3º Informe de actividad de Cáritas Española ante la alerta por crisis alimentaria en el Sahel

3º INFORME DE ACTIVIDAD DE CÁRITAS ESPAÑOLA ANTE LA CRISIS ALIMENTARIA EN EL SAHEL Madrid, 2 de julio de 2012

Fuente: www.cilss.bf SITUACIÓN A JUNIO DE 2012: Nivel 5: Hambruna (morado) – Nivel 4: Emergencia (rojo) 1 Nivel 3: Crisis (marrón) - Nivel 2: Riesgo moderado (amarillo) – Nivel 1: Sin riesgo (verde).

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La ONU declara Nivel 5 (Hambruna) cuando la tasa de malnutrición aguda entre los niños es mayor del 30 por ciento y el nivel de mortalidad diaria supera el de 2 personas por cada 10.000. -1-

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1.

INTRODUCCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL

Los pronósticos indican que los meses de junio y julio serán decisivos en términos de seguridad alimentaria para las poblaciones más vulnerables de los países del la franja africana del Sahel. La región está sumida de lleno en una realidad de crisis alimentaria declarada, que afecta ya a 18,5 millones de personas en 9 países, según señala OCHA (Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios) de las Naciones Unidas en su informe de finales de mayo, en el que se confirma que 1.100.000 niños están afectados de malnutrición aguda severa. Los países afectados --Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger, Norte de Camerún, Norte de Nigeria, Senegal y Gambia--, se encuentran en una situación muy delicada, dado que las reservas de alimentos ya están agotadas o a punto de hacerlo, y aún faltan 3 meses para las primeras cosechas. Junio marca el comienzo de la temporada de lluvias y el inicio de las tareas agrícolas de siembra. Es justo el momento en el que los campesinos necesitan energía suficiente (alimentos) y productos agrícolas (semillas y aperos de labranza) para dedicarse a las tareas del campo. Y aunque las previsiones climáticas para este año no son las ideales, se espera una mejor regularidad pluviométrica que en 2011. El mayor reto para las comunidades locales está en encontrar un sustento mínimo diario que les proporcione fuerza suficiente para realizar la siembra –hablamos de al menos una comida al día o, en casos de máxima necesidad, una comida cada dos días—, cuando la realidad es que la mayoría de los campesinos carecen de recursos y se han visto obligados a vender lo poco que tenían. Además, en ciertos países como Burkina Faso o Mali, los precios de los cereales han aumentado entre 50% y 100%. En otros países, sin embargo, la adopción de medidas de urgencia --como es el caso de Senegal, donde el Gobierno ha importado arroz para distribución y venta a precios subvencionados-- ha permitido que el precio de los cereales se mantenga estable. El conflicto interno en Mali, un problema añadido A la ya de por sí situación crítica originada por la sequía, el estallido de un movimiento secesionista en el norte de Mali ha supuesto un grave problema añadido para la región, que se enfrenta ahora a un importante movimiento de refugiados y desplazados internos. A 25 de junio, el ACNUR contabilizaba 158.857 desplazados internos, unos 10.000 de los cuales habrían llegado, según datos de Cáritas Mali, a la capital, Bamako. Como se indica en el mapa, si a finales de mayo se contabilizaban 168.493 refugiados malienses, pocas semanas después, a mediados de junio, la cifra actualizada era de 200.489 refugiados, repartidos, sobre todo, entre Mauritania (67.1642) y Burkina Faso (65.0093) para alcanzar el número de 211.472 personas refugiadas a finales de junio 2012. A la situación de precariedad que en las zonas de acogida viven las comunidades locales a causa de la sequía, se añade ahora la 2

Cifra ACNUR 07/06/2012 http://data.unhcr.org/MaliSituation/regional.php

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Cifra ACNUR 09/06/2012 http://data.unhcr.org/MaliSituation/regional.php -2-

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vulnerabilidad de estas poblaciones de refugiados, que, tras días de huida, llegan necesitados de asistencia urgente. Además, muchos de estos refugiados, dedicados al pastoreo, vienen acompañados de su ganado, lo que representa una presión crítica sobre unos pastos agostados por la sequía.

2.

CAUSAS DE LA CRISIS

La crisis de alimentos que se vive en el Sahel responde una confluencia de factores: 1) Aumento progresivo de la vulnerabilidad de las poblaciones debido al carácter cíclico de las sequías en toda la región. De hecho, esta es la tercera crisis alimentaria severa –la quinta en el caso de Mauritania-- que se registra en el Sahel en los últimos 8 años (las dos emergencias anteriores se produjeron en 2005 y 2010). Esta fenomenología climática hace que las poblaciones más vulnerables no tengan el tiempo suficiente para recuperarse, con lo que cada crisis va generando un efecto acumulativo perverso sobre sus condiciones de vida. 2) Dificultad de acceso a los alimentos. El elevado déficit de la producción de cereales en la región provoca, por una parte, que las cantidades disponibles para el abastecimiento de la población sean insuficientes y, por otra, que, en virtud de la ley de la oferta y la demanda, los precios en los mercados locales se disparen ante la escasez de cereales (a veces hasta un 100%)4;

