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APLICACIONES DEL EURO: PARO, PLANES DE LOS GOBIERNOS, CRISIS ASIMÉTRICAS El euro dará estabilidad y ayudará a mantener un crecimiento sostenido, pero también convertirá el empleo y el nivel salarial en la única válvula reguladora en caso de crisis. Cuando hablamos de las consecuencias que tendrá el euro sobre el paro, nos encontramos con una de las principales preocupaciones de los españoles en los años venideros. Está claro, por ejemplo, que el euro beneficiará a los mercados europeos y a los consumidores, pero es mucho más dudoso que, por si solo, ayude a reducir el desempleo. Se supone que la moneda única dará estabilidad a la economía europea y ayudará a mantener un crecimiento sostenido, dos elementos imprescindibles para que se pueda crear empleo. Se calcula, que la inestabilidad monetaria que sufrió Europa en la primavera de 1995 costó a la UE dos puntos porcentuales de crecimiento en dos años y cerca de un millón y medio de puestos de trabajo. El euro evitará situaciones como ésa. Con todo, los expertos estiman que a medio plazo la moneda única exigirá modificar las reglas por las que se rige ese mercado laboral, y que la creación de empleo dependerá más de esas condiciones y de las políticas activas que la simple existencia de la moneda única. En el caso que de producirse una crisis económica sólo en España no repercutiría negativamente a los demás países de la Unión Económica y Monetaria de la UE ya que la economía está tan integrada que cuando se produce una crisis en uno de sus centros suele repercutir en todos los demás. Pero la experiencia demuestra también que puede variar la intensidad Con que afecta a un país o a otro. Eso se lama crisis asimétrica. En el caso español, parece que hasta ahora las crisis nos afectaban más que a la media europea, al igual que nos aprovechamos más de la media en la épocas de bonanza. Pertenecer a la Unión Económica y Monetaria no implica que desaparezcan automáticamente esas diferencias. Existe la posibilidad de que las crisis asimétricas que afecten a un solo país o a un grupo de ellos. En el caso de que hubiera una crisis asimétrica el tratado de Maastricht alude a una posibilidad vaga y deja en manos de cada Gobierno la responsabilidad de hacer frente, con sus propios medios, a una eventual crisis El papel que tomarán las Administraciones públicas en la introducción del euro será el de intentar que se produzcan los menores conflictos posibles. El sector público representa aproximadamente el 50% del Producto Interior Bruto de los Quince. Si este sector retrasase su adaptación al euro dificultaría o impediría su introducción por parte de bancos, empresas y particulares. En cuanto al plan español de adaptación al euro , el vicepresidente económico Rodrigo Rato, dio a conocer el plan español de introducción del euro el 19 de diciembre de 1997. El Plan Nacional para la transición del euro intenta promover una introducción suave de la moneda única por parte de las Administraciones Públicas, de las empresas, del sistema financiero y de los ciudadanos. La Administración española desea utilizar las pesetas en las operaciones anotadas el máximo tiempo posible, es decir hasta diciembre del 2001. Al agotar el periodo transitorio (1999− 2001) para introducir la moneda única el Gobierno Central intenta evitar traumas, limitar los costes y lograr una mayor coordinación entre las administraciones. Es probable que las Administraciones autonómicas y locales sigan la pauta marcada por la Administración central. RIESGO QUE CONLLEVA DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL EMPLEO
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Cuando hablamos de los riesgos que conlleva el euro desde el punto de vista del empleo nos encontramos con uno muy evidente: a partir de 1999 España no puede devaluar su moneda ni aumentar su déficit público por encima del 3% del PIB, salvo en caso de recesión económica muy grave. Hasta ahora, cuando se producía una crisis, disminuía el crecimiento económico y las empresas españolas perdían competitividad cara a sus competidores europeos, el gobierno de turno podía devaluar la peseta: automáticamente se encarecían las importaciones, pero también las se abarataban las exportaciones. Este tipo de devaluaciones, llamadas competitivas, tenía también riesgos importantes, pero servían como válvula de escape en situaciones de crisis grave. Igualmente, si