ASTURIANOS EN EL IMPERIO DEL SOL NACIENTE
Japón a través de las fotografías de Jesús y Juan Galé (1880-1927)
Exposición 4 de febrero – 29 de junio de 2014
Muséu del Pueblu d’Asturies
ASTURIANOS EN EL IMPERIO DEL SOL NACIENTE
Japón a través de las fotografías de Jesús y Juan Galé (1880-1927)
Textos Ramón Vega Piniella
Organiza:
Agradecimientos:
Muséu del Pueblu d’Asturies
Ignacio Pando García-Pumarino Yayoi Kawamura Kawamura
Comisario de la exposición:
Familia Galé
Ramón Vega Piniella
Lía San Juan Fernández Tomoko Miyamoto
Asesora científica: Yayoi Kawamura Kawamura Textos: Ramón Vega Piniella Catalogación: Ramón Vega Piniella Fototeca del Muséu del Pueblu d’Asturies Diseño y maquetación: Manuel Fernández Transporte y montaje: M.iconos
Edita: Muséu del Pueblu d’Asturies (Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular. Ayuntamiento de Gijón/Xixón). Paseo del Doctor Fleming, 877 (La Güelga) 33203 Gijón/Xixón Tfnos. 985 182 960 / 63
[email protected] http://museos.gijon.es Muséu del Pueblu d’Asturies / Museo del Pueblo de Asturias (Facebook)
PRESENTACIÓN
Poder presentar una exposición en la que se plasman las relaciones entre Asturias y Japón constituye un motivo de gran satisfacción para mí. La razón es doble. Por un lado, se trata de un fascinante testimonio de unos asturianos en el país del Sol Naciente revelado a través del fondo fotográfico del Muséu del Pueblu d’Asturies, para lo cual la acertada y callada labor de su director D. Joaquín López Álvarez de recoger fotografías que estaban a punto de desaparecer, ha sido primordial. Por otro lado, la exposición es el resultado de la investigación de Ramón Vega Piniella, joven investigador vocacional, con enorme capacidad de indagar hasta el más mínimo detalle de las relaciones entre Japón y el norte de España, cuya tesis doctoral he tenido la suerte de dirigir.
La exposición se centra en la interesante figura del
asturiano Jesús Teodoro Galé, quien visitó varias veces Japón en las primeras décadas del siglo xx, y su hijo Juan, que le acompañó en el viaje de 1927. Las fotografías tomadas con la cámara de Juan revelan el lazo de unión que los Galé establecieron entre Asturias y Japón, por desgracia totalmente olvidado hasta el momento presente. Los visitantes disfrutarán de las insólitas y a su vez encantadoras imágenes del Japón desaparecido tras la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, una serie de láminas fotográficas coloreadas que se editaban en Japón para los primeros europeos que visitaban el país al abrirse sus fronteras tras la caída del cerrado régimen feudal en 1868, constituyen una atracción extraordinaria de la exposición. Estas láminas adquiridas por los Galé son un compendio de la modernidad y el tradicional modo de hacer de los japoneses, la habilidad artesanal.
Esta exposición singular, que el Muséu del Pueblu
d’Asturies brinda a los asturianos justo en el año que celebramos el Año de Japón en España, no se puede calificar más que de oportuna para que nos sintamos más cerca unos de otros. Yayoi Kawamura Universidad de Oviedo
ÍNDICE
Introducción
9 Contexto histórico
12
Los Galé
12
El viaje
15
La fotografía en Japón
16
Los Galé fotógrafos
19
Akashi
22
Osaka
28
Kobe
34
Tokio
42
Los Galé coleccionistas
53
Bibliografía
103
Catálogo
107
8
Introducción
9
10
El País del Sol Naciente es un foco de atracción para
y acontecimientos, tanto extraordinarios como cotidianos,
occidente. Ya sea por las imágenes exóticas que evoca,
que acompañaron a estos infatigables viajeros en sus
por lo diferente de su cultura o por la riqueza y estética de
meses de travesía.
sus artes, nuestra sociedad se ve abocada a acercarse
a Japón. Pero no se trata de un fenómeno actual. Había
diferenciadas, precedidas por una introducción. Esta nos
asturianos que hace más de un siglo ya eran conscientes
acerca a la realidad del Japón en aquel momento, tanto
de este gusto. Y lograron llegar hasta esas lejanas tierras
histórica como culturalmente. Además, nos ofrece un
trayendo con ellos una pequeña muestra de lo que
acercamiento al fenómeno de fascinación por lo nipón: el
aguardaba al otro lado del globo.
japonismo.
El Muséu del Pueblu d’Asturies atesora en sus
La exposición se divide en dos partes bien
La primera parte muestra las fotografías realizadas
fondos una ingente colección de fotografías provenientes
por los Galé en el archipiélago, visitando en un primer
de los más dispares ámbitos, lo que demuestra
momento la prefectura central de Kansai (Akashi, Kobe y
constantemente con sus exposiciones periódicas. En esta
Osaka), para después partir hacia Tokio. Estas imágenes
ocasión se exhibe por vez primera una selección de las
suponen un acercamiento único al Japón de los años
fotografías sobre Japón pertenecientes a Jesús Teodoro
veinte. Su visión trasciende de la del turista casual,
y Juan Galé. Padre e hijo, comerciantes y viajeros
realizando fotografías de un destacado valor artístico, a la
asturianos, atesoraron una interesante colección, con
par que documental. El autor no busca para ello parajes
la particularidad de que ellos mismos también tomaron
idílicos o evocaciones de otros tiempos. Conocedores de
imágenes de su propia experiencia en el archipiélago
la cultura japonesa, tratan de representar la transición
nipón.
del país hacia la modernidad, su «occidentalización», al
mismo tiempo que su identidad nacional y tradiciones se
Contamos además con el marco incomparable de
ser el Año Dual España Japón, evento del que esta
ven fortalecidas.
exposición tiene el honor de formar parte. Con esta
celebración, que transcurre entre los años 2013-2014,
como coleccionistas y comerciantes de fotografías.
los jefes de Estado de España y Japón concertaron
Realizadas durante las eras Meiji (1868-1912) y Taisho
conmemorar el cuatrocientos aniversario del envío de
(1912-1926), estos testimonios gráficos muestran un
la Embajada Keicho a Europa. Durante esta visita se
Japón realmente tradicional, con un desbordante gusto
fomentaron los lazos hispano-japoneses, con interesantes
estético que se ve resaltado por la presencia del color.
intercambios culturales y artísticos que fueron durante
Pintadas a mano por artesanos japoneses, ofrecen
mucho tiempo olvidados.
un repertorio rico en paisajes y costumbres, en el
que la imagen de la mujer japonesa toma un especial
La familia Galé es el origen y protagonista que
La segunda parte nos acerca a la faceta de los Galé
vertebra esta exposición. Jesús Teodoro Galé Pérez y
protagonismo.
Juan Galé Moreau, padre e hijo, avezados viajeros y
comerciantes, atesoraron una espléndida colección de
parte poco conocida de los fondos del Muséu del
objetos artísticos provenientes de sus viajes. Jesús,
Pueblu d’Asturies, al mismo tiempo que se procura un
representante comercial, realizaba anualmente una
acercamiento a la cultura japonesa en este Año Dual
travesía por Asia por el espacio de varios meses. Sin
España-Japón. Todo ello sin olvidar la extraordinaria
embargo, en 1927 su hijo Juan le acompañará aportando
figura de los Galé, sobre la que se establecen sólidas
un elemento novedoso: su cámara. El resultado no
bases para futuros estudios. En definitiva, un gran tesoro
puede ser más sorprendente y enriquecedor. Centenares
que ahora se expone por primera vez para el disfrute de
de fotografías por toda Asia retratando sus gentes y
cuantos quieran acercarse a la cultura del mundo a través
costumbres, arte, arquitectura, flora y fauna, personajes
de los museos asturianos.
Con esta exposición se busca dar a conocer una
11
Vistas del ajetreo en un puerto de Java Juan Galé, 1927.
