Archivo General de la Nación. boletín. 6 a época octubre-diciembre 2005 número 10

Archivo General de la Nación boletín 6a época • octubre-diciembre 2005 •número 10 10 Boletín del AGN 6ª época • octubre-diciembre 2005 • número 10

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Archivo General de la Nación

boletín 6a época • octubre-diciembre 2005 •número 10

10

Boletín del AGN 6ª época • octubre-diciembre 2005 • número 10 Consejo editorial Director General Jorge Ruiz Dueñas Directora del Archivo Histórico Central Dulce María Liahut Baldomar Directora del Sistema Nacional de Archivos Araceli Alday García Directora de Investigación y Normatividad Archivística Yolia Tortolero Cervantes Director de Publicaciones y Difusión Carlos Román García Jefe del Departamento de Publicaciones Carlos Miranda Asistencia Editorial Roberto Beristáin, Elizabeth Zamudio, Alberto Álvarez Diseño y formación Angie Abigail Guerrero Domínguez ISSN-0185-1926 D.R. ©Secretaría de Gobernación Abraham González 48, Col. Juárez, Delegación Cuauhtémoc 06699, México, D.F. D.R. ©Archivo General de la Nación-México Eduardo Molina y Albañiles s/n, Col. Penitenciaría Ampliación, 15350, México, D.F. Boletín del Archivo General de la Nación, publicación trimestral, octubre-diciembre de 2005 Edición y difusión: 5133-9900 ext. 19325, 19330. Fax: 5789-5296. Correo electrónico: [email protected]; www.agn.gob.mx. Domicilio de la publicación: Palacio de Lecumberri, Av. Eduardo Molina y Albañiles s/n, colonia Penitenciaria Ampliación, Delegación Venustiano Carranza, C.P. 15350, México, D.F. Reserva al título en derecho de autor, certificado de licitud de título y certificado de licitud de contenido, en trámite. Derechos reservados conforme a la Ley. Impreso en México.

Índic e

Editorial

9

Galerías El padre Kino reporta un levantamiento de indios, 1690

12

Bando en que se concede el perdón a yaquis y mayos rebelados, 1740

16

Bando del visitador José de Gálvez en el que se indulta a seris y pimas, 1769

22

Sublevación de indios en Zapotlán, 1811

23

Que el gobernador del Estado de México impida la sublevación de indígenas en los partidos de Cuautla e Ixmiquilpan, 1849

27

Vicente Riva Palacio da cuenta del apresamiento de dos cabecillas de la revolución de Sierra Gorda, 1849

33

Cartas reservadas sobre la guerra de indios en Yucatán, 1865

34

Panóptico Fuentes para los impuestos, ingresos y gastos de los pueblos de indios en el siglo XVIII Dorothy Tanck de Estrada

44

Tomóchic: entre santos y balazos Francisco Lara y Ana Hilda Vera

57

La participación política indígena en el federalismo y en el Segundo Imperio, 1856-1867 Claudia Juárez de la Rosa

75

La ultima rebelión: la resistencia indígena de la Pimería Alta en 1751 Ana Hilda Vera

97

Portales La querella contra los repartimientos forzosos de mercancías: levantamiento y revuelta en el sureste novohispano (1668-1671) Francisco L. Jiménez Abollado

110

Archivo Hospicio Cabañas: investigación y rescate de una institución educativa mexicana del siglo XIX María del Pilar Gutiérrez Lorenzo

130

El Anuario de Historia del Noreste del Archivo General del Estado de Nuevo León J. Jesús Ávila Ávila

153

Caleidoscopio Comparecencia del director general del AGN en la Cámara de Senadores

165

Joyas del mes

176

Exposiciones

176

El Archivo viaja en el Metro

178

Página web

179

Publicaciones La sonrisa del general Alberto Álvarez Ferrusquía

181

Ecos Los diplomáticos Altamirano y Payno

185

La última captura de José Revueltas Héctor Javier Pérez Monter

188

Ilustraciones: Las imágenes que contiene este número forman parte de los acervos del AGN.

Editorial

l examen del papel de los pueblos indígenas de México en la construcción del Estado

E

nacional ha sido, desde el siglo

XIX,

una constante que va mucho más allá de la mera

curiosidad intelectual. Tiene que ver con la construcción de la identidad y con la definición de sus componentes. El grado de aceptación de la raíz indígena en la conformación de lo mexicano ha variado en razón del punto de vista de los grupos que se han sucedido en el poder luego de la Independencia. Fueron los liberales en el propio siglo XIX quienes estimularon una imagen que vindicara a los pueblos indios. Mas se creó entonces una imagen idílica del pasado prehispánico que poco tenía que ver con la realidad miserable de los indios de carne y hueso. La abundante documentación disponible en el AGN para el estudio de la vida indígena ha sido consultada profusamente. No obstante, aun con los numerosos resultados de la investigación sobre el tema, la mayor parte del acervo útil a ese propósito está por consultarse. Este Boletín presenta una silva de textos relativos a diversos aspectos de los pueblos indígenas: desde algunas de sus rebeliones en diversas épocas, ya sea poco conocidas o bien a través de enfoques originales, hasta la organización económica de sus comunidades y su presencia en la vida política. Entre ellos sobresalen las colaboraciones de Dorothy Tanck de Estrada, Ana Hilda Vera y Francisco Lara. La sección GALERÍAS incluye documentos relativos a rebeliones indígenas y ECOS documenta un episodio de la amistad de dos de nuestros escritores seminales: Ignacio Manuel Altamirano y Manuel Payno.

9

Galerías

El padre Kino reporta un levantamiento de indios, 1690, Jesuitas, vol.1-12, exp. 341, fs. 2200

12

Pax Christi Jesus Mi Amantísimo Padre Nicolás de Villafañe Recivo con especial consuelo mio la amabilissima de V[uestra] R[everendísim]a y estimo sobre mis ojos sus favores de V. Ra en particular las muy dulces noti cias de su salud, la que el S[eñor] me concede la ofresco muy pronta a la obediencia de V. Ra en todo. Heme holgado muy mucho de oyr que lo de nabas y _____ no es cosa de tanto desconsuelo como algunos escrivían quiera su divina mag[esta]d que tambien los demas males nuevas de alzam[ien]tos y muertes de tantos padres vengan a salir menos tristes de lo que algunos las pintan y temen y dicen. Por aca gracias a su divina Magd estamos en paz los 4 padres nue vos que an entrado estan contentos con sus Hyjos y los Hyjos con

13

14

su divina Magd lo conceda y me guarde a V. Ra los felicissimos años de mis mas intimos deseos. N[uestrr]a S[eñor]a de los Dolores y Abril 28 de 1690 as Muy siervo y de V. Ra Eusebio Francisco Kino

P. 12: En el margen izquierdo dice: con sus Reve_____ todo lo encomiendo a infinitissimas veces a los S[ant]os sacrificios de V. Ra y hay por alla / algunos pimas indios o indias de los de Moto______ de los que bolvieron de los frayles ruego muchissimo a V. Ra se sirba / de cooperar a que ______ ________ _______aca que su venida/ a de adelantar mucho la conversion y esperamos en el

15

Bando en que se concede el perdón a yaquis y mayos rebelados, 1740, Bandos, vol. 3, exp. 19, fs. 206-207

16

DON PEDRO CASTRO FIGUEROA, Y SALAZAR, DUQUE DE LA Conquista, Marquès de Gracia Real, Caballero de las Ordenes de Santiago, y Real de San Genaro, Comendador de Castilseras en el de Calatrava, Capitan General de los Exercitos de S.M. de su Consejo Supremo de Guerra, Sargento Mayor, ê Inspector de sus Reales Guardias de Infantería Españolas, Gentil-Hombre de Camara de entrada de S.M.Sª Virrey Gobernador, y Capitan General de esta Nueva-España, y Presidente de la Real Audiencia de México. &c. SIENDO uno de los principales, y mas serios encargos, que el clemente animo del Rey N.S. nos ha hecho al tiempo de conferirnos el honor del Gobierno de las vastas Provincias, que comprende el Reyno de esta Nueva-España, la conservación de sus Dominios, y la indemnidad de sus Vasallos, sus libertades, y privilegios, la propagación de la fee, y el pasto espiritual del Santo Evangelio en los Pueblos reducidos al dulze Imperio del Soberano, y al gremio de la Iglesia, encargandonos con especial distincion el buen tratamiento de los Indios convertidos, y que á los reveldes, y obstinados se les procure atraèr con amor, y suavidad (para que detesten el Gentilismo, y los falsos errores de la Apostasía) á su Dominio, y que á estos, y á sus fieles Vasallos se les atienda, y oìga en su Justicia como lo fue prevenido, y mandò con su inextingible piadoso, y Catholico zelo por sus Reales disposiciones, y reìterados Reales Rescriptos, y se les faciliten todas las [...]cias, y mas oportunos remedios á una vida politica, civil, y cristiana, sin gravarlos con mas Derechos, que los que están establecidos con tanta moderación por repetidas Reales disposiciones de que deven estar instruidos para su literal, y puntual observancia, todos los Gobernadores de este dilatado Continente, [...]icias, Alcaldes mayores, y sus Thenientes, y sus demás Ministros â cuyo cargo está confiada la recaudacion de los Reales Derechos, y demás

17

efectos, y obenciones pertenecientes al Real Patrimonio, destinados al resguardo de sus Dominios, conservacion, y extension del Santo Evangelio, y á la seguridad de las Provincias, y demás adyacentes a este vasto Reyno. Y como al tiempo de nuestro arrivo hemos hallado la novedad inesperada de que en las Provincias de Zonora, y Zynaloa se hayan alterado las dos numerosas Naciones de Indios Yaquis, y Mayos, por las violentas, y diabolicas sujestiones de los Idolatras, Apostatas, y Gentiles, estando como [...]ivan desde su reducion, sometidos con una apacible tranquilidad al suave yugo del Evangelio, y que â esta conspiracion coadyubò el enojo de hallarse desatendidos de la administracion de Justicia, assi por el Gobernador de aquellas Provincias, como de las demás Justicias de su distrito, y obligados de algunos Mulatos, Coyotes, y otros, que contra lo dispuesto por S.M. vivian en los Pueblos de su reducion, y que los Misioneros de sus Doctrinas los deponian de sus Gobiernos, y los hazian tratar sin la mas leve consideracion, cargando sobre sus flacos hombros, servicios personales, â que no estavan obligados, (mas que â los de su Iglesia, y Ministros) reduciendolos por este medio al infeliz estado de una dura esclavitud, siendo contra el Catholico pio, y Real animo de S.M. que con tanto amor desea sean atendidos teniendo tambien entendido, que la malicia, y depravada intencion de algun animo destemplado havia estendido entre aquellos Naturales para precipitarlos al arrojo de estas inquietudes, y separarlos del Dominio de su Soberano, las falsas vozes de que los principales Gefes de aquella Republica, que havian ocurrido á este Superior Gobierno y assi deducir sus defensas, havian padecido una afrentosa muerte, y que impresionados de esta noticia, y viendo desarmada su Justicia, y oprimida su inocencia, havian tomado las armas para sacudir tan pesado yugo, y faltando à la constancia, y fidelidad con que desde su reducion se havian conservado obsequiolos al

18

dulze Imperio de S.M. y gustosamente congregados al Sagrado Evangelio, y que dexandose llevar del ardor de sus enojos havian imbadido algunas poblaciones, y talado algunas tierras: Y hallandonos con las amplisimas facultades, que nos son concedidas, y deseando con un entrañable amor la reunion de tan antiguos hijos de la Iglesia y fieles Vasallos, que tanto han servido à S.M. y engrandecido su Real Corona desde su pacificacion, y reducion, siendo Valuarte de la Iglesia contra las im[...]iones de los Apostatas, y Gentiles, y que la maña, y destreza de algunos tiranos de su quietud, y sosiego los empeñò con falsas persuasiones â emprender estas [...]ualidades, prometiendonos, como prometemos, que en adelante se mantendrán en aquella apacible tranquilidad sin trocar el dulze Imperio de su Soberano, que [...] los quiere, estima, por el duro, y aspero de una Guerra injusta: Por tanto en su Real nombre ofrecemos, y publicamos perdon general á todos los Naturales, y Vasallos de los Pueblos, que se hallaren con el motivo de la presente alteración, fuera de sus antiguos Dominios, y à todos los que por no reconocer la paz del Evangelio, viven fugitivos en las selvas, y montes, y quisieren residir bajo su pio Soberano, y Real Dominio, como unico en la dulzura del trato en la administracion de Justicia, y en la templanza del Gobierno entre todas las Naciones del mundo, y conocimiento al Santo Evangelio, para que se puedan restituir, y congregar con entera seguridad, y confianza à sus poblaciones, y à posseer las tierras, que tenian antes de este inopinado movimiento, y alteracion con los privilegios, preeminencias, y excepciones, que gozavan, con particularidad à las dos fieles Naciones Yaquis y Mayos, que havian reconocido las luzes del Santo Evangelios, y se mantenian con el respecto debido â sus Padres Misioneros, y assi lo hagan en adelante, desde que las sagradas puertas del Santo Baptismo se havian introducido à las de nuestra

19

Santa Madre Iglesia, y à todos aquellos, que quisieren recibir esta Gracia se les instruirá con amor, educandolos en nuestra santa Fee, para que [...]minados con las Doctrinas Sagradas del Evangelio, la reconozcan, y consiessen, y que serán atendidos con igual venebolencia, y tratados con el amor, y dulzura, que [...]nda S.M. como Vasallos tan de su aprecio, y que se les concederán para su decente manutencion las tierras, que à los demàs por los quatro vientos, para que las cultiven como está dispuesto por Reales Ordenes en los Pueblos, y Ranchos, que se establecieren, para que vivan con la libertad, tranquilidad, y buena correspondencia; y en caso de que por los Gobernadores, y Justicias se les falte en la mas ligera parte de lo que S.M. les tienen concedido por su Real, y piadoso animo, á que no me ouedo persuadir por los serios encargos, que se les haze sobre tan importante fin, para que los atiendan, y oìgan en Justicia, librandose igualmente los competentes requisitorios à las demàs Justicias, Alcaldes mayores, sus Thenientes, y Subalternos Oficiales de Guerra, y Policìa, para que apliquen todo su cuydado y desvelo en mirar por sus argumentos, y felicidades espirituales, y temporales, y que de lo contrario seràn castigados severamente como manda S.M. cor[...] los contrabentores de tan sagradas Constituciones, y que se daràn por incursos en su Real indignacion, y por deservido su clementissismo animo, y que en caso que en sus recursos no hallaren el alivio, que solicitaren sus ahogos, permitimos, y mandamos desde aora lo hagan en este Superior Gobierno por medio de sus Comissarios, ò Diputados, y que para este fin elijan libremente los que fueren de su mayor satisfacion, para lo qual les concedemos toda facultad, y ordenamos, y mandamos à todos los Gobernadores, Thenientes Generales, Justicias, y Alcaldes mayores, y demàs Oficiales de Guerra, no les pongan el menor [...], ni impedimento, antes bien, los auxilien, y faciliten los medios para que

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puedan transitar à esta Capital, sò la pena de ser castigados como Transgresores y perturvadores de la Paz, y buena inteligencia con que S.M. quiere sean atendidos, y tratados sus fieles Vasallos con las demàs que quedan referidas à mi superior advirtió. Assimismo rogamos, y encargamos â los Misioneros, Doctrineros, y Parrochos, vigilen sobre la propagacion del Santo Evangelio, observen su sagrado Instituto, sin mezclarse en los Canceles de la Real Jurisdiccion, tratando à estos miserables Naturales con mansedumbre, y dulzura, y facilitandoles los consuelos que necessitan, à que por su caracter, y santo exercicio estàn estrechissimamente obligados, y que en caso, que los Indios se hallen poco satisfechos de su buen tratamiento, y amabilidad ocurran à este Superior Gobierno en los casos que les sea preciso, y no encuentren las satisfaciones de su indemnidad en las Justicias de su Gobernacion, con la segura confianza de que seràn oìdas sus quexas, y atendidos sus clamores, y representaciones: Y para que se sepa, y llegue à noticia de todos, hemos mandado expedir la presente firmada de nuestra mano, y sellada con el sello de nuestras armas, y refrendada de Don Ma[...] Joseph de Larrea Secretario del Rey Nuestro Señor, y de nuestra Camara, que se mandará imprimir en nuestro Idioma Castellano, y traducir en el lenguage que se usare en las Provincias de toda la Comarca de Zonora, y Zynaloa. Dado en este Real Palacio de la Corte de Mexico, y Octubre 1o. de 1740.

21

Bando del visitador José de Gálvez en el que indulta a seris y pimas, 1769, Bandos, vol. 7, exp. 37, f. 1

22

Sublevación de indios en Zapotlán, 1811, Operaciones de guerra, vol. 179, exp. 101, fs. 181-182

23

24

25

26

Que el gobernador del Estado de México impida la sublevación de indígenas en los partidos de Cuautla e Ixmiquilpan, 1849, Gobernación, sin sección, vol. 367, exp 19, fs. 3

27

Ch. Este Gob[iern]o. ha tenido noticia de que en el partido de Cuautla hay conatos de levantamiento de indigenas, extendiendose alli los germenes de la malhadada guerra de castas que forma hoy la mayor desdicha de la República. Tiene tambien igualm[en]te noticias de que en el Partido de Ixmiquilpam existen tambien intentos de sublevacion. Se le ha informado ademas de que los motivos de ella consisten en que en las Haciendas del S[eño]r. Cortina y alg[una]s. otras de aquellas cercanias se obliga á los indígenas á hacer lo que se llama faena sin extipendio y que se les paga con pequeños vales de papel los que solo se reciben en determinadas tiendas, vendiendo los efectos de tal manera que los vales se reducen á la cuarta ó sesta parte de su valor. Según las noticias que tiene este Gobierno si una sublevacion llegase a estallar esas haciendas serían

28

29

Las primeras desoladas y sus dueños ó administradores tal ves perecerian. De orden del Ilustrisimo presidente me apresuro a comunicarlo a Vuestra Excelencia recomendandole muy eficasmente por una parte que se evite toda mejoria ilegal a los indigenas en el justo pago de sus trabajos, y por otra que el estado haga todo lo posible para reprimir enérgicamente estos motines y sublevaciones, enviando si es posible alguna fuerza cuya sola presencia bastará por ahora para impedir que se lleven a efecto estos perjudiciales intentos. Con este motivo tengo el honor de protestar a vuestra excelencia mi alta consideración Junio 13-1849 Lacunsa El Gob[iern]o del E de Mexico

30

31

C.L. La atenta carta de V.E. de ayer en que se sirve comunicarme las noticias q[ue] ha tenido el Supremo Gobierno acerca del levantamiento en los partidos de Cuautla é Ixmiquilpam la he trasladado á los Sres. Prefectos de Cuernavaca y de Tula, recomendandoles la suma vigilancia p[ara] evitar tenga efecto la sublevación que se enuncia. Al decirlo á V.E. en respuesta de mi citada carta, le protesto mi atención y aprecio particular. Dios, Libertad y Federacion. Toluca Junio 14 de 1849. (Rúbrica)

32

Vicente Riva Palacio da cuenta del apresamiento de dos cabecillas de la revolución de Sierra Gorda, 1849, Gobernación, sin sección, vol. 367, exp. 21, fs.2

33

34

Cartas reservadas sobre la guerra de indios en Yucatán, 1865, Gobernación, sección Segundo Imperio, serie Tranquilidad Pública, vol. 18, exp. 4, fs. 3

35

Mérida Marzo 29 de 1865 Reservada Ex[celentísi]mo. S[eñ]or. La guerra de indios y la conservación de los puntos que se les toman, exigen fuerzas de consideración y gastos cuantiosos que es imposible que el Gobierno de S[u]. M[ajestad]. el Emperador pueda erogar por todo el tiempo que se necesite, pero como sean preciosos, me ha ocurrido pedir á S[u]. M[ajestad]. I[lustrísima]. por el digno conducto de V[uestra]. E[xcelencia]. Su autorizacion publica o reservada Ex[celentísi]mo. S[eñ]or. Ministro de Negocios Estrangeros encargado del Ministerio de Estado. México.

36

37

para dirigirme á todos los Señores Prefectos de los Departamentos del Imperio, por medio de una nota para que exiten a los habitantes de sus respectivos Departamentos a contribuir para la guerra. Por poco que se colecte será un auxilio no despreciable para los gastos constantes que han de hacerse; y, en mi concepto el resultado politico y moral que se obtenga no es de poca importancia, pues creo que existiendo en los habitantes de esta Peninsula un germen vigoroso de localismo que ralla en propension a independencia del resto del Imperio, por sus antecedentes que vienen de muy atrás, claro es que tendrán que vivir agradecidos a todos los Departamentos y al Gobierno de S[u]. M[ajestad]. El Emperador, logrando-

38

39

se mi proposito de que todos contribuyan a terminar la guerra llamada de castas que es el mal poderosisimo que impide el desarrollo de los elementos de progreso en que abunda Yucatan. Dignese V[uestra]. E[xcelencia]. contestarme á la mayor brevedad, considerando que para obtener el fin que me propongo se necesitan de cuatro á cinco meses. Me es grato protestar a V[uestra]. E[xcelencia]. de mi atenta consideracion y muy particular aprecio. Dios guarde a V[uestra]. E[xcelencia]. muchos años. El Comisario Imperial de la Peninsula de Yucatan José Salazar Ilarregui

40

41

Orizava [sic] Mayo 15 de 1865. E. I. Di cuenta á S[u]. M[ajestad]. de la comunicación de V[uestra]. E[xcelencia]. f[ec]ha 29 de Marzo ultimo en que pide autorizacion p[ar]a. dirigirse á los Prefectos de los Departamentos á fin de que exiten á sus habitantes respectivos á hacer donativos p[ar]a. auxili ayuda de los cuantiosos gastos que de la guerra que se erogan en la pacificacion de su Departamento, victima de la guerra que le hacen los barbaros. El Emperador aprecia y elogia el selo [sic] que inspira á V[uestra]. E[xcelencia]. mas considera q[ue] en el estado decadente de las fortunas, la exitativa no prod [roto] el efect resultado que se desea, á la vez que daria ocasion materia [roto] desafectos del imperio, particularmente en el extrangero [roto] criticas y suposiciones perjudiciales á su credito. El recto buen juicio de V[uestra]. E[xcelencia]. comprendera que aun cuando la idea se realizara, no seria eficas [sic] para destruir en [ilegible] las tendencias de separacion que indica, y son bien antiguas, pero que ellas solo pueden extirparse haciendo sentir los beneficios de la unidad buena administracion imperial. El Emperador espera poder facilitar a V[uestra]. E[xcelencia]. todos los medios para consolidarlo y asegurar asi el bien estar y fidelidad del Departamento.

E. I. Comisario Imperial de Yucatan

42

P anóptic o

FUENTES PARA LOS IMPUESTOS, INGRESOS Y GASTOS DE LOS PUEBLOS DE INDIOS EN EL SIGLO XVIII Dorothy Tanck de Estrada*

urante casi dos siglos, los historiado-

D

su título, “Propios y Arbitrios”, señala que

res han dejado a un lado una de las

contiene documentos sobre las ciudades

fuentes documentales más importantes

y villas de los españoles cuyos ingresos

para el estudio de los pueblos de indios

provenían de los “propios” (propiedades) y

Las investigaciones ge-

los “arbitrios” (impuestos) municipales. Los

neralmente se han basado en los ramos

pueblos de indios no tenían propios ni arbi-

de Tierras, Indios y Tributos en el Archivo

trios, solamente las poblaciones de españo-

General de la Nación (AGN), cuyos miles

les; la base económica de los pueblos eran

de volúmenes constituyen un acervo rico

los “bienes de comunidad” que consistían

de información sobre los indios y sobre

de tierras comunales y el dinero provenien-

pueblos específicos, pero que tienen pocos

te de un impuesto llamado el “real y medio

datos sobre aspectos de la economía local

de comunidad”.

en el siglo

XVIII.

de todos los poblados en una región. Sin

Pero, de hecho, el título completo del

que

ramo, que no aparece ni en el catálogo

ha sido olvidado por los investigadores,

ni en el CD Argena II, debió ser Propios,

en buena parte, porque dicho acervo está

Arbitrios y Bienes de Comunidad. Estas

mal catalogado y su nombre no indica su

tres palabras indican que hay documentos

verdadero contenido. Me refiero al ramo de

referentes a las tierras de comunidad y a

Propios y Arbitrios.

fondos de comunidad de los pueblos de

embargo, existe otro ramo en el

AGN

Una de las razones por las que las personas interesadas en los pueblos de indios no han buscado en este ramo es porque 44

indios, esto es, referentes a sus finanzas municipales. Aquí revisaré el contenido del ramo de

Propios, Arbitrios y Bienes de Comunidad

era una entidad corporativa con personali-

como fuente de información sobre los im-

dad jurídica.

puestos, ingresos y gastos de los pueblos de indios durante el Virreinato. Basándome principalmente en estos

HISTORIA DEL RAMO DE PROPIOS, ARBITRIOS Y BIENES DE COMUNIDAD

documentos, presentaré tres apartados: la historia del ramo, los tipos de documentos

En 1765, el visitador José de Gálvez llegó

que contiene y los temas de los impuestos

a la Nueva España con un encargo para

y de la historia económica que se puede

organizar las finanzas de todas las ciuda-

estudiar con base en los documentos del

des y villas de españoles y de los pueblos

acervo.

de indios, según la ley sobre esta materia

Sin embargo, primero quisiera aclarar

que se había promulgado en 1760 para las

las características de un “pueblo de indios”

poblaciones de España. Carlos III le ordenó

para poder entender mejor su papel como

a Gálvez: “tomaréis conocimiento de los

administrador de las tierras comunales y

propios y arbitrios de los pueblos, y… ha-

de las finanzas municipales. Al finalizar

réis… que se reglen sus gastos evitando lo

el siglo XVIII, se definía un pueblo de indios

superfluo”.1 En cumplimiento del mandato,

como un lugar donde vivían 80 tributarios

Gálvez estableció a mediados de 1766,

o más (aproximadamente 360 habitantes

en la ciudad de México, la “Contaduría

indios), según el padrón de tributarios y

General de Propios, Arbitrios y Bienes de

donde había una iglesia consagrada, go-

Comunidad”. El primer contador, Benito

bernantes indígenas electos anualmente

Linares, se dedicó a recabar información

y una dotación de tierras comunales ina-

acerca de las ciudades y villas y luego, con

lienables. Por tener un consejo gubernativo

la intervención directa del visitador Gálvez,

legalmente reconocido, el pueblo de indios

a promulgar ordenanzas para supervisar los

1 Artículo 13 de la Real instrucción para la visita general dada por el rey a Gálvez. José de Gálvez, Informe general al excelentísimo señor virrey frey don Antonio Bucareli y Ursúa con fecha de 31 de diciembre de 1771, México, Imprenta de Santiago White, 1867, p. 133. El título oficial de Gálvez incluyó los encargos principales de la visita: “…Visitador de todos los tribunales de justicia, cajas y ramos de Real Hacienda y de los propios y arbitrios de las ciudades, villas y pueblos de este Reino de Nueva España”. Fabián de Fonseca y Carlos de Urrutia, Historia general de la Real Hacienda, edición facsimilar, 1845-1853, México, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 1978, vol. 5, p. 258.

45

ingresos y gastos de las ciudades y villas de españoles.

2

las elecciones, el día de Corpus Christi y del santo patrón de San Miguel, para pagos al

Una vez comenzada la vigilancia de las

sacerdote en las celebraciones de Semana

finanzas de las poblaciones de españoles,

Santa, para velas y para los sueldos de los

el segundo director de la Contaduría de

regidores.3 Gallarreta redactó un “Regla-

Propios, Francisco Antonio de Gallarreta,

mento” para Huejotzingo y después, du-

dirigió su atención a los pueblos de indios.

rante once años hasta su muerte, preparó

Era una tarea monumental en comparación

reglamentos para otros 1,600 pueblos en

con la de supervisar las poblaciones de

81 jurisdicciones del virreinato. En estos

españoles, ya que había aproximadamente

documentos se registraban las fuentes

20 ciudades y 50 villas pero existían más

de ingreso de cada pueblo, tales como: el

de 4,000 pueblos de indios en el virreinato.

“real y medio de comunidad” (“comunidad”

Gallarreta empezó con la ciudad indígena

significa el régimen económico del pueblo,

de Huejotzingo. Al revisar sus cuentas an-

la caja de comunidad, los recursos moneta-

teriores, Gallarreta criticó el hecho de que

rios),4 los solares arrendados, los réditos re-

se gastaban 556 pesos anualmente cuando

cibidos por préstamos, el producto de moli-

el ingreso era solamente de 345 pesos. En

nos, los hornos de cal, la venta de pulque y

vista de que se aplicaba gran parte a “los

los terrenos arrendados. Luego se indicaban

gastos de fiestas y otros accidentes”, y de

los gastos permitidos: para algunas fiestas

que era “preciso el reducirlos y economi-

religiosas, para el maestro de escuela de

zarlos de modo que siempre se verifique al-

primeras letras, para reparaciones y obras

gún sobrante”, el contador general prohibió

públicas de poco monto. El objetivo era

el uso de fondos comunales para comidas

lograr un sobrante que se guardara en las

de los miembros del cabildo indio el día de

cajas reales como reserva para ayudar a los

2 La Contaduría, a partir de 1768, supervisaba las finanzas de las ciudades y villas de Puebla, Guanajuato, Veracruz, Valladolid, Antequera, San Luis Potosí, Celaya, Querétaro, Pátzcuaro, Salvatierra, Zacatecas, San Miguel el Grande, Córdoba, Chihuahua, Orizaba, León y Atlixco. La ciudad de México rehusó entregar sus cuentas y apeló al Consejo de Indias en contra de la ordenanza que Gálvez había redactado para la ciudad. Fonseca, ibid., p. 314. 3 Instituto Nacional de Antropología e Historia, Centro de Documentación, Archivo judicial de Puebla, rollo 46. 4 Andrés Lira, “La voz de la comunidad en la Recopilación de 1680”, en Recopilación de leyes de los reynos de las Indias. Estudios históricos-jurídicos, México, Miguel Ángel Porrúa, 1987, p. 416.

46

pueblos en tiempos de hambre o en caso

33, 34 y 35 referentes a los reglamentos

de epidemia.5

de los bienes de comunidad.) En el artículo

El proceso de redactar reglamentos de

33 de la Ordenanza de intendentes se men-

bienes de comunidad y supervisar las fi-

cionaban los reglamentos “antiguos”, esto

nanzas siguió y se extendió a toda la Nueva

es, los emitidos por el contador Gallareta

España por medio de la Ordenanza de in-

y los reglamentos “interinos”, los promul-

tendentes, de 1786. Es importante recordar

gados por los intendentes (basados en un

que esta Ordenanza no inauguró una nueva

“formulario” expedido por la Contaduría) y

administración de los bienes de comunidad,

llamados interinos porque debían recibir la

sino que incorporó en los artículos 28 a 35,

aprobación del rey, aunque mientras tanto,

41, 44 a 47 y 53 las principales medidas

según la Ordenanza, “se observe en todas

que ya estaban vigentes desde 1773. (Se

sus partes”. Entre 1791 y 1809, en total,

reproducen en el Apéndice los artículos

1,929 pueblos de indios en siete inten-

5 Lista de las jurisdicciones que recibieron reglamentos de los bienes de comunidad entre 1773 y 1785, en Dorothy Tanck de Estrada, Pueblos de indios y educación en el México colonial, 1750-1821, México, El Colegio de México, 2a. ed., 2000, p. 22.

47

dencias recibieron reglamentos interinos.

ejemplos de estas cuentas para el pueblo

Aunque para varias intendencias, como

de Tejupan, en Oaxaca (1550-1564), y para

Oaxaca y Puebla, no se expidieron nuevos

la ciudad india de Tehuacán, Puebla (1587

reglamentos bajo la Ordenanza de inten-

a 1632, escritas en español; 1633 a 1754,

dentes, estas regiones siguieron remitiendo

escritas en náhuatl).6 Una encuesta recabó

sus cuentas a la Contaduría de acuerdo con

en 1704 ejemplos de las cuentas de 351

reglamentos “antiguos” desde el periodo

pueblos en las jurisdicciones de la Audien-

del contador Gallarreta. De esta manera,

cia de México, desde Zacatecas en el norte

aproximadamente 4,000 de los 4,468 pue-

hasta Oaxaca en el sur. (Se encuentran los

blos de indios registrados en 1800 rendían

datos en el Archivo General de la Nación,

informes financieros a las autoridades cen-

421 folios, del volumen 97 del ramo de

trales del virreinato. (No se han encontrado

Indios.)7

en el

AGN

cuentas de los pueblos de indios

en las intendencias de Sonora, Durango y

LOS TIPOS DE DOCUMENTOS EN EL RAMO DE PROPIOS,

en los gobiernos militares de Tlaxcala, Co-

ARBITRIOS Y BIENES DE COMUNIDAD

lotlán y Tabasco.) Es importante recordar que la prepa-

Este ramo consiste de 65 volúmenes,

ración de cuentas financieras por parte de

de los cuales los primeros 40 contienen

las autoridades indígenas de los pueblos no

documentos con fechas de 1766 a 1810.

comenzó con la visita de Gálvez en el siglo

(Los restantes tratan los impuestos sobre

XVIII,

fincas urbanas promulgados en 1813, 1820

sino que era una práctica común descuando se establecieron las

y 1838 y sus resultados en muchas regiones

cajas de comunidad en los pueblos. Existen

de la república.) De estos 40 volúmenes, un

de el siglo

XVI,

6 Blanca Lara Tenorio, “Tehuacán, Puebla, a través de las cuentas de caja de comunidad, siglos XVI y XVII”, tesis de maestría, El Colegio de Michoacán, 1993. Woodrow Wilson Borah y Sherburn F. Cook, “A Case History of the Transition from the Precolonail to the Colonial Period in Mexico: Santiago Tejupan”, en David J. Robinson (ed.), Social Fabric and Spatial Structure in Colonial Latin America, University of Michigan Press, 1979, pp. 420-424. 7 AGN, Indios, vol. 97, passim. En 1704 se registraron informes de 43 pueblos en Veracruz, 32 en Puebla, 84 en México, 174 en Oaxaca, tres en Tabasco, ocho en Michoacán, 24 en Oaxaca, ocho en San Luis Potosí y cinco en Nueva Galicia. Índice de la encuesta de Bienes de Comunidad hecha en 1704 que se encuentra en el Archivo General de la Nación, Indios, vol. 97, 421 folios, Miguel Ángel Fernández Delgado (coord.), México, El Colegio de México, mimeo, 1999.

48

poco más de la mitad, 21 (53%), se refieren

la fiscalización gubernamental, para las

a las finanzas de los pueblos de indios y 19

subdelegaciones de Teotihuacán, Huejo-

( 47%) a las ciudades y villas de españoles.

tzingo, Metepec, Zacatlán, Xochimilco,

Geográficamente, el ramo contiene

Cholula, Otumba, Chalco, Malinalco,

datos no sólo de la intendencia de México,

Igualapan, Huayacocotla, San Juan de

sino de las de Puebla, Oaxaca, Michoacán,

los Llanos y Teposcolula.

Guanajuato, San Luis Potosí y el gobierno

- Recibos firmados por las personas que

militar de Tlaxcala. Yendo aún más lejos del

habían recibido dinero de las cajas de

centro geográfico del virreinato, se encuen-

comunidad.

tran documentos muy completos sobre las

- Informes financieros anuales, cubriendo

intendencias de Yucatán y de Guadalajara,

un periodo de 1790 a 1819 de los pue-

esto es, acera de nueve de las 15 regiones

blos de indios en Yucatán y de las dos

principales de la Nueva España, faltando

ciudades y una villa en esa intendencia,

información sobre Veracruz, Zacatecas,

vol. 23.8

Sonora, Durango y los gobiernos militares de Nayarit-Colotlán y Tabasco.

Había tres niveles de cuentas relacionados con los pueblos de indios. El primer

Los documentos sobre las finanzas en

nivel era la cuenta anual preparada por

los pueblos, que se guardaban en la casa de

cada pueblo en una subdelegación (región

comunidad en cada pueblo de indios, son

dentro de una intendencia).

especialmente ricos en relación con: - “Reglamentos interinos” de bienes de comunidad para los pueblos de indios de la

El segundo nivel de revisión financiera era el resumen de las cuentas de toda una subdelegación.

intendencia de Michoacán, 1797, vol. 34.

Por ejemplo, el resumen financiero de

- Extractos de las cuentas anuales de los

los pueblos de la subdelegación de San

pueblos de indios de la intendencia de

Cristóbal de la Barranca (intendencia de

Guadalajara, de 1790 a 1803, vols. 25 y 35.

Guadalajara) con la cantidad del real y me-

- Cuentas detalladas de los ingresos y

dio; el resumen de cuentas financieras de

gastos de los pueblos antes y después de

los pueblos de la subdelegación de Acatlán

8 Véase Dorothy Tanck de Estrada, “Escuelas y cajas de comunidad en Yucatán al final de la Colonia”, en Historia Mexicana, XLIII: 3, 1994, pp. 201-449.

49

(intendencia de Puebla) con el número de

pormenorizados de las tierras, dinero y bie-

tributarios; el reglamento interino para los

nes que tenían los pueblos antes de recibir

42 pueblos de la subdelegación de Texcoco

los reglamentos; estos informes se llaman

con número de tributarios enteros y tribu-

los “Cuadernos de noticias” y contienen

tarios medios;9 reglamento del pueblo de

datos estadísticos y descripciones de las

indios de Tequila, intendencia de Guada-

actividades y posesiones de los pueblos.

lajara, con mención del arrendamiento de

Los cuadernos de noticias son informes

tierras a José de Cuervo.

levantados por la autoridad regional espa-

El tercer nivel de cuentas era la revi-

ñola (alcalde mayor o subdelegado), en los

sión financiera de todas las ciudades, villas

cuales se describían todas las fuentes de

y pueblos de indios en una intendencia, por

ingreso de cada pueblo en la jurisdicción,

ejemplo, la de Yucatán.

los gastos que se acostumbraba realizar y

Para cada uno de los tres niveles de

observaciones sobre las maneras en que los

cuentas (pueblo, subdelegado, intendencia),

gobernantes indios escondían las tierras del

la autoridad española (subdelegado, inten-

pueblo y sobrepasaban los gastos permiti-

dente, Contaduría de Propios, Arbitrios y

dos para celebraciones religiosas. Incluyen

Bienes de Comunidad) revisaba los informes

las opiniones de las autoridades guberna-

financieros y señalaba errores y omisiones;

mentales locales sobre los problemas para

las revisiones se llamaban “reparos”.

vigilar las finanzas de los pueblos.

