Aprendo y juego con el agua Carmona Edel Instituto de Formación Docente N° 12 – Neuquén

BURBUJEANDO La primera actividad que realicé con los niños/as de la sala fue la de burbujas; aproveché para convocarlos/as un sombrero de mago que utilicé junto a una compañera en la iniciación general y les dije que como era un día lleno de magia íbamos a hacer magia con un poco de agua y detergente. Como estábamos trabajando en el Proyecto el “Cuidado del agua” les expliqué que jugaríamos con poquita agua, que nos alcanzaría para todos/as y que el agua, al tener detergente, ya no era apta para ser tomada, por lo que debíamos tener mucho cuidado de no hacerlo y también tener cuidado con los ojitos. Después de darles las recomendaciones sobre las precauciones que debían tener, con un truco de magia les presenté un burbujero realizado con la parte superior de una botella de plástico, la introduje en agua jabonosa y al retirarla, soplé saliendo una gran burbuja de jabón. La carita de los peques (así les decimos), fue genial. Les repartimos junto con mi compañera, la Seño Andrea López, diversos tipos de elementos, para que ellos/as puedan explorarlos y ver con cuáles se puede realizar burbujas y con cuáles no. Entre ellos había paletas mata insectos, batidores de cocina, espumaderas, jaboneras de acero inoxidable con orificios, pulseras, burbujeros de alambre (cuadrado, triángulo) bombillitas, cucharas de madera, etc. Después de varios minutos de exploración y juego, retiramos las cosas y les mostré como variante una botellita que tenía agua de color azul (teñida con colorante vegetal para tortas) les pregunté de qué color sería la burbuja y dijeron “azul” al momento de probar si era realmente así, la burbuja no me salió por lo que dije “ah ya sé lo que pasa, el jabón se durmió en la noche”, le di un par de vueltas a la

Página 1

botella con cuidado de no hacer espuma y se me presentó el segundo problema, la bombilla que elegí tenía un rulito y agua adentro, lo que al soplarla no permitía que la burbuja se formara. Cambié la bombilla y al fin la burbuja salió y ellos pudieron constatar que la burbuja era translúcida o “blanca”. ¿Pero, realmente es blanca? Coloqué una hoja blanca y dejamos que la pompa de jabón cayera en ella y se comprobó que al decantar el agua, esta era de color azul. Así jugaron durante varios minutos y la actividad que estaba preparada para media hora duró casi una hora completa. Cuando hicimos el cierre en una ronda, ellos/as dijeron que con algunos elementos se hacían burbujas porque tenían “abujeritos” y en otros no, como por ejemplo la cuchara de madera. Y he aquí una anécdota muy linda: Renata se me acercó después y me dijo “seño con la cuchara de madera pude hacer “SEÑO, CON LA CUCHARA una burbuja” y le pregunté “¿esto como fue?, DE MADERA TAMBIEN mostrame” ella tomó la cuchara, la dio vuelta PUDE HACER UNA y por el pequeño orificio por donde se BURBUJA” cuelga, realizó una pequeña burbuja. Renata SÍ había explorado la cuchara y yo NO.

TRASVASADO Cuando comencé esta actividad traje una caja de plástico grande repleta de elementos para trasvasar. La abrí bajo la mirada atenta y curiosa de los peques, saqué de adentro un embudo que me coloqué de sombrero y mientras tarareaba una canción también saqué una botellita con agua y un vaso de plástico cristalino. Les dije que tenía mucha sed y ellos se reían porque estaban concentrados en mi “hermoso” sombrero. Luego de comentar sobre él, me lo saqué, abrí la botellita e hice como que tomaba de ella; —no, queda feíto, mejor me sirvo en el vaso— dije, me serví, tomé un poquito y sobró. Como el agua debemos cuidarla, dije que guardaría lo que sobró en la botellita. La mano supuestamente me temblaba, por lo que sugerí que probáramos con mi “sombrero”. Luego de charlar de lo que había pasado les entregamos todos los elementos (mangueras, jeringas, jarritas, coladores, pequeños bols, bandejitas, embudos, esponjas etc.)

