Arte para la diversión y reflexión Páginas 6 y 7

Publicación de la Campaña NO HAY EXCUSA• Paraguay 2007 Arte para la diversión y reflexión Páginas 6 y 7 Expulsadas de sus comunidades por el desemp

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Publicación de la Campaña NO HAY EXCUSA• Paraguay 2007

Arte para la diversión y reflexión

Páginas 6 y 7

Expulsadas de sus comunidades por el desempleo y la pobreza Página 10

Los derechos de la infancia en la mirada empresarial Página 9

Necesarias, invisibles, discriminadas Página 2

Carpir, cosechar y jugar Página 3

invisibles

TRABAJO DOMÉSTICO EN PARAGUAY

Necesarias,

invisibles, discriminadas

discriminadas

El trabajo doméstico es la principal ocupación de las mujeres paraguayas. Una de cada cinco mujeres de 12 años en adelante se emplea en este sector. Más de la mitad tienen entre 15 y 29 años, según datos del Censo Nacional de Población de 2002.

“Nuestro papá se murió en la guerra del Chaco y nos quedamos cinco criaturas. Mi mamá empezó a trabajar en casas de familia y nosotros nos criamos con mi abuelo y con mi abuela y una mi tía. Después, un día se fue una señora a buscarme porque quería para su niñera y yo vine. Tenía 12 años, vine en aquellos tiempos, sufrí mucho, porque yo vine de la campaña y no conocía nada y la que me tocó como patrona era muy mala, yo me recuerdo de eso”. El testimonio —recogido en la investigación “Invertir en la familia. Las voces del TID: develando injusticias desde otro tiempo cultural”, publicado por la OIT — corresponde a Reina, pobladora del Bañado Sur, de Asunción. Sus palabras reflejan la historia de muchas jovencitas del interior paraguayo que llegaron a la capital como criaditas y hoy forman parte de las cientos de miles de trabajadoras domésticas que contabilizan las estadísticas oficiales en el país.

IDIOMA UNIVERSAL “Oré trabajadora doméstica ró ñe´é, pero ndo je japoí la ro e´a” (nosotras hablamos pero no se hace lo que decimos), dice Amalia Romero. La Secretaria General del Sintradop se refiere al debate suscitado en torno a la legislación que regula el empleo doméstico. La frase de Amalia también resulta aplicable a los constantes reclamos sindicales sobre la necesidad de cambiar una legislación laboral injusta y abiertamente discriminatoria. “Los que escriben estas leyes son abogados y ¿qué abogado quiere pagarle sueldo mínimo a la trabajadora doméstica en su casa?”, se pregunta Amalia. La gente del CDE, organización que viene trabajando muy de cerca sobre la naturaleza y los aspectos legales del trabajo doméstico en el país, opina que todavía no están dadas las condiciones para cambiar las reglas del juego. “Estamos frente a un pacto social, traducido en el código del trabajo, que no es democrático”, afirma Hugo Valiente. “Es un caso típico de una discriminación perpetrada por el Estado. Cuando el Estado discrimina, la discriminación adquiere entidad institucional”, agrega Lilian Soto. El estado, sin embargo, es todavía, increíblemente, más sensible al tema que otros actores sociales, incluso aquellos que levantan las banderas de la igual-

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Las cifras son enormes y los testimonios desgarradores. Según los números de la DGEEC, Asunción y el Departamento Central albergan a casi el 80% de las trabajadoras domésticas paraguayas, la mayoría —como Reina—, mujeres campesinas, migrantes y muchas veces sin ningún tipo de escolaridad.

La legislación es mezquina. No solo le fija menos salario, sino que no le da vacaciones ni descanso semanal. Valiente argumenta que el empleo doméstico es, quizás, “el único caso donde la costumbre social del descanso semanal establece una norma consuetudinaria que es mejor que lo que norma la ley”.

El salario es el que marca la diferencia, el eje por el que se descuelga una historia de discriminación que —como señala Line Bareiro, del CDE— se remonta a las primeras encomiendas sobre servidumbre de la época colonial, responsables de institucionalizar el criadazgo y el abuso como prácticas culturales. “Cuando acá los conquistadores se apoderan de las mujeres guaraníes, las querían para sus camas y para el servicio doméstico”, dice la investigadora del CDE.

En 1967 entró en vigencia la Ley 1085, que incluyó en el seguro obligatorio a las trabajadoras domésticas de Asunción, por riesgos de maternidad, enfermedad y accidentes de trabajo. Esta legislación en principio tenía la intención de extenderse progresivamente a todo el país, pero hasta hoy, 40 años después, “no se extendió siquiera a Lambaré”, afirma Lilian Soto, del CDE.

El sueldo de una doméstica equivale al 40% del salario mínimo de cualquier otra actividad laboral, según lo establecido en el Código Laboral. “Es una categoría diferenciada con menos derechos legales”, señala Hugo Valiente, también del CDE. Según dice, y tal como testimonian protagonistas como Amalia Romero y Marciana Garay, secretaria General y de Relaciones, respectivamente, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (Sintradop), la práctica en muchos casos es mejor que lo establecido por la ley.

sólo el 7,5% de las trabajadoras domésticas contaba con algún seguro en 2001. Las domésticas tampoco tienen derecho a la jubilación. En los papeles, las adolescentes están mejor amparadas que las adultas. Deben contar con autorización de su familia o tutores y tienen derecho a un contrato, un salario piso del 60% del mínimo vigente y la ley Nº 1680, de 2001, establece una jornada máxima de 6 horas diarias y para quienes estudien, de 4, además de 30 días de vacaciones anuales.

El seguro social empezó a ser efectivo en enero de 1967. El IPS prohíbe asegurar a las criaditas y trabajadoras domésticas a partir de cierta edad. “Es un seguro muy limitado porque no las cubre contra todos los riesgos, como ocurre con el resto de los trabajadores y, además, no responde a la realidad del servicio doméstico donde hay muchas niñas trabajando”, señala Line Bareiro. Según datos del Departamento Actuarial y Estadísticas del IPS, en 2002 había unas 5015 trabajadoras domésticas aseguradas. De acuerdo a las cifras de la DGEEC, Line Bareiro

dad. “El sindicalismo es todavía refractario de aquel pensamiento que no considera a las trabajadoras domésticas como un sector estratégico de la lucha sindical, se cotiza poco y no es un sector con mucha capacidad de movilizar”, afirma Soto. “No se trata de presentar un proyecto de ley que modifique el Código Laboral porque estamos frente a un pacto que hay que desmontar, disputando ese discurso de clase que nos hace patronales a la hora de discernir sobre el trabajo doméstico. Hay que cambiar un pensamiento que se ha estandarizado”, señala Valiente. El CDE realizó hace poco un estudio comparativo de la legislación sobre servicio doméstico de los países del Mercosur, de donde resultó que Paraguay tiene la normativa más atrasada, lo que no quiere decir que el resto de los países del bloque no discriminen. “La diferencia es que en los otros países hay mayores acciones reivindicativas, las trabajadoras tienen mayor nivel de sindicalización”, señala Valiente. Según dice, esto viene de la mano de procesos políticos más aperturistas para el tratamiento de determinados temas. Bolivia, Brasil y Uruguay han modificado sus legislaciones hace muy poco tiempo. Las empleadas domésticas de estos países no conquistaron la igualdad, pero ganaron derechos. Argentina y Brasil realizaron cam-

pañas muy fuertes para blanquear el trabajo doméstico. Fueron campañas con enfoque en las ventajas para los empleadores, que se beneficiaban con la deducción de sus impuestos a la renta. “Las campañas tuvieron bastante éxito”, señala Line Bareiro, aclarando que “sirvieron para que las mujeres conquistaran derechos, pero no ayudaron a generar una conciencia crítica sobre el trabajo doméstico y la situación de las trabajadoras”. En este sentido, Amalia Romero y Marciana Garay, que participaron en diversos foros sobre el tema en América Latina, Europa y Asia, opinan que la discriminación “es un lenguaje universal”. “En el Foro Mundial de Mujeres, de 1995, en Beijing, organizamos un taller con trabajadoras domésticas del mundo y vimos la misma situación”, cuenta Amalia. Marciana, que participó recientemente de un encuentro en Holanda, dice que las trabajadoras domésticas europeas tienen mejores salarios y una legislación más progresista, pero que la modalidad del empleo por

lo general se hace al margen de la ley, tomando migrantes ilegales con salarios en negro y jornadas interminables. Maridí González, del CDE, rescata como una anécdota las palabras de una adolescente trabajadora doméstica en un encuentro realizado en Ycuá Saty: “En una parte del encuentro las chicas agradecían, y una de ellas dijo algo que ilustra el grado de maltrato que sufren en sus lugares de trabajo, pidiendo a sus compañeras que aprovecharan el espacio, porque nos dan buena comida, nos dan buen trato, nos tratan como gente”.

