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COLEGIO NSTRA. SRA. DEL RECUERDO Jefatura de Estudios .
E. S. O.
REFUERZO EDUCATIVO Departamento: Lengua y Literatura
Alumno/a:
Área/materia:
Curso:
Lengua y Literatura
Profesor/a: Curso lectivo:
4º
Grupo:
Número:
Tutor/a: 2014-2015
Fecha presentación:
Septiembre 2015
Estudiar comprensivamente los contenidos. Comprender los conceptos y describirlos correctamente. El cuaderno con el Refuerzo Educativo completará y matizará la nota del examen, siempre que esta sea igual o superior a 3 puntos.
CONOCER (conceptos) 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26.
Conocer las características de la literatura romántica. Conocer el marco cultural e histórico de la época romántica. Conocer las características de la literatura realista. Conocer el marco cultural e histórico de la época realista. Conocer la evolución del realismo al naturalismo. Conocer los géneros que más se usaron en la literatura realista. Conocer la evolución, tipología, autores y obras de la narrativa realista. Conocer los elementos que dan coherencia al texto. Conocer los acontecimientos históricos, culturales, políticos y sociales fundamentales desde 1898 hasta1936. Conocer la integración del escritor en la vida social de 1898 hasta 1936. Conocer las cuatro generaciones activas de 1898 hasta 1936. Conocer las diferencias y semejanzas entre Modernismo y Generación del 98. Conocer el ideario poético del Modernismo español e hispanoamericano. Conocer las técnicas de síntesis: el esquema y el cuadro sinóptico. Conocer el concepto de Generación. Comentar textos poéticos, narrativos, ensayísticos y teatrales de las distintas épocas literarias. Conocer las características y autores más destacados del Novecentismo. Conocer características comunes de las Vanguardias. Conocer las características de la Generación del 27. Conocer los temas, el estilo y géneros literarios de los autores de la Generación del 27. Conocer la vida y obra de los autores más destacados de la Generación del 27. Conocer el concepto de categorías y funciones. Conocer la conjugación de los tiempos verbales de verbos irregulares. Conocer la estructura de la oración compleja. Conocer la definición, clasificación y función de las proposiciones subordinadas. Conocer el concepto de subordinada sustantiva, adjetiva, adjetiva sustantivada y adverbial. HACER (procedimientos)
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Reconocer oraciones simples. Reconocer oraciones complejas. Deducir las características sociales de España del siglo XIX a partir de los textos. Reconocer las características e ideas propias de la literatura romántica, realista y naturalista en los textos. Distinguir entre oraciones simples, y complejas. Diferenciar entre oración como unidad gramatical y enunciado como unidad comunicativa y texto.
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Analizar sintácticamente oraciones y proposiciones de todos los tipos. Realizar resúmenes de distintos textos. Identificar la incoherencia en la estructura textual. Construir textos usando correctamente los elementos que producen coherencia interna. Reconocer usos incorrectos del lenguaje. Analizar un texto por medio de anotaciones al margen, acotaciones y subrayado. Corregir el estilo propio evitando repeticiones innecesarias. Leer comprensiva y reflexivamente textos. Identificar la incorrección gramatical provocada por anacolutos. Hallar discordancias y falsas concordancias en enunciados erróneos gramaticalmente. Comentar textos poéticos, narrativos, ensayísticos y teatrales de las distintas épocas literarias. Producir textos con la necesaria adecuación de registro. Corregir falsas concordancias en impersonales con se y pasivas reflejas. Sintetizar las características más sobresalientes de la Generación del 27. Identificar en un texto las características del movimiento o el autor al que pertenece dicho texto. Utilizar las técnicas apropiadas para el análisis y comentario de un poema. Producir textos con un vocabulario rico y adecuado. Delimitar las categorías gramaticales dentro de la oración e identificar la función sintáctica que desempeñan. Describir las funciones semánticas y las relaciones que mantienen con las funciones sintácticas. Usar correctamente los verbos pronominales. Reconocer la transitividad o intransitividad en los verbos. Consultar el diccionario. ACTUAR (actitudes)
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Valorar la creación de textos orales y escritos propios. Respetar las opiniones propias y ajenas. Esforzarse en el uso correcto de la lengua oral y escrita. Reflexionar sobre la influencia de los medios de comunicación. Disfrutar con la lectura de diferentes textos. Valorar positivamente la correcta presentación de los escritos y trabajos. Interesarse por conocer los métodos de análisis de la lengua como sistema para comprender los mecanismos que la hacen funcionar. Respetar las normas que rigen el uso de la lengua oral y escrita. Mostrar interés por la construcción de textos coherentes. Valorar positivamente el orden y el método en el análisis textual. Valorar positivamente el uso de un estilo adecuado a la intención comunicativa. Valorar la importancia de las técnicas de síntesis para el estudio personal. Valorar la literatura y los textos no literarios como instrumentos para comprender el mundo en el que vivimos. Disfrutar con la lectura de textos. Mostrar interés por la creación de textos propios. Respetar y valorar las composiciones escritas de otros. CRITERIOS DE EVALUACIÓN
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Captar las ideas esenciales de textos orales de diferente tipo y distinto nivel de formalización y reproducir su contenido en textos escritos. Elaborar el resumen de una exposición o debate oral sobre un tema específico y conocido, reflejando los principales argumentos y puntos de vista de los participantes. Sintetizar oralmente el sentido global de textos escritos, de diferente tipo y distinto nivel de formalización, identificar sus intenciones, diferenciar las ideas principales y secundarias, reconocer posibles incoherencias o ambigüedades en el contenido y aportar una opinión personal. Integrar informaciones procedentes de diferentes textos sobre un tema con el fin de elaborar un texto de síntesis en el que se reflejen tanto las principales informaciones y puntos de vista encontrados como el punto de vista propio. Exponer oralmente el desarrollo de un tema de forma ordenada, ajustándose a un plan o guion previo, adecuando el tema a la situación comunicativa y manteniendo la atención del receptor. Crear textos escritos de diferentes tipos (narrativos, descriptivos, expositivos y argumentativos), adecuándolos a la situación comunicativa y utilizando su estructura organizativa, con un vocabulario rico y variado y respetando los criterios de corrección.