CONTEXTO HISTÓRICO
comercio de toda clase de objetos: grabados ukiyo-e, lacas, armaduras, pasando por ebanistería y cómo no,
A mediados del siglo xix, el conocimiento que occidente
fotografías. Cruzan las fronteras para ser admirados
tenía sobre Japón estaba extremadamente limitado.
por occidente, como ejemplo del buen hacer de los
Tras un periodo de guerras internas, el shogun victorioso
artesanos nipones, muchos de ellos conteniendo motivos
emprendió una dura política aislacionista denominado
que representaban la sociedad más tradicional. Esta
sakoku, «país encadenado», tratando con ello de
avalancha de objetos nipones crea un punto de inflexión
mantener la estabilidad y el control del gobierno. El
para muchos artistas de renombre en el ámbito europeo,
resultado fueron más de doscientos años de aislamiento
atraídos por ese lejano lugar «redescubierto»: Gauguin,
en los que Japón y su cultura prácticamente se
Degas, Renoir, Manet, Toulousse-Lautrec o Van Gogh
desvanecieron para el resto del mundo.
fueron grandes admiradores de este arte y se vieron
influidos por sus formas estéticas y composiciones.
Pero en 1853, los Estados Unidos y otros países
occidentales, chocaron frontalmente con esta idea de
Muchos llegaron incluso a ser avezados coleccionistas de
Japón de mantenerse al margen. La flota estadounidense
arte japonés. Será tal su influencia que dará lugar a un
forzó la apertura del país, obteniendo provechosos
movimiento cultural, el japonismo. Además de la pintura,
tratados comerciales en un mercado hasta el momento
otras artes como la música, la literatura, la orfebrería,
sin explotar debido a su reclusión. Este acontecimiento,
la moda o el diseño recibieron con los brazos abiertos
unido a las desavenencias sociales del final del período
estas novedades, aunque siempre bajo el filtro del gusto
Edo (1603-1867), desencadenó el fin del shogunato y la
occidental.
restauración del poder del Emperador, hasta entonces
mero títere político del gobierno militar. Comienza
con los felices años veinte; el asfalto comienza a
entonces la Era Meiji (1868-1912), un período de
generalizarse con las primeras muestras de hegemonía
grandes y profundas transformaciones que daría lugar a
de los automóviles, el cemento va sustituyendo a la
la modernización del país. Se implantaron los modelos
madera como material de construcción e importantes
occidentales más efectivos, tanto en instituciones
reflejos culturales como el jazz, los deportes o la moda
gubernamentales como en la industria y en las
occidental se van abriendo paso entre la juventud.
estructuras sociales, con el consiguiente crecimiento tanto
Sin embargo, todas estas transformaciones aún están
del prestigio nacional como de su economía en un tiempo
imbricadas con la sociedad tradicional japonesa. En
record. El país protagonizará los titulares de la prensa
1927, en medio de este interesante proceso de cambio
internacional al vencer en las guerras chino-japonesa
y adaptación, los Galé desembarcan en Japón. Fueron
(1894-1895) y ruso-japonesa (1904-1905), atrayendo aún
entonces testigos de excepción de cómo el país nipón
más las miradas y admiración del panorama internacional.
va asimilando todas las novedades de occidente, en un
ejemplo de convivencia entre tradición y modernidad que
Con la apertura del país comienzan también a
difundirse su arte y cultura. A finales del siglo xix
El inicio de la Era Showa (1926-1989) se corresponde
llega a nuestros días.
y principios del xx, especialmente gracias a las Exposiciones Universales, lo japonés está de moda. Este
LOS GALÉ
interés por el Japón favorece un increíble y ecléctico Jesús Teodoro Galé Pérez (Avilés, 1877- Marsella, 1929). Hijo de Manuel Galé y Gán y Amelia Pérez y Miranda, nació en Avilés en el seno de una familia de origen oscense. A muy temprana edad fue enviado a estudiar a Alemania. Tras su formación políglota, a los veinte años ya trabaja como comercial en los Estados
12 Jesús Teodoro Galé.
Juan Galé.
Jardín Botánico de Bombay, una de las paradas obligatorias en los viajes asiáticos de Jesús Galé. 1927.
Tarjeta de visita de Jesús Galé como representante de la casa parisina de perfumería y cosméticos V. Rigaud. h. 1900.
13
Unidos. A partir de 1900 comienza a realizar travesías intercontinentales de larga duración, primero a América y por el Mediterráneo, para, a partir de 1904, establecer una ruta en Asia. Como representante comercial, cabe destacar su trabajo para las casas de prestigio Grimault & CO, suministros médicos, y V. Rigaud, perfumerías. Ambas ofrecían una amplia gama de productos pensados para la media y alta burguesía, con la que Jesús tratará. Crea fuertes vínculos con diferentes propietarios de negocios de primer orden, diplomáticos, viajeros y coleccionistas, destacando la figura de sus «agentes». Se trata de comerciales locales y factótums que, al margen de servirle de guías y traductores, miran por los intereses de Galé en su ausencia. De esta manera realiza también innumerables compras de objetos, especialmente artísticos, que vendía al regresar a Europa. En 1919 es condecorado con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, al parecer por su participación a la hora de paliar los efectos de la llamada «gripe española», un año antes, mediante sus contactos con las farmacéuticas. Afincado en París, cuenta también con residencias en San Sebastián y Marsella, donde se recupera de sus viajes.
esposa viajaba por toda Francia y el norte de España,
En 1928 sufre varios achaques, cayendo definitivamente
acompañada por el pequeño Juan. Se formó en el Institut
enfermo en 1929, poniendo fin a su historia en el viaje de
Políglota de Moucheron de París. Siguiendo los pasos
retorno desde China.
de su progenitor, compagina sus estudios alto-burgueses
con una incipiente carrera deportiva que le reportaría
Juan Galé Moreau (1900, París-1975, Luanco)
fue el único hijo del matrimonio de Jesús T. Galé y
varios trofeos nacionales de atletismo. Era además un
Reneé Moreau. Mientras Jesús estaba en Oriente, su
apasionado fotógrafo, radiofonista y pescador, aficiones
Proximidades de un templo en Calcuta. Juan Galé, 1927.
Uno de los grandes intereses de los Galé fue la escultura. Bombay, 1927.
14
que mantendrá durante toda su vida. Conforme crecía y
desde el actual Pakistán hasta Calcuta, con largas
mejoraba su educación, Xan, como posteriormente se le
estancias en el interior. La siguiente etapa comprendía
conocería en Avilés, seguía con atención las travesías de
Singapur, Tailandia, regreso a Singapur, Java, Filipinas,
su padre, que lo convirtieron en un ávido coleccionista
Japón y desembarcando finalmente en Honk Kong. Todas
de sellos. Colabora en gran medida con Jesús,
estas localizaciones aparecen fotografiadas por Juan,
encargándose de las ventas de los objetos que traía de
aportando un corpus documental de varios miles de
Asia desde su tienda en San Sebastián. Poco después
imágenes con un interés histórico, antropológico y social
del fallecimiento de su padre, Juan se afinca en Avilés
sin parangón. En ocasiones, podemos encontrar incluso
como filatélico, lo que no le impedirá realizar frecuentes
pequeñas anotaciones en el reverso, que contienen
viajes por España y el Mediterráneo, manteniendo
toda clase de informaciones útiles y sugestivas sobre los
muchos de los contactos paternos. Finalmente, se retirará
gustos, intereses y experiencias de su autor.
sus últimos años a Luanco. EL VIAJE Dentro del recorrido habitual de Jesús Teodoro Galé, Japón, a pesar de su importancia, tan solo era una de las numerosas paradas. Su viaje comenzaba en Marsella, muy posiblemente a finales de 1926. Al contrario que en otras ocasiones, no se detiene en Italia, Grecia o Estambul. Tras cruzar Egipto y Etiopía acompañado de su hijo Juan, recorre el subcontinente indio, cruzando
15 Cientos de barcas en el rio Yangtsé sirven de mercado itinerante. Al fondo, se destaca la oficina general de correos. Juan Galé, 1927.
Esquema del recorrido de los Galé en 1927.
LA FOTOGRAFÍA EN JAPÓN
son, con pocas excepciones, elementos muy subjetivos e imaginativos. Es posible que la idea original partiera
16
El flujo de viajeros, especialmente europeos y
del citado Felice Beato. Inicialmente era su colaborador
americanos, vino acompañado de las cámaras
Wirgman quien, siguiendo los procedimientos de
fotográficas. Incluso la flota que forzó la apertura de
pintura propios de Japón, realizaba el laborioso trabajo.
