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A PRENDIZAXE DO IDOSO E O PERFIL DO EDUCADOR (El aprendizaje de las personas mayores y el perfil del educador) Agustín Requejo Osorio Universidad de Santiago de Compostela (ESPAÑA) 1.- INTRODUCCION.- La vejez en la actualidad Una de las transformaciones más importantes que se han producido en el último tercio del siglo XX tiene que ver con las alteraciones demográficas. Por primera vez, al final de dicho siglo pasado, la combinación del descenso de la natalidad y el aumento de la longevidad ha supuesto un cambio radical en la demografía de los países. Hoy en España, y en muchos otros países, la generación de las personas mayores (los de más de más de 65 años) supone 17.03%. Supera a la generación joven (0-14 años) que representa estadísticamente el 14,52% de la población. Esta mayor expectativa de vida nos enfrenta a una dialéctica entre “pérdidas” (disminución y declive) y “ganancias” (capacidad de dar sentido personal a nuestra vida para mantener un envejecimiento saludable) Este balance se plasma en tres formas diferenciadas de envejecimiento: normal, patológica y con éxito. Este última puede ser procurada a través del “envejecimiento activo” expresado de forma sintética en la siguiente expresión de la Organización Mundial de la Salud: (O.M.S.): “se han añadido años a la vida, ahora debemos añadir vida a los años”. El poder “añadir vida a los años” supone la atención a las personas mayores como ciudadanos de plenos de derechos favoreciendo su inclusión social y promoviendo estilos de vida que preserven la salud física y mental. Desde el contexto europeo, se destacan algunos de los principios básicos que permite un envejecimiento “con éxito”. Destacaremos principalmente tres. a).- En primer lugar la “la actividad” entendiendo por ella toda ocupación significativa que contribuya al bienestar de las personas, la familia, la sociedad. Una “actividad” que no se refiere al “empleo pagado” o “producción” (la jubilación generalmente implica la desvinculación laboral). Supone sentirse implicado en la comunidad local a través de múltiples acciones que contribuyan al desarrollo del entorno social (participación social, voluntariado…). b).- En segundo lugar la promoción de acciones preventivas respecto a la enfermedad, la discapacidad, la dependencia, la pérdida de habilidades etc. desde una perspectiva no solo de la generación mayor sino en una dimensión intergeneracional. c).- En tercer lugar el desarrollo de una política social y educativa que implica tanto la protección social como la educación y la formación a lo largo de la vida. Este supone que las personas mayores deben tener las oportunidades de seguir “aprendiendo”. Es este contexto es muy importante el generar y favorecer el aprendizaje de los mayores. Con frecuencia hemos asociado los procesos formativos a la etapa “infantojuvenil” considerando que a partir de este momento ya resulta problemático cualquier intervención socioeducativa que tenga éxito. Sin embargo las personas de edad pueden seguir aprendiendo a través de programas y medios que han de tener en cuenta sus características personales replanteándose el concepto “educativo clásico” que pretende repetir los esquemas y modelos de intervención didáctica propios de la etapa infantojuvenil.
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2.-El Aprendizaje como característica intrínseca y diferencial del ser humano. Una das características básicas a de las personas es su capacidad de aprendizaje si bien esta situación va diferenciándose en relación al período evolutivo que vive la persona. En el caso de los mayores, éstos pueden seguir aprendiendo a través de programas y medios que tengan en cuenta sus características personales y las circunstancias que les rodean. Bajo el concepto de aprendizaje, con carácter general, se entiende el proceso mediante el cual un sujeto adquiere destrezas o habilidades prácticas, incorpora contenidos informativos o adopta nuevas estrategias de conocimiento y acción. Los aspectos cognitivos y no cognitivos (funciones senso-perceptivas y motrices, inteligencia, memoria, lenguaje, afecto y personalidad entre otras) determinan el aprendizaje en las diferentes edades de la vida. Entre los factores cognitivos que inciden de manera fundamental para el aprendizaje se pueden destacar básicamente tres ámbitos: a).- las funciones sensoperceptivas centradas fundamentalmente en los trastornos sensoriales relacionados con la visión, la audición y la psicomotricidad. Estos suelen presentarse en las edades más avanzadas pero hoy, en la gran mayoría de los casos, existen recursos tecnológicos (auditivos y visuales) que permiten superar con éxito estas posibles deficiencias. En cuanto a capacidad psicomotriz (mental y física) suele ser más lenta en los mayores. Lo importante en este caso no es el tiempo que se emplea para realizar una tarea sino poder llevarla a cabo sin tener necesidad de alcanzar “records”. b).- la memoria: es un factor importante en el desarrollo de los mayores y una de sus grandes preocupaciones es el perderla ya que se asociada con enfermedades degenerativas (Alzheimer?). Por este motivo es necesario cultivarla según aquel dicho “la memoria disminuye si no la ejercitas”. En este sentido los “talleres o actividades de memoria” deben ser un referente fundamental en las acciones terapéutico-formativas de las personas mayores”. Hoy estas actividades están presentes en la mayoría de los cuidados y atenciones a las personas mayores. c).- la inteligencia (s): como capacidad de la persona de llevar a cabo conductas adaptativas en pos de una meta. Desde hace tiempo (Cattell, 1969, Horn, J.L 1970), Horn y Hoffer 1992) etc. destacaron los dos tipos principales de inteligencia: “fluida” y “cristalizada”. La primera está relacionada con la capacidad de aplicar habilidades intelectuales a nuevas situaciones y depende de la capacidad de evolucionar y de adaptarse rápida y eficazmente a situaciones nuevas. Este tipo de inteligencia en menor medida disminuye con la edad donde a la adaptación a los diferentes cambios suele ser más lenta. Por el contrario la segunda consiste en la capacidad pare recordar y emplear la información aprendida. Aplica a la situación presente la acumulación de las experiencias anteriores y en consecuencia aumentaría con los años. Está ligada a las experiencias pasadas. Esta relacionada non solo con el tiempo vivido sino también con las ventajas de las que el sujeto ha podido beneficiarse. Lo que mide es el aprendizaje intencional que el sujeto ha desarrollado en su cultura particular. En la actualidad, frente a la perspectiva dicotómica de “inteligencia” se abre la perspectiva de las inteligencias múltiples (Gardner,H.- Felmand, D.H.- Krechevski,M, 2000). Gadner, H. define la inteligencia como la capacidad de resolver problemas (y no
