· B o S Q U E JO E S TAD I Sl' I e O

¡

REGION ORIENTAL DE COLOMBIA, y MEDIOS

l'X~ONÓ"MICOS

PARA SU CONQUISTA, SOMETIMIENTO

Y

DESARROLLO

INDUSTRIAL

Y

POLITICO

POR

JOAQUIN

DIAZ ESCOBAR.

SEGUNDA

EDICION.

BOGOT) DIPREXTA

nE

••.. 7.ALA)IEA.

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Me he tomado la lihert.ad de pallor al frcnto de oste pequello trabnjo vuestros dos nomhres, bastante notables en el pais, para que le sirvar:. de escudo y le don la importancia que difícilmente llcgaria á nleanzar por su escaso mérito. Mi obra puede considerarse por dos aspectos distintos: el uno es el de las consecuencias importantísimns de redncir á la práctica los principios qne ella contiene; el segundo, los medios basados á la vez en la ciencia y en 1ft, experiencia, para obtener el resultado que es el fin principal deI establecimiento de toda teoría. l~n cuanto al primer punto de vista, mi ohra lo pertenece do derecho, y se coloca por sí misma, bajo la proteecioll y el mnparo del Administrador ilustro quo tiene it sn cargo los dest1llos de la N aeion, por la iniciativa qne le corresponde en el desarrollo de sus mús fecundos progresos. En lo que se roza 'COllel órclen científico, mi humilde obra necesita nn Thlocénas, no sólo iniciado ell los principias sohre que se fnnda, sino capaz de ilustrarlos y dasarrollarlos, para qne correspondan en su aplicacioll 5, b parto cspecLllativa. Mi voz, qne es la do un humiJàe oùrero dol progreso, quedaria perdida, si l'csonara pai' sí sob 011 los úmbitos de la Patria; poro cscuclada por vuestros nombres esclarecidos, el uno por sn cienci;), y altos senicios á la Patria, y distin-

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IY

guido el otl·o por sus estudios profundos, tengo la conviceion de que será escuchada atentmllcntc, y que excitará cuando ménos la curiosida,d de los hombres qne ocnpan su imaginacion en invcstigm' los mejores medios para obtener la felicidad pública. Si con ln egidJ, de vucstros nombros, mi teoría sobre la mejora de las condiciones físicas é higiénicas de las extensísimas planides quo se hallan al otro lado de ln Cordillera Oriental, y de la civilizacion de sus desgraciados ,habitantes, hoy abandonados á la harbario en los desiertos, se cree fácil de practicar por los medios sencillos que propongo; si so reCOlloce qno aquel es el verdadero ca, mino de nuestra comunicacíon con' el mundo civilizado, y la region más importante de todo nuestro territorio, no se deberá tanto á mis insignificantes esfuerzos, como á los nombres que sirven de ogida á mi pequeiío trabajo. Servios, puos, acogerlo con la benovolencia que os distingue; y estad seguros de la profuuda grat.itud de yues-tro muy atento seryidor y compatriota, JOAQUIN

DiAZ

ESCOBAR.

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GENERAL JULIANTRUJILLO,

Preslciente de los Estados Drudos de Golom11ia

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INTRODUCCION.

