AMBIENTALMENTE AMIGABLE

Índice CAPÍTULO 1 EL MAR Y LAS PESQUERÍAS: HACIA UN DESARROLLO AMBIENTALMENTE AMIGABLE ...............................................................

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Índice CAPÍTULO 1 EL MAR Y LAS PESQUERÍAS: HACIA UN DESARROLLO AMBIENTALMENTE AMIGABLE .....................................................................1 I. La situación actual de los mares ......................................................................................... 1 II. La Tragedia de los Comunes aplicada a los recursos pesqueros ........................................ 4 III. Causas principales del agotamiento de los recursos marinos ............................................. 8 A. Consumo excesivo de recursos marinos por los seres humanos ..................................... 8 B. Sobrepesca generada por uso de tecnologías modernas y métodos de captura agresivos …………………………………………………………………………………………. 8 C. Captura incidental ........................................................................................................... 9 D. Empleo de medios de pesca destructivos ...................................................................... 10 E. Destrucción y alteración de los hábitats........................................................................ 10 F. Presión demográfica en las zonas costeras ................................................................... 10 G. Contaminación .............................................................................................................. 10 H. La acuicultura................................................................................................................ 11 I. Ausencia de políticas adecuadas ................................................................................... 11 IV. La pesca industrial y el colapso pesquero ..................................................................... 11 V. Algunas pesquerías colapsadas ......................................................................................... 14 A. El caso del bacalao ........................................................................................................ 14 B. El pez espada................................................................................................................. 17 C. Las anchovetas .............................................................................................................. 20 D. El mero rayado .............................................................................................................. 23 VI. Principios de regulación internacional de los mares ..................................................... 25 A. CONVEMAR ................................................................................................................ 25 B. Otros tratados internacionales ....................................................................................... 28 VI. Conclusión .......................................................................................................................... 29

CAPÍTULO 1 EL MAR Y LAS PESQUERÍAS: HACIA UN DESARROLLO AMBIENTALMENTE AMIGABLE I. LA SITUACIÓN ACTUAL DE LOS MARES Algunas personas son conscientes que los océanos contienen 90% de la biomasa en el mundo y que son fuente primaria de proteínas para 3,000 millones de personas1. Otras

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DR. M. SOMMER ÖKOTECCUM, Kiel. Crisis marina global. Alemania. Disponible en: . [Última visita el 15 de septiembre de 2003].

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simplemente disfrutan de su belleza y dan por sentado que el mar es una fuente inagotable de recursos. La realidad es que pese a que el planeta está cubierto en su mayoría por agua, los recursos marinos contenidos en sus océanos son limitados. Más aún, si se continúan extrayendo los 90 millones de toneladas de comida de mar que se consumen cada año en el mundo2, esta fuente de alimentos para la humanidad será sobreexplotada hasta su exterminio. Científicos expertos afirman que la pesca comercial es la causa principal de la desaparición del 90% de grandes especies de pelágicos como el pez espada, bacalao, marlín y los tiburones. Una evaluación global de las reservas marinas silvestres demuestra que de 441 grupos de especies estudiadas, 52% están totalmente explotadas, 25% sobreexplotadas y 20% moderadamente explotadas3. Además, las capturas de los ocho principales países pesqueros del mundo han permanecido estáticas o han tendido a declinar, incluidos países de América Latina como Chile y Perú4. Las preguntas que se deberían plantear ante estos hechos son: ¿se tiene conciencia del grado de explotación al que estamos sometiendo a los océanos y la consecuencia de ello?, ¿tienen los océanos la capacidad productiva para responder a los actuales niveles de demanda?, y principalmente ¿qué herramientas o mecanismos se pueden implementar en los ámbitos nacional e internacional para detener la explotación irracional que afecta a los océanos y sus recursos, y que le arrebata a las generaciones futuras su patrimonio marino?

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FAO. Estado Actual de las Pesquerías, 2005 y Revisión del estado de los recursos marinos, 2005. Disponible en y [Ultima consulta 27 de septiembre de 2007]. 3 DOULMAN, David. Funcionario de la Oficina de Pesca de la FAO. Una Mirada a los Recientes Datos Mundiales sobre el Estado de las Poblaciones de Peces. Periódico electrónico del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vol. 8, No. 1. Enero de 2003. Pág. 3. 4 Ibídem.

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Esta publicación tiene como objetivo contestar a la tercera pregunta con instrumentos legales y económicos de manejo para planificar, gestionar y controlar las pesquerías de manera eficiente. La ausencia de una legislación adecuada y de instrumentos económicos que protejan y promuevan respectivamente el uso sostenible de los recursos marinos es resultado de diferentes circunstancias: el desconocimiento de que los recursos marinos son producto de ecosistemas diversos y frágiles y que, como toda la vida silvestre, son fuertemente afectados por las actividades humanas5; la falta de políticas claras e integrales que aborden el problema; la ausencia de mecanismos de control, monitoreo y protección adecuada para estos recursos; y el bajo nivel de cumplimiento de las leyes, regulaciones y tratados internacionales vigentes. Estas causas se agudizan con el dilema de la “tragedia de los comunes”, descrito por Garret Hardin en 1968 y que explica parte de la grave problemática que azota a las pesquerías. A continuación, se analiza una de las causas descritas y se concluye con una revisión panorámica de la regulación internacional de los mares. Es pertinente aclarar con relación a las causas descritas arriba que en esta publicación se enfatizarán los impactos más directos que el manejo insostenible de las pesquerías tiene en el medio marino. Por ello nos enfocaremos a detalle sólo en aquellos impactos relevantes a ese tema. Asuntos de gran importancia para la protección efectiva de los ecosistemas marinos como la contaminación por fuentes terrestres y marinas, y el desarrollo de infraestructura en áreas costeras rebasan el objeto de esta publicación por lo que su análisis no fue incluido.

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SAFINA, Carl. Song for the Blue Ocean, Henry Holt and Company, Inc. Primera Edición, Canadá, 1997, pág. 395.