Además del ramo de Propios, Arbitrios y

Al comparar la información en los

Bienes de Comunidad, en el ramo de Indios

“Cuadernos de noticias” con los reglamen-

se encuentra una gran cantidad de infor-

tos de bienes de comunidad para los mis-

mación sobre los 1,248 pueblos de indios

mos pueblos, se puede precisar el impacto

en la intendencia de México. Para casi to-

que tuvo la fiscalización gubernamental

dos los pueblos, se hallan los reglamentos

en los pueblos. Se prohibió gastar todo el

interinos de bienes de comunidad expedi-

ingreso y se obligó a ahorrar aproximada-

dos entre 1806 y 1809 para la intendencia

mente 60% de los fondos y entregarlos a

de México. Además se presentan informes

las cajas reales.

9 Carmen Molina Ruiz, “Bienes de comunidad”, en Boletín del Archivo General de la Nación, México, tercera serie, VII, 2: 23, abril-junio de 1983, p. 21.

50

Las 25 subdelegaciones de la intenden-

Tenango del Valle (51), Teotihuacán (12),

cia de México sobre las cuales hay ambos

Texcoco (42), Tulancingo (57), Xochimilco

documentos, “Cuadernos de noticias” y

(28), Yahualica (36), Zacatula (3), Zempoala

“Reglamentos interinos de bienes de co-

(13), Zimapán (6) y Zumpango (9).

munidad”, tienen un total de 680 pueblos

Los Reglamentos de los bienes de co-

de indios. Con los datos contenidos en los

munidad para Guanajuato y Zacatecas se

dos tipos de documentos es posible com-

encuentran en Indios y los de Yucatán en

parar estadísticas de estos lugares para dos

Intendencias.

fechas distintas, 1792 y 1807: Actopan (17 pueblos), Apan (4), Cadereyta (12), Chalco

IMPUESTOS Y OTROS TEMAS ECONÓMICOS

(75), Cuautitlán (22), Cuautla (19), Huejutla (7), Huichapan (72), Ixmiquilpan (14),

Cada indio varón casado de entre 18 y 50

Ixtlahuaca (59), Lerma (3), Malinalco (22),

años tenía que pagar el tributo. Al final del

Metepec (43), Pachuca (10), Tacaba (44),

siglo

XVIII,

el tributo era de 17.5 reales por

51

cada tributario, lo que incluía 16.5 reales

tributo. En el pueblo de Tlacotepec, subde-

de tributo, el medio real para el Hospital

legación de Metepec, “...duraron las milpas

de Indios (“real de hospital”) y el medio real

de común hasta que vino el reglamento

para el Juzgado de Indios (“medio real de

de la Contaduría de Propios en cuya vista

ministros”). Los hombres solteros y viudos

eligieron los indios el contribuir cada uno

eran medio tributarios y pagaban la mitad

el real y medio anual”.11

del tributo; se les consideró “tributarios

Esta nueva tasación representaba

medios”. Los hombres ancianos de arriba

un aumento de 8.5% en los impuestos

de 50 años de edad y los discapacitados

que pagaban los indios. A diferencia del

estaban exentos del tributo y eran con-

tributo que se entregaba al rey, el real y

siderados en la categoría de “reservados”.

medio de comunidad quedaba en el pueblo

XVIII,

para cubrir los gastos de las celebraciones

Las mujeres, desde la mitad del siglo estaban exentas del pago del tributo.10

religiosas, el salario del maestro de prime-

Sin embargo, a partir de 1780 se im-

ras letras y algunas obras públicas. Según

puso otro impuesto directo a los indios,

Manuel Abad y Queipo, en Michoacán, el

el “real y medio de comunidad”. Desde el

ingreso cada año de un peón en una ha-

los indios de cada pueblo culti-

cienda era de 60 pesos, o 480 reales.12 El

vaban una milpa común cuyo producto se

indio pagaba 19 reales en tributo y el real

entregaba a la caja de comunidad de la

y medio de comunidad, que significaba 4%

localidad, esto es, a la tesorería munici-

de su ingreso anual. Además, cada familia

pal. Esta contribución fue sustituida en el

debía pagar a la Iglesia las obvenciones

siglo XVIII por una cuota de dinero, el real y

parroquiales de 15 reales (en Oaxaca).13 La

medio de comunidad, que fue recolectado

suma de los impuestos civiles y eclesiásti-

en efectivo por las autoridades indígenas

cos era de 34 reales, o 7% del ingreso anual

del pueblo, tres veces al año, junto con el

de los indios.

siglo

XVI,

10

Tanck de Estrada, Pueblos de indios, p. 45.

11

AGN, Indios, vol. 76, f. 243, 1808.

12 Manuel Abad y Queipo, Colección de los escritos más importantes que en diferentes épocas envió al gobierno D. Manuel Abad y Queipo, obispo electo de Michoacán, estudio introductorio y notas de Guadalupe Jiménez Codinach, México, CONACULTA , 1994, p. 79. 13 Marcelo Carmagnani, El regreso de los dioses. El proceso de reconstitución de la identidad étnica en Oaxaca. Siglos XVII y XVIII, FCE, 1988, p. 221. En 1766, el tributo en Yucatán fue de 14 reales, más cuatro reales para la caja de comunidad, medio real de holpatán, y 12.5 reales en obvenciones parroquiales, por

52

En realidad, el impuesto del real y me-

que la cantidad anual del tributo de los

dio de comunidad se convirtió en una fuen-

indios era de entre 800,000 y un millón

te considerable de ingreso para el gobierno

de pesos, el sobrante del real y medio de

virreinal, ya que, por las restricciones en el

comunidad representaba un aumento de

gasto ordenadas por los reglamentos de

entre 18% y 22% más de fondos en efecti-

los bienes de comunidad, los pueblos no

vo a la disposición del gobierno. (El ingreso

pudieron utilizar todos sus ingresos. Tenían

al gobierno de los ramos de alcabala y del

que ahorrar más de la mitad y entregarlo a

estanco de tabaco era mayor que el ingreso

las cajas reales en cada intendencia por-

del tributo.)15

que el rey había estipulado en el prólogo

¿Qué paso con los 180,000 pesos

de los reglamentos que “el arreglo de la

anuales que se acumulaban en las cajas

administración, cuenta y distribución de

reales, guardados para ayudar a pueblos

sus bienes comunes, es proporcionarles

en situación de emergencia? En 1802 se

un competente fondo, con que puedan ser

reportó que más de la mitad de los fondos

socorridos en sus necesidades de hambres,

de los bienes de comunidad de los pueblos

enfermedades y otras plagas que por falta

de indios había sido enviada a España para

de oportunos auxilios podrían ocasionar la

ayudar al rey en la situación de emergen-

14

Cada año

cia ocasionada por las guerras europeas.

se iba acumulando en las cajas reales el

Nuestra investigación ha encontrado que

dinero “sobrante” de las cajas de comu-

no más que 10% fue devuelto a los pue-

nidad de los pueblos de todo el virreinato.

blos para ayudar a pagar gastos médicos y

Al llegar al año de 1790, la cantidad anual

reparaciones de las iglesias y de casas de

del sobrante entregada a las cajas reales

comunidad en los pueblos.16

destrucción de los pueblos”.

alcanzaba 180,000 pesos. Si se considera

El cuadro muestra que para 1802 ya

un total de 31 reales al año. Juan Antonio Valera y Francisco de Corres, “Discurso sobre la constitución de las provincias de Yucatán y Campeche (1766)”, en Enrique Florescano e Isabel Gil Sánchez (comps.), Descripciones económicas regionales de Nueva España. Provincias del Centro, Sudeste y Sur, 1766-1827, INAH, 1976, p. 206. 14 Prólogo del “Reglamento interino [...] de los bienes de comunidades de los pueblos de la jurisdicción de Tescuco”, reproducido en Carmen Molina Ruiz, “Bienes de comunidad”, op. cit., p. 21. 15 Cuadro en Daniela Marino, “El afán de recaudar y la dificultad en reformar. El tributo indígena en la Nueva España tardocolonial”, en Carlos Marichal y Daniela Marino (comps.), De colonia a nación. Impuestos y política en México, 1750-1860, México, El Colegio de México, 2001, p. 81. 16 Ibid., p. 133.

53

En resumen, quisiera señalar que las cuentas anuales de ingreso, gasto y sobrante de miles de pueblos de indios, archivados en el ramo de Propios, Arbitrios y Bienes de Comunidad, en otros ramos del AGN y en los archivos estatales, son fuentes detalladas y precisas que permiten analizar temas de micro y macroeconomía, tales como: - Tener cifras exactas del número de tributarios en cada pueblo, cada año, durante un lapso de varios años, y así poder medir la evolución de la demografía. - Conocer con detalle los terrenos comunales pertenecientes a cada pueblo, la cantidad cobrada por arrendamiento de tierras sobrantes y los nombres de los arrendatarios. - Por los recibos guardados correspondientes a cada gasto, saber los costos de construcción, salarios de maestros de se había entregado como donativos al rey

escuela, precios de cohetes, flores, cera,

la cantidad de 500,000 pesos (“Suplido a

renta de ornamentos religiosos, ingre-

Real Hacienda”); además, 140,000 pesos

dientes de las comidas comunales y tipo

en préstamos al monarca y 130,000 pesos

de obras públicas.

invertidos en el Banco de San Carlos y la

- Relacionar las finanzas locales de los

Compañía de Filipinas. No indicados en el

pueblos con las finanzas de la monar-

cuadro de 1802, también están los casi

quía, al cuantificar la cantidad del dinero

700,000 pesos entregados por los pueblos

“sobrante” de cada intendencia que salía

de indios a la Consolidación de Reales Vales

de la Nueva España a los cofres del rey.

en 1806.

54

APÉNDICE**

que recaiga mi confirmación, o resuelva lo que fuese de mi Soberano agrado... ordeno

Artículos de la Ordenanza de intendentes

que para la formación de los prevenidos

relacionados con los reglamentos interinos

Reglamentos respectivos a Pueblos de

de los bienes de comunidad.

meros Indios y a sus Bienes de Comunidad, inclusos sus censos, se tengan presentes y

ARTÍCULO 33

en la debida consideración las 38 leyes de

“Con prolixo examen de todas las noticias

los citados libro y título [libro 6, título 4],

indicadas en los dos artículos antecedentes,

en quanto no se opongan a lo dispuesto por

y de sus documentos comprobantes, que pe-

esta Instrucción.”

dirán los Intendentes quando los regularen precisos, han de formar un Reglamento in-

ARTÍCULO 34

terino para los Propios y Arbitrios, o Bienes

“En los mencionados Reglamentos parti-

de Comunidad de cada Pueblo, moderando

culares se han de dividir las partidas de

o excluyendo las partidas de gastos que les

gastos en quatro clases: la primera, de las

parecieren excesivas o superfluas, aunque

dotaciones o ayudas de costa señaladas a

estas se hallen señaladas y permitidas por

las Justicias, Capitulares y dependientes

Ordenanzas o Reglamentos antiguos apro-

de los Ayuntamientos, y salarios de los

bados; y remitiéndole firmado con orden de

Oficiales públicos, Médico o Cirujano,

que se observe en todas sus partes hasta

donde los haya, y Maestros de Escuela

nueva providencia, dirigirán copia de él a

que deben precisamente establecerse en

la Junta Superior de Hacienda con la razón

todos los Pueblos de Españoles e Indios

dada por las Justicias, y el correspondiente

de competente vecindario; la segunda,

informe de los fundamentos y motivos que

de los réditos de censos u otras cargas

hubiesen tenido en consideración, a fin

legítimamente se pagaren por los mismos

de que le apruebe o modifique con pleno

Pueblos, estando impuestos con facultad

conocimiento del asunto, dándome la mis-

Real o convertidos en beneficio común, y

ma Junta cuenta por la Vía reservada para

justificada su pertenencia; la tercera, de

** Subrayado mío. Eusebio Ventura Beleña, Recopilación sumaria de todos los autos acordados de la Real Audiencia y Sala de Crimen de esta Nueva España, edición facsimilar de 1787, México, UNAM, 1981, vol. 2, pp. XII-XIII. 55

las festividades votivas y limosnas voluntarias; y la quarta, de los gastos precisos o extraordinarios y eventuales que no tengan quota fixa: advirtiendo que para estos últimos señalarán los Intendentes la cantidad anual que les pareciere correspondiente según las circunstancias y facultades de los Pueblos...pues no excediendo el gasto de...veinte [pesos] en las Poblaciones de Indios, podrán librarlos los Intendentes; pero se fuere de mayor suma han de dar cuenta a la Junta Superior, y esperar su resolución.”

ARTÍCULO 35 “Aprobados por ella dichos Reglamentos a proporción que los Intendentes los vayan remitiendo, se los devolverá el Contador general de Propios y Arbitrios, dexando copia de cada uno en su Oficina, con la prevención de que, quedando otra en las Contadurías Principales de Provincia, se remitan los originales a los respectivos Pueblos para su observancia y puntual execución mientras que por Mí no se determine y ordene otra cosa.”

* Investigadora de El Colegio de México. Texto leído en el II Congreso de Historia Económica, el 29 de octubre de 2004.

56

TOMÓCHIC: ENTRE SANTOS Y BALAZOS FRANCISCO L ARA Y ANA HILDA VERA*

La flecha cruzó silbando la tensa atmósfera serrana hasta clavarse en el cuerpo de Gabriel Tepórame. Era el último de varios proyectiles. El indio que la lanzó ni siquiera volvió el rostro hacia el soldado español que ordenó el disparo. Algunos metros adelante pendía de un árbol el cuerpo inerte, cual erizo ensangrentado, del indígena tarahumar que se atrevió a despreciar la muerte, encabezando una lucha frontal en contra de la dominación española. Decenas de nativos tarahumares, inmutables, pasivos, circunspectos, atestiguaban la ejecución. Su presencia ahí fue prescrita por las autoridades novohispanas, que buscaban la ejemplaridad. Los rebeldes que se opongan a los designios coloniales, sucumbirán de un modo semejante (Osorio: 1986: 82).

omóchic, 2 de marzo de 1652. Gabriel

T

genas leales atacan a los nativos encabe-

Tepórame, indio rarámuri, conmina a

zados por Tepórame. La batalla fue cruel

sus coterráneos a exterminar a todos los

y sanguinaria. Culminó con el sacrificio

blancos del territorio tarahumara, sean co-

público de Gabriel Tepórame. La resistencia

lonos, frailes o soldados. Asimismo, incita a

y valentía de los tarahumares, así como su

quemar la misión católica y al padre jesuita

actitud desafiante, propiciaron que los ha-

Jácome Antonio Basilios.

bitantes de Tomóchic heredaran la fama de

La respuesta de la Corona fue fulmi-

valientes y temerarios en lo sucesivo.

nante. Soldados españoles y algunos indí57

PROPÓSITOS

Las tipologías de los movimientos de resistencia involucran infinidad de varia-

La historia tarahumara incluye en sus pági-

bles y connotaciones, van de lo religioso,

nas múltiples movimientos de resistencia.

lo político y lo étnico a lo socioeconómico.

El objetivo de este trabajo es analizar de

Alicia Barabas hace una clasificación de

qué forma propiciaron las condiciones

los movimientos de resistencia en la cual

políticas y religiosas de la época una de

define a la rebelión como un movimiento

las rebeliones más sangrientas del siglo XIX.

que congrega a diversas comunidades de

Nos referimos a la rebelión de Tomóchic

una misma etnia, quienes se cohesionan

de 1892.

por medio de creencias comunes, de una

58

noción de territorialidad compartida, así

topografía irregular conformada por ba-

como del reforzamiento de las alianzas pa-

rrancas, cañadas y cumbres, cuyos climas

rentales o políticas (Barabas: 1986: 213).

contrastantes propiciaban una constante

Por su parte, Leticia Reina define la

movilidad humana en búsqueda de ámbitos

rebelión como la forma más acabada de los

habitacionales idóneos, dependiendo de

movimientos campesinos durante el siglo

las estaciones del año. Solían habitar en

XIX,

la cual conlleva un liderazgo perma-

cuevas. Tenían prácticas esencialmente fo-

nente. Reina sostiene que en este tipo de

rrajeras, con actividades agrícolas alternas

movimientos los líderes pueden provenir

no predominantes:

de una clase o sector social diferente a los campesinos (Reina: 1988: 82).

“Era una sociedad poco estratificada y que viviría en esquema de pequeños grupos

Para efectos del presente artículo, es

familiares con baja especialización técnica

importante destacar que la rebelión étnica

del trabajo, pero con la necesidad de apro-

y social de Tomóchic de 1892 derivó de la

vechar los recursos humanos al máximo. El

conjugación de injusticias interétnicas y

que cualquier individuo fuera apto para

de inconformidades ancestrales y crónicas

realizar cualquier trabajo nos indica al

desde el primer contacto sostenido con los

mismo tiempo lo prescindible de él y lo

colonizadores españoles.

imprescindible; relación que debe reflejarse en todos los ámbitos de la cultura” (Norie-

COMO EL AGUA Y EL ACEITE

ga: 1992: 25). Sostenían una relación estrecha con

Los siglos

fueron los escenarios

la naturaleza y, según las crónicas novo-

temporales donde convergieron los con-

hispanas de Joseph Neumann: “...los tara-

trastes culturales y cosmogónicos de las

humares nunca fueron idólatras, aunque

culturas dominada y colonizadora. El afán

sí vivían engañados por el demonio con

evangelizador de los misioneros que tra-

muchos embustes y magias. Algunos han

taban de imponer su ideología provocó el

tenido al sol y a la luna por dios...” (Gonzá-

rechazo de los naturales.

lez: 1993: 304).

XVI

y

XVII

Los nativos de la sierra Tarahuma-

Las estructuras socioeconómicas tras-

ra vivían distribuidos a lo largo de una

ladadas por los colonizadores españoles 59

carecían de variantes incluyentes de los

ciedad cristiana ideal, cuyas bases debían

usos y costumbres de las culturas nativas.

ser la piedad, la modestia, la obediencia, la

El proceso de colonización trabaja de ma-

disciplina y el trabajo de sus habitantes. La

nera simultánea con una evangelización

reproducción del modelo socioeconómico

católica, preponderantemente aculturizan-

del centro de la Nueva España, donde los

te, que sólo se interesaba por momentos en

nativos se asentaban en aldeas fijas y se

la cosmovisión indígena.

dedicaban preponderantemente a la agri-

La llegada de los misioneros jesuitas a

cultura, era el objetivo colonizador, ya que

la sierra Tarahumara sucedió a instancias

permitía la instrucción sistemática y propi-

del gobernador de la Nueva Vizcaya, Ro-

ciaba la explotación económica organizada

drigo Río y Loza, quien los invitó expresa-

de la gente (Hausberger: 1997: 65).

mente en 1598. El propósito de la presencia

Las fricciones constantes entre colo-

misionera era someter aquella zona a Dios

nizados y colonizadores se explican, en

y al rey (Hausberger: 1997: 63).

primera instancia, a partir del esquema

Los Soldados de Cristo se esmeraron en

de poder vertical e inhumano al cual es-

reunir en poblados fijos a los nativos que

tuvieron sometidos los grupos nativos. La

se dispersaban por tradición, para lo cual

cosmovisión de cada una de las culturas in-

fue indispensable organizar una produc-

volucradas, sus modelos socioeconómicos,

ción agrícola suficiente que garantizara el

sus valores, así como sus prioridades prag-

sustento de las nuevas comunidades. En lo

máticas, compartían muy pocos rasgos.

concerniente a la administración, se nom-

No hay que olvidar los resabios del es-

bró a una serie de funcionarios indígenas en

quema feudal que los colonizadores espa-

cada pueblo; los misioneros, sin embargo,

ñoles traían consigo (Vera, Lara: 2005).1

se reservaron para sí la autoridad suprema

Teológica y doctrinalmente, los coloni-

e intentaron crear bajo su gobierno una so-

zados se ubicaban en una instancia de in-

1

“La servidumbre era, claramente, la base de todo el sistema de ganancia de plusvalor, pero el modelo organizativo de explotación mayormente demostrable en el mundo preindustrial fue la articulación de la propiedad de grandes extensiones de tierra, que se encontraba en manos de la clase dominante, y de los pequeños productores agrícolas, esto es, de la explotación de los campesinos ligados a la tierra, los cuales eran obligados al plustrabajo mediante la servidumbre o por el tributo...” (Frey: 1995: 28), “La tríada vasallaje-sistema de trabajo forzado-privilegio creó un tipo totalmente nuevo y único de dominio y dependencia...” (Frey: 1995: 29).

60

ferioridad, ya que la Iglesia católica no les

rios agrícolas con las ritualidades católicas

reconocía la posibilidad de tener un alma,

incorporadas.

razón por la cual la categoría de humanos les era parcialmente condicionada.

ENTRE EL ROSARIO Y LA ESPADA

“A pesar de que la mentalidad española reconocía la servidumbre, que en el

Es importante enfatizar la concepción

sistema feudal había llegado a prevalecer

europea de que las tierras habitadas por

como método de explotación, como la base

salvajes, infieles y neófitos, ajenos a la no-

de cualquier desarrollo, el mismo sistema

ción de Dios, requerían de la evangelización

había logrado integrar en él precisamente

y de la inducción de las sociedades nativas

al campesinado —aunque carente de liber-

a los modelos colonizadores. Guy Rozat

tad personal— por medio de la religión y la

menciona que en Roma se aceptaba que

conformidad con las relaciones de poder.

la evangelización estuviera apoyada por las

La integración de la esclavitud al sistema

armas, como en la reconquista espiritual de

español era impensable y hubiera repre-

Alemania y España (Rozat: 1995: 96). No

sentado una amenaza para los fundamen-

es extraño que el mismo criterio se apli-

tos ideológicos y económicos del imperio

cara en América, a pesar de que no todos

español...” (Frey: 1995: 274).

los misioneros comulgaban con la idea de

Ambas concepciones religiosas sufren

imponer la religión cristiana por medio de

encuentros y desencuentros, a pesar de

la violencia. “Para los jesuitas del siglo XVII,

que por momentos los evangelizadores

y particularmente para Pérez de Ribas2 no

intentan conciliar ambas cosmovisiones;

hubo ninguna duda: la conquista del norte

sin embargo, la fuerza de los colonizadores

se consumó a la par con la cruz y la espada,

acaba imponiendo la religión de los misio-

cada una a su tiempo, pero las dos fueron

neros, sin mayores concesiones. Una de

necesarias y totalmente complementarias”

las conciliaciones sincréticas que perviven

(Rozat: 1995: 98).

todavía es la sincronización de los calenda-

El sometimiento del territorio rarámuri

2 Guy Rozat hace un análisis de la obra del padre Pérez de Ribas, quien elaboró una extensa crónica de su paso por las tierras serranas del norte en su libro Historia de los triunfos de nuestra santa fe entre gentes las más bárbaras y fieras del nuevo orbe.

61

a Dios y al rey, conforme a las intenciones

real entre Ciudad Guerrero y los minera-

del gobernador Rodrigo Río y Loza, también

les de Pinos Altos, Candameña, Uruáchic,

tenía connotaciones de carácter económi-

Jesús María y el Concheño. Poco a poco,

co. La Corona española estaba ávida de

Tomóchic se convierte en un alto obligado

recursos y tierras.

para los viajeros, comerciantes y trabaja-

“El gobierno podía tolerar irregularida-

dores que van a los minerales, y para la

des y anacronismos si el proceso conducía

remuda de bestias. La pequeña agricultura,

a lo que le importaba: sumisión o conquista

la pequeña ganadería, el comercio con los

de tribus, naciones o señoríos tanto en el

minerales, la cría de bestias de carga, el

sentido más amplio de incorporación al

acarreo de leña y el trabajo en las minas

imperio y a la cristiandad como en el más

fuera de las temporadas de siembra y cose-

estrecho y peregrino de captación de rique-

cha, ayudan a la raquítica economía de la

zas y tributos, fuese en forma de trabajo

comunidad. Además, sus habitantes tienen

o del codiciado oro. Esos contradictorios

la oportunidad de dedicarse a una actividad

fines daban sentido a lo que los españoles

atractiva: la búsqueda de minas y de teso-

llamaban descubrimientos y conquistas y

ros perdidos...”3 (Osorio: 1986: 91).

los historiadores modernos definen como expansión imperial” (García: 2002: 237).

A pesar de la violencia ejercida contra los naturales para que aceptaran las nuevas

Tomóchic representó un suculento pla-

disposiciones de los europeos, los tomochi-

tillo para misioneros, mineros y comercian-

tecos se resistían a la evangelización y a las

tes. Su ubicación geográfica, así como los

nuevas costumbres cristianas.

recursos naturales que atesoraba le daban particular realce.

El caso del indio Tepórame, en 1652, se tradujo en un suceso emblemático de la

“...¿Qué tiene Tomóchic que lo hace tan

resistencia tarahumar, que en lo sucesivo

atractivo a los nuevos colonos? Tiene agua,

sirvió de inspiración a los indígenas para

tierra suficiente para la agricultura y pas-

impedir que otros misioneros se asentaran

tos para la ganadería; tiene una situación

en su territorio.

ideal, exactamente a la mitad del camino 3

Esta historia de perseverancia misione-

Información vertida en la entrevista que le confirió el señor Ignacio Pedregón a Rubén Osorio, la cual es mencionada en el libro Tomóchic en llamas, del propio Osorio.

62

ra y de resistencia indígena, que por momentos invierte y confunde las cualidades con que describimos cada una de las partes involucradas, se recrea en los trazos que a continuación reseñamos. El padre jesuita Jorge Stalislas Hostinsky construye una iglesia y una casa en Tomóchic, la cual es destruida por los indígenas un día que el sacerdote sale de la misión. Más tarde, en 1692 llega el padre Wenceslao Eymer y después de permanecer en el pueblo tres años, sufre la misma suerte que el padre Hostinsky (Osorio: 1986: 82). Es hasta 1723 que llega otro misionero al territorio de Tomóchic, el jesuita Franz Hermann Glandorf. Al parecer, su benevolencia le permite establecerse en el poblado durante cuarenta años, hasta su muerte en 1763.

REFORMADORES Y REFORMADOS: MÉXICO, SIGLO XIX

Los cambios y la inestabilidad económica, política y social campearon durante el siglo XIX.

Ya en el ocaso del XVIII se vislumbraban

España, en virtud de que la colonia se ha-

anticipos de lo que sería un siglo vertigi-

bía vuelto más independiente y autónoma

noso y mutante. Las reformas borbónicas

con el paso del tiempo, lo que disminuyó

iniciadas en 1760 fueron los instrumentos

el envío de recursos a la metrópoli. Al res-

mediante los cuales la Corona española

pecto, Enrique Florescano dice que la tarea

trató de recuperar su autoridad en la Nueva

principal de las reformas era reabsorber los 63

atributos del poder que la Corona había

tierras empezaron a ser la constante. Según

estado delegando en grupos y corporacio-

Friedrich Katz, a principios del siglo

nes, por lo que deseaba asumir la dirección

frontera norte conservaba el mismo modelo

política, administrativa y económica del

general de relaciones entre clases sociales

reino (Florescano: 1980: 200). La nuevas

que en la época colonial; sin embargo, los

disposiciones causaron descontento entre

campesinos rompieron con el gobierno fe-

los criollos, pues se reforzó el vínculo de

deral (Katz: 1988: 179).

XIX

la

dependencia colonial y la burocracia volvió

La crisis agraria tuvo como origen el

a ser española. Estos acontecimientos y la

desconocimiento de los derechos agrarios

debilidad por la carencia de un monarca,

indígenas por parte del gobierno federal

sentaron las bases para la articulación del

(Katz: 1988: 180). Los cacicazgos regiona-

movimiento de independencia en el año de

les surgen como consecuencia del vacío de

1810, el cual fue concebido principalmente

poder. Las familias que habían llegado del

por los criollos que resintieron haber sido

exterior fueron las que empezaron a deten-

despojados de sus derechos como nativos

tar el dominio económico y político sobre

de estas tierras.

el pueblo. Había una serie de caciques que

La estructura de poder que mantenía la

ocupaban los puestos más importantes y

estabilidad de la sociedad agraria colonial

tenían a su cargo la toma de decisiones;

en el México central, se resquebrajó a par-

huelga acotar que en la mayoría de los

tir de la consumación de la Independencia

casos estas decisiones beneficiaban a las

en 1821. A partir de esa fecha, la nueva

familias dominantes. En el escenario políti-

nación careció de un sistema judicial for-

co de Tomóchic destacaban dos grupos que

mal, capaz de mediar eficazmente entre

encabezaban la política local y acaparaban

élites y campesinos (Tutino: 1988: 100).

los puestos políticos, así como las mejores

En el norte surgieron luchas entre los

tierras: en el grupo hegemónico destaca-

grupos poderosos de la región por el con-

ban Reyes Domínguez, cacique local; Juan

trol de los estados. La tierra se convirtió en

Ignacio Chávez, presidente seccional, y

motivo de muchas sublevaciones. La situa-

Joaquín Chávez, cacique regional. El gru-

ción de los indígenas rarámuri se torna

po opositor, de extracción más humilde,

muy difícil. Los abusos y el despojo de sus

era encabezado por Carlos Medrano y los

64

hermanos Manuel y Cruz Chávez, quienes

en el municipio de Guerrero y, por con-

dirigían a unas treinta familias que vivían

siguiente, en los habitantes de Tomóchic.

de lo que cosechaban, o trabajaban como

La especulación dada en torno a las tierras

peones con el grupo dominante (Osorio:

empezó a ser un problema grave en la zona.

1986: 99).

El proceso de apropiación por parte de los españoles y mestizos invirtió la distribución

MODERNIDAD QUE DESARRAIGA

de la población en un lapso relativamente breve. Los aborígenes pasaron a ser extran-

Hasta 1884, la economía del México in-

jeros dentro de su propio territorio, el cual

dependiente se caracterizó por periodos

fue poblado por una mayoría de mestizos

de crecimiento lento. De 1884 a 1910,

que llegó en busca de fortuna.

auspiciado por un gobierno fuerte y cen-

¿Cuál fue el marco jurídico que pre-

tralizado, el desarrollo económico del país

dispuso la especulación y la inseguridad

detonó. La modernidad apareció en la sierra

legal con tierras, bosques y minas? La Ley

Tarahumara en ferrocarril.

de Terrenos Baldíos, promulgada en 1883,

A partir de 1884, el gobierno de Porfirio

durante el gobierno de Manuel González,

Díaz construye un sistema ferroviario con

reglamentaba la forma en que se deslinda-

25,000 kilómetros de vías. Esta medida se

rían los terrenos públicos baldíos. Su apli-

refleja de inmediato en la plusvalía de las

cación favoreció una expropiación masiva

tierras. Las industrias minera y forestal de

de tierras que quedaron a la deriva ante la

Chihuahua entran en auge, lo que atrae a

incapacidad de los nativos de acreditar su

empresarios del exterior. Se ensancha la

propiedad con instrumentos o documentos

propiedad y empiezan a conformarse los

públicos.

grandes latifundios, ya sea por invasión o por comercialización de lotes baldíos.

Hacia 1891, las tierras más productivas y las mejores casas estaban en poder de los

Los cambios socioeconómicos, tec-

“chabochi”.4 La inversión extranjera com-

nológicos, industriales y extractivos que

petía ferozmente por adjudicarse las tierras

llegaron con el ferrocarril, repercutieron

campesinas. La mecánica para su comer-

4

Los tarahumares llaman a los mestizos “chabochi”.

65

cialización era sencilla: una vez determi-

tir de ese momento, jurídicamente, ambas

nados los predios “baldíos” susceptibles

entidades estaban en posibilidades de ena-

de ser expropiados, las compañías públicas

jenar los predios resultantes entre los ha-

fraccionadoras se adjudicaban un tercio de

cendados e inversionistas interesados. Los

estos terrenos, asignándole las dos terceras

trámites legales no fueron equitativos para

partes restantes al gobierno central. A par-

los poseedores ancestrales de las tierras.

66

Existen evidencias documentadas de que

minente” catástrofe. Esta situación propi-

fueron rechazadas al menos once solicitu-

cia el advenimiento de santos e iluminados

des para legalizar terrenos baldíos, debido

que se dedican a predicar en nombre de

a que carecían de los requisitos para hacer

Dios. Adivinan el futuro y aleccionan a los

válida su propiedad (Osorio: 1986: 91).

nativos para actuar ante los cambios y las

En 1884, Porfirio Díaz comenzó su se-

agresiones del exterior.

gundo mandato y estableció una dictadura.

En 1885, la joven Teresa Urrea, oriunda

En lo sucesivo, los nexos de causalidad se

de Sinaloa y avecindada en Cabora, Sonora,

sucedieron de la manera siguiente: mien-

sufre un ataque de catalepsia. Después de

tras el Estado mexicano se volvía más fuer-

su “resurrección” comienza a tener visiones

te, el proceso de modernización del país

que la convierten en la Santa de Cabora,

avanzaba provocando, en consecuencia, un

venerada en todo el territorio sonorense.

paulatino desarraigo jurídico de los nativos de la Tarahumara.

El perfil de la Santa de Cabora está adscrito, en algunos de sus rasgos, al del

“La tierra que había sido un problema

Profeta Reformador, quien en épocas de

secundario en la época colonial, ahora se

decadencia o desintegración emerge como

convirtió en motivo de muchas más su-

un líder histórico que transmite y comparte

blevaciones. Los rebeldes adoptaban una

un mensaje de salvación y perfección. Su

actitud muy distinta respecto del Estado

pretensión es conducir a los fieles a la ver-

y de su legitimidad. Las sublevaciones em-

dad y restablecer su equilibrio. Esta clase

piezan a ser cada vez más sangrientas y la

de líderes bien puede surgir de la plebe, y es

represión más pronunciada que en la época

común que sean activos políticamente. Sus

anterior” (Katz: 1988: 178).

revelaciones encajan con la coyuntura, con las necesidades de la comunidad.

SANTOS Y PROFETAS

“El poder creador y la amplitud de visión, el empuje y poder de persuasión,

Paralelos al problema agrario, en el ocaso

varían de unos a otros. Algunos son

surgieron movimientos mile-

grandes líderes en cuanto al culto y la

naristas que preveían el fin del mundo y

devoción; otros sobresalen en concepto

ofrecían fórmulas para salvarse de la “in-

de guías intelectuales o morales; otros, en

del siglo

XIX

67

fin, atraen como un imán a sus semejantes

las ceremonias. Esta segmentación polarizó

hacia la compañía que organizan” (Wach:

a los habitantes de Tomóchic: por un lado,

1946: 498).

los seguidores de la Santa de Cabora; por el

La palabra de la “santa” Teresa Urrea

otro, los católicos formales.

se deslizaba desde los tópicos celestiales

La voz de la “santa” de Cabora llegó

hasta ámbitos tan mundanos como los de

nuevamente a los tomoches a través del

la política. Se asumía como opositora del

Santo Cristo y de la Virgen de Chopeque,

gobierno de Porfirio Díaz. Su carácter re-

quienes se establecieron en una cueva cer-

volucionario, crítico e inconforme, en per-

cana al pueblo de Tomóchic. La presencia

manente oposición al orden institucional,

de este par de santos motivó que los hom-

la investía con un hálito de reformadora

bres del pueblo, encabezados por Manuel

social. Su vínculo con la población regional

Sánchez, acudieran en busca de consuelo

era cada vez más estrecho. Los indígenas

y ayuda para enfrentar sus problemas co-

le profesaban veneración. Sus consignas en

tidianos.

contra del orden establecido y la injusticia

El Santo Cristo y la Virgen de Chope-

cohesionaban a la nueva feligresía, mayo-

que profetizaron que muy pronto llegaría

ritariamente pobre y ávida de vivir nuevos

al pueblo un sacerdote que trataría de

esquemas de religiosidad y solidaridad

confrontarlos con la Santa de Cabora y

social.

5

que el gobierno de México los llevaría a la

Hacia 1891, los hermanos Manuel y

guerra. Les sugiere que luchen porque su

Cruz Sánchez, junto con un grupo de to-

fe los hará invencibles (Osorio: 1986: 103).

moches, van a Cabora a conocer a Teresa

El “Cristo” confiere el mando de la lucha a

Urrea. Salen sorprendidos de sus profecías

Manuel Chávez, quien durante su regreso

y de sus conceptos en contra del clero

a Tomóchic cae de su caballo. El accidente

formal. Las enseñanzas de Urrea alientan

es interpretado por Manuel como un “mal

la práctica de un culto alterno al católico;

agüero”, por lo que cede el cargo a su her-

Cruz Sánchez fue el encargado de oficiar

mano Cruz.

5

“...el catolicismo popular no es la religión de los pobres, sino la de las mayorías poco cultivadas religiosamente, aunque sean pobres la mayor parte de sus adeptos, por ser pobres la mayor parte de los latinoamericanos, y aunque los pobres descubran a menudo, en el catolicismo popular, un modo propio de vivir su fe y de expresar su solidaridad social...” (Marzal: 2002: 316).

68

Para ese momento, el pueblo de To-

que cuando el sacerdote salió del recinto

móchic carece de párroco de planta; en

Chávez lo abofeteó en público y entró a la

contraposición, los fieles de Teresa Urrea ya

iglesia a seguir predicando en favor de la

están celebrando ceremonias en el templo.

Santa de Cabora.