Hugo Valiente, Lilian Soto, Maridi Gonzalez y Line Bareiro

TRABAJO INFANTIL RURAL

jugar

Carpir, cosechar y jugar

Cosechar En el campo, las criaturas siembran, carpen, cosechan, acarrean agua, ordeñan animales, recolectan huevos, manipulan herramientas. Lo hacen en las pequeñas y en las grandes plantaciones. Con remuneración o gratis, como parte de una empresa familiar que trabaja para subsistir, muchas veces en condiciones miserables. Algunos, quizás los más, son como el Pirulí, de Roa Bastos: somnoliento diablito naranjero de hondita al cinto, hermoso y terrible. Los chicos de Iturbe, pueblo natal y escenario de los relatos de Roa, siguen poniendo el brazo en las muelas del trapiche, en una historia real de desenlace igual de violento, golpes múltiples, poca comida y casi nada de escuela. La caña de azúcar es uno de los cultivos extendidos a fuerza de mano de obra esclava desde la época colonial y, como el algodón y la yerba mate, funciona todavía con similares patrones de explotación. En esa lógica de malos salarios, jornadas extenuantes y usura, niños y niñas juegan al hombre invisible en cañaverales por todo el Guairá. Se calcula que por cada pareja de campesinos golondrina hay al menos tres niños o niñas y alguna en camino. El 12 de junio se recuerda el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, fecha instituida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y este año llevó, precisamente, el lema “Agricultura libre de trabajo infantil. La cosecha futura”. Algunas de las actividades que realizan niños y niñas en el campo figuran en la lista de trabajo infantil peligroso definido por el Paraguay, porque implica la exposición a gases y el contacto con productos, sustancias u objetos tóxicos, como combustible, carburante y agroquímicos; la manipulación, transporte, venta, aplicación y disposición de desechos; y la exposición a temperaturas extremas en invierno como en verano. El trabajo infantil rural se encuentra íntimamente vinculado al tipo de producción campesina, que utiliza la mano de obra familiar para la satisfacción de las necesidades básicas del grupo. Normalmente, son los varones adolescentes

quienes acompañan al padre en las tareas agrícolas, ya sea en la finca familiar o afuera; pero si la situación lo amerita, como suele ocurrir en épocas de cosecha, se recurre a niños, niñas y mujeres. Niños, niñas y adolescentes están expuestos a los agroquímicos empleados en el proceso de producción, la gran mayoría a base fósforo, una sustancia utilizada como arma química en Indochina y cuyo uso está reglamentado o prohibido en el país. La prohibición no impide su existencia y aplicación, como comprobó en más de una ocasión la Secretaría del Ambiente, encontrando residuos químicos con niveles 7 veces mayores que los tolerados por la Organización Mundial de la Salud. El 7 de enero de 2003, Silvino Talavera, de 11 años, moría a las pocas horas de quedar envuelto en una nube química arrastrada por el viento sobre el área poblada de Pirapey, Itapúa. El caso asomó como bandera y sacó a la luz una aterradora historia de envenenamiento con herbicidas en distintas partes del país. “Es espeluznante ver la cantidad de niños campesinos afectados por los agroquímicos, sobre todo por la alta exposición de las madres a los herbicidas y fertilizantes durante el embarazo”, dice el sociólogo Tomás Palau, autor de varias investigaciones sobre la distribución de la tierra en Paraguay y el avance de los cultivos transgénicos a costa de la salud y el medio ambiente. Petrona Villasboa, la mamá de Silvino, habla de por lo menos otros 20 casos parecidos al de su hijo en Pirapey. Silvino no pulverizaba cultivos con el matatodo favorito de los sojeros, pero su caso habla fielmente sobre los efectos de la exposición a químicos agrícolas como el que manejan muchos niños y niñas de su edad, en algodonales, cañaverales y cultivos de todo el país.

UNA PEQUEÑA MUESTRA DEL DRAMA Un estudio realizado entre agosto y septiembre de 2004 por la organización Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) en los distritos de Curuguaty, Ygatimí y Yacy Cañy, del departamento de Canindeyú, con el apoyo de la OIT y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), encontró a 388 niños y 417 niñas realizando actividades agrícolas, la mayoría de entre 5 y 11 años de edad. La investigación se hizo entre 833 pequeños productores beneficiarios del Proyecto sobre “Seguridad alimentaria e incremento de los ingresos para las comunidades rurales e indígenas, a través de la tecnificación para la producción agrícola sostenible”. Según el MPDL, en el 86,2% de las fincas trabajan personas de menos de 18 años. La mayoría lo hace una media de cinco horas diarias y alrededor del 15% trabaja más de cinco horas al día, expuestos al sol y al calor, soportando temperaturas de entre 30 y 40 grados, en verano, y gélidas jornadas en invierno. Del total de los jefes de familias que respondieron que los niños y adolescentes realizan pulverizaciones, se encontró que el 94,3% utiliza el pulverizador a espalda manual para la aplicación de agrotóxicos. Existe una franja de 0,8% de niños y niñas de 5 a 7 años que pulverizan, en el rango etario de 8 a 11 años el 5,8% de 12 a 14 el 8,9%; y el 20% son adolescentes de 15 a 17 años. La escala se achica en proporción a la edad de los fumigadores, revela igualmente un drama de proporciones incalculables. La fumigación no es la única tarea en que los precoces agricultores se exponen al contacto con sustancias de alta toxicidad o al peligro. La disposición final de los residuos químicos, sobre todo los envases de los productos, también son tareas que muchas veces les competen a sus inexpertas manos. La investigación del MPDL reveló que el 33,7% de los niños y adolescentes de esos tres distritos de Canindeyú entierran, quema o lava y recicla los envases de veneno para guardar leche o agua para el consumo familiar. Casi todos, conocen cómo manejar el combustible para las quemas que suelen hacerse entre zafra y zafra, especialmente en el algodón, cuyos rastrojos se queman antes de la siguiente campaña para eliminar las plagas que quedaron del cultivo anterior. Machetes, palas, azadas, hachas, foizas, motosierras, pulverizadores, arados, son todas herramientas con las que niños, niñas y adolescentes rurales del país están muy familiarizados. El estudio de la MPDL en Canindeyú encontró que 201 niños y adolescentes (35,1%) utiliza regularmente el machete, 142 trabajan con palas (24,8%) y 158 con la azada (27,6%). Arma-

dos de estos filosos implementos, la mayoría interviene en la cosecha y la carpida, arrasando las malezas con la azada, o a machetazo limpio, cuidando de no remover el suelo. Como cualquier población pobre del país, la educación y la salud no son instancias de fácil acceso. El informe del MPDL revela que la mayoría va a la escuela, pero los grados de escolaridad disminuyen según pasan los años y son pocos quienes consiguen continuar el colegio secundario. Según la investigación Infancia y adolescencia trabajadora de Paraguay de Roberto Céspedes, el 20,1% de la población infantil rural no asiste a clases (173.049 niños y niñas), frente al 9,6% de inasistencia en el área urbana (92.356 niñas y niños). “El nivel de repitencia es altísimo, ninguno va al grado acorde a su edad. El nivel de ausentismo también es bastante alto, sobre todo en épocas de zafra como el algodón”, señala Isabel

Apoyo escolar

González, del MPDL. La organización trabaja con proyectos productivos en Canindeyú, Misiones y Paraguari, y en sus intervenciones consiguió un logro del que González habla con el orgullo de quien consigue algo increíble: “A través del apoyo escolar conseguimos que todos pasaran de grado”. El 79,7% de las familias encuestadas en Canindeyú tiene acceso al centro de salud. “Es un porcentaje alto, en comparación con otras zonas del país”, opina González. De todas maneras llegar al puesto sanitario no es sencillo. El 38,1% debe recorrer hasta 5 kilómetros, la mayoría hace esa distancia a pie y demora hasta una hora en llegar. Cosechar y carpir son las tareas más comunes de esa menuda población rural que se extraña como duendes entre las hileras de cultivos, con sus cuerpitos doblados por el peso de la azada o asiendo trabajosamente un machete demasiado grande para manitos que apenas empiezan a curtirse en un oficio en el que quedarán irremisiblemente atrapadas.

Isabel Gonzalez MPDL

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Internacional

Encarnación y Posadas en la ruta de la trata

trata

El viaje comienza en Posadas y puede terminar muy lejos de casa. La capital de la provincia argentina de Misiones, fronteriza con Encarnación, recoge el flujo de la trata interna y proveniente de Paraguay. Decenas de niñas, adolescentes y mujeres adultas son redistribuidas en una compleja red de tráfico humano que soborna, secuestra y mata. El viaje comienza en Posadas y termina en una entramada telaraña de prostíbulos, cabarets y whiskerías que alcanza hasta la Patagonia, donde el frío, la soledad y la distancia ahogan cualquier pedido de auxilio. Hasta el año pasado, las redes de trata de personas utilizaban los convoyes semanales de El gran capitán, el tren que une la capital de la provincia argentina de Misiones con Buenos Aires, pero el accionar de la Coalición Alto al Tráfico y a la Trata, conformada por media docena de ongs y el gobierno, obligó a las organizaciones criminales a buscar mecanismos alternativos para transportar a sus víctimas hacia los puntos de destino. La Terminal de ómnibus posadeña, empero, continúa como la puerta de salida de mujeres misioneras y paraguayas que viajan engañadas hacia un destino que registra secuestros, maltrato y muertes violentas. El caso de una adolescente de Ciudad del Este que escapó de un prostíbulo en la localidad bonaerense de Pergamino y a duras penas consiguió volver a su casa en el Alto Paraná, describió una de las rutas que utilizan las redes que operan en la frontera entre Encarnación y Posadas. En su denuncia, la jovencita relató los pormenores de su reclutamiento y la manera en que fue sacada del país con documentos falsos. De Ciudad del Este la trajeron a Encarnación y al cabo de varios días por pueblos cercanos, como Cambyretá y Capitán Miranda, cruzó a Posadas por el puente internacional y abordó un ómnibus en la Terminal. La muchacha hizo junto a otras chicas el recorrido que las redes utilizan cuando transportan menores de edad. Es una ruta a bordo de removidos, buses de media distancia, menos con-

