Story Transcript
. *■ :
*
+
*
*
# #
*
'-
4
*
t
#
4 #
*
# 4
*
4
*
4 4
4
4 4-
4 4
4
+ '
4
+ #' f '#
#' *
+
4
4 4
* 4 4
*
4
4
4
4
4 4 4
4 4
4
4
4 4
4 4
+
4 THE JOHH CRBI^A^
4
E3©IRA1KX ® CHIC AG Oo
4
4
4
^
****
4
4 4
+
*
+
+
4 4
^
4
" *
^
*• v
^
*
^
f
^
^ ^
4 •#
^
+ '
4 ?-
4 +
^
4 4
4
4
^ +
4
4 , 4 r 4 iT 4 4 4 4 4 4 4 ■,. 4 4
4
4 i • 4 4
4
4
4
*•
4 4
4
4
4
.- 4 4
f
4 4
4
#•'4
4
4
4 4
*
4
4 4
4
#
4
4 4
4
4
4
4
4
4 4
4
4
4
4
4 4 4 4^4 4
+
4 4 4 4 4 4. * 4 4 4
4
4
:#. 'f ^
#■
4
4
#
#
^
4 4
*
*
-' #
* 4
r
+ " +
* #■ # ♦ -f 4^ 4 4 4 4 44 4
4 4
+ ^
* 4
4
4
+'
-* 4
4
4
4
~ 4 •4
4
4 4
*■
4
4
*
4 4
4
* £
;4&
4
4
> #
*
4
#
*
*
*
^
* ^ ^
^ *
^
^ *
-jf f
* #
#
4 *
^ -f
#>
#*
4 ^
^
f ^
4 -#
^
^ ^ ( ^ *f jf- ^ ^ i ^ ^
*■ r
^
EL a'3'o:' XX,
flL (pttEHZflR.
en?" ■mz&M ■PoR 0. P&DPLO
DS LA CER.DA
Capitarj de
tabaKcna
i^gregarlo milif'ar a la embajada DB. SSPAIN^ SN RUSf^
MADRID HADDE^R^ DBD DBP6^DPO DB DA GUBI^A 1904
LAS ARMAS DE fUEGO AL COiEIZAR EL SIGLO XI
LAS
ARMAS
DE
AL COMENZAR
FUEGO
EL SIGLO XX
POR
D. PED^O DE IsA CEI^DA CAPITAN DE CABALLERiA Agregado militar a la embajada de Espana en Rusia.
TALLERES DEL DEP6SLT0 DE LA GUERRA I 9 0 4C
Hecho el depdsito que marca la ley. Todos los derechos reservadoa.
Todos los datos existentes en la obt*a son ofieiales y re* sultado de la aplieaeion de los l^eglamentos en vigoi* en la^ difcrentes naeiones. ^os armamentos son lo§ ultimamente adoptados,
dki &xcmo. Q)\. ^cmen^c ^e/ne'vol
/
,/ . Q/Cioen-w-
cyy c^Zf/iah.)
op
/?
ofo ^oeo ^wc. ^ ^ euanto mwlcdtamtntc. loy, dc. clt&o d udt&y mi jufiido ^^dvuloit. aecjjtc. cita indi^ni^ieantc. olc. mi iYimtviia ^fuxtituci. 500 7 I "V b 0
MINISTERIO DE LA GUERRA. — Seccion de Estado Mayok y Campana.—Excmo. Sr.: En vista de la instancia promovida por el capitan de Caballerla D. Pedro de la Cerda y Lopez Mollinedo, agregado militar a la Embajada de Espana en Rusia, solieitando se le conceda la reeompensa a que se hubiese heeho merecedor por la obra de que es autor titulada Las armas de fuego al comenzar el siglo XX, el Rey (q. D. g.), de aeuerdo con el informe emitido por la Junta Consultiva de Guerra, que a continuacion se inserta, y por resoliicion de 28 de octubre ultimo, ha tenido a bien eoncederle la cruz de l.a clase del Merito Militar con distintivo bianco, pensionada con el diez por ciento del sue!do de su empleo hasta que ascienda al inmediato, como comprendido en el art. 28 del reglamento de recompensas en tiempo de paz. De real orden lo digo a V. E. para su conocimiento y demas efectos. Dios guarde a V. E. muchos anos.—Madrid 8 de noviembre de 1908. —Martitegui. Informe que se cita Junta Consultiva de Guerra.—Excmo. Sr.:-^-Por real orden fecha 17 de abril liltimo, se remitio a informe de esta Junta el expediente de reeompensa a favor del capitan de Caballerla D. Pedro de la Cerda y Lopez Mollinedo, autor de la obra titulada Las armas de fuego al comenzar el siglo XX. — A dicha real orden se unen los siguientes documentos: 1.° Instancia del autor de dicha obra, de la que se acompaha un ejemplar. — 2.° Informe previo emitido por la Seccion de Estado Mayor y Campana del Ministerio del digno cargo de V. E. — 8.° Copia de la hoja de servieic^ del interesado.—En cuatro partes divide el capitan La Cerda su produccibn; comprende la primera, el estudio de las armas portatiles; la segunda, el de la artillerla; la tercera, la vulnerabilidad de las formaciones bajo el fuegp de aquellas armas; y la cuarta, el fuego en el combate y los metodos de educacion e instruccion del soldado; formando tres tomos con 600 paginas impresas y 85 figuras.-—Precede al trabajo un prologo en que el autor manifiesta, que el objeto de la obra es exponer con claridad y concision el estudio del tiro, haciendo ver los efectos del fuego de las armas modernas y la vulnerabilidad de las formaciones; teniendo en cuenta, ademas de las condiciones del arma, la influencia del hombre sobre los efectos del fuego en el combate, y deduciendo principios aplicables a la educacion del soldado y su instruccion en el tiro.—Empieza la primera parte por una ligera reseha historica de las armas port&tiles y sus
VIII IN FORME projectiles, en la que expone los sucesivos progresos realizados desde su origen hasta las modernas armas de repeticion.—Presenta un cuadro que comprende los principales datos balisticos de los fusiles hoy reglamentarios en Alemania, Austria, Italia, Rusia y Franeia, y manifiesta que, diferenciandose muy poco entre si los calibres, el estudio del tiro puede hacerse en con junto y dedueir consecuencias y principios generales de practica aplicacion para todas las armas portdtiles.—Pasa despues a ocuparse de la dispersion del tiro, examinando las causas que la producen; y suponiendo generalmente conocida la forma y proporcion en que se agrupan los impactos con relacibn & su centro, indica el procedimiento elemental para dete.rminar los desvios probables, vertical y horizontal, y resume en una tabla los resultados obtenidos en una serie de experiencias.—Entra en seguida en el estudio del valor aproximado del tiro de tropa, efectuado individual y colectivamente y el de las causas que hacen variar los efectos del f uego; terminando esta primera parte con el analisis de los distintos generos de fuego, y exposicion de los preceptos establecidos en los diferentes reglamentos detiro extranjero,para la ejecucion de los fuegos decombate.—Pre¬ cede al estudio de la segunda parte de la obra, una reseha historica de la artilleria, en la que a grandes rasgos se da idea de sus adelantos en armonia con los progresos de las ciencias; y muy especialmente la quimiea, la mecanica y la metalurgia; circunscribiendose a la artilleria de campaha da noticias del material, hoy reglamentario en las naciones, a que hizo referencia al ocuparse de las armas portatiles; estudia los projectiles y sus efectos formulando conclusiones sobre su adecuado empleo; los sistemas de punteria, determinacion de los elementos iniciales de tiro y metodos seguidos en Franeia y Alemania; y termina ocup&ndose de los fuegos, estableeiendo las disposiciones que deben adoj^tarse para verificarlos con una bateria.—En la tercera parte, dedicada a los efectos de los fuegos de las armas portatiles y la artilleria, expone el metodo de calculo de la vulnerabilidad de la tropa, y hace aplicacion a las distintas formaciones, deduciendo tablas y construyendo graficos que permiten for mar idea del valor relativo de la misma, segun la formacion que adopten y clase de fuego & que esten expuestas.—En la cuarta y tiltima parte hace notar el Sr. La Cerda lo peligroso que es atribuir A la perfeccion de las armas de fuego el exito en el combate, prescindiendo del valor del hombre, primer factor y elemento decisivo en la guerra; y se extiende en acertadas consideraciones de orden fisiologico y moral que evidencian la necesidad de la educacibn del soldado y su instruccion practica en el tiro, metodica, sin fatiga ni menoscabo de su estado fisiologico.—Por lo expuesto, se ve la importancia del trabajo llevado a cabo por el capitan La Cerda.—Es evidonte que toda obra que tienda a la difusion de ese orden de conocimientos; todo esfuerzo laborioso que persiga el fin de hacer llegar a la oficialidad de nuestro Ejercito los adelantos niodernos en ma-
INFORME
IX
teria de armamento, merecen aplausos y el aprecio general.—Del examen de la hoja de servicios del interesado resulta: que esta bien conceptuado; que ha prestado brillantes servicios en la campana de Cuba, por los que se le concedio el empleo de capitan y dos cruces rojas del Merito Militar, una de ellas pensionada; y que se le confirio una eomision del servicio para estudiar en Francia las modificaciones ultimamente introducidas en la organizacion del arma de Caballeria, habiendo asistido al curso espe¬ cial de los tenientes de instruccion en la Escuela de aplicacion de Caballe¬ ria de aquel ejereito, en los ahos 1901 y 1902, y cursandolo con aprovechamiento.—En consideracion & cuanto queda dicho, la Junta opina, que el capitan D. Pedro de la Cerda y Lopez Mollinedo, se ha hecho acreedor por la inteligeneia, laboriosidad y amor al estudio que ha demostrado escribiendo la obra que motiva este informe, a que se le conceda la cruz de primera clase del Merito Militar con distintivo bianco, pensionada con el 10 por 100 del sueldo de su actual empleo, caducando cuando ascienda al inmediato, como comprendido en el art. 23 del vigente reglamento de recompensas en tiempo de paz.—Y. E., como siempre, resolvera lo mds acertado.—Madrid 8 de octubre de 1903.—El General Secretario, Leopoldo Cano.—Rubricado.—V.0 B.0—Barges.—Rubricado.—Hay un sello que dice: «Junta Consultiva de Guerra».
iflmcE Paginas Prologo.
1 Armas portatiles.
Resena historica Armas portatiles reglamentarias
5 8
Propiedades generales de los fuegos. I.—Dispersion II.—Valor aproximado del tiro de la tropa
15 25
Estudio de las causas que hacen variar los efectos del fuego. I.—Influencia de la precision del tiro en los efectos del fuego 33 II.—Influencia de la correccion del tiro en los efectos del fuego 36 III.—Influencia de la tension de las trayectorias en los efectos del fuego. 42 IV.—Influencia de la forma del terreno en los efectos del fuego 45 Fuegos. I.—Diferentes g&ieros de fuego II.—Fuegos de combate
61 6.7 Artillena.
Resefia histdrica
79 Artillena de campana.
Consideraciones generales
91 Material de Artilleria.
I.—Material aleman II.—Material francds HI.—Material austriaco, italiano y ruso
93 99 112
Estudio de los proyectiles. Consideraciones generales I.—Proyectiles de la artilleria de campana
117 120
INDICE
XII
Paginal II.—Efecto de los proyectiles III.—Empleo de los proyectiles Conclusiones
123 . 135 139
Tiro de la Artilleria. Sistemas de punten'a I.—Material alem&n Resumen II.—Material francos Resumen
141 143 147 148 163
Determinacion de los elementos iniciales del tiro. Consideraciones generates I.—Material alem&n. Resumen II.—Material francos Resumen
165 166 169 170 .. 182 Metodos de tiro.
I.—Principios fundamentales. II.—Principios generales Conclusiones
183 186 196
Fuego de la Artilleria. Consideraciones generales Fuego de una bateria Efectos del fuego
. 199 200 208
Yulnerabilidades de las formaciones. I.—Efectos del fuego de las armas portatiles Vulnerabilidad relativa de las diferentes formaciones II.—Efectos del fuego de la Artilleria
213 215 235
Consideraciones sobre el fuego en el combate.—Metodos de educacion y de instruccion. I.—El fuego en el combate 241 II.—Metodos de educacion y de instruccion. 247 Conclusion 251
PROIiOCO
El fuego de todas las annas ha adquirido en nuestros dias una importaneia mucho mayor que en los pasados tiempos, porque se preve que en los combates del porvenir sera un factor importautisimo del exito. Todas las naciones se han impuesto pesadas cargas para dotar a sus ejercitos de armamentos lo mas perfectos posible, y para aumentar y llevar hasta el mas alto grado la instruccion en el tiro. Es preciso que un ofieial sepa en todos los casos obtener del fuego que dirige el maximo de efieacia, asi como tambien tomar en todas las circunstancias las disposiciones necesarias para que la tropa a sus ordenes sufra el menor dano. Esta doble obligacidn, le impone el deber de hacer un estudio detenido y profundo de los efectos del fuego, de sus propiedades esenciales y de las causas de que dependen su eficacia y las condiciones que la hacen variar. De todos los asuntos militares, los referentes al tiro son los que mas apasionan dando lugar & grandes controversias. En Espana, lo mismo que en el extranjero, se ha escrito y se escribe mucho todavia sobre el tiro, pudiendo llenarse imnensas bibliotecas con los numerosos voliimenes publicados sobre este tema, de los cuales la mayoria asustan al que los hojea, tanto por el numero considerable de fdrmulas y de curvas extrahas que contienen, como por la cantidad de palabras y tecnicismos de que estan llenos. Durante un largo periodo, las matematicas han querido por si solas explicar el tiro, y siendo este un elemento principal del campo de batalla, no dudaron, queriendo deducir de sus conclusiones la ciencia de la guerra. En la hermosa epoca de las ecuaciones algebraicas, de las tangentes y cotangentes, etc., las tablas de tiro eran el vade mecum del
2
PROLOGrO
oficial sobre el campo de batalla, creyendo algunos debia dotarselas de una tabla de logaritmos. La balistiea se la eonsideraba como la madre de la tactica, dedueiendo de ella formaeiones nuevas y modes de ocupar tacticamente las posiciones. Despues de las matematicas, que acabaron por ser desechadas no s61o porque sus caleulos eran complicados y no eran accesibles mas que a un corto numero de personas que estaban en condiciones de comprenderlas, sino, sobre todo, porque el buen sen tide las rechazaba, apareee una nueva doctrina, la del Empirismo. Esta consistia en hacer tirar varies grupos en circunstancias lo mas diversas, y a distancias y posiciones diferentes, sobre blancos de tamano y forma variable; dedueiendo del estudio de los resultados obtenidos, las leyes generales de los efectos del fuego. Parece que, operando asi, debian recogerse un con junto de dates susceptibles de dar indicaciones precisas, y de los cuales se podrian sacar conelusiones practicas; y, sin embargo, este sistema resulto una ilusion; semejante procedimiento' puramente experimental fue tambien desechado, y hoy no se emplea por no ser suficiente para dar reglas sobre la direccion del tiro y de las tropas bajo el fuego enemigo. El fuego de la tropa es muy variable, sucediendo con frecuencia que un grupo de tiradores obtiene sobre el mismo bianco y en condi¬ ciones casi identicas, porque la identidad completa jamas existe, re¬ sultados muy distintos. Segun estos, las conelusiones que pudieran sacarse de un numero pequeho de experiencias, podrian presentar tales diferencias y anomalias que nos impedirlan sacar consecuencias generales; siendo preciso, por lo tanto, multiplicar dichas experiencias, lo cual presenta grandes dificultades en la practica, Ademas, las causas que hacen variar los efectos del fuego son tan numerosas, que es punto menos que imposible reprodueirlas en un campo de tiro; siendo, por lo tanto, preciso renunciar a la experiencia directa. Las consideraciones expuestas ban conducido a la adopcidn de un procedimiento que participe a la vez de la experiencia y la teoria. Se acude a la experiencia, para estudiar y analizar las propiedades ge¬ nerales y los caracteres comunes de los diferentes generos de fuegos, y una vez hecho este estudio se deducen de el los metodos para caL cular el valor de los fuegos y la vulnerabilidad de las formaeiones. Los resultados obtenidos en numerosas experiencias, han justiticado plenamente este procedimiento. Respecto de la artilleria, el shtema que se sigue es el mismo:
PROLOGO
3
analizar y estudiar experimentalmente las propiedades generales de cada proyectil, sus efectos y las causas que los hacen variar; deduciendose de aqui el valor de eada uno y uso que de ellos deba haeerse^ as! eomo tambien la vulnerabilidad de las distintas formaeiones. Del conjunto de.esfcas experiencias se podra deducir el valor de los diferentes fuegos de la artilleria, y los procedimientos y metodos de tiro apropiados para conseguir el maximum de resultados en eada easo. Hay quien dice, que con este metodo no se obtienen mas que el valor del fuego y la vulnerabilidad de las formaeiones sobre los campos de tiro y de maniobras, no pudiendo deducirse de ellas ninguna indicacion verdadera sobre los resultados probables del tiro en la guerra. Otros, al contrario, dan a los resultados asi obtenidos un gran valor, asegurando que en el campo de batalla los efectos del fuego seran los mismos obtenidos en los campos de tiro, reducidos en una cierta proporcion. Ambas opiniones son exageradas: no existe ninguna relacibn eonocida entre los resultados de un mismo tiro ejecutado en el poligono y en el campo de batalla; todo lo que puede decirse es que estos dltimos seran a lo sumo iguales y generalmente inferiores a los de un campo de tiro, sin que pueda decirse en que proporcion se verifiea esta disminucion de efectos. Sin embargo, es logico suponer que tiros que en el poligono estan en la relaeion 2 a 3, den sobre el campo de batalla efectos que esten en la misma relaeion 6 una que a ella, se aproxime; y que una formacibn reconocida como mas vulnerable en¬ tre otras, en el tiro de poligono, en el combate y expuesta al mismo fuego perdera siempre mas hombres. Estos valores de relaeion son los linicos susceptibles de una aplicacion practica, y seran los que estudiemos. El tiro, no se sabe por que, ha sido siempre estudiado bajo un solo aspecto; el arma. Ahora bien, el tiro no es otra cosa que la accion de tirar, 6 sea la resultante de la accion de dos elementos: el arma y el hombre que la maneja. El conocimiento de este segundo elemento y el analisis de su influeneia en el acto de tirar, debe logicamente imponerse con la mis¬ ma fuerza que el estudio del arma. El hombre, la materia viva, es por su naturaleza un factor eminentemente variable, y su estudio se impone tanto 6 mas que el del armamento. La fatiga, el estado moral, el grado de diseiplina, la sangre fria de los jefes y soldados, y tantos otros factores morales
4
pr6logo
que jamas podran tomarse por complete en cuenta y que dominan y subyugan al hombre, tienen una influencia tal, que en la guerra haran variar los resultados del tiro, desde los m&ximos obtenidos en el poligono, hasta reducirlos en algunos casos a cero. Vamos a tratar de llenar en lo posible este vaclo, estudiando la influencia del hombre sobre los efectos del fuego en el combate. De las conclusiones que resulten de este estudio, se podran deducir al¬ gunos principios aplieables a la educacion del soldado y a la instruccion del tiro. El fin que perseguimos es exponer clara y concisamente un estudio del tiro, hasta el presente tan imperfectamente conocido, haciendo ver los efectos del fuego de las armas modernas, su valor y la vulnerabilidad de las distintas formaciones. Me he esforzado en presentarlo en una forma clara y desembarazada de grandes ealculos, con el fin de hacer su lectura facil y al alcance de todos. Para la exposicion se dividira mi trabajo en la forma siguiente: PRIMERA PARTE Armas portatiles.—BeseHa histdrica.—Datos sobre los armamentos en nso en las distintas naciones.—Propiedades generates de losfuegos. —Causa# que hacen variar los efectos del fuego.—Diferentes generos de fuegos. SEGUNDA PARTE Artillena de campana.^—Pesena histdrica.—Material de la artilleria de campana.—Estudio de los proyectiles.— Tiro dela artilleria.— Fuego de la artilleria. TERCERA PARTE Vulnerabilidades de las formaciones bajo el fuego de las armas por¬ tatiles y de la artilleria. CUARTA PARTE El fuego en el combate.—Metodos de educacion y de instruction. CONCLUSION
ARmAS
PORTATILiES
RESENA HISTORICA Las armas portatiles de fuego aparecen en el segundo tereio del siglo xiv. La primeta de esta clase estaba formada per un tube de hierro y una reeamava abierta por uno de sus extremes. El primero tenlapor objeto dar direecidn a la bala; y la segunda servia de alojamiento a esta y a la carga de proyeceion; el conjunto estaba muy toscamente eonstruido, pero presentaba bastante solidez. Posteriormente se unieron ambas partes, recamara y candn, con el fin de evitar el escape de gases, quedando reducida el arma a un tube de hierro cerrado por uno de sus extremes. Hacia mediados del siglo xv aparece un arma mas perfeccionada, a la que se did el nombre de espingarda, y fue la usada en el resto del siglo. Sucesivamente fueron apareciendo distintas modificaciones en estas armas; pero todas adoledan del mismo defecto, el de no poder dispararse mas que valiendose de la mecha de mano. La Have de serpentina, que aparecid a principios del siglo xvi, hizo desaparecer este inconveniente; consistia en una pequeha serpiente en cuya boca se colocaba la mecha, y a la cual un disparador y un muelle hacfan acercarse al cebo para dar fuego. Estas Haves fueron sucesivamente reformandose, pero todas presentaban grandes defectos, que trataron de evitarse adoptando las Haves depedernal) tenian estas la gran ventaja de dar fuego por medio de la chispa resultante del choque de su pedernal con un eslabdn colocado en el arma. En esta epoca aparece la bayoneta, imperfecta y casi imitil en sus comienzos, porque alojandose su mango en la boca del canon impedfa hacer fuego con ella colocada. A fines del siglo, Machay inventd la bayoneta de cubo, que evita este inconveniente.
