BOGOTÁ FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

BOGOTÁ FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Comité Académico Teresa Arbeláez Cardona Sneider Saavedra Lilia

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BOGOTÁ

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

Comité Académico Teresa Arbeláez Cardona Sneider Saavedra Liliana Saavedra Juan Pablo Suárez Bonilla Juan María Cuevas Silva William Rojas Cordero Nelson Castillo Alba Flor Alba Barreto

EDITORIAL BONAVENTURIANA

Pensamiento educativo Avances desde la antropología pedagógica © Colección Número 3 Universidad de San Buenaventura Colombia © Editorial Bonaventuriana, 2014 Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá Editora, Aída María Bejarano Varela Carrera 8H # 172 -20 PBX: (+57 1) 667 1090 www. usbbog.edu.co Bogotá – Colombia Aviso Legal El autor es responsable del contenido de la presente obra. Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio, sin permiso escrito de la Editorial Bonaventuriana Derechos reservados de la Universidad de San Buenaventura ISSN: 2346-0490 Publicación Electrónica Depósito legal: se da cumplimiento a lo estipulado en la ley 44 de 1993, Decreto 460 de 1995 y Decreto 358 de 2000. Impreso en Colombia - Printed in Colombia.

Tabla de Contenido A modo de apertura Sneider Saavedra Rey .............................................................. 7

Potencial de las TIC en las prácticas pedagógicas Ángela Naydú Prieto Beltrán, Clemencia Esperanza Muñoz Hernández y Xiomara Victoria Cristancho Díaz ........................................ 9

Los niños y las niñas en un mundo virtualizado Jaqueline Rodríguez, Nidia Constanza Poveda y Victoria Jiménez ............................................................... 13

¿Cómo mantener la dignidad de lo humano en un mundo tecnologizado? Julio Ernesto Acevedo Velandia y Robin Osvaldo Bustamante Bula ........................................ 17

La práctica en un mundo tecnologizado Bibiana Olaya Barrios, Andrea Cecilia Pachón Padilla, Nasly Johana Pachón Camacho y Gloria Patricia Ramírez López ......................................... 21

Hacia una crítica del reduccionismo tecnológico de los ambientes de aprendizaje Nubia Estela Mayorga, Julio Andrés Quintero y Amparo Vásquez Ariza ....................................................... 25

El lenguaje y la tecnología un proceso de formación humanística Amina Esmeralda Cuenca Muñoz, John Robert Rueda Ospina, Lida Marcela Campos Campos, Liliana Prieto Rodríguez y Yaneth Marysol Vargas Velasco ........................................... 29

La recepción estética de la literatura como posibilidad para preservar la dignidad humana Fredy Omar Díaz, Diana SusanaVillate Fuentes, Eliana Garzón Suárez y Ricardo Claderón Mayorga ................................................. 33

¿La era tecnológica: avance o retroceso para la dignidad del ser humano? Gloria Mercedes Ávila Barón, Amanda Cecilia Parra Daza, Astrid Natalia Ramírez Gutiérrez, Doris Janeth Ramos Díaz y Marta Imelda Rivera Rincón ............................................... 39

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A modo de apertura1 Sneider Saavedra Rey Profesor de la Maestría en Ciencias de la Educación Universidad de San Buenaventura, Bogotá La escuela actual parece más atenta a las urgencias propias de una sociedad de la inmediatez y la rentabilidad económica que a la pregunta por el ser humano. Tanto en la realidad educativa como en sus campos de reflexión se ha priorizado de tal manera la atención al sistema educativo – su configuración política e ideológica de carácter neoliberal (Niño Zafra, 2006; Díaz Barriga, 2000), las propuestas curriculares (López, 2001; Kemmis, 1998), el aprendizaje de saberes y competencias según las exigencias sociales (Barnett, 2001), la evaluación desde el discurso de la calidad (Santos Guerra, 2003) – que se han marginado los cuestionamientos propios sobre el ser humano y su lugar en el mundo. Así, los avances educativos se desarrollan en el horizonte de un sistema escolarizado que bien puede considerarse alienante o, al menos, distante de los intereses humanos. Frente a esta situación, la Maestría en Ciencias de la Educación de la Universidad de San Buenaventura, desde su creación, ha propiciado un espacio teórico y de acción sobre la educación y sus procesos. Junto a sus líneas de Primera infancia y educación, Formación y práctica pedagógica y Educación virtual, su sustento en la Antropología pedagógica propone un campo de estudio que incluye la antropología, en tanto discurso sobre el ser humano, y la pedagogía como disciplina que reflexiona y actúa sobre la educación y la formación humana (Runge, 2005). Más específicamente, su objeto de estudio es “la persona concreta, en una situación histórica definida, y en contextos que de una u otra forma, condicionan el “hacerse hombre” y los objetivos educativos que pretenden ayudarle a encontrarle un sentido a su vida” (Londoño, 2013: 29). Por esta razón, retoma las preguntas fundantes de lo humano – ¿Qué es el hombre? ¿Qué lo constituye como humano? ¿Cuáles son sus rasgos distintivos en comparación con otros seres? – para configurar unas bases pedagógicas que enfaticen nuevamente en sus características esenciales. En este contexto, nos alegra enormemente como integrantes de la Maestría en Ciencias de la Educación, que nuestros estudiantes de cohorte 2013-II estén a puertas de obtener su título como magísteres o magistros porque han sido coherentes con las cualidades humanas y académicas para ser 1

Apertura del evento académico realizado el 30 de mayo de 2015.

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considerados auténticos maestros en el marco de estas líneas de investigación. Sus trabajos de grado, junto con las ponencias que hoy presentarán en este evento así lo confirman: la convivencia escolar desde la inteligencia emocional, la prevención del bullying o la diversidad cultural; la dignidad humana como valor supremo desde la experiencia estética; la inclusión, la ciudadanía y el género como características fundantes para la formación humanista de las personas; las TIC’s, los ambientes de aprendizaje y las webquests para fortalecer procesos de formación específicos; la conciencia fonológica para enriquecer procesos de lectura o la capacidad creadora para proponer procesos alternativos de evaluación; las representaciones de sexualidad y sexo de niños y jóvenes; las estrategias didácticas que configuran contextos de educación inclusiva para mejorar las prácticas pedagógicas; entre otras indagaciones didácticas, curriculares, políticas y formativas. Todos estos, procesos de investigación que enfatizan en el ser humano, en las relaciones que establece con el otro para convivir, en sus capacidades y habilidades emocionales, creadoras, académicas y tecnológicas que le han permitido construir representaciones, sistemas y grupos, dentro de los cuales está llamado a no perder su esencia, a retornar constantemente a la pregunta por el ser humano. Además, ustedes, estudiantes de la cohorte 2013-II, para nosotros, los profesores, directores de investigación y directivas de la Maestría en Ciencias de la Educación de la Universidad de San Buenaventura, han sido testimonio de esa formación que indaga desde múltiples perspectivas sobre el ser humano, con pensamiento crítico y, sobre todo, demostrando en las acciones y experiencias vividas durante estos dos años en la universidad, su calidez humana y su formación como personas que día a día construyen desde sus aulas o sus lugares de trabajo, y desde este ámbito académico, un mundo con mayores posibilidades para todos. Nos enorgullecen bastante sus procesos de investigación y la formación que han configurado durante estos dos años con nosotros. Recuerden siempre que ser magíster no refiere simplemente a la obtención de un título sino que, como lo plantea su etimología latina, imprime una autoridad o un poder en quien lo tiene sobre otras personas. Esa influencia que Agustín de Hipona en su obra De Magistro reconoce en el maestro, ese quien forma al otro desde su cuestionamiento constante, desde su cercanía para que logre su autorrealización, para que encuentre la voz de su maestro interior. Ahora esa voz es de ustedes, estimados colegas, y el evento que comenzamos hoy dará nuevamente cuenta que su formación como personas e investigadores – ahora constituida también por la Maestría en Ciencias de la Educación de nuestra universidad – les da la autoridad para seguir construyendo un mundo mejor. Muchas gracias.

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Potencial de las TIC en las prácticas pedagógicas2 Ángela Naydú Prieto Beltrán Clemencia Esperanza Muñoz Hernández Xiomara Victoria Cristancho Díaz3

El desarrollo tecnológico ha modificado las formas de interactuar a nivel social, cultural e investigativo, y el sector educativo no es ajeno a dicho cambio. Por tanto, a los docentes les compete estar a la vanguardia de estas innovaciones tecnológicas integrándolas a las prácticas pedagógicas para potenciar en los estudiantes nuevas formas de construir el conocimiento y desarrollar el pensamiento lógico, crítico e investigativo. Este proceso de acercamiento a las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC), requiere que los docentes desarrollen competencias tecnológicas que les permita su incorporación y transformación en los procesos de enseñanza - aprendizaje, apropiándolos de tal manera que se puedan integrar en su diario vivir, en el trabajo de aula y en las estrategias aplicadas en sus prácticas pedagógicas. El análisis y evaluación del impacto que tienen las TIC en la educación, es un tema de interés en la investigación educativa, en donde se ha encontrado, que el proceso es complejo ya que en este tipo de intervenciones confluyen múltiples instancias de naturaleza política, social, pedagógica y de acceso entre otras, que superan lo meramente tecnológico, y por otra que las TIC condicionan los ambientes en los que se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje. Según la CEPAL (2003) el concepto de TIC se puede definir como potencian Sistemas tecnológicos, mediante los que se recibe, manipula y procesa información, y que facilitan la comunicación entre dos o más interlocutores. Por lo tanto, las TIC son algo más que informática y computadoras, puesto que no funcionan como sistemas aislados, sino en conexión con 2

Análisis del uso, integración y apropiación de las TIC en las prácticas pedagógicas. Director: Nelsón Castillo Alba. Fechas de iniciación: Segundo semestre 2013 3 Angela Naydu Prieto Beltrán, [email protected]; Clemencia Muñoz, [email protected]; Xiomara Victoria Cristancho Díaz, [email protected]; creación

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otras mediante una red. También son algo más que tecnologías de emisión y difusión (como televisión y radio), puesto que no sólo dan cuenta de la divulgación de la información, sino que además permiten una comunicación interactiva. (p. 11)

De igual manera es conveniente tener presente la definición que se hace en la Ley No. 1341 de 2009, en su artículo 6º, donde dice Son el conjunto de recursos, herramientas, equipos, programas informáticos, aplicaciones, redes y medios, que permiten la compilación, procesamiento, almacenamiento, transmisión de información como: voz, datos, texto, vídeo e imágenes.