trolados por Gendarmería que los del servicio directo. Viajó de Posadas a Virasoro y de allí atravesó la provincia de Entre Ríos hasta llegar a Pergamino y encontrarse con que no iba a trabajar en una casa de familia como le habían dicho, sino como prostituta en un cabaret del conurbano. En su fuga, la adolescente se valió de la ayuda de un cliente y el descuido de sus captores. Es una modalidad muy utilizada por las víctimas que consiguen huir, según el informe de la Organización Internacional para las Migraciones. Al llegar a Posadas y encontrarse sin documentos, formuló la denuncia judicial y volvió a Ciudad del Este por medio del Consulado paraguayo en la capital misionera. “El consulado interviene casi a diario. Hay una red de explotación en ambos países. Conocemos muy de cerca la problemática”, señala el cónsul paraguayo en Posadas, Luis Bécker Genes. Bécker, Gladis Villagra Castellano, cónsul adjunto, y el vicecónsul Heriberto Gamarra, se ocupan a menudo de chicas que llegan escapadas de antros donde las tenían como esclavas sexuales. “Es muy poco lo que podemos hacer igualmente, es muy limitada nuestra función, porque nosotros intervenimos cuando el delito ya se consumó, no podemos evitarlo”, coinciden Villagra Castellano y Gamarra. “Lo único que podemos hacer es pedir auxilio a las autoridades argentinas y tratar de localizar a las chicas que se reportan como desaparecidas”, agrega el Vicecónsul, refiriéndose, de paso, a otro de los mecanismos comunes de reclutamiento de niñas, adolescentes y jóvenes: el secuestro. El Consulado registra casi un centenar de denuncias sobre muchachas desaparecidas en Paraguay y sospechadas de haber sido introducidas a Argentina por Posadas.

Estación de Posadas

El distrito de La Paloma, en el Departamento de Canindeyú, registra un caso similar e increíble: unas 50 mujeres fueron en bloque a España y desde hace 3 años no se sabe nada de ellas. Uno de los casos más aterradores de trata en Argentina, independientemente de aquellos en que las víctimas encontraron la muerte disfrazada de suicidios o accidentes, es el de una joven paraguaya que estuvo secuestrada 8 años en un prostíbulo de La Rioja, hasta que un allanamiento de la policía y la justicia la encontró y la devolvió a su familia.

FRONTERAS SOBORNABLES “La Argentina tiene un problema importante de trata interna focalizada en algunos lugares. Misiones es una provincia de origen. Hay un esquema bastante presente en el territorio: no es algo que pasa en dos o tres pueblitos, sino que hay una red importante, bien organizada, con capacidad de reclutar y utilizar mujeres”, señalaba al diario porteño Página 12, Eugenio Ambrosi, director regional de la OIM para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. La provincia argentina de Misiones y el departamento paraguayo de Itapúa son lugares de origen y tránsito de la trata interna e internacional de mujeres en ambos países. Por Encarnación salen de Paraguay un número incierto de niñas y adolescentes para ser explotadas sexualmente en las provincias argentinas, muchas de ellas quedan atrapadas en los laberintos del tráfico, objeto del alquiler y venta, en una múltiple trata que puede llevarlas a lugares tan distantes como Oceanía y el sudeste asiático.

El trámite de documentos involucra, necesariamente, la compra de voluntades en instituciones oficiales. En el informe de la OIM se recogen testimonios de víctimas e informantes anónimos que sostienen que un permiso trucho de viaje para una menor de edad cuesta 100 dólares por persona en Encarnación, y que la coima promedio en la frontera argentina es de 300, aunque hay también otras voces que hablan de sumas muy inferiores. “De contrabando nos hicieron pasar. Pagaron 50 pesos a unos motoqueiros de la Terminal. Cuando eso yo tenía 18 años y era menor en Argentina, así que tuvo que transar con un gendarme y nos hizo pasar, ya con entrada al país”, contó una chica de Encarnación, víctima de la trata hacia Argentina. “Acá en Pacu Cuá hay muchos canoeros. En un viaje ellos ganan 100 mil guaraníes por llevarle a las muje-

De los 118 casos relevados en el informe del organismo internacional en Paraguay, 62 corresponden a mujeres que fueron llevadas a la Argentina, y 32 hacia España. Hay, de todas maneras, un importante sub registro, cultivado en el caos fronterizo y retroalimentado con funcionarios permeables al soborno en los distintos niveles de la administración aduanera y migratoria.

La frontera argentina está informatizada y la Dirección de Migraciones de ese país siempre intentó forjarse una imagen de eficiencia e incorruptibilidad, pero los hechos y testimonios demuestran que ingresar clandestinamente o con documentos apócrifos a Argentina por Posadas es más sencillo de lo que puede imaginarse.

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La misma cónsul adjunto en Posadas, Gladis Villagra Castellano, habla de “funcionarios desleales a ambos lados de la frontera”.

Según el informe de la OIM, la Secretaría de la Mujer de la Gobernación de Itapúa recibió denuncias de madres que dijeron haber entregado a sus hijas para que estudiaran en España y fueron traficadas por Posadas.

El informe de la OIM recoge el testimonio de una adolescente del barrio Itá Paso de Encarnación y el diálogo que mantuvo con un funcionario de Migraciones en el centro de frontera argentino, en la cabecera del puente internacional. “Te voy a dar la entrada al país por plata”, contó que le dijo el funcionario argentino.

De derecha a izquierda: el Cónsul Luis Becker, la Consulesa Gladys Villagra y el Vicecónsul Heriberto Gamarra.

“puede haber complicidad de individuos que por su propia función pública, sean policías o funcionarios, hacen más fácil el crimen”.

No hay casos comprobados de corrupción entre los funcionarios fronterizos, pero tal como señala Ambrosi

Sede Consular en Posadas

res”, testimonió un dirigente vecinal de ese barrio encarnaceno, ribereño con el río Paraná, sobre las incursiones nocturnas hacia las zonas costeras menos pobladas de Posadas. Según el testimonio de un hombre que oficia de contactador (encargado de buscar chicas para una red argentina), entre 6 y 7 chicas son llevadas a Buenos Aires cada 22 días por una persona, al parecer el propietario de un club porteño, que viene a la Zona Baja de Encarnación. Claudia Lascano, coordinadora de la Coalición Alto al Tráfico y a la Trata, de Argentina, sostiene que en Paraguay “hay un trabajo intenso desde la voluntad de la sociedad civil, que es utilizada por el Estado paraguayo para decir que tiene acciones, pero no son políticas de Estado”.

Adolescentes en wiskerias y locales de alterne

La activista argentina opina que “si Paraguay tuviera políticas de Estado, reconocería la trata interna que tiene, que no está siendo considerada. No hay políticas de protección y cuidado de las fronteras, vemos cómo las menores pasan sin ningún tipo de control allá y nosotras tenemos que parar acá, interceptando”.

TRABAJO DE LA COALICIÓN El trabajo de Lascano y su grupo consiste en tareas de inteligencia, a través de una red de informantes, y vigilancia en los puntos de salida de Posadas. Así, consiguieron disuadir en alguna medida a las organizaciones criminales de seguir utilizando el ferrocarril hacia Buenos Aires como medio de transporte fuera de la provincia. En los últimos seis meses de 2006 lograron que retornen a sus hogares unas 30 chicas paraguayas y 15 de diversas localidades misioneras. La mayoría tenía entre 14 y 16 años; algunas, apenas 12. “Fijamos objetivos claros de cómo íbamos a actuar en toda la entramada del negocio de la trata. Recibimos avisos de informantes. Empezamos a intervenir en los trenes. Fuimos armando las rutas de las sacadas, principalmente de niñas y adolescentes, tanto de la provincia de Misiones como de Paraguay, que cruzaban por el puente San Roque y tenían como destino diferentes provincias de Argentina”, resume Lascano la estrategia de la coalición de organizaciones sociales que coordina. Haciendo un recuento, la activista social evalúa que se avanzó desde las organizaciones sociales, que tienen clara la meta sobre la importancia de aplicar políticas de Estado. “Hay que involucrar, obligar al Estado” sostiene. “Todo lo que fuera objeto podía ser controlado, vigilado, pero las adolescentes eran bienes que se podían llevar y traer sin ningún tipo de problema”, dice. La Coalición acudió entonces al Ministerio del Interior y consiguió articular una estrategia conjunta con las fuerzas de seguridad federales, como Policía Federal y Gendarmería Nacional y Prefectura Naval, para que de ahí en adelante acompañara a los activistas en los operativos. A partir de ahí, los procedimientos empiezan a ser más eficientes. Sin embargo, Lascano, reconoce que un área vulnerable y donde la Coalición no ha podido todavía hacer pie es el Poder Judicial. “No trabajan con los protocolos internacionales, la Justicia es un tema pendiente”, señala.

LA CUEVA DEL TÍO TITO Si bien Posadas es un punto de partida, Misiones es también una provincia de destino temporal. Una causa judicial tramitada en Argentina estableció que una joven paraguaya de 19 años fue reclutada en Mayor Otaño por una conocida de su tía para trabajar como empleada doméstica. Cruzó a Misiones y fue trasladada a Campo Viera, a un local llamado Ruby Bar, propiedad de la reclutadora. "Ahí se entera que el trabajo no era el prometido", señala el estudio de la OIM. Las mujeres permanecían durante un tiempo en el local y luego eran llevadas.

Otra causa judicial radicada en Necochea, comprobó que mujeres provenientes de Caaguazú eran llevadas primero a la localidad misionera de Puerto Esperanza, donde permanecían cerca de un mes. “Algunas eran explotadas sexualmente en un local llamado La Cueva del Tío Tito. Otras debían esperar encerradas bajo llave en un departamento el traslado a Buenos Aires y luego a Necochea. Otra de las víctimas, menor de edad, ingresó en balsa desde Itaberá a la ciudad de Wanda, ahí la retuvieron por dos días y luego la llevaron a Puerto Esperanza donde era explotada sexualmente”, describe el informe de la OIM.