6
LAS ARMAS DE FUEGO
La Have de pedernal fue substituida por la chimenea, en donde se alojaba el fulminante que servia para dar fnego. A principios del siglo xix, el armamento de todos los ejercitos lo eonstitman fusiles lisos de avanearga, que empleaban eomo proyeetil la bala esferica. En 1850 hace su aparicion el fusil Minie. Las positivas ventajas que presentaba fueron causa de la desaparicion de todos los modelos anteriores; el rayado y la bala expansiva marcan un gran progreso. La bala expansiva cilindroconica de Minie, tenla en el culote un rebajo troncoconico en el que se alojaba un sombrerete de hierro. La expansion de los gases de la carga producia una fuerte comprensibn en el sombrerete, que al penetrar en su alojamiento bacia que la bala se ensanchase, ajustandose a las rayas y tomando un movimiento de rotacidn. Todos los ejercitos adoptaron este fusil, aunque con bastantes modificaciones, entre ellas la reduccion del calibre, que no excedio de 15 millmetros. En Espaila fue reglamentaria la carabina Minie el ailo 1857, y dos anos despues se adopto el fusil Minie de 14mm;5 y bala de 32 gramos. Armas de retrocarga.*—En 1860 aparece en Prusia el Dreyse, pri¬ mer fusil de retrocarga. Grandes fueron las ventajas que con el nuevo invento se obtuvieron: mayor ajuste del proyectil y, por lo tanto, mayor forzamiento y precision en el tiro, aumento de alcance y mas rapidez en el tiro. El calibre era de 13mm,50 y bala de 31 gramos. Muchos fueron los fusiles que bajo los mismos principios se construyeron, entre otros el Chassepot, reglamentario en Francia, y el Berdan, que fue reglamentario en Espaila hasta la aparicion del Reming¬ ton, anna que aventajd a todas las de su epoca por su ligereza, solidez y condiciones balisticas; fue reformado en 1889 por los artilleros Freire y Brull. Armas de repeticion.—La aspiracion constante de aumentar la ra¬ pidez en el tiro, fue causa de la aparicion de muy variados modelos de armas repetidoras; sin embargo, ninguna poseia por completo las condiciones que debe reunir un arma de guerra. El fusil Lebel, resultado de estudios profundos, que aparecio en Francia en 1886, puede considerarse como la primera de aquellas que satisfacia a dichas condiciones. Profunda sensacion produjo en todas las naciones, que desistieron de transformar sus fusiles en armas dedeposito. Alemania adopto en
AL COMENZAR EL SIGLO XX
7
1888 el fusil Mauser de 7mm,9, y Austria el mismo ano el Mannlieher de 8 millmetros. En Espana se adopto el Mauser de 7 milimetros en 1893. Con estas armas el niimero de disparos aumenta eonsiderablemente^ teniendo por lo tanto que aumentar tambien la dotacion del soldado, lo que se consigue gracias a la disminucion de peso del cartucho por la reduecion del calibre; estos oscilan entre 8 milimetros y 6mm,5. Los grandes progresos realizados en las armas de fuego en la segunda mitad del siglo xix; tienen como causa principal los efectuados por la industria; que se analizaran al hacer la Resena historica de la artilleria. Para terminar examinaremos ligeramente los proyectiles modernos. Froyectiles.—La longitud de las balas era dos veces, a dos y media veces, el calibre del fusil; las modernas tienen, por lo menos, cuatro calibres de longitud. Los proyeetiles antiguos eran de plomo; los modernos estan formados de dos partes distintas: el mieleo de plomo, y la cubierta, envuelta 6 camisa, de diversos metales mas resistentes que aquel, por cuya proteccion se les denomina blindados 6 acorazados. El plomo empleado no es el ordinario del comercio, es una aleacion de este metal y de antimonio, que se denomina plomo endurecido. Las razones que para su uso existen son su gran densidad y reducido precio, que hacen no sea facil substituirlo por otro metal aunque sea mas duro, mas denso y menos fusible, como le sucede al tungteno, que presenta en cambio el gran inconveniente de su mayor precio; y lo mismo se puede decir del cobre, niquel y acero. Si el proyectil fuera solo de plomo, resultaria que a causa de las grandes presiones desarrolladas por las polvoras modernas, sobrevendria rapidamente el emplomado de los cafiones; la bala se deformaria con gran facilidad, la fuerza de penetracion no serla tan extraordinaria y el alcance menor; de aqui que el blindaje de los proyeetiles se imponga como una necesidad. Para este blindaje se emplean metales duros y poco fusibles, como el acero, el cobre, niquel y la aleacion 6 pasta Maillechort. Todas las corazas tienen un defecto comun, y es la facilidad con que se separan del mieleo por no formar cuerpo con el. Para salvar este inconveniente, ha propuesto Loreur interponer una capa de estafio que determinaria una union intima entre la camisa y el mieleo. El cobre es el peor de los metales empleados para camisas, pues
8
LAS ARMAS DE FUEGO
se desgarra con gran faeilidad, y al menor choque se separa del proyectil; lo mismo sucede con el niquel. Se cree que una aleaci6n de bronce 6 niquel seria lo mejor para las corazas. La pasta Maillechort es una aleacion de ochenta partes de niquel con veinte de cobre; las camisas fabricadas con esta tienen la yentaja de no desgastar el rayado del canon, pero en cambio a una distancia de 200 metros, en el 10 por 100 de las balas, se separa lacubierta del nucleo al experimentar el mas ligero choque. Las camisas de acero son las mas resistentes y atraviesan los obstaculos sin deformarse, pero tienen el inconveniente de gastar muy pronto el interior" del arma; este se anula mucho, cubriendo lasuperlicie del proyectil con grasas 6 con una pelicula de pasta Maillechort 6 niquel. Se debe tener muy en cuenta que la coraza debe ser completa, pues de lo contrario se transformanan los proyectiles en balas de efectos dinamicos complejos y de resultados traumaticos muy graves. A pesar de ser esto humanitario, se yen de dia en dla aumentar las referidas balas, como la celebre Bun-Dim usada en Inglaterra, cuya camisa s61o cubre los dos tercios posteriores y queda sin cubrir la ojiva, que al chocar se deforma y produce trastornos grandlsimos. Despues completaron la coraza,. pero dejaron hueco el tercio anterior del proyectil, y si grandes eran los destrozos de la bala Bun-Bun, no le van en zaga los de este nuevo producto de la imaginacion britanica. Recientemente ban hecho proyectiles Lee-Metford con camisas Maillechort, dispuestas, a partir dela ojiva hastael culote, en tiritas de un milhnetro de ancho; en el momento del disparo, al chocar el proyectil en el bianco, se abren las varillas como las de un paraguas y producen heridas espantosas. En las balas inglesas del mayor Reuthon, la cubierta es de niquel y encierra un nucleo de plomo dividido en dos fragmentos longitudinales, adosados perfectamente, pero sin adherencia; al chocar se rompe la cubierta que, unida a los dos segmentos, forma nuevos pro¬ yectiles. ARMAS PORTATILES REGLAMENTARIAS Las annas portatiles de fuego reglamentarias en los principales ejercitos, tienen muy pocas diferencias, como lo demuestra el examen de los datos balisticos y tablas de tiro que exponemos a continuacibn.
AL COMENZAR EL SIGLO XX
9
Esto nos facilita y abrevia su estudio,, que podemos haeerlo en conjunto porque los resultados particulares variarian muy poeo, pudiendo decir que las consecuencias y principios generales que establezcamos son de absoluta aplicacion practica. Hemos preferido a un examen somero de los armamentos, establecer los cuadros siguientes, que nos permiten mas facil y rapidamente compararlos y convencernos de su casi identidad. Todos son de repeticidn y el sistema de cierre de cerrojo.
LAS ARMAS DE FUEGQ
10
DATOS
SISTEMA
DE PbSITO
7. P-s 2,3 ►drDO OQ.CD
Alemania. Mannlieher...
m etros
metros kilogr-
Izquierda aj 1,245 dere ha o -(e0nStante..
3,80
Idem id
( 0,25 j [ 1,270 (constante..)
3,75'
Idem id.
0,20 • 1,290 progresivo.
id., lamina-car- . 7,62 91 Idem gador ....$
Idem id.
0,24 ' constante
tubular de86 Almacen bajo del caiidn i
,24 ) Derechaaiz-( 0,24 { 1,300 quierda.... Jcoristante ;ante..»
Cajou del mecanismo, cargador
7,9
Austria.... Mannlicber... 95 Idem id., id., Italia .
Para vieino- 91 Idem id., id . Carcano ...
Rusia..
Mossine..
Francia.. J Lebel
tr"o B *2. Bpi
SENTIDO DEL RAYADO
m/m.
B
6,5
I \ Las cargas son ^ j |
1,290
Alemania. Austria... Italia. ... Rusia Francia..
11
AL COMENZAR EL SIGLO XX
STICOS til Longitud del proyeccho Longitud del cartuPeso de la bala
Peso de la carga
SISTEMA DEL ALZA
PROYECTIL
m/m. m/m. grs. grs. grs.
mos 00 ^
Peso del cartucho ...
Alcance ma.ximo
0S0 la oneta
GRADUACldN DEL ALZA
Co 0 0 01. &So §' o* £ rats. metros
• iCorredera y con la¬ 250 metros a 2.050.... 620 3.800 i Plomo y acero niquel.. 30,5 82,5 14,6 2,75 27,5 mina
00 Plomo y acero graissd. 31,8 75,7 15,8 2,80 28,8 Corredera. lillo..
300 pasos d 2.600....( 630 3.900 625 metros a 2.250.
00 c
300 metros a 2.000.... 700 4.000
Plomo y Maillechort... 30,2 76
10,5 1,95 22 Circular
0)0 1 jldem id tneta.1
30,5 76,7 13,7 2,20 25,8 Escalones y corredera
|400 pasos a 2.700....j 615 3.057 1 284 metros a 1.717....! 1
00 jldem id da... 1
30,5 75
2,70 29,7 Idem id
250 metros d 2.000.... 620 3.900
t-chen-pulver (desconocida). -celulosa. tita. '-celulosa. >ra B F (desconocida).
15
m < H 160,443 217,674
67,084 84,367 103,802
66,048
83,762
103,518
63,42
79,59
97,64
67,302
83,846
101,481
65,173
82,624
102,902
1.800
2.000
1.600
52,912
51,815
49,13
53,123
50,319
1.400
39,587
38,441
36,72
41,268
37,836
1.200
28,765
27,690
26,19
30,422
27,495
1.000
19,794
19,120
17,54
21,202
18,921
800
12,553
11,977
13,578
10,77
11,885
600
128,919
95,412
68,238
46,713
31,221
18,803
9,461
6,921
6,386
400
6,521
3,193
6,83
2,524
200
7,522
2,777
2,630
Alemdn 1888
Mannlicher
185,145
150,839
120,507
93,623
70,010
50,142
33,669
20,505
10,563
3,756
194,63
154,56
120,72
92,37
67,75
47,47
30,70
17,71
10,09
2,95
Mannlicher ParavicinoCarcano Austriaco 1895 1891
210,014
162,347
129,714
95,980
69,427
47,850
31,983
19,041
9,503
206,426
164,227
131,417
97,169
70,725
49,381
32,343
19,249
9,736
3,440
1886 3,218
Lebel
ANGULOS DE CAIDA TANGENTE, MILlMETROS
r-l OsCO
2,67
1886
Lebel
1891
Mossine
LlI D 0)a "MEW |1 I
3,006
Mannlicher ParavicinoCarcano Austriaco 1891 1895
l-
Alemdn 1888
Mannlicher
CO <
ANGULOS DE PROYECCION TANGENTE, MILlMETROS
o q:
DISTANCIAS
1
12 LAS ARMAS DE FUEGO
200 400 600 800 1.000 1.200 1.400 1.600 1.800 2.000
1 1
!
0,33 0,77 1,29 1,93 *2,66 3,45 4,32 5,26 6,28 7,40
j
Tf,CO t-O0 CO^ rH OSCO iOto ^ CO CO O c? r-T r-T Medias. f Grandes. 600) 1.200) 2.000'
El examen de las cifras del anterior euadro nos demuestra que tedrieamente la dispersidn horizontal no es absolutamente siinetriea;
24
LAS ARMAS DE FUEGO
y que la parte situada mas lejos de C es mas prolunda que la parte situada entre el tirador y C. Vemos tambien que las bandas conteniendo el 25, 16, 7 y 2 por 100 de los impaetos, y que tenian alturas iguales a un desvio proba¬ ble vertical en la dispersion vertical, tienen profundidades desiguales en la horizontal. A partir de C, la profundidad de estas bandas va disminuyendo para la porcion situada mas alia de este punto, y aumentando en la porcidn situada mas aca. < Estas diferencias provienen de que las trayectorias que se toman para recoger una dispersion no son paralelas, sino que existe una diferencia apreciable en la tensidn de las trayectorias extremas, y que los angulos de caida aumentan progresivamente con la distancia. Es precise tener presente, que en el estudio de un hecho experi¬ mental tan poco preciso y tan variable como el tiro de la tropa, no se necesitan medidas de una precision matematica; antes al contrario, conviene ver las cosas ampliamente para deducir consecuencias y aplicaciones practicas. Examinando el cuadro en este sentido, se reconoce que a mas de 600 metros a las medias y grandes distancias, en donde el estudio de los tiros colectivos es mas necesario para el empleo razonado de los diversos generos de fuego y de las distintas formaciones, las dife¬ rencias que existen son en realidad de pequena importancia, y que estas diferencias, desde luego poco importantes, son cada vez mas pequefias & medida que crecen las distancias. Podemos decir, pr&ctieamente, que a las medias y grandes dis¬ tancias la dispersibn horizontal es sensiblemente simetrica, y que tiene una profundidad igual a ocho veces el desvio probable en longitud 6 alcance; que a partir de C, centro de impaetos, las bandas contiguas de una profundidad uniforme de un desvio probable en al¬ cance, cada una contiene el 25, 16, 7 y 2 por 100 del total de im¬ paetos que componen la dispersion. Practicamente, a mas de 600 me¬ tres, rigen las mismas leyes para la dispersion horizontal que para la vertical. Podemos admitir que la profundidad de las dispersiones produeidas por una tropa de instruccion media es sensiblemente eonstante de 800 a 2.000 metros, y que tiene de 400 a 500 metros de profundidad.
25
AL COMENZAR EL SIGLO XX II. —VALOR APROXIMADO DEL TIRO DE LA TROPA
Valor aproximado del tiro de la tropa.—Todos los datos que exponemos son los mas practicos y probables; son los valores medios de tiros efectnados por nna tropa de mediana instruceion, con los annamen tos en uso en los principales ejercitos, en condiciones ordinarias y sin otro apoyo el fusil que los brazos del hombre. Estudiaremos: 1.° Tiros individuales. 2.° Tiros colectivos. Tiros individuales.—En el tiro individual tenemos dos casos: 1.° Tiro individual de ejercicio 6 de pollgono, en el cual el hom¬ bre tira con su fusil haciendo todas las correcciones necesarias en la punteria, segun su arma y su manera de tomar la linea de mira. 2.° El tiro individual de combate, en el que el hombre apunta al pie del bianco, como esta prescripto en todos los reglamentos. Descartando las anomallas, un grupo de 24 tiradores de instruccidn media y en las condiciones expuestas, ha obtenido los resultados siguientes en los dos tiros: DESVIOS PROBABLES DEL TIRO INDIVIDUAL TIRO DE POLfGONO DE EJERCICIO b DO* lo pDO 100 200 300 400 500 600
Tiro de pie
ms. » » » » »
Tiro de rodillas
V
H
12 cms. 26 » 42 » 60 » 80 » 102 »
10 cms. 21 » 33 » 46 » 60 » 75 »
V
H
8 cms. 9 cms. 18 > 10 » 30 » 30 » 44 » 42 » 60 » 55 *» 78 » 69 »
Medio de las tres posiciones
Tiro acostado H
V 10 cms. 20 > 31 » 43 » 56 » 70 »
9 18 28 39 51 64
cms. » » • > » »
13 26 41 58 77 08
» » » » » >
V
H
10 cms. 21 » 34 » 49 » 65 » 84 »
9 cms. 19 » 30 42 » 55 » 70 »
15 31 48 66 85 105
13 26 41 58 77 98
TIRO DE COMBATE 100 200 300 400 500 600
» 17 » 35 » 54 » 74 . » 05 » 117
» 13 » 27 » 43 » 61 » ' 81 » 103
» » » » » »
14 28 43 50 76 05
» » » » » »
12 » 24 » 38 * » 54 » 72 » 92 »
14 30 47 65 84 104
» » » » » *
» » 2> » » »
> » » » » »
Tiros ejecutados por 24 tiradores: 11 de l.a3 12 de 2.a y 1 de 3.a; 10 tiros cada hombre.
