2. Yo soy el Pan de Vida Juan

2. Yo soy el Pan de Vida – Juan 6.25 – 51 I. El pan A. Sentido 1. Desde tiempos antiguos, y no sólo en la cultura hebrea, el pan es considerado el sí

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2. Yo soy el Pan de Vida – Juan 6.25 – 51 I.

El pan A. Sentido 1. Desde tiempos antiguos, y no sólo en la cultura hebrea, el pan es considerado el símbolo máximo de la provisión alimenticia de Dios para el ser humano. 2. Es una de las mezclas alimenticias más sencillas de preparar y que más alimento, dada su composición, provee al ser humano. B. Usos 1. Sustento diario a. El pan era el principal ingrediente de una comida hebrea, el pan siempre debía estar a la mesa como representante de la provisión de Dios. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Mateo 6.11 2. Adoración a. El pan como parte de la adoración a Dios era el representante de la gratitud que se levantaba a Dios por la provisión recibida. b. Los libros de Éxodo y Levítico dan claridad acerca del pan como parte de los sacrificios de paz que los hebreos ofrecían a Dios, como gratitud o como voto delante de Dios. 3. Hospitalidad a. Un buen judío que quería atender a una persona que se acercaba a su casa era compartiendo de su pan, de su provisión, de lo que Dios le había dado. b. En el libro de Números vemos que los hebreos recordaron que no debían tener compañerismo con los moabitas y por eso rehusaron darles pan. c. Génesis 18 4. Paz – Cena del Señor a. Para los hebreos el partir el pan era un símbolo de compartir una misma provisión y por lo tanto se ponían de acuerdo. b. Para los hebreos el compartir un mismo pan representaba que al entrar ese pan en sus cuerpos ambas partes compartían el mismo pan y se hacían uno. Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 1 Corintios 10.17 c. El compartir el mismo pan entonces era la representación de reconciliación.

II. El YO SOY, mas que provision material (25 – 27) 25Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? 26Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. A. Jesús encontrado (25) 1. Jesús había hecho uno de sus milagros más populares el día anterior. Había tomado unos pocos peces y panes y le había dado un banquetazo a aproximadamente no menos de 15 mil personas. 2. Como es normal dentro de nuestra naturaleza humana, los habitantes de la zona buscaron a Jesús al otro día para que les diera más comida gratis. 3. La noche anterior había habido una gran tormenta pero las personas igual seguían buscándole, eso a Jesús no le impresionó porque sabía lo que el hombre es capaz de hacer para saciar sus necesidades físicas. 4. Estas personas anhelaban encontrarse con Jesús, perdón, anhelaban encontrarse con más comida gratis. 5. No buscaban al Mesías, buscaban al que daba comida gratis. 6. Es triste como hay ciertos “pastores” que están enfocando a tantos y a tontos a buscar de Jesús sólo que Él les puede ofrecer físicamente sin entender lo que realmente Jesús da, vida eterna. B. Jesús confrontando (26) 1. Jesús no tenía pelos en la lengua pero tampoco era grosero. 2. Es común encontrarnos con la confusión entre franqueza, sinceridad y grosería. 3. Jesús era frentero en sus comentarios pero siempre buscando una reacción entre sus oyentes. 4. Les muestra que Él conoce sus corazones. 5. La palabra buscar significa, “planear para alcanzar algo”, es la misma palabra que se usa para lo que hacían los fariseos cuando planeaban el complot contra Jesús. 6. Este grupo de hombres y mujeres tenían en su mente el cómo estar cerca a Jesús pero porque habían comido el pan físico. 7. Muchos creen que el Evangelio debe ser llevado con un pan en la mano, pero el mismo Jesús cuestiona y confronta a estar personas que estaban anhelando más alcanzar un beneficio físico antes que el espiritual. 8. Si eso ocurría en la época de Jesús, cuanto más sucede en nuestra época en la que nuestra sociedad está centrada en alcanzar estatus material. Cuantos cristianos nos encontramos más planeando como alcanzar lujos o bienes materiales y no tanto planeando como crecer más en el conocimiento de Cristo. 9. Estas personas estaban más enfocadas en el beneficio material que Jesús traía a sus vidas que las señales que claramente mostraban que Él era el Mesías.

10. Estas personas se habían satisfecho, pero la palabra que Jesús usa es una que sólo se refiere a llenura física, había otra palabra que se usaba figuradamente para hablar de ser llenados espiritualmente. 11. Mientras estemos más enfocados en llenar las barrigas no podremos experimentar nuestro corazón llenándose. C. Jesús enseñando (27) 1. La palabra que Jesús usa para trabajar es una palabra que significa, emplearse o enfocarse en una actividad. 2. Esta palabra no se traduce como esforzarse o sudar, sino que se usa para referirse a cuando uno se enfoca mentalmente en una actividad. 3. Jesús sabe que no podemos hacer algo por nuestra salvación, pero que si debemos enfocarnos en el alimento espiritual que dura para siempre que realmente nos satisface. 4. Este alimento sólo lo da Jesús, y de Él deberíamos buscarlo. 5. En vez de estar enfocados en tratar de llenar nuestras barrigas o nuestros ojos deberíamos enfocarnos en el alimento que Jesús nos da para crecer y que abunda para vida eterna. III. El YO SOY, provision total (28 – 40) 28Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31Nuestros padres comieron el maná en el desierto, (Ex. 16.4, 15) como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. (Sal. 78.24) 32Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. A. Las obras que agradan a Dios (28 – 29) 1. Los judíos que le escuchaban entendían que su salvación debían ganarla a través de su esfuerzo moral y religioso y por eso terminan cuestionando a Jesús acerca de que obras le agradan a Dios. 2. No podía tal vez otra forma más sencilla de cómo Jesús podía haber respondido. 3. La obra más grande que un ser humano pueda hacer para obtener su salvación y saciar los vacíos de su corazón es creer en Cristo Jesús.