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Aunqllc el modesto timbrc qne lleva por mote este escrito, es propio)' consecuente con lo rn.blesJe cuero y escama, Je f~lcil adquisicion y de cames CX(lui::litas, alln:\o de los reconocidamentc ofensivos: "torpedo l' "raya" '/ "(~aribe" el primero muy eléctrico y homicida, ¡ilUta tam bien la bestia si le toca c18ntro del agua; el ~:cgundo de eliorlilc tamaño, llUs~Hde un mCLro de diámeko, eOll ,!able y \'C¡:CllOSOa'l)on Lajo de la cola; y el tercero po, su audacit'. y yorael(hlll COll~m to(lo ~;ér (iue se pOlle á !:iUaIcallcc. Este ntDca 811 CHlllulllen, il L1llcasolo. La tortuga llamada "clwlllpmwra ", ,'c; c{!c1Jr'e pOi"GUfigura l' l' I . 1 (1e eOlllprouar 1. Y grail t.alllmïo, y pOi' su weU¡I:!~( Le,I qLW eUl(;:.t pel'iúdiwlllel¡te ell ~¡aîZü, [lOiliClll.k en Ia~; Flay¡¡S a:~!ltr() de los hoyos (1lie escaba ClI la arella, a: ~;ÏI~~:lc;()de la noche, de Ú SO 100 hUéYlJS,[lf\ra reproducirse sill l:illgUil ,;cnti¡iliento patemul, . , Ú¡;l!!l(IU ~ pucsto ClUCauUIll1olla rara :-31eillrl'ec,.:a i;~·o!~. en c I I..') n-. naco y en el e uaviai"c, y sus hll:~'iO:;c1nllaceite en gran cantidad para alUlllbrado, y ulla caflle ¿:e poderos(; a¡i¡llento. L.•as ,. terecai" é " hicoteu. ", aUll(luc méuos n:JtalJIes que Ias antcriores, son dc iguales cont!ieion ~s Cll lo odpu;,o y :~l!dar sabroso y fÎ.wrte alimento en sus olcosos In:evos y came, hechos comprobados COll la especial rouusbs {le lo::;illllios (:rn:ute::, (lue 't (" I u' P1L'Cillc:-:eo , neganClo l'es a esos cetaceos Olla nncu I() l1 e Ulinléta< que se lJuponcn COll los brutos, las pescan COll SLlllladestreza, ayu-· dr,dos por su ejercitado golpe de vi~;ta y por medio ele su urea y flechas: este hecho dcmostrado f.sÍ no llej,~ ele ill~;pin;¡' algo de filosofIa social. 'rodas esas nUll1erosa::;~ribcl::; (l que Ile hecho a{¡¡siol: y un l,

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1

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REINO ANIMAL.

número infinitamente "r que se encuentran en las aguas de lento curso, multiplicándo 4 y Cli-,areciendo en sobrecargados cardumes, producen al fin del Yerano, gran corrupcion en las aguas, y sin duda vapores deldéreos: hé ahí la razon por que dije que es preciso debilitar ese reino eXplotándolo industrialmente. Entre los cuaddlpedos útiles que igualmente pueden proporcionar un rarno, seguro lucrativo y necesario de industria, con sus pieles y carnes, tenemos el "tapir" 6 "danta ", el "venado" en mucliísimà abund[\ncia, el "lobo" 6 "perro de agua"; el "chigüire " ,que• se encuentra a!. ca d a paso, en la márgen selvática de los rios y en numerosas manadas, da una carne sabrosa de gran pedido. en los puehlos ele Vanezuela; el "marrano cafuche ", más abundante que el anterior, se encuentra en numerosas piaras devorando con ansia fero~ cuantos despojos y reptiles encuentra; y finalmente, "lapas", "picurcs", "conejos"; y en mayor número que los anteriores, '0 cachicamos" que por su carne son de los primeros en su especie, y que se les encuentra por donde quiera, fuera y dentro de lu tierra. La hiel de la "lapa " 6 "guarda tinajo ", es un excelente y experimentado colirio contra la nube de los ojos. Ese es otro grupo de animalei; que por sus funciones. fisiol6gicas, con sus serlimenj-o~ y SllS cámaras secretas, desaseadas y poco ventiladas, construidns en lugares húmedos, forman tambier¡ por donde quiera un pernicioso elemento climatérico, que no debemos perder de vista y que debe agregarse á los anteriores y subsiguientes, si acaso la ciencia reconoce en la pestilencia y desaseo en las aguas y en la humedad del suelo, la mÚs segura y noci\'a fuente de illsalubridad, La volatería es más digna aÚn de mencionarse, y de que se le admire y considere como útil y benéfica, por su numeroso conjunto, por lo generoso de sus carnes, y más que todo, por ser en su generalidad, por donde quiera, agente eficaz. de policía y de aseo, en ohedecimiellto á la suprema ley de la necesidad, cumplida con el hecho coni'tantc de vivir en la márgen de esos apacibles rios y sobre IO:-i rehalses, lagunas y estems disputándose cada una de las zancudas y acuáticas que acuden por millares, con penetrante miraday destreza: todo grande, pequeño y microsc6pieo cuerpo orgánico que en tales aguas se encuentra; accion ejemplar y saludable, que redoblan instintivamente cuando hajan las aguas 6 se limitan los estanques perniciosos. Sin ese hecho, insignificante para hombres de poca percepcion, aquellas aguas, • ese suelo,' y esa atmósfcnl. serian en extremo venenosas y mortales, debiéndolo reconocer más eficaz el dia que las quemas hagan

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IŒINO

ANLMAL.