DOS MUJERES POR SEIS CERVEZAS Los casos de trata descubiertos han permitido establecer un mapa de las rutas y los destinos más comunes de las víctimas en Argentina. Buenos Aires es el destino por excelencia, pero también es una escala desde donde las redes mueven a sus víctimas hacia otros puntos del país, sobre todo a lugares alejados de la capital, como Caleta Olivia, en la Patagonia. La OIM considera, incluso, que Argentina es “un lugar de entrenamiento” para muchas mujeres que después son traficadas a Europa o Asia. El informe consigna que de las entrevistas realizadas surge que muchas jóvenes campesinas paraguayas son llevadas a Buenos Aires u otros lugares del país, donde son introducidas en el mercado del sexo, y a la par preparadas física y culturalmente, para ser llevadas a España u otros países europeos y árabes. En Argentina, la trata de mujeres involucra también la venta y el alquiler entre redes y prostíbulos. “Depende de la zona, las características de la mujer, la edad; se pagan entre 100 y 5000 pesos. El alquiler de mujeres vale mucho, se calcula en base a lo que la mujer puede generar en el pub, la whiskería o el prostíbulo. Hay mujeres que pueden generar hasta 1200 pesos por día explotadas sexualmente”, ilustra el director regional de la OIM. La venta de mujeres, niñas y niños es una práctica común en la trata de personas en el mundo. El capítulo paraguayo del informe del organismo internacional recoge el testimonio de una muchacha que dice haber sido víctima de un hombre que intentó venderla a un prostíbulo por 100 mil guaraníes y 6 cervezas.

ruta comienza en una ciudad que enseña a los visitantes su rostro de cadenciosa postal provinciana, capital de un territorio que sabe de mitos, leyendas y hechos que marcaron la historia de nuestros vecinos y la nuestra. Desde aquí se desparrama en un

abanico de desgarradoras historias humanas casi invisibles. Corrientes, Entre Ríos, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Santa Fe, Rosario, Río Negro, Mendoza, Tucumán, completan el mapa de un viaje que la mayoría de las veces no tiene retorno.

PARA LA ADOPCIÓN SON NIÑAS RUBIAS, PARA LA TRATA SON MORENAS Y POBRES Claudia Lascano opina que la respuesta de nuestros estados es muy tibia porque en cierto modo les conviene que la trata de personas se lleve lejos la pobreza que crece en nuestros países.

“Te asusta mucho cuando te dicen que Misiones es un centro de reclutamiento por el crisol de razas. ¿Que buscan? ¿Chicas lindas? ¿Rubias, preciosas? ¿O la realidad es que son pobres y morochas y lo que están haciendo es explotando y violentando la pobreza de nuestros países? Es más fácil para los Estados seguir exportando esta pobreza a otros lugares, para que tengamos menos problemas”, señala. Lascano afirma que históricamente fue así, que “siempre se explotó a la negrita y a la pobre, porque si analizamos la evolución de la trata en el mundo, vemos que empieza en el sudeste asiático, se profundiza en Centroamérica, especialmente en México, con niñas llevadas a Estados Unidos y que no son rubias, precisamente”. La coordinadora de la Red argentina considera que el mayor compromiso en el combate contra este crimen trasnacional lo han demostrado las organizaciones sociales, pero que todavía queda mucho por hacer. “Discutir sistemas igualitarios, hacer diagnóstico en conjunto, donde podamos verificar claramente hacia donde deben apuntar, orientar las políticas, de la problemáticas comunes”, afirma. Lascano advierte sobre la necesidad de trabajar en la prevención para que las políticas que puedan empujarse desde el Estado sean efectivas. “No podemos equivocar la mirada, el abusador sigue impune y legitimado a partir de su condición de cliente, y hablamos de gente de poder económico y social, porque no es el campesino pobre el que paga estos servicios”, señala.

“Lograr dar el otro paso cualitativo sería involucrar a los profesionales de diferentes disciplinas de universidades nacionales, que asuman el compromiso de sistematizar la información y el trabajo que nos permita mostrar al país y al mundo, cual es la situación”, dice Lascano, cuya organización trabaja con la Universidad Nacional de Misiones para avanzar en este ámbito. La dirigente social afirma que “este también debe ser un compromiso como organizaciones, no solamente abrir el hogarcito para decir acá está el centro de atención a la víctima, mientras se generan las posibilidades de más víctimas, con modelos que reproducen la pobreza”.

Es común también que algunas mujeres víctimas de la trata que tiene a Posadas como punto de partida terminen utilizadas como mula del narcotráfico. No hay prueba fehaciente de ello, salvo reportes periodísticos, pero para el director regional de la OIM esto no significa que no ocurra. “No hemos detectado un caso específico, así como no hemos detectado tráfico de personas para extraerles los órganos. Esto no significa que estemos tranquilos, tal vez esté ocurriendo y no lo hayamos descubierto. La trata es un delito que ocurre en situaciones de marginalidad, pobreza, entonces hasta que este contexto mejore hay un riesgo potencial para que se lleve a cabo”, señala Ambrosi. Para la explotación sexual, el narcotráfico, la venta o el alquiler, la

Claudia Lascano de la Coalición Alto a la Trata y la Explotación Sexual Comercial Infantil

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Campaña No hay excusa

títeres

Títeres en las escuelas

encarnacenas

escuelas “No hay excusa... para Gabriela” es el nombre de la obra teatral en donde los títeres hacen al entretenimiento y la reflexión de las niñas y niños de diferentes escuelas de Encarnación. La presentación fue preparada por el profesor Marcelo López, oriundo de Posadas (Misiones, Argentina), quien trabajó con un grupo de jóvenes el tema y guión de la obra, que presenta la situación del Trabajo Infantil Doméstico (TID) y la Explotación Sexual Comercial (ESC), que afecta a miles de niñas y niños en nuestro país.

Marcelo “Yiyo” López ya trabajó como coordinador de la obra teatral callejera, que el año pasado se presentó durante la campaña de sensibilización sobre dos formas muy difundidas de explotación de la niñez y adolescencia, coordinado por Kuña Róga y apoyado por la OIT. Este año volvió a sumarse, con una obra de títeres dirigido al público infantil, de escuelas, hogares y barrios de Encarnación. Se trata de un arte universal que "llega sensiblemente a la niñez, desde la diversión y la cons-

Mural Ganador del Segundo Puesto. Escuela Robustiano Avila

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trucción de reflexiones colectivas, dado que según la experiencia, el público, en este caso niños y niñas, aportan sus ideas sobre lo que han visto", adelantó López. La obra “No hay excusa….para Gabriela”, presenta a una niña que vive con su familia en el campo. Sus padres, empobrecidos, deciden enviar a Gaby a la casa de un pariente que vive en la ciudad, para que viva mucho mejor y estudie. A partir de ahí se dispara el hilo de una historia que se vale del humor de media do-

cena de personajes, presentados por un sapo bailador, que aparecen y desaparecen en el derrotero de Gabriela, de criadita maltratada a víctima del comercio sexual infantil. “Hemos trabajado la historia y en especial algunos personajes claves en un entorno ideal y otro real. El ideal que apuestan los padres de la niña, mejor calidad de vida, educación, alimentación y salud para ella. Y…la otra situación, la difícil y degradante para ella como persona que tiene derechos”, advierte el profesor de teatro.

Titeres en escuelas de Encarnación

libremente con sus palabras o dibujos los sentimientos que le generó ver la historia de Gabriela”, afirmó López. La experiencia de esta forma artística pretende ser una herramienta para la tarea grupal y evaluar así la temática de la presentación.

La presentación en público se desarrolla en los patios de las escuelas públicas de Encarnación y convoca a los alumnos y alumnas de los turnos de mañana y tarde, quienes se sienten “agitados” por la historia de Gaby. Entre ese público habrá también quienes se sienten “identificadas” con el personaje, dado que la trama se experimenta en la vida real de mujeres, niñas y adolescentes del país. Luego de finalizada la obra, se realiza un trabajo con un grupo de alumnos, que tiene como meta el de “crear un espacio colectivo de reflexión, donde los participantes puedan expresar

Mural Ganador del Tercer Puesto. Centro Regional de Educación

Marcelo López Facilitador del proceso de formación de jóvenes y puesta en escena de los títeres.

Mural Ganador del Cuarto Puesto.Escuela 3535 Yacyreta

CONCURSO ARTÍSTICO ENCARNACIÓN, CIUDAD DE LOS MURALES En el marco de la campaña No hay excusa para la explotación de niños, niñas y adolescentes, se desarrolló en Encarnación un CONCURSO DE MURALES, dirigido a las escuelas. El mismo tenía como propósito generar por medio del arte, la expresión y la creatividad de estudiantes de las escuelas locales, mensajes de sensibilización para concienciar a la sociedad sobre el impacto negativo de las diferentes formas de explotación de la niñez y la adolescencia. Así se logró de modo artístico, una reflexión y análisis sobre esta lacerante situación, profundamente inserta en la realidad cotidiana. La actividad estaba organizado por la ONG Kuña Róga, apoyado por la Municipalidad de Encarnación, la Red del Plan de Escuelas Asociadas a la UNESCO y por la Oficina Internacional del Trabajo (OIT). El concurso de murales sobre el Trabajo Infantil Doméstico (TID) y la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCI), generó entre los y las estudiantes un análisis y conocimiento de las problemáticas, que permitieron desarrollar diseños con mensajes claros, que reclamen la situación de la niñez y adolescencia afectada por estas formas de explotación. Con un certamen interno previo, los trabajos seleccionados fueron llevados a las murallas, en diferentes puntos de la ciudad, denunciando la explotación de cientos de niños, niñas y adolescentes. La culminación del proceso de esta iniciativa de competencia artística, se vió colmada con la masiva presencia de alumnos y alumnas de las escuelas participantes del concurso de murales, en el acto de entrega de los premios de dicho certamen. El primer premio fue otorgado a la Escuela Privada El Principito, el segundo lo obtuvo la Escuela Robustiano Dávila, el tercer puesto lo consiguió

el Centro Regional de Encarnación. El cuarto lo consiguió la Escuela 3535 Yacyreta, el quinto fue para la institución Dolores Acuña, el sexto lo obtuvo la escuela Rodríguez de Francia y el séptimo correspondió a la escuela República Argentina. Del concurso de murales participaron quince escuelas del distrito de Encarnación y todas ellas desarrollaron un interesante proceso entre docentes y alumnos, que consistió en debatir sobre el tema de la explotación laboral de la niñez y adolescencia, particularmente el trabajo infantil doméstico, la explotación sexual y la trata de personas, desde una mirada crítica, y de denuncia.

