CARTA TRIMESTRAL DE LOS INTERCESORES Nº 153 – ENERO 2016

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia." (Mt 5, 7) Si se os pidiera definir lo que es la misericordia, ¿no os costaría dar una respuesta clara? Vamos a tratar juntos, al principio de este año del Jubileo extraordinario de la misericordia, de responder a la pregunta de saber ¿qué es para nosotros la misericordia del Señor?, para así alimentar nuestra oración de intercesión en lo que esta virtud conlleva para cada uno de nosotros. La palabra “misericordia” significa, en hebreo, el corazón profundo, las “entrañas” que se estremecen bajo la influencia del dolor y la pena. ¿Qué padre o madre no lo ha sentido sabiendo a su hijo enfermo, perdido? La misericordia aparece como un apego tan profundo de una persona hacia otra y sobre todo de Dios por el hombre. En nuestra vida, Dios sufre con nosotros, él se siente mal por nuestras desgracias, nuestro sufrimiento y nuestra condición de hombre pecador. En un gran movimiento de amor por nosotros, nos manifiesta su ternura, nos ayuda concretamente en nuestras vidas, nos muestra su "misericordia", nos perdona nuestras culpas, nos envía a su Hijo. En el Nuevo Testamento, Jesús nos invita a hacer lo mismo con nuestros hermanos, "Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso." Mt 5, 48) Es una de las condiciones de la vida eterna. A lo largo de este trimestre, nuestra oración de intercesión sea una plegaria de misericordia. La podemos nombrar así ya que manifiesta nuestra ternura hacia nuestros hermanos en el sufrimiento o la acción de gracias llevando todas sus intenciones por medio de Jesús hacia su padre, nuestro Dios Misericordioso. Gerard y Marie Christine de Roberty

BOLETIN ESPIRITUAL Dios es misericordioso. Dios es misericordioso. La Biblia continúa mostrando su misericordia: escucha el clamor de los afligidos, piensa en los pobres y los débiles... Además: salva a su pueblo Israel de la esclavitud de Egipto, le ayuda a atravesar el Mar Rojo para entrar en la tierra de la libertad, lo que demuestra que Él quiere que todos los pueblos del mundo sean libres y que vivan en la libertad, en paz y dignidad. ¡Pero Dios ha hecho más! Él no sólo hizo gestos de misericordia, sino que nos dio a su Hijo, ¡su Único! No hay mayor misericordia. En su Hijo, nos lo ha dado todo: "Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él" (Jn 3, 17). Si la encarnación es la más grande misericordia, si el Hijo de Dios vive en nosotros, nuestra intercesión es, ante todo, la intercesión '' de Cristo en nosotros ''. Él quiere salvar al mundo a través de nosotros. El Hijo de Dios hace crecer en nuestro corazón y en nuestros labios las palabras de misericordia, suscita actitudes, gestos de misericordia hacia el otro. Poco a poco, nos convertimos en hombres y mujeres misericordiosos. El pastor que corre detrás de la oveja perdida, es Jesús, pero somos nosotros los que tratamos de liberar a otros de su mal. El padre del hijo pródigo, es Dios, pero Dios también nos abre los brazos para recibirlos a los que la culpa, el remordimiento, trabajemos para llevarlos a un verdadero arrepentimiento, manifestando así un amor gratuito. Abraham es el padre de los creyentes. Por la fe, intercede por la salvación de Sodoma, la ciudad del mal en todas sus formas. ¿Puede existir una intercesión mayor que esta? Sí, porque se detiene en el número diez, "¡Por diez justos, salvaras esta ciudad!” (Génesis 18: 16-33) Él no puede ir más allá porque no puede imponer a Dios su decisión. Hubo uno que fue más allá, solo uno, es Jesús, el único justo. Puede pedir a su Padre la salvación de todos, ya que es su Hijo, el único justo. Gracias a Él, él solo, nos hemos salvado desde el primero hasta el último Adán. Es a través de Cristo, con Cristo y en Cristo que podemos pedir misericordia para todos, para los mayores pecadores. El Señor salva: es decir, que perdona, purifica, le hace ver al pecador su falta para que se arrepienta y repare el mal hecho. El Señor salva al pecador. El Señor salva al pecador despertando en él el amor que tanto le ha faltado. Si Dios no actuara así, su misericordia seria sin justicia, sin respeto a las víctimas y, para el pecador, sin retorna la verdadera vida, sin conversión. Nuestra intercesión no tiene límites. Se dice del Padre Maximiliano Kolbe que observaba a los verdugos nazis entrando en la prisión en la que se estaba muriendo de hambre, “no con un deseo de pan, pero con el deseo de liberarles del mal”. El salmista dice así: "Amor y Verdad se encuentran, Justicia y Paz se abrazan." (84, 11). "¡... No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal! " Paul-Dominique Marcovits, o.p. Consejero espiritual de Intercesores