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mILS accesible ese suelo, y cuando disminuya la procreacion de insectos y anélidos, porque entónces las aves por necesidad serán más activas en busca-de alimento. 1'an recomendable y feliz hecho es digno de alabanza, porque en esa natural y simple dClllostraeion, aparece una gran verdad y una magnífica y provechosa leccion práctica, para el hombre; \lIla higiénica medida indirecta de lo más eficaz y preventiva del gran llIal que ocasiona la putref:'1ccion; un ejemplo y el llamamiento hácia la inteligencia del hombre que no se debe desatellder, y que hay necesidad de secundar COll algull medio lI1á¡,;eficaz y digno, para la destrnccion y aniquilamiento de otros cuerpos y f¡lentes, gérmenes del mal, e\lando csa naturaleza, por otra parte, nos ofrezca apoyar con sn cstacion de sequcdad. con la combustibilidad de sus tejidas y vigorosas gramincas, y con la favorable corriente de sus brisas. Tal tiene que ~cr el rudimentario pero seguro paso que necesitall cse suelo y csa vida orgánica, para su conquista y cultivo. Desoir los elocuentes llamamientos que éstos nos están haciendo, con lllultitud de manifestaciones corno las enumeradas, y otras mÚs poderosas quc en breve ellseJÏarémos, scria renunciar á la luz de la vcrdad ó desconocer el principio de (lne el mundo obeclece á sus propias leyes, empezando por la de la necesidad. Siento no fundar algo más (~8to, con minuciosas (lemostmciolles, pero me 10 impiclen lo compen(liado de este trabajo y el convencimiento que ahrigo de que ningullo de mis lectores dejará de reconocer que lo más Útil y necesario para nuestros territorios orientales, es alejar y destru ir las fuentes miasmáticas y de malestar de que adolecen hoy csas ricas y fecundas comarcas. Quisiera parler dudar de In (~xistencia y modo de ser de esas numerosas tribus .r t~lI11ilias d~ aves acuMicas y zancudas que tenemos en Casallare y San Martin; de RUS relaciones y propiedades con el resto de esa vida orgánica, y (le ese clima; porque acaso su clcseripcion puede ser calificada dc ergotismo, pero ante la pcrcepcioll inmecliaía de una ft;cnnrla realidad, nada se debe temer. La razon ponl'l(~ es tan limitado el avance de ciertas eiencias entre nosotros, es po::quc careccmos del suficiente conocimiento de las cosas más COJllunes, Ó porqne se ignoran las relacionc's y propiedades de los cuerpos. En c\lanto á la volat.ería de IlljDsas plumas, la~ àcnsas selvas del Orinoco, Atabapo, Inirida, Guaviare, Ariaf(~ y de los últimos escalones andinos, nos rnll(~stl11Jlexcesivo, IlljOS0 é importante ranw industrial, inmediato, comprobado por algunas de nuestras trihu~ y de las de Vellczucl a cn .':el Alto Orinoco, las

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REINO

A.NIMA.L.