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solo respecto a las pruebas psicométricas de los test) o hacer productos valorados por la sociedad. Todos los individuos poseen, en distintos grados, las siete áreas de inteligencia que funcionan de manera relativamente independiente. Estas áreas son las siguientes: capacidades verbales y lógico-matemáticas que se encuentran en la mayoría de los test; las aptitudes musicales, espaciales y cinestésicas; las capacidades intrapersonales e interpersonales relacionadas con la comprensión de uno mismo y de los demás que son las más importantes para esta etapa de la vida. A éstas ha añadido recientemente (1998) la inteligencia “naturalista” caracterizada por la fascinación ante el mundo natural. Si todas ellas merecen destacarse, particularmente en la edad mayor merece En consecuencia, la inteligencia no opera de una forma aislada sino que el sujete debe utilizar varios de estos tipos para realizar una tarea. La teoría de las “inteligencias múltiples” incide en la importancia de la experiencia y de la orientación como claves para el desarrollo del potencial intelectual de las personas. Este desarrollo intelectual deja de vincularse con una visión universal y estable y está relacionado con distintos factores. Las personas adultas pueden ser sujetos de educación, su adultez y su experiencia dejan de ser consideradas como una cuestión biológica y exclusivamente psicológica para relacionar con la construcción sociocultural de la propia persona humano. En síntesis, de las distintas aportaciones sobre el desarrollo cognitivo se puede deducir que no solo las condiciones biológicas sino las sociales y culturales son determinantes en el desarrollo personal de los sujetos. El cuidado de la salud, el interés por seguir descubriendo los acontecimientos de la vida, por tener curiosidad por la realidad son elementos claves para seguir aprendiendo ya que nuestro cerebro no es un órgano estático. Presenta una propiedad esencial: plasticidad. Por ello, un ambiente particularmente estimulante crea condiciones más positivas para el desarrollo humano y previene el deterioro cerebral asociado con la edad. Entre los factores no cognitivos: están aquellos relacionados con la motivación y personalidad (diferencia entre aquellos que les “pesan los años y aquellos que” viven su vida con nuevos ilusiones y proyectos” una vez que han terminado su vida laboral (proceso de jubilación). Actualmente, un gran número de personas d edad están adoptando una postura más optimista al entender la vejez como un potencial para el desarrollo, la mejora, el aprendizaje y la estimulación. Los programas y políticas dirigidos a este sector, que destacaremos posteriormente, están cambiando. Las propias personas mayores son cada vez más consideradas como individualidades que pueden realizar diferentes actividades por y por ellas mismas y no deben ser vistos como simples receptores que precisan ayudas continuas. En síntesis, si bien con la edad se produce un cierto declive (el envejecimiento por lo general viene acompañado de ciertas dificultades para procesar nueva información relacionada con tareas de atención, aprendizaje y memoria) esta situaciones se pueden superar proponiendo nuevos estilos y formas de aprender: actividad frente a pasividad; situaciones libres de ansiedad, desarrollo de técnicas que favorezcan el ejercicio mental (leer como hábito cotidiano, aprender algo nuevo en temas de su interés, practicar juegos que nos obliguen a pesar y a recordar, evitar el aislamiento y favorecer el diálogo y contacto con los demás y fundamentalmente tener una actitud positiva ante uno mismo y los demás. .
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3.- El aprendizaje de los mayores: posibilidades y limitaciones. Múltiples son las aportaciones de las diferentes teorías sobre el proceso de envejecimiento tanto en su perspectiva global como relacionada con sus aspectos más específicos:1.Estos análisis ponen de relieve que en la vejez se constatan la adquisición y asimilación de nuevos comportamientos, conocimientos y actitudes o hábitos. Con el paso del tiempo, experimentamos evidentemente cambios biológicos, y cognitivos. Entre los primeros se destaca la disminución de la capacidad sensorial (visión, audición, tacto…) que afectan a la percepción del mundo, de nosotros y de los demás. Al mismo tiempo están presentes cambios cognitivos en los que se refiere al almacenaje y procesamiento de la información, percepción del entorno, de uno mismo y de los demás Respecto al ámbito cognitivo, de especial relevancia para el aprendizaje, los resultados de diferentes trabajos e investigaciones llevados a cabo se pueden sintetizar en los siguientes puntos:2 a).- durante el ciclo vital, a lo largo de todas sus etapas ocurre un determinado balance entre crecimiento y declive; aunque se producen cambios comportamentales, se da estabilidad y también en la vejez se produce crecimiento y amplia capacidad de reserva. b).- mientras hay funcionamiento psicológicos que experimentan déficit con la edad, otros se mantienen constantes e incluso pueden ser incrementados c).- envejecer de una manera o de otra, no ocurre al azar sino que depende, al menos en gran parte, del individuo y del contexto social que promueva. Desde esta perspectiva el aprendizaje en esta edad debe verse favorecido por una serie de principios y técnicas: Entre los principios básicos se destacan algunos más puntuales y específicos; 1).-el aprendizaje debe ser activo: la actividad del que aprende favorece los resultados; 2).-se debe promover el análisis de la situación y la relación con realidades externas análogas. El factor experiencial es básico para el aprendizaje en estas etapas de a vida más que la dimensión meramente intelectual y memorística. c).- los ritmos y los tiempos son diferentes para el aprendizaje. Generalmente los mayores necesitan “más tiempo” y “tranquilidad” para el desempeño de las diferentes actividades cognitivas. d).- se debe evitar la inadecuación de las tareas propuestas y los tiempos para realizarlas a las personas de edad (temas de escaso interés, sometimiento a innecesario estrés). El colectivo de las personas mayores desarrolla mejor las actividades de su particular interés y en las que no se les agobia y se les concede más tiempo para llevarlas a cabo. En síntesis, el aprendizaje de los mayores, por sus circunstancias personales y sociales, tiene una serie de características y circunstancias diferente de las generaciones jóvenes respectos a los tiempos y ritmos del aprendizaje, a los intereses del mismo, a las propias finalidades. El objetivo básico no es una preparación y actualización para “el mundo laboral” sino alcanzar una mayor calidad de vida, para ser capaces de interpretar los fenómenos que están presentes a su alrededor. En este sentido el objetivo del aprendizaje activo es un referente fundamental frente al aprendizaje “magistral”. De ahí la importancia de motivar a las personas en el trabajo colaborativo, de proporcionarles información y materiales suficientes paras las 1
REQUEJO OSORIO, A. (2003): Educación permanente y educación de adultos. Editorial Ariel. Barcelona. Capítulo 6: “Las personas mayores: teorías sobre el proceso de envejecimiento y políticas sociales”. Editorial Ariel. Barcelona. 2003. pp. 251-289. 2 FERNANDEZ BALLESTEROS, R. y otros (1999): ¿Qué es la psicología de la vejez ?. Biblioteca nueva. Madrid. pp. 26-29.
