BOLIVAR: PENSAMIENTO ANTICOLONIALISTA DEL CONTINENTE CRIOLLO

Enero 2009 BOLIVAR: PENSAMIENTO ANTICOLONIALISTA DEL CONTINENTE CRIOLLO Diego Tagarelli Nos parece justo advertir, en el actual contexto de crisis in
Author:  Pablo Cuenca Paz

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Enero 2009

BOLIVAR: PENSAMIENTO ANTICOLONIALISTA DEL CONTINENTE CRIOLLO Diego Tagarelli Nos parece justo advertir, en el actual contexto de crisis internacional y hundimiento del Imperio norteamericano, los orígenes de la hegemonía yanqui en América Latina a través del pensamiento de Bolívar, cuyas rivalidades en la lucha por la Independencia e integración de Sudamérica hacia Estados Unidos y Europa se presentan como uno de los grandes dilemas no resueltos de nuestras revoluciones regionales: la necesidad de oponer una fuerza conjunta de los países de América Latina al poder opresor de los países centrales. Ante la decadencia de la civilización burguesa e imperialista de occidente que en nuestros días acelera su desplome global, no está demás indagar en la historia de nuestros pueblos los intentos de emancipación que iniciaron algunos de nuestros líderes populares en cuanto las estructuras coloniales del imperialismo arremeten contra sus aspiraciones de unificación regional. Claro que en el contexto reinante del imperialismo los países de América Latina no tropiezan con una potencia que procura conquistar nuevos y remotos espacios de dependencia colonial para incrementar su dominación global bajo las consignas expansionistas que lo definen originariamente, sino más bien, nos hallamos en un contexto de derrumbe global del imperialismo monopolista en donde el capitalismo ensaya su supervivencia histórica a condición de salvaguardar sus intereses coloniales, cuestión que desnuda toda debilidad y toda incapacidad para sostener las áreas de dependencia y dichos intereses sin estimular determinados modelos de opresión general que llevan inevitablemente a su crisis terminal. De manera que, aprisionado por los propios intereses hegemónicos y ofuscado por una crisis que embiste fuertemente contra las principales fuerzas monopólicas, los países de América Latina y del mundo periférico elevan sus proyectos de integración para bloquear las ofensivas económicas de Estados Unidos y, así, aligerar el ritmo de su decadencia imperialista. Por lo mismo, todos los intentos de resguardar los intereses nacionales de los países enfrentados al imperialismo desde las periferias, no puede consumarse de manera enérgica sin la unidad de intereses que identifican la Nación latinoamericana, frustrada por las sucesivas políticas de fragmentación regional y constantemente recomenzada por los pueblos y movimientos nacionales y regionales para definitivamente

conseguir un desarrollo independiente. Ante esto, queremos reconocer la lucha de los grandes liberadores que lucharon por la unidad latinoamericana y, por consiguiente, se presenta imprescindible retornar hacia aquellos orígenes independentistas para, desde ahí, vislumbrar los nuevos procesos de cambios que vive la región. El reconocimiento del bolivarianismo como ideología política en algunos países de la región, la búsqueda de identidad histórica en los pueblos sometidos de América Latina y el rescate popular de los procesos de liberación nacional abiertos contra las estructuras coloniales del imperialismo, nos obliga a pensar sobre los orígenes del pensamiento de Bolívar, San Martín, Artigas, etc., en tanto precursores del antiimperialismo e impulsores de la unidad latinoamericana. Quizás el rasgo más sobresaliente y original del pensamiento de Bolívar es el considerar, en todos sus escritos y proclamas, a “Hispanoamérica” en conjunto como objeto de análisis y lucha. Y aquí es donde encontramos desde el ideario bolivariano una problemática latinoamericana específica que hasta el día de hoy perdura en el esfuerzo político de la gran Nación: el esfuerzo por hallar la identidad común de los pueblos latinoamericanos y, complementariamente, el intento de encontrar la distinción necesaria a Europa y Estados Unidos. De todos modos queda claro que la derrota futura de Bolívar no es más que la derrota futura del pueblo Latinoamericano: somos parte de países porque no pudimos integrar una Nación y fuimos países porque fracasamos en ser latinoamericanos. El pensamiento vivo de Bolívar descansa en la conciencia de los pueblos latinoamericanos que han decidido dar batalla a los intereses coloniales, desde la España colonizadora hasta las cadenas opresoras de Estados Unidos. Bolívar es, por ello (como lo fueron muchos de los liberadores nacionales y caudillos populares de América Latina a lo largo de nuestra historia), uno de los precursores más importantes del pensamiento latinoamericano e impulsor del antiimperialismo. Bolívar es un hombre que expresa las realidades de los sectores que han sido esclavizados por los sucesivos colonialismos, de aquellos pueblos y naciones que representan la esencia de la liberación latinoamericana. Hoy, después de 200 años se reivindica la misma lucha de Bolívar. En “nuestra América” sigue vigente el colonialismo: Las oligarquías criollas y las burguesías dependientes terminan traicionando los intereses nacionales y por paralizar las posibilidades de desarrollos políticos y económicos independientes, en defensa de los intereses foráneos, coloniales, imperialistas. A estos grupos dominantes se les enfrenta otra vez el fantasma del ideal bolivariano y el nacimiento de nuevos procesos de liberación nacional, el fantasma del socialismo que en el siglo XXI se trasladó a esta parte del mundo que, esta vez, encarna los fundamentos más originales del marxismo, el latinoamericanismo y el nacionalismo como parte de una sola identidad.

LAS DOS ESPAÑAS DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA Y LA EMERGENCIA DEL PENSAMIENTO BOLIVARIANO. Para conocer y repensar sobre el pensamiento de Simón Bolívar, es indispensable contextualizar sus ideas en el marco de la independencia hispanoamericana, no sólo con el objetivo de reflejar la importancia que tuvieron los grandes personajes libertadores en aquel proceso socio histórico determinante, sino también para comprender la intensidad y los cambios que se producen en el trascurso del pensamiento de Bolívar. Es imposible la búsqueda y el reconocimiento de un proceso teórico en el pensamiento latinoamericano sin remitirse a los orígenes sociales que permiten su emergencia y consolidación. La sublevación del pueblo español el 2 de mayo de 1808 (episodio conocido como “Guerra de Independencia”), fue noticia que llegó a las capitales de la América española en fechas y bajo circunstancias diferentes. Al caer en crisis el poder metropolitano, caen también en crisis su prolongación política y geográfica: las colonias de América. Más concretamente, la clave de la decadencia de España debe buscarse en la debilidad orgánica de su burguesía industrial incapaz de desarrollar un capitalismo nacional como el resto de Europa, donde las burguesías conquistan el poder político y se encaminan hacia la superación del yugo feudal. En este sentido, la unión de la monarquía, la Iglesia y la nobleza fue fatal para el crecimiento económico de España. Al ingresar en el siglo XIX, España estaba gobernada por Carlos IV, un Borbón que había intentado contagiar a España del espíritu de modernidad que soplaba desde Francia revolucionaria. Este régimen de los Borbones será conocido como el régimen del “despotismo ilustrado”, que respondía en cierto modo a la peculiar situación española: las ideas más avanzadas del siglo, que eran las liberales, cundían por todas partes, pero en España el predominio social de los nobles y la Iglesia constituían poderosos obstáculos. Como el país exigía la adopción de una política burguesa (desarrollo de una industria, educación común, etc.) la burocracia borbónica se hizo intérprete de esa necesidad. Pero el despotismo ilustrado pretendía aburguesar el país desde arriba, sin producir transformaciones profundas y estructurales desde las bases sociales emergentes. Vemos encarnadas en España las dos Españas: el liberalismo borbónico y la reacción feudal. A nuestra América habían transmigrado ambas. El levantamiento revolucionario en toda América no fue sino la prolongación en el Nuevo Mundo de la conmoción nacional de España. Bolívar asumirá la representación americana de la corriente más avanzada de la Europa revolucionaria. Pero contradictoriamente, Bolívar es un hijo robusto del continente criollo y por tanto, mucho más radical que sus maestros liberales. Por eso, es importante diferenciar entre el Bolívar revolucionario y criollo, y aquel “mantuano” y liberal europeo. Si bien gran parte de nuestra literatura y, particularmente, los sectores intelectuales

ideológicamente dominantes, han pretendido mostrar al Bolívar mantuano y silenciar al Bolívar revolucionario, nuestra historia vuelve a develar los rasgos más trascendentes del libertador: al que legisló sobre los derechos de los indios, el derecho a la educación popular, el derecho a la explotación del subsuelo por el Estado, etc. Bolívar representaba el latinoamericanismo revolucionario, es decir, la idea de la Nación en armas contra la reacción absolutista española y las maquinaciones y pretensiones de expansión hegemónica de Estados Unidos. Cuando en 1807 Bolívar regresa a Caracas, ya es una ciudad que ha perdido el ambiente apacible de su etapa colonial. Ahora está bajo el alerta oficial debido a los inconformes “revoltosos” que cuestionan el régimen establecido. Bolívar es uno de esos revoltosos que cuestiona la legitimidad del poder real para ejercer en Venezuela una autoridad que no tienen en la Metrópoli. Este contexto de convulsión que cristaliza los intereses sociales divergentes, manifiesta un complejo campo de contradicciones en torno a la problemática del poder de la época y, más aún, en torno al campo de las ideas: los españoles nacidos en la península quedan enfrentados a los criollos; los comerciantes burgueses a los terratenientes oligarcas. Todos, a su vez, se dividían en reaccionarios y progresistas: para los primeros, la soberanía era una manifestación del derecho divino, encarnado en los reyes. Para los segundos, la soberanía emanaba la voluntad de los pueblos. En fin, los “revoltosos” frente a los “moderados”. Los revoltosos procuraban la independencia por medios revolucionarios. Los otros, por medio de la evolución y el entendimiento con la Corona. Todo este conjunto de contradicciones predeterminaron, en el terreno económico y social, la intensidad de la lucha de clases, y en el terreno ideológico, la inestabilidad política y la manifestación de la lucha de clases en el campo de las ideas. Bolívar no siempre tiene los ojos puestos en Grecia o en Roma como los imitadores de ese tiempo, tampoco pretende perseguir el destino de la estabilidad norteamericana o acercarse a Gran Bretaña con lo hicieron muchos de los progresistas que pretendían romper con la Corona Española, sino que observa la realidad latinoamericana sin las antiparras ideológicas liberales de Europa y sin los engaños morales de los países centrales. Su observación de América es profunda y directa, y su pensamiento va transitando diferentes etapas. En una reflexión determinante de su visión sobre América Latina nos dice: “Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo ni el americano del Norte; más bien es un compuesto de África y América que una emanación de Europa…” (Bolívar: Congreso de Angostura, 1819). O como afirmara en su Carta de Jamaica, en 1817: “Nosotros somos un pequeño género humano… No somos indios ni europeos, sino una especie intermedia entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país

y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores”. Entre 1809 y 1811 las Juntas Revolucionarias proclamaron la separación de las colonias hispanoamericanas de su Metrópoli. Ante la reacción de España, la independencia tuvo que ser defendida en los campos de batalla hasta 1824 con la victoria de Ayacucho. Pues bien, durante todo ese tiempo, las repúblicas ya constituidas pretendieron establecer relaciones con Estados Unidos. La respuesta que dio el país del Norte estuvo expresa en la Resolución que aprobó el Congreso: “Se mira con amistoso interés el establecimiento de soberanías independientes por las provincias hispánicas de América … y que cuando esas provincias hayas logrado la condición de Naciones , el Senado y la Cámara de representantes se unirán al Ejecutivo para establecer con ellas, aquellas relaciones amistosas y comerciales”. O sea, los revolucionarios de Hispanoamérica enfrentarían solos el poderío español y cuando hubieran alcanzado la independencia, los Estados Unidos concurrirían entonces a exigirles lo que debía corresponderles. La “neutralidad”, el “reconocimiento” y la “cláusula de Nación más favorecida” fueron instrumentos de la política exterior de Estados Unidos para presionar a las Naciones de Hispanoamérica. Durante 1819 y 1820 Estados Unidos no reconoce el Gobierno revolucionario de Venezuela a pesar de ya haber presentado un proyecto de constitución. Bolívar vislumbra así el imperialismo norteamericano. Tiene conciencia clara de que la unidad de Hispanoamérica cerraba el camino a la hegemonía de los Estados Unidos y que la desintegración le favorecía. Desde época bien temprana los Estados Unidos obstaculizaron el proyecto integrador e independentista que alimentaba Bolívar. En este sentido, fue Bolívar el primero en comprender que el desarrollo de los Estados Unidos los conduciría a expandirse por todo el continente y, por lo tanto, era indispensable crear una fuerza que contrarrestara esa expansión “unir en un haz de pueblos libres a aquellos cuyos intereses históricos, sociales y económicos fueran verdaderamente comunes”. Pero una Hispanoamérica parcelada en un grupo de Estados que lucharon entre sí (balcanización) era el marco perfecto para los expansionistas yanquis que se proponían suplantar a España. A esos propósitos se sumaron los mantuanos de Venezuela, los pelucones de Chile, los plutócratas de Nueva Granada, los mercaderes de Buenos Aires, etc. Es aquí, donde chocaban los intereses que defendía Bolívar y los intereses que defendían las clases criollas económicamente dominantes. Evidentemente que el imperialismo no podía sobrevivir a su expansión sin el consentimiento de las oligarquías locales de Latinoamérica y sin esa comunidad de intereses que forman estos sectores dominantes y retrógrados. Como mejor podemos comprender los esfuerzos del Libertador por forjar esa gran Nación que se libraba de los peligros del imperialismo es leyendo y

estudiando el pensamiento de Bolívar, a través de algunas ejemplificaciones sobre los variados sentidos que daría a América, muy especialmente, en esos momentos de inmediata diferenciación: independencia de España y resistencia hacia la política expansionista de Estados Unidos. Desde 1815 (carta de Jamaica) hasta 1830 (año de su muerte) Bolívar no deja de formular severas críticas a los Estados Unidos por su política de simples espectadores, de fingida neutralidad frente al esfuerzos que llevan a cabo los pueblos de Hispanoamérica en su afán por liberarse del yugo español. Los califica de “egoístas”, “los peores”, “capaces de vender a Colombia por un real”. Bolívar fue por lo tanto, el precursor del pensamiento antiimperialista hispanoamericano, porque el preimperialismo fue el germen del actual imperialismo de la era monopolista. Pero no sólo en cuanto a su visión y sus reflexión propia plasmada en sus escritos, proclamas y discursos, sino también, y fundamentalmente, en su liberación y en su lucha por la independencia y la integración de Latinoamérica. A modo de ejemplo podemos tomar dos casos concretos, claves en el futuro de América Latina: 1)- “El 29 de junio de 1817 un grupo de 150 patriotas Venezolanos desembarcaron y ocuparon la Isla Amelia perteneciente al dominio de la Corona, situada en la costa atlántica de los Estados Unidos. Allí, proclamaron la instauración de la “República de Florida” y “Fernandina como su puerto principal. A los cinco días de quedar instaurada la república de Florida, una flota venezolana capturó a una flota norteamericana contratada por el gobierno español que llevaba municiones para las fuerzas españolas. En 1817 por orden del presidente Monroe, tropas de los Estados Unidos desembarcaron y se produjo la expulsión de los patriotas venezolanos que en palabras de un ministro no era más que la expulsión de un grupo de contrabandistas, aventureros y saqueadores”. Claro que las causas reales tenían que ver con la necesidad de los Estados Unidos de expandir sus fronteras y establecerse como el heredero de las joyas que fueran desprendiéndose de la Corona. No eran más que los objetivos concretos de la política imperialista de Estados Unidos: Cuba, México, Centro América, el resto de las Antillas y Canadá. En fin, “América para los (norte) americanos”. 2) – El 7 de octubre de 1824, dos días antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar cursó una “Invitación a los gobiernos de Colombia, México, Río de La Plata, Chile y Guatemala” a formar el “Congreso de Panamá”. Para repeler la amenaza extranjera, afirmaba que era indispensable formar un cuerpo, al que comienza a llamar “anfictiónico”, que diera impulso a la defensa de los intereses comunes

de los Estados que antes habían sido colonias españolas. El departamento de Estado de los Estado Unidos envió sendas instrucciones a sus agentes diplomáticos en Hispanoamérica para que impidieran la constitución del cuerpo anfictiónico. Corresponde a Bolívar pues, la gloria de haber sido un luchador consecuente contra esa falta de unidad y la gloria de haber llevado esa lucha hasta la concreción en el Congreso Anfictiónico de Panamá, donde las tendencias expansionistas y hegemónicas de Estados Unidos se manifiestan claramente, que boicotearon ese tremendo intento de Bolívar de constituir la unidad de los pueblos y gobiernos latinoamericanos. Fracaso que recién en nuestros días ha podido ser contrarrestado ante la ausencia de Estados Unidos en muchas de las cumbres de América del Sur y el Caribe. LA UNIDAD Y LA REVOLUCIÓN LATINOAMERICANA DESDE LA LUCHA Y EL PENSAMIENTO DE BOLIVAR. Bolívar instaura la Segunda República, apoyado en las bayonetas y en las charreteras mantuanas. Sólo 16 meses logró mantener esta Segunda República, surgida como resultado de la lucha armada y no de una Constitución como la Primera República. Para Bolívar, en este contexto (diferente por cierto al de la primera República), la guerra revolucionaria era justa por cuanto era el único instrumento de que disponía el pueblo para emanciparse: “Cerremos para siempre la puerta de la conciliación y la armonía: que ya no se oiga otra voz que la de la indignación” (Simón Bolívar, 2 de noviembre de 1812). La unidad latinoamericana le resultaba indispensable para desatar la guerra revolucionaria, y ésta le resultaba imprescindible para alcanzar la independencia. A la unidad no se podía llegar por acuerdos o disposiciones previas, sino como producto de la lucha armada y a través de ella. Por eso comprendió que su recién instaurada Segunda República estaba cubierta por las tendencias conciliatorias y vacilantes de los mantuanos, que corrieron como aves de rapiña a ocupar posiciones abandonadas por los españoles. A pesar de su concepción de clase, la Segunda República se le evidenciaba tan lejos del pueblo como la Primera. Bolívar había triunfado como conductor de tropas pero no había podido unificar al pueblo para desencadenar la guerra revolucionaria. Comprende que el ideal independentista no ha calado en las masas populares. Por esto afirma: “Vuestros hermanos y no los españoles han desgarrado vuestro seno, derramado vuestra sangre”. Es entonces cuando, desde el destierro, se produce esa transformación del terrateniente “revoltoso” al revolucionario consciente; del oficial mantuano al guerrillero intrépido; del admirador de las instituciones foráneas al reafirmador de la

revolución autóctona de América Latina. Las masas populares, por lo tanto, no continuarían fuera del proceso revolucionario y de su inspiración teórica. Por fin, el planteamiento, es profundo, humano, arraigado a las materialidades especificas de transformación: el desarrollo económico resultaba indispensable para el sostenimiento de las fuerzas revolucionarias. Es así como en el año 1817 comienza la organización revolucionaria en lo militar, en lo político, en lo civil, en lo económico de la Tercera república. Como contrapartida a la causa económica, decreta el derecho a la confiscación de los bienes de los españoles y criollos económicamente dominantes. Dijo Bolívar: “Los americanos, en el sistema español que está en vigor,… no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más, el de simples consumidores”. Por ello, este sistema, dice: “impone restricciones chocantes: restricciones del cultivo de frutos de Europa, el estancamiento de las producciones que el rey monopoliza, el impedimento de las fábricas, los privilegios exclusivos del comercio hasta de los objetos de primera necesidad, las trabas entre provincias americanas, en fin: ¿quiere usted saber cuál es nuestro destino? Los campos para cultivar el añil, el café, la caña, el cacao y el algodón, las llanuras solitarias para criar ganados, los desiertos para cazar las bestias, las entrañas de la tierra para excavar el oro que no puede saciar a esa nación avarienta”. Pero esto no basta. Bolívar comprende la necesidad de luchar junto a los guerrilleros del oriente venezolano, tiene que convivir con la tropa, de día y de noche, en el triunfo y en la adversidad. Y así lo hace, soportando el hambre y la sed, hasta constituirse en el Bolívar guerrillero. En la oración inaugural del Congreso de Angostura, Bolívar expone sus ideas políticas, democráticas y republicanas. El Discurso de Angostura (así conocido) encierra una síntesis del ideario bolivariano: Unidad para la lucha. La educación, la libertad, la soberanía no escapan a la apreciación bolivariana. Decía por ejemplo: “un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”. Y en otra ocasión dice: “Después de quince años de sacrificios consagrados a la libertad de América, por obtener el sistema de garantías que, en paz y en guerra, sea el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya de que los intereses y las relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas tengan una base fundamental que eternice la duración de estos gobiernos y su pueblo”. Se desprende pues que ya es hora de sentar las bases fundamentales de las relaciones que unan a los países de la América. Es decir, concluida la independencia, hay que marchar hacia la unión para respaldar “nuestro nuevo destino”. Una autoridad supranacional que tuviera las siguientes facultades: 1ro. Dirigir la política de los gobiernos hispanoamericanos. 2do. Mantener, por influjo, la uniformidad de principios. 3ero, Evitar los desordenes. Lo de supranacional no

es más que una autoridad federal en grande y no una reunión de pequeños Estados llenos de contradicciones. El colonialismo español parceló la América para dominarla mejor. Bolívar la unificaba para evitar su dominación. Sin embargo, los acontecimientos posteriores determinaron la injerencia imperialista de Gran Bretaña y Estados Unidos, desgarrando la unidad latinoamericana y manipulando el proceso de Independencia para dividir a la gran Nación en Estados soberanos que produzcan en el marco de una nueva división internacional del trabajo. BOLIVAR, MARX Y EL IMPERIALISMO Ante una crisis que destruye parte de las estructuras dominantes del imperialismo en América Latina, donde la explotación de los países centrales y de los sucesivos imperialismos sobre los países latinoamericanos han procurado quebrantar la unidad de los nuevos proyectos políticos, la ideología política de los grandes libertadores de la independencia vuelve a surgir desde lo profundo de nuestra historia, entre ellos, Bolívar. El pensamiento práctico de uno de los más grandes independentistas de nuestros pueblos, no es más que la expresión de nuestra América criolla para generar movimientos nacionales y latinoamericanos propios. El pensamiento y la acción práctica de Bolívar tiene sus particularidades que no pueden ser calificadas como meras prolongaciones de la convulsionada Europa. Es decir, tiene sus originalidades propias de un luchador inserto en un proceso revolucionario distinto a los ocurridos en el viejo continente, pues, la América meridional encarna formas de liberación que obedecen a su sometimiento como región subordinada a los intereses del imperialismo. No es Bolívar entonces un hombre de la Europa moderna, ni un intelectual práctico de la nueva institucionalidad americana. Es más bien un “revoltoso” luchador que se proyecta en los sectores populares para liberar a América de todo colonialismo. Por ello, es imprescindible conocer y estudiar las diferentes etapas en que va madurando el pensamiento de Bolívar hasta su muerte. Su proyección central es: “la unidad latinoamericana” y el nacimiento de la “patria anticolonialista”. Hoy, la necesidad por una segunda independencia latinoamericana se traduce en la unidad latinoamericana y en el desarrollo soberano de los países oprimidos de América, algo que desde la ideología bolivariana se desprende claramente. La América Criolla, desprendida de España en las guerras de la Independencia, fue “balcanizada” por las potencias anglosajonas. Aparece en la historia del último siglo y medio como un mosaico incoherente de 20 Estados supuestamente soberanos, adornados de todas las baratijas jurídicas, filatélicas, arancelarias y

rituales de “naciones” verdaderas. Pero en realidad se trata de provincias, de repúblicas simbólicas, perpetuamente conmovidas por pronunciamientos militares, la sujeción cultural hacia los Estados Unidos o Europa, sumidas en los cultivos de exportación y con las clases ilustradas hechizadas por las civilizaciones clásicas, la democracia formal inmovilista o los marxistas importados. También el pensamiento político de los hijos de la América Criolla es sometido a la “balcanización”. Cada latinoamericano supone pertenecer a una nación. Pero en realidad se trata de naciones no viables. El imperialismo triunfará en la cabeza de los latinoamericanos, sean de derecha o de izquierda, en tanto los latinoamericanos conciban todas las fórmulas de redención, aún las mas atrevidas, excepto unirse en Nación o Confederación de Estados como aspiraba Bolívar. Toda tarea que persiga forjar desde el “socialismo” o desde las enseñanzas del marxismo en tanto ciencia histórica y revolucionaria, no puede ignorar la tradición de Bolívar ni los caudillos populares de los movimientos nacionales. De la misma manera, todo intento bolivariano sólo podrá desenvolverse bajo las banderas del socialismo. Pero ese socialismo posee ya una inflexión propia, una especificidad latinoamericana. En otras palabras, se impone reunir a Marx con Bolívar, Bolívar con Marx. Es preciso asumir plenamente nuestro glorioso pasado de lucha. Es necesario redescubrir a nuestros héroes propios y elaborar desde aquí una perspectiva revolucionaria para los todos los latinoamericanos. Recordemos que, incluso, para Marx y Engels el socialismo estaba a las puertas de Europa en tanto la revolución del proletariado se daría en los capitalismos desarrollados de Europa y que su triunfo conduciría naturalmente a la liberación de las colonias. Claro que no era el problema colonial, precisamente, el que ocupaba la atención de los socialistas europeos, después de la muerte de Marx inclusive. Habría que esperar hasta 1917 para percibir que el fantasma de la revolución reaparecería en otro escenario. Y es el propio Lenin quién desarrollaría sus tesis del eslabón más débil al señalar que el ingreso del capitalismo a su etapa superior sería la causa del crecimiento económico de los países centrales y la razón principal de la miseria creciente y de la agudización de los conflictos sociales en los países atrasados, cuyos procesos revolucionarios incidirían sobre el mundo desarrollado. Cuestión que nos lleva a reconocer los méritos de Bolívar fuera de las fronteras ideológicas socialistas europeas. Pero ocurre, entonces, que cuando se producen estallidos sociales en diversos países de la periferia, con las masas de indios, criollos, campesinos o demócratas radicales, los partidos comunistas no lideran, ni siquiera acompañan, esos procesos al juzgarlos por la falta de coherencia ideológica dentro de los marcos estratégicos del socialismo europeo, tan bien representado en los países

de América Latina luego del avance burocrático del socialismo en la Unión Soviética. A falta de vanguardia revolucionaria, esos movimientos se expresan a través de agitadores nacionalistas o jacobinos, dirigentes antiimperialistas como Nasser en Egipto o Gandhi y Nehru e la India, patriotas como Sandino, nacionaldemocráticos como Arévalo y Arbenz en Guatemala, jefes agrarios como Villa y Zapata en México, militares como Perón, Torrijos, abogados democráticos y antiimperialistas como Fidel Castro. El fantasma de la revolución, pues, lleva consigo los pasos de Bolívar, San Martín, Artigas, etc. Sabemos que Emiliano Zapata no era marxista sino el mejor domador de jinetes del Estado que se hizo el más puro de los líderes de la revolución mexicana. Sabemos que gran cantidad de movimientos populares no se autoproclaman marxistas; que Artigas y Bolívar (grandes inspiradores de nuestro pensamiento latinoamericano) no eran marxistas ni que las importantes reivindicaciones sociales de Evita no fueron tales por ser marxista. También sabemos que la historia del comunismo en nuestro suelo cultivó la obra de Marx como limitación iluminada de un pequeño dios esperando en el paraíso la llegada de su cuento eterno. Rescatar el pensamiento de Bolívar, como así también de otros grandes revolucionarios de la América Criolla, significa adoptar una ideología política propia que, sin desvincularla de los rasgos científicos del marxismo, pueda desafiar la decadencia del imperialismo norteamericano desde la identidad que nos reúne como Nación. Cuando Bolívar enfrentaba al Imperio español y vislumbraba el futuro imperialismo norteamericano y su poder hegemónico sobre América Latina, se establecieron los principios ideológicos y políticos de nuestra liberación y las características propias de nuestra realidad desde un pensamiento propio. Es imposible romper con las ataduras hegemónicas del imperialismo norteamericano sin la formación de un bloque regional que exceda las utilidades económicas. Es necesario reformular y reacomodar los intentos de unificación latinoamericana que proyectaba Bolívar desde los tiempos de la independencia, en lo económico, en lo político, en lo social, en lo cultural, en lo ideológico. LA UNIDAD LATINOAMERICANA: EN BUSCA DE LOS ORIGENES PERDIDOS. La liberalización económica modificó la estructura económica y social con claros beneficiarios en la dominación del capital transnacional, hoy con dominio monopólico en el sector primario, secundario y terciario. De ahí que el relanzamiento de un proyecto de integración regional en América latina,

especialmente en tiempos de crisis de la economía mundial, permita dificultar y fragmentar las políticas neoliberales hegemónicas del pasado. Orientar el decurso histórico de los países de la región bajo una perspectiva neodesarrollista, como la que pretenden ensayar Brasil y Argentina en el bloque hegemónico del MERCOSUR, o bajo el camino que propone la alianza cubanavenezolana en la integración que define la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA, coinciden en la necesidad de aislarse de las estructuras imperialistas y sostener un modelo de acumulación propio que soporte las embestidas de la economía mundial en crisis, aunque desde diferentes perspectivas de desarrollo. Por lo tanto, lo que está en discusión es que ambas perspectivas regionales articulan el proyecto de integración latinoamericana e intentan, con diferente convicción, no quedar subordinados al diseño político dictado desde Washington, más allá de algunas expectativas que genera el recambio presidencial en EEUU. El proyecto norteamericano para la construcción y fortalecimiento de un nuevo paradigma de dominación ante los evidentes cambios estructurales de la economía mundial, el ALCA, quedó bloqueado por la cantidad de países disidentes, algo que no pasaba desde hacía largo tiempo en América Latina cuando el gobierno de los Estados Unidos diseñaba sus políticas económicas en la región. El ALCA no es más un proyecto de dominación del imperialismo norteamericano iniciado en el siglo XIX. Claro que su fracaso no significó el derrumbe del programa hegemónico, pues los convenios bilaterales con los paraísos neoliberales de algunos países, permitió el impulso de una ofensiva del imperialismo que no sólo se traduciría en lo económico sino también en las alianzas políticas para el derrocamiento de gobiernos populares o, sencillamente, opuestos a la liberalización del mercado. Pero fundamentalmente, estos convenios bilaterales (convenios económicos, políticos, militares) y el financiamiento a sectores dominantes en el interior de los países antagonistas al gobierno de Estados Unidos y sus políticas hegemónicas, determinaría la estrategia histórica desplegada por el imperio del norte en América Latina: el bloqueo de la integración sudamericana, la balcanización entre los países hermanos como así también en el interior de los mismos en cuanto las estructuras económicas así lo impongan, y el crimen contra los gobiernos populares de la región, sin importar el método genocida que se practique. En definitiva, algo que padeció y combatió el propio Bolívar. Claro que significa una ofensiva importante de Estados Unidos, es decir, una nueva práctica de dominación que atenta contra las soberanías nacionales, pero más aún expresa la dificultad que enfrenta el imperialismo en América Latina. Pero el perfil de la integración regional no sólo está condicionado por las alianzas

políticas o las opciones y cambios macroeconómicos a nivel mundial, sino también por el ritmo de las luchas sociales en algunos países. Cuestión esta que define las nuevas alianzas políticas en torno al MERCUSUR o el ALBA. La discusión sobre el ALCA, el MERCOSUR y el ALBA no es un debate referido exclusivamente a programas de integración, sino que incluye también propuestas diferentes de sociedad futura. La primera opción apunta a relanzar el neoliberalismo, la segunda pretende ensayar un esquema más regulado del capitalismo regional, y la tercera podría enlazarse con un proyecto socialista. Si es verdad que América Latina, pese a sus grandes diferencias, está entrando en una nueva etapa independentista es necesario que sea bajo la unidad latinoamericana, en tanto única vía que tienen nuestros pueblos de defender sus emancipaciones nacionales frente al poder arrollador del imperialismo norteamericano. Para ello, existen en nuestros países una identidad común que expresa la necesidad de luchar contra el imperialismo para liberarse de las cadenas dependientes del capitalismo y poder ejercer un auténtico desarrollo conjunto en base a la integración de nuestros pueblos. Esa identidad común, esa integración de la unidad latinoamericana, esa búsqueda de independencia permanente, es imposible pues sin la recuperación de nuestro pasado histórico inscripta en los comienzos de nuestra independencia, es imposible sin la conjunción de la práctica bolivariana, los movimientos nacionales y el socialismo latinoamericano originados por los grandes luchadores de la Patria Grande, de los cuales Bolívar ofrece el argumento más acabado por la lucha latinoamericana, como el mismo lo dijera: “La Unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino el inexorable decreto del destino”. Por Diego Tagarelli. Argentina BREVE BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Francisco Pividal: “Bolívar: Pensamiento precursor del antiimperialismo”. Enrique de Gandia: “Simón Bolívar: su pensamiento político” Indalecio Liévano Aguirre: “Bolívar”. Edición actualizada. Rufino Blanco-Fombona: “El pensamiento vivo de Bolívar” Abelardo Ramos: “Bolivarianismo y marxismo”

