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ANALES HISTÓRICOS - DE 1623 A 2005 REAL, ILUSTRE Y FERVOROSA HERMANDAD Y COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN - PARROQUIA DE SAN GIL ABAD Juan Martínez Alcalde, cronista de las Glorias de Sevilla
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REAL, ILUSTRE Y FERVOROSA HERMANDAD Y COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN - PARROQUIA DE SAN GIL ABAD ______________________________________________________
ANALES HISTÓRICOS - DE 1623 A 2005 por Juan Martínez Alcalde, cronista de las Glorias de Sevilla 1623.- En este año se fecha la reja que cierra la capilla, estimable e interesante ejemplar de metalistería, compuesto -como es lo usual- de un cuerpo y friso, con balaustres, encima de cuyo conjunto se inserta armonioso remate con un ostensorio central, motivos geométrico-vegetales y cabezas de ángeles con alas a los lados. El ostensorio hace referencia a que este recinto ha sido ocupado por la Hermandad Sacramental, la cual cedió generosamente su uso a la del Carmen. Siglo XVIII.- El retablo de estípites en la citada capilla está recompuesto con elementos de la primera y segunda mitad de esta centuria. 1888.- En su libro “Homenaje de Sevilla a la Virgen del Carmen en el VII Centenario de su Escapulario” (1951), el padre fray Ismael de Sta. Teresita, al hablar de la Hermandad del Carmen de Sta. Catalina dice textualmente: “El 29 de Enero de 1888 se agrega a ésta la Hermandad de la Virgen del Carmen de la Parroquial de San Gil para participar de las gracias y privilegios de la de Santa Catalina”. Así pues, resulta posible que antes de la Hermandad actual existiera alguna otra asociación carmelitana, la cual habría actuado como germen embrionario. 1905.- El 19 de febrero un grupo de devotos fundó esta Hermandad, que no obstante su carácter moderno, llegaría a poseer un completo efectivo para celebrar su procesión, la cual vino organizando ininterrumpidamente. Los hermanos fundadores fueron: José Verea Bejarano (sacerdote ecónomo, que dio su anuencia), José Montenegro Estévez, Juan Castro Benítez, Juan Medina Hermosín, José Guijarro Tapada, Rafael Franco Tello, José Rodríguez Juanino y Gabriel Espinal del Valle. A principios de siglo corría una coplilla alusiva al fervor carmelitano de su barrio: “En el Arco de la Macarena / la rueda de un carro / a un niño cogió / y su madre triste y afligida / un escapulario del Carmen le dio”.
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1906.- La Hermandad hizo el voto de la Asunción, uniéndose así al movimiento devocional que tres años antes se había emprendido en la Pastora de Santa Marina. 1914.- Por sorprendente que parezca, este año la procesión no se anunciaba en julio, sino en septiembre. Ignoramos las causas, si esto fue por alguna anomalía o por costumbre generalizada de aquella época, pero lo cierto es que el diario El Noticiero del lunes 7 septiembre 1914 dice: “Anoche salió en procesión con gran solemnidad de la iglesia de San Gil la venerada imagen de Ntra. Sra. del Carmen”. 1924.- El título de Real le viene por tener en sus libros firmas de personas reales, entre las que figuraban la reina Amelia de Portugal y la infanta María Luisa, con fecha 18 de mayo. Muy típicas eran las Veladas que hacia esta época se celebraban en la festividad de la Virgen, actos populares muy del agrado de los barrios durante la tórrida estación veraniega y para los cuales el Ayuntamiento suministraba su aportación. Se colocaban “tíos vivos” y puestos en la calle Resolana, y se iluminaba “profusamente” el Arco (tan emblemático de su barrio), el cual ofrecía un “bonito aspecto”. 1936.- El incendio del templo de San Gil del 18 de julio privó a la Hermandad de todos sus enseres, incluida la propia imagen de la Virgen, que por ser el tiempo de los cultos solemnes, se hallaba presidiendo el altar mayor. Seguramente la escoltaban en él las dos efigies de San Simón Stock y Santa Teresa, que algunas veces la acompañaban también en el paso, formando una especie de “misterio de Gloria”, de gran sabor piadoso y enjundia iconográfica. (De todo ello solamente podemos juzgar ya a través de antiguas fotografías, donde resaltan los valores devocionales del grupo). Debido a las cuantiosas pérdidas sufridas, la corporación quedó durante algún tiempo sin manifestaciones de vida. 1940.- Un grupo de supervivientes fundadores reorganiza la Hermandad. Entre dichos hermanos se encontraba don Gabriel Espinal, quien donó una imagen de José Ordóñez para reemplazar a la perdida en el incendio, y que al parecer este señor poseía particularmente en su casa. Como aún estaba reconstruyéndose la parroquia, hubo de residir tres años en la iglesia del Hospital Central. Dicen las actas: “En nuestra ciudad y a las diez y media de la mañana del día 14 de julio de 1940, se celebró en la iglesia del Hospital Central donde se halla instalada provisionalmente nuestra titular mientras se termina de reconstruir su templo, la parroquia de San Gil Abad, la bendición de la nueva imagen de Ntra. Sra. del Carmen, la que fue regalada a nuestra fervorosa Hermandad, por un modesto hermano el que indicó que no se mencionase su nombre, bella imagen