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tareas y actividades que se les proponen, de dar tiempo a la reflexión etc. Las situaciones libres de ansiedad favorecen el aprendizaje frente aquellas a las circunstancias de ansiedad que las dificultan. Entre las técnicas que pueden favorecer el aprendizaje, todas ellas se orientan a fomentar que el cerebro esté “activo”: a).- leer, no importa lo que se lea, ni cuanto. Un hábito que cada vez más se va perdiendo en todas las edades en los que el “poder y el impacto” de lo audiovisual” se impone como referente preferente. b).- Aprender algo nuevo que nos ha interesado pero que la vida laboral nos ha dificultado intentarlo. c).- Practicar juegos que obliguen a pensar y recordar. Hoy se nos ofrecen una serie de ellos incluso en formato electrónico. d).- Evitar el aislamiento, encontrar y establecer comunicación con otras personas es un factor básico para estar interesados por los temas de nuestra sociedad. e) Actitud positiva ante uno mismo y los demás lo que favorece una mayor calidad de vida y hoy mayor interés por comprender los cambios sociales que se producen con el tiempo. 4.- Los Programas educativos como instrumento y propuesta específica del aprendizaje para los mayores. El aprendizaje de las personas mayores, en cuanto colectivo específico no ha sido considerado hasta hace poco tiempo. El “aprendizaje” en su sentido más amplio estaba centrado fundamentalmente en las etapas “juveniles” ya que se consideraba que la edad adulta no era el momento propicio para llevarlo a cabo. Ello no quiere decir que surgiesen iniciativas muy puntuales que se preocupasen de la formación de las personas adultas.3. En cuanto al desarrollo de programas de formación para personas mayores el referente más específico parte de la creación de las denominadas “Universidades de la Tercera Edad” que promueve el Profesor Pierre Vellas en la Universidad de Toulouse (Francia, 1973). Los objetivos básicos de esta formación eran los siguientes: 1).retrasar el proceso de envejecimiento; 2).- promover el acceso de las personas mayores al partiré patrimonio cultural; 3).- promover y ejercer responsabilidades nuevos por parte del colectivo adulto para contribuir a su desarrollo; 4).- estudio e investigación sobre los problemas de la vejez: 5).- promover un “arte de vivir de la Tercera Edad”. A partir de esta iniciativa los espacios de formación para los mayores se han ido ampliando. Hoy se considera que el colectivo de las personas edad debe disponer de la atención sanitaria suficiente y específica (en relación a sus condiciones de edad) así como de las garantías sociales específicas basadas en la política social en cuanto instrumentos básicos para su bienestar. Al mismo tiempo es conveniente favorecer el
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En el contexto de la denominada “revolución industrial” a finales del siglo XIX se pone en marcha iniciativas que tratan de dar formación a la “clase obrera” que le permita una mayor especialización y al mismo tiempo rendimiento en el ámbito laboral. En España las Universidades Populares inician sus acciones formativas a principios del siglo XX con un carácter político-laboral. Entre sus finalidades más importantes destacan “la liberación de las clases populares”; enseñar a las personas a tener un compromiso social, impulsar la proyección política para que las personas puedan contribuir a una mejor y más profunda interpretación de la realidad y sus tendencias. En estos momentos en España existen unas 210 Universidades Populares cuya formación es de carácter intergeneracional (acogen a personas jóvenes (a partir de los 18 años), adultas y personas mayores desarrollando programas educativos que favorezcan particularmente la educación de base, la formación laboral, y la proyección cultural.
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“aprendizaje a lo largo de la vida” para aquellos personas que estén interesadas en “seguir aprendiendo”. Los programas educativos para las personas mayores se inscriben por el tanto en el proceso de la denominada “educación permanente” que implica toda actividad de aprendizaje realizada a lo largo de la vida con el objetivo de mejorar los conocimientos, las competencias y aptitudes en una perspectiva personal, cívica y social (tanto en el espacio y tiempo laboral como una vez concluido éste). Desde la perspectiva de los organismos internacionales (Unesco, OCDE, O.E.I) gubernamentales (Ministerios relacionados con la educación/formación) y diversas instituciones político-sociales se considera imprescindible promover la formación “para todas las edades” de forma que las personas mayores pueden tener oportunidades de cualificación a lo largo de su vida y no solo exclusivamente en su etapa laboral. En el caso de España, sobre el que tengo más experiencia y conocimiento, las personas mayores cuentan con tres tipos de programas: las Universidades Populares; las Aulas de la Tercera Edad y los Programas Universitarios para personas mayores. Cuando hablamos de programas nos estamos refiriendo a una actividad organizada que tienen una acción formativa bien definida, presenta continuidad en el tiempo, no es meramente ocasional (con motivo de algún acto académico, encuentro, fiesta etc.), se marca unos objetivos y finalidades que se pretenden lograr. No consideramos programas” las múltiples actividades que no están planificadas, son meramente ocasionales, que se ofrecen en muchos Residencias, Centros de día, Hogares para mayores. En muchas ellas, las finalidades son más bien lúdicas, de comunicación etc. lo que no les resta importancia en la medida que ofrecen un espacio de encuentro y de intercomunicación a las personas de edad lo que resulta muy importante y atractivo para ellos. En el contexto actual de los “programas” nos referiremos de forma particular a los programas Universitarios ya que son las Universidades las que están abriendo sus puertas para ofrecer a los mayores programas específicos que les permitan llevar a cabo su formación continua. En todo caso, una rápida consideración sobre otros tipo de programas. El programa de las Universidades Populares no es un programa específico para los “mayores” sino un programa de intergeneracional. En él pueden participar todas las personas que han cumplido la mayoría de edad. En consecuencia no lo consideramos como una acción formativa específica para las personas mayores.4 Las “Aulas” son impulsadas en sus inicios por el Ministerio de Educación y Ciencia (M.E.C.).tomando como referencia el modelo francés si bien su formación no se lleva a cabo en el “contexto universitario”. Por ello se propone la denominación de “Aulas” frente al de “Universidades de la Tercera Edad” que se usa en Francia. Su decreto de creación y reconocimiento (Boletín Oficial del Estado 1981) las caracteriza, después de algunos años experimentales, como centros de carácter público considerados como instrumento eficaz para la integración y el reconocimiento cultural de la población de más edad en base a tres objetivos: animación para su incorporación activa a la vida comunitaria; promoción cultural en todos los sectores de la Tercera Edad, apoyo y fomento para el continuo desarrollo de la personas. A partir de esas circunstancias el “Programa Aulas” se va extendiendo en España de forma paulatina creándose diversas asociaciones, centros y la “Confederación
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Para un mejor conocimiento del dicho programa Cfr. A. Requejo (2003): “La Educación Popular” pp. 166-174. obra citada.