26
LAS AEMAS DE FUEGO Tiros colectivos.—Los tiros colectivos son ejecutados por grapos » !I I
Tin* itidindual dc cjavicic Fig. 6.a de cincuenta hombres, en traje de eampana, con mochila y todo el peso correspondiente en la guerra.
Titv individual de cctnbale Fig. 7.a Se ban obtenido los resultados siguientes:
AL COMENZAB EL SIGLO XX
27
DESVfOS PROBABLES DE LOS FUEGOS COLECTIVOS Fuego por descargas. Bistancias. V 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000
H
Fuego a voluntad 6 discreeion. V
H
Valor medio. V
H
19 cms. 13 cms. 19 cms. 15 cms. 19 cms. 11 cms. ms. 27 » 39 » 39 » 32 » 22 » 39 » » 42 » 60 » 60 » 50 » 60 » 34 ^ > 58 » 82 » 81 » 69 » 83 » 48 » » 106 » 76 » 104 » 89 » 64 » '108 » » 96 » 132 » 129 » 111 » 135 » 82 » » 119 » 161 » 103 » 157 » 165 » 135 » » 144 » 194 » 189 » 161 »' 127 » 199 » » 171 » 232 » 226 » 189 » 154 » 238 » » 202 » 276 » 219 » 269 » 185 » 283 » » 235 » 327 » 319 » 251 » 220 » 335 » » 386 » 273 » 377 » 395 » 260 » 286 » » 454 » 315 » 306 » 444 » 324 » » . 464 » 531 5> 362 » 519 » 366 » 359 » 543 » » 618 » 416 » 420 » 603 * ? 413 » 633 » » 715 » 477 » 734 » 489 • » 696 » 466 » » 822 » 547 » 567 » 527 » 846 » 798 » » 626 » 940 » 911 » 654 » 598 » 969 » » 715 » 1070 ^ 681 » 750 » 1037 » » 1103 » 1212 » 816 » 855 » 1176 s 778 » » 1248 » •
Grupo de 50 tiradores: 23 de l.a3 25 de 2.aj y 2 de 3.a Examinando los cuadros anteriores y los graficos, vemos que las dimensiones de la dispersion vertical aumentan con la distaneia, y mds deprisa que ella. Se observa tambien que dichas dimensiones en la dispersidn ver¬ tical son un poco may ores en altura que anchura. Composicion y descomposicion de los desvios.—Lo primero que se observa cuando se examinan los datos precedentes, es la dispersion considerable a que da lugar el tiro de la tropa en general, y en par¬ ticular los tiros colectivos; vamos a ver- si es posible reducir esta dis¬ persion, y como podremos llegar & este resultado. Es preciso analizar y buscar la influencia que hay que atribuir a cada una de las causas que, combinadas, producen la dispersion. Una vez establecida la importancia relativa de cada una de estas cau¬ sas, podremos buscar la manera de atenuar sus efectos para disminuir la dispersibn total. En todo sistema de medidas sometido a la influencia de diversas causas de error, obrando tanto en uno como en otro sentido, el cua-
28
LAS ABM AS DE FUEGO
drado del error produeido por la combinacion de las diferentes causas es igual a la suma de los euadrados de los errores que producirlan obrando aisladamente; podemos decir que el euadrado del error resul-
Fig. 8.a Una agrupacidn de impactos puede asimilarse a un sistema de medidas, y podemos admitir que la eombinaeitfn de las diferentes causas de la dispersidn se verifica segdn las mismas leyes, y; por lo tanto; el desvio resultante sera igual a la raiz cuadrada de la suma de los euadrados de los desvios eomponentes. La experiencia prueba que, en efeeto, es asi. Este prineipio gene¬ ral de composicidn de los desvios, permite aislar eada una de las causas de la dispersidn en una clase de tiro dada, y determinar la influencia que se puede atribuir a eada una de ellas. Haciendo uso del prineipio establecido, podemos valorar los des¬ vios imputables a defectos de eonstruecion del arma y las municiones, y los que tienen sir origen en la torpeza y falta de instruecidn del tirador, y se obtiene el cuadro siguiente:
29
AL COMENZAR EL SiaLO XX
Tiros colectivos
nes Dimensio-
hombre en pie de la silueta de un Resultados probables
un metro cuadrado. sobre un bianco de Resultados probables
TROPA DE instrucci6n media, TENIENDO :
Tiro individual Dispersion Tiro individual de . de de poiigono 12 balas combate V.
H.
V.
H.
metro
cm.
cm.
cm.
cm.
]
V.
H.
cm.
cm.
Armamento e instrueei6n 21 ordinaria Armamento doble mejor, eonstrmdo. Instruccion j 20,2 ordinaria Armamento actual. Ins- 11,5 truccidn doble
19
1 "3 ! I? > 31 ' 0,95 1
18,2 E CRCnPRflR
CONSIDERACIONES GENERALES Las armas portatiles de fuego reglamentarias en los principales ejercitos, se ha visto que se diferencian muy poco, pudiendo decirse que su valor es el mismo; en este coneepto se ha hecho un estudio de eonjunto de todas ellas; que nos ha dado a conoeer los efectos de su fuego en todos los easos que pueden presentarse. Respeeto de artillerla no puede establecerse lo mismo. Las artillerias actualmente reglamentarias son muy variadas, y sus efectos muy distintos, y habrfa necesidad de examinarlas y estudiarlas aisladamente para conocerlas; lo que ademas de exigir una gran extensiR RUEGO
La divisi6n del centre esta pintada de rojo, y marca 100, eorrespondiendo d la division 100 del tambor. La graduaeion debe leerse en el sentido del movimiento de las
Anieojo debaleruu Fig. 66.
189$
agujas de un reloj. La graduacidn correspondiente al case de la figura, se leera: platillo 2, tambor 60. Come cada una de las pequeflas divisiones vale 10 mil^simas, se pueden generalmente apreciar kasta 5 milesimas.
AL COMENZAB EL SIGLO XX
169
Coloeando el tripode que soporta el anteojo, en el lugar elegido, se precede primero a la punterla en altura, para lo cual se hace gi-
Flsta do conjimlo deLplalillo delanledjo de punlert 'ruv Fig. 67. rar el anteojo en su abrazadera hasta que los trazos de la divisidn del micrdmetro (Fig. 69) esten verticales; se hace luego girar el an¬ teojo alrededor del eje de rotacion de la abrazadera, hasta que el objetivo a que se apunta se proyecte sobre la extremidad inferior de una de dichas divisiones. Para la punterla del anteojo en direccidn, se hace girar el anteo¬ jo sobre su pivote vertical hasta que el objetivo de punterla se pro¬ yecte sobre el gran trazo vertical del micrdmetro. Medida del angulo entre dos puntos. —Puede medirse: 1.° Con el micrdmetro.—Se apunta el anteojo al objetivo. Cada una de las divisiones del micrdmetro vale una milesima, bastando, por lo tanto, leer el numero de divisiones comprendidas entre los.dos pun¬ tos que marcan el dngulo que se quiere medir. 2.° Con la graduacion del platillo.—El micrdmetro sdlo permite apreciar los dngulos inferiores d 60 mildsimas; cuando se quiere me¬ dir un frente considerable, se recurre a la graduacidn del platillo, operando como sigue. Se dirige el anteojo a uno de los puntos considerados, y se coloca
160
LAS ABM AS DE FUEQO
el Indice del indicador movil sobre una de las divisiones eorrespondientes & tambor cero; se dirige en seguida una visual al otro punto y se lee sobre el platillo la graduaei6n que marque el Indice, y se tendra la distancia que separa los dos puntos. Debido a la disposicidn espe¬ cial de las graduaciones del plati¬ llo cuando desde el emplazamiento de una pieza se ha determinado el angulo formado por el objetivo que esta pieza quiere batir y el bianco de punteria marcado, se puede leer inmediatamente la deriva correspondiente. Para esto, se coloca, cuando el anteojo esta dirigido al objetivo, el indice del indicador del platillo enfrente de la divisidn, platillo cero, tambor 100; si se dirige en seguida el anteojo al objetivo de punteria, el indice del indicador nos dara la deriva correspondiente. Medida del angulo de situacion. —Para medir este dngulo, se colo¬ ca el anteojo en la direccion deseada, cuidando antes de que los
Micromelro delanleojo debaleria Fig. 68.
Fig. 69.
tazos del micrdmetro queden horizontales, para lo cual se hace girar 1 anteojo en su abrazadera. Se coloca en seguida la burbuja del niel entre sus referencias, haciendo girar el anteojo sobre la charnela lorizontal.
AL COMEtfZAR EL SlGLO
161
Hecho esto, se lee la divisi6n del mierdmetro sobre la que se proyecta el objetivo. Esta divisidn da^ en milesimas, el valor del angulo de situacidn. Si el objetivo se proyecta encima del gran trazo horizontal, el an¬ gulo es positive; si debajo, negative. Beferir la altura-tipo. —La altura-tipo se aprecia validndose de los trazos que ocupan el medio campo superior del anteojo. Cuando el anteojo estd apuntado, el trazo horizontal AB, del micrdmetro, esta situado & una altura-tipo sobre el objetivo, y el trazo horizontal CD a dos alturas-tipo. Durante las marchas y lejos del enemigo, el anteojo se lleva en un cofre especial del carro de bateria. Hay dos anteojos per bateria. • Prdximos al enemigo (fig. 70), el anteojo es llevado por el hombre encargado de su manejo.
Fig. 70. Eegleta de direction. (Fig. 71)—La regleta de direccidn es una lamina alargada, de madera; que lleva una graduacion cuyo intervale niJ 1 1 • • PL • • 1 i i 1 i _l 1 i i i i i i i—i i i i 1i i I-N Z>7 Ji? /) 0 PL 2 50 Ibo iio ViI m ufl "Q ' ' 'o%n' • ' -dhJ Blanco a la izquierda La& graxluadonej del Plalilh) 2 y del PlaUUo />} estan pintados de rojo ^
g a1
• gi • - • • QI
♦ -^Tl
Blanco a la derecha Reylxis de- direxxibw Fig. 71. corresponde a un dngulo de 10 milesimas, cuando esta colocada a 0m,50 del ojo. n
J62
LAS ABMAS DE FUEGO
Un cordon de seda terminado en un botdn, que se abroeha en el ojal superior de la guerrera, asegura esta distancia en la posicidn ruilitar. La regleta esta destinada a medir las distancias angulares. Lleva inscripciones que permiten traducir estas distancias en divisiones del tambor y platillo. Determinar la deriva de un cafton con relacion a un objetivo de punteria.—Se coloca el hombre en el emplazamiento que debe ocupar el caiidn, y si este esta en bateria se coloca detras del aparato de punteria. Consideramos los dos casos siguientes: 1.° El objetivo real esta a la izquierda del objetivo de punteria .(Fig. 72). Se coloca la regleta de manera que nos de frente, la cara
Objetivo ' r VJ T"r nr^- •"yp- • Blanco & Fig. 72. que lleva la palabra objetivo en su extremo izquierdo, agarrdndola con la mano derecha y colocdndola a la altura de la vista. Se coloca sobre la vertical del objetivo que se quiere batir, la divisidn 100, que se encuentra encima de la palabra bianco, desplazando luego el pulgar de la mano derecha hasta que el borde de su ufia estd sobre la vertical del objetivo de punteria. Se lee la graduacibn de la regleta, y estos seran los elementos que determinan la de¬ riva, y, por lo tanto, la direccidn del cation, b sean las graduaciones del tambor y platillo. 2.° El objetivo real esta a la derecha del objetivo de punteria (Fig. 73). Se coloca la regleta en forma que nos presente la palabra
Fig. 73,
AL COMENZAR EL SIGLO XX
163
bianco en su extreme dereeho, agarrandola con la mano izquierda y colocandola £ la altura de la vista. Se coloca sobre la vertical del objetivo la division 100, corriendo luego la mano izquierda como en el caso anterior. Se leen y se enumeran los elementos que definen la direccion del cafion. Medir la distancia angular entre dos puntos. (Fig. 74).—Para medir el frente de un objetivo, 6 la distancia angular entre dos pun¬ tos, se toma como punto origen de las medidas angulares el punto de la izquierda 6 de la derecha, segiin que la regleta este colocada en la posicidn objetivo a la izquier¬ da 6 en la posicion objetivo a la derecha. En los dos casos, la divi¬ sion 100 se coloca sobre la vertical del punto tornado como origen, y la ufia del pulgar sobre la vertical del otro punto 6 de la otra extremidad del objetivo. La graduacion que hay que leer en este caso, es la que se encuentra en medio de la regleta y proxima al borde horizontal infe¬ rior. Para hacer la lectura conviene volver la mufieca, con el fin de ver, sobre la graduacion, las divisiones en orden ascendente. RESUMEN Examinado lo expuesto, se ve que los aparatos nos dan uua gran precisidn en su empleo. El montaje especial del can6n nos facilita notablemente la punterfa en todas direcciones, dando una gran rapidez al tiro. El fuego siempre se ejecuta abatiendo el freno, e inmovilizando, por consiguiente, el montaje. Por excepcidn, y contra un objetivo que se desplaza rapidamente, se hace fuego sin abatir aquel. Una vez hecho el abatimiento, el primer disparo se hace sin tomar asiento los sirvientes, colocdndose estos fuera de la direccibn de las ruedas. Sentada la pieza y enterrada la reja, despues del primer disparo toman asiento los sirvientes. La punterla no se interrumpe durante la carga. La punteria sobre un objetivo de punteria tiene inmensas venta-
104
LAS ARMAS DE FT7EGO
jas; porque puede escogerse un punto perfectamente determinado. El apuntador no tiene otra obligacion quo bacer pasar siempre la Hnea do mira por este objetivo, sin preocuparse para nada del fuego. La pieza so refiere siempre sobre un punto saliente del terreno, situado lo m&s lejos posible, lo quo nos proporciona gran exaetitud. El piano de tiro y el piano del eje de la pieza coinciden en todas las posiciones; debido & esto, la punteria en direecion no varia nunca en el eurso del fuego. Las ligeras eorreeciones que hay que haeer en la punteria en altura, en el fuego, se haeen observando el nivel, cuidando que la burbuja est£ siempre entre sus referencias. Por excepcibn, en el tiro contra un objetivo en movimiento, se apunta directamente sobre el, sin referir la pieza. El alza independiente constituye un verdadero progreso.
DETElRCmrlACION DE Li OS EliEOQEflTOS IfllCIflliES DELi TI^O
CONSIDERACIONES GENERALES La determinacion de los elementos iniciales del tiro se hace an¬ tes de romper el fuego. La precision con que se ejecuta ejerce una influencia capital sobre la correccion y rapidez del tiro. Lo que vamos a exponer a continuacion permite realizar la preparacion del tiro con precisidn suficiente para romper el fuego en buenas condiciones inmediatamente despues de ocupada la posicidn, 6 para asegurar un emplazamiento favorable a las batems en posicidn de vigilancia. Los elementos iniciales del tiro son: La deriva. El angulo de situacidn. La distancia. La altura de explosidn. El tiro debe repartirse cob exactitud, y; a ser posible, antes de romper el fuego. Cuando la auchura del objetivo es superior al frente que puede batir una batoria (200 metres), se dividira en trozos de esta extensidn y se batir&n sucesivamente. Todo lo que se va a exponer se refiere al tiro de una bateria. En el caso que haya varias baterias, se emplearan los mismos procedimientos en cada una de ellas, teniendo presentes lasconsideraciones que se hacen al tratar del tiro de grupo y de masa. Las formaciones en bateria, adoptadas en Francia y en Alemania, son las siguientes: MATEBIAL ALEMiN Formacion en bateria.—Los carros se colocan a 6 metros detras de las piezas y dando frente a retaguardia, como indican las llneas de puntos. (Fig. 75)
166
LAS ABMAS DE FUEGO
Por excepcion se desenganchan los avantrenes, en cnyo easo se eolocan detras de los armones de las piezas. * I
i
4t l
4 I
4 ClUIMICS 6 metres Cams
)/t0 metres
l-H
de HH ! avantrenes los caiicms \ aranIrenes de | los carros
Baleriw akniana Fig. 75. MATERIAL FRANCES Formacion en bateria.—Los avantrenes se colocan a 45 metres a retaguardia, cada uno detr&s de la pieza 6 carro respectivo. Pueden agruparse tambien detrds de la primera y cuarta pieza; en este easo, los avantrenes de la segunda y tercera, con los de sus carros, se colocan detras de los de la primera y cuarta. Los caballos se colocan siempre a retaguardia de los avantrenes. (Figura 76) I —MATERIAL ALEMAN Preparacion del tiro contra un objetivo determinado. Medida de la distancia.—La distancia que separe la bateria del objetivo, puede medirse: 1.° Por medio de pianos. 2.° Por medio del sonido. 3.° Por tnedio del telemetro. 4.° Por medio de la vista. Con el piano, ya se sabe el procedimiento, se deduce la distancia valiendose de la escala.
167
AL COMENZAK EX- SIGLO XX
El sonido.—Cuarido se aprecia elaramente el valor de tiempo
I ■a
t
^
wlf*
Cdnmes Om5o Catros
)h5nvA
Jiii
S!X
XiX \imf.