JURADO El jurado estuvo compuesto por representantes de instituciones como el Centro de Arte Municipal, el CIMDE, la Oficina de Atención a la Explotación Sexual Comercial de la Secretaria Nacional de la Niñez y Adolescencia (SNNA), Apsecart y la Supervisión Pedagógica Zona 3. Dichos representantes realizaron una ardua tarea durante tres días, recorriendo las quince escuelas participantes de la actividad. Los premios del Concurso consistieron en: premios en efectivo, materiales didácticos cedidos por los diarios ABC, Ultima Hora y La Nación y materiales sobre la temática Niñez y Adolescencia de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

Según los docentes, los alumnos y alumnas imprimieron un entusiasmo particular para la realización de los murales y para ello se organizaron concursos internos, de los cuales surgieron los dibujos ganadores que se plasmaron en cada mural. Directivos y docentes de las instituciones, tuvieron un importante rol, que a pesar de las intensas actividades que tienen dentro del calendario escolar, dieron prioridad al concurso. Profesoras de varias instituciones, expresaron que la iniciativa es parte del aprendizaje, que desde hace un tiempo se desarrolla en sus instituciones con el apoyo de organizaciones no gubernamentales. Durante la entrega de los premios, una de las alumnas del colegio ganador del primer premio afirmó que la experiencia fue enriquecedora y de aprendizaje en equipo, dado que todos los pasos que se dieron para llegar a la culminación de la obra, fue consultado por los alumnos creadores del mural. Apreciaron el hecho que la organización impulsora del certamen haya facilitado la actividad con los premios en efectivo, y lotes de libros (donados por ABC, Ultima Hora, La Nación y Crónica). Mural Ganador Primer Puesto. Escuela EL Principito

Mural Ganador del Quinto Puesto. Escuela Dolores Acuña

Mural Ganador del Sexto Puesto. Escuela Dr. Rodríguez de Francia

Mural Ganador del Sétimo Puesto. Escuela Republica Argentina

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visibles víctimas

Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia

Hay que hacer visibles a las víctimas

Invisibilidad se traduce en indiferencia. Algo es invisible cuando le es indiferente a los demás. Lo invisible es prescindible, se puede descartar porque no le interesa a nadie; está ahí, pero nadie lo ve. Ministra de la Niñez y Adolescencia en Paraguay Victorina Espinola de Ruiz Diaz

El mayor problema que enfrenta el combate a la trata de personas es la invisibilidad de las víctimas. La titular de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), Victorina Espínola de Ruíz Díaz, sostiene que revertir esa situación es una pieza clave en la estrategia para hacer frente a un delito trasnacional y de lesa humanidad que tiene a Paraguay como país de origen. “Este no es un problema de fácil resolución. Hay grupos verdaderamente poderosos detrás de éstos crímenes. Nosotros como Secretaría estamos trabajando en distintos frentes, con la Fiscalía, Defensoría, los juzgados. Estamos todavía enfrentando el mayor problema que es hacer visibles a las víctimas. Es un proceso lento y debe ser juicioso”, señaló la ministra secretaria de la SNNA. La SNNA viene trabajando desde hace varios años en cooperación con otras instituciones públicas, organizaciones sociales y de cooperación internacional para ubicar el problema en la agenda pública. “Es un proceso en que todavía estamos y hemos dado pasos importantes en esa dirección, estableciendo prioridades”, sostuvo Espínola de Ruíz Díaz.

Una de esas prioridades está justamente en el fortalecimiento del sistema nacional de protección que, en la visión de la SNNA, implica tener presencia institucional en los departamentos y distritos del país. “En ese contexto realizamos la difusión y promoción de derechos, con el objetivo permanente de la prevención de cualquier violación de derechos. Para eso extendemos nuestras alianzas estratégicas que apuntan a ongs y también organismos de cooperación internacional, en programas específicos, como la UNICEF y la OIT”, señaló. El sistema nacional al que hace referencia la ministra de la SNNA tuvo su punta de lanza en Ciudad del Este, una experiencia que, según afirmó, “marcó todo lo que proyectó después la institución”. El programa desarrollado en la Triple Frontera sacó a la luz un drama silencioso que tenía como víctimas a miles de niños, niñas y jovencitas del Alto Paraná, explotadas en bares y lupanares de Ciudad del Este y las ciudades vecinas de Brasil y Argentina. “Sensibilizamos ampliamente a la comunidad altoparanaense. Se establecieron redes, como la red Prodem en particular, multisectorialmente instalada; se abrió una filial nuestra allá. Nosotros recogimos la investigación que hizo

UNICEF en la Triple Frontera y en base a ella focalizamos nuestra acción en la promoción, prevención y atención de casos”, explicó. La experiencia recogida en Ciudad del Este fue fundamental para la acción que viene llevando la Secretaría desde el año pasado en Encarnación, con ongs como Kuñá Roga y el Centro de Investigación Multidisciplinaria (CIMDE), en un programa respaldado por la OIT. “Hemos aprendido mucho desde aquella experiencia para acá”, señaló. En Encarnación, la SNNA llevó también presencia institucional. El programa articula los esfuerzos de la Gobernación de Itapúa, la Municipalidad, que es el referente principal de la Secretaría, dado que el proyecto, según explicó la Ministra, trabaja con el concepto de las ciudades gemelas, una visión incorporada de la experiencia en Ciudad del Este.‘“La capital departamental es el centro, el radio de acción para las redes criminales, por lo que inicialmente instalamos un equipo técnico que se articula con las ongs de la red para el combate a la explotación sexual y la trata que sale hacia Posadas”, explicó. Desde el inicio del programa se atendieron más de 34 víctimas de explotación sexual y trata hacia Argentina.

COMBATE FRONTAL “Nosotros hemos asumido esta problemática con la suficiente responsabilidad”, señaló la ministra de la SNNA en respuesta al informe del gobierno de los Estados Unidos descalificando a Paraguay entre los países ganados por la inacción en el combate a la trata de personas. La Ministra remarcó que nuestro país condena enérgicamente este delito de lesa humanidad. “Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay somos países que trabajamos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para atender este flagelo trasnacional”, dijo. La titular de la SNNA argumentó que “estamos trabajando fuertemente en el tema, necesitamos, sí, consolidar nuestras redes en la región, trabajar más en el concepto de las ciudades gemelas, Ciudad del Este con Foz de Iguazú y Puerto Iguazú; Encarnación con Posadas, pero lo estamos haciendo”.

OPINIÓN

La explotación sexual comercial de niños y niñas transgénero

Isolina Centeno Úbeda - CIMDE

Una mañana del mes de junio de 2004 me acerqué a dos niñas que dormían en el pasto del predio del antiguo aeropuerto de Ciudad del Este. Las desperté, e invité a pasar a la oficina y les ofrecí el desayuno. Con ayuda de mi compañera conversamos un poco, ellas solo hablaban guaraní, me dijeron que tenían 13 y 14 años. Una vez que desayunaron llamé a la coordinadora del Centro de Atención, para que les brindan asistencia. Después de unos días pregunté qué había pasado con las niñas y me contaron que tenían problemas con una de ellas porque no se dejaba examinar por la ginecóloga. Con el correr de los días el equipo técnico estaba preocupado porque se habían dado cuenta que esa niña “era un varón”, y como si esto fuera poco también era indígena de la parcialidad Mbya. Una niña trans e indígena. Las primeras reacciones eran: “se tiene que ir… aquí no puede estar… les acosa a las otras niñas…etc. Muchas cosas más se dijeron y pasaron. A pesar de eso, la niña se quedó un tiempo, pero era muy conciente del rechazo. Después fue trasladada a otro hogar pero se le insistía que debía “vestirse como varón, como hombre”. Ella no cambió tal como el equipo técnico del Centro quería que cambiara, pero este equipo de profesionales sí cambió su forma de mirar a las NIÑAS trans. Ahora su intervención respeta las identidades tanto TRANS como indígena, es tolerante de diversidad de los y las niños, niñas o adolescentes en situación de explotación sexual comercial.