EL LOGOTIPO Y EL LEMA DEL AÑO DEL JUBILEO NOS HABLA DE LA MISERICORDIA El logotipo y el lema - Misericordioso como el Padre -, juntos, proporcionan una bonita síntesis del Año Jubilar. En el lema "Misericordiosi come il Padre" (sacado del Evangelio de Lucas, 6, 36) nos proponen vivirla misericordia a ejemplo del Padre, que nos pide no juzgar o condenar, sino perdonar y dar amor y perdón sin límite (cf. Lc 6, 37-38). El logo - obra del Padre Jesuita Marko I. Rupnik- se presenta como un pequeño resumen teológico del tema de la misericordia. Demuestra, de hecho, que el Hijo que carga en sus hombros al hombre perdido, recupera así una buena imagen de la querida Iglesia antigua, ya que expresa el amor de Cristo, que cumple el misterio de su encarnación por medio de la redención. Este diseño se hace con el fin de dejar claro que el Buen Pastor le llega en profundidad al ser humano, y lo hace con tanto amor que cambia su vida. Hay, además, un detalle que no se nos puede escapar: el Buen Pastor se encarga de ello, con una infinita misericordia hacia toda la humanidad, pero sus ojos se confunden con los del hombre. Cristo ve a través de los ojos de Adán, y este último por medio de los ojos de Cristo. Cada persona descubre así en Cristo, al nuevo Adán, su humanidad y el futuro que le espera, contemplando en Su mirada el amor de Padre. Esta escena se encuentra dentro de una almendra, también conocida como un símbolo muy importante de la antigua iconografía y de la Edad Media, llamando a la coexistencia de dos naturalezas: la naturaleza divina y la naturaleza humana en Cristo. Los tres óvalos concéntricos, color gradualmente más claro hacia afuera evocan el movimiento de Cristo apartando al hombre de la noche del pecado y de la muerte. Por otra parte, la profundidad del color más oscuro evoca también la impenetrabilidad de amor del Padre que perdona todo. Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.

LA MISERICORDIA SEGÚN EL PAPA FRANCISCO. El Papa Francisco ha dedicado su primer Ángelus, después de su elección, al tema de la misericordia. Esto es lo que ha dicho el 17 de marzo de 2013. “Sentir la misericordia, esta palabra lo cambia todo. Es la mejor sensación que podemos tener: esto cambia el mundo. Un poco de misericordia hace del mundo un lugar menos frio y más justo. Necesitamos comprender esta misericordia de Dios, este Padre misericordioso con tal paciencia… ” Acordémonos del profeta Isaías, que afirma, aunque nuestros pecados sean de color rojo purpura, el amor de Dios los transformara en color blanco nieve. ¡Qué buena es la misericordia¡

Me acuerdo, enseguida que fui nombrado arzobispo en el año 1992, llego a Buenos Aires la Virgen de Fátima y se hizo una gran celebración eucarística para los enfermos. Fui a confesarme durante esta eucaristía. Cuando faltaba poco para acabar la misa, me levanté porque tenía que administrar una confirmación. Se me acerco una mujer muy mayor, humilde, con más de ochenta años. Después de mirarla, le dije: “¿Abuela, quisiera usted confesarse?”. “Me contesto que SI. “Pero usted no tiene pecados…” Ella me contestó “todos tenemos pecados… ¡”. “A lo mejor el Señor no los perdona…..”. Ella me contestó muy segura de sí misma: “¡El Señor lo perdona todo!”. “¿Pero cómo lo sabe usted, Señora?”. “Si el Señor no lo perdonara todo, el mundo no existiría”. Me entraron ganas de preguntarle: “Perdone usted –seora, ¿Ha estudiado usted en la ´gregoriana?”, porque esto solo puede ser la sabiduría que otorga el Espíritu Santo, la sabiduría interior hacia la misericordia de Dios. No olvidemos esta parábola: ¡Dios no se cansa nunca de perdonarnos, nunca! “¿Padre, Cual es su problema?”. El problema es que, nosotros ¡Sí que nos cansamos! ¡Nosotros, no queremos! ¡Nos cansamos de pedir perdón! Él no se cansa de perdonar, pero nosotros, a veces, nos cansamos de pedir perdón. ¡No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca! “Él es el Padre lleno de amor que siempre perdona, con un corazón misericordioso para con todos”. El Papa Francisco.

¿CÓMO SE VIVE EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA?

Del 08 de diciembre del 2015 al 20 de noviembre del 2016, la Iglesia Católica celebrara un Año Santo extraordinario. Este “Jubileo de la Misericordia” empezara con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San pedro en Roma, en la ocasión de la fiesta de la Inmaculada Concepción y se terminara en la solemnidad del Cristo Rey. En las diócesis de cada país, el año jubilar empezara con la apertura de las puertas del jubileo el 13 de diciembre de 2015 para terminar con su cierre el 13 de noviembre de 2016 La apertura del próximo Jubileo se celebrara en la ocasión del 50º cumpleaños de la clausura del Concilio Ecuménico Vaticano II, en 1965, para ello reviste de un gran significado que empuja la Iglesia a continuar la obra empezada por el Vaticano II. Comunicado de la conferencia de los arzobispos de Francia.

