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Rehabil. integral 2010; 5 (2): 64-72

Artículo Original

Desempeño funcional y asociación entre función motora gruesa y habilidad manual en niños con parálisis cerebral del Hogar Clínica San Juan de Dios, Lima-Perú JORGE TONINHO SILVA T1, ELIZABETH DEL C ROMERO O1, EDUARDO GARAY U1, RONALD DE LA CRUZ V1, MIRIAM IBARCENA S1 y ORLANDO MUÑOZ V1.

1

Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, Hogar Clínica San Juan de Dios, Lima, Perú.

Recibido: 1 de octubre de 2010 Aceptado: 10 de diciembre de 2010 Correspondencia a: Jorge Silva T. [email protected].

ABSTRACT

Functional performance and association between gross motor function and manual skills in children with cerebral palsy from the Hogar Clínica San Juan de Dios, Lima-Peru Introduction: Children with cerebral palsy (CP) are a heterogeneous and difficult group to classify, therefore, we recommend using a functional approach based on the gross motor function and manual dexterity. We propose a transversal and descriptive study to 1) classify a population of children with CP and to determine the degree of association between Gross Motor Function Classification System (GMFCS) and Manual Ability Classification System (MACS) and 2) establish the relationship of GMFCS with age, gender, topographic distribution, predominant motor disorder and gross motor function. Patients and Methods: We evaluated 122 children (1-12 years) according to GMFCS, in the subgroup (81/122) of children over 4 years, MACS was applied. The relationship between variables was evaluated using the association test χ2, and the association between GMFCS-MACS using Kappa statistics with p < 0.05. Results: According to GMFCS, the level V predominates in the different groups: 44.4% in < 2 years, 34.8% in 2-4 years, and 40% in 6-12 years. 88.5% of the hemiplegic had level I or II and 75% of the quadriplegics had level IV or V (p < 0.01). In regards of manual dexterity, 38.3% had MACS I or II. In only 6.1% (5/81) we observed GMFCS and MACS level I. There is a relationship between the two systems, but the degree of agreement was low (weighted Kappa = 0.40). Conclusion: The use of both systems helps to functionally characterize our patients and therefore to establish impact measures in the clinical practice, reinforcing the interventions to improve the activities and participation. Key words: Cerebral palsy, MACS, GMFCS, 1-12 year children. RESUMEN Introducción: Los niños con parálisis cerebral (PC) constituyen un grupo heterogéneo de difícil clasificación, por tanto, se recomienda emplear un enfoque funcional basado en la función motora gruesa y la habilidad manual. Se plantea

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DESEMPEÑO FUNCIONAL Y ASOCIACIÓN ENTRE FUNCIÓN MOTORA GRUESA Y HABILIDAD MANUAL

un estudio descriptivo de corte transversal para: 1) clasificar una población de niños con PC y determinar el grado de asociación entre los sistemas Gross Motor Function Classification System (GMFCS) y Manual Ability Classification System (MACS) y, 2) establecer la relación de GMFCS con edad, género, distribución topográfica, trastorno motor predominante y función motora gruesa. Pacientes y Métodos: Se evaluaron 122 niños (1-12 años) según GMFCS; en subgrupo (81/122) de niños mayores de 4 años, se aplicó MACS. La relación entre las variables fue evaluada con prueba de asociación basada en χ2 y, la asociación GMFCS-MACS mediante estadística Kappa con p < 0,05. Resultados: Según GMFCS, el nivel V predomina en los distintos grupos: 44,4% en < 2 años; 34,8% de 2-4 años y 40% en 6-12 años. 88,5% de los hemipléjicos tenían nivel I o II y el 75% de los cuadripléjicos nivel IV o V (p < 0,01). Según habilidad manual 38,3% tuvieron MACS I o II. En sólo el 6,1% (5/81) se observó un GMFCS y MACS nivel I. Existe una relación entre ambos sistemas, pero el grado de concordancia fue bajo (Kappa ponderado = 0,40). Conclusión: El uso de ambos sistemas permite caracterizar funcionalmente a nuestros pacientes para establecer medidas de impacto en la práctica clínica, reforzando las intervenciones que mejoren las actividades y la participación. Palabras clave: Parálisis cerebral, MACS, GMFCS, niños 1-12 años.

