BOFEDAL: HUMEDAL ALTOANDINO DE

BOFEDAL: HUMEDAL ALTOANDINO DE IMPORTANCIA PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN CUSCO. M.Sc. Juan Eduardo Gil Mora1 GENERALIDADES. Los humedales son ecos

8 downloads 125 Views 8MB Size

Story Transcript

BOFEDAL: HUMEDAL ALTOANDINO DE IMPORTANCIA PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN CUSCO.

M.Sc. Juan Eduardo Gil Mora1

GENERALIDADES. Los humedales son ecosistemas permanentes o temporales en los que convergen los biotopos acuático y terrestre, poseen un alto grado de saturación del suelo por agua. Son humedales las riberas fluviales, estuarios, zonas intermareales, lagunas, pantanos, charcos, ámbitos inundables, pasturas con alto grado de humedad o totalmente saturados y, para nuestra zona altoandina las denominadas áreas de bofedales conocidas localmente como “oqhonales”, donde la convergencia de agua y suelo es propicia para el desarrollo de formaciones vegetales heterogéneas, lo que les confiere una alta biodiversidad que tipifica una biota singular. Por la alta capacidad de absorción de agua, hasta la saturación, los humedales retienen agua durante la temporada lluviosa, amortiguando las inundaciones y manteniendo reservas para la temporada seca. Además son trampas naturales para la retención de sedimentos; aportan agua a los acuíferos; surten agua a riachos y manantiales; mejoran la calidad del agua gracias a su capacidad filtradora. Constituyen hábitats especiales para varias especies de la diversidad biológica; por lo tanto, tiene un alto valor ecológico, científico, recreacional y paisajístico. En la pradera andina de la región Cusco, los humedales son formaciones singulares debido a que almacenan agua proveniente de la precipitación pluvial, nival y de granizo, de los deshielos y de la humedad ambiental. Los suelos, altamente impermeables, retentivos de humedad así como la geología local formada por rocas calcáreas o por tobas volcánicas, juegan un papel importante en la cosecha del agua y el subsiguiente almacenamiento. El gráfico de la página siguiente evidencia la estratigrafía para la planicie de Espinar, la toba volcánica, el relleno aluvial y el estrato limo-arcillo-arenoso, captan el agua, lo almacenan y sueltan en el período de estío manteniendo la humedad durante el año. Los humedales constituyen una reserva importante de agua dulce. Sin embargo, como resultado de los cambios climáticos ocurridos en los últimos 25 años, la superficie total de glaciares se ha reducido en un 22%. Como consecuencia de esa merma se ha perdido alrededor del 12% del volumen de agua dulce de reserva.

1

Biólogo. M.Sc. en Ciencia y Tecnología Ambiental. Consultor en temas de Gestión Ambiental. [email protected]

1

Las comunidades campesinas andinas, se desarrollaron en un ambiente frágil, donde el agua representa un elemento esencial para la supervivencia. Actualmente, la población andina se ve afectado por el cambio climático; hoy se percibe con mayor frecuencia e intensidad las sequías, inundaciones, vientos huracanados, lluvias torrenciales, granizadas, heladas, nevadas y descongelamiento de los glaciares, con efectos severos en los cultivos, pastizales, ganado, bienes inmuebles y la salud de la población. Los que más sufren por este fenómeno inducido es el ecosistema altoandino, ecosistema frágil y que depende del agua; sufre también el poblador rural. En este ecosistema, ubicado por encima de los 3,500 m.s.n.m. la principal actividad económica del poblador es la crianza de camélidos sudamericanos domésticos.

