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Consultor/a de Mindfulness Primer nivel Susana López Bernal Tutor: Sergio Mendoza
Barcelona, 15 de septiembre de 2013
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ÍNDICE 1. Agradecimientos
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2. Introducción
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3. Regar la semillas del Amor
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4. Pasión Vs Amor/ Enamoramiento Vs Amor
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5. El cultivo del Amor verdadero (Thich Nhat Hanh)
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6. La relación de pareja como práctica espiritual (Eckhart Tolle)
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7. Plan de trabajo 8. Bibliografía
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1. AGRADECIMIENTOS Agradezco con todo mi corazón a mi tutor Sergio Mendoza, por su buen hacer y su soporte emocional y espiritual. Su fortaleza es un ejemplo para mí. Agradezco a mi guía espiritual Maria dels Angels, que me ha llevado por el camino del Zen a mi despertar espiritual y al re-conocimiento de mi verdadera naturaleza. Agradezco a la Escuela transpersonal su labor y a José Doria, el existir aquí y ahora. Solo puedo dar las gracias a Dios por haberme dado este regalo del despertar de mi alma y tantas otras bendiciones que me ha concedido, especialmente el haberme enviado al Ser que me acompaña en esta vida como hijo, Gabriel.
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SOBRE EL AMOR… Jiddu Krishnamurti
El amor no es una cosa de la mente. Y solo cuando en verdad está quieta, que no espera nada, ni pide, ni exige, ni busca, ni posee, cuando ya no tiene celos ni temor ni ansiedad, cuando está realmente en silencio, sólo entonces es posible el amor.... La razón de que no tengamos amor es porque las cosas de la mente han llenado nuestros corazones (celos, envidias, deseos de ser alguien, ambición, éxito). El amor sólo puede existir cuando está ausente el pensamiento del "Yo" y la libertad con respecto al "Yo" reside en el conocimiento propio y así llega la comprensión. El amor no tiene nada que ver con la sensación, que no es un medio para realizarse. El amor existe por sí mismo, sin ningún resultado. Para la mayor parte de la gente, el amor está vinculado con el sexo y el placer y todos los tormentos que los acompañan: celos, envidias, antagonismos. Uno ha de terminar con todo el conocimiento acumulado cada día, heridas psicológicas, compararse con otra persona, compadecerse a sí mismo... terminar con todo eso cada día, de modo que al día siguiente tu mente este fresca y joven. Una mente así nunca puede ser lastimada, y eso es inocencia. Uno de las cosas extrañas relacionadas con el amor es que cualquier cosa que podamos hacer, será correcta si amamos. Cuando hay amor, la acción es siempre correcta, en todas las circunstancias. Y cuando existe esa calidad del amor, hay compasión. La compasión implica pasión por todo.
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2. INTRODUCCIÓN Me gustaría empezar este escrito con la más bella declaración de AMOR que puede hacerse a otro Ser: Querid@ mí@, estoy realmente aquí para ti. Aquí y ahora. El tema de la tesis estaba claro para mí. En el ámbito emocional es donde tengo más sombras y donde más dolor y aprendizaje he vivido estos tres últimos años. Gracias a ello, alcancé el camino del despertar a mi verdadera naturaleza. El camino del Zen. Un camino que no tiene fin, pues nada empieza y termina. Sólo es. Con mi tutor Sergio, lo hemos trabajado bastante, y yo personalmente he hecho un gran trabajo de educación emocional y de progreso y crecimiento espiritual. Hay un antes y un después. Mucho se ha caminado, pero ahora ya veo el camino y lo ando libre de apegos, con esperanza, confianza y con Amor incondicional. Todo está bién.
Todas mis relaciones me han servido para un gran aprendizaje, el más grande. Les doy gracias y las bendigo y las suelto. Dejo que esa energía vuelva a la tierra y sirva para dar fuerza a aquellos que la necesiten. Gracias a ese dolor, he removido creencias, prejuicios, miedos… He liberado mi Ser, y he llegado al conocimiento de lo que SOY. El viaje más largo apenas se extiende unos 20 centímetros. Esta distancia no es otra cosa que el tramo que va de la cabeza al corazón. Una de las cosas extrañas relacionadas con el amor es que cualquier cosa que podamos hacer, será correcta si amamos. Cuando hay amor, la acción es siempre correcta, en todas las circunstancias y cuando existe esa cualidad del amor, hay compasión. La compasión implica pasión por todo.