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II. LA TRAGEDIA DE LOS COMUNES APLICADA A LOS RECURSOS PESQUEROS Las pesquerías son un caso de estudio interesante. Su aprovechamiento refleja los problemas económicos y ambientales asociados a la explotación de un recurso de uso común6 ya que en el mar no existen derechos de propiedad definidos. Desde la perspectiva económica, al no existir derechos de propiedad, cada pescador maximiza su captura sin contabilizar los costos sociales asociados. Ello quiere decir que cada unidad invertida en capturar más recursos se refleja en una disminución de la captura de todos los usuarios. Así, todos actúan racionalmente procurando aumentar su beneficio económico, pero es precisamente esa racionalidad individual la que lleva a los pescadores a la eventual sobreexplotación del recurso. El resultado es una “tragedia”, es decir la dispersión de las rentas y la escasez del recurso. “La Tragedia de los Comunes”, formulada por el matemático William Foster en 1833 y aplicada posteriormente por el biólogo Garret Hardin7, señala que bajo un esquema de recurso de uso común se generan los incentivos económicos para la explotación indiscriminada del recurso. Una forma de evitar la tragedia, concluye, es la definición de derechos de propiedad de tal forma que se modifique el esquema de incentivos. La paradoja está basada en un pastizal común y de libre acceso, en el cual varios pastores mantienen sus rebaños. Con el fin de maximizar su ganancia, un pastor decide añadir otro animal, asumiendo que un solo animal no causará un impacto en la capacidad de recuperación del pastizal. Sin embargo, si todos los pastores toman la misma decisión, terminarán arruinando el pastizal al provocar sobrepastoreo y, por tanto, el agotamiento del

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Un recurso de uso común es aquel que puede ser explotado por cualquiera sin poder excluir a otros de aprovecharlo. 7 HARDIN, Garret, “The Tragedy of the Commons”, en Science, 162:1243-48, 1968.

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recurso. Este caso evidencia que en materia de propiedad común las externalidades8 producidas sobre el bien general no quedan reguladas y no se internalizan9. De esta manera, el comportamiento de un agente puede impactar la condición y disfrute del bien común si no existen los balances necesarios. Adicionalmente, en este análisis debe considerarse que la afectación de los recursos compartidos no sólo tiene implicaciones para los beneficiarios iniciales. Las generaciones futuras también se verán afectadas por el agotamiento de los recursos, lo que impedirá su posterior disfrute y provocará una gran inseguridad alimentaria, otro de los efectos que provoca la sobreexplotación de estos recursos. Si por analogía aplicamos esta paradoja a los recursos marinos, los océanos son el pastizal, cada Estado es un pastor y las embarcaciones de las flotas pesqueras son los animales que se añaden sin consideración o análisis de su impacto. Dada la ausencia de estudios sobre el impacto causado por cada embarcación, el océano está siendo devastado. Hardin propone dos opciones para contrarrestar estos efectos. La primera es manejar los recursos como propiedad privada, de modo que, siguiendo el ejemplo del pastizal, a cada pastor se le asigne el uso exclusivo de una sección del pastizal. La segunda es manejar los recursos como propiedad pública, en donde se establezcan reglas claras y rígidas que regulen la explotación del recurso. Esta opción requiere la existencia de mecanismos efectivos para hacer cumplir las regulaciones.

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Se entiende por “externalidad” el comportamiento de un agente que afecta el bienestar de otro, sin que este último haya elegido o aceptado la modificación y sin que exista una contraprestación que le compense. AZQUETA, Diego. Introducción a la Economía Ambiental. MacGraw-Hill, Madrid, 2002. 9 AZQUETA, Diego. Introducción a la Economía Ambiental. MacGraw-Hill. Madrid, 2002. Se entiende por “internalización” la inclusión de los costos ambientales como uno de los costos en la estimación global de una actividad.

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En contraposición a la teoría de Hardin, Elinor Ostrom10 plantea una alternativa basada en la elaboración de un contrato vinculante que comprometa una estrategia de cooperación11. Esta vía de resolución de conflictos sobre los comunes es especialmente interesante para recursos de uso común pequeños, en los cuales la apropiación de los recursos por las comunidades locales se basa en fórmulas de cooperación, a veces muy ingeniosas en los usos y prácticas tradicionales sostenibles12. Aludir a esta fórmula de cooperación en el manejo local de los recursos pesqueros permite enfatizar la capacidad de las comunidades pequeñas para resolver cuestiones conflictivas de apropiación y de explotación de recursos escasos. En muchas ocasiones los conocimientos tradicionales de las comunidades son enormemente respetuosos de la sostenibilidad de los recursos. Costumbres basadas en la experiencia y la necesidad de no poner en riesgo su medio de vida hacen que las conductas de estos grupos permitan el aprovechamiento y supervivencia de la pesca a largo plazo. En casos en los que poblaciones que viven de la pesca pueden verse afectadas por medidas impuestas desde un poder central o por actuaciones nocivas de otros usuarios, las autoridades deberían respetar y tener en cuenta a estas comunidades que han sobrevivido a muchos años de explotación de sus recursos a través de sus propias reglas de autogestión. De 10

OSTROM, E. El gobierno de los bienes Comunes: La evolución de las instituciones de acción colectiva, Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 2000. pág. 43. 11 Ibídem. 12 Existe una pesquería en Alanya, Turquía, en la que aproximadamente 100 pescadores operan en barcos para dos o tres personas y utilizan varios tipos de redes. La mitad pertenece a una cooperativa local de productores. La viabilidad de la pesca empezó a estar amenazada en esta zona por dos factores: el ejercicio de la pesca sin limitaciones, que llegó hasta violentos conflictos; y la competencia entre pescadores por las mejores áreas de pesca, que desencadenó el aumento de los costos de producción y el nivel de incertidumbre respecto al rendimiento de cada barco. Al inicio de la década de los setenta, la cooperativa local elabora un sistema para repartir las áreas de pesca entre los pescadores locales. Básicamente consiste en asignar por sorteo las áreas de septiembre a mayo. De septiembre a enero, cada pescador se mueve diariamente hacia el este en su lugar correspondiente. Después de enero, los pescadores se mueven hacia el oeste. De esta manera, los barcos tienen las mismas oportunidades de pescar en los mejores lugares. BERKES, F., “Marine Inshore Fishery Management in Turkey”, Proceeding of the Conference on Common Property Resource Mangement, Nacional Research Council, Washington, Nacional Academy Press, 1986, pp. 63-83.

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hecho, el daño a los sistemas de propiedad común es mucho más probable cuando éstos no son reconocidos por los regímenes políticos de los que son parte13. En el caso de los recursos marinos a escala internacional, como respuesta a la tragedia de los comunes, se ha intentado recurrir a las soluciones de manejo de recursos “privados” (nacionales) y recursos “comunes” (compartidos entre naciones), pero ninguna de ellas ha eliminado los problemas de sobreexplotación de manera efectiva. Por un lado, se implementó a nivel internacional un modelo de propiedad privada para la explotación de los recursos marinos, reflejado en la ampliación a 200 millas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de explotación de cada país. Esto requiere la aplicación de un sistema de uso y control exclusivo en cada Estado con costa marina. Dentro de la ZEE, cada país establece su propio sistema de manejo y supervisión de sus recursos, el cual puede ser privado o de uso común. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, el manejo nacional de estos recursos marinos “privados” no ha sido suficientemente estricto para preservar los recursos para las generaciones futuras. Por otra parte, los océanos son también considerados bienes de uso público o espacios públicos globales. Esta denominación se da a las zonas que se encuentran más allá de los límites de la jurisdicción nacional como la Antártida, el espacio aéreo exterior, la capa de ozono y, en este caso, la altamar. Estas zonas no son del dominio exclusivo de un Estado en particular, sino que son administradas y explotadas globalmente bajo la regulación aplicable. Desgraciadamente, las autoridades y organizaciones internacionales establecidas en convenios para manejar los recursos marinos compartidos no han tenido suficiente éxito en prevenir su explotación no sostenible.