FUNCIONES ECOLÓGICAS Y SERVICIOS ECOSISTEMICOS DE LOS BOFEDALES. Estos humedales altoandinos cumplen funciones ecológicas fundamentales, como reguladores de los regímenes hidrológicos y como hábitat de una rica biodiversidad, tanto nativa o silvestre como las especies culturizadas y domesticadas. Los humedales proveen una serie de productos para la subsistencia del poblador rural, especialmente vinculado a la producción de pasturas naturales para la actividad pecuaria. Pero todavía otras posibilidades no han sido exploradas, como la producción de algas con fines alimenticios e industriales, plantas medicinales o el desarrollo del ecoturismo para observadores de aves. Investigaciones y estudios especializados permiten postular que los humedales andinos son ecosistemas estratégicos de reserva y sostenibilidad del ciclo hidrológico, en realidad es allí donde se inician los cursos de agua. Los humedales son ecosistemas altamente productivos para el desarrollo humano, albergan peces, son zonas de pasturas para camélidos andinos, refugio de gran cantidad de aves, importantes para ecoturismo y brindan servicios ambientales. Los lagos, lagunas, pantanos y turberas de los Andes son ecosistemas de enorme importancia estratégica para cientos de miles de personas. Su valor ecológico, económico, social y cultural debe ser tenido en cuenta para el diseño y ejecución de políticas de desarrollo en la Región. Además de ser importantes fuentes de agua; los humedales altoandinos tienen una diversidad biológica singular. Muchas especies de plantas y animales que los habitan no se encuentran en otro lugar y en ellos se congregan temporalmente varias especies

2

de aves migratorias. Algunos de estos humedales son refugio y sitio de reproducción de fauna amenazada. Son componentes fundamentales del hábitat de mamíferos de importancia económica y ecológica tales como la vicuña, el guanaco, la alpaca, la llama y la chinchilla. Los humedales altoandinos son considerados por la Convención Ramsar como ecosistemas de gran fragilidad asociada a causas naturales como el cambio climático, las sequías prolongadas en la puna y a la intervención humana. Muchos humedales se están perdiendo de manera acelerada, por falta de manejo y desconocimiento de su importancia económica y ecológica. Uno de los servicios ambientales que brinda el humedal altoandino es la provisión de agua a las comunidades campesinas, también son fuente de agua para el riego de suelos agrícolas, la generación hidroeléctrica, la piscicultura y el consumo humano aguas abajo. Además del suministro de agua, los humedales proveen fibras vegetales, alimentos y recursos genéticos, almacenan y regulan caudales, capturan carbono y representan un invaluable patrimonio cultural por su significado espiritual y religioso. Los humedales altoandinos son importantes espacios de vida y de riqueza cultural, fecundos en simbolismos y valores espirituales para las comunidades campesinas. Estos valores tradicionales vinculados a los humedales, forman parte de la herencia cultural andina y deben ser considerados en el manejo del espacio natural. Los servicios que brindan los humedales altoandinos no son ilimitados y que la degradación de estos ecosistemas acarrea la pérdida no sólo de fuentes esenciales de agua, sino de los otros beneficios que ofrecen dichos ambientes, incluyendo su potencial para la recreación y el ecoturismo. Por ello, si se quiere continuar aprovechándolos, se debe conservarlos y su uso no debe rebasar los limites del umbral crítico, mas allá del cual su deterioro se hace irreversible. Los humedales andinos, como las lagunas, podrían ser una fuente importante de producción dulceacuícola, sus aguas adecuadamente manejadas, podrían ser interesantes recursos de alimentación si se introduce una piscicultura en forma intensiva y extensiva, se tienen ejemplos con resultados positivos, estos humedales podrían formar parte de la solución al hambre y desnutrición de nuestros pueblos; algunos de estos humedales pueden llegar a ser más productivos que los suelos agrícolas sujetos a los actuales cambios climáticos; la piscicultura podría producir miles de toneladas de pejerrey y trucha; por lo tanto, sugerimos un programa regional de piscicultura aprovechando los cientos de lagunas que posee nuestra Región. Entre las funciones ecológicas que prestan los humedales está la recarga de acuíferos, cuando el agua acumulada en el humedal desciende hasta las napas subterráneas. Las funciones ecológicas que desarrollan los humedales favorecen la mitigación de las inundaciones y de la erosión del suelo. Además, a través de la

3

retención, transformación y/o remoción de sedimentos, nutrientes y contaminantes juegan un papel fundamental en los ciclos de la materia y en la calidad de las aguas. La obtención de agua se evidencia como uno de los problemas ambientales más importantes de hoy y de los próximos años; puesto que la existencia de agua está relacionada con el mantenimiento de ecosistemas sanos; por lo tanto, la conservación y el uso sustentable de los humedales es una necesidad impostergable.

