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Ciencias Sociales: Geografía e Historia 2º ESO
Puerta de acceso a Mihrab Mezquita de Córdoba
Arte islámico de la península ibérica Prof. Ezequiel Parra-Colegio Ntra.Sra. del Pilar
El arte islámico peninsular Por arte islámico se conoce el estilo artístico desarrollado en la
cultura generada por la religión islámica. El arte musulmán peninsular es una manifestación del arte islámico, el
cual nació en Siria bajo la influencia bizantina. Los monumentos islámicos se encuentran diseminados desde la India
hasta los Pirineos. Las primeras mezquitas resultan muy sencillas pero las influencias del
mundo helenístico, romano y bizantino y el rápido florecimiento económico hacen que el arte no pueda resistirse a la belleza material.
Durante la dinastía omeya (661-750 d.C.), cuya capital fue Damasco,
el arte islámico entró en contacto con el mundo bizantino y sirio. Durante la segunda época la dinastía Abasí (790-945 d.C.) la capital se
trasladó a Bagdad y el arte recibe influencias mesopotámicas. Tanto los cambios políticos como la amplitud geográfica hacen del arte islámico un arte único pero de variados estilos.
No obstante a esta variedad, el arte islámico tiene una cierta unidad
estilística, debido al desplazamiento de los artistas, comerciantes, mecenas y obreros. El empleo de una escritura común en todo el mundo islámico y el desarrollo de la caligrafía refuerzan esta idea de unidad. Concedieron gran importancia a la geometría y a la decoración que
podía ser de tres tipos:
Decoración caligráfica
Decoración de lacería
Decoración de ataurique
En arquitectura, crearon edificios con funciones específicas tales como
mezquitas y madrasas (escuelas), siguiendo el mismo patrón básico, aunque con diferentes formas. Prácticamente no hay arte de la escultura pero las realizaciones de
objetos de metal, marfil o de cerámica, alcanzan con frecuencia una alta perfección técnica. Existe también una pintura y una iluminación en los libros sagrados y
profanos.
1. Características generales 1º) Gusto por la decoración y poco interés por los problemas
constructivos. 2º) Decoraciones en placas de yeso que luego se inscriben en el muro. 3º) Policromía en los tableros de yeso y en la cerámica vidriada. 4º) Gran importancia al uso de la madera. 5º) Decoraciones naturalistas donde se excluyen los temas animales. 6º) Decoración basada en temas geométricos y la estilización de los
temas vegetales, basándose en la reiteración o repetición de temas.
7º) Empleo sistemático de la columna, el arco, la bóveda y la cúpula. 8º) El arte árabe carece de esculturas, el Corán prohíbe la
representación del mundo animado. El agua (surtidores, fuentes, baños y albercas) es el elemento sintonizador entre el espíritu y el mundo sensible. 9º) Simplicidad extraordinaria en la decoración exterior. La belleza se
encuentra en el interior. Debido a esto, las estructuras son cúbicas coronadas por cúpulas y medias cúpulas. 10º) El monumento por excelencia es la mezquita.
2. Períodos y artes En el arte islámico peninsular podemos reseñar cuatro períodos que coinciden con las cuatro etapas de la presencia musulmana en la península. Período cordobés (o arte califal) Período de las taifas Período almohade y almorávide Período granadino (o arte nazarí) Las artes menores
2.1. Período cordobés (arte califal) En al-Ándalus se desarrolla un arte original e independiente de Oriente. La
originalidad le viene de sus contactos y conocimiento del arte romano, visigodo y románico. Este es uno de los períodos más esplendorosos del arte islámico. Tienen influencias hispanorromanas, sirias y bizantinas. Se desarrolla entre los siglos IX y X. Cuando en Occidente aún no ha aparecido el románico. Emplea el muro de piedra con sillares bien labrados, el hormigón y la mampostería. Pero también aparece el ladrillo y el yeso. El soporte preferido es la columna con fuste y capiteles de estilo hispanorromano, en el que destaca el orden corintio estilizado. Se superponen los soportes para ganar altura, poniendo una columna sobre un pilar o sobre otra columna. Los capiteles llevan encima amplios cimacios, lisos o decorados de manera geométrica, en los que se apoyan los arcos de herradura. El arco de herradura es de origen visigodo, pero en Córdoba se perfecciona y se hace un poco más peraltado. Desde aquí se difunde a todo el mundo islámico que lo adopta como una de las señas de identidad de su arte y su cultura. Los arcos de herradura más cerrados se hacen en el siglo X.
Aparecen los arcos lobulados de tres o cinco lóbulos. Las dovelas se decoran, en principio se alternan las dovelas blancas y rojas,
más tarde se alternarán dovelas decoradas y lisas. Los arcos, a veces, se entrelazan para formar arcos apuntados y mixtilíneos. No forman bóvedas sino que son perpendiculares al muro y forman vigas para sostener una cubierta plana, o una falsa bóveda de crucería. Se combina el arco y el dintel. El arco puede ser un elemento decorativo o un elemento de descarga. Cuando el arco forma parte del muro se enmarca con un alfiz, que generalmente está decorado. La cubierta suele ser plana o una falsa bóveda, que da como resultado una bóveda gallonada y abundantemente decorada. Pero no faltan ejemplos de bóvedas de cañón y de arista. La más original es la bóveda califal, formada por una serie de nervios entrecruzados que dejan un espacio central en el que se sitúa una bóveda gallonada. También son características las almenas escalonadas que rematan los edificios. La decoración es compleja y variada. Utiliza todos los convencionalismos de la decoración musulmana. Está realizada en mármol, estuco, alicatado e, incluso, mosaico. Los edificios más representativos de este período son:
la mezquita de Córdoba, de larga historia constructiva y resumen de todo el arte el palacio de Medina Azahara (construido Abderramán III en el 936, como palacio califal y centro del poder. Se trata de una auténtica ciudad privada. El conjunto está rodeado por una muralla).