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Planificar y llevar a cabo, individualmente y en equipo, la consulta de diversas fuentes de información, mediante el manejo de índices, fichas y diversos sistemas de clasificación de fuentes, aplicando medios tradicionales y nuevas tecnologías. Identificar el género al que pertenece un texto literario leído en su totalidad y reconocer sus elementos estructurales básicos y los grandes tipos de recursos lingüísticos empleados. Establecer relaciones entre obras, autores y movimientos fundamentales en la Literatura de los siglos XIX y XX. Reconocer las diferentes unidades de la lengua, sus combinaciones y, en su caso, la relación entre ellas y sus significados y ser capaz de utilizarlas en el uso oral y escrito del español. Analizar oraciones, identificando sus unidades lingüísticas en los planos fonológico, morfosintáctico, léxicosemántico y textual, así como sus reglas de funcionamiento. Identificar y localizar las lenguas constitucionales y las grandes variedades dialectales de España. Elaborar el cuaderno de Refuerzo Educativo. Entregar personalmente el cuaderno de Refuerzo Educativo el mismo día del examen. SECUENCIACIÓN DE CONTENIDOS
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Unidades gramaticales.El texto como unidad lingüística. El léxico en las distintas variedades diastráticas. Unidades lingüísticas. El predicado: tipos de predicado. Complementos del verbo. La oración simple y compuesta. Yustaposición y coordinación El marco histórico-social de finales del siglo XVIII y de la primera mitad del siglo XIX.Características generales del romanticismo. La poesía romántica: características formales y temáticas principales. Los grandes poetas románticos. La novela romántica. El teatro romántico. El Romanticismo tardío: Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro El artículode costumbres. La novela romántica: la novela histórica. El teatro romántico. Mariano José de Larra. Oración compuesta por subordinación.Sintaxis de la oración compuesta: subordinadas sustantivas. El emisor del texto. Los tecnicismos. Sintaxis de la oración compuesta: subordinadas sustantivas El receptor. Los neologismos. La distinción entre abreviaturas, símbolos y siglas. El Realismo del siglo XIX. Las claves socioculturales de la segunda mitad del siglo XIX. El Naturalismo. El parnasianismo y el simbolismo. El Realismo en España. El Naturalismo en España. La descripción realista Leopoldo Alas «Clarín». Benito Pérez Galdós. El contexto. Latinismos y helenismos. Deber + infinitivo, deber de + infinitivo. Las relaciones de forma y contenido entre los signos. Los elementos compositivos griegos y latinos. Estar + gerundio; llevar + gerundio. Ortografía y pronunciación de siglas y acrónimos. Sintaxis de la oración compuesta: subordinadas adjetivas La coherencia y la cohesión. La perífrasis estar + siendo + participio. La crisis de fin de siglo. El Modernismo: origen y características. El modernismo en España: Rubén Darío y los autores españoles modernistas. Juan Ramón Jiménez. El Grupo del 98.Los autores de fin de siglo: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Ramiro de Maeztu, Valle Inclán y Antonio Machado. Ortografía: acentuación y puntuación. La crisis de España en el primer tercio del siglo XX.Superación del modernismo: La Edad de Plata. El novecentismo. Los intelectuales españoles de entreguerras. José Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna. Las vanguardias europeas y españolas. La revolución cultural en la Segunda República. La Generación del 27. Los poetas del 27. La guerra civil española. La literatura de posguerra.La Generación del 36. Sintaxis de la oración compuesta: subordinadas adverbiales.
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REFUERZO DE LENGUA NOCIONES BÁSICAS.
Las unidades de la lengua:
fonema [Unidad más pequeña. Sirve para diferenciar significados por oposición.] /p/ /m/ /n/ pido, mido, nido /i/ /e/ lío leo
morfema[Unidad más pequeña, formada por uno o más fonemas, que tiene significado, ya sea léxico o gramatical.] cant/aba/mos en/carcel/ar pre/juicio/s
palabra [Unidad situada entre pausas o espacios en blanco] grupo o sintagma [Unidad más pequeña con función sintáctica] oración
[Unidad más pequeña que presenta una estructura de sujeto y predicado, entonación propia y significado
completo.]
texto [Unidad superior de una lengua. Además de significado tiene sentido completo. CATEGORÍAS GRAMATICALES:
categoría PALABRA
Sustantivo: casa, Fernando… Adjetivo: sencillo, guapo… Determinativo: el, este, mi... Verbo: hablas, comes… Adverbio: aquí, así, ahora… Preposición: a, ante, bajo… Conjunción: y, que, aunque… Pronombre: yo, tú, él…
categoría GRUPO
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(o SINTAGMA)
GN GV G ADJ G ADV G PREP
Nominales. Tienen como núcleo un sustantivo. Ejemplo: nuestro coche nuevo Verbales. Tienen como núcleo un verbo. Ej.: hablaron de varios asuntos. Adjetivales. Tienen como núcleo un adjetivo. Ej.: tan bonito. Adverbiales. Tienen como núcleo un adverbio. Ej.: muy cerca
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Construcciones preposicionales. No tienen núcleo, sino que están formadas por un enlace (preposición) y un término de la preposición (sustantivo, grupo nominal…). Ej.: de mi casa.
categoría PROPOSICIÓN
SUBORDINADAS COORDINADAS YUXTAPUESTAS
[SUBORDINADAS / COORDINADAS]
Tipos de oración: Las oraciones pueden ser simples (un verbo), compuestas o complejas (dos o más verbos). Concepto de oración simple: Las oraciones simples son aquellas que se componen de un sólo verbo, normalmente conjugado. Clasificación de la oración simple: Según la actitud del hablante: - Enunciativas: (afirmativas y negativas) - Interrogativas: (directas e indirectas) - Exclamativas - Optativas o desiderativas - Dubitativas - Exhortativas - Imperativas Según la naturaleza del predicado: -
Atributivas o copulativas Predicativas: transitivas, intransitivas, pasivas, pasivas reflejas, reflexivas y recíprocas.