SI
avariIrenes cabcMes [m\
l-(-| ; Vudlev d bm.xe
BaleriaJmn&sa' Fig. 76. entre el fogonazo y el estampido del eandn, se puede conoeer con bastante exactitud la distancia. Se sabe que la luz se propaga instantaneamente, y el sonido con una velocidad de 335 metros por segundo; el sonido, para recorrer un kildmetro, tarda 3 minutos proximamente. El telemetro.—Su empleo es de todos conocido. A simple vista.—Este procedimiento necesita una gran practica, y es expuesto a grandes errores. A distancias superiores a 2.000 metros no debe emplearse nunca. Medida del angulo de situacion.—Los angulos de situacidn pueden medirse: 1.° Con el aparato de punteria. 2.° Utilizando los pianos. Con el aparato de punteria: se apunta el cafidn en altura al ob~ jetivo, se nivela el nivel del alza, y se lee la graducidn correspondiente. La graduacidn lelda sera el angulo de situacion. Con el piano se opera como es sabido: una vez vista la diferencia de altura entre los dos puntos, y dividida por el numero de hectd-
168
LAS ARMAS DE FUEGO
metres de la distaneia, se transforman en grades. Estos grades nos daran la medida del angulo de situaeion. Determinacion de la altura-tipo.—La determinaci6n de la alturatipo, puede hacerse: 1.° Refiriendola a un punto determinado. 2.° Observando las explosiones de los projectiles. El maximum de efectos de les Shrapnels se produce a una altura de explosidn de de la distancia; se observa, pues, que el dngulo bajo el cual se yen los puntes de explesidn a todas las distancias, es constante. Puede deducirse la regla practica siguiente. Determinar en el campo, per medio del aparato de punteria; un punto eualquiera, la cdspide de un arbol, la altura de una casa, etc.; todos los puntos de explosidn de los projectiles deberan projectarse sobre el punto elegido. La determinacidn de la altura-tipo, valiendose de la observacidn de las explosiones de los projectiles, se estudiara al tratar de los «Metodos de tiro». Determinacion de la deriva.—La derivacidn se corrige automaticamente, por lo tanto no haj que tenerla en cuenta. Las correcciones necesarias, para evitar la influeneia del viento, de la diferencia de nivel de las ruedas j del movimiento transversal del objetivo, se hacen sobre la plancheta de derivas. Estas correcciones se haran corriendo la ranura de mira & la derecha 6 a la izquierda, segdn el sentido en que influja la causa que se considera. Haj que cuidar que estas correcciones sean exactas, por la gran influeneia que pueden tener en el curso del tiro. Determinada la deriva, el capitan reparte el tiro designando & cada pieza su objetivo particular, al cual apuntan directamente. Para esto se vale de los gemelos, dividiendo el objetivo convenientemente. Puede establecerse el paralelismo entre las piezas, para lo cual se opera como sigue. Se apunta la l.a pieza a su objetivo particular, j situadas las pie¬ zas a la misma altura, se colocan las planchetas de referenda. Colocadas las alidadas en la perpendicular del eje del cafibn, deben estar en la misma alineacidn; para conseguirlo se desplaza la contera, afinando la alineacion con el tornillo del afuste. Lo mismo se hace cuando se apunta otra pieza cualquiera de la bateria.
AL COMENZAB EL SIGLO XX
169
Establecido el paralelismo, la bateria bate un frente igual al suyo. Si el frente que se quiere batir es mayor que el frente de la bate¬ ria, es preciso dar a las piezas un escalonamiento, que sera igual a la difereneia entre ^ del frente del objetivo y i del frente de la ba¬ teria. Apuntandose siempre las piezas directamente sobre el objetivo, es preferible hacer la reparticidn de este, y asignar & cada una su objetivo particular. Las derivas ser&n siempre iguales para todas las piezas. Preparacidn del tiro en la posicidn de vigilancia. La punteria se hace directamente sobre el objetivo, por lo tanto, hasta que este se presente no pueden tomarse disposiciones espepeciales de preparacidn para el tiro. Se puede, sin embargo, determinar los elementos iniciales del tiro, correspondientes a puntos importantes del terreno, en los cuales se presuma pueda presentarse el objetivo. En el momento en que este se presente, pueden utilizarse los datos recogidos. En el caso que un objetivo se presente en lugar no previsto, se precede como en el caso de la preparacidn del tiro contra un obje¬ tivo determinado. RESUMEN Examinados estos procedimientos, se ve son bastante rudimentarios y faltos de precision, tan necesaria sobre todo para el tiro a grandes distancias. La reparticidn del tiro es muy imperfecta. Los procedimientos que pueden emplearse dan pocos recursos. Inutilizada el alza, cosa facil, por estar completamente al descubierto, se queda imposibilitado de hacer la punteria en altura, y la pun¬ teria en direccidn se hara en muy malas condiciones. El tener que observar la linea de mira a cada disparo, ademas de lento, es muy errdneo, porque jamas se apunta al mismo punto. La preparacidn del tiro en la posicidn de vigilancia, puede decirse que no existe, porque hay que esperar aparezca el objetivo, a menos que este se presente eh los puntos previstos,
170
LAS ARMAS I)R FUEUO
II.—MATERIAL FRANCES Preparacidn del tiro contra un objetivo determinado. Medida de la distancia.•—La distancia de la bateria al objetivo puede medirse: 1.° Valiendose de pianos. 2.° Valiendose del sonido. 3.° Valiendose del telemetro; y 4.° A simple vista. Con el piano se emplea el procedimiento de todos conocido, sirviendose de la escala. La regleta de direeeibn lleva una graduaeibn eon una eseala de en la que est&n los pianos franeeses. El sonido permite apreeiar con bastante exactitud la distancia, siempre que se aprecie claramente el intervale entre el fogonazo y el estampido, como se ha visto ya al tratar de esta operacidn en los me todos empleados por los alemanes. El telemetro que llevan todas las baterlas, se empleard en casos muy excepcionales. La apreciacion de las distancias a simple vista, esta considerada como muy errdnea, y sblo aplicable a las pequefias distancias. Medida del dngido de situation.—Los angulos de situacibn pueden medirse: 1.° Cod el anteojo de bateria. 2.° Con el aparato de punterla. 3.° Sirviendose de pianos. Con el anteojo de bateria ya se ha visto al estudiar este aparato. Con el aparato de punteria, apuntar el cafibn en altura al obje¬ tivo sirviendose del colimador, nivelar el nivel y leer en su graduacidn el angulo de situacion. Con el piano, leer la diferencia de altura entre la bateria y el objetivo, y dividir el ntimero que se obtenga por el ntimero de hectdmetros de la distancia. Determination de la altura-tipo.—La altura-tipo puede determinarse: 1.° Con el anteojo de bateria. 2.° Refiridndose a un punto determinado. 3.° Observando las explosiones de los proyectiles. Con el anteojo de bateria ya es conocida la manera de operar.
AL COMENZAR EL SIGLO XX
171
Refiri^ndose a un punto determinado, las mismas consideraciones que se han hecho al tratar del material aleman. Observando las explosiones de los proyectiles, ya se estudiara al tratar de los «Metodos de tiro.* Determination de la deriva.—Vamos & examinar sueesivamente: 1.° Elementos de caleulo de la deriva. 2.° Medida de las distancias angulares. 3.° Convergencia. 4.° Paralelismo. 1.° Elementos de cdlculo de la deriva.—Cuando el platillo estd en cero, y el tambor en ciento, se sabe que el piano de punteria y el piano de tiro son paralelos por construceidn. Los valores que es precise dar al tambor para tener en cuenta la derivaeidn, estan inscriptos en el. Los valores que es necesario dar al tambor para tener en cuenta el viento, la diferencia de nivel de las ruedas, y el movimiento trans¬ versal del objetivo, son los siguientes. Cinco milesimas, para un viento medio 6 fuerte a las medias dis¬ tancias. Diez milesimas, para un viento muy fuerte 6 a grandes dis¬ tancias. Esta correccidn influye en mas 6 en menos, segiin que el viento viene de la izquierda 6 de la derecha. Cinco milesimas por cada 15 centimetros de diferencia de nivel entre las ruedas. Esta correccidn es en aumento cuando la rueda de¬ recha esta mas baja que la izquierda, y en disminucion en el caso contrario. Debe tenerse especial cuidado en evitar queden las piezas colocadas en estas condiciones, que influyen desfavorablemente en el tiro, aun cuando la correccidn este perfectamente hecha. Cinco milesimas, para la velocidad transversal del paso. Esta correccidn se hard en mds ! unica, descariMm? ieomt ioorw" gas, 6 progresivo, TiiV progsvsivo sijv abanico puede ejeCUtarSO COU abanico (Fauchage) S 6 sin el; es decir, en la misma direccidn, 6 repartiendolo lateralmente; haciendo uso del desplazamiento que en un piano horizontal tienen las modernas piezas de tiro rapido con este objeto. Tiro con abanico (Fauchage).-—1.° Tiro con alza unica. Se ejecuta como se ha visto, al describir esta clase de tiro, con la diferencia que para cada disparo el apuntador da tres vueltas a la manivela & la derecha 6 a la izquierda, desplazando la pieza lateralmente. Cada tres disparos, el apuntador coloca nuevamente el canon en la direccion primitiva. 2.° Tiro por descargas.—Se efeetua en la misma forma, dando el apuntador tres vueltas a la derecha 6 a la izquierda, para cada descarga. En general, el tiro por descargas es sin abanico. 3.° Tiro progresivo.—Se hacen tres disparos con cada alza, dando entre cada dos, tres vueltas a la manivela en el mismo sentido; al variar de alza se gira la manivela en sentido contrario, para no perder tiempo, y asi se contimia. (Figura 79) Los proyectiles, a las distancias ordinarias de combate, quedan esparcidos con estesistema a 15 metros de intervalo proximamente. El tiro progresivo se efeetua ordinariamente con abanico. En resumen: los sistemas de tiro con la artilleria moderna son;
AL COMENZAE EL SIGLO XX
189
♦el tiro con una sola alza y el tiro con varias alzas, empleando el pro-
i 1
l
"^3 1 l 1 '~jz~ 1 ~ ~~l7> 1ZjZ — T 1 nl t 1i 'ii I i . _l L_— loorn? loo pis loo mf Tiro progresivo con abanico CFauJmge) Fig. 79.
cedimiento del tiro progresivo. Ambas clases de tiro pueden ejecutarse con 6 sin abanico. Descarga de comprobacidn.—Terminada la correccion del tiro, debe efectuarse siempre una descarga con todas las piezas que hayan de tomar parte en el tiro de eficacia; esta tiene por objeto comprobar los elementos antes de entrar en esta clase de tiro, mejorando el alza si fuese necesario, especialmente en el tiro contra obstaculos. Esta descarga debe hacerse con tiro de tiempos 6 de percusibn segun el tiro de eficacia deba ser de una li otra clase, y con el alza elegida para iniciar este tiro. En el tiro progresivo se hara con el alza de la rama corta de la horquilla. La descarga de comprobacidn, debe repetirse siempre que en el tiro se introduzcan modifieaeiones importantes. En el tiro contra tropas, sobre todo en el combate proximo, puede suprimirse; pero nunca dejara de efectuarse en el tiro contra obstaculos. Vamos a examinar los diferentes casos que pueden presentarse, y la manera de corregir y efectuar el tiro en cada uno de ellos. I.0—Tiro contra blancos fijos a distancias superiores a 1.500 metros. Proyectiles.—Se ha visto ya que en esta clase de tiro, se emplea el Shrapnel, estallando en el aire, y cuando este falte el proyectil ordinario & percusidn. Una vez corregido el tiro se pasa inmediatamente al tiro de eficacia. Tiro de explosion con el Shrapnel.—Eleccion y manera de encontrar la horquilla.•—La profundidad de la zona eficazmente batida por el cono de explosidn del Shrapnel que estalla en el aire, disminuye al aumentar la distancia; pudiendo considerarse que tiene un valor
190
LAS ABMAS DB FUEG-O
medio de 100 metros a las distancias superiores a 1.500 metres y de 200 & las mas pequefias. La amplitud de la horquilla, en el case que consideramos, sera por lo tanto de 100 metros; para determinarla se emplean saltos sucesivos de 200 metros 6 mayores, segun las cireunstaneias, en las alzas de los disparos hechos para eneontrarla. Correccion del tiro con explosiones en el aire.—Se earga por se¬ ries, y a las espoletas se da la graduaeidn correspondiente a la rama eorta de la horquilla, tirando con el alza correspondiente a esta misma distancia. Esta correccidn tiene por objeto hacer que el proyectil haga explosidn & la altura-tipo que como se sabe debe ser ^ de la distan¬ cia de tiro (4 metros para 1.000 de distancia, 8 para 200, etc.); y que el intervalo de explosion sea el conveniente, 6 sean 50 metros con el Shrapnel, si se quiere obtener el maximo efecto. Cuando las espoletas estan graduadas en distancia, como sucede en Alemania, se opera en la forma siguiente: si en la serie se obtienen dos choques, 6 en el caso que el terreno est£ en pendiente, dos explosiones que se observen debajo del objetivo, lo que nos demostrara que las explosiones se verifican demasiado cerca del bianco, sera preciso levantar el centro de explosiones y para esto se levantara la vaina mdvil del alza una divisidn. La distancia marcada por el alza, despuds de becho esto, contimia siendo la misma y por lo tanto la distancia al punto de explosidn, pero la trayectoria se levauta puesto que se ba levant ado la vaina del alza una division. Sea el cafidn A B, y supdngase que un proyectil tiene el punto de explosion en S sobre la trayectoria B 0; levantando la vaina mdvil del alza una divisidn, el cafidn tomara la posicidn A' B', y el punto de explosidn del proyectil estard en S/ sobre la trayectoria (Fig. 80)
Fig. 80. El punto de explosidn que estaba en S, se ve, pues, que se ha trasladado a S', mas alto que el anterior sobre la nueva trayectoria.
AL COMENZAR EL SIGLO XX
191
Para volver & la trayectoria primifciva, puesto que sp ha levantado la vaina m6vil una division, 6 sean 50 metres, habra que hacer bajar el alza, dentro de la vaiua movil, otra division, correspondiente a 50 metres. La nueva distancia de explosion, correspondiente a D — 50 me¬ tres, siendo D la distancia corta de la horquilla, desplazara horizontalmente el punto de explosion de S a S' r Si, al contrario, se observan dos disparos may altos (mas del doble de la altura-tipo), se baja la vaina mdvil una divisidn, y operando en la forma que hemos visto se tendra una distancia al punto de explosion correspondiente A la distancia D-\- 50 metros. Cuando las espoletas estan graduadas en segundos y ddciraas de segundo, 6 sea en duracibn de trayecto, como sucede en Francia, se opera en la siguiente forma: si se tienen dos disparos muy altos se aumenta la duracion del trayecto en cuatro decimas de segundo; despues de dos disparos altos se aumenta la duracion del trayecto en dos decimas de segundo; y despues de un disparo alto y otro A buena altura se aumenta una decima; si los dos disparos est&n a buena altura, 6 son uno alto y otro bajo, no se modifica la duracidn del tra¬ yecto. Si los disparos observados son bajos en lugar de altos, se aplican las mismas correcciones cambiando su sentido, es decir, disminuyendo la duracibn del trayecto en lugar de aumentarla. Una vez corregida la altura, es preciso corregir el intervalo de explosion, porque puede suceder que la rama corta de la horquilla sea excesivamente corta, y que la rama larga sea muy justa 6 inversamente. Con el Shrapnel, este intervalo debe ser de 50 metros para obtener el maximum de efecto, cuanto mas aumenta este intervalo tanto m&s disminuye el efecto. For lo tanto, es preciso cerciorarse que la rama corta de la horquilla es buena bajo el punto de vista del in¬ tervalo. Si en la serie de disparos efectuados con la rama corta de la hor¬ quilla, se obtiene un solo disparo largo, esta distancia es buena; pero al observar m&s de uno largo debe considerarse como mala la distancia y hacer las modificaeiones indicadas. Tiro de ejicacia.—Determinadas la altura y el intervalo de explosidn, se pasa inmediatamente al tiro rapido, siguiendolo sin interrupcidn hasta obtener los resultados deseados. Caso en que no pueda obtenerse la horquilla de 100 metros.—Si a
192
LAS ARMAS DE FUEGO
causa de dificultades de observacion 6 por gran profundidad del objetivo no puede llegar a obtenerse m&s que una horquilla mayor que la de 100 metros, el procedimiento que se emplea es batir el terreno comprendido entre las ramas de la horquilla obtenida, de adelante atras, y despues de atras adelante, por medio de series de disparos escalonados en 100 metros (tiro progresivo), 6 bien con el fuego por descargas. Caso en que el objetivo estd oculto.—Si el objetivo se encuentra a una cierta distancia y oculto detras de una cresta, por ejemplo, se corrige el tiro sobre la cuspide de la cresta y una vez este corregido se bate una zona de terreno detrds de ella haciendo uso del tiro progresivo. Para determinar la zona de terreno que debe batirse, se utilizaran las noticias que pueden obtenerse de la situacidn del enemigo. Tiro de percusion con el proyectil ordinario.—Se ha visto que cuando falta el Shrapnel, d las distancias grandes, se emplea el pro¬ yectil ordinario a percusion. La profundidad de la zona batida por este proyectil, a distancias superiores d 1.500 metros, tiene un valor medio de 50 metros aumentando esta profundidad d medida que lo hace la distancia. La horquilla, para el tiro con este proyectil, debe ser por lo tanto de 50 metros, y para llegar a ella se emplean variaciones en la distancia de 200 metros 6 mayores segtin las circunstancias. Para comprobarla se hace una serie con la rama corta. Si en esta serie se obtiene de 2 a 4 disparos cortos, esta distancia es buena; si el mimero de disparos cortos es mayor, se toma la rama larga disminuyendola si es preciso en 25 metros. Tiro de eficacia.•—Se pasa en seguida al tiro rdpido con la distan¬ cia escogida. Caso en que no pueda obtenerse la horquilla de 50 metros.—En este caso se adopta una horquilla de 100 metros 6 mayor, siempre lo mas pequefia posible, batiendose el terreno comprendido entre sus dos ramas, con un tiro por descargas, haciendo series escalonadas de 50 en 50 metros. Caso en que el objetivo este oculto.—Despues de corregido el tiro sobre la cresta de la masa cubridora, se emplea en este caso el tiro por descargas escalonado en 50 metros. Observacion.—La correccidn de la altura de explosidn con las espoletas graduadas en distancias, es mas complicada para el capit&n, que con las graduadas en duraciones de trayecto. En el primer caso,
AL COMENZAR EL SIGLO XX
193
es precise desplazar el punto de explosidn horizontal y verticalmente; mientras que en el segundo no se elechia mas que un desplazamiento directo sobre la trayectoria ya determinada. El primer procedimiento es, sin embargo, mas sencillo para los sirvientes de las piezas, y esta consideracidn debe sar la que ba deterrninado su adopcidn en Alemania, puesto que no proporciona ninguna olra ventaja. 2.°—Tiro sobre un objetivo fijo a distancias inferiores a 1.500 metros. Troyectiles.-—En este tiro debe emplearse el Shrapnel estallando en el aire, 6 el mismo proyectil a percusion, cuyos electos ya se ha visto aumentan al disminuir la distancia. Por excepcion puede em¬ plearse el proyectil ordinario a pereusion, cuando no bay tiempo de cambiar de proyectil 6 cuando faltan los Shrapnels. Tiro de explosion con el Shrapnel.—La profundidad de la zona batida por el Shrapnel estallando en el aire, a distancias inferiores a 1.500 metros, es de 200 metros como valor medio. La amplitud de la horquilla que se adopte ba de ser por lo tanto de 200 metros. Obtenida esta horquilla con tiro a percusidn, se corrige el tiro de explosidn como para las distancias superiores & 1.500 metros. El tiro de eficaeia se ejecuta con las mismas reglas y condiciones que d las distancias grandes, pero con intervalos de fuego mas cortos. En todos los demas casos que puedan presentarse, se siguen las mismas reglas y principios que se ban visto al tratar del tiro a dis tancias superiores; teniendo siempre presente que en este caso la hor¬ quilla ha de ser de 200 metros. Tiro apercusion con los dos proyectiles.—Se adopta como ampli¬ tud de la horquilla 100 metros, por las razones ya expuestas. La correccion del tiro se bace en la misma forma que se ba visto al tratar del tiro a distancias superiores a 1.500 metros. El tiro de eficaeia se ejecuta con intervalos de fuego muy pequefios. A las distancias inferiores a 1.500 metros debe darse al fuego rapido gran intensidad. Para todos los demas casos, deben emplearse las mismas reglas y principios que en tiro a distancias superiores, no olvidando que la amplitud de la horquilla en este caso es de 100 metros en lugar de 50.