Esto no agrada al grupo católico del pueblo

Hombre de fuerza y carácter para

que se oponía a la veneración de la Santa

defender sus derechos, Cruz Chávez hizo

de Cabora, por lo que solicitaron un cura

efectivo su derecho constitucional a la

para solucionar la situación.

libertad de culto. Cabe mencionar que

El sacerdote comisionado, de apellido

Manuel Chávez hizo mancuerna con su

Castelo, convocó a una misa en el templo.

hermano al fungir como intermediario en-

En su sermón despotricó contra la Santa.

tre las autoridades y los indígenas. Manuel,

Cruz Chávez salió en su defensa y anunció

menos carismático, posee mayor formación

al sacerdote que no dejarían de venerarla.

intelectual y conocimiento sobre los dere-

Acto seguido, el religioso expulsa del tem-

chos jurídicos y constitucionales.

plo y excomulga a los rebeldes. La afrenta

A partir del altercado con el cura, los

fue tal para los seguidores de Teresa Urrea,

acontecimientos se suceden de manera

69

encadenada. En represalia por el incidente,

tomochitecos, abandonó Cabora en com-

el capitán Joaquín Chávez, jefe de las fuer-

pañía de su padre para no ser asociada con

zas de seguridad pública, allana la casa de

los rebeldes.

un tomoche llamado Jorge Ortiz, quien no

Ante la amenaza que representaban los

se encontraba en su domicilio. Esa misma

rebeldes, el gobierno ordenó su exterminio

noche, Cruz Chávez y sus compañeros se

inmediato e instruyó al ejército para que se

amotinaron frente a la casa del presidente

trasladara a Cabora. En el trayecto, los mi-

seccional, Juan Ignacio Chávez, quien envió

litares fueron sorprendidos por los rebeldes

un comunicado al gobierno del estado co-

en un paraje llamado El Álamo de Paloma-

mentando los hechos y señalando la fama

res. Los tomoches salieron victoriosos. En

de revoltosos que tienen los habitantes

la batalla resultó herido Jesús José Chávez,

de Tomóchic. El gobierno dio órdenes de

hermano de Cruz, quien decidió dejarlo en

contener a los rebeldes, instruyó al jefe

Cabora suponiendo que el ejército lo tra-

político Silvano González para que se di-

taría con benevolencia. Cruz se equivocó:

rigiera a Tomóchic con el fin de calmar a

tan pronto aprehendieron al malherido,

los sediciosos. González acompañó a las

éste fue llevado a las montañas, donde fue

fuerzas del ejército mexicano, al mando de

asesinado arteramente.

Francisco Castro.

Los rebeldes se internaron en las mon-

Mientras los seguidores de la “santa”

tañas durante siete semanas. Mientras

participaban en una ceremonia en el inte-

tanto, el diputado Tomás Dozal y Her-

rior del templo, el ejército se posicionó en

mosillo, por instrucciones del gobernador

las afueras, aguardándolos. Al salir, los feli-

Lauro Carrillo, fue comisionado para llevar

greses de Urrea fueron recibidos a balazos.

a cabo una investigación exhaustiva de los

Los tomoches se defendieron y huyeron a

acontecimientos en cuanto los insurrectos

las montañas. Manuel Rubio, juez de Letras

regresaran a Tomóchic.

del Distrito, los acusó de sedición y robo.

Después de semanas de incertidumbre,

Cruz Chávez y sus hombres se dirigie-

Cruz Chávez y sus seguidores decidieron

ron a Cabora para hablar con Teresa Urrea,

regresar al pueblo cargados de un ánimo

quien había sido apercibida con antelación

fatalista. A su llegada, tal y como lo había

de los acontecimientos y, sin esperar a los

ordenado el gobernador, Tomás Dozal y

70

Hermosillo se dispuso a interrogar a los

infundada declaración por parte del propio

rebeldes. Cruz Chávez llegó a la cita acom-

capitán Joaquín Chávez de que los rebeldes

pañado por su hermano Manuel y ambos

tenían pensado asaltar un cargamento

expusieron los motivos que tuvieron para

de plata, cuyo destino era la Jefatura de

sublevarse.

Guerrero.

En estas declaraciones se contradicen

Destaca la declaración vertida por el

los informes tanto del presidente seccional

jefe de los rebeldes, en la que sostiene que

como del juez de Letras del Distrito, ya que

ellos nunca iniciaron los tiroteos.

ambos sostuvieron que Cruz Chávez había

Tomás Dozal comenta que en Tomó-

desconocido a las autoridades, no obstante

chic existían varios grupos hostiles entre

que el reclamo de Chávez era el respeto a

sí, lo cual propició la rebelión de alguna

la libertad de culto. Este documento cobra

manera.

particular relevancia porque contiene las inconformidades de los afectados, en la única declaración que hicieron. “...Que por el contrario, él le hizo presente que estaba dispuesto a obedecerlo como autoridad local; pero que en materia religiosa la ley les garantizaba el ejercicio del culto que profesen; que los desgraciados acontecimientos del 7 de diciembre del año próximo pasado tuvieron origen en informes inexactos de parte de su tío don Joaquín Chávez...” (AGN: Fondo Manuel González). Del documento referido, rescatamos los datos siguientes: El allanamiento de morada por parte del jefe de las fuerzas de seguridad pública al domicilio de Jorge Ortiz, así como la

71

Finalmente, el comisionado Tomás Do-

rebeldes, con la idea de morir luchando,

zal pide a los rebeldes que escriban una

sacan valor de su fe y luchan hasta el

carta solicitando la amnistía al gobierno

final. Fue un ataque sangriento, mataron

estatal. A los indiciados les pareció inútil la

a la mayoría de la gente e incendiaron el

sugerencia, ya que consideraron que en vir-

pueblo. Cruz fue acribillado por el ejército

tud de la gravedad de los enfrentamientos

bajo la consigna de “¡Viva el Supremo Go-

armados, no les sería otorgado el perdón

bierno! ¡Viva Porfirio Díaz!” (Osorio: 1994:

por parte de las autoridades; decidieron

139-23).

aguardar y prepararse contra las represalias del gobierno.

El levantamiento de Tomóchic es considerado una rebelión de tipo sociorreligioso.

La mayoría de los habitantes del pueblo

¿Cuáles son las formas de acción de la reli-

empezó a emigrar por miedo a lo que pu-

gión en un momento de crisis social? Según

diera suceder. La vida en Tomóchic siguió

Geertz, la religión es un sistema simbólico

en calma, mientras los rebeldes siguieron

que permite al individuo sentirse protegido

profesando su fe a la Santa de Cabora y

por medio de sus creencias (Geertz: 1973:

alistándose para la lucha inminente. En

89). En el caso de Tomóchic, la fe permitió

septiembre de 1892 llegaron las tropas del

a sus pobladores rebelarse contra las au-

ejército mexicano. Hay confusión absolu-

toridades6 y, ávidos de un discurso que les

ta. Los rebeldes son atacados. Al grito de

permitiera defenderse, articularse en torno

“¡Viva la Santa de Cabora!” luchan por sus

a la figura de Teresa Urrea, un icono de

creencias. Los tomoches salen victoriosos

santidad, verdad y fortaleza. “Teresita es el

ante el desconcierto y el enojo de los mili-

alma pero no el corazón de la rebeldía. Es

tares, quienes se rehicieron para ir con más

en su nombre y por su fe que se empuñan

fuerza contra ellos.

las armas, mas no ella quien da la idea y el

Tres fueron las derrotas del ejército. El

consentimiento” (Jordán: 1978: 296).

coraje y el orgullo herido de los militares

“...y Tomochi es el centro. Este Tomochi

hizo que el último ataque fuera fatal. Los

que ahora, en el año de 1891, ha estallado

6

“El coraje, la resistencia, la independencia, la perseverancia y la apasionada tenacidad, implícitas en la visión que tiene el indio de las llanuras, son las mismas flamígeras virtudes con las que ese indio trata de vivir: al alcanzar un sentido de revelación, el indio estabiliza un sentido de dirección”: R.H. Lowry (Geertz: 1973: 92).

72

porque no soporta más los despojos de

venido a violar a una doncella; el cacique

Terrazas y los robos de los enemigos de

del distrito quiere esclavizarlos, y ahora,

Terrazas, que no aguanta más el caciquis-

precisamente cuando fermentan el odio y

mo envilecedor y el latifundismo que desde

la rebeldía, ha llegado el buen padre Gaste-

México propicia don Porfirio. ¡Basta ya!

llum a decirles que pongan la otra mejilla.

Limantour ha cogido para sí los terrenos

¡Ni gobierno ni Cristo! Hace falta un dios;

que rodean el pueblo, con anuencia del

un dios local... como el de Tepóraca. No ha

dictador; Terrazas posee los terrenos bajos,

aparecido el Dios, pero Cruz Chávez es su

al pie de la sierra. El gobernador —que es

profeta. Helo aquí, en la iglesia que fuera la

el enemigo de Terrazas— se ha robado los

misión jesuita, dirigiendo el culto particular

valiosos cuadros de la iglesia que construye

de los rebeldes” (Jordán: 1978: 291).

Glandorff, el jesuita; un funcionario ha

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74

L A PARTICIPACIÓN POLÍTICA INDÍGENA EN EL FEDERALISMO Y EN EL SEGUNDO IMPERIO, 1856-1867 CLAUDIA JUÁREZ DE LA ROSA*

na vez lograda la Independencia, la

U

sobre este asunto: Lucas Alamán estaba

población indígena formó parte del

de acuerdo en que la protección a los in-

nuevo Estado-Nación mexicano bajo dos

dígenas los mantenía en el absoluto atraso

concepciones distintas. Para los liberales,

y, en sus palabras, en el embrutecimiento;

los indígenas representaban la herencia

por tanto, consideraba que era necesario

y la tradición que nutrían el concepto de

extinguir la segregación del indio.2

identidad nacional, así como el rezago so-

Por otra parte, Lorenzo de Zavala

cial y las viejas estructuras que recordaban

también criticó las leyes para indios de la

al antiguo régimen.1

Corona española, pensando que se ejercía

Los liberales mexicanos de la época

un proteccionismo que mantenía la discri-

pensaban que los privilegios concedidos

minación. Lo caracterizó como “...un méto-

a los indios contribuían a su atraso. Por

do proscrito de dominación sobre los indios

ejemplo, Abad y Queipo y José María Luis

[...] para mantener un orden sistematizado

Mora consideraron que la aceptación de

de opresión, era necesario que los oprimi-

privilegios presuponía una condición de

dos nunca pudiesen entrar por decirlo así

inferioridad. Los grupos no afines a las

en el mundo racional, en la esfera moral

ideas liberales también hicieron énfasis

en que viven los demás hombres”.3 De igual

1

Durante la Colonia, los indígenas mantuvieron fueros especiales, tales como la inmunidad de determinados impuestos, así como tribunales especiales. Sin embargo, este hecho no aminoró la carga del tributo y la condición de pobreza y marginación en la que vivían, ya que dicha sociedad estamentaria o de privilegios se fundamentaba justamente en las diferencias raciales, económicas y de abolengo, creando las grandes desigualdades. Véase Hale, 1972, p.229. 2 Alamán, 1942, p. 433. 3 Zavala, 1969, pp. 12, 13.

75

forma José María Luis Mora opinó acerca

ciudad o del apelativo “vecino” como nos

del efecto negativo de las Leyes de Indias:

aproximamos a su identificación. En este

“fueron lo que había mantenido a los indí-

sentido, los casos analizados de grupos de

genas separados de los europeos, inhibien-

indígenas se identificaron en función de

do el aprendizaje del español, e impedido

ambos elementos, se trata de los antiguos

que ingresaran en el mundo racional”.4

barrios de Santiago Tlatelolco y San Juan

Según esta visión, los indígenas debie-

Tenochtitlán, ubicados al norte y al sur,

ron desaparecer como corporación, condi-

respectivamente, y cuya población era tra-

ción necesaria para la igualdad (al menos

dicionalmente indígena y seguía siéndolo a

jurídica) que exigía el gobierno. El nuevo

finales del siglo XIX.

Estado eliminó jurídicamente la condición

Sin embargo, en la práctica social el

de indio, es decir, ya no sería considerado

término y sobre todo la concepción peyo-

un actor separado del resto de la sociedad o

rativa del “indio” no dejó de manifestarse

definido jurídicamente a partir de distintos

en las relaciones sociales. Sólo a través

derechos y obligaciones. El propio termino

de la igualdad jurídica el indígena podría

de “indio” desapareció en tanto que ya no

integrarse a la nación y participar de ésta,

existía la distinción legal.

pero la igualdad era totalmente ajena a

Cabe señalar que una de las dificul-

la práctica social, cuestión evidente para

tades que presenta el estudio de los in-

algunos pensadores mexicanos como Lucas

dígenas, sobre todo en la segunda mitad

Alamán, quien consideraba esta igualdad

en la ciudad de México, es el

un elemento peligroso para la estabilidad

problema de identificación de estos actores

política del país, así como otros pensadores

sociales en las fuentes de primera mano, ya

de la época consideraban absurdas estas

que, como se ha explicado, no se refieren

propuestas.

del siglo

XIX

a los individuos como indios, criollos o

Respecto a la libertad que los indígenas

españoles. Difícilmente se encuentran do-

gozaban gracias al liberalismo, el caso que

cumentos que señalen su origen racial. Es

se muestra a continuación evidencia la

a través de la ubicación en la traza de la

visión de actores sociales más letrados y

4

Hale, 1972, p. 227.

76

críticos del gobierno; en él subyace la pro-

“…los que por imprudencia, y a caso

blemática cotidiana que vivían los indíge-

sin advertirlo vierten conceptos odiosos y

nas del barrio de Santiago Tlatelolco.

nocivos á la armonía que debe reinar entre

El Siglo Diez y Nueve refiere un inciden-

los hijos de una misma patria, los mismos

te ocurrido en la parcialidad de Santiago

que diariamente trabajan por sublevar las

Tlatelolco, del que El Universal publicó una

pasiones populares en contra de la tran-

nota contra el gobierno. Con motivo del

quilidad pública? […] llaman nécios é im-

abastecimiento de agua a esta parcialidad,

béciles á los mexicanos, por que al hacerse

se pronunciaron algunos discursos en pre-

independientes adoptaron para sí las ideas

sencia del presidente y se aclamaron víto-

de libertad que han regenerado al viejo

res al gobierno por su notable “filantropía”;

mundo: llámanlos engañados é ilusos, por

sin embargo, el editorial de El Siglo Diez

que creyeron que era un bien la indepen-

y Nueve protesta enérgicamente contra

dencia: maldicen diariamente la absoluta

quienes alebrestan a los indios en contra

falta de garantías y de bienestar en que

del gobierno.

aquí se vive, olvidando que á pesar del 77

malestar público, ellos gozan de seguridad hasta para insultarnos…”.5 De acuerdo con el editorial de El Siglo Diez y Nueve, la libertad como concepto importado de Europa era aplicada incluso a quienes la negaban; pero no dejemos de lado que los que se pronuncian efectivamente la ostentaban, pero a quienes aluden no son a ellos mismos sino a las clases populares. En tal caso, la falta de garantías y de bienestar público no era un problema menor para las clases populares, sobre todo, tal como lo plantea El Universal, la nueva condición de los indios era sólo apariencia, ya que carecían de las herramientas para ejercer su reiterada libertad. “Y seria esto una cosa providencial, un merecido castigo, una terrible espiacion. Sí, por que esos hombres que predican á los indios tan atroces mácsimas, que atizan el fuego de sus pasiones, y las irritan infructuosamente contra imaginarios déspotas, esos son precisamente los que más los han oprimido, los que más los han esclavizado, los que más han abusado de su miseria y de su infortunio. Díganlo la historia de trescientos años, díganlo los anales de México independiente, díganlo los ejem-

5

El Siglo Diez y Nueve, México, 1 de abril de 1850, p. 36.

78

plos que tenemos á la vista, díganlo los

gobierno liberal, lo que vale la pena res-

mismos indios. En su condicion de vencidos

catar es la descripción de la situación de

pero nunca esclavos, fueron libres para

los indígenas, cuestiones como la promul-

dedicarse a la agricultura, el comercio, á

gación de leyes que los afectaron —es el

las artes, á las letras, gozando privilegios

caso de las leyes de desamortización que

y esenciones, que les quitaron despues los

implicaron la pérdida de sus tierras; los im-

que ahora les hacen maldecir su ecsisten-

puestos o el analfabetismo—. Todo planteó

cia de tres siglos. Ahora están declarados

una situación evidente para los indígenas:

libres, pero en realidad son esclavos de

no eran ciudadanos en forma alguna, sólo

los que hicieron esa declaracion, para

formaban parte del pueblo. Un ciudadano

que fuera la salvaguardia de sus tiranías.

podía hacer uso libre y conciente de sus de-

¿No lo vemos? ¿Qué ventajas ha sacado el

rechos, así como ejercer el voto y participar

indígena, de nuestra mentirosa libertad?

políticamente como candidato a cualquier

Estar sujeto a la caprichosa variedad de

puesto de gobierno y administración de la

nuestras leyes y de nuestros legisladores:

ciudad.

verse continuamente vejado por ecsaciones

Por tanto, podemos observar que para

é impuestos; tropezar con trabas infinitas

los barrios de la ciudad el liberalismo no

para dedicarse á los ramos de su pobre

conllevó un cambio sustancial de su situa-

industria; no poder cultivar un pedazo de

ción económica y social. El cambio a una

tierra, sin que los emisarios de una admi-

administración liberal pudo no ser más que

nistracion impertinente é insaciable vayan

nuevas disposiciones a las que tendrían que

á participar del fruto de sus sudores. Esto

adaptarse de la mejor manera.

es lo que ha sacado, sin que en cambio

Una de las reformas más importan-

pueda señalar el artículo de la constitución

tes encaminadas a la transformación del

en que se le declara ciudadano libre, por

indio fue la educativa. Ésta se encaminó

que nuestros mentidos liberales no le han

fundamentalmente a lograr la igualdad,

enseñado á leer…”.

6

por ejemplo, José María Luis Mora y otros

Independientemente de la posición

pensadores propusieron que la educación

política que asumió El Universal ante el

fuese ampliada hacia los grupos indígenas,

6

Idem. 79

lo cual fomentaría su integración a la na-

Estado determinó la igualdad jurídica de

ción y su participación política en términos

todo el pueblo, pero la igualdad ante la

reales de igualdad. De acuerdo con la visión

ley no los puso en la calidad y práctica de

de Mora, “el indio se aferraba con obstina-

ciudadanos.

ción a sus costumbres, lo cual hacía difícil que progresase”.7

En 1863, estos mismos problemas pasaron a manos del archiduque Maximiliano

Si bien la educación permitía aprender

de Austria. El periódico El Pájaro Verde, de

a leer y escribir a este sector social, la

posición conservadora, tras dos años de

condición de ciudadano trascendía estos

haber desaparecido regresó describiéndo-

recursos. Para participar en las elecciones

nos en qué condiciones se encontraba la

fue necesario cumplir con la calidad de

sociedad.

propietario y saber leer y escribir, condicio-

“Dejamos a los operarios ir del domicilio

nes que difícilmente reunía la mayor parte

al taller, á los indígenas rehusando entrar á

de este sector social. Sin embargo, en algu-

abastecer los mercados, á los particulares

nos casos el Estado mantuvo una política

huyendo de asomar fuera de sus casas,

educativa dirigida a la población indígena;

por qué á la vuelta de la esquina, cuando

por ejemplo, en 1852 se propuso la crea-

no la comisión de leva, si el comisionario

ción de un congreso de indios puros que

de guardia nacional, acechaban víctimas

tenían que saber leer y escribir como re-

que sacrificar en el cuartel y en la oficina

quisito indispensable, y no necesariamente

recaudadora…”8

ser propietarios, lo cual ampliaría su parti-

Desde un principio el gobierno de

cipación política. En algunos estados hubo

Maximiliano planteó resolver los proble-

propuestas de construir escuelas especiales

mas fundamentales de México. Dos de

para los indios o, en su defecto, llevarlos a

ellos eran la ignorancia y la pobreza de

aprender a la capital del estado.

los indígenas. En realidad, la agregación

Con excepción de algunos casos como

del emperador con el ala conservadora fue

el anterior, la ampliación de la partici-

aparente, ya que la identificación real de

pación política indígena fue casi nula. El

Maximiliano fue más de un liberal que de

7 8

Hale, 1972, p. 229. El Pájaro Verde, Distrito Federal, 17 de julio de 1863, p. 2.

80

un conservador. “Confiaba más en las vir-

Esta Junta estuvo supeditada al Mi-

tudes de las buenas leyes que en la virtud

nisterio de Gobernación y su función fue

de los buenos caudillos. Compartía también

recibir las quejas de las clases más pobres

la fe de los liberales en la tolerancia, la

(que en su mayoría eran indígenas), recabó

educación y la ciencia […]. Le gustaba ser

informes de todas las autoridades locales

protector de la gente menesterosa, padre

sobre la situación de los más necesitados,

de los desamparados, según lo atestiguan

promovió la enseñanza elemental y, fi-

9

los mandamientos…”. Esto evidencia que

nalmente, estudió los casos que llegaron

las políticas que emprendió el imperio no

a ella para determinar la mejor forma de

distaron fundamentalmente de los princi-

distribuir los terrenos baldíos entre los

pios liberales y, de alguna manera, dieron

indigentes.

continuidad a los proyectos planteados en el periodo de la Reforma.

Hubo otras instituciones que ayudaron a los indígenas, como una casa de mater-

Para los liberales, el interés prestado

nidad e infancia para las mujeres más de-

10

samparadas a cargo de la emperatriz Carlo-

era parte de la estrategia política del archi-

ta Amalia, quien jugó un papel importante

duque; sin embargo, el interés de conocer

en la política indigenista de Maximiliano.

la cultura de estos habitantes originarios

Como afirma Luis González, “era más indi-

llevó incluso a la creación de una comisión

genista que su marido. Por algo los conser-

que le informó sobre la condición de la

vadores la llamaron ‘roja’. […] fe que tenía

raza indígena y que solucionaría la condi-

Carlota en la Salvación del indio, a quien

ción marginal en la que vivían. El proyecto

siempre miró muy maternalmente”.11

por Maximiliano a los grupos indígenas

desembocó en la Junta Protectora de las

La política que adoptó el imperio con

Clases Menesterosas, la cual fue clave en la

los indígenas no fue distante de la liberal.

resolución de los problemas indígenas.

La insistencia en la igualdad jurídica fue la

9

González y González, 1965, p. 103. Realizó recorridos a los entonces departamentos de Querétaro, Guanajuato, Yucatán, Estado de México y el Departamento de México. Visitó Tlalnepantla, Azcapotzalco y Tacubaya. El Diario Oficial informa de los recorridos y muestra un recibimiento favorable por parte de las autoridades indígenas. Periódico Oficial del Imperio Mexicano, Tlalnepantla, 18 de agosto de 1864, p. 3; Periódico Oficial del Imperio Mexicano, Estado de México, 1 de diciembre de 1864, p. 3. 11 González y González, 1965, p. 109. 10

81

misma, permaneció la idea de desamortizar los terrenos indígenas y eclesiásticos; es decir, se intentó establecer un régimen basado en la ley y la propiedad privada. De acuerdo con Jean Meyer, “ese retorno a las leyes indianas no implicaba la negación del liberalismo. Maximiliano hizo suyo el proyecto liberal de una nación de ciudadanospropietarios. Por eso afirmó el cumplimiento de las leyes de desamortización”.12 No sólo la repartición de las tierras entre sus antiguos propietarios contribuiría al progreso de los indios, la educación era una medida fundamental en la superación de los problemas nacionales. Existieron diversas disposiciones para el fomento y la difusión de la educación: “esta enseñanza que él quería llevar a todos los rincones del país, quería difundir en todas las clases sociales y particularmente en las más necesitadas de ellas, tenía ciertas características muy semejantes a la instrucción que se proponía el partido liberal”.13 En conclusión, la política liberal y la del Segundo Imperio, dirigidas al progreso del indio, no fueron contrarias. En algunos aspectos, el liberalismo de Maximiliano enfatizó más la cuestión indígena y pudo 12 13

Meyer, 1993, p. 330. González y González, 1965, p. 107.

82

ser interpretado como filantropía o dema-

manifestaciones, la fuerza armada, la

gogia. Lo que es evidente en los discursos

conciencia pública, la opinion nacional,

tanto republicanos como monarquistas, fue

la riqueza comun, el punto de apoyo y la

el énfasis en la inclusión de los indígenas a

palanca del Estado”.14

la nueva nación. “No hay nacion sin pueblo; preciso es resignarse; más no entendemos hablar al

LA LEGISLACIÓN LIBERAL EN RELACIÓN CON LOS INDÍGENAS

expresarnos así de una manera inerte de bípedos humanos, si no del conjunto de

El análisis de las diversas leyes en torno

los ciudadanos, sea del color que fueren,

al indio durante el siglo

animados todos del sentimiento de la

te extenso, ya que en él se incluyen las

patria por los beneficios que sacan de la

disposiciones que se refieren primero a la

asociacion política. Es una peligrosa nece-

desaparición del indio como ente jurídico

sidad pensar y decir que la idea de patria

y, segundo, a las disposiciones de igualdad

es un concepto abstracto […]. Tuvimos una

que establecían las constituciones de 1824

democracia sin pueblo, una de las mas

y 1857; el análisis de las leyes de desa-

monstruosas enormidades que haya podido

mortización y las de colonización hacia el

nunca manchar la historia, hénos hoy con

último cuarto de siglo implica un material

monarquía. El primer cuidado del nuevo

bastante amplio. Por eso se abordará la

órden de cosas es crear el pueblo que le

desamortización de los bienes civiles y

falta […]. se trata de volverla á modelar, de

eclesiásticos a partir de la legislación

hacer de esa masa inerte, humillada y azo-

entre 1856 a 1863,15 ya que muchas de

tada, un elemento social activo, productor

las protestas, levantamientos y rebeliones

y vigoroso […].

indígenas están íntimamente relacionadas

XIX

es sumamen-

”La monarquía, como la democracia no

con la tenencia de la tierra. Es el caso de las

puede prosperar sin apoyarse en el elemen-

parcialidades de Santiago Tlatelolco y San

to popular que constituye, en sus diversas

Juan Tenochtitlán.

14

El Pájaro Verde, México, 7 de noviembre de 1863, p. 2. Proceso que tendrá continuidad en el Porfiriato con las leyes de colonización y deslinde de terrenos baldíos. Revisar Meyer, 1973, pp. 353-356. 15

83

Como hemos visto, el proyecto liberal

la calidad de los votantes o ciudadanos.

implicó la igualdad jurídica que traería

Antes, la imposición de una renta determi-

como consecuencia el bien general para la

nada era condición necesaria para votar. En

nación. En términos generales, los liberales

apariencia, la Constitución de 1857 eliminó

se encontraron preocupados por las dife-

este criterio económico, ya que el “modo

rencias raciales y la inequidad que significó

honesto de vivir” es, sin duda, una restric-

la permanecía de los privilegios; la solución

ción asociada al trabajo desempeñado por

fue la integración social y el progreso de los

el individuo, así como saber leer y escribir.

indios mediante la igualdad civil y la desa-

Así pues, aquel que deseaba participar en

parición de las diferencias entre razas.

la política municipal tenía por obligación

“Art. 1° El pueblo mexicano reconoce, que los derechos del hombre son la base y

que cumplir estos requisitos, a los cuales se agregaba ser vecino de la localidad.

objeto de las instituciones sociales. Art. 2°

Los pueblos de San Juan y Santiago

En la República todos nacen libres […] Art.

participaron colectivamente en un recla-

12° No hay, ni se reconocen en la Repúbli-

mo de lo que consideraban justo, basados

ca, títulos de nobleza, ni prerrogativas, ni

en sus derechos antiguos o, bien, fun-

honores hereditarios […].”

16

damentados en las nuevas disposiciones

Esto se hace manifiesto en las Consti-

constitucionales. Los habitantes del Estado

tuciones de 1824 y 1857, así como en la

de México18 querían lograr cambios: “se

Ley Lerdo y demás disposiciones legislati-

consideraban ciudadanos, aunque algu-

vas.17 Éstas se llevaron a la práctica en los

nas veces actuaban colectivamente para

diferentes estados de la República y en la

defender sus derechos […] no compartían

ciudad de México.

totalmente la idea liberal de asociación que

A partir de la Constitución de 1857, los

llevaba implícita la suma de ciudadanos,

derechos políticos se ampliaron. Uno de los

pero la adaptaban a sus necesidades y la

cambios más notables al respecto fue el de

consideraban como sinónimo de colectivi-

16

Extraído de la Constitución de 1857, Tena, 1981, pp. 609, 610. Para las leyes de Reforma que van del 7 de julio de 1859 al 26 de febrero de 1863, consultar Tena, 1981, pp. 634-666. 18 Para 1856, el Estado de México abarcaba el territorio de los actuales estados de Hidalgo, Morelos y México. 17

84

dad o unión de varios pueblos. Los habitan-

tencia de la pequeña propiedad; pensaban

tes trataban de aprovechar en su beneficio

que la autosuficiencia de los pueblos indí-

todos los derechos que la constitución les

genas provocaba el atraso de la agricultura,

ofrecía”.

19

que el indígena no se integraba a la nación,

Sin embargo, a pesar de la oposición

a los mercados y quizá, lo más importante,

presentada por las comunidades, el pro-

no participara como mano de obra en el

greso de la propiedad privada sobre la

campo al mantenerse aislado de los círcu-

comunal ya estaba en marcha.

los de trabajo y comerciales.”20

“La prensa y los hombres públicos del

La política de división y repartición de

siglo pasado consideraban básica la exis-

las tierras comunales llegó a su cúspide ha-

19 20

Salinas, 1996, p. 60. Escobar, 1992, p. 17.

85

Estado-Nación. El 25 de junio de 1856 se promulgó la Ley Lerdo, la cual prohibió la administración o propiedad de bienes corporativos, fueran civiles o eclesiásticos, con lo cual obligó a las comunidades indígenas a dividir sus tierras e, incluso, a perderlas por apropiación del gobierno. Para facilitar la desamortización de las tierras, entre septiembre de 1856 y enero de 1857 se publicaron diez resoluciones que aclaraban cada artículo de la nueva ley y explicaban que dicho proyecto se circunscribía al crecimiento económico y político de la nación. En referencia a la aplicación de las leyes en el periodo de 1856 a 1911, se ha dicho que la Ley Lerdo destruyó la estruccia la década de los 50, aunque de acuerdo

tura comunal de los pueblos indígenas y

con Donald Fraser fue a partir de 1825

expuso estas propiedades a los hacendados

cuando da principio de manera más clara

y especuladores que tomaron ventaja de

la política de división y repartición de las

las condiciones. Por otra parte, se tiene

propiedades comunales.21 Las propuestas

conocimiento de que el gobierno procuró

jurídicas de Benito Juárez, Miguel Lerdo

poner a nombre de propietarios indivi-

de Tejada y Ocampo, quienes se enfoca-

duales las tierras, es decir, las repartió de

ron a atacar la propiedad comunal civil y

manera individual a los indígenas que las

eclesiástica, se encaminaron a formar una

habitaban. Sea cual fuere el caso, esta vi-

nueva clase de propietarios, lo que trajo

sión presupone una situación de ignorancia

consigo la estabilidad económica y polí-

y debilidad de las comunidades indígenas

tica requerida para la consolidación del

ante la usurpación de sus propiedades.

21

Concretamente en el Estado de México, la división de la propiedad comunal se realizó aproximadamente a partir de 1830. Fraser, 1972, p. 221.

86

Sin embargo, como se verá más adelante,

la comisión de conservadores que le había

los indígenas que habitaban la ciudad de

ofrecido el trono. En su discurso se com-

México no permanecieron estáticos ante

prometía a gobernar mediante los meca-

dicho cambio.

nismos de las leyes liberales.

Por último, hemos de advertir que exis-

“Acepto el poder constituyente con que

te una continuidad en la política de tierras

ha querido investirme la nación, cuyo órga-

entre la Reforma y el Porfiriato.

22

no sois vosotros, pero sólo lo conservaré el

“La forma de la legislación final es muy

tiempo preciso para crear en México un or-

significativa por que revela que la política

den regular y para establecer instituciones

atribuida con frecuencia al régimen de Díaz

sabiamente liberales […] me apresuraré a

hacia 1889-1890, en realidad fue iniciada

colocar a la monarquía bajo la autoridad de

mucho antes, y que existe una continuidad

las leyes constitucionales, tan luego como

en la política de desamortización de las co-

la pacificación del país se haya conseguido

munidades indígenas en toda la época que

completamente.”25

va de 1856 a 1911.”23

Esto implicaba que instauraría un

Acerca de la propiedad de las comu-

régimen constitucional que respetara los

nidades de la ciudad de México y sobre la

preceptos fundamentales del liberalismo:

política de desamortización, María Dolores

la libertad, la igualdad, la soberanía del

Morales afirma que “No será hasta la apli-

pueblo, etc. Dejaría establecido que las

cación de las leyes de desamortización en

instituciones liberales creadas no serían

1856 y nacionalización en 1861 cuando

abolidas y las reformas en materia ecle-

esta situación varíe sustancialmente”.24

siástica no darían marcha atrás, es decir,

Cuando Maximiliano de Habsburgo recibió la Corona de México se dirigió a

la nacionalización y desamortización del clero no se interrumpiría.26

22

Donald J. Fraser ha puesto en evidencia un proceso continuo entre la administración juarista y la porfiriana. La legislación que afecta y divide las tierras de comunidades en el periodo de 1856 a 1872 no difiere tan radicalmente como ha sido presentada. 23 Fraser, 1972, p. 630. 24 Morales, 1986, p. 86. 25 Tena, 1981, p. 668. 26 De acuerdo con Erika Pani, a pesar de la oposición que tenían en un principio conservadores e Iglesia con la desamortización de las propiedades eclesiásticas, finalmente se llevó a cabo pensando en que éstas serían bien indemnizadas. Pani, 2001, pp. 293-300. 87

Sin duda, esto desconcertó a los con-

interpretación de Tena, era un reflejo de

servadores que lo habían llevado al trono;

la Constitución que habían elaborado en

sin embargo, no descartaron la confianza

Miramar el archiduque y los emigrados

en que un monarca finalmente actuaría

mexicanos. Según Tena, dicho estatuto

como tal. Las reformas y programas del Im-

careció de vigencia práctica y de validez

perio no contradijeron sustancialmente las

jurídica ya que no establecía un régimen

leyes de Reforma, e incluso reconocieron

constitucional, y la soberanía residía esen-

que la religión del Estado era católica. El

cialmente en el emperador, por lo que éste

fuero de la Iglesia también continuó siendo

se promulgó cuando el Imperio empezaba a

restringido, sólo para asuntos de fe y de

declinar, cuando la presión norteamericana

fuero internos.

sobre Napoleón III se tornó importante, con

En enero de 1865, Maximiliano decretó una serie de leyes desfavorables al clero:

lo que quedaba demostrada la debilidad del imperio de Maximiliano.

pase imperial para los documentos pontifi-

El Estatuto Provisional del Imperio

cios, tolerancia de todos los cultos, revisión

Mexicano estableció una nueva adminis-

de las operaciones de desamortización y

tración política en el país: los departamen-

nacionalización de los bienes eclesiásticos

tos.27 Los departamentos que sustituyeron

y enajenación de los bienes que quedaban

a los estados gobernaban a través de los

en poder del gobierno, ley de cementerios y

prefectos, junto con un consejo de go-

ley de registro civil.

bierno compuesto por cuatro autoridades

Lo que pretendía Maximiliano, en

menores que se encargaban de informar al

principio, era pacificar el país para hacerlo

prefecto de las condiciones económicas y

gobernable, para lo cual incluso colocó a

sociales, así como de proponer soluciones

los liberales moderados en el gobierno en

para los problemas de los pueblos.

sustitución de los conservadores.

La máxima autoridad fue el prefecto

El 10 de abril de 1865, Maximiliano

encargado de nombrar a las autoridades

promulgó el Estatuto Provisional del Im-

del distrito: subdelegados y subprefectos.

perio Mexicano que, de acuerdo con la

En un escalón más abajo de gobierno está

27

Tena, 1981, pp. 674, 675.

88

el distrito, el cual estaba a cargo de un

pio la entidad de poder local, percibió las

alcalde, quien a su vez tenía a su cargo el

demandas más minúsculas de los pueblos.

ayuntamiento, el comisario y el concejo del

El concejo probablemente se integró tal

municipio. El alcalde, el ayuntamiento y el

como el concejo del departamento, con

comisario eran nombrados por el prefecto,

miembros con un grado de importancia o

de manera que no existían más que dos

representación dentro de la comunidad.

niveles de poder para nombrar autoridades:

Esto conduce a pensar que el concejo mu-

el del emperador y el del prefecto de los

nicipal pudo estar compuesto por algunas

departamentos. Como mecanismo ínfimo

autoridades indígenas, lo que Leticia Reina

de equilibrio de esta organización vertical,

llama concejo de ancianos,28 es decir, un

el concejo del municipio era electo popu-

grupo de indígenas que tiene el respeto y

larmente, de forma que, siendo el munici-

autoridad entre la comunidad y que toda-

28

Los denominados “principales” o integrantes del concejo de ancianos, tuvieron que pasar por todo un sistema de cargos y haber llegado a ser mayordomo o encargado principal de la organización de la festividad del pueblo, Reina, 2001, p. 256. 89

persistió como

que de ser votados. Son mexicanos los hijos

medio de representación indígena, en este

legítimos de padre o madre mexicanos,

caso frente al Segundo Imperio.

nacidos dentro o fuera del territorio del

vía a lo largo del siglo

XIX

En relación con la administración de

Imperio; los extranjeros naturalizados; los

las municipalidades, podemos agregar que

nacidos en México hijos de extranjeros que

los alcaldes, ayuntamientos y comisarios

a los 21 años no declaren su nacionalidad

municipales estaban en proporción con el

extranjera; los nacidos fuera del Imperio

número de habitantes del municipio. Las

que llegados después de los 21 años jura-

rentas municipales se establecían por el

ran el Acta de Independencia de 1821, y

emperador de acuerdo con los programas

los extranjeros que adquirieran propiedad

elaborados en cada ayuntamiento, con la

en el Imperio. Los ciudadanos eran quienes

ayuda del concejo. En las poblaciones que

habían cumplido 21 años de edad, tenían

se excedían de 25,000 habitantes los alcal-

un modo honesto de vivir y no habían sido

des eran auxiliados en sus funciones por

condenados judicialmente a alguna pena

tenientes. De acuerdo con el artículo 43 del

infamante. Estaban obligados a inscribirse

Estatuto Provisional del Imperio Mexicano,

en el padrón de su municipalidad y a de-

el concejo municipal sería elegido popular-

sempeñar los cargos de elección popular.29

mente en elección directa y se renovaría

En relación con el trabajo, las reformas

la mitad del concejo una vez al año. Así,

fueron muy importantes ya que por primera

cualquier vecino de un pueblo, en principio,

vez se reglamentó el tiempo de trabajo “de

pudo participar en la elección del conce-

sol a sol”: un máximo de 12 horas con un

jo, mientras que para los cargos públicos

descanso de dos horas, así como el descan-

principales había que tener la calidad de

so dominical obligatorio.

ciudadano para poder votar.

