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ACIDOS GRASOS trans: ACTUALIZACION Y SITUACION ARGENTINA Paula Pueyrredón, Alicia Rovirosa, María E. Torres Agüero, Raúl Uicich CESNI (Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil) Trabajo publicado en la Revista de la Sociedad Argentina de Nutrición 10(3): 61-68, 1999
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RESUMEN La hidrogenación biológica de los rumiantes o la industrial producen isomerización de los ácidos grasos que componen la grasa, pudiéndose formar isómeros trans. Se ha postulado que una dieta alta de estos isómeros puede ser un riesgo para la salud, aunque no se conocen con certeza las consecuencias de su ingesta. Existen numerosos estudios epidemiológicos que asocian el consumo de ácidos grasos trans con riesgos como: aumento del colesterol LDL y disminución del HDL, aumento del riesgo de enfermedad coronaria, aumento del la Lp(a), aumento de la probabilidad de padecer cáncer de mama y de colon, la interferencia en el metabolismo de los ácidos grasos esenciales y también se cree que pueden comprometer el desarrollo fetal e infantil. En varios países se ha disminuido el consumo de isómeros trans mediante la reducción del contenido de los mismos en margarinas (una de las principales fuentes de trans) pero no así en productos alimenticios industriales. La ingesta estimada de AG trans para EEUU es de 5,3 – 8,1 g/día y en Europa de 1,4 - 5,4 g/día . Hasta nuestro conocimiento, en la Argentina todavía no hay datos de ingesta de AG trans como así tampoco información sobre el contenido de éstos en los alimentos. En este trabajo se incluyen los resultados de análisis realizados en algunos alimentos potenciales fuentes de AG trans y datos sobre su contenido en leche materna como reflejo de su consumo. Los valores mas altos fueron hallados en las margarinas (19 a 9,5 g%), mientras que papas fritas de “fast food” contenían 6,5 g % y algunos panificados con 0,1 a 3,6 g %. En la leche materna se halló que un 2,5% del total de ácidos grasos se hallaban en forma de isómeros trans.
INTRODUCCION El consumo de ácidos grasos (AG) trans, que se obtienen mediante la hidrogenación biológica en los animales rumiantes o a través de la hidrogenación industrial de aceite, puede ocasionar efectos fisiológicos adversos, según lo han demostrado numerosos estudios epidemiológicos (1-34). Estos efectos abarcan desde aumento del colesterol LDL, disminución del colesterol HDL, aumento del riesgo de enfermedad coronaria y de algunos tipos de cáncer, hasta una interferencia con el metabolismo de ácidos grasos esenciales con consecuencias que repercuten en el desarrollo fetal e infantil. El presente trabajo resume la información sobre los efectos fisiológicos de los ácidos grasos trans y los estudios realizados con el fin de determinar el contenido de estos isómeros en algunos alimentos de nuestro país, como así también su secreción en leche materna como indicador de la ingesta de los mismos. ACIDOS GRASOS trans: ORIGEN Y ESTRUCTURA Los ácidos grasos que se encuentran en la naturaleza como componentes de aceites y grasas, presentan sus dobles enlaces en forma de si ómeros cis. La presencia de isómeros trans, se puede deber a causas naturales, como la hidrogenación biológica que se produce en los animales rumiantes, o a otras causas, no naturales, como la que ocurre en los aceites durante los procesos industriales, principalmente la hidrogenación. Los ácidos grasos poliinsaturados en forma cis, no son estables y tienden a alterarse fácilmente (por ejemplo oxidándose). Por ello, su presencia en los alimentos hace que su conservación resulte difícil. Para evitar este proceso, la industria utiliza la hidrogenación, que satura los ácidos grasos, obteniendo de esta manera un producto más estable y con un punto de fusión más alto. En la hidrogenación, además del proceso de saturación de los dobles enlaces, ocurre otro distinto denominado isomerización geométrica, un reordenamiento de la estructura molecular. La configuración cis hace que la molécula sea flexible. Por el contrario, los isómeros trans tienen una estructura más rígida, al ser ésta tridimensional, similar a la de los ácidos grasos saturados. Su presencia contribuye a la solidificación de las grasas que lo contienen. Durante la hidrogenación también puede cambiar dentro de la cadena la posición del doble enlace (isomerización posicional). La mayor parte de la grasa insaturada esta compuesta por 18:1 (oleico), 18:2n-6 (linoleico), 18:3n-3 (alfa linolénico), y el ácido graso trans que predomina durante la hidrogenación es el trans 18:1 (eláidico) (35).