194
LAS ARMAS BE FTJEGO 3.°—Tiro sobre un objetivo movil.
Proyectiles.—El empleo de proyectiles a las diferentes distancias es el mismo que en el tiro sobre un bianco fijo. El tiro de tiempos es siempre preferible aun a pequefias distancias. Cuando las circunstancias lo permitan, debe corregirse el tiro so¬ bre los puntos de paso probables del objetivo, y a su paso por ellos hacer un tiro rapido nutrido 6 una descarga. UorqtiiUa.—Se adopta una amplitud de 200 metros contra la infanteria, de 400 contra la artillerla y de 600 contra la caballeria. Tiro de explosion con el Shrapnel.—Se busca la horquilla, y una vez obtenida se entra en el tiro de explosidn, con la rama larga 6 corta segun que el objetivo se aleje 6 acerque a la batena. Se ejecuta primero un fuego ordinario, y cuando el objetivo se aproxima y entra en la zona eficaz de la distancia elegida, se pasa al fuego rapido. Cuando el objetivo ha franqueado dicha zona, se hace un salto en el sentido de su marcha, y se precede en la misma forma. Tiro depercmibn con los dos proyectiles.— Los mismos metodos ya expuestos. 4.°—Tiro a distancias inferiores a 300 metros. Proyectiles.—Para la defensa prdxima se emplea el Shrapnel con la espoleta en cero. El Shrapnel, empleado en esta forma, substituye con ventaja al bote de metralla, no teniendo sus inconvenientes; el proyectil al salir de la boca de la pieza hace explosidn, produciendo un haz mas uniforme que el bote. Tiro.—Con el alza en cero, el apuntador elige el mismo su punto de mira, y se ejecuta un fuego rapido al que debe darse el maxi¬ mum de desarrollo. 5.°—Tiro contra los objetivos desenfilados. Proyectiles.—Ya se ha visto que contra esta clase de objetivos se emplea el proyectil ordinario estallando en el aire, siendo m&s ventajoso el del obtis que el del cahdn. Examinaremos estos dos tiros. Cafidn.— Tiro de explosion con el proyectil ordinario. —La ampli¬ tud de la horquilla es de 50 metros; una vez obtenida ^sta, se pasa al tiro de explosidn ejecutado con la rama menor de dicha horquilla.
AL COMENZAR EL SIG-LO XX
195
Cuando no puede obtenerse la horquilla, se ejecuta el tiro de explosi6n con la distancia de los riltimos disparos cortos observados con relacion a la cresta de la masa cubridora. La correccidn de la altura de explosibn (20 metros como maxi¬ mum), se efectiia como se ha dicho para el Shrapnel. Debido a la gran abertura del cono de explosidn y pequefia profundidad de la parte util del haz (5 metros como mdximum), el tiro de eficacia sera nulo si el intervalo de explosion no estd exactamente corregido. En la imposibilidad de obtener en la practica esta exactitud, se emplea el tiro por descargas empleando series de disparos escalonados de 25 en 25 metros, a partir de la rama corta de la horquilla; con el fin de que regando progresivamente el terreno de projectiles, se obtengan algunas descargas eficaces. Ademas, se ha visto al estudiar este proyeetil, que si el defensor permanece en el fondo de las trincheras ningiin casco les alcanza. Obus.—Tiro de explosion con elproyectil ordinario.—Seemplean con esta pieza y para esta clase de tiro, los mismos mdtodos que para el tiro con canon. La correccion se obtiene con projectiles ordinarios en tiro rasante. El tiro de eficacia se ejecuta con projectiles ordinarios estallando en el aire, en tiro rasante igualmente. La altura de explosibn como maximum debe ser de 15 metros. Los defensores, aun cuando permanezcan en el fondo de la trinchera, seran batidos, si el tiro esta bien corregido. Procediendo por series escalonadas en 25 metros, se obtendr&n rafagas eficaces en la trinchera. Observaciones.—Si adem&s de todo lo expuesto, se tienen en cuenta los desvios producidos por las espoletas, se ve que finicamente la casualidad 6 un grandisimo consumo de municiones, podra darnos buenos efectos en esta clase de tiro con el proyectil ordinario. La utilidad, por tanto, del empleo de este proyectil en tiro de tiempos es bastante dudosa, pues sus efectos contra los obst&culos tampoco son muy notables. 6.°—Tiro contra obstaculos. Proycctiles.—Para destruir objetivos de una cierta resistencia, se emplean los projectiles ordinarios a percusibn. El mdximum de efec-
196
LAS AKMAS LE FUEGO
to se obtiene, empleandolos con retardo en la explosidn. Los efectos del proyectil del obris son superiores a los que se obtienen con el del cafidn. Tiro de percusion con el proyectil ordinario.—El mismo metodo que se emplea en el tiro contra un objetivo fijo, la unica diferencia es que la horquilla es de 50 metros a todas las distancias. 7.°—Tiro contra abrigos blindados. Proyectiles.—Contra estos objetivos se emplea el tiro curvo con el obiis; usando el proyectil ordinario de percusion con retardo en la explosion. Tiro de obus d percusion con el proyectil ordinario .■—La amplitud de la horquilla es de 100 metros, y para determinarla se emplea el tiro rasante. Se pasa en seguida al tiro curvo estrechando la horqui¬ lla a 50 metros, y acabando la correccion por medio de series. Corregido el tiro, se pasa al tiro de eficacia, empleando el pro¬ yectil con retardo en la explosion y procediendo por saltos de 25 metros de una rama a la otra de la horquilla. 8.°—Tiro contra globos. Proyectiles.—Contra los globos se emplea el Shrapnel en tiro de tiempos. Tiro de tiempos con el Shrapnel.—La correccion se efectiia con el tiro de tiempos, tratando de colocar el punto de explosidn de los proyectiles sobre la ctispide del globo. Una vez conseguido esto se levanta la trayectoria y se adelanta el punto de explosidn, con el fin de utilizar toda la amplitud del cono de explosion. No es necesario que los cascos tengan gran velocidad remanente ni que el cono de explosion sea muy denso, porque como el objetivo es muy debil, con algunos cascos que consigan herirlo serd suficiente. Por esta razdn se utiliza toda la amplitud del cono de explosidn, con el fin de aumentar las probabilidades de herirle. El tiro que se emplee sera siempre progresivo. C0NCLUSI0NES Examinados los metodos de tiro de la moderna artillerfa de tiro rapido, se v^ que contra objetivos perfectamente definidos se emplea el tiro con una sola alza.
AL COMENZAB EL SIGLO XX
197
Este tiro necesita una observaci6n segura en las inraediaciones del objetivo, exigiendo una correecion larga, minueiosa y difleil; pero una vez corregido el tiro, da el maximum de efeetos con el mini¬ mum de municioues. Los procedimientos aplicables contra objetivos profundos, mal definidos, 6 muy movibles, son el tiro progresivo y el tiro por descargas al mando del capitan. El primero presenta la ventaja de utilizar el m&ximum de velocidad de tiro del moderno material; el segundo, permite tener mds en la mano el fuego, economizando municiones y haciendo variar la velocidad de tiro, pudiendolo aplicar £ una profundidad cualquiera y con saltos de amplitud variable, segtin las circunstancias. El tiro con abanico, que permite la nueva artillerla, se emplea siempre que se considere conveniente, independientemente del procedimiento de tiro utilizado. A cada uno de estos saltos corresponde una serie de 4 6 6 disparos, segiin el ntimero de piezas de la baterla. El tiro progresivo no da todo el gran rendimiento de que es sus¬ ceptible, con un cafidn de tiro acelerado. Losalemanes ban conservado la bateria de 6 piezas, mientras que los franceses ban reducido su mimero a 4. El fuego rapido no es constante, llegado el momento oportuno se le da toda su intensidad, y una vez conseguido el objeto, la artille¬ rla deja de tirar. La manera de obrar de la artilleria de tiro rapido, espor racbas cortas y violentas, obteniendo los resultados deseados en el menor tiempo posible. A sus grandes efeetos materiales, la artilleria moderna de campafia une mayor fuerza moral. La adopcidn del obbs de campana se ve que tiene por objeto batir tropas atrincberadas y abrigadas; sin embargo, su empleo, como el del cafidn, puede extenderse £ todas las fases del combate, en el que podra jugar un papel importante, gracias a su propiedad prin¬ cipal de poder permanecer invisible en el campo de batalla. Su combinacidn con el cafidn, una vez que su adopcidn se ha generalizado, constituye una necesidad para la artilleria en el com¬ bate.
pUEGO DE Ilfl fll^TIIiLiE^m
CONSIDERACIONES GENERALES La artilleria obra linicamente por su fuego: 6ste esta caracterizado por su gran alcance y por su accidn sobre los obst&eulos, presentando ademas la ventajosa particularidad de poder rectificarse. Los proyectiles empleados por ella permiten, por el humo de su explosibn, apreciar los puntos de cafda con relacibn al objetivo. Tiene, por lo tan to, en su mano los elementos de tiro, y como ade¬ mas dispone de un arma estable, fija sobre el terreno, en lugar de estar sujeta por la mano de un hombre acalorado por el combate, se ve que tiene la seguridad de poder efectuar las correcciones necesarias en el tiro y por consecuencia de dar al fuego toda su efieacia. El fuego de la artilleria adquiere toda su efieacia gradualmente, a medida que la correccibn es mas precisa, pero se tiene la seguri¬ dad de llegar a obtenerla, y una vez conseguida la conservard hasta el momento en que el objetivo se desplace. Es precise evidentemente reducir al minimum este periodo de correccidn, y a este fin tiende la artilleria, buscando sin cesar metodos de tiro a la vez sencillos y rapidos y dando a la instruccibn de los ofieiales toda la gran importancia que tiene. La artilleria emplea tres gdneros de tiro: tiro tendido 6 rasante, tiro por sumersibn, y tiro vertical. El tiro rasante es el que se ejecuta con la carga maxima, dando por lo tanto, la mayor velocidad inicial, la trayectoria mas tendida y el efecto util mds considerable. Este es el tinico tiro empleado por las baterias de campafia. El tiro por sumersibn 6 curvo esta destinado d batir objetivos ocultos detrds de espaldones 11 obstdculos, y se ejecuta con cargas reducidas a fin de obtener trayectorias poco tendidas. Este es el tiro que hacen los cafiones cortos y obuses.
200
LAS AKMAS DE FUEGO
Cuando el angulo de tiro es superior a 45°, el tiro se llama ver¬ tical, por caer el proyectil sobre el objetivo casi vertical men te. Este es el tiro que hacen los morteros contra las bovedas de las casamatas y repuestos. Este tiro tiene que efectuarse siempre & muy cortas distancias. El tiro de la artilleria puede ser: de percusion, cuando el proyectil estalla por efecto del choque en su punto de caida, 6 con explosibn en el aire, producida esta por el funcionamiento de la espoleta de tiempos. El tiro con explosidn en el aire, llamado tiro de tiempos, es el ordinariamente empleado por la artilleria de campana. En todo tiro hay que considerar, el alcance y la direccion; ademas, en el tiro de tiempos interviene un tercer elemento que es la duracion y la magnitud del trayecto recorrido por el proyectil sobre su trayectoria hasta el punto de explosidn. Los elementos para el tiro estan dados por las tablas de tiro, construidas para cada ©specie de bocas de fuego. Estas tablas dan, ademas de los tres elementos que se ha visto son indispensables para el fuego, las ordenadas maximas y zonas peligrosas respectivas. El conocimiento de las tablas de tiro es indispensable para dirigir el fuego de las piezas de sitio, costa, etc.... En las piezas de cam¬ pana el alza lleva en si misma todas las indicaciones necesarias pa¬ ra la ejecucion del fuego. La derivacibn, mayor en el tiro curvo que en el rasante, aumenta con la distancia. Como esta determinada para cada una de ellas, es facil conseguir esta correccion practicando la ranura en que se aloja el alza inclinada, corrigiendose asi automaticamente la derivacibn. FUEGO DE UNA BATERIA Se estudiaran sucesivamente las distintas disposiciones para el fuego de una bateria, pues una vez conocido este, es facil comprender el de una masa de artilleria compuesta de varias baterias. Election de la position.—Las posiciones para la artilleria no pueden definirse topograficamente. Las condiciones que debe reunir una buena posicibn, varian segtin el fin que se persiga y la situacibn tactica. Debe buscarse una posicibn tal que se tenga un campo de tiro extenso y descubierto y un frente que sea en lo posible perpendicu¬ lar & la llnea de tiro; debiendo llenar ademas la condicibn de poder-
AL COMENZAR EL SIGLO XX
201
se batir el terreno hasta las mismas bocas de las piezas, y que los emplazamientos de estas tengan una buena proteccion contra las vistas del enemigo, y caminos practicables a retagnardia. Es ventajoso tomar posicidn detras de la cresta de una altura que descienda en pendiente suave en la direccidn del enemigo. Un terreno blando, delante del frente de la bateria, es favorable, siempre que no dificulte los movimientos de la misma. Los abrigos, de cualquier clase que sean, son siempre ventajosos, haciendo mas dificil para el enemigo la observacion del tiro. Es preciso evitar la proximidad de puntos salientes y el colocarse en bateria delante de ellos, 6 proyectandose en el horizonte; sin em¬ bargo, las posiciones que se proyectan sobre fondos obscuros son dificiles de descubrir por el enemigo. Reconocimiento de la position.—Toda posicion, antes de ser ocupada, debe ser reconocida cuidadosamente. El comandante de la artilleria dispone de exploradores para los reconocimientos. Puede ganarse mueho tiempo haciendo que dichos exploradores den los datos necesarios por medio de sefiales convenidas. Debe evitarse con gran cuidado el llamar la atencion del ene¬ migo prematuramente sobre la posicion que se trate de ocupar; por esta razdn, el reconocimiento detallado debe hacerse siempre a pie dejando a retaguardia y a cubierto la escolta; por la misma razon no deben nunca dejarse sefiales ni hombres marcando la posicidn. Marcha d la position.—Una vez reconocidos la posicidn y los ca¬ minos de acceso a ella, desde el punto de vista de la viabilidad y seguridad contra un ataque del enemigo, la bateria ejecuta su mar¬ cha de aproximacidn protegida por los exploradores. En estas marchas deben aprovecharse los caminos siempre que sea posible. Es ventajoso, en todos los casos, aprovechar caminos paralelos con el fin de disminuir la profundidad de la columna, y si es posible, hacer marchar la bateria por secciones. A1 avanzar hacia la posicion, es preciso poner especial cuidado en aprovechar los abrigos que puedan utilizarse; obrando asf se puede conseguir la sorpresa y evitar perdidas prematuras. En terreno descubierto y, sobre todo, tratandose de grandes unidades, es ventajoso dirigirse hacia la posicidn en linea de columnas; cada bateria debe sin embargo adoptar la formacidn m&s conveniente, y el despliegue debe dejarse & la iniciativa del capitan. Muchas veces es conveniente reunir la bateria 6 baterias en una
202
LAS ARMAS DE FUEGO
posiei6n de espera, a cubierto por lo menos de la vista del enemigo y situada detras de la posieidn que se va & ocupar, asegurandose asf la ruptura simultdnea del fuego y la ealma y orden al entrar en baterla. Esta posicion de espera debe estar lo mas eerea posible de la posieion de fuego, tomando cada baterla la formacidn m&s conveniente para desenfilarse por lo menos de las vistas del enemigo. En esta posicidn se pueden y deben tomar las disposiciones de combate; cargando las piezas y dando el alza 6 el angulo de tiro; y el capitan indicara a los jefes de seceidn, de pieza y apuntadores, el fin que se propone la baterla en el eombate que va a empezar. No hay que confundir esta posieidn de espera, con la posicidn de vigilancia. La velocidad de la marcha depende de la situacidn tactica y de las condiciones del terreno; para ocupar al posicidn, sobre todo cuando este en las inmediaciones de la infanterla, debe emplearse el galope para animar y levantar la moral de las tropas. Ocupacion de la posicion.—Deben hacerse todos los esfuerzos posibles para llegar a la posicidn sin ser vistos por el enemigo, y rom¬ per el fuego simultaneamente y por sorpresa. Cuando no puedan utilizarse, 6 cuando falten abrigos que protejan la marcha, es preciso suplirlos con la rapidez de esta y de la entrada en baterla. La manera de entrar en baterla varla segdn la situacidn y la naturaleza del terreno. La entrada en baterla detras de una cresta ofrece la mejor proteccidn, pero en un terreno diflcil ocasiona frecuentemente la llegada sucesiva de las piezas, retardando el momento de romper el fuego; lo mas practico es desfilar a lo largo de la cresta y todo lo mas proximo a ella que el desenfile lo permita, haciendo frente & la derecha 6 a la izquierda cuando se llegue al sitio escogido para el emplazamiento. En los movimientos en retirada, siempre que para ello no sea preciso dar grandes rodeos, y especialmente bajo un fuego violento del enemigo, es muy ventajoso abordar la nueva posicidn por retaguardia. Dentro de la baterla pueden emplearse diversos procedimientos para establecerse en la posicidn; el objeto es llegar a ella sin llamar la atencion del enemigo y romper siempre el fuego simult&neamente y por sorpresa. Las baterlas que entren sucesivamente en fuego en el desarrollo
AL COMENZAR EL SIGLO XX
20
de la lucha, deben evitar cuidadosamente el eolocarse en posieidn al lado 6 a la altura de objetivos sobre los euales el enemigo haya eorregido ya su tiro; un pequefio escalonamiento en profundidad, todavla resulta insuficiente. Para disminuir las perdidas de personal en las baterias, deben estar los sirvientes de rodillas 6 tendidos durante el fuego. Election de ohjetivos.—La artilleria nunea debe tirar mas que contra objetivos definidos 6 zonas de terreno determinadas, en las cuales, indicios precisos hayan senalado la presencia del enemigo. Obrar de otra manera sera perder las ventajas de una posicidn oeulta, desenmascarandose imdtilmente y exponiendose & peligros desconocidos. Los comandantes de la artilleria 6 bateria har&n reconocer la zona correspondiente por ofieiaies 6 clases convenientemente instriridas; es preciso, en una palabra, reconocer para tirar, y no tirar para reconocer. Importancia de la preparation del tiro.—Los resultados sorprendentes que puede dar un buen empleo del material moderno de tiro rapido, no se obtendr&n m&s que con una buena y completa preparacidn del tiro, que ha de ser por necesidad larga y minuciosa. Se entiende por preparacidn del tiro, el con junto de operaciones ejecutadas desde el reconocimiento de la posicidn hasta el momento en que el capitan ordena romper fuego. Los reglamentos disminuyen la duracidn de esta preparacion, repartiendo las diferentes operaciones entre el personal de las baterias, y jamas debe acortarse esta preparacion, bajo ningun pretexto, suprimiendo alguna de sus partes. La artilleria, una vez roto el fuego, llama la atencidn del enemi¬ go; el humo producido, aunque poco con las polvoras hoy en uso, es el suficiente para sefialar el emplazamiento de las piezas, y los fogonazos permiten medir la extension del frente que ocupan; todo lo cual favorece la preparacidn de su fuego al enemigo. Si la preparacidn es insuficiente, el tiro es ineficaz, siendo precise rectificarlo; y esta rectificacidn necesita mas tiempo que el que hubiese exigido una preparacibn mas completa, sin contar los danos sufridos. Una preparacidn insuficiente, sera por tanto para la artilleria una causa de gran inferioridad, que nunca podra ser compensada. Con el antiguo material, podia ocurrir que una artilleria mal empefiada en la lucha, pudiese por el valor de su personal y talento de sus jefes ser capaz hasta de obtener ventaja en el curso del com-
