ASENTAMIENTOS PREHISPANICOS EN LA COSTA PACIFICA CAUCANA DIOGENES PATIÑO CASTAÑO

ASENTAMIENTOS PREHISPANICOS EN LA COSTA PACIFICA CAUCANA DIOGENES PATIÑO CASTAÑO Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales Banco de la R

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ASENTAMIENTOS PREHISPANICOS EN LA COSTA PACIFICA CAUCANA

DIOGENES PATIÑO CASTAÑO

Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales Banco de la República Bogotá 1988

Bibl iografía p. 158

1. Título

2. Ser ie

1. COSTA PACIFICA

11. ARQUEOLOG IA COLOMBIANA

Clasificación Dewey: 913.8651

BIBLlOG RAFIA: Patiño Castaño. Diógenes. Asentamientos Prehisp ánicos

C/1

la Costa Pacífica

Caucana.

p 160 lIu s. 57 (Publicación de la Fundación de In vestigacio nes Arqueológicas Nacionales) No . 39

Impresión EdItolaser & Cia. S. e

AGRADECIMIENTOS

Este estudio se hizo posible gracias al auxilio económ ico de la Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales (FlAN) del Banco de la República, un especial agradecimiento a su director Dr . Luis Duque Gómez y al personal administrativo de la fundación . La investigación arqueológica tiene muchos frentes de trabajo, por lo tanto debo agradecer la colaboración de muchas personas que intervinieron en la realización de este estudio . Primeramente en el trabajo de campo, a Don César Vallejo y Familia, a Dña. María Zuñiga de Grueso, en Timbiquí; a Don Silvio Basan y Familia , en Guapi. Especialmente al antropólogo Jesús Alberto Grueso, quien colaboró en la mayor parte del trabajo de campo. Durante el análisis de los materiales arqueológicos en el laboratorio colaboraro n los estudiantes: Patricia Cerón, Blanca Cecilia Castro, Fernando Kremer , Jesús Alberto Ospina, William Urrea y Alexis Carabalí; futuros antropólogos de la Universidad del Cauca. También expreso mis agradecimientos a la Dra. Martha Lahitte por su colaboración en esta parte del trabajo. Un especial reconocimiento a la Dra . Betty Meggers del Smithsonian Institution, por su continuo interés en la investigación arqueológica en la costa pacífica; agradezco sus valiosos comentarios y anotaciones sobre la utilización del método de seriación yel establecimiento de las cuatro fases culturales presentadas en este estudio . Expreso igualmente mis agradecimientos a la Dra. Luisa Fernanda Herrera por el importante análi sis de polen para el sitio La Cocotera. A la Dra. Ana María Falcheti por el análisis de algunas muestras de orfebrería del sitio La Cocotera. A las geólogas María Luisa Monsalve y Patricia Torres (IngeominasPopayán) por la identificación de diversos materiales líticos. A los Ores . Ja ime Cantera y Henry von Phrall (Universidad del Valle) por la identificación de materiales óseos y malacológ icos. A Campo Elías Belalcazar (Universidad del Cauca) por su trabajo fotográfico. Por último, al Dr. Cristóbal Gnecco por sus anotaciones y comentarios al texto final. 3

INDICE

Página INTROD UC CIO N

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CAPITULO I

El Medio Am biente Geográfico A. El Area de Estudio B. Pob lación

10 10 16

CAPITULO 11

La Investigac ión Arqueológica en la Costa Pacífica

17

CAPITULO 11I

Prospección y Excavaciones en la Costa Cau cana A. Prospección Arq ueológica B. Excavaciones

25 25 30

CAPITULO IV

Fase s Culturales, Estratigrafía 34 34

y Análisis de Mat eriales

A. An ot acion es Preliminar es B. Fase s Culturales l. Fase Las Delicias 2. Fase El Tamar indo 3. Fase La Cocotera 4. Fase San Miguel 5. Sitios Co lonia les o Repub licanos

37 37 39 63 109 11 3 4

CAPITU LO V Pautas de asen tamiento, Ecología y Subsistencia A. Pobl ad o res Costaneros de la Zo na de Ma nglares 8. Pobl ad or es de la Lla nura Aluvia l Pacífica

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CAPITU LO VI Relac iones Culturales y Co nsiderac iones Finales

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CAPITU LO VII Co nquista y Colonización en el Sur de la Cos ta Pacífica Co lombiana

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ANEXO No. 1 Aná lisis de polen. Sitio La Cocotera TR-4. Por la D ra. Luisa Fernanda Herrera .

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A EXO No. 2 Referencias del material Fo tográfico

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BIBLIOGRAFIA

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El estud io arq ueo lógico incluye ade más: * 3 ma pas del área inves tigada * 1 plano del sitio La Cocotera , ubicació n de excavaciones * 26 figuras con dib ujos de materiales culturales de las diferentes fases . Las Figuras Nos . 19,20,21 y 22 fueron elaboradas po r la D ra Martha Lahitre: las restantes po r Diógenes Pat iño. * 18 Láminas que contienen fotografías a co lor y en blanco y negro . Las fotografías de materiales culturales de las diferentes fases fueron tomadas por Ca mpo Elías Bela lcáza r, y las de paisajes y excavaciones po r Di ógenes Pati ño .

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AÑO de 1525 .. ... Embarcáronse con ellos (los españoles) en sus dos navíos y en tres grandes canoas que hicieron. Navegaron con muy gran trabajo y peligro de las corrientes que causa el continuo viento sur en aquellas riberas. Más a la fin tomaron tierra en una costa anegada, llena de ríos y manglares, y tan lluviosa, que casi nunca escampaba. Viven allí los hombres sobre árboles, a manera de picaza, y son guerreros y esforzados; y así, defendieron su tierra matando hartos españoles. Acudían tanto a la marina con armas, que hinchían , y voceaban rectamente a los nuestros, llamándoles hijos de la espuma del mar. ..". FRANCISCO LOPES DE GOMARA (Historia General de las Indias (1941:3).

A ANA LIA

INTRODUCCION

La presente investigación arqueológica realizada entre las regiones bajas de los ríos Guapi y Timbiquí, abre un nuevo panorama de estudios precolombinos para la región del sur del litoral Pacífico colombiano. La llanura aluvial costera del sur de Colombia es muy extensa y aún no se conocen con detalle los múltiples desarrollos culturales evidenciados en diferentes épocas precolombinas comprendidas entre el siglo V A.e. hasta la época de conquista española, e incluso, durante el período colonial, ya que varios grupos indígenas continuaron viviendo en la llanura aluvial bajo un nuevo régimen político implantado por españoles. El "Proyecto arqueológico Guapi-Timbiquí, costa Pacífica", se inició en el mes de diciembre de 1986,durando el trabajo de campo hasta el mes de marzo del año siguiente. La investigación arqueológica en la zona ha permitido registrar una variedad de sitios de ocupación ubicados en las regiones bajas costaneras comprendidas entre los ríos Guapi y Timbiquí. Los yacimientos arqueológicos observados básicamente corresponden a dos tipos de asentamientos ampliamente diferenciabIes desde el punto de vista de los ecosistemas, unos grupos localizados en la zona de manglares y otros en la extensa llanura aluvial. El análisis de los diferentes materiales culturales recolectados en superficie y excavados en diversos sitios, permitió observar cuatro fases arqueológicas , que abarcan una temporalidad desde el siglo 11 A.e. hasta épocas de conquista y colonia española. Estas fases se han denominado con el nombre de sitios arqueológicos: Las Delicias, El Tamarindo, La Cocotera y San Miguel, en un orden de la más antigua a la más reciente; cada una de ellas se representa por complejos cerámicos diferenciables, asociados a cronologías absolutas diferentes , a excepción del complejo de la última fase. Los pobladores costaneros de la zona de manglares se hallan representados por los materiales culturales de las fases Las Delicias y La Cocotera. Los asentamientos se ubican en las áreas llamadas "firmes" a lado y lado de los esteros, caños o bocanas de los ríos principales . Es un territorio permanentemen7

te húmedo debido a las influencias marinas, en un ecosistema caracterizado por la presencia de manglares y natales . Estos asentamientos son los más antiguos encontrados hasta el momento en el área de la costa Pacífica caucana; sus dataciones corresponden al año 190A.e. y 110 D.e., obtenidas a partir de muestras de carbón recolectadas en los sitios de ocupación Las Delicias y La Cocotera en la zona de la desembocadura del río Bubuey, municipio de Timbiquí. Los restos arqueológicos , dejados particularmente por los grupos de la fase La Cocotera, marcan una importante y estrecha relación con aquellos de la conocida región de Tumaco (Colombia) y La Tolita (Ecuador). Los materiales culturales recolectados y excavados en áreas de ocupación guardan una notable similitud con aquellos excavados en Monte Alto (Cubillos 1955), en la bocana del río Mataje, frontera con el Ecuador (Reichel-Dolmatoff 1978; 1986), en varios sitios de la región de Tumaco (Bouchard 1982-83)y en los sistios de La Tolita y La Propicia de la costa de Esmeraldas, Ecuador (Alcina Franch 1979; Valdez 1987). Los sitios costaneros localizados entre el río Guapi yel Timbiquí corresponden a los enclaves septentrionales de la tradición cultural ampliamente conocida con el nombre de "Tumaco-La Tolita", que se desarrolló entre el siglo IV A.e. y III D.e. perteneciente a los Desarrollos Regionales costeros. Los sitios asociados con la tradición cultural se caracterizan por tener varios elementos compartidos, como son figurillas humanas huecas , algunas con deformación craneana; profusión de vasijas trípodes o tetrápodas, con soportes huecos cónicos o mamiformes; vasijas aquilladas y compuestas, alcarrazas, copas y botellones; la decoración en general es incisa, impresa y aplicada; la pintura en tonos rojos, naranja , blanco y negro (positiva y negativa); también se observa un amplio conocimiento del moldeado y modelado. En la industria lítica abundan las pesas de red para pescar, metates y manos de moler , machacadores y hachas trapezoidales que indican actividades agrícolas relacionadas con cultivos de maíz y yuca, según datos palinológicos. Igualmente, en estos sitios se relacionan piezas grandes y pequeñas de orfebrería, correspondientes a mascarones, pectorales , orejeras y narigueras; trabajadas en oro, platino y tumbaga. Los pobladores de la llanura aluvial pacífica se encuentran representados por las fases El Tamarindo y San Miguel. La región ecológica ocupada por los grupos de estas fases corresponde al territorio inmediatamente aledaño a la zona de manglares, denominado comunmente llanura aluvial pacífica. Los asentamientos se localizan en las riberas de los ríos y quebradas tributarias, en las partes altas de lomas y colinas onduladas, en un territorio de selva boscosa húmeda. 8

En la parte superior de colinas se hallan restos culturales fácilmente diferenciables de aquellos de la zona de manglares . En general la alfarería de los grupos de estas fases es ordinaria y simple, con predominio de formas globulares , cuencos y copas ; la decoración es escasa, con pintura roja, líneas incisas y aplicación de cordones. Una muestra de carbón asociada a cerámicas de la fase El Tamarindo, fue datada en 140 A.c.; esto hace pensar en una incursión más o menos temprana de gru pos agro-alfareros en e! interior de la llanura aluvial , alejados del ambiente pro piamente costero ; sin embargo , hay que esperar a una mejor documentación arqueológica de esta fase. La alfarería de los grupos de la fase San Migue! aún no tiene dataciones radiocarbónicas, pero varios son los elementos que indican corresponder a ocupaciones tardías que perduran incluso durante épocas posteriores a la conqu ista española. Los materiales de la fase se relacionan con cerámicas de ubicación tardía en otros sitios de la costa, como en el caso del sitio San Luis en el bajo Calima, y con cerámicas de la fase Sonso de la Cordillera Occidental, en el alto Calima. Por otro lado, las referencias de los cronistas y etnohistoriadores nos presentan importantes datos sobre las comunidades indígenas al tiempo de la conquista y colonia española. Las principales tribus nombradas para el río Guapi corresponden a los Chupas, Boyas, Petres y Puscajaes. Estos grupos fueron navegantes y comerciantes que alcanzaron contactos comerciales, " mercadur ías" , con los pueblos de la provincia de Chisquío en la Cordillera Occidental. La economía la basaron especialmente en la agricultura del maíz y actividades de pesca y recolección; sus viviendas hechas de madera y hojas de palma se conocieron con e! nombre de "barbacoas", construidas sobre pilotes para evitar la excesiva humedad del medio. Este tipo de viviendas se conoció ampliamente en la llanura aluvial , desde las regiones del río San Juan del Micay, al sur de Buenaventura, hasta la provincia de Esmeraldas, en la costa norte del Ecuador. En el estudio arqueológico de la costa caucana también se registraron algunos pocos sitios que corresponden a asentamientos posteriores al siglo XVI, donde se observan restos culturales mezclados con cerámicas ordinarias de cocina, cerámicas esmaltadas o vidriadas , mayólicas y lozas; piezas de hierro oxidado en mal estado y abundantes conchas marinas de ostión, almeja y piangua. Es probable que estos sitios estén relacionados con el desarrollo de la minería y sean restos culturales de grupos negros que sirvieron como esclavos en labores de minas y haciendas coloniales.