Abelardo Ramos: “Revolución y Contrarrevolución en la Argentina” Zuleta Álvarez: “El mestizaje en la Historia de las Ideas Hispanoamericanas” Belaunde Víctor: “Bolívar y el pensamiento político de la revolución Hispanoamericana”. Simón Bolívar: “Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un Caraqueño” Simón Bolívar: “Carta de Jamaica” Simón Bolívar: “Discurso ante el Congreso de Angostura” Simón Bolívar: “Invitación al Congreso de Panamá” Claudio Katz: El rediseño de América Latina”

PERÚ: REPRIMARIZACION DE LA ECONOMIA Y MOVIMIENTO SOCIETAL. Jorge Lora Con Alan García, la vida política peruana se mueve con mayor énfasis que sus antecesores alrededor de los recursos naturales y la memoria histórica que persigue al mandatario y a Fujimori por un pasado genocida y corrupto. El Plan de Gobierno, el crecimiento y la recesión, las luchas sociales, los escándalos por corrupción en el Gobierno central, en las regiones y municipios, las expectativas del país, todo esta centrado en la minería y los hidrocarburos. En términos teóricos García opto por la acumulación por desposesión y en la pseudoteoría del “chorreo”. Y como respuesta al renacimiento del movimiento indígena en una dimensión societal y etnonacionalista frente al despojo decide continuar con el terror estatal que en tres décadas se hizo estructural y le permite acallar a todo sujeto crítico e imponer en las conciencias con el apoyo de los medios la necesidad de la represión y la idea del absolución a los genocidas. Oponerse a todo lo que suene a derechos humanos, cumplir con los acuerdos de mutua protección con Fujimori-Giampietri (Vicepresidente) y criminalizar la protesta marcan su comportamiento. El trauma del desastre económico y la corrupción en su primer Gobierno y una ideología en la que el imperialismo tiene un lado bueno y otro malo han condicionado este pragmatismo gubernamental aprista que consiste en adoptar las políticas mas racionales en términos de legitimidad, estabilidad y beneficios partidarios del grupo mafioso en el poder, en cada momento histórico. En todo el primer periodo, los dos primeros años, opto por seguir las políticas neoliberales impuestas por Fujimori y el neofujimorista Toledo; para en el segundo, fines del 2008 cambiar impulsando la política social. Precipitado por la crisis política interna y la crisis económica global define un plan de emergencia que solo es continuación del neoliberalismo con presencia estatal. Recolonización y Mineria La necesidad de exportar capitales y de controlar reservorios de recursos naturales eran las tendencias del capitalismo en expansión, los intereses de la gran propiedad privada trasnacional subordinan la soberanía de las grandes potencias, que buscan acumular poder a nivel global e impedir que otros lo hagan, para que los proteja y defienda sus intereses con geoestrategias

recolonizadoras desde el poder estatal. Las corporaciones trasnacionales, las instituciones financieras multilaterales, los Gobiernos imperiales vinculados al poder político global y a los poderes nacional y local definen las estrategias de política económica. El mapa del poder en el Perú ha cambiado si antes de 1990 la presencia extranjera en la economía llegaba al 5%, en el 2008 la mitad de los principales 50 grupos son de capital foráneo y entre los mas importantes figuran trasnacionales de dudoso origen orientadas a la explotación de recursos naturales y a los servicios como Repsol (España), Southern del Grupo México, Telefónica (España), Boaventura, Romero. Mientras que el Banco Mundial predica que la venta de las riquezas naturales es la mejor via para salir de la pobreza; de acuerdo al Informe Mundial de la Riqueza 2008 (Capgemini y Cerril Lynch) los ricos de América Latina se han enriquecido mas rápidamente que sus pares de otras regiones aumentando su riqueza en 20.4%. Tanto la llegada de empresas extranjeras como el enriquecimiento desaforado de la burguesía y clase política comisionistas se deben al aumento del precio de las materias primas. Estos tres datos explicarían por que hay sectores interesados en liberalizar la economía y subastar el país incluyendo las tierras comunales y sus recursos de sobrevivencia, los bosques, aguas, biodiversidad y conocimientos. El proceso privatizador y de creación de un marco legal comienza con Fujimori que ya en 1991 dicta entre otras leyes, el DL 662 Régimen de estabilidad jurídica a la inversión extranjera, el DL 674 de Promoción de la inversión privada en las empresas del Estado que estableció mecanismos para privatizarlas, el DL 708 Ley de promoción de inversiones en el sector minero, que concedía beneficios tributarios, cambiarios y administrativos a la empresa privada; en 1992 se promulga el Texto Unico Ordenado de la Ley General de Mineria y se consolida con la Constitución de 1993. Para suerte de Fujimori todo coincide, el fin de la crisis minera con las leyes privatizadoras lo que le permite desnacionalizar y tener ingresos para inversión pública. En 1994 se recupera la minería al subir las cotizaciones de minerales. Si en 1991 las hectáreas tituladas eran de 2.2 millones al finalizar 1997 eran 15.6 millones para exploración y explotación minera. Las inversiones aumentan de US$ 20 Millones hasta 1,100 millones en 1998. Se privatizan las mas grandes y mejores minas estatales y refinerías entre las primeras están Marcona, Cerro Verde, Tintaya, el Complejo La Oroya, Quellaveco, La Granja, Antamina y de las otras las refinerías de Ilo y Cajamarquilla. La vida económica de esa década estuvo basada en la minería y para el periodo 19901997 el promedio anual de exportaciones fue de US$ 2007 millones anuales, 41% de las exportaciones totales, con previos convenios de estabilidad jurídica y tributaria.

Otro factor que ayudó a Fujimori fue la derrota de Sendero y el MRTA en 1993 mediante el genocidio por lo que se encuentra preso. Esta mas que probado que Fujimori sabía perfectamente de la guerra sucia y durante su Gobierno se ufanaba de dirigir los operativos militares, lo que es plenamente confirmado por los documentos desclasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos. García lo quiere salvar por que de rebote se salva el mismo, sabe que los delitos de lesa humanidad no prescriben y sin embargo apuesta por la ley de punto final. La carta bajo la manga es apostar a que gane la hija de Fujimori en las próximas elecciones, libere a su padre y continúe protegiendo a García. De este modo, Perú se convirtió en el primer país productor de Plata y oro de América Latina, en el 2006 las exportaciones llegaron a 14,715 millones de dólares, 62% de las exportaciones del país y 7% del PBI. Si Fujimori invertía directamente en infraestructura y creaba empleo, García deja esta función a las regiones con el objetivo de frenar al creciente movimiento regional. De acuerdo al Ministerio de Economía y Finanzas en el 2007 se habían transferido por canon a las regiones 7,279 millones de soles. Pero abruptamente acabo el auge minero. En Julio de 2007 la capitalización bursátil ascendió a US$ 108,000 millones de dólares y en octubre del 2008 la capitalización de mercado tan solo llega US $58,000 millones, lo que se explica por la caída de los precios de los minerales que responden al 60% del valor de las acciones de la BVL.1 El TLC y todas las medidas neoliberales para subastar el país han perdido sentido, pero además se destapa la enorme corrupción en el aparato estatal y la empresa privada. En octubre de 2008 se hacen públicos unos audios que comprometen a miembros del ejecutivo, legislativo y hasta al propio Presidente por estar involucrados en la recepción de coimas. Se trataba de todo un grupo en el poder para favorecer a la empresa noruega Discover Petroleum interesada en lotes para explotación petrolera y para conseguirlo pagaba cientos de miles de dólares. El mediador era el empresario dominicano Fortunato Canaan que ingreso al Perú mas de 13 veces y se reunió con el ex Premier Del Castillo y con el actual Premier Yehude Simon, con el Ministro de Salud Hernán Garrido Lecca, de Justicia María Zavala, del Interior Luis Alva Castro, Alberto Quimper y Rómulo León y con el Secretario General del Despacho presidencial Luis Nava Este escándalo podría llevar a la revisión del contrato de explotación del gas de Camisea que ya fue motivo de varios escándalos desde Toledo, que fue concesionado de modo directo y se modificaron cuotas de exportación, precios, etc. favoreciendo a varias empresas foráneas. De hacerse una auditoría de todos los contratos estatales y de la deuda

pública se desmoronaría el Perú. Alan García condena a las ratas para curarse en salud, pierde demasiado tiempo en protegerse de futuras acusaciones y reacciona tardíamente frente a la crisis económica y otra vez solo lo hace para beneficiar al gran capital. La amenaza de crisis de la balanza de pagos por caída de la demanda y de los precios de exportaciones, el recorte de la líneas de crédito que financia los préstamos bancarios en dólares, la pérdida de reservas son verdaderas amenazas. Hay quienes pronostican un crecimiento cero para el 2009 volatilizándose el esperado 7%. La aceptación de García esta por debajo del 30% pero no hay fuerzas opositoras que intenten expulsar al Presidente. Ollanta Umala colocado en un centro que estaba vacío hace mucho que dejo de ser una opción y esta alejado del movimiento regional, del movimiento indígena y de la izquierda que por si mismos tampoco se deciden a organizar un frente nacional anticolonial. García ha logrado que haya regiones enfrentadas entre si. Otras están sumergidas en la corrupción. La izquierda no ha terminado de renovarse y aun esta liderada por muchos oportunistas y conciliadores. Y el movimiento indígena esta en ciernes, aun bajo fuerte influencia de las fundaciones y ONG pero como veremos con una enorme potencialidad. El plan de emergencia coloca al Estado como reactivador de la economía, aumentando el presupuesto y apoyandose en créditos internacionales por 3 mil millones, que puede llegar a los 9250 para invertirlos en 28 proyectos de inversión centrados en obras de infraestructura el 2009 dejando a un lado a la agricultura y la microempresa que es la que realmente genera empleo. Para esta última se destinan 300 millones si son empresas exportadoras. No establece medidas contra el déficit comercial que ya llega al 6% del PBI, no aumenta los salarios, ni reduce el precio de los combustibles y sin embargo dice sostener la demanda interna. Ahora debería arrepentirse por no haber definido una política anticíclica, no haber aplicado impuestos a las sobreganacias de las empresas mineras que hubiesen permitido recaudar 5,000 millones de dólares solamente entre el 2006-2008. En su lugar planteo un óbolo voluntario de 800 millones de dólares en 5 años. Igualmente otra pérdida fue la baja presión tributaria y la rebaja arancelaria por mil millones de dólares. De allí que el Fondo de estabilización fiscal solo tenga ahorros por 1880 millones de dólares. El Ministro de Economía es el neoliberal ex funcionario del FMI Luis Valdivieso que sigue la política de su antecesor Carranza que entre otras medidas entreguistas estableció rebajas arancelarias ocasionando una perdida de mil millones de dólares en el 2007 y decidió exoneraciones tributarias al sector financiero y extractivo. El nuevo Ministro ante la actual crisis

ha recomendado el recorte del gasto corriente e inversiones del Gobierno Central y los Gobiernos regionales y locales. Se prevé un negro futuro hasta el fin de Gobierno de García La resistencia popular La desigualdad y pobreza en el Perú ha ido de la mano con el incremento del consumismo y la correspondiente alienación de los sectores medios. Lo que explicaría en parte en parte el retroceso de Umala y la potencialidad de una nueva izquierda que viene organizándose. Mientras que el Gobierno esperaba 15 mil millones de dólares de inversión extranjera entre e 2008-2015 en 200 proyectos de exploración, 30 en exploración avanzada y seis que van a ampliar sus actividades, la crisis se desató desapareciendo las esperanzas en el chorreo. De ello puede dar testimonio Cajamarca, departamento donde se encuentra Minera Yanacocha que aporta con el 10 de las exportaciones mineras es el quinto departamento mas pobre con mas de la mitad de la población en pobreza extrema. El problema estriba en que con la crisis cambian las expectativas, mientras los trabajadores mineros defenderán su empleo con uñas y dientes, las regiones se distraerán en como gastar mejor lo que les quedo de la época de las vacas gordas, garantizando excelentes ingresos para los funcionarios. El Canon minero se ha convertido en una fuente de desigualdad pues en el 2006 el 70% (alrededor de US 2,200 millones de dólares) esta concentrado en 7 regiones. El 80% de la población andina que se encuentra en zonas mineras con necesidades primarias insatisfechas casi no recibe nada. Pero también este ingreso desarrolla conflictos entre regiones, Tacna y Moquegua disputan el canon que paga la empresa Southern del Grupo México que además tiene minas en Arequipa y Apurimac. El 30 de octubre tras las enormes protestas en Moquegua el Congreso logran que se haga una nueva distribución que favorece a Moquegua sin que ello afecte a la empresa y si a Tacna. El movimiento indígena se presenta como su principal enemigo pues seguramente insistirá en derogar las medidas neoliberales que afectan a las comunidades y potenciara sus posibilidades de convertirse en un movimiento político dejando en un segundo plano la lucha contra las nefastas consecuencias de la inversión minera. En los dos casos tendrá que enfrentarse a la política etnocida y racista del APRA. No hay ninguna duda de que la represión es la marca del Gobierno de García, asesinato, impedir manifestaciones, cierre de emisoras, persecución y apresamiento de líderes, de defensores de los derechos humanos y del medio ambiente; para él oponerse al neoliberalismo es traición a

la patria. El racismo adoptará un claro carácter político, aumentará en la misma medida en que los pueblos indígenas intenten descolonizar el pais, reconstruir las estructuras de la dominación, desconocer al Gobierno, luchar en defensa de sus comunidades y refundarlo como Estado plurinacional y pluricultural. Cuando el acoso, la intimidación militar y la criminalización; cuando la siembra la discordia, el soborno y la cooptación de dirigentes no son suficientes para controlar las comunidades y someter a los defensores de los territorios se recurre a modificar el marco jurídico. Para luego con un nuevo Estado de Derecho Volver a la represión abierta. Ya en Julio de 2007 Alan García emitió 11 Decretos Legislativos que criminalizan las luchas sociales y meses después para implementar el TLC se emiten 102 Decretos mas que vulneran todos los derechos de los pueblos indígenas. El anticonstitucional DL 2115 del 20 de mayo de 2008 regulariza los derechos de propiedad de comunidades campesinas con el acuerdo del 50% de los comuneros colocándose por encima de la Ley de Comunidades Nativas que establece que sin un consenso del 75% de los miembros de una comunidad no se puede privatizar o vender tierras comunitarias y el propio artículo 169 de la OIT. Pero lo mas importante es que se quiere conculcar el derecho a la autoafirmación y autodeterminación de los pueblos como intentaron hacerlo en Cerro Quilish, en los Andes de Cajamarca, en Tambogrande y las comunidades de Huancabamba y Ayabaca en Piura donde antes de que se inicie la explotación minera y se presente el Plan de estudio ambiental al Ministerio de Energía y Minas el proyecto de la empresa Newmont con sede en Denver ya aparecía en Internet para inversionistas de la bolsa de Nueva York. El Ministro del ramo no pudo hacer nada y las comunidades solo pudieron frenar el proyecto viajando a Denver y hablando directamente con la empresa.2 Los movimientos comunales ya saben que pueden triunfar como ocurrió en los distritos Carmen de la Frontera, Ayabaca y Pacaipampa donde el proyecto Rio Blanco de la minera Majaz fue derrotado en el referéndum local en septiembre de 2007. Allí las comunidades defendian sus valles humedos y páramos como generadores de agua y fuente de economia de agroesportación de café orgánico y panela. Reclaman el derecho a estar informados y el derecho a la consulta previa. El paro nacional de 8-9 de julio de 2008 y la lucha amazónica lograron la derogatoria de dos Decretos (el 1015 y 1073) y quedaron 100 pendientes y la meta de los decretos legislativos era entregar el resto a perpetuidad. El 70% de la amazonía esta entregada a las trasnacionales La rebelión indígena amazónica de 70 pueblos duro 12 dias de agosto de 2008. Tomaron instalaciones petroleras de Petroperú, una central hidroelectrica, el lote 56 de Camisea y dos pozos de la Argentina Pluspetrol y bloquearon carreteras y ríos. El Gobierno como en su anterior gestión recurre al apoyo militar norteamericano. En mayo de 2008 ingresaron 150 solados norteamericanos del Comando Sur en

un movimiento aprobado por el propio Congreso como parte del operativo Nuevos Horizontes 2008 y la construcción de un aeródromo militar en una zona equidistante de Colombia y Bolivia En agosto del mismo año las FFAA son acusadas de violar derechos humanos por la desaparición de 11 personas en la ofensiva sobre Vizcatan en operativos correspondientes al Plan de Operaciones Excelencia, supuesto refugio de Sendero. Eso no amedrenta a los movimientos y en la Cumbre de los Pueblos de la Región Macrosur los dias 20-21 de septiembre acordaron un levantamiento para el 20 de octubre exigiendo la derogatoria de todos los decretos legislativos que atentan contra los derechos comunales, el rechazo a las concesiones mineras y proyectos a favor de trasnacionales y la renuncia de García. El 12 de octubre en Asamblea nacional se ratificaron los anteriores acuerdos y el mismo día organizaciones de dos regiones Cusco y Puno agregaron nuevas demandas revisión de las privatizaciones, nulidad de contratos y concesiones mineras, hidrocarburiferas y gasiferas, una constitución plurinacional y que los santuarios incas pasen a la administración comunal. El 20 sorprendieron con una serie de acciones bloqueos, enfrentamientos con la policia, marchas. En Marangani y COMBAPATA rechazan la construcción de la hidroelectrica Salcca Pucara concesionada a una empresa privada para favorecer a las mineras, restando agua a los pueblos y privatizándola en la ciudad de sicuani. En Puno exigen reparación y remediación por la contaminación minera del Lago Titicaca, derogatoria de los decretos 002003 que crean la reserva nacional Aymara Lupaka, defensa del cultivo y comercialización de la coca, reconocimientos de las naciones quechua y aymara, concertación de precios de la fibra de alpaca y lana de ovinos. Estas luchas fueron silenciadas a tal grado que pocos conocían por que el Sur peruano estaba paralizado. Los Presidentes Regionales de Cusco y Puno fueron cuestionados, lo mismo que la CNA, CCP y Conacami que según los luchadores estaban en un placentero viaje. Esta ocurriendo algo que hace algunos años hubiese resultado insólito el aumento de las comunidades reconocidas. En 1991 eran 4792 y en el 2005 5998 con territorios de 14 millones de hectáreas (40% de las tierras de uso agropecuario) y 711,571 comuneros3 FORTALECER LA CONACAMI Esta organización se constituye en octubre de 1999 en respuesta espontánea a la expansión minera después de seis plenarias y nueve congresos regionales sobre la base de organizaciones de nueve regiones afectadas por la minería con un discurso ambientalista y negociador, buscando soluciones dialogadas entre comunidades y empresas. Era una respuesta de las ONG Cooperación, Eco y Labor y las agencias de cooperación Oxfam América y 11.11.11 de Bélgica a un

vació que no lo llenaban la CCP, CNA, CGTP, etc. La reacción ante la convocatoria fue enorme y en el año 2000 la CONACAMI se expande alrededor de los conflictos en Tambogrande, Huarmey y San Mateo Huanchor. Buscan alianzas con organizaciones locales, empiezan a crear entidades regionales, las Corecamis, algunos dirigentes abandonan, se recomponen dirigencias y se hacen mas representativas. En los diálogos con el Estado y las empresas se ven en problemas para sustentar sus propuestas cuando no son desconocidos. Después de la segunda marcha en julio de 2002 es reconocida por el Gobierno En el 2003 se consolidan algunas Corecamis y otras se desafilian, llegan al II Congreso en octubre se ese año con 400 delegados donde desarrollan intensos debates en torno a la política económica, industria extractiva, derechos indígenas y conflictos y lo mas importante se define la autoafirmación indígena y se convierten en Confederación. La influencia de los procesos boliviano y ecuatoriano es evidente. En el 2004 ya tenían una definición claramente antineoliberal. Autocríticamente reconocen su ausencia en conflictos importantes como en Cerro Quillish en el 2004, y en el año siguiente en Cotabambas contra el fideicomiso de Las Bambas, en la Oroya contra la ampliación del PAMA de Doe Run, en Ancash, Espinar. El Gobierno montaba campañas de desprestigio, cuestionaba la presencia de ONG y proponía su fiscalización, penalizaba la protesta y enjuiciaba a sus dirigentes. Un caso parecido a lo que ocurrió con los dirigentes cocaleros. Tuvieron que transcurrir varios años desde 1998 hasta la constitución de la Coordinadora Andina de Organizaciones indígenas CAOI el 17 de julio de 2006 donde se van definiendo posiciones mas claramente anticoloniales. Mientras se fortalecían como organización nacional e internacional, abrían una brecha entre la central y las agendas locales. Pero la principal contradicción creemos que fue entre su consolidación como organización indígena y sus responsabilidades como representante de comunidades afectadas por la minería.4 Por el Perú asisten la CONACAMI, la CCP y la CNA. De otros países la CSTUCB, Federación Nacional de Mujeres Bartolina Sisa y la Conamaq por Bolivia, Ecuarunari del Ecuador, CITEM de Chile, la ONIC de Colombia, ONPIA de Argentina y la CONIC por Guatemala. Se diseño un Plan estratégico que quedo terminado en enero de 2007. En este evento cada representación elaboró un diagnóstico de su país. Los peruanos denuncian que de acuerdo a la Constitución de 1993 el derecho comunal es solo sobre el suelo y el Estado es propietario del subsuelo y los recursos naturales en territorios indígenas. El BID y el BM promocionan la propiedad individual, el Estado ofrece concesiones sobre territorios indígena y para ello modifica la legislación. El Estado reconoce la pluriculturalidad pero en realidad criminaliza las luchas de las otras culturas. Es significativo que lleven al debate problemas de identidad, autogobierno, mapa de pueblos y nacionalidades en los andes. Consideran que mientras hay avances en la articulación del movimiento indígena campesino andino amazónico y en la construcción de una agenda indígena nacional, aun Falta un movimiento político indígena que permita demandar una

Asamblea Constituyente. Lo importante es que coinciden en un plan de acción que incluye la defensa de tierra y territorio desde la unidad con la madre naturaleza, construcción de Estados plurinacionales y sociedades interculturales, implementación de derechos colectivos de los pueblos indígenas, reconstitución de los pueblos indígenas y consolidación la articulación internacional, luchar contra la criminalización, militarización y cooptación de dirigentes.5 En los duros tiempos que se avecinan hace falta dar un gran salto político que lleve al combate el programa de la Agenda Nacional Indígena Campesina publicada en enero de 2008 que responde a las políticas recolonizadoras y que se puede resumir en construcción de un Estado Plurinacional, participación política como pueblos, defender sus territorios y reindigenizar el pais, desarrollar la economía, identidad cultural, educación bilingüe intercultural y justicia comunitarias.

Notas 1. Humberto Campodónico, “Masacre Sistémica”, www.cristaldemira.com, 10-102. 3. 4. 5.

2008. Marco Arana Zegarra, “Los recursos naturales como mercancía”, en Territorios y recursos naturales: el saqueo versus ekl buen vivir, www.alainet.org p.26 Luis Vittor, Resistencias comunitarias a la mineria, p. 16, CONACAMI, Lima, mayo 2008. Luis vittor, Resistencias Comunitarias a la mineria, la experiencia de CONACAMI, Corporación Grafica imperio, Lima, mayo 2008 CAOI, Plan Estrategico, Lima 2008.

LOS NEOPOPULISMOS LATINOAMERICANOS COMO REIVINDICACION DE LA POLITICA Roberto Follari (*) Un fantasma recorre América Latina: el del populismo radical o neopopulismo. Una izquierda que ha llegado al gobierno en diversos países del subcontinente, y que se escapa de los moldes tradicionales de organización y discurso político, tanto los que provienen de la democracia parlamentaria capitalista, como de los que ha canonizado tradicionalmente la izquierda revolucionaria. ¿A quiénes nos referimos? Digámoslo de una vez: a los actuales movimientos gobernantes en Venezuela, Bolivia y Ecuador, caracterizados por liderazgos personalistas fuertes, participación activa de movimientos sociales, y rechazo del neoliberalismo económico y liberalismo político; un aliado de los cuales es a su vez el gobierno kirchnerista en Argentina, versión también de dicho neopopulismo, aunque atenuada en su radicalidad ideológica (en los primeros tres se habla de socialismo, lo cual no es el caso argentino). Estos movimientos que han llegado a nivel de gobierno, son parte de la presencia de la izquierda latinoamericana en la cúpula de los Estados, configurando un presente que no hubiera soñado ni el más optimista y utópico de los militantes radicalizados. Brasil, el más grande país latinoamericano, está gobernado por Lula y el PT; Uruguay por la coalición que representa Tabaré Vázquez, Chile por la Concertación. A su vez, acaba de obtener su resonante triunfo una alianza de sectores populares en Paraguay con Lugo a la cabeza, cuya dirección política aún no se puede desentrañar en detalle (decimos esto en junio de 2008). Lejos de mi intención está oponer entre sí a los gobierno neopopulistas con el resto de los gobiernos progresistas latinoamericanos: con sus diferencias de estilo y de radicalidad, colaboran todos a sedimentar una decidida mayoría de administraciones en el subcontinente que no son afines a los mandatos de Washington, y que muestran un enorme potencial de construcción de política alternativa al neoliberalismo aún reinante a nivel planetario. Incluso, fomentar la oposición entre unos y otros (neopopulistas por una parte, gobiernos de izquierda con raigambre liberal-parlamentaria por otra) es una permanente política del stablishment, con la intención de fracturar las alianzas que puedan producirse como bloque de conjunto, tal como la de un organismo regional de Defensa, propuesto a fines del reciente mes de mayo por el presidente Lula.