204
LAS ARMAS DE FUEGO
bate; aetualmeute, Ja rapidez y la importancia de Iqs resultados obtenidos despues de unabuenapreparacion del fuego, obligaran & una artillerfa mal preparada a rehusar la lucha, y si quiere escapar de una destruecidn completa es preeiso que cese de tirar y se retire a esperar una oeasion favorable para entrar nuevamente en combate. Una artilleria que se empefia en la lueha sin preparaeidn com¬ pleta, s61o conseguira el poder ser destruida inutilmente por un enemigo muy inferior. Punter las.—Existen, como ya sabemos, dos clases de punterias, directa e indirecta; en la primera, se apunta directamente sobre el objetivo; la segunda, se ejecuta sirviendose de un objetivo auxiliary empleando metodos ya explicados. Carga.—Se emplea la carga por piezas, y la carga por series. La carga por piezas se ejecuta en el momento en que la pieza precedente va a tirar; indicando cada pieza a la siguiente el alza y graduacidn de la espoleta. La carga por series, se ejecuta por todas las piezas de la baterfa a la vez, con la misma alza y graduacion de espoleta. Velocidad del tiro.—El tiro puede ser lento, ordinario 6 rapido. El tiro lento es excepcional y esta en desuso; es preferible antes que emplearlo, que la artilleria no tire. La velocidad del tiro ordinario es de cuatro & seis disparos por minuto y baterfa, permitiendo la observacidn de cada disparo. El tiro rapido alcanza una velocidad de ocho a diez disparos por minuto y pieza con el material aleman, y de veinte a veinticuatro con el franees. Este tiro es el usual de la artilleria moderna; empleandose generalmente, una vez corregido el tiro, a todas las distancias contra objetivos movibles, y a menos de 1.500 metres tambien contra los blancos fijos. En Francia, el tiro r&pido se considera como el ilnico que debe emplear la artillerfa; una vez corregido el tiro, hara fuego desarrollando toda la velocidad de que es susceptible el nuevo material. La artilleria francesa obra por medio de rachas 6 rafagas violentas y densas, y una vez conseguido su objeto cesa de tirar. En Alemania, el tiro ordinario es el mas usual; el tiro r&pido se emplea dnicamente en cases especiales. Su reglamento dice: « La apreciacion de la situacion tactica debe servir de base para la eleccidn de la velocidad del tiro». Se ve que el reglamento aleman admite todas las velocidades de tiro, combinadas segtin las circunstancias; en el combate no cesard
At, COMENZAB EL SIGLO XX
205
nunca de tirar la artillerla; raientras que la francesa prefiere no tirar y obrar rapida y energicamente cuando sea necesaria su intervenci6n. Fuegos.—Los fuegos pueden ser: por piezas 6 por descargas de toda la bateria. El fuego por piezas lo mandan los jefes de seccidn en el tiro ordinario y lento, y los jefes de pieza en el tiro rapido. El fuego por descargas, siempre lo mandara el capitan. El eapit&n marca en todos los casos la distancia, la graduacion de la espoleta, el proyectil que debe emplearse y la velocidad de tiro. • Los jefes de seccidn repiten lo mandado por el capitan, marcan la direccidn del tiro, y reparten el fuego. una vez obtenido el primer disparo en buenas condiciones. En el tiro curvo de obiis, determinan la carga y el dngulo de tiro correspondiente a cada distancia. Los jefes de pieza son responsables del servicio, del buen estado y funcionamiento del mecanismo de cierre, de la punteria, de la exacta graduacion y preparacidn de las espoletas y con el obtis de la confeccidn de las cargas. Direction de los fuegos.— Es necesario siempre, batir el objetivo que en cada fase del combate sea el punto decisivo, sin preocuparse de las perdidas posibles. El tiro a grandes distancias, contra las columnas en marcha, sdlo puede admitirse cuando no se tenga interes en conservar oculta al enemigo la posicidn que se ocupa. Al principio del combate la lucha serd contra la artillerla enemiga. El fuego debe dirigirse primero contra las fracciones de dicha artillerla, cuyos efectos se dejen sentir mas, despuds contra aquellas cuyos fuegos se crea puedan apagarse en breve tiempo. Si el estado de la lucha contra la artillerla enemiga lo permite, podra tirarse contra toda masa de infanterla que se presente en orden cerrado. En el tiro contra la infanterla desplegada, el fuego se dirige siem¬ pre contra la llnea mas avanzada, a menos que las fracciones en orden cerrado que se encuentren detras ofrezcan un bianco muy favo¬ rable. Cuando el fuego se dirige contra llneas de tiradores, es precise batir sucesivamente todas sus partes, aim aquellas que sean menos visibles, con el fin de quebrantarla por igual en todo el frente. El tiro contra la caballerla a grandes distancias sdlo serd eficaz
206
LAS ARMAS DE FUEGO
cuando se presente eu grandes masas. Contra los ataques de la caballerla debe emplearse siempre el fuego rapido, repartiendolo sobre toda la primera Imea y vigilando con cuidado las liueas siguientes y los flancos. Es ventajoso en muchas ocasiones tomar coino objetivo en el fue¬ go los Estados Mayores, siempre que estos sean de importancia. La designacion y repartieidn de objetivos se bar a valiendose de los puntos salientes del terreno. La eficacia del tiro se aumenta considerablemente por la ruptura simultanea y por sorpresa de un fuego perfectamente preparado y bien dirigido en su conjunto. Con el fin de obtener un resultado rapido y decisive, deben reunirse varias baterias, las p^ecisas, contra el mismo objetivo y aumentar la rapidez del tiro. El fuego debe repartirse sobre los distintos objetivos y uniformemente sobre toda la Ifnea enemiga, si se quiere evitar que las fraceiones, que de no hacerlo asf resultarlan indemnes, puedan hacer sentir todos sus efectos. Esta reparticidn del fuego nunca debe degenerar en una disper¬ sion que resultarfa iniitil, pues la superioridad del ntimero no puede dar resultados eficaces mas que por la concentracion de los fuegos, para llegar a ella no debe temerse el cruzarlos. Cuando no se tenga la superioridad del mimero, debe procurarse, por medio de concentraciones de fuegos, obtener durante un cierto tiempo superioridad contra una parte de la linea enemiga, sin abandonar por esto el resto. Ruptura del fuego.—La artilleria s61o debe romper el fuego cuando su tiro este perfectamente preparado. El fuego se rompera simultaneamente, lo mismo por una que por varias baterias. Esta simultaneidad es necesaria si se quiere sorprender al enemigo y aprovechar las ventajas del tiro rapido. La orden para la ruptura del fuego la dara siempre el comandante de la artilleria. Cambio de objetivo.—El cambio de objetivo, mandado por el eapitdn, puede hacerse conservando 6 variando el proyectil y la graduacidn de la espoleta. Cambio de jrente.—Este movimiento, mandado por el capitan, puede y debe hacerse en lo posible sin que el fuego se interrumpa. Para hacer frente & retaguardia, se da la vuelta a brazo a las piezas, haciendo previamente cambiar de posicidn al ganado y carrua-
AL COMENZAB EL SIGLO XX
207
jes que se encuentran en el nuevo frente. Ouando dnicamente se quiera oblieuar £ste, se coloca primeramente una de las seeciones en la nueva direccion, efectdanlo despues la otra. Cambio deposition.—Todo eambio de posieion suspende los efectos del fuego, no debiendo, por lo tanto/ejeeutarse mas que cuando sea indispensable. La artilleria en moviiniento, bajo el fuego enemigo, resulta inofensiva y vulnerable; sus movimientos deben reducirse, por lo tanto; a los indispensables. Las baterias se trasladan a la nueva posicibn sin dividirse. Las masas superiores ejecutan generalmente los movimientos por escalones. Para disminuir p^rdidas, deben reunirse los earruajes a eubierto de la vista del enemigo, marehando desde alii rapidamente a la nue¬ va posicidn. En el easo de que un fuego violento impida llegar a la nueva posicidn eon las piezas enganchadas, se reuniran los earruajes al abrigo del fuego enemigo y desde all! se eonduciran las piezas abrazo. Para eambiar de posieidn, en seguida que haya eesado el fuego se cargan las piezas eon Shrapnel, eon el fin de empezar inmediatamente la correceidn del tiro en la nueva posicidn. Los jefes de los esealones vigilaran los cambios de posieidn, sefialando el eamino y veloeidad con el fin de no perder jamas la unidn de los diferentes esealones. Las formaciones varian segun la naturaleza del terreno, eada bateria debe tomar la que su capitan crea la mas conveniente. Los mo¬ vimientos de avance se ejecutan a aires vivos, a los movimientos en retirada debe siempre preceder un tiempo al paso. Toda entrada en bateria sobre una nueva posieidn, debe ser preeedida de un reconocimiento. Munitiones.—Las munieiones de la artilleria se encuentran. 1.° En los armones y carros de munieiones. 2.° En los esealones de munieiones. 3.° En las columnas ligeras de munieiones de las divisiones. 4.° En las columnas de munieiones de artilleria de los euerpos de ejdreito. Un cuerpo de ejereito dispone, para la artilleria de campafia moderna, de 350 a 400 disparos por pieza para el cafidn, siendo la mayoria Shrapnels; y para el obtis de 200 & 250 por pieza, siendo la mayoria proyeetiles ordinarios.
208
LAS ABMAS DE FUEGO
En el eampo de batalla, los esealones de munieiones siguen a las baterlas; cuidando de estar siempre ligados con ellas. Se coloearan, en el momento del combate, de 300 a 400 metros a retaguardia y siempre desenfilados. Las columnas ligeras de munieiones estan siempre a las ordenes del comandante de la division, siendo este el que ha de fijar su a vance. Las columnas de euerpo de ejercito, estan a las drdenes de su comandante. El aprovisionamiento de la bateria se hace cambiando los carruajes de las primeras Imeas por los de la retaguardia. Las muni¬ eiones de los armones s61o deben emplearse cuando sea indispen¬ sable. Todo el personal encargado del reemplazo de munieiones debe estar animado de la firme voluntad de aprovisionar la linea de fuego sin esperar ordenes ni avisos. Una interrupcidn en el fuego puede ser de fatales consecuencias con el fuego moderno. La artilleria nunca debe abandonar una posicion por falta de munieiones. Si se presenta este easo, abrigara su personal y esperara las munieiones, a menos que reciba 6 tenga drdenes contrarias. Toda bateria en fuego debe consagrar todos sus esfuerzos y utilizar todos sus recursos para que el fuego no llegue nunca a interrumpirse. Las columnas ligeras de munieiones deben dar todo el material que pidan las baterxas, asi como el personal y ganado, aun £ riesgo de quedar ellas mismas desorganizadas. La artilleria combate con sus fuegos, sostenerlos siempre es su deber.
EFECT0S DEL FUEGO Se han visto ya los efectos de los proyectiles, y que los cascos del Shrapnel estallando en el aire, se agrupan en el terreno dentro de un 6valo sensiblemente eliptico, euyas dimensiones medias son de 30 metros de anchura y 200 de profundidad. Si con una misma pieza se tira una serie de Shrapnels en las mismas condiciones de alza y graduacidn, el grupo de impactos de los cascos se encontrara dentro de un 6valo cuyas dimensiones son 60 metros de ancho y 400 metros de profundidad prdximamente. Esto es debido a que los proyectiles no estallan todos en el mismo punto.
209
AL COMEKZAR EL SIGLO XX
Los puntos de explosidn de los proyectiles se agrupan dentrb de un elipsoido que tiene por centro el punto medio de explosidn; por eje mayor, en el sentido de la trayectoria, ocho veces el desvio pro¬ bable de explosidn en longitud; y por ejes pequenos, ocho veces los desvids probables en altura y en direccidn de los puntos de explosidn. Los desvios en altura y en direccion dependen de la precisidn de la pieza, siendo tanto mds pequenos cuanto mayor sea aquella. El desvio en longitud, depende de la diferencia de las espoletas, debidas a defectos de construccidn, errores en la graduacidn y diferencia s en la duracion de la combustion del mixto. Dejando a un lado los defectos de construccibn y de graduacidn inherentes a toda obra humana, la velocidad de combustion del mixto de la espoleta de tiempos, varia con la presion y aumenta como la ralz cuadrada de esta. Por consiguiente, toda causa de variacidn de la presion atmosferica hara variar la velocidad de combustidn, y, por lo tanto, la altura de explosibn. Las causas de variacidn son: 1.° La altitud.'—La presidn disminuye con ella y por lo tanto la velocidad de combustidn. 2.° La temperatura y el estado higrometrico. La altura de explosidn se ve que varia de un lugar a otro y de un momento & otro. Varia tambien con el calibre, para un lugar y un momento dados, debido al desplazamiento diferente de aire de los diversos proyectiles, que ocasionan cambios en la presidn atmosfdriea. Los desvios que tienen por causa defectos de %3onstrucci6n, estan casi anulados, debido a los grandes progresos de la industria; los desvios debidos a la duracion de la combustidn del mixto, existiran siempre. A las distancias medias de combate (2.500 metros), un cafidn bate eficazmente los frentes siguientes: Tiro de tiempos i Tiro sin abanico ... 20 £ 25 metros. (altura de explosion tipo)... / Tiro con abanico... 50 » Tiro de percusion 6d 7 » Una bateria puede batir eficazmente, a las distancias medias, los siguientes frentes: . Tiro de tiempos S Tiro sin abanico.... 100 metros. (altura de explosion tipo)... ( Tiro con abanico... 200 » Tiro de percusion 25 14
210
LAS ABMAS DE FUEGO
En resumen, una bateria bate eficazmente, y sin dejar claros^ un frente de 100 a 200 metres y una prolundidad de 400 a 500; a las distancias medias de combate (2.500 metres). En estas fajas de terrene, se agrupan todos los caseos y balas de les proyectiles. La agrupacion herizontal y la densidad de les eascos es muy irre¬ gular, sin que pueda hacerse el'estudie precise que se ha heche de la dispersion de las armas portatiles, per ser les factores que intervienen en el fuego de la artilleria muy variables. En la practica se la puede considerar ceme igualmente densa y uniformemente repartido. En circunstancias ordinarias de visualidad y terrene, este resultade se obtiene con el tiro rapido en tres minutes preximamente. La correccidn del tiro necesita dos minutes; el tiro eficaz dura ceme maximum un minute. En la zena batida, una tropa que se presente al descubierto es aniquilada, perdiendo preximamente el 85 per 100 de su efective. En una linea de piezas en bateria, cuyos sirvientes estan protegidos per los escudos, las perdidas sen de 20 a 30 per 100. Si el objetivo es una tropa colecada en trincheras abrigos, que se descubre solo en parte para tirar, las perdidas sen de un 20 per 100 prox imamen te * de su efective. Las perdidas de una tropa acostada son del 10 al 15 per 100, come maximum. Vemos que sobre un frente de 200 metres prdximamente, una bateria obtiene en tres minutes resultados importantes y casi decisivos. Una tropa quetnarcha al descubierto bajo el-fuego eficaz de la artilleria, si quiere escapar de una destruccion completa y casi instantanea, se vera obligada a acostarse, quedando, per lo tanto, inmovilizada. La artilleria tiene que abrigar su personal detras de les escudos y de les armones, y las tropas atrincheradas necesitan ocultarse en el fondo de la trinchera. Se ve, per le tanto, que toda tropa que se encuentre dentro de la zona efieazmente batida per la artilleria, si no queda fuera de comba¬ te, per lo menos esta inmovilizada e imposibilitada para la lucha. Todo lo que acabamos de exponer se refiere a la artilleria francesa de tiro rapido; respecto a la artilleria alemana hay que tener presen¬ te lo estudiade y que es de tiro acelerado. Concentracim de los fuegos.—La artilleria debe emplearse per
211
AL COMKtfZAB EL SIGLO XX
masas, y empefiar en la lueka lo antes posible el mayor niimero de baterias; pues debe eonseguir desde el principio del eombate la superioridad, tanto por el numero de baterias empenadas en la lueha como por la coneentracidn de sus foegos. Consecuencia de esto parece ser la de quo debe empefiarse en el eombate la mayor cantidad de baterias, todas si es posible; porque a mayor niimero de baterias mayor fuego, y menos tiempo para obtener el resultado que nos proponemos. Esto, que parece un axioma, es completamente falso. A continuaeion un valor medio de numerosos ejercicios practieados con ba¬ terias de 7,5 de tiro rapido. Una bateria de cuatro piezas, tirando a 2.200 metros sobre un objetivo de 100 metros de frente (blancos representando una bateria), proporciona los siguientes datos: Duracion de la correccion del tiro, 5 minntos y medio. Eficacia del tiro progresivo, 45 por 100. Dos baterias de cuatro piezas, a la misma distancia de tiro y so¬ bre el mismo objetivo, dan los siguientes resultados: Duracion de la correccidn del tiro. ..j ^ Eficacia del tiro progresivo
bat 1 ia
« ' > J V, minutos. 51 por 100
Se ve, que para obtener un tanto por ciento un poco superior, se ha necesitado doble tiempo y expuesto dos baterias al fuego del enemigo, que ha podido destruirlas. Debe, por lo tanto, emplearse toda la artilleria necesaria, pero sin amontonarla, teniendo el resto en espera y dispuesta a entrar inmediatamente en fuego. La artilleria debe procurar, siempre que le sea posible, batir los objetivos de enfilada; y, para conseguirlo, no debe temerse cruzar los fuegos, asi como cuando sea necesario concentrarlos en momentos decisivos. Para procurarse el beneficio de los fuegos oblicuos, las baterias colocadas bajo el mismo mando pueden cambiar entre si sus objeti¬ vos, tirando en direcciones oblicuas en lugar de tirar sobre su frente.