PROBLEMATICA ACTUAL. A pesar de la importancia de los humedales, hoy son ecosistemas amenazados y se han perdido o alterado como consecuencia del drenaje, urbanización, agricultura, construcción de represas, sobre pastoreo, construcción de carreteras, contaminación y otras formas de intervención en el sistema ecológico e hidrológico. La región Cusco posee más de 100,000 ha. de pradera con pasturas naturales; de ellas aproximadamente 20,000 corresponden a los denominados “oqhonales” que son humedales altoandinos permanentes y que se hallan por encima de los 4,000 m.s.n.m. no poseen manejo alguno tanto en el ecosistema acuático como en las pasturas naturales; debido a los efectos e impactos del cambio climático, se ven amenazados en la reducción de sus áreas y la alimentación permanente de agua proveniente de los deshielos. Por lo tanto, es necesario acometer acciones formales, sistemáticas y oficiales mediante programas y proyectos para conservar los humedales altoandinos que posee la Región. Es más, estos humedales son los que sustentan a la ganadería de camélidos sudamericanos y constituyen reservas importantes del agua en los altos andes.

BOFEDALES. El denominado bofedal o localmente “oqhonal”, “chiwar” constituye un área de terreno importante, saturado de humedad debido a que el suelo es rico en materia orgánica, de escaso drenaje y densamente cubierto de vegetación cespitosa, por lo que mantiene un nivel constante de agua; generalmente se halla ubicado en las altas cumbres, junto a los deshielos; sin embargo, también es usual encontrarlos en planicies de escasa pendiente, como ocurre en la pradera andina de la región Cusco.

El bofedal es un pastizal permanentemente húmedo con suelos hidromorfos y poco drenados. Se ubica en terrenos planos saturados de humedad, encontrándose a lo largo de riachuelos lentos, al borde de las lagunas y pantanos o sobre acuíferos subterráneos. Es característica para la parte más alta de la pradera andina. Las especies que predominan en los bofedales son Alchemilla pinnata, Alchemilla diplophylla, Lilecopsis andina, Calamagrostis eminens, Hipochoeris stenocephala, etc. El bofedal constituye el tipo de pastizal con la más alta producción de forraje para beneficio de los rebaños de camélidos sudamericanos.