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1 EL MEDIO AMBIENTE GEOGRAFICO

El lito ral pacífico colombiano tiene 1300 km . de longitud y se divide en dos grandes regiones fisiográficas, La primera comprende desde la frontera con Panamá hasta el Cabo Corrientes y se caracteriza por tener una costa acantilada y rocosa con numerosas bahías y ensenadas profundas propias para puertos como las de Humbolt, Cupica, Solano y Utría; los ríos que desembocan son muy cortos debido a la cercanía de la serranía del Baudó y del Sapo con alturas hasta de 1800 m.s.n.m . La región en general es considerada de alta pluviosidad en el mundo con precipitaciones anuales mayores a los 8000 mm. (IDOC 1976; West 1957). La segunda región comprende desde el Cabo Corrientes hasta la desembocadura del río Mataje (Colombia), aunque fisiográficamente también abarca parte de la costa de Esmeraldas hasta las regiones de La Tolita en el norte ecuatoriano (Valdez 1987:10-21). Esta amplia región se la conoce con el nombre de "Llanura Aluvial Pacífica" o simplemente " Anden Pacífico" y comprende la zona del litoral hasta las estribaciones de la Cordillera Occidental, con alturas que varían entre los 500 y 800 m.s.n.m. En términos generales, la llanura aluv ial se caracteriza por tener dos zonas ecológicas: la del litoral, con una importante y rica franja de manglares, que se extiende a lo largo de la costa y penetra en el territorio continental hasta unos 15km. ; esta zona se encuentra atravesada por numerosos esteros, que sirven de vías de comunicación en la región. El otro ecosistema corresponde a la llanura aluvial selvática, que llega hasta las estribaciones de la Cordillera Occidental; muy húmeda y rica en variedad de recursos maderables y fauníticos. (IDOC 1976; Hubach 1945).

A. El área de estudio El área geográfica de la presente investigación arqueológica se encuentra incluida en la región fisiográfica de la llanura aluvial pacífica. Se halla localizada 10

LAM INA 1

Vista aérea . bocana del rlo Guafui. Zona de manglares . Municipio de Timbiqui , Costa Pacífica"caucana .

en los municipios de Guapi y Timbiquí, entre los 2° 34' Y2° 45' de Latitud Norte y entre los 77° 30' Y78° 00' de Longitud Oeste, en el Departamento del Cauca . Más exactamente, comprende los cursos bajos de los ríos Guapi, Timbiquí y Saija, formando parte del litoral costero pacífico. (Mapa 1). La región se clasifica, segúnsus formaciones vegetales, como de bosque muy húmedo tropical (b m h - T), predominando una vegetación de manglares en la zona pantanosa salobre y de selva tropical en la llanura aluvial; el promedio anual de lluvias varía entre los 4000 y 8000 mm. y temperaturas medias de 20°C. En el año el "verano" se presenta durante los meses de enero, febrero, julio y agosto. El clima de la llanura costera es particularmente húmedo y caliente; su gran humedad se debe a la abundante evaporación que produce la corriente cálida de la costa , formando nubes densas y bajas que avanzan hacia el oriente y que al contacto con la menor temperatura de la selva de la llanura se condensan y producen las lluvias (Hubach 1945:157-158).

Esta región caucana se caracteriza por tener una amplia red fluvial de importantes ríos que descienden de las estribaciones de la Cordillera Occidental y de los cerros Napi y Timbiquí; entre estos tenemos los ríos que dan el nombre a los municipios de Guapi y Timbiquí, el Saija, Bubuey, Guafuí, Limones y Napi. Las aguas de estos ríos, después de atravesar la llanura aluvial y de recoger las aguas de innumerables quebradas, desembocan en el Océano Pacífico a través de una serie de esteros y brazos, de los cuales los más importantes son el Brazo Quiroga y los esteros Marcelo, Cuerval, El Loro, El Partidero, Las Delicias y La Cocotera (Mapas 2 y 3).

La totalidad de los ríos de la zona son navegables por embarcaciones de varias toneladas, desde las bocanas hasta donde llega la influencia de la marea alta; a partir de allí sólo son navegables en canoas a "palanca" o en botes con motor fuera de borda en temporadas de invierno . Los principales puertos de esta área costera son el Guapi, el más importante, por permitir la entrada de buques de gran tonelaje, Timbiquí y Puerto Saija, ubicados a pocos kilómetros de sus bocanas; en estas zonas existen varios centros madereros, que utilizan estos puertos como base para sus exportaciones a Buenaventura. La región de la llanura aluvial pacífica se divide en 4 zonas, que corren paralelas a la costa y son: a) Piedemonte alto , en la parte oriental de la llanura, b) Piedemonte bajo, en la parte media, c) la zona selvática pantanosa, cerca a la costa , y d) la zona del manglar (Hubach 1945:150). a) El piedemonte alto es una zona escarpada, formada por cerros y vegas en las estribaciones de la Cordillera Occidental. Las colinas son de relieveondulado 12

M A PA

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LITORAL PACIFICO VALLE - CAUCA - NARIÑO A RE A DE INVESTlGAC ION AROUEOLOGICA BAJO RlO GUAPI_ AIO T I"8 I QU I

ECUAOOR

y corresponden al terciario super ior, con formaciones de arcillas grises y areniscas; algunas colinas más altas tienen relieve quebrado y están formadas por materiales pertenecientes al terciario inferior (Cortés 1981:10). Toda la zona está cubierta de selva tropical que ofrece una gran variedad de especies maderables aún inexplotadas. Los suelos de marga s y arcillas margosas cubren una gran extensión y escasamente se cultivan productos como la caña de azúcar, plátano, maíz y cacao. En la zona existen numerosos yacimientos auro-platiníferos y se explotan ricos aluviones en los afluentes del río Guapi y Timbiquí principalmente. b) El piedemonte bajo presenta una serie de lomas con vegas amplias a lo largo de los ríos y de las quebradas; localmente las lomas llegan hasta la pro ximidad del ma r, como la loma de Bernardo, al sur de la bocana del río Guapi , y las lomas del curso inferior del río Saija; en la mayor parte de esta zona los ríos y alguna s quebradas son anchos y profundos. Los terrenos aluviales corresponden al cuaternar io más reciente, cuyos materiales han sido depositados en áreas planas y depresionales; las terrazas son escasas y de poca extensión , compuestas por sedimentos más antiguos del pleistoceno, depositados sobre un basamento de edad terciaria , disectadas generalmente por procesos erosivos. La zona igualmente se halla cubierta de selva tropical húmeda con innume-

rables especies de árboles como el balso, canelo, amarillo y carbonero. Para la agricultura las lomas son de mala calidad y se aprovechan escasamente ; las vegas y partes planas tienen suelos ácidos. Sin embargo, se cultiva maíz, plátano, papachina, barajó, cacao y caimito , entre otros; estos son cultivos autóctonos de pan-coger en pequeñas fincas a orillas de los ríos (Hubach 1945; Cortés 1981). e) La zona selvática pantanosa se caracteriza por ser de terreno plano y fangoso, a excepción de algunos trayectos ribereños de los ríos , y se halla cubierta de espesa selva tropical. Los materiales sedimentarios corresponden al cuaternario más reciente en zonas aluviales. En la zona, durante la marea alta , el agua asciende escasos metros inundando por estancamiento toda área baja y plana. En la marea baja la zona se desagua , quedando solamente el caudal de los ríos y quebradas y otras áreas selváticas quedan pantanosas por falta de drenajes (Hubach 1945:153). Los suelos de la zona están formados por limos y son ácidos, lo mismo que en vegas y piedemonte bajo. La selva ofrece una variedad notable de maderas, como el chachajo, machare , peine mono , yarumo , chanul , chaquiro, guangare, otobo y canelo ; árboles frutales como el borojó, caimito, madroño y 14

guabo; también, se cultiva variedad de palmas , como la Naidi y la Huinul. En esta zona igualmente comienza a ser muy importante la actividad de la pesca ya que está muy próxima al sistema de esteros y bocanas de los ríos donde abundan innumerables especies acuáticas. Las tres zonas anteriormente nombradas, por tener extensas áreas de selvas vírgenes, también tienen una gran variedad de especiesfaunísticas. Los mamiferos más comunes son la zarigüeya, gato de monte , guagua, Gautin , tatabro, oso hormiguero, tigrillo, venado , perezoso , cusumbo y ardilla. Entre los ofidios, la coral, equis , rabo de ají, petacona y verrugosa, y especies de aves como la pava, perdiz , azulejo, carpintero, colibrí, garrapatero, gavilán y golondrinas. d) La zona del manglar es ligeramente más baja que la zona pantanosa y se halla expuesta a toda la intensidad de las mareas. Las áreas marinas o de litoral están constituidas por playas, extensas en bajamar y casi nulas en pleamar; éstas son formaciones cuaternarias de arenas cuarzosas, depósitos deltáicos y marinos recientes. Toda la superficie de la zona está cubierta de selva alta de mangle con árboles que varían de 15a 30 m. de altura y troncos rectos de hasta 50 cm. de diámetro. La zona de manglar está frecuentemente atravesada por canales de marea o esteros que desagüan en los ríos y el mar; en esta zona existe una mezcla de depósitos minerales de arenas, limos y arcillas con materiales orgánicos en diferentes grados de descomposición (Cortés 1957:9). Los manglares son asociaciones arbóreas o arbustivas de formaciones vegetales anfibias o halófilas, cuyo estrato basal está provisto de raíces aéreas o respiratorias. Hacia la zona pantanosa el árbol de mangle se mezcla con el nato de troncos gruesos de más de un metro de diámetro, especial para estructuras bajo el agua o en pantanos (Hubach 1945:154; Patiño 1957:184). La zona de manglares forma unecosistema característico del litoral pacífico tropical , que avanza poco a poco colonizando la superficie marina. Las variedades de mangle (negro , rojo , blanco ,jelí y picudo o piñuelo) producen una cadena trófica de la cual forman parte una gran variedad de especies de peces e invertebrados de alto valor nutritivo y comercial (Cuatrecasas 1958:243-245; Negret 1987:15 y 16). En efecto, las bocanas y estuarios del litoral caucano son reconocidas por tener un rico potencial ictiológico no calculado, donde se recolectan especies importantes como el gualajo, ojón, lenguado, lisa, mojarra, barbudo y sabaleta entre otros peces; en las raíces sumergidas de los manglares existen esponjas, caracoles, ostras y cangrejos , y en las aguas de los esteros abundan jaibas, 15

camarones, cangrejo azul y tasquero , los cuales se constituyen en un importan te recurso alimenticio para la población regional. En la zona igualmente habitan infinidad de aves playeras o de selva, varias de ellas migratorias; existen patos, garzas, gualas, gallitos de ciénaga , alcatraz y martín pescador; en cuanto a mamíferos se destaca el coat í, la guagua y la nutria.