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Vid. OSTROM, E., op. cit., p.64.

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No obstante, en los últimos años se han dado algunos avances en el desarrollo de iniciativas prometedoras como el Proyecto del Gran Ecosistema Marino del Caribe. Éste nació de la necesidad de los países caribeños de manejar sus recursos marinos vivos compartidos a nivel regional e internacional a través de la participación en acuerdos regionales y la firma de varios tratados y acuerdos internacionales14.

III. CAUSAS PRINCIPALES DEL AGOTAMIENTO DE LOS RECURSOS MARINOS El futuro de la humanidad ahora, como en el pasado, sigue dependiendo en gran medida de la riqueza de recursos marinos. Sin embargo, las amenazas que se ciernen sobre los mares y océanos continúan en aumento y las ya identificadas no han sido resueltas. Las amenazas más graves, aquellas que pueden afectar de manera directa e indirecta la sostenibilidad de los recursos pesqueros, son: a) Consumo excesivo de recursos marinos por los seres humanos. La alta demanda de recursos marinos en varios países, junto con la creciente población global, implica una mayor presión sobre los mares y las especies marinas cada día más frágiles. Las poblaciones de los países “desarrollados” están consumiendo pescado proveniente de áreas de pesca lejanas tras prácticamente acabar con los recursos locales. b) Sobrepesca generada por uso de tecnologías modernas y métodos de captura agresivos. Para evitar la sobreexplotación, el volumen de captura, no debe rebasar la capacidad de producción del ecosistema, incluida la pesca incidental. Sin embargo, en las últimas

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Proyecto del Gran Ecosistema Marino del Caribe. < http://www.cavehill.uwi.edu/cermes/clme_esp.html > [Última consulta 29 de agosto de 2007].

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décadas se ha pasado de pescar en embarcaciones pequeñas a hacerlo en embarcaciones grandes y más eficientes en términos de la cantidad de pesca obtenida. Como resultado del empleo de sistemas de tecnología avanzada y del incremento en la capacidad de pesca de las embarcaciones, las reservas de peces han disminuido significativamente. Estas nuevas tecnologías incluyen sonares muy efectivos y helicópteros que se utilizan para encontrar bancos de peces, motores más potentes, y una mejor técnica refrigerante a bordo. Dichas novedades permiten viajes de pesca de mayor duración y en regiones remotas, y por ende un incremento en el esfuerzo pesquero. c) Captura incidental Es la captura de especies de peces e invertebrados que no son objetivo de la pesca y quedan atrapados en las redes. Parte de esta captura se comercializa, pero la mayoría se tira por la borda. Ello resulta inconveniente desde un punto de vista ecológico y ambiental pues provoca la muerte de estos peces e invertebrados, de otros mamíferos, tortugas y aves marinas15. Con el incremento en el esfuerzo pesquero y con el uso de tecnologías innovadoras para capturar mayor número de peces como redes de gran tamaño o líneas muy largas, también se ha elevado significativamente el nivel de pesca incidental. Otros daños considerables son los producidos mediante la “pesca fantasma” (redes perdidas rasgadas o cortadas que flotan en el mar y siguen “pescando” sin ningún objeto ni sentido alguno)16.

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FAO Pesca reducción de la captura incidental. http://www.fao.org/fishery/gefshrimp/1,4/es. (Ültima consulta 1 de julio 2009) 16 HOFRICHTER, R. El Mar Mediterráneo: Fauna, flora, ecología. I parte general. Ed. Omega, Barcelona, 2004.

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d) Empleo de medios de pesca destructivos Existen prácticas como el arrastre de fondo, y la pesca por líneas largas y redes de cerco de gran extensión, que atentan contra la sostenibilidad de los ecosistemas marinos y destruyen la diversidad de especies. e) Destrucción y alteración de los hábitats Ecosistemas costeros marinos como los estuarios, manglares, praderas submarinas y arrecifes de coral son muy vulnerables. Estos hábitats también son particularmente importantes al ser zonas de reproducción de muchas especies marinas, por lo que su protección y restauración es imperiosa. Sin embargo, existen muchas prácticas de pesca y otras actividades humanas que atentan contra ellos. f) Presión demográfica en las zonas costeras El desarrollo urbanístico y el turismo incontrolado propician el deterioro cada vez mayor de los hábitats marino-costeros17, impactando además en las especies marinas que habitan las zonas costeras. Por ejemplo, la tortuga baula, especie en peligro de extinción, enfrenta problemas para reproducirse debido a la interferencia de la luz proveniente de casas construidas en zonas en o cerca de sus áreas de desove18. Otras creaciones del ser humano como las playas artificiales y las plantas desalinizadoras pueden provocar importantes alteraciones negativas si carecen de planes de gestión y monitoreo adecuados que prevengan efectos adversos en los ecosistemas. g) Contaminación La contaminación de fuentes terrestres y los vertimientos desde fuentes en el mar (mareas negras) amenazan seriamente los hábitats marino-costeros. Las aguas residuales 17 18

Ídem, p. 528. Ibídem.

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urbanas, los vertidos industriales y las aguas de escorrentía procedentes de la agricultura intensiva, entre otros, tienen efectos agresivos en hábitats cercanos a la costa. Los arrecifes de coral, por ejemplo, están siendo rápidamente deteriorados debido a ese tipo de contaminación. h) La acuicultura En la mayoría de los casos, las instalaciones de acuicultura tienen múltiples repercusiones negativas en los ecosistemas costeros. Entre ellas están la acumulación de material orgánico, la interacción de la red alimentaria natural, la alteración de especies que viven en estado salvaje, la destrucción de hábitats, la introducción de sustancias bioactivas que se acumulan en los tejidos de los peces o en el medio ambiente, o la creación de resistencia a los antibióticos por parte de los individuos en los estanques acuícolas19. i) Ausencia de políticas adecuadas Ello se debe sobre todo al desconocimiento de las políticas pesqueras. Dos son los principales problemas resultantes: no se conocen ni implementan algunas de las políticas existentes, y muchas de ellas no son apropiadas para una pesca sostenible porque permiten los abusos y carecen de sanciones adecuadas.

IV. LA PESCA INDUSTRIAL Y EL COLAPSO PESQUERO Como cualquier actividad industrial, la pesca moderna se basa en la maximización de la relación costo/beneficio. Se busca reducir al mínimo los costos de la actividad para obtener

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HOFRICHTER, R. El Mar Mediterráneo. Fauna, Flora, Ecología I Parte General. Ed. Omega, Barcelona, 2004. GIMÉNEZ, F. Impactos en el Mediterráneo. Disponible: [Última visita: 28 de setiembre de 2007].