Introducción La parálisis cerebral (PC) es la causa más frecuente de discapacidad motora en la infancia. Bajo este término, se agrupa a un conjunto de niños que tienen en común un trastorno persistente del tono y del movimiento secundario a una lesión cerebral, no progresiva, ocurrida en los primeros años de vida1. Aunque no existen registros fiables de la incidencia de PC en nuestro país, la incidencia en los países desarrollados permanece estable desde los años 50 en alrededor de: 2-3 por mil recién nacidos vivos, acorde a los datos de los registros europeos (Surveillance Cerebral Palsy Europe SCPE 2002) y americanos (MAADDSP, Winter S, et al, 2002)1. En los Estados Unidos de Norteamérica se estima que cada año son diagnosticados 8 000 infantes y, 1 200 a 1 500 niños en edad pre-escolar5. Aunque el trastorno no es progresivo, sus manifestaciones clínicas cambian en el tiempo2,3. Las diversas lesiones cerebrales que produce la disfunción motora, a menudo también provoca trastornos sensitivos, visuales, cognitivos, perceptivos, conductuales y de la comunicación; y además pueden ser una causa de epilepsia2,4,5. Rehabil. integral 2010; 5 (2): 64-72

La clasificación de un grupo de individuos tan heterogéneo es difícil y puede enfocarse desde distintos puntos de vista. Tradicionalmente se ha descrito en función al tipo de trastorno motor predominante (espástico, disquinético o atáxico) o a su localización (hemiplejía, diplejía o cuadriplejía)6. Actualmente, la literatura favorece la clasificación de los niños con PC de acuerdo a su independencia funcional, basados en la función motora gruesa y en la habilidad manual. El Sistema de Clasificación de la Función Motora Gruesa –Gross Motor Classification Function System– (GMFCS) ha sido ampliamente aceptado como un ordenador de la función motora. Clasifica en cinco niveles de afectación, de menor a mayor gravedad basado en el movimiento que se inicia voluntariamente, con énfasis específico en el control de tronco y la marcha. El nivel I incluye a un niño con mínima disfunción en relación a su movilidad en la comunidad, en cambio el nivel V describe a un niño totalmente dependiente. Para cada uno de estos niveles, existe una descripción de la actividad funcional a distintas edades3,7,8. Su estabilidad a lo largo del tiempo ha sido investigada y reportada9, del mismo modo su correlación con la valoración de la discapacidad 65

J. TONINHO SILVA T. et al.

de la Clasificación Internacional del Funcionamiento (CIF)10. Este sistema de clasificación, sin embargo, no informa sobre la capacidad funcional de las extremidades superiores, y en los casos de hemiparesia, en los que prácticamente todos tienen marcha independiente, no permite una clasificación de la gravedad del compromiso. Recientemente se ha elaborado un sistema de clasificación para evaluar la gravedad de afectación en extremidades superiores: Manual Ability Classification System (MACS)3,11. El MACS evalúa cómo el niño de 4 a 18 años de edad usa sus manos cuando agarra los objetos durante sus actividades de vida diaria. Está diseñado para reflejar la función manual cotidiana, no su máxima capacidad. El enfoque está de acuerdo a la definición de la habilidad manual de la CIF, y cada nivel está influido por factores personales y ambientales. De manera semejante al GMFCS, el MACS es un sistema de cinco niveles, donde el nivel I representa la habilidad manual óptima y el nivel V indica que el niño no posee ninguna función activa en las manos. Varios artículos han reportado que este sistema tiene adecuada validez y concordancia, con lo que ha ganado aceptación en la comunidad internacional11,12. Los objetivos del estudio son: 1) clasificar una población de niños con PC y determinar el grado de asociación entre los sistemas GMFCS y MACS y, 2) evaluar la relación de GMFCS con edad, género, trastorno motor predominante, distribución topográfica y la función motora gruesa. El uso de ambos sistemas de clasificación permite medir la función motora gruesa y la habilidad manual bajo parámetros estandarizados con un enfoque funcional que permite adoptar medidas de impacto en la práctica clínica, educación e investigación de este grupo de niños.