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La explotación sexual comercial como una grave violación de los derechos humanos a niños, niñas y adolescentes, ha cobrado importancia y relevancia pública en los últimos años. Sin embargo, muchos aspectos relacionados con el conocimiento de esta realidad donde miles de niños, niñas y adolescentes son atrapados en el comercio sexual, es incipiente. Las respuestas son insuficientes y aún más cuando se trata de víctimas varones o niñas trans. Nuestras sociedades están marcadas por la ideología patriarcal que “educa” de manera diferente a los niños y las niñas. Una cultura homofóbica, que entiende el ejercicio de la sexualidad, desde la heterosexualidad solamente y la identidad como dos puntos polarizados, o sé es Hombre o sé es Mujer, pero siempre de una forma estereotipada. Los niños al acercarse a la adolescencia, se van alejando del mundo de sus madres y van estableciendo una identidad “varonil” y sus roles deben parecerse al de sus padres y deben adaptarse a los modelos proporcionados por otros varones, ya sean jóvenes o adultos. Por eso, la adolescencia, es un tiempo donde se empiezan a cimentar una serie de roles, aprendidos socialmente y que definen la identidad masculina del varón dentro de la sociedad. En ese sentido, el modelo masculino enseña al varón a ser agresivo, fuerte, competitivo e insensible. Muchas veces el niño o adolescente para ser aceptado en un grupo debe mostrar algún nivel de agresividad. Así el niño aprende a “ser hombre” proyectándose como una persona independiente, que no necesita ayuda y hasta puede violentar a otras personas. La experiencia de varones víctimas de explotación sexual está relacionada a un contexto social violento, que cuestiona su condición de varones por su orientación sexual y los victimiza al colocarlos en un rol de sumisión porque le gusta lo que le gusta “a

la mujer”. Esto se ve reforzado por los modelos de masculinidad con los cuales han tenido contacto y son precisamente las personas que los han violentado (padrastros, vecinos, explotadores sexuales, etc.). Esas implicaciones deben ser consideradas a la hora de dar respuestas a las víctimas varones de explotación sexual comercial. Los estudios sobre explotación sexual comercial demuestran que la mayoría de los explotadores son hombres adultos, esto implica que las víctimas masculinas se involucran generalmente en prácticas homosexuales, lo que hace que aumente su victimización, ya que entra a jugar la homofobia social. Esto se relaciona además con otro hecho, que dentro de las víctimas comúnmente llamadas “varones”, se encuentre un número no menor de niñas y adolescentes trans. Sobre este punto es importante señalar que las Naciones Unidas desde 2004 han manifestado que “una forma correcta de los derechos humanos conduce al reconocimiento de los derechos sexuales como derechos humanos”. Así mismo, cuando el Código habla del derecho de las personas menores de edad a tener una identidad propia, en definitiva incluye la identidad de género. El artículo 8 de Convención de los Derechos del Niño dice: 1) Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas. 2) Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de todos ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su identidad.

Por lo tanto, la atención para las personas menores de edad en diversidad sexual, no puede ser represiva, intentando cambiar la identidad o la orientación sexual del niño, la niña o adolescente. Esto violenta el derecho de la persona a tener su propia identidad y

vivencias sexuales, e implicaría consecuencias para su bienestar, como traumas, fugas del hogar, de la escuela u otro contexto donde se produzca la violencia. La información sobre los Derechos del niño, así como la orientación sexual o la identidad de género de las víctimas de explotación sexual comercial y la tolerancia a la diversidad del ser humano, son fundamentales si queremos tener intervenciones exitosas y que emanan de una perspectiva de derechos del niño. Esta premisa referida al respeto del derecho a definir su propia identidad sexual, no debe usarse como excusa para no intervenir en situaciones donde el niño o adolescente esté siendo víctima de abuso o explotación. Por otro lado, la permanencia en calle trae también consecuencias devastadoras y relacionadas con las violaciones a los derechos humanos que se asocian a la explotación sexual comercial. La dependencia de drogas, la historia de violencia familiar o comunitaria, el contagio de ITS o conflictos con la ley son factores a tener en cuenta que condicionan a estas víctimas. Finalmente es importante señalar que la atención a esta población no debe partir de la “buena intención”, sino de un abordaje respetuoso y de plena vigencia de los derechos, en donde por sobre todo prime su bienestar y desarrollo integral. El término TRANS, es una abreviación de Transgenero, que son personas que transitan de un genero al otro independientemente del sexo biológico con el que haya nacido. La Transgeneridad y la homosexualidad no son sinónimos, sino dos aspectos diferentes. La homosexualidad habla de la ORIENTACIÓN sexual y la Transgeneridad habla de la IDENTIDAD de género.

Responsabilidad Social de las empresas

Los derechos de la infancia en la mirada empresarial

derecho

infancia El concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es nuevo y prácticamente desconocido entre el empresariado paraguayo. Las políticas de RSE comenzaron a hacerse conocidas en el mundo desarrollado a partir de una tragedia ocurrida en los años de 1980 en el norte de Estados Unidos, cuando una empresa química debió pagar cientos de millones de dólares a las víctimas de contaminación ambiental provocada por los desechos de su producción. Las prácticas empresariales que siguieron a aquel desastre ecológico y de salud pública se enmarcaron en lo que comenzó a llamarse de Responsabilidad Social. En nuestro país, según Giselle Lefebvre, coordinadora del Proyecto de RSE de la organización Global Infancia, la RSE se confunde todavía con la caridad y la filantropía más que con una nueva visión de hacer negocios, “de que la empresa no solo debe vigilar la generación de riqueza, sino la manera en que la genera”. Sin embargo, y pese a que la aplicación de este tipo de políticas empresariales está todavía en pañales en Paraguay, no son pocas las empresas, en especial aquellas de mayor penetración económica, que orientan sus acciones en función de los lineamientos de lo que se conoce mundialmente como RSE. El material preparado en el marco del proyecto de Erradicación del Trabajo Infantil Rural en el Departamento de Canindeyú, impulsado por el Movimiento por la Paz el Desarme y la Libertad (MPDL) y la OIT, define a la RSE como “el compromiso de las empresas de contribuir al desarrollo económico sostenible, trabajando con los empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en general para mejorar su calidad de vida”. El proyecto de Global Infancia, que se realiza con el respaldo de la organiza-

ción sueca Save The Children, toma la definición del prestigioso instituto Etho‘s, de Brasil, que en rigor, palabras más, palabras menos, se orienta en la misma dirección. En su inmensa mayoría, las empresas actúan de manera responsable, tengan o no la capacidad para asignar recursos específicos a las iniciativas de RSE. El comportamiento responsable no depende del tamaño de la empresa ni requiere de inversiones específicas. La RSE es una manera de gestión empresarial. La RSE es voluntaria, se dispara con una decisión empresaria de ir más allá del mero cumplimiento de las obligaciones legales y está motivada exclusivamente por razones empresariales. Se entiende como una empresa socialmente responsable aquella cuyos productos y servicios contribuyen al bienestar de la sociedad, tiene directivos que exhiben un comportamiento ético, no contamina el medio ambiente; una empresa preocupada de la productividad de sus trabajadores, el manejo ambiental, la situación de la comunidad en la que opera. Las RSE se inscriben en un escenario donde importan el medio ambiente, el lugar de trabajo, los derechos humanos, la inversión social comunitaria, el mercado, los valores y la ética.

DIVULGANDO EL CÓDIGO El programa de RSE que viene desarrollando Global Infancia se enmarca, precisamente, en el respeto a los derechos humanos, en el capítulo especial que le atañe a niños y niñas. En una escala del 1 al 5, Global Infancia le pone un 2 al empresariado paraguayo en cuanto al conocimiento de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia. Giselle Lefevre, aclara que “hay un buen número de empresarios paraguayos que están tratando de hacer bien las cosas, desarrollando sensibilidades; están comenzando a ver a niños y niñas como sujetos de derecho y capacitando a su gente en esa dirección, para orientar políticas de la empresa”.

o madre se le paguen horas extras, si no están en la casa es menos tiempo de estar con los hijos”, explica. El primer resultado del trabajo que la ONG hace con el empresariado paraguayo es una guía con enfoque en la niñez y la adolescencia, donde se sugieren políticas y líneas de acción posibles de RSE. Es un manual que salió de los numerosos encuentros individuales y grupales con los ejecutivos de las empresas involucradas, de advertir sobre la poca información que había respecto a la RSE

“Es una cuestión de actitud, comportamiento y compromiso”, señala Giselle. Lefevre sostiene que donde mejor pueden verse éstas actitudes y los cambios de comportamiento con relación a la infancia es en los supermercados. “Mientras hay algunos empresarios que están revisando su relación con los chicos que trabajan en el empaque y servicios a los clientes, estableciendo jornadas de cuatro horas, garantizando la escolaridad y no permitiendo que salgan más allá del patio del centro comercial, hay otros que no respetan nada de esto”, argumenta. ¿Hasta qué punto los empresarios están siendo socialmente responsables? Según Giselle, hay muchas excepciones a las malas prácticas y son, precisamente, éstas salvedades las que están mejorando la relación empresarial con los adolescentes trabajadores. Pero todavía pervive, entre los dueños de los supermercados la creencia generalizada de que están haciéndole un gran favor al ejército de niños y adolescentes cuyos salarios proviene de las propinas de los clientes. Global Infancia viene trabajando con unas 15 empresas paraguayas en el desarrollo de políticas y acciones de RSE enfocadas a la promoción y respeto de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia. El trabajo lleva ya un tiempo, pero el proceso no fue fácil, según cuenta Giselle. Los primeros contactos con la lista de empresarios de la que salieron las quince empresas incorporadas al proyecto fueron difíciles y tropezaban con el hecho de que en el país el Código es desconocido y la poca información disponible se acota a la contratación o no de menores de edad. “Cuando se habla con un empresario sobre el Código de la Niñez y la Adolescencia clásico es que te diga: nosotros no contratamos menores. Pero ahí no termina eso”, ilustra Giselle. La organización de Lefevre trabaja, precisamente, en revertir esta creencia. “Estamos trabajando en sensibilizar a los empresarios de que los derechos de la niñez y la adolescencia no se agotan en contratar niños o no, sino del equilibrio entre la vida del empleado y su familia, ya que por más que a ese padre