Incluso un gobierno muy moderado y apegado al libre mercado como es el de la Concertación chilena, ha tenido el cuidado de mantener una política de respeto y apoyo hacia Evo Morales en Bolivia, o se ha negado a aceptar presiones para una abierta condena a Chávez, por ej. cuando se acusó a éste en la OEA de ingerencia previa a las últimas elecciones presidenciales en el Perú. De tal manera, es de celebrar para un pensamiento emancipatorio, incluso con las reservas que pueda mantenerse sobre algunos de estos gobiernos, que ellos se hayan impuesto por sobre las derechas tradicionales, y que den lugar a un mapa político regional que es absolutamente inédito, y en gran medida opuesto a la directa hegemonía de los Estados Unidos. Aclarado este punto decisivo acerca de la necesidad de defender políticamente no sólo a las izquierdas populistas sino a todas las que han llegado a gobiernos –sin por ello dejar de advertir sus problemas y limitaciones diferenciales en cada caso-, es que se hace necesario tipificar la diferencia específica que los gobiernos neopopulistas tienen con los demás (es obvio que el gobierno de derechas de Alvaro Uribe y el de un APRA reconvertido por Alan García, quedan fuera de esta oleada emancipatoria en la región). Está claro –y los organismos estadounidenses de defensa han sido explícitos al respecto- que los gobiernos neopopulistas constituyen su nuevo enemigo en la región. También está claro que las derechas prefieren a las izquierdas que no toquen los mecanismos de mercado, o al menos que no lo hagan con intensidad; y a las que sostengan los mecanismos parlamentario-representativos como modelo de funcionamiento in toto, de manera que la tradición liberal-parlamentaria del capitalismo occidental sea asumida sin modificaciones ni cuestionamientos. Es por ello que Chile aparece siempre como la izquierda preferida por la derecha, tanto a nivel diplomático como periodístico; y que Uruguay y Brasil sean igualmente tenidos en cuenta, aunque quizá en menor medida (Brasil tiene importantes rasgos de independencia a nivel geopolítico además de ser una potencia económica, lo cual produce algunos resquemores de las derechas a su respecto). En el caso brasileño el fuerte liderazgo de Lula, más la amplia participación de movimientos sociales –esto último se da también en Uruguay- muestran algunos rasgos en común con los procesos neopopulistas. Digámoslo desde el comienzo: la noción de populismo refiere aquí a procesos de real viabilización de intereses populares. De tal manera, de ningún modo estamos usando la categoría de la manera peyorativa en que a menudo se la ha utilizado en la tradición política y politológica continental. En ese sentido, la atención que el teórico Ernesto Laclau ha dado al tema del populismo recientemente (1), retomando trabajos suyos de hace dos décadas, sin dudas que colabora a tratarlo con la consideración que la cuestión merece. Este autor ha insistido en lo importante que es sacar a este fenómeno de las actitudes despectivas con que

habitualmente se lo ha valorado. Populismo y neopopulismo El fenómeno populista no es nuevo en Latinoamérica. Ha habido una considerable tradición al respecto, que va de Lázaro Cárdenas en México a Juan Perón en Argentina, pasando por Velasco Ibarra en Ecuador y Paz Estensoro en la Bolivia de los años cincuentas. Por supuesto que ellos tienen diferencias entre sí, pero guardan una serie de rasgos en común que vale la pena enfatizar: 1.Remiten a un liderazgo personalista, fuerte y de rasgos carismáticos; 2.Muestran reservas hacia el parlamentarismo, y también hacia el pluralismo en su versión de representación partidaria; 3.Remiten más a “movimientos” que a la forma-partido (si bien estos movimientos, en la primer versión populista latinoamericana, tendían a ser unívocos, no representación de variados “movimientos sociales autónomos” como ocurre actualmente); 4.En gran medida, su configuración se dio desde el poder del Estado, es decir, siendo gobernantes sus líderes; 5.Sostienen posiciones nacionalistas, y tendencialmente proponen a la propia identidad como representativa de la Nación frente a poderes externos; 6.Sostienen una defensa del pueblo como entidad plebeya frente a las elites económicas, políticas y culturales, asumiendo cierto rechazo de lo ilustrado; 7.La representación del “pueblo” resulta siempre policlasista, y promueve una identidad colectiva inexistente antes de que el discurso populista irrumpiera.No pretendemos ser exhaustivos, pero creemos que estos rasgos resultan suficientes para que se entienda de qué hablamos cuando nos referimos al populismo (del cual el neopopulismo es una continuidad, con algunas diferencias ideológicas y organizativas parciales). De esta enumeración puede tomarse tres conclusiones de importancia: a.No resulta válida esta noción de populismo para hacer referencia a los farmers de Estados Unidos o al populismo ruso con el cual dialogara Carlos Marx; la categoría no va aplicada a cualquier forma de organización política que se establezca bajo la apelación a la categoría de “pueblo”, sino a aquellas que se han producido desde el Estado, y han llegado al gobierno del mismo; b.Estamos hablando de un fenómeno que no es exclusivamente latinoamericano (casos como los gobiernos de Nasser, Nerhu o Sukarno –propios de los años cincuentas del siglo anterior- pueden entenderse bajo este concepto), pero que no parece compatible

con el capitalismo avanzado, al menos desde su proceso de modernización acelerada en los años sesenta y setentas del siglo XX; estamos ante un fenómeno propio de las formaciones sociales del capitalismo periférico. c.No hemos hecho una definición del término populismo (como lo pretende Laclau) (2), pues ello no es en absoluto pertinente. La noción de “definición” se opone epistemológicamente a la de “determinación” propuesta por la dialéctica marxiana (lo real como síntesis de múltiples determinaciones). A su vez, un lógico como Putnam ha mostrado claramente que una clase lógica (es decir, un concepto que reúne a una serie de casos bajo la misma denominación) no puede agotarse en definición alguna, sino que se sostiene en una serie limitada de rasgos, los cuales a menudo no son cubiertos en exhaustividad por la mayoría de los ejemplares que entran dentro de dicha clase (3). Los populismos iniciales apelaron a cierto nacionalismo, pero no siempre fueron antiimperialistas. Plantearon alianzas de clase internas, entendidas en términos de “Nación”; dichas alianzas a menudo incluyeron a las burguesías nacionales junto a obreros y campesinos, cuando no a alguna parte de las oligarquías criollas tradicionales. Y la hegemonía ideológica en ningún caso se allegó a las clases oprimidas en términos de socialismo; por el contrario, en algunos casos –el peronismo histórico es ejemplar al respecto- se buscó oponerse al mismo, promoviendo un capitalismo redistribucionista. Sin embargo, el rasgo de ser un movimiento de masas que representaba lo nacional frente a los poderes extranjeros, estuvo siempre presente; junto a la defensa plebeya del “pueblo” contra las elites tradicionales, al menos en el nivel de lo discursivo explícito. El rechazo de la oposición como parte de esos poderes internacionales fue también un importante rasgo de estos fenómenos políticos, en lo cual quedaba expresa una repulsa a las formas del pluralismo representativo liberal. En aquella época, versiones como la del sociólogo Germani, entendieron el populismo como una respuesta reactiva de los sectores obreros y campesinos a la modernización social. Sin dudas que se advierte en este fenómeno un rechazo a las mediaciones políticas tal cual se las entiende en el sistema parlamentario, las cuales son impersonales y abstractas, propias de los criterios burocráticos necesarios a la modernización. Pero de ello no se sigue ninguna valoración necesariamente negativa de esa situación: sólo para quien toma la democracia representativo-parlamentaria como modelo perfecto e irrebasable de sistema político (4), puede asumirse que para una sociedad con rasgos diferentes, no pueda haber modulaciones y diferencias en la conformación de dicho sistema político. Los populismos tradicionales respondieron a un momento histórico en que las burguesías nacionales estaban en conformación, o aún eran inexistentes; la posibilidad de un “capitalismo de corte nacional” que cerrara la economía centrándose en el mercado interno, era evidente. Esa condición desapareció en la medida en que el capitalismo multinacional se fue instalando progresivamente por vía de las grandes empresas, y la globalización económica desde los años noventas fue achicando el peso del Estado para generar una política económica autónoma. En tales condiciones, pareció que el populismo estaba enterrado para siempre, pues habían desaparecido las

condiciones que en su momento lo posibilitaron. La aparición del neopopulismo ha mostrado que las condiciones de clase no eran suficientes para delimitar la posibilidad del fenómeno. Sin dudas que lo que Laclau enfatiza –la remisión a lo discursivo/ideológico- es lo que tipifica al populismo en todas sus formas (las anteriores y las actuales), y es en ese espacio donde debemos pensar las condiciones que han permitido la reaparición del fenómeno. Pero para nosotros lo discursivo no demarca la forma de lo real, separándonos en esto de Laclau ( 5); sostenemos la inherencia de lo discursivo a espacios sociales de emisión y recepción, de manera que lo social sigue siendo –en su materialidad entendida en términos de Marx- el suelo necesario de análisis que permita entender la emergencia de un fenómeno de orden ideológico. Laclau ha sostenido coherentemente que lo discursivo no puede ser derivado de lo realsocial, ni reducido a ello. Evitar la reducción del ámbito de lo simbólico-ideológico al de la materialidad socioeconómica es sin dudas un acierto, que ya lleva muchos años de establecido en el pensamiento de la izquierda a nivel mundial. Pero de ello no se deduce una posición que se ubica en el polo contrario, y que simplemente invierte la relación: según ese supuesto, lo material-social podría derivarse del análisis de lo discursivo, o sería coextensivo con éste. Lo cual no nos parece aceptable ni en lo ontológico ni en lo epistemológico. En lo ontológico, sostenemos la exterioridad de lo real al discurso, aun cuando sea obvio que sólo al interior de lo discursivo nos hacemos partícipes de lo real. Que no podamos captar lo real sin lo discursivo, de ninguna manera supone que el discurso sea el que establezca la forma de lo real, y menos aún que esto exista moldeado exclusivamente desde el campo de lo discursivo. La sociedad existe en sus relaciones de clases, etnias, géneros y grupos, y el discurso se entiende al interior de dichas condiciones social-materiales, y sólo al interior de ellas. En lo epistemológico, entendemos que oponerse a la noción de determinación de lo simbólico por lo socioeconómico (por la organización social de la actividad económica), no significa que esto último no ponga restricciones al campo de lo simbólico. Lo realsocial no determina, pero sí condiciona lo discursivo; ello, incluso en la medida en que esto último es un nivel de existencia de lo real/social mismo. De tal manera, ser noreductivos de lo discursivo a lo social, no implica negar que lo social existe como condicionante, como espacio que pone límites y restricciones a lo discursivo. De lo contrario se corre el riesgo del absurdo, como sería suponer que la toma de posiciones ideológicas es por completo arbitraria respecto de la posición material de clase (y/o la de etnia, género, etc.). Ello llevaría a imaginar que la burguesía podría ser la protagonista de una revolución antiburguesa, por ej.; es así, si hacemos caso a la idea de una radical contingencialidad de lo discursivo y su capacidad de interpelación ideológica hacia los sujetos (esta última frase según el lenguaje del primer E.Laclau) (6).

Ahora bien, volviendo a nuestro hilo principal: ¿cuál sería la diferencia específica de los actuales neopopulismos? ¿en qué se distancian de los populismos anteriores? En primer lugar, han surgido en condiciones sociopolíticas diferentes; ya no pueden apostar al “desarrollo nacional” del mismo modo que antes, y por ello se hace necesario una mayor radicalidad en las reformas socioeconómicas propuestas. Además, recordemos que se trata de un fenómeno ideológico. Como tal, surge luego de los reveses que en los años setentas sufrieron los procesos que quisieron ser revolucionarios en Latinoamérica: el golpe en Chile y Uruguay, la feroz dictadura argentina, el acallamiento de las guerrillas en Centroamérica, el derrocamiento de Torres en Bolivia y reemplazo de Velazco Alvarado en Perú. Los sospechosos accidentes con muerte de Roldós y de Torrijos. Más el posterior entronizamiento neoliberal, con los desastrosos resultados en aumento de la pobreza, el desempleo, la indigencia y la desocupación. Por tanto, se trató de ser radicalmente antiliberales, y de recoger el legado de las luchas revolucionarias brutalmente acalladas en los años setentas. En ese sentido se entiende los procesos judiciales a quienes manejaron secuestros y campos de exterminio en Argentina, tanto como la recuperación de la memoria de las víctimas de la represión en Venezuela. Se ha tratado de retomar las banderas de los años setentas con nuevas modalidades de ejercicio de la política, que no pasan hoy por la lucha armada como entonces, sino por la reconstitución del pacto entre la política y la población –destrozado por la calamidad neoliberal-, y por la asunción de banderas radicales de cambio; específicamente, el socialismo, mayoritariamente ausente en el populismo latinoamericano del siglo anterior (7). También cabe destacar la presencia de los llamados nuevos movimientos sociales; estos no tenían preponderancia tan fuerte en los populismos iniciales, en tanto su consolidación es –al menos en algunos casos- reciente. Tales movimientos producen una forma de representación ampliada de los nuevos populismos en comparación con los primeros, pues promueven una relación directa con las bases de movimientos indígenas, regionales, de mujeres, ambientalistas, etc. Ello enriquece de pluralismo a los neopopulismos, pero a la vez agrieta la tendencia ideológica unificante que era propia de los populismos tradicionales; erosiona en alguna medida el poder de convocatoria unívoco que suele adscribirse al líder general del movimiento como un todo, a la vez que propone una difícil gramática de negociación de las diferencias entre las diversificadas demandas, reivindicaciones y tradiciones de cada uno de estos grupos dentro del conjunto que queda representado gubernativamente. El tratamiento peyorativo Laclau lo establece muy bien: el populismo en todas sus formas ha sido objeto de despección y rechazo, no sólo en las prácticas políticas de los sectores hegemónicos y de las oposiciones ilustradas, sino también en la teoría política, perteneciente también a la intelligentzia (8).

Se ha asumido a este fenómeno como irracional, fruto de todos los males que surgen de la oposición semántica “intelectual vs. emocional”, o “racional vs. irracional”. Siempre se otorgó al populismo el segundo de estos términos en esa imaginada oposición, de por sí brusca y primaria, pues racional no es sólo aquello que se realiza premeditada y reflexivamente, sino todo lo que podamos justificar argumentativamente, ya sea llorar ante el sufrimiento, golpear a alguien por autodefensa, etc. Laclau rastrea esta despección en las obras de Le Bon y Tarde sobre la “psicología de masas”, y la idea de que éstas funcionaban por sugestión e imitación, en oposición a la condición de transparente racionalidad en que actuarían los sujetos individuales. De tal manera, se achaca al populismo toda la supuesta gama de errores propia de las masas, incultas y proclives a la influencia externa: seguimiento de cualquier liderazgo, tendencia a la violencia, incapacidad de autocomprensión, carencia de matices, tendencia al fanatismo, etc. No está de más recordar aquí la primitividad de toda esta Psicología precientífica de comienzos del siglo XX, cuyo eurocentrismo (la idea de sujeto fundante y conciente en clave cartesiana) no es difícil de advertir. Parece que los sujetos en soledad fueran inmunes a las influencias, no manipulables, intrínsecamente autorreflexivos. Y a su vez, la población cuando se junta, sería inherentemente autoritaria, sugestionable, violenta e irreflexiva. Insistimos nuevamente en que lo emocional no debiera pensarse en clave opuesta a lo racional; es cierto que en situaciones masivas cada sujeto está sometido a condiciones de alto contenido afectivo (por cierto, también se lo está en algunas condiciones solitarias, o bajo la influencia actual de los medios masivos). Pero no es cierto que no pueda justificarse argumentativamente (antes o luego del momento de alta eclosión emocional) por qué se estuvo en una manifestación masiva, qué se cantó o arengó allí, por qué se cree que el líder del movimiento deba ser seguido, etc. La gente está junta en una situación masiva, pero no lo está en el momento previo a ir hacia ese encuentro multitudinario, de modo que no puede achacarse a emocionalidad el momento personal en que se toma la decisión de concurrir. Dicho esto para rechazar las concomitancias de “irracionalismo” que suele adscribirse a todo lo masivo (y al populismo, que a menudo se asienta en concentraciones populares masivas), debemos señalar que Laclau propone que lo populista no señalaría a un tipo determinado de sistema político, sino a un rasgo que corta transversalmente a cualquier forma de ejercicio de la política (9). No estamos totalmente de acuerdo con esa afirmación; que el rasgo populista esté presente secundariamente en otras formas de acción política diferente de los movimientos populistas, no significa que no pueda distinguirse como tales a aquellos que ejercen esta modalidad como su rasgo distintivo y principal. De tal manera, puede haber –y creemos que es así- movimientos populistas, por una parte, y por otra rasgos populistas en movimientos que no lo son. Esto último remite a la agonística política, o conflictividad bipolar propuesta por el

populismo en lo político, diferente del consensualismo pluralista propio de las democracias de raigambre liberal. Contra el pactismo que en filosofía política propone las reglas del acuerdo como constitutivas de la politicidad, entendemos que esta última remite más bien a relaciones de fuerza previas a todo acuerdo posible y configuradoras de la forma que éste pudiera alcanzar, según puede desprenderse de Marx por un lado, o de Carl Schmitt por el otro -en antípodas ideológicas-. De tal modo, no sólo el populismo sino también las formas guerreristas de entender lo político (propias de las derechas totalitarias, pero también de las izquierdas revolucionarias) abrevan de esta tradición, que propone que no existe una forma “a priori” de pacto democrático a la cual pueda adscribirse la política en general. Creo que es excesivo, entonces, entender el antagonismo político como rasgo populista exclusivamente. Incluso cabe afirmar que tal rasgo está presente en alguna medida dentro de cualquier política posible, ya que por más “ética de la responsabilidad” universalista que alguien asuma, necesariamente al hacer política debe intentar triunfar por sobre los otros, y oponerse a ellos. En este sentido, la política pluralista-liberal disimula los dientes y las garras de las luchas intestinas que el sistema político sostiene a su interior para pretenderse impoluta y límpida, suponiendo que el antagonismo fuera una lacra de la cual hay que deshacerse, y adscribiéndolo siempre a los sectores populistas. Siendo así, la forma brutal en que hoy las oposiciones latinoamericanas (muy mayoritariamente de derechas) hablan y actúan en contra de los procesos populares y populistas latinoamericanos actuales, siempre es adscripta por ellos a la supuesta conflictividad producida por esos procesos. La oposición es brutal sólo porque los gobiernos populistas son brutales, se sostiene. De tal manera, la apelación al lenguaje del consensualismo pluralista sirve para –en los hechos- antagonizarse de manera binaria contra los gobiernos populistas, y obrar en espejo con éstos cuando no aumentando la potencialidad de los ataques, pues estas oposiciones cuentan con la mayoría de los medios masivos en su favor, así como del apoyo de los grandes popes económicos del empresariado. El democrático populismo vs. las antidemocráticas “democracias” Conocemos la virulencia, pertinacia y maniqueísmo del ataque por vía de los medios masivos a los procesos populistas latinoamericanos en curso; quienes vivimos en alguno de los países en que tales procesos se desarrollan, no tenemos dudas al respecto. Nos encontraríamos ante gobiernos “hegemonistas”, tendencialmente totalitarios, antidemocráticos, poco respetuosos de las libertades, que atropellan a las minorías, que no aceptan a quienes piensan diferente, etc. Dejemos de lado el comportamiento de las oposiciones políticas y gran parte del periodismo que, como acabamos de afirmar, en nombre de combatir estos reales o supuestos males, los cometen en igual o mayor medida, con lenguajes destemplados y satanizantes. Veamos si es válido considerar poco democratico el andamiaje político populista.

Uno de los primeros rasgos que asoma es que el nuevo populismo (y en esto con cierta distancia del anterior) ha estado alejado de lo represivo. En el caso argentino, los piqueteros han cortado rutas sin ser desplazados (el gobierno es aliado de varias de sus agrupaciones, aunque hay otras que se mantienen en la oposición); e incluso un movimiento de propietarios agropecuarios en curso en mayo de 2008, ha gozado de impunidad para cortar cientos de rutas sin ser reprimido por un considerable período del conflicto, mientras tilda al gobierno de supuesta intolerancia. En Venezuela los crímenes por delincuencia común siguen siendo muy numerosos, sin que el gobierno acepte tomar una política “dura” al respecto. Vale la pena subrayar este rasgo, porque toda la prensa de derechas tiende a disimularlo: la supuesta tendencia autoritaria de los gobiernos neopopulistas, queda disuelta a la hora de determinar en cuántos casos apeló a la represión directa, como sí apelan habitualmente los grupos ideológicos que acusan de intolerante al neopopulismo. Otra cuestión de importancia es que se ha garantizado condiciones de libertad a grupos habitualmente perseguidos y proscriptos, así como se ha procesado –en el caso argentino- a quienes violaron derechos humanos durante la última dictadura. Estos son rasgos de colaboración a la salud institucional de los países de que se trata, los cuales no sólo no son reconocidos por las oposiciones políticas, sino que es obvio que éstas en ningún caso hubieran sido capaces de sostenerlos ni llevarlos a cabo. En otra parte he desarrollado largamente el argumento en relación a la cuestión democrática (10); por ello esta vez seré breve al respecto. El neoliberalismo presenta la democracia parlamentaria con división de poderes, como si fuera una forma universal y a priori de sistema político racional y cuasi-perfecto. Parece ser el patrón universal al cual debe rendirse cualquier sistema político real, el cual sería válido sólo en la medida en que se semeja a él. Dejemos de lado cómo no se aplica la crítica cuando el sistema político funciona abiertamente en contra de los principios democráticos, pero se declara a favor de ellos y del ejemplo de la democracia capitalista estadounidense (es el caso de Uribe, que cambia la constitución para reelegirse y tiene muchos de los parlamentarios de su partido procesados por relación con los paramilitares). ¿Son antidemocráticos los gobiernos populistas? ¿En qué sentido se hace esa afirmación? Por una parte, se insiste en la mediación partidaria y parlamentaria: aquello que de asambleístico y de movilizaciones de masas existe en los populismos, es presentado como rango no admisible de participación política. No se ve, sin embargo, por qué sería negativo que exista relación directa entre un líder y sus seguidores, o por qué la abstracta (en tanto que mediada) forma de representación parlamentaria habría de ser la única válida. Por el contrario, es más factible la expresión y la llegada de las demandas por vía populista, a la vez que la única efectiva para amplios sectores sociales separados de la escritura y de los modelos burocráticos de llegada a los estrados parlamentarios. Por supuesto, lo que hace pensar que estas modalidades no serían democráticas es el

prejuicio ya referido contra lo masivo, y contra las manifestaciones que se le asocian. Lo dicho no significa –por nuestra parte- suponer que los parlamentos, cuando cumplen cabalmente su función, no tengan una actividad específica que cumplir. Implica solamente que no tienen por qué aparecer como el único modo de representación, habitualmente alejado de referendums, consultas populares y otras posibilidades de intervención que han sido abiertas por los neopopulismos. Por otro lado, es sabido que el neoliberalismo propagandeó la relación de inherencia entre libre mercado y democracia; para esta versión, sólo hay democracia si hay libre mercado, y donde hay libre mercado debe entenderse que hay democracia. Serían – según esta aviesa posición- las dos caras de una única moneda. Puede demostrarse que ello es claramente falso, para lo cual basta con señalar la absolutización del libre mercado –con M.Friedman como consultor- en el gobierno dictatorial de Pinochet. Por otro lado el libre mercado no produce ni fomenta igualdad o equidad en la distribución económica, con lo que contribuye a lanzar a la marginalidad social a millones de individuos, los cuales a partir de esa situación, están imposibilitados objetivamente de cumplir con alguna condición de sujetos de derechos, y de ejercicio de ciudadanía. Sin embargo, está altamente impuesta la idea de que quienes se oponen al libre mercado estarían con ello afectando a la democracia. Es una de las razones por las que un gobierno como el chileno es percibido como tan prístinamente democrático mientras el venezolano es execrado permanentemente, como si fuesen el blanco y negro de contraste en una fotografía. De tal modo, la noción de democracia es usada como simple máscara para que los intereses de las multinacionales no sean tocados. Y ello se ejerce, incluso, también de una manera más sutil, por vía de reivindicar el parlamentarismo puro. Esto segundo ya no parece defensa del libre mercado, sino es –incluso para algunos de manera sincera- simple defensa del pluralismo partidocrático-parlamentario. Se trata de defender una forma de sistema político donde exista escasa concentración de poder, y donde la oposición tenga fuerza y reconocimiento. En tanto el populismo no suele implicar estas situaciones, se lo entiende como peligroso y destructivo para con la democracia. Es muy común esta actitud en los medios masivos latinoamericanos, y ha alcanzado un amplio y mayoritario consenso. No es fácil –a nivel masivo- deconstruir esta noción, pero sí pretendemos refutarla conceptualmente: el poder no es igual al gobierno, ni al sistema político. Existen los poderes fácticos y ellos, que siempre han sido fuertes, lo son actualmente más que en el pasado. Señalemos dos que han crecido enormemente en peso relativo dentro de la globalización: las empresas multinacionales con su fluidez de movimiento de capitales, y los medios masivos, con su invasión total y permanente del universo personal de las

significaciones. Estos poderes nadie los eligió ni pertenecen al sistema político, pero ejercen. Son fuertes, y pueden producir extraordinarias presiones sobre gobiernos y opinión pública. Son poderes ajenos al gobierno y, en los casos populistas, contrarios mayoritariamente a esos gobiernos. Representan intereses económicos altamente concentrados que no se resignan a tener que redistribuir entre otros sectores de la población. A ellos hay que agregar otros que siempre fueron poderosos, como la diplomacia de las grandes potencias (especialmente Estados Unidos, por supuesto), y el peso de la Iglesia, sumamente fuerte en la mayoría de los países latinoamericanos, en la medida en que la creencia religiosa mantiene una vigencia que parece en gran parte inmune a las críticas que pueda hacerse hacia los dignatarios eclesiales. Ahora bien, si un gobierno tiene poder político escasamente concentrado. ¿Podrá hacer algo para doblegar a esos poderes fácticos? Seguramente no. Los gobiernos neoliberales iban a favor de tales intereses, por eso no encontraban problema en la situación de que su poder político autónomo fuera escaso. Pero si se quiere gobernar en serio, y no simplemente seguir la voluntad de los poderes fácticos establecidos y no elegidos democráticamente por nadie, se requiere cierta concentración de poder político. Ello no es un capricho antidemocrático, ni una imposición contra el pluralismo: es la condición mínima para que se pueda luchar con alguna probabilidad de éxito para que la política exista, y no sea esclava de la economía y el mundo de las instituciones establecidas. En cambio, el “sano pluralismo” es, a menudo, segura base para la imposibilidad de cambiar nada desde la política y para abdicar ante los poderes fácticos, que son los efectivos gobernantes en las denominadas democracias capitalistas. En nombre del pluralismo se llama a la inacción y a la burla de la voluntad mayoritaria expresada en las urnas, condenando a los gobiernos a la impotencia y la imposibilidad de realización. El neopopulismo es el retorno de la política, entonces, frente a su rendición previa a los poderes establecidos. Es el volver a poner la voluntad colectiva en un lugar de posibilidad de ejercicio de poder, contra la impotencia política buscada cuidadosamente por el neoliberalismo (no en vano para éste la política es considerada un mal), el cual dejaba el poder en los ciegos mecanismos del mercado. Valorar lo democrático Por cierto hoy las izquierdas latinoamericanas, al igual que casi toda la población, valoramos altamente la democracia genuina. Suficientemente se sufrió durante las dictaduras, como para que esté bien claro que la democracia parlamentaria y los derechos civiles son limitados, pero constituyen espacios efectivos de límites a la arbitrariedad o la violencia. En consecuencia, no estamos abogando por dejar fuera el parlamento ni la oposición