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de construcción grandiosa y hermosa, y seguidamente se procedió a su besamanos, asistiendo a este acto además de un número nutrido de fieles, hermanos y hermanas, toda la Junta reorganizadora de la Hermandad, todas las Hermandades del Carmen de la capital, Escuelas Católicas de las Hermanas de la Doctrina Cristiana, y representantes de algunas que otras Hermandades y Cofradías, entre ellas la de Ntra. Sra. de la Esperanza de nuestro típico barrio macareno. El acto resultó brillantísimo predicando en la Misa Solemne el Rvdo. Cura Párroco de San Roque, don Luís Cruz Sánchez. Entre los numerosos asistentes se encontraba el Sr. Comandante de Marina”. Salió ya en procesión de Gloria el domingo día 28, a las ocho de la noche. “Fue la aclamación de todo el barrio el paso por las calles de la feligresía, en cuyas casas sus balcones estaban cubiertos por ricas y bonitas colgaduras, rociando a la Santísima Virgen de hermosas y bonitas flores, recogiéndose cerca de la una de la noche, en cuya entrada la esperaban innumerables fieles que agasajaron su hermosura”. En la mañana de esta salida un nutrido grupo de hermanos salió a postular recogiendo 155 pesetas. 1941.- Reglas nuevas en 21-4. Era párroco don Servando Delgado Morgado. Con fecha 14 de junio se firma el Acta primera de la reorganización, asistiendo Antonio Román Villa, Antonio Francisco Pareja Muñiz, Juan de Castro Benítez, Gabriel Espinar (así escriben su apellido), José Madrigal Gutiérrez y Rafael Durá Rodríguez. Se acuerda acudir al Corpus, nombrando una comisión de cinco hermanos, y a la Asamblea Diocesana de Hermandades. En 3 de noviembre se trató sobre el estandarte, que se encomendaría al sr. Espinar, y de pedir presupuesto para el paso a Castillo Lastrucci. 1942.- Acta 3ª de la reorganización, 16 enero. Aunque la Hermandad estaba deseando la adquisición de un paso, “…por ahora se podría seguir con la parihuela que se tenía comprada en la cantidad de 400 pesetas” e irse arreglando con ella. Tampoco se pudo hacer de momento una ráfaga, presupuestada en 3000 pesetas, pues “por tenerse en proyecto la compra del altar, que se desistiese por ahora hasta mientras tanto no se adquiriese este objeto más necesario”. Poco después, en abril, ya se habla de un altar adquirido y de las propuestas para restaurarlo e instalarlo. 1943.- Regresa al templo de San Gil. La Hermandad de la Esperanza cede el paso de la Virgen del Rosario “y además todo cuanto se desease”. Ni que decir tiene, se le dio un “ampliadísimo (sic) voto de gracias”. Se hace constar en acta (30 julio) la satisfacción “por el lucimiento rebosante, sobrepasado a los años anteriores, de la procesión de la Stma. Virgen por las calles de la feligresía y otras colindantes, y el enorme acompañamiento de representaciones y fieles en general”, lo cual indica el entusiasmado ambiente que había a los pocos años de la reorganización.
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1944.- Por este tiempo se celebraba rosario de la Aurora. La procesión prescindiría este año de la calle Torrejón, plaza de la Europa y Doctor Letamendi, llegando solamente hasta la Cruz Verde para volver por Feria a su barrio (acta 8). “Este año estrenaba el manto de rico damasco blanco con flores doradas y los faldones de terciopelo grana, por cuyo motivo el paso iba de verdadero gusto y presentación, debido a la mano de obra de nuestro prioste Sr. Espinar, consiliario Sr. de Castro y de otros hermanos que ayudaron, de la Junta de Gobierno, para que el lucimiento y esplendor rebozase (sic) al de años anteriores” (acta 9). 1945.- (Acta 10, 8 mayo). “El Sr. Mayordomo manifiesta… de que la Hermandad de la Macarena ha puesto a la venta los candelabros del paso Virgen del Rosario, que están en buen uso, acordándose verlos por si conviniesen, comisionándose en este asunto a los Sres. Hermanos de Espinar y Castro, comunicándonos el Sr. Román Villa que él como Mayordomo de la Hermandad fijaba su precio en 300 pesetas, y como se deja relatado se quedaron en ver y contestar el precio”. Sin embargo, como luego veremos, tales candelabros no se adquirieron definitivamente hasta mucho más tarde. 1946.- La Hermandad hizo voto sanguíneo de la Inmaculada, voto y juramento en pro de la Asunción y Mediación de Nuestra Señora, y se consagró al Inmaculado Corazón de María. Respecto a la procesión, “debido al poco numerario con que cuenta en la fecha la Hermandad y teniendo algunas deudas respetables que satisfacer, este acto ha quedado suspendido provisionalmente hasta mientras tanto no sean satisfechas las deudas…” Se dejó el tema sin decidir, según se desarrollaran las circunstancias, pendientes de la dimisión del cargo de mayordomo, y no sabemos si al final la procesión salió, porque no hay referencias en el acta siguiente. 1947.- Constitución nueva Junta. 1948.- El Sr. Espinar regala una bandera y el hermano mayor la vara para la misma. 1949.- Quedó acordado adquirir cuatro jarras de metal para la salida. Se encomienda al sr. Espinar para gestionar la peana. En el acta nº 18 (4 septiembre) “se acuerda mandar hacer cuatro candelabros grandes y dos pequeños para el paso, presupuestados en 4000 pesetas, según diseño presentado por el Sr. Mayordomo”. 1950.- Por esta época de principios de los años cincuenta, la Hermandad del Carmen estaba ya muy floreciente y poseía más de trescientos hermanos. En realidad, su vida ha transcurrido desde entonces acá sin ningún bache notable, caracterizándose por su regular constancia.
