Aprendiendo de Moisés: Humanidad y espiritualidad del líder

EDRO PUIGVERT Aprendiendo de Moisés: Humanidad y espiritualidad del líder Moisés como ejemplo de humildad y espiritualidad. El líder no es un superho

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EDRO PUIGVERT

Aprendiendo de Moisés: Humanidad y espiritualidad del líder Moisés como ejemplo de humildad y espiritualidad. El líder no es un superhombre, está hecho de la misma pasta de los demás. I.La humanidad del líder 1.Sus cualidades y virtudes a.Rechazo de honores pasajeros (Hebreos 11:24). b.Mansedumbre y humildad (Números 12:3). c.Disposición a aceptar consejos (Éxodo 18:13-27).

2.Sus defectos y debilidades a.Actuar al margen de Dios (Éxodo 2:1, Hechos 7:24,25). b.Temor (Éxodo 2:14, 3:6). c.Cansancio (Éxodo 17:11,12). d.Enojo, desobediencia y duda (Números 20:2-13).

3.Su psicología a.Complejos (Éxodo 3:11,13; 4:1,10). b.Reforzamiento (Éxodo 4:27-14:31). II.La espiritualidad del líder 1.Su teología a.El Dios de Moisés (Éxodo 3:1-22; 15:1-18, 25-27; 20:1-17; Números 27:16; Deuteronomio 11:1-17; Hechos 7:32).

2.Su vocación y misión a.Llamamiento (Éxodo 3:1-22). b.Misión (Éxodo 3:1-22). c.Retiro (Números 27:15-20). 3.Su relación con Dios a.Obediencia a la Palabra (Éxodo 4:19,21). b.Comunión (Éxodo 5:22, 23; 33:7-11; 34:33-35). c.Alabanza y adoración (Éxodo 15:1-18; 34:8). d.Oración (Numero 11:11-23; 12:13; 14:11-20; 16:22, 48; 21:7).

4.Su santidad a.Rechazo de la vida mundana (Hechos 11:25,26). b.Rechazo del espíritu de competencia ( Números 11:26-29).

Aprendiendo de Moisés: Humanidad y espiritualidad del líder Moisés fue uno de los grandes líderes del pueblo de Israel en cuya vida hay luces y sombras como ocurre con todos los seres humanos y especialmente con aquellos que están en el punto de mira de los demás. Nuestro estudio girara en torno a su figura humana y a su espiritualidad de las que podremos sacar lecciones para nosotros. En unos casos nos daremos cuenta de que no debemos caer en los mismos errores; y, en otros, será un aliciente para avanzar en el liderazgo acorde a la voluntad de Dios. I.La humanidad del líder

La Palabra “humanidad” tiene diversos significados. Nosotros la emplearemos con referencia a las características que son propias de la naturaleza humana como sus cualidades y defectos. El ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios, pero es un ser caído. Por lo tanto, trataremos más bien de la naturaleza moral cuyas facultades específicas son la inteligencia, la sensibilidad y la voluntad.

1.Sus cualidades y virtudes

Empezamos por la parte positiva y ejemplar de la que podemos extraer que rijan nuestro ministerio de liderazgo.

a.Rechazo de honores pasajeros (Hebreos 11:24).El termino traducido “rehusó” es “arneomai” cuyo significadorenegar, renunciar o rechazar algo ofrecido. En este caso se trataba de rechazar la condición de príncipe una vez prohijado por la hija de Faraón (Éxodo 2:10; Hechos 7:21), lo que hoy diríamos adoptado legalmente. Su renuncia era debida a que no quiso identificarse con los egipcios sino con sus hermanos los hebreos.