que manuÜtetllran lindo~ Horcros, peqllcílos ramillctes, vistosas guirnaldas y dc~lllmhradora8 blandas de plumas variadas y raras, elemento call (lue (lichos indios adoran ~U8 hamacas de cu. mare y les dan exc(~sivo valor (basta de pesus 80) y que por el comercio del Pará y Ciudad Bulívar, se expurtan como magníficos regalos pHra Europa. V camus ahora dc otro modo ese mismo reino, sC1ruros de verle correspunder en sos propie(1ades, en Sil Ilaturalezao y en su formidable conjunto, pura 10 cual suplicamos más ateneion que ántes, á fin de conocer In importancia y signifieacion de él. Sabido es lo poderoso del ralIJO de insectos (~n los terrenos húmedos, por lo que es i III posi hIc su d(~lIlm;tracion cn general; pero' debicndo preS(:lltarle en 10 dahle, pcrrnítasemc asegurar lairrevocable realidad, (lc (l'IC tal ramo es má,.; que pCljudicial, y tormentoso !lO ,Ô!o por el miasma que ayuda á elaborar, sino porque el "tábano ", '; zancudo ", "mosco", "jejen ", ,¡ !,lan(luin " y "rinrin ", que forman cn esa region alternativa atnHJ:;;tera, en determinadal; il Jl11~;dd dia y de la noellc, atacando del mislllo modo al hombre y Ú todo animal de sangre roja. Ell este easo es el individuo víctima [)()rquc rcn'llllcia al reposo reparadur del sueno. Cou excepcion del primero de CSOt; insectos que ::;e desarrolla en fOrnltl de t'l'nt;) cn la \'aiull dd Úrbol yopo, los dema:.; procrean y sc deriYilll de lus dcspoj(¡:,i y sedimicutos de ellos mismos y de los rolnlda en que, de Ia poL!acion oriental de Ca~~allare y Sail Martin existente allí ahora 2.'5 anos, inclusivo Hl prole, al prescnte no existe sino á lo mÚs UUtlvig{~illla parte. La ~au:,a de semejante mal está en el clima, en las costumbres c()ope~alltcs (le insalubridad y mortalidad y cn 110 haber habido hasttt !Joy (luiell instruya Ú esas gf-mtes Cil el conocimiento ele las enlisas, qnc nos presentan el h(~cho COJllllovedor de la existencia dc aquella re(~ucida pohlacion civilizada, herida de por vida en su lotalidad l'or clllliasmn, como lo confirma (,.A,da IlllO de lo~ indivi(luos COll l':U an~l1lico fls¡:cdo, COll la eterna epi,lemÏa de las f¡~hïC:, qne anualmcnte se suceden Cil dichas pohlaciones, sin que IwIle el oJ¡scrntdor atento mÚs de lIna eClltÚilllll plute d(~ personas que gocen accidcntalmente Je regularidad en sus fUllciones fisjoklgicas. Y si esto reClm~os que con:siguclI, ell la satisfaccion del funesto vicio de la cmbriaguez, tósigo mortal y agente cooperador del mal dima. La~ ocho déeill1a~ partes de la pohlaeioll SOil c0nsumidon1s de lieor{":-:.' 1:., r ,Ia J1llljCI". y por térlllino medio no cOllsume cad~ ¡;;;*Íl-:~':" ;l'IS···(Îllliî~~U.¡¡ n/ell:"uaJ, cI qlle avalllad? e~l S 2, ~;i' d rcsulado anual de S 2·1, t;ik~d!) si/mD.mente eqll~tah\"o ell ---cuanto Ú la cuntida.rl de lico r, ptWS IÚf}" rd nt;mt.c. mbre penet l'a y rccorrc csos terrcnos sin ningun peligro, 110 p~reibiendo sino ulla atmósfera rcparnclora, y UIlO quc otro Ínsceto qllc cailla por Cllriosidnd aparece como ohservando el resultado del cataelisJl10 que ha obrad o cI fucgo. Visto todo e¡;to y dehidamcnte reconocida mlllella zona, ~habrá qnicn ¡::catrent Ú dc~c()l1oeer \ll{.nos actividad, scgun la mayor ó menor necion del sol y del viento. Esta es una dcmostracion (lue parecc trivial, por sel' mAs (lue sabida, pero cs mu)' necesaria y signiticati~a ell el presente cstudio, porque ella es la qllc más illt'piril la lnejor¡t del clima, la lIccesaria menguante dc la vida orgÚllica y el tomenta de esas regiones.

Proporcionélllosle saludalJle volatilizacion,

al suelo que estamos

y esperemos

cn esa

Cil

scguida

estudiando aquella

estCl nlC(lio SllS praderas, comarca. el mcjor equilibrio de es uua prediccion perfectamcnte

cultivemoi;

pUl'

condicioncs c1imatéricns. Eshl bien fundada cn el fÚc.i1Y notal)le cultin} dc aquella zona pastoril, en la siguifîcaeíoll climatûrica de los. vientos alisios, en lo igual y desp¡0a¡Jo dc esc sucIo, y ell la uniti.mne y con~tante temperatura que allí reina, y que s610 oscila 6 varÍa entre 22~ y 26? del centígrado. Esta Última circunstancia es dc grail provecho para la vida del homhre, {¡un cn lo ccouólI1icu respecto á SllS costu m b res. Hccdarlcs otros mellios distintos de Jas crcmacioncs á nuestros pueblos pa1'itorcs orientales, es lo llli8JllO qlle pOllcrles la va cuna á los variolosos en medio de la cnf;;rmcdad, y negarles el único mCI1io de sahïlcion, el fuego; cs como negar la IIcœcidu¡[ actual en que ('SLL BDgllbí de llIayor cantidad de nguns hien rcgiluentadas cuyo saludable dedo se palpa, cuando eopiosa-. melltc sc descarga la atlllû~;¡er¡\ y barre y limpia con sus ugU:lS

el desaseo

de la poh1aeiol1.