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las mayores ganancias económicas posibles. Esto motiva el surgimiento de tecnologías pesqueras más eficientes que cubren mayores áreas marinas en menos tiempo, agotando más rápidamente los recursos existentes. El impacto de la pesca industrial es tan alto que actualmente las flotas pesqueras son 40% más grandes de lo que los océanos pueden sostener20. Existe un millón de buques pesqueros en el mundo que pescan el doble de lo que se pescaba hace 25 años21. Y hay tantas redes pescando que si unimos la longitud de todas ellas miden 40,040 millas. Eso significa que las redes de pesca activas en los océanos pueden darle la vuelta al planeta una y media veces22. A ese ritmo, no sorprende que las capturas de todas las pesquerías comerciales en el mundo estén disminuyendo. La tecnología y la innovación en los métodos de pesca industriales modernos, además de la pesca excesiva de las poblaciones objetivo, también ocasionan la captura de otras especies. De esta forma, mecanismos como los grandes palangres, inmensas redes a la deriva 23 y redes de lastre24 atrapan todo lo que encuentren allí donde son arrojadas, sin discriminación alguna respecto de las especies capturadas25. Se estima que la pesca incidental o involuntaria de las grandes flotas pesqueras que explotan los mayores caladeros internacionales equivale al 25% de las capturas realizadas26. La captura incidental incluye fauna acompañante de diversas especies como tiburones y tortugas, estrellas de mar, anémonas y cefalópodos (calamares y

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Dr. M. Sommer Ökoteccum, Kiel, Alemania. Disponible en: . [Última visita el 15 de septiembre de 2003]. 21 ELLIS, pág. 13. 22 ELLIS, pág. 18. 23 Ver Apéndice No. 1 para mayor información. 24 Para mayor información acerca de artes de pesca, ver el Apéndice No. 1. 25 ELLIS, pág. 14. 26 Información de FAO y ONU. Disponible en: . [Última visita: 17 de octubre de 2004].

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pulpos), e incluso aves marinas como los albatros27. Asimismo, al margen de las capturas incidentales que se realizan, el fondo marino y los ecosistemas también resultan dañados. Desafortunadamente, herramientas como anzuelos especiales, redes manuales y otros mecanismos que restringen las capturas a la especie objetivo y que pueden controlar la pesca incidental no son usados de manera apropiada y suficiente. En ocasiones, estos mecanismos pueden ser menos eficientes y por ello se argumenta que su uso eleva los costos de operación en una industria con un pequeño margen de ganancias28. En consecuencia, actualmente se abusa de la tecnología disponible para atrapar mayor cantidad de peces sin considerar en gran parte de casos el tamaño, la edad o el impacto de la captura en la reproducción de la especie, factor que condiciona la actividad pesquera en el futuro29. Tanto la tecnología moderna como algunos métodos de pesca usados artesanal ponen en peligro las poblaciones de peces. Un ejemplo de esto es el colapso de la pesquería del mero rayado, descrito en detalle abajo. Este pez es una fuente importante de alimento y un artículo de mercado en todo el Mar Caribe. Los pescadores artesanales utilizan arpones y redes agalleras30 para capturarlos cuando se concentran en áreas pequeñas para reproducirse, impidiendo así su procreación. A diferencia de varias especies afectadas por la pesca industrial, el mero rayado no ha sido diezmado por los grandes barcos industriales, sino más bien por la pesca artesanal. La misma es practicada de forma tal que se captura la mayor cantidad posible de peces del océano sin pensar en el impacto a mediano y largo plazo para la especie y para la pesca misma.

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ELLIS, pág. 16. Ibídem. 29 SAFINA, pág. 18. 30 Ver Apéndice No. 1. 28

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V. ALGUNAS PESQUERÍAS COLAPSADAS Durante las últimas décadas, varias pesquerías han entrado en crisis debido a la sobreexplotación, poniendo en peligro de extinción comercial a las especies objetivo. En este contexto, es posible identificar varias pesquerías colapsadas con las correspondientes consecuencias socio-económicas y ambientales. A continuación se hace referencia a algunos de los casos más severos de explotación no controlada de los recursos del mar, de los cuales es urgente que aprendamos para evitar que la historia se repita con consecuencias muy graves para la humanidad. j) El bacalao El análisis de los casos más graves con relación a la crisis global de las pesquerías es de gran utilidad. Por ello personas como Bernard Martin, uno de los 40,000 pescadores arruinados por el colapso de la pesquería de bacalao en la costa atlántica de América del Norte, tienen mucho que aportar31. Y es que tras la clausura de la pesquería que le servía de sustento, Bernard se ha dedicado “a contar la historia del fracaso en su comunidad advirtiendo a otros de los peligros de la pesca excesiva, del uso inapropiado de la tecnología, y de las consecuencias sociales de las pesquerías arruinadas”32. El bacalao ha sido perseguido especialmente por el aceite de su hígado, cuyas aplicaciones curativas son conocidas desde hace siglos. Éstas van desde el tratamiento del reumatismo, la artritis y la tuberculosis, hasta su uso como refuerzo para el crecimiento de los niños33. El uso medicinal del aceite de hígado de bacalao continúa hasta el

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SAFINA, pág. 45. MARTIN, Bernard. La historia de un pescador. Revista Nuestro Planeta del PNUMA.Tomo 9, No. 5, 1998. 33 ELLIS, pág. 62. 32

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momento34. Además, el bacalao es reconocido como un producto de consumo humano de alto valor nutricional que aporta una elevada cantidad de proteínas35. Sin embargo, las propiedades vitamínicas del hígado de bacalao no han sido suficientes para que la especie derrote su propia extinción. Bernard Martin, como la mayoría de pescadores de las costas de Terranova, nació en una comunidad fundada en 1600 por inmigrantes ingleses e irlandeses que se establecieron en esa zona para explotar la pesca de bacalao. En esa época, el acercamiento del bacalao a las costas para desovar durante el otoño era vital para enfrentar la escasez de alimentos en el invierno36, convirtiéndose en un próspero negocio de intercambio comercial entre Europa y el “Nuevo Mundo”37. La abundancia del bacalao en esta región era tal que a finales de 1400 podía ser pescado desde la proa de los barcos o desde pequeñas embarcaciones con herramientas manuales38 como sedales de mano y trampas sencillas39. Las herramientas de captura del bacalao de hace 400 años contrastan con la inmensidad de los barcos y las redes kilométricas usadas en los años 90, elementos que condujeron al colapso económico de la pesquería. Una de las primeras señales de la afectación a la especie fue el tamaño de los individuos capturados. En 1895, en la Costa de Massachussets se capturó el bacalao más grande que se haya registrado: pesó 211 libras40. En los tiempos modernos, el récord lo tiene un pez de 98 libras atrapado en 1969

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De acuerdo con la información del Website de Laboratorios Merck. Disponible en: . [Última visita el 22 de septiembre, 2003]. 35 La carne del bacalao supone una importante fuente de minerales, principalmente potasio, fósforo, sodio, calcio y magnesio y también aporta vitaminas A, E y del grupo B (B1, B2, B3, B6 y B12). 36 ELLIS, pág. 61. 37 Íd., 62. 38 Íd., 60. 39 MARTIN, Bernard. “La historia de un pescador”, Revista Nuestro Planeta del PNUMA. Tomo 9, No. 5, 1998. 40 KURLANSKY, Mark. Cod: A Biography of the Fish that Changed the World. Penguin. 1997, pág. 49.