Estas definiciones por si solas no representan mayor significado que la comprensión de lo que se entiende por TIC, no obstante el uso que se ha derivado de las mismas en la sociedad ha tenido tal impacto, que para referirse a este fenómeno, aparecen calificativos como sociedad del conocimiento o sociedad de la información, que explicarlos puede ser complejo y extenso, sin embargo cabe considerar la siguiente definición que da la Unión General de Telecomunicaciones al respecto Sociedad  en la que “... todos puedan crear, acceder, utilizar y compartir información y  el conocimiento, para hacer que las  personas, las  comunidades  y los pueblos  puedan desarrollar su  pleno  potencial y mejorar la calidad de sus vidas de manera sostenible”.

Si se mira desde el ámbito educativo estas herramientas posibilitan crear espacios y estrategias de enseñanza-aprendizaje innovadoras, brindar información más amplia, posibilitan un incremento en las modalidades comunicativas, favorecen la creación de ambientes de aprendizaje alternos, flexibles y transmediáticos sin limitaciones de tiempo o espacio entre el docente y los estudiantes, etc.; que conllevan a transformaciones en los procesos de enseñanza- aprendizaje, al aprovechamiento del entorno cultural en los roles de los sujetos y a la construcción de valores y normas de comunicación y uso de la tecnología como el respeto a debatir y a argumentar . En esta línea, la sociedad del conocimiento requiere que las personas desarrollen nuevas competencias y habilidades, y ante ello el sistema educativo como eje principal en la formación de ciudadanos debe contribuir a enfrentar este desafío, de tal forma que los sujetos sean activos en la nueva realidad, Se debe superar la idea de las tecnologías como la panacea que resolverá todos los problemas educativos. Las tecnologías, independientemente de lo potentes que sean, solamente son instrumentos curriculares y, por tanto, su sentido, vida y efecto pedagógico vendrá de las relaciones que sepamos establecer con el resto de componentes del currículum, independiente del nivel y acción formativa a la que nos refiramos. (Cabero,2010, p.43)

Potencial de las TIC en las prácticas pedagógicas

En consecuencia, las TIC como herramienta brindan la posibilidad al sujeto, que hace uso de ellas, de establecer diferentes tipos de relaciones; de desarrollar nuevas capacidades y habilidades que permitan utilizarlas de forma responsable, reconociendo sus alcances y limitaciones para su desarrollo personal y profesional; y de potenciar el trabajo colaborativo, entre otros. Todo esto contribuye a que el ser humano sea reconocido, valorado y respetado como ser individual, autónomo, que gestiona el conocimiento, que desarrolla nuevos valores, que tiene cuidado de si mismo y de su entorno y particularmente en el docente, a que pueda desarrollar una manera diferente de pensar, sentir y hacer la escuela, para orientar procesos de enseñanza- aprendizaje desde y hacia la dignificación de los sujetos. De esta manera y de acuerdo con Area, (2005) se debe “formar (o alfabetizar) a los ciudadanos para que sean sujetos más cultos, responsables y críticos, ya que el conocimiento es una condición necesaria para el ejercicio consciente de la libertad individual y para el desarrollo pleno de la democracia”. (p. 6). Por lo tanto la tecnología se considera un medio que permite al docente desarrollar o instalar capacidades y habilidades en el aspecto tecnológico, pedagógico, investigativo, de gestión y de comunicación, que fortalece el desarrollo del pensamiento lógico, crítico e investigativo con el fin de crear ambientes de aprendizaje que generen transformaciones en los procesos de enseñanza- aprendizaje que posibiliten a los estudiantes formarse como seres humanos comprometidos y ejercer su ciudadanía con autonomía de manera crítica y responsable.

Referencias Area, M. (2005). La alfabetización en la sociedad digital. Fundación Telefónica. Barcelona España. Editorial Ariel,.

Colección

Cabrero, J. (2010). Los retos de la integración de las TICs en los procesos educativos. Límites y posibilidades. Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, 49(1) 32-61. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=333327288002 NACIONES UNIDAS. COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE CEPAL.(2003) Los Caminos Hacia Una Sociedad De La Información En América Latina Y El Caribe. Santiago de Chile. Naciones Unidas. Ley 1341 de 2009. CONGRESO DE COLOMBIA. por la cual se definen principios y conceptos sobre la sociedad de la información y la organización de las tecnologías de la información y las comunicaciones - tic-, se crea la agencia nacional de espectro y se dictan otras disposiciones. http://www.mintic.gov.co/portal/604/w3-article-3707.html UNIÓN INTERNACIONAL DE TELECOMUNICACIONES, (2003). Informe sobre el  desarrollo mundial de las Telecomunicaciones, UIT, documento puf.

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Los niños y las niñas en un mundo virtualizado Jaqueline Rodríguez Nidia Constanza Poveda Victoria Jiménez

La educación del presente y del futuro, se encuentra inmersa en la era de la educación multimedia, esto hace que hoy en día los ambientes de aprendizaje sean creados bajo los fundamentos tecnológicos, permitiendo de este modo ser constructores de conocimiento de una forma atractiva y novedosa para los estudiantes; ya que éstos, requieren de una revolución educativa en la que emerja esa necesidad de conocimiento y saberes que la escuela debe proporcionar, donde el niño y la niña se sientan atraídos y felices de encontrarse en ese ambiente, posibilitando   suplir sus expectativas y sueños de una escuela posible. Desde esta perspectiva,  se hace indispensable el  uso de las tecnologías que implica que  los niños y niñas  sean sensibles  e interesados  por buscar  soluciones  prácticas a partir del trabajo individual y grupal;  utilizando cada una de sus habilidades y destrezas enmarcadas en las dimensiones del desarrollo (cognitiva, comunicativa, personal-social, corporal y artística) desde la práctica directa que los lleve a ser partícipes  en su  aprendizaje. Siendo así, Philippe Perrenoud en su obra “diez nuevas competencias para enseñar”, expone que: la escuela no puede pasar por alto lo que sucede en el mundo, ya que las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC O NTIC) transforman de forma espectacular nuestras maneras de comunicarnos, pero también de trabajar, decidir y pensar. Por lo tanto, la tecnología forma parte de nuestras vidas de tal manera que ha cambiado nuestra forma de comunicarnos y de relacionarnos. La cibercultura es la nueva forma de cultura, donde el uso de las nuevas tecnologías forma parte de nuestro día a día, nos apoyamos en ellas para realizar todo tipo de actividades, a tal punto que se han convertido en una nueva forma de vivir; entonces, virtualizar los procesos académicos, exige no sólo transformar el quehacer de las instituciones educativas,

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también implica, gestión, negociación, pertinencia, sensibilización e interactividad, en la  cual, el docente puede imaginar y desear el ideal de sus ambientes de aprendizaje. Desde esta postura Diego Barragán, filósofo y autor, en su libro cibercultura y prácticas de los profesores manifiesta que: la cibercultura es el sistema de representaciones y reconfiguraciones de la realidad que se pone en operación en el  ciberespacio. Entonces el gran reto que debe  empoderar a los maestros es la resignificación del rol que se ha  asumido durante mucho tiempo, el cual debe transformarse hacia una postura de construcción colectiva en la que emerjan los saberes de los estudiantes, el contexto, el cambio cultural y nuestro propio conocimiento, así mismo, el uso de las nuevas tecnologías de la información, las cuales darán la posibilidad de conectar nuestro saber pedagógico, con esos ambientes de aprendizaje deseables y ahora posibles a través de la virtualidad. En concordancia, se retoma de nuevo a Philippe Perrenoud, que como gran crítico del mundo actual expresando que: Una cultura tecnológica de base es necesaria  también para pensar las relaciones entre la evolución de los instrumentos (informáticos  e hipermedias), las competencias intelectuales y la relación con  el saber que la escuela pretende formar. Por lo menos desde esta perspectiva, las nuevas tecnologías  no resultarán indiferentes a ningún profesor, porque modifican las formas de vivir, divertirse, informarse, trabajar y pensar. Esta evolución afecta, pues a  las situaciones en las que se enfrentan y se enfrentarán los alumnos, en las cuales se supone que movilizan y movilizarán lo que han aprendido en la escuela. En consecuencia en este nuevo escenario, el profesor debe modificar su rol en el proceso de aprendizaje, convirtiéndose en el organizador de la interacción entre los alumnos y los objetos de conocimiento, en el generador de interrogantes, estimulando permanentemente a los alumnos en la iniciativa y en el aprendizaje activo con creación, comunicación y participación. Debe guiar los procesos de búsqueda, análisis, selección, interpretación, síntesis y difusión de la información. De ahí que, los ambientes virtuales de aprendizaje es una herramienta necesaria en la actualidad, que permite acercarnos al otro a pesar de las diferencias generacionales, siendo este punto de encuentro que se puede dar entre el estudiante y el maestro, en el que prime el conocimiento y el trabajo colaborativo mediado por el uso tecnológico, sin desligar el proceso de humanización que toda institución educativa debe ejercer; ya que como maestros no debemos centrar solamente nuestra atención hacia lo virtual, para llegar a ser maestros exitosos o novedosos, ante el reto, de usar las nuevas tecnologías en los proceso de aprendizaje, pero sí debemos tener claro que el uso de ambientes virtuales de aprendizaje, permitirán tener un mayor acceso al conocimiento, empoderamiento y