política: de hecho, ellos existen en todos los regímenes neopopulistas, salvo algún caso excepcional donde su desprestigio previo era enorme (11). No se trata de eliminarlos, sino de evitar su absolutización. Son parte necesaria de nuestros procesos políticos, pero no tiene por qué pretenderse –en su nombre- que un liderazgo popular personalista sea antidemocrático, o que si un gobierno consigue un amplio apoyo de la población que le dé mayoría parlamentaria, eso signifique alguna forma larvada de totalitarismo. En realidad, las libertades cívicas han sido más respetadas durante los neopopulismos que en otros procesos políticos. En Venezuela, se quiso acabar con el gobierno de Chávez por vía de una claúsula constitucional existente sólo gracias al gobierno de Chávez. El cierre de un canal televisivo, probablemente hubiera ocurrido mucho antes en cualquier otro régimen (si no lo hacen, es porque están a favor de los mismos intereses que los dueños de los canales, y nunca han sufrido sus ataques). En Argentina, la no-censura de prensa y medios es absoluta, a pesar de las quejas de los dueños de los medios por las críticas que reciben desde el gobierno. Ante estas situaciones, en gran medida el ataque a los nuevos gobiernos se sustenta en el desprestigio de la política que fue ganado por los gobiernos anteriores, cuyos personeros hoy hacen la oposición. Es decir, éstos le descargan su propio desprestigio a los nuevos gobiernos, y confunden a algún sector de la población con cadenas de mails, campañas mediáticas, etc., donde se ridiculiza a los gobernantes actuales en base al previo descrédito de la política (ese descrédito contra el que, justamente, se han constituido los gobiernos neopopulistas). También es cierto que los movimientos populistas tienden a expresar la Nación en su conjunto como identidad, y que de tal modo albergan una capacidad de avance en la población que alarma a sus adversarios de los partidos políticos. Pero por supuesto, tal logro es un imposible, pues hay sectores que siempre serán renuentes a partir de sus propios intereses; además de que la pluralidad y la contradicción se trasladan al interior del propio movimiento neopopulista (12), con lo cual el pluralismo inevitablemente renace, sólo que lejos de los intereses de los políticos opositores. No se advierte, entonces, que el populismo sea algún peligro para la democracia. En varios sentidos, profundiza el ejercicio de la misma. En cuanto a derechos sociales y económicos, la ensancha hacia nuevos espacios. Y en cuanto a pluralismo, éste se mantiene en los parlamentos, pero sobre todo por la posición de los medios masivos y los demás poderes establecidos. Es notorio que éstos, en la medida en que están organizados en torno al privilegio, son y serán adversarios de los neopopulismos, y ejercerán poderes alternativos de hecho. La revuelta plebeya Es cierta la afirmación de Laclau según la cual la identidad colectiva neopopulista se produce por la convocatoria discursiva de los líderes, y no tiene una existencia previa que pudiera adscribirse a la clase social de sus componentes, o a algún otro factor que la precediera. Sin embargo, como ya hemos señalado, no cualquiera se siente convocado desde la

posición neopopulista. No cualquiera se identifica con el lenguaje y con los usos “plebeyos” de la política que allí se ejercitan. Es evidente que las clases más acomodadas, al menos mayoritariamente, no participarán de la identidad neopopulista. Hay ciertos “límites de clase” para participar de la propuesta. Y a la vez, ésta implica alianzas de clases a partir de la categoría más general de “pueblo”: en eso se sigue la tradición del primer populismo. Ello da más fuerza y representatividad social a la convocatoria (la clase obrera es obviamente minoritaria en nuestros países, y en algunos como Argentina ha disminuido en las últimas décadas su presencia); a su vez, la hace menos precisa en lo ideológico, lo cual es una precondición de su amplitud política de aceptación. Por cierto, esa pluralidad de sectores convocados, en los anteriores populismos, siempre implicó que los intereses de los sectores populares y obreros quedaran subordinados al de sus aliados: burguesías nacionales, o sectores minoritarios del capital trasnacional. En el caso de los neopopulismos venezolano, ecuatoriano y boliviano, se intenta incluir en la alianza a los sectores populares como su eje vertebrador, y es desde allí que se convoca a una forma nueva de socialismo. Forma que, por cierto, habrá que delinear en su complejidad frente a la organización económica y militar planetaria dominante, pero que al realizarse en varios países a la vez, tiene cierta posibilidad de viabilización exitosa. En el menos bueno de los casos, se lograría una condición de mejora de las condiciones de los sectores populares y marginles dentro del capitalismo vigente. Lo cierto es que el neopopulismo implica la presencia en la política de los desheredados, los abandonados, los condenados de la tierra. Es el retorno de su voz reprimida y de su espacio negado, y desde ese punto de vista es que se vuelve intolerable y peligroso para la política de los opresores. No en vano es la beligerancia y la implacable tenacidad opositora de los mismos. Es que hay que comprender que se trata de movimientos refundadores, que llegan a reconfigurar estructuralmente la política, luego del total fracaso de la misma en el modelo neoliberal. El actual auge popular en los gobiernos latinoamericanos no es casual: el sufrimiento extremo de amplios sectores de la población durante las sedicentes democracias neoliberales de los años noventas, sembró la semilla para el encumbramiento de diversas formas de izquierda en el poder gubernativo. Quizá en tiempos posmodernos no haya espacio para las formas clásicas de la revolución social. Pero tras la vorágine, es que han surgido estos gobiernos que son la nueva forma de la revuelta plebeya en el subcontinente. Todos provienen del colapso del anterior sistema político: Sánchez de Losada no podía contener ya la protesta social, el caracazo había arrasado con adecos y democristianos en Venezuela, la salida de Mahuad había sido acompañada de la rebelión indígena en Ecuador, en Argentina diciembre del 2001 había marcado el final de una época…incluso en México el final del

PRI en el gobierno, y el surgimiento del zapatismo, terminarían en la gran elección presidencial de López Obrador, donde su supuesta derrota por mínima diferencia merituó fuertes denuncias de fraude. Antes de la irrupción neopopulista, sucedió en todos los casos el colapso del sistema político anterior. Eso es lo que ha dado el espacio para la fuerte posibilidad de transformación en que los gobiernos neopopulistas se empeñan. Por ello la apertura a las Asambleas Constituyentes en varios de estos países. Luego de la caída de la hegemonía neoliberal, llegó el espacio para una refundación general de la política y del Estado. Un Estado que ya no será más desertor, y una política que no renuncia a su rol de orientación general de la sociedad. Ciertamente que no es poco desde nuestra golpeada Latinoamérica, cuando en el resto del planeta no se advierten visos importantes de opciones políticas que abandonen el hegemonismo capitalista. Excepción a nivel mundial, que no debemos dejar de advertir en su importancia, pero también en su vulnerabilidad: los ataques a Evo Morales con el pretexto de la autonomía no cesan, y muestran una vez más la necesidad de que los sectores populares respondan con capacidad de aunar y articular sus intereses, aún desde sus especificidades y sus diferencias.(*)Conferencia magistral, I Congreso Internacional de Pensamiento Social Latinoamericano, “Perspectivas para el siglo XXI”, Univ. de Cuenca, Ecuador, junio de 2008.NOTAS Y REFERENCIAS (1)Laclau, Ernesto: La razón populista, Fondo de Cultura Económica, Bs.Aires, 2008 (primer edición en español, año 2005) (2)Laclau, E.: ibid., pg. 15 (3)Putnam, Hilary: El significado de significado, Cuadernos de la UNAM, México (4)Follari, Roberto: “La falacia de la democracia parlamentaria como modelo irrebasable”, en Biagini, Hugo y Roig, Arturo (comps.): América Latina hacia su segunda independencia, Gobierno de Bs.Aires, 2007 (5)Laclau, E., ibid., pp. 91 y ss. (6)Laclau, Ernesto: Ideología y política en la teoría marxista, Siglo XXI, México, 1983 (7)Incluso en el caso argentino, Kirchner ha tenido una postura claramente más a la izquierda que la de Perón. Ello se remite a su formación en la radicalizada Juventud Peronista de los años setentas, ver Amato, Fernando y Boyanovsky, Christian: Setentistas (de La Plata a la Casa Rosada), ed. Sudamericana, Bs.Aires, 2008.-

(8)Laclau, Ernesto: La razon populista, ibid., p.31 (9)Laclau, E.: ibid., p.10 (10)Follari, R., op.cit. (11)El parlamento fue cerrado en el caso ecuatoriano, tras la llamada a la Asamblea Constituyente como plenipotenciaria.

La crisis actual como crisis civilizatoria Wim Dierckxsens Para superar los efectos de la crisis, se plantea el tema en el plano geopolítico, promoviendo una situación de guerra global que permita pasar los efectos a terceras naciones El mundo capitalista se encuentra desde fines de 2007 ante una crisis que aparece cada día más profunda. Cada vez que los medios dominantes anuncian el final de la crisis hay un colapso peor. Se elige un nuevo presidente de EEUU y aparentemente nada cambia. Surgen preguntas ¿Dónde está el final de la crisis? Es un hecho que las crisis son inherentes al capitalismo. Sin embargo, esta no parece ser una crisis más del capitalismo. Cada vez más autores afirman que la economía mundial está ante un abismo peor que la Gran Depresión. Así lo considera el anterior presidente de Goldman Sachs, Joseph Giannone en " Whitehead sees slump worse than Depresión" ( www. globalresearch.ca ). En la opinion de Michael Chossudovsky "The Great Depression of the 21st Century: Collapse of the Real Economy" (www.globalresearch.ca ) la actual crisis es mucho peor que la Gran Depresión ya que los principales sectores de la economía se encuentran conjuntamente afectados. ¿Parece entonces más una crisis sistémica que una crisis más del capitalismo. Son cada vez más voces que lo afirman. ¿Que habrá entonces después de una crisis sistémica? No creemos que un Bretton Woods II predicado últimamente dará solución a la crisis al limitarse a un enfoque netamente financiero y monetario y no responde a la crisis en sus diferentes dimensiones. Hoy día estamos enfrentados a un nuevo tipo de crisis y no es posible dar respuestas sin entender el tipo de crisis que atravesamos. Estamos en una coyuntura donde la crisis del capital en cuanto tal se está desenvolviendo en combinación con una crisis ecológica y climática a escala mundial. En realidad, estima François Chesnais en "Discutir la Crisis" (Revista Herramienta No 39 octubre de 2008, Argentina) estamos ante el riesgo de una catástrofe, pero no ya del capitalismo en si, sino de una catástrofe de la humanidad. Estamos ante una situación catastrófica en la cual la naturaleza, tratada sin la menor contemplación y golpeada por el hombre en el marco de un capitalismo consumista y depredador, reacciona ahora de forma brutal. Sin embargo, en este caso como en el pasado, la lógica del capital no reconoce las mal llamadas "externalidades" de la economía sino hasta cuando afecta su tasa de ganancia. Es una actitud autodestructora. Si no hacemos nada, el calentamiento global cobrará sus víctimas. Entre el 20% y 30% de las especies vivas podrían haber desaparecido de aquí a un cuarto de siglo. El cambio climático repercutirá fuertemente hasta en la especie humana misma. Aparecen epidemias, el acceso al agua se dificulta cada vez más y se encarece y con ello la disputa por las tierras se acentúa como nunca. Estamos acabando con la naturaleza, pero no percibimos que ella a su vez amenaza a nosotros.

La crisis actual viene a expresar no solo los límites históricos del propio sistema capitalista. Estamos enfrentados a la vez a una crisis de la modernidad que considera a la naturaleza como un objeto de explotación. En síntesis estamos ante una crisis de la civilización occidental que integra estas diferentes dimensiones. Una dimensión fundamental en la actual crisis sistémica, en la opinión de Samir Amin, "Débâcle financière, crise systémique : réponses illusoires et réponses nécessaires", (www.observatoriocrisis.com ) es el acceso cada vez más difícil a los recursos naturales, si se compara la situación de hoy con la de hace siete décadas. Durante la Gran Depresión del siglo XX, la escasez relativa de los recursos naturales nunca fue un elemento a tomar en consideración. El actual sistema consumista de producción impide para la mayoría de los habitantes de este planeta -los pueblos de los países del Sur- el acceso a sus recursos naturales. En tiempos pasados un país emergente podía satisfacer su demanda de recursos sin poner en discusión los privilegios de los países ricos. Sin embargo, en la actualidad esto ya no es el caso. Los países ricos- un 15% de la población mundial- acapara anualmente, por su estilo de vida y patrones de consumo, el 85% de los recursos del planeta. Ante la creciente escasez, los países ricos difícilmente van a permitir que países emergentes accedan más a sus propios recursos. El conflicto por los recursos naturales entre Norte y Sur constituye por lo tanto el eje central de la lucha actual y de tiempos venideros. Es un hecho estratégico para la lucha de los países del Sur que dichos recursos suelen estar concentrados en el propio Sur. La crisis financiera y la crisis en la economía real impulsarán una mayor desconexión del Sur del proceso de globalización, es decir de la influencia económica del Norte desarrollada bajo la globalización neoliberal. La desconexión del Sur le permite una mayor proyección de su economía en beneficio propio y potencialmente una reconexión con las necesidades populares. Un menor acceso de los países del Norte a los recursos naturales no permite sostener el estilo de vida de Occidente basado en el consumismo. Se demandará una des-materialización absoluta en la producción. La misma se traduce en un alargamiento de la vida media de los productos. La rotación del capital disminuye con ello. Con ello se llega al límite mismo de la lógica de acumulación del capital. Un recurso natural especialmente estratégico que actualmente está agotándose, es la energía de origen fósil. El proceso de globalización neoliberal, con su criterio de la eficiencia, ha duplicado la distancia del transporte de bienes y con ello la demanda de recursos energéticos. La demanda de petróleo ha superado en los últimos años la capacidad de su producción, es decir, su oferta. La sustitución en gran escala de energía fósil por otras fuentes energéticas es la opción del capital y no pretender cambiar el estilo de vida occidental, garante del proceso de acumulación de capital. La sustitución de petróleo por hidrocarburos en los últimos años implicó un alza del precio de los alimentos básicos. La consecuencia es una crisis alimentaria crónica en los países del Sur. Cuando estalló la crisis alimentaria en los últimos dos años, el capital no veía necesidad de intervención estatal para enfrentarla. La muerte lenta de las mayorías por hambrunas no significa una crisis real para el capital. Solo una crisis de la tasa de ganancia lo es. Así se encadenó el último año la crisis de recursos energéticos con la crisis alimentaria, generando una crisis de la ética. Socialismo o Barbarie: ¿mito o realidad?

Si ya no hay recursos naturales suficientes para poder garantizar en el futuro el estilo de vida occidental para el 15% de la población mundial, ¿que sucede si países emergentes como Brasil, Rusia, India y China (el llamado BRIC), así como el Sur en su conjunto, aspiran tener un mayor acceso a dichos recursos en beneficio de su destino propio? Si con este estilo de vida no hay recursos suficientes para una minoría, menos lo habrá para los países emergentes que aspiran tener ese mismo estilo de vida, como es el caso de China por ejemplo. No habrá acceso exclusivo seguro a estos recursos sin control militar del propio planeta. Para EEUU y Europa ya es política y lo continuará siendo con la administración Obama, evitar lo más que sea posible verse recortado en su acceso a esos recursos. Si fuese por poder adquisitivo, China tendría hoy en día más capacidad de acaparar tales recursos. Cuando la capacidad económica de Occidente no basta, la amenaza de guerra tiende a incluirse como recurso político, incluso durante la administración Obama. El pacto trasatlántico con la OTAN, incluyendo a Israel, puede ser la vía para garantizarlo en los años venideros. Europa queda, sin embargo, en medio de un posible conflicto, hecho que resta fuerza a la tesis de la OTAN. En este contexto, Edward S. Herman y David Peterson ("La ménace d?une guerre nucléaire augmente") han subrayado recientemente que las principales amenazas actuales sobre el planeta son una guerra nuclear y el calentamiento global. Sobre papel, la guerra nuclear puede ser evitada fácilmente afirman los autores. Evitarla implicaría un bajo costo y el desarme más bien libraría recursos para mejorar las condiciones de vida de las mayorías excluidas actualmente. La lucha contra el calentamiento global en cambio ya no podemos evitarlo y resultará muy costosa. Sin embargo, eliminar la amenaza de una guerra nuclear y una política de desmilitarización va en contra de los intereses del conjunto del complejo industrial militar y los intereses privados de los países centrales. En la actualidad han sido precisamente esos intereses privados que pesan en la toma de decisiones políticas. Lo anterior no deja mucho espacio a la administración Obama. La pregunta es, bajo cuáles condiciones nos permite evolucionar hacia un nuevo orden mundial más justo y equitativo y con respeto hacia la naturaleza. La respuesta más probable es que esta transición no se da sin lucha de clases a nivel internacional y sobre todo entre Norte y Sur. Alexander Cockburn, en "Lo peor de Clinton, con Obama", (www.rebelion.org), señala que el nombramiento de Rahm Emanuel como jefe de gabinete y guardián de Obama es ciertamente un nombramiento tan siniestro como, cuando Carter instaló al archi-guerrero de la guerra fría Zbigniev Brzezinski como su Asesor Nacional de Seguridad. Lo considera un súper halcón belicista del Likud. En su trabajo en la Casa Blanca de Clinton, Emanuel ayudó a hacer aprobar el NAFTA, la ley del crimen, el presupuesto equilibrado y la reforma de la asistencia social. Estuvo a favor de la guerra en Iraq, y cuando presidió el Comité Demócrata de Campaña Electoral del Congreso en 2006 hizo grandes esfuerzos por derribar a candidatos demócratas contrarios a la guerra. En 2006, Emanuel acababa de publicar un libro junto con Bruce Reed llamado "The Plan: Big Ideas for America", con una sección concentrada en la "guerra contra el terror." Emanuel y Reed escribieron: "Tenemos que fortalecer „la delgada línea verde? de los militares en todo el mundo, aumentando las Fuerzas Especiales y los Marines de EE.UU., y expandiendo el ejército de EE.UU. con otros 100.000 soldados... Finalmente, debemos proteger nuestra patria y nuestras libertades cívicas creando una nueva fuerza interior de contraterrorismo como el M15 de Gran Bretaña." La opción de Emanuel parece apuntar a la Barbarie.

Las complejas dimensiones de la crisis que incluyen los actuales y eventuales acontecimientos bélicos nos colocan en medio de una crisis de la humanidad. Estas dimensiones juntas, en las que se conjugan el conjunto de sus contradicciones, marcan los límites históricos del capitalismo. La conjugación del conjunto de las contradicciones es expresión de los límites históricos del sistema vigente y se manifiesta por ello como una crisis de civilización. EEUU no dispone de recursos económicos para ir a una guerra más amplia ni hay mayor disposición de los países acreedores, como veremos a continuación, de seguir financiando a EEUU. Lo anterior pone límites objetivos a una nueva conflagración mundial. Sin embargo, incluso excluyendo el estallido de una guerra de gran amplitud, existe en el presente la amenaza concreta de una guerra atómica. Esto es algo casi excluido de nuestras discusiones, pero que pueda imponerse durante la administración Obama como un hecho real. Una guerra atómica en medio de una profunda crisis resaltará lo irracional de la racionalidad económica vigente. Un desarrollo prolongado de la crisis en sus diferentes dimensiones económicas, ecológicas y militares, que amenazan toda la vida en este planeta hará cada vez más manifiesta la actual crisis como una verdadera crisis civilizatoria. Una humanidad que renuncia a toda la vida perdería el derecho a la existencia. En medio de tal crisis civilizatoria emergerá la ética de la vida. En una tal crisis el dilema de "¿Socialismo o barbarie?" no solo está planteado de manera inmediata, sino se inclinará por el primero. Alain Gresh en su artículo "El consenso de Pekín" (Le Monde Diplomatique, Noviembre de 2008, pp4-5) especula que en el contexto de la crisis civilizatoria el "Consenso de Washington" tiende a ser reemplazado por un llamado "Consenso de Pekín" o "Consenso del Sur" que apunta a la autodeterminación en las decisiones y el rechazo a las imposiciones de potencias occidentales; a la prevalencia de la calidad de vida sobre el Producto Interno Bruto y un acento mayor en la innovación. Aunque los términos del planteamiento son debatibles, queda claro que como nunca desde la descolonización, los países del Sur tendrán la oportunidad histórica, como lo prueban las cumbres del BRIC, de llevar a cabo políticas independientes y encontrar socios no alineados con el imperio. Se tejarán así nuevas relaciones más horizontales en un mundo multipolar. Cuando la"Torre de Babel del siglo XXI" se desploma El mundo capitalista se encuentra entonces ante una crisis sin precedentes. Según J. R. Nyquist ("Hitting the bottom" 31 de octubre de 2008 ( www.financialsense.com ), pareciera que los políticos han perdido todo el control. Sin embargo, el autor sostiene acertadamente que los políticos nunca tuvieron el control sobre la llamada "economía de mercado". "La economía de mercado" es una criatura de si misma, con sus propias leyes que no responden a políticas de intervención. El descomunal tamaño que ha alcanzado la economía financiera con respecto a la economía real en los actuales tiempos es de diez a uno, fenómeno que ha ido de la mano con una creciente internacionalización de las economías y procesos de desregulación e integración financiera. Ante la crisis son ahora los mismos especuladores que demandan de sus gobiernos que han de "arreglar" la economía. Lo piden para salvar sus ganancias aunque lo plantean como si fuera en beneficio del Bien Común. Claro los gobiernos tienen instrumentos. Pueden bajar las tasas de interés, pueden emitir dinero, pueden impulsar el flujo de crédito entre bancos, nacionalizar bancos en quiebra, etc. Todas estas medidas no evitan lo que viene: la Gran Depresión del siglo XXI. ¿Por qué? En

palabras de Ludwig von Mises, "no hay forma de evitar el colapso final de un burbuja generada por una expansión monetaria en base de crédito (deuda). La única alternativa de evitar un colapso mayor es que la crisis se de más temprano como resultado de un abandono voluntario de la expansión de crédito (deuda). Esto hubiese sido posible a partir del colapso de la burbuja bursátil entre marzo 2000 y septiembre de 2001. Sin embargo a partir del 11 de septiembre, la Reserva Federal de EEUU, tuvo la política de bajar metódicamente las tasas de interés y optó así por estimular la burbuja más grande de la historia del capitalismo. Muchos países de Occidente y más allá siguieron el ejemplo. Al menos el 70% de la economía mundial enfrenta en la actualidad una crisis hipotecaria. El crédito, sin embargo, va mucho más allá. Hay una crisis de deuda privada (tarjetas de crédito), pública y empresarial. El resultado final será el fin del sistema monetario vigente. (Vea, James Glenn, "Once and for all", en (www. financialsense.com ). Si cada vez más autores afirman, con nosotros, que la actual crisis será peor que la Gran Depresión de los años treinta, la razón es simple: nunca hubo semejante burbuja financiera en la historia del capitalismo ni semejante integración financiera a escala mundial. Los derivados (que funcionan como crédito sobre crédito sin ninguna conexión ya con la inversión real), han sido el responsable principal de la magnitud de la burbuja y con ello de la crisis planetaria en marcha. La pirámide de crédito funciona mientras exista un constante influjo de fondos aportados por nuevos inversionistas a crédito, o sea, mientras se ensanche la pirámide. Conforme se ensancha el edificio, existe la ilusión que todos salen ganando. En esencia es un sistema de inversión donde la promesa y entrega de ganancias no dependen de la inversión real, sino de la llegada de nuevos inversores a base de nuevos créditos aportados. Más allá de la base de un capital real tratase de un edificio piramidal que se construye con puro capital ficticio. Mientras exista la fe que pueda hacerse real la ganancia, la pirámide se agranda. Para lograrlo se necesitaba mantener el gobierno fuera de los controles y así guardar la fe ciega en la obra. Los bancos centrales y en primer lugar la Reserva Federal tuvieron responsabilidad directa en el asunto (Vea, Luis Medina Ávila, "El encadenamiento financiero-especulativo"en Oikos, No 25, 2008, Santiago, pp9-34). En la base de la pirámide estaban los créditos hipotecarios. El único componente real aquí estaba dado por las casas que responden ante las obligaciones hipotecarias. Los bancos revendían las hipotecas a menudo mezcladas con otros productos financieros. Los vendieron a fondos de pensiones u otros bancos a menudo fuera de EEUU. Con ese dinero se otorgaban nuevas hipotecas para construir una nueva etapa de la pirámide y así en adelante hasta llegar a las hipotecas de gente sin capacidad de pago. Las hipotecas subprime son apenas la cara más visible del estallido de la crisis pero no su esencia. En el camino aparecen los seguros involucrados en el negocio. Un complejo sistema de derivados financieros elevó la pirámide a alturas desconocidas en la historia del capitalismo. La "torre de Babel del siglo XXI" alcanzó a mediados de 2008 algo más de 600 billones de dólares, es decir, diez veces el Producto Mundial Bruto (Vea, Jorge Beinstein, "Siete rostros de la crisis mundial", (www.observatoriocrisis.com). Un sector financiero que se desdobla de la creación de valor en la economía real y productiva, es capaz de crear ganancia ficticia pero sin respaldo en valores reales. Cuanto más profundo sea el sistema financiero y más apartado esté de la creación de

valor y plusvalía, cuanto mayor además ese crédito otorgado y en cuanto más países a la vez están involucrados en esa lógica, tanto más profunda, prolongada y extensa será la crisis y mayor también la destrucción de capital ficticio. Nunca antes en la historia moderna hubo semejante burbuja especulativa a través del globo. ¿Cómo pude irse tan lejos? ¿No habíamos aprendido de las recesiones anteriores? Las lecciones aprendidas con la crisis de los años treinta no nos han podido prevenir de una nueva depresión como se creía firmemente hasta hace poco. Ciertos viejos errores puedan no haberse cometido en la actualidad, pero se cometieron y cometerán hoy en día otros errores aún más graves. El mayor error, sin embargo, que se volvió a cometer es no lograr distinguir la diferencia entre ganancia y plusvalía. Una ganancia sin respaldo en la economía productiva por su contenido (hay servicios productivos), carece de plusvalía y con ello resulta ser una ganancia ficticia. El capital invertido en ello es capital ficticio (Vease Reinaldo Carcanholo y Paulo Nakatani,"Capital ficticio y ganancias ficticias"en (www. observatoriocrisis.com y también, con igual título, el trabajo de Reinaldo Carcanholo y Mauricio de Sabadini, en en Herramienta Nº 37). Esta distinción requiere entender la teoría de valor trabajo de Marx y por alguna razón los escritos de Marx están otra vez de moda. El capital así desarrollado tenía una existencia estrictamente virtual. Era como una cascada infinita de anotaciones contables y de registros electrónicos. Una pura ilusión, como al modo de un espejismo de riqueza. Tarde o temprano tenía que estallar este gigantesco edificio de nipes. (Véase, Luis Paulino Vargas Solís "La crisis tras bambalinas" en Agenpress). La amplitud de la crisis actual no tiene precedentes. Diferente a la Gran Depresión del siglo XX, la ilimitada expansión monetaria y el enorme déficit presupuestario está conllevando a colapsos de monedas y en primer lugar del dólar como moneda internacional. Diferente a la Gran Depresión, hoy incluso hasta países enteros pueden ir en bancarrota como pasa en la actualidad con Islandia Hungría y Ukrania y mañana eventualmente con países grandes como Italia. Diferente a la época de la Gran Depresión del siglo XX, el mundo está actualmente más integrado que nunca y una crisis en la economía real a escala global no salvará ni a los países con mayor empuje económico como China. Entonces, ¿que se puede hacer? ¿Caben aquí regulaciones? Las mismas, afirma François Houtart en "Panel sur la crise financiere ONU" ( www.observatoriocrisis. com ), solo calzan en tanto que constituyen etapas de una transformación radical que permite una salida a la crisis que no sea la guerra y que no prolonguen la lógica destructiva de la vida. Por lo tanto, no es suficiente reordenar un sistema, sino se trata de transformarlo. Es una obligación moral y para comprenderla se requiere adoptar el punto de vista de las víctimas. En el marco internacional, en primera instancia predominará el "salvase quien pueda", hasta quedar claro que con ello ni el capital dominante se salvará. En ese contexto suele triunfar con el tiempo la lucha a nivel mundial con ética solidaria y con ética del Bien Común. Ello implica reconocer y manifestar una convicción que el conjunto de crisis financiera, alimentaria, energética, climática de agua, social, etc, no se resuelve sino con un cambio civilizatorio y la convicción que podemos transformar el curso de la historia Por lo tanto es asunto muy político no limitarse a las dimensiones financieras de la crisis, sino considerar la misma crisis en sus múltiples dimensiones. Proteccionismo, colapso del comercio internacional y desenganche La gran crisis financiera desemboca en otra crisis