Página 2

Después de un corto tiempo de exploración donde soplaban por las mangueras, abrían y cerraban las jeringas y otras acciones más, les repartimos de a dos baldes y agua en otros recipientes, aprovechando esta acción para que vean cómo trasvasábamos el agua. Muchas fueron las acciones que surgieron, por ejemplo: Juan Pablo pudo observar y constatar que con la esponja podía llenar un recipiente, Antvlef, con mi ayuda y junto a Lauti trasvasaron agua de un recipiente de suero por el colador a una bandeja. Ya terminando la actividad y realizando el cierre les pregunté qué podíamos hacer con el agua - ¿tomarla?- NOO!, contestaron; tirarla fue la respuesta de todos/as. Les dije que el agua aún servía para otras cosas como por ejemplo podíamos usarla en el baño o “A LAS PLANTITAS DEL PATIO” usarla en el patio. Simón sugirió llevarlas a las plantitas del patio. Una vez más esta actividad superó el horario estipulado para su realización.

FLOTACION Debo confesar que esta actividad no estaba en un principio planificada y sí la de cambio de color del agua. Pero a tan solo días de la clase prevista, la profesora Teresita Peláez me propone realizar flotación ya que era una actividad que propiciaba la construcción de múltiples conocimientos y nadie la había seleccionado para trabajar. Acepté el desafío y en una larga noche la planifiqué y se la envié para que la revise: me la aceptó ayudándome con algunas correcciones y sugerencias. Ya todo estaba listo, sólo era cuestión de que llegara el día y que todo saliera bien. Ese día el grupo estaba alborotado y sin muchas ganas de trabajar; hasta ese momento todo había salido mal y me temía que esta actividad terminaría igual. Cuando vieron que trabajaríamos con agua se entusiasmaron y logramos “reflotar” la clase. Comenzamos observando si un caracol grande flotaba o no y qué pasaba con uno chico. Ante la comprobación de esta acción ellos/as pudieron verificar que a pesar de que su respuesta era que el chico flotaba y el grande no, no importaba el tamaño sino en este caso el material que conformaba el objeto.

Página 3

Les entregué diversos materiales, algunos que flotaban, otros no y cubetas con agua para que ellos/as, mediante el juego, pudieran descubrir cuáles flotan y cuáles no. Esta actividad fue más corta ya que el grupo estaba más disperso y después de varios minutos comenzaron a jugar de manera diferente con el agua así que para hacer el cierre les entregué unos barquitos de plástico para que jugaran unos minutos más. Simón junto a Joaquín y Lauti trataban de hundir un barco y no lograban descubrir por qué no se quedaba en el fondo, lo que me llevó a mostrarles que este tenía un hueco en el que, al colocarlo en el agua, había un espacio de aire lo que le permitía flotar pero que si lo dábamos vuelta y lo llenábamos de agua se hundiría. Luego hicimos un repaso de lo trabajado y les regalé los barquitos para que jueguen en sus casas, lo que los puso muy contentos/as. Estas actividades que llevé a cabo me resultaron muy satisfactorias en lo personal porque pude lograr los objetivos que me planteé y porque logré, en cierta forma, demostrarle al personal de la institución que se podía trabajar con el agua en la sala. La directora del Jardín hizo que todas las seños fuesen viendo las actividades por detrás de la puerta y algunas entraban para ser observadoras más directas. Tuve en todo momento, desde que inicié con las planificaciones, el acompañamiento de la Profesora Teresita Peláez quien me dio toda “ES IMPORTANTE EL la confianza para llevar a cabo lo planificado. TRABAJO EN DUPLA”. Mi compañera Andrea López fue en todo momento mi mano derecha, sin ella no hubiese salido igual la actividad. Es importante el trabajo en dupla, leer las planificaciones un día antes para que cuando se van a implementar no se tenga que dudar sobre qué se va a hacer, estar siempre atenta a lo que la compañera necesita y el apoyo afectivo si algo no salió como lo planeé, es fundamental y eso es algo que yo valoro mucho de mi compañera.

Página 4

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Dirección General de Cultura y Educación Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Orientaciones didácticas para el nivel inicial, Subsecretaría de Educación, 2000. Secretaría de Educación Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Educación Inicial, Compartiendo experiencias. Una propuesta de desarrollo curricular... Dirección de Currícula, 1998. Coll, César Salvador, Aprendizaje escolar y construcción del conocimiento, Buenos Aires, Paidós Educador, 1990.

Página 5