B. Población Desde el punto de vista arqueológico, las zonas del piedemonte bajo, pantanosa y de manglares son importantes en la presente investigación, ya que en ellas se han registrado numerosos vestigios culturales de asentamientos precolombinos e, incluso, de épocas posteriores, ubicados preferencialmente en el ecosistema de manglares y la llanura aluv ial baja; sus dataciones van desde el siglo 11 A. C. hasta la época de conquista española y colonización (Patiño 1987:70-74). En la actualidad el litoral pacífico caucano se encuentra poblado principalmente por grupos negros, descendientes de los negros minero s de la época colonial e inicialmente originarios del continente africano; en menor proporción se presentan blancos , mestizos e indígenas. Mayoritariamente los negros se hallan ocupando las poblac iones de Guapi , Timbiquí, Puerto Saija y Micay, en las riberas de estos mismos ríos, cerca a las bocanas. Existe población negra y mestiza en pequeñ os caseríos o en casas aisladas a lado y lado de los princ ipales ríos, y prácticamente no existe población en la zona de manglares. La población indígena está constituída por descendientes de grupos de la familia lingüística Choko, que migraron del alto San Juan-Atrato y se hallan establecidos principalmente en el medio Saija y sus afluentes Pati, Guangüí e Infuí; se les denomina comunmente como "cholos" (Otero, 1952:111). Las viviendas en la llanura costera son en su mayoría construidas sobre pilote s, a do s o más metros del suelo, para evitar la excesiva humedad imperante en los terrenos de la llanura. Las princ ipales actividades de los pobladores de esta región son básicamente la agr icultura del coco y el plátano, la minería en los cursos superiores de los principales ríos, especialmente en el Timbiquí y Guapi; la pesca artesanal en los esteros y bocanas de los ríos; los aserríos en las zonas selváticas y el comercio en general de productos del interior del país. Los indígenas, por su parte, se dedican a la agricultura , caza, pesca y también al trabajo artesanal en la cestería, cestas de diferentes formas y tipos son ofrecidas en las plazas de mercado de Guapi y Timbiquí. 16

II LA INV ESTIGACION ARQUEOLOGICA EN LA COS TA PACIFICA

Desde la per specti va arqueológica , la región de la costa Pacífica de Colombia ha sido escasamente estudiada, a pesar de que es un área de mucho interés para el ente ndimiento de los pro cesos de poblamiento y desarrollo de relacion es cultura les ent re el norte de Suram érica y América Central. En el litoral pacífico colombiano observamos, a grandes rasgos, dos extensas regiones arqueológicas . La primera se encuentra al norte de la Bahía de Buenaventura , en la costa acantilada y rocosa, con registro de sitios arqueológicos que se relacionan con varios desarrollos culturales del Istmo de Panamá, el Tapón del Darién y la costa Caribe de Colombia, en su parte meridional (Bray 1984; Reichel-Dolmatoff 1961; 1962;1986). La segunda región arqueológica se halla localizada al sur de la Bahía de Buena ventura; se caracteriza por tener un estrecho pero extenso ecosistema de manglares, con multitud de esteros y amplias bocanas en la parte del litoral y una extensa llanura alu vial con selvas vírgenes en el interior. Los sitios arqueológicos estudiados se relac ionan ampliamente con aquellos de la costa pacífica del norte ecuatoriano, donde en algunas fases se observa, además, una posible influencia de culturas mesoamericanas; igualmente, existen en el área desarrollos culturales locales , pertenecientes al período de Integración tardía (Alcina Franch 1975; Bouchard 1982-83; Cubillos 1955; Reichel-Dolmatoff 1978; 1986).

En la región norte del pacífico colombiano se llevaron a cabo las primeras investigaciones arqueológicas en el año de 1929, por parte de Sigwald Linné, quien realizó varias recolecciones superficiales y estudió aproximadamente 30 tumbas ; entre los sitios visitados se encuentra la Bahía de Cupica, el río Jurabidá , el Cabo Corrientes, Punta Patiño, río Sambú, la Resaca y el río Pavasa (Linné 1929). Posteriormente, los investigadores José de Recasens y Víctor Oppenheim (geólogo), en el año de 1942 efectúan una serie de recolecciones superficiales en 17

las regiones de Cabo Corrientes y parte norte, por la costa y río Atrato y algunos afluentes en la parte interior del litoral. Entre los sitios visitados se destacan Cupica, Tumaradó, Nuquí , Bahía Solano , Bahía Utría , San Miguel y Noanamá. El trabajo arqueológico básicamente se centra en un análisis formal de la alfarería, destacándose formas y elementos decorativos característicos de los pueblos prehispánicos de esta región; además registran varios cementerios con tumbas generalmente poco profundas (2 m.) y recolectan cerámicas en sitios que tienen hasta un metro de profundidad, como en el caso de San Miguel, a orillas del río San Juan; los materiales líticos en su mayoría corresponden a hachas de varios tipos (Recasens y Oppenheim 1944:356-357). En el año de 1960, Gerardo y Alicia Reichel-Dolmatoff hacen un extenso reconocimiento entre la Bahía de Buenaventura y el Cabo Corrientes y los cursos bajo y medio de los ríos San Juan y Baudó ; localizando 30 sitios, de los cuales solamente excavan dos, Murillo y Minguimalo (Reichel-Dolmatoff y ReichelDolvatoff 1962). El complejo más antiguo corresponde a Murillo , con una fecha de 832 años D. c., aunque esta fecha podría ir algunos siglos más atrás, por correlación estratigráfica de la muestra datada; otra datación un poco más tardía se ubica en el año de 922 después de Cristo . El complejo se caracteriza por una cerámica de color pardusco, asociada con artefactos líticos; las vasijas tienen decoración de líneas incisas profundas que forman meandros, rectángulos concéntricos o grupos de líneas paralelas. Los elementos sugieren una economía basada en el cultivo de raíces y la recolección de frutos de palma y actividades de caza y pesca; entre las herramientas se destacan martillos, hachas en forma de T y piedras pesadas para machacar (Reichel-Dolmatoff 1978:86-87). El complejo siguiente corresponde a Minguimalo, con dos fechas tardías, 1252años y 1432años después de Cristo; sus evidencias culturales se encuentran esparcidas por toda la hoya del río San Juan , apareciendo en el complejo elementos típicos de molienda, metates y manos de moler , lo que sugiere una economía basada en el cultivo del maíz. La cerámica es ordinaria, con formas simples globulares, pero con técnicas decorativas características, como la decoración de hileras de protuberancias, ungular e incisiones curvas . En el año de 1961,los Reichel-Dolmatoff, continúan sus exploraciones hacia el norte, entre Cabo Corrientes y la zona fronteriza con Panamá, localizando un total de 15 sitios arqueológicos. Las excavaciones solamente se llevaron a cabo en la Bahía de Cupica, en un túmulo o montículo funerario situado cerca del estero La Resaca, visitado anteriormente por Linné, en 1929;allí se pudieron definir 5 fases culturales, según las capas de relleno con niveles de enterramientos secun18

darios; la única fecha de radiocarbono corresponde al año de 1227 después de Cristo y fue obtenida para la fase IV. Los materiales culturales encontrados pertenecen a una alfarería generalmente burda, con presencia de poca decoración, tales como la incisa, alto relieve, apliques, excisión, modelado, pintura roja, negra y blanca; aparecen ocasionalmente volantes de huso, hachas , lascas de cuarzo y algunos objetos en oro . La cerámica de las diferentes fases comparten elementos comunes diagnósticos, a pesar de que se notan variaciones a lo largo de la secuencia , aspecto que sugiere una continuidad cultural. Según los restos culturales hallados en Cupica, se trazan importantes relaciones con hallazgos en sitios del Istmo de Panamá y la costa Caribe Colombiana, aunque estas relaciones no son aún totalmente definidas. En el interior de las tumbas de la fase I y 11, se encontraron cerámicas en formas de cuenco carenado, con decoración de puntos en fila, y dentado de concha, usualmente comparados con aquellos de los sitios Momil y Ciénaga de Oro, en el bajo Sinú; y se relacionan también muestras cerámicas con decoración en relieve e incisa con aquellas de Panamá Viejo, Venado Beach, Utive, The Pearl Islands , CHO-3 y algunos otros sitios de las tierras bajas del oriente panameño (Bray 1984:330; Reichel-Dolmatoff 1961; Reichel-Dolmatoff 1978:87). En la fase 111 existen vasijas con decoración bicroma, en zonas e incisiones, que se relacionan con materiales de Betancí y Tierra Alta , en el Sinú (ReichelDolmatoff 1978:88). Por otro lado, el triángulo punteado en el tipo Bicromo en zonas se repite igualmente en vasijas monocromas del Complejo El Estorbo, en Urabá (Bray 1984:330). Finalmente, en las últimas fases de Cupica se observan estrechas relaciones con la alfarería del Lago Madden y del Período Coclé tardío de Panamá, especialmente con cerámica "Macaracas Polychromes" (Bray 1984:330; Reichel-Dolmatoff 1978:88). De acuerdo con W. Bray (1984), la región del Pacífico norte colombiano yel Tapón del Darién está comenzando a emerger como una área cultural significante, que no debe considerarse como una mera zona de comunicación entre los altos cacicazgos de Panamá y Colombia. En la parte media de la costa Pacífica, solamente existe una investigación en proceso, bajo la dirección de C. A. Rodríguez (1986). Se trata de las excavaciones en el sitio de San Luis, ubicado en el bajo Calima. Los materiales culturales del sitio San Luis tienen importantes relaciones, por un lado, con la alfarería de Minguimalo, especialmente con el tipo de cerámica punteada; y por el otro, con aquella de períodos culturales tardíos en la región de Calima, en la Cordillera 19

Occidental, sobre todo, con la cerámica del período Sonso, caracterizada por tener decoración aplicada, incisa, pintura roja y representaciones antropomorfas en vasijas globulares, cuencos y copas (Rodríguez 1986:17-21). La región sur de la costa Pacífica colombiana, está más comprometida con los propósitos del proyecto arqueológico Guapi-Timbiquí, ya que el área de investigación se encuentra dentro de esta región, asiento de antiguos pobladores precolombinos. Los estudios arqueológicos en la costa sur de Colombia también son escasos, limitándose a la región de la Rada de Tumaco y el río Mataje, contrastando con las numerosas investigaciones en la costa norte ecuatoriana. Los primeros trabajos fueron realizados por J.e. Cubillos, en el año de 1950, quien explora la franja costera desde Tumaco hasta la frontera con el Ecuador. Las excavaciones se realizan en el sitio de Monte Alto , donde establece dos ocupaciones precolombinas, denominadas "período antiguo y período menos antiguo"; desafortunadamente, ninguno de los períodos logró fecharse (Cubillos 1955). En el año de 1962se realizaron investigaciones arqueológicas en la región del río Mataje , en la desembocadura de la quebrada La Rusia , zona fronteriza con el Ecuador; Gerardo y Alicia Reichel-Dolmatoff, definen la primera secuencia cultural y,cronológica para el área, mediante las excavaciones de un montículo artificial , formado por acumulaciones de basuras y áreas de vivienda. La secuencia establecida consta de tres períodos, Mataje 1 a 111, que abarca más o menos 400 años de desarrollo cultural (Reichel-Dolmatoff 1978; 1986). El primer período, Mataje 1, finaliza alrededor del año 400 antes de Cristo, y se caracteriza por tener una alfarería de grandes platos, vasijas globulares, alcarrazas, vasijas con soportes cónicos alargados y sólidos y fragmentos de figurillas antropomorfas macizas; la decoración es incisa geométrica, baño rojo y pintura blanca sobre rojo y naranja. El período Mataje 11, se inicia en el 300 A. e. y abarca hasta el 10 D. e.; en él persisten muchas de las formas y decoraciones del período anterior, pero también existen algunas variaciones, apareciendo grandes tinajas y la decoración incisa fina tiende a desaparecer. Por otro lado , algunas figurillas observadas guardan similitud de rasgos con aquellas representaciones humanas del período llama de Calima, en la Cordillera Occidental. Además , se destacan igualmente semejanzas entre estos materiales y aquellos de Catanguero en el bajo Calima, fechados en el 250 A. C,; y del sitio Cuéllar en el bajo San Juan. Sin embargo, no