L os niños y las niñas en un mundo virtualizado

desarrollo de las diferentes temáticas que se puedan construir al interior del aula, además de ser una experiencia significativa y con sentido tanto para los estudiantes como para el maestro. Abundando en la opinión, se considera de vital importancia el papel que juega la escuela en el proceso formativo de los estudiantes, donde se evidencia de manera relevante  los nuevos retos y desafíos a los que hoy en día se enfrenta la educación y los posibles ambientes de aprendizaje que se pueden diseñar y ejecutar en la escuela, en los que la transformación de roles son fundamentales y la capacidad del maestro para aprender de otros que no son sus iguales se encuentra latente día a día, por ende el maestro debe estar abierto al nuevo conocimiento y a las nuevas metodologías de trabajo. Francesco Tonucci, nos invita a reflexionar, en cuanto a que la misión de la escuela ya no es enseñar cosas, eso lo hace mejor la TV o Internet. Pero si la escuela ya no tiene que enseñar, ¿cuál es su misión? Debe ser el lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo. Entonces, es así como los ambientes virtuales de aprendizaje posibilitan una transformación en la práctica docente y educativa, no sólo en los estudiantes sino que esta se convierte en un eje transversal que permea al docente, los padres de familia y la comunidad quienes acogen estos espacios como propios, vivenciando los aprendizajes como una nueva experiencia centrada en el reconocimiento de otro,  sus habilidades, intereses e interacción con el medio, posibilitando a sus vez aprendizajes significativos en los que se evidencia un intercambio de saberes y significados desde un trabajo colaborativo  que propician un despertar en la capacidad de asombro, la imaginación y creatividad de los niños y niñas . En suma resulta que las TIC en los ambientes  de aprendizaje, promoverán una  nueva metodología  de trabajo,  en la  que  el  maestro, debe  tener   la  disposición  suficiente   para re -aprender, no solo conocimientos, sino también, para   transformar   su metodología de trabajo, abriéndose a la posibilidad de volver a crear sentido a la educación desde otra perspectiva, la perspectiva de la educación mediada por las TIC, sin el temor a ser desplazado por éstas,  por el contrario, manifestando con seguridad y apropiación el manejo de la nueva era educativa, la era digital, la era de la innovación pedagógica  visualizando  la invitación a hacer partícipes del cambio, a construir la pedagogía según el contexto.

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Referencias Barragán, D., (2013). Cibercultura y prácticas de los profesores. Ediciones Universidad de La Salle. Perrenoud, P., (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. Ed. Magisterio.

Cibergrafía Tonucci, F. “La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas”. Recuperado de: http://www.lanacion.com.ar/1085047-la-mision-principal-de-la-escuela-ya-no-es-ensenar-cosas



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¿Cómo mantener la dignidad de lo humano en un mundo tecnologizado?4 Julio Ernesto Acevedo Velandia5 Robin Osvaldo Bustamante Bula6

En el año 1995 apenas llegaba Internet a Colombia. Era algo complejo porque se accedía directamente a través de la línea telefónica y se demoraba un poco la conexión, las velocidades eran muy limitadas, quizás de 56Kbps, lo que en realidad sería 100 veces menor que las velocidades actuales, cuyo promedio es de 5 Mbps. Pensar en videollamadas en ese momento realmente era una utopía. Esta situación se comenzó a finales del año 2003, cuando se hicieron los primeros pilotos de Internet de alta velocidad o ADSL (Asymmetric Digital Suscriber Line), que facilita la no interrupción de las llamadas telefónicas. El servicio lo trajo a Bogotá ETB. Hago hincapié en Internet, pero podemos dar un pequeño repaso de las herramientas que utilizamos actualmente como medio de comunicación y de enseñanza. La televisión a blanco y negro llegó a Colombia en 1954, y a color, en 1979; los video proyectores actuales, en 1984; el celular comenzó en 1994, pero antes existían los mensajes de texto a través del beeper, que podría ser el antecesor de Whatsapp. La tableta comenzó con un prototipo de Nokia en 2001. Y se podrían enumerar muchísimas más de estas herramientas. Sin embargo, muchas de estas tecnologías podemos canalizarlas a través de Internet: televisión, radio, prensa, mensajería, llamadas telefónicas. El mundo no sería el mismo sin este valioso recurso que no sólo permite comunicarnos, sino también mantener a flote la economía, la defensa, el transporte, entre otros.

4 Uso de las WebQuests para la Enseñanza del Inglés en Estudiantes de Secundaria. Director del Proyecto: Nelson Castillo Alba. Iniciación: 27 de julio de 2013. 5 Correo-e: [email protected] 6 Ponente. Correo-e: [email protected]

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Una evolución de 20 años en tecnología nos ha permitido mejorar la velocidad, tamaño, peso, accesibilidad, portabilidad e integración de los recursos con los que contamos hoy en día. Pero quizás, lo que es más atrayente para muchos de nosotros es el costo. Para mencionar algunos ejemplos, podemos citar la telefonía móvil, que pasó de costar más de $1.000 el minuto a unos cuantos cientos de pesos y se reduce a casi cero cuando se hacen llamadas vía Internet. Memorias USB cuyo costo hace 15 años era de $900.000 por 256 megabytes de capacidad, hoy se consiguen a $70.000 con 128 gigabytes, 500 veces más espacio a un costo 13 veces inferior. Esto es sólo por citar sólo algunos elementos importantes que han hecho del mundo un escenario más fácil para todos los seres humanos. El punto aquí, es que nosotros gastamos miles y a veces millones de pesos en tecnologías innovadoras que nos sirven en el momento. Pasamos horas al día probando nuevas herramientas con el fin de conocerlas mejor. ¿Qué persona con más de 35 años no pasó horas digitando con los primeros procesadores de texto, cuando la máquina de escribir quedó rezagada? ¿Quién hace 15 años no era usuario del famoso Latinchat? Creo que justo ahora, dependiendo de la generación en la que estemos, ignoramos a veces a las personas a nuestro alrededor cuando queremos aprender un poco más sobre los mecanismos que nos posibilitarán acercarnos a ellas cuando estemos lejos físicamente. Pienso que tardaremos un poco más de tiempo para que se nos pase esa “fiebre” probando Twitter, Facebook, Skype e Instagram. Por ahora, los medios de comunicación, las empresas, los colegios, los padres de familia, debemos, en lugar de reprimir, crear mecanismos educativos para orientar a las personas y, sobre todo a los niños, sobre el uso adecuado de esas herramientas. Realmente el problema que tenemos en Colombia no se refiere a la cobertura, la infraestructura o los equipos con los que cuenta cada persona. De hecho, considero que es lo contrario. Dimos dos pasos a la vez. No vivimos realmente la evolución de la tecnología. Pasamos de realizar llamadas con teléfonos fijos, a usar videollamadas. Hay personas que nunca conocieron las agendas digitales, algunos que usan tabletas sin nunca haber usado un computador portátil. Aunque no se puede reprochar al gobierno ni al mercado el adelanto tecnológico. Cuando, según el Ministerio de Tecnologías de la Información, a 2014, contamos con una cobertura total de Internet de alta velocidad en Colombia, el 50% de los hogares con acceso a la red, banda 4G con muchos más operadores de telefonía móvil, millones de computadores y tabletas entregadas a los colegios públicos; equipos muy baratos, porque incluso en Colombia se están fabricando computadores y software. El gobierno tardó más de diez años en comenzar a actualizar el cambio normativo que incluía ahora la telefonía móvil e Internet con el fin de “prepararlo para anticipar los rápidos cambios tecnológicos y fortalecer el enfoque de la política pública orientada a promover la masificación de las TIC en todos los ámbitos sociales, geográficos y económicos” (Guerra y Oviedo, 2011).

¿Cómo mantener la dignidad de lo humano en un mundo tecnologizado?

No se reprocha, pero sí sería muy bueno que el gobierno creara una política similar al Programa Ciudadano Digital de la Fundación ICDL Colombia, cuyo objetivo fundamental es “generar una cultura nacional de uso y apropiación de Internet a través de procesos de formación virtual y certificación, validados bajo estándares internacionales”, y no sólo para los estudiantes, garantizando que los ciudadanos aprendan a manejar un computador y sus aplicaciones, y además conozcan sobre seguridad informática, la ética que debe manejarse cuando se navega por Internet, las políticas sobre derechos de autor, entre otros. Uno de los más grandes beneficiados sería el padre de familia del común, que tendría el conocimiento para guiar a sus hijos en sus tareas sin que se distraigan con publicidad engañosa, guiarlos y mostrarles alternativas diferentes a estar todo el día chateando en Facebook, usar su computador para pagar los servicios públicos, y aprender muchísimas otras cosas diferentes a simplemente redactar una carta o ver partidos de fútbol por Internet. Pertenecer a la llamada “Generación X”, es ser testigo de la enorme evolución que han tenido las tecnologías de la información y la comunicación. Haber sufrido las falencias que experimentó Colombia, por ejemplo, en la cobertura telefónica, nos hace apreciar bastante las facilidades con las que contamos hoy en día. Pienso que, aunque parezca que muchas veces los avances nos separan de los seres queridos que tenemos cerca, también es muy cierto que, el hecho de comunicarse en audio y video con un familiar que está a miles de kilómetros nos hace personas más felices, que estamos más a gusto con lo que tenemos y lo que podemos brindar. Estoy seguro de que pasaran unos pocos años para que los niños y los jóvenes vuelvan a sus rutinas. Ocurrirá como con los videojuegos, en donde incluso los adultos nos vemos a veces absortos para finalizar una misión en esos universos virtuales. Cuando esas personas se percaten de que las actualizaciones de sus contactos en las redes sociales son cada vez menos y que a estas redes se les puede dar un uso más útil en el campo académico, pues apartaran la mirada del celular y tendrán un contacto más personal.