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El ácido oleico tiene un doble enlace en configuración cis y es el principal ácido graso monoinsaturado que existe en la naturaleza. El ácido elaídico es estructuralmente igual al ácido oleico, pero se encuentra en la configuración trans. Mientras que la temperatura de fusión de ácido oleico es de 13°C la del ácido elaídico es 44°C. Esto muestra su importancia en el proceso de endurecimiento de las grasas. La composición final de la grasa hidrogenada depende en parte del tipo del aceite original que se utilizó. Si se empleó aceite de soja, el producto hidrogenado contendrá isómeros: 18:1t (12%), 18:1c (4%), 18:2 y 18:3 (9%) e isómeros de posición. Generalmente durante el proceso de hidrogenación se forman más de 20 nuevos isómeros de ácidos oleico y linoleico. También se puede hidrogenar grasa de pescado, en este caso se obtienen isómeros de ácidos grasos de cadenas de hasta 20-22 carbonos. (36) Biohidrogenacion La biohidrogenación se produce en los animales rumiantes como resultado de la fermentación bacteriana. Las enzimas propias de la flora de estos animales transforman los ácidos grasos mono y poliinsaturados provenientes de su alimentación en sus isómeros trans, que originariamente no existían. En la leche se han encontrado más de 400 isómeros de distintos ácidos grasos, la mayoría como trazas. La grasa de la leche contiene del 2 al 5 % de ácidos grasos trans y varía según la alimentación del animal y la época del año. Durante el verano se alimentan con pasto y la grasa de la leche tiene mayor porcentaje de trans en relación a los que se alimentan con granos en el invierno (36). La manteca contiene un promedio de 3,4% (2-7%) de AG trans siendo el contenido de trans de la manteca de invierno menor que la de verano. El 18:1w7t representa el 60% del total de los isómeros trans 18:1 de la manteca. (37), siendo este isómero la principal fuente natural de AG trans y puede encontrarse en leche, productos lácteos, carnes y sus derivados (36). Hidrogenación de aceites vegetales Con la hidrogenación, o adición directa de hidrógeno a los dobles enlaces de los ácidos grasos insaturados, se pretende modificar el comportamiento físico de determinados aceites y grasas (38). El objetivo de la hidrogenación es aumentar la estabilidad oxidativa y/o alterar las propiedades de fusión de los aceites mediante la reducción del grado de insaturación. La hidrogenación es una reacción catalítica, que requiere el uso de un catalizador, normalmente Níquel (39). Como consecuencia de este proceso, los ácidos grasos pueden ser transformados en sus isómeros trans y los que habitualmente se encuentran son el ácido eláidico (18:1n9t), los isómeros trans del ácido linoleico (18:2 9t, 12t; 18:2 9c, 12t, y 18:2 9t, 12c) y ocasionalmente, también pueden aparecer isómeros trans del ácido linolénico. Estos aceites hidrogenados son utilizados industrialmente en la fabricación de margarinas, shortenings, grasas para frituras (deep frying) y otros alimentos procesados (35) CONSECUENCIAS FISIOLOGICAS DE LOS ACIDOS GRASOS trans Isómeros trans y ácidos grasos esenciales Los ácidos grasos alfa-linolénico y linoleico se consideran esenciales para el organismo humano, porque no puden ser sintetizados y por lo tanto deben provenir de los alimentos. Pero si estos ácidos son sometidos a algún proceso de hidrogenación, su configuración puede alterarse y perder su función biológica. Más aun, son moléculas extrañas que pueden interferir determinados procesos biológicos en el organismo (1-3), por ejemplo, bloqueando a la enzima delta-6desaturasa, inhibiéndose la síntesis de prostaglandinas. Esta enzima interviene en el primer paso de la elongación desaturación de AG puede ser inhibida por los ácidos grasos trans, con menor producción de ácido dihomogamalinolénico (20:3n6) y la correspondiente disminución en la producción de eicosanoides, ácido araquidónico y prostaglandinas. Isómeros trans y su incidencia en el desarrollo fetal e infantil La calidad de los ácidos grasos es importante en los primeros meses de vida para asegurar un crecimiento óptimo y un buen desarrollo del sistema nervioso central. Los ácidos grasos trans pueden competir en el metabolismo de los AG