Japón en 1863, bajo el mando del Comodoro Matthew
Sin embargo, la demanda se incrementó de manera
Perry, contó entre sus filas con el fotógrafo Eliphalet
exponencial, por lo que se vieron obligados a recurrir
Brown Jr. para dejar constancia del acontecimiento.
a artistas locales. Se produce entonces una curiosa
Prensa y revistas ilustradas ofrecían a través de estos
situación: se genera empleo para los tradicionales
materiales la primera visión de un país hasta entonces
coloristas de ukiyo-e (grabados japoneses). Muchos de
ignoto para occidente, alimentando más y más el
estos habían perdido por entonces sus trabajos, debido
japonismo. Durante el primer lustro, los fotógrafos
a la creciente pérdida de interés por los grabados.
pertenecían únicamente a las legaciones extranjeras.
La precisión y maestría de estos virtuosos, en ambas
Poco a poco, comenzaron a surgir estudios con un
artes, posibilitaba la producción de decenas de miles de
carácter cada vez más sedentario, sobre los que destaca
fotografías con unas gamas de colores sorprendentes,
la figura de Felice Beato. Paulatinamente irán tomando
siempre mediante pigmentos solubles en agua. Esto,
el relevo fotógrafos japoneses, muchos de los cuales se
unido a las composiciones sencillas y temáticas
iniciaron como ayudantes en los talleres fotográficos de
costumbristas e intimistas, constituye un paralelismo con
occidentales. Destacan entonces autores como Yokoyama
la archiconocida xilografía japonesa.
Matsusaburo, Ueno Hikoma, Shimooka Renjo, Usui
Shusaburo o Suzuki Shin’ichi, entre otros, desplazando a
un abanico muy dispar. Mientras que en un principio la
la competencia extranjera y revendiéndose entre ellos los
coloración era un proceso meticuloso en extremo, las
originales de otros estudios. En 1886 solamente quedaba
necesidades del mercado obligaron progresivamente a
en activo un fotógrafo occidental, Adolfo Farsari.
dar prioridad a la cantidad sobre la calidad. Se pierden
por tanto la búsqueda de tonos mediante el color, los
El sistema de fotografía más popular fue sin
Al abordar el tema de las calidades, nos encontramos
lugar a dudas la albúmina. Se trata de un sistema de
detalles, los añadidos y la continuidad de motivos, como
impresión específico, por contacto directo, en el que
veremos en el caso de las muchachas maiko (aprendices
se emplea albumen como capa superficial sobre el
de geisha). Por otro lado, hacia la década de 1880 se
papel, sin internarse en las fibras ni en el proceso de
trataba ya de un procedimiento extendido en Japón.
fotosensibilizado con el nitrato de plata. La clara de huevo
La producción estaba destinada casi en exclusiva a
le otorga cierta resistencia, impermeabiliza y mantiene
la exportación, por lo que la temática también estaba
tanto los tonos como la nitidez de la imagen. Por ello,
condicionada. Se trataba de retroalimentar la fascinación
ha sido uno de los procesos favoritos hasta la Primera
por el extremo oriente, por lo que se buscaba mostrar
Guerra Mundial. Las fotografías adquieren un brillo
el lado más propio del país: parajes naturales, templos,
característico, parduzco en algunas de las obras que nos
oficios tradicionales, festividades y, en general, todo
ocupan, aunque este demérito podía ser alterado en el
elemento antiquizante o sin influencia de la Restauración
laboratorio mediante procedimientos sencillos.
Meiji. El éxito fue tal que muchos de los tópicos siguen
vigentes en la actualidad. Esta difusión de imágenes
Uno de los elementos más característicos de la
fotografía japonesa del período es su coloración a
continuaría hasta las postrimerías de este negocio en
mano. Las fotografías con impresión a la albúmina eran
la década de 1910, una vez pasado el auge de las
positivadas, en blanco y negro, para posteriormente
Exposiciones Universales y asentado el gusto por las
ser coloreadas minuciosamente. Las pigmentaciones
tarjetas postales.
17
Los Galé fotógrafos
20
Los lazos entre Jesús Teodoro Galé y Japón estaban ya consolidados en 1927. Hacía más de veinte años que visitaba el archipiélago, por lo que conoció el país durante tres períodos postTokugawa de Japón; las Eras Meiji (1868-1912), Taishō (1912-1926) y Shōwa (1926-1989). Esto le aportó una visión única de la evolución del país, sus costumbres e infraestructuras. Sin embargo, no hay que olvidar la prioridad de su viaje a Japón: el comercio. No estamos ante un viajero «purista». Tampoco se trata de un corresponsal, o un adinerado diletante. Tanto él como su hijo, hijo son comerciantes, y por tanto, su modus operandi es distinto al de otros viajeros del período. Su condición de marchante le aporta un conocimiento in situ de las obras. Sabe lo que compra y tiene quien vele por sus intereses, sus agentes y amigos en el país, con los que mantiene correspondencia. Subyace por lo tanto un conocimiento previo al viaje, apuntalado por el mismo coleccionismo del japonismo del que él mismo era partícipe. La generalidad de las fotografías realizadas por Juan han sido positivadas en sepia claro, partiendo de negativos plásticos de gelatino-bromuro. Salvo ligeras veladuras, normalmente en las fotografías repetidas, la conservación es excelente. Todo parece indicar que el total de las fotografías se ha conservado. Por otro lado, en algunas ocasiones el agente de los Galé en Japón, Raku, será quien tome las instantáneas.
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Akashi
En la prefectura de Hyōgo, próxima a Kobe, se emplaza la pequeña población costera de Akashi. Los motivos principales son paisajes marítimos en torno a la playa de Maiko y las apreciadas vistas a través de los pinares. Ambos motivos son habituales en la iconografía tradicional ukiyo-e de esta zona. Se trata de un estrecho con la isla Awaji, lo que genera una gran concentración de tráfico marítimo. La zona destacó desde finales de la Era Meiji como lugar de reposo frente al bullicio de Kobe y Osaka, proliferando las segundas residencias de las élites urbanas y los hoteles de lujo como el Bankirô. En contraste, las escenas más habituales eran las de los barcos y mariscadoras paseando por la playa, motivos recogidos entre las albúminas de la colección Galé.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Cena japonesa
Imagen tomada en las cercanías del Hotel Bankirô, Akashi.
Japón. 1927
Los Galé son invitados a una cena tradicional japonesa, en la que el anfitrión (izquierda) les agasaja junto a su agente
Copia actual de negativo de celuloide
Raku (derecha). Siguiendo el protocolo, los invitados se
de 75 × 125 mm
encuentran de espaldas a él para evitar ostentación. El pequeño espacio al fondo es un tokonoma, zona de la casa reservada a la meditación. En su interior pueden apreciarse un bonsai de pino y varios muebles con decoración de motivos naturales. También se puede observar un kakemono, pintura desplegada verticalmente, con un tema nihonga, mostrando una joven acorde a la estética tradicional.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Vistas de la playa de Maiko
El Hotel Bankirô contaba con estas vistas desde sus
Japón. 1927
galerías al mar. Juan capta el momento en el que el resto de sus acompañantes disfrutan de la atareada vida
Copia actual de negativo de celuloide
costera. A la izquierda puede apreciarse una torre poligonal
de 75 × 125 mm
de tejado apuntado. Se trata de la torre de Ijokaku, en el palacete de Shôkai Bessô, el edificio de hormigón más antiguo del país. En la actualidad es la sede de la Fundación Sun Yat-sen en Japón.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Mariscadoras y pescadores en la costa de Akashi
Varias mujeres recorren la costa junto a sus hijos
Japón. 1927
costeras. La zona del estrecho de Akashi es rica en
mariscando, una actividad muy habitual en las poblaciones marisco y moluscos, que complementaban la dieta familiar.