Amar con la mente y pensar con el
corazón me permite estar plenamente presente en el aquí y ahora. Amo lo que es, lo que somos y lo que son. Esto me permite aceptar lo que es. Aun que no ocurra lo que espero, ocurre lo que tiene que ser. No me resisto a lo que es. Permito que el momento presente sea y acepto la naturaleza impermanente de todas las cosas y los estados. Así he encontrado la paz. Siento que ahora estoy en el momento de acompañar a otros, de compartir la sabiduría que he ido ganando, la luz y el color, para llenarme de más. Ya es hora.
“ En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero. Ya no escojo creer en las viejas limitaciones y carencias. Ahora opto por empezar a verme como el Universo me ve, perfecto, completo y entero.
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La verdad de mi Ser es que fui creado Perfecto, completo y entero. Ahora soy perfecto, completo y entero. Ahora elijo vivir mi vida en función de esto que entiendo. Estoy en el lugar y en el momento adecuados, haciendo Aquello que me corresponde hacer. Todo está bien en mi mundo.” (Louise l. Hay)
El mundo de la pareja nos ofrece la oportunidad de un crecimiento personal y espiritual. Nosotros somos co-creadores del estado actual de nuestras relaciones o de su ausencia. Nada es casual; no es algo que simplemente sucedió. Solemos pensar que todos los problemas que surgen en nuestras relaciones son provocados por causas externas o por “culpa” de la otra persona, pero no comenzaremos a crecer hasta que no aceptemos nuestra parte de responsabilidad y nuestras sombras que vemos reflejadas en el espejo del otro.
Muchos de los problemas dentro de las relaciones son provocados por sentimientos y pensamientos que se encuentran enterrados en el inconsciente y que suelen causar conflictos en la persona. Para poder mantener una buena y sana relación de pareja, estos conflictos han de ser sacados a la luz si no te amas a ti mismo, ¿qué tipo de amor podrás ofrecer a esa otra persona? Si queremos hacer cambios para mejorar nuestra relación de pareja o encontrar a la persona adecuada para acompañarnos, es necesario encontrar la raíz de nuestros propios conflictos internos. Cuando nos conozcamos y aceptemos, incluyendo a nuestra propia sombra, lograremos trascender a lo que en verdad somos. Todo es posible.
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3. Regar las semillas del Amor Siguiendo a la Gran Maestra Louise L. Hay, siento que para cambiar interiormente no es preciso «trabajar», ni tampoco que el proceso tenga que ser difícil ni doloroso. Creo que puede ser una aventura.
Cada pauta negativa que se descubre no es más que algo que hay que examinar y de lo que hay que desprenderse. Debajo de cada una de ellas hay un tesoro escondido. Busca tu propio oro, crea tu propia buena salud, llena tu vida de amor, encuentra tu propia libertad. Eres digno de ello.