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“Están muy adelantados los trabajos en los candelabros y jarras, así como en un nuevo Simpecado que estrenará este año la Hermandad”. 1951.- Hasta este año sirvió como sagrario la capilla que hoy ocupa, propiedad de la Sacramental, la cual se muda al recinto que antes había ocupado la Cofradía Macarena. La junta de la Hermandad del Carmen le pide al sr. cura el local segundo de encima de la colecturía, al lado del coro, para guardar los enseres corporativos, siendo concedido. 1952.- Se estaban terminando los candelabros, cuatro dalmáticas y 18 faroles altos” (acta 21). 1953.- “No habían sido terminados de su doración (sic) los dos últimos candelabros”. (acta 23, 14 junio). Se presentaron varios dibujos para la nueva peana de la Stma. Virgen, y los Santitos que van acompañando, gustando uno de los dibujos, que fue aprobado por unanimidad. Se acordó empezar a hacer las gestiones para la realización de ambas cosas. Don Gabriel Espinar manifestó que él regalaba la cabeza del Santo San Simón de Stocht (sic, acta 24, 15 nov.). 1954.- El día 2 de julio quedaron renovadas las Reglas. El prioste Espinar dona una toca y la confección de dos velas rizadas para adornar el paso. 1955.- Bodas de Oro de la Fundación. Quinario durante los días 6 a 10 de agosto, y el 14 del mismo mes la función y procesión. El 16 de julio hubo dos misas, una rezada, la otra cantada. Comunicación sobre el dorado de las peanas de los Santitos que acompañan a la Stma. Virgen. Limosna de pan a los pobres. Nuevo Libro de Reglas, en pergamino y plata repujada. Regalo al Niño Jesús de un traje bordado en seda y oro. 1956.- Estrenos: cuatro faroles grandes, corona de plata dorada para el Niño, cetro de plata sobredorada para la Virgen, cuatro ciriales repujados. 1957.- (Acta 28, 19 mayo). Se hace constar el sentimiento por el fallecimiento de don Gabriel Espinar del Valle, “prioste que fue de la misma durante muchos años, el que mostró siempre desinteresadamente su mucho interés y fervor a la Stma. Virgen, dando cuanto poseía por la lucidez (sic, queda más propio lucimiento) de la Virgen y bien de la Hermandad; que Dios N. Sr. se lo premie y esta Hermandad en sus oraciones pide por su alma”. Entre las donaciones dejadas por este señor figuraba “un arcángel para que se haga un ángel colero” y “diez mil pesetas para la construcción de una corona que corresponde a la venta que en su día se haga de la casa nº 45 de la calle Don Fadrique”.
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Por otra parte comunicaba el sr. mayordomo los estrenos: “Doración competa de la peana en oro fino, un nuevo ángel, Cruz de Guía dorada estilo sevillano, dos candelabros de peana”.
Este año 1957 fue bastante intensivo en la Hermandad, donde sucesivas actas nos dan a conocer los movimientos efectuados para renovar las andas. Así el acta 29 (11 agosto) anuncia la venta del paso antiguo y de la compra de otro. El acta 30 (27 agosto) informa que la comisión encargada del asunto, sres. de Madrigal, Mediavilla y Roales, presentaron un croquis de dos dibujos de los tallistas sres. Salas y Velázquez (sic), en madera de pino Flandes, y piden el 1º 15.000 y el segundo 21.500. Se propone la venta del San Antonio que regaló el hermano fallecido don Gabriel Espinar (q.e.p.d.) y el producto invertirlo en la compra del paso y respiraderos. Sobre el paso antiguo se habían interesado los del Corpus Christi (suponemos será la asociación carmelitana que funcionaba en esta parroquia) y una Hermandad de Utrera, la del Cristo de la Buena Muerte. Se pide por la venta 12.500 y se quedan (¿en?) 10.500 y los candelabros 15.000 pts.