la recesión era muy importante, se podía aumentar el gasto público para animar la economía y para ofrecer protección social a los nuevos parados, lo que también implica ciertos peligros, entre ellos la existencia de una deuda que luego había que pagar y que absorbía buena parte del presupuesto y de los recursos del país. A partir de 1999, estas dos posibilidades quedan completamente excluidas: el euro no depende de sólo del Gobierno español y, además está claro que uno de sus primeros objetivos será demostrar su estabilidad, y todos los países participantes se han comprometido a no permitir que su gato público suponga un déficit superior al 3% del PIB. En caso de crisis económica, el mercado de trabajo y el nivel de los salarios será prácticamente la única válvula reguladora para restaurar la competitividad perdida. COMO AYUDARÁ A MANTENER UN CRECIMIENTO ECONÓMICO SOSTENIDO La moneda única ayudará a mantener un crecimiento económico sostenido por que se confía en que tipo de interés de la moneda única será algo más bajo que el de la peseta y además existirán garantías de que se mantendrá así durante mucho tiempo. El dinero barato, es decir los créditos con bajos tipos de interés, incita a los empresarios a pedir préstamos para ampliar su negocio. También suelen incentivar el crecimiento económico, la estabilidad de precios y la cambiaría. Esta última incita a hacer negocios con países extranjeros cuyas divisas sean estables con relación a la peseta. VENTAJAS PARA EL CIUDADANO ESPAÑOL Las ventajas para España son de índole político y económico. Desde el punto de vista político, el ingreso en el euro supone formar parte de la vanguardia de la Unión Europea. Desde el punto de vista económico y financiero, el acceso a la moneda única otorga una mayor respetabilidad e inspira confianza a los mercados. Una moneda estable resiste mejor las presiones especulativas. Para las empresas importadoras y exportadoras conlleva además una disminución de los costes transaccionales y de la cobertura de riesgo de cambio que con los demás países de la zona euro desaparecen. La participación de España en el área euro puede además servir de estímulo para la reconversión de las estructuras productivas obsoletas y revitalizar el espíritu empresarial, menos desarrollado que en otros países de la futura Unión Monetaria. La incorporación de España al euro puede acentuar la inversión en España de empresas extranjeras en todo el territorio, beneficiando la incorporación de mano de obra española. Cuanta más inversión se realiza, mejor para los ciudadanos, ya que pueden trabajar en éstas empresas, o pueden beneficiarse de la competitividad que crean en el mercado con las empresas de su sector, bajando los precios y beneficiando al ciudadano. INCONVENIENTES DEL EURO PARA ESPAÑA A diferencia de otros países europeos, en España no se ha desarrollado un debate en profundidad sobre las virtudes del euro. Los argumentos empleados en otros países por los adversarios de la moneda única −la pérdida de soberanía monetaria y fiscal− apenas han salido a relucir en España. Entre las fuerzas políticas sólo un sector de Izquierda Unida (el PCE) ha criticado el proyecto de Unión Monetaria. Algunos economistas consideran, sin embargo, que al ser España un país menos desarrollado que sus socios europeos necesita crecer a un ritmo más elevado, y para lograrlo debe ganar competitividad. 2
Para mejorar su competitividad un país como España, con escasa cultura de estabilidad monetaria, ha recurrido con frecuencia a devoluciones de la peseta. A principios de la década de los noventa la peseta llegó a depreciarse un 44% frente al marco alemán, aunque después se recuperó ligeramente. Esas devaluciones en cadena impulsaron las exportaciones y reactivaron el mercado interior. En opinión de esos economistas, la renuncia a utilizar ese método de ajuste conllevará, a corto plazo, una disminución de la actividad económica y un auge del desempleo. En vez de hacerse a través de la devaluación monetaria, el ajuste se haría en buena medida a través del paro. La otra desventaja es la pérdida de soberanía popular a causa de la necesidad de cumplir , ahora y cuando esté plenamente en vigor el euro, con los créditos de convergencia que prevén un déficit público por debajo del 3%. Esta austeridad presupuestaria dificultará o impedirá destinar recursos suficientes a las zonas menos desarrolladas del territorio nacional. A través de los