Afinales del XIX y principios del siglo XX muchos extranjeros se

EL COLECCIONISMO DE CERÁMICA ESPAÑOLA EN LA HISPANIC SOCIETY OF AMERICA1 Abraham Rubio Celada Fundación Marqués de Castrillón A finales del XIX y pr
Author:  Ana Peña Toro

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EL COLECCIONISMO DE CERÁMICA ESPAÑOLA EN LA HISPANIC SOCIETY OF AMERICA1 Abraham Rubio Celada Fundación Marqués de Castrillón

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finales del XIX y principios del siglo XX muchos extranjeros se apasionaron por las artes decorativas españolas, entre las que brillaba la cerámica. El fenómeno venía de mucho atrás, ya que desde mediados del siglo XIX, España era una de las paradas obligadas en la ruta turística que los europeos fundamentalmente hacían por el mediterráneo, buscando el exotismo del orientalismo. En las ciudades de Córdoba, Sevilla y Granada veían cubiertas todas sus expectativas sobre su idea romántica. Aquí descubrían las azulejerías de los palacios sevillanos y granadinos, y los famosos jarrones de la Alhambra. Huntington fue uno de esos extranjeros a los que España y su arte fascinaron, empezando muy pronto a coleccionar todo tipo de obras, entre las que las artes decorativas ocuparon un puesto importante.

VALORACIÓN DE LA CERÁMICA HISTÓRICA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XIX Y FORMACIÓN DE GRANDES COLECCIONES Como ya hemos dicho antes, la atracción por todo lo oriental que surge en el siglo XIX en Europa, asociado al movimiento romántico, coloca a España en una parada obligatoria de las rutas turísticas. Las cerámicas de reflejos metálicos, tanto las producidas en el reino nazarí de Granada como las de Manises y Paterna bajomedievales empiezan a ser coleccionadas y estudiadas ya a mediados del siglo XIX.

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No es ajeno a este gusto por las cerámicas antiguas, la afición que algunos pintores de la época sintieron por decorar sus estudios con estos objetos, como el pintor Mariano Fortuny, que no sólo las coleccionó sino que experimentó con la técnica del reflejo metálico, consiguiendo buenos resultados: "El otro día estuve haciendo cerámica en una alfarería, probando con los reflejos metálicos…"2. Además de un importante pintor del siglo XIX, fue también un gran coleccionista, llegando a poseer dos de las piezas de reflejos metálicos nazaríes más excepcionales actualmente: por un lado el jarrón de la Alhambra del Museo Hermitage en San Petersburgo, que adquirió en Granada al marqués del Salar en 1871, y por otro, el azulejo Fortuny del Instituto Valencia de Don Juan en Madrid, que revestía el dintel de una casa del Albaicín de Granada y que adquirió en dicha ciudad. Junto a otras antigüedades de su colección, las cerámicas de reflejos metálicos fueron subastadas en 1875, tras su muerte, en el Hotel Drouot de París. En esta afición por las lozas doradas de Fortuny, tuvo mucho que ver el coleccionista y estudioso del tema, el barón Jean Charles Davillier, que publicó Histoire des faiences hispano-moresques à réflets métalliques en 1861, y que consiguió reunir una buena colección. El interés por las llamadas lozas hispano-moriscas en Francia, venía ya de años antes, y en 1838, Debruge Dumenil había reunido un gran número de ellas, publicadas en el catálogo que editó en 1847 su yerno J. Labarte. También en Sèvres se habían interesado por la técnica de este tipo de cerámicas, y en 1845, el director de la manufactura de Sèvres Alexandre Brongniart, las estudió dentro de su Tratado de las artes cerámicas. En la misma fábrica se reprodujo en porcelana el jarrón de la Alhambra. El Museo Nacional de la Edad Media de Cluny cuenta actualmente con una colección de alrededor de cien cerámicas de reflejos metálicos, reunidas muy tempranamente, tal como consta en los archivos. Las primeras piezas fueron compradas en 1847 y 1848, y gran parte del resto en la década siguiente. El ideólogo fue el coleccionista Alexandre du Sommerad, quien instaló sus objetos artísticos en 1832 en el palacio de Cluny en París. En España, las grandes colecciones de cerámica se formaron a finales del XIX y principios del siglo XX. Entre ellas, destaca la colección del Instituto Valencia de Don Juan en Madrid, formada por Joaquín Guillermo de Osma y Scull, diplomático y político, y con enorme interés por el coleccionismo, la arqueología y la historia. Gracias a su casamiento con Adelaida Crooke y Guzmán, XXIV condesa de Valencia de Don Juan, heredó un rico y cuantioso patrimonio, compuesto por miles de manuscritos, libros, pinturas, esculturas y objetos decorativos. Entre todo ello destacan más de cuatrocientas cerámicas históricas, muchas de ellas medievales del tipo de reflejos metálicos, entre las que se encuentra el azulejo Fortuny cita-

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do antes, uno de los famosos jarrones de la Alhambra y un gran número de piezas de loza dorada, tanto nazaríes como de Manises-Paterna. Sólo por citar algún ejemplo de estos últimos, una pieza sobresaliente es el "bací gran", en el que aparecen afrontados a una letra "b" coronada un doncel y una dama (fig. 1)2. Si se interpreta la «b» coronada como la inicial de la reina Blanca de Navarra, se podría fechar entre el año 1425 en el que hereda la corona de su padre el rey Carlos III el Noble de Navarra, y 1442, año en el que muere. Desde luego, Blanca de Navarra conocía bien este tipo de loza, pues en el castillo de Olite de su padre había pavimentos cerámicos valencianos con alfardones en los que se leía "fer be" (hacer el bien). Por otra parte, su primer marido, el infante Don Martín, hijo del rey Martín el Humano, era el Señor de Paterna, uno de los centros productores de esta cerámica de reflejos metálicos. Los condes de Valencia de Don Juan se preocuparon por albergar sus colecciones en un edificio digno, y para ello el arquitecto Enrique Fort proyectó en 1886 un palacete con fachadas a la calle Cisneros y al Paseo Eduardo Dato de Madrid en estilo mudéjar con cerámicas en sus fachadas, hechas por los Zuloaga en la fábrica de la Moncloa aproximadamente en 18894.

