ACERCA DE LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES

PARÍS1889 PARÍS1900 ACERCA DE LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES ACERCA DE LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES INTRODUCCIÓN D EXPOSICIÓN UNIVERSAL esde 1851
Author:  Emilia Correa Cruz

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PARÍS1889

PARÍS1900

ACERCA DE LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES

ACERCA DE LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES

INTRODUCCIÓN D

EXPOSICIÓN UNIVERSAL esde 1851 se celebraron recurrentemente ferias o Exposiciones Universales, logrando reunir en un mismo espacio de exhibición a un gran número de países tanto de orientales como occidentales; las Exposiciones permitían dar cuenta de los adelantos industriales de los países invitados, así como incluir todo el conocimiento de la humanidad derivado en sus productos artísticos y culturales.

moderna. Dos de las más grandes participaciones mexicanas en estas exhibiciones se celebraron en París, la primera en 1889 y la segunda en 1900. La primera participación de los artistas mexicanos en 1889 resultó ser un estímulo para su integración en las posteriores exhibiciones. Actualmente algunas de estas obras se exhiben y pueden ser apreciadas en las salas de la colección permanente de Munal; por ello presentamos en los siguientes México inició sus actuaciones en las ferias apartados algunos detalles generales de la ormundiales desde 1880, significándole la opor- ganización, así como un ejemplo de las obras tunidad de presentar una imagen de nación que se incluyeron en las dos muestras.

DE PARÍS, 1900 [ uno ]

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1889

EXPOSICIÓN UNIVERSAL E n ese año la selección de obra fue coordinada por José María Velasco y se asignaron como colaboradores a los artistas Santiago Rebull, Gabriel Guerra, Antonio Rivas Mercado y Jesús Contreras.

de plata, además de recibir la condecoración como Caballero de la Legión de Honor del Gobierno Francés), Carlos Rivera, Cleofas Almanza y Adolfo Tenorio. • Pintura de historia. Algunos artistas participantes fueron: Rodrigo Gutiérrez, José Obregón y José Jara (ganador medalla de bronce). • Pintura religiosa. Algunos artistas participantes fueron: Alberto Bribiesca, Gonzalo Carrasco, José María Ibarrarán e Isidro Martínez.

DE PARÍS, 1900 Los géneros pictóricos representados fueron:

• Paisaje. Algunos artistas participantes fueron: José María Velasco (ganador medalla

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as creaciones de los alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes comenzaron a variar en temática como consecuencia del triunfo definitivo de la facción liberal en México, hacia 1867 […] Esta obra fue encargada a Rodrigo Gutiérrez por el licenciado Felipe Sánchez Solís para el gabinete de antigüedades mexicanas que instalaría en su domicilio. El abogado, profesor y diputado era muy conocido por su mecenazgo hacia las artes y por presumir su ascendencia de una de las “más nobles familias del imperio azteca”. Claudia Barragán Arellano en: Guía del Museo Nacional de Arte, México, Munal, 2006, p. 145. Originario de San Luis Potosí, inició sus estudios en 1865 en la Academia de San Carlos, donde tuvo como tutor a Pelegrín Clavé. Más adelante continuó su formación con Santiago Rebull hasta 1876. Un año antes ejecutó una de sus obras más conocidas: El senado de Tlaxcala. Dio clases de pintura en el Instituto de Zacatecas de aquella ciudad. Se golpeo la cabeza montando a caballo y perdió la razón, por lo que se le confinó en un manicomio hasta su muerte. Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006.

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Rodrigo Gutiérrez (1848-1903) El senado de Tlaxcala, 1875 Óleo sobre tela 191 x 232.5 cm Sala 21

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1889

Rodrigo Gutiérrez (1848-1903) El senado de Tlaxcala, 1875 Óleo sobre tela 191 x 232.5 cm Sala 21