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esenciales (18:2n-6 y 18:3n-3) (1-3). Se cree que por este mismo mecanismo los AG trans afectan el crecimiento fetal y el peso al nacer (1). Decsi y Koletzo realizaron un estudio para analizar el efecto de los isómeros trans en niños sanos. Se analizaron los lípidos plasmáticos en 53 niños aparentemente sanos de entre 1-15 años de edad y se encontró una correlación inversa entre el total de ácidos grasos trans y la relación entre el ácido araquidónico y el ácido linoleico, que es un indicador indirecto de la conversión de ácido linoleico. Estos hallazgos son compatibles con la inhibición de la biosíntesis del ácido araquidónico a partir del ácido linoleico, producida por los AG trans (2). Hay datos que asocian a los AG trans con la posibilidad de comprometer el desarrollo fetal e infantil temprano (3). Un estudio mostró una correlación entre el peso de niños pretérmino y el contenido de ácidos grasos trans del plasma de los mismos; otro halló una relación entre nacimientos pretérmino y el contenido de trans del plasma materno. Se identificaron isómeros trans en tejido fetal, infantil y materno y se halló una asociación inversa entre el contenido de trans del tejido adiposo y el crecimiento y desarrollo (4). Acidos grasos trans en leche materna Durante los primeros meses de vida la calidad de los ácidos grasos que se aportan son de fundamental importancia para el óptimo crecimiento y desarrollo infantil (1-4). En este período un aporte insuficiente o una interferencia en el metabolismo de estos ácidos grasos puede afectar el crecimiento y desarrollo (5). La concentración de AG trans en los tejidos depende de la alimentación y es reflejada en la madre que amamanta en la composición de su leche. (6-7). Un estudio realizado por el CESNI (Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil, datos no publicados aún) halló que el 2,5% de los AG de la leche materna tienen configuración trans, en muestras de leche extraídas a la semana de lactancia, en 20 nodrizas aparentemente sanas de la ciudad de Buenos Aires. En base al recordatorio de la ingesta, se considera que los isómeros trans encontrados provienen de alimentos procesados (panificados, golosinas, papas fritas, productos de repostería, etc.) elaborados con shortenings (aceite hidrogenado), en los cuales se desconoce el contenido de trans. El principal isómero trans hallado es el eláidico (18:1t). En varios países se ha analizado el contenido de trans en la leche humana, con promedios de 3.9 % en EUU, 7. 2% en Alemania, 2.6% en Canadá y 1.3 % en España (7). Acidos grasos trans: efecto sobre el colesterol y como factor de riesgo de la enfermedad coronaria. Varios estudios epidemiológicos (8-16) muestran fehaciente evidencia que los AG trans elevan la concentración de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y disminuyen la concentración de las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a diferencia de las grasas saturadas que sólo elevan la concentración de las LDL sin reducir el colesterol HDL. Se comprobó también que los AG trans elevan la concentración de la lipoproteína (a) (16-18). Aro et al realizaron un estudio a fin de comparar los efectos del ácido esteárico, los AG trans y la grasa láctea sobre las lipoproteínas en plasma. Los resultados mostraron que la lipoproteina (a) aumentó más con los AG trans que con el ácido esteárico y la grasa láctea (17). Como consecuencia de los efectos de los isómeros trans sobre las lipoproteínas del plasma, se los puede considerar como un factor de riesgo de enfermedad coronaria como ya lo han probado varios estudios (19-22) El estudio realizado por el EURAMIC, analizó muestras de tejido adiposo cuya composición refleja la ingesta de AG trans. La ingesta entre los distintos países mostró considerables diferencias. Los resultados no mostraron diferencias significativas sobre el aumento del riesgo de infarto agudo de miocardio y el consumo. Pero en los países con alta ingesta de AG trans, no se puede excluir la posibilidad de que estos AG tengan un impacto significativo en el infarto agudo de miocardio (23). En el norte de Italia un estudio realizado por Tavanini (24), mostró que una ingesta media y alta de margarina (rica en AG trans) puede explicar el 6% de los infartos agudos de miocardio, de la población estudiada. En base a los resultados hallados por el US Nurses Study, se llegó a la conclusión de que el reemplazo de la grasa saturada y trans de la dieta por grasa mono y poliinsaturada sin hidrogenar (sin trans) es más efectivo en la prevención de le enfermedad coronaria que reducir la ingesta total de grasa (25). Cáncer y ácidos grasos trans