Se evaluaron 122 niños de uno a doce años con diagnóstico de PC que cumplieron los criterios de inclusión y exclusión (déficit cognitivo severo, que no pueden seguir comandos verbales simples, epilepsia no controlada, ausencia congénita o adquirida de alguna extremidad, y pacientes con alguna patología que no constituya una parálisis cerebral), cuyos padres aceptaron voluntariamente participar en el estudio. Se clasificó a los paciente de acuerdo a los grupos etarios sugeridos por el sistema GMFCS (< 2, 2-4, 4-6 y > 6 años), género, distribución topográfica (hemiplejía, diplejía y cuadriplejía) y características del trastorno motor (espástico, disquinético, atáxico y mixto). El cálculo de la muestra indica que se necesita al menos 18 niños en cada grupo etario para demostrar diferencias estadísticamente significativas, con una confianza del 90% y un error máximo del 20%. Se obtuvieron clasificaciones de función motora gruesa de acuerdo al sistema GMFCS para todos los pacientes y de habilidad manual según el sistema de clasificación MACS en un subgrupo compuesto por niños mayores de cuatro años (81/122 niños). La relación con edad, género, distribución topográfica, trastorno motor predominante y la función motora gruesa se muestra en tablas de contingencia; se empleó la prueba de asociación basado en distribución χ2 para determinar una diferencia estadísticamente significativa con p < 0,05. Para determinar la relación entre la función motora gruesa y la habilidad manual (niños mayores de cuatro años), se utilizó la estadística de Kappa ponderado. Según Landish y Koch13 la fuerza de concordancia se define de acuerdo al valor de Kappa: < 0 pobre, 0-0,20 leve, 0,210,40 baja, 0,41-0,60 moderada, 0,60-0,80 buena y 0,81-1,0 casi perfecta.

Pacientes y Método El presente estudio se desarrolló en el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hogar Clínica San Juan de Dios de Lima-Perú, clínica pediátrica de referencia nacional para niños con problemas ortopédicos y del neurodesarrollo, en el período de mayo a julio del 2010. 66

Resultados Participaron 122 niños, con predominio del género masculino en los diferentes grupos, sin embargo, esta diferencia no es significativa (p > 0,05). Rehabil. integral 2010; 5 (2): 64-72

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Al evaluar la distribución topográfica, se observa que la cuadriplejía es el patrón predominante (76/122), seguido por hemiplejía (26/122) y diplejía (20/122). El patrón hemipléjico se observa principalmente en niños mayores de cuatro años; los patrones dipléjico y cuadripléjico tienen una distribución más variable. El 90% de los pacientes (110/122) presentaron como trastorno motor predominante la espasticidad. La disquinecia y la ataxia representaron menos del 10% de los casos (Tabla 1). En la Figura 1 se observa la distribución de pacientes según grupo etario y nivel funcional del GMFCS. El grupo de niños < 2 años se

distribuye principalmente entre los niveles IV y V (33,3% y 44,4%). Los niños de 2-4 años de forma más variable: nivel V (34,8%), nivel II (21,7%), nivel I (21,7%), nivel III (13%) y nivel IV (8,7%). En el grupo de 4-6 años predominan los niveles IV (31,7%) y II (29,3%). Finalmente, los niños > 6 años se distribuyen al igual que el primer grupo en los niveles más severos: nivel V (40%) y nivel IV (17,5%). No obstante, el análisis estadístico no muestra ninguna asociación entre ambas variables (p > 0,05). Se evaluó la distribución de pacientes según nivel funcional de la clasificación GMFCS y la topografía; de los 26 pacientes con hemiplejía el