4

Los bofedales cumplen funciones vitales en la pradera andina, pues almacenan eficientemente el recurso hídrico; mantienen una alta biodiversidad, es el hábitat de especies forrajeras de alta calidad nutritiva para la ganadería soportando así una importante carga animal; son el principal hábitat de los camélidos y recurso valioso para el desarrollo humano de las comunidades altoandinas. Así mismo constituyen parte importante de las cuencas altoandinas que alimentan las cuencas de los valles costeros y de la meseta altiplánica, representan un ecosistema crítico por las severas condiciones climáticas y el amenazador avance de la desertificación por el manejo inadecuado de los recursos naturales, actividades extractivas y políticas poco favorables para la conservación de este vital ecosistema. Los humedales altoandinos son considerados por la Convención Ramsar como ecosistemas de alta fragilidad asociada a causas naturales como el cambio climático, las sequías prolongadas y a la intervención humana. La Estrategia para los Humedales Altoandinos, impulsada por la Convención Ramsar, reconoce a estos humedales como ecosistemas estratégicos debido a que regulan y son fuentes de agua para diversas actividades humanas, son ecosistemas de alta biodiversidad y hábitat de especies de flora y fauna amenazadas, son centros de endemismo, espacios para actividades turísticas y ámbitos de vida para comunidades locales. Los bofedales, son ecosistemas de alto valor biológico e hidrológico; son el hábitat de especies vegetales y animales, funcionan como reguladores del flujo hídrico al retener agua en la época húmeda y liberarla en época seca; de ahí que en la pradera andina los ríos y riachos aún cuentan con agua hasta en los meses más críticos como agosto o septiembre. Estos ecosistemas cuya existencia depende de las condiciones hídricas del suelo y de la materia orgánica que éste posee. Así, el bofedal sobrevive gracias al aporte de agua constante de escorrentías glaciales, manantiales y un nivel freático alto. Debido a estas características, los bofedales constituyen un refugio para diferentes especies de flora y fauna, proveyéndoles los insumos necesarios para su supervivencia. Los bofedales forman parte de la economía de las comunidades altoandinas, ya que son ecosistemas que brindan pasturas y otros recursos vegetales como algas y hongos, especies medicinales para el consumo humano y la alimentación de ganado, e incluso para intercambiar productos con otros grupos humanos; sin embargo, el servicio más importante que brindan es el de ser una fuente de agua, almacén y regulador sin el cual la supervivencia de las comunidades se vería amenazada, pues a grandes alturas, el recurso hídrico en general y los en ríos en especial, se presenta en volúmenes importantes solo en época lluviosa, mientras que los bofedales destacan como una fuente de agua y pasturas durante todo el año.

5

La ventaja de estos bofedales son varias; cuando no son drenados pueden ser permanentes fuentes de pasturas naturales y agua; son los que soportan los mejores pastos naturales y de la mayor calidad; estudios sobre el rendimiento de bofedal/fibra de camélidos, señalan que la fibra de alpacas pastadas en bofedales es más larga, de mejor calidad y de mayor rendimiento en peso por alpaca. Los bofedales son áreas que soportan importante carga animal, especialmente referido a camélidos sudamericanos, que constituyen la ganadería de mayor significación económica y el recurso genético animal más importante en la pradera andina de nuestra Región. Es quizás la única, en el corto plazo, si se otorga el apoyo económico y tecnológico, que puede sacar a los criadores, campesinos y dependientes de la pobreza y de la pobreza extrema que agobia a esta parte de la Región. En los límites del bofedal suelen existir densas agrupaciones de gramíneas que en muchos casos presentan hojas duras y punzantes, denominadas como pajonal. Estas pajas principalmente son de porte alto; las especies que predominan son las chilliguas (Festuca dolichophylla), el ichu (Stipa ichu y Stipa brachiphylla), la paja brava (Festuca ortophylla), entre otras. Este césped de puna es el tipo de vegetación que florísticamente está dominado por especies vegetales de porte almohadillado, arrocetado y con pajas de porte bajo (gramíneas).

IMPORTANCIA PARA LA GESTIÓN Y MANEJO. Las praderas naturales tienen características propias y específicas que responden a condiciones del sector altoandino, cuyo relieve diverso va desde los 3,500 hasta por encima de los 4,500 m.s.n.m. La zona altoandina tiene un paisaje provisto de planicies y picos elevados, con un clima adverso para una agricultura intensiva, empero es apta para la ganadería. Se caracteriza por tener una temperatura que desciende por debajo del punto de congelación que en los meses de invierno desciende hasta 20ºC bajo cero, también por la presencia de fuertes corrientes de aire seco que afectan visiblemente al suelo y la vegetación e incrementa la evaporación y evapotranspiración. En los meses de precipitación pluvial las temperaturas oscilan entre los 15 y 18ºC y se presentan lluvias abundantes acompañadas de granizadas y nevadas, usualmente la precipitación es superior a 800 mm/año. Los humedales altoandinos, ubicados en la pradera andina cusqueña, sustentan al 100% del forraje para los camélidos sudamericanos y más del 80% para ovinos y vacunos. Debido a la periodicidad de las lluvias, los pastos tienen definido dos períodos: uno de desarrollo que dura cuatro meses y otro de descanso durante el período seco. Esta periodicidad afecta la regular alimentación del ganado. En la pradera andina del Cusco, el 99.8% de las pasturas no son manejadas técnicamente, lo que implica que sólo en el período de precipitación existe una ganadería aceptable, entre tanto en el período de estío, existe déficit enorme en el manejo de la ganadería.