fondos estructurales y del de Cohesión la Unión Europea posee sus propios mecanismos de ayuda a esas regiones deprimidas y España es, entre los Quince, el principal beneficiario de esas subvenciones. Los recursos de los que dispone la UE son, sin embargo, inferiores a los que ostentaban los Estados nacionales, y se corre además el riesgo de que disminuyan cuando se negocien las modificaciones del sistema de financiación de la Unión, a partir de 1999. PLAN DE INTRODUCCIÓN DEL EURO Los bancos, las cajas de ahorros, las cámaras de comercio, la confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), y la Administración del estado o Autonómica van a ayudar a hacer la transición al euro a las empresas españolas. Las empresas informáticas ofrecerán, mediante pago, programas para facilitarle la transición a la moneda única. Las empresas que más se verán afectadas por la introducción del euro serán las que tengan una gran apertura al exterior independientemente de su tamaño y de su rama de actividad. Más concretamente, las empresas que padecerán primero las consecuencias de la entrada en vigor del euro serán las que forme parte o sean subsidiarias de grupos con dimensión europea, las que mantengan un importante tráfico comercial con los países integrados en la Unión Monetaria y las que operen en mercados financieros denominados en euros, es decir en los de la Unión Monetaria Europea. Los expertos consideran que los sectores más afectados serán la industria del automóvil, electrónica, química, finanzas, seguros y servicios, así como la industria farmacéutica. Las empresas deben empezar a hacer la transición al euro desde ya. A la hora de tomar una decisión cuyas consecuencias se extiendan más allá de diciembre de 1998 debe tener en cuenta la inminente introducción de la moneda única. Concretamente, debe analizar cuáles pueden ser los efectos del euro sobre sus inversiones, localización de activos, ventas, precios y políticas de precios (sobre todo de material informático, máquinas electrónicas de efectivo, máquinas tragaperras, etc.). Ahora bien, la conversión al euro puede hacerla de manera progresiva a lo largo de un periodo de adaptación que puede llevar a durar tres años (1999−2001) o, a través de un cambio global y rápido, en el momento que considere más oportuno entre el 1 de enero de 1999 y el 31 de diciembre del 2001. ETAPAS EN LA PREPARACIÓN DE LA EMPRESAS AL EURO FASE INICIAL−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−DUALIDAD−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−FASE FINAL + Seguimiento del +Adaptación a la +Fin del proceso proceso de convergencia. A la contabilidad. De adaptación.
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+Análisis de acuerdos y +Dualidad de precios. + Operativa acontecimientos e exclusiva en identificación de sus +Rapidez en el cambio euros, fin de efectos sobre la empresa. Para aprovechar las la duplicidad. Ventajas competitivas. +Diseño de estrategias para +Cambios en la tesorería. +De la gestión de la adaptación. Las dos fases anteriores +Información y formación. +Adaptación técnica de dependerá la todas las máquinas competitividad +Comunicación interna y registradoras y del de las externa. soporte informático. empresas. +Especial atención en las empresas con relaciones exteriores. SIMPLIFICACIÓN SI SE OPERA CON UNA MISMA MONEDA INSTRUMENTOS DE POLITICA ECONÓMICA DE LOS GOBIERNOS Los instrumentos de política económica que carecerá el gobierno para mejorar la competitivididad de la economía española cuando se coloca el euro será : No podrá devaluar la peseta, que dejará de existir, ni recortar los tipos de interés , que serán establecidos por el Banco Central Europeo que gozará de total independencia ni incrementar su déficit presupuestario porque se le impedirá su compromiso de respetar el llamado pacto de Estabilidad y Crecimiento. Los instrumentos de política económica que seguirá disponiendo el gobierno para mejorar la competitividad de la economía española cuando se introduzca el euro , significarán el aumento o disminución de las cotizaciones fiscales y la presión fiscal. También podrá impulsar moderación salarial. Al margen de las campañas de información ,no está prevista ninguna ayuda por parte de las administraciones para la adaptación del euro . La Administración considera que el esfuerza de adaptación al euro es una inversión y no un gasto.
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