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Española de Aulas de la Tercera Edad (CEATE) como órgano representativo a nivel nacional e internacional.5 En el ámbito más próximo, hoy las Aulas están cumpliendo una gran labor social sobre todo con personas mayores a las que les facilitan la participación en iniciativas y acontecimientos de carácter cultural, artístico y social para evitar los procesos de aculturación y marginación de los que suelen ser víctimas. Por otra parte, a través de múltiples iniciativas, promueven que los mayores empleen su tiempo libre en actividades de carácter creativo y artístico continuando su proceso de desarrollo y formación personal con programas de animación y voluntariado cultural que tengan como principal finalidad la modificación de actitudes de cara a mejorar su calidad de vida individual y de grupo. A partir de mediados de la década de los años 90 (curso 1993-94) comienzan el amplio desarrollo de los actuales Programas Universitarios para personas mayores. En la actualidad son aproximadamente 53 las Universidades que promueven sus propios espacios formativos dirigidos a este sector de la población de más edad.6 Los programas universitarios para “mayores” son algo más específico y particular que la denominada genéricamente “educación de adultos” que evidentemente tiene múltiples vertientes tanto de educación compensatoria (alfabetización, títulos básicos etc.) como de inserción en el marcado laboral por medio de la formación continua. Entre las características particulares podemos destacar que son las Universidades, con sus profesores y en sus propios espacios académicos compartidos con las generaciones jóvenes, las que organizan estas actividades formativas lo que determina una convergencia común: “ser programas universitarios”. Desde la Universidad de Santiago de Compostela se propuso como referente básico los siguientes aspectos fundamentales7 que deberían tener en cuenta estos programas logrando un con ello un referente básico de su identidad al mismo tiempo 5
Con carácter regional existen diferentes asociaciones que promueven con entusiasmo esta formación de acuerdo con las necesidades e intereses de los personas mayores. Sus acciones formativas están orientadas a las siguientes temáticas: a) Area de Medicina preventiva e Higiene mental, Dietética y Gerontología; b).- Area de Ciencias Humanas, de Pensamiento, de Literatura, Arte y Música; c). Area Científica y Tecnológica; d) Area ocupacional; Area del Ocio y tiempo libre; viajes culturales etc. Una síntesis global de lo que podríamos llamar programa de máximos se puede encontrar en REQUEJO OSORIO, A (2003): “Animación sociocultural en la Tercera Edad” en TRILLA, J.(1997):Animación sociocultural: Teorías, programas y ámbitos. Editorial Ariel. Barcelona, pp.255-268. 6 Una lista completa de las Universidades que los promueven, en lo que podríamos denominar su “sede central” como en otras ciudades de su entorno educativo, puede consultarse en: http://www.aepum.es 7
Indicábamos entonces que estos Programas debían tener las siguientes características: 1.- Un marco institucional: ser propuestos por los órganos de gobierno de una Universidad que se hace responsable de su desarrollo, reforma y actualización. 2.- Entre sus elementos organizativos se debería destacar cuatro referentes básicos: un plan de estudios estable para los diferentes cursos y ciclos. Esta formación debe ser reconocida por la propia Universidad otorgándole la acreditación correspondiente a través de la adecuada evaluación. 3.- En cuanto a las condiciones de infraestructura, esta formación debe tener lugar en el ámbito universitario, impartida por el correspondiente profesorado. 4.- Dicho programa debería orientarse desde la perspectiva pedagógico por los siguientes principios: a).adecuación de los contenidos al nivel de formación de los sujetos; b).- personalización del aprendizaje teniendo en cuenta los tiempos, ritmos, intereses y motivación de los sujetos; c).- integración de lo académico y la realidad sociocultural tratando de ofrecer a lo largo del curso diferentes actividades de carácter sociocultural. Esta propuesta marco que realizaba la Universidad de Santiago de Compostela en el encuentro de Granada (1998) sobre “Programas Universitarios para personas mayores”, es recogida en la “Ponencia marco” del VI encuentro Alicante (2002) pp. 11/20. A lo largo de estos años y en la medida en que se han ido ampliando los programas se han seguido celebrando otros encuentros de la “Asociación Estatal de Programas Universitarios para mayores” (AEPUM):1º.Granada (1996); 2º.- Alcalá de Henares (1997); 3º Salamanca (1999); 4º.- Sevilla (2000); 5º Tenerife (2001); 6º.Alicante (2002); 7º San Lorenzo del Escorial (Madrid) (2003); 8º.- Zamora (2004); 9º.- Almería (2006).