VULi^Ef^ABmiDflDES DE URS
FORmflCIOISlES
l.-EFECTOS DEL FUEGO DE LAS ARMAS PORTATILES Metodo de calculo. Se sabe la manera de reeonstituir en totalidad 6 en parte una dispersidn, de la cual se eonocen los desvlos probables^ y calcular el numero probable de impaetos contenidos en una poreibn de ella, cuando se conocen sus dimensiones y su situacibn respeeto al punto eentro de impaetos. Se ha visto que, en la praetica, los resultados experimentales se acerean tanto mas & las cifras obtenidas por el edlculo, euanto el numero de disparos efectuados es mayor. El calculo de la vulnerabilidad relativa de las diversas formaciones, no es mas que una aplicacidn de estos principios. Se entiende por vulnerabilidad de una formacion, la relacion que existe entre el numero de impaetos que puede reeibir, y el numero de disparos hechos. Se dice que bajo un fuego dado, una formacidn tiene una vulnerabilidad de 0,038, cuando de 1.000 disparos puede recibir 38 impaetos. El principio, para el metodo de calculo de las vulnerabilidades, es el siguiente. Se determina primero la superficie vulnerable £ de la formaeion, 6 sea la superficie que realmente presenta esta a los efectos del fuego. Esta superficie sera la suma de las superficies vulnerables de los hombres que la eomponen. Segun el caso, se considera para el c&lculo un rectangulo que tenga la misma superficie total que el objetivo, 6 un rectangulo que tenga la misma altura y ancho que la formaeion de la que se quiere conoeer la vulnerabilidad; se ealcula, por los procedimientos conocidos, el numero de impaetos K contenidos en estos reetangulos, y se colocan sus centres en la misma situacion, con relacion al centro de impaetos, en que se encuentran en la formacibn que se estudia.
214
LAS ARMAS DE FUEGO
Estos rectangulos son superficies de comparacion; el numero de impactos por ellas contenidos, nos dara la vulnerabilidad de la formacidn de que se trate. Si se toma un rectangulo de la misma superficie total que la formacion considerada; al que puede llamarse rectangulo equivalente, la vulnerabilidad Vdel objetivo sera igual al numero de impactos Kde la superficie de comparacion; teniendose por tanto V=K. Si se toma un rectangulo que tenga la misma altura y el mismo ancho que la formacion considerada, que se puede llamar rectangulo envolventey se puede admitir que la vulnerabilidad Fde la formaci6n; y el numero de impactos Kdel rectdngulo equivalente, estan en la misma relaeion que la superficie vulnerable S de la formacion, y la superficie 8 del rectangulo envolvente ^ = J-)
dedonde,
V=KX~-
Esta hipotesis de la proporcionalidad entre el numero de impactos y las superficies, es perfectamente admisible, sin que conduzca d grandes err ores en la practica. En los tiros colectivos, las agrupaciones de impactos que se producen son de grandes dimensiones; la superficie que ocupa un hombre en una formacion, es muy pequeila con relaeion a la superficie total de dicha agrupacion, y como se puede considerar la densidad de los impactos uniformes, el numero de impactos sera proporcional a la superficie. La superficie total de la formacion es la suma de las su¬ perficies parciales de sus individuos; y se puede decir, que cuando los hombres y los intervalos que los separan estan igualmente repartidos sobre el frente, la vulnerabilidad de la formacion y el numero de impactos recibidos por el rectangulo en volvente, estan en la misma relacibn que sus superficies respectivas. Este metodo de calculo da la vulnerabilidad de una formacidn de condiciones determinadas y conocidas, sometida a los efectos de un fuego cuya precision se eonoee tambien; permite, por lo tanto, conocer cual de dos formaciones expuestas a los efectos de un mismo fuego es la mas vulnerable, y, por consiguiente, fijar cuales son las forma¬ ciones mas ventajosas para la marcha y la espera bajo el fuego de las diferentes annas.
AL COMENZAR EL SIGLO XX
215
VULNERABILIDAD RELATIVA DE LAS DIFERENTES FORMACIONES Vulnerabilidad relativa de los objetivos mdividuales. Estudiaremos las vulnerabilidades: 1.° Del hombre de pie. 2.° Del hombre de rodillas. 3.° Del hombre aeostado. 4.° Del hombre a caballo; expuestos al fuego de mi hombre que tenga una instruceion media. Se tomaran como desvlos probables de la dispersion de este tiro, los del tiro individual del combate que se encuentran en el cuadro ya dado, y se supondra que el centro de impactos y el del objetivo coineiden. Esto establecido, se determinara la superficie vulnerable de cada uno de los objetivos que se trata de estudiar; esta superficie sera distinta segun la manera como se presenten los objetivos, pero para mayor sencillez se considerara el caso mas general de que se presen¬ ten de frente. . La superficie vulnerable de un objetivo, es igual a la comprendida en el interior del contorno que se obtenga proyectandolo sobre un piano vertical. Midiendo las siluetas asf obtenidas, se han encontrado para hombres de talla media los valores siguientes. hombre de pie
Superficie vulnerable. Para el caballo Para el jinete
( \ idem de rodillas ■j\ idem aeostado.... idem a caballo
0m ,42 0m ,35 0m ,21 0*>
0,37)
Como superficies de comparacion se tomaran los reetangulos equivalentes, procurando que sus formas y dimensiones sean lo mas parecidas posibles a los objetivos que representan. Estos reetangulos tendrfin las dimensiones siguientes;
216
LAS ARMAS DE FUEGO DliMEKSIONES DEL RECTANGULO Objetivos
Superficies 0m2,42
Hombre de pie
m2
Idem de rodilla
0 ,36 0m2,21
Idem aeostado Idem montado
Altura
Anchura
i^eo' l^io 0ln,50
0m)26
2m)40
0mj40
0n>,32 0m)42
A las diferentes distancias, la vulnerabilidad V de los objetivos es igual al ntimero de impaetos K recogidos en los reetangulos equivalentes Kz=zV. Haciendo uso de las tablas que ya se conocen, se podra determinar el niimero de impaetos contenidos en cada rectangulo equivalente, y por lo tanto, la vulnerabilidad de los diferentes objetivos. Operando en esta forma, se ha obtenido el cuadro siguiente. Vulnerabilidad de los objetivos individuales. Distancias
Hombre de pie
De rodillas
Aeostado
A caballo 0,700 0,392
100 200
0,500
0,585
0,529
0,242
0,249
300 400
0,126 ' 0,069
500
0,043 0,027
0,116 0,063 0,038
0,170 0,074 0,029 0,023
0,024
0,014
600
0,234 0,141 0,091 0,060
La eomparaeion de estas cifras permite apreciar la vulnerabilidad relativa de los diversos objetivos. Se ve que, a excepcion de las distancias muy pequenas, la posicidn del hombre aeostado es la menos vulnerable; que la posieion de rodillas es siempre mas vulnerable que la de un hombre aeostado, y que hasta 200 metros es un poeo mds vulnerable que la posieion de pie, y entre 200 y 600 metros un poeo menos. Que la posieion de pie hasta 200 metros, es la menos vulnerable y la mas vulnerable de 200 metros en adelante. Se ve tambien, que a partir de 500 meti'os, la vulnerabilidad de
AL COMENZAR EL SIGLO XX
217
los objetivos individuales es muy peqiieiia; y hay muy pocas probabilidades de herir a un hombre aislado cualquiera que sea su posici6n. El hombre a caballo es siempre un objetivo muy vulnerable, sobre todo a las pequenas distancias. Vulnerabilidad relatiya de los objetivos cofectivos. Se ealculara la vulnerabilidad de los objetivos siguientes: La escuadra con un efectivo de 14 hombres. La seccidn id. de 56 Id. El pelotdn id. de 112 id. (1). La compailia id. de 224 id. En cada uno de estos objetivos se examinaran las formaciones si¬ guientes: 1.° Formaciones en una sola fila, con 6 sin intervalos. 2.° Formaciones en dos filas. 3.° Formaciones por el flanco. 4.° Formaciones en columna. En todos los ealculos, se tomara como valor de la precisidn del tiro, los desvios probables de los tiros colectivos de una tropa de instruccidn media, cuya tabla expuesta anteriormente es ya conocida. 1.°—FOKMACIONES EN UNA SOLA FILA A.—Sin intervalos. B.—Con intervalos. A. Formaciones sin intervalos—En las formaciones en una sola fila sin intervalos, cada hombre ocupa un frente de 0m,70 y las for¬ maciones tendran los frentes siguientes: Escuadra Seccidn Peloton Compania
14 X 0,70 = G^SOn / 10 metres. 66 X 0,70 = 39m,20 | numeros ) ^0 id. 112X0,70=i 78m,40 redondos. \ 80 224 X 0,70 = 166m,80 / » 160 id.
Las vulnerabilidades de estos objetivos se calculan reemplazandolos por rectangulos de las mismas dimensiones y formas, y aplicando la ley de la proporcionalidad entre el numero de impactos y ]as superficies que los eontienen. El tiro se supone corregido sobre el centro del objetivo. (]) Para afrreviar llamamos pclotdu & la media compania.
.
LAS ABM AS DE FUEGO
Operando en esta forma, se obtienen el cuadro y grafico siguientes: (Fig. 81) Vulnerabilidad de /as formaciones en una fila sin interua/os.
Distancias 200
ESCUADRA
SECCION
De pie De rod 11 las Acostado
De pie De rodillas Acostado
0,306 0,231
0,117
0,293 0,196 0,306 0,207 0,131 0,231 0,155 0,094 0,179 0,122 0,074 0,142 0,099 0,059 0,117
0,097 0,079
0,08C 0,048 0,097 0,065 0,040 0,080
900 1.000
0,063
0,052 0,032 0,067 0,043 0,025 0,057
1.100 1.200 1.300
0,041
300 400 . 500 600 700 800
1.400
0,179 0,142
0,051 0,032 0,025 0,019
1 500
0,015
1.600
0,012
1.700 1.800
0,009
1.900
0,006 0,004
2.000
0,003
0,034 0,019 0,048 0,026 0,014 0,041 0,020 0,011 0,035 0,015 0,008 0,030 0,012 0,006 0,026 0,010 ' 0,005 0,022 0,007 0,004 0,019 0,005 0,003 0,016 0,004 0,002 0,013 0,003 0,001 0,011
COMPANlA
0,293 0,196 0,207 0,131 0,155 0,094 0,122 0,074
De pie 0,306 0,231 0,179 0,142
0,099 0,059 0,117 0,080 0,048 0,097 0,066 0,041 0,080 0,055 0,034 0,067 0,046 0,028 0,057 0,039 0,023 0,048 0,033 0,019 0,041 0,027 0,016 0,035 0,023 0,014 0,030 0,020 0,012 0,026 0,018
0,011
0,022
0,009 0,019 0,013 0,007 0,017 0,011 0,006 0,015
0,016
0,008 0,005 0,012
De rodillas Acostado 0,293 0,196 0,207 0,131 0,155 0,094 0,122 0,074 0,099 0,059 0,080 0,048 0,066 0,055 0,046 0,039
0,041 0,034 0,028
0,023 0,033 0,019 0,027 0,016 0,023 0,014 0,020 0,012 0,018 0,011 0,016 0,009 0,014 0,007 0,012 0,006 0,009 0,005
Examinando y comparando las eifras del euadro, se ve: 1.° Que a todas las distancias; la formacidn de pie es an poco mas vulnerable que la formacibn rodilla en tierra, y que esta lo es mas que la formacion aeostados. Estas vulnerabilidad es son entre si como los mimeros 4 para la formacion de pie, 3 de rodillas, 2 aeostados. 2.° Que hasta una cierta distancia, la vulnerabilidad es inde-
AL COMENZAR EL SIGLO XX
219
pendiente del frente. La eompania en ana fila, sin intervalos, tiene la misma vulnerabilidad que la escuadra hasta 700 metres; la misma que la seccion hasta 1.600 Yulnrru bilidadej de las formadenes itl IttKtJtkv y que el peloton hasta el Sin intervalos limite del alza. Esto proviene de que, . Cempaiiuz de pis . CompaMa de rvdillas hasta 700 metres, la dis¬ _ Companuv acoslados persion de un fuego eolectivo tiene una anehura e,3oo "" .1' ■ ■ 1 menorqueel frente de una i I i 1 escuadra; hasta 1.600,me1 1 1 l\ ner que el de una seccion. '\\ 1 1 \\ A 2.000 metres dicha dis¬ 1 I r< 1A 1 1 persion tiene una anehura 1 1 1 1 de 65 metres, menor que •A v\ 1 I * \> 1 1 el frente de un peloton (80 1 \\ \ Y 1I \ \ \ ojoo metros). Hasta 700 me1 \ 1 tros, la escuadra, la sec¬ 1 X AX 1 1 l cion, el pelotdn y la eom¬ X 1 pania, recihiran el mismo ! i numero de proyectiles 6 Zoo"* doo loo loco 15oo1$oo Zooo impactos. Esoala- de dtelaruias B. — Formaciones con Fig. 81. intervalos. La vulnerabilidad de estas formaciones se deduce facilmente de las eifras dadas en el cuadro precedente. Admitida la proporcionalidad entre el numero de impactos y las superficies que las contienen, la vulnerabilidad de una linea que tenga un hombre por metro de frente, serd dos veces mayor que la otra que tenga un hombre por cada dos metros, puesto que en un mismo frente se tendra doble numero de hombres expuestos al fuego. La relacion que existe entre el numero de hombres que tiene una formacion en linea, y el numero de metros 6 pasos que bcupa de frente, se llama densidad de la linea. 20 Hombres en 20 metros de frente forman una linea cuya den¬ sidad es la unidad — — 1. 20 ~ Con un hombre cada dos metros de# frente, la- densidad sera la mitad — = -1- . 20 2 La vulnerabilidad de una linea que tiene un hombre por cada
220
LAS ARMAS DE F0EGO
metro de frente, se ha visto es doble que la de otra llnea quetiene un hombre por cada dos metres de frente; por lo fcanto, puede decirse, que las vulnerabilidades de estas formaciones estan en la misma relacidn que sus densidades. Esto establecido, si se eonsidera una linea de infanteria en una fila, en la que cada bombre ocupa 0m,70 !de frente, la densidad de esta linea sera 0,70 La misma tropa en una fila y con un paso de interyalo; dando al paso 0m 60, tendra una densidad de —1,30 Llamando V la vulnerabilidad de la primera formacion, y Vl la de la segunda, se tendra: 1 -Yl — y —yx — y x o 54 y V ~ t—y X 1,30"^ X0554 0/70 Por lo tanto, para obtener la vulnerabilidad de la linea en una fila con un intervalo de un paso, se multiplica por 0,54 la vulnera¬ bilidad de esta misma linea sin intervalos. Se encontraria de la misma manera, que basta multiplicar las cifras del cuadro precedente por 0,34, para tener la vulnerabilidad de la linea con dos pasos de intex'valo, y asi sucesivamente. Operando en esta forma, se ve que hombres colocados a 5 pasos de intervalo, tienen la misma vulnerabilidad que si estuvieran aislados. 2.°—Formaciones en lInea de dos pilas Las formaciones en linea en dos bias, tienen la misma vulnera¬ bilidad que las mismas formaciones en una sola fila. Para comprender esto, basta considerar que si por una parte la linea en dos filas tiene la mitad de vulnerabilidad que la en una sola fila, puesto que ocupa la mitad de frente, por otra tiene doble vulnerabilidad porque la fuerza de penetracion de los proyectiles basta el extreme del alza, es la suficiente para poner fuera de combate dos hombres colocados uno detras de otro. Bajo el mismo fuego y en las mismas condiciones, las formacio¬ nes en linea en dos filas tienen, por lo tanto, la misma vulnerabili¬ dad que las formaciones en una sola fila del mismo efectivo. Ahora bien, la poca fuerza de penetracion de los cascos y balas de los pro¬ yectiles de la artilleria, hace que el hombre de segunda fila este pro-
221
AL COMENZAR EL SlGLO XX
tegido mas 6 menos por el de la primera, y en este easo las formaciones en dos filas son algo menos vulnerables que las en una sola. El calculo de la vulnerabilidad de las formaciones en linea en dos filas sin intervalos, es identico al indicado para las formaciones en una sola fila, en las mismas condiciones. En dos filas las diversas formaciones en linea tienen en mimeros redondos el frente siguiente: Escuadra.. 6 metres, con 7 hombres de frente. Seccion... 20 id. con 28 id. Pelotdn... 40 id. con 56 id. Compania. 80 id. con 112 id. La vulnerabilidad obtenida con estos frentes, habra que multiplicarla por dos, puesto que las formaciones son en dos filas; y se sabe que los proyectiles de las annas portatiles ponen fuera de combate a los dos hombres de una hilera. La vulnerabilidad de las formacio¬ nes en linea en dos filas estara dada por la formula V=KX |rX2. Se ha obtenido operando asi el cuadro siguiente: Vulnerabilidad de las formaciones en dos filas. ESCUADRA Distancias 200 300 400 600 600 700 800 900 1.000 1.100 1.200 1.300 1.400 1.600 1.600 1.700 1.800 1.900 2.000
SECCI6N
De pie De rodillas Icostado
De pie
0,612 0,586 0,392 0,462 0,414 0,262 0,358 0,310 0,188 0,276 0,237 0,140 0,216 0,182 0,100 0,161 0,136 0,080 0,121 0,102 0,062 0,090 0,077 0,048 0,067 0,057 0,036 0,050 0,042 0,026 0,038 0,031 0,018 0,028 0,023 0,015 0,021 0,018 0,011 0,016 0,014 0,008 0,012 0,011 0,006 0,009 0,008 0,004 0,007 0,006 0,003 0,006 0,004 0,002 0,003 0,002 0,001
0,612 0,462 0,358 0,284 0,234 0,194 0,160 0,134 0,114 0,096 0,081 0,068 0,067 0,047 0,038 0,030 0,023 0,017 0,012
COMPANlA
De rodillas kostado 0,586 0,414 0,310 0,244 0,198 0,160 0,132 0,110 0,092 0,078 0,066 0,054 0,045 0,038 0,032 0,027 0,022 0,015 0,007
0,392 0,264 0,188 0,148 0,118 0,096 0,082 0,068 0,056 0,046 0,038 0,032 0,026 0,021 0,016 0,012 0,009 0,008 0,006
Depie 0,612 0,462 0,358 0,284 0,234 0,194 0,160 0,134 0,114 0,096 0,082 0,070 0,060 0,052 0,044 0,038 0,034 0,030 0,024
De rodillas Acostado 0,586 0,414 0,310 0,244 0,198 0,160 0,132 0,110 0,092 0,078 0,066 0,064 0,046 0,040 0,036 0,032 0,028 0,024 0,018
222
LAS ARMAS DE FUEGO
Examinando y comparando las vulnerabilidades de las formaciones en linea en una y en dos filas, se ve; que hasta cierta distancia, la eseuadra^ la seccion y el peloton, son dos veces mas vulnerables en dos filas que en una; y que a partir de esta distaneia, las formaciones en dos filas, aunque siempre mas vulnerables que en una sola fila, lo son en una pequeila proporcion. La vulnerabilidad de la escuadra hasta 500 metros, de la seccion hasta 1.200 y del peloton hasta 1.600 metros, es doble en las formaciones en dos filas que las en una sola; a partir de estas distaneias, se puede decir que las vulnerabilidades son iguales. Esto proviene de que hasta las distancias indicadas, estas unidades tienen una anchura mayor que la de la dispersion, tanto en una como en dos filas; y por lo tanto, dentro de dicha dispersion, en dos filas habra doble numero de hombres que en una sola. La compahla Vzdnembilidadet de lasjannacbites en una-y, en dosjtlas
Una O dos filas, tiene siempre un frente superior a la anchura de la agrupacion de impactos a todas las distan¬ cias, y es por lo tanto doblemente vulnerable en dos filas que en una sola. Este estudio comparativo de las formaciones en una y dos filas, se ve en el grafico siguiente. (Fig. 82) 3.0—Formaciones POR EL FLANC0
En las formaciones por el flanco, varios hombres colocados unos detras de otros, pueden ser puestos fuera de j Zfitas Scedetv combate por un mismo proI tjila, ■+ ^-*• + 2filas yectil. Es preciso, por lo tan¬ Esatadras ifda. to, tener en cuenta la fuerza Fig. 82. de penetracion de estos en el calculo de las vulnerabilidades de estas formaciones. Esta fuerza de penetracidn depende de la velocidad remanente, y variara, por lo tanto, con la distancia a que el tiro se efecttie. Las Zoo™ 5qo
iooo iSoo Escala de- dlstandae
2coa
228
AL COMENZAH EL SIGLO XX
otras causas que hacen variar la fuerza de penetracion de un proyectil, como es la mayor 6 menor consistencia del objetivo, se las eonsidera eomo invariables y se hace easo omiso de ellas; porque el objetivo considerado es el cuerpo humano en las condieiones ordinarias y sin proteceion alguna. El numero de heridas que produce un mismo proyectil en una formacion, se llama Coeficiente de penetracion. Este numero de heri¬ das que puede causar, sera el numero de hombres que podra poner fuera de combate. Los proyectiles actuales pueden a 500 metros poner fuera de combate cuatro hombres; a 1.100, tres hombres; a 2.000, dos hom¬ bres. Se ha calculado el cuadro siguiente que da los coeiicientes de penetracion a diferentes distancias. Distancias 500
Coeficientes
Distancias
Coeficientes
Distancias
Coeficientes
4 3,9
1.000
3,2
1.500
2,3
1.100
3
1.600
2,2
1.200 1.300
2,8
1.700
800
3,7 3,5
2,6
1.800
. 2,1 2
900
3,4
1.400
2,4
1.9G0
2
2.000
2
600 700
Estas cifras son los valores medios; el valor 3,5, por ejemplo, quiere decir que 10 proyectiles producen 35 heridas. Esto establecido, el calculo de las vulnerabilidades de las formaciones por el flanco, se hace segun los mismos principios y procedimientos que Tos adoptados para las otras formaciones. Como cada pro¬ yectil produce varias bajas, se multiplicaran los resultados obtenidos por los coeficientes de penetracion a las distancias correspondientes. El calculo de las vulnerabilidades de las formaciones por el flan¬ co, presenta algunas dificultades, porque la superficie vulnerable es eompleja y varia con la distancia. Esta superficie vulnerable se cornpone: 1.° De la superficie vulnerable de la fila de cabeza, que esta expuesta al fuego en toda su altura H. 2.° De las superficies vulnerables que presentan las otras filas, expuestas al fuego en una altura variable h. (Fig. 83)
224
LAS ARMAS DE FtTEGO Esta altura h, depende de la distancia que hay entre cada dos filas y d© la tension de la trayectoria. En la figura se ve que A "" j'jtU
zyia
Ji = d X tang co.