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a predilección por los temas prehispánicos se desarrolló en la Escuela Nacional de Bellas Artes después de la restauración de la República en 1867. De esta manera la Academia participó en los cambios que trajeron consigo los liberales, los cuales afianzaron un proyecto cultural en el que se exaltaba la narración de la memoria histórica, a través de algunos aspectos de las civilizaciones precolombinas. José María Obregón era uno de los pintores más destacados de la escuela y para el año lectivo de 1869 resolvió plasmar un tema histórico nacional, guiado por los profesores y directivos del plantel. Se trató de un asunto anecdótico que tuvo lugar durante el esplendor de la Tula-tolteca por el año 900 d.C.” Víctor T. Rodríguez Rangel en: Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006, p. 143 En 1852 ingresó a la Academia de San Carlos y fue discípulo del catalán Pelegrín Clavé en la clase de pintura. Su estancia en la institución duró 16 años. A partir de 1855 participó en los concursos anuales del plantel, obteniendo un tercer premio por la obra San Lorenzo. Obtuvo el primer lugar por el cuadro Agar e Ismael en el desierto, 1858, y en 1869 causó sensación con El descubrimiento del pulque. Se distinguió como retratista de la corte de Maximiliano. Fue profesor de dibujo en la Academia, renunció a su puesto en 1891 por enfermedad de la vista. Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006.

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José María Obregón (1832-1902) El descubrimiento del pulque, 1869 Óleo sobre tela 189 x 230 cm Sala 20

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1889

José Obregón (1832-1902) El descubrimiento del pulque, 1869 Óleo sobre tela 189 x 230 cm Sala 20

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a vida cotidiana de los campesinos suscitó un gran interés por parte de los artistas hasta convertirse en uno de los temas más socorridos en la literatura y el arte del siglo XIX. Por una parte, el desarrollo de las grandes urbes modernas, caracterizadas por su materialismo en el que encajaba mal el sentimiento religioso, y, por otra, la idea de que las comunidades rurales no habían sufrido los estragos del liberalismo y se mantenían aún ajenas a los efectos de la modernidad, fieles a sus tradiciones y a sus prácticas religiosas. El romanticismo popularizó la imagen idealizada del campesino devoto […] La corriente realista centró su interés en sus penosas condiciones de vida y en la miseria cotidiana”. Angélica Velázquez Guadarrama en: Catálogo comentado del acervo del Museo Nacional de Arte. Pintura, S. XIX, Tomo I, México, Museo Nacional de Arte, 2002, pp. 351-356. Nació en Orizaba, Veracruz. El gobierno de su estado lo becó para estudiar en la Academia de San Carlos. Fue alumno de José Salomé Pina, su producción plástica destacó por la temática de la vida cotidiana, como lo hizo en sus cuadro El velorio, 1889, en el que en un ámbito del costumbrismo realista introdujo una denuncia social sobre las condiciones de miseria del indígena. Durante cuarenta y cuatro años fue profesor de dibujo y pintura en el Colegio de San Nicolás de Morelia. Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006.

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José María Jara (1866-1939) El velorio, 1889 Óleo sobre tela 178 x 134.5 cm Sala 24 Pieza que obtuvo la medalla de bronce

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1889

José Jara (1866-1939) El velorio, 1889 Óleo sobre tela 178 x 134.5 cm Sala 24 Pieza que obtuvo la medalla de bronce

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ntre la turbamulta de visitantes que acudían a ver los objetos expuestos en el Pabellón de México, hallábase un día un hombre de avanzada edad que sentado frente al cuadro, detenidamente lo contemplaba con el pañuelo en el rostro y las lágrimas en los ojos; y como se le acercara Velasco para inquirir la causa de aquello extraño que veía, supo, de labios del mismo viejo, que en mal castellano se lo expresaba, que habiendo sido soldado del cuerpo expedicionario francés que vino a México cuando la intervención francesa, en presencia de aquel cuadro recordaba vivamente los sitios que había recorrido, fusil al hombro, en su azarosa juventud y por lejana tierra. Tal era la verdad de la acción pictórica que tenía ante su vista”. Revilla, “El paisajista don José María Velasco”. Homenaje a José María Velasco (1840-1912), Museo Nacional de Arte, 1993. Pintor originario de San Miguel Temascalcingo, Estado de México. Ingreso a la Academia de San Carlos a la edad de quince años debido a sus dotes artísticas. En 1858 se integró a los cursos de paisaje impartidos desde 1855 por el italiano Eugenio Landesio. Pronto se convirtió en su discípulo más aventajado, asimilando los fundamentos teóricos prácticos del paisaje clásico, bajo la concepción del romanticismo. En 1877 asumió la dirección del ramo de perspectiva y paisaje. Sus primeras obras reprodujeron sitios de la ciudad de México: Convento de San Agustín, 1861; Cabrío de San Ángel, 1863, o Alameda de México, 1866; pero sus mejores composiciones son las vistas panorámicas a campo abierto que ejecutó desde las cordilleras que circundan el valle de México asumiendo un gusto por el detallismo naturalista, luminoso y genuino. Su interés por la ciencia lo demostró en la Sociedad Mexicana de Historia Natural, además de que fue ilustrador del Museo Nacional. Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006.