20

es claro que Mataje II y Catanguero tengan elementos compartidos tan to del período llama , canasteros, e incisiones finas, como del período subsigu iente, cuencos y pintura polícroma, muy bien definidos en la región Calima (Herrera el al. 1982-83; Herrera 1986; Reichel-Dolmatoff 1986). El tercer período, Mataje III, no tiene fecham iento alguno , pero su ubicación cultural se registra por encima de Mataje II; sin embargo, los materiales culturales de Imbilí, en el río Mira, se asocian con aqu elIos de Mataje, con dataciones alrededor del año 1000 D. C. Los arqueológos CubilIos, Reichel-Dolmatoff y Bouchard, destacan ampl iamente similitud de elemento s culturales entre Tumaco y La Tolita , en la parte norte del Ecuador, especialmente por la presencia de figurillas antropomorfas y montículos arti ficiales y funerarios. Por otra parte, existe la posibilidad de que los orígenes de estos desarrollos culturales sean mesoamericanos, cuyas primeras influencias pudieron lIegar a las costas del Ecuador y Colombi a alrededor del añ o 500 o 400 ante s de Cristo , mediante oleadas migratorias norte-sur . Al parecer estas migraciones se detectan a partir de la introducción de nuevos elementos culturales, tales como tumb as de pozo y cámara lateral , figurillas antropomorfas macizas y huecas en cerám ica, vasijas polípodas, alcarrazas, sellos, pitos biomorfos y representaciones de felinos y serpientes (ReichelDolmatoff, 1965; Bouchard , 1982-83; Herre ra , 1986). Las últimas investigaciones arqueológicas efectuadas en el área de Tumaco, fueron realizadas bajo la dirección de lean Francois Bouchard, en 1976-77 (Institut Francais d'Etudes Andines) . Durante esa temporada se excavaron importantes sitios, tanto en la costa como del interior de la lIanura aluvial ; entre ellos se destacan los sitios de Inguapí , El Balsal, El Morro, Pampa de Nerete, Caunapí y Bucheli (Bouchard 1982-83). La fase Inguapí es la más antigua de toda la secuencia cultural definida para la región, con un antigüedad que va desde el año 325 hasta el 50 A. C. El primer período de esta fase tiene algunos rasgos decorativos en su alfarería, que se relacionan con el material Chorrera, del final del Formativo ecuatoriano; esos rasgos comparados corresponden a la decoración de líneas horizontales, paralelas sobre la parte interna o externa del labio, pintura roja brilIante y dura, como también el pulimento total o parcial en la superfic ie de los recipientes. Estos elementos han conducido a pensar que probablemente el comienzo de la fase Inguapí sea la manifestación más septentrional de la difusión de rasgos Chorrera tardío (Ibid .Jt 1-312). Este tipo de comparaciones con Chorrera hacen pensar en una nueva alternativa frente a la teoría de las migraciones mesoamericanas (Reichel-Dolmatoff, 1986:95). 21

El resto de la cerámica de la fase Inguapí se caracteriza por tener formas de cuencos y escudillas simples o trípodes , alcarrazas y vasijas cerradas trípodes y de silueta compuesta; la decoración consiste en incisión de líneas paralelas y horizontale s, pintura roja, naranja, blanca y negra; también existen figurillas antropomorfas y zoomorfas, moldes y rayadores, entre otros elementos de alfarería. Durante el período final de la fase .ya no se observan rasgos de la cerámica Chorrera, y en general en el material cerámico se percibe la desaparición de los rasgos más elaborados, la decoración se simplifica y hasta algunas formas desaparecen ; lo mismo sucede con las figurillas que son más escasas y menos elaboradas. En general los materiales culturales de la fase Inguapí parecen estar más relacionados con los Desarrollos Regionales de la costa ecuatorial Pacífica , presentando un estrecho parentesco con aquellos de la costa de Esmeraldas, en Ecuador. Los elementos culturales comparados son numerosos y relacionan los sitios de Inguapí, Mataje, Monte Alto y La Cocotera (sitio reseñado en la presente investigación) en Colombia con La Tolita y La Propicia en el Ecuador; por otro lado , no existen dudas de que se trata de una misma área arqueológica con una misma tradición cultural conocida con el nombre de Tumaco-La Tolita, cuya cronología abarca aproximadamente desde el 400 A. C. hasta el 500 D. C; correspondiente a los Desarrollos Regionales (Bouchard, 1982-83; ReichelDolmatoff, 1978; 1986; Alcina Franch, 1975; Valdez, 1987; Cubillos, 1955). La fase siguiente, El Balsal, con una fecha del año 50 D. C,; fue definida únicamente por su alfarería diferente a la de la fase anterior; las escudillas con bordes directos tienen soportes huecos y en forma de bulbos, y en cuanto a las figurillas sus rasgos clásicos desaparecen. La fase Nerete no tiene ubicación cronológica en este momento, pero es posible que sea una variación local de la fase El Balsal, ya que su alfarería guarda algunas similitudes, especialmente con escudillas tripodes con soportes mamiformes y figurillas antropomorfas idénticas. La secuencia cultural continúa con la fase El Morro, fechada en el año 430 D. C,; la cual estaría marcando un importante hiato con respecto a las fases anteriores. En esta fase tenemos que las formas cerámicas son totalmente nuevas en el área con decoración pintada roja o bicolor; sus figurillas antropomorfas son diferentes a las habitualmente observadas en la región de Tumaco. Existe la posibilidad de que estos nuevos elementos en la región sean el resultado de la llegada de un nuevo grupo cultural que introdujo una diferente alfarería en el área (Bouchard, 1982-83:317).

22

La última fase de ocupación es Bucheli, la más tardía de todas, con una fecha de 1075 años D . C. Sus materiales culturales se observaron en los niveles superiores de los montículos de Inguapí, El Balsal y Caunapí. La fase también marca un nuevo hiato en la evolución cultural de la historia precolombina de la región. En los complejos cerámicos se nota una fuerte regresión en técnicas y estilos decorativos, observándose formas simples con decorac ión en motivos geométricos incisos repetitivos; desaparición por completo de pinturas y las figurillas son rudimentarias y a veces estilizadas. Como rasgo característico aparece un nuevo modelo de asentamiento, ya no sobre la topografia natural, típico de fases anteriores, sino sobre montículos artificiales, a veces de grandes proporciones. (lbid:318) . La presencia de elementos Bucheli en el interior de la llanura aluvial, indica que estos grupos no solamente recorrieron y exploraron la zona de contacto con manglares , sino también el medio de selva tropical húmeda hacia el piedemonte de la Cordillera Occidental, e incluso, algunos pocos vestigios aparecen en la zona andina del alto valle del Patía, región de El Llanito, con un fechamiento de 1080 D. C. (Bouchard, 1982-83:318; Patiño y Gnecco, 1983:69-70). Por otro lado, es posible que estos restos arqueológicos de ubicación tardía correspondan a las belicosas tribus Sindagua, que ocupaban este territorio de la llanura aluvial hasta las estribaciones de la Cordillera Occidental y que fueron dominados por los españoles en el siglo XVII (Lehmann 1949:70; Romoli 1962:278).

Para la costa norte ecuatoriana, en la región de Esmeraldas, existen varias investigaciones, que han destacado básicamente tres fases culturales: Tachina, Tiaone y Balao, todas definidas en la zona del río Esmeraldas (Alcina Franch 1975; 1979; Rivera el al. 1984; López el al. 1979; Usera 1979). Materiales culturales de la fase Tachina fueron excavados en el sitio La Cantera, en la margen derecha del río Esmeraldas (Alcina Franch, 1979) y se relacionan con aquello s excavados por Stirling, en 1957 (Stirling, 1963) en la misma zona de Tachina. Esta fase corresponde a la más antigua en área y se caracteriza por tener una cerámica fina, muy pulida y decorada con diseños geométricos o líneas paralelas en el borde de los recipientes . En una muestra se encontró el tipo "Rocker-starnping", señalado como uno de los indicadores posibles del origen mesoamericano de estas cerámicas. Existen igualmente figurillas antropomorfas, algunas del tipo "Mate", y vasijas alcarrazas, además de una serie de lascas y núcleos de obsidiana, entre otros materiales culturales. Estas características señaladas pertenecen muy específicamente a la fase Chorrera de la costa meridional del Guayas y cuenca del Daule y Babahoyo, con una cronología que varía entre los 1800 y 1500 años hasta los 500 A. C. La fase 23

Tachina, considerada como una derivación del Chorrera del Manabí o Guayas, podría situarse entre el 1000 y 500 A. C. (Evans y Meggers, 1957; Estrada 1975; Alcina Franch , 1975). La fase Tiaone continúa en la secuencia cultural y es muy compleja, por la diversidad de sitios emparentados, correspondientes al período de Desarrollos Regionales; su cronología tiene una antigüedad que va desde el año 500 A. C. hasta el 500 D. C. En la fase Tiatone se incluyen muchos sitios arqueológicos relacionados entre si, tales como Mataje, Inguapí (Tumaco), La Tolita, Tiaone, La Propicia, Atacames (Temprano) y Jamacoaque, es decir desde la costa sur de Colombia hasta la región central de Manabí en el Ecuador. Las características de la alfarería son en general similares anotadas para la fase Inguapí y Mataje II; sin embargo, destacamos la presencia de una gran profusión de figurillas antropomorfas y zoomorfas modeladas, vasijas polípodas, de silueta compuesta y aquilladas; rayadores, moldes y silbatos, entre otros elementos. En la industria lítica se destacan los metates y manos de moler, cantidad de pesas para redes de pescar , hachas trapezoidales, machacadores y gran cantidad de lascas de obsidiana. La fase Balao, última de la secuencia, tiene una cronología que abarca desde el 500 hasta el 1500 D. C. Son igualmente numerosos los sitios relacionados y se caracterizan por la presencia de montículos artificiales a lo largo de la costa. Su alfarería tiene una pasta de muy mala calidad, de escasa decoración, siendo la más popular bandas rojas sobre superficies alisadas yen general se observa poca variedad en las formas de los recipientes (Alcina Franch, 1975; Usera 1979).

24

III . PROSPECCION y EXCAVACIONES EN LA COSTA CAUCANA

A. Prospección arqueológica El trabajo de prospección arqueológica cubrió básicamente las regiones litorales bajas, zona de manglares y llanura aluvial, comprendidas entre los ríos Guapi, Timbiqui y Bubuey, en la costa Pacífica caucana. Para realizar el reconocimiento del área fue necesario, hasta donde nos fue posible , recorrer y registrar directamente los yacimientos arqueológicos, ya que la fotografía aérea en la mayor parte no permite observar la superficie del terreno, debido al régimen de selva tropical característico de la región. Los pocos sitios despejados han sido recientemente cultivados con palma africana y coco, y están localizados a orillas de los ríos o muy cerca de los esteros; estos últimos permiten la movilización entre regiones y poblados mediante canoas con motores fuera de borda o simplemente en potrillas largos y angostos. Así las cosas, tuvimos que adoptar nuestro propio método de registro . Primero , se obtuvo un mapa regional, con una escala que permitiera detalles de localización, poblados, ríos, esteros, caños, lomas, cerros, entre otros accidentes geográficos . Este mapa fue suministrado por el Instituto Geográfico "Agustín Codazzi" (Popayán). Segundo, con mapa en mano comenzamos nuestro trabajo de prospección, registrando y recolectando materiales culturales de cada sitio que de acuerdo con las informaciones ofrecidas por los moradores de la región íbamos visitando. Generalmente los campesinos costeños cultivadores de coco conocen y dan referencias de sitios arqueológicos, llamados por ellos lugares de los "indios bravos". Igualmente, hablan de tiestos, figurillas y cementerios indígenas; por otro lado, la mayoría de ellos son playadores, -lavadores de oro aluvial-oficio que los conduce a encontrar permanentemente objetos de adornos precolombinos en oro; generalmente lavan sitios de basureros en áreas de ocupación prehispánica.