.v'jjia La distancia entre las filas es eonstante, Flg 83 ' " pero la tension de las trayectorias yaria con la distancia; por lo tanto, la superficie vulne¬ rable de estas formaciones aumenta con la distancia a que el tiro se ejecuta. Operando en la forma indicada se ha obtenido el siguiente cuadro:
At, comemza n el skii.o xx
S25
226
LAS ARMAS DE EtfEGO
Examinando y comparando las cifras de este cuadro, se ve que la vulnerabilidad, muy grande a las pequenas distancias, disminnye rapidamente a medida que la distancia aumenta. Esto proviene de que la dispersion aumenta eon la distancia, y la penetracidn de los proyeetiles disminuye. Las formaeiones de a dos, mucho menos vulnerables que las formaciones de a cuatro, & las peVulrumbUidades de lasjermado^ueperdjl/wxe quefias distancias, pierden poeo a poco esta ventaja cuando la distancia aumenta. Esto provie¬ 0.60a ne de que presentan menos fren¬ 0.500 te, y ademas de que a las pequefias distancias las trayectoo,foo rias son mas tendidas, y, por lo »\\ M tanto, las superficies vulnera¬ o.3oo >Vy bles mas pequenas. VA Esto mismo puede tambien O,%0O yA verse, examinando el grafieo de 3 vulnerabilidad de las formaeio¬ XX'A c4oo % nes por el fianco. (Fig. 84) See
tooo /Sao Escala de- distancias
Zcoo
4 0—Formaciones en coltjmna
dedA De todas las formaciones de dedz una tropa, las formaciones profundas y con un frepte de algu3ie!I — 4. — + — + — *consideracion, son las que m£s difieultades presentan para ^ig. 84. el calculo de su vulnerabilidad. Esta dificultad proviene de que, sobre distintas unidades, los efectos del fuego son diferentes; y que las superficies vulnerables son diflciles de determinar y varlan con las distancias & que el fuego se ejecuta. Si se examina, por ejemplo, la formacion de una compafiia en columna de secciones, se ve que la primera seccion presenta toda su altura Ffal fuego; & las secciones segunda, tercera y cuarta llegan directamente solo los proyectiles que pasan por encima de las precedentes, y no pueden batirse directamente mas que en una altura h que depende de la distancia & que el tiro se ejecuta; la figura da (Fig. 85) PehUn&tpU j
h-=dY- tag to.
AL COMENZAE EL SIGLO XX
227
Ademas, es imposible admitir que los hombres de las diferentes secciones se cubran exactamente los unos a los otvos; y a las seecio-
nes segunda, tercera y cuarta, podran llegar directamente algunos proyectiles que paseu por los huecos que existen entre los hombres de las secciones precedentes, y que las batirdn en toda su altura. La cuarta seccion, por ejemplo, sera batida: 1.° En la altura ht por los proyectiles que pasan por encima de las secciones precedentes. 2.° Por una parte de los proyectiles que llegan directamente a la tercera seccion, y que no ban sido detenidos por ella. 3.° Por una parte de los proyectiles que llegan directamente a la segunda seccion, y que no ban sido detenidos ni por esta ni por los de la tercera. 4.° Por una parte de los proyectiles que llegan directamente al frente de la pvimera seccibn, y que no ban sido detenidos ni por esta ni por la segunda ni por la tercera. La profundidad de la columna es muy pequefia comparada con la profundidad de la dispersion sobre el terreno, y se puede admitir que la densidad del fuego es la misma para las cuatro secciones. Se sabe ya calcular la vulnerabilidad v de cada seccibn aislada a las diferentes distancias, y se conoce el cuadro correspondiente en las formaciones en dos filas. La primera seccibn se la puede considerar aislada, su vulnerabi¬ lidad sera F, = v, para obtener las vulnerabilidades de las otras sec¬ ciones babra que muitiplicar a v por un coeficiente distinto para cada una de ellas y calculado teniendo en cuenta para cada grado de intensidad en el fuego, la superficie total que es susceptible de ser batida. Esta intensidad de fuego disminuye a medida que el mimimero de secciones que tiene que atravesar aumenta; se tendra: Primera seccion V{ = v Segunda seccion V^ — v^C Tercera seccidn V3 = v X C Cuarta seccion V^v X C"
LAS ARMAS PR FHEGO
228
La vulnerabilidad V de la coinpafn'a, sera la suma de las vulnerabilidades parciales r=v(f-i-c-hC'-hC//). El valor de este coeficieiite; por el que hay que multiplicar la vul¬ nerabilidad v de la seceidn en dos filas, para obtener la vulnerabili¬ dad V de la columna, se encuentra en el cuadro siguiente, as! como la vulnerabilidad total, a las diferentes distancias. Vulnerabilidad de la columna de compahia. COLUMNA DE PIE Distancias
Coeficiente
500 600
2,38
700 800
2,46 2,51
2,41
Vulnerabilidad
COLUMNA DE RODILLAS Coeficiente
0,676 0,564 0,477
2,18 2,24 2,31
0,402
2,39 2,47
900
2,56
1.000 1.100
2,62
0,343 0,299
2,70
0,259
2,57 2,69
1.200 1.300
2,78
0,225
2,33
2,88
0,196
2,98
Vulnerabilidad 0,532 0,443 0,370 0,315 0,272 0,236 0,210 0,184 0,161
1.400
2,99
0,170
3,14
1.500
3,12
0,147
1.600 1.700
3,23
0,123
3,32 3,43
3,35
0,100
3,55
0,096
3,68 3,83 3,99
0,081 0,057
1.800 1.900
3,47
0,080
3,56
2.000
3,64
0,060 0,044
0,141 0,126 0,110
0,028
Las cifras de este euadro demuestran que una compafna en eolumna de secciones es la formacidn mas vulnerable de todas las que puede tomar esta unidad. En esta formacidn, la compafna es tres veces mas vulnerable que desplegada en Hnea en dos filas. Vulnerabilidad relativa de la compania en sus diferentes formaciones. El metodo de c&leulo empleado para determinar las vulnerabilidades de las diferentes formaciones, permite calcular y comparar las
229
AL OOMENZAR F.I. SIGLO XX
vulnerabilidades de una misma unidad en sus distintas formaciones. Tomando como ejemplo una eompama en sus diversas formaciones, se puede calcular las vulnerabilidades respeetivas y obtener el cuadro y grafico siguientes: (Fig. 86) Vulnerabilidad relatiua de fas companias de pie en sus divers as posiciones.
DISTANCIAS
500 600 700 800 900
Columna de co mpani a 0,676 0,564
LlNEA DESPLEGADA En 2 filas
En 1 fila
Colnmna por elflanco las secciones de 4 de frente
0,284
0,142
0,573
0,234
0,401
0,477 0,402
0,194
0,117 0,097
0,160
0,080
0,202
0,286
0,343
0,134
0,067
0,145
1.000
. 0,299
0,114
0,057
0,108
1.100
0,096 0,082
0,048 0,041
0,080
1.200
0,259 0,225
1.300
0,196
0,070
0,035
0,061 0,046
1.400 1.500
0,170
0,060
0,030
0,034
0,147
0,052
0,026
0,026
1.600
0,123
0,044
0,022
0,021
1.700
0,100
0,038
0,019
0,016
1.800 1.900
0,080
0,034
0,060
0,011 0,008
2.000
0,044
0,030 0,024
0,017 0,015 0,012
0,005
Comparando las cifras de este cuadro, se ve: 1.° Que a todas las distancias, la fonnacion mas vulnerable es la eolumna de secciones. 2.° Que la llnea en dos filas es, a todas las distancias, dos veces mas vulnerable que en una fila. 3.° Que la eompafna por el flanco, las secciones de a cuatro y con los intervalos necesarios para que una seccidn no pueda ser batida por el fuego dirigido sobre las prdximas, es a partir de 1.000 metros en adelante, menos vulnerable que la linea desplegada en dos filas.
280
LAS ABM AS DE FUEGO Que esta misma formacion, a partir de 1.400 metres, es menos vulnerable que la linea desVubumbilidades de lasJonnadoties de tuue plegada en una fila. ccmpania, de pie0,600
Vulnerabilidad relativa de las formaciones de la caballena.
fooo l5oo Eocala de dislancias ijinca {izjuaz \iju*- + (ehinmade conipaniaudwtwapot'eljlaruvded/i -• Fig. 86.
Zooo
El metodo de calculo expuesto anteriormente, es aplicable a todos los objetivos; y vamos a examinar como ejemplos las vulnerabilidades de la eaballerla en la Imea desplegada en dos filas, y en la li¬ nea desplegada en una fila y con intervales, formacidn empleada per esta arma en la carga a discrecidn. A. — Cdballerta en Unea desple¬ gada en dos filas.—Admitiremos las cifras reglamentarias: que cad a hombre ocupa un metro de frente, teniendo: La seccidn, 12 hileras. Pelotdn de dos secciones, 24 hileras.
Escuadrdn, 48 hileras. La prof undid ad de la formacion es de 6 metres. El jinete de segunda fila es protegido en parte por el de la primera; para simplificar, se admitira que la superficie vulnerable del jinete de segunda fila es constante e igual a su valor medio a todas las distancias, 6 sea, un tercio de la altura total; se admitira tambien que la penetracion de los proyeetiles es tal, que los que hieren a un caballo no causan mds que una herida, mientras que los que hie¬ ren a los hombres de primera fila pueden herir a los de la segunda. Se puede tomar como coeficiente de penetracion medio 1,20, 6 sea, que 100 proyeetiles que llegan a la formacidn causan 120 heridas. Esto establecido, para calcular la vulnerabilidad de la primera fila, se multiplicara el mimerode impactos K contenido en el rectangulo envolvente, por la relacidn entre la superficie vulnerable de la fila y la superficie del rectangulo de comparacion; el resultado obtepido hay que aumentarlo en uu tercio de su valor, que es la vulne-
231
AL COMENZAR EL STGLO XX
rabilidad de la segunda fila, y despues multiplicar la suma por 1,20, coeficiente de penetracidn de los proyeetiles. Operando asi, se ha obtenido el cuadro siguiente: Vulnerabilidad de la Caballeria en IJnea de dos fl/as. Distancias .
Seccion
Medio Escuadrdn
Escuadrdn
100
0,640 0,619
0,640
0,640
200
0,619
0,619
300
0,531
400
0,432
0,531 0,432
0,531 0,432
500
0,355
0,355
0,355
600 700
0,292
0,292
0,248
0,248
800
0,207
0,207
900
0,207 0,179 0,152
0,152
j
0,292 0,248
1.100
0,176 0,146 0,121
0,132
0,132
1.200
0,100
0,116
0,116
1.300
0,079
0,098
0,099
1.400
0,063
0,084
0,086
1.500
0,050
0,072
0,076
1.600
0,041
0,061
1.700
0,031
0,050
0,068 0,058
1.800
0,025
0,042
0,051
1.900
0,021
0,036
0,047
2.000
0,016
0,029
0,040
1.000
0,179
B.—Caballeria en una fila con intervalos. La superfieie vulnerable de un jinete es 0m;96, y su altura media m 2 ,40; la seceidn de 24 hombres en una fila con intervalos, se supondra que ocupa 50 metros de frente. Esto establecido, se sabe calcular por los procediiuientos expu^stos el cuadro siguiente:
232
las aemas de fuego
Vulnerabilidad de la CabalIen'a en una fila. Distancia Vulnerabilidad Distancia Vulnerabilidad Distancia Tuloerabilidad 100
0,192
200
0,186
600 700
300 400
0,159 0,130
500
0,106
Distancia Vulnerabilidad
1.100 1.200
0,040 0,035
800
0,088 0,064 0,062
1.300
900 1.000
0,054 0,046
1.400 1.500
0,030 0,026
1.600 1.700 1.800 1.900
- 0,023
2.000
0,020 0,017 0,016 0,014 0,012
Se puede construir el grafico adjunto: (Fig. 87) Vulnerabilidad de la Artillena. Es imposible aplicar a los objetivos constituidos por la Artilleria, el metodo de ealculo empleado para la Infanteria y la Caballeria. Las superficies vulnerables de esVnlnerabiUdades dt lajjbrmactitiss de la Czballerht tos objetivos, son muy pequenas con relacion a las su¬ perficies de los rectangulos Soo envolventes; y en estas condiciones no se puede admitir Aoo \ la proporcionalidad entre el \ niimero de impactos y las 300 superficies que las contienen. \ Zoo > * Es precise acudir a la expeX | riencia directa para obtener \ loo V■ las vulnerabilidades de estos objetivos. Se ban ejecutado tiros a 0 doo icoo l5oo Zooo diferentes distancias, sobre F'scala de dislaneias objetivos representando una seccion de dos piezas en baiZfitas terfa. \tfda ccn inlcrvaJos *• + + + + + ++ + + h Los resultados experiLinail BivisiOn- — — —. mentales, regularizados por Rscuadivu los procedimientos ordinarios Fig. 87. conocidos, ban dado la vul¬ nerabilidad aproximada para las distancias correspondientes.
233
AL COMENZAR EL SIGLO XX
Para pasar de estos resultados a los que se obtendrian sobre un objetivo mas importaute, una bateria por ejeinplo; se ha caleulado para cada distaneia la relacion que existe entre el niimero de impaetos eontenidos en las bandas vertieales, que tengan por ancho los frentes de la seceion y de la bateria; y se ha admitido que las vulnerabilidades de la seccidn y de la .bateria, estan en la misma relacidn que el niimero de impactos en ellas eontenidos. Operando asl, se ha obtenido el cuadro siguiente: Vulnerabilidad de los objetiuos de ArtiUeria. Distaneia
Secci6n
Bateria
500
0,100
0,100
600
0,090
0,090
700
0,082
0,082
800 900
0,074
0,074
0,067
0,067
1.000
0,060
0,060
1.100
0,054
0,054
1.200
0,048
0,048
1.300
0,042
0,043
1.400
0,037
0,039
1.500
0,032
0,036
1.600
0,027
0,032
1.700
0,022
0,028
1.800
0,018
0,025
1.900
0,016
0,022
2.000
0,014
0,020
Para terminar, presentamos el cuadro adjunto y el grafieo correspondiente, con los resultados obtenidos efectuando el tiro sobre blaneos representando los diferentes objetivos. (Fig. 88)
234
LAS ARMAS DE FUEGO Oi Ol • o
o cT
,55 *«.55 sO