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en New Hampshire41. Esas cifras son ilusorias actualmente debido al colapso total de la pesquería y su cierre indefinido. Debido a la pesca excesiva y a la ausencia de regulación, la pesca de bacalao se extinguió comercialmente en las costas del noreste de América del Norte a comienzos de los 90. Por ello los gobiernos de Estados Unidos y Canadá tuvieron que clausurar indefinidamente la pesca de bacalao en esas zonas, lo que se convirtió en “la mayor muestra de pesquería mal manejada en el mundo”42. Lo paradójico es que desde los años 70 existía información suficiente para implementar las medidas preventivas y controlar la pesca excesiva del bacalao. Sin embargo, los gobiernos se negaron sistemáticamente a implementarlas, argumentando que éstas iban a impactar negativamente en la economía de las comunidades dependientes de ese recurso43. Como consecuencia de la omisión de acciones de manejo y gestión, actualmente 60% de los pescadores del noreste de América del Norte se encuentran desempleados44. Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá les han tenido que destinar subsidios por USD 60 y USD 600 millones respectivamente45. Se trata de un ejemplo de cómo políticas flexibles de explotación pesquera que en el corto plazo parecen beneficiar a los pescadores, pueden convertirse en un boomerang que a largo plazo contribuye a la destrucción de las comunidades pesqueras, afectando la vida de miles de familias46. Independientemente del colapso de la pesquería de bacalao por su pésimo manejo, es importante extrapolar este caso a un país de América Latina o a otro Estado del Sur o el

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ELLIS, pág. 66. SAFINA, pág. 45, ver también ELLIS, pág. xii, citando a Edward Wilson, Future of Life. 43 Íd., pág. 91. 44 Íd., pág. 45. 45 ELLIS, pág. 70. 46 Ibíd. 42

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Este, en donde se carece de recursos económicos para pagar subsidios y compensaciones luego del colapso del recurso. En un contexto así, la situación de los pescadores se recrudecería y serían imprescindibles un buen manejo desde la perspectiva del principio precautorio y mecanismos de gestión eficientes para evitar su colapso. k) El pez espada El caso del pez espada (Xiphias gladius), especie emblemática de la pesca deportiva por sus increíbles cualidades, es también muy interesante. Esta especie puede descender a grandes profundidades, manteniendo su cerebro y ojos tibios con el fin de localizar y perseguir a sus presas, capacidad de la que otros peces carecen47. Los peces espada pueden controlar el calor de su cuerpo de la misma forma que controlan sus movimientos al nadar. A pesar de ello, en ocasiones necesitan ascender a la superficie para calentarse, algo que los hace vulnerables a los barcos y aviones pesqueros48. La captura del pez espada con fines comerciales y de entretenimiento solía ser muy popular en las costas de América del Norte. En 1959, en la Bahía de Cape Cod, Massachusetts, un barco pesquero podía atrapar 16 peces espada en un día normal. Dos décadas después, era casi imposible encontrarlos en la misma región, incluso para fines de investigación49. La historia de la disminución acelerada del pez espada en esta zona se repite para toda la costa atlántica estadounidense, incluyendo los Bajos de George y el Golfo de México, así como el Mar Caribe y el Océano Atlántico meridional50.

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SAFINA, pág. 75. Íd., 17. 49 Íd., 76. 50 ELLIS, pág. 44. 48

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Ahora la situación del pez espada requiere atención urgente51. Con el paso del tiempo, los desembarques en la Costa Este de Estados Unidos han disminuido, al igual que la población de la especie. Las cifras son claras: los desembarques pasaron de 10.2 millones de libras en 1988 a 6.3 millones de libras en 199552. El tamaño promedio de las capturas comerciales de pez espada en Norteamérica también ha disminuido. Pasó de 266 libras en 1963 a 90 libras en 199553. Esta disminución se debe a que conforme aumenta la explotación del recurso, es más difícil para el pez espada escabullirse de ser capturado, por lo cual no tiene tiempo suficiente para crecer54 o reproducirse y así aumentar la población55. De los peces espada capturados en 1995 en EE.UU., más del 83% de los femeninos y más del 36% de los masculinos eran individuos inmaduros56. En las costas de América del Sur, la Corriente de Humboldt propicia que la región sea habitada por inmensos cardúmenes de anchoas que atraen peces espada y otras especies57. De hecho, fue en las costas de Iquique, Chile, donde Lou Marron impuso en 1953 el récord del pez espada más grande capturado con un peso de 1,182 libras58. Las costas chilenas eran consideradas el mejor lugar para atrapar peces espada. Pero ello cambió en 51

NATURAL RESOURCES DEFENSE. The US Fishery for Atlantic Swordfish. Disponible en: . [Última visita el 8 de febrero]. 52 NATIONAL MARINE FISHERIES SERVICES, NMFS. Draft Ammedment 1 to the Fisheries Management Plan for Atlantic Tuna , Swordfish and Sharks. Julio de 2003.Disponible en: . [Última visita el 8 de febrero de 2005]. NMFS, 1997. Fisheries of the United States, 1996, pp. 20-23. Disponible en: http://www.st.nmfs.gov/st1/fus/fus96/. Ultima visita el 8 de febrero de 2005. 53 NATIONAL MARINE FISHERIES SERVICES, NMFS. Draft Ammedment 1 to the Fisheries. Management Plan for Atlantic Tuna Swordfish and Sharks. Julio 2003. Disponible en: . [Última visita el 8 de febrero de 2005]. 54 Ibídem. 55 Ibídem. “Reproductive dynamics of broadbill swordfish, Xiphias gladius, in the domestic longline fishery off eastern AustraliaReproductive dynamics of broadbill swordfish, Xiphias gladius, in the domestic longline fishery off eastern Australia”, disponible en: . [Última visita el 8 de febrero de 2005]. 56 FISHERIES MANAGEMENT. Highly Migratory Species. Disponible en: . [Ultima visita el 8 de febrero 2005]. 57 ELLIS, pág. 44. 58 Ídem, 44.