Copia actual de negativo de celuloide
de 75 × 125 mm
capital importancia para el país, constituyendo el acceso a
El tráfico fluvial de esta zona era, y sigue siendo, de
Kobe y Osaka. Como puede apreciarse, se alternan barcos pesqueros y de transporte a vela propios de la zona. Tres pequeños chokibune (barco colmillos de jabalí) en primer término, seguidos de barcos de pesca y juncos de mayor envergadura. En el horizonte se aprecia el humo de un barco de vapor.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Pinos en la playa de Maiko
La zona era especialmente apreciada por los japoneses
Japón. 1927
debido a las bucólicas escenas que ofrecía el paraje de Maiko, donde la playa se unía con un bosque de pinos
Copia actual de negativo de celuloide
centenarios de caprichosas formas. Artistas del ukiyo-e como
de 75 × 125 mm
Hirosighe II (1842-1894) representaron estas mismas vistas. Al fondo, se distingue la silueta de la isla de Awaji, hoy unida a Akashi por un puente colgante de casi dos kilómetros de longitud.
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Osaka
Osaka asumió rápidamente su papel de foco industrial gracias a ser uno de los puertos más protegidos de Japón y a su cercanía a Kobe, lo que garantizaba un fluido contacto con los factores de modernización occidental. Gracias a este continuo fluir de ideas y mercancías, se transformó en una ciudad cosmopolita, donde se implantaron pronto la moda y el ocio foráneos.
Ya plenamente en el contexto urbano, los Galé
toman contacto con la actividad habitual de las calles comerciales y el occidentalizado distrito económico. Captan diferentes imágenes del Naniwabashi, «puente de los leones», o del edificio Mitsukoshi, fácilmente extrapolables a cualquier capital europea del momento. Como contraste, la ciudad está plagada de canales menores, lejos del ajetreo del transporte a motor que ya comienza a dominar. En ellos aún arraiga el comercio más tradicional, barrios vivos donde se asoman construcciones de madera sobre las aguas mientras que las barcas, anegadas de mercancías, pugnan por un espacio entre los grandes restaurantes flotantes.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Palacio Biloba
Uno de los múltiples centros de espectáculos variados que
Osaka. Japón. 1927
ofrecía Osaka. Se anuncia la proyección de Narutohichô, de Eiji Yoshikawa (1892-1962). Se trata de una novela publicada
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por el periódico Mainichi de Osaka durante ese mismo año
de 75 × 125 mm
que, debido a su éxito, pasó al cine.
El cine en Japón generó una enorme expectación, con
figuras de mucha trascendencia cultural como los benshi. Inicialmente narradores de las películas mudas, llegaron a convertirse en protagonistas del espectáculo. Su trabajo continuará mucho después del fin del cine mudo, durante la lenta transición al cine sonoro.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Vista desde el puente Kyômachi Osaka, Japón. 1927
La vida en los canales de las ciudades japonesas era realmente ajetreada. Se trataba de la principal via de comunicación, que dividía en innumerables islas muchas
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poblaciones.
de 75 × 125 mm
Situado en el corazón de la ciudad, el puente Kyômachi
sirvió como eje de una larga serie de fotografías de Juan Galé por ser un luagar donde encontrar incontables ejemplos de la vida en Japón. La mayoría de las instantáneas tomadas desde un punto elevado cercano captando al mismo tiempo la perspectiva del río enmarcado entre las casas y la realidad cotidiana de esas actividades fluviales.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Cruzando el puente Kyômachi Osaka, Japón. 1927
La actividad en el puente era constante y variada, lo que Juan aprovechó para realizar un retrato de la cambiante sociedad japonesa. Uno de los principales atractivos eran
Copia actual de negativo de celuloide
sus transportes.
de 75 × 125 mm
Encontramos ya completamente integrado el uso
de bicicletas en Japón como vehículo barato y flexible. Compartiendo su espacio, aún se pueden encontrar jinrikishas, carros de transporte de tracción humana, introducidos por los occidentales en los países asiáticos.
En cuanto a los transportes marítimos, al encontrarse
en frente de la Compañía Postal de Barcos, Juan tenía ante su objetivo un constante fluir de barcos de toda clase. El más común entre ellos eran los takasebune barcos polivalentes fluviales, de limitada manga y calado, perfectos para los atestados canales.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Los canales del Kyômachi Osaka, Japón. 1927
Con esta toma en vertical, encuadre típico del ukiyo-e, permite combinar el perfil del puente, la figura y el canal con una gran perspectiva. Esta misma composición será
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en ocasiones empleada por Van Gogh, gran admirador de
de 125 × 75 mm
los grabados japoneses.
Las imágenes relativas a las jóvenes japonesas con
el vestido tradicional son recurrentes en las series del Puente Kyômachi. En muchas ocasiones se trata del motivo principal, cruzando el puente entre restaurantes fluviales de ostras y las calles de los gremios de sastres y vendedores de telas.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
El Paulista Dance Hall Osaka, Japón. 1927
El Paulista Dance Hall era una sala de baile pretérita en Japón, una de las introductoras del Jazz en el país, foco de atracción para los jóvenes modernos o mo-bo.
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Los Galé parecen sentir cierta curiosidad por la
de 125 × 75 mm
arquitectura, emulando un bune o gran barco dedicado al ocio. Se encuentra enmarcado entre unos grandes paneles de caracteres flotantes. Junto a él se ubica el restaurante fluvial Haki-Shide, publicitando su pescado y ostras frescas de Hiroshima.
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Kobe
Akashi, Kobe y Osaka forman parte de la bahía de Osaka (Hyōjo), aunque Kobe es la de carácter más cosmopolita. Rodeado de montañas, es uno de los primeros lugares donde se permite a los occidentales asentarse tras la apertura del país. Era el puerto principal para las exportaciones, por delante incluso de Yokohama, por lo que compañías comerciales y líneas de vapores tenían allí sus sedes.
Muy posiblemente, como epicentro del comercio
internacional en Japón, Kobe fuera el núcleo de todos los movimientos de los Galé en Japón. Sabemos además que se hospedaban en el Oriental Hotel, a donde se les enviaba la correspondencia y las fotografías una vez reveladas.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Avenida de Sakaemachi-dori Kobe, Japón. 1927
Trenes y tranvías fueron uno de los principales elementos más visuales de modernización de Japón. Muy pronto, las líneas férreas se pensaron para organizar el urbanismo de
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las ciudades, hasta el momento muy anticuadas. Por su
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parte, el tranvía comienza a consolidarse como elemento vertebrador del interior de la ciudad y sus barrios.
En muchas de las escenas tomadas por Juan, la tradición
y la modernidad conviven en una curiosa armonía. En este caso, una joven con parasol y vestido tradicional pasea entre el mobiliario urbano de estilo occidental.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Los monjes komusō en la calle Motomachi Jesús Teodoro Galé y monjes komusō Kobe, Japón. 1927 Copia actual de negativo de celuloide de 75 × 125 mm
En este caso, la imagen de una calle con modernas farolas eléctricas en estilo art nouveau, suzuran, sirve de telón de fondo para una curiosa escena. Delante de una tienda de grabados y fotografías, dos komusō. Se trata de monjes budistas que dejan su vida anterior en el anonimato de sus cestas, mientras piden limosna con sus flautas shakuhachi.
Como no podía ser de otra manera, Jesús Teodoro
Galé busca formar parte de la escena, en la que aparece reflejado como testigo de excepción.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
La calle de tiendas de Motomachi Kobe, Japón. 1927
Se trata de la misma calle de la imagen anterior, donde un cartel de correos invertido hace las veces de valla pavés de obras. Era una zona destacada de compras
Copia actual de negativo de celuloide
de la ciudad de Kobe, reformada recientemente por la
de 75 × 125 mm
influencia de novedades en diferentes exposiciones regionales y universales.
Al fondo se puede apreciar una edificación más
destacada, muy posiblemente los grandes almacenes Takashiyama.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Calle comercial con torii Kobe, Japón. 1927
En la religiosidad japonesa, ya sea sintoísta o budista, los espacios aledaños a la zona sagrada tienen una presencia muy destacada artísticamente. En este caso, en
Copia actual de negativo de celuloide
la atestada calle, repleta de puestos y tenderetes, varios
de 75 × 125 mm
arcos templarios y linternas señalan que se trata de un acceso para peregrinos.
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Jesús mira el panorama de la calle, generando una curiosa perspectiva. No parece estar posando, sino más bien disfrutando de la oportunidad de unirse en al peregrinar de los japoneses.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Acceso al templo de Ikuta Kobe, Japón. 1927
El Ikuta Jinja es uno de los santuarios más antiguos de Japón. Fundado en el siglo iv por la emperatriz Jingu, es un lugar sagrado para la religión sintoísta, propia de Japón. El
Copia actual de negativo de celuloide
culto consiste en la devoción animista a los kami, espíritus de
de 75 × 125 mm
la naturaleza.