Concepto de sujeto: El sujeto es la palabra, oración o grupo nominal cuyo núcleo concuerda con el verbo en número y persona. Los alumnos aplicados aprueban siempre. Concepto de predicado: El predicado es una función sintáctica desempeñada por un verbo u grupo verbal. Desde el punto de vista semántico, el predicado es aquello que se dice del sujeto. Ejemplo: los alumnos aplicados aprueban siempre. Concepto de complemento directo: Es una función sintáctica desempeñada por una palabra o grupo de palabras exigidas por el verbo y que completa el significado de éste. Por ejemplo: Ayer vi una película de terror. 5
El complemento directo suele ser sustituible por los pronombres átonos: lo, la, los, las. Concepto de complemento indirecto. Es el complemento del verbo encabezado siempre por la preposición “a” que puede sustituirse por los pronombres átonos “le” y “les”. Ej.: dio un beso a María Concepto de complemento circunstancial. Es la función desempeñada por una palabra o grupos de palabras que complementan el verbo pero no están exigidos por él. Por ejemplo: Raúl tiene una casa en Zamora. Concepto de atributo: El atributo es la palabra o grupo de palabras que complementan a la vez a un verbo copulativo y al sujeto de la oración. Por ejemplo: Yo soy médico. Concuerda en género y número con el sujeto y puede sustituirse por el pronombre neutro “lo”. Concepto de complemento predicativo: Es la palabra o grupo sintáctico que complementa a la vez al sujeto y al verbo o al verbo y al complemento directo. Por ejemplo: Los jugadores salieron cansados. Han nombrado jefe a mi padre. Concepto de complemento agente: Es una construcción preposicional que la voz pasiva dice quién realiza la acción. Por ejemplo; La novela fue premiada por el jurado. Concepto de suplemento: Es un complemento del verbo introducido por una preposición exigida por él. Sin dicho complemento explícito o implícito la oración resulta incorrecta o cambia de significado. Por ejemplo: El éxito depende de su esfuerzo.
LA COORDINACIÓN. Decimos que hay coordinación cuando las proposiciones no dependen una de otra. Yo canto y tú ríes. Están en el mismo nivel sintáctico. Van unidas por nexos coordinantes. Clases de proposiciones coordinadas:
Copulativas: y, e, ni, además de, junto con. Disyuntivas: o, u, o bien. Adversativas: mas, pero, sin embargo, con todo, no obstante, sino, sino que. Distributivas: ya…ya, bien…bien, ora…ora, unos…otros. 6
Explicativas: o sea, es decir, esto es.
Clases de proposiciones subordinadas:
Sustantivas: equivalen a un sustantivo o GN. Adjetivas: equivalen a un adjetivo o G Adj. Tipos: especificativas y explicativas. Adverbiales: suelen funcionar como un G Adv. Tipos:
de tiempo de lugar de modo
causales condicionales concesivas finales
consecutivas comparativas
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Actividades [Estos ejercicios son un apoyo pero no suplen el estudio de los conceptos teóricos y de los apuntes de clase.]
Analiza sintácticamente las siguientes oraciones simples, compuestas o complejas:
Pablo es un chico muy inteligente. El protagonista de esta historia vivía en Lérida. A Juan le encantaría esta película de aventuras. Entre todos terminaron contentos el trabajo de Lengua. Explica las oraciones con precisión. Encontraron desmotivados a los jugadores del Madrid. Se avergonzó de una metedura de pata. Los alumnos de este curso fueron felicitados por sus profesores. Me gusta mucho el chocolate con leche. Esa chica parece contenta de verdad en este sitio. Pedro, el hermano de Ana, saca muy buenas notas en Lengua. Se alegró de su buena suerte. A los alumnos pequeños les molesta tu actitud egoísta. Le pidió los datos más importantes, pero no hubo respuesta. A todos no impresionó el descubrimiento, es decir, nos pareció interesantísimo. El presidente, la persona más necesaria, les atendió muy amable. Pedro estuvo enfermo durante unos días. No hay ningún documento innecesario en esa carpeta. Mi hermano Adolfo no se acordó de mi cumpleaños. El partido de fútbol resultó entretenido durante la primera parte. El año pasado a esta misma hora nos estábamos sentando agotados sobre la pradera húmeda a mitad del camino de Santiago. Ese político es un hombre muy beligerante para los asuntos sociales. ¡No hables así a tu hermano pequeño! A mí me aburre muchísimo esa película sobre la guerra de Troya. Me hice ayer el carnet joven para el interrail de este verano y me ha resultado bastante barato. Todos los presentes coincidieron en su capacidad de triunfo, pero no se esforzó en la consecución de la victoria. Raíz de todos los males es la avaricia. ¿Se han desbordados los ríos por las intensas lluvias? 8
Me ocultó la verdad, es decir, me mintió. Te entiendo, pero no opino lo mismo. O no vio la señal o no le dio importancia. Unos trabajan a diario, otros no lo hacen nunca. La clase acabó, pero nadie se movió de su sitio. Tienes tres bolígrafos nuevos, pero ninguno escribe bien. Ya tiene ganas de juerga, ya se deprime sin ningún motivo. Estoy en fase de prueba, es decir, aún no tengo contrato fijo. Todo el mundo empezó a aplaudir y el concertista saludó sonriente. Me han contado que has escrito un libro de aventuras. No estoy seguro de que Pedro vaya a llamarme mañana. ¿Te apetece venir al cine con nosotros? Me pregunto si este artículo se podrá devolver. Todos los libros que he leído tenían ilustraciones. Me dieron el regalo que me habían prometido. Ayer vi al autor cuyo libro estamos leyendo en clase. El policía, al que pedí auxilio, no pudo ayudarme. Dime cuándo me devolverás el disco que te presté la semana pasada. No sé que te pasa últimamente, Juan. No te arrepentirás de haber contado conmigo. Encontré las llaves donde las había dejado. Cuando sonó el timbre todos los alumnos se pusieron a recoger sus libros. Redacté el informe como tú me lo explicaste. Tras pensarlo mucho, Juan decidió no aceptar el trabajo. Me alegra enormemente que tengas unos resultados tan estupendos pero no seas tampoco demasiado optimista con ellos. A la salida me informaron de cómo había terminado todo aquel barullo que se organizó dentro del teatro.