El 1 de noviembre de 1865 se expidió

Al respecto, el Estatuto Provisional

una ley que buscó liberar a los peones de la

establecía la división entre ciudadanos y

servidumbre en las haciendas y mejorar sus

mexicanos, en la que los ciudadanos son

condiciones de vida por medio de un minis-

los mexicanos con posibilidad de votar en

terio público que atendiera sus demandas.

las elecciones de cargos públicos, lo mismo

Por medio de este mecanismo, la ley con-

29

Legislación sobre la calidad de mexicano y ciudadano, ver Tena, 1981, pp. 677, 678.

90

denó de manera explícita la servidumbre

perio nunca fue lo suficientemente fuerte

por deudas; el pago de las deudas sólo se

para establecer de manera fehaciente las

tomaría de la quinta parte del jornal, y que-

disposiciones:

daba prohibido legarlas a los hijos.30

“…dada la debilidad del imperio, mu-

Como hemos visto, la política de de-

cho de éste entramado institucional estuvo

samortización no cambió sustancialmente

lejos de ser puesto en práctica, estas leyes

31

porque ratificó la Ley Lerdo; sin embargo,

muestran los nexos fecundos que unían

dio un giro significativo. A mediados de

al imperio con algunos pobres del campo,

1866 se promulgaron dos trascendentes

particularmente aquellos hacendados en

disposiciones legislativas que actuaron

el Altiplano Central y acostumbrados du-

32

en beneficio de las comunidades. La pri-

rante siglos a la negociación y a una paz

mera, del 25 de junio de 1866, donde se

relativa”.34

estableció el repartimiento de propiedad de común a sus antiguos usufructuarios,

LEGISLACIÓN LIBERAL Y MONÁRQUICA: DIFERENCIAS Y

distribuyó los terrenos propios y cofradías

SIMILITUDES

entre los indígenas que no contaban con ninguna propiedad. La segunda, del 16 de

En términos generales, observamos que en

septiembre de 1866, creó el fundo legal y

lo esencial, respecto a los indígenas, las

el reparto de ejidos a los pueblos sin él, es

legislaciones republicana y del Imperio no

decir, mantuvo los ejidos como propiedad

fueron contrarias. Se propuso rehacer la

comunal.33

vida de los indios mediante la expedición

Aunque las disposiciones legislativas

de leyes sobre la propiedad, el trabajo y la

estuvieron encaminadas a mejorar las

educación, leyes de marcada índole liberal,

condiciones de vida de los indígenas, el Im-

pero no exentas de labor social, que en el

30

Falcón, 2002, p. 130. Lo que sin duda le costó perder en un principio un importante apoyo campesino, pero que al final, de acuerdo con la interpretación de Romana Falcón, fueron medidas legislativas que se acercan tanto al proteccionismo de la legislación indiana, como a las ideas favorables al proletariado rural y urbano propuestas por utópicos europeos de la época, ver Falcón, 2002, p. 131. 32 Sobre las medidas legislativas que pretendieron ayudar a las comunidades, ver Alanís, 2001, pp. 61-64. 33 Los ejidos eran terrenos necesarios para el sostén de varias comunidades, propiedad del común utilizados para pastizal y toma de agua. 34 Falcón, 2002, p. 131. 31

91

caso del Imperio algunas sólo ratificaron

cuentro lo fue la leva, ya que ambas políti-

la tradición. Al respecto, Romana Falcón

cas lo consideraban una práctica dañina y

afirma que “el segundo imperio no rompió

arcaica que pasaba con arbitrariedad sobre

con los gobiernos que le precedieron ni

los derechos individuales y, finalmente, no

con la era de consolidación liberal que le

mejoraba la formación del ejército.

seguiría”.

35

Por tanto, la política del Segundo Im-

Existieron notables avenencias legis-

perio referente a los indígenas no fue de

lativas entre las legislaciones: la igualdad

ninguna manera equidistante de la que

y libertad en la concepción liberal, la

impulsó la República de Juárez, ya que

desamortización de bienes eclesiásticos

los fundamentos eran en esencia liberales.

y civiles, y la educación como mecanis-

No obstante, la legislación del Imperio fue

mo para el progreso social, entre otras.

particular en algunos aspectos, superó a la

Los encuentros de las ideas de Juárez y

liberal en su sentido social y se adelantó

Maximiliano se pueden ver en el Estatuto

a reformas que llegarían hasta el siglo

Provisional del Imperio y en el Decreto de

Por ejemplo, en relación con el trabajo:

Garantías Individuales, así como en el Plan

“Aunque el artículo 5 de la Constitución de

de Iguala de 1821. En los tres se establece

1857 prohibía tácitamente la servidumbre

la igualdad jurídica. Otro elemento de en-

por deudas, no había disposiciones que

35

Falcón, 2002, p. 128.

92

XX.

expresamente la condenaran. El primero en

establece: “ley que reglamenta el único

expedirlas para todo el país fue Maximilia-

cargo público cuyo nombramiento procedía

no en el decreto sobre el trabajo”.

36

de elección popular directa. Los votantes

La creación de la Junta Protectora de

tenían como requisitos, que supieran leer

las Clases Menesterosas fue unas de las ini-

y escribir y que estuvieran avecindados a

ciativas más importantes del Imperio, para

la municipalidad”.38 Así, en ambos gobier-

solucionar principalmente los problemas

nos la apertura a la práctica electoral se

relacionados con la tenencia de la tierra.

encontró sumamente restringida y sólo en

De acuerdo con la perspectiva de Cecilia

la administración del Segundo Imperio se

M. Alanís Rufino, las leyes y más aún la

estableció un medio de votación popular

política que identificaron a Maximiliano,

sin restricción.

fueron las de: “proteger a los jornaleros y

Sobre la importancia que adquirieron

comunidades indígenas de maltratos por

las elecciones como forma de participación

parte de los hacendados y evitar que se

política de los pueblos indígenas, Romana

abusara de las leyes de desamortización

Falcón ha estudiado el llamado proceso

que había establecido el gobierno liberal

de macehualización. Éste consiste en el

a partir de 1856 y que fueron refrendadas

desmembramiento de las autoridades

por el imperio”.

37

municipales, ya que no obedecían a las

El ejercicio político por excelencia era

prerrogativas de los vecinos de un pueblo

las elecciones. Durante la segunda mitad

o se convirtieron en una forma de resolver

fueron sumamente atropella-

los conflictos interétnicos. Así, en algunas

das y fraudulentas. Las elecciones de los

entidades federativas —en unas más que en

ayuntamientos y municipios tenían una

otras— los pueblos apelaron a la separación

combinación de voto popular con voto

de sus cabeceras municipales.

del siglo

XIX

ciudadano que fomentó el equilibrio y la

En conclusión, en ambos gobiernos

estabilidad de las localidades. En la ley

las comunidades indígenas optaron por

electoral de ayuntamientos del imperio se

mecanismos de resistencia, fundamental-

36

González y González, 1965, p. 106. Alanís, 2001, p. 27. 38 González de Castilla, 1944, p. 66. 37

93

mente los que implicaron la negociación

acomodo, de negociación y de un genuino

con las autoridades en distintos niveles y

traslape y fructífero diálogo en la visión y

con distintos discursos. La solemnidad del

en las metas. De ahí que se pueda encon-

ciudadano para los federalistas, la existen-

trar en los grupos populares una genuina

cia de indígenas pobres esperanzados en

aceptación de los discursos de la nación

los beneficios del monarca benefactor y el

—del imperio protector, del liberalismo,

discurso fueron mecanismos para negociar

de corte nacionalista, etcétera—, así como

en los términos del gobierno en turno.

nexos fecundos con ideologías e institucio-

“Hubo mucho más de resistencia, de

nes dominantes”.39

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El Pájaro Verde El Siglo Diez y Nueve Diario Oficial del Supremo Gobierno de la República Periódico Oficial del Imperio Mexicano

* Esgresada de Historia en la UAM- Iztapalapa, realiza su maestría en Historia Moderna y Contemporánea en el Instituto de Investigaciones Dr. José Ma. Luis Mora.

96

L A ÚLTIMA REBELIÓN: LA RESISTENCIA INDÍGENA DE LA PIMERÍA ALTA EN 1751 ANA HILDA VERA

l llegar los misioneros a la Nueva

A

POR LOS CAMINOS DE LA FE

ardua de evangelización. Sus principios

El 13 o 14 de mayo de 1524, a instancias

religiosos, así como el concepto que tenían

de Hernán Cortés, llegaron a San Juan

de los naturales respecto a su carencia de

de Ulúa, en el actual estado de Veracruz,

“razón”, propició algunos casos de imposi-

los primeros misioneros franciscanos. Su

ción violenta de los sacramentos católicos.

propósito primordial era evangelizar a los

España, comenzaron una campaña

Mientras se adentraban en las tierras

habitantes de la Nueva España.

del norte, se encontraban con grupos in-

La tarea de los religiosos, por sí mis-

dígenas que vivían dispersos en la sierra,

ma, fue exhaustiva e implicó infinidad de

los cuales se manifestaban renuentes a

problemas. La geografía, el clima, la lengua

cambiar sus costumbres, y reaccionaron de

y la cosmovisión de los nativos fueron al-

forma violenta en contra de los misioneros

gunos de los obstáculos a los que tuvieron

y de los conquistadores europeos.

que enfrentarse los misioneros católicos.

La violencia fue la constante no sólo

Dos años después, en 1526, llegaron los

contra los invasores, sino entre los diferen-

dominicos y en 1533 los agustinos; a es-

tes grupos étnicos que habitaban la zona.

tos últimos les correspondió asentarse en

Este trabajo describe la insurrección de

los lugares más agrestes, en virtud de que

la Pimería Alta en el año de 1751, con base

los sitios accesibles estaban ya ocupados.

en un documento en el que 18 testigos de-

Franciscanos, dominicos y agustinos fueron

claran las posibles causas que propiciaron

las órdenes más destacadas en el oficio

la última rebelión pima.

evangelizador de la Nueva España.

97

Años después, el 28 de septiembre de

de conquista y heroicidad, también propios

1572, desembarcaron religiosos de la Com-

del Medioevo, coexistían con los matices

pañía de Jesús con un objetivo ulterior a la

ideológicos del Renacimiento, el cual pri-

evangelización: educar a los nativos.

vilegiaba la razón y desarrollaba las bases

Los europeos que llegaron a México

de la investigación científica, entre las que

tenían tras de sí un bagaje ideológico per-

sobresalía el énfasis en la investigación

meado aún por el feudalismo, proveniente

astronómica y la navegación.

de la Edad Media, cuya base económica

“...todo lo descubierto hasta el día de

se sustentaba en la servidumbre y en la

hoy en Nueva España se le debe a Cortés,

consolidación del cristianismo. Sus afanes

calificase su inteligencia en la geografía

98

náutica y otras ciencias, y el deseo eficaz

de que en algunos momentos parecieran

de servir a Dios y a su Rey...” (Lorenzana:

dóciles, no estaban dispuestos a sopor-

1981: 203).

tar las imposiciones de los “invasores”.

¿Cómo veían los colonizadores a los

Según Mirafuentes Galván, hubo cientos y

XIX.

nativos americanos? ¿Cómo conciliar dos

de rebeliones entre los siglos

cosmovisiones tan diferentes?

María Elena Galaviz hace un análisis de

XVII

Los documentos reseñan la opinión que

algunas rebeliones y podemos ver que, en

tenían conquistadores y misioneros de los

la mayoría de los casos, las razones fueron

naturales: constantemente se expresan de

muy similares: maltrato y abuso de los es-

ellos como salvajes, bárbaros, sin razón e

pañoles y misioneros, aunque no se hayan

hijos del demonio debido a sus actividades

desarrollado de la misma manera.

“paganas”. Joseph Neumann, dice de los

Las exploraciones de la Compañía de

tarahumares: “...los tarahumares nunca

Jesús en territorio novohispano trascendie-

fueron idólatras, aunque sí vivían engaña-

ron las fronteras conocidas y se dirigieron

dos por el demonio con muchos embustes y

hacia el norte del país, en donde hoy se

magias...” (González: 1993: 304).

ubican los estados de Sonora, Sinaloa, Chi-

Los colonizadores, “gente de razón”,

huahua y Baja California. Tras la resistencia

venían a salvarlos de su ignorancia. Se-

de los aborígenes, la perseverancia de los

gún Enrique Florescano, los procesos de

jesuitas logró sobreponerse. El entusias-

conquista implican la desvalorización del

mo de la Compañía no cejaba; la muerte

“otro”, de su cultura y sus capacidades,

de algunos de sus sacerdotes a manos de

llamando a los nativos bárbaros y pri-

los nativos no los desalentaba. Éstos eran

mitivos, entre otros términos por demás

relevados por nuevos misioneros muy dis-

discriminatorios. De esta manera, el con-

puestos a defender la causa de San Ignacio

quistador se legitima mediante una obra

de Loyola, ad maiorem dei gloriam.1 Fue el

de “civilización” (Florescano: 1977: 72).

caso del padre Francisco Saeta, que estaba

Sin embargo, no sería tan fácil para los

encargado de la misión de Caborca y fue

conquistadores y misioneros encontrar la

asesinado por dos pimas de Tubutama en

aceptación franca de los nativos: a pesar

abril de 1695 (Kino: 1961:15).

1

A la mayor gloria de Dios.

99

Una de las estrategias evangelizadoras

pueblos de misión como Sáric, Tubutama,

de los misioneros era el bautsmo. Andrés

San Xavier del Bac, Cocospora y Caborca,

Pérez de Ribas, en su crónica Páginas para

entre otros. Durante estos acercamientos

la historia de Sonora, nos describe los bau-

hubo diversas reacciones. En algunas

tizos que realizaban por esos territorios:

ocasiones, los misioneros fueron bien reci-

“Tratóse luego de bautismos genera-

bidos; en contraparte, la resistencia de los

les de todas aquellas rancherías, y las fue

naturales también se manifestó. “Así vivían

disponiendo Dios con su divina gracia, de

los pimas en su gentilidad y barbarie cuan-

suerte que recibían y percibían muy bien la

do se les anunció la luz del santo evangelio

doctrina cristiana y con fervor iban a tropas

por medio del padre Eusebio Francisco

pidiendo el santo bautismo, de manera que

Kino...” (González: 1977: 66).

dentro de un año se bautizaron como dos

Los grupos indígenas que habitaban

mil almas; y con ese divino sacramento, en

la zona, como los jocomes, janos, sumas,

que nacen ya los hombres hijos de Dios, se

mansos y apaches, entre otros, también

veían en ellos una maravillosa mudanza

tenían rivalidades entre ellos.

de costumbres, de paz y alegría del nuevo

Las misiones se organizaban de la

estado en que se veían” (Pérez de Ribas:

siguiente manera: primero era designada

1985: 275).

la zona a donde debía ir el misionero.

El padre Eusebio Kino tuvo un papel

Cabe mencionar que uno de los principios

muy destacado en la empresa evangeli-

de la orden de los Ropas Negras2 era ir a

zadora de las tierras del noroeste de la

cualquier lugar al que fueran asignados

Nueva España. Entre los años 1683 y 1685

(González: 1993: 225). Luego partían a una

recorrió el territorio de la Baja California.

residencia ya establecida, la cual servía de

Tiempo después solicitó autorización para

base por su cercanía al destino final. Esta

desplazarse a los estados de Sonora y Si-

residencia se convertía en una especie

naloa.

de “cuartel general” para los misioneros.

En febrero de 1687, Kino arribó a las

También había un rector que tenía como

misiones de Sonora, donde incursionó en

obligación recorrer todas las cabeceras

los territorios de la Pimería Alta y fundó

misionales que se encontraban en su juris-

2

Por el atuendo que portaban los padres jesuitas, comúnmente eran nombrados Ropas Negras.

10 0

dicción, al menos una vez al año. Acto se-

que después se junta con el Colorado; y

guido, los misioneros asignados se dirigían

de oriente a poniente, desde el valle de los

a su zona para contactar a la población y

pimas llamados sobaipuris hasta las cerca-

buscar un lugar apto para establecer un

nías y costa del Seno del Mar Californio,

“pueblo de misión” en el que pudieran

habitadas de los pimas sobas” (González:

concentrar a los indios ancestralmente

1977: 30).

dispersos entre valles y cañadas.

Los pimas eran descritos como poseedores de un físico con buena estatura,

LA PIMERÍA ALTA

fuertes y morenos, los calificaban de poco maliciosos y sencillos y dicen que no tenían

El padre Kino murió el 15 de mayo de 1711.

política ni religión, ya que no adoraban a

A partir de esa fecha, los padres Agustín de

ningún dios.

Campos y Luis Xavier Velarde se quedaron

En el documento al que hago referen-

a cargo de la zona de la Pimería Alta y

cia, uno de los testigos, Bernando de Urrea,

atendieron sus nueve misiones junto con

dice “...haver tenido siempre a los pimas

16 pueblos de visita. Fue un momento de

por buenos y fieles a los Pimas...”, y Javier

crisis, pues había escasez de sacerdotes.

Padilla comenta que “...conoce a los Pimas

Algunas misiones tuvieron que desapare-

y su buen genio valor y servicios...”.

cer, como fue el caso de las de Dolores y

La población de la Pimería Alta estaba

Remedios. Las circunstancias favorecieron

dividida en cuatro estratos principales: el

el retorno de los indígenas a sus tradicio-

primero lo componían los capitanes de

nales conductas nómadas y el abandono de

presidios, los alcaldes mayores y otras

la vida misional.

justicias; el segundo pertenecía a los mer-

Luis González rescata unos manuscri-

caderes y mineros; el tercero, a los españo-

tos en donde Luis Xavier Velarde hace la

les y rancheros; el cuarto y último era de

siguiente descripción de la Pimería Alta:

mulatos y otros indígenas, quienes confor-

“Corre, pues, esta Pimería Alta de sur a

maban la mayor parte de la sociedad. Estas

norte desde los 30 grados hasta los 34, que

diferencias sociales generaban muchos

se cuentan desde esta misión de Nuestra

problemas dentro de la comunidad. Las au-

Señora de los Dolores hasta el Río Gila,

toridades civiles y religiosas pugnaban por 101

el poder sobre los indígenas. En ocasiones los misioneros se convertían en defensores de los indígenas, sin embargo, estas peticiones de justicia tampoco eran atendidas por las autoridades. En otros casos, los indígenas eran víctimas de los abusos de los mismos padres jesuitas, quienes los hacían trabajar en sus sementeras e, incluso, eran maltratados físicamente. Algunas misiones de la Pimería Alta fueron fundadas por el padre Kino a finales del siglo XVII, entre ellas Güebavi, San Javier del Bac y Soamca; aunque desaparecieron por falta de ministros, fueron restablecidas en 1732. A pesar de los años críticos que vivieron las misiones durante el siglo XVIII, hubo misioneros notables como Gaspar Stiger, Ignacio Séller y Felipe Sgesser, quienes llegaron en 1731. El padre Jacobo Sedelmayr lo hizo más tarde y trabajó en la Pimería Alta desde su llegada hasta la expulsión de los jesuitas en 1767. Otros que arribaron casi al final del periodo misional jesuita, fueron Miguel Geritaer, en Sáric, e Ignacio Pfeffekton, en Atil. En 1743, las autoridades de la Compañía de Jesús ordenaron al padre Séller, misionero de Soamca, iniciar la entrada al Mequi, región ubicada al norte del río

10 2

Gila. Séller inició su recorrido con recursos

dos pimas a la misión de Güebavi. Ambos

propios, pero no consiguió suficiente apoyo

indígenas fueron perseguidos por dos espa-

militar. Después del presidio de Terrenate,

ñoles: Romero y Nava, y los atraparon en el

sólo dos soldados continuaron con él. En

rancho que pertenecía a Luis de Sáric. En la

septiembre de 1743 se internó en el Mequi,

lucha con los españoles, uno de los indíge-

donde fue atacado por los nativos. Este fue

nas fue herido con una lanza. Luis de Sáric

el último intento de expansión, ya que las

pidió al comisario de Justicia, Cristóbal

condiciones de su orden ya no eran ópti-

Flores, que solucionara esa situación. Citó

mas. Más tarde, los franciscanos reclama-

a declarar a Romero y Nava pero no acu-

rían esta zona como de su jurisdicción.

dieron, por lo que recibieron castigo. Según

El acontecimiento que deterioró más la

los testigos, el hecho de que los españoles

inestable situación en la que se encontra-

no acudieran a la cita con el comisario no

ban las misiones de la Pimería Alta, fue el

fue del agrado de Luis de Sáric. Sin embar-

levantamiento que lideró el capitán indíge-

go, una de las declaraciones de Sáric dice

na Luis de Sáric en 1751.

que los dichos pimas no habían ido a robar sino a “cambalachear”.

EL ALZAMIENTO

“A que respondio Luis que se havia levantado por que los P.P. Sedelmayer, Keller,

Esta insurrección fue organizada por los

Garrucho, y Tello no querian que se portase

pimas en alianza con algunos gentiles que

como Capitan General, sino como qualquier

habitaban en las riberas del río Gila.

Indio Chichimeco, no como Español, y que

El documento al que hago referencia

desde (...) el Norte no tenia que mandar

relata la descripción que hacen 18 testigos

Luis y que los mandava solamente el P.A

de las probables causas que propiciaron la

que havia respondido que sea por Dios, y

insurrección indígena de la Pimería Alta en

por eso avia dejado el traje y desnudadose.

1751.

3

Pero añadio el quento de Romero y Nava,

Los testigos relatan dos acontecimien-

diciendo que aquellos Indios havian ido a

tos que consideraron las causas de la rebe-

cambalachar y que el Indio havia muerto de

lión. La primera fue el robo que efectuaron

los azotes” (AGN: Jesuitas: f. 9).

3

Consultar el video animado La última rebelión.

10 3

Otros testimonios revelan el segundo

y Capitán General lo ha visto no faltar a

acontecimiento que pudo ser otro motivo

sus obligaciones, Velar y corregir todas las

del levantamiento. Durante una campaña

faltas...” (AGN: Ramo Jesuitas).

en contra de los apaches, Luis de Sáric

Ese mismo año llegó a Sáric el mi-

fue a la misión de Soamca, donde el pa-

sionero Juan Netvig, quien manifestó su

dre Keller lo insultó diciéndole “perro”, lo

desacuerdo con que Luis de Sáric tuviera

desconoció como capitán y le reclamó que

muchas tierras y poder político dentro de

se vistiese como español. Después fue a la

la comunidad, por lo que trató de dismi-

misión de Güebavi, donde recibió un trato

nuir su autoridad. Una de las tácticas que

similar del padre Garrucho.

empleó Netvig fue privar a Luis de Sáric de

Pese a la conducta de los misioneros,

algunos recursos con los que mantenía su

la relación con la gente “de razón”, como

estatus de prestigio y poder, de manera

le llamaban a los españoles, era armoniosa,

que frustró las expectativas que tenía de

según un comerciante de San Ignacio, “Que

seguir elevando su poder social, económico

conoce a Luis, y su amabilidad con que

y político por arriba de los demás pimas, y

recibía, agasajava en su casa a la gende

le dejó un margen muy estrecho para recu-

de razon, de quien era estimado...” (AGN:

perar su poder.

Jesuitas: f. 8).

Los desprecios de los misioneros lasti-

Los testigos del alzamiento describen a

maron la dignidad de Luis de Sáric, quien ya

Luis de Sáric como un hombre leal y res-

había empezado a gestar el levantamiento.

ponsable en todos sus cargos, y a los pimas

El 29 de septiembre, durante la fiesta

en general como nobles y obedientes, leales

de Güevabi, llegó Pedro de la Cruz, alias

y valerosos, y aluden a otras batallas que

“Chiguagua”, quien era considerado por su

tuvieron contra los seris y los apaches.

comunidad el brazo derecho de Sáric. El go-

En 1750, Luis de Sáric había sido nom-

bernador Ortiz de Parrilla le había otorgado

brado capitán de la Pimería Alta, después

el cargo de sargento mayor de la Pimería

de haber ostentado los cargos de alcalde,

Alta sin consultar a los misioneros. Pedro

antes, y de gobernador del Sáric, después.

“Chiguagua” llegó a la fiesta mostrando or-

Dicen de Sáric: “...compañero serio que es y

gulloso su bastón de mando, el cual le fue

que en los empleos de Alcalde, Gobernador

arrebatado por el padre Garrucho, quien le

10 4

dijo que no regresara a Güevabi o le daría cien azotes. El 20 de noviembre de 1751, estalló la rebelión general en la Pimería Alta al mando de Luis de Sáric, quien desde ese momento cambió su nombre cristiano por el de Bacquiopa, de origen pima, como muestra de rebeldía en contra de los misioneros españoles. Con la noticia de las muertes y las quemas, la población española abandonó las misiones.

LA PAZ

A pesar de las buenas relaciones que tenía Luis de Sáric con el gobernador, la pacificación de los rebeldes no fue fácil. Había un ambiente de desconfianza a las autoridades. Luis de Sáric recibió una cruz y un rosario de manos de unos mensajeros que iban de parte del gobernador. Respondió que aguardaría cinco días en Tubutama a que el gobernador lo fuera a ver con sólo diez o doce soldados, “para que no se espantaran los suios” (AGN: Jesuitas). El capitán de Guerra de San Ignacio, en voz de su intérprete, dijo que “haviendo ido con el antecedente testigo, encontró a Luis con su gente, quien lo amenazó diciendo

10 5

havia prometido a los suios de no admitir

tados por el engaño, respondieron otra

las pases aunque selo ofrecieren con cru-

vez con violencia. Para ese momento, los

ces...” (AGN: Jesuitas: f. 6).

rebeldes no sólo pertenecían a la Pimería

Cuando fueron con el segundo mensaje, Luis mostró arrepentimiento, aunque

Alta, también había pápagos, cocomaricopas y humas.

siguió manifestándose contra los agravios

Pero no todos los indígenas de la zona

que recibió de los padres: “...Luis dijo que

estaban de acuerdo con el alzamiento, ha-

conocía haber herrado que no quería hacer

bía aliados de los españoles como Joachim,

mas mal...” (AGN: Jesuitas: f. 7) y “...que no

indio yaqui que trabajaba como pastor de

podía tan luego, luego, bajar porque devia

cabras del padre Sedelmayr, quien avisó

juntar a los indios...” (AGN: Jesuitas: f. 8).

a los españoles que los alzados irían tras

El decimoquinto testigo, un indígena de nombre Antonio, declara:

ellos. Luis de Sáric negoció la paz solicitan-

“...que en compañía de los anteceden-

do la remoción del padre Séller de Soamca,

tes fue y vio a Luis y que aquella noche

de Sedelmayr de Tubutama y Garrucho de

durmiendo cerca de Luis vio que un indio

Güebavi, lo cual fue aceptado por el go-

lo despertó y dijo que el Padre Keller le

bernador, aunque Séller regresó después

avisava que fuese a asaltar a terrenate para

a Soamca.

que lo colgaren como estava colgado Pedro

Finalmente, Luis fue destituido de sus

Chiguagua, a que Luis dijo: válgame Dios

cargos de gobernador del Sáric y capitán

como nos engañó el Gobernador con men-

general de la Pimería Alta.

sajes de Paz...” (AGN: Jesuitas: f. 8). También manifestó que los indios esta-

CONCLUSIONES

ban muy inquietos con el asesinato de Pedro “Chiguagua”, por lo que se dispusieron

El encuentro de misioneros y conquista-

a tomar precauciones en contra de cual-

dores con los naturales de la Pimería Alta

quier imponderable que pudiera ocurrir, por

no fue del todo armonioso. La imposición

lo que se armaron nuevamente.

de costumbres y creencias fomentó la

Cuando las autoridades mandaron el

desconfianza de los pimas, sin embargo,

tercer mensaje, los alzados, ya escarmen-

conforme pasó el tiempo, muchos de los

10 6

nativos se adaptaron a su nueva vida en

de los padres, hasta la disminución de su

las misiones y adquirieron cargos militares

autoridad y sus tierras. Luis de Sáric tenía

y políticos, pero no fueron bien vistos por

las mismas razones que los demás para

los misioneros.

alzarse: el abuso y la violencia con que

La lucha por el poder fue una constan-

eran tratados los indígenas, ya fuera por

te, pero los misioneros perdieron autoridad

los españoles que habitaban su territorio o

sobre los pimas ya que éstos ostentaban

por los misioneros. Además de las anterio-

cargos importantes en la comunidad.

res, él tenía una razón muy particular para

Dos siglos después de la llegada de los españoles a estas tierras serranas, las quejas seguían siendo las mismas.

levantarse: los padres le habían disminuido su poder al no reconocer su autoridad. Luis de Sáric contaba con el apoyo de la

En el documento podemos ver que la

mayoría de sus coterráneos, lo que le per-

mayoría de las agresiones tuvo relación di-

mitió organizar la rebelión. Las autoridades

recta con Luis de Sáric: desde los pimas que

gubernamentales accedieron a sus peticio-

fueron a robar o cambalachear a Güevabi,

nes y, junto con la paz de la Pimería Alta,

según afirma Luis de Sáric, y las agresiones

pudo recuperar sus tierras y su poder.

10 7

BIBLIOGRAFÍA:

Archivo General de la Nación, ramo Jesuitas, vol. II-I, exp. 1, 20 fs.

Galaviz de Capdeville, María Elena, Rebeliones indígenas en el norte del reino de la Nueva España, siglos XVI-XVII, México, Editorial Campesina, 1967.

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Kino, Eusebio, Vida del P. Francisco J. Saeta, S.J., México, Editorial Jus, 1961.

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Pérez de Ribas, Andrés, Historia de los triumphos de nuestra santa fee entre gentes las mas barbaras, y fieras del nuevo orbe, México, Siglo XXI Editores, 1992.

10 8

Por t ale s

L A QUERELLA CONTRA LOS REPARTIMIENTOS FORZOSOS DE MERCANCÍAS: LEVANTAMIENTO Y REVUELTA EN EL SURESTE NOVOHISPANO

(1668-1671) FRANCISCO L. JIMÉNEZ ABOLLADO* una

repartimientos de especies o mercancías

serie de protestas que desembocó en

para completar unos ingresos que les per-

levantamientos y revueltas indígenas sacu-

mitieran cubrir las inversiones realizadas en

dió a diferentes demarcaciones del sureste

la compra de sus respectivos oficios y, así

novohispano. Se observa en estos terri-

mismo, conseguir un beneficio final.

E

n la segunda mitad del siglo

XVII,

torios un aumento de la extorsión de las

La resistencia contra los repartimien-

comunidades indígenas con métodos regla-

tos, sobre todo en el sureste, fue una forma

mentados como contribuciones, derramas

de denuncia y queja ante las injusticias que

y, en especial, los repartimientos forzosos

perpetraba el poder político, en este caso

de géneros.1 Utilizando la coerción, mu-

el provincial, sobre las comunidades indí-

chas autoridades provinciales novohispa-

genas.2 La provincia de Tabasco fue uno los

nas (gobernadores, alcaldes mayores y sus

lugares donde las autoridades utilizaron el

oficiales dependientes) recurrieron a estos

repartimiento para enriquecerse y, con su

1

Sobre el llamado “repartimiento forzoso”, véase Margarita Menegús (comp.), El repartimiento forzoso de mercancías en México, Perú y Filipinas, México, Instituto de Investigaciones José María Luis Mora-UNAMCESU, 2000, y concretamente el capítulo realizado por Margarita Menegús, “La economía indígena y su articulación al mercado en Nueva España. El repartimiento forzoso de mercancía”, pp. 9-64. Asimismo, uno de los trabajos pioneros sobre este asunto, en Rodolfo Pastor, “El repartimiento de mercancías y los alcaldes mayores novohispanos: un sistema de explotación, de sus orígenes a la crisis de 1810”, en Woodrow Borah (coord.), El gobierno provincial en la Nueva España, 1570-1787, México, UNAM, 1985, pp. 201-236. 2 Véanse al respecto las rebeliones de Tehuantepec y Nexapa (1660-1661), en Oaxaca, en Héctor Díaz Polanco (coord.), El fuego de la inobediencia. Autonomía y rebelión india en el obispado de Oaxaca, México, CIESAS, 1992, y las rebeliones de Sahcabchén y Popola (1668), en Yucatán, en Pedro Bracamonte y Gabriela Solís, Espacios mayas de autonomía. El pacto colonial en Yucatán, México, 1996, y Gabriela Solís y Paola Peniche, Idolatrías y sublevación, México, UADY, 1996, y Pedro Bracamonte y Sosa, La conquista inconclusa de Yucatán. Los mayas de la montaña, 1560-1680, México, UADY-CONACYT, 2001.

110

poder, interfirieron en los nombramientos

sus habitantes se retiraron “a idolatrar a los

de las autoridades indígenas de las diferen-

montes adonde están retirados sin minis-

tes comunidades, con la idea de facilitar el

tro ni obediencia a ninguna justicia”.4 Los

abuso y el atropello.

repartimientos forzosos de mercancías que

Los excesos en los repartimientos,

habían realizado durante años los tenientes

que derivaron en levantamientos, huidas

y visitadores del partido, Miguel Rodríguez,

y expresiones de violencia en el sureste

José Martín Landero y Antonio de Rueda

no se

eran excesivos, violentos y lesivos y, desde

alejan del conjunto de respuestas violentas

luego, estaban lejos de ser satisfechos por

colectivas indígenas que tuvieron lugar a lo

las adversidades económicas que toleraban

largo de la época colonial.

los naturales. El abuso en los repartimien-

en la segunda mitad del siglo

XVII,

Las fuentes documentales empleadas para elaborar este artículo revelan la mag-

tos de mercancías fue la causa inicial del levantamiento y la sublevación.

nitud de los repartimientos y la arbitrarie-

Lógicamente, mientras duró la revuel-

dad de las autoridades coloniales sobre las

ta los pueblos sublevados permanecieron

comunidades indígenas, que desembocaron

al margen del control colonial. El primer

en huidas de los pueblos, levantamientos y

efecto fue que estas comunidades entraron

sublevaciones entre 1668 y 1671.

3

en contacto con otras sublevadas en las

En 1668, una serie de pueblos perte-

mismas fechas y áreas, como Sahcabchén

necientes al partido de los Ríos, en la al-

y Popola, en Campeche, y con los deno-

caldía mayor de Tabasco —Tamulté Popane,

minados indios de la “montaña” o huidos,

Istapa, Balancán, Santa Ana, Usumacinta,

no sometidos, asentados en un territorio

Petenecté, Tenosique y Canizán—, se levan-

amplio en la base de la península yucateca,

tó contra la autoridad colonial. Casi todos

el Petén y regiones adyacentes a las pro-

3 Residencia de Francisco Maldonado de Texeda, alcalde mayor de la provincia de Tabasco, por Miguel Fernández de Rivero, su sucesor, 1671, Archivo General de Indias (a partir de ahora AGI ), Escribanía de Cámara, 225 A-B,; Residencia de Miguel Fernández de Rivero, alcalde mayor de la Provincia de Tabasco (1671-1675), por Benito Novoa y Salgado, oidor de la Audiencia de Guatemala, AGI, Escribanía de Cámara, 347 B; Sentencia de la residencia de los cargos que resultaron contra don Francisco Maldonado de Texeda, alcalde mayor de la provincia de Tabasco, AGI, Escribanía de Cámara, 1.191. 4 Interrogatorio de la pesquisa secreta hecha al alcalde mayor Francisco Maldonado de Texeda, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A.

111

vincias de Tabasco y Chiapas.5 Otra secuela

los montes [...], y que después vinieron los

fue la negativa expresa de que entrasen

dichos sublevados con otros muchos indios

españoles a los pueblos sublevados y sus

infieles de la montaña y entraron en el

inmediaciones por temor al castigo; debido

dicho pueblo de Usumacinta y azotaron y

a que el nudo de las comunicaciones esta-

maltrataron a los que habían quedado en

ba constituido por múltiples ríos y lagunas,

él, porque no se iban con ellos al monte,

retiraron las canoas para impedir cualquier

y que lo mismo hicieron en el pueblo de

contacto. Una consecuencia más de la su-

Santa Ana [...]”7

blevación fue el daño a los intereses coloniales, concretamente a los comerciales.

6

Las prácticas presumiblemente idolátricas de los indios de la “montaña” repre-

Desde 1668 y hasta 1671, mientras

sentaban el peligro para las autoridades de

la alcaldía mayor de Tabasco estuvo bajo

que rebrotaran las semillas de los antiguos

el gobierno de Francisco Maldonado de

cultos en los pueblos sublevados y huidos,

Texeda, el desarrollo de la sublevación en

ya que en los tres años de conflicto ningún

el partido de los Ríos estuvo marcado por

religioso pudo entrar a administrar los sa-

las continuas huidas a áreas vecinas que

cramentos cristianos. Era, pues, una nece-

controlaban los indios de la “montaña”,

sidad que las autoridades restauraran tanto

quienes entraban a los pueblos con el fin

la obediencia política como la religiosa.8

de mostrar su fuerza y su predisposición a favorecer el levantamiento.