Referencias Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia. Logros del Gobierno Santos en tecnología. Recuperado de: http://www.mintic.gov.co/portal/604/w3-propertyvalue-546.html Programa Ciudadano Digital. (2015, mayo 3). Disponible en línea en: http://www.ciudadanodigital.org.co/sobre-ciudadano-digital.html Guerra, M. y Oviedo, J. (2011). De las Telecomunicaciones a las TIC. Ley de TIC de Colombia (L1341/09). Disponible en línea en: http://repositorio. cepal.org/bitstream/handle/11362/ 4818/S110124_es.pdf?sequence=1

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La práctica en un mundo tecnologizado Bibiana Olaya Barrios Andrea Cecilia Pachón Padilla Nasly Johana Pachón Camacho Gloria Patricia Ramírez López

La palabra práctica viene desde la cultura griega, con el nombre de Phrónesis, la cual Aristóteles considero como una virtud intelectual o toda acción humana encaminada a la búsqueda del bien para llegar a un fin, construyendo un juicio perceptivo que le permitía actuar. Se entiende como práctica todo aquel saber práctico donde se entremezclan elementos que ayudan a comprender y a reflexionar cuando se está ejerciendo una labor, ahora bien la práctica no es un elemento que se estanca, es un conocimiento que está en constante evolución transformándose y acoplándose a los cambios.A estas transformaciones o adaptaciones de mejora entre mezclado con la práctica ¿se le podría denominar tecnología? En los procesos de reflexión al ejecutar una tarea y buscando métodos que mejore la labor, se destaca el valor del conocimiento de la práctica, sobre todo para un docente en formación inicial, donde la tecnología sobre la práctica ha puesto de manifiesto su conocimiento particular con el general ha llegado a construirse una propia idea. Entrando en contacto no solo con las teorías del conocimiento si no con el mundo de la tecnología entendiendo esta como los diferentes procesos tecnológicos utilizados por el hombre para poder resolver situaciones de manera eficaz a través de diferentes herramientas o soluciones, por esto que el ser humano el individuo capaz de reflexionar sobre la máquina, creando instrumentos que le ayudaran a facilitar la búsqueda de mejores resultados incluso en el campo educativo, al implementar metodologías que evaluarán los resultados de los estudiantes. La apropiación de los conocimientos se liberara cada vez más de las exigencias impuestas por las instituciones de enseñanza, por las fuentes vivas del saber que serán directamente accesibles y los individuos tendrán la posibilidad de integrarse a comunidades virtuales consagradas al aprendizaje cooperativo (Lévy, 2007, p. 204).

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La acción y la reflexión es la condición del docente en formación inicial, la práctica fue entendida como sabiduría práctica, que involucra una acción reflexiva que se desarrolla en diferentes contextos y en especial en el educativo donde cada vivencia, anécdota y situación particular que se ejecuta en este espacio será tenido en cuenta como un aporte significativo de reflexión o en palabras de Aristóteles acción Phronética, “un saber practico” y que posee unos tintes o matices especiales. Para el docente en formación inicial es necesario resaltar la importancia que tiene la práctica con la integración de los medios tecnológicos durante su pregrado pues esta es donde se ponen en evidencia todos los conocimientos adquiridos para lograr un buen desempeño en el campo laboral. Con la práctica, el futuro profesional puede enfrentarse con más agilidad a diferentes situaciones actuando de forma eficaz y acertada demostrando sus competencias profesionales con una adecuada dominación del tema, podrá diseñar métodos autónomos de enseñanza y con el uso adecuado de los medios tecnológicos que le permitirá llegar de una forma más clara a sus estudiantes, además que se le facilitará adentrarse e interiorizar sus ideas, conocimientos y fortalezas, creando la necesidad de incluir otros temas relacionados con su saber, no perdiendo el interés por su labor y lo animara a buscar otros aprendizajes que le ayudaran a mejorar su entorno laboral e intelectual, logrando ganar la confianza de sus educandos. La práctica tiene una función social muy fuerte, pues su aporte contribuye de manera radical en el desarrollo del individuo profesional dentro de la sociedad, entendiendo como profesional el ser que profesa y se compromete con cierta clase de actuaciones mediadas por un tipo particular de conocimientos y destrezas.”(Barragán, 2013, p.45), esto muestra cómo debe haber una articulación entre: práctica y profesión, donde la primera enriquezca y potencialice a la segunda, sin embargo, para algunos profesionales la práctica siempre fue la misma, lo que los llevó a que durante un largo periodo de tiempo está se haya vuelto monótona, aburrida, tediosa y no encuentren el verdadero significado en su quehacer cotidiano, como consecuencia de esto no exista un verdadero crecimiento profesional. Para no llegar a esto, es pertinente que “un profesional reflexione desde y sobre su práctica, los posibles objetos de reflexión son tan variados como los tipos de fenómenos y los sistemas de saber, pone a pensar” (Schön, 1998, p.67), así cuando una profesional reflexiona en la acción, se presenta la posibilidad de cambiar, transformar e innovar tecnológicamente el que hacer y así brindar la opción para que el experto en determinada área se convierta en investigador desde y para su contexto práctico. Cabe señalar, que cuando un profesional investiga avanza en la adquisición de conocimientos, y a partir de estos pone en relieve su deseo y logra clarificar una meta que hace que participe frente a su actuar, dando como resultado un ser capaz de profundizar en la comprensión de su Phronesis, permitiéndole conocer sus dificultades y realizando cambios

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para avanzar desde su quehacer, convirtiendo su profesión en una actividad humana, reflexiva, que da la posibilidad de enriquecerse constantemente a través de una verdadera acción y que se refleje en el ámbito social. La práctica es el primer contacto directo con la realidad de cualquier individuo, pasar de ser estudiante a proveer un concepto a un grupo de individuos en un aula de clase, siendo muy probable que estos sujetos lleven consigo una idea diferente a la que se le va explicar, un docente estará en la capacidad de ampliar una idea y enrolar a los estudiantes en un río de pensamientos y direccionarlos en el mismo sentido, dando claridad con el apoyo de ayudas de forma práctica al estudiantado. Surgirán expectativas que ayudaran a formar una verdadera identidad profesional, y con el transcurso del tiempo y la continua retroalimentación de experiencias se establecerán relaciones no solo con los estudiantes si no también con la problemática social que puede traer las instituciones educativas en una comunidad. Los futuros docentes en formación inicial deben poseer fortalezas integrales en contenidos tales como conocimientos científicos, culturales y tecnológicos más aun conociendo lo rápido que avanza el mundo globalizado actual, conocer sobre las nuevas técnicas en educación desde la mirada administrativa y práctica , diseñar proyectos que le ayuden a interactuar con el contexto en el cual desarrollara su práctica y así pueda valerse de más herramientas que le ayudarán a valorar más la labor que ejercen y cumplir con el objetivo primordial que no es más sino el razonamiento de temas con los estudiantes. Es deber de los futuros docentes estar en permanente actualización de nuevas corrientes de pensamientos que surgen a través de la tecnología pues esto le ayuda a apropiarse de temas y situaciones socioculturales que encontrara en la entidad educativa y actuar de forma íntegra haciendo énfasis en la parte humana, no es desconocido las diferentes situaciones que se viven en las comunidades escolares donde se encontrara con historias únicas y particulares, experiencias que han marcado formas diferente de ver el mundo, que de acuerdo a las problemáticas del sector que se encuentre reaccionan frente a las situaciones de diversas maneras y que muy posiblemente en los procesos de enseñanza y aprendizaje surjan en ellos una serie de problemas que pondrán al maestro en situaciones incomodas exigiendo en él todo su capacidad mental y racional. La práctica no va a dar las respuestas a la problemática, pero servirá para dar una idea de lo que se puede llegar a hacer en futuros problemas por lo tanto no se puede llegar a generalizar y encasillar cada situación que se presenta. En este trabajo se entendió la práctica pedagógica, como la relación entre la teoría y la acción convirtiendo la práctica como un eje de investigación y articulación para los docentes en formación, así la “práctica pedagógica, busca proporcionar las herramientas conceptuales, metodológicas y tecnológicas para los maestros” (Ruiz, 2013, p. 167)