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Identifica el tipo de «se», clasifícalo como pronombre o morfema y determina su función dentro de la oración. Sólo se atreve con los que son más pequeños que él. Se dieron cuenta de su error demasiado tarde. María se comió todo el bocadillo en un minuto. Se lo dije muchas veces, pero no me hizo caso. No debe usted reírse de estas cosas tan serias. María se emocionó mucho con el regalo. Se han cometido varios errores en el enunciado del problema. Pedro se cubrió los brazos con una manta. Las acciones se vendieron a un precio muy alto. El señor y la señora López se miraron de reojo.
Analiza al completo las siguientes oraciones en las que aparece algún tipo de «se». Raquel se ha tragado el hueso sin querer. Pepe se toma un zumo de naranja todos los días. Blanca se acuerda de todos sus amigos del colegio. José se lee los libros de Julio Verne de un tirón. Rodrigo siempre se está jactando de sus éxitos. Hambre se escribe con h. Se convoca a los delegados y delegadas el lunes a las seis de la tarde. Los pantalones se planchan del revés. En Italia se come a la una de la tarde. En la Escuela Oficial de Idiomas se dan clases de griego moderno. Se ha restaurado un cuadro inédito de Goya. Se disfruta mucho más jugando al billar que a los dardos. ¿Se lo has dado ya? El otro día mi mejor amigo se compró un libro estupendo. Se lo dijeron a los padres. ¡Se acaban de comer la mejor paella de su vida! Se queja por todo.
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REFUERZO DE LITERATURA
Realiza un esquema completo para cada uno de estos puntos, incluyendo contextos histórico y sociocultural, autores, géneros literarios cultivados, obras y características (etapas de su obra en el caso de autores individuales). Un eje cronológico con las sucesivas etapas de la literatura. El Romanticismo. El Realismo. El Modernismo. Parnasianismo y Simbolismo. Juan Ramón Jiménez El Grupo del 98 La Edad de Plata. Las Vanguardias La Generación del 27.
Realiza un comentario de los textos que aparecen en el apéndice, incluyendo en cada comentario: Intento de identificación de la obra y autor a partir de las características que encuentras. Género literario. Estructura de la obra o del fragmento propuesto. Análisis de la forma. Temas tratado. Identificación de los rasgos propios de la corriente literaria y del autor al que pertenece el texto y que ves reflejados en él.
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ESO- 4
TEXTOS PARA SU COMENTARIO
SIGLO XIX -
EL ROMANTICISMO
(TEXTO 1) El recinto era rectangular, a excepción de las esquinas, que eran redondeadas para mayor comodidad de los espectadores. Las aventuras para que entraran los contendientes estaban en los extremos norte y sur de la palestra, a la que se accedía por unos resistentes portalones de madera que permitían la entrada de los jinetes, uno al lado de otro. Allí estaban situados los heraldos con seis trompetas y un destacamento de hombres armados.
(TEXTO 2) Una nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche helaba mis venas. Quise salir violentamente del horrible cementerio. Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos.
(TEXTO 3) ¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro, ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero!¡Aquí yace la esperanza! ¡Silencio, silencio!
(TEXTO 4) El último día 23 del año 1836 acababa de expirar en la muestra de mi péndola, y consecuente en mis principios supersticiosos, ya estaba yo agachado esperando el aguacero y sin poder conciliar el sueño. Así pasé las horas de la noche, más largas para el triste desvelado que una guerra civil; hasta que por fin la mañana vino con paso de intervención, es decir, lentísimamente, a teñir de púrpura y rosa las cortinas de mí estancia. El día anterior había sido hermoso, y no sé por qué me daba el corazón que el día 24 había de ser día de agua. Fué peor todavía; amaneció nevando. Miré el termómetro y marcaba muchos grados bajo cero; como el crédito del Estado. Resuelto a no moverme porque tuviera que hacerlo todo la suerte este mes, incliné la frente, cargada como el cielo de nubes frías; apoyé los codos en mi mesa y paré tal, que cualquiera me hubiera reconocido por escritor público en tiempo de libertad de imprenta, o me hubiera tenido por miliciano nacional citado para un ejercicio. Ora vagaba mi vista sobre la multitud de artículos y folletos que yacen empezados y no acabados ha más de seis meses sobre mi mesa, y de que sólo existen los títulos, como esos nichos preparados en los cementerios que no aguardan más que el cadáver; comparación exacta, porque en cada artículo entierro una esperanza o una ilusión. Ora volvía los ojos a los cristales de mi balcón; veíalos empañados y como llorosos por dentro; los vapores condensados se deslizaban a manera de lágrimas a lo largo del diáfano cristal; así se empaña la vida, pensaba; así el frío exterior del mundo condensa las penas en el interior del hombre, así caen gota a gota las lágrimas sobre el corazón. Los que ven de fuera los cristales, los ven tersos y brillantes; los que ven sólo los rostros, los ven alegres y serenos...