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las últimas décadas debido a la pesca excesiva y a la ausencia de reglamentación. Las historias de los pescadores latinoamericanos muestran el mismo patrón de las pesquerías del norte: escasez de peces y la reducción drástica de su tamaño. La captura excesiva de los peces espada se debe no sólo a la cantidad de pescadores y barcos en su búsqueda, sino también al cambio en la forma e instrumentos de pesca. Tradicionalmente, los pescadores los capturaban solamente durante la temporada anual, para lo cual usaban anzuelos y arpones en una rutina que demandaba gran inversión de energía por el tamaño y la fuerza del pez. En la actualidad se usan palangres y redes de varios kilómetros de extensión. Estos sistemas simplifican la captura y la extienden hacia aguas más profundas y a todo el año. Sin embargo, la eficiencia de la tecnología es ilusoria. Hoy en día se requieren redes de alrededor de 65 Km. de palangre, formadas por miles de anzuelos que recorren 130 Km. o más, para atrapar la misma cantidad de peces espada que hace décadas un solo hombre atrapaba manualmente en medio día y a pocos metros de la costa59. Algunas autoridades pesqueras argumentan la protección del empleo y de los pescadores para evadir la implementación de medidas preventivas o reglamentarias para el aprovechamiento sostenible de las pesquerías. Este argumento se desvirtúa al considerar que el alcance de una verdadera protección para los pescadores no es sólo presente, sino que se extiende a las generaciones futuras e implica evitar el colapso total de la actividad pesquera a mediano y largo plazo60. La importancia de mantener poblaciones de pez espada en un nivel sostenible motivó a que en Estados Unidos personas de distintos sectores iniciaran una campaña en los

59 60

SAFINA, pág. 72. Ídem, 88.

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medios de comunicación dirigida a los dueños de restaurantes y chefs. El objetivo era desmotivar su consumo y así reducir su captura. Esta campaña comenzó en 1998 y ha contribuido a que la especie se recupere en 94% del nivel considerado saludable para el pez espada del Atlántico Norte61. Sin embargo, este caso es la excepción ya que las poblaciones de pez espada aún son muy reducidas en otras regiones como el Golfo de California en México62. Una vez más la fragilidad de las pesquerías, evidenciada en el pez espada, demuestra la necesidad de implementar mecanismos conjuntos y sostenidos para asegurar el manejo racional de las especies. l) Las anchovetas Los peces como el bacalao y el pez espada, que se hallan en la cúspide de la cadena alimenticia marina, no son los únicos que están en peligro por la pesca excesiva y la falta de regulación. Por el contrario, especies como la anchoveta (Engraulis ringens), que se encuentra en la base de la cadena alimenticia63, presentan también problemas de sobreexplotación. Dichos inconvenientes se derivan de su captura para diversos fines:

61

Seaweb y el National Resources Defense Council, Comunicado de Prensa de octubre 3, 2002. Disponible en: . [Última visita el 20 de diciembre de 2004]. 62 LLUCH-COTA et al. “The Gulf of California: Review of ecosystem status and sustainability challenges.” en Progress in Oceanography, 2007, p. 1-26. . 63 Las anchovetas son pelágicos menores que se alimentan por filtración y de pequeñas especies como plancton (animal y vegetal). La anchoveta ocupa el segundo y tercer nivel trófico en la cadena alimenticia en ecosistemas pelágicos. Juega el papel tanto de herbívora o consumidora primaria cuando se alimenta de fitoplancton, y de carnívora o consumidora secundaria cuando se alimentan de zooplankton. Disponible en: . [Última visita el 14 de diciembre. 2004].

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consumo humano, alimento para especies de acuicultura como el salmón64, y fabricación de alimentos balanceados para otros animales como aves, ganado vacuno y porcino. En 1970, Perú era el líder mundial de pesca de anchoveta. Disponía de una flota de 1,400 barcos, muy modernos para la época, que desembarcaban cerca de 14 millones de toneladas anuales de anchoveta, equivalentes al 20% del total mundial de capturas de esa especie. En 1971, las capturas peruanas de anchoveta superaron los 12,5 millones de toneladas, cifra que cayó abruptamente a sólo 4 millones de toneladas en 197265. La pesca excesiva, agravada con el fenómeno de El Niño durante los años 1972 y 1973, ocasionó el primer colapso de la pesquería de anchoveta peruana66. Si bien El Niño fue la principal causa del colapso, el fenómeno resultó particularmente nocivo debido a la vulnerabilidad de la anchoveta, provocada por la sobrepesca a la que había sido expuesta en años anteriores67. A partir de 1988, poco antes de la apertura del sector harinero a la inversión privada, la anchoveta empezó a mostrar signos de recuperación, dando como resultado desembarques anuales por encima de los 6 millones de toneladas68. Entre 1992 y 1997, en Perú se incrementó significativamente la capacidad total de extracción de cerco y con ello la producción nacional de anchoveta. Este crecimiento en las flotas estaba financiado principalmente mediante créditos, lo que generó mayor presión sobre el recurso. Pero con los niveles de pesca alcanzados hasta 1997 y las condiciones económicas de entonces, los problemas en el sector no se hicieron visibles en el momento.

64

ELLIS, pág. 23 BIFANI, Paolo, Medio Ambiente y desarrollo sostenible, IEPALA, Madrid, 1999. Pag. 488. 66 ELLIS, pág.12 65

67 68

Ibíd. HIDALGO, pág. 17.

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Sin embargo, El Niño, que se presentó nuevamente desde finales de 1997 hasta mediados de 1998, provocó una crisis severa en el sector pesquero peruano. Con la reducida cantidad de anchovetas disponibles fue imposible para muchas de empresas pagar sus deudas, lo cual generó una crisis económica. En estos años, los desembarques destinados a la producción de harina de pescado (fabricada a partir de anchoveta), que en 1996 habían sido de 8.8 millones de toneladas métricas, pasaron de 7 millones en 1997 a 3.7 millones en 199869. Esta pesquería aún presenta problemas pues existe un excedente de 50% de capacidad de bodega y captura, mientras que la capacidad de procesamiento de harina de pescado es dos veces superior a lo necesario70. En tanto se mantenga esta capacidad excesiva y el sector permanezca con grandes deudas, será muy difícil limitar las capturas a los niveles requeridos para contribuir a una verdadera recuperación de las poblaciones. No es solo el sector pesquero el que ha sufrido los impactos de la enorme reducción del stock de anchoveta. Actualmente las pesquerías toman hasta un 85% de la anchoveta en aguas peruanas, dejando muy pocas para las especies silvestres que dependen de ellas. Por ejemplo, poblaciones de aves marinas como el piquero peruano (Sula variegata) y el pingüino peruano (Spheniscus humboldti) han disminuido gravemente: de 60 a 80% desde 199871. La situación es aún más preocupante porque Argentina también está considerando aumentar la pesca de anchoveta, algo que implicaría más presión sobre la cadena