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Un aspecto importante, en la relación del docente en formación inicial y la práctica, en el cual se empieza a tener una vida institucional llena de sentido, que se enriquece desde los espacios significativos, con procesos de negociación, la práctica ayudaría a potenciar en el practicante algunos rasgos de la actividad educativa: habilidades, destrezas y competencias; en otras palabras, su capacidad para abordar “momentos reales” en el contexto laboral. Otra estrategia que ayudaría a que la practica sea favorable para el futuro profesional es la utilización de la tecnología, siendo esta una ciencia que no se estanca, no se detiene y está ligada con el pensamiento humano que busca satisfacer las necesidades que se puedan presentar durante el avance en la experiencia, y es así como cualquier profesional y en especial el docente que se encuentra en formación tiene la obligación y la responsabilidad de ahondar, de extraer la esencia de este tema, los cambios se encuentran en todas partes, a todo momento, en cada segundo que pasa y los profesionales en educación son los primeros llamados a buscar y escudriñar en las variantes que se puedan presentar más aun al enfrentarse a un grupo de estudiantes que exigirán una forma de aprender más fácil y sencilla, aquí es donde se requiere que el futuro maestro utilice estas herramientas tecnológicas para el mejor desarrollo de la clase en beneficio de los estudiantes, creando en ellos hábitos que sean perdido como el saber escuchar, y saber observar de una forma más clara y real, que la gran mayoría de veces han sido dificultades para los nuevos maestros quienes serán la nueva generación en educación y deberán analizar todas las variantes posibles para el mejoramiento de su práctica. Si bien es cierto que las instituciones han progresado en la búsqueda e implementación de estas tecnologías, y sobre todo en el campo educativo donde el docente en formación debe estar en constante capacitación, y quien pensará que al ejecutar la práctica contara con todos los medios tecnológicos que facilitaran su labor, siendo este un ideal erróneo pues en algunos sitios la accesibilidad a esta herramienta no es completa , y es aquí donde el docente en formación inicial debe buscar estrategias útiles para poder hacer la clase amena y no depender de los instrumentos tecnológicos, volviéndolo un ser recursivo capaz de afrontar cualquier dificultad, siendo más práctico y experto en la resolución de inconvenientes que pueden darse a lo largo de la práctica.

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Hacia una crítica del reduccionismo tecnológico de los ambientes de aprendizaje7 Nubia Estela Mayorga8 Colegio La Presentación, Girardot, Colombia Julio Andrés Quintero9 Colegio Rómulo Gallegos, Bogotá, Colombia Amparo Vásquez Ariza10 I.E. Sagrado Corazón de Jesús, Leticia, Colombia

¿Cómo preservar la dignidad de lo humano en un mundo tecnologizado? A partir de esta pregunta se ha desarrollado todo un pensamiento y una reflexión de una era donde los adelantos tecnológicos evolucionan a diario y la información fluctúa en tiempos realmente imperceptibles y ostenta su mayor fortaleza en la ubicuidad y la supresión de barreras espacio temporales. La educación ha venido enfrentando un debate permanente de los beneficios de tal omnipresencia, así como la verdadera utilidad que los estudiantes le están dando a la información. En los colegios, la utilidad de las tecnologías de la información y las comunicaciones y en general el internet, se ha orientado según Galvis (2013) en su mayoría a 7

Ponencia producto de la tesis de grado desarrollada en la Maestría en Ciencias de la Educación, de la Universidad de San Buenaventura, Bogotá, titulado Gestión de Ambientes de Aprendizaje Participativos para el fortalecimiento de la Convivencia Escolar y el reconocimiento de la diversidad cultural, en un colegio de Girardot y un colegio de Bogotá, dirigido por Doctorante William Mantilla. Fecha de inicio: julio de 2014. Fecha de finalización: junio de 2015. 8 Religiosa, Hermanas de la Caridad, Dominica de la Presentación de la Santísima Virgen. Licenciada en Educación con énfasis en Ciencias Religiosas, Universidad Minuto de Dios, Bogotá. Especialista en Gerencia Educativa, Universidad Tecnológica de Tunja, Tunja. Actualmente se desempeña como Rectora Colegio La Presentación, Girardot, Colombia. E-mail: [email protected] 9 Biólogo Marino, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá. Especialista en Acuicultura de aguas Continentales, Universidad Tecnológica de la Llanos Orientales. Actualmente se desempeña como Rector Colegio Rómulo Gallegos, Bogotá, Colombia. E-mail: julioandresq@ gmail.com 10 Licenciada en Educación Preescolar, Universidad San Buenaventura Bogotá. Especialista en Lúdica y Recreación para el Desarrollo Social y Cultural, Universidad Los Libertadores, Bogotá. Actualmente se desempeña como Docente de Educación Inicial Institución Educativa Sagrado corazón de Jesús, Leticia, Colombia. E-mail: [email protected]

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una herramienta didáctica, en ambientes de aprendizaje constructivistas y su utilidad es más cuestionada desde una visión objetivista o instruccionalista de la enseñanza. Frente a este nuevo horizonte, las instituciones educativas y los ambientes de aprendizaje están generando una transformación, lo que de alguna manera introduce incertidumbre, desconcierto y a veces desorientación en todos los actores educativos, pero también nuevas posibilidades de organización social e institucional. Duarte (2003) asegura que las nuevas mediaciones tecnológicas no sólo traen aparejada una transformación estructural en el conocimiento, sino también en los vínculos intersubjetivos que se suceden en la escuela y en las familias. Actualmente la sociedad se encuentra inmersa en diversas posibilidades educativas a partir de las TICS. Ya sea que estas sirvan de soporte para la organización de la información o bien como canal de intercambio permanente (página web, videoconferencia, correo electrónico, entre otros). De la misma manera que ayudan en la implementación de estrategias didácticas que posibilitan la creación de ambientes más flexibles para el aprendizaje. Por lo tanto se hace necesario que en la escuela se desarrollen ambientes de aprendizaje que permitan establecer nuevas interacciones en el aula virtual o presencial, que posibiliten el encuentro de saberes y además, permita que los estudiantes establezcan un nuevo ritmo de aprendizaje de acuerdo al tiempo y al espacio. Londoño (2014) asegura que en las instituciones educativas no se deben crear ambientes únicamente “para estar bien” se deben generar para constituir tejido social, y así promover aprendizajes desde la comunicación, la interacción y la medición de personas ancladas en una cultura y en una historia. En tal sentido es importante superar la idea de que los ambientes de aprendizaje únicamente se pueden gestionar y diseñar en el campo de la educación virtual y que su desarrollo y beneficios se dan solo por esa vía. Por el contrario la idea es comprender que los ambientes virtuales de aprendizaje y sus beneficios, entran a complementar y hacer parte de ambientes mucho más amplios; “los ambientes de aprendizaje para el desarrollo humano”. Galvis (2013) complementa lo anterior al asegurar que la gestión de ambientes de aprendizaje para el desarrollo humano responde de igual forma a procesos de solución de problemas y la habilidad para relacionarnos con los demás seres humanos; lo que sin duda nos muestra es que los ambientes de aprendizaje no se pueden limitar a lo virtual, sino que ya hacen parte de un conjunto de acciones implementadas para impulsar el desarrollo humano en las instituciones educativas. De ahí que debemos entender que la tecnología hoy nos permite reflexionar y aprender de las vivencias y experiencias de otros, vivencias que son capturadas por nuestros sentidos y reflexionadas por nuestra mente apropiándonos de la práctica del otro como si fuese de nosotros mismos; es aquí, donde no podemos dejar perder el calor humano, el acompañamiento afectivo y mucho menos permitir que la materia sea una sola, por

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el contrario aportar a que nuestra materia y nuestro conocimiento sea más profundo evitando caer en un mecanicismo o en un reduccionismo del saber. Un ambiente de aprendizaje no se debe limitar a presentar materiales, contenidos y métodos evaluativos, es necesario que instaure nuevas dinámicas que permitan flexibilizar el currículo, involucrando experiencias vivenciales por parte de cada actor educativo, principalmente: El docente como dinamizador que gestiona el espacio, da soporte, orienta y estimula el trabajo colaborativo y el estudiante, como parte fundamental que le da sentido al proceso de enseñanza – aprendizaje. Es cierto que las formas de organizar el proceso de enseñanza – aprendizaje han ido cambiando más en el plano teórico de su comprensión que en el práctico de su realización, lo que ha provocado una contradicción e insatisfacción de todos aquellos que de alguna forma tenemos que ver con la educación de las nuevas generaciones; pero lo que sí es evidente en muchos casos, es que el empleo de las nuevas tecnologías a la enseñanza constituye un reto aún por lograr más en el plano pedagógico que tecnológico. No se trata de insertar lo nuevo en lo viejo, o seguir haciendo lo mismo con las tecnologías de punta. De lo que se trata es de diseñar nuevos ambientes de aprendizaje acordes con el estado del arte de las ciencias y las tecnologías contemporáneas. Lo que se busca es hacer un buen uso de ella, es decir, un empleo acorde con la naturaleza y la finalidad del proceso al cual se aplica y debe “ajustarse” para que ésta sea capaz de dar los resultados que le posibilitan sus extraordinarias potencialidades y que se justifique plenamente la inversión que debe hacerse. Está claro que en un mundo de tecnología, la escuela no debe sustraerse de ella ni en cuanto a su aplicación ni en lo relativo a la educación para su empleo, más aún, la aplicación creadora de la telemática al proceso de enseñanza – aprendizaje puede facilitar, a la actuación pedagógica, la introducción masiva de los grandes logros de la didáctica contemporánea. Los anteriores elementos que se enfatizan frente a otros no mencionados hacen pensar que la implementación de ambientes de aprendizaje, tanto físicos como virtuales, en las instituciones educativas amerita un acercamiento desde lo conceptual y teórico que fundamente las acciones, procedimientos y rutas que se han de tomar para su realización y para la complementación en los ambientes de aprendizaje para el desarrollo humano, sin embargo no debemos olvidar que no existe ninguna tecnología que pueda suplir la calidez de un abrazo, el afecto de una caricia y el fulgor de una mirada; pero lo que sí podemos recordar es que se pueden combinar todos estos elementos tecnológicos para la formación de seres humanos de manera íntegra e integral, así podríamos pensar que no habría separación entre la dignidad humana y el mundo tecnologizado.