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(TEXTO 5) ... vuelvo a mi casa; aún me sobran de los quince, cinco días. Al llegar aquí monsieur Sans -délai, traté de reprimir una carcajada que me andaba retozando ya hacía rato en el cuerpo, y si mi educación logró sofocar mi inoportuna jovialidad, no fué bastante a impedir que se asomase a mis labios una suave sonrisa de asombro y de lástima que sus pl anes ejecutivos me sacaban al rostro mal de mi grado. --Permitidme, monsieur Sans-délai --le dije entre socarrón y formal--, permitidme que os convide a comer para el día en que llevéis quince meses de estancia en Madrid. --¿Cómo? --Dentro de quince meses estáis aquí todavía. --¿Os burláis? --No por cierto. --¿No me podré marchar cuando quiera? ¡Cierto que la idea es graciosa! --Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador. --¡Oh!, los españoles que han viajado por el extranjero han adquirido la costumbre de hablar mal [siempre] de su país por hacerse superiores a sus compatriotas. --Os aseguro que en los quince días con que contáis, no habréis podido hablar siquiera a una sola de las personas cuya cooperación necesitáis. --¡Hipérboles! Yo les comunicaré a todos mi actividad. --Todos os comunicarán su inercia. Conocí que no estaba el señor de Sans-délai muy dispuesto a dejarse convencer sino por la experiencia, y callé por entonces, bien seguro de que no tardarían mucho los hechos en hablar por mí.
(TEXTO 6)
recelosa previsión. Siempre en lances y en amores, siempre en báquicas orgías, mezcla en palabras impías un chiste y una maldición.
Segundo don Juan Tenorio, alma fiera e insolente, irreligioso y valiente, altanero y reñidor: Siempre el insulto en los ojos, en los labios la ironía, nada teme y toda fía de su espada y su valor.
En Salamanca famoso por su vida y buen talante, al atrevido estudiante le señalan entre mil; fuero le da su osadía, le disculpa su riqueza, su generosa nobleza, su hermosura varonil.
Corazón gastado, mofa de la mujer que corteja, y, hoy despreciándola, deja la que ayer se le rindió. Ni el porvenir temió nunca, ni recuerda en lo pasado la mujer que ha abandonado, ni el dinero que perdió.
Que en su arrogancia y sus vicios, caballeresca apostura, agilidad y bravura ninguno alcanza a igualar: Que hasta en sus crímenes mismos, en su impiedad y altiveza, pone un sello de grandeza don Félix de Montemar.
Ni vio el fantasma entre sueños del que mató en desafío, ni turbó jamás su brío
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(TEXTO 7) ¡Sentenciado estoy a muerte! Yo me río; no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna entena, quizá en su propio navío.
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ya la di, cuando el yugo del esclavo, como un bravo, sacudí.
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75 Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida
(TEXTO 8)
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tus palabras me alucinan, y tus ojos me fascinan, y tu aliento me envenena. ¡Don Juan! ¡Don Juan!, yo lo imploro de tu hidalga compasión: o arráncame el corazón, o ámame porque te adoro. DON JUAN: ¿Alma mía! Esa palabra cambia de modo mi ser, que alcanzo que puede hacer hasta que el Edén se me abra. No es, doña Inés, Satanás quien pone este amor en mí; es Dios, que quiere por ti ganarme para Él quizás. No, el amor que hoy se atesora en mi corazón mortal no es un amor terrenal como el que sentí hasta ahora; no es esa chispa fugaz que cualquier ráfaga apaga; es incendio que se traga cuanto ve, inmenso, voraz. Desecha, pues, tu inquietud, bellísima doña Inés, porque me siento a tus pies capaz aún de la virtud. Sí, iré mi orgullo a postrar ante el buen Comendador, y o habrá de darme tu amor, o me tendrá que matar.
DOÑA INÉS: Callad, por Dios, ¡oh, don Juan!, que no podré resistir mucho tiempo sin morir tan nunca sentido afán. ¡Ah! Callad por compasión, que oyéndoos me parece que mi cerebro enloquece se arde mi corazón. ¡Ah! Me habéis dado a beber un filtro infernal, sin duda, que a rendiros os ayuda la virtud de la mujer. Tal vez poseéis, don Juan, un misterioso amuleto que a vos me atrae en secreto como irresistible imán. Tal vez Satán puso en vos: su vista fascinadora, su palabra seductora, y el amor que negó a Dios. ¡Y qué he de hacer ¡ay de mí! sino caer en vuestros brazos, si el corazón en pedazos me vais robando de aquí? No, don Juan, en poder mío resistirte no está ya: yo voy a ti como va sorbido al mar ese río. Tu presencia me enajena,
(TEXTO 9)
RIMA XI
- Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión; de ansia de goces mi alma está llena; ¿a mí me buscas? -No es a ti; no
- Mi frente es pálida; mis trenzas de oro puedo brindarte dichas sin fin; yo de ternura guardo un tesoro; ¿a mí me llamas? -No; no es a ti.
- Yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz; soy incorpórea, soy intangible; / no puedo amarte. -¡Oh, ven; ven tú!
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(TEXTO 10) Tú eras el huracán y yo la alta torre que desafía su poder. ¡tenías que estrellarte o que abatirme…! ¡No pudo ser! Tú eras el océano y yo la enhiesta roca que firme aguarda su vaivén: ¡tenías que romperte o que arrancarme…! ¡No pudo ser!