1958.- El mayordomo manifiesta: Venta de la imagen de San Antonio en pts. 4.500; venta de la parihuela y respiraderos antiguos, en 10.500; y el cobro de la herencia que dejó el sr. Espinar, 9.935. Se hizo la nueva parihuela, que ha importado 3.600 (La Hdad. de la Macarena donó los dos largueros). Para los nuevos respiraderos se hizo el contrato con el tallista sr. Vázquez en pts. 22.500 y también reforma de la peana; las seis jarras se han llevado al orfebre sr. Fernández para su reforma, y además un llamador para el paso. También se está reformando el manto grande (acta 31, 18 mayo). 1959.- La Hermandad Carmelitana logra una buena baza artística, cuando la Cofradía Macarena le vendió los bellísimos candelabros que antes habían pertenecido a los pasos de la Sentencia y del Rosario, los cuales producen un audaz efecto con su tallo central sinuosamente curvado hacia fuera. Aunque sólo llevan seis guardabrisas cada uno, se antojan mayores por su formato abierto y expansivo, incluso con algunas leves asimetrías. Fue una verdadera suerte que
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tales piezas no llegaran a emigrar de Sevilla, malvendidas a cualquier pueblo, sino que permanecieran aquí, en su mismo barrio, sobre el paso de esta esforzada Hermandad Carmelitana, donde lucen de modo magnífico. Para redondear las circunstancias del lance hay que tener en cuenta una dilatada demora, pues como ya hemos visto en estos mismos anales, la primera idea de comprarlos se remonta al año 1945, pero por una cosa u otra no se hizo efectiva hasta ahora. Su adquisición se documenta de manera fehaciente por el acta 32 (17 mayo), donde el mayordomo da cuenta de haberse vendido los candelabros viejos en 4.000 ptas.; y se compraron los de la Virgen del Rosario de la Macarena en 10.000 ptas. y que se estaban reformando éstos y dorando. Nos manifiesta también que se estrenará la crestería tallada y dorada, saya de terciopelo marrón bordada en oro, parihuela forrada de chapa de metal; que la media luna se está reformando y cuatro jarras y guardabrisas. En este mismo año 1959 la madre de una devota, que desde la guerra llevaba el hábito carmelita en acción de gracias por haberse librado del fusilamiento un familiar muy querido, se hallaba con sus hijos, a uno de los cuales se le disparó accidentalmente la escopeta que su padre utilizaba para cazar pajaritos. Cuando fue atendida en el vecino Hospital, hoy Parlamento, le quitaron el cordón de la Virgen del Carmen que llevaba en la cintura y el médico vio que la bala se había alojado allí, sin traspasar el cuerpo, produciéndole tan sólo una pequeña herida. 1960.- (Acta 33, 26 mayo). Respiraderos dorados en oro fino, faldones de terciopelo granate y escapularios para los angelitos. Dados los cuantiosos gastos se propone (acta 34, 26 junio) suspender por este año la salida, acordándose por unanimidad y que se comunique mediante circular a los hermanos, explicándole el “motivo por el cual se ha llevado a cabo, para la satisfacción de todos”. También se expresa el sentir por el fallecimiento del sr. Madrigal (padre), hermano mayor que fue durante largos años de esta corporación. 1961.- Se estrenan por fin los respiraderos, cuya talla salió de los talleres de Salas y de Vázquez, así como los faldones. Con todo ello, el paso procesional adquiría una fisonomía verdaderamente espléndida, premiando el esfuerzo de los hermanos. 1962.- Se acuerda dar un donativo a la Hermandad de la Virgen del Carmen de la capilla de Calatrava, “para ayudar a la reconstrucción de su templo”. 1963.- Además de los cultos habituales se dispone celebrar unas novenas de Ánimas en el mes de noviembre, rezadas, sin predicador y con responso, el último día habrá misa cantada en sufragio de los Hermanos difuntos. Adhesión a la coronación de la Esperanza Macarena. 1964.- De nuevo se acuerda suspender la salida procesional “por carencia de fondos, dado lo elevado del presupuesto y al objeto de dedicar estos fondos a cumplimentar cosas más necesarias de que carece nuestra Venerada Imagen”.
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1965.- Sale la procesión y se agradece a la Hermandad de la Macarena, “tanto por su acompañamiento como por su interés en dar mayor esplendor a nuestra Virgen, ofreciéndonos la corona, media luna y cetro de la Virgen del Rosario”. Se propone el proyecto de hacer corona propia en plata sobredorada, según modelo fotografiado y presupuesto del orfebre sr. Villarreal, acordándose lanzar para ello un oficio petitorio, el cual será extensivo “no sólo a los Hermanos sino a toda la feligresía”. usto cuando se hallaba ejecutando esta presea, falleció el malogrado e inspirado orfebre Manolo Villarreal Fernández, cuando se hallaba ocupado en la ejecución de una corona para la Virgen del Carmen, que estrenada al año siguiente, puede considerarse una de sus obras póstumas. Como ya hemos indicado, se hizo por suscripción en el barrio entre feligreses y hermanos. 1966.- El día 16 de julio fue bendecida e impuesta la corona. Pese al fallecimiento de su maestro fundador, el taller Villarreal queda afortunadamente en activo, regentado por su viuda, y se convierte por así decirlo en la firma que más se repite dentro de esta Hermandad Carmelitana, con la cual se vincula de manera inexorable al producir un buen plantel de insignias durante los años sucesivos. Por ahora fue presentado ya el proyecto de las nuevas varas, que produjo la “satisfacción de los reunidos por la originalidad del mismo, acordándose hacer las cinco varas de la presidencia”.
