PISANO, Niccoló, Santa Conversación, ca.1525/30, oleo sobre tela, 257 × 193 cm

Esta pintura realizada en el renacimiento cumple con diferentes características propias de la época tales como: temática, composición, color y tonalidad; encontramos en esta ocasión una pintura basada en la creencia católica en donde se pueden apreciar diferentes simbologías acordes con ella como lo son los ángeles, los santos con sus aureolas y a su ves la representación de San Sebastián con las flechas incrustadas, la cruz, una representación de la virgen con su hijo y diferentes intenciones de belleza, tranquilidad y pureza, todo esto reunido en un solo ambiente alegórico para el encuentro de la ‘’Santa Conversación’’ La composición de esta pintura es totalmente proporcional y al mismo tiempo cumple con un diseño para mantener un orden visual y dar mayor importancia al eje central de la misma, es importante mencionar que la totalidad de la obra cuenta con diferentes planos en donde se puede apreciar por un lado la parte interior, que es donde están todos los santos reunidos, pero también es posible ver lo que se encuentra mas allá, fuera del lugar donde ellos están, esto podría traducirse por decirlo de alguna manera como profundidad de campo, en donde, valga la redundancia, podemos apreciar la totalidad de la pintura sin perder detalle de acción, pero mediante las tonalidades se logra separar el fondo de la escena principal dándole mayor importancia a esta. Para lograr comprender mejor esto vamos a dividirla por zonas, para iniciar nos centraremos en el fondo de la pintura, allí podemos observar, montañas, árboles, edificaciones, algunas personas y senderos, todo esto existe dentro de la pintura pero no con la mayor nitidez posible, nos presenta una información vaga de lo que existe allí pero al mismo tiempo muy completa, esa decisión de composición del pintor cumple una función muy importante dentro de la totalidad de la pintura, ya que al exponer este fondo con una leve profundidad de campo, nos permite diferenciar figura fondo, en este caso, la escena de los santos separarla del campo que se encuentra de fondo; además de la poca nitidez existe otro factor importante para lograr este efecto visual y es el manejo de iluminación en cuanto a la gama de colores utilizados, en este caso el fondo de la pintura esta representando el exterior de un campo, por ende los colores, sombras y brillos van a ser mucho mas tenues y fríos que los representados en la parte interna de la escena (teniendo en cuenta solo la composición cromática

de esta obra) el exterior esta conformado por verdes, amarillos, azules, grises y tonalidades cafés con texturas suavizadas, por decirlo de alguna manera. Si nos seguimos basando en el fondo, podemos notar que el peso compositivo de la imagen esta perfectamente distribuido, sin desequilibrarla, ya que como nos podemos dar cuenta este fondo esta dividido en dos ventanas por las cuales logramos ver el exterior, pero ninguna le quita peso a la otra, por un lado observamos las montañas mas lejanas con una gama fría, y por el otro lado vemos la colina mas cercana con una gama mas cálida, no dejamos de percibir la diferencia de profundidad debido a las tonalidades, pero el equilibrio es generado en cuanto a la similitud de tamaños de los dos lados del fondo, con todo esto también juega un papel muy importante el cielo y la ubicación de las nubes y las diferentes diagonales generadas en esta escena que dan cierto dinamismo. Ahora vamos a enfocarnos mas en la escena principal de la pintura que esta compuesta por: tres ángeles en la parte superior, dos santos a la izquierda, y otros tres a su derecha y en el medio los personajes principales; dentro de esta escena es muy notoria la división de la imagen a la mitad verticalmente ya que esta trazada desde la parte superior por una columna siendo interrumpida por el personaje principal quien por su postura y la caída de la tela de su vestido sigue dando continuidad a la traza de la misma, por otra parte de una manera mas sutil pero no menos importante, se genera otra división por mitad horizontalmente que puede notarse por el brazo de la virgen que sostiene al niño (centro), estando este a la misma distancia de una de las flechas del costado de San Sebastián quien se encuentra en uno de los laterales de la pintura, es de esta manera como se genera toda una traza imaginaria de división a mitades, observando la unión de diferentes puntos consecutivos. Mediante estas dos líneas imaginarias anteriormente explicadas, podemos encontrar el eje central de la pintura el cual se encuentra en un punto medio de dos personajes (el brazo del niño y la mano de la mujer) logrando de esta manera ubicarlos como los personajes principales de esta escena y a su ves unificarlos para que tengan un valor como conjunto y no como individuo.