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SIGLO XIX -
EL REALISMO
(TEXTO 11) « Buen agüero, mira -dijo mostrándolo a Fortunata-. Señal de que vas a ser dichosa». -No creas en brujerías. -¿Que no crea?... Paices boba. Cuando una se encuentra un botón, quiere decirse que a una le va a pasar algo. Si el botón es como este, blanco y con cuatro ujeritos, buena señal; pero si es negro y con tres, mala. -Eso es un disparate. Dijo esto último con tal intención, que Fortunata, cuya ansiedad crecía sin saber por qué, vio tras el sabes una cosa una confidencia de extraordinaria gravedad. -¿Qué? -Que te quemas. -¿Cómo que me quemo? -Nada, mujer, que te quemas, que le tienes muy cerca. Te gustan las cosas claras, ¿verdad?, pues allá va. Volvió de Valencia muy bueno y muy enamoradito de ti. Lo que yo te decía, chica, lo mismo fue enterarse de que estabas en las Micaelas haciéndote la católica, que se le encendió el celo, y todas las tardes pasaba por allí en su featón. Los hombres son así: lo que tienen lo desprecian, y lo que ven guardado con llave y candados, eso, eso es lo que se les antoja. -Quita, quita... -dijo Fortunata, queriendo aparecer serena-. No me vengas con cuentos. -Tú lo has de ver. -¿Cómo que lo he de ver? Vaya, que tienes unas cosas... Mauricia se echó a reír con aquel desparpajo que a su amiga le parecía el humorismo de un hermoso y tentador demonio. En medio de la infernal risa, brotaba esta frase que a Fortunata le ponía los pelos de punta: «¿Te lo digo?... ¿te lo digo?». -¿Pero qué? Se miraron ambas. Dentro de los cóncavos y amoratados huecos de los ojos, acechaban las pupilas de Mauricia con ferocidad de pájaro cazador. «¿Te lo digo?... Pues el tal sabe echar por la calle de enmedio. Vaya, que es listo y ejecutivo. Te ha armado una trampa, en la cual vas a caer... Como que ya has metido la patita dentro». -¿Yo...? -Sí... tú. Pues ha alquilado el cuarto de la izquierda de la casa en que vas a vivir; el tuyo es el de la derecha. -¡Bah!... no digas desatinos -replicó Fortunata, queriendo echárselas de valiente. Deslizose de sus rodillas al suelo la falda de gro negro que estaba arreglando. «Como lo oyes, chica... Allí le tienes. Desde que entres en tu casa, le sentirás la respiración». -Quita, quita... no quiero oírte. -Si sabré yo lo que me digo. Para que te enteres: hace media hora que he estado hablando con él en casa de una amiga. Si no caes en la trampa, creo que el pobrecito revienta... tan dislocado está por ti. -El cuarto de al lado... a mano izquierda cuando entramos... el mío a esta mano; de modo que... No me vuelvas loca... -Lo ha tomado por cuenta de él una que llaman Cirila... Tú no la conoces; yo sí: ha sido también corredora de alhajas y tuvo casa de huéspedes. Está casada con uno que fue de la ronda secreta, y ahora tu señor me le ha colocado en el tren. Fortunata sintió que se congestionaba. Su cabeza ardía. «Vaya, todo eso es cuento... ¿Piensas que me voy a creer esas bolas?... ¡Como no se acuerde él de mí...!, ni falta. -Tú lo has de ver. ¡Ay qué chico! Da pena verle... loquito por ti... y arrepentido de la partida serrana que te jugó. Si la pudiera reparar, la repararía. Créetelo porque yo te lo digo..»
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(TEXTO 12) Vetusta era su pasión y su presa. (…) La conocía palmo a palmo, por dentro y por fuera, por el alma y por el cuerpo, había escudriñado los rincones de las conciencias y los rincones de las casas. Lo que sentía en presencia de la heroica ciudad era gula. Don Fermín [el Magistral] contemplaba la ciudad. Era una presa que le disputaban, pero que acabaría por devorar él solo. ¡Qué! ¿También aquel mezquino imperio había de arrancarle? No, era suyo. Lo había ganado de buena lid. ¿Para qué eran necios? También al Magistral se le subía la altura a la cabeza; también él veía a los vetustenses como escarabajos; sus viviendas viejas y negruzcas, aplastadas, las creían lo vanidosos ciudadanos palacios, y eran madrigueras, cuevas, montones de tierra, labor de topos… ¿Qué habían hecho los dueños de aquellos palacios viejos y arruinados de la Encimada que él tenía allí a sus pies? ¿Qué habían hecho? Heredar. ¿Y él? ¿Qué había hecho él? Conquistar.
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SIGLO XIX -
EL MODERNISMO
(TEXTO 13) SONATINA
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur. Y están tristes las flores por la flor de la corte, los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Está presa en sus oros, está presa en sus tules, en la jaula de mármol del palacio real; el palacio soberbio que vigilan los guardas, que custodian cien negros con sus cien alabardas, un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión.
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste. La princesa está pálida.) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¿Quién volara a la tierra donde un príncipe existe (La princesa está pálida. La princesa está triste.) más brillante que el alba, más hermoso que Abril!
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz, o en el rey de las islas de las Rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—; en caballo con alas, hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con su beso de amor.»
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar; ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de Mayo, o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Prosas profanas
(TEXTO 14) Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico las florecillas rosas… Lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe (…). Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, los higos morados, con su cristalina gotita de miel. Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo.
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(TEXTO 15) Pájaro errante y lírico, que en esta floreciente soledad de domingo, vagas por mis jardines, del árbol a la yerba, de la yerba a la fuente llena de hojas de oro y cálidos jazmines… ¿qué es lo que tu voz débil dice al sol de la tarde que sueña dulcemente en la cristalería? ¿eres, como yo, triste, solitario y cobarde, hermano del silencio y la melancolía? ¿Tienes una ilusión que cantar al olvido? ¿una nostaljia eterna que mandar al ocaso? ¿un corazón sin nadie, tembloroso, vestido de hojas secas, de oro, de jazmín y de raso?