Además, el escultor Francisco Buiza realiza el Niño Jesús que porta actualmente la Señora, de mayor calidad artística que el anterior. Sigue un estilo propio, paralelo a la iconografía angelical prodigada por este fecundo imaginero carmonense. En el acta nº 43 (29 julio) no se habla para nada de nueva hechura, sino que “nuestro Hermano Consiliario 4, Sr. Bermudo propuso a la Junta que una vez restaurado (sic) el Niño de la Stma. Virgen, él regalaba las nuevas potencias, y para lo cual en Junta venidera se presentará un proyecto y presupuesto de las mismas, basadas en el estilo de la nueva corona, siempre a base de plata”. 1967.- Don Rafael Bermudo Valera hace la donación prometida de unas potencias de plata sobredorada para el Divino Infante. También se da cuenta de haberse entregado 7.000 pts.a los talleres de la Viuda de Villarreal, a cuenta del juego de varas que se está construyendo y cuyo importe total asciende a 25.000 pts. 1968.- Aunque el balance arroja un superávit de 12.893´70 pts., “como quiera que esta cantidad es insuficiente, se pretende que la Virgen no salga; a lo cual el Sr.
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Teniente de Hermano Mayor, Sr. Madrigal se ofrece a correr con cuantos gastos ocasione la salida de la Stma. Virgen, y a medida que la Hermandad vaya pudiendo, se la vaya reintegrando tal cantidad”. El gesto fue apreciado en cuanto valía. Se pretende “renovar insignias que están en desuso”. 1969 a 1971.- No hay actas de estos tres años. 1972.- Hacia este momento se labraron: Cruz procesional, imitando a las clásicas parroquiales; varas, con el escudo de la corporación; asta de la bandera concepcionista, rematada por una pequeña efigie de la Pureza; pértiga e incensarios. Después de tales esfuerzos, con el saldo existente era imposible sacar a la Stma. Virgen, a lo cual contestó un hermano que porque no saliese un año la procesión (en realidad ya había precedentes de ello), “no iba a pasar nada, y que se hiciese un retablo de la Virgen y se pusiera en la fachada de la sacristía de la parroquia”.
1973.- El domingo 13 de mayo fue bendecido un azulejo con la imagen titular, colocado en el exterior de la sacristía de su parroquia, mirando a calle San Luis. Se da un voto de confianza a los hermanos don Manuel Roales Vázquez (prioste) y don José Madrigal Gutiérrez (mayordomo), “ya que son los verdaderos artífices del mantenimiento de la Hermandad”. Se acuerda (acta 51, 3 junio) que el taller de la Vda. de Villarreal efectúe el remate del Estandarte (cincelado de la bola sobre la cual asienta la Cruz). Este año 1973 fue uno de los de mayor actividad en la historia corporativa, pues los cabildos pasaron a ser mensuales. La mayoría se refieren a cuestiones de régimen interno, por lo cual no extractamos su contenido. Sí merece, en cambio, reflejar lo que dice el acta nº 49, d e11 de marzo: “D. Antonio Muñoz Castro solicita de la Junta, si lo cree oportuno, aprobación para que la imagen de la Stma. Virgen del Carmen sea retocada en la garganta y boca (rebajándose la primera y abriéndose la segunda), ya que con ello ganaría mucho la imagen. Tras cambiar impresiones sobre la cuestión y contando con la opinión favorable de todos los miembros, incluidos el Director Espiritual, se aprueba dicha petición, acordándose que se consulte la labor a realizar al imaginero sevillano D. Sebastián Santos y según su dictamen y presupuesto, una vez presentado en uno de estos Cabildos mensuales, llevar a efecto dichos retoques en el momento que se crea oportuno”.
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1974.Se realiza el estandarte, bordado en los talleres de Carrasquilla, y se debate instalar una caseta en la Feria, por el beneficio económico que esto supondría. Procesión idéntica al año anterior, “salvo la variante de pasar por la barriada de la Esperanza”.
En 15 septiembre, “otro proyecto existente es el de los retoques a la Imagen de nuestra Titular, sobre el cual no se han pedido aún presupuestos, por lo que se determina hacerlo de inmediato y tratar de ello más adelante”. Debió de contactarse rápido con Francisco Buiza, de honorarios más asequibles que su maestro Sebastián Santos, pues en 13 octubre se informa: “la restauración de la imagen de la Virgen se pospone hasta pasada la Semana Santa, debido al cúmulo de trabajo del restaurador y con ello se podrá dedicar la atención a finalizar el juego de insignias”. 1975.- El ya citado Francisco Buiza retoca el rostro de la imagen mariana, mejorando de forma notable su expresión y policromía. También se visita al orfebre, para la culminación de las insignias y varas de la Hermandad. El presupuesto dado por el escultor era de 12.000 pts. Se paga al contado, no así a los talleres de Villarreal, con respecto a las insignias. 1976.- Continúa la meritoria e imparable reposición del patrimonio: Ahora son novedad el asta del estandarte y hachetas para luces, de la casa Villarreal. Mucho antes doña Josefa Roldán ya había bordado el Simpecado (digna obra sobre terciopelo marrón), además de confeccionar la bandera Concepcionista y unas bonitas dalmáticas para los acólitos. Estas últimas, con sencilla y grata técnica de repostero sobre fondo de damasco blanco, ostentan lemas carmelitanos (“En la vida amparo”, “En la muerte ayudo”…), y pueden considerarse ya como un verdadero lujo, que ni siquiera poseen muchas Cofradías de Penitencia. ¿Quién podría imaginar ahora que la Hermandad se había quedado literalmente a cero en el año 36?