gigantesca en la economía real. El diario Le Monde no se anduvo con vueltas, el lunes 27 de octubre de 2008, a la hora de graficar el estado de la economía mundial: Luego de anunciar en tapa, con título catástrofe, que las bolsas habían perdido la friolera de 25 billones de dólares desde su punto más alto, en las páginas interiores aportó una conclusión aún más lapidaria: "Los mercados bursátiles, chupados por el vacío". Los diarios ingleses del día siguiente le disputaban también la primera página con la noticia de que las pérdidas bancarias y financieras ya llegaban a los 2,8 billones de dólares. Hasta el Financial Times se metía en esta competencia „catastrofista' para mostrar que detrás de las bolsas de Indonesia y Rusia - que habían perdido el 95 y el 76% de su capitalización- había una larga fila de países cuyos mercados de capitales se estaban desintegrando. El vicepresidente del Banco de Inglaterra no queda atrás al señalar que nos encontramos ante la mayor crisis en la historia de la humanidad (Vea, Jorge Altamira. "La crisis mundial sacude a la periferia capitalista" en Agenpress, 3 de noviembre de 2008). Con sus intervenciones de salvataje a los bancos y empresas transnacionales, la Reserva Federal de los Estados Unidos crea más capital ficticio para mantener la ilusión de un valor del capital que está a punto de derrumbarse. Lo hace con la perspectiva de tener en algún momento dado la posibilidad de aumentar fuertemente la presión fiscal, pero en realidad no puede hacerlo porque eso significaría el congelamiento del mercado interno y la aceleración de la crisis en tanto crisis real. Asistimos, pues, a una fuga hacia adelante que no resuelve nada (Vea François Chesnais, ob. Cit.). La administración norteamericana financia de esta forma su propia incapacidad de pago, lo que a su vez brinda más poder centralizador a la banca para definir el quehacer del gobierno en la crisis. El resultado es la profundización de la crisis en la economía real. Con la crisis financiera, nos encontramos apenas en la fase inicial de una crisis mucho mayor. La misma vislumbra ser muy larga y profunda. Ya tenemos por delante un segundo momento de la crisis: el proceso de propagación de la recesión. La última se transformará en una brutal crisis de superproducción a escala planetaria. En los Estados Unidos y Europa este proceso ya comenzó, pero se expandirá. Como la industria automotriz depende en mayor grado del crédito y este se ha visto reducir radicalmente, las ventas caen bruscamente y con ello golpea primero a este sector. Es ahí donde se anuncian ahora las quiebras con el desempleo masivo, la baja salarial, la inseguridad laboral, es decir, la crisis social. Luego se dará la crisis con las tarjetas de crédito y las ventas de todo producto y servicio caerán. Hasta los propios gobiernos tendrán dificultades crecientes de obtener crédito como veremos a continuación. El "Global Europe Anticipation Bulletin" (GEAB) en su 28 edición del 15 de octubre de 2008 afirma que la crisis sistémica global en 2009 será mucho más impactante que la crisis de los años treinta. Para ello dan algunas razones. La deuda pública de EEUU está fuera de todo control y se estima que alcanzará un 70% del PIB en el año próximo. Sin embargo, esta es apenas la punta del Iceberg, afirman. La deuda privada en EEUU puede alcanzar el 300% del PIB. Como consecuencia esperan para el año 2009 una profunda recesión. La intervención estatal en la economía real da inicio en la industria automotriz y sin lugar a dudas conllevará a medidas proteccionistas. Lo mismo sucederá en otros sectores considerados estratégicos como la aviación o la computación, por ejemplo. Con un mayor proteccionismo, la crisis se torna inmediatamente mundial. El proteccionismo es un "salvese quien pueda" a nivel del capital dominante que no los salvará. A partir del proteccionismo colapsará el comercio internacional afectando sobre

todo al capital transnacional. La quiebra de las empresas transnacionales en el futuro cercano será impactante. En ese contexto, triunfará la tesis del desenganche del Sur y la posibilidad de generar un nuevo orden económico internacional. Si hasta la fecha la desconexión del proceso de globalización se ha logrado en América latina contra viento y marea, a partir de la crisis real a nivel mundial, esta recibirá viento en popa. La oportunidad y necesidad de la desconexión se dará en el mundo entero, generando un clima más favorable para un cambio profundo. El colapso del dólar y del actual sistema monetario en 2009 Al exportar más de un 40% de su Producto Interno Bruto, China sufrirá particularmente una contracción de su economía con un colapso comercial a escala global. Miles de fábricas ya se están cerrando en China. Solo en la provincia de Guangdong se cerraron 9.000 fábricas por la crisis financiera en EEUU según informa el periódico Epoch Times del 26 de Octubre de 2008. Ante la contracción de las exportaciones, China y otros grandes acreedores de la economía estadounidense (los países petroleros árabes) vuelcan sus inversiones hacia adentro en búsqueda de la creación de un mercado interno. Como en el pasado China dependió en alto grado del mercado externo, el país acumuló más reservas internacionales en dólares que ningún otro país emergente. Las reservas internacionales totales crecieron desde el año 2001 a una tasa anual explosiva de 26,5%, alcanzando en agosto de 2008 casi los siete billones de dólares (Vea el gráfico). Más del 70% de las mismas están en manso de los países emergentes con China en primera línea. En agosto de 2008 de pronto se paraliza el crecimiento de las reservas internacionales globales y hasta se observa cierto reflujo. La lectura es que EEUU ya no logra obtener crédito externo. A ese punto de la recesión, ¿qué motivo tienen los socios comerciales de EEUU para continuar comprando los bonos del tesoro y devaluar sus monedas? Después de eso, lo que queda es un gobierno federal de Estados Unidos insolvente. Conforme los países emergentes como China desean transformar los billones de reservas internacionales que poseen en moneda nacional para financiar su infraestructura interna, la curva podrá adquirir un descenso pronunciado. Lo anterior comprometería el valor del dólar seriamente y pueda causar incluso su colapso. ¿Cómo se explica entonces que en la actualidad el dólar está subiendo? En su artículo "US Dollar Death Dance", Jim Willie, (www.marketoracle.co. uk ), afirma que es el último tango del dólar ante su colapso. En la actualidad hay una enorme demanda de liquidez para salir de papeles especulativos y compromisos de pago electrónicos. Hay fuga general hacia el efectivo durante una liquidación de mercados en todas las áreas y también acumulación de liquidez porque las empresas no pueden contar con el crédito bancario a corto plazo que usan para pagos de salarios y operaciones en curso. El dólar es la moneda por excelencia para obtener dicha liquidez. De ahí la fuga de capital (a menudo golondrino) de los países del Sur. También hay fuga hacia el dólar en busca de un puerto más seguro. Ello se vislumbró a partir de la reciente crisis en Georgia. El euro perdió inmediatamente terreno. Aunque repunte el dólar, la economía real de EEUU, está colapsando, ¿Qué pueden hacer los EEUU frente a esa crisis? Sin crédito, afirma Christopher Laird en "Sobrevivir el próximo colapso del US Dólar" www.globalresearch.ca ), las economías del mundo se contraen y malamente y así también la norteamericana. El crédito NO está volviendo. Cierto, oímos que la tasa Libor (tasa de préstamo entre bancos) ha mejorado. Pero

estos prestamistas no están prestando. Ellos cubren sus propias necesidades y acumulan efectivo; tal como se ven obligadas a hacer las empresas desde que los mercados de crédito a corto plazo están congelados. Lo que eso significa para el US dólar es que, mientras el mundo pierde su motor económico y cae en una depresión económica, el muy abusado dólar pierde atracción de invertir en ella. Cuando la depresión económica se haga sentir, los déficit fiscales de Estados Unidos, que ya llegan al billón (trillón en inglés) al año, no tienen financiamiento ya que los socios comerciales dejaran de comprar notas/billetes del Tesoro. Entonces, el US dólar sufrirá el colapso. Hugo Salines Price en su artículo "The strange case of falling international reserves" (www.fanancialsense.com) estima que los países exportadores efectivamente ya no adquieren más deuda norteamericana ni europea. Más bien cada vez más Fondos Soberanos aprovecharán adquirir capital real en Occidente en vez de ampliar el crédito internacional. Si esto es el caso, la deuda en general y especialmente la deuda fiscal norteamericana, que alcanza un billón de dólares este año, ya no encuentran financiamiento externo. Lo anterior implica una necesidad de financiarlo internamente ya sea sacrificando el sistema de seguros o imprimiendo simplemente dólares. Lo último está sucediendo a gran escala. Ello implicaría una severa inflación en EEUU que ya no se puede exportar. Es en la precisa coyuntura actual de un posible colapso del dólar que podamos esperar que se creará un Nuevo Dólar. Adrian Salbuchi en "Crisis terminal del sistema financiero global" (www. asalbuchi.com.ar ), estima que el próximo paso es que el Tesoro y la Reserva Federal declaran una emergencia económica nacional e introducen un cambio de moneda - un Dólar Nuevo que se basará otra vez en el patrón oro. Para lograrlo bastaría aprovechar un feriado bancario para instrumentar el recambio de moneda. Para su transición se determinarán, en la opinión de Salbuchi términos beneficiosos para aquellos bancos, empresas, ciudadanos y aliados preferidos (o sea, se les reconocerá un Dólar Nuevo por cada dólar viejo). Luego, con determinados poderosos tenedores de dólares y bonos del tesoro, se negociará según claros intereses geopolíticos, que determinadas instituciones y empresas, podrán transformar sus tenencias en dólares actuales por Dólar Nuevo según otras paridades. Por último, al resto de los tenedores de dólares ahorristas privados en todas partes del mundo se les dirá que EEUU dejará que el mercado local e internacional determine la paridad entre el Dólar Nuevo y el viejo dólar. Entonces, veremos a los cambistas locales ofreciendo 10 o 20 viejos dólares por cada nuevo. Es un "Corralito a escala global" y una expresión clara del "salvese quien pueda". La introducción de un Nuevo Dólar deja a los tenedores del viejo dólar y todos los papeles (bonos) en esa moneda como papeles sin valor que puedan venderse a partir de entonces en apenas un 10% o tal vez menos de su valor nominal. El costo de este desastre lo pagaría todo el mundo que tenga tenencias en dólares, y no tanto el contribuyente norteamericano. Las estructuras de poder globales de EEUU permiten transferir de esta manera los efectos más nocivos de la crisis a países terceros y sobre todo hacia los países emergentes que poseen el 70% de las reservas internacionales. EEUU es el único país que tiene esa alternativa para hacerse frente a la crisis y no es nada improbable que utilice dicho mecanismo. La política tendrá el efecto de una bomba de neutrones en el mercado financiero internacional y arrastrará todo la economía global.

Webster Tarpley en su artículo "Secret plan for IMF world dictatorship" (www. financialsense.org) advierte, en este contexto, de una tendencia durante la administración Barack Obama hacia un gobierno mundial donde EEUU no pierda el poder monetario. Hay un plan con el primer ministro británico Gordon Brown de crear un nuevo sistema monetario internacional con un gobierno global. No es un Bretton Woods II, como afirman, sino tratase de un intento de instaurar un poder mundial bajo su control que impondría sus políticas en todos los países, acabando con lo que queda de la soberanía nacional. Un Banco Central Mundial haría a su vez las regulaciones del caso para tener un control mundial sobre los recursos naturales. La política implicaría mayor austeridad, sacrificio, desregulación, privatización, salarios más bajos, lucha anti sindical y más libre comercio y una carrera sobrepasando todos los límites y prohibiciones de la tecnología avanzada. El plan implicaría una estrangulación de la humanidad para salvar el capital de Occidente. Es de esperar que Brasil, Rusia, India y China (los países BRIC) se opondrán a semejante plan. Estos países emergentes, junto con los países exportadores de petróleo, son los países acreedores. Los países occidentales y en primer lugar EEUU, son países deudores. Es poco probable que los deudores logren imponer tales condiciones a sus acreedores al menos no sin el recurso de la guerra. Es probable, afirma Salbuchi, que las autoridades norteamericanas no logren imponer su criterio ni superar la crisis y económica. Entonces se plantea el tema en el plano geopolítico, promoviendo una mayormente generalizada situación de guerra global que permita pasar los efectos de la crisis a terceras naciones. Además de imponer limitaciones estrictas a las libertades internas en EEUU bajo pretexto de la grave crisis nacional, se intervendrá militarmente en diversas partes del mundo, y se moviliza al país (y sus aliados) hacia la defensa ante un enemigo creado. No se puede descartar un nuevo (auto) atentado en territorio estadounidense o contra intereses norteamericanos o de sus aliados en otras partes del mundo. Otra amenaza muy concreta y últimamente divulgada en la prensa oficial es un ataque unilateral contra Irán llevado a cabo por Israel tras recibir la luz verde para iniciarlo de EEUU. Luego arrastrará a EEUU en la consiguiente guerra. La geopolítica por la prevención de la guerra (nuclear) y por la paz será más necesario que nunca en los años venideros. * Sociólogo y economista holandes, integrante del Observatorio de la Crisis. www. observatoriocrisis.com

Crónica de un peregrinaje poco santo

Los aliados latinoamericanos de Madame Betancourt Por: Luis Arce Borja En los primeros días de diciembre, Ingrid Betancourt comenzó un peregrinaje por Ecuador, Argentina, Chile, Perú, Brasil y Bolivia, y Venezuela. Las puertas de los palacios se abrieron como nunca para recibir tan ilustre visitante. La ex rehén de la guerrilla colombiana fue recibida por las autoridades de estos países como si se tratara de una princesa del siglo XVI. El propósito político de este viaje fue diseñado por el gobierno mafioso de Colombia, y contó con el apoyo de los americanos y del gobierno francés. El motivo humanista de este peregrinaje, solo fue el barniz de un plan político-policial para desprestigiar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ganar el apoyo de los gobiernos “izquierdistas” a favor de la campaña imperialista contra la lucha armada y los movimientos revolucionarios del continente. El gobierno de Colombia, y en particular la administración de los Estados Unidos, buscan aislar a las FARC como primer paso para lanzar una ofensiva que liquide definitivamente este movimiento subversivo. ¿Por qué esta urgencia?. La crisis económica crece en Latinoamérica, y con ello aumenta el hambre, la miseria, la desocupación y se agudiza la lucha de clases. Sus consecuencias inevitables son las explosiones sociales como recientemente ha ocurrido en Perú y Bolivia. En este terreno las acciones armadas de las FARC resultan un monumento a la resistencia popular, que las masas hambrientas estarán listas a imitar cuando encuentren una dirección política independiente, y que las aleje de la trampa electoral. Actualmente, las FARC, a pesar de sus limitaciones ideológicas políticas, constituyen la única fuerza revolucionaria en America Latina, que muestra el verdadero camino para liquidar a los grupos de poder y la dominación imperialista. Para más información sobre el futuro inmediato de Latinoamérica, basta leer un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) donde señala que la situación de miseria sigue creciendo en este sub continente. El informe dice que para el año 2009 la situación será sombría, dramática y sin esperanza. Según Cepal, solo en el 2007, más de cuatro millones de personas pasaron del límite de la pobreza a la pobreza extrema, es decir personas que no comen todos los días. Y en los próximos años, como reflejo de la crisis internacional, los pobres

absolutos seguirán en crecimiento hasta alcanzar al 40% de la población. Para CEPAL, la acumulación de precios, en 2007 y 2008, ha hecho crecer la indigencia en America Latina, y que de esta situación no se escapa ni Bolivia ni Venezuela, que son presentadas con simpleza como países gobernados por regimenes de izquierda y hasta revolucionarios, pero donde sigue imperando el sistema de voracidad capitalista. Es en este contexto donde hay que analizar, la complicidad de Chávez, Lula, Evo Morales, y otros en el peregrinaje de la santa colombiana. Ingrid Betancourt, sabe que por si sola ya no tiene ningún futuro político ni en Colombia ni en otra parte del mundo. Su “martirologio”, fue desperdiciado por su manía de acercarse demasiado a individuos reaccionarios y odiados por sus pueblos. Ella cumple ahora tareas a destajo, y sus ambiciones siguen siendo servir en cuerpo y alma a los grupos de poder de Colombia y a las potencias imperialistas. Es por ello su peregrinaje a America Latina, y en esto se parece mucho a esos productos que el sistema de consumo internacional pone de moda, y que los hace circular hasta donde le rinda dividendos y ganancias. Lo que se conoce como moda, ya sea en la música, vestimenta, belleza femenina, vehículos, y hasta en la política, proviene de los grandes países industrializados. Desde el origen del sistema de consumo es así, y no hay nada por el momento que haga cambiar esta situación. La existencia de estos productos, es decir su utilidad en el mercado, depende de la publicidad y todos los recursos del marketing. Muchas veces estos productos, por mala calidad, por deficiencia publicitaria, o por la misma competencia en el mercado, rápidamente se convierten en simples desechos. Cuando ello ocurre, no se debe pensar que son echados a la basura, nada de eso, son trasladados para su venta en los países pobres. En este terreno se ha visto que medicamentos dañinos para la población de los países ricos, se siguen comercializando en los países pobres. Algo de esto se ve en la gira latinoamericana de la “santa” Betancourt. En Europa, Estados Unidos, y mismo en el Vaticano, presentar la imagen esmirriada de la “heroína” colombiana, ya no es un evento de importancia. La “moda” Batancourt, como calmante de conciencia no duró mucho. Se desinfló cuando las ambiciones de esta mujer para convertirse en Premio Novel de la paz 2008, se vinieron abajo a pesar que fue propuesta por la presidenta de Chile. La crisis económica mundial, que ya hace estragos en los países ricos, dejo sin terreno este producto colombiano. Ahora ya nadie se acuerda de esta mujer de lágrimas abundantes y de plegarias cacofónicas. Hay que recordar que la “heroína” del mafioso gobierno de Uribe, fue hecha prisionera por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en febrero del 2002 y su “rescate”, una dudosa operación militar, se ejecutó el 2 de julio de este año. Ingrid Betancourt, ha traslados su espectáculo a America Latina, según ella para

fomentar un "grupo de amigos" que ayude a liberar más cautivos en manos de la guerrilla colombiana. Antes de iniciar esta gira política, ella se reunió con Álvaro Uribe, quien dio las instrucciones necesarias para su recorrido santo. En Latinoamérica ha seguido el mismo libreto que empleó cuando visitó algunos países de Europa. Ahí se movió entre palacios y reinados, y circuló entre el Vaticano del ex nazi “Benedicto XVI, el palacio del franquista rey de España y el palacete de Nicolás Sarkozy que se cree ahora el rey de Francia. Su periplo se inicio en Ecuador donde se reunió con su “hermano” el presidente Rafael Correa. Ahí aprovechó para anunciar que los militares colombianos que la “rescataron” de las manos de las FARC, eran héroes continentales. Después, el 2 de diciembre aterrizó en Argentina, donde fue recibida por la presidente Cristina Fernández, ávida de circo para aplacar la ira del pueblo que reclama medidas para detener la miseria y desocupación creciente en este país. Su arribo a este país coincidió con la llegada de la radiante presencia de la celebre Madonna, que llego con 200 bailarines para presentar cuatro conciertos. Entre la famosa Madonna y madame Betancourt, los argentinos prefirieron a la primera, pero ello no fue problema para que esta santa en formación pidiera a Dios que este sea la última fiesta de Noel que los rehenes de la guerrilla colombiana estén en cautiverio. “Yo estoy segura que eso será así”, dijo con lagrimas en los ojos”. Su éxito rotundo, fue cuando llegó al Perú el 3 de diciembre y se reunió nada menos con Alan García Pérez. El odiado y corrupto presidente del Perú la recibió con los brazos abiertos y ella se sintió como en su casa. El refrán popular dice, “Dios los crea y el Diablo los junta”. Pero García no pudo hacer otra cosa que reunirse con ella en privado para evitar que algún objeto contundente dirigido a él, haga blanco en su ilustre visitante. Hay que recordar que en los últimos tiempos los peruanos, expresan su rechazo al gobierno lanzando piedras, botellas y otros instrumentos contundentes contra el actual presidente cuando éste temerariamente sale a las calles, o se presenta en algún acto público. Recientemente, el domingo 7 de diciembre, una turba de pobladores enardecidos lanzó piedras y bolsas de plástico repletas con orines contra Alan García y su comitiva presidencial que se hicieron presentes en la plaza de Acho en Lima. Ni las pedradas en la cabeza ni las actual corrupción en el gobierno, impidió que Alan García, acusado de crímenes de guerra, de exterminio de prisioneros, y de formar bandas paramilitares, propusiera a Ingrid Betancourt, como candidata a Premio novel para el año 2009. García Pérez, mientras ordenaba que el ejercito y la policía metan bala y bombas contra manifestantes en diversas provincias del país, decía que su ilustre visitante, representaba “para muchísimos seres humanos un símbolo de esperanza y de libertad. Por eso, me aúno a la idea y la propuesta de la Presidenta de Chile... Creo que la distinción universal que significa el premio Nobel de la Paz es un justo homenaje para quien encarna la fe del espíritu humano".

La reunión entre la santa Betancourt y el presidente Lula en Sao Paulo no fue menos fructífera que en otros países. El presidente de Brasil, anuncio que "las FARC deberían informarse de que no se hace política secuestrando inocentes, ellos tienen que entender que la gran oportunidad es creer en la democracia. No se ganan elecciones secuestrando personas". Junto a esto la santa peregrina, dijo que el año 2008, fue un periodo de inmensa humillación para las FARC’, asegurando que el operativo militar (Operación Jaque) de los militares colombianos que permitió su liberación “fue una acción extraordinaria”. Por qué no llevar este hecho a los salones de Hollywood y hacer el más grande film de la época, pensó internamente, pero alguien le sopló que ya en Estados Unidos se alistaba tal proyecto de talla universal. El 6 de diciembre, Ingrid Betancourt piso tierra boliviana y ahí fue recibida por las autoridades como una princesa de la época de la colonia. Fue declarada Huésped de Honor de la ciudad de La Paz, el palacio de gobierno se vistió de lujo para la entrevista que sostuvo con Evo Morales. Aprovecho su estadía en Bolivia para una vez mas hacer campaña a favor de la reelección del facineroso Uribe, actual presidente de Colombia, y mandarse un ataque contra las FARC, de quien dijo “no tiene apoyo popular. Los colombianos no quieren a la guerrilla y eso explica por qué Uribe ha sido reelegido y probablemente se lo vuelva a reelegir". Por su parte los voceros de Evo Morales, dijeron que “la lucha política en Latinoamérica debe darse en la vía electoral democrática y no son justificables los levantamientos armados violentos. "Ningún fin puede justificar el secuestro, la extorsión y la violencia”, dijo el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales Sacha Llorenti. Por su parte, Ingrid Betancourt, anunció, que "la reunión con el Presidente Evo Morales fue extraordinaria para mi porque efectivamente encontré a ese hombre que yo quería encontrar, a ese hombre que puede entender, ser humano antes de ser Presidente". El plato fuerte de la Betancourt, fue su visista a Venezuela. El día esperado se realizo el 7 de diciembre, en el palacio de Miraflores. La visitante dijo que llegó por que quería abrazar al presidente Chávez, porque el fue un artífice de su liberación y de su rescate de manos de las FARC. En este país repitió, lo que había dijo en todo su periplo, que las FARC están de espaldas a la realidad y que la lucha armada es cosa del pasado, y que la guerrilla colombiana se ha convertido en un cartel de la droga. En la reunión con Chávez, entre risas y tiernos abrazos, dijo que sin la participación del apoyo del presidente venezolano, no hubiera sido posible, ejecutar exitosamente la “operación jaque” (acción militar del ejercito colombiano), que en julio pasado libero a Betancourt y 14 otros rehenes. Betancourt destacó que sin la participación del Jefe de Estado venezolano "no se hubiese podido llevar a cabo una operación como la que llevó a cabo el ejercito colombiano".

El fenómeno de la opinión pública Jordi Sopena Palomar La existencia de una opinión pública crítica y formada sigue siendo un pilar fundamental en el sostenimiento de la democracia del siglo XXI. La preponderancia de los investigadores europeos en la comprensión del fenómeno de la opinión pública es capital, como lo demuestran las diversas teorías formuladas desde el viejo continente: la Teoría Normativa, de Jürgen Habermas, o la Espiral del Silencio, de Noelle-Neumann, entre otras. He aquí algunas de estas líneas de investigación. La opinión pública: definición del concepto y evolución histórica. “En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas: ley, opinión pública y conciencia” William Somerset Maugham El concepto clave del documento que se presenta a continuación es la noción de opinión pública. Pero quizás sería aconsejable separar ambos términos para captar mejor su significado. Una de las primeras definiciones de opinión se encuentra en la Grecia clásica. Según Platón, la opinión o doxa era el punto intermedio entre conocimiento o episteme y la ignorancia. La opinión implica siempre una actitud personal ante los fenómenos o sucesos y se puede definir como la postura que mantiene un individuo respecto a hechos sucedidos en el mundo real. Por otra parte, el concepto de público puede tener una doble acepción: puede remitir a aquel grupo de personas que, ejerciendo su racionalidad, es capaz de crear opinión, o bien puede referirse a aquellos temas que acaparan el interés de toda la ciudadanía, es decir, a los asuntos de la res pública. En cualquier caso, público deriva casi siempre en el concepto espacio público. Es en el espacio público donde los ciudadanos ejercen libremente su racionalidad y crean un auténtico debate en torno de diversas cuestiones que les atañen. El concepto de opinión pública ha estado presente, en mayor o menor medida, en diversos periodos de la historia. Para entender el desarrollo de la opinión pública y de las esferas privada y pública es necesario entender perfectamente la evolución de la historia de la humanidad. De los originarios clanes familiares de las sociedades primitivas cerradas en las que pervivían explicaciones del mundo en forma de mitos y no existían opiniones compartidas, se pasó a una sociedad capaz de entender mejor el mundo. Será en la Grecia antigua donde se empezarán a evaluar las formas de gobierno más convenientes y se traslucirán las tensiones entre las minorías, sustento del poder político, y las mayorías, sujetas a las decisiones de los anteriores. Independientemente de las distintas valoraciones de los filósofos sobre los mejores sistemas de gobierno, casi todos convienen en la insolvencia de la masa para gobernar. La Edad Media, una etapa histórica que se considera “oscura” para el devenir de las artes y de las ciencias, se caracterizaba por un orden que emanaba de Dios y, por tanto, inmutable, en el que cada hombre tenía unas funciones. Sin embargo, será a partir de las revoluciones burguesas y de la alianza entre el pueblo y la burguesía cuando las clases populares comenzaran a sentirse un sujeto político activo.