“Yo me merezco todo lo bueno, no algo, un poquito, sino todo lo bueno. Ahora disuelvo cualquier pensamiento negativo o restrictivo. Me libero y disuelvo todas las limitaciones del pasado. No me ata ningún miedo ni limitación de la sociedad en la que vivo. Ya no me identifico con ningún tipo de limitación. En mi mente tengo libertad absoluta. Ahora entro a un nuevo espacio en la conciencia, en donde me veo de forma diferente. Estoy creando nuevos pensamientos acerca de mi ser y de mi vida. Mi nueva forma de pensar se convierte en nuevas experiencias. Ahora sé y afirmo que formo una unidad con el Próspero Poder del Universo. Y por lo tanto recibo multitud de bienes. La totalidad de las posibilidades está ante mi. Merezco la vida, una vida buena. Merezco el amor, abundante amor. Merezco la salud. Merezco vivir cómodamente y prosperar. Merezco la alegría y la felicidad. Merezco la libertad, la libertad de ser todo lo que puedo ser. Merezco muchas cosas más que todo eso: merezco todo lo bueno. El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias y yo acepto la abundancia de esta vida con alegría, placer y gratitud. Porque me lo merezco, lo acepto y sé que es verdad. Así Es. Gracias Amado Universo.” Louise L. Hay
El Amor es la mayor fuerza de todo el Universo y nosotros necesitamos de él para SER. Amarse a uno mismo implica la aceptación total e incondicional de todas nuestras partes, incluidas aquellas que no nos gustan. No puede haber paz interna si no hay amor por uno mismo. Sin estar en contacto con él la vida se torna oscura, opaca; nos sentimos vacíos y carentes de sentido o lo que es lo mismo: estamos DESCONECTADOS; sin contacto con nuestra esencia más profunda; con ese AMOR que en realidad somos. No hay un obstáculo mayor en una relación que el miedo a no sentirse merecedor del amor y el pensar que estamos destinados a sufrir. Si no nos amamos a nosotros mismos difícilmente podremos establecer vínculos y relaciones sanas con otras personas. Nos sentiremos
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necesitados de ese amor y exigiremos que sean otros los que satisfagan nuestra necesidad de ser amados, probablemente incluso estaremos dispuestos a mendigarlo de alguna manera. “Doy vida a aquello de lo que soy consciente. De lo que no lo soy, muere” Virginia Satir
Regar las semillas del Amor y transformar las semillas del sufrimiento
En todas nuestras relaciones tenemos que aprender a limpiar y eliminar las semillas negativas como el miedo, la ira, los celos y los sentimientos de duda. A veces, es preciso erradicar las cualidades perjudiciales y encontrar otras que enriquezcan el campo de nuestra conciencia y nuestras relaciones.
¿Cómo podemos conseguir fomentar las cualidades positivas como la gratitud, la generosidad, la amorosa benevolencia, la alegría y la compasión?
1- Manteniendo abiertas las puertas del corazón y la mente.
Cuando nos conectamos al momento presente, conectamos con nuestro cuerpo, con nuestros sentimientos y percepciones y dejamos abierta la puerta de nuestra mente y de nuestra conciencia. Cuando estamos atentos y observamos, podemos sanar y sacar a la luz esas historias o sombras que hacen que respondamos de forma inconsciente y automática. Tener la puerta abierta significa estar abierto a todo lo que surge en el momento presente, dejarse fluir. Estar receptivo puede ser especialmente difícil cuando las personas que amamos sufren. En esos momentos tendemos a querer cambiar sus sentimientos o a intentar arreglar el problema. La forma más profunda de amar es estar presentes, dejar que surjan los sentimientos en nuestro ser querido, y no intentar cambiar o controlar lo que está sintiendo. Amar es regar las semillas de escuchar, de la compasión y del amor incondicional.
2- No dar la oportunidad de crecer a las emociones negativas.
Las emociones negativas como la ira, el miedo, los celos y las dudas suelen estar justo debajo de la superficie, a la espera de una invitación para activarse. Una chispa puede provocar una tormenta emocional en la mente y en el corazón. Con la práctica de la plena consciencia, es más fácil darnos cuenta de ello y diluir el cuerpo dolor que Eckhart Tolle define como el
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conjunto del sufrimiento, miseria y pena que ha soportado una persona durante toda su vida, y todas las cosas que ha heredado de su cultura y de su historia familiar.
3-Dar a las emociones positivas la oportunidad de desarrollarse.
Si aprendemos a organizar conscientemente nuestras vidas para que emociones positivas reciban atención, reforzaremos nuestro bienestar y la calidad de nuestras relaciones con nuestros seres queridos.
Si tienes problemas en tu relación, Vuelve al principio, Descubrirás que plantaste sus semillas Y que luego las descuidaste. Crecieron sin que nadie se diera cuenta hasta que su fruto maduró y te sorprendió. Pero si descubres dónde se plantaron las semillas, también descubrirás sus raíces, y si arrancas las raíces, tu problema desaparecerá. William Martin
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4. Pasión Vs Amor/ Enamoramiento Vs Amor
Las relaciones de pareja puede que aparezcan perfectas durante un tiempo, mientras se está “enamorado”, pero esa perfección se va diluyendo a medida que el espejismo de la imagen que proyecta nuestra mente en el otro cae.