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Se realizaron estudios utilizando animales experimentales sobre cáncer de mama (26-28) y cáncer de colon (29-31) y su relación con la ingesta de AG trans. Como conclusión, los AG trans monoenoicos (18:1t) han mostrado tener un comportamiento similar a los cis (18:1) con respecto a la evolución del tumor. Por lo tanto parece ser que una alta ingesta de lípidos trans (a expensas de lípidos cis) no se consideraría riesgo de cáncer. Sin embargo sería conveniente realizar más estudios al respecto debido a que las dietas de los estudios anteriores tenían bajo contenido en ácidos grasos poliinsaturados, y no se conoce el efecto que podrían causar los trans en presencia de estos (32). El EURAMIC Study Group realizó un estudio sobre cáncer de mama, en el cual se analizaron muestras de tejido adiposo para medir la ingesta de grasa. Mostró una asociación positiva entre los ácidos grasos trans hallados en las biopsias de tejido adiposo y el riesgo de cáncer de mama. Esta asociación no se atribuyó a diferencias de edad, BMI, o a las condiciones socioeconómicas (33). Otro estudio realizado por el mismo grupo sobre cáncer de mama y colon mostró una asociación negativa con los ácidos grasos cis-monoinsaturados y una asociación positiva con los AG trans. Para la realización de este estudio se tomaron también muestras de tejido adiposo que reflejan la ingesta de trans (34). PRINCIPALES FUENTES DE ACIDOS GRASOS trans EN LA ALIMENTACION HUMANA Es importante destacar que el análisis del contenido de AG trans en alimentos es dificultoso, tanto por la metodología analítica como por contar con los standards adecuados. El método que provee mayor información es el que utiliza la separación de lípidos en placa delgada con impregnación de plata y posterior análisis de AG por cromatografía gaslíquido. Sin embargo, el método más utilizado quizás porque es más sencillo y brinda valores bastante aproximados es la determinación de isómeros trans 16:1, 18:1, 18:2 y eventualmente 18:3, por cromatografía gas-líquido. Margarinas Las margarinas son grasas formadas por una emulsión tipo agua-aceite. El contenido graso constituye un 80% y en las margarinas semigrasas un 39-41%. En su elaboración se emplean principalmente aceites vegetales(soja, algodón), aunque también se pueden utilizar grasas animales. En ambos casos, las grasas pueden ser hidrogenadas, mezclas de grasas hidrogenadas y mezclas de grasas hidrogenadas y sin hidrogenar (39) En los últimos años en algunos países el contenido de isómeros trans en las margarinas ha ido disminuyendo. En Dinamarca, entre 1992-95 el contenido de 18:1trans para la margarina semiblandas disminuyó de un 10% a 2.25% (41). En Alemania, la concentración de AG trans en margarinas descendió del 52% en 1994 al 22% en 1996, siendo del 4,6% en 1997 (42). Shortenings Son grasas plásticas semisólidas, con emulsionantes o sin ellos. Presentan una amplia gama de puntos de fusión (de 28° a 46°C) y distintas curvas de sólidos permitiendo el uso en infinidad de productos procesados presentes en el mercado. En su fabricación se utiliza aceite vegetal hidrogenado y el contenido de AG trans es variado. (por ej. 4 a 10 % en Dinamarca (41). Alimentos procesados Los alimentos procesados, que contienen grasas hidrogenadas en forma de shortenings, presentan cantidades variables de isómeros trans. Entre los productos que contienen ácidos trans se encuentran: productos de repostería y panadería, baños de repostería, cobertura de helados, alfajores, caramelos, galletitas crackers y dulces, “fast-food”, “snacks” (productos de copetín), caldos y sopas. En España se determinó el contenido de AG trans de 551 muestras de alimentos (lácteos, fórmulas infantiles, productos de repostería, grasas y alimentos industriales). Los resultados obtenidos muestran un amplio rango desde 0,1% en el aceite de oliva refinado hasta 20,9% en las papas fritas (36).
