo de ilustración, citando al Dr. E. Lund, que en su libro Hermenéutica nos comenta: “Nada de extraño tiene, pues que en los eminentes escritores de antaño hallemos dichos como éstos: Las Escrituras son su mejor intérprete. Comprenderás la Palabra de Dios, mejor que de otro modo alguno, consultando una parte con otra, comparando lo espiritual con lo espiritual (1a Cor. 2:13). Lo que equivale a usar la Escritura de tal modo, que venga a ser ella su propio intérprete. Si por una parte, arrancando versículos de su conjunto y citando frases sueltas en apoyo de ideas preconcebidas, se pueden construir doctrinas llamadas bíblicas, que no son enseñanzas de las Escrituras, sino más bien 'doctrinas de demonios', por otra parte, explicando la Escritura por la Escritura, usando la Biblia como propio intérprete de sí misma, no sólo se adquiere el verdadero sentido de las palabras y textos determinados, sino también la certeza de todas las doctrinas cristianas en cuando a la fe y a la moral”.

- FIN DEL ESTUDIO [1/1] [03 - Marzo - 2012]

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