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Íd., 19. Íbíd., pág. 19. 71 “Peru’s marine life losing out to fishfarms,” Birdlife International, September 2006, http://www.birdlife.org/news/news/2007/01/peru_wbw.pdf. 70

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alimentaria marina72. Esta situación demuestra que al tomar decisiones sobre los niveles de captura, los gobiernos deben considerar no sólo los niveles que puede soportar una pesquería específica, sino también los posibles impactos sobre otras pesquerías, ecosistemas y otras especies, además de actividades como el ecoturismo. m) El mero rayado73 Cada año los meros rayados se congregan en lugares específicos para reproducirse. Esta especie sigue las fases de la luna y, a mediados del invierno, suelen reunirse más de 100,000 meros a engendrar en un mismo sitio y al mismo tiempo. Los habitantes de esas zonas conocen los sitios y las épocas en que los meros llegan, lo que facilita su pesca. El uso de redes y arpones en pequeñas áreas hace que el trabajo sea sencillo, pero este tipo de pesca ocasiona un tremendo impacto en las poblaciones de la especie. El mecanismo de reproducción por medio de congregaciones es el resultado de un proceso de evolución que busca incrementar las posibilidades de reproducción de la especie. Irónicamente, este método de reproducción también ha hecho al mero rayado más vulnerable a la pesca, con lo cual el número de individuos aptos para reproducirse disminuye al igual que su tamaño74. Así, al pescar las congregaciones no sólo se mata a los meros en el presente, sino que también se reduce su número a futuro. Los científicos consideran que un número mínimo de peces es necesario para formar una congregación y que los lugares de reproducción son limitados. En el pasado, esas reuniones ocurrían en todo el Caribe, pero hoy en día un tercio de los sitios de encuentro se ha perdido debido a la sobrepesca. Con cada zona de congregación que desaparece, la 72

“Hold the anchovies-Magellani. Penguins need them”. Birdlife International, August 2007. http://www.birdlife.org/news/news/2007/01/anchovy_overfishing.html. 73 SALA, Enric; BALLESTEROS, Enric; STARR, Richard M. “Rapid decline of Nassau grouper spawning aggregations in Belize”. Fisheries, octubre 2001, Vol. 26, No. 10, pág. 23-30. 74 Las hembras más pequeñas son menos maduras para reproducirse y liberan menos huevos.

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posibilidad de que las poblaciones de meros rayados se recuperen son menores. Su disminución ha llegado al 80% desde 1975. Si la pesca de los meros en el período de reproducción continúa, se calcula que las congregaciones desaparecerán en 2013. Como puede notarse, los colapsos de las pesquerías son el resultado de varios factores que interactúan para generar la sobrepesca: consumo excesivo, tecnología arrasadora, prácticas de pesca no sostenibles y falta de zonificación para la actividad pesquera (ya sea artesanal o industrial). Éstas y otras razones se suman a la inexistencia o falta de ejecución de reglas para el manejo sostenible de las pesquerías, lo cual puede comprometer seriamente su existencia futura. El bacalao, el pez espada y las anchovetas no son las únicas especies marinas explotadas en exceso en el continente americano. La merluza negra75 (Dissostichus eleginoides), el atún76 (Thunnus thynnus), el menhaden77 (Ethmidium maculatum), el abulón blanco78 (Haliotis sorenseni) y diversas especies de tiburón79 (Carcharodon carcharias), sólo para mencionar algunos casos, también han sido objeto de pesca excesiva. Estos ejemplos de especies extinguidas a causa de pesquerías sobreexplotadas son una de las razones por las cuales es necesario establecer regulaciones internacionales que propicien la sostenibilidad en la actividad pesquera. La siguiente sección explica con más detalle los tratados internacionales que regulan asuntos marinos y que pueden contribuir a su sostenibilidad.

75

ELLIS, pág. 74. Íd., 28-38. 77 Íd., 27. 78 Íd., 13. 79 WATTS, Ann “The END of the LINE? Global Threats to Sharks,” Wild Aid, February 2001. Disponible en: . [Última visita el 11 de enero de 2005]. 76

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VI. PRINCIPIOS DE REGULACIÓN INTERNACIONAL DE LOS MARES n) Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR). Existen distintos instrumentos internacionales que han sido utilizados para proteger los recursos marinos comunes. Uno de ellos es la CONVEMAR80, la cual establece los derechos y obligaciones internacionales de los Estados para con el medio marino81. La CONVEMAR, a diferencia de los regímenes que imperan dentro de las jurisdicciones de cada país, busca la protección y el desarrollo sostenible de los recursos marinos globales. La CONVEMAR establece que la altamar no es objeto de apropiación exclusiva por ningún Estado y que, en tal sentido, no se considera jurisdicción ni territorio de ninguno en particular. Según lo estipulado en la CONVEMAR, la altamar se encuentra abierta a todos los Estados, sean ribereños o no. Ello implica libertad de navegación y de pesca para todos los Estados, siempre y cuando se sujeten a las obligaciones convencionales, a los derechos y deberes, y a los intereses de los ribereños82. Otro de los aspectos destacables en la CONVEMAR es la obligación de todos los Estados de adoptar las medidas necesarias para la conservación de los recursos vivos de altamar, y de cooperar con otros Estados para ese fin83. Al respecto, la CONVEMAR determina que los Estados deberán establecer los límites de captura permisible sobre la base de información científica confiable y disponible, debiendo también considerar los efectos sobre las especies asociadas con las especies capturadas o dependientes de ellas. Estas obligaciones están orientadas al mantenimiento o restablecimiento de las 80

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) también se conoce por sus siglas en inglés UNCLOS (United Nations Convention for Law of the Sea). Esta Convención resultó de negociaciones iniciadas en la Tercera Conferencia sobre el Derecho del Mar (1973). El proceso de firmas y adhesiones se inició en 1982 en Montego Bay, Jamaica. Actualmente cuenta con 158 países firmantes. Disponible en: . [Última visita 11 de enero de 2005]. 81 Agenda 21. Capítulo 17, pág. 289. 82 CONVEMAR. Art. 116-119. 83 Íd., Art. 117.

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poblaciones de especies. Asimismo, esta Convención consagra disposiciones referidas a la protección de especies altamente migratorias, estableciendo la necesidad de asegurar su conservación y promover su uso óptimo en toda la región, dentro y fuera de la ZEE84. El principio imperante para la explotación de los recursos pesqueros en alta mar es el “derecho de captura”, también regulado por la CONVEMAR 85. Éste se entiende como el derecho de propiedad que toda persona tiene sobre el pez u otro recurso marino que capture en alta mar. Indiscutiblemente, la libertad de pesca es una de las más importantes que se desarrollan en alta mar por las implicaciones económicas que tiene. Ello requiere un control eficiente. Lamentablemente, el derecho a la libre extracción de los recursos otorgado por la libertad tradicional de los océanos, no se ha reflejado en responsabilidades paralelas de trabajar colectivamente para la protección y conservación de los recursos marinos. Esto quiere decir que a pesar de la vigencia de los principios arriba mencionados, la falta de obligaciones concretas ha impedido la aplicación efectiva de la normativa internacional sobre los océanos, alimentando el uso no sostenible de los recursos. De acuerdo con la CONVEMAR y en lo referente al mar territorial y a la ZEE, los recursos marinos dentro de la jurisdicción de un país pertenecen exclusivamente a éste y están sujetos a sus disposiciones internas. En este sentido, el Estado tiene soberanía para la exploración, explotación, conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos de las aguas suprayacentes al lecho, del lecho y del subsuelo del mar86.