El arco central es un torii, construcción que indica la
entrada a un lugar sagrado. Al igual que las linternas, sirve de señal, pero, en este caso, destaca la idea de «entrada». Generalmente muy sencillos, los torii están formados por un par de pilares un poco inclinados (hashira) y un dintel doble (kasagi y shimaki).
Hasta hacía un lustro, el acceso era una carretera rural de
tierra prensada flanqueada por cerezos y ciruelos, con varias linternas de piedra. Sin embargo, con el inicio de la Era Meiji, se convirtió en la ajetreada calle comercial que encontraron los Galé, lugar muy apreciado como motivo de albúminas.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Entrada al Santuario de Minatogawa Kobe, Japón. 1927
El Santuario de Minatogawa, también conocido como Nanko o Dai-Nanco, es un lugar de culto sintoísta. La entrada monumental da acceso al hondō, el edificio
Copia actual de negativo de celuloide
principal, donde se venera el espíritu de una figura
de 75 × 125 mm
histórica. En este caso, el espíritu del comandante Masashige Kusunoki (1294-1336), fallecido en la batalla de Minatogawa, que tuvo lugar en las proximidades. Durante el período Edo se popularizó su heroísmo, convirtiéndose en un símbolo patriótico nacional.
El padre del fotógrafo aparece retratado de medio
cuerpo, dejando ver el interior de acceso al santuario y las jóvenes con kimonos tradicionales. Pendientes del dintel pueden verse varias colgaduras de papel en zigzag, los shide. Se trata de un elemento común dentro de los rituales sintoístas, símbolo de purificación y bendición, generalmente pendiendo de una cuerda de arroz (shimenawa).
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Tokio
Asignada como capital con el retorno al poder del Emperador, Tokio creció con la misma idea de modernización que se buscaba implantar en todo el país. Siguiendo modelos racionalistas y funcionales, estableció el sistema de ferrocarriles y administración pública con los nuevos modelos de urbanismo importados de occidente, pero llevados en Japón a la práctica. En 1923 sufrió el devastador terremoto de Kanto, por lo que gran parte de los edificios reflejados en las fotografías de los Galé acababan de ser reconstruidos a imagen de los originales. Es el caso del Hotel Imperial donde Juan realiza un buen número de instantáneas, de nuevo junto a dos agentes japoneses, uno de ellos Raku, quien ya les había acompañado en Akashi y Osaka. Sin embargo, cobra una relevancia excepcional, tanto en cantidad como en calidad, un conjunto templario, el de Akashi. Al contrario de lo que sucede en el resto de fotografías de Japón, sí hay inesperados figurantes que se asoman curiosos, frustrando en parte los encuadres buscados por Juan. Se trata de la última parada de los Galé en Japón.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Teatro Kabuki-Za Tokio, Japón. 1927
Como principal teatro de Tokio para la representación del teatro tradicional japonés, el kabuki, el teatro Kabuki-za es un elemento icónico para los amantes de este arte
Copia actual de negativo de celuloide
escénico. El edificio sufrió numerosos incendios, siendo
de 75 × 125 mm
el fotografiado una reciente reconstrucción de 1924, nuevamente destruida en 1945.
Jesús Galé aparece posando, buscando documentar
su visita al lugar, consciente de la importancia del edificio. Muchas de las obras de su colección de ukiyo-e tienen temática de kabuki, donde los actores llamativamente representados evocan los dramas y epicidad del antiguo Japón feudal.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Nakamise Tokio, Japón. 1927
Orientado de manera que recibía a los viajeros que llegaban desde el puerto, el templo de Asakusa disponía desde 1885 de una larga avenida de acceso, Nakamise,
Copia actual de negativo de celuloide
flanqueada por tiendas de suvenires. En ellas, peregrinos
de 75 × 125 mm
y visitantes casuales se abastecían de toda clase de objetos religiosos o curiosos, a la vez que llamativos. En sus escaparates competían decenas de puestos de comida callejera que se entremezclaban con puestos de venta de pergaminos religiosos, kimonos o ukiyo-e.
En 1923 el Gran Terremoto de Kanto destruyó las
construcciones originales de esta avenida. No obstante, dos años antes de la fotografía tomada por Juan, se reconstruyeron, esta vez en cemento.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Paseo por el templo de Asakusa Tokio, Japón. 1927
Las tiendas de suvenires de Nakamise son la antesala del templo, por donde todos los peregrinos cruzan a la sombra de sus toldos. En este ambiente festivo, de llegar al final
Copia actual de negativo de celuloide
del camino, se muestra en la imagen el ambiente jovial y
de 125 x 75 mm
risueño de los alrededores del templo en una instantánea muy casual. A los establecimientos pensados para los peregrinos, se unían muchas otras actividades feriales asequibles y vistosas, típicas de los festivales japoneses.
Al fondo se aprecia el Hōzōmon «Puerta del Tesoro»,
un edificio monumental que da acceso al Santuario de Sensō-ji propiamente dicho.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
La linterna de piedra en Asakusa Tokio, Japón. 1927 Copia actual de negativo de celuloide de 125 x 75 mm Flanqueando la entrada a la «Puerta del Tesoro», un par de linternas monumentales o tōrō indicaban al peregrino la relevancia de ese lugar. Este tipo de linternas, inicialmente ofrendas a Buda, fueron rápidamente asimiladas por el sintoísmo, la religión animista propia de Japón.
En este caso se trata de un kasuga-dōrō, una
gran linterna con pedestal, no siendo frecuentes las de estas proporciones. Su significado es propiamente el de la secta Tendai, un Gorintō representando en alturas los cinco elementos (fuego, tierra, agua, aire y vacío).
La imagen evidencia la capacidad de
observación de Juan Galé, ya que capta el instante en el que una de las niñas se asoma sobre el mostrador ladeando sus getas, chancletas tradicionales de madera.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Santuario de Sensō-ji Japón. 1927
Localizado en la zona de Asakusa, el Sensō-ji es el templo más antiguo de Tokio. Se adscribe al culto de bodhisattva Kannon, figura muy querida del budismo por
Copia actual de negativo de celuloide
sus actos de compasión y piedad. Es además el templo
de 75 x 125 mm
tutelar del importante clan Tokugawa desde prácticamente su fundación en el siglo vii.
Su cercanía al santuario sintoísta de Asakusa lo convierte
además en epicentro de las celebraciones del matsuri, o festival de verano. Hoy es tesoro nacional de Japón.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
El Hondō del Sensō-ji Tokio, Japón. 1927
El Hondō es el edificio principal del garan, la zona sagrada del templo. En él se custodian siempre los objetos de máxima veneración. En este caso, se trata de la escultura
Copia actual de negativo de celuloide
de Kannon, encontrada por unos pescadores y que dio
de 75 x 125 mm
lugar a la fundación del lugar.
Con un total de 1150 metros cuadrados, se trata
de una obra de madera de gran porte. Las complejas superposiciones del tejado, siguen un sistema de carpintería tradicional empleando únicamente madera para toda la estructura, es decir, sin clavos. A causa de la gran afluencia de peregrinos, el edificio fue parcialmente modificado. Algunos de los accesos disponen de barandillas metálicas y escaleras de cemento para evitar el deterioro por el constante fluir de las visitas.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Los Galé en el Sensō-ji Tokio, Japón. 1927 Copia actual de negativo de celuloide de 125 x 75 mm Juan, Jesús y su agente en Tokio posan ante el Hondō de Sensō-ji. Además de dejar constancia de su visita, la fotografía se ha de entender también con una lectura antropológica de la introducción de estas nuevas cámaras portátiles en Japón. Como se observa en la fotografía, no es el occidental el objeto de las miradas de los japoneses, si no el fotógrafo. En fotografías de cuatro décadas antes se podía apreciar una admiración por los extraños artilugios de los occidentales.
Al fondo se destacan las verandas, galerías
abiertas con columnas (ita-tobira), que perfilan la gran construcción de madera. Por ellas transitan los visitantes, que se unen curiosos a ver la escena. Incluso una pequeña komori o cuidadora de niños se asoma con interés entre las cabezas de espectadores de la izquierda.