¿Podemos llegar a valorar mas los honores o títulos que ofrece nuestra sociedad y que dan prestigio en el mundo que nuestra identificación con el pueblo de Dios? A lo que mejor no es muy atractivo el ministerio que realizamos y buscamos otro tipo de reconocimiento que nos satisfaga humanamente. Recuerdo el tiempo de la fiebre de los doctorados “honoris causa” y el uso de togas en publico que, bien fue sorprendente en principio, acabo siendo divertido, aunque penoso en el fondo.

b.Mansedumbre y humildad (Números 12:3). Los hemos colocado juntos porque ambos términos son sinónimos, aunque en el castellano la mansedumbre es signo de debilidad. No así en la Biblia, ya que se trata de una disposición en espíritu en la que aceptamos la voluntad de Dios sin resistirla. Esta disposición es también hacia los hombres. Jesucristo se refirió a si mismo como “manso y humilde” (Mateo 11:29) y forma parte del carácter del cristiano (Tito 3:2). El que Moisés dijera de el mismo “que era muy manso, más que todos los hombres sobre la tierra” ha sido considerado como una prueba de que el autor de Pentateuco, ya que en caso contrario demostraría escasa humildad. Independientemente de nuestro criterio sobre la inspiración, el texto ofrece un contraste enorme entre Moisés y sus hermanos en cuanto a sus actitudes.

Esta cualidad es enorme apreciada en el líder y no está reñida con la firmeza de carácter. Cuando tiene que afrontar falsos testimonios y su liderazgo es puesto en

entredicho, debe confiar en Dios en el que tiene a su más firme valedor.

c.Disposición a aceptar consejos (Éxodo 18:13-27). Es fácil imaginar que Moisés estaba sobrepasado de trabajo y alguien de confianza como su suegro, con el que había convivido largo tiempo, era la persona indicada para mostrarle su error. La clave está en la palabras “no podrás hacerlo tú solo” (18). Este es un mal endémico que padecen buena parte de líderes por razones diversas. Son los “ministros para todo” u “hombres orquesta”. Seguramente han sido aconsejados de que no pueden seguir de este modo durante mucho tiempo, pero no saben como organizar su labor.

De la propuesta de Jetro podemos sacar tres principios básicos: i)Establecer prioridades (19) la función principal del líder es mantener una relación personal con Dios para servir al pueblo. ii)Formar a la iglesia (20) El lítiene que desempeñar su trabajo de enseñanza o discipulado de manera planificada y no solamente resolver los problemas cuando estos se producen. iii)Delegar responsabilidades (21,22) La formación llevara consigo el discernimiento de las personas aptas para realizar trabajos descargando al líder. El cometido de un buen dirigente consiste en saber hacer trabajar a los demás. Con una buena organización se puede hacer mucho más y mejor.

Cuando a los apóstoles se les presenta el problema de la atención social en el que son desbordados y hay murmuración, aplican estos mismos principios (Hechos 6:1-4). Su prioridad es el ministerio de la Palabra y la oración, por lo que deciden que otros asuman el trabajo del reparto diario de comida.

Alguien ha dicho: “Ningún cristiano debe considerarse tan maduro y sabio que desdeñe el consejo de otras personas”

1.Sus defectos y debilidades

Moisés no es un dechado de virtudes y como cualquier ser humano cometió errores, algunos de suma gravedad que le acarrearon graves consecuencias.

a.Actuar al margen de Dios (Éxodo 2:1, Hechos 7:24,25). El texto de Hechos interpreta el asesinato del egipcio por Moisés como un acto de venganza a favor del más débil y oprimido. Además, estaba asumiendo el papel de libertador sin que hubiera sido llamado por Dios, actuando por su cuenta propia. Cuando pensaba que debía ejercer su papel reconciliador, fue rechazado por sus hermanos. De esta manera de proceder se desprenden varios aspectos: i)Actuó movido por los sentimientos más que por la razón. Es importante que a la hora de tomar decisiones no nos dejemos llevar por los sentimientos. Hay que sopesar las acciones y evitar que sean fruto de un momento de euforia, frustración, etc. ii)Actuó confiando en sus propias fuerzas. Era un hombre de complexión fuerte, como lo demuestran algunos hechos (2:17), lo que le daba una confianza en sí mismo o en sus fuerzas físicas. A nosotros nos ocurre también que hacemos las cosas confiando mas en nosotros mismos que en lo que Dios pueda hacer a través nuestro, si dejamos que Él obre. iii)Actuó precipitadamente y como consecuencia fue rechazado. No siempre el ser rechazado es fruto de nuestros errores, pero puede serlo cuando no hacemos la voluntad de Dios.