Parece que la mayoría de las relaciones de pareja pasan a convertirse pronto en relaciones amor/odio. En ellas, el amor puede dar paso a sentimientos hostiles. La relación oscila un tiempo, entre el amor y el odio. Las parejas se hacen adictas a estos ciclos. Cuando se pierde el equilibrio entre lo positivo y lo negativo y los ciclos destructivos se presentan con más frecuencia, la relación termina.
Este es el caso de las relaciones románticas, en la que el amor surge de la mente y no del corazón. Esta polaridad que se produce en la relación es interdependiente. No se puede tener una sin la otra. Lo positivo ya contiene la semilla de lo negativo.
Es más fácil reconocer el lado negativo de una relación que el positivo: posesividad, celos, control, retraimiento y resentimiento no manifestado, necesidad de tener razón, insensibilidad, exigencias emocionales y manipulación, tendencia a discutir, criticar, juzgar, culpar o atacar, rabia y venganza inconsciente por el daño sufrido en el pasado, ira y violencia.
En el aspecto positivo, se está enamorado. Al principio es un estado transitorio. Te sientes vivo. Tu existencia adquiere significado porque alguien te necesita, te hace sentir especial. No obstante, esta completitud tiene una cualidad de necesidad y apego. Te vuelves adicto a la otra persona. Cuando el objeto de tu amor está disponible te sientes muy bien, pero la posibilidad o el pensamiento de que no sea así puede provocar miedo a la pérdida. ¿Entones, fue amor lo que hubo al principio o sólo una forma de apego?
La razón por la que la relación romántica es tan intensa es porque parece ofrecernos la liberación de un estado de miedo, necesidad, carencia e incompletitud, que es parte de la condición humana en su aspecto no redimido ni iluminado. Dicho estado tiene una dimensión física y otra psicológica.
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A nivel físico, somos la mitad de una totalidad. El anhelo de totalidad se manifiesta como la atracción hombre-mujer. La raíz de este impulso casi irresistible de unión con la energía polar opuesta es espiritual: el anhelo de acabar con la dualidad, de volver al estado de unidad. La unión sexual es lo máximo que puedes acercarte a este estado a nivel físico. Pero la unión sexual solo es un instante. Mientras se siga buscando inconscientemente como medio de salvación, se está buscando el fin de la dualidad en el nivel de la forma, donde no puede hallarse.
A nivel psicológico, la sensación de sentirse incompleto es mayor. Mientras te identificas con la mente, tu sentido de identidad se fundamenta en algo externo a ti. Si en una relación se experimenta tanto un sentimiento de amor como su opuesto, entonces se está confundiendo el apego adictivo del ego con el amor. El verdadero Amor, no tiene opuesto, porque surge del corazón, como estado del Ser.
Como comparte el místico Osho, en su libro Hombre y Mujer. La danza de las energías, dejad que el amor sea vuestro estado de ser. No es que vayáis a enamoraros, sino que sois amorosos. Sencillamente en vuestra naturaleza. El Amor, para vosotros, es la fragancia de vuestro ser. Aunque estéis solos, os veis rodeados por energía amorosa. Aunque toquéis algo muerto, como una silla, vuestra mano irradia amor… no importa a quién. El estado amoroso no va dirigido a nadie en particular… El amor no es una relación. Dos personas pueden ser muy amorosas. Cuanto más amorosas sean, menos posibilidad existe de una relación. Cuanto más amorosas sean, menos posibilidades existen de exigencias, dominación y expectativas.
“El amor es un es espejo. Una verdadera relación es un espejo en el que dos amantes ven la cara del otro y reconocen a Dios. Es un camino hacia Dios. ” Osho
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5. El cultivo del Amor verdadero (Thich Nhat Hanh)
El Amor es posible, no hay que tener miedo. Sólo hay que dejar que el corazón se abra al mundo. El amor es imprescindible para vivir, y si en el pasado nos ha hecho sufrir, debemos aprender a amar de nuevo.
La práctica de la atención plena nos enseña a amar de modo que sean posibles la armonía, la libertad y la alegría. El más precioso regalo que podemos ofrecer a nuestros seres más queridos es la presencia completa, estable y libre de nuestro cuerpo y mente.
También tenemos que aprender de nuevo a hablar, porque cuando lo hacemos con la totalidad de nuestro ser, todo lo que decimos se convierte en un mantra. A través de la practica de la palabra amorosa, y la palabra justa. Escuchar y hablar con la mente y el corazón abiertos. Cuando somos conscientes y observamos lo que decimos, nuestras palabras reflejan lo que pensamos.