Con la misma

ansi(~¡Jad .Y :lprcmÎo,

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COll que Bogotá pide y neecsita agull~, 1.1Sil~lisnlOr (wu Illá~ ~locucntemcntc aqucllos pueblos pastores 1ntl1can y reclaman el fue'o l)am saJvarse y desarrollarsl~, habiemto la m;ls g-ranrle difereng ~ cia, entre efectus Ó rcsultatlos, porqu(~ Sl. e I agua para l~' .ogota cs s610 para ase,tt' y ::illlllficar su poblaciol1, el £lwgo Ci; indispensable en Casanare '/ San Martin para cultinlr y dade valor al suelo; para conjurar la gran calarnidHL·STlUAU;~,.

por el agente yegetal de ese suelo; pero no vcgetation gramínea se le saque de f;U caduca y ndÚal incrcia por llleclio del fuego, porque entÔnces esc océano de herbaeeas indolentes hor, llIodifiendo en mÍllone8 Jllillone~ de renucyos, constitll:uán' en la mayor parte de 8~1 área cad.! aHo, un ycrde )' ei'pcso manto de pode"rosa y saludable absorcion atmosférica, ele grandes y bcnél1cos resultaclos climatéricos. Por todo Il) expuesto aquí sobre el cRlórico, yo creo hither t1cmostrndo flUC con ese medio tiene que 1':01' eulti vndo He¡ uel suelo y reclilllídos nuestros eitaclos pn~forcs, rceibicndo inlllediat.n~llenfe mayor nllor los baldíos, como Jo probaré cOl1lpletmllentc porcionado

combate

~mccdcrá esto el dia que dicha

oe

'. más ndelanfe. La gran ('nlamidntl de eso:; pnc1IIos paf;lorcs Yfi {l ~er rcsuclta ó conjurndn COll el fu('go dcbidnmenic aplicado, porque mcjornndo con él su clillla, progresivamcnte cCf'llrá e:,:c inveterado conflicto. ; Por qué no procurar llIllS bicn prevenir Ins cnftmne(lanes que dejar que aparezcan para clIrnrlas? ¿ Por qué 110 redimir de tal ellfcrmcdnd :'t esa comarca r A:'lí como i'C C\lra á un individuo, lo misllIo se cmará á millares, si el mal y In causa del'primero cs tonlO el de to(los Y si la cau::-a de dorllle pl"Ovicnc JI\. rlolencia il1lplc ~cnLido (,·)IllUll )' el más obvio principio económico, seria tanto cOnJO probar flU8 en Cololllhia no hay ni lcgi~:'¡adores, ni político~, ni fillanci:::t:1s, ni hombres de progreso,

humanitarios. Lo qne por tantos siglos ha estado nhamlonfHlo y como defendido por un genio ¡iÜídico (~nellligo del adelanto y del hombre, iDO serA racional trasflH'lnarlc si ni momcnto 1l0~; ofrece lin cambio ventajoso!-

Para

marcas, s(~ d¡;\)2r(t

Inu gran p()rt:c!1jt) cn Ct\"l)[" de csns vastas corChll:3:lr till IlIiscrahlc e~fllCl·ï.O~ ¡Cll,ln v~l'gon-