6

Durante el período de lluvias, la pradera andina es altamente productiva con alta diversidad en gramíneas y otra vegetación cespitosa palatable, se observa dominancia de Festuca dolycophylla (chilliwa), Festuca Heterophylla, Calamagrostis antoniana, Calamagrostis vicugnarum, Stipa brachyphylla, Stipa ichu, entre otras; además, es de resaltar la presencia de ciperáceas y rosáceas, las que varían en su composición de conformidad a la humedad del suelo, exposición y características edafológicas, como textura y contenido de materia orgánica. El hábitat de los camélidos sudamericanos y el modo de vida del poblador altoandino están siendo impactados negativamente y se está produciendo el deterioro paulatino del suelo y de los pastos naturales, especialmente el agotamiento de las fuentes de agua, fuente de vida de todo ser viviente. Para obtener una buena producción y altos rendimientos en la actividad ganadera, es importante integrar el manejo y las prácticas de conservación de los recursos naturales del ecosistema andino. Entre los recursos que conforman el ecosistema andino tenemos al agua como el recurso escaso más importante, pero usualmente desaprovechado, además del suelo, la vegetación y las diferentes especies animales que han venido conviviendo armónicamente con su ambiente. Uno de los problemas que se presenta en el hábitat de los camélidos sudamericanos y que se está acentuando, es la degradación de los suelos por la erosión hídrica y eólica. Esta situación se da como consecuencia de la escasa e insuficiente reproducción de la vegetación natural, que no permite mantener una adecuada cobertura de protección y disposición oportuna de alimentos de calidad para los animales en las extensas praderas naturales. Las praderas naturales son el soporte de alimento para la ganadería extensiva, como alpacas, llamas y ovinos. Su producción forrajera varía según la estación del año; en la estación lluviosa los pastos son de óptima calidad, pero en la estación seca su cantidad y calidad disminuyen y no alcanza para cubrir el requerimiento mínimo del rebaño. Además, no existen pastizales reservados, el sistema de pastoreo es libre, no hay abonamiento, acondicionamiento de los terrenos, repoblamiento de las áreas deterioradas ni un mantenimiento adecuado de los bofedales. El agua es lo más importante para el poblador altoandino, para la producción de camélidos sudamericanos domésticos y para los pastos naturales, de ahí la necesidad de mantener adecuadamente la relación entre los recursos agua, suelo y vegetación. El agua en la zona altoandina es vital dada las características productivas de los pastos naturales, pues su desarrollo depende del agua disponible, especialmente en la

7

época seca. Por ello para mejorar el manejo y distribución del agua superficial y fortalecer los acuíferos manteniendo los manantes naturales, se requiere técnicas adecuadas de irrigación a fin de mantener la humedad y evitar el desecamiento y la eliminación de la cobertura vegetal constituida por pastos y vegetación cespitosa. Los bofedales altoandinos son ecosistemas frágiles amenazados por causas naturales y por actividades antrópicas como el sobre pastoreo, producido por la actividad pastoril que sobrepasa la capacidad del bofedal para regenerarse; la fragmentación, por la construcción de caminos y carreteras, alterando el flujo normal de las aguas; introducción de especies exóticas vegetales o animales que amenazan el frágil equilibrio; contaminación; drenaje, para expansión de la agricultura o para actividades productivas y extractivas, restándole agua necesaria para sobrevivir. Las aptitudes y bondades que poseen los bofedales se están viendo afectadas por el cambio climático, situación cuya alternativa será la adaptación. Es por ello que, a partir de estos primeros análisis, se propone a los humedales como instrumentos o censores del cambio climático. Los cambios en frecuencia e intensidad de la temperatura, precipitación e irradiación (UV) a diferentes escalas de espacio y tiempo ejercen en los humedales, no impactados antrópicamente, cambios en sus características ecológicas. Por ejemplo, en los humedales andinos las variaciones en la cobertura vegetal en las áreas de los cuerpos de agua, así como la aparición y/o incremento de insectos; floración y crecimiento vegetativo; la variación en migración de aves, cambios en los ciclos de los niveles superficiales de agua, los que generan que el ecosistema presente paisajes y características no solo visuales sino funcionales diferentes en estaciones al igual cambiantes. A pesar de tener una Estrategia Nacional de Conservación de Humedales, éstos se encuentran desprotegidos y no se ha evaluado el enorme potencial que poseen; de ahí la importancia que el gobierno Regional y los gobiernos locales, involucren dentro de sus esquemas de planificación la conservación, gestión y manejo de los humedales .