Cuando estamos sosegados y receptivos, nuestras palabras invitarán a la
receptividad y regarán las semillas positivas en otras personas.
Creo que la forma más básica y poderosa de conectar con otra persona es escucharla. Simplemente escucharla. Quizá lo más importante que podemos dar a otra persona en la vida sea nuestra atención. Y especialmente, si la damos desde el corazón. Cuando las personas hablan, no es necesario que hagamos nada simplemente recibirlas. Y cuando hablamos que las palabras creen comprensión mutua y amor. Practicar el habla amorosa. Hablar desde el corazón.
“ Las palabras pueden recorres miles de kilómetros. Que las palabras creen comprensión mutua y amor. Que sean hermosas como gemas, adorables como flores.” Thich Nhat Hanh
Al cabo de una par de minutos de ejercitar la meditación o la atención a la respiración, estás aquí, completamente vivo y presente. Entonces miras a la persona a la que quieres con una sonrisa y pronunciamos el primer mantra: “Querido/a mío/a, estoy aquí para ti”, unas cuantas veces al día. Y cuando estamos presentes, también está la persona amada.
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Y cuando se es capaz de reconocer la presencia del otro, se puede practicar el segundo mantra: “ Querido/a, sé que tú estás aquí vivo, lo que me hace muy feliz”. Este mantra, sirve para reconocer y valorar profundamente la extraordinaria importancia de su presencia.
Cuando la persona se siente valorada, es decir, cuando se siente abrazada por la atención plena puede abrirse y florecer. Sólo se puede amar estando presente y, cuando lo hacemos, nuestra presencia abraza la presencia de la otra persona. Sólo entonces se sentirá realmente amado/a.
En el caso de que la persona a la que más quieres esté sufriendo, se pronuncia otro mantra: “Querido/a, sé que estás sufriendo. Por eso estoy aquí para ti”. Ésta es la esencia del amor, permanecer presente cuando la persona a la que amas está sufriendo.
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6. La relación de pareja como práctica espiritual (Echkart Tolle)
La mayoría de las relaciones no tienen su base en el Ser, es por eso que se convierten en fuente de dolor, dominadas por problemas y conflictos.
Una de las oportunidades para crecer es aceptar las crisis. La aceptación y el reconocimiento, crea un espacio en el cual es posible la transformación, el despertar a la consciencia plena.
Cuando una relación no funciona es cuando asoma lo inconsciente a la luz. Hay que observar y reconocer nuestras emociones y sentimientos y aceptarlos. Entonces en ese momento la relación se convierte en una práctica espiritual. Cuando observemos un comportamiento inconsciente en nuestra pareja, desde nuestra sabiduría y consciencia plena no reaccionaremos, sino que lo abrazaremos con nuestro conocimiento. La inconsciencia y el conocimiento no pueden coexistir durante mucho tiempo. A la forma energética que reside detrás de la hostilidad y el ataque, la presencia del amor le resulta intolerable.
Si aceptamos que la finalidad de las relaciones es hacernos conscientes en lugar de hacernos felices, entonces estaremos en una relación de pareja como práctica espiritual. Para quienes se aferren a los viejos patrones mentales, cada vez habrá más dolor, violencia y confusión.
Cuando la pareja se comporta inconscientemente, hay que renunciar a juzgarle. El juicio sólo sirve para confundir el comportamiento inconsciente de la otra persona. El no juzgar no implica que no se reconozca la inconsciencia cuando se ve. Entonces nos liberamos de la necesidad de reaccionar, o reaccionaremos desde el espacio del Ser. La actitud consciente, crea un espacio claro de presencia amorosa que permite a todas las personas ser lo que son.
Tenemos que aprender a expresar lo que sentimos sin culpar. Aprender a escuchar a la pareja de forma abierta, sin ponernos a la defensiva. Es vital darse espacio a uno mismo y a los demás. El amor no puede florecer sin espacio. Cuando los dos miembros de la pareja sanan el cuerpo-dolor y dejan de identificarse con el ego, florece el amor que no tiene opuesto.