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En EEUU el principal origen de AG trans es el aceite vegetal parcialmente hidrogenado, que provee el 80 al 90% de los AG trans de la dieta (43) y los aceites más utilizados con este fin son los de soja y canola. Los productos que contienen AG trans son muy numerosos y abarcan distintas categorías: margarinas, shortenings, lácteos, snacks, aceites, fast-food, productos de repostería, carnes. El mayor contenido de trans (37.4 %) pertenece a los shortenings que se utilizan industrialmente para elaboración de otros productos alimenticios, y el menor (0.2%) se encuentra en la carne de cerdo magra. El 90% del total de trans en estos alimentos, corresponde al 18:1 (38).
Contenido de ácidos grasos trans en alimentos consumidos en argentina Debido a la falta de información sobre el contenido de AG trans en alimentos consumidos en Argentina, se realizaron en el Laboratorio del CESNI análisis de algunos productos que se supone son fuente potencial de estos isómeros (Tabla 1). Se realizó la determinación de isómeros trans 16:1, 18:1 y 18:2. Las margarinas contienen en promedio 23.8 % de sus ácidos grasos en forma de trans 18:1 (rango de 19.8 a 27,9) y 1,1 % (rango 0 .9a 1.7) de trans en forma de 18:2. Si se comparan estos datos con los de los países europeos o de Estados Unidos, corresponden a valores de 5 a 10 años atrás. Como se ha explicado anteriormente, la tendencia actual en esos países es disminuir el contenido de trans en alimentos. Si bien lo han logrado en general en las margarinas, no ocurre lo mismo en los productos elaborados, especialmente los panificados, ya que el contenido de trans en los shortenings hasta ahora parece no haber disminuido significativamente.
Tabla 1: CONTENIDO DE AG TRANS DE ALIMENTOS ARGENTINOS ALIMENTO (n) 16:1 trans%
Porcentaje total de grasa 18:1 trans%
18:2 trans%
Total trans (g) En 100g de Por porción producto * 19.0 1.9
Margarinas en pan (4)
0.0
23.8 (19.8 – 27.9)
1.1 (0.9 – 1.7)
Margarinas untable (3)
0
16,7 (11,4 – 22,2)
0,7 (0,5 – 0,9)
14,0
2,8
Margarinas light (5)
0
16,5 (0,1 – 22,9)
0,8 (0,1 – 1,2)
9,5
1,9
Galletitas saladas (1)
0,7
5,8
0
0,9
0,3
Galletitas dulces (2)
0
2,9 (2,9 – 3,0)
0
0,5
0,1
Galletitas dulces sin colesterol (1)
0
31,2
3,1
3,6
1,4
Alfajores comunes (2)
0
0,6 (0,0 – 1,2)
0
0,1
0,1
Alfajores Light (2)
0
11,1 (1,0 – 21,2)
0
1,1
0,6
Papas fritas “fast-food” (1)
0
34,9
1,4
6,5
6,3
Grasas Bovina (2)
1,2 (1,0 – 1,3)
3,4 (3,0 – 3,8)
0
4,5
--
Grasa Porcina (1)
0,4
0,6
0
1,0
--
* Porciones: margarina pan 10g, margarina untable y light 20g, galletitas saladas y dulces 30g, galletitas dulces sin colesterol 40g,
alfajores unidad 50g, papas fritas “fast-food” 97g (medianas).