Al tener generadas estas mitades podemos hacer un análisis parecido al realizado con el fondo de la pintura; si dividimos la imagen entre izquierda y derecha logramos encontrar un equilibrio generado por la ubicación de los personajes, en la parte izquierda se pueden observar dos santos, uno con una cruz y otro con un bastón, los cuales se complementan con dos de los ángeles que se encuentran en la parte superior ya que mediante la línea imaginaria generada estos están presentes al lado derecho de la misma, siendo de esta manera la parte derecha de la pintura cuenta con cuatro personajes; ahora, por otro lado, la parte izquierda cuenta con uno de los tres ángeles localizado mas a la parte izquierda de la línea imaginaria, y tres personajes mas que se encuentran a la derecha de los principales, logrando de esta manera generar un equilibrio a la totalidad de la pintura con cuatro personajes a cada lado de la figura principal y de esta manera también generar ese punto céntrico de mayor importancia. No obstante es importante tener en cuenta la división entre la parte superior e inferior, ya que en ella forma un papel muy importante el niño que esta de rodillas en el piso, al hacer la división nos podemos dar cuenta que todos los datos importantes de la pintura se encuentran en la parte superior de la escena dejando un vacío en la parte inferior (si no estuviese el niño), entonces la manera de compensar esto es ubicar la totalidad de un personaje bajo esa mitad para ocupar el espacio y generar un equilibrio visual. Para seguir hablando de las diferentes líneas imaginarias de esta escena podemos observar una gran cantidad de diagonales que se presentan en la pintura que nos transmiten una sensación y un dinamismo visual, y al mismo tiempo un movimiento dentro de la misma, teniendo en cuenta la ubicación, las poses, el juego de miradas entre los personajes, el movimiento de las telas, la dirección de los diferentes elementos como las columnas, la cruz, el bastón, las alas, las flechas, entre otras varias. Otro aspecto en el cual el artista genera equilibrio y diagonales en esta pintura, es mediante los colores, uno de los mas notorios e importantes en esta escena es la diagonal generada por el amarillo de la tela del vestuario del ángel, con el amarillo del cabello del niño que esta de rodillas en el suelo, utilizando la

división anteriormente realizada de la obra encontramos que el ángel de la tela amarilla se encuentra en la mitad superior derecha, y el niño rubio se localiza en la parte inferior izquierda, generando de esta manera un equilibrio total sin dar un peso drástico a un lugar en específico, sin mantener el mismo tamaño pero si la misma gama de colores. Ahora retomando el concepto de figura fondo en cuanto a las tonalidades de la escena que se mencionaron al principio, podemos darnos cuenta que en esta parte de la obra los colores son expuestos de una forma diferente con un mayor impacto al ojo, en este caso encontramos una predominancia de colores cálidos principalmente en rojos intensos y colores brillantes un tanto mas contrastados que los que se logran ver en el fondo de la pintura, siendo así una separación de figura fondo mediante cálidos y fríos, otro de los aspectos importantes en este punto es el manejo del movimiento, sombras, luces y texturas de las diferentes telas y acciones las cuales generan una sensación de realidad y vida. Esta parte de la pintura al representar el interior de un lugar esta compuesta por algunas tonalidades y sombras mucho mas oscuras que las vistas en el exterior y a su vez los diferentes puntos lumínicos de la misma varían según la entrada de iluminación del lugar donde se encuentran, en este caso la luz cenital llega de la parte izquierda de la imagen, la cual se muestra mas notoria en la piel de San Sebastián debido a que tiene una tez clara y el az de luz genera un mayor impacto en ella dando a su vez un rebote lumínico, esta es una decisión de composición importante, ya que este personaje compensa toda la calidez y oscuridad de la escena con su presencia clara y la ilumina, a la ves se unifica con el niño principal de la pintura e involucra la unidad total de la obra. CONCLUSIóN: Pintura religiosa del renacimiento que nos muestra una acción concreta, cálida, con separación de figura fondo, contrastada que cuenta con una composición y estructura de locación y cromática equilibrada manejando gran variedad de diagonales y mitades generando un dinamismo visual.