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Cifra OCHA 05/2012 http://ochaonline.un.org/westafrica -3-

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3) Una estrecha dependencia de la climatología de las actividades de autosuficiencia alimentaria de las poblaciones rurales, orientadas fundamentalmente a la agricultura y la ganadería. 4) El incipiente desarrollo de las infraestructuras locales y regionales (presas y sistemas de extracción y distribución de agua, redes de saneamiento, suministro eléctrico, red viaria, etc.), que impiden sentar las bases de unas adecuadas políticas de prevención y respuesta a las alertas alimentarias.

3.

RESPUESTA DE LA IGLESIA Y LAS CÁRITAS LOCALES

La acción de la red Cáritas en toda la región del Sahel ha centrado en la última década su mayor prioridad en la reducción de la vulnerabilidad de las comunidades locales ante la incidencia de los elementos climáticos sobre la seguridad alimentaria de toda la zona. Para ello, Cáritas y otras organizaciones afines han venido impulsando programas nacionales de producción agrícola que permitan a las comunidades locales desarrollar una mayor capacidad de prevención y de resistencia ante los graves problemas causados por las sequías cíclicas. El trabajo de prevención de Cáritas Española y las Cáritas locales En 2005, a raíz de la grave emergencia de alimentos que afectó a todo el Sahel, Cáritas Española amplió su colaboración con todas las Cáritas de la zona a partir del trabajo que se venía realizando desde 2000 con Cáritas Mauritania. Desde entonces, y teniendo en cuenta lo impredecibles que son las crisis originadas por el clima, se ha dado prioridad a una serie de programas y estrategias de cooperación fraterna con las Cáritas del Sahel de cara a fortalecer la capacidad de prevención y resistencia de las poblaciones vulnerables ante las eventuales crisis de alimentos. Para ello, desde Cáritas Española se ha apostado en estos últimos años por acompañar en la zona proyectos de seguridad alimentaria –programas de mejora de técnicas agrícolas y de rendimiento del terreno, creación de graneros comunitarios--, de rehabilitación nutricional infantil y de mejora de los hábitos alimenticios, de diversificación de las fuentes de ingresos (huertos familiares y comunitarios, microproyectos, ganado), y planes de extracción y suministro de agua, y de saneamiento, entre otros. Esta acción estratégica a medio y largo plazo ha permitido que, a pesar de la severidad de la actual sequía, sus efectos en términos de seguridad alimentaria se hayan atenuado con relación a crisis anteriores en las comunidades locales.

Respuesta de la red local e internacional de Cáritas Las Cáritas nacionales de los 6 países más afectados --Burkina Faso, Mali, Níger, Senegal, Chad y Mauritania— han puesto en marcha en los últimos meses sus respectivos planes de respuesta a la crisis alimentaria. -4-

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Las actividades que se están llevando a cabo para garantizar la subsistencia de las comunidades en situación más precaria se dirigen tanto a garantizar la distribución de ayuda de emergencia básica (alimentos), como a la rehabilitación de los afectados y el fortalecimiento de la capacidad de resistencia de las comunidades, como pueden ser la creación de bancos de cereales o el apoyo con insumos agrícola para el nuevo ciclo agrícola. El trabajo realizado con las poblaciones vulnerables por las Cáritas locales y la red internacional de Cáritas ha permitido que la situación en algunas zonas se haya estabilizado (áreas de Burkina Faso y de Senegal por ejemplo). No debe olvidarse, sin embargo, que hay zonas de la Franja del Sahel donde la situación se ha agravado, como sucede en el sur y el este de Mauritania --debido, sobre todo, a la afluencia de refugiados de Mali-- o la zona saheliana del Chad. Siguen siendo necesarios todos los esfuerzos posibles, tanto para lograr que la situación no se deteriore allí donde los niveles de la alerta alimentaria son moderados como para seguir interviniendo donde la situación es de crisis para garantizar la asistencia humanitaria a los más vulnerables. Respuesta de Cáritas Española Cáritas Española está contribuyendo a las necesidades de esta crisis con una aportación global de 972.797 euros a los planes de emergencia de las Cáritas de Burkina Faso, Níger, Mali, Chad, Senegal y Mauritania. En estas partidas se incluye el apoyo a programas especiales para los refugiados malienses en Níger. Para más detalles, véase el anexo con las fichas informativas por países. Campaña «CÁRITAS CON EL SAHEL-AFRICA DEL OESTE» Teléfono de donaciones: 902.33.99.99 www.caritas.es ENTIDAD

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Prensa: Marisa Salazar (619.26.89.39) - Ángel Arriví (91 444.10.16 – 619.04.53.81)

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