La soledad sonora, 1908
(TEXTO 16) Poema 3 ¡Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas! ... Que mi palabra sea la cosa misma creada por mi alma nuevamente. Que por mí vayan todos los que no las conocen, a las cosas; que por mí vayan todos los que ya las olvidan, a las cosas... ¡Intelijencia, dame el nombre exacto, y tuyo y suyo, y mío, de las cosas! Eternidades
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SIGLO XIX -
LA GENERACIÓN DEL98
(TEXTO 17)
Desdeño las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera mi verso, como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, más recibí la flecha que me asignó Cupido, y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Converso con el hombre que siempre va conmigo —quien habla solo espera hablar a Dios un día—; mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; mas no amo los afeites de la actual cosmética, ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar
(TEXTO 18) Las costumbres de Alcolea eran españolas puras, es decir, de un absurdo completo. El pueblo no tenía el menor sentido social; las familias se metían en sus casas como los trogloditas en su cueva. No había solidaridad; nadie sabía ni podía utilizar la fuerza de la asociación. Los hombres iban al trabajo y a veces al casino. Las mujeres no salían más que los domingos a misa. Por falta de instinto colectivo, el pueblo se había arruinado. (...) Con aquel régimen de guardarlo todo, Alcolea gozaba de un orden admirable; sólo un cementerio bien cuidado podía sobrepasar tal perfección. Esta perfección se conseguía haciendo que el más inepto fuera el que gobernara.
(TEXTO 19) DON LATINO- Estoy a tu lado. MAX- Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Le t orearemos. DON LATINO- Me estás asustando. Debías dejar esa broma. MAX- Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
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(TEXTO 20) Unamuno: Pues bien, la verdad, querido Augusto, que no puedes matarte porque no estás vivo, ni tampoco muerto, porque no existes. Augusto: ¿Cómo que no existo? Unamuno: No, no existes más que como ente de ficción; no eres, pobre Augusto, más que un producto de mi fantasía. Augusto: Mire usted bien, don Miguel... no sea que esté usted equivocado y que sea usted y no yo el personaje de ficción, el que no existe en realidad. Unamuno: Tú no existes más que en mi fantasía, te lo repito, y como no debes ni puedes hacer sino lo que a mi me dé la gana, y como no me da la real gana de que te suicides, no te suicidarás. ¡Lo dicho! Augusto: Eso de que no me da la real gana, Sr. Unamuno, es muy español, pero muy feo. Un novelista, un dramaturgo, no pueden hacer en absoluto lo que se les antoje de un personaje. Unamuno: ¡Bueno!¡Basta!¡Basta! (exclamó dando un puñetazo en la camilla). ¡Cállate! ¡No quiero oír más impertinencias! ... Y como ya me tienes harto y además no sé ya que hacer de ti, decido ahora mismo no ya que te suicides, sino matarte yo. ¡Vas a morir, pues, pero pronto!. ¡Muy pronto! Augusto: ¿Cómo? (exclamó sobresaltado) ¿Qué me va usted a dejar morir, a hacerme morir, a matarme? Unamuno: Sí, ¡voy a hacer que mueres! Augusto: ¡Ah, eso nunca! ¡Nunca!¡Nunca! (gritó) Unamuno: ¡Ah! (dijo mirándole con lástima y rabia)¿Conque ibas a quitarte la vida y te resistes a que te la quite yo? Augusto: Es que yo quiero vivir, don Miguel, quiero vivir, quiero vivir..... Unamuno: No puede ser, no puede ser Augusto: Quiero vivir, vivir... y ser yo, yo, yo. Unamuno: Pero si tú no eres sino lo que yo quiera... Augusto: ¡Quiero ser yo, ser yo! ¡Quiero vivir! (le lloraba la voz) Unamuno: No puede ser, no puede ser... Augusto: Mire don Miguel, por sus hijos, por su mujer, por lo que más quiera... mire que usted no será usted, que se morirá. ¡Don Miguel, por Dios, quiero vivir, quiero ser yo!
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SIGLO XX
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VANGUARDIAS Y GENERACIÓN DEL 27
(TEXTO 21) Primer Manifiesto del Futurismo 1909 (Fragmento) 1. Nosotros queremos cantar el amor al Peligro el hábito, de la energía y de la temeridad 2. El valor, la audacia, la rebelión serán elementos esenciales de nuestra poesía. 3. Hasta hoy, la literatura exaltó la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso ligero, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo. 4. Nosotros afirmamos que la magnificiencia del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad.. Un automóvil de carreras con su capó adornado de gruesos tubos semejantes a serpientes de aliento explosivo..., un automóvil rugiente parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia. 5. Nosotros queremos cantar al hombre que sujeta el volante, cuya asta ideal atraviesa la Tierra, ella también’ lanzada a la carrera en el circuito de su órbita. 6. Es necesario que el poeta se prodigue con ardor, con lujo y con magnificencia para aumentar el entusiástico fervor de los elementos primordiales. 7 Ya no hay belleza si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra de arte. La poesía debe concebirse como un violento asalto contra otra las fuerzas desconocidas, para obligarlas a arrodillarse ante el hombre. 8. ¡Nos hallamos sobre el último promontorio de los siglos!... ¿Por qué deberíamos mirar a nuestras espaldas, si queremos echar abajo las misteriosas puertas de lo Imposible? El Tiempo y el Espacio murieron Ayer. Nosotros ya vivimos en lo absoluto, pues hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente. 9. Nosotros queremos glorificar la guerra —única higiene del mundo—, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor dé los libertarios, las hermosas ideas por las que se muere y el desprecio por la mujer. 10. Nosotros queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y toda cobardía oportunista o utilitaria. 11. Nosotros cantaremos a las grandes muchedumbres agitadas por el trabajo, por el placer o la revuelta; cantaremos las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas; cantaremos el vibrante fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros incendiados por violentas lunas eléctricas; las estaciones glotonas, devoradoras de serpientes humeantes; las fábricas colgadas de las nubes por los retorcidos hilos de sus humos; los puentes semejantes a gimnastas gigantes que saltan los ríos, relampagueantes al sol ton un brillo de cuchillos; los vapores aventureros que olfatean el horizonte, las locomotoras de ancho pecho que piafan en los raíles como enormes caballos de acero embridados con tubos, y el vuelo deslizante del aeroplanos, cuya hélice ondea al viento corno una bandera y parece aplaudir como una muchedumbre entusiasta.