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Las grasas de origen animal contienen 2,5 % (rango 0,6 a 3,8) de sus ácidos grasos en forma de trans 18:1 y 0,9 % (rango 0,4 a 1,3) en forma de trans 16:1, siendo notable la diferencia entre la bovina y la porcina, lo cual es lógico ya que los AG trans se originan en los animales durante el proceso del rumiado y los cerdos son monogástricos. Los ácidos grasos de origen animal contienen 18:1 n 7 (vaccénico) y su forma trans podría ser una fuente importante de ellos en la alimentación. Al momento de análisis de estas muestras, no se pudo incluir este isómero. Sin embargo, considerando que el contenido de AG trans en carne es 2 – 3 % , la ingesta de 100 g aportaría 200 – 350 mg de AG trans. La grasa láctea contiene 3,5 % de AG trans por lo que la ingesta de 40 g de queso de vaca con 30 % de grasa aportaría 400 mg de AG trans. Si, como se verá más adelante, consideramos un consumo promedio de 5 g/día de AG trans, el aporte natural sería de aproximadamente 20 %. En los demás alimentos, el contenido es variable pero llama la atención que productos que habitualmente se identifican como “saludables, diet o light” contienen hasta el 31 % de sus ácidos grasos en forma de trans. Tal como se está postulando actualmente, sería importante que este tipo de productos no pueda exhibir esas leyendas cuando contienen elevada cantidad de sus ácidos grasos en forma de trans, ya que estos se comportarían como grasas saturadas y, por lo menos, deberían ser identificadas como tales. DISCUSION Y COMENTARIOS Resulta necesario contar con más estudios donde la ingesta de AG trans se encuentre balanceada con AG poliinsaturados. Si bien muchos estudios epidemiológicos muestran claramente que el consumo de isómeros trans puede ocasionar riesgos para al salud, no existe aún ninguna recomendación oficial de reconocimiento internacional con respecto al contenido de AG trans en los alimentos y su riesgo para la salud. Sin embargo algunos organismos hicieron una serie de recomendaciones como la CEE por un lado y la WHO junto con la FAO por otro. Recomendaciones de la FAO/WHO en la reunión de expertos realizada en Octubre del 94 en Roma (43): 1- Se recomienda consumir aceites líquidos o grasas blandas (margarinas en potes, blandas a temperatura ambiente) en vez de grasas duras (margarinas en barra, más duras a temperatura ambiente) para reducir el consumo de grasas saturadas y los isómeros trans de los aceites hidrogenados. 2- La industria debe reducir los niveles de isómeros trans derivados de la hidrogenación. 3- Los gobiernos deben monitorear el nivel de ácidos grasos trans en los alimentos, especialmente en los procesados. 4 - Los gobiernos no deben permitir las etiquetas o mensajes referentes al bajo contenido de colesterol o grasas saturadas en productos que contengan una alta cantidad de ácidos grasos trans. También en Europa otras entidades han hecho recomendaciones sobre este tema (35): Directiva de la CEE núm. 321/91: en los preparados lácteos y preparados de continuación infantil, se prohibieron la utilización de grasas con más del 8% de AG como isómeros trans. Reglamento de la CEE 1429/92: valores límites para aceites de oliva virgen o refinados y aceite de orujo de oliva. Real decreto 2354/86 (España): ausencia de AG trans en chocolates sin leche, pero puede estar presente en chocolates con leche. En muchos países se ha disminuido la ingesta a través de la reducción del contenido de isómeros trans en margarinas, no así en shortenings, que representan actualmente la principal fuente de AG trans. Se necesitan más estudios que comprueben el daño que producen estos isómeros, para llegar a un acuerdo y establecer un valor límite del contenido de AG trans en los alimentos, por el riesgos a los que se ve expuesto el organismo. La disminución de AG trans en shortening parece ser muy difícil por las ventajas tecnológicas que ofrecen a la industria alimentaria y su reducción sea quizás una de las metas más inalcanzables, representando un desafío para la ciencia de los alimentos. Cabe destacar además que muchos de estos productos (panificados, golosinas, snacks, etc.) ricos en isómeros trans, muchas veces se promocionan como “ light” o “sin colesterol”, confundiendo al consumidor que intenta cuidar la ingesta de grasas. En los Estados Unidos la FDA determinó que aquellos productos que presenten el rótulo de “libre en grasas saturadas” deben contener menos de 0,5 g de grasa saturada y menos de 0,5 g de ácidos grasos trans. (44) Dado que el contenido de AG trans en algunos de los alimentos analizados en nuestro país, tales como las margarinas, se hallan elevados con respecto a la tendencia actual de otros países industrializados, sería beneficioso que la industria local realizara esfuerzos – como lo han hecho esos países – para que disminuya el contenido de estos isómeros. En los EEUU la ingesta estimada de AG trans es de 5,3 a 8,1 g/día (45-46) y en distintos países de Europa de 1,4 a 5,4 g/día (47). La Argentina todavía no cuenta con datos de consumo de estos isómeros, que constituirían un valioso
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instrumento para compararlos con los niveles de otros países. Sería interesante contar con más información sobre el contenido de AG trans en nuestros alimentos para poder determinar la ingesta absoluta local.
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REFERENCIAS:
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