No obstante, esta nueva etapa de la historia y la Revolución industrial comportarán una nueva dominación, la de los burgueses, propietarios del capital, sobre los proletarios, propietarios del trabajo. En esta sociedad, democrática en teoría, los hombres discutirán, opinarán y crearán grandes corrientes de opinión. La palabra se situará en el primer plano de la vida pública. Este nuevo mundo burgués, que también lo es de las masas y de los públicos, se conformará a través de la comunicación social establecida como institución y servida por unas mediaciones técnicas de gran alcance y potencia. Esta sociedad, en la que las masas tendrán una importancia significativa, poseerá la prensa, en un primer momento, y luego los medios audiovisuales como grandes instrumentos creadores de opinión pública y de públicos opinantes. Estas nuevas clases populares jugarán un cierto papel en la vida política del país. Sin embargo, las nuevas sociedades burguesas también despertarán ciertos recelos. En su obra El anticristo, Friedrich Nietzsche denunció la situación que habían creado las sociedades industriales y las tachó de “decadentes” (Nietzsche, 1997: 45). El filósofo alemán advirtió del peligro de las masas que se levantan contra las minorías y censuró la creatividad individual. Ortega y Gasset preveía, como una de las consecuencias de la Revolución Industrial, la aparición de la sociedad de masas, compuesta por individuos “militantes de la uniformidad” (Ortega y Gasset, 1982: 22). Por lo tanto, será en esta sociedad de masas, donde se encuadran burgueses y proletarios, donde nacerán las corrientes de opinión pública, tal como describe Jürgen Habermas. Sin embargo, antes de enfocar la evolución del fenómeno de la opinión pública según Jürgen Habermas, es necesario aclarar otros dos conceptos claves: esfera pública y esfera privada. La relación entre ambas difiere y se contrapone a lo largo de la historia. Habermas, en su libro Historia y crítica de la opinión pública, traza una panorámica perfecta de las evoluciones de las dos esferas, la pública y la privada, y del surgimiento de la Opinión Pública como fenómeno. Así, Habermas se sitúa en la Polis griega para datar la separación del espacio privado y del público. El ámbito privado, el familiar, es el terreno del patriarcado, de la dominación y de la necesidad. El padre controla despóticamente a los miembros de su familia para satisfacer las necesidades básicas. En cambio, lo público es el terreno de la discusión política, de la deliberación pública. Algo nada extraño si se tiene en cuenta que Grecia es la cuna de la democracia. Por eso, Habermas enlaza con la idea de que es necesario poseer determinados derechos individuales y colectivos (expresión, reunión…) para poder practicar el ejercicio de la razón en una sociedad libre y alumbrar una auténtica opinión pública. Los regímenes dictatoriales carecen de opinión pública puesto que suprimen los derechos individuales de las personas. La política requiere discusión, diálogo y entendimiento; la autocracia se basta con el sometimiento. Retomando la idea habermasiana de la política como el ámbito de la libertad y de lo común (una serie de individuos se reúnen para tratar problemas comunes), se debe apuntar que, si bien se considera a la civilización griega como la pionera de la democracia, no es, ni mucho menos, la más perfecta. De hecho, sólo los propietarios podían participar en la vida política. Junto con este primer modelo democrático aparece también la primera muestra de exclusión, que, en la Antigua Grecia, se extendía a las mujeres y a los menesterosos. De una forma u otra, a lo largo de historia se perpetuará la exclusión en las sociedades que se autodenominan democráticas. No será hasta bien

entrado el siglo XX cuando se conseguirá el sufragio universal carente de restricciones. La hegemonía helena la heredará el Imperio Romano, donde se mantendrá la doble división entre esfera pública y privada. En la Edad Media, según Habermas, desaparecerá totalmente la esfera pública y se asentará un régimen de publicidad representativa, en el cual la nobleza dominante se contentaba con ofrecer al pueblo el espectáculo del poder. Según Jürgen Habermas, el siglo XVIII es el siglo vital en la conquista o en el resurgimiento de lo que se denomina “espacio público”, sobretodo en Francia y en Inglaterra. La clase burguesa, en ascenso en la Europa Occidental y en lucha contra las prerrogativas del Estado Absolutista, logró crear un espacio de debate entre el Estado y la sociedad civil. Con las primeras revoluciones burguesas, se articula un espacio público que ofrece a los ciudadanos la posibilidad de debatir y discutir el ejercicio del poder estatal. Este debate estimuló el pensamiento crítico y racional gracias a instituciones como los periódicos, los círculos literarios y los cafés: “La publicidad políticamente activa no está ya subordinada a la idea de una disolución del poder: más bien ha de servir al reparto de éste; la opinión pública se convierte en una mera limitación del poder. A partir de entonces hay que procurar que ese poder más fuerte no aniquile a todos los demás *…+ La interpretación liberalista del Estado burgués de derecho es reaccionaria: reacciona frente a la fuerza adquirida en las instituciones de ese Estado por la idea de autodeterminación de un público raciocinante tan pronto como éste es transformado por la entrada de las masas, incultas y desposeídas” (Habermas, 2002: 167). En este sentido, fue fundamental el papel de las casas de café en Gran Bretaña y de los salones en Francia para el afianzamiento de unos nuevos espacios públicos donde se discutía de diversos temas. El descubrimiento de América, las guerras, las novedades literarias o las noticias cortesanas eran los temas más comentados en estos lugares. Al principio, estos espacios eran bastante restrictivos para todos aquellos que no pertenecieran a la aristocracia. Sin embargo, con el paso del tiempo se fueron abriendo y pudo acceder la burguesía. Además, los asuntos políticos hicieron acto de presencia en estos salones y casas de café. Con las primeras revoluciones burguesas y el auge de la prensa, el espacio público fue extendiéndose a amplias capas de la población. Esto permitió que un cierto grupo de ciudadanos empezara a emitir sus propias valoraciones sobre los asuntos de interés general. Así pues, la sustitución de la aristocracia por la burguesía posibilitó el surgimiento del fenómeno de la opinión pública, que se constituye en un auténtico núcleo de poder que empieza a cuestionar algunos asuntos espinosos para la autoridad política. En un principio, esta opinión pública comenzará componiéndose por un círculo bastante reducido de individuos para convertirse, con el paso del tiempo, en un elemento fundamental en la regulación de cualquier estado democrático. No obstante, el autor alemán también apunta los principales problemas que acuciarán a esta nueva sociedad burguesa y, a posteriori, nueva sociedad de masas. Con el Estado burgués, la prensa se liberó de su variante opinativa y, en cierto modo crítica, y se centró básicamente en la satisfacción de sus intereses y en la búsqueda de beneficios, como cualquier empresa capitalista: “La prensa de opinión, como institución de la discusión del público, se preocupa primariamente por afirmar su función crítica *…+ Sólo con la consolidación del Estado burgués de derecho y con la legalización de una publicidad políticamente activa se desprende la prensa raciocinante de opinión; está ahora en condiciones de

remover su posición polémica y atender a las expectativas de beneficio de una empresa comercial corriente”. (Habermas, 2002: 212) Esta evolución hacia la prensa-negocio permite la entrada de intereses ajenos al seno del diario y coarta la libre redacción del periódico, lo que afecta, indudablemente, al libre ejercicio de la discusión pública, es decir, a la opinión pública. Éste y otros muchos problemas de la sociedad moderna son analizados por Habermas en Historia y crítica de la opinión pública. Mucho se ha discutido sobre la opinión pública. Pero, ¿qué es la opinión pública? Habermas responde la pregunta: “Por espacio público entendemos un ámbito de nuestra vida social, en el que se puede construir algo así como opinión pública. La entrada está fundamentalmente abierta a todos los ciudadanos. En cada conversación en la que los individuos privados se reúnen como público se constituye una porción de espacio público. [...] Los ciudadanos se comportan como público, cuando se reúnen y conciertan libremente, sin presiones y con la garantía de poder manifestar y publicar libremente su opinión, sobre las oportunidades de actuar según intereses generales. En los casos de un público amplio, esta comunicación requiere medios precisos de transferencia e influencia: periódicos y revistas, radio y televisión son hoy tales medios del espacio público” (Habermas, 1973: 71)i En Facticidad y validez, Habermas lleva a cabo una investigación sobre la relación entre hechos sociales, normatividad y política democrática. En esta obra, el espacio público se presenta como el lugar de surgimiento de la opinión pública, que puede ser manipulada y deformada, pero que constituye el eje de la cohesión social, de la construcción y legitimación (o deslegitimación) política. Las libertades individuales y políticas dependen de la dinámica que se suscite en dicho espacio público (Habermas, 2001: 117). En este libro, el autor alemán acaba de pulir su definición sobre el concepto. Queda claro, pues, que Habermas considera a la discusión pública como la única posibilidad de superar los conflictos sociales, gracias a la búsqueda de consensos que permitan el acuerdo y la cooperación a pesar de los disensos. Este argumento es la clave de la Teoría Normativa de Jürgen Habermas. La opinión pública, por lo tanto, es la llave de su propuesta de política deliberativa, que es una alternativa para superar los déficits democráticos de las políticas contemporáneas. De esta manera, Habermas vincula dos conceptos clave: el de opinión pública y el de democracia. Sólo unos ciudadanos dotados de derechos pueden expresarse en libertad y constituir una opinión o varias opiniones públicas. En cambio, en un régimen dictatorial, más que de opinión pública, se debería hablar de propaganda y de intoxicación. La teoría normativa de Jürgen Habermas Decía Napoleón Bonaparte, gran emperador y magnífico estratega, que la opinión pública es un poder al que nada resiste. Jürgen Habermas, autor alemán perteneciente a la corriente crítica de la Escuela de Frankfurt, corrobora con su pensamiento, en parte, la cita del estadista francés. En el primer apartado del documento se ha resumido la evolución histórica del fenómeno de la opinión pública que describe Habermas en su obra Historia y crítica de la opinión pública. Sin embargo, el libro de Habermas recoge otras muchas ideas interesantes. Una de las ideas centrales del pensamiento habermasiano es la constitución de grupos de personas en públicos que ejercen su racionalidad y que generan opinión en diversos temas a partir de los siglos XVIII y XIX. Este espacio público es civil, pero tiene un componente político innegable. El autor alemán separa el espacio público político del literario: “Hablamos de espacio público político, distinguiéndolo del literario, cuando las discusiones públicas tienen que ver con objetos

que dependen de la praxis del estado. El poder del estado es también el contratante del espacio público político, pero no su parte. Ciertamente, rige como poder público, pero ante todo necesita el atributo de la publicidad para su tarea, lo público, es decir, cuidar del bien general de todos los sujetos de derecho. Precisamente, cuando el ejercicio del dominio político se subordina efectivamente a la demanda pública democrática, logra el espacio público político una influencia institucional en el gobierno por la vía del cuerpo legislativo. La opinión pública remite a tareas de crítica y de control, que el público de los ciudadanos de un estado ejercen de manera informal (y también de manera formal en las elecciones periódicas) frente al dominio estatalmente organizado” (Habermas, 1973: 61-62)ii Así pues, también queda clara la importancia que otorga el autor alemán a la opinión pública en el correcto funcionamiento del sistema democrático. Sin embargo, esta dinámica no está exenta de problemas en la sociedad actual. Las contrariedades comienzan en la segunda mitad del siglo XIX y a principios del siglo XX. En este periodo se producen grandes y radicales enfrentamientos de clase, se transita hacia la sociedad de masas y la cultura tecnológica, y se generan nuevas formas de creación y acceso a la riqueza, produciendo, por tanto, cambios sociales significativos. La publicidad, el ámbito de lo público, y el ámbito de lo privado se encuentran en la encrucijada de la multiplicación de los medios, la privatización de los mismos, las manipulaciones de distinto signo, etc. El problema de la igualdad real, la igualdad de oportunidades en un sentido empírico e histórico, sigue en pie, incluso para algo tan fundamental como la libertad de expresión y la formación de una opinión pública verdaderamente significativa. Según Habermas, el principal problema que atenaza el correcto funcionamiento del sistema es el siguiente: la estatalización de lo público y su amenazante intromisión en todos los ámbitos de la vida del ciudadano se ha apoyado en la transformación paulatina de los medios de comunicación en instrumentos de entretenimiento y dominación de las masas. De la publicidad como información y manifestación de opinión ante un público lector que discute se ha pasado a una situación en la que el público se ha escindido en minorías de especialistas no públicamente raciocinantes, por un lado, y en la gran masa de consumidores receptivos, por el otro. Con ello se ha minado definitivamente la forma de comunicación específica del público. ¿Estamos ante medios de comunicación o medios de propaganda?, se pregunta Habermas en Historia y crítica de la opinión pública. “La publicidad crítica es desplazada por la publicidad manipuladora”, sentencia el autor alemán (Haberlas, 2002: 222). Habermas argumenta esta afirmación: “Como es natural, el consensus fabricado tiene poco en común con la opinión pública, con la unanimidad final resultante de un largo proceso de recíproca ilustración; porque el ‘interés general’, sobre cuya base *…+ podía llegar a producirse libremente una coincidencia racional entre las opiniones públicamente concurrentes, ha ido desapareciendo exactamente en la medida en que la autopresentación publicística de intereses privados privilegiados se lo iba apropiando”, afirma Habermas (Habermas, 2002: 222). Así pues, la manipulación es uno de los instrumentos que utiliza el poder hoy en día para influir en los ciudadanos. Incluso la publicidad parlamentaria se ha visto afectada, ya que el engranaje entre el debate parlamentario y los partidos políticos ha derivado generalmente hacia planteamientos de carácter plebiscitario. La apelación a un individuo autónomo capaz de dotarse de leyes universales, como deseaba Kant, en aquel sentido en que se conecta ley moral y ley

política mediante un proceso de formación de opinión y de voluntad general, se enfrenta a una situación histórico-empírica en la que incluso la formación de un individuo autónomo y su voluntad personal no parecen estar garantizados y mucho menos, por supuesto, la formación de una voluntad general democráticamente instituida. Haberlas constata que la dinámica social actual presenta rasgos de una “refeudalización” de la sociedad. El sujeto político de la sociedad de masas no es el individuo del liberalismo, sino que se transforma en los grupos sociales y las asociaciones que, desde los intereses de determinados sectores privados, influyen en funciones y decisiones políticas. También las instancias políticas intervienen en el tráfico mercantil y en la dinámica del mundo de la vida, de especial incidencia en el ámbito de la privacidad. Por otra parte, los medios se ven fuertemente influidos por las cúpulas directivas y por los consejos de administración de sus empresas propietarias, lo que coarta el libre ejercicio de la profesión periodística y afecta inevitablemente al proceso de formación de la opinión pública. En resumen, se asiste a una privatización de lo público y una politización de lo privado. A pesar de los aspectos negativos y de las dificultades que presenta la pervivencia y el desarrollo de una publicidad crítica en la sociedad de masas, Habermas insta al desarrollo de las posibilidades existentes, dada su importancia fundamental para el sostenimiento de la democracia: “El mandato de la publicidad es ahora extendido, más allá de los órganos estatales, a todas las organizaciones que actúan en relación con el Estado. De seguir realizándose esa transformación, reemplazando a un público de personas privadas individualmente insertas en el tráfico social, surgiría un público de personas privadas organizadas. En las actuales circunstancias, sólo ellas podrían participar efectivamente en un proceso de comunicación pública, valiéndose de los canales de la publicidad interna a los partidos y asociaciones, y sobre la base de la notoriedad pública que se impondría a la relación de las organizaciones con el Estado y entre ellas mismas” (Habermas, 2002: 257). Sólo una publicidad crítica permitirá la expresión de los conflictos reales y la superación de los mismos por la generación de consensos, de voluntad común. Según Habermas, éste ha de ser el contrapeso necesario a las formas de presión y coacción del poder, que tiende siempre a superponerse opresivamente sobre la realidad social: “*…+ un método de controversia pública llevado del modo descrito podría relajar las formas coercitivas de un consenso obtenido bajo presión, e igualmente podría suavizar las formas coercitivas del conflicto, sustraído, hasta el presente, a la publicidad.”, sentencia el autor alemán (Habermas, 2002: 274). Por lo tanto, es esencial entender que la publicidad crítica ejercida por la sociedad civil respecto de los aparatos del Estado constituye un elemento fundamental de la vida política democrática. Sólo así se comprende en su totalidad la Teoría Normativa de Habermas. Uno de las autoras más importantes en el ámbito de la opinión pública es Hanna Arendt. La importancia de Arendt radica en la introducción de la esfera social, una nueva esfera diferente a las dos que había contemplado Habermas. Arendt, al igual que hiciera muchos siglos antes Aristóteles, califica al hombre como un “zoon politikon” (Arendt, 2005: 51). La afirmación del filósofo griego, “el hombre es un animal político por naturaleza”, es decir, que necesita de la relación con otros congéneres, se tradujo al latín por la de animal socialis. De ahí data la eterna confusión de términos que salpicará toda la historia de la humanidad. Se equipararán los conceptos político y social como similares cuando no lo son, dice Hanna Arendt.

Según Arendt, es fundamental establecer esta distinción porque a partir del nacimiento del Estado-Nación, con la Edad Moderna, surge la esfera social. Este espacio es un ámbito intermedio entre lo privado, la familia, y lo público, la deliberación en sociedad y la opinión pública. Es bastante difícil, arguye Arendt, diferenciar la dos esferas porque la política, la acción y el discurso, propias de la esfera pública, se acercan bastante al espacio social; además, la administración del hogar y las actividades económicas de la familia, propias de lo privado, se aproximan a lo público. Así pues, el levantamiento de la esfera social supone el triunfo de la sociedad, una sociedad que sustituye la acción, propia de regímenes anteriores, por la conducta y donde reina la armonía de intereses y el conformismo. Con la sociedad triunfa la burocracia, que es el gobierno de nadie, y las actividades propias de la organización doméstica no se circunscriben sólo al ámbito familiar, como en siglos anteriores, sino que devoran las antiguas dos esferas. “La sociedad es la forma en que la mutua dependencia en beneficio de la vida y nada más adquiere público significado, donde las actividades relacionadas con la pura supervivencia se permiten aparecer en público”, arguye Arendt (Arendt, 2005: 68). La aparición de la esfera social trastoca la estructura de la vida pública y afecta, por tanto, a la opinión pública. Elogiado por unos y denostado por otros, lo cierto es que no deben caer en el olvido las aportaciones de Niklas Luhmann en el ámbito de la opinión pública. Su obra de cabecera es La realidad de los medios de masas. En ella, Luhmann articula, con una prosa espesa y ardua, su propia visión sobre los medios de comunicación y la opinión pública. El autor alemán está considerado como uno de los grandes sociólogos del siglo XX. Su larga trayectoria investigadora se puede resumir en una palabra: sistematización. No en vano, la teoría que acoge a Luhmann recibe el nombre de funcionalismo sistémico. El autor alemán consideraba la sociología no como una ciencia del hombre o de la naturaleza, sino como una ciencia “que debe erguirse sobre un principio de acotación, en el sentido de demarcar su ámbito de emergencia con respecto al ser humano” (Luhmann, 2000: 8). Luhmann otorga, por primera vez, la posibilidad de que la sociedad autobserve la estructura a gran escala que gobierna el cosmos de lo social y ésta es su principal aportación. En su obra más importante, La realidad de los medios de masas, Luhmann considera que los medios de comunicación son un verdadero sistema social, una conquista evolutiva. En el libro desarrolla una teoría global de la sociedad donde la comunicación juega un papel básico y enlaza el paradigma funcionalista con la teoría de sistemas que idea. Luhmann, a pesar de ser funcionalista, muestra sus discrepancias con el funcionalismo clásico. El funcionalismo clásico concibe la sociedad como un organismo “metáfora conceptual organicista” que tiene sus propios órganos constitutivos, que trabajan juntos para que el organismo funcione. Para el funcionalismo, el todo es más que la suma de las partes. Luhmann contradice esta visión clásica y plantea la sociedad como un conjunto de interacciones comunicativas entre sistemas. Sólo existen los sistemas y la sociedad es el conjunto de todas las comunicaciones posibles. El autor alemán cree que la sociedad se ha tornado demasiado compleja, por lo que las teorías clásicas son incapaces de dar explicaciones satisfactorias a esta complejidad actual. Luhmann intenta crear nuevos conceptos que permitan entender mejor la sociedad contemporánea. Los sistemas que concibe Luhmann son autopoieticos y autoreferentes.

Autopoiesis significa la concepción de uno mismo y la autoreferencia remite a la idea de que los sistemas son en sí y para sí. Es decir, empiezan y acaban en si mismos. Estos sistemas tienen un objetivo principal: reducir la complejidad existente en la sociedad actual. Para alcanzar esta meta, se crean determinadas categorías que permiten aprehender fácilmente el ambiente que rodea al ser humano. En el terreno periodístico, los profesionales se valen de los géneros periodísticos para clasificar la realidad, por ejemplo. ¿Qué papel juega la comunicación en la teoría sistémica de Luhmann? Luhmann sitúa a la comunicación en el centro de su teoría. Él arguye que toda relación entre elementos del sistema es obligatoriamente comunicativa. Y dentro de este ámbito, uno de los conceptos clave es el de la opinión pública. Las nociones tradicionales de sistema político y opinión pública eran, para Niklas Luhmann, cada vez menos explicativas y, por tanto, era necesario reformarlas. El autor alemán define la opinión pública como “la estructura temática de la comunicación pública”. Si la noción de estructura es fundamental en esta definición, no es difícil adivinar las preferencias de Niklas Luhmann. Al autor de La realidad de las masas no le interesan los contenidos de las opiniones, sino que se decanta por investigar cómo éstas se transfiguran en temas y la relación que se establece entre ellas. Luhmann remarca la gran importancia de los temas en la política y en la comunicación pública. De tema se deriva la noción de tematización, concepto clave de la teoría sistémica de Luhmann. La tematización emana de la centralidad de temas en la comunicación política. Tema se puede definir como los complejos de sentido indeterminados y susceptibles de desarrollo sobre los cuales se puede discutir y poseer una opinión igual o diversa. Estos temas son enormemente diversos. La comunicación, además de ser un lenguaje común, determina unos temas y la articulación de las opiniones relativas a estos temas. Los temas, para Luhmann, son fundamentales puesto que permiten reducir la complejidad de la sociedad, objetivo fundamental de toda la teoría sistémica. Si se etiquetan los acontecimientos que suceden en el mundo, resulta mucho más factible comprenderlos. La noción de tematización propuesta por Luhmann, y luego retomada por los autores italianos Grossi y Marletti, ha incidido profundamente en la comprensión del fenómeno de la opinión pública. La tematización también implica seleccionar, jerarquizar y disponer de criterios argumentativos, de conveniencia y de utilidad para valorar si un tema merece ser incluido en la agenda de la colectividad. Marletti, siguiendo la estela de Lippmann y Luhmann, arguye que un tema es “un elemento de generalización simbólica” que remite a algo que ha sucedido y que sirve para redefinir el significado y el alcance político y civil de ese acontecimiento. La corriente de la tematización ha sido, por tanto, otra gran línea de investigación sobre opinión pública en Europa. La espiral del silencio, de Elisabeth Noelle-Neumann En el libro La Espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Elisabeth Noelle- Neumann estudia la opinión pública como una forma de control social en la que los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no. Teniendo en cuenta esta visión sobre el fenómeno, resulta más fácil comprender aspectos como el comportamiento electoral de los ciudadanos o las relaciones entre los medios de comunicación y la sociedad. El libro constituye en sí mismo una auténtica teoría, la Teoría de la Espiral del Silencio, que se diferencia de la teoría habermasiana en que una está basada en aspectos racionales (Teoría Normativa) y otra en los aspectos emocionales que mueven al ser humano (Espiral del silencio). Noelle-Neumann posee

experiencia directa en el campo de la opinión pública porque fue directora durante muchos años del Centro de Investigación de Opinión Pública de Allensbach. Ella edifica su teoría fundándose en la noción de Opinión Pública que aportó John Locke en el siglo XVII. Si bien el fenómeno de la opinión pública no empieza a ser relevante hasta el advenimiento del poder burgués a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, John Locke se adelanta un siglo y medio y argumenta en su obra An essay concerning Human Understanding, publicada en 1689, la existencia de tres tipos de leyes: la divina, la civil y la de la reputación u opinión. Tal como explicaría siglos después NoelleNeuman, Locke afirma que los hombres se ajustan a las opiniones de aquellas personas que les rodean, siguiendo la ley de la moda. De esta manera salvaguardan su buena reputación entre sus conocidos. “Pienso que las personas que imaginan que los elogios y las desgracias no son motivos suficientemente fuertes para que los hombres se acomoden a las opiniones y las reglas de aquellos con quien ellos conversan, son personas poco expertas en la naturaleza o en la historia de humanidad”, arguye Locke en su obra (Locke, 1965: Libro II, cap. XXVIII, nº 12)iii. Lo que Noelle-Neuman absorbe de Locke es la importancia que el autor inglés otorga al hecho de que los ciudadanos vivan en una comunidad y en la preponderancia que adquieren los factores emocionales en el comportamiento de todo individuo. Como el aislamiento no es una situación agradable, los individuos se decantan hacia la corriente mayoritaria de opinión. Y, según Noelle-Neumann, esto ocurre en gran medida en la sociedad actual. Uno de los conceptos fundamentales en la Teoría de la Espiral del silencio es el clima de opinión. Un clima de opinión es una tendencia inespecífica que decanta las tendencias hacia una determinada opción. Este clima se cristaliza en opiniones y votos. Según Noelle-Neumann, un clima de opinión actúa como un fenómeno de contagio ya que la opción mayoritaria se extiende rápidamente por toda la sociedad. En su libro, la autora alemana expone dos ejemplos de climas de opinión. El primero se ubica temporalmente en el año 1965, cuando la Democracia Cristiana ganó las elecciones en el último momento gracias al surgimiento de un nuevo clima de opinión favorable a este partido. En 1972 se invirtió la tendencia. Ganaron los socialdemócratas gracias al clima de opinión favorable creado por la buena acogida de la Ostpolitik de Willy Brandt por parte de la población alemana (Noelle-Neumann, 2003: 17-25). La Espiral del silencio se formula en una época en la que la televisión es ya muy importante en el sistema comunicativo. Por eso, Noelle-Neumann cree que la televisión ayuda a consolidar los climas de opinión. En la actualidad: nuevas perspectivas sobre opinión pública Para representar fielmente el camino trazado por la investigación europea en estos últimos años, es fundamental escoger correctamente los autores más significativos de la actualidad. Y entre ellos se encuentran Jean Marc Ferry, Dominique Wolton y Giovanni Sartori. Jean-Marc Ferry, Dominique Wolton, Alain Touraine y Elihu Katz, entre otros, aunaron esfuerzos y publicaron el libro El nuevo espacio público, editado en España en 1992. La obra se basa en una idea clara: la redefinición del espacio público en conexión directa con la idea de la comunicación política. Esta reformulación de conceptos es necesaria, según arguyen los autores, por el advenimiento de la “sociedad de medios” un siglo después del de la “sociedad de masas”. Al igual que Habermas y Dahl, Wolton y Ferry opinan que el espacio público es consubstancial a la idea de democracia. Ambos se necesitan el uno al otro para ser posibles en la práctica, es decir, en la vida

real. Precisamente, el principio organizativo de este espacio es la libertad de expresión. El espacio público, el ámbito en el cual se desarrolla la opinión pública, es definido por estos autores como “el marco mediático gracias al cual el dispositivo institucional y tecnológico propio de las sociedades posindustriales es capaz de presentar a un público los múltiples aspectos de la vida social” (Ferry; Wolton; et.al. 1992: 19). Esta definición resulta bastante aproximada, pero sería positivo puntualizar algunos términos. Mediático es todo aquello que mediatiza la comunicación de las sociedades consigo mismas y entre sí. Cuando, por ejemplo, un grupo social participa de una deliberación o manifestación respecto de temas de interés colectivo, tal expresión pública de la opinión no participa, sin embargo, del espacio público, si sólo los participantes constituyen el público. En cambio, desde el momento en que esa manifestación parcial de la opinión se refleja y se difunde a un público más amplio, virtualmente indefinido, gracias a un medio cualquiera, participa del espacio público. Por lo tanto, el concepto de público es un elemento importante para la definición del concepto espacio público. Público abarca a todos los que son capaces de percibir y comprender los mensajes difundidos en el mundo. Sin embargo, esta obra aporta una novedad importantísima: Jean-Marc Ferry, en el capítulo que lleva por título “Las transformaciones de la publicidad política”, especifica que el espacio público social no se ciñe a las fronteras nacionales de cada sociedad civil: “En el marco de representación que proporciona el espacio público a las sociedades humanas, las sociedades civiles, políticamente delimitadas por las fronteras de Estados-naciones, no obstante penetran sin problema unas en otras, de modo que el espacio público no es sólo el lugar de la comunicación de cada sociedad consigo misma sino también, y quizás ante todo, el lugar de una comunicación de las sociedades distintas entre si” (Ferry; Wolton; et.al. 1992: 20) De esta obra también se puede extraer otra conclusión: la comunicación política es un cambio tan importante en el orden político como lo han sido los medios de comunicación masiva en el de la información y los sondeos, y en el de la opinión pública. Es algo obvio que la comunicación política maneja y equilibra las tres dimensiones contradictorias y complementarias de la democracia de masas: la política, la información y la comunicación. Sin embargo, no todos los autores que participan en el libro tienen el mismo enfoque. Por ejemplo, Alain Touraine observa “la señal de una pérdida de representatividad de los actores políticos y de una ineptitud del poder para integrar el conjunto de las experiencias sociales” (Ferry; Wolton; et.al. 1992: 11). Por otra parte, El nuevo espacio público, y especialmente Ferry, también aborda la eterna disyuntiva de las esferas pública y privada. Centrándose en la primera, el autor francés identifica los dos modelos occidentales de espacio público nombrados anteriormente por Habermas: el modelo griego y el burgués. Más allá del contexto de la Ilustración en que se elaboró el ideal moderno, el burgués, de un espacio público político centrado en la categoría de publicidad (debates, leyes, juicios), la tradición clásica o aristotélica de la política también había elaborado su versión del espacio público, basado en la plaza pública o ágora. Éste era el lugar donde los ciudadanos se reunían para debatir los asuntos concernientes al gobierno de la ciudad. Algunos pensadores contemporáneos, como Hanna Arendt o H.G.Gadamer, retomaron durante el siglo XX el concepto aristotélico de la política, diferenciando entre lo público y lo privado, la libertad y la necesidad, lo político y lo económico, o bien el poder y la dominación. Ferry establece una esfera