INTERÉS DE LOS INTELECTUALES A FINALES DEL XIX Y PRINCIPIOS DEL XX POR LA CERÁMICA POPULAR ESPAÑOLA En la segunda mitad del siglo XIX la decadencia económica y la crisis política española se acentúa con el desastre del 98 y la pérdida de las últimas colonias. En el primer tercio del siglo XX empezó como reacción a esa crisis, dentro del sector burgués, un movimiento generalizado que buscaba el renacer de las tradiciones culturales y que estaba muy ligado, como ya bien observó Natacha Seseña en su libro Cerámica popular de Castilla la Nueva, a la Institución Libre de Enseñanza. Intelectuales de esta Institución o vinculados a ella, investigaron y publicaron sobre las artes populares, como Francisco y Hermenegildo Giner de los Ríos, Francisco Cossío, Facundo Riaño o Francisco Alcántara. En relación con esta renovación estuvo también la creación de las Escuelas de Artes y Oficios, Escuelas del Trabajo y las Escuelas de Cerámica. Precisamente uno de los intelectuales citado antes, Francisco Alcántara, director de un periódico y escritor, ejerció un papel fundamental en la creación de la Escuela de Cerámica de Madrid, que se inauguró en 1910, eligiendo como profesores a los ceramistas Enrique Guijo y Daniel Zuloaga. Desde la Escuela de Cerámica de Madrid se ejerció una labor ingente en el estudio de las artes populares y de lo auténtico que aún quedaba en los pueblos españo-

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1. Bací gran. Madrid. Instituto de Valencia de Don Juan.

les, y durante los veranos se hacían residencias de estudiantes a distintos lugares de España, estudiando y copiando lo más típico en forma de acuarelas, que hoy día se conservan en los fondos artísticos del Ayuntamiento de Madrid. En relación con la búsqueda de lo auténtico, también se desarrollaron las ideas de la Generación del noventa y ocho, asociadas a la corriente ideológica del Regeneracionismo, con una preocupación por buscar lo auténtico de la patria, asociado al carácter popular y sus industrias. En esa búsqueda destacaron intelectuales como Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Ortega y Gasset, Antonio Machado y Azorín, entre otros. Estas ideas se vieron reflejadas en la literatura y en el arte, a través de aquellos aspectos que ellos creían era el alma de España, como los tipos y paisajes de Castilla. En esa órbita hay que situar la estética de Daniel Zuloaga, que se empezó a desarrollar a partir de 1900, mucho antes que la mayoría de

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los artistas que después la cultivarán, como su sobrino Ignacio, considerado como el pintor más genuino de la Generación del noventa y ocho.

AMIGOS ESPAÑOLES DE HUNTINGTON TENÍAN COLECCIONES DE CERÁMICA ANTIGUA ESPAÑOLA O SE INTERESABAN POR ELLA: SOROLLA, IGNACIO ZULOAGA, GESTOSO, GUILLERMO DE OSMA Entre los artistas que se relacionaron con Huntington y a los que hacía encargos, el ejemplo más significativo es el del pintor Sorolla5. La cerámica le interesaba lo suficiente como para llegar a reunir una pequeña colección, expuesta actualmente en su museo madrileño. Entre sus piezas, hay tanto cerámica histórica como la que se estaba produciendo en el momento, tanto cerámica artística como popular, que en algún momento utilizó como modelo para llevar a sus lienzos. Por ejemplo, en la pintura Aldeanos leoneses de 1907, conservada en la Hispanic Society, uno de los aldeanos situado en el centro de la composición sostiene una jarra de la que echa vino en un vaso de cristal. La jarra, de cubierta blanca estannífera y decorada con unas bandas paralelas es del mismo tipo que una que se conserva en la Hispanic, publicada como de Muel (fig. 2)6 . Otro pintor español relacionado con Huntington fue Ignacio Zuloaga. También él reunió un pequeño grupo de cerámicas variadas, desde las arqueológicas de la cultura griega, pasando por históricas españolas de Talavera de la Reina o las que se estaban haciendo en ese momento en los talleres valencianos o sevillanos. Por otra parte también debió influir en ese gusto por la cerámica su tío, el ceramista Daniel, con el que pasaba temporadas mientras pintaba en Segovia. De hecho, en uno de los lienzos de Ignacio, el retrato de Lucienne Breval, conservado en la Hispanic Society, se representa sobre una mesa una jarra toledana del siglo XVI, de las que presentan como decoración una cruz de Santiago. El modelo lo tomó de una que se encontraba en la colección de su tío Daniel, conservada ahora en el Museo Zuloaga de Segovia. Otro personaje español, amigo de Huntington, muy relacionado con la cerámica fue el sevillano José Gestoso, historiador y coleccionista de cerámica, que ayudaría a Huntington a formar su colección de cerámica popular, como veremos más adelante. Impulsó entre las fábricas de Triana la recuperación de los modelos de los siglos XVI y XVII, así como la antigua técnica de la cuerda seca, reproduciéndose en los talleres trianeros de Mensaque y Compañía, las cerámicas antiguas que se conservaban en colecciones y museos.

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2. Jarra. Muel (Aragón). Nueva York. The Hispanic Society of America.