Tabla 1. Distribución de pacientes según sexo, topografía y trastorno motor predominante de acuerdo a los grupos etarios planteados por la clasificación GMFCS Menor de 2 años

2 a 4 años

4 a 6 años

6 a 12 años

Total

9 (13,6) 9 (16,1)

13 (19,7) 10 (17,9

22 (33,3) 19 (33,9)

22 (33,3) 18 (32,1)

66 56

Topografía Hemiplejía Diplejía Cuadriplejía

0 ( ,0) 3 (15,0) 15 (19,7

4 (15,4) 6 (30,0) 13 (17,1)

11 (42,3) 8 (40,0) 22 (28,9)

11 (42,3) 3 (15,0) 26 (34,2)

26 20 76

Trastorno motor Espástico Disquinético Atáxico Mixto

16 (14,5) 2 (28,6) 0 ( ,0) 0 ( ,0)

20 (18,2) 3 (42,9) 0 ( ,0) 0 ( ,0)

35 (31,8) 1 (14,3) 3 (100,0) 2 (100,0)

39 (35,5) 1 (14,3) 0 ( ,0) 0 ( ,0)

110 7 3 2

Total

18

23

41

40

122

Género Masculino Femenino

GMFCS: Gross Motor Function System (Sistema de Clasificación de la Función Motora Gruesa). Los datos son mostrados en número de casos y porcentaje (en paréntesis).

Figura 1. Distribución de pacientes según grupo etario y nivel funcional de la clasificación GMFCS.

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88,5% tiene un compromiso leve (Nivel I y II). El patrón dipléjico tiene una distribución más variable, pero predomina el nivel IV. En los niños con cuadriplejía predomina el compromiso severo (75% de los casos). El análisis estadístico señala que esta asociación es estadísticamente significativa (p < 0,01) (Tabla 2). El sistema de clasificación MACS revela que 31 niños (38,3%) fueron independientes desde el punto de vista de la habilidad manual (MACS I y II). En contraposición 16 niños (19,7%) tu-

vieron marcada limitación en la manipulación de objetos (MACS IV y V). Un buen desempeño de la función motora gruesa (GMFCS I) y de la habilidad manual (MACS I) fue visto sólo en 5 niños (6,1%). Doce pacientes presentaron un severo compromiso de la función motora gruesa (GMFCS V) y de la habilidad manual (MACS V) (Tabla 3). La relación entre la clasificación de GMFCS y MACS, muestra que los mayores porcentajes se observan en la diagonal, partiendo de 71,4%

Tabla 2. Distribución de pacientes según topografía y nivel funcional de la clasificación GMFCS GMFCS Topografía Hemiplejía Diplejía Cuadriplejía Total

Nivel I

Nivel II

Nivel III

Nivel IV

Nivel V

Total

10 (38,5) 4 (20,0) 0 (0,0)

13 (50,0) 3 (15,0) 8 (10,5)

3 (11,5) 4 (20,0) 11 (14,5)

0 ( ,0) 9 (45,0) 19 (25,0)

0 ( ,0) 0 ( ,0) 38 (50,0)

26 20 76

14

24

18

28

38

122

GMFCS: Gross Motor Function System (Sistema de Clasificación de la Función Motora Gruesa). Los datos son mostrados en número de casos y porcentaje (en paréntesis).