25

A continuación se reseñan los sitios arqueológicos más importantes descubiertos en el trabajo de prospección; además, se relacionarán , hasta donde sea posible, con la secuencia de fases establecidas para la región; estas fases las hemos denominado Las Delicias, El Tamarindo , La Cocotera y San Miguel, las cuales se describirán en detalle más adelante. Los sitios arqueológicos descubiertos se registran teniendo en cuenta dos importantes zonas ecológicas: por un lado, el ecosistema de manglares (Cuadro No. 1) y por el otro, el ecosistema de la llanura aluvial (Cuadro No. 2). En estos cuadros se puede observar la distribución de tipos cerámicos y sitios arqueológicos acompañados de un número en parentesis correspondiente al orden establecido en los mapas 2 y 3 de la prospección.

l. Sitios de la zona de manglares. (Cuadro No. 1 y Mapas 2 y 3) a. Garoza (1). Sitio cercano a la bocana del río Guapi, ubicado en la margen izquierda, en terrenos de propiedad de Eduvijes Solís. El sitio comprende un basurero poco erosionado, de aproximadamente 6m2 de área. Su alfarería se relaciona con materiales de la fase Las Delicias, con los tipos cerámicos Ordinario arena fina y media principalmente. b. Fincas de Manuel Cuero (8), Alonso Aragón (9) y Andrés Caicedo (11) y Las Delicias (10). Estos sitios se encuentran ubicados entre el brazo Quiroga y la margen izquierda del río Guafuí. Se trata de pequeños sitios de ocupación, poco densos y muy dispersos, localizados principalmente en áreas del estero o caño Las Delicias. Los materiales culturales se observan en zanjas de drenaje actuales de campos de cultivo de coco . Las pocas cerámicas recolectadas guardan relación con materiales de la fase Las Delicias y La Cocotera con tipos ordinarios. c. El Cuerval (14 y 15). Sitio ubicado en la margen derecha de la bocana del río Guafuí, en el estero del mismo nombre; en esta área existen playas firmes de arena gris. Las áreas de ocupación se ubican en los mismos predios rurales del caserío El Cuerval. Se trata de pequeños sitios de ocupación, erosionados por las aguas salinas . Los materiales culturales de estos sitios se encuentran mezclados; por una parte, se observan cerámicas que se relacionan con tipos ordinarios y el aplicado de la fase San Miguel, última de la secuencia prehispánica en la región; por otro lado, estos restos culturales aparecen mezclados con materiales de épocas posteriores, colonial o republicana , ya que se hallan cerámicas vidriadas, loza y restos de vasijas culinarias. d. San Miguel (16), Finca de Luisa Grueso (17), Concepción (18) YVilla María (19). Los tres primeros sitios se localizan entre los esteros San Miguel y

26

Cuadro No. 1 Dist ribución de tipos cerá micos en sitios de la zona de manglar es Malerial cerá mico superficial

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Sitio Arqueológico

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Finca Manuel Cuero (8)

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21 29.6 24 26.7

Finca Alonso Aragón (9)

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5.6

58 64.4

Finca Andrés Caicedo (11) Y Las Delicias ( 10 )

7 14.9

36 76.6

El Cuerval (14)

36 24.5

94 63.9

El Cuerva l (15)

205 58.1

99 29. 1

4

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4 3.5 2 2.8

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71

3 4.2

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8.5

47

16 10.9

1 0.7

147

30.8

144.0

349

30.8 25 7.1

Finca Luisa Grueso (17) y Co ncepció n (18)

Villa Maria (19)

24 17.6

10 55.6

8 44.4

77 56.6

33 24.3

18 I 0.7

136

1 0.7 TOTAL TIESTOS

1.085

San Miguel ( 16) Se relaciona directam ente con lo s tipos Ordinario compacto a renoso ( 100 tiestos) y Ordinario friable (13 tiest os) del sitio La Cocotera-río Bubucy. El número qu e ap ar ece aliado de cada sitio arqueol óg ico corresponde al o rde n establecid o en los mapa s 2 y 3 de la pro spección .

Paralos sitios Las Delicias (20) y La Cocotera(21)obsérveseladistribuciónde tipos cerámicos en los cuad ros 3 y 5 respectivamente.

Cuadro No. 2

Distribución de tipos cerá micos en silios de la llanura al uvial pacifica Material cerá mico superficial

~ Silio Arqueológico

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Omega (2)'

87 31.3

124 44.6

46 16.5

Bonanza (3) (4)

23 29.5

4051.3

11 14.1

-

9 39.1

14 60.9

-

El Partidero (5) J uanico (6) Cerro Jua nico (7)

El Cerrilo (22) Fra ncia (23) 00 - 20 cm . 20 - 40 ln cor a (25)

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120 89.6

12 9.0

26 53.1

18 36.7

-

48 96.0

2

6.9

4.1

-

20.7

3 6.1

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7 77.8

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6 2.2

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24.9 1 3.8

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1 2.0

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248

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2 2.6

-

1 2.0

-

3 7.3 2 7.7

-

-

134

-

49

-

41 26

-

50

1 1.1

9

TOTAL TIESTOS

936

El numero que apare ce ali ado de cada sruo arque ológico co rrespo nde al orden estable cido en Jos mapas 2 y J de la prospecci ón . Para el sitio San Miguel (26 ) y El Tamarind o (24 ) obsérvese la distribuci ón de tipos cerámicos en los Cuadro s No . 7 y 4 respec-

tivamente .

Concepción y el último en la margen derecha de la bocana del río Timbiquí. Al igual que en la mayoría de los casos, el área es densamente cubierta por manglares y solamente es posible visitar aquellas zonas desmontadas utilizadas para el cultivo de coco. La ocupación precolombina en estos sitios es poco densa , con materiales culturales muy dispersos. La alfarería se relaciona con tipos ordinarios de las fases Las Delicias y La Cocotera. El sitio San Miguel (16) tiene cerámicas que se relacionan directamente con los tipos Ordinario compacto arenoso y Ordinario friable, predominantes en la alfarería de la fase La Cocotera. El escaso material lítico incluye un hacha trapezoidal. e. Las Delicias (20). Este sitio se encuentra ubicado en la margen derecha de la bocana del río Bobuey, y también se halla erosionado por las aguas salinas del mar . Al parecer se trataba de un sitio más amplio , que hoy se encuentra reducido por acción del oleaje y las mareas que erosionan constantemente las áreas firmes de la bocana del río Bubuey. Este importante sitio contiene varios basureros y abundante cerámica en superficie. Aquí se realizó la excavación de uno de los basureros, ubicado al oeste de la casa de la finca. Los materiales culturales de esta excavación condujeron al establecimiento de la fase Las Delicias, la más temprana de la secuencia cultural' en la región y que se encuentra representada por siete tipos cerámicos. (Fig. 2; ver Cuadro No. 3). f. La Cocotera (21). Se constituye en el sitio más importante registrado en el trabajo de prospección. Se encuentra localizado en áreas de la margen derecha de la bocana del río Bubuey. La finca, como en la mayoría de aquellas localizadas en la zona de manglares, se halla disectada por zanjas de drenaje actuales que permiten un rápido desagüe de los terrenos cultivados de coco. Se efectuaron amplias recolecciones superficiales, tanto en los esteros y sus ramales como en las partes planas y zanjas de drenaje, y podría calcularse que el sitio arqueológico comprendería aproximadamente unas 4 ó 5 hectáreas, con materiales culturales dispersos. Con las excavaciones realizadas en el sitio se pudo establecer una nueva fase cultural, denominada fase La Cocotera, representada por nueve tipos cerámicos, material lítico para cultivo y recolección, como metates y manos de moler, hachas y pesas de red, además de una muestra de orfebrería y figurillas antropomorfas. (Fig. 9) (Ver Cuadro No. 5). El sitio La Cocotera (21) tiene materiales culturales que guardan estrechas relaciones con los desarrollos culturales del sur de la costa pacífica colombiana y norte ecuatoriana, áreas arqueológicas de La Tolita y Tumaco. 2. Sitios de la llanura aluvial. (Cuadro No. 2 y Mapas 2 y 3). a. Omega (2). Sitio ubicado al sureste del pueblo de Guapi, en la margen izquierda del río; finca de propiedad de Jorge y Gerardo Caicedo. El sitio, por

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estar a orillas del río, se halla bastante erosionado; los materiales culturales se relacionan con cerámicas de la fase San Miguel tipos ord inarios , aplicación e incisión; entre los pocos materiales líticos se encuentra un hacha . b. Bonanza (3 y 4). Sitio contiguo a Omega, remontando el río por su misma margen. Los materiales culturales son idénticos a los ya mencionados para el sitio Omega y unos pocos tiestos corresponden a épocas posteriores, colonial o republicana. Los sitios arqueológicos observados en el curso bajo del río Guapi , generalmente están ubicados en la margen izquierda del mismo; a pesar de que se recorr ió la margen derecha , no se hallaron sitios ni tampoco fueron mencionado s por parte de los moradores . c. El Part idero (5), pequeño sitio ubicado en la bifurcación de aguas del río Guapi y Limones; allí se encontró poca cerám ica y un implemento de molienda . La cerámica se relaciona con tipos ordinarios de la fase San Miguel. d. Juanico (6 y 7). Sitios localizados en la desembocadura de la quebrada Juanico en el río Limones por su margen derecha. Juanico (6) se ubica a orillas de la quebrada en mención, y por lo tanto está bastante deteriorado y erosionado por las aguas ; además, el sitio ha sido removido por lavadores de oro . Algunas cerámicas se relacionan con tipos de la fase Las Delicias y aparecen pocas figurillas antropomorfas. Juanico (7) se ubica en la cima del conocido cerro Juanico; en una zona más o menos ondulada, de unos 50 m. A lo largo del cerro se localizan 6 basureros, cuya acumulación forma pequeños montículos , de aproximadamente 4 ó 5 m2 . , con abundante material cultural. La alfarería se relaciona con tipos de las fases Las Delicias y La Cocotera. Fragmentos de metates y hachas trapezoidales. Actualmente el sitio se halla protegido por bosque selvático. e. El Cerrito (22). Sitio localizado en Brazo Largo en la margen derecha del río Timbiquí, área selvática. El sitio es comunmente conocido como "cementerio de los Cholos "; en nuestra visita pudimos comprobar algunos huecos poco profundos, de l metro más o menos, tal vez pertenecientes a entierros ya saqueados. Las pocas cerámicas recolectadas guardan nexos con los tipos ordinarios de la fase San Miguel. f. El Tamarindo (aeropuerto) (24). Sitio de ocupación precolombina, localizado al oeste de la pista de aterrizaje de Timbiquí, en la cima de la loma El Tama rindo. Los materiales culturales de superficie y de excavación señalan una nueva fase cultural, con 5 tipos cerámicos, denominada fase El Ta marin -

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do. Esta fase guarda algunos nexos culturales con la fase Las Del icias, más o menos contemporánea en la zona de manglares. (Ver Cuadro No . 4). g. San Miguel (26). Sitio que se localiza a unos 3 km. del poblado Timbiquí sigu iendo el curso del mismo río por su margen izquierda. El sitio de ocupación se halla alejado de la costa, en zonas de lomas bajas, a orillas del Timbiquí. Allí se localizó un cementerio completamente guaqueado, con pozos que no sobrepasan el metro de profundidad; los moradores del área aseguran que del· cementerio fueron sacadas varias urnas funerarias. Los materiales culturales de este sitio corresponden a la denominada fase San Miguel , con siete tipos cerámicos preliminares. (Ver Cuadro No . 7). h) Sitio s Francia (23) e Incora (25). Sitio s localizados cerca al poblado de Timbiqu í, a or illas del mismo río . Allí se encuentran a bunda ntes restos de conchas de ostión y piangua principalmente, los cuales se hallan mezclados con fragmentos cerámicos de pasta café y oscura de recipientes cul inarios; además, se asocian algunos pedazos de hierro oxidado, cerámicas vidr iadas y loza , materiales exclusivos de períodos posteriores a la conquista española de esta región del Pacífico .

B. Excavaciones Los trabajos de excavación se realizaron en su totalidad en la región de los ríos Timbiquí y Bubuey (Mapa 3); esta área fue escogida debido a la presencia de varios sitios arqueológicos importantes en una área aproximada de 7 km ", ubicada tanto en la zona de manglares como en la llanura aluvial. Los sitios arqueológicos seleccionados para efectuar excavaciones fueron: Las Delicias (20) y La Cocotera (21) localizados en la zona de manglares del área del río Bubuey; los sitios San Miguel (26) El Tamarindo (24) y Francia (23) ubicados en las riberas del río Timbiquí, en la llanura aluvial. La metodología de excavación empleada fue la de pozos de sondeo y trincheras , estas últimas generalmente de 2 X 1.5 m., hasta llegar al fondo de los estratos culturales y de allí a pasar a observar estratos estériles. Los lugares de excavación en los sitios precolombinos fueron preferiblemente basureros y áreas de ocupación . La excavación de estos sitios se realizó por el sistema de niveles convencionales, generalmente de 10 cm. para cada nivel ; al final de las excavaciones se registraron perfiles estratigráficos, tanto en dibujos como en fotografías. Por otro lado, se excavaron y se seleccionaron muestras de materiales culturales, principalmente de alfarería y, en menor cantidad, de implementos líticos. En la

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mayoría de las excavaciones se tomaron muestras de carbón para dataciones y algunas columnas de suelos para estudios palinológicos. Sondeos con "media caña" se realizaron en varios sitios, con el propósito de localizar áreas de enterramiento; incluso se practicaron en algunos cementerios ya guaqueados en colinas de la llanura aluvial, pero desafortunadamente no se pudo localizar un cementerio intacto, ni tampoco pudimos excavar siquiera una tumba . En la zona de manglares también se realizaron sondeos en montículos naturales, para localizar enterramientos, pero los resultados igualmente fueron infructuosos. En la totalidad de las excavaciones realizadas en la región del río Timbiquí y Bubuey siempre se observaron acumulaciones de materiales culturales de manera continua, pues en ninguna de ellas hubo estratos estériles separando estratos culturales de diferentes ocupaciones precolombinas. Lo anterior significa que hubo continuidad en el poblamiento de estos sitios de ocupación, yen algunos casos se pudo observar acumulaciones de restos culturales, hasta de 70 y 80 cm. de profundidad, como en el caso de los sitios Las Delicias (20) y La Cocotera (21) en la zona de manglares. De todas maneras, los restos culturales excavados en la región , realmente no pertenecen todos a una misma sociedad precolombina; por el contrario, el análisis de los materiales de alfarería, pautas de asentamiento y dataciones radiocarbónicas han dado pie para plantear varias fases culturales que se relacionan con los ecosistemas de la zona de manglares y llanura aluvial en los territorios bajos de la costa pacífica caucana, entre los ríos Guapi y Saija.