Él mismo ha dejado alguna obra sobresaliente, como el gran mural de azulejos con La Adoración de los Reyes Magos, San Leandro y San Sebastián, pintado en la Fábrica de Mensaque y Soto en 1897 para la portería del convento de Capuchinos de Sevilla. Pero sobre todo, Gestoso fue historiador de la cerámica, siendo alguna de sus publicaciones, como la Historia de los barros vidriados sevillanos una referencia dentro de la historia de la bibliografía cerámica española. Gestoso cultivó la amistad de otros ceramistas, como Daniel Zuloaga, carteándose e intercambiando alguna cerámica, así como noticias sobre cerámica. En una postal fechada en 1915, Gestoso es consciente del papel importante de Daniel como ceramista y refiriéndose a la correspondencia mantenida entre ambos, escribe "Muchísimas gracias por su afectuoso recuerdo y otras tantas por la artística postal que he de guardar con singular estima. Son estos documentos que tendrán un gran aprecio los que vengan detrás de nosotros porque revelan la intimidad de los artistas y cuando estos son de la valía de U. se estiman más ... que Dios conserve su vida por muchos años le desea de corazon su admirador".7 De Guillermo Osma ya hemos hablado antes, a propósito del Instituto Valencia de Don Juan, donde se albergan importantes colecciones de cerá-

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mica histórica española, y volveremos a hablar después al comentar la colección de cerámica histórica española de la Hispanic Society, pues algunas de sus piezas fueron regalo de Osma a Huntington.

JORGE BONSOR Y SUS COMPRAS DE CERÁMICA PARA HUNTINGTON La figura de Jorge Bonsor es importante en relación con las compras de azulejos históricos por parte de Huntington8, así como de cerámica popular española. En la Hispanic se conservan actualmente estos azulejos (fig. 3)9, así como las cerámicas populares. A través de la correspondencia que ambos mantienen podemos ver las piezas que llegan desde España. El 7 de marzo de 1906 le comenta "…tengo para ofrecerle mi colección de azulejos españoles que comencé hace 25 años. Todos los azulejos proceden de conocidos edificios de Toledo, Carmona, Sevilla, Mairena, Tánger, etc.,.. Hay 119 azulejos distribuidos en 33 marcos. Los mejores son 6 marcos de azulejos vidriados hispano-moriscos o de reflejo metálico del siglo XVI. Me gustaría vender el lote completo por 90 libras10. El 4 de noviembre ya han llegado a un acuerdo y Bonsor le escribe comentando que está empaquetando la colección de azulejos y que saldrán en el vapor desde el puerto de Sevilla.11 Además hace precisiones del número de piezas que lleva alguna caja: "…84 azulejos moriscos…".12 Huntington le escribe el 22 de diciembre confirmando que los azulejos han llegado y están en la aduana13. Bonsor no sólo le proporciona los azulejos, sino que también se interesa porque Huntington tenga documentada su procedencia y el 8 de junio de 1907 le cuenta: "La última vez que le escribí, le decía que le enviaría unas cuantas notas y extractos sobre los edificios a los que hace mención mi lista de la colección de azulejos, que le envié a principios del presente año. Le adjunto ahora aquellas notas, que creo podrían ser de utilidad para la conformación del catálogo o bien para cualquiera que se disponga a escribir sobre los azulejos españoles del siglo XVI".14 Todavía en una carta escrita un año después, 30 de diciembre de 1908, le sigue mandando datos sobre los azulejos: "…84 azulejos hispanomoriscos, procedentes del convento de Santa Clara de Carmona. Este convento fue fundado a finales del siglo XV (vea mi carta del 14 de junio de 1907). La fecha probable de los azulejos es los comienzos del siglo XVI…"15. Aparte del interés de Huntington por poseer azulejos históricos españoles, en su mente está también la cerámica popular, y el 23 de diciembre de 1908 le escribe a Bonsor: "…Estoy ansioso por hacer una colección de la

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3. Colección de azulejos de The Hispanic Society of America. Nueva York.

cerámica de los campesinos españoles, como ya le dije en París. ¿Ha pensado ya algo al respecto? Quizá Gestoso podría sugerir algún plan..."16. Bonsor había puesto en contacto a José Gestoso con Huntington, dado que en esos momentos era la máxima autoridad sobre cerámica histórica andaluza, y el mejor consejero para este caso. La relación fue fructífera y Huntington llegó a financiar el libro de Gestoso Historia de los barros vidriados sevillanos, una referencia en la bibliografía de la historia de la cerámica española. En relación con el interés de Huntington por la cerámica popular española, Bonsor en una carta de 7 de enero de 1909, le comenta que en España el coleccionismo de cerámica nueva o antigua es considerado por todo el mundo como una solemne chifladura17. A pesar de eso, le propone por una parte cederle las piezas que él ha ido reuniendo y que tienen en su castillo de Mairena de Alcor, y por otra parte visitar las poblaciones alfareras y adquirir piezas directamente, también a las propias gentes del pueblo porque las mejores piezas están en las casas de los pobres. Empezaría por las ocho provincias de Andalucía y el verano haría un viaje a Galicia y Asturias. En este trabajo contaría con la colaboración de Gestoso18. Huntington le contesta que está de acuerdo con el plan propuesto. Unos meses después, 24 de marzo de 1909, Bonsor le escribe con los avances y las piezas que ya había recogido de distintas provincias de Andalucía y añade "...Mi intención es añadir a la colección algunos de los recipientes antiguos, de los siglos XV y

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XVI, que he encontrado en mis excavaciones en el Castillo de Mairena y en el Alcázar de Carmona, así como otros descubiertos en el suelo de una antigua casa que data de 1733 y en el tejado de una iglesia del siglo XVI. Aunque son bastante toscas, no dudo de que Ud. sabrá apreciarlos. Comprenderá Ud. que he dado un buen comienzo a la formación de la colección que Ud. quería y continuaré comprando todo lo que encuentre de interés en esta provincia…".19 El 2 de agosto de 1909 Bonsor le envía todas las cerámicas populares que había recogido.