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que aceptando la pluralidad de perspectivas y actuaciones organizativas de cada uno de las centros. En el momento actual, dentro de la autonomía que tiene cada una de las Universidades para elaborar su intervención educativa, desde la “Asociación Estatal de Programas Universitarios para mayores” se proponen las siguientes finalidades que debe atender este tipo de programas: .- Fines sociales: a).- Mejorar la calidad de vida a través del conocimiento y de las relaciones que se establecen en el ámbito universitario; b).- Potenciar el desarrollo de las relaciones intergeneracionales, facilitando la transferencia de saberes y actitudes a través de la experiencia; c).- Desarrollar la formación para el voluntariado en colaboración con los Servicios Sociales de la Comunidad, así como con otras institucionales. d) -Fomentar el desarrollo del Asociacionismo, tanto el ámbito universitario como extra universitario. - Fines formativos: a).- Proporcionar una formación universitaria que facilite el aprendizaje autónomo. b).- Divulgar, ampliar o actualizar el conocimiento y la cultura entre las personas mayores. c).- Promover un mejor conocimiento del entorno para obtener un mayor provecho de las ofertas de ocio (culturales, físicas, intelectuales…) en la sociedad. d).- Favorecer el desarrollo personal en capacidades y valores de las personas mayores desde la perspectiva de la formación a lo largo de la vida. e).- Facilitar el acceso a otros estudios universitarios a aquellas personas que, después de cursar enseñanzas específicas para mayores acrediten tener la formación necesaria para proseguir otros itinerarios formativos. Por lo que respecta a su evolución, los programas universitarios en España han tenido un incremento constante.8 En cuanto al número de personas mayores que acuden a las aulas universitarias se calcula en unas 25.000. Existe hoy un progresivo aumento en la medida que crece la generación de “mayores” y los programas se instauran además en diversas sedes. No solo en la “sede central” de cada Universidad sino en otras ciudades con “extensiones universitarias”. En los últimos años, se ha rebajado la edad para su inscripción que en principio se fijaba en los 65 años. Sin embargo en la actualidad el grupo de inscritos entre los 5559 años supone el 26,6% de los matriculados.9
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En el caso de Galicia el programa de la “Universidad de Santiago de Compostela” se lleva a cabo en esta ciudad y en la ciudad de Lugo. El programa de la “Universidad de la Coruña” se amplía a la ciudad de Ferrol. Finalmente el programa de la “Universidad de Vigo” se imparte también en las ciudades de Pontevedra y Ourense. 9 En el año 2002, la cifra de mayores inscritos en los programas universitarios se estimaba en 20.000. Cfr. EDUCACIÓN: Las universidades de mayores. El País (21 enero 2002: Artículo de Prensa). En cuanto a la edad de admisión se ha ido rebajando desde los 60/ 65 años como referencia básica en sus inicios a los 55/59 actuales. En algunos programas, de las Universidades de Galicia, como es el caso de la Universidad de Santiago de Compostela y de La Coruña a partir de los 50 años las personas se pueden inscribir en sus respectivos programas. Por el momento la Universidad de Vigo, fija su matrícula a partir de los 55 años. Los respectivos grupos de edad del alumnado de los programas universitarios en España suponen el siguiente porcentaje: 55-59 años: 26,6%; 60-64 años: 29,9%; 65/69 años:21,1%; 70-74 años: 12,9%; 75-79:7,8%; 80-84:1,3% y más de 85 años: 04%.
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5.- Las motivaciones del aprendizaje de las personas mayores. En estos últimos años ha sido muy importante el desarrollo de los programas universitarios como oportunidad de aprendizaje para los mayores. Dada la gran demanda que existe se platean a las Universidades diversos problemas de organización y planificación. Detrás de esta gran demanda están las distintas motivaciones que tienen los adultos mayores en poder inscribirse Trataremos de resumirlas desde dos perspectivas diferentes. La primera en base al estudio realizado por la “Asociación Española de Programas Universitarios para Personas Mayores” (AEPUM 2006-2007)10 sobre la situación actual de los Programas. Se trata de una investigación promovida por el organismo estatal que se preocupa de constatar la evolución de estos programas. El trabajo realizado en el contexto español mediante un amplio cuestionario trata de indagar los motivos básicos que impulsa a los mayores a inscribirse en estos programas. La segunda perspectiva, en el contexto iberoamericano, es un resumen del trabajo que se presenta en la obra de Yuni,J.A y Urbano, C.A 11. Desde un punto de vista cualitativo trata de explicar los motivos que conducen a los mayores a interesarse en acciones formativas. En el primer caso, una de las cuestiones planteadas era conocer precisamente las “principales motivaciones” que llevan a las personas de edad a matricularse. Los resultados de esta consulta son los siguientes: Tabla 1.- Principales motivos para la Matrícula en los P.U.M12 (Programas Universitarios para mayores: ESPAÑA)
1.- Quiere ampliar sus conocimientos 2.- Tiene tiempo libre y prefiere ésta a otras actividades 3.- Lo considera muy importante de cara a su realización personal 4.- Le interesan los contenidos concretos del programa 5º.- Quiere conocer la Universidad 6º.- Quiere salir de casa y relacionarse 7º.- Se lo ha recomendado alguien 8º.- Asisten las amistades 9º.- Asiste la pareja.
Hombres % 79 75 66
Mujeres % 79 61 64
65 38 38 29 12 12
63 36 35 24 14 5
Con carácter general se puede constatar que no existen grandes diferencias importantes entre hombres y mujeres respecto a las motivaciones que les inducen a participar en estos programas. Más bien son mínimas. Como primera consideración de las justificaciones para inscribirse en este tipo de acciones formativas destaca el interés por “por ampliar sus conocimientos” en un 10
PROYECTO AEPUMA (2007): “Análisis y evaluación de programas universitarios para mayores”. Informe Final. Universidad de Alicante. 11 YUNI, J.A.- URBANO, C.A.(2005): Educación de adultos mayores: Teoría, investigación e intervenciones. Editorial Brujas. Argentina. “El estudio de las motivaciones académicas de los adultos mayores” pp. 159-184. En este caso haremos un sintético resumen de sus aportaciones de carácter cualitativo. 12 Cfr. PROYECTO “AEPUM (2007)”: Análisis y evaluación de programas universitarios para mayores. Ministerio de Educación y Asunto Sociales. Universidad de Alicante. Policopia. pp. 335.