Si uno de los miembros de la pareja ha despertado y el otro no, será difícil para la persona no iluminada. El ego se sentirá amenazado. El ego necesita problemas, conflicto. Entonces la
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mente de la pareja se sentirá frustrada porque no te resistes a sus patrones mentales fijos, lo que significa que se irán debilitando.
Si una persona no emana amor y alegría, presencia completa y apertura a todos los seres, no está iluminada. Otro indicador es cómo se comporta esa persona en situaciones difíciles.
El mantenerse presente en las relaciones representa un desafío para la pareja que no podrá soportar la plena presencia durante mucho tiempo y seguir siendo inconsciente. Si está preparada atravesará la puerta abierta y se unirá en el espacio creado. Si no lo está, ocurrirá como el agua y el aceite.
“Toda formación mental (ira, celos y desesperación) es sensible a la plena consciencia, como toda vegetación es sensible a la luz solar. Al cultivar la energía de la plena consciencia, puedes curar tu cuerpo y tu consciencia” Maestro Zen Thich Nhat Hanh
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7. Plan de trabajo El trabajo que planteo con una persona a la que acompañar con problemas de pareja, tiene una duración de cinco semanas. Una sesión de dos horas a la semana. Las sesiones se desarrollarían de la siguiente manera:
Primera sesión: se aborda con la persona el contexto y el núcleo de lo que le trae a la consulta. Una vez hecho esto, se pacta un proceso de 4 semanas en el cual trabajaremos la atención plena hasta llegar a las relaciones conscientes.
Durante ese proceso,
observaremos sus emociones, sentimientos, deseos..
- Empezaremos con la técnica del testigo - Practica de la respiración consciente - Meditación en la respiración.
Segunda sesión: se abordan las creencias que limitan respecto a las relaciones de pareja. Reflexión sobre dos cuestiones:
-¿Qué diferencias encuentras entre la pasión y el amor? -Anota los tres aspectos que más te atraían de tu persona especial en la época inicial de vuestra relación. ¿Has observado si tales aspectos son los que más te irritan con el paso del tiempo? -¿Has observado si al finalizar una relación de pareja con la esperanza de encontrar otra, tiendes a repetir en la siguiente el mismo patrón de relación, que es el que finalmente te crea conflicto? Lectura recomendada: Dios vuelve en una Harley de Joan Brady.
Tercera sesión: se abordan cuáles son los objetivos y metas de la persona respecto a una relación de pareja. Qué parece impedir o alcanzar las cosas que quiere una relación y que debe hacer para conseguirlo.
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Describe tu manera de ver las relaciones de amor en su forma más evolucionada y consciente
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Describe tres características emocionales que observas en tu conducta emocional como derivadas del patrón de dependencia
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Reflexión sobre el texto: Yo hago lo mío, tu haces lo tuyo. No estoy en este mundo para llenar tus expectativas. Y tú no estás en este mundo para llenar las mías. Tú eres tú y yo soy yo. Y si, por casualidad, nos encontramos es hermoso. Si no, no puede remediarse.
Cuarta sesión: en esta sesión trabajaremos sobre el enamoramiento, la pasión y el amor incondicional. -
Quinta sesión: en esta sesión trabajaremos sobre el apego. -
Trabajo con el cuento de sabiduría milenaria de la princesa enamorada. Meditación Metta.
Trabajo con el libro Hombre y Mujer de OSho Meditación acoger las emociones difíciles.
Sexta sesión : integración. -
Reconocimiento de las sombras, del progreso evolutivo. ¿En qué se ha progresado, qué se ha aprendido? Trabajar la gratitud.
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8.Bibliografía Braza, Jerry, Las semillas del Amor. Cultiva las relaciones conscientes, Urano, Barcelona, 2013. Hay L.Louise, Usted puede sanar su vida, Urano, Barcelona, 2006. Tolle, Echhart, El poder del Ahora. Una guía para la iluminación espiritual, Gaia ediciones, 2001. Gray, John, Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus, Debolsillo, 2001. Osho, Hombre y mujer. La danza de las energías, Edaf, 2005. Hanh, Thich Nhat, Estás aquí. La magia del momento presente, Kairós, 2011. Doria, Jose María, Inteligencia del Alma, Gaia, 2004. Material del curso. Consultor/a en Mindfulness. Nivel I.
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