GRANDES CERAMISTAS ESPAÑOLES CONTEMPORÁNEOS DE HUNTINGTON RECUPERAN LAS TÉCNICAS CERÁMICAS ANTIGUAS A finales del siglo XIX y principios del siglo XX muchos ceramistas españoles se afanaron por recuperar las técnicas que en la antigüedad habían dado fama a las cerámicas españolas en todo el mundo: los reflejos metálicos del reino nazarí o los hispanomoriscos de Manises y Paterna en la Edad Media; las azulejerías a cuerda de Toledo o Sevilla; los jarrones, platos y otras piezas de las series tricolor, azul o polícromas de Talavera de la Reina. LOS ZULOAGA: DANIEL ZULOAGA Y SUS HIJOS ESPERANZA, JUAN Y TEODORA Huntington no sólo se interesó por reunir piezas de cerámica histórica española, sino que también compró obra contemporánea a ceramistas españoles que en los años treinta estaban ya en pleno desarrollo de su carrera, como Ruiz de Luna o habían muerto, como Daniel Zuloaga, aunque en este último caso el taller siguió vivo a través de sus hijos Esperanza, Teodora y Juan. Tal vez la idea de visitar el taller de los Zuloaga en Segovia, instalado en la iglesia románica de San Juan de los Caballeros, por parte de Anna M. Christian en 1916 le fuera propuesta a la fotógrafa por el propio Huntington. El caso es que pasó por allí y en el Museo Zuloaga de Segovia se conservan algunas fotografías suyas en gran formato, entre las que se encuentra la que aquí presentamos con Daniel Zuloaga y otro personaje masculino sentados en el atrio de la iglesia, donde los Zuloaga tenían expuestas sus cerámicas y pinturas junto a obras de arte antiguas (fig. 4). De los Zuloaga hay en la Hispanic un pequeño grupo de piezas variadas, tanto del estilo orientalizante, influido por las cerámicas antiguas persas, como del llamado regionalista con tipos y paisajes castellanos. Del primer estilo es representativo un pequeño jarrón con el cuerpo globular achatado y un cuello cilíndrico, que está decorado en el centro con un friso de esfinges, inspirado en una cerámica persa (fig. 5). Del estilo regionalista hay

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varias piezas muy representativas en variados formatos: dos placas a arista, con temas de un segoviano con la catedral al fondo en una, y la catedral y la Casa del Sol, en otra; dos platitos a arista, con una segoviana a pie y un segoviano montado en burro en uno, y un salmantino en burro cruzando el puente romano con la catedral de Salamanca al fondo. La pieza más sobresaliente es un gran tibor con la técnica de cuerda seca, esmaltes pintados y reflejos metálicos, donde se representa un segoviano con su capa y sombrero típico montado en burro, con la ciudad de Segovia al fondo donde destaca la masa de la catedral (fig. 6)20. En el archivo del Museo Zuloaga se conservan algunos documentos en relación con Huntington, como una carta de 1931, en la que los hijos de Zuloaga le envían como regalo un juego de postales que habían editado sobre su taller segoviano, empezando así la carta: "…Conociendo el amor que U. siente por España y por su arte, nos complace la idea de mostrarle algo de la cerámica que en los talleres creados por nuestro padre Daniel Zuloaga…"21. Al contestarles Huntington dándoles las gracias, los hijos de Zuloaga dan un paso más y le ofrecen comprar alguna de sus obras más importantes, que todavía conservaban en el taller: "…nos permitimos ofrecerle la mas rica y variada labor en cerámica que nuestro padre, Daniel Zuloaga creó para honra y orgullo de España y cuyo arte difundió por todos los mercados del mundo y por ello queremos, que dado su amor al arte español detenga su atención en nuestros trabajos artísticos que sin duda han de interesarle. Para que pueda darse cuenta de la calidad de nuestra cerámica, tenemos el gusto de remitirle una fotografia de un panneaux cuyo tamaño es de 9 metros de largo por 1,20 de alto, es obra de nuestro padre que conservamos en nuestros talleres. Aunque la fotografia no es muy buena, puede apreciarse lo magnífico de este cuadro, en esmalte bajo baño y en reflejo metálico. La otra fotografia representa los Apóstoles y las cabezas son en relieve, es decir, en escultura, con reflejos metálicos e irisaciones que producen un conjunto maravilloso. Tenemos en nuestros talleres un gran stock de todas clases de objetos en todos los tamaños y estilos y gran número de acuarelas y cuadros que son la admiración de cuantos artistas pasan por aquí"22. Pero esas dos grandes obras, conservadas ahora, la primera en la colección de Eleuterio Laguna de Segovia, y la otra, en el Museo Zuloaga de Segovia, no fueron del interés de Huntington, ya que respondían a un gusto historicista, ajeno al espíritu de la cerámica tanto histórica como popular española, que era lo que le interesaba.

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4. Taller de los Zuloaga en la iglesia de San Juan de los Caballeros en Segovia. Fotografía de Anna M. Christian, 1916.

5. Jarrón. Nueva York. The Hispanic Society of America.

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6. Tibor. Nueva York. The Hispanic Society of America.

ENRIQUE GUIJO Y JUAN RUIZ DE LUNA Dentro de ese espíritu de recuperar la estética y técnicas de las cerámicas españolas del Siglo de Oro, Talavera de la Reina fue uno de los lugares desde donde este renacer tuvo gran protagonismo. Las figuras más relevantes fueron Enrique Guijo y Juan Ruiz de Luna. El primero, después de formarse en talleres sevillanos, pasó una temporada en Madrid, y después se trasladó a Talavera de la Reina en 1907, en busca de una fábrica donde pudiera poner en marcha su proyecto de recuperación de las cerámicas antiguas talaveranas. Tras un primer intento fallido en la fábrica del Carmen, propiedad de Emilio Niveiro, pudo finalmente llevar a cabo su propósito con el fotógrafo y pintor Juan Ruiz de Luna, quien junto a otros socios, inauguró el 8 de septiembre de 1908 la fábrica de Nuestra Señora del Prado. Rápidamente las cerámicas salidas de la fábrica fueron muy cotizadas, ganando medallas en las exposiciones y creando una red de distribución de las piezas que llegaron a ser populares en cualquier rincón de España y hasta del otro lado del Atlántico. En 1910 Enrique Guijo se trasladó a Madrid, a dirigir una tienda que funcionaba como representante de la fábrica Nuestra Señora del Prado para distribuir sus productos en la capital, montando después su propio taller de cerámica en Carabanchel.

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7. Plato. The Hispanic Society of America.