MANEJO Y CONSERVACIÓN DE LOS HUMEDALES. Los humedales proporcionan recursos naturales de importancia para la sociedad. Por lo tanto, su manejo implica su uso sustentable. Este concepto ha sido definido como "la utilización sostenible que otorga beneficios a la población de una manera compatible con el mantenimiento de las propiedades naturales del ecosistema". La conservación y el uso sustentable de los humedales deben desarrollarse a través de un enfoque integrado que considere los distintos ecosistemas asociados. Para el caso de los humedales continentales, resulta esencial referirse a las cuencas hidrográficas como unidades ambientales. La herramienta más eficaz para lograr una gestión de humedales que promueva su conservación y utilización sustentable a través de un manejo integrado, es el desarrollo de planes de manejo. Estos pueden realizarse a diferentes escalas según el objetivo perseguido. Deben tener un enfoque interdisciplinario que, a través del conocimiento profundo de las características y funciones del humedal y los aspectos socio-económicos propios del área, examine los diferentes usos posibles del ambiente. Con el fin de que los planes de manejo sean realmente eficaces deben dar importancia

8

a la participación de los diferentes sectores involucrados en la utilización de los recursos naturales y la comunidad local. Considerando que los humedales son zonas dinámicas que presentan variabilidad temporal, los planes de manejo deben someterse a análisis y revisión permanente. Las interacciones de los componentes físicos, biológicos y químicos de un humedal, como el suelo, agua, plantas y animales, hacen posible que el humedal desempeñe funciones vitales, como el almacenamiento de agua; protección contra inundaciones; control de la erosión; recarga de acuíferos; purificación de las aguas mediante la retención de nutrientes, sedimentos y contaminantes; y estabilización de las condiciones climáticas locales, particularmente la precipitación y la temperatura.

Un número cada vez mayor de profesionales biólogos, sociólogos, economistas y otros científicos están trabajando en el terreno de la valoración de los servicios prestados por los humedales; ello implica que las funciones ecológicas del humedal deben ser considerados en toda propuesta de desarrollo; solo así estos ecosistemas han de seguir contribuyendo a la dinamización de la economía del sector rural y podrá disminuir la pobreza.

ACCIONES PRIORITARIAS A DESARROLLAR. 1. Organizar empresarialmente a los productores. Una de las debilidades en el ámbito de la pradera andina es el predominio del individualismo. Esta situación impide contar con una serie de ventajas que pueden obtenerlas si constituyeran una organización empresarial propia; organización que les permita la solución de problemas como mejorar la comercialización, la puesta de sus productos en el mercado, emplear economías de escala para adquirir equipos e insumos y lograr la fuerza política a fin de demandar que los servicios que presta el estado sean mas eficientes. 2. Implementación de programas y tecnología de riego. La pradera andina no ha sido objeto de la implementación de programas de riego como los desarrollados en la costa. Los gobiernos de turno nunca comprendieron que las pasturas andinas requieren proyectos de irrigación que otorguen estabilidad y mejor rendimiento a la producción animal. Los proyectos de riego en la pradera andina son de bajo costo y no requieren de grandes proyectos de ingeniería; sin embargo son altamente rentables, retienen la migración, dinamizan la economía local y disminuyen la pobreza rural. 3. Manejo y conservación de la pradera andina. En la región Cusco existen más de 100,000 hectáreas de pradera andina, de ellas más de 20,000 ha. forman parte de los humedales altoandinos o bofedales. Considerando la importancia de las pastizales en la crianza y desarrollo de las especies animales, se requiere: a. Inventario y catastro de los humedales altoandinos o bofedales, especificando su origen, sostenibilidad y los servicios ambientales más importantes. b. Conservación del agua para incrementar la producción de la pradera, promoviendo la construcción de micro represas que permitan almacenar el agua para su posterior aprovechamiento mediante programas de riego. c. Conservación de bofedales. Evitando el drenaje, la fragmentación, erosión y desecamiento posterior.