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José María Velasco (1840-1912) Guelatao, Estado de Oaxaca, 1887 Óleo sobre tela 46.4 x 62.2 cm Sala 22

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1889

José María Velasco (1840-1912) Guelatao, Estado de Oaxaca, 1887 Óleo sobre tela 46.4 x 62.2 cm Sala 22

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a impresión que debían causar en Europa nuestras obras de arte tenía que ser bastante diferente de todas aquellas que se ejecutan en Europa, porque las circunstancias que nos rodean son especiales y bien diferentes de las de aquellos países. Todos ellos tienen gran facilidad para comunicarse y de consiguiente sus artistas pueden viajar y conocer los adelantos de cada nación, de manera que en general, todos, poco más o menos, siguen pasos semejantes, aunque puede muy bien notarse la diferencia de las escuelas de cada país…, con mucho mayor motivo México tiene que desprenderse, aún sin quererlo, de aquellas escuelas por el poco o ningún contacto que tienen nuestros artistas con los del viejo mundo”. Homenaje a José María Velasco (1840-1912), Museo Nacional de Arte, 1993, p. 356 Pintor originario de San Miguel Temascalcingo, Estado de México. Ingreso a la Academia de San Carlos a la edad de quince años debido a sus dotes artísticas. En 1858 se integró a los cursos de paisaje impartidos desde 1855 por el italiano Eugenio Landesio. Pronto se convirtió en su discípulo más aventajado, asimilando los fundamentos teóricos prácticos del paisaje clásico, bajo la concepción del romanticismo. En 1877 asumió la dirección del ramo de perspectiva y paisaje. Sus primeras obras reprodujeron sitios de la ciudad de México: Convento de San Agustín, 1861; Cabrío de San Ángel, 1863, o Alameda de México, 1866; pero sus mejores composiciones son las vistas panorámicas a campo abierto que ejecutó desde las cordilleras que circundan el valle de México asumiendo un gusto por el detallismo naturalista, luminoso y genuino. Su interés por la ciencia lo demostró en la Sociedad Mexicana de Historia Natural, además de que fue ilustrador del Museo Nacional. Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006.

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José María Velasco (1840-1912) Pirámide del Sol, 1878 Óleo sobre tela 32 x 46.2 cm Sala 22

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1889

José María Velasco (1840-1912) Pirámide del Sol, 1878 Óleo sobre tela 32 x 46.2 cm Sala 22

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a composición sugiere el contraste entre la sociedad tradicional (simbolizada por la Iglesia) y la sociedad civil (significada en el palacio de gobierno), cuyos enfrentamientos componen una parte sustancial de la historia moderna de México.” Fausto Ramírez en: Museo Nacional de Arte. Una ventana al Arte Mexicano de cuatro siglos, México, Museo Nacional de Arte, 1994, p. 106

Pintor originario de San Miguel Temascalcingo, Estado de México. Ingreso a la Academia de San Carlos a la edad de quince años debido a sus dotes artísticas. En 1858 se integró a los cursos de paisaje impartidos desde 1855 por el italiano Eugenio Landesio. Pronto se convirtió en su discípulo más aventajado, asimilando los fundamentos teóricos prácticos del paisaje clásico, bajo la concepción del romanticismo. En 1877 asumió la dirección del ramo de perspectiva y paisaje. Sus primeras obras reprodujeron sitios de la ciudad de México: Convento de San Agustín, 1861; Cabrío de San Ángel, 1863, o Alameda de México, 1866; pero sus mejores composiciones son las vistas panorámicas a campo abierto que ejecutó desde las cordilleras que circundan el valle de México asumiendo un gusto por el detallismo naturalista, luminoso y genuino. Su interés por la ciencia lo demostró en la Sociedad Mexicana de Historia Natural, además de que fue ilustrador del Museo Nacional. Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006.