b.Temor (Éxodo 2:14, 3:6). Dos tipos de temor pero muy humanos los dos: miedo a las consecuencias por haber cometido un homicidio,miedo ante la presencia de Dios, a la que no estaba acostumbrado. El primero le condujo a un largo exilio de cuarenta años donde tendría ocasión de templarse y madurar, mientras que el segundo seria una experiencia extraordinaria en la que su relación con el Señor alcanzaría cotas inigualables. En este caso el temor que se define como “perturbación angustiosa del ánimo” fue beneficioso. No es lo mismo el temor originado por un acto punitivo o por lo irreal (fobias) que el temor a Dios de la piedad bíblica como motivo esencial de la obediencia. Por eso el que teme a Dios, es decir, confía plenamente en Él, no teme a los hombres o a sus dificultades. b.Cansancio (Éxodo 17:11,12). Evidentemente no es esta la única ocasión en que Moisés se sintió cansado físicamente y en otras muchas su cansancio era psíquico por tener que soportar al pueblo. Pero aquí el motivo del cansancio era de origen espiritual por la larga lucha mantenida en oración para ganar batallas espirituales, pero que lleva consigo un desgaste de cansancio físico y psíDe ahí la necesidad de tener apoyo de otros para poder mantenerse firme cuando las fuerzas flaquean. Somos débiles seres que no podemos dirigir solos indefinidamente la lucha del pueblo de Dios.

c.Enojo, desobediencia y duda (Números 20:2-13). La murmuración del pueblo ante necesidades puntuales era constante durante su estancia en el desierto. Por causa de las actitudes mencionadas en el epígrafe, Moisés y su hermano se vieron privados de entrar en la Tierra Prometida. Su pecado fue muy grave, aunque nosotros no podemos calibrarlo para determinar con exactitud la naturaleza de la ofensa. i)Enojo. La expresión: “¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?” (v.10), denota cuando menos un estado de irritabilidad después de que el Señor les indicara el modo de dar a beber a la multitud. Por otro lado, el acto de

golpear a la peña es propio de una furia incontenida. (Salmo 106:32,33). ii)Desobediencia. El Señor les había dicho claramente que “hablara a la peña la vista de ellos” (v.8), no que la golpearan y mucho menos dos veces. Podemos inferir, pues, que Dios castiga un acto de rebeldía a su mandamiento. iii)Duda o mejor incredulidad. Este parece ser el fondo del problema: “por cuanto no creísteis en mi” (v. 12), ya que a la vista del milagro de sacar agua de la peña con la sola palabra, el pueblo “santificaría a Dios” o Dios seria santificado en la presencia de todo Israel, lo cual ocurrió considerándose como una grave ofensa. Aparte de todo lo dicho, podemos notar también una actitud de autosuficiencia, como si estuviera en su mano el que la roca diera agua. “¿Os hemos de hacer salir aguas?” (v. 10). El milagro era de Dios y no de ellos. ¿Qué pasa cuando perdemos el autocontrol por las causan que sean, y nos irritamos, hacemos lo que no debemos y encima nos exaltamos a nosotros mismos en lugar de santificar al Señor? No tener paciencia hacia aquellos que ministramos o impacientarnos con Dios puede tener graves consecuencias para nosotros mismos en el sentido de perdernos muchas bendiciones. Mientras Dios en este pasaje muestra su paciencia sin límites, cuando tenía motivos para castigar a Israel, Moisés, que era “manso”, quebrantaba un aspecto esencial de su carácter.

3.Su psicología

La psicología del personaje es un tema muy amplio y complejo, además de un terreno apropiado para los profesionales. Por tanto, el examen de este será somero para destacar solamente el modo en que Dios trata al líder que ha llamado para una alta misión, y cómo lo va preparando para que supere lo que los psicólogos llaman

“experiencia traumáticas”, que producen sentimientos de inferioridad e inseguridad.