9

d. Inventario y evaluación de las especies palatables tanto para camélidos sudamericanos como para especies exóticas. Es importante recuperar el germoplasma nativo de importancia ganadera. e. Mejoramiento genético de las pasturas andinas a efecto de incrementar su productividad. f. Impulsar la ganadería de camélidos sudamericanos. Actualmente los mercados mundiales de fibra tienen preferencia por fibras de mayor finura como las de alpaca y vicuña, la pradera andina en Cusco tiene aptitud para el desarrollo de esta ganadería; por lo que el Gobierno Regional Cusco deberá promover y orientar a los productores la crianza de alpacas y ovinos. Los camélidos sudamericanos por encima de los 4,200 m.s.n.m. y los ovinos entre los 3,500 y 4,200 m.s.n.m. g. Mejoramiento genético de los camélidos sudamericanos, especialmente la alpaca. h. Estudio de la capacidad de carga de los pastizales existentes en la pradera andina, incluyendo los bofedales. 4. Evaluación y análisis de los principales recursos hídricos existentes en la pradera andina que son el soporte de la biodiversidad y de la productividad. En tal sentido, se sugiere: a. Inventario y catastro de los cursos de agua, lagunas, humedales; con determinación de su calidad física, química y biológica, caudales y usos más importantes. b. Estudio del balance hídrico en todo el ámbito, del colector principal y para cada tributario a fin de determinar la oferta del recurso hídrico durante el año. c. Estudio de la oferta y demanda hídrica por cédulas de cultivo, pasturas naturales y todos los usos consuntivos y no consuntivos del agua. d. Estudio y determinación del caudal ecológico tanto del colector principal como de cada tributario, a efecto de garantizar la existencia de la diversidad biológica en los diversos cursos de agua. e. Determinación del afianzamiento hídrico con la finalidad de la regulación en el uso del agua en un determinado sector para la productividad. 5. De conformidad a la Resolución Jefatural Nº 054-96-INRENA, se tiene aprobada la Estrategia Nacional para la Conservación de los Humedales en el Perú, que tiene por objetivo promover la conservación de los humedales orientados a obtener beneficios ecológicos, sociales, económicos, culturales y espirituales como aporte al desarrollo integral del Perú. El Gobierno Regional Cusco, deberá adecuar y adaptar las medidas legislativas necesarias para la conservación y gestión de humedales en el territorio regional. 6. El Gobierno Regional Cusco de conformidad a las funciones específicas que le compete y señaladas en al artículo 53 de la Ley 27867, Orgánica de Gobiernos Regionales, debe implementar el Sistema Regional de Gestión Ambiental en la que incluya la conservación, gestión y manejo de los humedales y la pradera andina. 7. El Gobierno Regional Cusco debe declarar de interés regional la conservación, gestión y manejo de los humedales altoandinos, la pradera andina y los recursos hídricos para el desarrollo de las poblaciones pobres en ese ámbito jurisdiccional del Cusco. Cusco, 02 de febrero del 2011. Día Mundial de Humedales. M.Sc. Juan Eduardo Gil Mora [email protected]

10

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.