El temor de las autoridades fue patente cuando los indios recién rebelados se de-

“...[después de la sublevación y de la

jaron crecer las cabelleras, se embijaron el

muerte violenta de algunos españoles] los

cuerpo y se armaron con arcos y flechas,

pocos indios que quedaban se retiraron a

igual que los de la “montaña”. Concretados

5

Para Sergio Quezada, los indios de la “montaña” eran las comunidades mayas que desde la sexta década del siglo XVI emigraron como consecuencia de las congregaciones, las enfermedades que transmitieron los españoles y algunos fugitivos a la base de la península yucateca, Sergio Quezada, Los pies de la república. Los indios peninsulares, México,CIESAS-INI, 1997 (Colección Historia de los pueblos indígenas de México), P. 85. Sobre las sublevaciones de Sahcabchén y Popola, véanse Pedro Bracamonte y Gabriela Solís, op. cit.; Gabriela Solís y Paola Peniche, op. cit.; Pedro Bracamonte y Sosa, La conquista inconclusa de Yucatán. Los mayas de la montaña, 1560-1680, México, Universidad de Quintana Roo-CIESAS, 2001, y José Manuel A. Chávez Gómez, Intención franciscana de evangelizar entre los mayas rebeldes, México, CONACULTA , 2001. 6 Interrogatorio de la pesquisa secreta..., AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. 7 Autos, juntas y demás diligencias sobre la pacificación de los seis pueblos del partido de los Ríos sublevados, 27 de febrero de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. 8 Ibidem. 112

el alzamiento y la huida de los pueblos,

suma importancia para que prosperasen el

muchos se instalaron en pequeñas ran-

levantamiento y la rebelión.11

cherías ubicadas en el interior de la selva, inaccesibles a los españoles.9

Fernández de Rivero convocó, como alcalde mayor, a una junta en la que

En 1671, el sargento mayor Miguel Fer-

participaron autoridades políticas, ecle-

nández de Rivero inició su gobierno como

siásticas y encomenderos de la provincia.

alcalde mayor de la provincia de Tabasco y

Los presentes expusieron lo que creían los

promovió el juicio de residencia contra su

mejores medios para reducir y conquistar a

antecesor, Francisco Maldonado de Texeda,

los seis pueblos sublevados, y a los indios

y sus tenientes; entonces recibió informa-

de la “montaña” de parajes circunvecinos al

ción detallada de lo acaecido en el partido

partido. También se analizó cómo resolver

de los Ríos entre 1668 y 1671.10

algunos pendientes una vez que los pueblos

El panorama que encontró era el si-

se sometieran a la autoridad provincial,

guiente: en 1668 se sublevaron seis pue-

como el pago del tributo, tostón y medio

blos del partido de Los Ríos, Santa Ana,

tomín que debían a la Corona desde que se

parcialidad de San Antonio (tributarios de

inició el conflicto.

Su Majestad), Tamulté Popane, Tenosique,

La posición más trascendente de la jun-

Petenecté y Canizán; en otros pueblos del

ta fue defendida por el bachiller Cristóbal

mismo partido, como Istapilla, Usumacinta

Ruiz, cura beneficiado de la villa de Santa

y Balancán, entraron los indios sublevados

María de la Victoria y juez eclesiástico de

que originaron motines y muertes en las

la provincia de Tabasco. Para él, la mejor

partes enfrentadas y, junto a ellos, un buen

manera de someter a los pueblos del par-

número de indios de la “montaña”, asenta-

tido era pacíficamente, con eclesiásticos

dos en los rededores del partido, fueron de

a cargo de dicha labor. Había dos razones

9

Ibidem. Testimonio de testigos de la pesquisa secreta y autos, juntas y demás diligencias sobre la pacificación de los seis pueblos del Partido de los Ríos, sublevados, y conquista de los indios infieles que están en ellos, 27 de febrero de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, 225 A. A través de la pesquisa secreta realizada para conocer las acusaciones contra el alcalde mayor saliente, Maldonado, y sus subordinados, en la que participaron como testigos de la misma tanto españoles como indígenas, especialmente gobernadores y alcaldes de los pueblos subordinados, Fernández de Rivero se armó de testimonios y acusaciones que le servirían de base para llegar a las acusaciones que le llevarían a iniciar el juicio de residencia. 11 Autos de 28 de febrero de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, 225 A. 10

113

para ello: una, éstos eran los únicos que los

nuevas contribuciones.12 Estas iniciativas

sublevados empezaron a aceptar cuando

se encaminaban a conseguir una reducción

llegó el nuevo alcalde mayor en 1671, y

pacífica, sin medios intimidatorios y violen-

dos, era necesario bautizar y confesar a los

tos hacia los pueblos huidos. Este programa

indios que saliesen de la montaña. A partir

de reducción sería aplicado a los indios in-

de ahí se iniciaría una política de restable-

fieles de la “montaña” que se encontraban

cimiento del orden colonial contando con

asentados en los alrededores del partido de

la colaboración de los levantados, con el

los Ríos. Fernández de Rivero accedió a los

fin de conformar poblaciones; se daría

planteamientos del bachiller Ruiz, igual

posesión de las tierras a los indios del

que el resto de los participantes.

monte, se nombrarían nuevas autoridades,

La primera tarea de Ruiz, como co-

se perdonarían los tributos rezagados y se

misionado para la reducción pacífica, fue

reservaría por cinco años la aplicación de

publicar cartas en las que anunciaba su

12

Testimonio de la Junta del 2 de marzo de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, 225 A.

114

ida al partido para pacificarlo. Pero antes

las comunidades de los Ríos.15 Esta misma

de recibir las declaraciones de gobernado-

imputación la plasmó el licenciado Luis

res y principales de los pueblos huidos, el

Cano Gaytán, clérigo presbítero y tenien-

bachiller Ruiz quería conocer la opinión del

te de cura en el partido de los Ríos, que

cura del partido al inicio del levantamien-

participaba como notario a la entrada del

to, el bachiller Nicolás de Carrión, cuya

bachiller Cristóbal Ruiz.

labor pastoral fue una de las objeciones

Estas son las primeras declaraciones

que establecieron los sublevados para ser

que incriminan a los tenientes, que abu-

13

reducidos. Carrión manifestó a Ruiz que

saban al cobrar los repartimientos forzosos

intentó entrar al pueblo de Usumacinta

de mercancías, como la causa principal del

cuando empezó el levantamiento para

levantamiento.

realizar su cotidiana labor pastoral, pero no pudo lograrlo debido a las intimidaciones

LOS INDÍGENAS SE PRONUNCIAN

de los pueblos levantados.14 Lo amenazaron porque sus sermones desaprobaban los

Para percibir la visión de los indígenas

desórdenes e inmoralidades en que habían

sobre las causas y desarrollo de la subleva-

caído desde que huyeron, escudados entre

ción de 1668 en el partido de Los Ríos, la

los indios de la “montaña”. Es importante

documentación nos aporta una interesante

señalar que, cuando se refiere en el auto

información procedente de gobernadores,

a las causas de la sublevación, el bachiller

alcaldes y principales de los pueblos su-

Carrión es franco al manifestar que fueron

blevados en sus declaraciones al bachiller

los malos tratos infligidos por los tenientes

Cristóbal Ruiz.16

de alcalde mayor en sus repartimientos los

Examinaremos a continuación las

que provocaron las huidas y revueltas de

diferentes exposiciones de estos notables

13

“...dijeron (los indios sublevados) que admitirían la administración de los sacramentos con tal que no fuese a ello el beneficiado bachiller Nicolás de Carrión por el aborrecimiento que le tenían porque los amonestaba y enviaba recaudos ásperos tratándolos mal de palabra como lo hacía a los domésticos...”, Autos, juntas y demás diligencias sobre la pacificación de los seis pueblos del partido de los Ríos sublevados, 27 de febrero de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. 14 Declaración del bachiller Nicolás de Carrión, beneficiado del pueblo de Istapilla, 17 de marzo de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. 15 Ibidem. 16 Declaraciones al bachiller Cristóbal Ruiz de gobernadores, alcaldes y principales de los pueblos sublevados en el partido de los Ríos, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. 115

indígenas, ateniéndonos al itinerario que realizó por los pueblos implicados en la sublevación el bachiller Ruiz, entre el 20 y el 24 de marzo de 1671. En dichas declaraciones observamos distintos pareceres, pero encontramos unidad de criterio cuando exponen los abusos generalizados de los tenientes de alcalde mayor, en especial José Martín Landero y Antonio de Rueda, durante los repartimientos forzosos de mercancías. En el pueblo de Istapilla, desde donde el bachiller Ruiz pretendía iniciar su labor de reducción, se produjo el primer encuentro con los indios levantados, “embijados, con arcos y flechas y robándolo, en cuya entrada han quedado algunas personas heridas y Enrique Díaz, español, muerto...”.17 Quienes participaron en este choque eran tanto indígenas huidos como “infieles de la montaña”. La influencia de éstos sobre los primeros se evidenciaba en las indumentarias y actitudes que habían adoptado, además de otros aspectos como los religiosos: “...(los indígenas huidos y los “infieles de la montaña”) antes de retirarse sacaron públicamente ídolos y haciendo con ellos sus ceremonias dijeron a los naturales (del 17 Auto del vicario para que se haga edicto de los perdones a los pueblos sublevados, 18 de marzo de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A.

116

pueblo de Istapilla) que si no tenían como

su pobreza. Ahora bien, estas deudas se

ellos casas de idolatrías habían de castigar-

perdonarían si accedían a dar la obediencia

los y llevárselos consigo...”18

a la Justicia Real y dejaban entrar a los

Estos incidentes no persuadieron al

españoles en sus pueblos. En los edictos

bachiller Ruiz de avanzar en su labor re-

se facultaba al bachiller Ruiz para fijar una

ductora y pacificadora, ni de publicar los

serie de requerimientos como la reducción

edictos de perdones dirigidos a los pueblos

de dichos pueblos; el emplazamiento de

sublevados. En primer lugar, la conmu-

los pueblos a otros parajes donde pudieran

tación de todas las deudas que dichos

fundarse con los indios fugados y de la

pueblos debían de tributos, tostón, medio

montaña, previamente empadronados am-

tomín y otras obligaciones a particulares

bos grupos; darles posesión de las tierras

y a la Corona, pues constaba que desde

que ocupasen en nombre de Su Majestad,

la sublevación no podían pagar debido a

y poner y quitar a los caciques que fuera

18

El virrey de Nueva España, marqués de Mancera, ordena al alcalde mayor de Tabasco no divierta las fuerzas de aquella provincia con los indios..., México, marzo de 1672, AGI, Escribanía de Cámara, 347 B.

117

necesario.19 Estas eran las medidas que

por el maltrato que han hecho a los indios

debía aplicar el bachiller Ruiz para reducir

de estos pueblos de donde tuvo principio el

a los pueblos sublevados del partido de Los

salir los dichos indios del monte a ellos.”20

Ríos en 1668.

Expresaba Acat que los indios de este pue-

Antes de publicar los edictos, entre el

blo estaban cansados de sufrir los maltratos

20 y el 24 de marzo de 1671, el bachiller

causados por el teniente del partido, José

Cristóbal Ruiz tomó declaración directa a

Martín Landero, y su sucesor Antonio de

los gobernadores, alcaldes y principales de

Rueda, en las cobranzas de las mercancías

los pueblos sublevados, con el propósito de

repartidas. Juan Gómez, regidor del pueblo

conocer por boca de los propios indígenas

de Usumacinta, señaló en su declaración a

las razones de lo sucedido tres años atrás.

Ruiz que los agravios de Landero y Rueda a

En todas las informaciones se advierten

los indios de Usumacinta y de Canizán in-

como motivo principal de las rebeliones los

citaron a éstos a informar de los mismos a

rigores que aplicaba el teniente y visitador

los indios de la “montaña”, cuya presencia

José Martín Landero en el cobro de los re-

continua en Usumacinta fue aprovechada

partimientos forzosos de mercancías.

para impedir la entrada de españoles, ne-

El 20 de marzo de 1671 declaró don

gros y mulatos. Estos indios exigieron a los

Diego Acat, maestro de capilla del pueblo

naturales de Usumacinta dejarse crecer el

nuevo de Usumacinta, quien alegó que,

cabello. Estas pautas, junto a la adhesión

debido a las constantes entradas de los in-

a los de la “montaña” y la posterior huida

gleses establecidos en la laguna de Térmi-

de buena parte de la población con ellos,

nos, tuvieron que establecerse en un nuevo

“apurados y cansados de las vejaciones

asentamiento desde finales de 1669. Hasta

que recibían de los españoles,”21 crearon

ese momento los visitaron los indios de la

problemas entre algunas autoridades in-

“montaña”, dos o tres veces, cuando iban

dígenas y los indios de la “montaña”. El

desde el pueblo de Santa Ana en busca de

cacique de Usumacinta y otras autoridades

españoles, negros y mulatos “para matarlos

se negaron a aceptar varias disposiciones

19

Edicto a los pueblos sublevados, 18 de marzo de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. Declaraciones al bachiller Cristóbal Ruiz de gobernadores... “Testigo 1, Don Diego Acat, maestro de capilla del pueblo de Usumacinta”, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225A. 21 Ibidem, “Testigo 2, Juan Gómez, regidor del pueblo de Usumacinta”. 20

118

de los de la “montaña”, sufriendo azotes y maltratos, por lo que huyeron al pueblo cercano de Istapilla. Según Juan Gómez, “nunca negaron la obediencia a S.M., y pagaron por mano de su gobernador lo que debían a S.M. del tostón”, pero se quejaba de que la huida de muchos indígenas a la “montaña” obligaba a los pocos que quedaron a pagar por el total de los que existían antes de la sublevación.22 La disminución de los indios tributarios dejó a muchos pueblos, como en los casos de Sahcabchén y Popolá, en Yucatán, imposibilitados de soportar sus cargas de tributos y sus limosnas, lo que afectó gravemente la economía de los pueblos y

distinta la Corona y su cabeza, el monarca

su capacidad de generar el excedente que

español. Como señala Bracamonte para el

se requería para cumplir con la Corona, la

caso de las sublevaciones de Sacabhchén y

Iglesia y los encomenderos.

23

Popolá, en Yucatán, y que se confirma en el

Algunas autoridades indígenas, como

partido de Los Ríos, las autoridades indíge-

las de Usumacinta, eran proclives a nego-

nas sublevadas no negaron su obediencia a

ciar y mantener relaciones con los espa-

la Corona, es decir, no rompieron el vínculo

ñoles, pero otras optaron por oponerse a

con el imperio español.24

cualquier contacto y a sostener una actitud

Cerca del pueblo de Usumacinta

radical frente a las autoridades coloniales.

se encontraba el de Santa Ana. Allí, el

Sin embargo, una cosa eran estas autorida-

bachiller Ruiz tomó declaración a su al-

des coloniales, locales o provinciales, y otra

calde, Jerónimo Cauich, quien señaló en

22 23 24

Ibidem. Pedro Bracamonte, op. cit., p. 238. Ibidem, p. 225.

119

su exposición la llegada de indios de la

sierto. Pero en las inmediaciones encontró

“montaña” armados en falucas y canoas;

a un indio llamado Juan Quime, que había

pasaban por su pueblo en dirección de

sido varias veces alcalde de dicho pueblo

Usumacinta o de los pueblos de Canizán,

y le informó pormenorizadamente de la

Tamulté, Petenecté y Tenosique. Santa Ana

sublevación de 1668 y sus consecuencias.

era un pasaje obligado para los indígenas

Adujo, como los anteriores, que las causas

que querían introducirse a los citados pue-

de la rebelión fueron los abusos generali-

blos sublevados desde 1668. Las entradas

zados del teniente de alcalde mayor José

fueron frecuentes y coincidieron con que

María Landero, que en sus visitas hacía

muchos indios abandonaron sus casas por

repartimientos forzosos de mercancías. En

las vejaciones sufridas. Cauich manifestó

la última de ellas arrestó al gobernador de

que muchos naturales de su pueblo se

Canizán, don Gaspar Che, y a sus alcaldes.

encontraban instalados lejos del mismo, en

Una vez puestos en libertad, Landero fue

rancherías, “junto a otros indios de los del

a los pueblos de Petenecté y Tenosique a

monte y huidos de la provincia de Yucatán

liquidar los repartimientos, y cuando vol-

que se han avecindado con ellos, y que no

vió a Canizán se encontró con el pueblo

asisten en el pueblo por estar cuidando de

sublevado y, ante el peligro que avistaba

sus huertas de cacao, y que por orden de

si entraba en él, “pasó al de Santa Ana de

los dichos indios del monte no salen de

donde comenzó a hacerles amenazas de

este distrito”.25 Sin embargo, los indios del

que había de venir con soldados a prender-

monte admitieron desde 1670 la presencia

los para ahorcarlos”.26

en el pueblo de sacerdotes “a propósito y

Estas amenazas provocaron que la

mansos” para que les administrase los sa-

mayoría de los indios de Canizán se dis-

cramentos, y no impidieron pagar a S.M el

persara al interior de la selva, donde en-

tributo y el tostón.

contraron apoyo y protección en los indios

El siguiente pueblo sublevado que

de la “montaña”. Salían en partidas por los

visitó Ruiz fue Canizán, el cual halló de-

pueblos del partido contra los tenientes

25

Declaraciones al bachiller Cristóbal Ruiz de gobernadores..., “Testigo 3, Jerónimo Cauich, alcalde de Santa Ana”, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225A. 26 Ibidem, “Testigo 4, Juan Quime, del pueblo de Canizán”.

12 0

de alcalde mayor y el resto de españoles

puesto, que no dejasen entrar a español,

instalados en el área. Según Juan Quime,

negro o mulato algunos. El alcalde Juan

no ingresaban españoles al área desde

de Mendoza afirmó que los indios de la

1669, cuando el teniente de alcalde ma-

“montaña” recorrían habitualmente estas

yor Antonio de Rueda intentó entrar con

comarcas en cuadrillas de cincuenta a cien

gente armada a reducir la sublevación. La

hombres, porque era “voz pública en todo

ausencia de españoles los animaba a vol-

este partido” que los del “monte” llegaron

ver a sus pueblos, ya fuera para recoger el

al partido de Los Ríos “avisados de los del

cacao de sus huertas o por el hambre que

pueblo de Usumacinta y de Canizán por las

padecieron en los montes. Juan Quime

muchas molestias y vejaciones que recibían

dijo que la presencia de los de la “monta-

de los tenientes del capitan D. Francisco

ña” era notable en las milpas y rancherías

Maldonado, alcalde mayor que fue de esta

vecinas y que pretendían impedir la pre-

provincia, y de los españoles que andaban

sencia de españoles en su territorio, así

comerciando por estos pueblos”.29 La suce-

como controlar las comunicaciones entre

sión de oprobios es expuesta con intensa

las poblaciones indígenas del área some-

realidad por el regidor de Tamulté Popané,

tida por ellos.

27

José Laynes:

El 23 de marzo de 1671, el bachiller

“...porque sin embargo de estar robados

Ruiz se encontraba en el pueblo de Tamulté

entraban y salían españoles comerciantes

Popané, donde interrogó a dos de sus ca-

en el dicho pueblo y recibían de ellos agra-

ciques, Juan de Mendoza, alcalde, y José

vios, les hacían servirles en el pueblo y traer

Laynes, regidor.28 A este pueblo llegaron

y llevar sus cargas y mercaderías vogando

los indios de la “montaña” manifestando

por el río, demás que les comían las pocas

que los defenderían de los abusos y malos

gallinas que criaban y el maíz que cogían u

tratos de los españoles, y les ordenaron

les quitaban a menos precio el poco cacao

dejarse crecer las cabelleras y, por su-

que cogían de sus huertas,...”.30

27

Ibidem. Ibidem, “Testigo 5, Juan de Mendoza, alcalde de Tamulté Popané”, “Testigo 6, José Laynes, regidor del pueblo de Tamulté Popané”; véase Peter Gerhard, La frontera sureste de la Nueva España, México, UNAM / Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto de Geografía, 1991, p. 42. La presencia inglesa en esta zona de la Nueva España se extendió entre 1660 y 1717, cuando fueron expulsados por los españoles. 29 Ibidem, “Testigo 5, Juan de Mendoza, alcalde de Tamulté Popané”. 28

121

De nuevo, eran los tenientes de alcalde

ron contribuyendo con los ocho pesos y

mayor Martín Landero y Rueda quienes

medio que pagaban a S.M. procedentes del

ejercieron más presión con el repartimien-

tostón y medio tomín, que era la tasación

to de mercancías a precios excesivos, obli-

del pueblo cuando se encontraba íntegro.

gando a los naturales de Tamulté Popané

Por lo tanto, sufragaban por los ausentes

a desprenderse de sus cosechas. Laynes

y los difuntos. No obstante, los indios del

se lamentaba de no tener libertad “para

“monte” les exigieron que no pagasen sus

vendérselos a quien se los pagase bien,

tributos al encomendero de Tamulté, y no

por lo cual se veían apurados y se huyeron

les permitieron salir del pueblo, pues serían

los que no tenían con que satisfacer lo que

castigados, y que “en cuanto a entrar y salir

se les pedía [...], con lo cual se huyeron al

españoles en este pueblo como solían, no

monte algunos vecinos de este pueblo te-

está en los que gobiernan, que el primero

merosos porque entendieron que el dicho

han de pasar por los otros pueblos para

31

Pocos indios

llegar a este y allí será donde no los permi-

permanecieron en el pueblo, donde siguie-

tirán entrar, por el [la] orden que general-

Rueda venía a buscarlos”.

30

Ibidem, “Testigo 6, José Laynes, regidor del pueblo de Tamulté Popané”.

12 2

mente han dado a todos estos pueblos los

El día 23 de marzo de 1671, el bachiller

indios del monte de que no lo consientan

Ruiz recibió el testimonio del gobernador

32

entrar”. Solamente permitieron la entra-

don Juan Acat, del pueblo de Petenecté.

da, desde 1670, de un ministro beneficiado

Relató que recibieron del teniente Martín

que asistía en los asuntos religiosos, con la

Landero “muchas violencias quitándo-

condición de que su comportamiento fuese

les sus géneros, y llevándose consigo de

apacible y suave con los indios, y en caso

pueblo en pueblo mujeres casadas a vista

de que no fuera así, se le podía expulsar del

de sus maridos, como lo hizo en éste con

pueblo sin contemplaciones.

Juana Canché, mujer de Domingo Pérez”.34

Los dos testigos confirmaron el control

Los abusos continuaron dos años más

que los indios del “monte” mantenían sobre

tarde con Antonio de Rueda en el cargo

estos pueblos del partido de Los Ríos, en

de teniente del partido de Los Ríos y los

especial cuando se referían a mudarse de

indios del “monte” se fueron a Santa Ana y

Tamulté a otro lugar fuera del partido. Por

a Petenecté, con el fin de librarse de las ve-

supuesto, los de la “montaña” impedirían

jaciones que sufrían y dar muerte al citado

ese escenario, castigándolo con severidad.

Rueda y a los españoles, negros y mulatos

En primer lugar, ejercían el control con sus

que se arriesgaran a entrar en los pueblos.

destacamentos de cuarenta o cincuenta

Las consecuencias de la llegada de los de

hombres dispersos por los parajes y pueblos

la “montaña” fueron evidentes para Acat:

del partido, que recorrían y vigilaban para

prohibieron el comercio con los españoles

que nadie saliera sin ser descubierto. En

y la entrada de éstos a los pueblos, y es-

segundo lugar, para salir de los pueblos la

tablecieron que las personas que entraran

opción más viable, oportuna y segura era

en contacto con los españoles harían

“yéndose primero al monte con los otros

responsables de sus actos a los caciques y

antes que salir a otra parte por lo hallado

gobernadores de sus pueblos:

que están ya, favorecidos con el amparo de los dichos indios (del monte)...”.

33

“...que para ejecutarlo [las órdenes de los indios de la montaña] quedaron en este

31

Ibidem. Ibidem, “Testigo 5, Juan de Mendoza, alcalde de Tamulté Popané”. Ibidem, “Testigo 6, José Laynes, regidor del pueblo de Tamulté Popané”. 34 Ibidem, “Testigo 7, Don Juan Acat, gobernador de Petenecté”. 32

33

12 3

pueblo cosa de 100 indios entonces y hoy

fuera “manso, a propósito y de buena con-

serán hasta 50 los cuales se hallan en él, de

ducción, y que si no lo fuere lo azoten y le

los armados de la montaña y que los otros

echen del pueblo”.39

se retiraron mandando a los vecinos de este

El último pueblo de los seis rebelados

pueblo que criasen cabelleras y tuviesen

que visitó el bachiller Cristóbal Ruiz, en

flechas”.35

marzo de 1671, fue Tenosique. Allí hizo

Esto lo defendían los indios del “mon-

comparecer a los principales Juan Pérez

te” argumentando que “habiéndoles favo-

y Alonso de Valencia, su gobernador y

recido no quieren que vuelvan a padecer lo

alcalde, respectivamente. Después de que

36

que de antes”. Domingo Mamaz, alcalde

los indios de Canizán se retiraron al monte

de Petenecté, señala al bachiller que el

en 1668 y de que los restantes se rebelaron

que “gobierna el monte” es quien decide y

contra el teniente y visitador José Martín

ordena todo lo que se refiere a las entradas

Landero, este pueblo también se agitó.

y presencias ajenas a los pueblos.37 Los dos

Fue hasta que llegó el teniente Antonio

testigos refieren que la obediencia no fue

de Rueda, quien organizó una expedición

negada en ningún momento al rey. Afirman

punitiva en 1669 para intentar sofocar la

haber pagado el tostón del año 1669, así

rebelión, cuando los indios de la “monta-

como la mitad de este mismo tributo del de

ña” “salieron a este pueblo [...] con arcos y

38

1670. Sin embargo, los indios del “monte”

flechas a favorecerlos con orden de matar

ordenaron a los vecinos de Petenecté que

a cuantos españoles, negros o mulatos en-

no pagasen el tributo que daban a su en-

contrasen”.40 La presencia de los del “mon-

comendero particular Bartolomé Lorenzo.

te” en el pueblo, que sumó más de 300

Podía ser admitido en el partido, desde un

según el testigo, animó a que numerosos

año antes de esta declaración, un ministro

naturales huidos volvieran a Tenosique. El

eclesiástico o beneficiado que impartiría

gobernador Juan Pérez se amparaba en el

los sacramentos con la condición de que

número escaso de vecinos y en la pobreza

35

Ibidem, “Testigo 8, Domingo Mamaz, alcalde del pueblo de Petenecté”. Ibidem, “Testigo 7, Don Juan Acat, gobernador de Petenecté”. 37 Ibidem, “Testigo 8, Domingo Mamaz, alcalde de Petenecté”. 38 Ibidem, “Testigo 7, Don Juan Acat, gobernador de Petenecté”. 39 Ibidem, “Testigo 8, Domingo Mamaz, alcalde de Petenecté”. 40 Ibidem, “Testigo 11, Alonso de Valencia, vecino y alcalde de Tenosique”. 36

124

reinante para justificar la falta de pago de

Una vez que el bachiller Cristóbal Ruiz

la contribución a S.M., único tributo que el

recogió la declaración de los gobernado-

“gobernador del monte” le tiene ordenado

res, alcaldes y principales de los pueblos

pagar, “por ser el Rey Nuestro Señor a

sublevados, su siguiente paso formal fue

quien reconocen, y no otro tributo alguno

publicar los correspondientes edictos de

a encomenderos particulares, porque no

perdones. En ellos se manifestaba el interés

niegan la obediencia a S.M. sino la entrada

de las autoridades de que los indígenas

y comercio a los españoles”.

41

estuviesen sujetos a la obediencia de la

Resumiendo las declaraciones rea-

Real Justicia, así como que acudieran ante

lizadas al bachiller Ruiz, el abuso de los

él a empadronarse para formar los nuevos

repartimientos por parte de las autori-

pueblos en nombre del rey, y quitar y po-

dades provinciales tabasqueñas durante

ner caciques en ellos si fuera necesario.

la década de 1660 generó una serie de

Logrado este cometido, “les notifiqué a los

respuestas indígenas. La más significativa,

dichos gobernadores, alcaldes y regidores

por su magnitud y sus consecuencias, fue

elijan dos o tres personas de sus cabildos

buscar territorios libres, fuera del alcance

y principales para que en su nombre pa-

de los tenientes repartidores, lo que derivó

rezcan ante el señor alcalde mayor de esta

en el contacto con los llamados indios de

provincia a rendir la obediencia que deben

la “montaña”. Como se ha percibido, otra

a S.M.”.42

respuesta a los abusos provino de autori-

Entre el 24 de marzo y el 2 de abril de

dades y principales indígenas que no opta-

1671, se publicaron los edictos en los pue-

ron por huir a la montaña, pero que sí son

blos sublevados en 1668 que mantenían

fieles agentes del descontento indígena y

parte de su población en la “montaña”.

ofrecieron a Ruiz información completa

Norma general en dichos pueblos fue que

y detallada de abusos, arbitrariedades y

una vez mostrados, los caciques y prin-

malos tratamientos de ciertas autoridades

cipales dijeron haberlos entendido, que

españolas.

nunca habían negado la obediencia al rey

41

Ibidem, “Testigo 10, Juan Pérez, principal del pueblo de Tenosique”. Auto para que se lea el edicto y parezcan a empadronarse, 24 de marzo de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A.

42

12 5

sino el comercio y la entrada de españoles en sus pueblos debido a los daños que habían recibido de los tenientes repartidores. Respondieron a las autoridades provinciales españolas que no podían enviar a sus representantes ante el alcalde mayor de la provincia a dar la obediencia al rey porque carecían de permiso para ello de los indios del “monte”,43 lo que subrayaba la importancia de la sublevación y la gran influencia de los indios de la “montaña”. A esto hay que sumar el elemento cuantitativo de los indios que huyeron de los pueblos referidos y que vivían en rancherías alejadas. En los padrones que se mandaron levantar, dentro del proceso de reducción pacífica, se ofrece la cantidad de empadronados de cada pueblo. Un testimonio expresa la citada importancia numérica de los indios huidos cuando señala que los naturales empadronados eran los que había, “porque los demás que faltaban se han huido a los montes”,44 es decir, buena parte de los antiguos pobladores se había retirado a otra parte. La difícil negativa indígena a la sujeción la vivió in situ el bachiller cuando

43

Publicación del edicto y respuestas de los pueblos sublevados, 24 de marzo-2 de abril de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. 44 Ibidem. 12 6

realizaba la labor de empadronamiento en

en el que señaló que no pudo conseguir

el pueblo de Tenosique:

la reducción y pacificación de los indios

“Como a las seis de la tarde vinieron a

sublevados de los seis pueblos del partido

la Iglesia unos indios que al parecer serían

de Los Ríos debido a la rebeldía manifiesta

hasta número de cien, poco más o menos,

de dichos indios y a la palpable influencia

tiznados de negro desde los pies a la cabe-

que ejercieron sobre ellos los indios de la

za y muchos de ellos sólo los ojos, narices,

“montaña”.46

manos y pies, todos con arcos y flechas,

La situación, el lugar y el momento

que dijeron los naturales del monte que

no eran los óptimos para llevar a cabo

guardan este dicho pueblo; y preguntados

operaciones de carácter militar contra los

por mi si eran bautizados o si querían serlo

sublevados. Las preocupaciones del alcalde

dijeron que no porque querían ser como sus

mayor Miguel Fernández de Rivero —pese

padres; y aunque les amonesté y signifiqué

a la importancia de tener desde hacía tres

la necesidad del Santo Bautismo para sal-

años seis pueblos sublevados, huidos y ayu-

varse, no quisieron admitirlo y los encargué

dados por indios montaraces e infieles— se

no se volviesen al monte que con el tiempo

centraban en controlar el arribo de los in-

serían cristianos y que no hiciesen mal a

gleses a las costas de la provincia y al inte-

persona alguna y procurasen salir del mal

rior de la misma a través de sus caudalosos

estado en que estaban y les persuadí la

ríos, desde la vecina laguna de Términos.47

obediencia al Rey Ntro. Señor y confesaron

En la carta que envía a principios de junio

ser sus vasallos...”.45

de 1671 al virrey marqués de Mancera,

Al fracasar en atraer pacíficamente a

hace notar los delicados momentos por

los indios huidos de los pueblos y a los de

los que está pasando como gobernante y

la “montaña”, una vez en la villa de Santa

su incapacidad de maniobrar ante las con-

María de la Victoria, el bachiller Cristóbal

trariedades relacionadas con los pueblos

Ruiz elaboró un auto de remisión o perdón

sublevados.48

45

Ibidem. Auto de remisión, Santa María de la Victoria, 13 de abril de 1671, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 225 A. 47 Peter Gerhard, op. cit., p. 42. 48 El virrey de Nueva España, marqués de Mancera, ordena al alcalde mayor de Tabasco no divierta las fuerzas de aquella provincia con los indios..., México, marzo de 1672, AGI, Escribanía de Cámara, 347 B. 46

127

Era evidente que las autoridades temían

interesantes datos que despejan algunas

que el conflicto con los pueblos indígenas

dudas sobre el desarrollo final de la su-

se extendiese a otras áreas de la provincia.

blevación de los pueblos del partido de los

Esta preocupación se agrandaba por la es-

Ríos, iniciada diez años antes. El primero lo

casez de recursos para imponer el orden en

ubicamos en las diligencias de la cobranza

ella. El alcalde mayor Fernández de Rivero

de los tributos rezagados que debían los

reconocía que, cuando eran requeridos, los

pueblos indios a raíz de la sublevación de

españoles residentes eran reacios a dividir

1668. En ellas, Luis Cano Gaytán, que fue

su tiempo entre el trabajo en sus tareas co-

beneficiado interino del partido de Los

tidianas y la defensa del orden colonial; era

Ríos en 1671, y que en el momento de

claro cuando afirmaba “que de mercaderes

realizarse las citadas diligencias fungía

no es fácil hacer soldados”.49

como clérigo presbítero de la villa de Santa

Sin embargo, las autoridades virrei-

María de la Victoria, afirma que el conflicto

nales aún tenían reparos para considerar

acabó cuando el alcalde mayor Fernández

la vía militar como la más adecuada para

de Rivero optó por reprimir con violencia

lograr la reducción. El origen del conflicto,

la sublevación. El fracaso de los intentos

“las intolerables vejaciones que el alcalde

llevados a cabo por Cristóbal Ruiz en 1671

mayor Don Francisco Maldonado por medio

—Gaytán fungió como notario de la entra-

de un teniente que tenía allí les hacía con

da— para reducir a los pueblos sublevados

repartimientos y quitándoles a menos pre-

y a sus aliados de la “montaña”, desembocó

cio sus frutos y géneros”,50 hacía apreciar a

en hechos violentos que acabaron con la

las autoridades que la vía pacífica seguía

vida de varios españoles, pardos y negros

siendo el método más apropiado. No por

asentados en la región. Pese a las exhorta-

nada, la provincia se batía con otro enemi-

ciones de las autoridades virreinales de que

go, los ingleses asentados en los alrededo-

el proceso de reducción fuera pacífico, para

res de la laguna de Términos:

51

no esparcir los débiles y remisos retenes

En el juicio de residencia realizado en

militares que defendían el territorio de la

1677 a Fernández de Rivero, encontramos

presencia inglesa, Fernández de Rivero con-

49

Ibidem. Ibidem. 51 Peter Gerhard, op. cit., p. 42. 50

12 8

formó una Compañía de Pardos dispuesta a

desarrollo de la rebelión de los pueblos del

enfrentarse a los indígenas. En el primer

partido de Los Ríos:

encuentro, las fuerzas del alcalde mayor

“Y el que hallando sublevados todo el

mataron a una gran cantidad de rebeldes,

Partido de los Ríos que se componen de

“con lo cual se atemorizaron y aquietaron

nueve pueblos invadiendo éstos a otros

y vinieron poco a poco con buenos medios

circunvecinos y haciendo algunas atro-

a la debida obediencia hasta hoy que se

cidades, los conquisté, reduje y pacifiqué

hallan administrados y doctrinados, y con

a fuerzas de armas y después con medios

administración de justicia”.52

suaves hasta dejarlos en obediencia de Su

Otro dato que informa del fin de la

Majestad como al presente están debajo de

sublevación son las propias palabras del

campana y administración de los Santos

alcalde mayor Miguel Fernández de Rive-

Sacramentos y paga de los Reales Tributos

ro, cuando declara en los descargos de su

como consta de los libros reales...”.53

residencia, en razón del papel jugado en el * Doctor en Historia y profesor investigador titular del Área Académica de Historia y Antropología, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. 52

Diligencias hechas sobre la cobranza de rezagos de tributos que los indios del partido de Los Ríos debían al tiempo que entró a usar su oficio de alcalde mayor de la provincia de Tabasco, Santa María de la Victoria, 5 de abril de 1677, AGI, Escribanía de Cámara, 347B. 53 Descargos que hace el sargento mayor y alcalde mayor de Tabasco, don Miguel Fernández de Rivero, Santa María de la Victoria, 17 de abril de 1677, AGI, Escribanía de Cámara, 347B.

12 9

ARCHIVO HOSPICIO CABAÑAS: INVESTIGACIÓN Y RESCATE DE UNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA MEXICANA DEL SIGLO XIX1

MARÍA DEL PILAR GUTIÉRREZ LORENZO*

E

n las siguientes líneas se da a cono-

versas fuentes localizadas en otros archivos

cer el rescate del Archivo Hospicio

de Guadalajara y mostraré su riqueza infor-

2

Cabañas y se muestran las posibilidades

mativa para trabajar el tema. Pero también,

de este acervo para avanzar en el estudio

y para una mejor comprensión y valoración

y comprensión de la historia sociocultural

de las fuentes presentadas, se expondrá la

de los establecimientos educativos en Gua-

validez y problemática de las mismas para

3

dalajara. En particular, quiero comentar

abordar diferentes enfoques metodológicos

las principales características del fondo

de la historia de la educación.4

Escuelas, Talleres, Industrias y señalar la información de otros ramos de este archivo

ESTABLECIMIENTO Y VOCACIÓN DEL HOSPICIO CABAÑAS

para acometer trabajos de investigación sobre las escuelas del Hospicio Cabañas.