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Juan Galé Moreau (París 1900-Luanco 1975)
Pagoda de cinco niveles (Sensō-ji) Tokio, Japón. 1927
A la derecha de la «Puerta de los Truenos», nos encontramos con la pagoda. Estos estilizados edificios de múltiples tejados superpuestos señalan lugares de gran
Copia actual de negativo de celuloide
importancia sacra, de ahí su altura y forma llamativa. En
de 125 x 75 mm
este caso, reliquias de Buda. Su cúspide está rematada por el sōrin, una especie de estandarte nobiliario que tiene una lectura similar a las linternas de piedra.
En la actualidad, a causa de diferentes desastres, todo
el santuario ha sido reconstruido, con lo que esta clase de fotografías constituye un elemento único para imaginarnos el aspecto de todo el templo hace casi un siglo.
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Los Galé coleccionistas
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Se trata de unos coleccionistas polifacéticos, sin un género artístico concreto al que se adscriba su gusto. Por lo general se ven atraídos por objetos pequeños y muy valiosos, desde marfiles a platería, pasando por sellos, cerámicas y piezas de laca. También les atraían las curiosidades en la línea de las wunderkammer o cámaras de las maravillas; cocodrilos disecados; muñecas indias; cabezas de elefantes; bordados chinos con oro, plata y coral e incluso todo el mobiliario construido en estilo chinoiserie. En muchos casos se denota un gusto más allá de lo estético por los objetos, por lo que podemos hablar más bien de un gusto casi antropológico por las diferentes culturas asiáticas. Han estado en contacto con esos objetos, conocedores de su valor artístico e histórico en muchos casos. Así construirán un altar budista en su casa, llegando incluso a imitar el ikebana, la decoración floral nipona. Hemos de añadir además un caso especialmente llamativo: su perro Tien-Sin, un pekinés traído desde China en 1914, un auténtico lujo en la Europa del momento. Dentro de esta heterogénea colección, cobran especial relevancia las fotografías coloreadas a mano, en su mayor parte albúminas, procedentes de Japón. Realizadas entre finales del siglo xix y los albores del siglo xx, las fotografías a la albúmina serán el principal medio de occidente para concebir tanto el pasado como el presente del país nipón. En este caso específico, al valor intrínseco de la obra de arte y a su lectura socio-histórica, se añade un rico trasfondo gracias a los viajes de los Galé. Uno de los aspectos más relevantes de esta colección es precisamente el contexto del que proceden, lo que implica que no se trata de un elemento aislado como el capricho de un coleccionista. Podemos diferenciar tres temas principales: la mujer japonesa, el costumbrismo y paisajes/ monumentos. Con todo, resulta evidente la total predominancia de representaciones con la figura femenina como protagonista, algo que se repetirá también en su colección de ukiyo-e. Por lo general se tratará de jóvenes maiko, aprendices de geishas, pero también prostitutas, mariscadoras o simplemente mujeres paseando. Evidentemente se busca crear un icono de la mujer japonesa, imagen que goza de gran aceptación en occidente por su exotismo y es el ejemplo más habitual de japonismo con la búsqueda de la belleza femenina nipona.
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Tamamura
Muchachas maiko en un jardín de crisantemos Kioto, Japón. h. 1900 Gelatino-bromuro iluminado. 215 × 295 mm Estas dos maiko pasean por un jardín de crisantemos (kiku) la flor de Octubre, además de ser el símbolo de la familia Imperial. Maiko significa, literalmente, bailarina. Sin embargo, tiene más trasfondo. A estas jóvenes se les formaba en danza tradicional, música, conversación para servir como hermosa anfitriona o entretenimiento en las reuniones festivas masculinas. Por lo general se trata de niñas a las que se les comenzaba a formar a los cinco años y se retiran poco después de los veinte. El color de las tiras de tela representa su estatus. El rojo era propio de las iniciadas, como en este caso, mientras que el amarillo indica una mayor experiencia.
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Tamamura
Muchachas maiko con flores de cerezo
El vestido de la maiko es un kimono tradicional largo,
Kobe, Japón. h. 1900
junto a un obi, una faja ancha. Las mangas más largas de lo habitual podían incluso llegar hasta el
Gelatino-bromuro iluminado. 290 × 230 mm
tobillo. En el medio del obi, lleva el obi-dome, pocchiri o prendedor, que es exclusivo de las maiko.
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Tamamura
Jóvenes en el barrio de Guion de Tokio Japón. h. 1900 Gelatino-bromuro iluminado. 215 × 300 mm Se trata de una imagen excepcional para diferenciar la representación de una maiko del vestido habitual de las jóvenes japonesas. Se destaca por unos diseños joviales y vistosos de motivos tomados de la naturaleza. Tokio era el lugar donde las casas de té se concentraban. En ellas trabajaban y se formaban las maiko. En este caso, la inscripción en la plataforma del tatami, nos indica que el barrio y la ciudad donde se reúnen.
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Tamamura
Joven sirviendo té
La ceremonia del té o cha-no-yu requiere de
Kobe, Japón. h. 1900
gran calma y serenidad. Gracia y elegancia eran algunos de los valores que se trataban de
Gelatino-bromuro iluminado. 255 × 205 mm
alcanzar durante la ceremonia. En esta recreación de estudio, se emplean tazas de porcelana cristalizada de tipo raku, apreciadas por su irregularidad. Esto las convertía en obras únicas, irrepetibles, donde la naturaleza aporta al conjunto de la obra tanto como el mismo artista.
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Tamamura
Maiko con crisantemos
Una imagen tranquila, fluida y pasiva. A las maiko
Kobe, Japón. h. 1900
se les consideraba el ejemplo de belleza femenina por antonomasia. Tanto que durante el japonismo
Gelatino-bromuro iluminado. 300 × 215 mm
pasaron a ser consideradas como el prototipo de mujer japonesa. Incluso es frecuente que se las confunda con geishas, al ser tan retratadas por los fotógrafos occidentales. Solamente cuando una maiko terminaba su formación, podía decidir convertirse en geisha, lo que requería una formación mucho más exquisita y elitista.
En la imagen se aprecian los kanzashi, ornamentos
de peinado japonés. Según los meses, la decoración floral que evocan se va alternando, combinada con apliques metálicos e incluso lacados.
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Tamamura
Gion Matsuri Kioto, Japón. h. 1900
El Gion Matsuri es un festival de primer orden en la ciudad de Kioto, incluso en el ámbito nacional. Durante el mes de Julio procesionan las imágenes de
Gelatino-bromuro iluminado. 250 × 200 mm
las diferentes barrios de comerciantes como parte de un ritual de purificación contra diversas catástrofes naturales. Desde el siglo ix perdura esta tradición, que ha sido declarada patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.
Las calles aparecen decoradas con linternas,
donde los parasoles han dejado paso a los paraguas de varillas occidentales. Al fondo se aprecia el mikoshi, uno de los santuarios portátiles sintoístas que son protagonistas durante la festividad.
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Tagaki (Sucesores de Futaba CO)
Niña asomándose tras el biombo Kobe, Japón. h. 1910 Fototipo iluminado. 142 × 98 mm «Conocer el “Ah” de las cosas» es un recurso dentro de la literatura clásica japonesa. Se refiere a la capacidad de tener una naturaleza impresionable, estar abierto a la sensibilidad, haciendo emerger los sentimientos de manera natural.
En japonés el término de lo bonito o adorable,
especialmente referido a niños pequeños es kawaii (mono). Estas tres imágenes se adscriben a este sorprendente género, que tendrá su apogeo en la segunda década del siglo xx.
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Tagaki (Sucesores de Futaba CO)
Niña con yukata [kimono ligero] Kobe, Japón. h. 1910 Fototipo iluminado. 142 × 98 mm
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Tagaki (Sucesores de Futaba CO)
Bebé sobre futón Kobe, Japón. h. 1910 Fototipo iluminado. 142 × 98 mm
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Anónimo
Templo Zōjō-ji en Shiba Tokio, Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 275 mm «Torre de la campana» en Yushoin, dentro del complejo del templo Zōjō-ji, en Shiba, Tokio. Se trata de un importante templo budista, templo del destacado clan Tokugawa durante el período Edo. Es especialmente apreciado por los fotógrafos del período por la cantidad de relieves que lo decoran.