En 1915 Ruiz de Luna se quedó como único socio de la fábrica, alcanzando momentos de esplendor y alguna crisis, como la debida a la guerra civil, hasta 1942 en que cedió el negocio a sus hijos, que continuaron la labor hasta que Nuestra Señora del Prado cerró en 1961. De los primeros años de la fábrica debe ser un plato, atribuido a Enrique Guijo, inspirado en otro del siglo XVIII, conservado en el Museo de Cerámica Ruiz de Luna, y del que se conocen dos réplicas, una en la colección de Ángel Sánchez-Cabezudo23, y otra en la Hispanic Society (fig. 7). El plato que sirve de modelo es muy interesante, ya que es la primera imagen del Quijote que se conoce en la cerámica de Talavera. Siguiendo a Ángel Sánchez-Cabezudo «Esta representación cerámica copia textualmente una ilustración que figura en una de las ediciones de la obra, impresa en Madrid en 1674, grabada por Diego de Obregón"24. Por otro lado, a esta pieza hay que añadir el interés de que formara parte de la colección de cerámicas his-

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8. Colección de cerámica española de The Hispanic Society of America. Nueva York. Cortesía de The Hispanic Society of America.

tóricas de Ruiz de Luna, algunas de las cuales utilizó como modelos a reproducir en la fábrica de Nuestra Señora del Prado.

LA COLECCIÓN DE CERÁMICA HISTÓRICA ESPAÑOLA DE LA HISPANIC SOCIETY OF AMERICA Es sin duda una de las grandes colecciones de cerámica histórica española en el extranjero, muchas de cuyas piezas se exponen al público en las salas de la Hispanic Society (fig. 8). Margaret Connors, conservadora de la colección de cerámica, presentó una ponencia en España sobre la colección de cerámica, en un congreso que la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio organizó en Segovia y que posteriormente se publicó en su revista en 1999. Margaret explicó el origen de la colección, adquirida en el comercio de subastas y antigüedades de todo el mundo, gracias a la fortuna del padre, sobre todo las piezas que se encontraban fuera de España, haciendo hincapié en la importancia del grupo de cerámicas de reflejos metálicos. También señaló el incremento de la colección gracias a los regalos de sus amigos.

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9. Pila bautismal toledana. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

TOLEDO Y TALAVERA DE LA REINA La provincia de Toledo es una de las zonas de España donde la cerámica tuvo gran importancia a partir del siglo XV. Una de las producciones más relevantes en la capital fueron los azulejos de tradición mudéjar hechos con la técnica de cuerda seca en el siglo XV y a cuenca o arista en el XVI. Otra producción muy significativa del siglo XV fueron las pilas bautismales, en barro cocido con estampillas y relieves esmaltados parcial o totalmente. En la Hispanic se conserva la única pila bautismal toledana fuera de España (fig. 9)25. Huntington la compró en la galería Stora y Jacques Seligmann & Fils de París en 1906. La parte superior es poligonal con la base cónica. La decoración intercala cruces y el anagrama IHS, con vidriado en los relieves de color verde. Alice Wilson Frothingham la publicó en 1973, y la relacionó con el mismo taller que haría la pila que se conserva en la iglesia de Camarenilla (Toledo). En Talavera de la Reina se produjo en el siglo XVI, al igual que en Toledo, un gran florecimiento en relación con la azulejería aplicada a la

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10. Mural de azulejos atribuido a Fernando de Valladares. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

arquitectura, saliendo de sus talleres numerosos zócalos para los palacios reales y de los principales nobles, el monasterio de El Escorial y numerosos conventos repartidos por toda España. Al ceramista talaverano Fernando de Valladares, activo en el siglo XVI, se atribuye un gran mural de azulejos conservado en la Hispanic que representa a Alberto Magno (fig. 10). En 1999 en la Hispanic, cuenta Margaret Connors McQuade que había más o menos cuarenta y cinco objetos de Talavera o en el estilo Talavera, provenientes en gran parte de regalos, como los que hizo el rey Alfonso XIII, el pintor Sorolla, y Emily de Forest, que adquirió una pieza talaverana en Méjico. Hoy día la colección ha crecido y se han incorporado algunas piezas sobresalientes del siglo XVI, compradas en subastas de antigüedades26 como una orza hecha por encargo del monasterio de El Escorial, y cuyo escudo de los monjes Jerónimos presenta en un frente (fig. 11). Otra

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11. Orza. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

pieza talaverana comprada recientemente, pertenece a una serie poco representada en las colecciones en general. Se trata de una salvilla de la llamada serie de encaje de bolillos, cuya decoración en el asiento está formada por una cenefa circular alrededor de un motivo central de un niño desnudo, jugando a montar un caballito (fig. 12). Una muy similar, catalogada por Natacha Seseña como del último tercio del siglo XVII, fue publicada en el catálogo de una exposición realizada en el Mercado Puerta de Toledo de Madrid27.

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12. Salvilla. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

GRANADA Y LA CERÁMICA NAZARÍ Dentro de la colección de cerámica, el bloque formado por piezas hispanomusulmanas de reflejos metálicos, es seguramente el más importante. Ya cuando se inauguró la Hispanic en 1908 era considerada una de las más importantes, contando con más de ciento cincuenta piezas a finales del siglo XX28 . Del reino nazarí se conservan algunas cerámicas de enorme interés, como algún azulejo de formato octogonal con el escudo de "la Banda" en el centro29, y que fue regalo de su amigo Joaquín Guillermo Osma, conde de Valencia de Don Juan, que le asesoró en la formación de su colección de cerámica histórica española. Otra pieza sobresaliente del reino de Granada es un fragmento de boca de un jarrón de la Alhambra (fig. 13)30, adquirida por Huntington en un anticuario francés José de Arteche de París en 191331. Alice Frothingham pensó que este cuello podría formar parte de un jarrón desaparecido a mediados del siglo pasado y que se encontraba hasta esos momentos en los jardines de la Alhambra, publicado en un grabado del siglo XVIII.

