Logré sobrevivir a las extremas condiciones del invierno,me maravillaba al ver caer la nieve por primera vez en frente de mi, al punto de querer atrapar un pequeño copo de nieve con la lengua, pensé si eso era saludable (si hay lluvia ácida, podría haber nieve ácida) y me limité a intentar, sin mucho éxito, construir un muñeco de nieve, pero mi inexperiencia con la construcción de muñecos de nieve se impuso. También fracasó mi plan para atrapar a Nikolas y adueñarme de todos los regalos, pues éste llegó mucho antes de lo previsto, durante la época de hibernación, cosa curiosa que en Perú llegue más tarde, quizá llega con algún retraso. Y a pesar de todo lo mal que me había portado durante el año el niño Jesús me dejó un regalo, y empezé muy lenta y silenciosamente a pensar si dios creía en mí, aunque yo no pensara en dios (y tal vez nunca lo hiciera). Me sorprendió ver luego brujas y hombres hechos de paja caminando por el pueblo, podrían haber estado también hibernando, parecían felices, cosa rara hasta entonces en aquel lugar, hablaban un lenguaje muy extraño, quizá alemán. Ellos celebraban que el invierno iba a terminar, paradójicamente cuando acabó ya no había ninguno de esos seres, por un momento pensé que los había imaginado, al esquizofrenia es una enfermedad muy divertida,pensé. Pero los destrozos que dejó su paso por las calles se podían ver incluso algunos días después (que gran fiesta habían hecho los desgraciados). Fue entonces que decidí ir lejos, a buscar a alguien que estaba más cerca de lo que imaginaba, ya luego entendí que dejar de buscarle era el único modo de hallarle. Entendí que podía sentir nostalgia por aquel lugar que antes se sentía extraño, que hay cosas bellas y horribles en cualquier parte del mundo (sobre todo en Berlín, y sobre todo horribles), y que el mundo puede cambiar mucho, pero él continuar siendo el mismo, con sus cosas buenas y cosas malas (al igual que Berlín, sobre todo malas), que tengo mi propio ritmo de crecimiento y que debía respetarlo. Que el concepto de „mejor“ depende en realidad de quién mire, y que siempre puede (y debería) sustituirse por „diferente“. Afortunandamente el invierno terminó, y la alegría en el pueblo renace, al igual que las plantas y las flores (y la economía, agricultura y actividades productivas se dinamizan). Mientras como un chocolate pienso en un plan para atrapar al vil conejo de pascua, y rescatar a las gallinas explotadas que le proveen los huevos (que no son bio ni de comercio justo), y me pregunto qué harían las gallinas una vez libres ¿serían capaces de soportar el peso de la libertad? Cuando desperté a la mañana siguiente el conejo se había ido, dejó los huevos (no muy bien escondidos, por cierto, todos los ninos pudieron encontrarlos) y se fué, quizá tenía prisa, pensé de inmediato en el conejo de apariencia burguesa del cuento de Lewis Carrol, pero no, ése era inglés. Yentonces, mientras llovía, caminé hacia la torre de agua (nombre extraño para una colina), saqué el último chocolate que llevaba conmigo, me senté a ver el ocaso. Y fuí feliz. Estaba cansado, tenía mucho sueno, y me quedé dormido. Nuevamente quiero aclarar que todo lo que aquí aparece escrito pertenece únicamente a mis confusas y erróneamente construidas percepciones del mundo, tal vez son cosas que piense y otras que pongo solamente porque

quiero, la verdad ni siquiera yo puedo distinguir entre ambas, además no confío en la traducción que de esto se hará, por lo que de ninguna manera se deberían asumir como trozos de realidad, en verdad está cada vez más lejos de serlo. 24 de Noviembre Despierto. Estoy en una ciudad que parece Lima, hay muchos osos que bailan, „no me gustan las capitales de país“ -pienso- „son muy cosmopolitas“. De pronto estoy caminando por una calle oscura, se acercan personas a ofrecerme crack. No lo compro, está muy caro. Aun no entiendo por qué pero creo que nunca olvidaré la relación que existe entre ese lugar y el número veintiuno. Veo que el estado gasta mucho dinero en logística, en protocolos, en burocracia. Con el único objetivo de tomar una foto bonita. Nos dicen que debemos aprender cómo hacen aquí las cosas. Cómo tienen transportes que funcionan con energía limpia, originada por la combustión del carbón. El cómo pueden solucionar el problema del habre del mundo sembrando todos los terrenos no aprovechados de otros países. Qué nobles, pienso. Hay cosas que no cambian, ni siquiera en los suenos. Veo ese lugar con la esperanza de que en algún otro momento pueda ver su lado bonito, nunca lo logro. Luego veo a alguien que no pudo tomar su tren y, como una película frente a mis ojos, lo veo perdiendo un bus, una y otra vez, espero que algún día pueda salir de ese lugar. Yo anoro volver a mi bonita y verde burbuja, ese lugar perdido en el sur. Donde todos comen ensalada y quieren salvar al mundo. 