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Anónimo
Jóvenes en la casa de té Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 277 mm La okiya o casa de té era el lugar donde trabajaban, vivían y se formaban las maiko. Bajo la atenta mirada de la okasan (madre), las jóvenes eran educadas para entretener y hacer consumir más a la clientela masculina. El acceso a la posada estaba pensado para el descanso, como un jardín rodeado de vegetación, con riachuelos, puentes, linternas y otros elementos de la naturaleza, con zonas de sombra para el descanso.
En primer término aparece una niña portando
una caja lacada con el mon (heráldica) de flor de katabami. En las casas de té de mayor rango, los elementos de lujo como este no eran infrecuentes..
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Anónimo
Banquete de la tarde en Yojio, Kioto Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 277 mm Durante el verano de Kioto, los márgenes de los ríos se plagaban de noryo yuka. Estas plataformas de madera servían para el disfrute distendido y refrescante de momentos de ocio. En este caso, varias jóvenes, tres de ellas maiko, disfrutan de la música del shamisen (guitarra de tres cuerdas) acompañada de un gakudaiko (tambor sencillo). Mientras, dos de las muchachas juegan al gan-ken-pon (piedra, papel o tijera).
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Anónimo
Jardín Korakuen en Okayama Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 270 mm El arte de los jardines (niwa) estaba completamente influenciado por las corrientes de pensamiento budistas. Su composición trata de crear una síntesis sin que se llegue a ver la interferencia de la mano humana. Para ello se emplea arena, piedra y una selección de árboles dispuestos de manera armoniosa, imitando una composición desenfadada y natural en base a irregularidades y formas ovaladas. A esto se añaden salones de té, puentes y zonas de descanso para el disfrute de los paseantes. En este caso se trata de una obra del denominado «estilo colina» o «estilo estanque», donde predominan pequeñas colinas, estanques, islas y arroyos, entre los que posan apaciblemente tres maiko con parasoles. Al fondo se puede ver una plataforma de descanso, donde una sorprendida familia se convierte accidentalmente en parte del encuadre de la cámara.
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Anónimo
Jardín Ichiban en Yokohama Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 275 × 210 mm El concepto de jardín japonés surge de la idea de emplear elementos de la naturaleza para crear belleza, impidiendo en ocasiones el crecimiento natural. Todo ello por el ideal estético. Tal es el caso de los bonsáis. Éste se logra, curiosamente, buscando lo más natural mediante la intervención del hombre, una entelequia. El jardinero evidencia la belleza del jardín siendo su labor lo menos visible posible. Invernaderos así servían tanto de zona de paseo como de recurso para estos jardineros de lo sutil.
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Anónimo
Mariscadoras en Honmoku, Yokohama Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Tienen mucho que ver con las escenas de Akashi. La tradición mariscadora está fuertemente arraigada en la cultura japonesa. Estas fotografías eran especialmente apreciadas por occidente, incluso como postales, ya que unían de manera simultánea paisajes, costumbrismo e imágenes de la mujer japonesa.
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Anónimo
Mar interior de Awajishima Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 275 mm Los barcos japoneses tienen por lo general poco calado y velamen, de influencia china. La causa es el período de aislamiento del país. De esta forma, no era seguro alejarse de la costa. En muchas ocasiones un barco grande sirve de nodriza para pequeñas barcas que van reuniendo las capturas en sus herméticas bodegas. A esto se une la belleza propia de la escena, con unos cuidados degradados en el celaje y en la mar.
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Anónimo
Wisterias floridas en Kameido Tokio, Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 275 mm En mayo florecían las wisterias o fuji, con lo que los pabellones de verano se preparaban para que su techumbre fuera cubierta por estas, aportando, además de sombra, un ambiente sublime.
La zona era muy popular, sobre todo en torno a
Kameido. Mucha gente se desplazaba a ver el reflejo de las flores sobre las tranquilas aguas mientras paseaban o se acercaban a los restaurantes de la zona donde reinaba un ambiente festivo lleno de lugares y espectáculos para el recreo.
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Kazumasa Ogawa
Puente de Kintai, en Suo Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Esta impresionante estructura de madera, construida sin clavos, era un elemento atractivo por sí mismo, al margen de la maravilla de la ingeniería que suponía. Fue motivo de innumerables reproducciones, teniendo una gran repercusión en el consumo interno de imágenes.
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Kusikabe Kimbei
Comiendo arroz Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Se trata de una reproducción de estudio de lo que sería la intimidad de la casa japonesa. La comida se dispone sobre una bandeja lacada, con té, mientras que el arroz se encuentra en el recipiente de madera (o’hitsu). Al fondo, un pequeño hornillo parece calentar el siguiente plato, mientras una niña aviva las llamas con un abanico de papel. Por lo general, el arroz acompañaba sopas de habas, algas, pescado, mariscos o algún ave de corral, sin olvidar un gran repertorio de verduras.
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Kusikabe Kimbei
Casa de prostitución en Yoshibara Tokio, Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 205 × 270 mm Emplazado en el distrito rojo o barrio del placer (Yukaku) de Tokio, se trata de uno de los burdeles que mostraban a las prostitutas a través de un entramado de madera (harimise). A mediados de la Era Meiji comenzaron a prohibirse esta clase de prácticas.
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Anónimo
Kago descansando Japón. h. 1880 Albúmina iluminada. 200 × 265 mm Uno de los pasatiempos por excelencia del Japón del momento eran los paseos. Además del disfrute, esta paseo permite integrarse en la vida de las gentes que se visitan, pudiendo reflexionar y disfrutar cada momento a través de la contemplación. El kago era uno de los medios de transporte favoritos. Se trata de un palanquín abierto, muy ligero, que cubría con un pequeño toldo al pasajero, portado a hombros por dos betto o cuadrilleros. Cabe destacar la detallada policromía de sus tatuajes, un sistema de identificación y asociación que terminaría heredando la mafia japonesa, la yakuza.
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Anónimo
Joven con bandeja y té
La joven maiko representa el ideal de belleza: Posee
Tokio, Japón. h. 1880
un físico ideal: piel suave y pálida, boca pequeña, cabello negro y brillante, finos dedos, delicadas
Albúmina iluminada. 270 × 205 mm
manos. Como personificación del ideal femenino, a las maiko se las consideraba por encima de la mujer normal, como si se tratara de una evocadora abstracción. Con una serena armonía, ya aprovechada por los primeros fotógrafos japoneses, son como personificaciones de las flores, de la naturaleza. La misma naturaleza que se contiene en sus sedas, en sus kimonos: crisantemos, hojas de arce, peonías, ondas del agua, peces, olas. La naturaleza trasciende el contexto del paisaje del fondo de estudio y se personifica en las vestiduras de la muchacha.
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Masami Hanabuchi
Retrato de desconocido
Fotografía montada y firmada, obra de Masami
Bakuromachi. Osaka, Japón. h. 1910
Hanabuchi. En el reverso muestra los premios de la casa independiente Dokuritsen, como los obtenidos en la
Gelatino-bromuro. 106 × 162 mm
Exposición Nacional de Promoción Industrial de Osaka, con mucho prestigio en Japón. Fue tomada el primer día de 1910 y muy posiblemente fuera un presente para Jesús Teodoro Galé por parte del retratado.
El retrato fotográfico en Japón sufrió mucho para
ser admitido por la población, en parte por tratar de superar la idea tabú de «robaalmas» de las fotografías. Pero en 1872, Uchida Kuichi retrata a la familia Imperial, mostrando una nueva imagen del Emperador e impulsando definitivamente la fotografía en el país. Todo ello en una cultura en la cual el retrato era prácticamente inexistente.