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13. Fragmento de boca de jarrón de la Alhambra. Granada. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

MANISES Y PATERNA (VALENCIA) De la zona de Manises y Paterna se conservan un gran conjunto de piezas. Una de las más tempranas es el cuenco con cuatro asas en el borde (fig. 14), atribuido por Caviró a Manises o Málaga de finales del siglo XIV32. Coll lo asocia a la serie de la loza dorada valenciana clásica de inspiración musulmana, dentro de la familia que combina alafias con piñas u hom33 . Otro gran plato del siglo XV es el que presenta el escudo de la familia Despujol de Cataluña, o el conjunto de gran plato y bote del siglo XV de la llamada serie de "la brionía" (fig. 15). En la Hispanic además de esta magnífica colección de cerámica de reflejos metálicos de Paterna y Manises, se conservan también lozas finas de épocas posteriores, como un gran cuenco de Manises del siglo XVIII de la llamada serie de los claveles, en azul y blanco (fig. 16)34.

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14. Cuenco. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

15. Plato y bote de la serie de la brionía. Nueva York. The Hispanic Society of America. Siglo XV. Cortesía de la The Hispanic Society of America.

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16. Cuenco de Manises, serie de los claveles. Nueva York. The Hispanic Society of America. Siglo XVIII.

ARAGÓN En Aragón se desarrolló especialmente durante los siglos XVI y XVII la loza dorada. Atribuida a Muel se conserva en la Hispanic un gran plato de principios del siglo XVI (E601), con umbo en el centro y decoración de grandes flores con pétalos de reserva en azul35. De la cerámica verde y morada de Teruel, Álvaro Zamora publica un plato o salsera del siglo XIV con decoración en compartimentos de tipo geométrica36. La pieza más importante de Teruel que se conserva en la Hispanic es una orza del siglo XV (fig. 17), con una decoración en registros paralelos. El más importante, en la parte superior, con un escudo con un castillo en un frente, rodeado de motivos vegetales diminutos en manganeso

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17. Orza. Nueva York. The Hispanic Society of America. Siglo XV. Cortesía de The Hispanic Society of America.

y otras hojas más grandes en verde, y en la parte inferior otros dos registros, uno con roleos en reserva sobre fondo de manganeso, y otro junto a la base, de espirales en manganeso. Álvaro Zamora publica a toda página esta impresionante pieza y la fecha en la segunda mitad del siglo XV, y considera excepcional su decoración con la nueza blanca o brionía, que rodea el escudo con el castillo37.

SEVILLA En Sevilla se desarrolló especialmente la azulejería de estilo mudéjar a partir del siglo XV, hecha a cuerda seca, y posteriormente en el siglo XVI se pasaría a decorar los azulejos en la técnica de cuenca y arista, y también sobre cubierta estannífera imitando el lenguaje pictórico, gracias a la llegada del italiano Francisco Niculoso, conocido como el Pisano. También se realizaron unos platos con la técnica de la cuerda seca, de los que se conservan algunos significativos en el Instituto Valencia de Don Juan, y también en la Hispanic, como uno que representa una arpía con la iconografía de la antigüedad clásica u otro que representa un dragón (fig. 18), ocupando todo el espacio, rodeado de motivos vegetales estilizados sobre fondo blanco.

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18. Plato realizado con la técnica de la cuerda seca. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

ALCORA (CASTELLÓN) En el siglo XVIII aparece una nueva forma de hacer cerámica en Europa, y se crean las fábricas que producen porcelana y loza industrial. Las primeras surgieron con la intención de imitar la porcelana china, como la fábrica de porcelana de Buen Retiro, instalada en Madrid con la llegada del rey Carlos III. Entre las fábricas de carácter industrial, la primera en producir loza fina en España fue la de Alcora, fundada en este pueblo de Castellón por el conde de Aranda. De esta fábrica se conserva en la Hispanic Society una buena colección de piezas38, como la fuente circular que representa unaescena de batalla de Alejandro contra Porus (fig. 19),39 bien estudiadas por Margaret Connors40.

LA AZULEJERÍA EN LA PUBLICACIÓN DE LA HISPANIC DE FROTHINGHAM CON FOTOGRAFÍAS DE RUTH MATILDA ANDERSON Dentro de la historiografía sobre la azulejería histórica aplicada a la arquitectura, una obra de referencia es la publicación Tile panels of Spain 1500-1650 de Alice Wilson Frothingham (fig. 20)41, ilustrada con fotografías de Ruth Matilda Anderson, tomadas durante un viaje a España entre los

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19. Fuente circular, escena de batalla de Alejandro contra Porus. Nueva York. The Hispanic Society of America. Cortesía de The Hispanic Society of America.

años de 1967 y 1969. El libro fue editado por la Hispanic Society, siguiendo el espíritu de Huntington de ayudar al estudio y catalogación de las obras del arte español. En una entrevista concedida a The Society of Woman Geographers, Anderson relató algunas dificultades en la realización de esas fotografías, como ocurrió en la visita en 1967 a una iglesia de Talavera, que estaba en ruinas, acompañada de un joven arqueólogo, que vigilaba el techo que amenazaba con desmoronarse mientras ella tomaba las fotografías42. El resultado es una buena conjugación de textos científicos de Frothingham y fotografías en color, intercaladas en el texto de azulejerías sevillanas primero y talaveranas después, entre ellas el mural de Alberto Magno conservado en la Hispanic. En una segunda parte se hace un catálogo de 178 láminas fotográficas en blanco y negro.

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20. Portada del libro Tile panels of Spain 1500-1650 de Alice Wilson Frothingham.

