AYUDAS DEL ESTADO A LAS EMPRESAS SI/NO Es difícil inclinarse por alguna de estas dos posturas, ya que son muchos factores los que se deben tener en cuenta. Ya no es sólo el dinero que presta el Estado, sino que se deben saber los fines , el objetivo de esa ayuda, si merece la pena ayuadr a una empresa o a otra. Desde el primer momento he pensado que el hecho de que el Estado dé ayudas o subvenciones a las empresas hace que el mercado y la economía del país no decaiga, ya que si no se prestasen diversas ayudas, casi siempre económicas, muchas empresas hubieran quebrado. Respecto a este punto tengo que decir que al Estado le conviene que existan cuantas más empresas mejor,pero si a pesar de las ayudas prestadas: Préstamos, desgravaciones, retraso en os pagos de la Seguridad Social..., De todas formas aunque la idea principal es buena, los procedimientos, en mi opinión, no son los más adecuados en todos los casos. Quiero decir con esto que se deberían de tener muchos más factores en cuenta de los que ya existen. No se trata de ayudar a una empresa de manera individual, sino que el fin que se desea conseguir es la estabilidad económica del país y por lo tanto los criterios por los que se decide a qué empresa ayudar deberían de ser más estrictos. Me refiero a que el Estado tiene la obligación de colaborar con las empresas, pero ¿debe subvencionar a todos los que los necesiten o sólo a aquellas que después de recibir la ayuda puedan mantenerse y obtener beneficios? En este aspecto es donde no estoy conforme con los métodos de ayudas del Estado. Por ejemplo, Las Minas asturianas es un negocio que hace mucho tiempo que dejó de dar beneficios y sin embargo el Estado en vez de cerrar esta empresa sigue proporcionándoles diversas ayudas. Quizás si nos paramos a pensar en las consecuencias sociales que el cierre de esta empresa conllevaría pensaríamos que el Estado hace bien, ya que no interesa el paro repentino de muchos trabajadores. Pero desde el punto de vista económico esta empresa pierde dinero constantemente y por lo tanto debería cerrar en vez de seguir recibiendo ayudas que jamás podrá devolver. No sólo esto sino que priva al resto de las empresas subvenciones del Estado. En definitiva, creo que el planteamiento que propone el Estado es bueno, pero falla en el momento de llevar esta teoría a práctica, debido a lo que siempre suele ocurrir: el colegueo, el favor por favor... sin dar mayor importancia a lo que realmente la economía del país necesita.