Gisella Lefebvre

y los derechos de la infancia, y de la inquietud de las mismas empresas por llevar adelante prácticas socialmente responsables, no ya como acciones aisladas y que bien podrían enmarcarse en la caridad y la filantropía, sino como prácticas que involucran un compromiso y seguimiento en el tiempo. “Se trata de hacerle ver a los empresarios las maneras de llegar a los diferentes públicos que permiten a una empresa ser sostenible, rentable y cómo está consiguiendo esa renta”, explica Giselle. La RSE no tiene que ver con beneficios para los clientes, sino el involucramiento de la empresa en el desarrollo de la comunidad en que está asentada. “No se agota en darle un cheque a una comisión vecinal y desentenderse, sino en asumir un comportamiento ético y coherente con la gente vinculada a la empresa, sean clientes o no, porque las personas que viven en la comunidad donde está instalada una empresa quizás no sean clientes, pero si pueden ser parte del plantel de personal”, explica. Las prácticas de RSE miden el compromiso de una empresa en ser parte de la generación de riqueza de una comunidad. La situación de pobreza por la que atraviesa el país compromete el futuro de la niñez y la adolescencia, afectadas por el trabajo infantil en las ciudades y el campo. El compromiso que asuman todos los sectores será clave para construir un futuro, con mayores oportunidades, y responsable con el desarrollo de las familias y las comunidades.

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Hogar Kuñataí Roga de Encarnación

Expulsadas

Expulsadas de sus comunidades por el desempleo y la

Unas 26 mujeres, adolescentes y jóvenes, provenientes de diferentes distritos de Itapúa, conforman el grupo que alberga el Hogar Kuñataí Roga “Santa Magdalena de Canossa”, que funciona desde hace más de una década en el barrio Las Carmelitas, en Cambyretá, distrito vecino de Encarnación. Ellas estudian y trabajan como empleadas domésticas en casas de patronas encarnacenas.

pobreza

padres o tutores para las menores de edad”, dijo. Otros requisitos necesarios son la presentación del certificado de salud, fotocopia de cédula o todos los documentos necesarios para conseguir dicho documento de identidad, certificado de bautismo expedido por la Iglesia Católica y los documentos para la inscripción en la escuela o colegio.

Ana Fabia Cussi Directora de Kuñatai Roga

En un amplio y moderno edificio funciona el hogar que está administrado por las monjas llamadas “Hijas de la Caridad Canosianas”. La casa está a cargo de tres hermanas argentinas y una italiana. La directora, Ana Fabia Cussi, es oriunda de Jujuy, Argentina. La religiosa recordó que la congregación comenzó a trabajar en esta parte del país desde 1994 con jóvenes trabajadoras de Alto Vera, Edelira, Jesús, Trinidad, Fram, Natalio y las Colonias Unidas. La hermana Cussi informó que se atiende a chicas de 14 a 25 años, procurando se adapten a un sistema integral de educación y trabajo. “Por más que muchas veces luchamos para que los patrones paguen más de 15.000 mil guaraníes por día. Eso es casi una explotación”, explicó la religiosa, precisando también que son muchas las tareas encomendadas a las trabajadoras domésticas, a pesar de la poca paga y de los pocos años que tienen.

La religiosa abordó también la delicada situación de acoso sexual por la que pasan muchas de las jóvenes trabajadoras domésticas. “Hemos tenido denuncias, sino es el patrón, es el hijo, el tío, o cualquier integrante varón de la familia. Me han contado que le ofrecen unos 30 mil guaraníes por una relación sexual. Muchas veces tienen que callar, por temor a perder su trabajo; pero existen aquellas que denuncian la situación y las sacamos inmediatamente de esos lugares, donde no las respetan”, aseguró.

REALIDAD QUE EXPULSA La mayoría de las chicas tiene que salir de sus comunidades, dado que cuentan con muchos hermanos y la realidad económica de sus familias es vulnerable debido a la falta de oportunidades y la pobreza acuciante. Buscar nuevos y mejores horizontes forma parte de la esperanza con que se mueve la gran franja de campesinos y campesinas que llega hasta las capitales departamentales. Las que viven en el hogar canosiano trabajan ocho horas, desde las 7.00 hasta las 15.00 y cobran unos pocos 15.000 a 20.000 guaraníes por día. Algunas consiguen 60 mil guaraníes por semana. El pago mensual llega a los 300 a 400 mil guaraníes. Poca plata para tanto trabajo. Sin seguro social, explotadas laboralmente y muchas veces acosadas sexualmente.

Las jovenes de Kuñatai Roga retornan al Hogar en transporte escolar

Tal es el caso de J. C. R., de 16 años , quien llegó al hogar desde Edelira,del departamento de Itapúa. Gana 60 mil guaraníes semanales. Su horario es desde las 07.00 hasta las 15.30. Cuando regresa a la casa, junto a sus otras compañeras, se prepara para asistir al colegio. Utilizan un transporte escolar, cuyo costo mensual es el de 60 mil guaraníes.. “Dejé mi casa, somos nueve hermanos. Asisto al primer curso del colegio Fulgencio Yegros. Es imposible no cansarse haciendo cosas como planchar, limpiar la casa, cuidar de la criatura y cumplir con los mandados y encima algunas veces cocinar. Gano 300 mil guaraníes que es muy poco para todo lo que hago”, contó.

Recordó además, que hubo un tiempo que recibían a niñas de 12 años, pero que esto complicó la situación del hogar, dado que“no estábamos preparadas para tenerlas aquí, eran muy pequeñas”. En un tiempo llegaron a tener 50 jóvenes, actualmente la población llega a 26 mujeres. Afirmó que la institución ofrece encuentro de formación humana y cristiana, una preparación como empleadas domésticas para el sector urbano y las estimulan a completar los estudios primarios, de manera a continuar la formación para su inserción laboral en diferentes sectores de la sociedad. “Tratamos de brindarle una formación integral, apoyamos a las que tienen problemas laborales y verificamos sus condiciones de trabajo y abogamos por un salario justo, por más que esto es muy difícil”, aclaró. En la institución además, las jóvenes aprenden a dactilografía y trabajos en crochet y otros tejidos. La hermana Fabia sostuvo que la aceptación de una joven, pasa por varios requisitos que son valorados por la administración del hogar. “Vemos si existe una necesidad de alojamiento por razones laborales; precisamos de la autorización escrita de los El centro ofrece formación cristiana a las chicas que estan el Hogar

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También, se acercó al grupo A. P. de 15 años, de Fram del departamento de Itapúa. Tiene una familia de 10 hermanos y estudia en la Escuela Alemana de Encarnación. A ella, no le pudimos sacar ninguna palabra. La adolescente observaba a sus amigas con una leve sonrisa dibujada en su boca, mirada esquiva y desconfiada. Una de las entrevistadas, con mucho recelo nos confió que a pesar de tener cama y techo, muchas veces pasan hambre en el hogar, porque todo les cuesta plata. “Nos quedamos con ganas de comer más porque es poca la porción de comida y nuestro sueldo no nos alcanza para todos nuestros gastos”, confesó en voz baja y con el rostro afirmativo de sus compañeras.

FOROS de la Oficina Internacional del Trabajo OIT

Compromiso con la niñez y

adolescencia

niñez

Firmar un compromiso, construido sobre la base de un conjunto de propuestas, de cada uno de los países participantes (Colombia, Chile, Paraguay y Perú) del proyecto Tejiendo Redes de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), fue la consigna que convocó en un foro nacional, a contrapartes del organismo internacional en Paraguay, durante el que se analizaron buenas practicas y lecciones aprendidas en la implementación del proyecto. Además, mediante elaboración participativa, se definió un plan de sostenibilidad cuya responsabilidad de implementación es parte de las y los presentes en este espacio. Similares foros con planes de trabajo, se realizaron en Chile, Colombia y Perú países integrantes del proyecto y que sellarán el compromiso con la niñez y la adolescencia.

compromiso

Los países tienen condiciones para dar continuidad al trabajo desarrollado en estos tres años. Transformar en políticas públicas los modelos pilotos de intervención y fortalecer los procesos de coordinación, de modo a sostener esta red de trabajo y capacidades desarrolladas desde el Proyecto tejiendo Redes, es la propuesta expresada por Isa Ferreira Coordinadora del proyecto de la OIT a nivel regional, durante el foro nacional en Paraguay.

bajo con educadores voluntarios para la identificación, monitoreo y acompañamiento de trabajadoras domesticas infantiles de Global Infancia y la red de prevención comunitaria a la explotación sexual comercial, desarrollada por Luna Nueva en los Bañados de Asunción, son las tres buenas prácticas y lecciones aprendidas respectivas, presentadas durante el foro nacional.

LA COMUNIDAD PREVIENE

La red de prevención comunitaria de todas las situaciones de riesgo, funcionó principalmente desde el trabajo de organizaciones que ya funcionaban en los Bañados de Asunción. Los objetivos rondaban en torno a la creación de redes de protección, la atención directa, la prevención de la explotación sexual comercial. El trabajo desarrollado por Luna Nueva fortaleció las organizaciones locales de los Bañados, que vieron la ne-

cesidad de coordinar las acciones, esfuerzos y recursos para prevenir y atender a la población y evitar de esta forma situaciones que pueden ser causantes de explotación sexual infantil. El impacto que provoco está articulación del trabajo se mide en los 549 niñas, niños y adolescentes del programa de acción directa. En cuanto a la sensibilización se llegó a los 117 docentes, 172 padres y madres, y las 31 instituciones con 89 referentes.