4. ¿Cómo podemos agradar a Dios Padre? Creyendo en la obra redentora de su Hijo Jesús. B. Las obras de Jesús más que las de Moisés (30 – 33) 1. Antes de juzgar a estos judíos tan fuerte, tenemos que recordar que estos hombres y mujeres han sido instruidos desde generaciones y generaciones que es a través de ciertas prácticas que se puede agradar a Dios, sobre todo, esa generación de antepasados fariseos, escribas y rabís que interpretaban la ley de Moisés. 2. Los rabinos enseñaban que cuando el Mesías llegara daría el doble de maná que Moisés había dado. 3. “Si vamos a creer en ti, ¿Qué señal has hecho tú para que te creamos? Moisés por su parte le dio pan del cielo a nuestros antepasados” 4. Jesús los corrige y les aclara que no fue Moisés quien les dio pan del cielo sino Dios mismo y que además el maná no es el verdadero pan del cielo, ese era simplemente una figura del verdadero pan del cielo que si sacia completamente al ser humano. 5. Para los judíos el hecho de que Dios hubiera dado maná en el desierto era increíble, pero tenían al Hijo de Dios frente a ellos. 6. El maná había saciado su hambre física por 40 años, pero este pan saciaba al mundo de su necesidad de vida. C. Las obras de Jesús son perfectas (34 – 40) 1. En Jesús no hay sed ni hambre más (34 – 36) a. Ser saciado verdaderamente por Jesús nos garantiza nunca más necesitar llenura espiritual, Él es el pan que nunca se acaba, siempre y siempre estará ahí para saciar nuestra necesidad. b. No es como el pan físico que siempre hay que conseguirlo para saciar la sed y el hambre. c. La obra de saciedad de Cristo en la vida de los cristianos es total y completa, es hora de que los cristianos modernos lo creamos. d. En Él nada necesito. 2. El que viene a Él no es echado fuera (37) a. Otra cosa especial de Jesús como el pan de vida es que cuando venimos sinceramente a Él, necesitando y pidiendo de su saciedad total, Él no nos echa fuera. b. A eso vino Él, a saciar el vacío que el hombre tiene desde que Adán y Eva perdieron la comunión perfecta con el Padre. 3. La voluntad del Padre es que a través de Jesús tengamos vida eterna (38 – 40) a. En Cristo estamos seguros, no nos echa fuera si venimos a Él y nos guarda porque la voluntad de Dios es salvarnos.

IV. El YO SOY, provision del cielo (41 – 51) 41Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? 43Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 45Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. (Is. 54.13) Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre. 47De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48Yo soy el pan de vida. 49Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. A. El pan cuestionado (41 – 42) 1. Los judíos no podían comprender como este hombre que ellos conocían podía ahora decir que venía del cielo. 2. Ante las afirmaciones de Jesús sólo pueden haber tres distintas conclusiones, a. Jesús estaba loco. ¿Pero si así era entonces porqué todas sus palabras se cumplieron y son ciertas? b. Jesús era un mentiroso. ¿Pero si así era entonces por qué estuvo dispuesto a dar la vida por una mentira sin nunca defenderse? c. Jesús era quien decía ser. ¿Entonces por qué no le seguimos como Él lo merece? 3. Pero no eran capaces de preguntarle a Él de frente sino que murmuraban a sus espaldas, tal vez mientras seguía hablando. 4. A Jesús lo juzgaban de acuerdo a sus credenciales sociales, era simplemente el hijo de un carpintero. 5. ¿Cuántas veces nos perdemos de encontrar valiosas perlas espirituales por menospreciar de acuerdo a nuestras credenciales humanas? B. El pan enseñado (43 – 47) 1. Jesús les llama la atención para sorpresa de ellos, les pide que no murmuren y les explica la razón por la que no creen en Él. 2. La razón está en que el Padre le ha estado mostrando a través de la palabra y por no poder sus ojos en la palabra de Dios no lo han visto. 3. La Biblia decía que serían enseñados todos por Dios, pero no decía que todos aprenderían. 4. Así, aunque era una generación que había sido enseñada incorrectamente, cada uno tenía su propia responsabilidad de escudriñar en las escrituras. 5. Dios había de mostrar a aquel que fuera a las escrituras que Jesús era el Mesías, y además a través de todas sus señales. C. El pan de vida (48 – 51)

1. Jesús cierra recordándonos que en Él nada nos falta. 2. El maná era un gran milagro que Dios había hecho pero nada se compara con el milagro de gracia y amor que es Cristo Jesús. 3. El maná quitaba el hambre pero cada día debían esperar a que apareciera nuevo. Jesús sacia toda necesidad espiritual del hombre para siempre. 4. En Él hay vida. Conclusión 1. Sustento diario a. Jesús es nuestro sustento diario. b. De nuestra relación personal y diaria con Él es que depende nuestro ser espiritual. c. Así como nuestro cuerpo requiere de sustento físico nuestro ser espiritual también lo necesita, y Jesús está siempre, todos los días para llenar y saciar nuestras necesidades de sustento en este mundo. 2. Adoración 1. Jesús es el principal ingrediente en nuestra adoración a Dios. 2. Debemos ser cristocéntricos en nuestra adoración a Dios. 3. Hospitalidad 1. Cuando alguien llega a nuestra vida y a nuestra casa, la mayor muestra de amor y hospitalidad es brindarles del pan de vida, de Jesús mismo. 4. Paz – Cena del Señor 1. El tomar la cena del Señor es el momento de recordar que Él es la única razón por la que podemos ahora tener reconciliación con el Padre.

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