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LA COLECCIÓN DE CERÁMICA POPULAR ESPAÑOLA DE LA HISPANIC SOCIETY OF AMERICA Y SUS PUBLICACIONES Ya hemos dicho antes el gran interés que tuvo Huntington por poseer una colección de cerámica popular española y que para conseguirla recurrió a Jorge Bonsor y a José Gestoso. La primera noticia es del 23 de diciembre de 1908 cuando le dice a Bonsor que está ansioso por hacer una colección de la cerámica de los campesinos españoles. Al parecer ese tipo de colecciones no tenían interés para nadie en España en esos momentos, ya que Bonsor le contesta en 1909 que es algo considerado por todo el mundo como una solemne chifladura. A pesar de ello el propio Bonsor se había preocupado ya por reunir piezas populares y propone cedérselas a Huntington. El 24 de marzo de 1909 Bonsor le escribió para informarle de sus avances en la búsqueda de piezas populares "…He recogido varias piezas interesantes de Triana, unas vidriadas en verde, amarillo y azules; otras de simple barro cocido blanco y rojo. De Almería recibí hace una semana una serie de recipientes de esta provincia: platos de Nijar, morteros, jarras, etc de Vera, Benahadux, Pechina y Alhabia. También recibí unas cuantas piezas interesantes de cerámica roja procedentes de Guadix (Granada). Mi intención es añadir a la colección algunos de los recipientes antiguos, de los siglos XV y XVI, que he encontrado en mis excavaciones en el Castillo de Mairena y en el Alcázar de Carmona, así como otros descubiertos en el suelo de una antigua casa que data de 1733 y en el tejado de una iglesia del siglo XVI. Aunque son bastante toscas, no dudo de que Ud. sabrá apreciarlos. Comprenderá Ud. que he dado un buen comienzo a la formación de la colección que Ud. quería y continuaré comprando todo lo que encuentre de interés en esta provincia…"43. Huntington le respondió dándole las gracias por el interés que se tomaba en reunir la colección de cerámica popular, y le pidió que le enviara ya las piezas, lo que hizo Bonsor el 2 de agosto de 1909: "…Le adjunto una lista de cincuenta piezas de cerámica típica española, que he reunido para Ud., en su mayoría procedentes de Sevilla, junto con algunas piezas de las provincias de Jaén, Almería y Granada. Estas han sido cuidadosamente embaladas en dos cajas y están ya de camino a Nueva York. Le doy el nombre local junto con un boceto de cada pieza cerámica. Como me he quedado con una copia de la lista, únicamente tiene que mencionar el número si necesita más información sobre la materia…"44. Algunas de las piezas de alfarería populares que se conservan en la Hispanic fueron publicadas por esta institución en 1930, junto con otras piezas de loza fina también de carácter popular de distintas zonas de España

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21. Jarra para servir vino. País Vasco. Siglo XX. Nueva York. The Hispanic Society of America.

como el País Vasco, Sevilla, Muel, Valencia y Manises. Se trata de unos folletos desplegables, acompañados de un pequeño texto e imágenes en blanco y negro. Del País vasco, se representa una típica jarra para servir vino del siglo XX (fig. 21), con esmalte estannífero, de 21,2 cm. de altura. En el folleto las cerámicas se ilustran con pinturas donde los personajes están acompañadosde cerámicas vascas del mismo tipo45. De Sevilla, en la portada se representa una pintura de las patronas de los alfareros las santas Justa y Rufina, y se reproducen distintas piezas hechas en los alfares de Triana como vasos, botijos, albarelos y azulejos, uno con el tema de El Quijote, y el típico lebrillo de frente y perfil (fig. 22)46. El folleto dedicado a Valencia presenta en la portada una pintura de José Pinazo con una valenciana con el típico vestido de fallera junto a un naranjo y su mano sujetando un cántaro de dos asas. En el desplegable el mismo tipo de cántaro lo lleva una fallera en una fotografía del Archivo Mas de Barcelona. La pieza reproducida en el folleto es similar a la de la pintura y la fotografía, un cántaro vidriado de 38 cm. de altura, producido en un alfar de Chiva (fig. 23)196.

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IMÁGENES FOTOGRÁFICAS CON CERÁMICAS POPULARES ESPAÑOLAS EN EL ARCHIVO DE LA HISPANIC SOCIETY OF AMERICA Dentro del gran archivo fotográfico de la Hispanic Society, algunas de las fotografías están en relación con las artesanías españolas y en concreto con la alfarería. Muchas de esas fotografías están tomadas por Ruth Matilda Anderson y Anna M. Christian, que viajaron a España, bajo el mecenazgo de Huntington. Anderson viajó por España y Portugal, buscando imágenes de tipo etnográfico, abarcando un amplio campo de temas como las artesanías, las danzas, los vestidos, el ciclo de la vida, la música, las celebraciones religiosas,…alejándose conscientemente de las zonas más desarrolladas. Su legado lo conforman más de 14.000 fotografías realizadas entre su primera expedición a España en 1923 y 1949. Entre sus fotografías en relación con la alfarería, podemos citar dos a modo de ejemplo, tomadas en 1928. Una de ellas, titulada Mozas volviendo de la fuente, presenta a dos mozas del pueblo de Montehermoso, que llevan cántaros de agua tanto sobre la cabeza, como apoyados en la cadera. La otra fotografía, titulada Abertura superior de un horno, presenta a un grupo de alfareros con sus mujeres en el momento de sacar la hornada de cántaros cocidos de un horno del pueblo de Arroyo del Puerco. De la otra fotógrafa, Anna M. Christian, que viajó a España recopilando temas etnográficos, ya vimos antes que en su viaje a Segovia había visitado el taller de los Zuloaga y había hecho alguna tomas. Citamos ahora dos ejemplos de 1915, en los que parecen piezas de alfarería. Una de ellas titulada La cocina y bodega del palacio de Buenavista de Toledo, en el que se ven algunas grandes tinajas de vino, y otra de su visita a la provincia de Alicante, titulada Muchacha de Elche, que presenta a una moza con un cántaro de agua de dos asas apoyado en la cadera.

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22. Lebrillo de ceramica. Nueva York, The Hispanic Society of America.

23. Cántaro vidriado. Nueva York. The Hispanic Society of America.

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NOTAS Agradezco a Margaret Connors McQuade la ayuda prestada para que este texto haya llegado a

1

término, así como el que me proporcionara las fotografías de las figuras 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 17, 18 y 19. Carta enviada al pintor Raimundo de Madrazo en 1870. Tomado de CASANOVAS, Mª Antonia:

2

"La cerámica de reflejo dorado en la pintura de la segunda mitad del siglo XIX" en El reflejo de Manises. Cerámica hispano-morisca del Museo de Cluny de París, Madrid, 1996, p. 32. 3

Agradezco a Cristina Partarroyo el que me proporcionara la fotografía del Bací gran.