Protección y educación5 son los rasgos dis-

Además, se incluirá un recorrido sobre di-

tintivos del Hospicio Cabañas, institución

1

Trabajo presentado en el VI Congreso Iberoamericano de Historia de la Educación Latinoamericana. Resultado de los trabajos de catalogación y clasificación del Archivo Hospicio Cabañas, fue la elaboración de un instrumento de descripción de sus fondos. Véase: María del Pilar Gutiérrez Lorenzo, Inventario y guía del Archivo Hospicio Cabañas. Catálogo del Fondo Antiguo, Guadalajara, Secretaría de Cultura del Gobierno de Jalisco-Instituto Cabañas, 2000. 3 Carmen Castañeda, La educación en Guadalajara durante la Colonia, 1552-1821, Guadalajara, México, El Colegio de Jalisco-El Colegio de México, 1984. Trabajo pionero en estudiar la historia social de la educación en Guadalajara y que ha sentado las bases de estudios posteriores para la región del occidente. 4 Véase Carmen Castañeda, “Metodología para la historia social y cultural de las universidades del Antiguo Régimen”, en Enrique González González y Leticia Pérez Puente (coord.) Colegios y universidades I. Del Antiguo Régimen al Liberalismo, México, CESU / UNAM, 2001. pp. 17-37; Jesús Márquez Carrillo, “Historiografía de la educación, sociedad y cultura”, en Educar, Revista de Educación, oct-dic, Guadalajara, Secretaría de Educación, 1997, pp. 21-29. 5 Un estudio sobre la relación entre la educación y protección recibida por las mujeres de Guadalajara en el Colegio de San Diego, véase en Carmen Castañeda, “Huir de la Babilonia de este mundo. Educación, 2

13 0

que se remonta a fines de la década de los

de asistencia de niños expósitos bajo la ad-

y que, pese a los avatares

vocación de San José, cuya dirección debía

60 del siglo

XVIII

históricos, ha perdurado hasta nuestros días como símbolo por excelencia de la beneficencia en el ciudad de Guadalajara.6

quedar bajo el gobierno de la Mitra. Los problemas legales9 para llevar a cabo la última voluntad de este particu-

Su génesis se inscribe dentro de la

lar y las nuevas necesidades sociales de

tradición religiosa medieval que imponía

Guadalajara, fueron postergando el inicial

al buen cristiano la obligación moral de

proyecto. El desarrollo y crecimiento de la

ayudar a sus semejantes mediante obras

ciudad, especialmente perceptible a partir

7

de misericordia. De esta práctica dependía

de las últimas décadas del siglo

en gran parte el perdón de los pecados y,

presencia periódica de años calamitosos,

por tanto, la salvación eterna del alma.

como el de 1786, de terrible hambruna,

Cumpliendo con este precepto de caridad

hicieron extender la acción protectora del

cristiana, en 1767, José Comelles, rico

proyecto institucional a pobres y mendigos

comerciante de origen catalán, dejaba en

de distinto sexo. Así, para 1797, muchas

8

XVIII,

y la

su testamento una cuantiosa cantidad so-

eran las voces10 que se alzaban para pedir

licitando la erección de un hospital y casa

que sin más demora se estableciera en la

protección legal y voces de mujeres en Guadalajara”, en Educar. Revista de Educación, Guadalajara, oct-dic, Secretaría de Educación, 1997, pp. 49-62. 6 La institución fue fundada a principios del siglo XIX con el nombre de Casa de Caridad y Misericordia bajo la dirección del gobierno eclesiástico. En 1883, años después de pasar a depender de la Dirección de Beneficencia Pública del Gobierno del Estado, recibe legalmente el nombre de Hospicio de Guadalajara. Desde 1960 toma el nombre de Instituto Cabañas y su gestión depende de un patronato. Hospicio Cabañas es en la actualidad la denominación que recibe el edificio que antaño fuera la institución benéfica y hoy espacio destinado a actividades culturales. 7 La Iglesia considera que un cristiano está obligado a realizar catorce obras de caridad para ayudar a sus semejantes. Al conjunto se le llama “Obras de Misericordia”. 8 164 pesos y 28 piezas de plata valuadas en 26,682 pesos. Véase Testamento de José Comelles, en Archivo de Instrumentos Públicos (Guadalajara, Jalisco). Escribanía, Antonio de Berroa , vol. 10, año 1767, ff. 58v.61; “Depósito del caudal perteneciente a la testamentaría de D. José Ignacio Llorens, alias Comelles, 8 de agosto de 1774”, en Libro que se lleva cuenta y razón de los caudales de difuntos que se van introduciendo y sacando de la Real Caja. Caja de 1771-1792. Archivo de la Real Audiencia de Guadalajara. Biblioteca Pública del Estado de Jalisco ( BPEJ ). Juzgado General de Bienes de Difuntos, caja 10, exp 8. 9 Los recelos y desacuerdos suscitados entre los albaceas y el gobierno eclesiástico fueron retrasando la puesta en marcha de la obra de misericordia, que por cláusula testamentaria no podía demorarse más de cinco años. El dinero y la última voluntad de Comelles fue enmarañándose en un papeleo de años que, para 1798, se resumía en un voluminoso expediente de 16 cuadernos y un mapa de emplazamiento del inmueble; desgraciadamente, toda esta documentación se ha perdido. 10 En 1796 y 1797, el monarca Carlos IV, mediante sendas Reales Cédulas, instó a la fundación de casas de expósitos y beneficencia tanto en España como en América. 131

Con la llegada a Guadalajara de la Ilustración, de la mano del obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, la realización del establecimiento benéfico cobra un nuevo giro. Entre las prioridades de este prelado estaba el fomento de las actividades industriales y artesanales para acceder al progreso, y entre sus preocupaciones la “falta de una buena educación”. El diagnóstico emitido en 1795, antes de embarcar para iniciar su carrera apostólica americana, dejaba bastante claro cuál iba a ser su línea de trabajo: “faltan en fin colegios y casas de educación de uno y otro sexo, y que donde las hay se han manifestado sobradamente las luces y talentos de esos naturales, y se han palpado siempre los buenos y loables efectos de cultura, de piedad, de fomento de las artes y de todos aquellos felices progresos que tanto interesan a la Religión y el Estado, y necesita y pide con ansia ciudad un hospicio de pobres donde se

la humanidad, y un mundo político, pío y

“harán conducir a él los que sean y estén

religioso”.12

impedidos para trabajar, no teniendo quien los sustente y evite así su mendicidad”.

11

11

En Guadalajara no cesaron los obstáculos y las críticas cuando el obispo

María de los Ángeles Gálvez Ruiz, La conciencia regional en Guadalajara y el gobierno de los intendentes (1786-1800), Guadalajara, UNED, 1996, p. 131. 12 Carta pastoral que el Ilustrísimo Señor Don Juan Cruz Ruiz de Cabañas, obispo de León Nicaragua, dirige a todos los fieles de su diócesis, Madrid, Imprenta de Don Benito Cano, 1795, Biblioteca Pública del Estado de Jalisco ( BPEJ ), Fondo Miscelánea, 311, pp. 38-39. 13 2

Cabañas retoma el varado proyecto de la

oportuno el acopio de las materias primas,

institución “piadosa” que se pretendía fun-

máquinas, útiles, instrumentos y demás

dar desde hacía tiempo. Sin embargo, en

que sea necesario para las manufacturas,

1803 el monarca Carlos IV aprobó las orde-

artes y oficios que se establezcan en la

nanzas para su gobierno: se iniciaba así su

Casa, trabajo de los pobres y enseñanza

concreción. Se llamaría Casa de Caridad y

de los jóvenes”. Así, la Casa de Caridad y

Misericordia y sus fines serían la protección

Misericordia nacía como establecimiento

y la educación. La revisión de este docu-

de “enseñanza, caridad, corrección y be-

mento elaborado por el propio Cabañas

neficencia”.13

así lo manifiesta. De los 11 artículos que

La imbricación de todas estas nece-

estructuran el modo de cómo habría de re-

sidades sociales a las que la nueva insti-

girse esta institución de beneficencia, seis

tución va a dar respuestas se aprecia de

reglamentan sobre estos conceptos. Así, el

forma contundente en el artículo tres de

artículo primero se pronuncia acerca del

las Ordenanzas, cuando se afirma que sus

Patronato, Protección y Denominación de

“piadosos fines” serán el: “auxilio y cari-

la Casa; el tercero sobre la Clase de pobres

tativa asistencia de los verdaderamente

que se han de admitir; el cuarto considera

necesitados de esta ciudad y Obispado, su

el Pasto Espiritual e Instrucción Cristiana; el

instrucción cristiana y civil, su aplicación al

quinto aborda la Instrucción Civil y Ocupa-

trabajo, el fomento de la industria popular,

ciones; el sexto, Policía, sobre el trato cor-

la educación de los jóvenes de ambos sexos

tés o conveniente entre “todos los pobres

y el socorro de los artesanos y jornaleros

que se alberguen en esta Casa”; el séptimo:

desocupados”.14

Manufacturas y Vestuario, señala al admi-

Serían admitidos en la Casa de Caridad

nistrador su obligación de hacer “en tiempo

y Misericordia todos los individuos que vo-

13

En 1792, ante la necesidad de este tipo de establecimientos, se propuso como medio para aumentar el número de escuelas de primeras letras “excitar a los reverendos prelados de los conventos de Santo Domingo, San Francisco, El Carmen, San Agustín y San Juan de Dios a que establezcan escuelas en sus respectivas casas a imitación de lo que han hecho varias comunidades en Nueva España”, véase Carmen Castañeda, La educación en Guadalajara..., p. 197. 14 “Ordenanzas para el gobierno y dirección de la Casa de Caridad y Misericordia de la ciudad de Guadalajara, capital de la Nueva Galicia”, en Luis M. Rivera, El Hospicio Cabañas. Monografía histórica, Guadalajara, Tip. Dosal, 1924, pp. 20-21. 13 3

luntariamente acudieren al establecimien-

poner en esta casa por corrección, bien

to o fueran remitidos por las autoridades de

que éstos han de pagar su manutención

15

la Junta de Caridad, atendiendo a las si-

y vestuario.16

guientes seis categorías socioeconómicas: El establecimiento también acogería de 1. Los niños de ambos sexos que fueren expuestos en ella.

manera temporal —a lo sumo dos días— a peregrinos y caminantes pobres y llevaría

2. Los ancianos de uno y otro sexo que por

asistencia domiciliaria a aquellos jornale-

su edad no pueden ganar su sustento.

ros y artesanos desocupados previa presen-

3. Los ciegos, lisiados, estropeados y en-

tación de boleta expedida por la Junta de

fermos de achaques habituales, de cualquier edad.

Caridad. Las personas protegidas por la Casa de

4. Los niños y niñas de corta edad, huér-

Caridad y Misericordia recibirían sustento,

fanos y desamparados, o hijos de padres

vestido y serían instruidos con esmero en

que no pueden darles crianza, ni educa-

la “caridad cristiana que exige este piadoso

ción y no pueden tenerlos por su mucha

establecimiento”,17 según las necesidades

pobreza.

de su edad y el debido “pasto espiritual”.18

5. Las mujeres e hijos de los hombres ca-

Así, “a los ancianos de ambos sexos se les

sados, comprendidos en la segunda y

exercitará en actos de piedad propios de

tercera clase, aunque ellas sean mozas,

sus años”. A los niños y niñas se les instrui-

sanas y robustas, por lo mucho que con-

rá debidamente en la religión y a todos se

viene que estos matrimonios no estén

les hará “frecuentar los sacramentos, per-

separados.

suadiéndoles de amar la virtud, a aborrecer

6. Los niños y niñas que no excedan la edad

la ociosidad y a conocer los males que re-

de 10 años, a quienes sus padres quieran

sulten de ella”, siendo “indispensable” que

15

Las ordenanzas preveían la creación por el obispo de una Junta, Hermandad o Asociación de Caridad, compuesta por 18 individuos, eclesiásticos y seculares, designados por él. Su nombramiento sería perpetuo y cuando ocurriese una vacante, por muerte, renuncia o ausencia larga, el mismo obispo nombraría al sustituto, cfr. Ordenanzas..., p. 20. 16 Ordenanzas..., p. 21. 17 Ibid. 18 Rivera, El Hospicio..., p. 23.

13 4

cada tres meses fueran examinados por los capellanes de la Casa. El interés educativo se dirigía a los niños contemplando la enseñanza de la lectura, escritura, contabilidad y nociones de dibujo y geometría, “por considerarse esto de absoluta necesidad para que puedan hacer progresos en cualquier arte u oficio”.19 En el caso de las niñas, la enseñanza quedaría restringida a la lectura y las labores de costura, bordado, lavado y planchado, hilado, realización de medias, cintas, fajas y botones, a guisar y a “los demás oficios propios de su sexo”.20 La práctica educativa de la Casa de Caridad y Misericordia de Guadalajara, surge dentro de la tendencia estudiada por Dorothy Tanck para la ciudad de México, donde la influencia ilustrada introdujo la necesidad de enfatizar la formación práctica, y las habilidades técnicas para su aplicación en el trabajo.21 Un claro ejemplo fue el establecimiento, en 1806, de la Escuela

en un oficio que les posibilitara ganar un

22

jornal para cuando tuvieran que abandonar

Patriótica anexa al Hospicio de Pobres

con talleres para adiestrar a los internos

la institución.23

19

Ibid., p. 24 Ibid., p.24 21 Dorothy Tanck de Estrada, La educación ilustrada, 1786-1836. Educación primaria en la ciudad de México, México, El Colegio de México, 1999, p. 204 22 El Hospicio de Pobres de la ciudad de México situado en el costado suroeste de la Alameda, se abrió en 1771 con fondos del rey, de la lotería y del arzobispo, ibid., p. 191. 23 Ibid., p. 192. 20

13 5

En el establecimiento benéfico regla-

ver la enseñanza del dibujo, pues desde fi-

24

nes del siglo XVIII la reafirmación regional26

el interés en promover un espíritu artesa-

estaba demandando importantes obras de

nal e industrial y desarrollar habilidades

infraestructura. De ahí la fundación de una

técnicas entre los educandos, se fraguó

escuela de enseñanza superior, que funcio-

con algunos años de antelación. En las

nó pocos años, donde se impartieron clases

Ordenanzas de la Casa de Caridad y Mi-

de aritmética, geometría, arquitectura y

sericordia se plasmaba esta determinación,

dibujo bajo la dirección del arquitecto José

estableciéndose que en las naves y corre-

Gutiérrez, quien levantó los planos del mo-

dores del impresionante edifico que se iba

numental edificio neoclásico diseñado por

mentado por el obispo Cabañas en 1802,

25

a construir se instalarían talleres y telares

Manuel Tolsá.27

donde los internos, a cargo del maestro ar-

La Casa de Caridad y Misericordia nació

tesano correspondiente, trabajarían hasta

para “exercitar” en lo espiritual y temporal

conseguir el reconocimiento profesional,

“del modo más heroico”28 a los más nece-

una vez obtuvieran la aprobación del

sitados y desvalidos. Así, bajo la influencia

veedor del ramo. Mientras tanto, estarían

ilustrada y el patrocinio eclesiástico, con

ejercitándose elaborando sayales, fraza-

cuya importante dotación se concretó el

das, zapatos y sombreros para uso de los

proyecto, se promovió además de la ins-

internos y, para su venta, cintas, botones

trucción moral la formación práctica y la

de hilo, fajas y rebozos. El establecimiento

capacitación para el trabajo. Una educación

también reconoció la necesidad de promo-

civil y cristiana que para las niñas “será lo

24

Si bien el monarca Carlos IV aprobó por Real Cédula del 5 de septiembre de 1803, las “Ordenanzas para el gobierno y dirección de la Casa de Caridad y Misericordia de la ciudad de Guadalajara, capital de la Nueva Galicia”, la fecha de redacción del documento es del 27 de marzo de 1802. 25 Para el emplazamiento de la institución de beneficencia se eligió “la otra orilla del río”, junto al convento de San Juan de Dios, lindando por el sur con los huertos de San Agustín. La elección del lugar, según Cabañas, se debió a las singularidades del terreno. Su ubicación era cerca de la ciudad, pero fuera de la mancha urbana, donde la pureza del aire y la circulación de los vientos estaba asegurada por su elevación: sobre una “buena loma”; la calidad y abundancia de aguas; la cercanía del río San Juan de Dios para el desagüe de inmundicias, y lo despejado del lugar rodeado de huertas y heredades, fueron los elementos que guiaron la elección del obispo, marcada por una preocupación funcional que quiso en todo momento imprimir en su obra, véase María del Pilar Gutiérrez Lorenzo, Hospicio Cabañas. Patrimonio de la humanidad (en prensa). 26 Ángeles Gálvez Ruiz, La conciencia regional..., pp. 51-53. 27 El 4 de diciembre de 1997, esta obra arquitectónica recibió la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad. 28 Ordenanzas..., p. 19.

13 6

más conveniente” “en la colocación [...], a

y apellidos del Administrador, Capellanes,

su casamiento con los artesanos aplicados

empleados escribientes, maestros y demás

y de buenas costumbres del pueblo o del

dependientes de esta Casa, con expresión

Establecimiento [...], y para ello los auxilia-

del sueldo que a cada uno les esté asig-

rá la Casa con cuanto tenga y pueda”;29 en

nado y del día que empezó a disfrutarlo

el caso de los niños “se colocarán en clase

[...]. Estará a su cargo repartir las primeras

de aprendices con los artesanos del pueblo

materias en los laboratorios, y formará los

más acreditados por su buena conducta

correspondientes cargos en el libro des-

y habilidad, procediendo los conciertos

tinado a este fin, a los maestros y cabos

que parezcan más conducentes al mejor

de sala, de quienes recogerá a su tiempo

cuidado y enseñanza de estos jóvenes, que

las mismas materias manufacturadas [...].

estarán siempre bajo la tutela y protección

De estas tomará razón en otro libro [...].

de esta Casa para proporcionarle las mayo-

Será de su cargo la toma de razón de los

res ventajas”.30

individuos que entraren o salieren de la Casa [...]. Formará un estado de los pobres

LA HISTORIA DEL ARCHIVO

con expresión de sus departamentos, mensualmente, indicando los que existían en el

Siguiendo la práctica de gobierno de do31

mes anterior y los que en el mismo hallan

cumentar y preservar lo escrito, el obispo

entrado o salido [...]. La insinuada cuenta y

Cabañas prescribió en el artículo 11 de las

estados quedarán a disposición del Señor

Ordenanzas para el gobierno y dirección de

Obispo en el Archivo que mandará hacer su

la Casa de Caridad y Misericordia, lo que

Ilma., con el conveniente resguardo, y en

debía ser escrito y archivado. Ordenaba al

el mismo se custodiarán todos los papeles

administrador del establecimiento llevar

de esta Casa, títulos de adquisición, escri-

cuenta con toda claridad, y separación

turas, privilegios y cuantos documentos le

conveniente, en los libros que habrá con

pertenezcan”.32

este fin, “en que se asienten los nombres

Mi primer acercamiento a este archivo

29

Ordenanzas..., p. 26. Ordenanzas..., p. 25. Fernando J. Bouza Álvarez, “Escritura, propaganda y despacho de gobierno”, en Antonio Castillo (comp.), Escribir y leer en el siglo de Cervantes, Barcelona, Gedisa, 1999, pp. 85-109. 32 Ordenanzas..., p. 34. 30 31

137

fue en 1997, cuando la Dirección General

da se había ido guardando sin atender a

de Patrimonio Cultural de la Secretaría de

ningún criterio de clasificación u ordena-

Cultura realizaba el expediente con el fin

ción, por lo que el acervo había quedado

la declaratoria

reducido a un caótico montón de cajas; a

de Patrimonio de la Humanidad, para el

nuestra llegada, la tónica general eran la

monumental edificio que fuera en Gua-

desorganización, la división y el deterioro

dalajara Casa de Caridad y Misericordia

de los documentos.

de promover ante la

UNESCO

y, más tarde, Hospicio Cabañas. En ese

En el momento de acometer los traba-

momento se me solicitó intervenir para

jos de rescate del archivo, nos preguntamos

rescatar el archivo que se encontraba en

si en algún momento de su historia se llegó

unas condiciones de total abandono. Desde

a realizar un instrumento de consulta y

tiempo atrás, la documentación conserva-

nos dimos a su búsqueda. Sólo una reseña

13 8

elaborada en 1979 daba testimonio de su 33

desorganización y negligencia, al desarro-

Su autora, tras proporcionar

llar las tareas de clasificación y ordenación

algunos datos de su historia, informaba

pudimos ir recopilando, en distintas cajas y

que estaba integrado por 2,000 documen-

dependencias, documentación sobre las es-

tos y que carecía de inventario u otro ins-

cuelas y los talleres del establecimiento be-

trumento de descripción. Aún así, elaboró

néfico. Con esta temática fuimos formando

una somera relación de la documentación:

el conjunto documental Escuelas, talleres e

asentó que el documento más antiguo era

industrias dentro de la sección Administra-

de 1716, registrando 15 series documen-

ción (véase Cuadro de clasificación).

existencia.

tales distintas y, de forma orientadora, el

A continuación se señalan las secciones

periodo que cubrían. Sin especificar fechas,

del Archivo Hospicio Cabañas donde se lo-

la última de las series era titulada: “Gastos

calizan posibles fuentes para el estudio del

de sostenimiento y movimiento de alumnos

funcionamiento escolar de la institución.

por sexo y clase de instrucción en el Hospicio, dependencia del Gobierno del Estado”.

a) Administración

Era la única alusión a la existencia de fuen-

Aquí se encuentra el grupo documental

tes para la historia de la educación de este

Escuelas, talleres e industrias. Está confor-

establecimiento benéfico.

mado por 13 legajos con un total de 149

Para las labores de organización docu-

expedientes, abarcando un periodo que

mental tuvimos que investigar acerca del

va de 1839 hasta 1991. Para facilitar su

gobierno y funcionamiento de este estable-

consulta se elaboró una ficha descriptiva

cimiento benéfico a lo largo de su historia.

de cada uno de los documentos. Por este

Pronto nos dimos cuenta de su definición

catálogo sabemos que el ramo Escuelas,

hacia la protección y la educación, y fuimos

talleres e industrias contiene la siguiente

encontrando los testimonios documentales

información:

al respecto. Pese a que los fondos conservados en el Archivo Hospicio Cabañas

- Estadísticas escolares

sufrieron irreparables mermas a causa de la

- Efectos elaborados en los talleres

33 Alma Pinto, “Archivo del Hospicio Cabañas”, en Carmen Castañeda (comp.), Guía de los archivos históricos de Guadalajara, Guadalajara, Gobierno del Estado, 1979, pp. 33-36.

13 9

34

- Calificaciones

- Horarios

- Bitácoras de clase

- Trabajos de clase

- Admisiones y bajas

- Programas, planes de estudio

- Certificaciones

- Premios de conducta y aplicación

- Exámenes

-Horarios, planificación de curso

- Temarios y cuestionarios

- Gastos escolares, material escolar.34

Véase María Pilar Gutiérrez, Inventario y guía..., pp. 110-115.

14 0

ARCHIVO HOSPICIO CABAÑAS CUADRO DE CLASIFICACIÓN Sección/Subsección

Serie

1. Gobierno 1.1. Correspondencia 1.2. Gestión 1.3. Inventarios 2. Administración 2.1. Trabajo social

2.2. Personal

2.1.1. Movimientos y estados 2.1.2. Revistas 2.1.3. Expedientes de asilados 2.1.4. Libros de registro35 2.1.5. Licencias 2.1.6. Admisiones 2.1.7. Miscelánea 2.2.1 Nóminas 2.2.2. Empleados 2.2.3. Disciplina y control 2.2.4. Miscelánea

2.3. Sanidad 2.4. Suministros 2.5. Escuelas

Expedientes Fechas extremas

30 11 3

390 141 54

1801-1991 1845-1991 1839-1989

11

271

1829-1941

10 5

290 159

1893-1986 1821-1991

4 6 1 1 35 27 12 8 10 18 13

25 82 32 13 158 162 46 54 73 215 149

1839-1941 1829-1998 1829-1973 1848-1987 1832-1990 1846-1989 1893-1991 1963-1991 1832-1985 1830-1991 1839-1991 1830-1991 1963-1994 1962-1991 1964-1991

120 7 14 178

3. Contabilidad 3.1. Ingresos y egresos 3.2. Depósitos bancarios 3.3. Presupuestos 3.4. Pólizas de egresos 4. Fondo antiguo 4.1. Escribanías 4.2. Capellanías 4.3. Haciendas

Legajos

4.3.1. Hacienda de Miraflores 4.3.2. Hacienda Santa Rosa 4.3.3. San José del Salitre 4.3.4. Hacienda Zapotla-

1-2 2 3-4

1-34 35-72 73-185 99-103 104-110

1723-1899 1743-1849 1801-1850 1806-1834 1835-1850

111-135 136-185

1801-1850 1803-1850

35 La serie completa de los Libros de registro y asiento desde la apertura de la institución hasta nuestros días (exceptuando los años que aquí se asientan) se encuentra en las oficinas del Instituto Cabañas (Departamento de Dirección), sito en avenida Mariano Otero 2145.

141

Sección/Subsección 4.4. Fincas urbanas 4.5. Huerta 4.6. Talleres

4.7. Harinas 4.8. Pan de Belén 4.9 Edificio y obras

Serie nejo

4.6.1. Imprenta 4.6.2. Rebocería 4.6.3. Carpintería 4.6.4. Sericultura

Legajos 5-8 9 9-10 10 10 10 11 10 11 11-13

Expedientes Fechas extremas 186-338 239-250 251-285 251-272 273-277 278-284 285 286-297 298-305 306-360

1831-1850 1829-1847 1832-1899 1830-1889 1832-1839 1836-1845 1899 1825-1831 1878-1883 1829-2000

Aunque la mayor parte de estos docu-

que se inicia en 1893 y está integrada por

mentos corresponde a la primera mitad del

12 legajos y 162 expedientes, se pueden

los expedientes que esta sección

averiguar, en algunos casos, los méritos y

del archivo conserva sobre la educación del

la “conducta observada” de los distintos

siglo XIX son de un gran valor, pues consti-

maestros en el desempeño de su ejercicio

tuyen una fuente desconocida hasta hace

profesional, pudiéndose reconstruir el pa-

pocos años para reconstruir la historia y las

radigma educativo del Hospicio Cabañas.

siglo

XX,

prácticas educativas del Hospicio Cabañas.

En Trabajo Social se agrupa, con dis-

También se nos presentan como un fondo

tinta tipología documental, una misma

de gran importancia para comprender la

temática: la población del Hospicio. Movi-

realidad histórica de esta institución y su

mientos y Estados, Revistas, Expedientes de

inserción dentro del contexto educativo y

Asilados, Libros de registro, Licencias, Ad-

urbano de la Guadalajara decimonónica.

misiones y Miscelánea son las series donde

Más información sobre las prácticas

se encuentran numerosos documentos

educativas del Hospicio Cabañas pode-

estadísticos que dan cuenta de las “altas y

mos encontrarla en Personal. En Nóminas

bajas de empleados, asilados y educandos

se consigue localizar, para algunos años

de ambos sexos”. Igualmente se conservan

los sueldos y nombres de los

los Libros de registro donde se anotaban,

maestros y artesanos que tuvo el estable-

por departamentos, los ingresos que tenían

cimiento educativo; en Disciplina y Control,

lugar; también podemos encontrar solici-

del siglo

142

XIX,

tudes de acogida y órdenes de admisión

obligado a inventariar, cada año, los mue-

del gobierno del estado, licencias, informes

bles útiles y enseres de todos los departa-

de los asilados, etc. Se trata de una fuente

mentos del Hospicio. Se debía especificar

de gran importancia para el análisis social

el número de unidades de cada uno de los

de la población del Hospicio Cabañas que

bienes y, algunas veces, su valor. Es un ma-

podría ayudarnos a reconstruir la historia

terial riquísimo para el análisis de la vida

cuantitativa y biográfica de los educandos

material, pero que sólo conserva relaciones

y de los maestros.

completas para algunos años de fines del siglo XIX y principios del XX.

b) Gobierno Otros documentos para estudiar esta

c) Fondo antiguo

institución de protección y educación, se

En Talleres se halla la documentación sobre

localizan en la Sección Gobierno. Dentro

las actividades artesanales que se instala-

de la subsección Gestión, encontramos

ron en la Casa de Misericordia en el siglo

los libros diarios de entradas y salidas de

XIX.

los niños y otros asuntos como órdenes de

de la imprenta y del expendio de libros y

dirección, informes estadísticos, relaciones

cuadernos anuales de gastos e ingresos de

de internos, reglamentos, programas de ac-

los talleres de rebocería y carpintería, se

tividades, horarios departamentales y reco-

pueden encontrar desde 1830 hasta 1845.

nocimientos. Los datos no son sistemáticos.

La secuencia documental es una de las

Se trata más bien de una información con

grandes virtudes de esta fuente al permitir

muchas lagunas temáticas que fluye con

reconstruir la producción de estos talleres.

regularidad a partir de la segunda mitad

Los problemas se presentan para fines del

del siglo

XX.

Sin embargo, los esporádicos

Cuentas sobre los gastos y productos

siglo

XIX,

donde la documentación aparece

datos que se pueden encontrar para el siglo

de forma muy fragmentada. Apenas ha

son de gran valor para establecer políti-

quedado testimonio documental de lo que

XIX

cas institucionales. Inventarios. Según las Ordenanzas de la Casa de Misericordia, el administrador

fueron los talleres de pasamanería, modas y sericultura. Sólo se registran datos aislados de los de 1883 y 1899.

debía llevar libros contables donde estaba

14 3

d) Fondo fotográfico y bibliográfico

del obispo Cabañas (1824) y problemas

El Archivo conserva un fondo fotográfico

de financiamiento marcados por la cons-

de gran valor conformado por cuatro cajas

trucción del naciente estado, constriñen

—sin catalogar— que contienen fotos de las

en ese momento el proyecto institucional

actividades diarias de los niños, trabajos en

a “la educación y enseñanza de niños de

los talleres, entregas de premios, visitas de

ambos sexos”. Sabemos que entre 1829 y

personajes ilustres, etc. La mayoría corres-

1839 ingresaron 50 niños; 19 el año de su

ponde a la segunda mitad del siglo XX.

apertura, nueve en 1830, seis en 1931, dos

También cuenta con un pequeño pero

en 1832 y 1834, uno en 1835, dos en 1836,

valioso fondo bibliográfico conformado por

cuatro en 1837 y 1838 y uno en 1839.37

algunas de las publicaciones que salieron

La mayor parte abandonaba la institución

del taller de imprenta del Hospicio Caba-

tras una estancia de varios años, habien-

ñas, entre las que destacan las destinadas

do recibido una formación impartida por

al uso de los niños de las escuelas36 y varios

cuatro maestros: de educación, enseñanza,

manuales escolares del siglo XX.

academia y música.38 Estos conocimientos dotaban a los internos de los instrumentos

EL HOSPICIO CABAÑAS:

necesarios para acceder a un oficio, lograr

EDUCACIÓN Y AMPARO EN EL SIGLO XIX

mantenerse y salir de la pobreza. Pero no a todos ellos les esperaba el mismo futuro.

Los primeros testimonios que tenemos

Algunos, tras encontrar el asilo espiritual y

sobre las escuelas de primeras letras en el

material, morían prematuramente víctimas

Hospicio son de 1829, cuando la institución

de una enfermedad o alguna epidemia,

reanuda sus servicios tras el paréntesis de

como la del cólera de 1833.39 Otros que

la guerra de Independencia. La muerte

mostraban aptitud para el estudio, pasaban

36 Véase Catecismo de economía doméstica para el uso de las Escuelas de niñas. Reimpreso con Lijeras (sic). Reformas, Guadalajara, Establecimiento Tipográfico del Hospicio, 1868. 37 “Cuenta de niños entrados y salidos de la Casa”, Archivo Hospicio Cabañas ( AHC ), Administración, Trabajo Social, leg. 1, exp. 2. 38 “Nóminas de sueldos pagados a los empleados y mozos en el año 1832”, AHC, Administración, Personal, Nóminas, leg. 1, exp. 1. 39 Véase Lilia Oliver Sánchez, “Una nueva forma de morir en Guadalajara: el cólera de 1833”, en El Cólera de 1833: una nueva patología en México. Causas y efectos, México, INAH, 1992, pp.89-104.

14 4

al Colegio Seminario con una “beca de 40

Para años posteriores, estas fuentes

merced”, si bien eran los menos. Además

—inventarios y nóminas— nos brindan una

de los niños “de caridad”, la Casa de la

mayor información sobre la educación y

Misericordia aceptó muchachos de fami-

protección de las mujeres en la Casa de la

lias pudientes, los llamados “pensionistas”

Misericordia. Por ejemplo, que además de la

que pagaban una colegiatura anual de 120

“doctrina cristiana”, en 1835, se les empie-

41

pesos. Tenemos pocas noticias más sobre

za a enseñar costura a cargo de la maestra

la educación que recibían los internos va-

doña Pantaleona Ojeda.43 La primera mani-

rones en la Casa de Misericordia.

festación de alfabetización femenina es de

Sobre el funcionamiento o población

1841 y se nos presenta en el inventario ge-

de la escuela de niñas, la documentación

neral de ese año realizado el 10 de julio por

de nóminas nos indica que la formación

el administrador del establecimiento, don

recibida por las féminas en sus inicios,

Agustín Santoscoy. Este inventario de 19

estaba al cargo de dos maestras sin espe-

fojas levantado por ramos y dependencias,

cificar qué clase de instrucción impartían.

registra los enseres y útiles hallados en ese

Diferente a la recibida por los varones, era

momento en el departamento de niñas.

menos valorada en términos económicos

Por esta fuente documental sabemos de la

puesto que frente a los 300 pesos anuales

existencia de una “sala de escribir” con “28

que recibían don Juan José Gallaga y don

tinteros de plomo pequeños y de los de la

Francisco Dena, maestros de educación y

clase que llaman económicos”, seis mesas

enseñanza de la escuela de primeras letras

“para escribir “ dos de ellas sin cajón y

para niños, las hermanas Conique, doña

cuatro bancas “para el mismo fin”. También

Josefina y doña Faustina, maestras en el

se registran 32 “pautas”, ocho “en buen es-

departamento de niñas, percibían tan sólo

tado” y 24 “rotas y maltratadas” por el uso

100 pesos cada una.

42

continuado de las principiantes para hacer

40

“Cuenta de niños entrados y salidos de la Casa”, AHC, Administración, Trabajo Social, leg. 1, exp. 2. Ibid. 42 “Nóminas de sueldos pagados a los empleados y mozos en el año 1832”, AHC, Administración, Personal, Nóminas, leg. 1, exp. 1. 43 AHC, Administración, Personal, leg. ½. 41

14 5

bien su escritura, y “12 hojas de talco para

dado y las costura, actividades realizadas

ejercidos de pluma”. Asimismo, las educan-

en la llamada “sala de bordado, costura y

das de la Casa de la Misericordia recibían

lectura”. De este recinto de aprendizaje, so-

ciertas nociones de aritmética, utilizando

cialización y protección salieron singulares

las maestras para su aprendizaje un “lienzo

labores, tales como conclusiones de “raso

de vara y media en que está escrita la tabla

forradas de tafetán, guarnecidas con fleco

44

pitagórica”. No podía faltar en la forma-

de oro fino y grandes borlas de seda”, y una

ción de las mujeres el adiestramiento en las

“sobrecama de 2 y medio varas de largo por

labores “propias de su sexo”, como el bor-

2 de ancho, bordada de seda de colores”,45

44 Tabla de multiplicar que consiste en una cuadrícula en que en la primera fila y en la primera columna están escritos los números de una cifra a partir del uno, encontrándose el producto de dos números de ellos en la intersección de la fila en que está uno con la columna en que está el otro. 45 AHC, Gobierno, Inventario, leg. 1, exp. 6.

14 6

trabajos que significaban un ingreso para

giosa dedicada a la enseñanza se inaugura

las internas y eran muy cotizados entre la

un nuevo estilo en el funcionamiento de la

ciudadanía por su ornato y fineza.

institución. Se inicia un proceso de femini-

Además, el departamento de niñas

zación, a través del cual se irá construyen-

contaba con una “Escoleta de Música”,

do una nueva identidad institucional donde

dotada con dos “claves cuadrilongos meji-

la formación profesional se convertirá en la

canos que se hallan en buen estado”, siete

protección brindada a las mujeres discrimi-

“monocordios útiles” y dos “inservibles”,

nadas socialmente, en un proceso que llega

dos “vihuelas séptimas de madera fina y

hasta nuestros días.

maqueadas en buen estado” y un variado 46

En el transcurso de pocos años, las

repertorio de obras musicales. Por estos

monjas consiguieron complementar la

datos se puede considerar que hasta bien

“protección ” de aquellas hijas cuyos padres

el internado femenino

buscaban una esmerada educación católi-

de la Casa de Misericordia siguió con la tó-

ca en un colegio dirigido por religiosas a

nica marcada por los colegios y conventos

cambio de una pensión, con la instrucción

novohispanos en la educación de las niñas,

gratuita a todas las niñas internas.

entrado el siglo

XIX

como ha estudiado Pilar Gonzalbo, donde

Gracias al hallazgo de los impresos

la música ocupaba un espacio destacado en

realizados en 1864 y 1865 en la Sección

la educación.

47

Miscelánea de la Biblioteca Pública del

Analizar la vinculación de la enseñanza

Estado de Jalisco para presentar “las ca-

femenina con la sociedad de Guadalajara,

lificaciones y premios que han merecido

requiere situarnos en el momento en que

los niñas y niñas del Hospicio”,48 y a la

las hermanas de la Caridad arriban al

publicación, en 1863 de los resultados de

Hospicio (1853). Con esta nueva orden reli-

las calificaciones y premios del “Colegio de

46

Ibid. Pilar Gonzalbo Aizpuro, “Reffugim Virginum. Beneficencia y educación en los colegios y conventos novohispanos”, en Manuel Ramos (coord.), Memoria del II Congreso Internacional. El monacato femenino en el imperio español, Monasterios, beaterios, recogimientos y colegios, México, CONDUMEX , 1995, pp. 429-441. 48 Exámenes y premios en el Hospicio. Calificaciones y premios que han merecido los niños y niñas del Hospicio, Guadalajara, Tipografía del Hospicio, 1864. BPE, Miscelánea 73, núm. 13; Exámenes en el Hospicio. Calificaciones y premios que han merecido los niños y niñas del Hospicio, Guadalajara Tipografía del Hospicio, 1865. BPEJ, Fondo Miscelánea 73, núm. 14. 47

147

Niñas en el Hospicio”,49 pudimos acercarnos al régimen de enseñanza que instauraron las religiosas. Con anterioridad, ningún trabajo sobre la educación en Guadalajara en el siglo

XIX

había hecho mención a

este plantel. Estudié las circunstancias sociales de la llegada de las religiosas a Guadalajara y las condiciones para el establecimiento del Colegio; identifiqué a los agentes educativos y sociales involucrados en este proyecto; registré los cátedras, los profesores y los textos; examiné los actos académicos, identifiqué categorías en la población estudiantil y establecí vínculos entre el Colegio, las Escuelas del Hospicio y la sociedad de Guadalajara, expresando su protagonismo en la profesionalización de la mujer en el magisterio.50 Aunque todavía queda mucho que estudiar sobre el tema,

Hospicio” elaborado por la directora, Juana

esta investigación ha sentado las bases de

Ursúa, y presentado al gobierno del estado.

futuros trabajos.