FORO LOCAL ENCARNACION Encarnación fue sede del foro local sobre explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes desde la perspectiva jurídica-judicial. El evento tuvo la presencia de la Dra. Teresa Martínez, fiscal del Ministerio Público, y experta en el tema de ESC y TRATA. El evento tenía como propósito, reflexionar con jueces y fiscales sobre la legislación sobre explotación sexual comercial y trata de personas, sobre las modalidades del delito y a la luz del marco jurídico nacional e internacional, las posibilidades de punición y represión. Como tipificar, la recolección de pruebas, las medidas de protección a la víctima, la imputación al delito y el tratamiento judicial que se debe tener y seguir, fueron aspectos desarrollados por la fiscala Teresa Martínez. Además surgió el interés de participantes del foro, en la conformación de una mesa de trabajo para el combate a la explotación sexual comercial. Grupo de atención y retiro

El rol y contribución al tejido de la red nacional en Paraguay, tuvo entre sus objetivos inmediatos contar con información comparable y de calidad, un marco legal, institucional y cultural propicio para el combate del trabajo infantil domestico y la explotación sexual comercial y modelos pilotos de prevención y retiro de ambas problemática- explicó Bernardo Puente Oficial Nacional de la OIT en Paraguay El logro de estos objetivos se da, mediante la articulación del trabajo, con el estado a nivel nacional y local, las organizaciones de trabajadores, las organizaciones de empleadores, interactuando con las organizaciones de la sociedad civil y la cooperación técnica de la OIT.

BUENAS PRÁCTICAS Crear, fortalecer y extender redes, es la idea fuerza que impulsa y se hace cuerpo en las buenas practicas presentadas en el foro de Paraguay, correspondiendo en forma concreta al nombre del proyecto “Tejiendo redes”. La replicación de la metodología SCREAM a través del Ministerio de Educación de FORTALESER y MPDL, el tra-

SCREAM EN LAS ESCUELAS El Ministerio de educación (MEC), el movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) y FortaleSer inician en el 2005 la utilización de la metodología SCREAM en las escuelas de Cordillera, como estrategia preventiva y de sensibilización de docentes y alumnos, logrando una efectiva promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes sobre la problemática del trabajo infantil.

En este evento contó con un amplio apoyo del Fiscal Ajunto Eward Irala del Ministerio Publico, quien coordinó acciones previas para garantizar una participación efectiva, de los agentes fiscales, con información relacionada al tema, existente en sus unidades. Esta actividad se desarrolla en el marco del proyecto de “Detección y retiro de niños, niñas y adolescentes de la explotación sexual comercial” desarrollado en forma conjunta por la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia, el Centro de Investigación Multidisciplinario para el Desarrollo – CIMDE, y el Centro de Educación y Capacitación – CECTEC y cuenta con el apoyo del Poder Judicial de la Tercera Circunscripción Judicial y el Ministerio Público.

En el 2006, además de la decidida acción del Ministerio de Educación (MEC) a través de la Supervisión departamental de Cordillera, se logra el apoyo de la Secretaria de la Niñez y adolescencia (SNNA) y se solicita la aplicación de la metodología en cinco departamentos, Alto Paraná, Itapúa y Canindeyú (por encontrarse en mayor riesgo y vulnerabilidad) y San Pedro y Guaira (por la baja matriculación). Se logró capacitar a 305 docentes y 12.500 alumnos y alumnas en este periodo 2005 al 2007. Fiscala Teresa Martinez en el foro local realizado en Encarnación organizado por CIMDE, CECTEC, SNNA.

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CEAPRA

Un centro de acogida para pequeñas

acogida víctimas

Unas 120 víctimas de explotación sexual, entre niñas y niños de 13 años en adelante, son asistidas en el Centro de Atención, Prevención y Acompañamiento a Niñas, Niños y Adolescentes (CEAPRA) de Ciudad del Este. El proyecto lleva cinco años y asiste en forma directa a los afectados y sus familias, además de trabajar en la prevención en los barrios considerados de alto riesgo. Actualmente, se suma otro inconveniente: la adicción a las drogas.

Niños y niñas reciben útiles y apoyo escolar y son monitoreados a fin de evitar que abandonen la escuela. También reciben asistencia médica y medicamentos. Hay una voluntaria del Hospital Regional que atiende dos veces por semana en el local del Centro.

La coordinadora general de la institución, Celina Figueredo, explicó que “Ceapra funciona desde enero de 2003, trabajando con niñas, niños y adolescentes víctimas de explotación sexual. El proyecto comenzó con el financiamiento de la OIT y ejecutado por la Diócesis de Ciudad del Este. También apoyó el Estado a través de Itaipú Binacional. Actualmente, seguimos con el apoyo de la OIT y la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia”.

En CEAPRA las niñas y niños reciben capacitación laboral a partir de los 14 años de edad. Hay cursos de peluquería y manicura. Figueredo dijo que intentan abarcar otras áreas de trabajo, pero que las adolescentes insisten en aprender peluquería y manicura.

Celina Figueredo

“Trabajamos en la atención directa a las víctimas y en la prevención. La atención se basa en el restablecimiento de los derechos que tiene el niño o la niña. Buscamos constituir un espacio de no violencia, donde pueden conocer sus derechos, ser contenidos emocionalmente, recibir orientación legal, apoyo psicológico e insertarse en el sistema de educación”, explicó.

En cuanto a la prevención, los educadores trabajan en las comunidades consideradas de alto riesgo, como los barrios Remansito, San Miguel y San Rafael. “Trabajamos en las escuelas, con docentes, supervisores, directores, para conformar una red de protección. Los profesores son los primeros en detectar signos de violencia y buscamos que cuando detecten casos de explotación sexual, sepan canalizar las denuncias”, indicó Figueredo.

LAS CIFRAS Y LA REALIDAD Desde julio de 2006 se están tratando en Ceapra a 120 niños y niñas víctimas de explotación sexual. Figueredo indicó que hay siete varones de 14 a 16 años. “En el caso de los varones es más complicado por nuestra cultura del machismo y la falta de diálogo respecto a la sexualidad. Es como que ellos ven como algo más normal el hecho de ser explotados con servicios homosexuales, entonces es un trabajo mucho más difícil hacerlos comprender que ellos están siendo explotados. Aunque se habla más de sexualidad ahora en las escuelas, aún se tiene la creencia de que el hombre, cuanto más relaciones sexuales tenga y cuanto más temprano, mejor”, indicó la coordinadora general de Ceapra. Las víctimas mujeres tienen entre 13 y 16 años. Tanto mujeres como varones, pertenecen a familias, sin presencia del padre, donde la madre ejerce la jefatura del hogar y donde si hay un varoncito, por más niño que sea, se convierte enseguida en co-responsable del sustento de sus hermanitos. Viven en situaciones muy precarias, hacinados, son familias muy numerosas. “Encontramos que las víctimas tomaron los primeros contactos con los explotadores en la calle o a través de amigas o por medio de llamadas a sus teléfonos celulares. En el caso de los varones, todos eran trabajadores en la calle y en algún momento comenzaron a ser explotados sexualmente. Asisti-

mos niñas y niños de Ciudad del Este, Hernandarias, Presidente Franco y Minga Guazú”, dijo Celina Figueredo. La asistencia es ambulatoria, el servicio de albergue se da solamente en casos extremos, donde la propia familia es la explotadora o donde no existe un referente familiar a quien recurrir. En este momento el CEAPRA atiende a 24 niños y niñas en esta situación. Están alojados hasta tanto pueda identificarse algún familiar, establecer un vínculo, para luego intentar la reinserción familiar. En cuanto a los logros, Figueredo apuntó que “tenemos un porcentaje muy importante de niñas y niños que logramos retirar de la explotación sexual. Existen excepciones por las condiciones económicas que viven las familias, pero es un 2% de los casos y se dio en casos de víctimas de trata de personas a nivel internacional, niñas que habían sido llevadas bajo engaño principalmente a Argentina”. Ahora, el problema que deben enfrentar los educadores y los profesionales que acompañan a las víctimas de explotación sexual, es el consumo de drogas por parte de las víctimas. “El tema de las drogas es una variable que complica mucho más aún nuestro trabajo. Hace dos años atrás, nuestras nenas no consumían, ahora consumen niños y niñas. Consumen principalmente crack y entonces la niña o el niño es explotado para conseguir un dinerito pero ya ni siquiera para comer, sino para poder conseguir drogas”, indicó.

“Creemos que los docentes son aliados fundamentales en la prevención y detección de casos de explotación sexual, pero también trabajamos con las familias, con los padres. Buscamos fortalecer los vínculos afectivos a fin que se evite la expulsión de los niños a la calle. En los cursos de capacitación para padres se encaran temas como la violencia sexual, derechos del niño y desarrollo personal. Se busca que se pueda contener a los niños en los hogares, porque muchas veces los padres son quienes terminan enviando a sus hijos a la calle”, añadió. Esparcimiento y juegos son parte de las actividades desarrolladas en CEAPRA

Equipo Consejo editorial Bernardo Puente Marite Ocampos Teresita Cortese Alicia Stumpfs Redacción Marcelo Ameri Mariana Ladaga Marite Ocampos Alicia Stumpfs Colaboración Especial Isolina Centeno

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Fotografía Alicia Stumpfs Marite Ocampos Archivos de MPDL y CEAPRA Diseño editorial Ivoty Vallejo Diagramación Comunicación Visual Coordinación General Alicia Stumpfs E-mail: [email protected]

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