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Referencias Duarte D, J. (2003). Ambientes de Aprendizaje: Una Aproximación Conceptual. Redalyc(29), 97-113. Galvis, A. H. (2013). Ambientes educativos CLIC - creativos, lúdicos, interactivos y colaborativos - para aprender en la era de la información . Bogotá: Uniandes. Londoño , G. (2014). Diseño de ambientes de aprendizaje. Bogotá: Silabus Maestria en Cincas de la Educación Universidad San Buenaventura sede Bogotá.

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El lenguaje y la tecnología un proceso de formación humanística Amina Esmeralda Cuenca Muñoz John Robert Rueda Ospina Lida Marcela Campos Campos Liliana Prieto Rodríguez Yaneth Marysol Vargas Velasco

Pasamos por un momento de la humanidad en el que se tejen paradigmas alrededor de las nuevas formas de comunicación con las cuáles es necesario entrar en diálogo. Para nuestra investigación: Adquisición de procesos lectores en niños de preescolar, una perspectiva etnográfica educativa. Resulta esencial comprender que la lectura no sólo implica la capacidad para descifrar o reconocer grafías y sonidos con fluidez, sino que lleva consigo procesos de naturaleza social. La adquisición de la lectura no se reduce a un método, dentro de la investigación se concibe como una creación social que transforma, y la comunicación digital igualmente constituye una nueva forma de hacer lectura y de interactuar. Por tanto estos procesos acceden a la formación desde el referente de la Humanización. Nos preguntamos entonces: ¿Cómo se articula el potencial del lenguaje con el escenario de la tecnología en bien de la humanización? Para responder a esta pregunta se formulan dos presupuestos así: El ser humano es por excelencia social El ser humano pertenece a la sociedad, Vigotsky afirma que el niño aprende en dos planos el primero es social y luego el plano personal, en donde internaliza lo social, de esta manera puede regularse y tener capacidad crítica para humanizarse. Desde la narrativa de la investigación se debe promover un encuentro creador y compartido con la lectura para reflexionar y comprender el contexto. La tecnología es espacio de significado. El niño aprende de manera natural en el mundo digital, tal como aprende el lenguaje, interpreta y emplea una serie de signos, símbolos, íconos, que crean un contexto y cultura

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específicos. En la pantalla de inicio de un celular, una tablet o un computador, se encuentran iconos como la señal, alarma, mensajes, batería, juegos, entre otros; que la mayoría de niños, desde su infancia temprana sabe decodificar ágilmente y dar cuenta del significado de cada uno de ellos. Sin embargo, se debe tener presente que las relaciones sociales, indispensables para el desarrollo de procesos de pensamiento elaborados podrían estar quedando relegadas a un segundo plano. Ya que la sensación presente es que el mundo digital puede estar creando más distancia que cercanía. Si volvemos a Vigotsky, el conocimiento es internalizado como producto de la transformación social, un evento evolutivo que da lugar a los procesos superiores como la comprensión, riqueza ideativa, capacidad para solucionar problemas y para significar. Podríamos entonces pensar que el acceso del niño a la tecnología pareciera no estar cumpliendo con esta fase evolutiva, el niño llega posiblemente de forma individual, no social a lo digital, y poco desarrolla habilidad crítica y reflexiva ya que estas destrezas se gestan en la interacción y en un proceso de andamiaje, en el cuál el adulto dispone ambientes óptimos para el aprendizaje. Es decir que falta crear contextos sociales que ofrezcan una oportuna inducción, diálogo, y reflexión hacia la técnica, es decir lograr metacognición en torno a los recursos digitales. Aspectos que deben dialogar con el referente de formación y de humanización. Bajo la concepción de aula como espacio sociocultural se proyecta formar nuevos lectores para que puedan usar adecuadamente la técnica y beneficiarse de las grandes posibilidades que ofrece. El campo digital también induce al estudiante a hacer lectura crítica y a establecer razonamientos lógicos con el fin de acceder a los significados que se encuentran en red. Como profesionales en el campo de la educación debemos plantear alternativas curriculares que transiten por la variedad mediática presente hoy en día. Condemarín (2003) afirma que desde el constructivismo social se puede entender cómo la tecnología digital aporta un carácter colaborativo/social a la actividad cognitiva, es decir que el profesor y los textos impresos dejan de ser la única fuente de conocimiento. Desde esta perspectiva el profesor permite el descubrimiento en una comunidad de aprendizajes presenciales y virtuales. Sin embargo, falta un aspecto clave que es la formación humanística. Por tanto hay un segundo presupuesto: Desde el referente de formación: El lenguaje y la tecnología se articulan a un proceso humanizador La formabilidad es la capacidad antropológica del hombre de transformarse internamente mediante acciones pedagógicas externas (Runge 2011), el autor expresa que el ser humano se manifiesta como una construcción constante, influenciada histórica y socialmente. Por tanto la formabilidad

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y la tecnología un proceso de formación humanística

adquiere un carácter cambiante. Planteamiento que va en una línea similar al de la escuela histórico cultural de Vygotski, bajo la cual se establece que formar es propiciar la socialización, hacer cultura, lograr intersubjetividad; se aprende con la ayuda de los demás, es humanizar, y el lenguaje constituye la principal herramienta. En este orden de ideas, la tecnología se convierte en un buen aliado cuando permite formar a los niños y niñas para el desarrollo de procesos cognitivos y la creación de soluciones en su contexto, es el reto de nosotros los maestros, lograr que en el aula se aprenda sobre el sentido y valor del encuentro con la tecnología, aprendizajes que tienen que ver con su manejo responsable y autorregulado. De esta manera la tecnología entra en dialogo con la dignidad humana. Y para finalizar se reflexiona sobre el siguiente cuestionamiento: ¿Es la formación el presupuesto clave para la Humanización? Para dar respuesta, se enfatiza en dos puntos: de un modo cognoscitivo, el hombre necesita tomar nota del mundo que le rodea, conocerlo, comprenderlo a través de los procesos psicológicos superiores tales como el lenguaje y por otro requiere internalizar la realidad. Ambos responden a la vocación que tiene el hombre de apertura al mundo. La formación contribuye al mejoramiento del hombre en aquello que mejor le caracteriza como hombre es decir la capacidad de socializar. El hombre no es solo biología, es historia es cultura. Necesita recibir de los demás. Así, los espacios formativos se construyen, no están dados por sí solos, en esta construcción el hombre necesita aprender a comprender que el mismo vale por su condición de humanidad y por su carácter histórico. Que la tecnología sea una actividad colectivamente organizada que contribuya a la construcción social, que permita la creación, la comprensión y la responsabilidad frente a su uso. Estamos hablando de un ser humano cargado de iniciativa. El lenguaje es la mediación más contundente que enseña al hombre a interactuar con otros y a entender el valor de la tecnología en toda su dimensión. Somos los maestros los que estamos comprometidos en los espacios de aula de clase a formar a los estudiantes para que la tecnología sea la mejor aliada tomándola como aprendizaje disminuyendo la tendencia a emplearla como medio para satisfacer curiosidades. El lenguaje como proceso social, el aula como espacio socio-cultural y la tecnología en diálogo permanente con la formación ofrecen la mejor respuesta a una Antropología pensada para el hombre y por el hombre.

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Referencias Vigotsky, L. (2008). Pensamiento y Lenguaje. Buenos Aires: Pléyade. Condemarín, M. (2003). Lectura y vida Runge, K; Garcés, J. (2011). Educabilidad, formación y Antropología Pedagógica: Repensar la educabilidad a la luz de la tradición pedagógica alemana. Revista Guillermo de Ockham. Universidad de San Buenaventura, Medellín.

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La recepción estética de la literatura como posibilidad para preservar la dignidad humana Fredy Omar Díaz Diana SusanaVillate Fuentes Eliana Garzón Suárez Ricardo Claderón Mayorga La vida no se hace solo de hechos, sino que se hace de hechos valorados, de decisiones valoradas, hacemos nuestra vida desde lo que valoramos, desde lo que preferimos. Por eso el lenguaje de los hechos nada más no es un lenguaje humano, sino que es preciso entender qué valoramos, qué preferimos, desde dónde valoramos y preferimos, porque una vida se hace realidad desde estas valoraciones. Adela Cortina ¿Cómo hacer más humano al ser humano? Fue el primer interrogante que surgió del encuentro entre quienes conformábamos este grupo de investigación - profesores de diferentes niveles educativos, áreas del conocimiento y referentes culturales, regionales y sociales - a partir de las situaciones, eventos y comportamientos evidenciados en nuestros respectivos contextos educativos, los cuales nos inquietaban seriamente. Con base en la experiencia profesional y personal de cada uno se acordó el tema de investigación: la formación en dignidad humana. En tal sentido, se acudió a la noción desarrollada desde una perspectiva histórica por Pelé (2006), la cual se concreta en la experiencia individual, en el plano de la acción social, en el ejercicio ético-reflexivo del individuo que entra en diálogo con otros sujetos, en procura de promover y garantizar el respeto de su propia dignidad y la de quienes interactúan con él como persona y representante de la naturaleza humana; naturaleza y dignidad que comparten, desarrollan, conquistan, potencian y disfrutan. En palabras de Martínez Bullé-Goiry (2013), se trata de “ser tratado como lo que se es”. Por tanto, “de la comprensión que se tenga de la naturaleza humana deriva el trato que debe dársele a todo ser que posea dicha naturaleza, a lo que denominamos dignidad” (p. 42). De ahí que incluya la concepción de ser humano y el trato que se da entre los mismos.