84

Íd., Art. 64. Íd., Art. 116 al 120. 86 NAMIHAS, Sandra. Derecho del mar: Análisis de la Convención de 1982, Fondo Editorial, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2001, pág. 177. 85

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A partir del derecho soberano de los Estados para explotar los recursos naturales en estas zonas, los Estados comienzan también a tener una responsabilidad ambiental bajo la tutela de la CONVEMAR. Con relación a la conservación de los recursos vivos, la CONVEMAR enfatiza, por un lado, la necesidad de adoptar medidas de protección para evitar la sobreexplotación de las ZEE y, por el otro, las relaciones de interdependencia y asociación de las poblaciones87. Con las herramientas anteriormente descritas y de acuerdo con la paradoja de la “Tragedia de los Comunes”, la “nacionalización” de los recursos marinos por la creación de la ZEE y sus correlativos derechos y obligaciones, la CONVEMAR debería haber generado una mejora en su manejo. Sin embargo, por varias razones que se describen brevemente a continuación, esto no ha ocurrido. Con la consagración de la ZEE, muchos Estados empezaron a otorgar subsidios para impulsar el desarrollo de las flotas pesqueras internas. Esto ocasionó una intensa presión en ciertas zonas pesqueras cuando el recurso ya era escaso. Cabe mencionar que con la reducción de muchas de las poblaciones de peces, varios Estados del Sur, Argentina por ejemplo, comenzaron a vender permisos de explotación de recursos pesqueros dentro de su ZEE a los países industrializados. Debido al aumento de la capacidad pesquera y la presencia de flotas extranjeras legales e ilegales dentro de las ZEE, la pesca aumentó en índices insostenibles. Además de las ZEE, se explotaron áreas en altamar sin mayores controles, afectando de esa forma el espacio público global. Sin embargo, mientras muchos países han aprovechado el derecho a explotar las poblaciones de peces dentro de sus ZEE y han aumentado sus actividades pesqueras en altamar, muy pocos han asumido los deberes que la CONVEMAR contempló para 87

CONVEMAR, art. 61.

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generar el manejo sostenible del recurso. Así, la sobreexplotación, junto con la falta de controles nacionales e internacionales sobre las pesquerías, ha causado en los últimos años el colapso de los recursos pesqueros. Es por eso que ahora algunos científicos hablan de los mares vacíos o mares silenciosos88. o) Otros tratados internacionales Además de la CONVEMAR, existen varios acuerdos globales y regionales relacionados con la conservación y la protección de los recursos y ecosistemas marinos. Entre ellos pueden mencionarse la Convención Internacional sobre Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES)89, la Convención para la Conservación de Especies Migratorias de Animales Silvestres90, la Convención Interamericana para la Conservación y Protección de las Tortugas Marinas91, el Convenio de Diversidad Biológica (CBD)92, y el Convenio sobre Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas (Convenio de Ramsar),93 entre otros. También existe la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT)94 y la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT)95, mismas

88

JACKSON, Jeremy. Perspectives on Ocean Science: “Silent Ocean” (Video, 28 min). Disponible en: http://www.ucsd.tv/library-test.asp?showID=8555. Última visita 11 de enero de 2004. 89 Firmado en Washington, EEUU, el 3 de marzo de 1973, entró en vigor el 1º de julio de 1975 y fue modificado en Bonn, Alemania, el 22 de junio de 1979, cuenta con 167 Estados Parte. Disponible en: http://www.cites.org/eng/disc/what.shtml. Última visita el 11 de enero de 2005. 90 Firmada en Bonn, Alemania el 23 de junio de 1979, entró en vigor el 1º de noviembre de 1983, cuenta con 88 Estados parte. Disponible en: http://www.cms.int/about/spanish/intro_sp.htm. Última visita 20 de diciembre de 2004. 91 Firmado en Caracas, Venezuela el 1º de diciembre de 1996. Disponible en: http://www.seaturtle.org/iac/castellano/convencion.shtml. Última visita el 20 de diciembre de 2004. 92 Firmado en Río de Janeiro, Brasil, junio, 1992. Disponible en: http://www.biodiv.org/convention/default.shtml. Última visita el 20 de diciembre de 2004. 93 Firmada en Ramsar, Irán, 2 de febrero de 1971, cuenta con 144 Estados Parte. Disponible en: http://www.ramsar.org/index_about_ramsar.htm#intro. Última visita el 20 de diciembre de 2004. 94 COMISIÓN INTERAMERICANA DEL ATÚN TROPICAL. Disponible en: http://www.iccat.es/. Última visita el 11 de enero de 2005. 95 Ibíd.

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que intentan regular la pesca de las especies objeto de los tratados que rigen en altamar. Estos tratados y sus implicaciones son discutidos con mayor detalle en el Apéndice No. 1.

VI. CONCLUSIÓN El grado de afectación que enfrentan los recursos marinos a nivel global es evidente. No hay duda que la pesca excesiva, la falta de reglamentación y el abuso de la tecnología son tres de las grandes causas para ello. A pesar de la clara evidencia de lo anterior, las medidas preventivas y de control necesarias no han sido suficientes para disminuir la afectación de estos recursos. Por el contrario, el avance en el deterioro de las pesquerías es tan rápido que es posible que ocurran nuevos colapsos de pesquerías comerciales en varias regiones del mundo. La implementación de medidas como la extensión de la jurisdicción estatal a 200 millas, orientadas a que los Estados tengan más control sobre los recursos de los océanos y puedan manejarlos, no ha dado suficientes resultados. Por el contrario, la explotación excesiva de los océanos en las jurisdicciones de los Estados continúa, así como la ausencia de controles efectivos en altamar. Queda en manos de quienes formulan y aplican las políticas pesqueras, así como de los sectores directamente afectados por ellas, incluyendo a pescadores y consumidores, la tarea de evitar mayores colapsos. Deben asumir la responsabilidad de evitar que otras especies y comunidades que dependen de ellas repitan la historia del bacalao en Norteamérica, cuya pesca está suspendida indefinidamente después del desplome acontecido a comienzos de los años 90. Cada una de las herramientas descritas en los siguientes capítulos busca ayudar al mejoramiento de esta situación para lograr una pesca cada vez más sostenible. 29

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