pública griega, cuyo carácter es esencialmente político, y una esfera privada, cuyo carácter es esencialmente doméstico. En las polis griegas, público y político coinciden plenamente. A la política le correspondía la acción común, tendiente a los mejores fines de la ciudad. Sin embargo, la esfera privada remitía a la categoría del trabajo, a la buena adaptación de los medios que se han de emplear con miras a un fin determinado y no discutido. Mientras la esfera privada admite la dominación, ya que es el dueño de la casa quien ejerce el poder, la esfera pública se idealiza como un reino de libertad, una libertad que se expresa en un derecho igual, para todos los ciudadanos, a participar directamente de los asuntos públicos. El espacio público moderno es una creación de la Ilustración. Tal como especifica el propio Habermas y recoge Ferry en su capítulo, el espacio público burgués comenzó siendo la institucionalización de una crítica que empleaba los medios de la moral para reproducir la dominación política. R. Koselleck explica cómo, desde el siglo XVI en Europa Occidental, y ante la amenaza del estallido que representaban las guerras de religión, la necesidad de mantener una cohesión social pudo justificar la institución típicamente moderna de una “esfera privada” de la opinión y de la creencia. Por eso, la conciencia individual se privatiza mientras que el dominio público será dirigido por una razón nueva, la razón de Estado. Será Hobbes uno de los primeros en separar lo público de lo privado. Sin embargo, el dominio público no se había entregado a un espacio público, sino que estaba confinado en ese ámbito privado de la “razón de Estado”. Lo que provoca la apertura de la publicidad y opera la transformación del dominio público en espacio público es la fuerza de la crítica. Como el propio Habermas dice, fue el concepto kantiano de la Publicidad lo que le confirió al espacio público burgués su estructura teórica cabal. En la sociedad moderna, la formación de un espacio público burgués obedecía al motivo moral de la emancipación. Sin embargo, en Grecia, era la estética de la autopresentación, de sobresalir por encima de los demás, lo que fundamentaba el espació público político. En El nuevo espacio público también se argumenta que el advenimiento de las democracias masivas a partir de mediados del siglo XIX ocasiona grandes cambios en los espacios políticos. Por ejemplo, las diferencias entre privado y público se diluyen y aparece la “esfera social”. Esta idea también es recogida por Hanna Arendt en La Condición Humana. A partir de ese momento, la opinión pública ya no es ese concepto heredado de la Ilustración, ese concepto normativo de una opinión formada con la razón, sino que designa a la masa segmentada de opiniones particulares en las que se expresan intereses divididos y conflictivos. El siglo XIX es el divorcio de la razón y de la opinión porque el ideal burgués entra en crisis. Se pone en tela de juicio la representación democrática. En esta nueva sociedad se produce el surgimiento de un poder político gubernamental cuyo centro de gravedad se desplaza de los elegidos a la minoría. Y el resultado de todo esto lo expresa perfectamente Ferry: “Nueva feudalización del espacio público; avasallamiento de la opinión pública por medios de los partidos, los sindicatos, las asociaciones y todo cuerpo intermedio; burocratización y tecnificación de una política opaca ante los juicios y evaluaciones del sentido común; el abandono de la ciudadanía…” (Ferry; Wolton; et.al. 1992: 19). Estos son, a juicio de Ferry, los veredictos negativos de la evolución de las democracias en los últimos cien años. La obra conjunta de Ferry y Wolton no sólo aporta algo nuevo respecto a Habermas, sino

que sintetiza perfectamente toda la investigación anterior. Sin embargo, la contribución realmente novedosa a principios del siglo XXI en el terreno de la opinión pública llega de la mano de Giovanni Sartori. En uno de los pasajes más ilustrativos de la obra cumbre de Adolf Huxley, Un mundo feliz, dos personajes mantienen esta conversación: “¿Por qué no le dais a la gente libros sobre Dios?” “Por la misma razón por la que no le damos Otelo; son viejos; tratan sobre el Dios de hace cien años, no sobre el Dios de hoy” “Pero Dios no cambia” “Pero los hombres, sin embargo, si” Giovanni Sartori, uno de los máximos expertos políticoculturales a nivel mundial y Premio Príncipe de Asturias, justifica completamente en Homo Videns. La sociedad teledirigida la idoneidad del diálogo de Huxley. Según Sartori, la sociedad se encuentra en plena revolución multimedia. Como las sociedades las componen los hombres, el hombre sufre una gran transformación. El Homo Sapiens, educado en la cultura escrita, se torna Homo Videns, para el cual la imagen es más importante que la palabra. La transformación, anunciada hace ya algunos años por teóricos como Marshall McLuhan, augura una retribalización, o lo que es lo mismo, la vuelta a la primacía de todos los sentidos del ser humano. Los sentimientos y las experiencias, en la actualidad, ya no se codifican sólo en palabras, sino también en imágenes. La preponderancia de la televisión o de la imagen ocasiona en el ser humano una sensación de visión de la realidad sin comprensión. Y esto, según Sartori, ha acabado con las ideas claras y distintas. El cambio es de una magnitud considerable y afecta en gran medida a la opinión pública y a su formación. Especialmente interesantes son los dos últimos apartados de Homo Videns, que llevan por nombre “La opinión teledirigida” y “¿Y la democracia?”. Seguramente, no existe una frase más acertada a la hora de definir la democracia que la que pronunciaron en 1926 Dicey y Lowell. Para ellos, la democracia era “el gobierno de la opinión”. 80 años después, algunos teóricos como Sartori siguen aceptando la idoneidad de la afirmación. “Actualmente, el pueblo soberano opina sobretodo en función de cómo la televisión le induce a opinar. Y en el hecho de conducir la opinión, el poder de la imagen se coloca en el centro de todos los procesos de la política contemporánea”, dice el autor italiano (Sartori, 2002: 70). Sartori afirma que la televisión influye en gran medida en las decisiones de los gobiernos y los gobiernos, a través de los medios, moldean las opiniones del público. Pero, ¿cómo se forma la opinión pública? En primer lugar, Sartori afirma que público no significa sólo que las opiniones son del público, de un grupo de gente, sino que también se denominan opiniones públicas porque hacen referencia a la res pública o asunto público, aquello que incumbe a todos los ciudadanos. Para que una opinión se constituya, los individuos han de estar expuestos a los flujos informativos de los medios de comunicación. Cuando existía una prensa libre y plural, la mayoría de las opiniones eran autónomas. Pero el gran cambio llega con la aparición de la televisión, que sustituye la comunicación lingüística por la visual. Cuando prevalece la comunicación lingüística, los procesos de formación de la opinión se asemejan a unas “cascadas interrumpidas por lagunas en las que las opiniones se mezclan”. Sin embargo, la fuerza arrolladora de la imagen destruye la pluralidad e instaura el pensamiento único, ya que acaba con el poder de los líderes intermedios de opinión. De esta manera, la autoridad la constituye la imagen. La televisión, según Sartori, construye

una “opinión pública hetero-dirigida” y se exhibe como “portavoz de una opinión pública que en realidad es el eco de regreso de la propia voz” (Sartori, 2002: Queda claro, por tanto, que la instauración de las TIC (Nuevas tecnologías) y el reinado de la televisión afectan profundamente al proceso de formación de la opinión pública, algo que constatan algunos autores como Sartori. Por otra parte, desde algunos sectores de la investigación se ha desacreditado, con matices o directamente, la teoría habermasiana, la preponderante durante mucho tiempo en el ámbito de la opinión pública. En el interesantísimo artículo del profesor noruego Tore Slaatta, Europeanisation and News Media, se recogen algunas de las críticas más comunes a la Teoría Normativa. Algunos de los “déficits” del pensamiento habermasiano se relacionan directamente con la aparición de nuevas realidades que superan el ámbito estrictamente nacional. La teoría de la esfera pública habermasiana se desarrolló en los años 60 y dentro de un particular tipo de sociedad: el Estado- Nación. 40 años después, la realidad dista mucho de la contemplada entonces por Habermas. Europa, en estos momentos, es un crisol de lenguas, culturas, naciones y, sobretodo, de distintos niveles de gobierno. La UE (denominada de esta manera a partir de Maastrich) introduce un nivel trasnacional de gobierno que gestiona competencias antes agenciadas por los Estados. Así pues, uno de los desafíos más grandes para los teóricos e investigadores actuales ha sido reformular el potencial crítico de la esfera pública y adaptarlo a un complejo y cambiante sistema europeo de gobierno. Existen algunas sugerencias que “rebajan” la idea de la esfera pública como indicador de una entidad unificada y actual. Por ejemplo, Schlesinger desconfía del concepto “esfera pública” y apuesta por el término mucho más neutral de “espacios comunicativos”, un concepto mucho más abierto y adecuado respecto a la compleja y diversa situación europea (Slaatta, 2005: 3). Calhoun, por su parte, afirma que se debería pensar más en “esferas de públicos” y no en “esferas públicas” (Slaatta, 2005: Habermas, criticado por varios investigadores, ha reformulado su teoría y la ha adaptado al panorama europeo actual. Por tanto, Habermas también ha contribuido con nuevas interpretaciones a explicar cómo la teoría de la esfera pública puede ser aplicada en un contexto europeo transnacional. Habermas reconoce, por ejemplo, que el concepto de esfera pública debe ser visto de manera más flexible y afirma que no existe una única esfera, sino una red de varias esferas públicas (Slaatta, T. 2005: pág 3. La evolución de la sociedad marca indudablemente el camino del pensamiento y de la investigación. Incluso algunos teóricos tan prestigiosos como Habermas se han visto obligados a reformular sus teorías con el paso del tiempo. Sin embargo, lo que no varía es el interés de la investigación por un ámbito tan complejo como el de la opinión pública. Fuente: Revista “Rutas” Universidad Autónoma de Barcelona Bibliografía ARENDT, Hanna (2005). La condición humana. Barcelona: Paidos Surcos. BERRIO, Jordi (2000). La comunicació en democracia. Una visió sobre l’opinió pública. Bellaterra: Servei de publicacions de la UAB. BERRIO, Jordi (1990). L’opinió pública i la democracia. Barcelona: Portic.. BOLADERAS, Margarita (2001). “La opinión pública en Habermas”. En: Anàlisi, 26. Barcelona. Pág. 51-70. DAHL, Robert (1999). La democracia: una guía para los ciudadanos. Madrid: Taurus. FEDERACIÓN LATINOAMERICANA DE SEMIOTICA. La comunicación política. Transformaciones del espacio público. Revista Designis, 2. Barcelona: Gedisa. FERRY, Jean-Marc; WOLTON, Dominique; et.al. (1992). El nuevo espacio público. Barcelona: Gedisa Editorial. HABERMAS, Jürgen (2002). Historía y crítica de la opinión pública. Barcelona: Gustavo Gili. HABERMAS,

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La Revolución cubana a sus 50 años: retos del socialismo Cuatro jóvenes cubanos opinan sobre la Revolución cubana Ariel Dacal Julio Antonio Fernández Julio César Guanche Diosnara Ortega

Creemos que la historia vivida en Cuba nos ha legado advertencias revolucionarias al presente. Por ello, podemos entender el precio, las dificultades, los retrocesos y las ampliaciones de la libertad como un ideal concreto; la fuerza y la fragilidad de las utopías; la precariedad de la fe, cuando es indiscutida —y su estéril soberbia—; el carácter insaciable de la libertad: cuando se vive reclama cada vez más libertad. Entendemos que la revolución es la ampliación de cada libertad conquistada. Convencidos de que la promesa del socialismo consiste en que la libertad nacional, social y personal son contenidos de una única libertad, y que es una moralidad de la libertad, de la justicia y de la dignidad humanas, en lo que sigue respondemos, los cuatro firmantes, las mismas dos preguntas. A pesar de no haber vivido el triunfo revolucionario de 1959, la herencia de lo que significó aquel proceso revolucionario, nos llega a los jóvenes no solo a través de la memoria histórica, sino también mediante la materialización de sus realizaciones.

¿Para ti cuáles fueron las realizaciones de esta revolución y de su proyecto socialista? Diosnara Ortega: Desde el punto de vista del análisis histórico de las contradicciones y luchas que el proyecto de transición socialista ha vivido, más bien de una parte de ellas, selecciono el que para mí fue uno de los logros fundamentales de la revolución -

de la revolución, no del socialismo- que potenció la base del proyecto de transición socialista: el poder del pueblo. La unidad social que generaron las circunstancias de los primeros años de la revolución, y el poder con que contó en parte esa unidad, fue una ganancia para la construcción de un proyecto participativo, inclusivo, de justicia social, que pretendiese alcanzar la soberanía nacional al tiempo que la individual. Es muy difícil hablar del socialismo cubano, en todo caso tendríamos que hablar del proyecto de transición socialista, el cual no ha sido evolutivo, como no lo es el socialismo ni ningún modo de producción social. Los saltos y retrocesos de este proyecto han estado influidos tanto por las condiciones del medio externo en el que se intenta producir este modo social de existencia, como por sus luchas internas. La transición es eso: un período de luchas intensas que se produce dentro y en contra de un modo de ser y hacer; en el cual el móvil de todas las relaciones sociales es el capital, el valor de cambio. ¿Cómo luchar contra la cultura del utilitarismo, contra la naturalización del consumo capitalista, contra las creencias de la supervivencia, de la superioridad? La Revolución cubana ha intensificado estas luchas en su intento de transición, sobre todo desde sus políticas. Esto ha sido un paso de avance, pero sobre todo a nivel institucional. ¿Qué pasa con la cultura de esas instituciones, qué pasa con la cultura de las personas que constituyen esas instituciones: desde la familia hasta el Estado? Ariel Dacal: Este tipo de interrogantes es cada vez más frecuente. Es lógico por dos razones, de una parte, porque 50 años es tiempo suficiente para reconstruir un pasado, evaluarlo, repasarlo, máxime cuando el proceso refiere a uno de los más importantes intentos emancipadores de la historia reciente. De otra parte, porque la Revolución cubana necesita repensar sus formas socialistas, lo que responde al agotamiento de algunas zonas del socialismo cubano y al carácter de permanente superación de si misma que debe tener toda revolución. Al pensar la revolución socialista cubana en términos de aportes hay que destacar, como primer asunto, la osadía de plantearse la construcción del socialismo en las condiciones y entorno de Cuba como país; y vinculado a ello, su capacidad de demostrar que es posible intentar un ordenamiento social con explícito carácter anticapitalista frente a las puertas del epicentro capitalista mundial y enfrentando su arrogancia manifiesta en todo momento contra tal intento. Esto ha sido posible porque el socialismo cubano se enraizó en la dignificación de los oprimidos, los excluidos, los vilipendiados, porque los despertó a la conciencia pública colectiva y obró un colosal cambio social que

cubre desde la instrucción y la educación del pueblo, la inclusión de sectores preteridos como las mujeres y los negros, la atención de las condiciones de salud de millones de personas, determinadas nociones de participación social, hasta la internacionalización del nombre de Cuba, con sustancial reconocimiento moral, pues asumió la libertad de los oprimidos de otras partes del mundo como condición de su propia libertad. Julio César Guanche: En 1959, la Revolución cubana trajo al mundo un bello ejemplar de socialismo utópico. Los cubanos se enfrentaron a las leyes de bronce de la cultura política del momento: «sin azúcar no hay país»; «aquí se puede hacer una revolución sin el ejército o con el ejército pero nunca contra el ejército», «la política es la segunda zafra del país», «nada se puede hacer en Cuba sin el reconocimiento de los Estados Unidos», entre otras muchas ideas firmantes del status quo: la economía monoproductora, la corrupción de la política a manos de las armas y del peso cubano y la subordinación nacional a los Estados Unidos. El triunfo revolucionario venció esas distopías y distribuyó entre millones de seres el capital de la vida: pan y dignidad. La Revolución tradujo la política al habla popular: la de sujetos crecidos en cantidad y cualidades a la vida. Materializó antiguas utopías: la historia como un fruto dilecto de la voluntad, la abolición forzada del mercado, la búsqueda de acabar con las jerarquías sociales, la emergencia a lo público de las clases antes aprisionadas por la dictadura del hombre y del dinero. En ello, produjo otro universo: el de una ciudadanía universal con expectativas de ejercer en efecto la política como control soberano del curso de la propia vida. El proyecto de 1959 realizó en la tierra cubana gran parte del enorme ideal de Rousseau: ciudadanía universal, soberanía popular y justicia social. Cincuenta años después redescubre que una revolución no es una meta en sí misma, que todo lo conquistado ha de ser reconquistado, que renovarse es la única manera de continuar. Julio Antonio Fernández: El socialismo cubano ha sido original, aunque haya tenido y siga sufriendo los males del dogmatismo soviético, aunque haya tenido momentos de cercanía a las formas políticas e ideológicas asiáticas, especialmente chinas. Ha sido original porque nació como hijo privilegiado de un proceso revolucionario nacional y popular, que transformó en el mismo fervor de las primeras luces de la Revolución triunfante, las reformas democráticas propias del nacionalismo de corte social acumuladas durante toda la República Neocolonial, en postulados del socialismo marxista.

Pero en esa búsqueda heredó también el marxismo-leninismo soviético, por sí mismo problemático porque contenía, en el momento de su mayor influencia institucional en Cuba, los gérmenes malignos del totalitarismo, el dogmatismo, el manualismo, el oportunismo y el burocratismo. El Socialismo cubano aportó, sin embargo, una manera auténtica de relacionarse con el Tercer Mundo y sus gestas anticolonialistas e independentistas, no alineada a los dictados europeos socialistas. El Socialismo de Cuba se ha desarrollado en el contexto del Tercer Mundo, demostrando las potencialidades de los pueblos humildes para la lucha por la libertad. A la misma vez se ha tenido que sobreponer ante los lastres del sentido común burgués, que ha campeado en Cuba por más de un siglo y que se obstina en permanecer entre nosotros, con su fresca cara globalizada. Nuestro Socialismo ha luchado contra la pobreza, contra el capitalismo, contra el imperialismo y sus peores modales -guerra y terrorismo-, contra el inmovilismo de la burocracia estatal, contra la incultura política, contra el oportunismo de los supuestos extremistas, contra la mínima oposición interna y la gran oposición externa, contra los fantasmas de la «plaza sitiada», que no nos permiten creer en nuestras fuerzas para ser más libres. Hemos aportado la belleza de un pueblo entero, de mujeres y hombres hechos a sangre y fuego, a bloqueo y milicia, a escasez de cosas y abundancia de prudencia y fe en la justicia ganada. ¿Qué necesita el proyecto revolucionario cubano para ser más socialista? Ariel Dacal: Al hablar del socialismo como asunto de presente y futuro es necesario pensar las formas socialistas en Cuba, y hacerlo de manera pública, no solo en clave de inventario de problemas sino en clave propositiva. Tenemos que discutir públicamente qué entendemos por socialismo y cómo lograr que este sea más efectivo en la búsqueda de una alternativa anticapitalista, lo que significa toda la justicia social posible. El acumulado de instrucción, cultura, capacidad técnica, sentidos y conocimientos sobre la política creado en el pueblo está subutilizado y en algunos casos desperdiciado. Para revertir esa situación se hace necesario cambiar cualitativamente las formas de la participación de la gente en la gestión y control de su vida cotidiana, individual y pública, laboral y comunitaria. Eso llevaría a discutir las formas concretas para lograr una mayor socialización de los procesos políticos y económicos (participar en la definición del problema/necesidad, en la elaboración de la solución, en su

evaluación y en su control). Es necesario mayor compromiso popular y este solo será viable desde una incidencia directa de las personas en la vida pública. Esto no será por obra divina ni por decreto, es necesario ensayar otras formas socialistas para la producción y la política: cooperativas, autogestión y cogestión, descentralización de los poderes locales con capacidad real para incidir en la vida de la comunidad. El debate en clave socialista implica, de modo imprescindible, analizar las modificaciones de manera integral e integradora, la política y la economía de conjunto. Los debates hoy tienen que ser políticos y no administrativos, de reflexión colectiva y no de consignas incrustadas a la realidad. Solo con la práctica concreta de relaciones socialistas de producción (material y espiritual) será viable la recreación de valores socialistas en Cuba. Julio Antonio Fernández: Necesitamos que el ejemplo del Che se haga presente. Necesitamos coherencia ideológica en nuestros dirigentes, en nuestras instituciones, en nuestras leyes y discursos cotidianos. El Socialismo es más que una barricada de combatientes firmes, debe ser la búsqueda de la felicidad en justicia, sin capitalismo, sin discriminación, sin pobreza, sin guerra, sin desigualdad. Necesitamos cada día más democracia, mas política hecha por el pueblo y para el pueblo. Necesitamos radicalizar la República, la soberanía popular, los mecanismos populares de realización y control de la política. El Socialismo cubano debe evitar caer en las garras de terciopelo del reformismo, debe alejarse de los susurros que le dicen que basta con hacer dos o tres cambios de tipo liberal para contentar al pueblo. El Socialismo se debe rehacer en Revolución y la Revolución no puede ser una piedra inmóvil e incorregible. Conservar el Socialismo es la única forma de conservar la Revolución, esta no se mantendrá en un capitalismo subdesarrollado como el que algunos esperan para Cuba. La independencia es imprescindible, si esta es la de decidir soberanamente las mejores vías de salvar el Socialismo que nos hará más libres y más felices. La soberanía es indispensable, si la ejercemos como pueblo para darnos las formas políticas y jurídicas más revolucionarias, más socialistas, más liberadoras. Diosnara Ortega: Lo que al principio menciono como el gran logro de la revolución en la coyuntura de sus primeros años para la transición socialista, es hoy, a mi entender, su gran debilidad: el poder del pueblo. La participación dentro del proyecto de transición socialista cubano debe ser una participación con poder real y colectiva, no solo

individual. Nuestro proyecto tendrá que saber mantener los logros alcanzados en términos de políticas, pero deberá transformar los modos en que se construyen y usan esas políticas. También habrá que romper con los modelos verticalistas desde los cuales ninguna participación socialista es posible. Es necesario salir de la trampa de la representatividad cuando esta, por la vía de la “selectividad” tiende a impedir mecanismos de participación y de poder directo de la ciudadanía. Otro de sus retos permanentes es el llevar a cabo, como parte de la transición, una consiente resistencia a la colonización cultural. El proyecto cubano ha tenido que luchar al menos contra dos tipos de colonización: la del capitalismo y la del socialismo llamado real. Esta lucha contra la colonización necesita del ejercicio de un pensamiento crítico colectivo. Para propiciar este tipo de pensamiento -sin el cual no es posible romper con la cultura del capital- tendremos que reformular el tipo de poder que construimos en todas nuestras relaciones sociales: el poder establecido entre los hijos y los padres, el poder entre el maestro y los alumnos, el poder entre el Estado y el pueblo, por solo mencionar tres ejemplos. Nuestro proyecto de transición ha sido osado, pero debe serlo todavía más. Su osadía debe mezclarse con la confianza, con la belleza del otro que tendrá que ser nuestra. Saber sumar, saber amar, saber compartir, saber dialogar, saber abandonar: todo esto ha aprendido nuestra transición socialista y todo esto tendrá que seguir aprendiendo. Julio César Guanche: En 2009, los herederos de Rousseau defendemos un socialismo renovado. Imaginamos también un bello ejemplar de socialismo utópico, nacido de las voces de nuestros mayores y de sus historias de vida, y de nuestras propias voces y biografías. Para ello redescubrimos las palabras, las liberamos del claustro que les forjó su historia. Redescubrimos que socialismo significa socializar los medios de producir la vida y que comunismo es sinónimo de poder definir el significado de la vida. Así como queremos que el verbo se haga carne, queremos que la ideología se haga práctica. Entonces, comprendemos: redescubrimos que es necesario entender aquello que queremos abolir. Porque queremos abolir el capitalismo, entendemos cómo su sistema se reproduce con el régimen del trabajo asalariado -pues mantiene la lógica del capital-; cómo la organización del sistema productivo es asimismo una forma de

organización política; cómo la realidad de la explotación no es la distribución desigual de los bienes, si no la imposibilidad de decidir, por parte de quienes la producen, tanto de las condiciones de la producción como del destino de ella. Porque queremos el socialismo queremos redescubrirlo en la organización de la producción, en el trabajo libre y asociado -social, cooperativo y autogestionado-; en la forma en que los logros sociales deben estar encajados en los logros políticos: que más salud y educación sean a su vez más participación popular y más libertad individual; que la progresiva abolición de la explotación sea la eliminación de la pobreza, pero también de la enajenación, como quería el Che Guevara. Porque queremos el comunismo lo reencontramos como el proyecto más desmesurado de afirmación de la libertad humana jamás concebido: como la utopía de la autonomía personal y colectiva, como el proyecto de la emancipación de la servidumbre de la política hecha por otros y del trabajo regido por otros. Pero también viceversa: porque queremos inventar y afirmar la forma en que queremos vivir es que defendemos el socialismo y el comunismo para Cuba. Porque somos diferentes, porque la diversidad es nuestro patrimonio, porque no queremos mentir, porque queremos comer y pensar, porque queremos vivir según nuestros ideales, porque defendemos el radicalismo de nuestra individualidad, y sabemos que ella se hace plena solo en lo social, porque queremos vivir con los otros, por todo ello, defendemos el socialismo y el comunismo. Julio Antonio Mella decía que entre el hombre y la naturaleza se interpone el capitalismo. Queremos evitar al mediador y reunir al socialismo -la civilización-, con la naturaleza; queremos el comunismo como la socialización de la utopía, no como el régimen que la distribuye, sino como el espacio donde se inventa y se practica en comunidad. Contra las leyes de bronce de la historia y del presente, reafirmamos el socialismo de la utopía, pues tenemos pasión idéntica por el goce de la belleza y por el gozo de la justicia como los que hicieron la utopía de 1959.

LA NUEVA CONSTITUCIÓN LEGALIZA EL SAQUEO DE BOLIVIA El Estado reconocerá todos los derechos y privilegios que las transnacionales y empresarios hubiesen adquirido en el país, sin importar si éstos son lesivos a la patria o hubiesen sido adquiridos ilegalmente Redacción de Econoticiasbolivia La Paz, octubre 31, 2008.- La nueva Constitución Política del Estado, pactada entre el gobierno de Evo Morales y la derecha parlamentaria, preserva todos los privilegios y ventajas conquistadas por las transnacionales, las compañías privadas nacionales y los empresarios que explotan los recursos naturales y saquean Bolivia. El artículo octavo de las “Disposiciones Transitorias”, incluido al final del texto constitucional señala que el Estado boliviano garantizará a las transnacionales y empresarios nacionales y extranjeros todos los derechos que hubieran adquirido hasta ahora, sin importar si éstos fueron concedidos por los gobiernos neoliberales o dictaduras militares que rifaron a vil precio las riquezas naturales del país y sin importar si estos beneficios se concedieron legal o ilegalmente. El citado artículo señala textualmente que “en el plazo de un año desde la elección del Órgano Ejecutivo y del Órgano Legislativo, las concesiones sobre recursos naturales, electricidad, telecomunicaciones y servicios básicos deberán adecuarse al nuevo ordenamiento jurídico. La migración de las concesiones a un nuevo régimen jurídico en ningún caso supondrá desconocimiento de derechos adquiridos”. Este artículo fue redactado de común acuerdo entre los parlamentarios del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) del presidente Morales y los senadores y diputados derechistas. Todos ellos aprobaron eliminar de este texto constitucional la mención que establecía que el reconocimiento de los derechos adquiridos de las transnacionales y empresarios sólo regía para quienes hubiesen obtenido estos privilegios de manera legal y de acuerdo a la Constitución Política del Estado. LA DEFECCIÓN GUBERNAMENTAL

En el anterior texto constitucional aprobado en diciembre del 2007 por la Asamblea Constituyente en Oruro se establecía, al igual que en el texto aprobado por el Congreso en octubre de 2008, que “las concesiones sobre recursos naturales, electricidad, telecomunicaciones y servicios básicos deberán adecuarse al nuevo ordenamiento jurídico”. Sin embargo, el texto aprobado en Oruro advertía sobre estas concesiones, a diferencia del actual texto del Congreso, que “El Estado revisará y, en su caso, resolverá (anulará, NdR) aquellas (concesiones, NdR) que contravengan a la presente Constitución”. Así, el artículo octavo oficialmente aprobado por el Congreso, reemplaza la frase “El Estado revisará y, en su caso, resolverá aquellas que contravengan a la presente Constitución”, por la frase “La migración de las concesiones a un nuevo régimen jurídico en ningún caso supondrá desconocimiento de derechos adquiridos”. En esta última frase se eliminó incluso la palabra “legalmente”, reemplazando los “derechos adquiridos legalmente” por “derechos adquiridos”. DESPOJO E IMPUNIDAD Con esta disposición, y otras que protegen la inversión privada nacional y extranjera, todos los concesionarios de minas, campos petroleros, yacimientos gasíferos, tierras agrícolas y forestales, concesiones para generación y comercialización de electricidad, distribución de agua, transporte y otros, tienen aseguradas sus millonarias ganancias. Así, por ejemplo, el Estado boliviano, con su nueva Constitución, no podrá desconocer los “derechos adquiridos” de las transnacionales mineras y compañías privadas nacionales que explotan sin piedad los yacimientos de oro, plata, zinc, hierro, estaño y otros, y que les permite exportar anualmente por encima de los 2 mil millones de dólares, pagando solamente un impuesto que oscila entre el 3 y 5 por ciento del valor bruto producido y exportado. Este también es el caso de los “derechos adquiridos” por las explotaciones forestales y agroexportadoras que permiten millonarias ventas al exterior que benefician a los consorcios privados, los que pagan migajas al Estado y dejan tierras desoladas y sin capacidad productiva. BENEFICIOS TRANSNACIONALES Las disposiciones transitorias de la nueva Constitución consolidan, además, los onerosos privilegios y millonarias ganancias de los grandes consorcios petroleros, dejando en el limbo las “auditorías” que, de tanto en tanto, el gobierno de Morales intenta reactivar para sancionar a las transnacionales que inflaron sus costos e inversiones para pagar menos impuestos, que defraudaron tributos, violaron las leyes, incurrieron en delitos de contrabando y recibieron concesiones

y reservas en condiciones ilegales e inconstitucionales. Los directos beneficiados con esta nueva concesión constitucional son los pulpos de Repsol, Total, Petrobras, Shell, Enron, Vintage, British Gas y British Petroleum, Canadian Energy y Pluspetrol, que siguen ganando a manos llenas en la producción y compra - venta del gas como materia prima a un precio dos o tres veces por debajo del internacional. En la minería, el gran beneficiado es el consorcio transnacional de Glencore del magnate petrolero suizo israelí Marc Rich, a quien la revista Time calificó en el 2001 como “el ejecutivo más corrupto del planeta”. En el 2005, la Glencore se convirtió dolosa y fraudulentamente en uno de los mayores operadores de la minería boliviana al recibir grandes yacimientos mineros de manos del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Esta operación se produjo cuando Sánchez de Lozada, derrocado por una insurrección popular en octubre del 2003, fugó a los Estados Unidos y sus bienes eran requeridos por el pueblo y la justicia boliviana. OTRA DÁDIVA PARA LOS 100 CLANES El artículo octavo también consolida, junto a otras disposiciones, los privilegios y derechos conquistados por los 100 clanes de latifundistas que se han apoderado de las mejores y más fértiles tierras de Bolivia. Estos 100 clanes son propietarios de más de 25 millones de hectáreas, muchas de ellas conseguidas fratuita y dolosamente del Estado al amparo del favor político, la corrupción y la ilegalidad en los gobiernos neoliberales y dictaduras militares. Todos estos inmensos latifundios no serán tocados por el Estado, que intervendrá sólo en aquellos casos que estas tierras no cumplan una función económica y social. Con ello, el agro boliviano consolidará su doble cara: con inmensos latifundios en manos de pocos clanes familiares asentados en el oriente y los valles, y millones de campesinos atrapados en los minifundios y en la pobreza. Los datos oficiales revelan que los 100 clanes de latifundistas concentran cinco veces más tierras que dos millones de campesinos. LA DERECHA CANTA VICTORIA El reconocimiento constitucional de todos los “derechos adquiridos” por las transnacionales y empresarios, sin importar la legalidad o ilegalidad de éstos, ha generado una ola de entusiasmo en las fracciones de la oligarquía y el empresariado. "Hemos ganado, no hay tal empate”, dice el prefecto fascista de Santa Cruz, Rubén Costas que destaca el nuevo texto constitucional, reelaborado en el