Tabla 3. Distribución de niños entre niveles funcionales de GMFCS y MACS basados en la topografía y el trastorno motor predominante MACS Nivel I GMFCS I Espástico GMFCS II Espástico Atáxico GMFCS III Espástico

Disquinetico Atáxico GMFCS IV Espástico GMFCS V Espástico Mixto Total

68

Nivel II

Nivel III

Nivel IV

Nivel V

Total

Hemipléjico

5

1

1

-

-

7

Hemipléjico Cuadripléjico Cuadripléjico

1 -

6 5 1

4 -

1 -

-

12 5 1

Hemipléjico Dipléjico Cuadripléjico Hemipléjico Cuadripléjico Cuadripléjico

2 -

1 1 -

4 1 1

1 1 1 1

-

2 2 6 1 1 2

Dipléjico Cuadripléjico

-

8 -

1 3

0 8

-

9 11

Cuadripléjico Mixto

-

-

4 2

4 -

12 -

20 2

8

23

21

17

12

81

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DESEMPEÑO FUNCIONAL Y ASOCIACIÓN ENTRE FUNCIÓN MOTORA GRUESA Y HABILIDAD MANUAL Tabla 4. Asociación entre GMFCS y MACS MACS Nivel I

Nivel II

GMFCS Nivel I Nivel II Nivel III Nivel IV Nivel V

5 (71,4) 1 (5,6) 2 (14,3) 0 (,0) 0 (,0)

1 (14,3) 12 (66,7) 2 (14,3) 8 (40,0) 0 (,0)

Total

8

23

Nivel III 1 (14,3) 4 (22,2) 6 (42,9) 4 (20,0) 6 (27,3) 21

Total Nivel IV 0 (,0) 1 (5,6) 4 (28,6) 8 (40,0) 4 (18,2) 17

Nivel V 0 (,0) 0 (,0) 0 (,0) 0 (,0) 12 (54,5)

7 18 14 20 22

12

81

GMFCS: Gross Motor Function System (Sistema de Clasificación de la Función Motora Gruesa). MACS: Manual Ability Classification System (Sistema de Clasificación de la Habilidad Manual). Los datos son mostrados en número de casos y porcentaje (en paréntesis).

para ambas clasificaciones de nivel I, con una tendencia al descenso hasta el nivel IV y finalizando con 54,5% para el nivel V de ambos sistemas. El grado de concordancia es bajo (Kappa ponderado de 0,40) (Tabla 4). Discusión Un problema frecuente en el manejo de niños con PC es la evaluación funcional de sus habilidades. Las clasificaciones tradicionales (trastorno motor predominante y distribución topográfica) no reflejan necesariamente su desempeño funcional en el hogar y en la comunidad. Nuestro estudio, introduce dos sistemas de clasificación ampliamente usados en la investigación y la práctica clínica en este grupo poblacional. El GMFCS ha demostrado su validez, confiabilidad y estabilidad en niños de dos a doce años, lo cual hace posible intentar predecir el desarrollo motor grueso8,9,11,12,14,15. Por otro lado, el MACS, que no refleja la máxima habilidad manual sino el nivel de manipulación usual bajo influencia de factores personales y ambientales y que ha sido diseñado para la evaluación de pacientes de 4 a 18 años, cada vez gana mayor aceptación internacional12,16. La mayoría de los niños evaluados fueron del género masculino, lo cual ha sido reportado en otros estudios11,12. La distribución topográfica más frecuente es la cuadriplejía, lo que coincide con la literatura internacional, sin embargo, el porcentaje es mayor que lo descrito por otros autores17,18. El trastorno motor predominante fue el Rehabil. integral 2010; 5 (2): 64-72