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Actualmente, los avances tecnológicos, las nuevas formas de interrelación favorecidas por la amplia variedad de dispositivos digitales, los lenguajes y entramados simbólicos que se construyen a través de las redes sociales y los medios masivos de comunicación, nos hacen pensar no solo en la complejidad del mundo sino que además nos hacen insistir en ese primer interrogante que dio origen a la investigación y que vemos cómo va cobrando mayor relevancia en el contexto de la actualidad. En este sentido, abrimos espacios de diálogo académico, como el que nos convoca hoy, en torno a la pregunta orientadora ¿Cómo preservar la dignidad de lo humano en un mundo tecnologizado? Los resultados de nuestro proyecto de investigación permiten afirmar que sí es posible desarrollar procesos de formación en dignidad humana mediante la acción pedagógica del maestro, y aun en niños en edad preescolar. Ello por cuanto el sentido mismo de la educación se concibe como un proceso que humaniza, que promueve lo humano y también el despliegue de la persona en una cultura y en una sociedad determinada. De nuestros hallazgos se puede inferir cómo reivindicar, respetar, ejercer y promover la dignidad del ser humano; en términos amplios, buscar hacerlo más humano o volver sobre su esencia en un mundo tecnologizado que tantas veces lo aliena. Consecuentemente, la propuesta didáctica implementada con niños de preescolar se articuló en el concepto de formación humana propuesto por Flórez Ochoa y Vivas, “como un despliegue libre y expresivo que se va forjando desde el interior, en el cultivo de la razón y de la sensibilidad, en contacto con la cultura propia y universal” (Flórez y Vivas, 2007). Así pues, es una experiencia individual que involucra lo sensible del ser y el conjunto de significados y valoraciones de su cultura, pero que no se logra aisladamente sino en la interrelación con otros. Entonces, es en la práctica de la convivencia en donde la dignidad humana se reconoce, promueve y asegura para sí y para los demás. En este sentido, encontramos en la literatura un medio que propicia abordar la formación en dignidad humana desde una experiencia personal de lectura porque, además de su comprensión, atañe a una experiencia humana en el lenguaje, el pensamiento, lo emocional y lo sensible. En esta perspectiva, se relacionan las categorías recepción estética de la literatura y dignidad humana, mediante el concepto de experiencia, pues a través de la recepción estética la literatura se constituye en experiencia vital, permitiendo entonces que la dignidad humana como valor supremo se aterrice del mundo de las ideas a la manera en que se desarrollan las creencias, experimentándolas (Cortina, 2004). Desde la perspectiva de autores como Rosenblatt (2002), Reyzábal y Tenorio (1994) la literatura requiere, permite y propicia el desarrollo de esa sensibilidad hacia lo estético y pone en juego valores, creencias, emociones y pensamientos de la persona que entran a interactuar con la intencionalidad del autor a través de los textos.

L a recepción estética de la literatura como posibilidad para preservar la dignidad humana

La literatura, propicia la exploración de mundos ficticios en contraste con las interpretaciones que se hacen del mundo real, por ende, humaniza, pues conlleva reelaborar los significados en torno a la cultura misma. Este aprendizaje se produce de manera individual, es una construcción personal. La obra de arte literaria genera comunicaciones ricas en cuanto a la estructuración del pensamiento y gratas desde el punto de vista emocional. La relación de lo cognitivo y lo emocional en el proceso de captación de la comunicación estética es mayor que en otros casos; es decir, que mediante la literatura, posiblemente se consiguen experiencias cognitivas y emocionales que no se alcanzan en situaciones existenciales (Schmidt, 1991, citado por Tenorio y Reyzábal, 1994, p. 152)

En la actualidad, los niños no solo están expuestos a la televisión, a los nuevos dispositivos electrónicos y conectados a internet, sino que interactúan con ellos de forma casi compulsiva. ¿Cuál es la función lectora que se realiza en dicha interacción? Porque en estas prácticas también fluyen textos y se recrean historias. En la obra de Cassany encontraremos una perspectiva optimista de la hipertextualidad. Kücklich plantea una mirada semiótica de la ficcionalidad y la literacidad del videojuego, a partir de sus narrativas. En 2010 la Universidad de Salamanca celebró el Congreso Literatura e internet. Nuevos textos, nuevos lectores, cuyas ponencias muestran el avance investigativo al respecto. Pero la pregunta a estas dinámicas es el rol activo o pasivo que asume el lector. El niño como receptor estético, no solo forma su autonomía, sensibilidad y dignidad humana, que lo ubica en su cultura, sino que se forma en una disposición para asumir los canales y contenidos del mundo tecnologizado, como oportunidades formativas y humanizadoras. Por esta razón, en la propuesta didáctica implementada el maestro moviliza un proceso de lectura colectiva, en la cual los niños acceden al texto y sus sentidos están expuestos a la percepción de imágenes, sensaciones, experiencias, discursos. Pero a diferencia de las imágenes ya finalizadas de los hipertextos, la literatura permite un espacio más activo de creación de figuras mentales en el cual se cuestionan las actuaciones de los personajes para valorar el mundo posible creado por la ficción. En último término, ejerciendo y apropiándose de su función lectora, colectiva e individualmente, los niños recrean una historia en la cual sus protagonistas refieren sentidos alrededor de su contexto cotidiano, comunicando vivencias que antes no sabían cómo expresarlas y ponerlas en discusión, reflejándose en los otros a través de los cuentos leídos. Este proceso basado en la recepción estética de la literatura permitió hacer del texto escrito un fenómeno vivo en la voz de la maestra y la representación de los estudiantes, haciendo que personajes y situaciones transitaran por sus mentes, configurando una experiencia vital, surgida de los horizontes de sentido de las obras (Iser, 1987; Larrosa, 2003). Y en este juego en el que la ficción aparece en la realidad, reconocer valores (esos hechos, objetos y acciones a los que llenamos de valor desde nuestras preferencias) para participar a conciencia en disyuntivas, contradicciones y desafíos éticos y morales. Es decir, establecer simulacros de vida, desde la

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ficción, para pensar y actuar pensando en el otro, reconociendo también su valor. Esta resulta, entonces, una posibilidad de hacer más humano al ser humano mediante la lectura literaria, en el reconocimiento de su dignidad.

Referencias Arellano, A. (coord.) La educación en tiempos débiles e inciertos. Bogotá. Bogotá: Anthropos Editorial. Convenio Andrés Bello. Disponible en: http://books.google.es/books?id=gbCBoNd7Xm4C&pg=PA82&dq=florez+ochoa&hl=es&sa=X&ei=1uhiU5bJE5CGyATvmYLYDg&ved=0CFYQ6AEwCA#v=onepage&q=florez%20ochoa&f=false (Recuperado el 1 de mayo de 2014) Cachafeiro, M. (2014) “Los textos literarios en los videojuegos y su traducción.” Disponible en: http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/ 100207/TFG _2014_CACHAFEIRO.pdf?sequence=1(Recuperado el abril 30 de 2015) Cortina, A. (2002) Educación en Valores y Responsabilidad Social. Bogotá: El Búho. Cortina, A. (2004) Educación para una ciudadanía cosmopolita. El País. Disponible en: http://elpais.com/diario/2004/02/11/opinion/1076454006_850215.html (Recuperado el 5 de mayo de 2014) Flórez Ochoa, R. y Vivas García M. “La formación como principio y fin de la acción pedagógica”. Revista Educación y Pedagogía, vol. XIX, núm. 47, Enero – abril de 2007. Disponible en: http://aprendeenlinea.udea.edu. co /revistas/index.php/ revistaeyp/article/view/6680/6122 (Recuperado el 1 de mayo de 2014) Iser, W. (1987) El acto de leer. Teoría del efecto estético. Madrid: Taurus. Larrosa, J. (2003) La experiencia de la lectura. Estudios sobre literatura y formación. México: FCE. Martínez Bullé-Goiry, V. (2012) “Reflexiones sobre la dignidad humana en la actualidad”. Disponible en:http://biblio.juridicas.unam.mx/revista / pdf/Derec hoComp arado/136/art/art2.pdf (Recuperado el 30 de abril de 2015) Montesa, S. (2011) “Literatura e internet nuevos textos, nuevos lectores”. En: Actas del XX Congreso de Literatura Española Contemporánea Universidad de Málaga 2010. Disponible en: http://cei.udc.es/uploads/archivos/files/%5B18%5D%20Literatura%20e% 20Internet.pdf (Recuperado abril 30 de 2015) Pelé, A. “Una aproximación al concepto de dignidad humana”. Disponible en: http://universitas.idhbc.es/n01/01_03pele.pdfwww.revistauniversitas.org (Recuperado el 15 de enero de 2015)

L a recepción estética de la literatura como posibilidad para preservar la dignidad humana

Reyzábal, M. y Tenorio, P. (1994) “La (re) construcción de los saberes literarios”. En: El Aprendizaje Significativo de la Literatura. Madrid: Ed. La Muralla. Rosenblatt, L. M. (2002) La literatura como exploración. México, FCE.