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porcentual igualitario entre hombres y mujeres (79%). A esta primera justificación se añade el beneficio de su “realización personal” y “el interés por sus contenidos” (75% hombres/61% mujeres). Por lo que respecta al nivel de estudios con que se inscriben las personas mayores en España en los programas nos encontramos a tenor de los datos del Proyecto con las siguientes resultados (titulaciones mínimas y máximas): el 30,24% de los que acceden a estos programas tienen formación primaria o secundaria y los que alcanzaron algún título universitarios (diplomatura, licenciatura o doctorado) supone el 30,38%. Los estudios medios de Bachillerato (elemental y superior) suponen una media 25,79%. Han conseguido el título de Doctor el 3,13 y no “tienen estudios” el 3,78, (un 6,68% no presentan información). Los datos nos indican que aunque si bien un tercio tiene titulaciones mínimas (formación primaria o secundaria) el resto se encuentro en un nivel suficiente para poder seguir esta formación a nivel universitario. Muchos de ellos precisamente optan a esta formación para ampliar su formación particular los que solo alcanzaron el título de bachillerato. Destacar que es muy importante (38,38%) el número de los que retorna a la Universidad habiendo ya obtenido títulos universitarios para seguir formándose Estas razones más intrínsecamente formativas vienen apoyadas por otras argumentaciones de carácter más externo: “el tiempo libre de que disponen” y que les permite escoger aquello que les interesa (actividades de los programas) frente a otras alternativas de “ocupar el tiempo libre”. En menor medida están las otras justificaciones lo que podríamos denominar “condicionantes externos” (ítems 5-9) que no alcanzan el 40%.: quieren conocer la universidad, quieren salid de casa y relacionarse; se lo ha recomendado alguien; asisten las amistadas y asiste la pareja. El motivo fundamental es básicamente el aprendizaje. Detrás de esta “motivación” importante está un contexto social muy específico. Lamentablemente nuestros mayores cuando eran jóvenes no tuvieron las oportunidades de formación que hoy pretenden recuperar. En España hasta el año 1975 no se logró la plena escolarización de toda la población en edad escolar. Esta generación tuvo oportunidades muy escasas para lograr la formación básica. De ahí la importancia socioeducativa que tienen estos programas para dar nuevas oportunidades a una generación que tuvo importantes dificultades en su formación. Con estas oportunidades buscan el gran objetivo de su “realización personal” en aquellos ámbitos que fueron escasos en su momentos y donde el mundo laboral no de dejaba mucho tiempo para ello. En este contexto hay que también entender su tercera motivación:”interés por los contenidos”. Les interesan los diferentes ámbitos del saber (particularmente en el contexto social) porque pretenden ser ciudadanos activos y comprometidos. En menor medida se matriculan en materias “científico-técnicas”. Desde el punto de vista más cualitativo, trabajos realizados en el contexto iberoamericano se pueden constatar algunas convergencias y algunas diferencias. 1.- Adquirir CONOCIMIENTOS : 31,5% 1.-Aprender a realizarme como persona y enriquecer mi interior 2.- Me animó las nuevas posibilidades de enriquecerme como persona y también intelectualmente: nuevos conocimientos 3.- Cultivarme, estar con la gente, llenar un vacío de conocimientos
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2.- PRAGMATISMO objetivos útiles (28,8%) 1.-Quiero aprender a vivir mejor en esta etapa de mi vida y mejorarla calidad de la misma. 2.- Necesidad de amistad con personas de mi edad. Aprender cosas nuevas. 3.-El deseo de adquirir conocimientos que me ayuden a comprender a los demás ADAPTACION EMOCIONAL (19,6%) 1.- Pensé que comenzaba una nueva vida, donde se podrían abrir puertas las que creía que estaba cerradas para mi. 2.- Tratar de seguir adelante después de mi viudez, enfrentando la vida de forma diferente. 3- Encontrar un lugar en la sociedad, llenar el vacío que me dejaba el trabajo. 4.- ENTRETENIMIENTO (8,1%) 1.- Emplear mi tiempo de ocio, entrenar mi agotada memoria, conquistar más amistades, vivir socialmente acompañado 2.- Conseguir que mi mente y mi inteligencia no se deterioraran y no me dieran tiempo a pensar en el paso de los años 3.-Busqué una actividad que me mantenga física y mentalmente ASIGNATURA “pendiente” (7,0%) 1.- No quería que se me “murieran” las neuronas sin aprender algo más en mi vida, ya que de joven no pude. 2.- Hacer lo que en otro tiempo no pude 3.-Que me enseñen las tareas que quería realizar cuando era joven
La gran “convergencia”, aunque expresada de otra forma” es el adquirir conocimientos” explicitado de una forma más concreta en “objetivos útiles” (calidad de vida, amistad, comprensión de los demás. En otro orden de motivaciones se destacan satisfacer diferentes problemas emocionales: nuevas oportunidades en la vida superando determinados problemas, enfrentándola de forma diferente, superar la situación de “inactividad” que deja el fin de la vida laboral. Un factor que podríamos denominar extrínseco es el del “entretenimiento” observado desde una perspectiva positiva. Estas personas que “gozan de más tiempo libre” pretenden que no sea un tiempo perdido sino que sea un tiempo útil que les permita entre otras cosas (en base a sus expresiones recogidas de forma sintética) mayor convivencia (conquistar amistades); cultivar sus facultades y encontrar oportunidades (en este caso la inscripción en estos programas) para mantener en un buen estado de salud físico y mental. En menor medida la participación en el aprendizaje se expresa con la metáfora de “es una asignatura pendiente”. Se trata de recabar esa segundo oportunidad que muchos de los mayores no tuvieron porque las circunstancias no les dieron oportunidades de formación y tuvieron que insertarse en edades jóvenes en el mundo laboral con escasas oportunidades para seguir formándose. En síntesis, podemos decir que las personas mayores precisamente por las carencias a las que en muchas circunstancias se vieron sometidas, tienen hoy un interés muy grande en poder recuperar y ampliar la limitada formación que recibieron y, al mismo tiempo, encontrar un espacio no solo de formación en función de sus 1