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1977.- Por estar en obras la calle San Luís, cambia el itinerario de la procesión. Se desiste alargarla por calle Macarena y salir por Fray Diego de Cádiz a plaza del Pumarejo, porque consultado el capataz indica que eso costaría de 6.000 a 8.000 pesetas más en la cuadrilla. Finalmente se propuso: Pozo, Malpartida, Relator, Parras, Escoberos, Fray Luis Sotelo, Resolana, Torrigiano, Don Fadrique, Arco de la Macarena, San Luís y plaza de San Gil. Como en años anteriores, la hermandad repartió bolsas con alimentos durante la Navidad. 1978.- Se aprueba hacer un donativo de 5.000 pts. a la Hermandad de la Macarena con motivo de la restauración de Ntra. Sra. de la Esperanza y obras de consolidación en su Basílica. También se aprueba realizar cuatro faroles cincelados para la Cruz de Guía procesional, una naveta de incienso y media luna de plata cincelada. Curioso lo que dice el acta 109, 13 de julio: “Ante la situación política y de transición en que nos encontramos inmersos, esta Junta acuerda que Ntra. Sra. del Carmen no luciría ninguna alhaja durante su recorrido procesional, excepto sus pendientes y el alfiler con su nombre”. Precisamente en tales circunstancias un devoto donó una sortija que llegó a ponérsele en su mano a la Virgen, pero como eso contradecía el acuerdo, después de algunas cavilaciones, poco antes del momento de la procesión se adoptó una solución de compromiso: colocarla sobre el cetro, con lo cual se satisfacía a la persona devota en su deseo la Señora luciera esa sortija y se respetaba por otra parte la decisión de la Junta. 1979.- Los herederos de Villarreal labran unas jarras para el exorno floral del paso y unos ciriales para escoltarlo. (También, en años que no tenemos computados pero que son más o menos de esta misma época, labrarían el cetro, la media luna, los escapularios, las potencias y sandalias del Niño, armónico conjunto de atributos en plata de ley sobredorada, con alguna ornamentación de pedrería). Se expuso la necesidad de “que el retablo de Ntra. Sra. fuese sustituido, pues el mismo se encuentra muy deteriorado. Interviene nuestro Director Espiritual y dice que él no cree conveniente este extremo, y sí una profunda restauración, pues se trata de un buen retablo y que en la actualidad difícilmente y a mucho costo podríamos hacernos de uno mejor”. Fue una juiciosa intervención que preservó este apreciable conjunto, donde siempre se notará su condición de acarreo, pero siempre será también mejor y con más clase que cualquier conjunto moderno. Un hermano preguntó si este retablo era propiedad de la Hermandad y se le contestó afirmativamente.
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La cuadrilla de hermanos costaleros de la Macarena, con su capataz sr. León, se harían cargo del paso del Carmen. Se mandó una representación a la procesión del mismo título en la ribereña localidad de Coria del Río. 1980.- Se cumple el 75 aniversario de la fundación de la Hermandad. Con este motivo, en su salida del domingo 20 de julio, el paso de la Virgen del Carmen entró en la Basílica Macarena, donde se cantó una salve de acción de gracias. La nota azarosa del día es que uno de los cohetes disparados durante la procesión cayó sobre la azotea de esta Basílica y se produjo un conato de incendio que –afortunadamente- no pasó de la alarma y del susto. Según informa un periódico: “la rápida intervención de los macarenos y de los agentes de un patrullero de la Policía Nacional, que sofocaron las llamas con varios extintores, evitó lo que pudiera haberse convertido en toda una catástrofe para el pueblo sevillano”. Innecesario resulta añadir que desde entonces ha sido guardada bajo siete llaves la tentación lúdica y levantina de la pirotecnia. Hallándose una señora (hermana de José García Jiménez, “El Sentencia”) en su carrito de imposibilitada contemplando a la Virgen del Carmen por calle Parras, el paso paró delante de ella. Al proceder a la “levantá” un nardo desprendido vino a caer en su falda y le fue ofrecido por el Hermano Mayor. Posteriormente, y según le manifestara su hermano, el referido José García, “ésta había sentido una gran mejoría e incluso se levantó del carro, por lo que, podemos suponer que Nuestra Señora ha intervenido en su mejoramiento”. Se propuso la posible restauración de los ángeles de los respiraderos, pues se encuentran bastante deteriorados por el sitio donde van situados, donde sufren el continuo roce de las personas. Se propuso colocarlos “en una base que asentaría en la delantera de los candelabros, sobre una nube, tratándose éstos naturalmente de los que figuran en los laterales”. La propuesta quedó para estudio (Como eso hubiera roto la simetría del paso poniendo cuatro ángeles delante y cuatro detrás, sin haber ninguno en los laterales, lo que finalmente se hizo poco después, fue emplazar seis de ellos sobre los arbotantes delanteros de la peana, dejando como reserva la pareja sobrante).