LA MISERICORDIA… ES DARSE Y ACOGERSE AL CORAZÓN DEL AMOR de DIOS. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría.… (Col 3, 16).

Bendito seas, Padre del Señor Jesús Cristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, con el fin de que, por medio del consuelo recibido de Él, podamos consolar a los demás en todas sus aflicciones (II Cor 1,4). Ayudémonos los unos a los otros a practicar la caridad y las buenas obras. No abandonemos nuestra asamblea, como lo hacen algunos de costumbre, sino que, exhortémonos los unos a los otros (Hc 10, 24-25). Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre…. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. (Gal 6, 1-2) 5:13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. (Gal 5,13) Y para acabar—A todo señor todo honor-Dejemos a San Pedro concluir: “Que cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos intendentes de la gracia de Dios, la cual es multiforme.” (IP 4,10). Textos escogidos por Henri CAFFAREL.

“PRIÈRE de MISERICORDE” según SAN JUAN PABLO II

Durante su viaje a Polonia en agosto del 2002, el papa Juan Pablo II celebro la dedicase del nuevo santuario de la Divina Misericordia en Cracovia. A lo largo de la homilía, el Papa confió solemnemente el mundo entero a la Divina Misericordia: Dios, Padre misericordioso, que nos ha revelado Su amor en Su hijo Jesús Cristo, y lo has extendido sobre nosotros en el Espíritu Santo Consolador, Te confiamos hoy el destino del mundo y de cada hombre. Inclínate sobre nuestros pecados, cura nuestra debilidad, vence todo mal, haz que todos los habitantes de la tierra vivan la experiencia de tu misericordia, para que en Ti, Dios Uno y Trino, encuentran siempre la fuente de la esperanza. ¡Padre eterno, por la Dolorosa Pasión y la Resurrección de tu Hijo, acuérdanos tu misericordia, así como al mundo entero! Amen.

ORACIÓN OFICIAL PARA EL AÑO DEL JUBILEO DE LA MISERICORDIA

Señor Jesús Cristo, tu que nos enseñaste a ser misericordiosos como lo es el Padre Celestial, y que nos ha dicho que verte, es como ver al Padre, Muéstranos tu rostro, y estaremos a salvo. Tu mirada amorosa libero a Zacarías y Mateo de la esclavitud del dinero, a la mujer adúltera y a Magdalena de la búsqueda de la felicidad a través de las únicas criaturas, Tú has hecho llorar a Pedro después de su negación, y prometido el paraíso al arrepentido buen ladrón. Haz que cada uno de nosotros escuchemos esta parábola de la Samaritana como si se dirigiera a nosotros: ¡si conocieras el don de Dios! Eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su poder por medio del del perdón y la misericordia: haz que la iglesia sea, en el mundo, tu rostro visible, tú su Señor resucitad en la gloria. Tú has querido que también tus siervos se vistan de debilidad para experimentar la verdadera compasión hacia los que están en la ignorancia y el error: haz que cualquiera que se dirija hacia uno de ellos se sienta atendido, amado, y perdonado por Dios. Envía tu Espíritu y conságranos a todos de su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor, y con renovado entusiasmo, tu Iglesia anuncia a los pobres la buena nueva; a los presos y oprimidos la libertad, y a los ciegos que recobran la vista. Te lo pedimos por María, Madre de la Misericordia, a tu que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen. INTENCION GENERAL Señor, te ofrecemos nuestra oración para las intenciones de nuestro mundo en crisis de amor. Que el espíritu de misericordia ayuda a la humanidad y a nosotros a redescubrir el sentido de la ternura, del reparto y de la paz. Que la misericordia vivida en el amor de Dios y del prójimo nos ayude a hacer retroceder el mal, la indiferencia, los egoísmos y el individualismo. Señor, da a los hombres y mujeres comprometido en el camino del matrimonio el vivir plenamente en el espíritu del amor para que nuestro mundo sea, a su imagen, lleno de misericordia.

PARTICIPACION EN LA VIDA DE LOS INTERCESORES. Agradecemos la contribución financiera de todos los que participan del desarrollo de los intercesores. Con vuestro donativo, nos ayudáis a difundir la carta, realizar los carteles, financiar a realización de apoyos para países que pueden beneficiarse de ellos… Los donativos van dirigido a: ENS Intercesores – Un recibo fiscal os será entregado por encima de los 20 euros. GRACIAS. “Os deseamos un santo y feliz año al servicio de la intercesión por medio de la oración”.

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