necesidades sino de encuentro y convivencia en las diversas oportunidades de aprendizaje que se les ofrecen. 6.- El perfil del educador. A la hora de atender a las personas mayores en sus diversas condiciones de vida se ha generado, en función de los diversos tipos de atención preferente (socioeconómica, sanitaria, social, cultural y educativa), un conjunto muy diversos de perfiles profesionales. Dejando aparte el ámbito más específicamente médico con sus múltiples especialidades, aparecen una serie de denominaciones profesionales como: gerontólogos, terapeutas, trabajadores sociales, enfermeros, psicólogos, educadores sociales, fisioterapeutas, cuidadores etc. Todo ello nos indica que, dada la diversidad de campos de atención, es normal que se tienda hacia una mayor especialización y que surjan multiplicidad de profesionales. A lo largo de estos años la formación de los distintos profesionales ha ido evolucionando. En todo caso partiendo del desarrollo de conocimientos e intervención en el ámbito de la geriatría y de la gerontología, hoy se propone la figura del “gerocultor” cuya denominación sería mucho más específica y relevante en este campo que la tradicional de “auxiliar de enfermería”.13 En todo caso tratándose el ámbito más específicamente educativo, nos interesa poner de relieve la figura profesional del “Educador Social”. Se trata de un profesional que el Ministerio de Educación ha institucionalizado en el año 1991 a través del Real Decreto 1420/1991. En dicho decreto se especifica que dicho profesional (con l título de Diplomado.- título de nivel medio-) que su actividad profesional se dirige a los campos de la educación no formal (fuera del contexto escolar) en los campos de la educación de adultos (incluidos los de la tercera edad), inserción social de las personas desadaptadas y minusválidos, así como en la acción educativa. Las principales actividades profesionales en el campo de los adultos deben dirigirse a las actividades de alfabetización, formación de base, educación. Compensatoria, programas de formación ocupacional y formación continua y problemas de la tercera edad tanto de carácter socioeducativo, cultural como asistencial. En el caso de las personas mayores, el perfil profesional del educador social asume como cometido especifico la perspectiva social ya que se trata de un colectivo que ha abandona la vida laboral. En consecuencia, el trabajo del educador social tiene como orientación preferente el campo de la animación sociocultural. Rehecho los diferentes planes gerontológicos consideran que es importante incrementar la autonomía y bienestar psicológico de las personas mayores promoviendo actividades de ocio y de cultural así como su participación dentro de su entorno y de la sociedad en general. Una de las funciones claves de la animación sociocultural consiste en que las personas mayores se conviertan en agentes y protagonista de su propio desarrollo. Lo que particularmente interesa es que estos profesionales generan procesos de 13
El perfil profesional, independientemente del ámbito de actuación (unidad de hospitalización, domicilio, residencia etc.), tendría una tareas básicas respecto a las personas mayores. Las principales serían las siguientes: 1).- Conocimiento de los problemas y planes de cuidados de las personas mayores a su cargo; 2.).- Manejo de los síndromes geriátrico y detección de las necesidades de las personas mayores; 3).- Mantener y potenciar la independencia para la realización de actividades de la vida diaria y ayudar a las personas mayores a cubrirlas en caso de incapacidad o deteriore; 4).- no realizar por los mayores aquellas tareas que puedan realizar por sí mismo, ya que a largo plazo es perjudicial; 5).-Ayudar al desplazamiento y acompañamiento; 6).- Control y realización del higiene diaria; 7).- Apoyo psicológico a las personas mayores:; 8).- Administración (delegada) de la medicación preparada por la enfermera.
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participación creando espacios para la comunicación de los grupos y de los individuos ( uno de los problemas más grandes de los mayores está relacionado con la soledad, la incomunicación etc.) con vistas a estimular a los diferentes colectivo y a emprender procesos de: 1) desarrollo social :respuesta a sus necesidades en su espacio, tiempo y situaciones concretas: 2): desarrollo cultural: construyendo su propia identidad colectiva, generando y participando en los diferentes proyectos y actividades culturales. En cuanto a los principales espacio y ámbitos de intervención: Centros de Animación Cultural para adultos (Hogares etc.); Residencias para la Tercera Edad; Centros de día; Hospitales de día; Programas de desarrollo comunitario; Talleres ocupacionales etc. En el caso de las personas mayores, nos encontramos ante un colectivo que tiene unas características muy específicas: está liberado de un trabajo de forma sistemática; tiene diferentes formas de convivencia (en pareja, viudedad, soledad…); situaciones de salud general muy diferenciadas; contexto residencial de acuerdo con demandas particulares, una mayor disponibilidad del tiempo libre. Etc. Por todo ello, los programas de animación sociocultural deben ser muy diferentes y adaptados a la situación del grupo y sus necesidades respectivas. Con carácter general se pueden establecer como objetivos:.14 .-ofrecer posibilidad a este colectivo de su realización personal, la comprensión de su entorno, la participación en la vida comunitaria; .- conseguir una mayor integración en la sociedad a fin de que se oiga y se valores su voz y se tengan en cuenta sus opiniones; .- fomentar la educación y formación permanente; .- ofrecer la posibilidad de disfrutar de la cultura; .- establecer los cauces para que los conocimientos sean compartidos de manera flexible, enriquecedora y amena; .- desarrollar actividades críticas ante la vida mediante la animación de grupos de reflexión y debate; . - posibilitar la apertura a otros grupos de edad; .- participar y crear actitudes y medios para gozar de la vida plenamente. Esta dimensión específica del profesional de la educación social especializado en el campo de las personas mayoreos debe tener en cuenta que en el contexto social es muy importante trabajar en el marco del modelo comunitario. Es decir, la vida humana, no se puede segregar de los espacios estancos, en momentos y sectores de actividad diferente, en problemas aislados. Existe una cierta interdependencia en el espacio social que obliga a que los profesionales que en él trabajan, lo deben hacer en mutua interacción. En conclusión, podemos decir que es previsible, tal como ha sucedido en el último cuarto de siglo, la población de personas mayores seguirá aumentando. Y esta situación no solo necesitará de aquellas atenciones socio-sanitarias que sean conveniente sino también de otras: las de carácter socioeducativo consideradas especialmente en este texto. Las generaciones mayores, en un importante número de países, no han tenido grandes oportunidades para su formación porque han tenido que incorporarse al mundo laboral en condiciones de una formación muy escasa. De alguna manera, cuando muchos de ellos están ya jubilados han ido encontrando distintas oportunidades para seguir aprendiendo. A partir de 1973 con el inicio de las “Universidades de la Tercera Edad” en la Universidad de Toulouse (Francia) se produce un cambio importante: las puertas de la 14