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1981.- El 12 de julio le fue impuesta a la imagen la “Cruz de Gracia Magistral de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén”, que también le fue otorgada en Sevilla a la Virgen del Rosario de Montesión. Todo ello se gestionó por medio de don Manuel González de Sancha y Sancha, y por disposición del príncipe don Enrique de Borbón, Gran Canciller de la Orden de San Lázaro de Jerusalén. Con posterioridad a dicha entrega hubo polémica en la prensa sobre si tal Orden existía o no. En una Carta al Director de El Correo de Andalucía (1-12), el entonces consiliario de la Hermandad de San Gil, Jacinto García Prieto, contesta a la agencia Logos, diciendo que tienen en su poder “toda clase de documentación, que acredita la existencia de la mencionada Orden”. Dadas las condiciones de la calle San Luis, en trance de arreglo, el paso sigue pasando por Pozo, “donde sufre muchos deterioros por la angostura de la calle y por el público que se arremolina para verlo, peor en tanto la otra calle no se arregle éste se considera el itinerario más adecuado”. 1982.- Curioso que una Cofradía penitencial del Santo Entierro, de un pueblo de la provincia, solicitara a esta Hermandad gloriosa del Carmen le prestara varas para su salida procesional lo cual –con esa generosidad típica de las entidades letíficas- le fue concedida sin mayores problemas, no obstante la disparidad iconográfica en los escudos. esde este año 1982 (acta 153, 21 mayo) hasta el 1996 (acta 167, 18 marzo), queda interrumpido el Libro de las mismas, con páginas en blanco, aunque es de suponer fueron transcritas en otra parte, dado el salto de la numeración. 1985 (hacia).- Poco antes de publicarse nuestro libro sobre las Hermandades de Gloria (1988), la ornamentación de las andas había sufrido una ligera reforma, consistente en emplazar sobre los arbotantes delanteros de la peana tres de las cuatro parejas de querubines que antes figuraban en los respiraderos. Del mismo modo, el ángel de la parte trasera había sido vuelto a policromar, mejorando bastante su aspecto. 1988.- Por obras en su templo de San Gil, la Hermandad del Carmen salió de la Basílica Macarena, circunstancia que coincidió con el Año Mariano. Se estrenaban faldones y broches, así como las coronitas de guardabrisas. 1989.- Orfebrería Villarreal ejecuta dos guardabrisas para la mesa de Junta. 1990.- En Boletín de las Cofradías se anuncian como estrenos seis guardabrisas para el paso, de Villarreal; nuevas cortinas para los cultos, y una imagen de la Virgen del Carmen en plata para la delantera del paso donada por una hermana. 1997.- Urgente necesidad de arreglar la peana, la cual se encontraba en muy mal estado. Se estaba realizando inventario de enseres, el cual finalizaría en 1998. La cera se pedía en préstamo a alguna Cofradía de penitencia .
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1998.- En acta 180 (30 junio) se consigna un par de pendientes de oro, con ocho camafeos de corales cada uno y una mantilla de Chantilly, obsequio de don Francisco Valdés Montes. “De estos enseres se hará depositario el Teniente de Hermano Mayor, hasta que en nuestras dependencias se tenga seguridad suficiente como para permanecer ahí”. 1999.- Es novedad una saya bordada en oro sobre terciopelo marrón, bajo la dirección de Ketty Camacho García. 2000.- Como la Hermandad ha venido empleando sistemáticamente sus escasos recursos en cultos y patrimonio, la verdad era que nunca ha podido disponer de amplias dependencias. Tan sólo había una pequeña oficina en el lado derecho del coro, un poco escondida quizá. Este año se logra acometer por fin la mejora del recinto, aunque para ello -como dice el mayordomo- “tuviéramos que apretarnos el cinturón un poco más”. Incluso se dota a este espacio de un “toque carmelitano”: Sus paredes se pintan en color crema, haciendo intencionado contraste con el zócalo, la puerta y armario, cuyo color es marrón oscuro. Asimismo, se inicia la publicación de un boletín recogiendo las actividades corporativas. Notable la instalación que la priostía hizo para el besamanos, instalando en el presbiterio los respiraderos y faldones del paso como plan de altar, candelería y jarras escoltando al Simpecado bajo el templete del altar mayor, y la Virgen delante del mismo, en afortunado conjunto estético. La Hermandad participó con alguno de sus efectos en la primera exposición de enseres de Hermandades de Gloria de Sevilla (Casino de la Exposición, del 5 al 17 de diciembre). Se contabilizaban entre ellos el simpecado, una saya y varas. En el mes de julio apareció “Carmen de San Gil”, el primer Boletín informativo de la Hermandad, con una tirada de 500 ejemplares. 2001.- La hermana doña Rosario Manzano Rodríguez había confeccionado dos sayas completas de pana aterciopelada color marrón, restaurándose sus respectivos escapularios sobre el hábito, uno bordado y otro de encaje. El grupo de acólitos realizó una excursión a Isla Margarita, termino de Cazalla de la Sierra, en fraternal convivencia con todos los grupos de acólitos de las distintas Hermandades de Gloria de la ciudad de Sevilla. 2002.- En el mes de noviembre la venerada imagen fue restaurada de modo excelente por el profesor Miñarro, quedando de nuevo expuesta al culto el día 29 con un besamanos que se prolongó el sábado día 30. ABC (domingo 21 julio) informa que la Hermandad estrenaba este día el tocado y los pendientes de la venerada imagen, regalo de hermanos; las restauraciones de los cuatro faroles de la Cruz de Guía, y del juego de potencias y luna, por orfebrería San Blas.