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¿La era tecnológica: avance o retroceso para la dignidad del ser humano? Gloria Mercedes Ávila Barón Amanda Cecilia Parra Daza Astrid Natalia Ramírez Gutiérrez Doris Janeth Ramos Díaz Marta Imelda Rivera Rincón “Sólo si nos agrietamos, si quebramos la rigidez de nuestro yo, podremos crear la vida como algo humano, es decir, como arte. Y es que la existencia, como vida humana singular de un existente, es lo que se cuela por las grietas abiertas de nosotros mismos…” Antonio Arellano Duque

La humanización de la vida del ser humano a través de los ambientes tecnológicos se convierte en una propuesta para generar una construcción donde el humanismo y su relación ideológica forman parte importante con tales ambientes, ya que existe un desarrollo potencial que otorga dignidad para el ser humano, quien decide su formación a través de las tecnologías de la información y la comunicación. Esta estructura teórica del humanismo se convierte así en un replanteamiento innovador tratado por diversos investigadores, aun cuando existe, por un lado, un dinamismo intelectual mundial que está incidiendo en múltiples realidades, llevándolas a esquema de desarrollo humano pero que, por otro lado, discrimina otros contextos en el aspecto educativo, formativo y laboral. Es así como la sociedad actual reclama el humanismo; el hombre de hoy debe tener una vida digna, desarrollada, plena y feliz para poder aportar a la misma y así poder preparar el escenario a las futuras generaciones. Los medios de comunicación se han convertido en un elemento importante para que las personas encuentren diferentes estereotipos de éxito, basados en agentes generalmente externos como fortuna, fama, éxito profesional, etc, convirtiendo a la tecnología, por un lado, en salvadora, y por

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el otro, en condenadora de vidas. Ante esta dicotomía, Molinuevo (2004) afirma que, “por una parte se nos inflama de la buena nueva de las infinitas posibilidades de las nuevas tecnologías y por otra parte se nos advierte de los terribles peligros que corremos con su uso” ( p. 21); pero hay algo importante en todo esto y es que el ser humano es consciente que la educación es el canal fundamental para el desarrollo del ser humano; a través de las oportunidades que ésta ofrece, el hombre va alcanzando elevados niveles de dignidad. A diario enfrentamos una serie de desafíos provocados por las propias características de nuestra sociedad global, relacionados con las nuevas tendencias tecnológicas y los avances en la ciencia, en la comunicación y en la misma interacción, los cuales tienen impacto directo en la cultura y en la educación, originando nuevas sociedades. Estas sociedades emergentes, se han caracterizado por la pérdida en el sentido de lo colectivo-comunitario y el fortalecimiento de la individualidad. Este hecho, se constituye en motivo de reflexión para abordar el sentido social de la persona y desde allí reconocer el valor de la dignidad humana. Con estas ideas intentamos dar respuesta a continuación, al interrogante que surge: ¿cómo preservar la dignidad de lo humano en un mundo tecnologizado? El proceso educativo ha sido un proceso de interacción humana, donde se fortalecen en el día a día relaciones encaminadas a despertar sentimientos y emociones, tanto en el maestro como en el educando. Estas relaciones han posibilitado el reconocimiento de los sujetos que intervienen en la acción educativa, y al mismo tiempo, han favorecido el contacto cercano indispensable para llevar a cabo las estrategias pedagógicas, cuyo fin primordial es la formación de personas íntegras, autónomas y conscientes de su realidad. La actividad educativa conjuga numerosos elementos durante su acción, pero con el paso del tiempo estos se han visto alterados por el surgimiento de herramientas físicas que han incidido en ella, afectando por una parte, el aspecto humanizante que de ella se deriva, así como el espacio donde se posibilita la interacción. Por otra parte, el surgimiento de las tecnologías de la información y la comunicación constituyen un valioso avance y un aporte significativo a la educación; no obstante, también han sido motivo de preocupación y críticas ante los servicios que ofrece y su facilidad de acceso. En la actualidad, estos medios han cobrado importancia en el entorno educativo y su aplicabilidad cada día es más frecuente y necesaria, pues la sociedad moderna lo exige ante el desenfrenado avance que se produce en el mundo. Al respecto, Pierre Lévy, en el ensayo sobre Filosofía y Política, sostiene que “en la época del ciberespacio el conjunto de la sociedad humana participa en la conciencia colectiva. Se trata de la era de la economía de la información. El tiempo real irrumpe en la producción del conocimiento. Un permanente aprendizaje moviliza continuamente inteligencias y comunidades virtuales por medio de una competitiva

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relación de cooperación. La cabeza del conocimiento viene entonces a coronar para siempre el cuerpo del saber humano: la visión directa de una realidad infinita…” (p. 195) De otro lado, para Fukuyama (2002), el concepto de dignidad humana es difícil de definir. “Puede partir de la necesidad de reconocimiento como iguales, poseedores de una esencia común, de una naturaleza humana que nos obliga a respetarnos aun cuando esta naturaleza provea ciertas diferencias, enmarcadas siempre, dentro de los límites de lo humano” (“El fin del hombre”, p.39). Para él, la posesión de elección moral, razón, lenguaje, sociabilidad, sensibilidad, emociones, conciencia y cualquier cualidad combinadas en un todo humano, conforman la dignidad humana. Su libro “El fin de la historia” (1992), este mismo autor señala cómo siempre ha existido el dilema entre los beneficios que pueda generar el buen uso de la tecnología y los daños que el mal uso de la misma pueda desencadenar. Dentro de sus beneficios, señala que las tecnologías de la información dan autonomía a las personas, y son democratizadoras en la medida en que han llegado a los rincones más remotos de la Tierra (p. 21). Los maestros de esta nueva era, deben poner de una manera creativa y novedosa la tecnología al servicio óptimo de la educación, generar espacios que sean aprovechados por el ser humano para mejorar sus procesos de aprendizaje, por medio de ambientes y herramientas pedagógicas virtuales. Pero su uso no puede limitarse a un ejercicio meramente instrumental. El maestro debe propender por fortalecer en su espacio pedagógico el sentido humano, muchas veces olvidado por otorgar privilegio a las tecnologías. El proceso de comunicación se interrumpe y pierde su real sentido al efectuarse a través de un dispositivo, pues el contacto físico, tan necesario en los niños y jóvenes, no puede ser sustituido por una orden virtual. Si bien el uso adecuado de las tecnologías puede promover en el alumno un pensamiento creativo y divergente, generar múltiples soluciones a un problema determinado, gracias a herramientas que le abren paso al mundo y al descubrimiento de múltiples contextos, y que están ahora al alcance de sus posibilidades, también la dignidad del educando implica reconocer su sensibilidad, sus emociones, su capacidad de razonar y socializar, es decir, aquello que lo hace humano. En otras palabras, así como estos medios son una importante herramienta, también son una alerta por cuanto la parte humana puede estar en peligro como valor frente al desarrollo tecnológico. Reflexionar sobre la importancia del uso de las tecnologías en el proceso enseñanza - aprendizaje, involucra al maestro porque hace parte de una necesidad en su campo profesional. La presencia de nuevas tecnologías, la globalización, la mediatización en las comunicaciones, constituyen una realidad visible y palpable en el contexto escolar y supone un cambio de actitud en el profesor, y por ende en la enseñanza, pues ello implica apropiarse de

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contenidos específicos, del uso de recursos, del manejo de programas y de herramientas para rediseñar sus enfoques metodológicos, de tal manera que esté acorde con su competencia profesional. No obstante, todas estas implicaciones del mundo moderno, del mundo tecnologizado, poco a poco se van reafirmando en el proceso escolar, interfiriendo en las relaciones que deben prevalecer entre el maestro y el estudiante y estableciendo una brecha que viene a repercutir en aspectos fundamentales como es el reconocimiento del sujeto agente de la educación, en su individualidad y singularidad. Es aquí donde se hace relevante la misión del maestro, donde su misión recobra sentido, ese sentido que lo hace diferente de cualquier otro profesional. De allí se genera la inquietante preocupación en el ámbito educativo, especialmente en la profesión del maestro porque esta es la razón fundamental por la cual hoy día el maestro se enfrenta a nuevos retos en su ejercicio pedagógico y requiere de su preparación y disposición para asumirlos y aprovecharlos. Es importante que el profesor comprenda su nuevo papel en la educación, con el surgimiento y avance de las tecnologías, pues la información ya se encuentra; lo importante es que se enseñe a sistematizar, a pensar, a criticar, a elegir lo que sirve y lo que no, y a darle sentido. Por consiguiente, las tecnologías deben servir como instrumento de la educación sin llegar a sustituir las relaciones humanas, permitiendo el avance educativo, pero siendo cautelosos en no olvidar la verdadera esencia de la educación y del ser humano. No se puede desconocer que las tecnologías son herramientas eficientes que permiten el progreso y el reconocimiento del otro, pero éstas deben ser utilizadas en su justa medida, para evitar convertirlas en un enemigo que enceguece y no ayuda a la construcción y dignificación, sino que por el contrario convierte a la persona en un ser utilitarista y consumista. Es necesario fortalecer el sentido humano, que permita mediante las tecnologías avanzar en las relaciones humanas, suministrando una mejor calidad de vida mediante éstas, pero sin olvidar el verdadero valor de la persona. Actualmente se ven familias que ya no se hablan por estar conectados a sus celulares y tabletas, han deteriorado su comunicación y relación familiar, por lo que surge el interrogante de si las tecnologías nos han permitido avanzar o retroceder en la dignificación del hombre, y si nosotros estamos inmersos en dicho escenario. No permitamos que la era tecnológica se convierta en una cultura, sino que únicamente sea un medio de mejora que no afecte nuestro ser y sentir, y que sirva para unir y dignificar al ser humano.

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Referencias Fukuyama, F. (1992) El fin de la historia. España: Editorial planeta. Fukuyama, F. (2008) El fin del hombre. Consecuencias de la revolución biotecnológica, España: Ediciones Bolsillo Zeta. Lévy, P. (2004) Ciberdemocracia. Ensayo sobre filosofía política. Barcelona: Editorial UOC. Molinuevo, J. L. (2004). Humanismo y nuevas tecnologías. España: Alianza editorial S.A.

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