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Universidad y de otras instituciones se abren para que este colectivo pueda tener oportunidades de seguir aprendiendo en aquellos temas y cuestiones que son de su interés. Entre los objetivos que se proponen con esta propuesta destacan los siguientes: 1).- retrasar el proceso de envejecimiento: 2).- acceso al patrimonio cultural; 3).- ejercer responsabilidades nuevas por parte del colectivo adulto para contribuir a su desarrollo; 4).- estudio e investigación sobre los programas de la vejez; 5) promover un arte de vivir de la Tercera Edad. Esta primera iniciativa ha sido un referente importante para multiplicar diferentes programas: unos de carácter más académico (Programas Universitarios) otros más de carácter sociocultural (Aulas de la Tercera Edad; Universidades Populares). A ellos se añade una serie de múltiples actividades de carácter formativo en Residencias, Centros Sociales etc. En síntesis, una formación cuyo efecto no debe limitarse a ser “reparador” y “compensador” de carencias que no se pudieron subsanar en las etapas más jóvenes. Se trata con estas actividades formativas de dar respuesta a los interrogantes y problemas que encuentran las personas de edad. Dentro de la identidad de cada una de las acciones formativas que se inscriben en la filosofía de la formación permanente se debe atender a una doble vertiente: la vertiente cultural (acceso y participación en bienes culturales, elevar el nivel da salud física, mental y social desarrollando actividades específicas para este colectivo) y la vertiente social (integración de los mayores en la sociedad frente a la segregación, animarlos a participar y ser activos en la tarea social). En síntesis favorecer un envejecimiento activo para promover un envejecimiento saludable, prevenir la enfermedad y la discapacidad con el fin de mantener aquellas actividades que favorezcan una mejor calidad de vida en estas edades. A ello deben contribuir los distintos profesionales que se preocupan de las demandas y necesidades de esta generación. De forma particular y relacionado con su formación y aprendizaje el profesional de la educador social sin por ello desmerecer la valiosa aportación de otros profesionales sumamente reconocidos en los ámbitos sociosanitarios y asistenciales. Teniendo en cuenta como referencia el carácter sociocultural de muchas de sus actividades este profesional debe integrarse en el conjunto de otros profesionales (gerontólogos, geriatras, asistentes sociales etc.) para favorecer una mejor calidad de vida de las personas de edad. Particular función del educador social es promover y atender los programas de animación sociocultural que deben ser muy diferentes y adaptados a la situación del grupo y sus necesidades respectivas. Con carácter general la finalidad de toda intervención socioeducativa debe ser, sean cuales sean las circunstancias personales del adulto, eliminar la discriminación por motivos de edad, fomentar la autonomía personal, la participación social e impulsar aquellos servicios y equipamientos que favorezcan el mantenimiento de las personas en su entorno y una mejor calidad de vida. A nivel organizativo es muy importante la corresponsabilidad de todos los agentes sociales como única medida eficaz para atender a sus derechos y necesidades. La interconexión entre derechos, calidad de vida y servicios nos muestra que hoy la atención a las personas mayores debe ser una de las actividades preferentes en nuestra sociedad. La mayor esperanza de vida es un hecho relevante y va en aumento. El colectivo de mayores supera al de las nuevas generaciones. Pero hoy las personas no desean sólo “vivir más” sino tener una vida que les ofrezca oportunidades de afrontar el tiempo con ilusión, esperanza y compromiso de transformación personal y social. Este
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es el gran reto para el futuro en que toda la sociedad, los distintos profesionales, las familias y los propios sujetos mayores debemos colaborar para vivir no sólo más años, sino vivir una mejor calidad de vida. Tal como expresa Paulo Freire15: “los criterios de evaluación de la edad, de la juventud o de la vejez no pueden ser el calendario. Nadie es viejo porque sólo nació hace mucho tiempo. Somos viejos o jóvenes mucho más en función de cómo entendemos el mundo, de la disponibilidad con la que nos dedicamos curiosos al saber, cuya conquista jamás cansa y cuyo descubrimiento jamás nos deja pasivos e insatisfechos”. DOCUMENTACION ALCALA, E.- VALENZUELA.A.E.(Editores) (2000): El aprendizaje de los mayores ante los retos del nuevo milenio. Dykinson. Madrid. SOCIACION ESTATAL DE PROGRAMAS UNIVERSITARIOS PARTA MAYORES (2004): “Una apuesta por el aprendizaje a lo largo de toda la vida”. VIII Encuentro Nacional de Programas Universitarios para personas mayores. Zamora. (Manuscrito). BALLESTEROS JIMENEZ, S. (Edt.-Coord): Gerontología: un saber multidisciplinar. Editorial Universitaria. Madrid. BONHO CASARA. M. (2007): “Entre a velhice e aposentaduria: relaçoes pertinentes” en Requejo Osorio, A.- Cabral Pinto, F: As pessoas idosas. Capítulo:IX pp.253- 268. CASIA OLIVEIRA. R.- DA SILVA OLIVEIRA. F.(2007): “As pessoas idosas no Brasil: contexto demográfico, político e social” en ibidem.Capìtulo V. pp.105-129. COLOM CANELLAS, A.J..- ORTE SOCIAS, C.(Coords.) (2001): Gerontologia educativa y social: Pedagogía social y personas mayores: Universitad de les Illes Balears. CHOQUE. S.- CHOQUE, J.( 2004): Actividades de animación para la tercera edad. Editorial Paidotribo. Barcelona ( Cap. 2.-parte: actividades cognitivas). FERNANDEZ- BALLESTEROS. R ( Dir.) (2000): Gerontología social. Editorial Pirámide. Madrid, FROUFE QUINTAS. S.(2001): “El aprendizaje con personas mayores: las Aulas de cultura y la Universidad de la experiencia” en COLOM CANELLAS, A.J.- ORTE SOCIAS, C.( Coords) pp. 555-564. GARCIA MINGUEZ, J. (2004): La educación en personas mayores: Ensayo de nuevos caminos. Editorial Nancea. Madrid. ORTE SOCIAS, C.- PASCUAL GALMES, A,( 2001): “Los programas universitarios para mayores: un modelo de educación social” en COLOM CANELLAS, A.J.- ORTE SOCIAS, C.( Coords) pp. 545-554. ORTE SOCIAS, C (2006): El aprendizaje a lo largo de toda la vida: Los programas universitarios de mayores. Dykinson. Madrid. GADNER, H.(2001): La inteligencia reformulada. Las inteligencias múltiples en el siglo XXI Paidós. Barcelona. LONGWORTH, N.(2005): El aprendizaje a lo largo de la vida en la práctica. Paidós. Barcelona. MARTINEZ MARATO, A (2001): Gerontología y derechos: aspectos jurídicos de las personas mayores. Editorial Médica Panamericana. Madrid. MINGUEZ ALVAREZ, C.(2005) (Coord): La educación social: discurso práctica, y profesion. Dykinson. Madrid. 15
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