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José María Velasco (1840-1912) Catedral de Oaxaca, 1887 Óleo sobre tela 44 x 62 cm Sala 22

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1889

José María Velasco (1840-1912) Catedral de Oaxaca, 1887 Óleo sobre tela 44 x 62 cm Sala 22

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1900

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DE PARÍS, 1900 a selección de artistas participantes estuvo a cargo del escultor Jesús F. Contreras, quien desde 1898, fue nombrado inspector de los alumnos pensionados, con objeto de supervisar los trabajos que estos presentarían en la muestra y, desde París, se desempeñó como Comisario General de Be-

llas Artes. Algunos de los artistas participantes fueron los pintores Leandro Izaguirre, Alberto Fuster y Gerardo Murillo, los escultores Jesús F. Contreras, Agustín L. Ocampo y Enrique Guerra, los cuales obtuvieron diversos galardones y reconocimientos por su trabajo; así como Fidencio Nava y Guillermo Cárdenas, entre otros.

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e todas las obras colocadas en el salón principal, los mármoles realizados por Contreras fueron los que más llamaron la atención de la prensa internacional. Malgré tout fue ampliamente elogiada, tanto por sus cualidades plásticas como por conceptuarse la personificación de la lucha del escultor contra la adversidad”. Esto debido a que había perdido a causa del cáncer su brazo derecho; esto le valdría la obtención de la mención honorífica la Cruz de Caballero de la Legión de Honor. Jesús F. Contreras 18661902. Escultor finisecular, México, Conaculta, 1990, p. 33. Escultor nacido en Aguascalientes. En 1881 ingresó a la Academia de San Carlos y cinco años más tarde fue nombrado director de los talleres de fundición del monumento a Cuauhtémoc. En 1883 obtuvo la pensión de escultura y cuatro años después logró una beca para estudiar en Francia, realizando los relieves escultóricos de la fachada del pabellón mexicano de la Exposición Universal de París de 1889. Regresó a México para dirigir la sociedad de la Fundición Artística Mexicana y creó el Ateneo Literario y Artístico. Desde 1897 lo aquejó el cáncer, el cual le provocó la amputación de su brazo derecho. Guía del Museo Nacional de Arte, México, Museo Nacional de Arte, 2006.

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Jesús F. Contreras (1866-1902) Malgré tout, (a pesar de todo), ca. 1898 Mármol 60 x 173 x 69 cm Sala 25 Ganó el reconocimiento como Caballero de la Legión de Honor del Gobierno Francés

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1900

Jesús F. Contreras (1866-1902) Malgré tout, (a pesar de todo), ca. 1898 Mármol 60 x 173 x 69 cm Sala 25 Ganó el reconocimiento como Caballero de la Legión de Honor del Gobierno Francés

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n contraste con la escultura Malgré tout de Contreras, la de Ocampo –muy relacionada da con la primera en iconografía y estilosuscita la idea de una desesperación absoluta y la consecuente renuncia a seguir luchando. El tratamiento irregular del mármol, a lo Rodin, remite por igual a Contreras, el máximo escultor del fin de siglo mexicano”. Fausto Ramírez en: Museo Nacional de Arte. Una ventana al Arte Mexicano de cuatro siglos, México, Museo Nacional de Arte, 1994, p. 120

Fue discípulo de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Autor de la escultura Desespoir, que alguna vez decoró la Alameda Central de la Ciudad de México, y erróneamente fue atribuida a Jesús Contreras. En la vigesimosegunda exposición de la Escuela Nacional de Bellas Artes (1891) presentó sus primeros trabajos: se trata de dibujos nocturnos tomados del yeso, dibujos de ornato diurnos y nocturnos y dibujos tomados de la estampa. Estas primeras obras fueron supervisadas por sus profesores Santiago Rebull, Félix Parra, y Jesús Contreras. En dicha exposición también presentó un gran repertorio de piezas escultóricas, aunque sin una resonancia significativa: Cabeza de Ninfa; busto del Amor; Cabeza de niño; Torso de Ilisus; estatua de Niño con máscara; estatua de Fauno bailando y los bustos Flor marchita y Flor lozana.

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Agustín Ocampo (activo en la primera mitad del siglo XX) Desespoir, 1900 Mármol 54 x 104 x 53 cm Sala 25

EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS, 1900

Agustín Ocampo (activo en la primera mitad del siglo XX) Desespoir, 1900 Mármol 54 x 104 x 53 cm Sala 25

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