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IV FASES CULTURALES, ESTRATIGRAFIA y ANALISIS DE MATERIALES

A. Anotaciones Preliminares. En este capítulo se tratará específicamente sobre la presentación y descripción de las diferentes fases culturales observadas para la costa Pacífica caucana, sus principales sitios estratificados, ubicaciones cronológicas y el análisis de los materiales culturales recolectados en superficie y exca vados en diferentes sitios de ocupación precolombina. La muestra analizada sumó en total 11.454 fragmentos cerámicos, que fueron recolectados en diversos sitios prospectados entre los ríos Guapi, Timbiquí y Bubuey, sumado además el material de las excavaciones de aquellos sitios importantes. Durante la prospección no se recolectaron abundantes muestras culturales en superficie, sino más bien se obtuvieron pocas y en algunos casos fuero n seleccionadas; por tal motivo, no se incluyeron en el trabajo de seriación. Sin embargo, estas muestras se relacionan con los complejos cerámicos de las fases establecidas para el área . El número total de fragmentos cerámicos se distribuyen en el área de estudio de la siguiente manera:

-

Sitios prospectados en la zona de manglares Sitios prospectados en la llanura aluvial Sitio San Miguel. Superficie y excavación Sitio La Cocotera TR-5 . Excavación Sitio La Cocotera TR-l a TR-4 y Superficie Sitio El Tamarindo TR-l y Superficie Sitio Las Delicias. TR-l y Superficie Total de fragmentos cerámicos,

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1198 10.5% 8.2 936 6.7 769 2.0 234 5553 48.5 4.1 470 2294 20.0 11.454 100%

El material cultural arqueológico analizado en el presente estudio, ha permitido plantear cuatro importantes fases culturales o arqueológicas par a la zon a de la costa Pacífica cauca na. Estas fases han recibido el nombre del sitio (to pónimo) donde sus materiales culturales se hallaron po r pr imera vez en la zona de investigación. Estas fases tienen los siguientes nombres: Las Delicias, El Tamarindo , La Cocotera y Sa n Miguel, en un o rde n cro no lógico de la más antigua a la más mod ern a. Las dos primeras fases tienen da taciones q ue correspo nden al segundo siglo an tes de Cristo y se ha llan más o menos co ntem poráneas, una en la zona de ma ngla res y la otra en la llan ura aluvial. La tercera fase , La Cocotera, tiene materiales culturales datad os en el segundo siglo despu és de Cristo y guarda amplias relaciones cu lturales con fases de la región de Tum aco , Mataje y La Tol ita , co n dat acio nes aun más a ntig uas en estas áreas . La cuarta fase, San Miguel , pertenece, al parecer, por sus ma teriales de alfarería , a ocu paciones pr ecolo mb inas ta rdías en el área, que pod rían ser posteriores al siglo X después de Cristo. También se detectaron en la región de estudio varios SItIOS igualmente tardíos, correspondientes a asentamientos de la época colonial o republicana, según asociaciones de materiales cerámicos domésticos (vidriado y loza) y algunos objetos de hierro oxidados, junto a grandes acumulaciones de conchas marinas. Este tipo de sitios se han registrado principalmente en el bajo Timbiquí a la altura del pueblo del mismo nombre. Las fases arqueológicas mencionadas se distinguen por las características de sus restos de alfarería; en ellos se observan importa ntes variaciones, especialmente en el compo nente de las inclusio nes de la pasta (desgrasa nte), estilo de formas y técn icas decorativas . Por lo tanto , ten iendo en cuenta estas variacio nes en los materiales cerámicos, se procedió a definir tipos cerámicos para cada una de las fases arqueológicas . La totalidad de los materiales cerámicos tienen arena como principal inclusión en la pasta; entre sus componentes importantes aparecen cuarzos hialinos y vítreos , piroxenos y micas en cantidades menores . Varios de los tipos cerámicos, aquellos ordinarios sin decoración, fueron definidos según el tamaño de los granos de arena, para lo cual se emplearon tres categorías: arena fina , granos menores de 0.5 mm.; arena media , granos entre 0.6 mm . y 1.0 mm .; arena gruesa, granos mayores a 1.0 mm . Sin embargo, en cerámicas ordinarias de la fase La Cocotera se pudo observar dos tipos cerámicos definidos y caracterizados por componentes diferentes en la pasta: inclusiones de arena (cuarzos, piroxenos , etc .) en cerámicas compactas y finas, e inclusiones de feldespato (plagioclasa) en cerámicas friables y poco compactas. En este último tipo de cerámicas las inclusiones de feldespato, un mineral formado por silicatos de colores claros , 35

tienden a meteriorizarse rápidamente, lo cual hace que la pasta de esta alfarería sea bastante friable y tienda a erosionarse continuamente. Aproximadamente el 75% de la totalidad de la cerámica recuperada para este trabajo pertenece a tipos ordinarios de los diferente s complejos alfareros que caracterizan las fases; estas cerámicas tienen variedad de formas, con superficies generalmente alisadas, para ser utilizadas en servicios domésticos. El 25% de la cerámica restante , ha sido clasificado de acuerdo con las diferentes técnicas decorativas establecidas por cada grupo alfarero de esta región costera. Por lo tanto , se han diferenciado tipos cerámicos teniendo en cuenta los siguientes elementos decorati vos diagnósticos: baño rojo, pintura roja y negra, pintura roja en zonas e inciso, incisiones, aplicaciones, muescas e impresiones con caña, además de la pintura roja sobre crema . Toda s estas técnicas decorativas, excepto la última, existen en el complejo cerámico de la fase La Cocotera; en las fases restantes se observan, por el contrario, escasos elementos decorativos en la cerámica . Para las descripciones tipológicas de la cerámica se analizaron las características de la pasta y acabado de las superficies, técnica de manufactura, la cual fue en su gran mayoría por enrrol1ado o espiral , variaciones en las formas de las vasijas y estilos decorativos. Para la determinación de los colores de la pasta y pinturas se utilizó la tabla Munsel1 (1975) y para calcular la dureza la escala de Mohs. Antes de entrar a describir las características de cada una de las fases arqueológicas, es importante hacer algunas anotaciones teóricas sobre la metodología y terminología usada en el análisis de los materiales culturales. Para el análisis de los materiales cerámicos ha sido utilizado el Método Cuantitativo o de Seriación Fordiana. En la actualidad este método es aplicado en arqueología con regularidad y tiene como finalidad establecer cronologías culturales (relativas) con base en el análisis porcentual de frecuencias de "tipos" materiales de la cultura (Meggers y Evans, 1969; Alcina Franch, 1982). Se obtuvieron secuencias seriadas solamente de los sitios Las Delicias, El Tamarinco y La Cocotera; para lo cual se realizaron excavaciones siguiendo niveles artificiales de 10cm., donde se recolectaron todos los materiales culturales por separado, siendo la cerámica el más abundante. En los cuadros de las seriaciones para cada sitio se observan cambios importantes en la frecuencia y popularidad de tipos cerámicos (pasta, forma y estilo decorativo) que caracterizan cada uno de los complejos alfareros. Se establecieron en total 26 tipos cerámicos, distribuidos así: 5 tipos para la fase Las Delicias, 5 tipos para la fase El Tamarindo, 9 tipos para la fase La Cocotera y 7 tipos para la fase San Miguel. Se ha designado "tipo cerámico" a un conjunto alfarero caracterizado por la combinación de rasgos tecnológicos y formales (pasta, superficie, técnica de

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manufactura, forma y decoración). En cada tipo cerámico se pueden percibir cambios o modificaciones a través del tiempo, lo que hace posible observar tendencias frente a otros tipos de un mismo complejo alfarero. A la vez, una serie de tipos cerámicos asociados en el tiempo y en el espacio constituyen lo que se ha denominado un "complejo cerámico" (Meggers y Evans, 1969:82). Otro término empleado en este trabajo es el de "fase", que para algunos investigadores significa lo mismo que "período" y representa, según Alcina Franch, una "unidad mínima de orden temporal a lo largo de la cual una cultura homogénea se desarrolla, aun contando con una diversidad de tipos cerámicos o de otro género" (Alcina Franch, 1982:130). Para Meggers y Evans una fase puede durar 100, o varios cientos de años y territorialmente ocupar una zona restringida, o cientos de kilómetros cuadrados (Meggers y Evans, 1969:\30). Sin embargo, lo importante del establecimiento de fases en una región determinada, es la posibilidad de observar con mayor amplitud variaciones culturales significativas, tales como movimientos migracionales, territorialidad de grupos, estabilidad cultural, etc. (lbid:87). B. Fases culturales o arqueológicas 1. Fase Las Delicias

El sitio arqueológico de Las Delicias (20), de donde toma el nombre la fase, se encuentra localizado en la margen derecha de la bocana del río Bubuey, cerca al mar, en el ecosistema de manglares. Los basureros precolombinos que allí se registraron se hallan bastante erosionados y dispersos, debido a la acción de las mareas y fuertes oleajes. Sin embargo, fue posible localizar un basurero intacto, donde se implantó la trinchera TR-I de 2 m. X 1.5 m. (Lámina 2,A), en la margen izquierda de un pequeño estero, a unos 120 metros al este de la casa de la finca. También se efectuaron varias recolecciones de superficie, sobre todo de elementos cerámicos diagnósticos. a. Estratigrafía. Los materiales culturales especialmente de alfarería, se depositaron básicamente en el estrato 3, que corresponde a una capa gris arenosa con manchas oscuras, y en el estrato 2, que corresponde a una capa amarilla arenosa (Lámina 2, A; Figura 1). El estrato 4, una capa de arena gris, estéril culturalmente, sirvió de base para el depósito de restos culturales. La parte final del basurero se observa en el estrato 1, una capa de humus actual con bastantes raíces. Pero lo más importante es que los últimos 10 cm. del estrato no contienen restos culturales (ver Cuadro No. 3) lo cual nos indica de que se trata de un basurero sellado por algunos centímetros de humus actual y que probablemente el sitio fue abandonado. La acumulación de basuras en el sitio alcanzó una profundidad que va desde los 10 cm. hasta los 80 cm., en un proceso continuo y normal de depositamiento; por otro lado, el mayor 37

número de restos culturales se pre sentó en los niveles 30-40 cm. y 40-50 cm. , justamente en los estratos 2 y 3 anteriormente mencionados. Durante la excavación no se observaro n huell as de estructuras ni de fogones, pero si se tomaron mu estras de ca rbó n, aunq ue este material no se hall ó en abunda ncia. La muestra tom ada en el nivel 40-50 cm . fue da ta en 190 ± 90 A. C. (Beta 20604) o sea siglo II A. C. b. Industria Alfa rera. La alfa rería de la fase Las Delicias se encuen tra representad a por un complejo cerámico de 5 tipos seriados , los cuales se han denominado, Ord ina rio arena fina, Or d inario arena med ia , Baño rojo, Rojo sobre crema y Aplicación (Cuadro No. 3; Fig. 2). La cerámica de esta fase en general es ordinaria y tiene muy po cos elementos deco rat ivos, siendo el bañ o rojo y la pintura roja sobre crema casi qu e las únicas alte rnat ivas decorat ivas, ya qu e la apli cac ión es práct ica mente escasa. En el gráfico de seriación (Fig . 2) se observan pocos cambios, tales como un aumento progresivo en el uso de arena fina en la pasta, mientras que existe una leve disminución en el uso de arena media, como también en la frecuencia de los tipos Baño rojo y Rojo sobre crema. Sin embargo, se infiere más bien una homogeneidad sin cambios bruscos en el transcurso del asentamiento precolombino en Las Delicias. En los tipos ordinarios las formas de las vasijas son variadas, existiendo ollas globulares de boca ancha o estrecha, escudillas trípodes, cuencos simples y aquillados, copas con base anular o pedestal, platos y alcarrazas, aunque estas últimas son muy escasas (Figs. 3 y 4; Lámina 3). También es mu y característico ob servar en estas cerámicas superficies bien alisadas pero sin pulimento ni brillo. Los bordes de las vasijas son evertidos, directos e invertidos, con labios redondeados, planos, biselados y acanalados, siendo los últimos mu y frecuen tes . Los tipos decorados Baño rojo y Rojo sobre crema tienen menos formas cerámicas y se incluyen vasijas globulares, cuencos simples y aquillados, escudillas trípodes y plat os. La deco ración generalmente se efectúa en los labios y bordes con franjas de pintura y en cuencos franjas a la a ltura de la quilla; los diseños so n esencialmente geo métricos hori zontale s verticales o curvilíneos (F ig. 5, B Y C; Fig . 6 A; Lámina 3). La decoración a plicada es escasa y so lamente se o bserva en vasijas globulares y cuencos aquillados; en ello s aparecen cordones aplicados en form a serpentifo rme o recta , cerca a l borde. También existen pelotillas aplicadas en bordes de silueta compuesta. (Fig. 6, B: Lámina 4). Detalles específicos sobre la alfarería de la fase Las Delicias están consignados en una descripción completa de los tipos cerámicos, registrada más adelante. 38