La mezquita de Córdoba
Las mezquitas son templos de extraordinaria sencillez orientados a la Meca. Compuestos por un patio interior abierto con arquería (Shan), una fuente (Sabil) para los peregrinos y una torre (Assoma) o alminar. El interior lo domina un muro de fondo orientado a la Meca (Alquibla) y en él una hornacina para guardar el Corán (Mirhab). El espacio inmediato a la Alquibla está dedicado al Califa (Macsura).
La mezquita de Córdoba responde al modelo hipóstilo con una sala de
oración de once naves perpendiculares a la alquibla. Consta de dos pisos: el inferior, con columna con un capitel corintio estilizado que sostienen arcos de herradura y las dovelas alternan los colores blanco y rojo; y el piso superior, en el que encontramos pilares que se apoyan en las columnas y sostienen arcos de medio punto.
Esquema de mezquita
mihrab alquibla
fuente
patio interior sala oración
alminar
arquería rodeando el patio
La “Puerta de Alhaquén II” tiene tres calles y dos cuerpos. La puerta central es adintelada enmarcada en arco herradura, con alfiz y ventanillas de arcos de herradura entrelazados en el segundo cuerpo. En los laterales tiene ventanas cubiertas con celosías sobre las que coloca arcos polilobulados.
almenas escalonadas arco polilobulado
arcos de herradura entrelazados epigrafía alfiz decorado arco de herradura tímpano y dintel combinados
2.2. Período de taifas La descomposición del califato de Córdoba, y la aparición de las taifas,
favorecen la Reconquista, abriendo un período de inseguridad, pero también de intercambio cultural. Es la época del románico pleno. Se popularizan las formas califales. Todos quieren imitar el esplendor de Córdoba, pero no tienen su dinero, así que utilizan materiales pobres pero que parecen buenos. Predominan el ladrillo y la mampostería recubiertos con yeso y estuco, y pintura de esmalte. Es un arte muy decorativo y efectista. Surge el arco mixtilíneo, con zonas curvadas y rectas, quebradas, de alto valor decorativo. Se entrecruzan los arcos, e incluso hay arcos ciegos. Esta se considera la época «barroca» del período califal. La mayoría de las mezquitas de taifas han desaparecido, por la pobreza de los materiales y por que fueron convertidas en iglesias cristianas. Sin embargo, se conservan mejor los palacios, y sobre todo los edificios militares, alcázares, alcazabas, murallas, torres, etc. Destacan la Aljafería de Zaragoza, las murallas de Almería o las alcazabas de Málaga o Granada.
2.3. Período de almohades y almorávides Tras el período de taifas el poder político se traslada al norte de África.
Predominan los edificios religiosos, mezquitas de carácter austero. En la cristiandad comienza a aparecer el gótico. Utilizan el ladrillo y la mampostería. Se enriquecen las techumbres con mocárabes y se decora con yeserías. El soporte por excelencia es el pilar, hecho de ladrillo. El arco se vuelve, aún más, un elemento decorativo, y abundan los arcos ciegos, entrecruzados, lobulados, etc., generalmente de herradura y apuntado, y enmarcado por un alfiz. No obstante, predomina lo constructivo sobre lo decorativo, y se diluye el horror vacui. Destaca la cerámica vidriada para la decoración y la decoración vegetal. El mayor carácter militar de los almohades les lleva a construir edificios militares, murallas, torres albarranas, alcazabas, etc. Los edificios más representativos son los de Sevilla: la Giralda, el alcázar y la torre del Oro y la Qutubia de Marraquech.
2.4. Período nazarí El reino de la taifa de Granada fue el que más duró de todo el período
musulmán de al-Ándalus. Evolucionó en un círculo cerrado de gran creatividad. Los soportes suelen ser pilares y columnas. Se crea la columna nazarita, formada por un fuste fino y liso que se levanta sobre una basa ática y que posee una serie de collarinos que preceden al capitel. La tipología de los arcos es muy variada, pero los más característicos son: el arco de medio punto peraltado, y el arco apuntado con mocárabes en el intradós. Las techumbres están ricamente decoradas, lo que oculta la pobreza de los materiales. Existe todo tipo de bóvedas repletas de mocárabes. La decoración presenta todos los convencionalismos habituales, pero sobresale la belleza de la epigrafía. En la parte baja del muro hay un zócalo con piezas de cerámica y yesería. Todo combinado con gran originalidad. Los edificios más emblemáticos son la Alhambra y el Generalife.
La Alhambra de Granada
La Alhambra es el edificio más destacado, en el que se resumen todas las características del arte nazarita. Se trata de un edificio civil y militar situado en una colina. Hay una alcazaba y un palacio, además de una extensa zona ocupada por los sirvientes. Destacan los jardines, y sobre ellos el Generalife. Todo el conjunto representaba un trozo del paraíso.
Artes “menores” En Europa se llaman artes menores a
las artes decorativas. Sin embargo, en las tierras del islam, como en otras muchas culturas antiguas, estas artes se han utilizado muchísimo con fines más artísticos que utilitarios y alcanzaron gran punto de perfección. Por lo tanto, si los artistas islámicos no se interesaron en la escultura por razones principalmente religiosas, nos dejaron pruebas de un ingenio y una maestría notable en las artes del metal, la cerámica, el cristal, y el cristal de roca; y también en piedras duras como la calcedonia, el tallado en madera, la marquetería y el marfil, ... Píxide de Al-Mughira (968 d.C.) Caja de marfil omeya. Museo del Louvre (encontrado en Medina Azahara).