espástico, en cada grupo etario como de manera global, en concordancia con estudios previos19,20,21,22. Este predominio es más elevado que el reportado por Olivas et al23 que señala que el 63,9% de su población tenia patrón espástico, 17,2% atáxico y 17,2% atetoide. Ellos evaluaron niños menores de ocho años siendo el grupo etario predominante el de uno a tres años (no emplearon los grupos etarios sugeridos por el sistema GMFCS). No encontramos ninguna relación entre el grupo etario, género, topografía o el tipo de trastorno motor predominante. A diferencia de varios estudios18,24,25 nuestra población tiene un compromiso funcional más severo (GMFCS IV y V), lo que puede estar en relación a que nuestra institución es un centro de referencia nacional que maneja patologías de mayor complejidad. Los pacientes menores de dos años y mayores de doce años presentaron niveles funcionales más bajos. El mejor desempeño funcional se alcanzó en los niños de dos a cuatro años; al igual que otros estudios no hay una relación significativa con respecto a la edad y el nivel funcional18. Al comparar la relación entre el GMFCS y la distribución topográfica observamos que la mayoría de pacientes hemipléjicos se encuentran en el nivel I y II, 3 pacientes en el nivel III, y ninguno en el nivel IV ó V. Esta distribución predominantemente en los primeros niveles ha sido reportada por varios autores21,22,26. En el estudio de Pfeifer et al18 el 93,3% de los pacientes hemipléjicos estaban en el nivel I y el restante 6,7% en el nivel III. Sin embargo, otros investi69

J. TONINHO SILVA T. et al.

gadores señalan que los casos están distribuidos en casi todos los niveles20,22,26. Los niños con patrón dipléjico se distribuyeron en los primeros cuatro niveles funcionales (GMFCS I-IV), sin embargo, a diferencia de otros estudios20,22,26 la mayoría de los pacientes fueron del nivel IV. En el estudio de Himmelmann et al26 se distribuyeron en todos los niveles sobre todo en el nivel II (37,5%), Beckung et al22 también clasificó a los niños dipléjicos en el nivel leve (nivel I y II). Ningún paciente cuadripléjico tenia nivel I, la mayoría fue del nivel IV y V. Otros estudios señalan que algunos niños cuadripléjicos pertenecen a niveles con compromiso funcional leve18,22,26, pero estos pacientes tienen como patrón motor predominante el atáxico o disquinético. En nuestro trabajo no encontramos niños con estos tipos de patrones en el nivel I o II del GMFCS. Encontramos diferencias en la clasificación de los pacientes de acuerdo a cada sistema. Según el GMFCS la mayoría de niños estuvieron en niveles severos (GMFCS IV y V), a diferencia del MACS en donde los niños se distribuyeron de una forma más homogénea en los diferentes niveles de severidad. Esto refuerza el concepto de que ambas clasificaciones son complementarias y no equivalentes. La habilidad manual esta estrechamente ligada a la capacidad cognitiva y el control motor voluntario, existiendo a menudo una diferencia significativa entre la capacidad máxima y las actividades cotidianas del niño27. Esta diferencia es más clara en los niños con lesión unilateral, donde la mayoría tenía un GMFCS leve (I y II), pero cuando estos se clasificaron según el MACS, la distribución fue similar en los tres primeros niveles (I-III). Esto porque un niño hemipléjico tiene buen pronóstico de marcha, pero en muchos casos no usa el miembro superior afectado derivando finalmente en una pobre función bimanual. La mayoría de niños cuadripléjicos fueron clasificados en niveles severos (IV y V) de ambos sistemas. De los niños con MACS nivel V todos tenían un GMFCS nivel V. Pero de los niños con GMFCS V algunos se distribuyeron en otros niveles de severidad en MACS (III y IV). Los profesionales que prestan servicios de 70