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En Liño, n.º 16, Oviedo, Ediuno (Ediciones Universidad
http://oldphoto.lb.nagasaki-u.ac.jp/
de Oviedo), 2010, pp. 85-95.
http://www.ehagaki.org/ http://www.oldphotosjapan.com/ Museo de Arte Oriental de Valladolid
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CATÁLOGO
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LOS GALÉ COLECCIONISTAS
Maiko en un jardín de crisantemos en Kioto Tamamura Gelatino-bromuro iluminado. 215 × 295 mm Kioto. h. 1900
Maiko con ramas de cerezo Tamamura Gelatino-bromuro iluminado. 290 × 230 mm Kobe. h. 1900
R-40590
R-40591
Jóvenes en el barrio de Guion de Kioto Tamamura Gelatino-bromuro iluminado. 215 × 300 mm Kioto. h. 1900
Joven sirviendo té Tamamura Gelatino-bromuro iluminado. 255 × 205 mm Kobe. h. 1900
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Maiko con crisantemos Tamamura Gelatino-bromuro iluminado. 300 × 215 mm Kobe. h. 1900
Gion Matsuri Tamamura Gelatino-bromuro iluminado. 250 × 200 mm Kioto. h. 1900
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Niña asomándose por el biombo Takagi CO Fototipo iluminado. 142 × 98 mm Kobe. h. 1910
Niña con yukata Takagi CO Fototipo iluminado. 142 × 98 mm Kobe. h. 1910
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Bebé sobre futón Takagi CO Fototipo iluminado. 102 × 148 mm Kobe. h. 1910
Templo de Shiba en Tokio Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 275 mm Shiba. h. 1880
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109 Jóvenes en la casa de té Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 277 mm h. 1890
Banquete de la tarde en Yojio, Kioto Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Kioto. h. 1880
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Jardines de Korakuen en Okayama Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Okayama. h. 1880
Jardín de Ichiban en Yokohama Anónimo Albúmina iluminada. 275 × 210 mm Yokohama. h. 1880
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Mariscadores en Honmuku Yokohama Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Yokohama. h. 1880
Mar interior de Awajishima Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 275 mm Awajishima. h. 1880
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Wisterias en Kameido Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 275 mm Tokio. h. 1880
Puente de Kintai en Suo Kazumasa Ogawa Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Suo. h. 1880
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Comiendo arroz Kusikabe Kimbei Albúmina iluminada. 210 × 270 mm h. 1880
Casa de prostitución en Yoshibara Kusikabe Kimbei Albúmina iluminada. 205 × 270 mm Tokio. h. 1880
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Kago descansando Anónimo Albúmina iluminada. 200 × 265 mm h. 1880
Joven con bandeja y té Anónimo Albúmina iluminada. 270 × 205 mm h. 1880
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111 Retrato de samurái en gabinete Masami Hanabuchi Gelatino-bromuro. 162 × 106 mm Bakuromachi, Osaka. h. 1910 R-40612
Retrato de samurái en gabinete (Reverso) R-40612
Joven con parasol Tamamura Fototipo iluminado. 295 × 215 mm Kobe. h. 1900
Maiko con crisantemos Tamamura Fototipo iluminado. 295 × 215 mm Kobe. h. 1900
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Maiko con crisantemos Tamamura Fototipo iluminado. 215 × 295 mm Kobe. h. 1900
Maiko y crisantemos Takagi CO Fototipo iluminado. 142 × 98 mm Kobe. h. 1910
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Niña con gallina Takagi CO Fototipo iluminado. 142 × 98 mm Kobe. h. 1910
Paisaje de Nikko Takagi CO Fototipo iluminado. 90 × 142 mm Nikko. h. 1910
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Puente de Shinkyo, sobre el río Otani Takagi CO Fototipo iluminado. 85 × 130 mm Shynkyo. h. 1910
Joven con parasol y cerezos Takagi CO Fototipo iluminado. 142 × 96 mm Kobe. h. 1910
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Joven con parasol Takagi CO Fototipo iluminado. 142 × 98 mm Kobe. h. 1910
Maiko en un jardín de crisantemos en Kioto Tamamura Fototipo iluminado. 255 × 200 mm Kioto. h. 1900
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113 Maiko con ramas de cerezo Tamamura Fototipo iluminado. 190 × 240 mm Kobe. h. 1900
Maiko en un jardín Tamamura Fototipo iluminado. 245 × 195 mm Kobe. h. 1900
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Bailarinas en jinrikisa Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 270 mm h. 1880
Parque de Hikome Anónimo Albúmina iluminada. 270 × 210 mm Hikome. h. 1880
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R-40630
Parque de Hikome Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 270 mm Hikome. h. 1880
Bailarinas en jinrikisa Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 270 mm h. 1880
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Jóvenes en jinrikisa Anónimo Albúmina iluminada. 210 × 275 mm h. 1880
Dos jóvenes Anónimo Albúmina iluminada. 205 × 275 mm h. 1880
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Recolectando hojas de té Anónimo Albúmina iluminada. 205 × 275 mm h. 1880
Wisteria en Nakasendo Anónimo Albúmina iluminada. 215 × 270 mm Nakasendo. h. 1880
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LOS GALÉ FOTÓGRAFOS
Los Galé y el guía Raku con su anfitrión en Akashi Anónimo Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Vista de Akashi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40566
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115 Vista de Akashi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927 R-40568
Vista de Akashi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927 R-40569
Palacio Biloba. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Puente Kyomachi. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40570
R-40571
Puente Kyomachi. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Puente Kyomachi. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40572
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Paulista Dance Hall. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Avenida de Sakaemachi-dori. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40574
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Nakamise. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Teatro Kabuki-za. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
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Linterna del templo de Asakusa. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Santuario de Sensō-ji. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40578
R-40579
117 Santuario de Sensō-ji. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927 R-40580
Jesús Teodoro y Juan Galé en el Santuario de Sensō-ji. Tokio Anónimo Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927 R-40581
Pagoda de cinco niveles (Sensō-ji). Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Los monjes komusō en la calle Motomachi. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
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R-40583
La calle de tiendas de Motomachi. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Kobe. Japón. 1927
Calle comercial con torii. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40584
R-40585
Acceso al templo de Ikuta. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Entrada al Santuario de Minatogawa. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40586
R-40587
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Paseo por el templo de Asakusa Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Tokio, Japón. h. 1927
Raku, Jesús T. Galé, anfitrión y Juán Galé. Akashi Anónimo Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40588
R-40666
Raku, Jesús T. Galé, anfitrión y Juán Galé. Akashi Anónimo Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
Raku, anfitrión y Jesús T. Galé. Akashi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40667
R-40669
119 Posando ante un cenotafio. Akashi Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
Posando ante un cenotafio. Akashi Raku Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
R-40670
R-40671
Edificio de Mitsukoshi. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
Puente Kyomachi. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927
R-40672
R-40673
Buey de Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
Calle comercial. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
R-40674
R-40675
120 Retrato en el Hotel Imperial. Tokio Anónimo Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927 R-40703
Retrato en el Hotel Imperial. Tokio Anónimo Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927 R-40704
Juan Galé en el Hotel Imperial. Tokio Anónimo Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
Santuario de Sensō-ji. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
R-40705
R-40706
Pagoda de cinco niveles (Sensō-ji). Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
Pagoda de cinco niveles (Sensō-ji). Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
R-40707
R-40708
121 Pagoda de cinco niveles (Sensō-ji). Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927 R-40709
Calle comercial. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. h. 1927 R-40710
Jesús T. Galé junto a dos comerciantes franceses. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 125 × 75 mm Japón. 1927
Carro de asfaltar tirado por un buey. Kobe Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. 1927 R-40712
R-40711
Santuario de Sensō-ji. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. h. 1930
Puente Kyomachi. Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. h. 1930
R-40736
R-40737
Puente desconocido en Japón. Tokio Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. h. 1930
Calle comercial Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. h. 1930
R-40738
R-40739
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Juan Galé en el Hotel Imperial de Tokio Anónimo Negativo celuloide. 75 × 125 mm Japón. h. 1930
Vista marina de Akashi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Akashi. Japón. 1927
R-407R-40
R-40668
Santuario de Sensō-ji Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Tokio, Japón. h. 1927
Pinares de la playa de Akashi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Akashi, Japón. 1927
R-43146
R-43147
123 Calle comercial de Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
Calle comercial de Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
R-43148
R-43149
Calle comercial de Osaka Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
Restaurante fluvial Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
R-43150
R-43152
Naniwabashi (Puente de los Leones) Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
Jesús Teodoro Galé y Raku Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
R-43153
R-43154
Jesús Teodoro Galé y Raku Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
Puente Kyomachi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
R-43155
R-43156
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Puente Kyomachi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
Puente Kyomachi Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
R-43157
R-43158
Jesús Teodoro Galé y Raku ante el Paulista Dance Hall Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
Vista junto al Paulista Dance Hall Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Osaka, Japón. 1927
R-43159
R- 43160
125 Calle comercial Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Kobe, Japón. 1927
Jesús Teodoro Galé en el templo de Nanko-sha Juan Galé Negativo celuloide. 75 × 125 mm Kobe, Japón. 1927
R-43161
R-43162