Se trata de un documento de 1892, impre-

Una segunda investigación se de-

so en el taller del Hospicio y que contiene

sarrolló a partir del “Estado general del

30 hojas.51 También lo encontramos en la

49 Colegio de Niñas en el Hospicio. Lugares, calificaciones y premios que, en los exámenes habidos en este establecimiento los días 18, 19 y 20 del presente mes, han obtenido las niñas según su aplicación y la instrucción que en ellos manifestaron, Guadalajara, Imprenta del Hospicio, 1863. BPEJ, Fondo Miscelánea, 173, 10. 50 María del Pilar Gutiérrez Lorenzo, “La Escuela para señoritas fundada por las Hermanas de la Caridad en 1861 “El Primer plantel de maestras de Jalisco”, en Primer Congreso Internacional sobre los Procesos de Feminización del Magisterio, memoria electrónica, San Luis Potosí, SEGE, CIESAS, El Colegio de San Luis, UAM, 2001. 51 Estado General del Hospicio de Huérfanos de Guadalajara presentado al Supremo Gobierno del Estado por Juana Ursúa directora del Estado del Establecimiento, Guadalajara, Tip. del Hospicio, 1892. BPE, Fondo Miscelánea, 164, núm. 49.

14 8

sección Miscelánea de la Biblioteca Pública

banidad, la buena educación y la inserción

del Estado de Jalisco.

productiva en la sociedad fue el principal

Expulsadas en 1874 las monjas del

objetivo del gobierno estatal, al apoyar esta

Hospicio a raíz de las Leyes de Reforma y

escuela para mujeres sin recursos, pues ser

bajo la Dirección de la Beneficencia del Go-

mujer, pobre y carecer de instrucción eran

bierno del Estado, la gestión administrativa

demasiadas marginaciones. A través del re-

es asumida por señoritas o señoras de pres-

glamento y plan de estudios implantado,

tigio local que, como Juana Ursúa, intro-

pude adentrarme en la vida cotidiana de

ducen en el transcurso de muy pocos años

las asiladas, conocer los horarios y prefe-

innovaciones acordes con los lineamientos

rencias profesionales de las educandas. Por

pedagógicos positivistas en boga. Un claro

las hojas de servicios de las maestras esbo-

ejemplo es el impulso dado a la Escuela

cé un cuadro con las cualidades requeridas

de Artes para Mujeres, donde las niñas

a las maestras y las disciplinas impuestas a

recibían una preparación profesional para

las alumnas, acercándome así a la historia

cuando tuviera que abandonar el Hospicio.

cultural y de las mentalidades. Reconstruí

Otra vez instrucción y protección hacia

nexos con la sociedad de Guadalajara a

la mujer. Vemos, pues, que este esquema

través del estudio del taller de sericultu-

sigue vigente en el Hospicio al pasar a de-

ra, que respondía al interés particular del

pender de las autoridades civiles. Sirva de

gobernador en turno, Ramón Corona, de

ejemplo para dar respuesta a la pregunta

apoyar la producción y cría del gusano de

formulada por la doctora Castañeda.52

seda con vista a su aplicación industrial. Y

Con base en este documento impreso

señalé el significado que representaba estar

estudié las características del estableci-

en el Hospicio y llevar el apellido Cabañas,

miento de la Escuela de Artes de Guada-

marca de identidad que compartía 16% de

lajara —proyecto educativo femenino de

las internas.53 Aunque es necesario conti-

alcance nacional—, en las instalaciones del

nuar trabajando con profundidad en todos

Hospicio Cabañas. La enseñanza de la ur-

los aspectos anteriores y seguir revisando

52

Carmen Castañeda,“Huir de la Babilonia...”, p. 61. María del Pilar Gutiérrez Lorenzo, “La Escuela de Artes para Mujeres del Hospicio de Guadalajara, 18831894”, ponencia presentada en el VIII Encuentro Nacional y IV Internacional de Historia de la Educación, Morelia, 2001. 53

14 9

archivos,54 creemos que el estudio de este

identificar y más tarde a localizar física-

plantel ayudará a dar respuestas a muchas

mente en diferentes bibliotecas y archivos

preguntas acerca de la educación en la ciu-

los textos y manuales escolares de “uso de

dad de Guadalajara del siglo XIX.

las escuelas”. Gracias a los libros contables de la imprenta que se han conservado,

INVESTIGACIONES A FUTURO

podemos conocer, además de los títulos, tirajes, años de publicación, costos, precios

Con el convencimiento de que la cons-

de venta, gratuidad de los mismos, etc,

trucción histórica de un establecimiento

Elemento destacado en el proceso de

educativo no debe enfocarse desde el

construcción social de las disciplinas esco-

aspecto institucional únicamente, sino que

lares, los manuales escolares del Hospicio

es preciso establecer vinculaciones con las

Cabañas son una fuente de capital impor-

estructuras sociales donde nace y se desa-

tancia en la articulación entre educación,

rrolla, son varios los enfoques metodológi-

cultura y sociedad en la Guadalajara del

cos que nos permiten plantear las fuentes

siglo

documentales sobre el Hospicio Cabañas.

gación que está en auge56 y que en México

XIX.

Se trata de un campo de investi-

está empezando a dar frutos. a) Los manuales escolares y la historia de las disciplinas

b) La población escolar del Hospicio

Investigaciones sobre la imprenta y produc-

Cabañas

ción de impresos que salieron del taller del

Estudiar los procesos internos de la po-

Hospicio Cabañas55 nos llevaron primero a

blación escolar del Hospicio Cabañas es

54

En el Ramo Beneficencia del Archivo Histórico de Jalisco, se han localizado algunos nombramientos del personal del Hospicio y notificaciones al gobierno del estado. 55 Véase María Pilar Gutiérrez Lorenzo, “Impresiones y ediciones del taller de imprenta de la Casa de Misericordia”, en Laura Beatriz Suárez de la Torre, Empresa y cultura en tinta y papel (1800-1860), México, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora-UNAM, 2001, pp. 205-229; y María Pilar Gutiérrez Lorenzo, “Arte de imprimir, negocio de impresor: costos de impresiones y salarios de operarios de la imprenta del Hospicio Cabañas en Guadalajara, 1833-1839”, ponencia presentada en el I Congreso Historia Económica, México, 2001. 56 Entre los trabajos internacionales pioneros cabe destacar el de Ivor Goodson, Historia del currículo. La construcción social de las disciplinas escolares, Barcelona, Ediciones Pomares-Corredor, 1995; Paual Aubin, Les communautés religieuse et l’édition du manuel scolaire au Québec. 1765-1964, Sherbrooke, Groiupe de recherche sur l’édition littéraire au Québec, 2001. 15 0

otra de los investigaciones pendientes. En

señala Chartier,57 la manera de promover

los Libros de Registro de la Institución se

la imagen institucional, una representa-

encuentran datos familiares, procedencia

ción colectiva de su forma de estar y de

geográfica, condiciones socioeconómicas,

ser vistos por el mundo circundante. Las

partidas de bautismo, notas médicas y otros

ceremonias del Hospicio y el monumental

datos como la fecha de entrada y motivo de

inmueble neoclásico —referencia para la

salida de la institución, que permiten re-

identificación del espacio urbano— son

construir el carácter social de su población

otros enfoques metodológicos para trabajar

asilada y su vinculación con los estudios

la proyección social del Hospicio. El atuen-

profesionales y las demandas sociales. Con

do de los internos, la imagen distintiva de

base en las listas de alumnas del colegio de

fundadores y directores, el reconocimiento

monjas del Hospicio, se puede establecer el

público de las directoras y su estado civil

paradigma de la educación femenina de la

marcado por la soltería o la viudez, nos re-

élite y un recuento del apellido Cabañas

miten al estudio de los comportamientos y

entre los asilados detectará pautas sociales

simbologías, que es una vía más de conocer

de identidad. También se podrán seguir

la relación institucional con su entorno.

niveles educativos y trayectorias escolares dentro y fuera de la institución, enfoques

d) Cultura escolar y vida cotidiana en el

todos ellos que nos permitirán trazar nexos

Hospicio

de unión entre la institución educativa y su

No podemos olvidar que una forma de co-

entorno social.

nocer la cultura escolar del Hospicio es mediante el estudio de los objetos materiales.

c) La representación del Hospicio

Vida cotidiana y cultura material pueden

Los actos públicos, como los exámenes

ser estudiados a través de los inventarios,

realizados en las escuelas y los premios

donde se reflejan los enseres y muebles de

entregados a los escolares de la institución,

los departamentos. Para adentrarnos en los

proyectaban el dominio del Hospicio sobre

aspectos de la alimentación, nos puede ser

el espacio público y privado. Era, como

de utilidad la documentación de Suminis-

57

Roger Chartier, El mundo como representación. Historia cultural: entre práctica y representación, Barcelona, Gedisa, 1999.

151

tros, donde se anotaba la cantidad, natura-

son una forma de adentrarnos en diversos

leza y monto de los alimentos consumidos

aspectos de la vida cotidiana. Es un mate-

en cada uno de los departamento. También

rial riquísimo pero apenas conservado para

en Suministros se encuentran relaciones de

algunos años.

ropa confeccionada, comprada y entregada

En conclusión, el rescate del Archivo

a los internos, así como las necesidades de

Hospicio Cabañas y el hallazgo de im-

cada uno de los departamentos.

portantes fuentes documentales de su

La distribución en el espacio de los asi-

historia educativa en diferentes archivos

lados por sexo, edad y necesidades educa-

de Guadalajara, constituyen un aliciente

tivas, nos habla de una reglamentación que

para abordar nuevas investigaciones que

cuidaba mantener la individualidad de cada

indaguen nuevos campos de análisis y

departamento y la independencia del área

practiquen la interdisciplinaridad. Sólo así

destinada a talleres y escuelas. Los conta-

conseguiremos construir la historia del

dos reglamentos que se han conservado

funcionamiento escolar del Hospicio y su

en la sección Gobierno, y los expedientes

relación con las estructuras de la sociedad

clasificados en la serie Disciplina y control,

de Guadalajara en el siglo XIX.

* Investigadora de la Universidad de Guadalajara.

15 2

EL ANUARIO DE HISTORIA DEL NORESTE DEL ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN* J. JESÚS ÁVILA ÁVILA** [...] presentaremos en cada ocasión un tratamiento, una oferta de temas, sin postular ningún planteamiento de pensamiento único. Somos plenamente conscientes de [tratar de] evitar aquellas propiedades bien conocidas de [cierto tipo de entendimiento de la historia, empeñada] de acuerdo a una sentencia irreprochable, ya clásica (Paul Valéry): [en] hacer soñar y embriagar a los pueblos, crearles falsas proclividades de seres excepcionales, de enfatizar sus viejas plagas, atormentarles con delirios de grandeza o de persecución, de acarrear la intolerancia y la soberbia, o bien, de acrecentar el derrotismo y la frustración.1 Presentación: Historia del Noreste Mexicano

n Nuevo León, a manera de balance y

E

abierto para el estudio crítico de nuestra

recapitulación, existen pocos referen-

historia regional, estudio, por cierto, enten-

tes historiográficos en lo que atañe a la

dido como “[...] un punto de [confluencia] y

edición de publicaciones vinculadas orgáni-

de articulación entre lo nacional y los es-

camente al ser y quehacer de los archivos;

tudios de caso, pero con un estatus propio:

es decir, impresiones no sólo constituidas

[que] trata de explicar el conjunto de rela-

para difundir el desarrollo institucional de

ciones sociales propias (internas) y cómo se

éstos, que es de suyo primordial, a través de

transforman por la influencia y relaciones

la difusión de los instrumentos de consulta

que mantienen con regiones circundantes,

tan necesarios para investigadores e histo-

con el país y con el mundo”.2

riadores, sino como un espacio y un foro

Quizá la escasez de textos con las

1

Historia del Noreste Mexicano, Tierra de guerra viva: nómadas y civilizados en el noreste mexicano, 18001885, Anuario del Archivo General del Estado de Nuevo León, Monterrey, vol. 1, noviembre de 2003, p. 1. 2 Leticia Reina, Historia regional e historia nacional, en Historias, núm. 29, p. 138.

15 3

características arriba enunciadas se deba

propósitos esenciales: primero, difundir el

o se explique, en buena medida, por cierto

invaluable patrimonio histórico documen-

grado de desatención de la administración

tal del Archivo para “[...] poner al alcance

pública hacia sus reservorios documentales

de su lectorio temas, papeles y citas que en

y, en algunos casos, hasta desdén.

alguna forma pueden estar asociados a su

Las instituciones de archivo que inclu-

específica parcela de investigación [...]” y,

yen como parte de sus funciones sustan-

segundo, la inclusión de “[...] colaboracio-

ciales una política editorial, bien sea por

nes y ensayos que pretendidamente hayan

medios impresos o electrónicos, denotan

sido basados en nuestro reservorio [...]”.

un eminente nivel de madurez, añaden un

Los responsables de la edición tenían

valor agregado digno de ser reconocido

claro que era fundamental preservar,

socialmente.

conservar, organizar, clasificar y describir

En ese sentido, la publicación del

la documentación resguardada, protocolo

Anuario de Historia del Noreste del Ar-

indispensable en un archivo moderno que

chivo General del Estado de Nuevo León

debía ser capitalizado “[...] en el momento

obedece a las motivaciones descritas. No

en que esta información [fuera] utilizada

es producto de un hecho aislado ni for-

por intelectos deseosos de analizar el pre-

tuito, una ocurrencia o un capricho de la

sente interpretando el pasado [...]”.3

administración en turno del Archivo. Para

El Archivo General del Estado fue pio-

dimensionar la aparición de este Anuario,

nero a nivel local en lo que atañe a la pu-

creemos necesario exponer una apretada

blicación de obras que no sólo difundieran

síntesis de los antecedentes, en materia de

su acervo, sino que buscan la inserción de

difusión, realizados en el seno de la bicen-

colaboraciones y artículos documentados

tenaria institución.

en sus fuentes primarias.

Fue en marzo de 1978 que surgió el

Posteriormente, en las décadas de los

Boletín del Archivo General del Estado,

80 y los 90 fueron encomiables los trabajos

con una periodicidad trimestral y dos

realizados por los archivos municipales de

3 Gobierno del Estado de Nuevo León, Boletín, Archivo General del Estado, Sección de Historia, vol. 1, núm. 1, Nuevo León, México, abril de 1978, p. 2. En la Biblioteca Ricardo Covarrubias del Archivo General del Estado se encuentra para su consulta una colección del Boletín, sin duda de gran valor hemerográfico por su originalidad, sus contenidos y sus rústicos formatos impresos hasta 1989.

15 4

Sabinas Hidalgo, Salinas Victoria, Santa

que dieron lugar a la organización y cla-

Catarina y Mina, pues publicaban con

sificación sistemática de su valioso acervo,

severa austeridad republicana sus respec-

se creó una plantilla profesional de investi-

tivos boletines, inspirados en el modelo del

gadores, se aplicó una significativa política

Archivo Estatal; no importa que sus apa-

editorial que redituó en la publicación de

riciones hayan sido fugaces y temporales.

poco más de veinte títulos de la serie La

Tal vez fueron sufragados económicamente

Historia y el Derecho y se editó en disco

a regañadientes por las administraciones

compacto La historia del Congreso de Nue-

municipales en turno, ante la insistencia,

vo León 1821-2000.

tenacidad e interés de los editores, ads-

Mención aparte merece Fundación,

critos, por lo regular, a la responsabilidad

órgano de difusión del Archivo Histórico

principal de los archivos.

de Monterrey, cuyo primer número se pu-

Al finalizar los años 90, en el Archivo

blicó en septiembre de 2001 con el aliento

del Congreso de Nuevo León, durante el

festivo de los 405 años de constitución de

ejercicio de la LXVIII Legislatura (1997-

la metrópoli regiomontana, cuando cambió

2000), se operaron cambios importantes

de sede el acervo histórico de la ciudad a

15 5

valle de Extremadura. Como antecedente inmediato, en 1994 el maestro Israel Cavazos Garza había coordinado la versión electrónica de las Actas del Ayuntamiento de Monterrey, 1596-1994. Se publicaron ocho números de Fundación entre septiembre de 2001 y octubre de 2002. Lamentablemente dejó de aparecer cuando los esfuerzos de concentraron en la organización y clasificación de los fondos y colecciones documentales, según el protocolo internacional establecido. Sólo revisando con mirada crítica el pasado reciente podemos aquilatar la importancia del Anuario de Historia del Noreste del Archivo General del Estado. Entre 1978 y el 2004, el bicentenario Archivo (se creó en 1791, a la sombra de los vientos frescos de cambio y del ímpetu modernizador de las reformas borbónicas) ha publicado poco más de 200 títulos: boletines, instrumentos de consulta, obras generales, facsímiles, series y colecciones. Las miles de páginas del inventario constisu asiento original en las antiguas Casas

tuido por este excepcional acervo se nutre

Reales —hoy Museo Metropolitano de

de las plumas y saberes de clionautas de

Monterrey—. La edición formaba parte de

viejo y nuevo cuño: legos, aprendices y

un ambicioso proyecto, consistente en la

profesionales del oficio han sido huéspedes

digitalización del patrimonio documental

para pensar, escribir y dilucidar nuestra

histórico del otrora apacible y bucólico

historia regional en sus diversas facetas.

15 6

Sin olvidar lo esencial: la divulgación de

de una infraestructura [...] desde Monterrey

guías, índices y catálogos de las fuentes

[apuntala] el conocimiento histórico de la

documentales.

ciudad y de la región. Esta infraestructura

Cabe subrayar que la viabilidad del

[...] se encuentra fundamentada en una

Anuario y del proyecto editorial del Archivo

actitud teórica [ocupada en atender] las

está sustentada en las siguientes premisas

demandas de identidad [de] las investiga-

materiales y conceptuales: por un lado,

ciones históricas [locales]”.5

como señala atinadamente el historiador

Lo expuesto constituye el bagaje y el

nuevoleonés don Israel Cavazos Garza, “las

contexto en que se inserta la publicación

fuentes primarias [existentes] en Monterrey

de Historia del Noreste Mexicano: Anuario

y en el estado son verdaderamente excep-

del Archivo General del Estado de Nuevo

cionales; constituyen un patrimonio docu-

León que, en sus diferentes versiones,

mental único en el norte del país y son de

aborda temáticamente los estudios del

gran importancia no sólo para Nuevo León,

septentrión oriental con la expectativa de

sino también para Tamaulipas, Coahuila

que cada entrega sea útil como texto de

y Texas”. Esta tesis es corroborada por el

consulta específica para nuestros usuarios,

historiador tamaulipeco Manuel Ceballos

más allá de visiones estrechas y localistas.

Ramírez, cuando refiere que en Nuevo León

Creemos que los archivos deben ser una

se ha creado “un nada despreciable número

expresión dinámica y tangible del patrimo-

de instituciones dedicadas a la investiga-

nio cultural, por lo que resulta importante

ción, difusión y estudio de los diferentes

poner de relieve su trascendencia como

campos de la historia. Por otra parte, hay

fuentes —que no únicas ni exclusivas— de

fuentes primarias de gran calidad y existen

información histórica, social, política, eco-

[...] publicaciones que [...] contribuyen a la

nómica, administrativa y legal. El acceso y

construcción del conocimiento histórico”.

4

la difusión de la información que preservan

No resulta fortuito que en la entidad,

y conservan no sólo es cardinal para la

sostiene Ceballos Ramírez, “la existencia

resolución de los asuntos públicos, sino

4

Manuel Ceballos Ramírez, “Monterrey: realidades y posibilidades historiográficas”, en Manuel Ceballos Ramírez (coord.), Monterrey 400. Estudios históricos y sociales, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, 1998, p. 88. 5 Ibid. 15 7

para la promotoría de estudios relativos al

los acontecimientos en el dilatado territo-

devenir histórico del noreste de México y el

rio de guerra sin cuartel. Nos referimos a

sur de Texas.

don Isidro Vizcaya Canales, Martha Rodrí-

De acuerdo con el diseño de estas

guez García y Cuauhtémoc Velasco Ávila.

líneas, la primera versión del Anuario, de

Enseguida comentaremos brevemente los

noviembre del 2003, incluyó tres enfoques

trabajos de cada uno:

relacionados con el impacto étnico social,

En “La amenaza comanche en la

político, económico y cultural que signi-

frontera mexicana, 1800-1841”, Velasco

ficó la incursión de los indios nómadas al

Ávila destaca las características del pueblo

noreste del país. Así surgió Tierra de guerra

comanche: el conocimiento y respeto a su

viva. Nómadas y civilizados en el noreste

entorno ecológico, y las relaciones entre

mexicano, 1800-1885, sobre la base de

los colonizadores y misioneros con los así

una selección de textos de obras que con-

denominados “indios bárbaros” en la Co-

sideramos capitales de tres historiadores

lonia. Misioneros y exploradores constru-

con mucho oficio y con una capacidad

yeron imágenes y proyectos diferentes. El

particular de observar, describir y entender

resultado de este proceso de desencuentros

15 8

trajo consigo en el siglo XIX el uso genérico

minio durante casi todo el siglo

del término “indios bárbaros”. La llamada

Isidro, pertrechado en incontables testi-

“amenaza comanche” surge a partir de la

monios documentales, pasa revista puntual

fragilidad de los presidios fronterizos, amén

a la manera como vivieron los vecindarios

de la presencia creciente de traficantes an-

norestenses esta guerra, sin olvidar la con-

gloamericanos y el fracaso de los acuerdos

textualización necesaria para precisar que

con las tribus nómadas. La nueva nación

este suceso tuvo lugar en el proceso de

que se constituye a partir de 1821, con

configuración del Estado nacional: desde

“endémica inestabilidad política”, facilitó

el Plan de Ayutla, en 1854, hasta arribar a

que los comanches, amos de las praderas,

la restauración de la República, en 1867, y

penetraran las endebles defensas de los

la posterior consolidación del Porfiriato en

territorios septentrionales.6

1885, año en que cesaron las incursiones a

Por su parte, don Isidro Vizcaya Canales, en su capítulo “Tierra de guerra viva.

XIX.

Don

gran escala (al menos en Nuevo León) de los temidos guerreros hijos del desierto.7

Invasión de los indios bárbaros al noreste

En “La guerra entre bárbaros y civiliza-

de México, 1821-1885”, nos ofrece una

dos: el exterminio del nómada en Coahuila

síntesis de un tema que ha sido uno de

1840-1880”, Martha Rodríguez García

los ejes centrales en que han gravitado

difiere de los otros dos autores al tratar

las investigaciones históricas del maestro,

con desconfianza lo asentado en los docu-

pionero, decano y conocedor del asunto

mentos, y traza una pretendida trayectoria

desde hace poco más de 35 años. El autor

lineal del tiempo histórico que va de la

describe las características y el carácter

antigüedad a la modernidad. Rodríguez

que las incursiones adquirieron entre 1854

demuestra la discontinuidad de la historia

y 1885. Aborda el conflicto espacialmente

local y para ello se vale del análisis del dis-

en varias entidades, aunque se centra en

curso que revela una guerra entre bárbaros

Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Texas.

y civilizados. Ella pertenece a una nueva

La confrontación se avivó hasta convertirse

generación de historiadores norestenses

en una guerra de supervivencia y exter-

que en sus investigaciones subrayan valo-

6 7

Historia del Noreste Mexicano, op. cit., pp. 9-10. Ibid., pp. 159-163. 15 9

res anticelebratorios y dan voz a los sin voz.

modificado el formato inicial de selección

Detalla las particularidades de esta guerra

de textos de obras publicadas; lo que no

entre dos mundos, entre dos formas radi-

cambió fue su orientación temática.

calmente distintas de relacionar al hombre

El eje en que gravitaría el contenido

con la naturaleza, pues de un lado se situa-

de Historia del Noreste Mexicano sería la

ban los sedentarios con su idea arraigada

asimilación crítica del aniversario 150 del

de propiedad privada y del otro estaban los

Plan de Ayutla (1854-2004) y su impacto

nómadas que sólo veían al territorio como

regional. Cuando los editores nos reunimos

parte de su hábitat. El lector encontrará en

para planear este volumen, pensamos que

el trabajo de Rodríguez un texto desmitifi-

nuestro modesto esfuerzo formaría parte

cador, una nueva mirada a los nómadas de

de una serie de actos conmemorativos ins-

la pradera, que únicamente son bárbaros

pirados en la paradigmática generación de

ante la mirada del “otro”, la de los vecinos

liberales del siglo XIX que don Luis González

y que hoy sólo

designó como “un elenco furibundo y por

pueblan la memoria porque buena parte de

lo mismo propulsor de las tres metas asig-

su cultura nómada sucumbió a la dinámica

nadas para México en la época nacionalista

pobladores del siglo

XIX,

del “proceso civilizatorio”.

8

liberal y romántica, las metas de la libertad, el orden y el progreso”; sin embargo, no fue

En Ayutla se desencadena una ofensiva

así, el gobierno federal consideró más redi-

contra Santa Anna, es cierto, pero más

tuable políticamente celebrar la efeméride

profundamente contra la razón histórica

del Himno Nacional que a la generación de

que había hecho posible el fenómeno del

políticos, escritores, periodistas, abogados,

9

diplomáticos y militares ejemplares en la

Edmundo O’Gorman

congruencia, austeridad, modestia y hon-

santanismo.

radez.10 En la segunda versión del Anuario fue 8

Valga el anterior prólogo para co-

Ibid., pp. 250-255. Edmundo O’Gorman, “Precedentes y sentido de la Revolución de Ayutla”, en Seis estudios históricos de tema mexicano, México, UNAM, 1954, p. 109, citado en Liberales mexicanos del siglo XIX . Álbum fotográfico, México, Secretaría de Gobernación, 2000, p. 20. 10 María Eugenia de Lara, “La generación liberal”, en Liberales mexicanos..., op. cit., p. 17. 9

16 0

mentar la segunda versión del Anuario de

la relación entre ambos pronunciamientos

Historia del Archivo intitulado: Santiago

a través de la correspondencia entre Juan

Vidaurri: el noreste mexicano en vilo. El libe-

Álvarez y Santiago Vidaurri, personajes

ralismo moderado entre el Plan de Ayutla y el

arraigados en su querencia territorial y

Plan de Monterrey 1854-1856.

muy diferentes en sus visiones nacionales.

En “El liberalismo en el noreste mexi-

Se trata, señala Benavides, de dos caci-

cano: Santiago Vidaurri y el Plan de Mon-

cazgos regionales de latitudes opuestas

terrey, 1855-1856”, Artemio Benavides

con muchos puntos de convergencia. Las

Hinojosa analiza los hechos políticos y

divergencias se harían inevitables entre el

militares del noreste sobre la base de la

liberal moderado Ignacio Comonfort y el

confrontación entre lo que él llama dos

radical federalista Vidaurri. En el periodo,

planes restauradores: Ayutla y Monterrey, y

el primero obtiene un triunfo transitorio y

161

el segundo realiza una graciosa huida, en

aborda los mecanismos y los recursos retó-

noviembre de 1856, para realizar de inme-

ricos empleados por los dirigentes estatales

diato una apasionada entrega a una aven-

para construir una conciencia e identidad

tura compleja en los rangos del liberalismo

regionales en Nuevo León entre el final de

en vilo de aquellos años.

la guerra mexico-americana y el primer pe-

Enseguida, un acucioso conocedor del

riodo gubernamental de Santiago Vidaurri.

viejo cíbolo, Arturo Gálvez Medrano, se ocu-

Luis García, por su parte, en “Los ante-

pa en “Las revoluciones de la revolución de

cedentes del Ejército del Norte. Un estudio

Ayutla” de significar cómo gracias a ésta, a

de la Guardia Nacional Neolonesa (1848-

su fuerza, fue posible liquidar una serie de

1855)”, examina los orígenes del futuro

saldos no pagados desde la Independencia

ejército liberal, los motivos que crearon

y derrocar la dictadura de Antonio López

la Guardia Nacional, sus características en

de Santa Anna. El impulso revolucionario

Nuevo León, las operaciones militares en

de Ayutla fue posible por la suma de varias

que participó y sus diferencias y fricciones

entidades, donde el hartazgo de sus pobla-

con el ejército permanente. No descuida

dores legitimó los liderazgos y las deman-

el contexto político y militar de la época

das planteados por ellos. La sublevación

y concluye aludiendo a los efectos desen-

nuevoleonesa tuvo la ventaja de arroparse

cadenadores en el noreste de la revolución

en el Plan de Monterrey, identidad del

ayutlista.

movimiento “Restaurador de la Libertad”. Su intervención fue tan oportuna como

MEMORIA DE PAPEL

determinante para el derrocamiento de la dictadura. Esto permitió que Vidaurri y sus

En una obra con las características reseña-

colaboradores lograran la simpatía del no-

das a grandes trazos, César Morado Macías

reste del país, llamando así la atención del

nos ofrece una valiosa selección, transcrip-

gobierno federal, obligado a considerar sus

ción y notas respecto a “La relación política

demandas.

entre Santiago Vidaurri e Ignacio Comon-

Después, en su estudio “La construc-

fort a través de su correspondencia, 1855-

ción de la identidad regional en Nuevo

1856”, estas cartas forman parte del fondo

León, 1848-1856”, Alberto Barrera Enderle

denominado Archivo Santiago Vidaurri del

16 2

AGENL.

Para la versión del Anuario 2004, las

bles desde nuestra opinión, que enmarcan

abreviaturas fueron desatadas y la ortogra-

históricamente el conjunto de los artículos

fía actualizada.

publicados en este volumen. Estos son los

El agregado documental comprende

siguientes:

trece misivas entre el 18 de septiembre de

1. Plan de Ayutla del 1 de marzo de 1854.

1855 y el 25 de noviembre de 1856: doce

2. Plan de Acapulco del 11 de marzo de

corresponden al Archivo Vidaurri y una pieza publicada en el Periódico Oficial de Nuevo León.

1854. 3. El Restaurador de la Libertad del lunes 28 de mayo de 1855.

Las cartas están divididas en cuatro

4. Ley de Administración de Justicia Orgá-

bloques temáticos para contextualizar el

nica de los Tribunales de la Federación

pulso político entre los dos personajes:

del 23 de noviembre de 1855. 5. Decreto para la Anexión de Coahuila a

1. Definiendo una relación. 2. La armonía entre ambos proyectos políticos. 3. La tensión y el enfrentamiento. 4. El periodo de ruptura.

Nuevo León del 19 de febrero de 1856. 6. Estatuto Orgánico Provisional de la República Mexicana del 15 de mayo de 1856. 7. Proyecto de Constitución Política de la República Mexicana del 16 de junio

Morado Macías incluye una “Cronología de la relación Santiago Vidaurri/Ignacio Comonfort”. Como apéndice, fue transcrita una

de 1856. 8. Ley Lerdo o de Desamortización de bienes de la Iglesia y de Corporaciones civiles del 28 de junio de 1856.

serie de documentos políticos, imprescindi-

* Ponencia presentada en el Simposio de Historia “El noreste en vilo”. Homenaje al doctor Luis González y González. CECUVAR Saltillo, Coahuila, 18 y 19 de noviembre de 2004. ** Historiador. Es jefe del Archivo de Concentración en el Archivo General del Estado de Nuevo León. 16 3

C aleidos c opio

COMPARECENCIA DEL DIRECTOR GENERAL DEL AGN ANTE LA PRIMERA COMISIÓN DE TRABAJO DE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO DE LA UNIÓN

l pasado 16 de agosto, a convocatoria

La existencia de los archivos tiene

expresa de la Primera Comisión de

diversas funciones: preservar la memoria

Trabajo de la Comisión Permanente del

histórica de México, estimular la concien-

Congreso de la Unión, Gobernación, Pun-

cia cívica del país, exaltar el sentimiento

tos Constitucionales y Justicia, el director

de unidad de la nación, fomentar la cons-

general del Archivo General de la Nación,

trucción de una sociedad democrática,

Jorge Ruiz Dueñas, compareció ante los

impulsar la certidumbre jurídica, promover

legisladores que la integran, con el propó-

la transparencia de la actividad guberna-

sito de explicar con amplitud los rezagos y

mental, difundir la cultura del rendimiento

problemas de la institución.

de cuentas, establecer políticas públicas

E

relativas a la preservación documental de PARA LLEVAR LOS ARCHIVOS AL SIGLO XXI...

las instituciones nacionales y fungir como entidad archivística rectora y de consulta

Por principio, se expuso qué es el Archivo

del Poder Ejecutivo Federal.

General de la Nación: el órgano descon-

El Archivo General de la Nación res-

centrado de la Secretaría de Gobernación,

guarda los documentos fundamentales

rector de la archivística nacional que debe

del Estado mexicano y sus antecedentes

custodiar, ordenar, describir y conservar los

históricos: alrededor de 50 km lineales

documentos que conforman su acervo, con

de información en diversos formatos; 583

el fin de facilitar y promover la consulta y

grupos documentales (fondos, secciones y

aprovechamiento público e impulsar la cul-

series) que incluyen 115 instituciones co-

tura del derecho a la información.

loniales —algunos de esos documentos han 16 5

sido declarados Memoria del Mundo por la

librería, visitas guiadas y transferencias y

UNESCO—;

dictámenes de disposición documental.

70 colecciones fotográficas con

aproximadamente 7 millones de imágenes

El

AGN

presta sus servicios a estudian-

y negativos; documentos audiovisuales a

tes y profesores de nivel de educación me-

partir de 1960, entre otros, más de 63,000

dia y superior, a comunidades campesinas,

videos, y 64 millones de imágenes de mi-

a dependencias y entidades del gobierno

crofilm de carácter genealógico.

federal, a los archivos de los gobiernos

Los principales servicios que presta el

estatales y municipales y a los de los sec-

son la orientación a investigadores en

tores privado y social, a investigadores de

el Centro de Referencias, la consulta de

la historia nacional, a funcionarios de los

fondos documentales, la consulta digital y

diversos poderes y órdenes de gobierno,

de microfilmes, reprografía, certificaciones

a las autoridades judiciales de diversas

y transcripciones, biblioteca, hemeroteca,

competencias, a los agraviados por delitos

AGN

16 6

Con una serie de láminas, se mostró cómo ha crecido el número de investigadores (Lámina 1), la cifra de investigadores nacionales y extranjeros al cierre de 2004, el origen institucional de los investigadores, los investigadores por finalidad del tema, el presupuesto ejercido en millones de pesos (Lámina 2), los recursos externos para apoyar proyectos concursados o gestionados por el Archivo, el número de plazas que se cometidos contra personas vinculadas con

han perdido y se perderán por el programa

movimientos sociales y políticos del pasa-

de retiro voluntario y por jubilación y las

do, a los medios de comunicación y a la

tendencias en el AGN (Lámina 3). Al examinar el origen de los principales

sociedad civil. Una vez descrito el

AGN,

el director ge-

problemas del

AGN,

se exhibieron cuatro

neral se ocupó de su dinámica actual por

rubros: el Palacio de Lecumberri ha llegado

medio de cifras. Informó a los legisladores

a su umbral de saturación después de dos

que se consultan cerca de 1.1 millones de

décadas y no cuenta con las condiciones

expedientes o documentos anuales in situ;

idóneas para la conservación de acervos;

que el Archivo expide alrededor de 27,000

la insuficiencia de los recursos humanos

folios certificados al año; que es visitado al menos por 50,000 usuarios al año; que cuenta con cerca de 3,500 investigadores vigentes; que 6 de cada 10 investigadores son académicos; que se captan alrededor de 150,000 visitas por Internet, y que se expiden a la Administración Pública Federal, cerca de 550 dictámenes de disposición documental al año (bajas), los cuales equivalen a 2,500 toneladas de documentos. 16 7

y materiales, no obstante los esfuerzos del

que no hay espacio adecuado para recibir

bienio pasado; el incremento de la demanda

los archivos de la

de los servicios solicitados, combinado con

presidente Vicente Fox.

APF,

incluyendo los del

el decremento de diversos insumos básicos

En cuanto a los principales problemas

para prestarlos, y la falta de personalidad

que afectan al inmueble, se expuso que, si

jurídica y patrimonio propio. A lo anterior

bien, en su momento (1982), la decisión

hay que agregar que el archivo de concen-

de asignar el Palacio de Lecumberri al

tración (Galería 8) no tiene condiciones

significó un avance para los acervos nacio-

adecuadas; que el archivo del ex presidente

nales, porque permitió concentrar en un

Ernesto Zedillo carece de estantería y está

repositorio los archivos distribuidos en tres

ubicado en el edificio Anexo, sin adapta-

diversos edificios con serias deficiencias

ciones que garanticen su conservación, y

para su conservación, las obras de adap-

16 8

AGN

tación fueron inconclusas, con inadecuada

y humedad no cumplen con las normas in-

atención a los aspectos funcionales, amén

ternacionales (Láminas 6 y 7).

de que el inmueble ha llegado a su umbral de saturación.

Otros de los principales problemas del inmueble del

AGN

son que el Palacio de

A continuación se mostraron gráficas

Lecumberri es un inmueble de la época

con un plano de superficies, el riesgo de

porfiriana, inaugurado en el año de 1900,

inundación y microclimas (Lámina 4) y el

del que la Facultad de Arquitectura de la

riesgo por humedad y hundimiento (Lámi-

UNAM

na 5).

estructurales por el severo deterioro de la

informó en 1998 que tiene daños

Por otro lado, las mediciones de las

cimentación, su sistema constructivo es

condiciones ambientales de los acervos

heterogéneo (mampostería), se dio modifi-

en el Palacio de Lecumberri continúan

cación de la geometría y régimen de cargas

mostrando que los niveles de temperatura

original, se encuentra en una zona de alta

16 9

resonancia en caso de sismo, es vulnerable

La Información Cartográfica del AGN elabo-

a causa de diversos factores naturales y

rada por la Dirección de Servicios y Obras

sociales, está en riesgo permanente de

del Gobierno del D.F. (2004), muestra dos

inundación por aguas contaminadas y

fallas geológicas ubicadas en la zona peri-

sufre hundimientos diferenciales severos y

metral del

constantes por la alta compresibilidad del

la UNAM informó en 1998 que existen con-

suelo. En 1999, el Instituto de Ingeniería

diciones ambientales fuera de los rangos

informó que el Palacio de Le-

adecuados, permeación constante a través

cumberri fue construido sobre depósitos

de la cimentación del edificio, intercambio

de arcilla de muy alta compresibilidad y

térmico de las galerías con el exterior y

sufrió deformaciones y hundimientos di-

alto nivel de contaminantes en el ambiente

ferenciales desde su construcción original.

exterior. El Instituto Nacional de Investiga-

de la

17 0

UNAM

AGN.