Guiado por sus impulsos naturales había pretendido liberar a Israel por su cuenta al margen de Dios. El resultado fue el fracaso más estrepitoso, y un hombre de su sensibilidad sufrió una herida en el alma: Fue rechazado por sus hermanos y por los que le habían salvado la vida y dado una educación y un rango. Tuvo que vivir cuarenta años en el exilio llevando una vida sosegada, completamente distinta de la anterior y había perdido todo contacto con las esferas de poder. Por eso no es de extrañar que cuando Dios se le revelo se pusiera de manifiesto una falta de confianza en sí mismo, porque temió ser rechazado de nuevo.

a.Complejos (Éxodo 3:11,13; 4:1,10). Vemos cuatro ejemplo concretos: i)“¿Quién soy yo para que vaya y saque…?” (Éxodo 3:11). El cambio de actitud respecto a su pretensión de liberar a Israel es grande. Con las ovejas no tenía problemas de rechazo, con los hombre si. (Como decía San Juan de la Cruz, “se tropieza mas entre los hombres que entre las piedras”). Es posible que pensemos que su pregunta es debido al deseo de escapar de una responsabilidad, o que se había vuelto muy humilde. Sin embargo, en el fondo subyace un complejo de inferioridad recordando la experiencia que había tenido. ii)“Si ellos me preguntaren: ¿Qué les responderé?” (Éxodo 3:13). Moisés había aprendido que solamente una autoridad superior a él mismo podía convencer a sus compatriotas. Si como el “hijo de la hija de Faraón” fue rechazado, ¿Qué pasaría ahora que era un simple pastor de ovejas? iii)“¿Qué pasara si ellos no creen mis palabras?” (Exodo 4:1). Cuarentas años atrás se había presentado a sus hermanos pensando que les

convencería de que Dios les daría libertad por su mano, cuando Dios no le había llamado (Hechos 7:25); y ahora que Dios le llama, teme que no le harán caso solamente por su palabra. Necesitaba una señal para reafirmarse. iv)“Soy tardo en el habla y torpe de lengua” (Éxodo 4.10). “Envía, Señor, a otra persona” (Éxodo 4:13). Moisés, educado en la corte de Faraon, era considerado como una persona elocuente (Hechos 7:22). Ahora se excusa diciendo que ni “antes ni desde que hablaba con Dios” era de palabra fácil. Necesitaba recuperar la confianza en sus posibilidades con otros apoyos. b.Reforzamiento (Éxodo 4:27-14:31). Dios sabe perfectamente cómo hacer para que su siervo recupere la confianza en sí mismo, aunque de manera distinta a como la tenía antes. A cada una de las objeciones da solución y de manera paulatina (Éxodo 4:27 a 14:31) reconstruye psicológicamente al hombre que además de liberar a Israel sería su dirigente y legislador.

i)“Yo estaré contigo” (Éxodo 3:12). Si Dios le había elegido no era precisamente sobre la base de sus capacidades, que era algo secundario, sino sobre la base de la sumisión a su voluntad. Moisés había intentado actuar al margen de Dios y por eso fracaso. Ahora debe entender que su fuerza estaba en el poder de Dios. ii)“YO SOY, me ha enviado a vosotros” (Éxodo3:14). A diferencia del politeísmo egipcio, Yahvéh es el único Dios verdadero. No había autoridad superior para ir a los hijos de Israel. No se trataba de una divinidad desconocida, sino del Dios de sus padres. (Éxodo 3:15-17) iii)Las señales: la vara, la mano leprosa, la sangre (Éxodo 4:2, 6, 9). Eran señales del poder de Dios y no de su propio poder como sucedió la primera vez. La vara era signo de autoridad poderosa; la lepra, signo del pecado, podía ser sanada; y la sangre, signo del

juicio, indicaba que su salida de Egipto estaba garantizada. iv)“Yo estaré con tu boca y te enseñare lo que hayas de hablar”(Éxodo 4:12). Además, le ofreció la alternativa de que su hermano Aarón actuara como portavoz. En el principio fue así, pero a medida que Moisés adquiría mayor confianza en él, tomo la palabra tanto para dirigirse a Faraón como al pueblo.