Como elementos misceláneos de esta cerámica tenemos dos fragmentos con pintura negra "negativa", cuyos diseños son geométricos, de franjas,líneas y curvas en superficies bien alisadas (Lámina 4 Nos. 7 y 8). Se recolectaron en superficie 3 fragmentos de figurillas; estos representan manos y parte de una cara, esta última con decoración incisa y un agujero en la frente; al parecer perteneció a una figurilla hueca, de tamaño grande (Lámina 4 No. 9). En el nivel 40-50 cm. de TR-I, se excavó un fragmento de pie con incisiones que representan dedos. A pesar de que los fragmentos de figurillas no son muy diagnósticos, este tipo de elementos no se asemeja a los típicamente conocidos en el área de Tumaco (fase Inguapí) o la misma fase La Cocotera del río Bubuey, que más adelante se analizará. c. Industria Litica. Los materiales líticos excavados y recolectados en superficie en el sitio Las Delicias, son muy pocos. Se obtuvieron en superficie 4 pesas de red para pescar, de 6 a 8 cm. de largo por 5 y 6 cm. de ancho; en estos elementos es característico observar escotaduras a percusión a lado y lado del canto rodado, para permitir atar la pesa a la red de pescar. En diferentes niveles se excavaron 4 machacadores a partir de cantos rodados casi esféricos y de tamaño mediano; estos probablemente sirvieron para triturar y machacar granos y semillas. No se hallaron metates ni manos de moler, pero si varios fragmentos de rocas irregulares (guijarros) sin huellas de uso. Los materiales líticos siempre se hallaron asociados con restos cerámicos en superficie o en basureros con abundantes fragmentos. d. Relaciones con otros sitios. Los materiales culturales de la fase Las Delicias tienen relaciones, aunque aún no muy claras, con elementos cerámicos de los sitios Garoza (1) y Finca Alonso Aragón (9) en la zona de manglares; allí se observan tipos ordinarios de pasta arenosa, con formas globulares de borde bastante evertido, copas con base anular y cuencos con aplicación de cordones. Por otro lado, algunos rasgos de la cerámica Las Delicias se observan en la fase siguiente, El Tamarindo, localizada en la llanura aluvial; también se asemejan tipos ordinarios de pasta arenosa en copas con base anular y en vasijas globulares con bordes evertidos y labios redondeados, planos y acanalados; también continúa la presencia de baño rojo y fragmentos de figurillas grandes y pequeñas, con rasgos similares. Además, materiales de la fase El Tamarindo fueron datados en 140 ± 60 A. c., lo cual nos indica que estas fases son más o menos contemporáneas con grupos que ocuparon la zona de manglares y colinas de la llanura aluvial en forma casi simultánea. 2. Fase El Tamarí ndo

El tamarindo (24) corresponde a un sitio de ocupación precolombina localizado en cercanías del río Timbiquí, al oeste de la pista de aterrizaje del pueblo, en

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la zona de la llanura aluvial. En este sitio se efectuaron recolecciones superficiales y se escavó la trinchera TR-I, de 2 X 1.5 m. Los materiales culturales de esta fase no son abundantes y sólo suman 470 fragmentos cerámicos y algunos fragmentos de roca (guijarros) sin uso. a. Estratigrafia. El perfil estratigráfico en el sitio El Tamarindo está compuesto por la superposición de tres estratos. La mayor cantidad de materiales culturales se encontraron en el estrato 1, una capa amarilla-café algo gredosa, con raíces; su profundidad promedio es de 50 cm. El estrato 2es una capa amarilla con manchas oscuras, transicional; en ella continúan apareciendo restos culturales, pero en muy pocas cantidades. El estrato 3, último del perfil excavado, corresponde a una capa roja, con roca meteorizada y cascajo, culturalmente estéril (Fig. l A). La acumulación de restos culturales en el sitio alcanzó una profundidad de 60 cm., observándose una mayor frecuencia de cerámicas en los dos primeros niveles superiores, en contraste con pocos fragmentos en los niveles inferiores restantes. Tampoco en esta excavación se hallaron huellas de estructuras o fogones; sin embargo, se recolectó una muestra de carbón entre los 30 y 60cm. de profundidad, o sea la parte inferior del estrato 1; esta muestra fue datada en 140 ± 60 A. C. (Beta 22666), correspondiente al siglo 11 A. C. b. Industria alfarera. La alfarería de la fase El Tamarindo se encuentra representada por un compeljo cerámico de cinco tipos, los cuales se han descrito como Ordinario arena fina, Ordinario arena media, Ordinario arena gruesa, Baño rojo e Inciso (Cuadro No. 4; Fig. 2). La mayoría de los fragmentos cerámicos corresponden a tipos ordinarios y se observan, como en la fase anterior, unos pocos fragmentos decorados con baño rojo e incisiones. En el gráfico de seriación (Fig. 2, parte superior) se representan las frecuencias de los tipos cerámicos de los tres niveles superiores de la excavación en TR-I y la recolección de materiales en superficie; los restantes niveles no aparecen en el gráfico puesto que las muestras son insuficientes, con números inferiores a los 50 fragmentos. Sin embargo, el gráfico permite observar la popularidad de tipos ordinarios en contraste con frecuencias muy bajas de tipos decorados. Por otro lado, habría que esperar a nuevas excavaciones, sobre todo de basu~eros, que permitieran obtener un mejor registro de materiales y por lo tanto una mejor seriación de esta fase. Los tipos ordinarios se caracterizan por tener pasta con desgrasante fino, medio y grueso. Las formas , de acuerdo con los pocos bordes observados, son vasijas globulares y copas con base anular, de bordes evertidos y labios redondeados, planos y acanalados (Fig. 5, A; Lámina 7). Decoración con baño rojo se observó en superficies exteriores de vasijas globulares y en el

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interior de escudillas y cuencos, mientras que la decoración incisa de líneas oblícuas y paralelas se ejecutó cerca del borde en cuencos simples y por encima de la quilla en cuencos compuestos (Fig. 5, B; Fig. 6, C; Lámina 7). Detalles de la alfarería de esta fase, se registran más adelante en la descripción completa de tipos cerámicos . Fragmentos de figurillas se hallaron en total tres. Dos de ellas fueron excavadas en los niveles 00-10 cm. y 20-30 cm., y corresponden a fragmentos de caras: la encontrada a menor profundidad, tiene varias perforaciones en la oreja e incisiones que demarcan rasgos faciales; se asemeja a las tradicionales figurillas Tumaco; mide aproximadamente 4cm. de alto (Fig. 6, E, F; Lámina 7, 13). La otra hallada en el nivel más profundo, tiene como característica rasgos faciales modelados, ojos "grano de café", boca y nariz con nariguera tipo "Clavo"; por otro lado, presenta claros diseños geométricos faciales pintados en rojo (tono 2.5YR4/8), que se observan alrededor de los ojos , mejillas y cuello (Lámina 7, 12). Un último fragmento de figurilla fue encontrado en superficie y presenta ojos y orejas demarcados por profundas inciones; además tiene una perforación circular, y al parecer corresponde a una figurilla de tamaño grande, hueca (Fig. 6 E, e; Lámina 7, 11). c. Industria Lítica. Para esta fase en la llanura aluvial no encontramos ninguna herramienta lítica que indiquen actividades domésticas o de agricultura en el sitio; en cambio se hallaron durante la excavación algunos fragmentos de roca (guijarros) sin huellas de uso. d. Relaciones con otros sitios. Como lo anotábamos anteriormente, la fase El Tamarindo se relaciona en algunos aspectos de su alfarería con la fase Las Delicias; en efecto, se observan similitudes en los tipos ordinarios de ambas fases, especialmente en formas globulares y copas de base anular con bordes evertidos y labios redondeados, planos y acanalados; las figurillas de tamaño grande también se asemejan (modeladas e incisas). Sin embargo, es importante destacar que mientras en la fase Las Delicias se tienen tipos Rojo sobre crema y Aplicación, en la fase El Tamarindo éstos desaparecen y se presentan los tipos Inciso y Ordinario arena gruesa, que a la vez no existen en la primera fase; este aspecto hace que realmente se diferencien dos complejos cerámicos en áreas distintas. Por otro lado, considerando las fechas aportadas para ambas fases y analizando los más-menos, tenemos que Las Delicias va del 280 al 100A. C. y el Tamarindo del 200 al 80 A. C.;en otras palabras, todo indica que nos hallamos ante grupos contemporáneos que explotaban ecosistemas diferentes; asociados a complejos cerámicos distintos con grandes posibilidades de intercambio cultural (figurillas, formas de vasijas, técnicas decorativas, etc.) . 41

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FRAGMENTOS DE FI GURILLAS ANTROPOMORFAS y ZOOMORFAS. HACHA

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FIGURA 18

FASE

LA

COCOTERA .

CERAMICA

y

LITICA

(U•• TltUWINTOI)

4

FI G U R A

19

FRA G MEN T OS

DE

FI GURILLA S

A N TRO PO MO R FA S. SI T IO

LA COCO T E RA . REC. SUP ER F IC I A L

2

4

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5

FIGURA 20

FRAGMENTOS LA

DE

FIGURILLAS

COCOTERA. 5 SITIO

ANTROPOMORFAS .IA4SITI0

J UANICO . REC.

SUPERFICIAL .

Oo.

6

FIGURA

21

FRAGMENTOS DE

FIGURILLAS

ANTROPOMORFAS . LA

COCOTERA

REC . SUPERFICIAL

o

5 6

F IGURA 22

PIERNAS

Y PI ES

DE

F IGUR ILLAS

ANTROPOMORFAS. L A COCOTERA REC . SUPER FIC IAL

LAM INA X

Fase La Cocotera . Tipos : Compacto arenos o y Friab le.

LAMINA 9

Fase La Coco tera. Tipos : Inciso. Pint ura roja y Rojo zonal inciso.

LAMINA \O

2

4

10

14

Fase La Cocotera. Tipos : Aplicación . Muescas , impreso con caña y pintura negra .

l.AMI NA 11

Fase La Coco te ra. Frag me ntos de figurill as a ntro po mo rfa s. zoo mo rfas y mo ldes .

LAMINA 12

a

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b

k

h

": l .