03 de Diciembre Despierto, la sensación de extraneza ya ha desparecido casi por completo, el frío se hace sentir, se deja ver a través de pequenas gotas congeladas de lluvia, ya cristalizadas, que caen silenciosamente y cubren el paisaje de blanco, es bonito, sin embargo no puedo evitar pensar el invierno como una penitencia. El sol cae cada vez más temprano, ya no puedo ver el ocaso. En medio de esa oscuridad llego al castillo, cruzo lo que alguna vez fue un puente, de cuando en cuando llego a ver unos seres vestidos de blanco que deambulan por el patio, casi con luminiscencia propia, me asusto. Los pájaros que al inicio del ano arrullaban el campanario ya están ausentes, tampoco les gusta el invierno El pequeno ratón ya dice mamá, le enseno a decir hola, pero aprende a decir adiós. Tiene poderes mágicos, nos controla, se ríe y todos somos felices, llora y todos somos tristes. Me pregunto si cuando crezca se acordará de mí, y me agrada la idea de ser un recuerdo. Quizá deba ensenarle a decir mi nombre. Los pequenos osos ya no me tienen miedo, ahora juegan conmigo y me demuestran su carinosa violencia. Al fin y al cabo ellos no pueden hablar, pero si expresarse. Me regalan un calendario mágico de donde cada día puedo obtener un chocolate, tengo ganas de llorar. Miro la nieve, siento el frío. Recuerdo las palabras del topo: „parece muy triste“, y se me cura el

trastorno afectivo estacional. Aun me sorprendo del efecto que tienen las palabras correctas en el momento correcto. Vuelvo a dormir. 15 de Diciembre, Despierto, estoy en un café conversando conmigo mismo, pienso en la paradoja de mirar a la altura de los ojos. Si debo mirar a un nino a la altura de los ojos, nunca será porque el suba a mi altura, sino porque yo me inclino a la suya. Yo puedo volver a mi altura, el no. Para mi es muy justo y necesario mirarle a su altura, pero para el es una manifestación de mi poder, de mi soberbia y arrogancia simbolizada en actos hipócritas de humildad. Me siento culpable de ello, de muchas cosas, pero ello es también paradójico. Después de todo el que tiene la culpa de todo es quien todo lo puede. Tal vez sea mentira, y yo en verdad quiera ser noble al hacerlo, quién sabe. Termino mi café, guardo mi celular, tomo un pedazo de chocolate. Vuelvo a dormir, tengo insomnio. 24 de Diciembre Despierto, veo una cabra, está en Perú, cuando llegue preparará un pequeno banquete para mí, lástima que ella no lo pueda disfrutar. Confirmo que es un sueno cuando veo carne sobre la mesa, es pescado, trucha para ser exacto, pero si lo dicen en francés suena mejor. Debemos comer todo, de otra manera no habrá buen clima manana. Salgo a la iglesia, veo que actúan el pasaje biblico de María y Jose, también lo hacen luego en Tatort, sólo que con más dramatismo. Supongo que ese fue uno de mis primeros encuentros con Jesucristo, por lo menos en esa forma. Recibo entonces lo que considero lo más necesario como regalo en ese momento, cosas para mantenerme caliente, aún me pregunto cómo hicieron para adivinar mi talla. 30 de Diciembre Despierto. Estoy en un castillo, a lo lejos, tras un río, el camino que recorrió Nietzsche, y otras famosas personas que no tenían nada mejor que hacer que pensar y escribir. Me armo de soberbia y decido no ir por ahí. Descubro lo que significa Schneeballschlag, se siente mucho frío, descubro que hay museos de cualquier cosa, planeo ser más selectivo en otros suenos. Paso el día con alguien (la verdad aún nosé quién es, le llamo anónimo), y su familia, confirmo que dios ha muerto y que todos somos muy humanos, demasiado humanos para mi gusto, es mi primer contacto con seres que no comen ensalada ni quieren salvar al mundo, es liberador, nunca imagine encontrar a alguien que tuviera una iguana de mascota. Al día siguiente volveré a despertar.