I.La espiritualidad del líder

La definición tradicional de espiritualidad es “cultivo del espíritu”, aunque inseparable de todo el ser; de otro modo podríamos caer en dicotomías de carácter platónico o gnóstico. Mucha de la “espiritualidad”de personas y sectores evangélicos no es otra cosa que neoplatonismo, el desvincular la dimensión espiritual de la ética o medir la espiritualidad a través de signos externos como manifestaciones de esta. La espiritualidad es una recta relación con Dios que afecta a la totalidad de la persona: su modo de pensar y servir, la piedad y la ética.

1.Su teología (Éxodo 3:1-22; 15:1-18, 25-27; 20:1-17; Números 27:16; Deuteronomio 11:1-17; Hechos 7:32).

Exponer la Teología de Moisés aquí y ahora es una empresa imposible, ya que necesitaría más de una sesión de estudio. Vamos a limitarnos a las referencias explicitas porque implícitamente deberíamos examinar todo el Pentateuco. Es decir, las referencias que Moisés hace personalmente acerca de Dios.

a.El Dios de Moisés. Reconoce sus atributos y para el Dios es fortaleza, canción, salvación, varón de guerra, poderoso (por sus obras) juez, santo, terrible, hacedor de

prodigios, misericordioso, redentor, rey, sanador, fuerte, celoso, Dios de los espíritus de toda carne, grande, providente, único, el Dos vivo (Dios de sus padres).

Además, se refiere constantemente a Dios usando con preferencia el nombre personal de “Yahvéh”, el Dios que se ha revelado y ha redimido (revelación y redención van juntasen Éxodo), el Dios del pacto. Pero también usa el genérico “Elohim” y con menos asiduidad del “Ángel de Jehová”, que es quien se le aparece en la zarza ardiendo.

El compuesto “Dios Omnipotente”.

Moisés conoce a Dios por revelación y por experiencia al caminar con Él y mantener una íntima relación. Teología sin experiencia puede devenir en algo árido y frio; experiencia sin teología deviene en misticismo, una espiritualidad sin raíces.

2.Su vocación y misión

Dios, en su soberanía, escoge a sus siervos en cada periodo de la historia para confiarles la misión que les corresponde de acuerdo a con sus propósitos. En el caso de Moisés concurren aspectos trascendentes para el adelanto de los planes redentores y reveladores de Dios.

a.Su llamamiento (Éxodo 3). Cuando Moisés quiso realizar su vocación de libertador sin haber sido llamado por Dios, fue un autentico desastre. En el momento oportuno, Dios, en un acto de su condescendencia, se revela a Moisés en un estado normal, en medio de su trabajo y sin que le ocurra nada espectacular. Aunque es

importante subrayar la visión, esta vino con una mezcla de lo pictórico-la zarza ardiendo- y lo oral- la voz de Dios hablándole-. Sin embargo, el énfasis esta en lo que escucha más que en lo que ve, es decir, la base del llamamiento es siempre la palabra de Dios como lo corroboran los profetas. Nos pueden llamar la atención muchas cosas en el ministerio cristiano, pero objetivamente solo es de fiar cuando somos apelados por las Escrituras y tenemos en cuenta todo lo que en ellas se nos dice en cuanto a las condiciones y requerimientos. El que llama es el Dios santo, cuya presencia santifica el lugar donde se halla, lo que da un sentido especial al ministerio que no puede tomarse a la ligera.