A. Estero La Coco tera. zona de man glar es, Río Bubu ey.

B, Bocan a del Río Tímbiqui. zona de mangl ar es,

silvestres tenemos la zarig üeya , gato de mon te, guag ua, guatín, tatabro , oso hormiguero, tigrillo , venado , perezoso, cusum bo y ardilla; entre los ofidios, la coral , equis y verrugosa , entre otras más ; existen variedad de especies de aves , como la pava, perdíz, azulejo , carpintero, gavilán y golondrinas. Dentro del ecosis tema de la llanura aluvial costera se registra un nuevo tipo de ase nta miento precolombino: los sitios de ocupación se ubican en las riberas de los ríos y quebradas tr ibuta rias, en las partes altas de lomas y colinas onduladas , en un territo rio de selva húm eda tro pical. Los pobladores precolom binos de la llanura aluvial se encuentran representados arqueológicamente por dos fases culturales, denominadas El Tamarindo y San Miguel, analizadas y descritas en el Capítulo anterior. Los gru pos de la fase El Tamarindo están aún pobremente documentados; sus pocos restos a rqueológicos se evidenciaron en una colina de la margen derecha del río Tim biq uí, a la alt ura del poblado del mismo nombre . La alfarería que caracteriza esta fase es sencilla y tiene muy pocas técnicas decorativas (baño rojo e incisio nes); las formas cerá micas co rresponden a vasijas globulares, copas con base anular, escudillas, cuencos simples y aquillados. También se hallaron algunos fragmentos de figurillas humanas que se asemejan a las tradicionales Tumaco . Una muestra de carbón asociada a esta alfarería fue datada en 140 ± 60 A. C, ¡ si este fechamiento es correcto, podríamos pensar en una incursión más o menos temprana de grupos agroalfareros en el interior de la llanura aluvial , retirados del ambiente propiamente costero; sin embargo, no son muchos los sitios del área que se relacionan con este tipo de alfare ría y tendríamos que esperar a una mejor doc umentación de la fase. Por otro lad o , es importa nte destacar que analizando las fechas de ca rbono 14de las fases Las Delicias y El Tamarindo (ver Ca pítulo IV) se observó que grupos de estas fases fueron contemporáneos explotando ecosistemas diferentes y caracterizados también por complejo s cerámicos diferentes. Los restos culturales de los grupos de la fase San Miguel se hallan en much as sitios de ocupación a lo largo de los ríos Guapi y Timbiquí principalment e. Esta fase no tiene aún dataciones radiocarbónicas, per o varios elementos asociados nos indican que se trata de ocupaciones tardías que perduran incluso durante épocas posteriores a la conquista española. Esto s elementos asociados corresponden a conchas marinas mu y bien conserv adas y en algunos casos a resto s cer ámic os de tr adición espa ñola.

La alfa rería de los grupos de esta fase se car act eriza por tener form as sencillas de vasijas globulares, esféricas, cuencos simples y aquillados; la decoración 129

consiste en baño rojo , aplicación de cordones delgados en sentido ho rizontal , vertical y ondulado, incisión de líneas paralelas o cruzadas y puntos impresos en el labio. Varias herramientas líticas pertenecientes a la fase co rresponden básicamente a actividades agrícolas; estos elementos son metates y ma nos de moler, machacadores o mart illos y cantos rodados a pa rente mente sin huellas de uso ; los primeros debieron estar asociados al cult ivo del maí z y a la tr ituración de otros granos. Ta mbién existen hachas del tipo trapezo idal y a largadas que posiblemente fueron usadas, como anotamos anteriormente, para despejar áreas cultivables en zonas selváticas y para otras labores de construcción. Otras fuentes importantes para la subsistencia debieron de provenir de la caza de animales y recolección de frutos y semillas silvestres. Deb ido al fácil acceso de estos grupos de las costas, también se practicaron actividades de pesca y recolección de especies marinas; es po r esto que en algunos sitios de ocupación alejados del mar, contienen restos óseos de peces y de moluscos; espec ialmente se ha hallado conchas de ostras y almejas. Las viviendas de la llanura aluvial. según dat os de cro nistas espa ño les, fuero n muy un iformes en todo el terr itorio y se ca rac terizaron por esta r co nstruidas sobre pilotes de madera, a uno o varios met ros del suelo para evitar la humedad excesiva del sue lo. Det alles más específicos so bre los pobladores de la llanura aluvia l al tiempo de la co nquista espa ño la se encue ntran co nsignados en el Capítulo VII de este mismo estudio. Por últ imo, un a oc upac ión más tardía es detectad a en nu estr as excava cio nes, igua lmente en la zo na de la llanura aluvial Pacífica , sus restos culturales se encuentran en las riberas de los ríos Guapi y T imbiqu í, en co linas y vegas poco extensas con bosqu e de selva tr op ical húmeda . Los ase nta mientos co rres po nde n a perí odos posteriores al siglo XVI , cuyos mat eriales cult urales se encuentra n mezclados con abundantes conchas mar inas de ostión y piangu a. La alfarería en general es grue sa y burda, con mu y poca deco ración (impresión de concha, aplica ción de cordones gruesos e incisión); existen cerámi cas esma ltadas o vid riadas y mayólicas de fina pasta roja; las formas son de vasijas abi ert as, gra ndes, cuenc osrplat os y vasijas co mpuestas . Es obvio qu e nuevos pobl ador es llegaron a la zona, esta vez colonizado res espa ñoles, qu e so metieron pobl acion es indíge nas y posterio rment e de negros a un intenso tra bajo de lab oreo en las minas y haciendas co lonia les.

130

VI RELACIONES CULTURALES y CONSIDERACIONES FINALES

El estudio arqueológico en la región baja de la costa caucana ha perm itido regis tra r una variedad de sitios de ocupación precolombina. El análisis de los ma teria les de alfarería, pautas de asentam iento y dataciones radiocarbónicas ha n dado pie para establecer cuatro fases culturales o a rq ueo lógicas. Estas fases se han denominado con el nombre de sitios arqueológicos: Las Delicias, El Ta ma rindo, La Cocotera y San Miguel, en un orden de la más antigua a la más reciente; cada una de ellas se encuentra representada por complejos cerámicos d iferenciables, asociados a cronologías absolutas diferentes, a excepción del co m plejo de la última fase. Por otro lado , los asentamientos de los grupos de esta s fases se hallan localizados en los ecosistemas de la zona de manglares (fase Las Delicias y La Cocotera) yen la llanura alu vial. (Fase El Tamarindo y San Miguel). Cronológicamente los asentamientos precolombinos en la costa caucana co mp renden , hasta el momento , desde el siglo II A. C. hasta la época de co nquista española; posteriormente, durante la época colonial, varios grupos indígena s continuaron viviendo en la llanura aluvial bajo un nuevo régimen po lítico implantado por españoles. Los materiales arqueológicos de las diferentes fases culturales de la costa ca uca na tienen similitud de rasgos, por un lado, con aquellos de grupos precolombinos (existen algunas fases) ubicados al sur de la costa Pacífica Colombiana, regiones de Tumaco y río Mataje, y con la costa del norte ecuatoriano, regio nes de La Tolita y La Propicia; principalmente para épocas pertenecientes a los Desarrollos Regionales Costeros (siglo IV A. C. al siglo V D . C.); por otro lado , con materiales culturales de fases con ubicación cronológica tardía, localizada s en regiones al norte y al sur de la costa caucana; estas fases culturales de épocas tardías corresponden al denominado período de Integración Regional. (C uad ro No. 9).

13]

Los más claros nexos culturales se establecen entre los grupos de las fases Las Delicias y La Cocotera, especialmente los de esta última , y aquellos localizados en las regiones al sur de la costa caucana. La fase Las Delicias, fechada en el año 190 A. c., tiene varios materiales cerámicos comparables con aquellos del complejo El Balsal y El Morro, en la costa de Tumaco; aunque estos complejos tienen fechamientos posteriores que correspoden al 50 D. C. y 430 D . C. respectivamente. También existen algunas relaciones con el complejo Nerete, ya que este es considerado como una variante de El Balsal , pero no tiene fechamiento alguno (Bouchard 1982-83). Los elementos cerámicos afines a todos estos complejos , y que se relacionan con la fase Las Delicias, corresponden a vasijas globulares de bordes abiertos o cerrados, platos, escudillas trípodes, copas con pedestal acampanado, copas con base anular y cuencos; la decoración es con pintura roja externa y/o interna en bandas horizontales en el borde o labio del recipiente y escasa decoración aplicada de cordones en cuencos. En general la alfarería de los complejos mencionados es sencilla, elaborada con pastas de tipo arenoso; las superficies de los recipientes son alisados simples con muy poca decoración , generalmente basada en la pintura roja y una que otra aplicación de tiras modeladas. Los fragmentos de figurillas humanas son macizos y modelados; en ellos se observan imperfecciones que denotan descuido por parte del alfarero; las pocas relacionadas con la fase Las Delicias pertencen a figurillas huecas y se asemejan más a las tradicionales "Tumaco " . Los elementos líticos asociados a estos complejos son metates, manos de moler, machacadores, pocas pesas para red y hachas trapezoidales; que indican actividades de agricultura, recolección y pesca principalmente. (Ibid: 316-318). El tipo de asentamiento de estos grupos, al igual que para aquellos de Las Delicias, fue de preferencia cerca a la costa, la parecer en la zona de manglares , en terrenos "firmes" sobre la topografia natural; pues aún no estaban de moda los montículos artificiales o "tolas" en la región de Tumaco, asentameintos característicos de otros grupos culturales llegados al territorio posteriormente. Los grupos relacionados con los complejos El Balsal, Nerete y El Morro, de la costa de Tumaco, parecen no haber explorado territorios más al sur, ya que en las excavaciones de Mataje y Monte Alto no se hallaron los materiales culturales equivalentes a estas fases; más bien, hacia el norte, en la costa caucana, los volvemos a observar en la mencionada fase Las Delicias; también es muy probable que sus equivalentes están entre Tumaco y el río Guapi, en regiones del río Patía, Isquandé y Tapaje. 132

Los materiales culturales de la fase La Cocotera se diferencian notablemente de aquellos de los complejos El Balsal , Nerete y El Morro. La fase La Cocotera tiene un fechamiento de 110 o. C. y se relaciona ampliamente con fases y co mplejos de la costa de Tumaco, regiones del río Mataje y Monte Alto , en territorio colombiano, y con las regiones de La Tolita y La Propicia, en la costa de Esmeraldas, Ecuador. La fase La Cocotera se corresponde en varios aspectos con la fase Inguapí 11 , fechada entre el 270 A. e. y 50 A. e., una de las más antiguas en la costa de Tumaco . Desde el punto de vista de la industria alfarera se observan en estas fases varias formas cerámicas compartidas, tales como vasijas globulares de bo rde evertido, vasijas compuestas trípodes, hemisféricas, escudillas trípodes con soportes cónicos, vasijas aquilladas y compuestas, cuencos, platos, copas, alcarrazas y botellones. En cuanto a las técnicas decorativas se observan en ambas fases la utilización de la pintura roja en motivos geométricos, la pintura negra positiva y negativa con la variante "brillante" que por su pulimento da efectos de vidriado en cuencos y escudillas; incisiones geométricas en recipientes cerrados y muescas en vasijas compuestas. Sin embargo, en la cerámica de la fase La Cocotera hace falta la decoración pintada en blanco en puntos o franjas; la pintura tricolor (rojo , blanco y negro); el inciso rojo y negro y las incisiones paralelas en el borde interno de escudillas y cuencos; mientras que en la fase Ingua pí 11 no se observa la decoración roja zonal incisa, aplicación de cordones y volutas; la decoración impresa con caña y las incisiones geométricas en la superficie interior de platos; decoraciones mu y características de la fase La Cocotera. Estas modificaciones en las alfarerías de ambas fases marcan diferencias cronológicas importantes y obedecen a cambios y transformaciones en el desarrollo cultural de los grupos precolombinos a través del tiempo . Las relaciones entre los materiales de la fase La Cocotera y aquellos del río Mataje son difíciles de determinar; ya que no existen publicaciones sobre descripciones completas de los materiales excavados en Mataje; sin embargo, se observan unos pocos rasgos comparables con la fase Mataje 11,fechada entre el 300 A.e. y el 100.e.; tales elementos corresponden a vasijas con reborde sublabial, vasijas trípodes, alcarrazas; decoración con baño rojo, muescas impresas en bordes o ángulos periféricos y aplicación de protuberancias cónicas (Reichel-Oolmatoff, 1986:92). Según Reichel-Oolmatoff, no se observan diferencias significativas entre los materiales de Mataje e Inguapí, los cuales tienen formas y elementos decorativos que no indican relaciones culturales cercanas entre ambos complejos. (Citado por Bouchard, 1982-83:321). Respecto al sitio de Monte Alto, localizado, al igual que Mataje, en la región fro nteriza colombo-ecuatoriana, tiene una serie de sitios de ocupación ubicados 133

en la zona de manglares; sus materiales culturales, aún sin fechamientos, presentan una estrecha relación con aquellos de la fase La Cocotera, aunque tienen sus diferencias . En los complejos alfareros se observan varios elementos compartidos, como son vasijas compuestas, trípodes con soportes cónicos y mamiformes huecos, con perforaciones, cuencos aquillados, copas, alcarrazas y botellones; la decoración igualmente es variada, con técnicas similares, como la incisión de motivos geométricos, aplicación de protuberancias con impresión de caña, pintura roja y negativa (Cubillos, 1955). Es importante resaltar que en la alfarería de Monte Alto -son muy comunes los ralladores, de varios tipos; mientras que en la cerámica de La Cocotera estos no existen.

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