4

RUBIO CELADA, Abraham: Los Zuloaga artistas de la cerámica. Segovia, Caja Segovia, Obra

Social y Cultural, 2007, p. 174. 5

Margaret Connors McQuade me informa que el pintor Sorolla donó a la Hispanic varias piezas de

cerámica, entre las que se encuentran una pila benditera de Valencia y un cuenco grande de Talavera de principios del siglo XVIII. 6

Fotografía tomada, al igual que las figuras 21, 22 y 23, de las publicaciones de la Hispanic de 1930

en: Anónimo, Modern pottery from the Basque provinces in the collection of the Hispanic Society of America, New York, 1930; Anónimo, Modern pottery from Muel in the collection of the Hispanic Society of America, New York, 1930; Anónimo, Modern Sevillian pottery in the collection of the Hispanic Society of America, New York, 1930; Anónimo, Lead-glazed pottery from Valencia in the collection of the Hispanic Society of America, New York, 1930; Anónimo, Modern pottery from Manises in the collection of the Hispanic Society of America, New York, 1930. RUBIO CELADA, Abraham: De la tradición a la modernidad. Los Zuloaga ceramistas. Madrid,

7

UCM, 2004. Doc. L. 3. Carta fechada el 29 de diciembre de 1915. Agradezco a Margaret Connors McQuade la información de que algunos de los azulejos de la

8

colección de la Hispanic proceden de anticuarios, José Gestoso, Guillermo de Osma, José Bargalló y otros. 9

Fotografía tomada de CONNORS McQUADE, Margaret: "Las cerámicas españolas de la Hispanic

Society of America: Archer Milton Huntington y su museo". Boletín de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, Nº 38 - 4, 1999, Madrid, p. 357, fig. 8. 10

MAIER ALLENDE, Jorge: Jorge Bonsor (1855-1930). Un académico correspondiente de la Real

Academia de la Historia y la Arqueología Española. Madrid, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia, 1999a.; MAIER ALLENDE, Jorge: Epistolario de Jorge Bonsor (18861930). Comisión de Antigüedades. Real Academia de la Historia, Madrid, 1999b. Carta nº 39. 11

Maier Allende Carta nº 47.

12

Maier Allende Carta nº 71.

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13

Maier Allende Carta nº 53.

14

Maier Allende Carta nº 54.

15

Maier Allende Carta nº 73.

16

Maier Allende Carta nº 72.

17

Maier Allende Carta nº 74.

18

Maier Allende

19

Maier Allende Carta nº 81.

20

Tanto la figura 5 como la 6 me fueron proporcionadas por Margaret Connors McQuade cuando

hacía mi tesis doctoral en 1995. 21

Rubio Celada (2004). Doc. U. 11. 1. Fechado el 23 de febrero de 1931. El 14 de marzo Huntington

les contesta dándoles las gracias (doc. U. 11. 2.). 22

Rubio Celada (2004), doc. U. 11. 3. Fechado el 6 de abril de 1931.

23

Publicado en SÁNCHEZ-CABEZUDO, Ángel: "El primer Quijote en la cerámica de Talavera", La

cerámica española y Don Quijote. Talavera de la Reina (2005), pp. 60-67. Agradezco a Ángel SánchezCabezudo el que me proporcionara la imagen de la figura 7. 24

Sánchez-Cabezudo (2005), p. 61.

25

Connors McQuade (1999), p. 356, fig. 10.

26

Agradezco a Philippe Avila la información sobre esta subasta y las piezas españolas que se subasta-

ban en ella. 27

SESEÑA, Natacha (Comisaria): Las lozas de Talavera y Puente. Madrid, 1989, p. 99, ficha 59.

28

Connors McQuade (1999), p. 354.

29

Connors McQuade (1999), p. 356, fig. 6.

30

Connors McQuade (1999), p. 356, fig. 7.

31

CONNORS MCQUADE, Margaret: "Gollete" en Los jarrones de la Alhambra Simbología y Po-

der, Granada, Patronato de la Alhambra y Generalife, 2006, p. 172. 32

MARTÍNEZ CAVIRÓ, Balbina: Cerámica Hispanomusulmana. Madrid, El Viso, 1991, p. 137.

33

COLL CONESA, Jaume: La cerámica valenciana. Apuntes para una síntesis. Valencia, AVEC-

Gremio, 2009, cap. IX, p. 83. 34

Agradezco a Ángel Sánchez-Cabezudo el que me proporcionara la imagen de la figura 16.

35

Connors McQuade (1999), p. 355, fig. 5.

36

ÁLVARO ZAMORA, Mª. Isabel: Cerámica aragonesa, Vol. II, Zaragoza, 1999, p. 60, fig. 69.

37

Álvaro Zamora (1999), p. 94, fig. 112.

38

La mayor parte de las piezas fueron adquiridas en 1999, según me informa Margaret Connors

McQuade. 39

CONNORS McQUADE, Margaret: Splendor of Alcora: Spanish Ceramics of the Eighteenth Century

in the Collection of the Hispanic Society of America, New York, 2001, p. 7.

188

40

ABRAHAM RUBIO CELADA

CONNORS McQUADE, Margaret: "Catálogo", Alcora en New York: la colección de cerámica de

Alcora, The Hispanic Society of America. Castellón de la Plana, 2005. 41

WILSON FROTHINGAM, Alice: Tile panels of Spain 1500-1650. New Yor, The Hispanic Society

of America, 1969. 42

La entrevista fue realizada en 1977 en New York. Tomado de ESPINOSA FERNÁNDEZ, Noemí:

La fotografía en los fondos de la Hispanic Society of America: Ruth Matilda Anderson. Toledo, Universidad de Castilla La Mancha, 2010, p. 243. 43

Maier Allende (1999), Carta nº 81.

44

Maier Allende (1999), Carta nº 87.

45

Anónimo, Modern pottery from the Basque (1930).

46

Anónimo, Modern Sevillian pottery (1930).

47

Anónimo, Lead-glazed pottery from Valencia (1930).

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