b.Su misión (Éxodo 3:7-10). Veremos solamente esta parte por haber examinado con anterioridad el dialogo entre Dios y Moisés cuando este presento objeciones a la misión que debía realizarse. Destaca: i)La obra a realizar era la obra de Dios (7,8). ii)Moisés es el enviado cuya misión debe hacerse de acuerdo al plan y la presencia de Dios. (10). iii)Dios se involucra en el sufrimiento de su pueblo (vv. 7-9) y, por lo tanto, debe haber también identificación con los suyos del que es comisionado. iv)Dios le da un objetivo: sacar a Israel de Egipto y conducirlo a la tierra prometida. (vv. 8-10).

c.Su retiro (Números 27:15-20). Llega un momento en la vida de todo siervo de Dios en que su ministerio llega a su fin y otro asume la responsabilidad del liderazgo. Seguramente fue duro para Moisés, después de estar cuarenta años dirigiendo a Israel, como lo es para todo servidor de Dios en la actualidad después de un largo y fructífero servicio en el evangelio. Creo que es mejor anticipar el cambio como hizo Moises que aferrarse al cargo hasta que impedimentos de fuerza mayor no permitan ejercerlo. Moises entiende la lección grafica que le da Dios al contemplar la tierra que no va pisar, y de su

dialogo con el Señor surgen principios sobre el relevo generacional a tener en cuenta:

i)La persona a sustituirle debe ser alguien puesto por Dios. (v. 16). ii)Debe pertenecer al pueblo de Dios. iii)El pueblo de Dios necesita del liderazgo (v.17) y no puede haber un vacio de gobierno. iv)El sustituto debe recibir el reconocimiento de su cargo por toda la congregación (v.20). v)La identificación y bendición divina para el ejercicio del cargo (vv.22, 23).

3.Su relación con Dios

Desde su llamamiento, Moisés, mantuvo una intensa y fructífera relación con Dios que podemos resumir en cuatro aspectos fundamentales:

a.Obediencia a la Palabra (Éxodo 4:19-21). De aquí en adelante se repite constantemente esta frase:”Jehová hablo a Moisés y Moisés hizo conforme a la palabra de Jehová”. Es evidente que en la ocasión anteriormente citada de Números 20, hay una excepción a esta norma. Sin embargo, el liderazgo de Moises puede considerarse como un modelo de obediencia a Dios.

Este punto es fundamental para un liderazgo potente y bendecido por Dios. Allí donde la Palabra de Dios ha sido sustituida por palabras de hombres o exigencias han sido relativizadas, ha empezado el decaimiento. Y tan nefasto pude resultar el modernismo por un extremo como biblicismo por el otro, pasando por otros “ismos” próximos a ambos. Palabra gozosamente

recibida, correctamente consecuentemente aplicada.

interpretada

y

b.Comunión (Éxodo 5:22, 23; 33:7-11 y ss.; 34:33-35). Estos pasajes seleccionados muestran tres tipos o aspectos de la comunión de Moisés con Dios: i)El diálogo. A partir del llamamiento de Moisés se suceden las conversaciones a raíz de diversos problemas. En este caso, el líder israelita en lugar de querer solucionar el problema por si mismo se dirige a Dios en busca de la respuesta. ii)Comunión intima. El tabernáculo de reunión no era todavía el tabernáculo definitivo sino una tienda colocada fuera del campamento donde buscar a Dios que se manifiesta en la “shekinah” o columna de nube, es decir, la gloria de Dios. El antropomorfismo “cara a cara” denota el grado de comunión alcanzado. El contexto muestra las causas de la situación anómala que se estaba produciendo y las lecciones que se desprenden de ellas: Dios abandono su presencia en medio de su pueblo a causa de su pecado; el que busca a Dios de corazón puede tener comunión con El(la actitud de Josué, que nunca se apartaba de en medio del tabernáculo, es digna de ser imitada) de manera individual y en tercer lugar la comunión puede llegar a alcanzar una relación de compañerismo con Dios. Como ministros de Evangelio debemos ser conscientes de la gravedad del pecado hasta el punto de que Dios no camine Laodicea que tenia a Cristo en la puerta porque no era posible para Jesús tener comunión con ella, a excepción de los que individualmente lo hacían abriendo la puerta. Cada uno de nosotros debemos examinar nuestra relación con Dios y hasta que estemos a punto cerca o no del “cara a cara”. iii)Comunión perseverante. La continua relación con Dios hizo que Moisés lo reflejara en su rostro resplandeciente. Pablo toma este hecho y lo aplica a la comunión del creyente con Cristo como base para