La Facultad de Química de

ciones Nucleares dictaminó en 1998 que

de origen geológico, hidrometeorológicos

los acervos y archivos se encontraban con-

y químico tecnológicos. Por otra parte,

taminados con diversos microorganismos y

el Instituto de Investigaciones Eléctricas

que requería un tratamiento correctivo que

también dictaminó que las instalaciones

implica la mejor desinfección posible y otro

eléctricas son obsoletas y están fuera de

preventivo que depende fundamentalmen-

la norma oficial mexicana, constituyendo

te del cambio de sede.

riesgo de incendio.

Recientemente (2004), la Coordinación

Todas las instituciones recomiendan

General de Protección Civil de la SEGOB

el cambio de sede a un inmueble cons-

elaboró un diagnóstico de vulnerabilidad de

truido ex profeso para la conservación de

las instalaciones donde definió al inmueble

archivos.

como de alto riesgo respecto de fenómenos 171

- Reparación de 275 m2 de escaleras exteriores. - Adaptación de 4 bombas para mejorar los servicios hidrosanitarios. - Instalación de una bomba sumergible en el cárcamo para mejorar el desalojo de aguas residuales. - Reparación y sellado de juntas constructivas entre el Edificio de Gobierno y Sala de Banderas. Así mismo, entre las galerías y la cúpula. A continuación, el director enumeró las acciones recientes en materia de mantenimiento de 2003 a la fecha:

- Sellado de fracturas en las arcadas de la cúpula. - Mantenimiento anual a pilotes de control de la cúpula.

• Se retiraron 424 m3 de desechos diversos que constituían riesgos de siniestro. • Se repararon aproximadamente 3,150 m2 del muro perimetral del AGN. • Se llevaron a cabo trabajos de desazolve en 2,997 m anualmente (2003 a 2005), para evitar inundaciones por descarga pluvial, con un total de 5,994 m. • Se llevaron a cabo acciones adicionales

- Sustitución de 7 tableros eléctricos. - Pintura de aproximadamente 20,286 m2 que incluyen exteriores de galerías que nunca habían sido pintados. - Reparación, pulido y barnizado de 3,314 m2 de parquet. - Reparación y puesta en funcionamiento de 4 fuentes exteriores y 2 fuentes interiores.

de mantenimiento preventivo y correctivo, atendidas por la SEGOB para conservar

Toda la información previa fue com-

los inmuebles en condiciones dignas,

plementada con gráficas del proceso de

tales como:

preservación de acervos (Lámina 8), orga-

- Impermeabilización de 2,000 m2 de

nización y descripción de archivos —a partir

techos. 17 2

de la Norma internacional de descripción

y rezago en

que de 152 computadoras personales, 52

organización y descripción de archivos

Pentium I y II son obsoletas, y que de 45

(Lámina 9).

impresoras hay 22 con tecnología de más

archivística (general)

ISAD(G)—

Existe rezago en microfilmación y

de cinco años; hay cinco scanners con tec-

digitalización: 4.8% de los acervos está

nología de más de cuatro años, con gran

respaldado en microfilme, y 3.8% de los

desgaste y uso intensivo; ocho equipos de

acervos está digitalizado, lo que equivale

microfilmación son obsoletos; no se cuenta

apenas a 14.3 millones de imágenes, de las

con un equipo de energía ininterrumpida

cuales 8.2 millones son de instituciones co-

que evite la pérdida de información por

loniales. Empero, 19.87% de las imágenes

fallas en el suministro de energía eléctrica;

digitalizadas en 2002 no tienen la calidad

y la capacidad de almacenamiento de datos

adecuada para su consulta (Lámina 10). El

del equipo de cómputo se encuentra en el

rezago tecnológico de los equipos revela

máximo recomendado.

17 3

También se acusa insuficiencia de

solvencia mientras se dota al

AGN

de un

consumibles. La astringencia presupuestal

nuevo edificio (evitando tres problemas:

reduce la adquisición de materiales espe-

inundación, fuego, sustracción), con un

cializados indispensables para el desarrollo

tiempo de ejecución de un año; contar

AGN,

con un Sistema de Administración de Ar-

como restauración de documentos, foto-

chivos; actualizar los equipos de cómputo

grafía y microfilmación. Así mismo, se re-

obsoletos; concluir la reprografía de los

gistra carencia de personal (Lámina 11), en

documentos de la Galería 1; contratar

comparación con archivos de otros países.

el personal adicional mínimo requerido

de las actividades sustantivas del

Las soluciones expuestas por el director general apuntan en dos direcciones:

anualmente y adquirir los consumibles especializados requeridos.

Unas de corto plazo (2006) que supo-

Las de mediano y largo plazos com-

nen atender el problema de espacio con

prenden de dos a 20 años e implican cam-

• •

174

4.8 % de los acervos está respaldado en microfilme. 3.8% de los acervos está digitalizado, lo que equivale apenas a 14.3 millones de imagenes, de las cuales 8.2 millones son de instituciones coloniales. Empero, el 19.87% de las imágenes digitalizadas en 2002 no tiene la calidad adecuada para su consulta.*

a una nueva sede, segura, con

mueble que lo alberga y los riesgos que de

tecnología adecuada y de punta, en cinco

ellas se derivan, que la ocasión permitía el

años. Organizar y describir acervos hasta el

inicio de un acuerdo legislativo para impul-

nivel de expediente en seis años. Microfil-

sar y apoyar al

mar y digitalizar documentos en un lapso

coincidió el senador Javier Corral, quien

de dos a 20 años.

propuso que la atención a las ingentes

biar el

AGN

AGN.

En este planteamiento

El diputado Óscar Pimentel señaló, lue-

necesidades del Archivo sea tema, en la

go de escuchar el examen sobre las prin-

Comisión Permanente del Congreso de la

cipales limitaciones que afronta el Archivo

Unión, de una Conferencia Parlamentaria, a

para cumplir con sus tareas sustantivas, así

modo de allanar y facilitar la coordinación

como sobre las condiciones físicas del in-

bicameral.

De acuerdo con los estándares de los países citados, al AGN deberían corresponderle el número de trabajadores mostrado al lado derecho de cada relación (190 es el número efectivo de trabajadores actuales).

175

EXPOSICIONES

JOYAS DEL MES Octubre

Francisco Gabilondo Soler Cri Cri, El Grillito Cantor

Noviembre

José Joaquín Fernández de Lizardi

Lugar

Fecha

Evento

Sala de Banderas

Agosto-octubre Noviembre-diciembre

Benito Juárez Cinematografía en México

Siqueiros

Agosto-octubre Noviembre-diciembre

Arquitectura del siglo XVIII Benito Juárez

Cúpula

Septiembre-octubre

Palacio de Lecumberri

Bellas Artes

Octubre

Movimiento estudiantil del 68

Zapata

Noviembre

Revolución

Zócalo

Diciembre

Festejos y tradiciones navideñas

6 de octubre al 16 de octubre

Exposición bibliográfica y documental “Historia de la rendición de cuentas y la fiscalización en México”

STPC

Metro

Del. Venustiano Carranza Casa de Cultura V.C.

176

Lugar

Fecha

Evento

Casa de Cultura Ramírez y Ramírez

20 de octubre al 3 de noviembre

Casa de Cultura V.C.

4 de noviembre al 13 de noviembre Siqueiros en Lecumberri

Casa de Cultura Ramírez y Ramírez

17 de noviembre al 27 de noviembre Siqueiros en Lecumberri

Casa de Cultura V.C.

1 de diciembre al 11 de diciembre

La otra ciudad de México

Casa de Cultura Ramírez y Ramírez

1 de diciembre al 11 de diciembre

Pictografía indígena novohispana

Exposición bibliográfica y documental “Historia de la rendición de cuentas y la fiscalización en México”

Dirección: Casa de la Cultura Venustiano Carranza. Lázaro Pavía 226, col. Jardín Balbuena (atrás de la Delegación Venustiano Carranza) Teléfono: (55) 5764 1771 Casa de la Cultura Profesor Enrique Ramírez y Ramírez: Vidal Alcocer 280, esquina Peña y Peña, col. Morelos (a dos cuadras del Metro Tepito) Teléfono: (55) 5702 6709

17 7

17 8

17 9

PÁGINA WEB

P ublic acione s

LA SONRISA DEL GENERAL ALBERTO ÁLVAREZ FERRUSQUÍA* Los niños de la guerra. Una mirada a la memoria, México, Archivo General de la Nación, 2005, 16 pp. + CD ROM.

Hubo una vez unos niños a los que la guerra arrebató padres y patria. Hubo una vez unos huérfanos apátridas que cruzaron el océano en busca de un refugio. Hubo una vez un general michoacano que brindó a los niños de la guerra un santuario en su tierra. Hubo una vez un país que adoptó a unos huérfanos a los que hizo hijos suyos. 181

Relato infantil con final feliz, la historia de los célebres niños de Morelia, niños de guerra, los primeros refugiados de lo que acabaría por ser el fecundo exilio español en México, es contada y mostrada en el catálogo documental Los niños de la guerra. Una mirada a la memoria, editado por el Archivo General de la Nación, de cuyo Centro de Información Gráfica, Archivo fotográfico Enrique Díaz, Delgado y García provienen las 54 fotografías que lo conforman. A un año escaso del inicio de la guerra civil española, lejana todavía en el horizonte la derrota, el gobierno republicano aceptó la generosa oferta de su homólogo mexicano de recibir en territorio nacional a las decenas de niños a los que la cruenta guerra hacía peligrar, si es que no los había ya alcanzado cobrándose la vida de sus padres. El contingente de niños españoles llegó a Veracruz el 7 de junio de 1937. Calurosamente recibidos por multitudes tanto en el puerto como en Orizaba y en la ciudad de México, donde fueron visitados por el presidente Cárdenas, llegaron finalmente a su destino final en Morelia, capital del estado natal del primer mandatario, prueba fehaciente del interés personal del general michoacano en la suerte de los pequeños refugiados. La llegada a Veracruz, el recorrido por diversas ciudades y el arribo a Morelia son contados por Jorge Ruiz Dueñas, director general del AGN, en el texto que presenta el catálogo. La aventura de los niños de la guerra es igualmente mostrada en 54 conmovedoras fotografías que documentan y testimonian, paso a paso, los primeros días de lo que habría de ser un largo y, en numerosos casos, definitivo exilio. Las fotografías muestran a los niños españoles saludando desde la borda del barco que los trajo a México; a la multitud jarocha que los recibió en el muelle; a los niños saludando desde las ventanas del tren que los trajo a la capital; las inevitables ceremonias de bienvenida en su honor; fotos todas para la nota periodística, para la historia y, como tal, un tanto solemnes, un tanto demasiado serias. Por fortuna, se incluyen también fotos de corte genuinamente infantil en las que las sonrisas de los niños presagian el futuro que les aguardaba en su nuevo país. Ni el fin del Maximato, ni el reparto agrario, ni la expropiación petrolera: el incuestionable apoyo solidario a la asediada República española constituye, sin duda, el punto más alto del cardenismo y la recepción de los niños de la guerra su capítulo más luminoso. Es

18 2

por eso acertado que la fotografía que cierra el catálogo sea la del presidente Cárdenas y los niños españoles. En la foto, el presidente, conocido como la “Esfinge de Jiquilpan”, se muestra tan serio como siempre, las sonrisas las deja para los niños que lo acompañan, sonrisas que incluso hoy muestran los ya ancianos niños de la guerra cuando dirigen su mirada a la memoria y evocan al general que les brindó una nueva patria y una nueva vida.

*Historiador.

Ec os

LOS DIPLOMÁTICOS ALTAMIRANO Y PAYNO*

ara mediados del siglo XIX, la atropella-

P

calificó la ejecución de Iturbide de “crimen

da vida del México que no terminaba

de algunos y desgracia de un hombre digno

de gestarse daba tumbos en los que podía

de mejor suerte” y, veinte años más tarde,

suceder cualquier cosa. En 1857, por ejem-

aceptó toda la responsabilidad del golpe de

plo, un episodio determinante afectó a dos

Estado atribuido a Comonfort.

intelectuales que eran amigos, Manuel Payno e Ignacio Altamirano.

Sin embargo, su actividad literaria los mantuvo cercanos. Años después, Alta-

En diciembre, promulgada la Consti-

mirano reagrupó a los hombres de letras

tución liberal, el presidente Comonfort y

sin considerar sus ideas políticas, con el

sus ministros se vieron enfrentados al ra-

propósito de dar a la literatura mexicana

dicalismo y a la intransigencia de liberales

un nuevo vuelo. Su idea se concretó en lo

y conservadores. Payno era secretario de

que él mismo llamó las veladas literarias,

Hacienda y quiso salvaguardar la paz, pero

que se celebraron a lo largo de seis meses,

no previó que habría sido necesario separar

hasta abril de 1868. Al final de cada sesión

al general Zuloaga, quien se adelantó a Co-

se servía una cena, modesta en casa de

monfort y dio un golpe de Estado el 11 de

Alfredo Chavero o en la de Ignacio Ramí-

enero de 1858, lo cual provocó la división

rez, fastuosa en la de Rafael Martínez de

del partido liberal. Así estalló la Guerra de

la Torre, Vicente Riva Palacio o Domingo

Tres Años. Altamirano acusó a Payno de

Schiaffino.

traición y pidió que le cortaran la cabeza,

Así se expresaba Altamirano entonces

pese a lo injusto de atribuirle los hechos

de su colega: “No descubrí en inferior altu-

dramáticos de enero de 1858. A los 19 años

ra a Manuel Payno, su cabellera propia de 18 5

una figura monumental, si no abundante,

en Barcelona. La noche del 5 de agosto, el

conservaba una distribución originaria; su

Liceo Mexicano le consagró una velada de

mirada burlona y su palabra afectuosa;

despedida.” Payno le cedió esta plaza a su

fácil, inesperado en la conversación”. Era

amigo y él fue nombrado cónsul en París.

un hombre que contaba con la simpatía

Cuando dejó esta ciudad en septiembre de

de varios: de Ramírez, a quien echó una

1890, lo reemplazó Altamirano. “Después

mano; de Juárez; de Doblado; de Escandón;

de algunos meses de residir en Barcelona,

de Haro y Tamariz, sin hablar de Prieto y

Altamirano, a causa de sus enfermedades

de muchos otros individuos de todos los

y previa licencia del gobierno, permutó con

partidos, pues don Manuel sabía distinguir

M. Payno el cargo de cónsul de España por

en cada uno de ellos al hombre y al político,

el de Francia.”

no interesándose más que por el primero.

Altamirano tomó el consulado en Es-

“En 1889 —refiere Luis González Obre-

paña en agosto de 1889 y el nuevo cambio

gón— Altamirano recibió el nombramiento

tuvo lugar en septiembre de 1890, luego de

de cónsul general en España con residencia

once meses.

* Información tomada de Robert Duclas, Les bandits de Rio Frio: littérature et politique dans l’oeuvre de Manuel Payno, México, IFAL , 1979 (texto en francés).

18 6

Instrucción Pública, f. 1.

18 7

L A ÚLTIMA CAPTURA DE JOSÉ REVUELTAS HÉCTOR JAVIER PÉREZ MONTER*

En el número 5 de nuestro Boletín, de septiembre-diciembre de 2004, incluimos en esta misma sección la carta manuscrita a la que se alude.

n lo personal, el papel del escritor José

E

una fatiga indecible—, una verdadera im-

Revueltas en el movimiento estudiantil

prudencia —Alicia se sentía desfallecer de

del 68 me recuerda al profesor Mendizábal,

ira. [...] —Ahora vayámonos de aquí; usted

personaje de su cuento “La palabra sagra-

saldrá primero [...]

da”, del libro Dormir en tierra, que escribió

”Pero antes de que Alicia diera un

al menos ocho años antes. En esa historia,

paso, ambos quedaron inmóviles de terror.

después de descubrir a un par de adoles-

Alguien subía por las escaleras, hacia el

centes, Alicia y Andrés, entrelazados en el

desván. El rostro de Mendizábal había

desván de la escuela, el maestro Mendizá-

palidecido hasta lo sobrenatural. —Grite

bal toma una inexplicable decisión noble,

usted —exclamó con una inspiración súbita

sin medir las consecuencias:

al tiempo que le desgarraba el uniforme de

“—Huye por la ventana —ordenó al muchacho—; anda, no hay tiempo que perder.(...)

un tirón—, ¡grite por el amor de Dios, yo me haré responsable de lo ocurrido!” Para noviembre de 1968, el escritor

”—Ha sido una imprudencia —dijo

duranguense no había sido aprehendido

Mendizábal con algo que más bien parecía

ni en la toma de Ciudad Universitaria, ni

18 8

en Tlatelolco. Los estudiantes de la Fa-

Juegos Olímpicos y la prensa internacional

cultad de Filosofía y Letras lo escondían

se había ido. Sin embargo, el movimiento

mediante brigadas de seguridad que lo

estudiantil no estaba del todo apagado y

cambiaban de domicilio constantemente.

los representantes gubernamentales para

Pero los elementos de la Dirección Federal

la solución del conflicto, Jorge de la Vega

de Seguridad, según consta en documentos

Domínguez y Andrés Caso Lombardo, reci-

hoy liberados de esa dependencia de la

bieron el 5 de noviembre al maestro José

Secretaría de Gobernación, le venían dando

Revueltas, a quien, reconocido como con-

seguimiento.

traparte, habían citado para que expusiera

En aquel entonces, José Revueltas

sus puntos de vista.

ya era un referente histórico viviente de

Durante hora y media, en su decla-

nuestra cultura nacional; como guionista

ración ministerial posterior, el escritor

de una veintena de películas memorables,

expuso que para la solución del conflicto

además de otro tanto de novelas y cuentos

era necesaria la aceptación, por parte de

que el mismo Estado había premiado. Por

las autoridades, de los tres requisitos plan-

lo tanto, darle seguimiento político al ca-

teados por el Consejo Nacional de Huelga,

tedrático seguramente no era parecido al

que eran: la libertad de los presos deteni-

que se le daba a un guerrillero, a un líder

dos desde el 16 de julio, el cese de toda

sindical o un campesino. Si bien tampoco

represión y la desocupación de todas las

contaba con un gran apoyo popular, ni

escuelas por parte del ejército. Revueltas

mucho menos era amigo de la izquierda

expuso que para la campaña electoral ve-

clandestina, ya que solía pelearse con ella,

nidera, el movimiento estudiantil lucharía

la detención de Revueltas no dejaba de ser

por una reforma electoral que garantizara

un trabajo delicado, pues era deseable que

la participación libre de todos los ciudada-

no provocara más problemas al gobierno de

nos al margen de los partidos registrados.

Gustavo Díaz Ordaz.

Estas y otras ideas planteaba el también

Para entonces, los principales líderes

maestro de la Preparatoria Popular, mien-

del Consejo General de Huelga se hallaban

tras afuera del domicilio de Andrés Caso,

en la cárcel de Lecumberri o desaparecidos.

ubicado en Ajusco, esquina Cóndor, colonia

También habían tenido lugar ya los XIX

Tlacopac, los agentes de la Dirección Fede18 9

ral de Seguridad tendían un cerco en torno

JIMENEZ, con domicilio en Vértiz No. 17-6

a su persona.

y teléfono 12-46-84, quien hace aproxi-

La reunión era seguida desde la calle

madamente 3 años trabajó en el Servicio

por los agentes de la Dirección Federal de

Médico de la Dirección General de Tránsito

Seguridad, quienes la describen en un in-

del Distrito Federal. Por lo que se supone

forme sin destinatario, como muchos, pre-

que fueron placas sobrepuestas las que se

sumiblemente para no involucrar a ninguna

utilizaron. […]

otra instancia.

”El

estudiante

RUFINO

PERDOMO

“[...] llegó a bordo del automóvil marca

GALLARDO tiene registrados los domici-

Renault color blanco con placas de circu-

lios de Playa Hornos No. 279-B en la Col.

lación 854-CT, el cual manejaba una joven

Reforma-Iztaccíhuatl de esta capital y Co-

de aproximadamente 22 años de edad,

rregidora 2 en Tecpan de Galeana, Gro., de

acompañándolo además RUFINO PERDO-

donde es originario.”

MO GALLARDO, estudiante de la Facultad

El seguimiento consta en otro infor-

de Filosofía y Letras y miembro del Grupo

me del Departamento de Investigaciones

‘Miguel Hernández’.”

Políticas y Sociales, de la misma Dirección

El informe, firmado por el titular de el capitán Fernando Gutiérrez Ba-

viembre de 1968 (23 hs.)”. Revueltas sus-

rrios, indica que al salir del domicilio, el

tentó una conferencia en el Auditorio Justo

automóvil compacto se dirigió a Ciudad

Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras,

Universitaria, donde llegó a las 12:20, y se

“de las 18:15 a las 19 hs”. En el auditorio

perdió entre los estacionamientos. En este

estaban presentes los miembros del Comité

caso, la eficiencia investigadora de los ele-

de Lucha de la Facultad de Filosofía y Letras

contrasta con la torpeza

Roberto Escudero Castellanos y Carlos de

la

DFS,

Federal de Seguridad, fechado el “15 de no-

mentos de la

DFS

de haberlos perdido.

Hoyos, además de unos 500 alumnos. El pá-

“Cabe hacer notar que las placas que

rrafo inicial del oficio, donde se describe el

llevaba el automóvil aludido, no correspon-

asunto, es bastante abundante y por su uso

den al modelo y marca de éste, sino a un

de altas y bajas se nota muy apresurado:

Chevrolet Modelo 1966, tipo sedán, cuyo

“EL ESCRITOR JOSE REVUELTAS SUS-

propietario es el Señor EFREN SAN MARTIN

TENTÓ UNA CONFERENCIA SOBRE 'LA

19 0

AUTOGESTIÓN ACADÉMICA Y LA UNIVERSIDAD CRÍTICA', COMO CONSECUENCIA DE ESTA, se harán proposiciones DEL COMITÉ DE LUCHA DE FILOSOFÍA Y LETRAS AL CONSEJO NACIONAL DE HUELGA, PARA TRATAR DE IMPRIMIR UNA NUEVA DINÁMICA AL MOVIMIENTO, PARA BUSCAR EL RESURGIMIENTO, BASANDOSE EN LLEVAR A CABO UN CAMPAMENTO CULTURAL Y DEPORTIVO EN LA EXPLANADA DE C.U. CON UN PLAN DE ‘AUTOGESTIÓN ACADÉMICA’, IMITANDO AL MOVIMIENTO DE LA REVOLUCION CULTURAL DE LAS GUARDIAS ROJAS DE MAO.” Más adelante, en el cuerpo del oficio, el redactor del informe hace una relación de los hechos: “El conferencista inició su plática con los estudiantes, haciendo un breve análisis del pasado movimiento estudiantil, comparándolo con el actual, criticando a las Federaciones Estudiantiles Universitarias, de las que dijo que sólo servían a intereses de partidos políticos y a estudiantes politiqueros, mientras que el actual movimiento

CNH,

tachándolo de ‘organización fantas-

ha surgido de la base estudiantil operando

ma’, querían saber quien dirigía el Consejo

notables cambios que incluso desorienta-

para comprar a los líderes; otro fenómeno

ron a los más avezados observadores y a los

que se ha presentado es la desaparición de

periodistas, quienes insistentemente pe-

los concursos de oratoria de los organismos

dían conocer los nombres de dirigentes del

oficiales como el PRI y el Instituto Nacional

191

de la Juventud Mexicana, pues los oradores

muestra su habilidad retentiva, que asumió

tenían que cuidar su psoción [sic] ante el

con denuedo:

público, las inflexiones de voz y los giros del

“Los estudiantes consideran como

lenguaje y el triunfador era casi seguro que

‘autogestión académica’ el automanejo y

obtenía un puesto en el gobierno siendo

autodirección de la educación superior, o

Secretario del Secretario del Subsecreta-

sea, la inmediata a la Secundaria. La activi-

rio de alguna dependencia. En cuanto a

dad de una conciencia colectiva organizada

los oradores que han surgido en nuestro

tratando no de uniformar el pensamiento,

movimiento, esos han improvisado en los

sino tratando de aprender y conocer.

camiones, tranvías, casas de vecindad y las

Ejerciendo la libertad de expresión y de

esquinas de las calles sin preocuparse de lo

confrontación del pensamiento, sin límite

antes enumerado.

alguno, aceptando todas las escuelas, ten-

”A continuación dio lectura a la pers-

dencias y corrientes del pensamiento para

pectiva estratégica global del movimiento

organizarse y actuar en el sentido que sea.

(material de discusión que fue repartido

”Consideran que para la ‘autogestión

entre los asistentes).”

académica’, el aprender, el conocer; es

Más adelante, el relator del informe,

impugnar, convertir, transformar, nada es

muy a su estilo, da su punto de vista so-

definitivo, nada permanece, todo es cues-

bre la estrategia del campamento cultural

tionable. Considerando esto dentro de un

y deportivo que se pensaba instalar en la

proceso histórico, extendiéndolo a toda la

explanada de Ciudad Universitaria:

sociedad.

“imaginándose que quizá la mayoría

”Se repartió propaganda de la Juventud

no le gusta el estudio […] una copia ridí-

Comunista de México, en relación al pro-

cula y absurda de la rebelión cultural de las

blema estudiantil.”

guardias rojas de Mao, que fecundizaron en

El informe del departamento I.P.S. es

China, para desviar la atención de las pur-

firmado con las iniciales B.L.V. y el meca-

gas realizadas, ya que solamente imperó en

nógrafo ebp. La elaboración a altas horas

ellas el libertinaje y la anarquía.”

de la noche hace pensar que el secretario

Aunque también en otras partes, el

de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez,

informe es más objetivo y el relator de-

estaba cerca de dar la orden que los sabue-

19 2

sos esperaban. Pero todavía José Revueltas

militar a la

pasaría ese viernes 15 sin ser molestado.

exclusivamente de la competencia del

El panfleto que se supone fue repar-

UNAM

y al

IPN,

fue un asunto

ejército.”

tido está firmado por José Revueltas en

A lo largo del documento, el catedrá-

el costado derecho de sus tres hojas y

tico plantea una serie de tesis filosóficas

también al calce de la última, debajo de

que fundamentan su lucha. Curiosamente,

la leyenda “Comité de la Lucha Estudiantil.

no hay referencia a la reciente fecha del 2

De la Facultad de Filosofía y Letras”, algo

de octubre, o de Tlatelolco, sino de la toma

que parece inusual, sobre todo si al menos

de C.U. por parte del ejército, lo que hace

hay 500 impresiones, ya que entonces no

pensar que el documento es anterior al 2

había copias fotostáticas. El siguiente es

de octubre y que la

su comienzo:

una “prueba”.

DFS

lo presenta como

Finalmente, de alguna forma que nun“AHORA QUE HACER? ”(ESTRATEGIA Y PERSPECTIVA DEL MOVIMIENTO)

ca sabremos, la detención del maestro José Revueltas sucedería hasta el sábado 16 de noviembre, alrededor de las 12 del día.

”Después que la gran manifestación de-

El cargo judicial todavía no existía, pero

y

eso era lo de menos. Eran los tiempos (¿o

del IPN del día 1º de agosto ha demostrado

seguirán siendo?) del clásico “sabadazo”,

cuan amplio es el sector estudiantil que se

es decir, la detención del sospechoso sin

siente agraviado e indignado por la repre-

orden de aprehensión y cuando no están

sión policiaca, la labor de la vanguardia

trabajando los juzgados.

mocrática de los estudiantes de la

UNAM

conciente consiste en precisar la situación y las tareas correspondientes:

¿En ese momento habría recordado José Revueltas al maestro Mendizábal de

”1) El gobierno ha debido retroceder

su cuento “La palabra sagrada”? Sobre

parcialmente y los sectores más reacciona-

todo: “...cuando el maestro Mendizábal

rios que propiciaron la intervención militar

descendió los escalones con cierta so-

han comprendido el grado de impopula-

lemnidad heroica, con cierta altivez de

ridad de su medida. Ahora quieren hacer

ajusticiado”.

creer que la cuestión de la intervención

El orgulloso capitán, Fernando Gutié19 3

lición de Profesores de Enseñanza Media y Superior Pro Libertades Democráticas. ”Revueltas se ha significado por una actividad francamente subversiva desde el principio del conflicto estudiantil, a través de la citada ‘Coalición de Profesores’ y del Consejo Nacional de Huelga por medio de los estudiantes Roberto Escudero Castellanos y Rufino Perdomo, miembros del citado Consejo y que pertenecen a la llamada ‘línea dura’, los cuales se han opuesto a la reanudación de clases. ”Revueltas también dirige el grupo denominado ‘Comité de Lucha Magisterial’, mismo que ha promovido el paro del día 12 y el mitin efectuado hoy por la mañana en los patios de la SEP. Esta Dirección trata de precisar de qué panfletos subversivos es autor, entre los que se han distribuido durante el movimiento estudiantil. Se adjuntan fotografías. Muy respetuosamente.” (Sólo su firma.) Sería hasta el lunes 18 que se tomaría una primera declaración ministerial, la cual rrez Barrios manda una tarjeta informativa,

es muy breve y viene con una tarjeta del

obviamente sin destinatario:

procurador general de la República, Julio

“El día de hoy fue detenido por esta Di-

Sánchez Vargas, que manda una copia con

rección, José Revueltas, dirigente de la Liga

su atención personal. (¿Al secretario de

Comunista Espartaco y de la llamada Coa-

Gobernación?)

19 4

Esta es una primera declaración, de

las mismas proposiciones de ayuda, pero

apenas un par de hojas, donde José Re-

también hasta lo que consta al de la voz

vueltas declara, el 18 de noviembre de

nunca supo que tales proposiciones fueran

1968, siendo las 19 horas con 30 minutos

aceptadas”.

—siete horas después de su detención—,

¿Acaso se tuvo la intención de involu-

ante el agente del Ministerio Público Fe-

crar a Carlos Madrazo Becerra, quien había

deral Auxiliar, licenciado Rafael Anzures

tenido fuertes enfrentamientos con el pre-

Gorozpe, que:

sidente de la República, como presidente

“...el movimiento estudiantil de huelga,

del PRI, en 1965, por intentar modernizar

a cuyo Consejo Nacional el de la voz per-

el partido, lo que lo obligó a renunciar? Lo

tenecía siempre, por la pureza de sus fina-

único cierto es que esa declaración urgía

lidades, se sostuvo de la ayuda espontánea

antes que cualquier otra.

del público o pequeñas aportaciones de los

Ese mismo lunes, seguro sin mucha

propios estudiantes por lo que siempre se

prisa, Gutiérrez Barrios hizo por darle

rechazó cualquier contribución interesada

formalidad a la detención, ya que en una

de gentes extrañas al propio movimien-

tarjeta reporta a su superior, con cierto

to, ya que llegó a saberse que políticos

alivio, que:

desplazados o con algún resentimiento

“Existe orden de aprehensión librada

hacia el régimen pretendieron, a través de

por el juez primero de Distrito del Distrito

interpósitas personas hacer llegar fuertes

Federal, en materia penal, en contra del

cantidades de dinero para emplearse en

profesor José Revueltas Sánchez, como

los gastos del movimiento, como es el caso

presunto responsable de los delitos de

del licenciado Carlos Madrazo, que a través

Invitación a la Rebelión, Asociación Delic-

de su secretario de apellido Veraza ofre-

tuosa, Sedición, Daño en Propiedad Ajena,

cía ayuda de numerario a algunos de los

Ataques a las Vías Generales de Comuni-

dirigentes del movimiento, pero que estos

cación, Robo, Despojo, Acopio de Armas,

ofrecimientos, hasta lo que consta al de la

Homicidio y Lesiones, éstos dos últimos

voz, siempre fueron rechazados, sabiendo

cometidos contra Agentes de la Autoridad.

también que otros políticos como Braulio

Respetuosamente”

Maldonado y Humberto Romero hicieron

(Sólo su firma.) 19 5

Había pasado medio sábado, el do-

”Durante el movimiento estudiantil,

mingo y casi todo el lunes sin una orden

participó activamente aglutinando a los

judicial que hiciera constitucional la de-

grupos de ideología más radicales inci-

tención de Revueltas. ¿Se habrán llegado

tándolos a no ceder ante el gobierno, in-

a preocupar? Una copia de la misma orden

vitándolos a cometer actos violentos como

de aprehensión se hace llegar con una tar-

medida de presión a sus peticiones. Se

jeta de “atentos saludos” del procurador,

creyó el intelectual liberador de la juven-

obviamente, al precandidato más fuerte

tud estudiantil, por lo que sus seguidores lo

de entonces.

consideraban como un elemento vital para

La semana apenas comenzaba y había

el movimiento estudiantil, otorgándole los

mucho trabajo para ambas partes. Formal-

medios de seguridad y protección para evi-

mente, los interrogatorios eran realizados

tar en cualquier forma su detención.

por el Ministerio Público pero la Dirección

”En su ideología, inquieta y tratando

Federal de Seguridad generaba más docu-

siempre de ser el máximo líder de los mo-

mentos donde informaba la participación

vimientos, y al verse aislado de la mayoría

del profesor en diversas actividades políti-

del estudiantado, trató nuevamente de

cas; ni por asomo se mencionan o susten-

imponerse exponiendo en sus conferencias

tan los cargos de homicidio y lesiones.

una nueva tesis a la que llamó autogestión.

En sus siguientes documentos, la

DFS

Fue detenido por la policía el día 16 de no-

abusa de los calificativos irónicos, que a su

viembre y consignado por varios delitos del

manera resumían las declaraciones minis-

orden federal, por lo que en la actualidad

teriales del profesor.

se encuentra en la cárcel preventiva de

“Escritor duranguense, de filiación comunista, aunque de ideología indefi-

Lecumberri, tratando de aplicar la autogestión ante las autoridades que lo juzgan.

nida aún, ya que en todos los grupos y

”Revueltas, en sus delirios de grandeza,

partidos políticos en que ha militado ha

pensó en crear un partido político Marxista

sido expulsado por su inclinación nata a

Leninista mediante el cual él pudiera ser

la contradicción, exhibicionismo, egolatría

postulado como candidato a la Presidencia

y vanidad, considerándosele siempre como

de la República.”

un dipsómano y eterno inconforme. [...]

19 6

La ampliación de la declaración minis-

197

terial de José Revueltas consta de 16 pági-

1968, el profesor Revueltas, que lucía una

nas; en ella relata toda su vida académica,

cara afeitada, sin la piocha semiblanca que

actividad política y expresión artística.

lo distinguió siempre, escribió una pequeña

Revueltas relata sus inicios políticos

carta, de las que necesita hacer todo escri-

y artísticos como si no existieran los

tor, como un testimonio o simplemente un

biógrafos y las obras que ya entonces lo

desahogo:

habían descrito, como si no fuera hermano

“Escribo estos apuntes en la ignoran-

del ilustre pintor Fermín, de la bailarina y

cia completa de cuál podrá ser su destino

actriz internacional Rosaura, del músico

ulterior. Desde mi aprehensión el sábado

Silvestre, que descansaba en la Rotonda de

16, cerca de las 12 horas se me ha dado

los Hombres Ilustres.

un trato respetuoso y atento, del cual no

Ante el Ministerio Público, Revueltas

puedo quejarme. Se me ha permitido leer

contaba su quehacer artístico, como si

los periódicos y gracias a ello me entero de

sus ya entonces reeditadas novelas no

la muerte de Vicente Lombardo Toledano.

existieran, entre ellas Los muros de agua, El

Lo lamento desde un punto de vista que

cuadrante de la soledad, Dormir en tierra y

podrá parecer casi monstruoso: el hecho de

Pito Pérez en la hoguera, como si no hubie-

que perdimos la oportunidad de polemizar

ra sido el ganador, en ese 1968, del premio

con él en vida. En una forma exhaustiva y

Xavier Villaurrutia a la obra más relevante

hasta no demoler una a una sus posiciones

del año.

ideológicas. [...] Repito que no tengo nada

Habría que imaginárselo sentado en

de qué quejarme en el lugar donde me

una silla durante horas, hablando de él

encuentro, salvo, desde luego, la pérdida

como guionista, como si nadie hubiera

de la libertad. Dejaré para más adelante la

visto La diosa arrodillada, En la palma de

descripción de las incidencias y detalles de

tu mano, Las hermanas Karambazo, La Es-

mi captura y traslado a ‘un lugar del Valle

condida y La ilusión viaja en tranvía, de un

de México’.

Indio Fernández, un Roberto Gavaldón, un

”Escribo estas notas como quien arroja

Julio Bracho o un Luis Buñuel, por mencio-

un mensaje al mar dentro de una botella.

nar sólo a los mundialmente conocidos.

¿A manos de quién llegarán si llegan a

Ese mismo lunes 18 de noviembre de 19 8

manos de alguien? Bueno; escribir ya en sí

mismo es una forma de libertad, que aún

tu alma: a mí no me engañas. ¡Llora peque-

sin papel ni pluma nadie nos podrá arre-

ña puta desvergonzada, llora, que yo no te

batar de la cabeza a menos que nos aloje

traicionaré!”

dentro de ella una buena bala con la que

Al menos ésta fue su última detención, que duró cuatro años, tiempo en el que

termine todo.” Sin embargo, en esta carta, como en

escribió su novela y guión cinematográfi-

sus declaraciones ministeriales, se nota

co El apando, que más adelante realizaría

cierto orgullo de estar ahí. A nadie le

Felipe Cazals. Liberado en 1971, aún le

gustan esos lugares, pero desde los 16

quedarían al maestro José Revueltas cinco

años Revueltas conoció varias cárceles por

años de obra productiva. Pablo Neruda dijo

agitador político, y de todas ellas salía cada

alguna vez de él: “Es una síntesis del alma

vez más fortalecido. ¿Habrá recordado el

mexicana. Tiene como su patria, una órbita

final de “La palabra sagrada”, como dedi-

propia, libre y violenta. Tiene la rebeldía de

cándole esas palabras al

CNH,

a la

DFS,

oa

México”.

sus carceleros: “—Llora, hija mía, descarga

* Investigador periodistico y guionista, es profesor de la UNAM. La investigación de este texto le fue proporcionada por Elizabeth Zamudio Pérez.

19 9

El Boletín del Archivo General de la Nación, núm. 10, 6a época, se terminó de imprimir en diciembre de 2005 en Talleres Gráficos de México. Se tiraron 1000 ejemplares.

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