salud a niños con PC tienen en el GMFCS y el MACS herramientas importantes para garantizar un cuidado apropiado del paciente. Por ejemplo, según dos estudios recientes28 la tasa de subluxación de cadera no está relacionada al tipo motor, sino al grado de función motora determinada por el GMFCS, incrementándose linealmente desde el nivel I (0% de riesgo) al nivel V (90%)29. Las alteraciones sensoriales también están relacionadas con la función motora gruesa, Ghasia et al30 encontraron que los niños con nivel I o II del GMFCS tuvieron alteraciones sensoriomotoras similares a niños neurológicamente sanos como estrabismo o ambliopía; los niños con nivel III-V presentaron alteraciones más severas, especialmente los niños del nivel V: miopía severa, ausencia de visión binocular, estrabismo disquinético, neuropatía óptica e impedimento visual cortical. En un reciente estudio, Adair y Graham31 evaluaron la incidencia de efectos adversos sistémicos (incontinencia y problemas respiratorios) en niños con PC que recibieron toxina botulínica tipo A, observaron que mientras más severo era el nivel de GMFCS mayor era el porcentaje del evento adverso (aspiración/ neumonía 0,8% en el nivel I versus 6,8% en el nivel V; incontinencia 0,4% en el nivel I versus 1,9% en el nivel IV), demostrando que debe manejarse con cautela la dosis de toxina botulínica tipo A especialmente en niños con niveles IV y V del GMFCS. El sistema de clasificación GMFCS ha demostrado ser un buen predictor de la funcionalidad del niño en el día a día, Beckung y Hagberg (2000) encontraron una fuerte correlación entre el GMFCS y el grado de discapacidad según la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud definida por la Organización Mundial de la Salud (CIF)10, sobre todo en la dimensión de movilidad (p < 0,0001). La ventaja del GMFCS es que consume menos tiempo y puede ser evaluado en forma retrospectiva. Finalmente, cuando buscamos el grado de concordancia entre la función motora gruesa y la habilidad manual, clasificados según el GMFCS y el MACS respectivamente, esta es baja (Kappa ponderado de 0,40). Rehabil. integral 2010; 5 (2): 64-72

DESEMPEÑO FUNCIONAL Y ASOCIACIÓN ENTRE FUNCIÓN MOTORA GRUESA Y HABILIDAD MANUAL

En el estudio de Mutlu et al32 se evaluó la concordancia entre ambos sistemas según el tipo motor predominante, para lo cual emplearon el coeficiente Kappa. Este coeficiente fue de 0,25 en los niños que padecen espasticidad, de 0,24 en los niños con discinesias, y de 0,31 en niños con ataxia. El valor general del coeficiente Kappa fue de 0,23, valor por debajo del encontrado en nuestro estudio. Estos hallazgos refuerzan la idea de que ambos son sistemas complementarios y útiles en diferentes escenarios, razón por la cual deben ser asociados a fin de tener un mejor panorama del desempeño funcional del paciente. Conclusiones El estudio clasifica bajo dos sistemas la funcionalidad del niño con PC, demostrando las diferencias entre la función motora gruesa y la habilidad manual, así como la complejidad de esta relación, dado que intervienen factores individuales (edad, distribución topográfica y trastorno motor predominante) y ambientales. Estos resultados nos muestran que el uso de estos dos sistemas de clasificación, permiten una mejor caracterización funcional de nuestros pacientes con PC a fin de establecer medidas de impacto en la práctica clínica, reforzando las intervenciones que mejoren las actividades y la participación, como lo recomienda la CIF; así como emplear eficientemente el potencial humano y los recursos económicos disponibles. Referencias 1.- Pakula AT, Van Naarden Braun K, Yeargin-Allsopp M. Cerebral palsy: classification and epidemiology. Phys Med Rehabil Clin N Am 2009; 20: 425-52. 2.- Himmelmann K, Beckung E, Hagberg G, Uvebrant P. Bilateral spastic cerebral palsy-Prevalence through four decades, motor function and growth. Eur J Paediatr Neurol 2007; 11: 215-22. 3.- Morris C, Barlett D. Gross Motor Function Classification System: impact and utility. Dev Med Child Neurol 2004; 46: 60-5. 4.- Erkin G, Delialioglu S, Ozel S, Culha C, Sirzai H. Risk factors and clinical profiles in Turkish children with

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