07 de Febrero, Despierto, todo está oscuro, estoy enfermo, siento que debo expulsar algunos demonios, no quiero hacerlo, ellos salen, las luces se encienden. Salen en el lugar menos apropiado, quizá el más seguro para mí, pero inapropiado, sobretodo para Miss Peggy. Entonces aprendería que a veces lo único que hace falta para solucionar las cosas es ser sincero, pedir disculpas y procurar que no vuelva a pasar. 14 de Marzo Despierto, nosé en dónde estoy, veo el reloj y me doy cuenta de que debo llegar en una hora al aeropuerto. Mi maleta no está hecha, y más importante: Dónde queda el aeropuerto y cómo se llega ahí? En fin, como es mi sueno, aparezco al rato en el aeropuerto, lamentablemente pierdo luego el tren, espero a otro. Bajo del tren y aparezco en el trabajo. Me siento como gregorio Samsa, cuando despierta convertido en escarabajo y lo primero que piensa es „llegaré tarde al trabajo“. Comprendo que no existe Alemania, no existe Espana, no existe Perú, simplemente personas que viven en esos lugares. 05 de abril. Despierto. Estoy en la embajada de Sanputamarca, conozco a su embajador. El ha estudiado con el dinero de Dania, quizá también con el mío, le gusta este lugar, le tiene que gustar. Me impresiona su capacidad para decir lo que otros quieren oír. Le tengo lástima al principio, luego admiro su capacidad para sacrificar su dignidad y llegar a ser un simple arlequín, un bufón, como un mártir. Ya luego esa admiración se convierte nuevamente en una grande y profunda lástima. Pregunto únicamente por curiosidad el cómo (al hablar de cooperación interonírica, que diga, internacional), es la colaboración entre ambos países. Si tuviera que resumir su respuesta sería: „Este país brinda el dinero que le sobra para que mi país se desarrolle, a cambio firmamos acuerdos para que se lleven las materias primas muy baratas y tenemos (casualmente) coincidencia en todos los puntos de vista que se discuten en reuniones internacionales, la ONU, por ejemplo. En resumen, vendemos nuestros votos, pero no le digan a nadie que yo se los dije“. Duermo. 27 de abril. Despierto, estoy echado en el pasadizo de un hotel, pienso en lo que he hecho y en lo que haré en el futuro, la libertad a veces pesa igual que la existencia. Quiero seguir durmiendo, quizá no sea el momento más apropiado para ello, decido ir a la estación de tren a despedirme, después de todo las despedidas son bonitas. Siento que una pestana cae de mi cara y pido un deseo con la certeza de que no se cumplirá y con la esperanza de estar equivocado. Llego a la estación de tren y la tormenta se termina, yo aún escucharía los truenos un tiempo más. Me pregunto si los truenos me escucharían a mí. Me doy cuenta de que no sé el camino de regreso, simplemente camino sin rumbo y al cabo de algunas horas llego al hotel.

En el camino pienso en un cuento curioso que me contaron el día anterior, hay un país que crece mucho económicamente, que gana mucho dinero vendiendo cobre. Otro país lo compra, lo convierte en alambre y lo vende al mismo país cinco veces más caro. Duermo. 30 de Mayo Despierto, me pregunto en dónde estoy, parece un bus, es un bus. No tengo idea de a dónde se dirige, me pregunto cómo subi y dónde estaba antes, y, tal vez más importante ?cómo lo he pagado si no tenía dinero?. Los suenos no tienen mucha lógica, pienso. Después de todo la vida es sueno. Escucho nuevamente los truenos, la tormenta se acerca. Recuerdo el olor a flores de un sueno anterior, ahora convertido en detergente con aroma. ?por qué estos contactos con la realidad deben ser tan duros? Pienso, mientras me quejo de ello. Descubro que no vengo de Friburgo, sino de Bayern. Pienso en que ya no miraré espectante el buzón para ver si me llegó una carta, pero sé que no es cierto. Sólo espero el quinto día del mes de Agosto. Me llega un mensaje a mi celular, me hablan del privilegio de estar en otro país, pienso de nuevo en la paradoja de mirar a la altura de los ojos. Me recuerdan que he recibido un privilegio, que de otra manera nunca en mi vida podría ir a ese otro país. Que en un plano informal, soy un ser humano al igual que ellos con el derecho a estar en donde yo quiera. Pero en un plano formal necesito una visa y cumplir con muchos requisitos, uno de ellos el no quedarme ahí. Y que tengo el deber de mostrar respeto y ellos el derecho de exigirlo !Como si el respeto pudiera exigirse! Yo solo ofrezco manifestaciones hipócritas de éste. 02 de Junio Despierto, estoy en un tranvía camino a Connewitz, veo un nino que me sotiene la mirada, como si nunca hubiera vista a alguien como yo, me siento único. A la vez tengo miedo de que algún extremista me vea y me odie, es fácil odiarme. Decido irme más lejos, donde hay aún menos como yo, donde me sienta mas único, pero donde tengo amigos. Descubro que es fácil odiar lo que no se conoce. Y reafirmo mi deprecio por el fanatismo. Especialmente en el país de la noche, del ocaso, donde el sol se pone. 09 de Julio Despierto. Estoy comiendo, converso conmigo mismo, y con alguien más, creo que es Anónimo. Me vuelve a llegar un mensaje a mi celular. Decido no ignorarle, pero tampoco priorizarle. Ahora me pide reciprocidad. La verdad no quisiera molestarlo, siempre está ocupado, yo también. Prefiero que piense que lo ignoro. No me gusta que me llamen unicamente cuando no saben qué decir acerca de mi en sus reuniones. Después de todo siempre estoy bien, no es necesario verme para saberlo. Duermo.