una metamorfosis gradual o renovación de nuestro ser moral por el Espíritu. Hay aquí lecciones importantes: El “resplandor” solo es posible por mantener reiteradamente un encuentro con el Señor, es visible para aquellos que se acercan a escuchar la palabra de Dios, quedando velado después, es renovable siempre que perseveramos en la comunión.

c.Alabanza y adoración (Éxodo 15:1-18; 34:8). Ambas surgen después de contemplar las obras portentosas de Dios, la salvación y su revelación impresionante en la renovación del acto quebrantado, donde verbalmente Dios da a conocer su carácter inefable. En tales circunstancias, Moisés alaba a Dios y postrado le adora. Lo que más llama la atención es que el objeto de la alabanza y adoración es Dios, lo que evidentemente es así en toda la Biblia. Se alaba a Dios por lo que es y por lo que hace. El encuentro de sus atributos es el núcleo de la alabanza. Hoy en día se habla mucho de alabanza y se ha visto un giro importante en el proceder de muchas iglesias donde se le da mayor énfasis y se dedica un tiempo a ella. Pero tanto las canciones como las oraciones están centradas en el individuo y lo que pasa en su vida en lugar de ir dirigidas a Dios.

d.Oración (Numero 11:11-23; 12:13; 14:11-20; 16:22, 48; 21:7). Moisés era un hombre de oración. De Éxodo a Deuteronomio podemos hallar oraciones de todo tipo y las más variadas circunstancias. Pero sin duda, la faceta que más cultivaba era la intercesión de la que los pasajes del epígrafe son una evidente. Moisés fue un intercesor ante Dios por su pueblo en continua rebeldía, y por su hermana. El líder tiene el deber ineludible como intercesor por su familia y por su iglesia. Posiblemente no haga falta decir mucho más sobre este punto porque la misma necesidad impulsa a interceder. Pocos pueden escaparse de la

problemática generalizada y muchas veces conflictiva de sus iglesias. 4.Su santidad

Entendida la santidad como separación de lo profano, destacaremos dos aspectos en la vida de Moisés. Por supuesto, la santidad tiene muchas acepciones, pera para nuestro propósito tenemos suficiente con señalar la dimensión ética.

a.Rechazo de la vida mundana (Hechos 11:25,26). El paralelismo de las diferentes perícopas es significativo:

Rechazo de los deleites temporales del pecado y las riquezas de los egipcios, elección de soportar el sufrimiento con el pueblo y el vituperio de Cristo. El objetivo, por la fe, era la Tierra Prometida, la celestial. (Hebreos 11:16).

b.Rechazo del espíritu de competencia (Números 11:2629). La carga de gobernar a Israel era sumamente pesada (v.14) y de ahí el que 70 de los ancianos fueran dotados para compartir el ministerio de Moisés. La soberanía de Dios al dotar a dos de los que no habían sido seleccionados es evidente. También lo es el despiste del joven Josué que pretende que se impida el ejercicio de las funciones a los que no eran oficiales humanamente hablando. Sin embargo, la actitud de Moisés es ejemplar: ellos no me van a hacer sombra (celos: qana, excitarse por fervor o celos). No solo estos setenta, sino todo el pueblo fuese dotado. Conclusión Moisés fue un hombre que conoció la victoria y la derrota en su vida, pero nunca dejo de ser un hombre de Dios. El redactor final de Deuteronomio lo describió así: “nunca más

se levanto profeta en Israel como Monises, a quien haya conocido Jehová cara a cara.” Tomado del libro “Biblioteca de Teología y Psicología Pastoral” Editorial Clie, paginas 21-38. Volum

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