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2003.- La Hermandad celebró el besamanos, función y procesión en julio, pero trasladó el triduo al mes de noviembre; esta medida, condicionada por la diáspora estival y autorizada por las Reglas, busca una mayor participación de los fieles, en un tiempo en que se recuerdan a las Ánimas Benditas del Purgatorio, tan vinculadas a la devoción carmelitana. Gracias a un importante donativo pudo repararse y dorarse la corona de salida, cetro y media luna (como ya se venía intentando desde el año anterior). Se recibió fraternalmente a la Divina Pastora de Santa Marina, en su visita extraordinaria a San Gil (día de San Fernando) con motivo del tercer centenario de la advocación. Cediendo hasta la propia capilla, como buena anfitriona, para que pudiese depositar efectos e insignias. 2004.- Visita de la Venerable Hermandad y Cofradía de Ntra. Sra. del Carmen de los Realejos (Tenerife), para crear lazos de unión entre las dos corporaciones. Estaba presente el locutor don Agustín Hepburn Asquerino, miembro de la Junta de San Gil y consiliario de la misma, el cual poco después desaparecería en tristes circunstancias, que conmovieron e impactaron vivamente al mundo cofradiero. El jueves 26 de febrero tuvo lugar el primer Pregón Cofrade de esta Hermandad, a cargo del secretario don Abel González Canalejo. La Hermandad continúa manteniendo su tradicional caseta en la Feria, que obtiene gran acogida, repartiéndose cerca del centenar de carnets. “En algunos momentos hubo hasta cola y más de un hermano nos apuntó que parecía que estábamos repartiendo papeletas de sitio”, comenta el fiscal Pedro Romero Villarán. En más de una ocasión dicha caseta ha estado a rebosar y siempre ha existido un estupendo ambiente. Se ha creado ya un logotipo para el centenario, con el rostro de la Virgen y el lema Carmen de San Gil 1905-2005, sobre fondo marrón. Durante la procesión del 18 de julio el paso llevó una vara terciada sobre el respiradero frontal y sujeta con lazos negros, en memoria del Sr. Hepburn. 2005.- La Hermandad celebró su centenario, con diversos actos a lo largo del año. El cartel lo dibujó fray Ricardo de Córdoba. El 10 de febrero abrió el ciclo el periodista Víctor García-Rayo, que pronunció el segundo pregón de la Hermandad. El 13 de febrero fue bendecido un azulejo conmemorativo en la plaza de San Gil, cuya torre había sido engalanada, ostentando pendones con los colores carmelitanos. A finales de abril, se sabía ya que la Infanta Elena ha aceptado el nombramiento como Hermana Mayor honoraria de la corporación, continuando así su vinculación con
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la Casa Real. También se anunciaban el estreno de la marcha “Carmen de San Gil”, para el 20 de mayo; la presentación del cartel conmemorativo y un Boletín extraordinario el 16 de junio; el estreno de una Salve dedicada a la titular en la función principal; y entrega de recuerdos a los hermanos que hayan cumplido sus bodas de plata. Aparte, claro está, de la habitual salida procesional, convocada este año para el sábado 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen. En el transcurso de la misma el cortejo hizo una emotiva estación dentro de la Basílica Macarena, donde se encontraron la Esperanza, el Rosario y el Carmen, las tres grandes advocaciones marianas con raigambre histórica en este barrio. La acompañaba la banda musical de Nuestra Señora de la Paz, de Málaga, que por primera vez actuaba en Sevilla y que, curiosamente, antes de comenzar la procesión, había acudido a la misma Basílica, para realizar una ofrenda floral a las plantas de la Virgen de la Esperanza, ofreciéndole asimismo la interpretación de dos de sus marchas (“Esperanza Macarena” de Pedro Morales, y “Coronación de la Macarena”, de Pedro Braña). Tras el canto de la salve, la venerada imagen del Carmen salió de la Basílica a los sones de “Macarena”, de Emilio Cebrián. Otro rasgo extraordinario de la procesión es que alargó su itinerario hasta la parroquia de Omnium Sanctorum, lo cual -naturalmente- repercutió en su hora de recogida, bien pasada ya la madrugada. Nuestra felicitación a la querida Hermandad Carmelitana del barrio Macareno, ejemplo de constancia, de trabajo callado y superación ante la adversidad.
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La Hermandad de Ntra. Sra. del Carmen de San Gil quiere expresar su agradecimiento a D. Juan Martínez Alcalde, sin cuyas investigaciones y desvelos gran parte de la historia de las Glorias de Sevilla se habría perdido. Sevilla, 20 de junio de 2010
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