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(TEXTO 22)
PLATKO Nadie se olvida, Platko, no, nadie, nadie, nadie, oso rubio de Hungría. Ni el mar, que frente a ti saltaba sin poder defenderte. Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más regía. Ni el mar, ni el viento, Platko, rubio Platko de sangre, guardameta en el polvo, pararrayos. No, nadie, nadie, nadie. Camisetas azules y blancas, sobre el aire, camisetas reales, contrarias, contra ti, volando y arrastrándote, Platko, Platko lejano, rubio Platko tronchado, tigre ardiendo en la yerba de otro país. ¡Tú, llave, Platko, tú, llave rota, llave áurea caída ante el pórtico áureo! No, nadie, nadie, nadie, nadie se olvida, Platko. ................... ................... ¡Oh, Platko, Platko, Platko, tú, tan lejos de Hungría! ¿Qué mar hubiera sido capaz de llorarte? Nadie, nadie se olvida, no, nadie, nadie, nadie.
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(TEXTO 23) Underwood Girls
valses duros, al dictado. Que se alcen desde siglos
Quietas, dormidas están,
todas iguales, distintas
las treinta, redondas, blancas.
como las olas del mar
Entre todas
y una gran alma secreta.
sostienen el mundo.
Que se crean que es la carta,
Míralas, aquí en su sueño,
la fórmula, como siempre.
como nubes,
Tú alócate
redondas, blancas, y dentro
bien los dedos, y las
destinos de trueno y rayo,
raptas y las lanzas,
destinos de lluvia lenta,
a las treinta, eternas ninfas
de nieve, de viento, signos.
contra el gran mundo vacío,
Despiértalas,
blanco en blanco.
con contactos saltarines
Por fin a la hazaña pura,
de dedos rápidos, leves,
sin palabras, sin sentido,
como a músicas antiguas.
ese, zeda, jota, i...
Ellas suenan otra música: fantasías de metal
(TEXTO 24) Para unos vivir Para unos vivir es pisar cristales con los pies desnudos; para otros vivir es mirar el sol frente a frente. La playa cuenta días y horas por cada niño que muere. Una flor se abre, una torre se hunde. Todo es igual. Tendí mi brazo; no llovía. Pisé cristales; no había sol. Miré la luna; no había playa. Qué más da. Tu destino es mirar las torres que levantan, las flores que abren, los niños que mueren; aparte, como naipe cuya baraja se ha perdido. Los placeres prohibidos (1931)
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(TEXTO 25) ROMANCE SONÁMBULO Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar Y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura, Ella sueña en su baranda Verde carne, pelo verde, Con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, Las cosas la están mirando Y ella no puede mirarlas. Verde que te quiero verde. Grandes estrellas de escarcha Vienen con el pez de sombra Que abre el camino del alba. La higuera frota su viento Con la lija de sus ramas, Y el monte, gato parduño Eriza sus pitas agrias. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?... Ella sigue en su baranda Verde carne, pelo verde, Soñando en la mar amarga. Compadre, quiero cambiar Mi caballo por su casa, Mi montura por su espejo, Mi cuchillo por su manta. Compadre, vengo sangrando .
Desde los puertos de Cabra. Si yo pudiera, mocito, Este trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo, Ni mi casa es ya mi casa. Compadre, quiero morir Decentemente en mi cama De acero, si puede ser, Con las sábanas de holanda. ¿No ves la herida que tengo desde el pecho a la garganta? Trescientas rosas morenas Lleva tu pechera blanca. Tu sangre rezuma y huele Alrededor de tu faja. Pero yo ya no soy yo Ni mi casa es ya mi casa. Dejadme subir al menos Hasta las altas barandas; ¡dejadme subir!, dejadme hasta las verdes barandas. Barandales de la luna Por donde retumba el agua. Ya suben los dos compadres Hacia las altas barandas Dejando un rastro de sangre. Dejando un rastro de lágrimas. Temblaban en los tejados Farolillos de hojalata. Mil panderos de cristal Herían la madrugada.
(TEXTO 26) MONSTRUOS Todos los días rezo esta oración Al levantarme: Oh Dios, No me atormentes más. Dime qué significan Estos espantos que me rodean. Cercado estoy de monstruos Que mudamente me preguntan, Igual, igual que yo les interrogo a ellos.
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Verde que te quiero verde, Verde viento, verdes ramas. Los dos compadres subieron. El largo viento dejaba En la boca un raro gusto De hiel, de menta y de albahaca. ¡Compadre! ¿Dónde está, dime? ¿Dónde está tu niña amarga? ¡Cuántas veces te esperó! ¡Cuántas veces te esperara, cara fresca, negro pelo, en esta verde baranda! Sobre el rostro del aljibe Se mecía la gitana. Verde carne, pelo verde, Con ojos de fría plata. Un carámbano de luna La sostiene sobre el agua. La noche se puso íntima Como una pequeña plaza. Guardias civiles borrachos En la puerta golpeaban. Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar. Y el caballo en la montaña