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1'1WJ'O~1(,IOXgl'i

1X1)t:$TmAl.E~,

\. z,oso fuera inpugnar

('stas demost:acio~es por falta de comprel1~ pam reconocer iodo 10 )lI'o\'ldcnclUl (le] sucIo de nuestro 0l'ie:ltc y d podol', la lÎlCvza y la vida (Ine allí promete el calórico. Xo COJlc]uir8 I~ prop:)sici.on de incendios Sill agregar otros hecho's de la mayor I1nportancIa ([lIC ohtendremos por derivaeion. Sllpongamo8 la ~jecuL:ion de los incendios sobre Jas 8.000 leguas cuad.n:Hlas que por lo ménos ocupan esas praoeras ¿Será consecuencIal y seguro el hecho del mayor desarrollo de la ganadería allí, en mion directa de 10 que es dicha {u'ca, )' de la inmediata mqjora por cultivo de su elel1lcnto pastoril! No hay duda que sí, y en tal yirtl1d, suponiendo que Hpénas tengamos mañana por via de fomento en esa comarca, veinticinco pucblos con 4,000 habitantcs entia uno ó sean 100,000 illllividuos pastores, cosa màs que posible I:;iatcndemos á lo pródigo de la naturaleza la base de poblacion con que yu hoy contamos cn esos territorios, ,sin temor podemos asegurar la posihilida(l de alcanzar bicn pronto un cmporio industrial en csas comarcas, con solo aquel insignificante esfuerzo. Probemos tan lisonjera a¡.;ereion. Es un hecho cierto, qnc UIl indiviclHlcneia Ú que estará somdida esa navegilCion á la de V cnezucIa IS del Orinoco, cuyo inCO!lVCnicnte puede ser lOllS 6 ménos grave por difcr~lJj('s motivof:, r¡t1~ la prndencia no nos deja signiticar por la :-iCglll11 compctcncin 'lue puede hacer el bajo Orinoco

con

sus bucples

¡'~

nucstros

ri()~ oricot;t!('s y navega-

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l'ROPOSlClOXE~

111

r;-;'DITs.:nlL\LEf;,

cion, si no Rrmonizan sllsinte:'cses,

porq\1~ I:inguna compañía em~ presaria Sill privilegio exclu~;¡-iO l'or mucho,; alÏos sobre el Meia, como tuvo'que hacerla Venezuela cn su.; rios para fundar la nayegacion (lile hoy tiene en ellos, se resolveria á acometer el verdadero di::,parate de poner vapures sobrc el Orinoco y et :Meta, vielldo lo contingente y ruinoso de navegnr sólo cn parte de nuestros de~,iertos correspondicntes á Ca:=,:annrc y Sali Martin, sin f': tímulo para desarrollar y prumover los ramos de industl;" ,

cxportacion

que dcmanda

quc ycrda(leramentc

CM

na\'cgacion;

tiene Venczucla

cia la embocadura del Meta, gamntizëtda

viendo

sohre ClI

que

1" 'I:

nuestra",'...:.

H:

há-

la parte nort~ ados"j" sacias accionistas industriales para llevar {l cabo tan fecunda obra, por su inmcdiata y propia utilidad. Esa eanalizacion, y un esfuerzo más por parte de los Estados YCllczolanos del Apure, Gnarico y Barcelona, sobre los raudales del mismo Orinoco, dCllonlÍ1Jados Curiben¡ Carichana, el

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11G

I'l{oPO~ICIO)iES l)i])l'~TRIALE$.

InfiÜ1'no, Camiseta y el Torno, cn cuyo órden existen de la boca del Meta para abajo, daria el gran resultado climatérico.de evitar el pernicioso derrame de la:=: aguas que por reprcsa sobre ellos efec~,Úaen tiempo lle Jas fuertes y prolongadas avenidas (lel Orinoco, dando lugar ;Î, esos soberuio¡.¡ rcualces demasiado pCljllllicialcs, porque los tribularios de elSe cio repres{tndosc inundan gran cxtension lo cuaJ es un hecho pernicioso, pero Ulltt vcz perfeccionado el cautil principal en esos raudales y los citados ántes, el Orinoco regularizando el curso de SLlS aguas y el poder corrosivO de ellas soure Sil cauce y roca:5, proporcionará Ú sus tributarios mejor corriente, y las inundaciollcs desaparecedlll, Despucs de practicar lacanalizacion, con especialidad sobre AtÚres y :l\1aipúrcs, quc sail los qlle mÚs interrumpen la na\'egacion de 400 leguas que tiene esc rio, este aparccerá como portentoso canal ó riel contincntal, por su maravillosa bifurcacion ántes citada, por lo navegable en todo tiempo, y porqne entónces él será ¡¡ureado por buques tIc Boli\·ia, del PerÚ, del Brasil, Ecuador, Venezuela y de Colombia; tal es lo grande (le esa realidad. 1\1antendrá mlclllas gran pade !lcl movimiento comercial de estos paises y de los