Congreso tras que el presidente Morales accediera a eliminar todas las reformas que pudieran parecer radicales a los ojos de la burguesía a fin de lograr la venia de ésta a su reelección. En el Congreso se reescribieron cerca de 150 artículos de los 400 existentes, abandonando todas las reformas que herían, aunque sea parcialmente, los intereses económicos de la burguesía agrofinanciera y frenaban (o no impulsaban abiertamente) el desarrollo del capitalismo y la expansión de la propiedad privada, la inversión extranjera y la ganancia empresarial. El nuevo texto constitucional deja intocados los inmensos latifundios, preserva la gran propiedad privada y la inversión extranjera, y mantiene en pie casi todos los privilegios de los terratenientes y oligarcas que explotan sin límite los recursos naturales. Por ello, su aprobación ha sido calificada como una “traición” por los sectores radicales del indigenismo y de los sindicatos revolucionarios. En la derecha, en cambio, hay sectores que creen que la reformulada Constitución tiene la virtud de garantizar plenamente sus derechos y privilegios sobre la tierra y los recursos naturales, aunque mantiene como su gran defecto que viabiliza la reelección de Morales, que hoy por hoy es imbatible en las urnas. Estos grupos creen que es aceptable asegurar el poder económico, la bolsa y sus privilegios, aunque a costa de tener que soportar al “indio presidente” por lo menos hasta el 2014. Así, los grupos empresariales y sectores derechistas que siguen al ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga están convencidos de haber “castrado totalmente” el programa de reformas de Morales, por lo que, incluso, ya han comenzado a hacer campaña a favor de la nueva Constitución. “Sólo falta que hagan campaña para que la gente vote por la reelección de Evo Morales”, ironizó un comentarista de radio. Otro que festeja es el presidente de los empresarios privados de Santa Cruz, Pedro Yovhio, quien pidió un aplauso por el proyecto de Constitución modificado en el Congreso porque “refleja la propuesta autonómica” y “respeta las tierras productivas”. Evo y la nueva Constitución Cómo fabricar un Estado en Bolivia La Vaca. Buenos Aires, 24 de octubre de 2008. El gobierno boliviano logró un acuerdo con la oposición para materializar la Constitución que, estima, implicará una oportunidad para la construcción de un nuevo Estado. La sola mención del asunto llama a debate : ¿Será así ? ¿Una

posibilidad de realización más plena para la sociedad, o un emprolijamiento liberal y una nueva máquina de coerción ? Alrededor de esos temas lavaca conversó con Jaime Parejas y Carlos Lara en Santa Cruz de la Sierra. Son representantes del gobierno y a la vez no dejan de marcar los límites de lo que ellos mismos están construyendo. Los enigmas entre el liberalismo y el socialismo. "Sabemos que el Estado es un instrumento de dominación. Y siempre pensé que debe ser destruido para que exista una revolución. Pero ahora nos encontramos con que no podemos salir de ese marco ni construir imaginarios distintos a lo que es -hoy mismo- una relación de poder o jerárquica". Carlos Lara explica así a lavaca esta compleja cuestión que dibuja una intriga en esa mezcla boliviana tan típica de estos tiempos : el militante social con el funcionario público. ¿Cuáles son los caminos de la transformación ? ¿La política estatal puede ser alguna vez una fórmula de cambio, o en realidad sigue siendo centralmente un modo de controlar a las sociedades ? Cada charla en la Bolivia oficialista parece implicar una mezcla de pasión y cálculo, de esperanza y pragmatismo. Carlos es autor del libro "Construcción Social del Estado", se ha hecho exactamente tales preguntas, y es a la vez representante departamental del gobierno de Evo Morales a la Asamblea Constituyente. Jaime Parejas integra también la Representación Presidencial a la Asamblea, y la Corriente de Responsabilidad Ciudadana, que se ha planteado la inhóspita tarea de proponer aperturas y rupturas del sectarismo en esa ciudad más bien dominada la cerrazón y el sectarismo. El poder político y empresario cruceño encaró acciones separatistas, además de simbolizar mecanismos neo feudales de concentración de tierras, control político y mediático, y liso y llano racismo contra los sectores pobres, obreros e indígenas. (El detalle sobre el tema y las respuestas de la sociedad en el barrio obrero e indígena Plan 3000, que proyecta convertirse en Ciudad Igualitaria, en Que se vayan todos, artículo publicado en Mu de octubre). Para entender el choque El gobierno de Evo Morales ganó las elecciones en diciembre de 2005 superando el 50% de los votos, cosa inédita en Bolivia. Planteó una Asamblea Constituyente que llevó adelante una propuesta constitucional novedosa, plagada de garantías para los ciudadanos, cargos revocables, reconocimiento de las autonomías de los pueblos originarios, reconociendo derechos y libertades que en Bolivia el poder político ignoró durante décadas.

Cuando los tradicionales sectores de poder, simbolizados en los prefectos (gobernadores) de los departamentos (provincias) más ricos, empezaron a percibir que el triunfo de Morales y su partido MAS (Movimiento al Socialismo) parecía una bisagra electoral en la historia del país comenzaron a plantear su "autonomía". Traducción : se dieron cuenta de que no hay mucha chance de que vuelvan a la presidencia con elecciones, y empezaron a promover movimientos separatistas de las provincias ricas. Morales propuso un referéndum que en agosto lo ratificó con más votos aún, el 64%. Eso hizo crecer el conflicto, los prefectos entraron en crisis con el gobierno, que devolvió las gentilezas auspiciando movilizaciones sociales que bloquearon a las provincias ricas. Finalmente llegaron las negociaciones, acuerdos y cesiones mutuas con respecto a la Constitución, la posibilidad de Morales de ser reelecto una vez (y gobernar hasta el 2014) y la puesta en marcha del referéndum que determinará la entrada en vigencia de la nueva Constitución en 2009. Los que proponen el No Estado Lara es un hombre de izquierda : "Me han dicho guevarista, maoista, leninista, aunque la verdad es que lo que más me atrajo siempre es el anarquismo". Tanto con él como con Jaime cuesta hacerse a la idea de lo que suele conocerse como "funcionario público". ¿Por qué cree que no se puede salir del marco de pensamiento estatal, y de las formas de pensamiento y relación de poder y jerárquicas ? Carlos Lara : La gente no es crítica todavía. Todo en su cabeza se formó con la concepción de la existencia del Estado. Los teóricos más avanzados aquí quieren imaginar que puede existir un Estado de naturaleza socialista. Pero le digo : ¿Qué Estado socialista podemos tener si la Constitución es netamente liberal ? ¿Liberal ? Jaime Parejas : Claro, tiene toda las estructuras liberales, aunque con mucha inclusión de derechos laborales, de salud, culturales, derechos colectivos, que rompen en parte la estructura convencional del derecho liberal, pero no se puede hablar de un esquema socialista. Lara : Tiene aspectos revolucionarios, en el tema de la educación por ejemplo, donde plantea una revolución transformadora y crítica, descolonizadora. Pero el resto es un sustento del Estado, de la construcción de un nuevo Estado yo diría, con una perspectiva social.

¿En qué se diferenciaría de lo actual ? Parejas : Primero, en que esta constitución ya no está hecha por una élite gobernante, de patrones, sino por el campesinado, por los barrios obreros e indígenas, todo discutido, elaborado, reflexionado. Usted, yo, todos. Y eso mismo va generando conciencia de lo que significa ser parte integrante de un Estado. Lara : Y esa construcción estatal no puede negar las relaciones de poder. Pero paralelo a eso, también se ha ido desarrollando una concepción de Nación de los aymaras, chiquitanos, quechuas, que hasta pueden negar al propio Estado. ¿Pero lo niegan, o lo integran ? Lara : No niegan al Estado, aunque pueden hacerlo. Pero no lo hacen porque voluntariamente se están incorporando a ser parte del Estado. Es otro proceso. No sé cómo seguirá. Pero de manera voluntaria estas naciones que podrían haber sido un No Estado, ahora van a ser parte del Estado que van construyendo ellos mismos. La nueva Constitución crea un Estado Plurinacional que incorpora a estas naciones. Las ideas de los otros ¿Se puede considerar voluntaria a esa incorporación, o no deja de ser una forma de las que tradicionalmente se conoce como "cooptación" ? Lara : El Estado mantiene al fin de cuentas todas sus categorías coercitivas, todo un aparato ideológico con un poder de represión estatal. Esto no va a cambiar mucho. La diferencia es que ahora es incluyente. Empieza a reconocer cosas inexistentes. Parejas : Imagínese que el derecho ciudadano al voto existe recién desde 1952. La idea de democracia deliberativa, con referéndum, recién se ha incorporado. Son formas que tendrán que ir enriqueciéndose, como otro elemento de una democracia comunitaria. Como deberá ir creciendo esa participación de la economía comunitaria, el derecho colectivo, la justicia comunitaria campesinoindígena, que no ha sido normada pero que la Constitución manda normar. Lara : Analizando todo el proceso, el Estado boliviano que se está construyendo tiene más proximidad con el poder del pueblo. El poder constituido (las instituciones) y el poder constituyente (la sociedad) se van acercando. Eso dicen todos, Carlos. Lara : Pero aquí el Estado plantea que la soberanía se ejerce de manera directa

por el pueblo, no sólo a través de los representantes. La diferencia entre Estado y sociedad puede achicarse ya que se da participación popular y se demanda que la sociedad tenga mayor conciencia, más capacidad de acción, dentro de la vida normada de manera colectiva. Parejas : Las instituciones que hemos tenido son corporativas, antidemocráticas y elitistas. Aquí estamos planteando una nueva institucionalidad que rompa el statu quo y que desarticule la dominación que existe sobre la falsa conciencia de clase, que significa que la gente termina pensando con las ideas de los que la oprimen. Pero en esta misma tradición de ideas, ¿eso se puede lograr con un Estado que ustedes mismos califican como liberal ? Parejas : Sí, en la medida en que se logre combinar a esta constitución, que reconocemos como liberal, con la participación. Lara : Es importante mencionar que las corrientes que plantean la dictadura del proletariado no han entrado al debate de la Constituyente. Esas teorías fueron relegadas, y se le dio espacio al tema de la inclusión de los pueblos originarios indígenas. Eso no ha entroncado con el discurso del Estado Socialista o la dictadura proletaria, ni se ha logrado crear un ambiente de insurrección popular campesino indígena en ese sentido. No se está destruyendo al viejo Estado capitalista mediante la vía armada y revolucionario. No hay argumentos frente a una idea de revolución pacífica y transformación cultural, como plantea Evo. La variante proletaria está desenchufada. Sí está en marcha una idea de colocar en un nivel de menos poder a la burguesía. Sobre todo en Santa Cruz. En La Paz la burguesía ha tenido que empezar a cumplir su rol de clase productiva bajo nuevas reglas de juego. Aquí todavía hay un trabajo asalariado con niveles de sobreexplotación alarmantes y situaciones de servidumbre. Entre la clase obrera y el progresismo Por momentos parece que este proceso es para alejar a Bolivia del feudalismo, por así decir. Una modernización y reconocimiento mínimo de instancias de ciudadanía. ¿Es un proceso de alivio de la pobreza, lo cual es crucial, o va más allá todavía, a una situación de transformación de fondo ? Parejas : Es una transformación, hay participación social fuerte, empoderamiento de los movimientos sociales. Mucha gente quiere sumarse porque no está de acuerdo con las políticas de la burguesía. Eso es transformador. Hay una transferencia de poder al pueblo. El elemento represivo del Estado son las Fuerzas Armadas. Pues bien, ahora el elemento de control social serán los movimientos sociales.

¿Qué elementos son de verdadera transformación ? Lara : Por decirlo metafóricamente, el campesino ha levantado la cara. Eso es mucho. En Plan 3000 usted ha podido ver cómo la gente demostró que puede hacer su propia dinámica y cómo puede imponerse la voluntad de la masa. Esas cosas también se abrieron al haber un gobierno diferente. ¿El gobierno abre a esas situaciones o es al revés : la situación general de rebeldía abrió la posibilidad de que Evo Morales llegue al poder ? La gente ya venía levantando la cabeza : El Alto, la Guerra del Agua, la Guerra del gas.... Lara : Es cierto, pero hay una transformación que estamos viendo ahora. El kolla ya no es el "kolla de mierda". Ahora aparece un elemento protagónico del proceso de transformación, aunque no sea una transformación socialista, troskista ni ensamblada en ningún proyecto clásico de la política. El obrero según la nueva Constitución es un ciudadano más, con sus derechos laborales, seguridad, pero no hay ninguna mención ni intención de colocar a la clase obrera como vanguardia o como sujeto o como direción revolucionaria. Nada de eso. por eso no es un proyecto socialista. Pero la intención con todo esto, ¿no es la de mantener una estructura vertical, recuperar legitimidad para el Estado y absorber de algún modo el potencial de los movimientos sociales ? Lara : No es tan así. La gente ha influido en la Asamblea Constituyente, pero por la fuerza de abajo. Las propuestas vinieron de abajo, la gente se ha movilizado en torno a una representación que dio. El gobierno lo ha ido manejando porque hay diferentes intereses en juego, pero la gente lo está asumiendo como algo suyo. Parejas : Los medios plantean que este es un proceso comunista, de extrema izquierda e indigenista. Atemorizan a la clase media y a la clase trabajadora para que no acepten estos cambios, y en ese punto yo defiendo la idea de que el texto constitucional es netamente liberal, y busca una sociedad que sea progresista. El problema es que tenemos una derecha reaccionaria, fascista, sin un proceso teórico, que simplemente se manejada por el dinero y el racismo. Maquillaje y más allá Eso ya se sabe. La consulta es si la Constituyente representa, según ustedes, a la sociedad, a los movimientos. Porque en realidad, terminó sumergida en la lógica partidista política que la gente rechazaba. Parejas : Eso ocurrió. La asamblea volvió al partidismo como herramienta por encima de los movimientos sociales que fueron los que pusieron el cuerpo.

Lara : Pero pasaron también cosas más ricas. Hubo partidos que se mantuvieron en su lógica, pero los representantes del MAS tuvieron un seguimiento permanente de los movimientos, que interactúan con sus representantes. ¿Y cómo garantizar que una nueva Constitución no sea puro maquillaje ? Lara : El gobierno no necesita ir más allá del maquillaje. Pero necesariamente el nuevo texto será el que de las pautas para que lo haga. Ahorita mismo no puede hacer políticas de crédito. Pero si se logran instalar las autonomías indígenas, por ejemplo, los recursos irán allá directamente. Y ya vamos a ver qué significa eso en manos de pueblos que administren su propia comunidad y territorialidad. ¿Cómo juegan en este marco las organizaciones no gubernamentales (oenegés) que se reproducen como conejos en Bolivia ? Parejas : Hay muchas oenegés de derecha dura que generan dependencia en las comunidades. Van a un lugar, generan un proyecto, consiguen fondos, y cuando se van todo sigue igual o peor que antes. Muchas fortalecen el imaginario de las clases dominantes. Lara : Hubo un proyecto en San José, financiado con un millón de dólares para el pueblo ayoreo. Al margen de lo que se embolsillaron las autoridades municipales, llegaron 500.000 dólares para cultivar el maíz. Pero los ayoreos no son agricultores, ni siquiera son sedentarios. Son nómades, cazadores, recolectoes, artesanos. Los quisieron volver agricultores : tenían que ir a buscarlos al monte. Los subieron a unos tractores para sacarles fotos. Pero era todo falso. De paso, les querían enseñar español. ¿Quién sacaba rédito ? Los técnicos y asesores y la propia oenegé. Aprender a destruir al Estado Les quiero consultar por un riesgo teniendo en cuenta la historia y el continente : ¿no tienen ustedes demasiada confianza en la capacidad y en la intención del Estado de generar verdaderas transformaciones ? Lara : Bolivia tiene que vivir ese nuevo Estado e ir descubriendo la perversidad del Estado. Porque yo sé que es perverso, tanto para la realización del individuo como de la colectividad. Y para la vida humana. Pero eso aquí nunca se pudo descubrir. Parejas : No se pudo, porque el empresariado, las élites, no quieren que haya Estado para poder así evadir sus responsabilidades y mantener situaciones de impunidad, servidumbre y hacer lo que quieren. Le tienen miedo al Estado y son ellos los que no han permitido que el Estado llegue a las comunidades.

Lara : Yo creo que tenemos que conocer al Estado para descubir en él sus sistema, y cómo abollirlo. El individuo tiene que ser constructor de su propia negación como ser estatal. Pero si no somos Estado, lo mejor es construirlo. Y si lo fabricamos nosotros mismos, vamos a conocer cada elemento de ese aparato. Es como un fabricante. Si lo estás construyendo, conoces sus piezas. ¿Y entonces ? Lara : Entonces van a ser más sencillas dos cosas : destruirlo, o manejarlo a tu favor. No como ahora, que tenemos un Estado que nadie sabe de dónde surgió, sacramentado, que está ahí y parece una verdad previa a los seres humanos. En cambio ahora los indígenas están aprendiendo qué es ese Estado. O los pobres y trabajadores del Plan 3000. Saben para qué puede servir. Y empiezan a saber cómo manejarlo. ¿Pero eso surge de la gente, o del MAS ? Parejas : De la gente. Y de una Constitución que no es el final, sino el comienzo de una transformación que hay que pensar a 20 o 30 años. Pero con la nueva Constitución, ¿qué sería lo nuevo, concretamente, en Bolivia ? Lara : Primero, la construcción de la ley marco para las autonomía. Y la elección de los que van a redactar la ley marco. Elecciones para presidente, para la Asamblea constitucional Plurinacional, la elaboración de leyes. Siento que si planteo este tipo de cuestiones en los barrios, me mirarían como a un extraterrestre que habla de cosas raras. Bueno, pero todas estas propuestas tendrán que ser refrendadas, sometidas a consultas. Todo se va a debatir. Nos vamos a aburrir de ir a consultas. Pero en todo caso volvemos a que lo principal es que la gente decida y conozca lo que se está haciendo. Algunos planteos critican la brecha del gobierno, entre discurso y práctica. Que no se ha tocado ningún resorte genuino de poder económico. Parejas : En la Constitución sí que existen propuestas que apuntan al poder. Y por eso el rechazo que siempre han mostrado las clases dominantes. Ven que ahí el problema es el grado de estatismo que le da a la economía. Control social o sociedad controlando Pero en casos como los hidrocarburos, la nacionalización vuelve a parecer más

una declaración que una realidad. Parejas : Tal vez no sea todo lo radical que uno querría, pero tampoco se pueden hacer las cosas muy distintas en estas condiciones, con una burguesía poderosa que puede aliarse con las multinacionales para destruir. Esto era lo tolerable. Pero... Lara : Yo siento que el solo hecho de dar derechos y beneficios a los obreros está dando un golpe a las empresas privadas, a los agroindustriales que producen soja que ahora deberán tener asegurada a la gente, pagar indemnizaciones y dejar de lado la servidumbre que sigue existiendo en la práctica. Parejas : Es que yo creo que el propi Estado también tiene un comportamiento feudal, y en todo caso habrá que ir rompiendo esa falsa conciencia de clase que hace creer que el Estado está para representar a la sociedad inexorablemente. ¿Cómo pensar que no se instaure una nueva burocracia formada por supuestos militantes que una vez en los cargos suelen olvidar el pasado y aferrarse a los sillones ? Lara : Va a haber más burocracia. ¿Y más control social ? Sí, pero no control del Estado a la sociedad. También se buscará el control social como forma en que el pueblo controle y demande al Estado. Las experiencias con fuerte incidencia estatal, como las de los países del Este, ya se saben qué tipo de situación generan. Es que se bloqueó la participación social. en lugar de disminuir el poder del Estado se lo aumentó. Si queremos ir como antesala a una sociedad comunista o socialistas, nuestra lógica no tiene que ser la de fortalecer al Estado como aparato ideológico y represivo. Aquí estamos en un momento previo, donde pensamos que hay que fabricar un Estado, tras siglos de no tenerlo, para que la gente pueda vivir. Y luego veremos. LOS FASCISTAS TAMBIÉN ALABAN LA NUEVA CONSTITUCIÓN “Hemos ganado”, dice el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, el líder de los fascistas que cree que el nuevo texto constitucional garantiza las autonomías regionales, las tierras de los latifundistas y todos los privilegios de la oligarquía Redacción de Econoticiasbolivia

Santa Cruz, octubre 29, 2008.- Uno de los principales líderes del fascismo boliviano, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, calificó como un gran logro de los movimientos autonomistas la aprobación congresal de la nueva Constitución Política del Estado, pactada entre el gobierno indigenista de Evo Morales y la derecha parlamentaria. "Hemos ganado, no hay tal empate”, dijo Costas anoche al evaluar el contenido de la nueva Constitución que da vía libre a las autonomías regionales, deja intocados los inmensos latifundios en el oriente y los valles, garantiza la libre empresa y la propiedad privada sobre la tierra y los recursos naturales, además de garantizar el respeto a todos los derechos adquiridos por cualquier vía por las empresas y empresarios. “El Gobierno nacional reconoció que para las próximas elecciones se elegirá a un gobernador, además de los asambleístas legislativos y que ahora es la Constitución la que se tiene que compatibilizar a los estatutos autonómicos”, dijo durante la posesión de los miembros del Consejo Económico y Social de la prefectura de Santa Cruz. Costas aseguró que la nueva Constitución, que debe ser puesta a votación en el referéndum del 25 de enero del 2009 en todo el país, garantiza las regalías departamentales, los recursos para la región y la capacidad para dictar leyes y operar en materia de tierras y recursos naturales. "No se dan cuenta que hemos ganado, no hay tal empate. En el tema de la ley marco, tendrá que discutirse y pelearse, saquen la ley de la Corte o identificar las competencias nacionales. Tenemos unos Estatutos, si lo quieren compatibilizar tendrá que ser con nuestra anuencia", dijo Costas, que de este modo pasó a respaldar el acuerdo tejido entre las fuerzas indígenas y campesinas de Morales con las de la derecha parlamentaria y empresarial. A LA ESPERA DE BRANKO El prefecto cruceño declinó, sin embargo, explicitar si su declaración representaba un apoyo al referéndum y un llamado para votar por el SI a la nueva Constitución, aspectos que aún son cuestionados y debatidos en el oriente y parte de los valles que están bajo el control de la oligarquía y los prefectos fascistas. Allí, en las filas de la oligarquía, los clanes empresariales y organizaciones cívicas y populares derechistas y fascistas hay quienes respaldan la posición de Costas y creen que han ganado con la nueva Constitución, a pesar que ésta viabiliza la reelección del presidente Morales hasta el 2014. Todos ellos creen

que se debe asistir al referéndum y muchos piensan que se debe votar por el SI a la nueva Carta Magna. Otros, en cambio, creen que las concesiones hechas por Morales en materia de autonomía, tierras y derechos para la burguesía agrofinanciera no son suficientes avances como para compensar una prolongación de Morales en el poder. Ellos están por rechazar el referéndum y la nueva Constitución. En todo caso, ambos sectores aguardan el retorno del presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic, que fue a Washington a recabar la venia de Washington para operar en uno u otro sentido. CUESTIÓN DE FONDO En el fondo, muchos de los seguidores de Costas y del prefecto de Tarija, Mario Cossío, están casi seguros que con la nueva Constitución han logrado derrotar al “indio presidente”, al obligarle a arriar sus banderas de reforma sobre los latifundios, las tierras y las autonomías. Los otros, en cambio, creen que nada de ello es relevante, ya que, de aprobarse la nueva Constitución, Morales podría ganar ampliamente las próximas elecciones de diciembre del 2009 y posteriormente, con un apoyo de más de dos tercios en el Congreso, modificar otra vez la Constitución, reabriendo el periodo de reformas. OTRAS DUDAS En las filas de los seguidores del presidente Morales también hay muchas dudas y cuestionamientos sobre la nueva Constitución, especialmente en lo que se refiere a la no reversión ni expropiación de los inmensos latifundios en manos de los 100 clanes familiares (25 millones de hectáreas de las tierras más fértiles de Bolivia). La vigencia de las autonomías separatistas departamentales en desmedro de las autonomías regionales, un sistema de representación política bicamaral que favorece a las minorías y la transformación del control social efectivo en una vigilancia moral sobre las autoridades son otros temas cuestionados.

2008

UNA ESTRATEGIA DE INNOVACIÓN POLÍTICA EN VENEZUELA: LOS CONSEJOS COMUNALES Mirtha López Valladares* Ra Ximhai, Revista de Sociedad, Cultura y Desarrollo Sustentable, Septiembre-diciembre, año/Vol.4, Número 3. Universidad Autónoma Indígena de México, Mochicahui, El Fuerte, Sinaloa. pp. 559-579

RESUMEN Desde la década de los 80 en América Latina, se han venido desarrollando serios debates acerca del tema de la participación ciudadana y el rol del Estado, para promoverla. Los planteamientos que justificaron las propuestas de Reforma del Estado se enmarcaron en la definición de políticas públicas orientadas a la rearticulación de las relaciones entre el Estado y la sociedad civil, en la cual la participación ciudadana se concibe como un medio para profundizar la democracia. En Venezuela dicho proceso, en la práctica no logró concretar una real participación de los ciudadanos en la toma de decisión sino su colaboración en la ejecución de algunas tareas o la prestación de un servicio. Este panorama comienza a cambiar con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en la cual se fundan las políticas públicas sobre la participación ciudadana en la gestión pública, con un rol preponderante del gobierno nacional para su promoción. El propósito del trabajo es describir la participación ciudadana formal en los Consejos Comunales (CC); en base a los aportes conceptuales, el marco institucional y algunas referencias empíricas. Los resultados preliminares revelan: 1) Aprobación de instrumentos institucionales sobre la organización y participación ciudadana en los asuntos públicos. 2) Promoción de la organización de las comunidades para la toma de decisión, ejecución y control de proyectos, por parte del ejecutivo nacional. 3) Avances en la instalación formal de los CC en el país. 4) En la práctica, se

evidencia la consolidación de proyectos de inversión en áreas como vivienda, salud, educación, agua, entre otros, por parte de los CC; sin embargo persisten algunas influencias personales y partidistas. 5) Apoyo de instituciones nacionales en cuanto a la capacitación de las comunidades para su participación directa en dichos Consejos. Se concluye que, en el marco de la democracia participativa aparecen los CC como una estrategia de innovación política para la inclusión social en las decisiones de interés público, promovida por el gobierno nacional. INTRODUCCIÓN En Venezuela producto de la aprobación de una nueva Constitución (1999), se aprueban un conjunto de normativas, las cuales establecen lineamientos sobre la gestión pública y, el rol de los ciudadanos en la misma y en su quehacer cotidiano. En tal sentido, aparece la participación ciudadana como requisito explicito en la formulación, ejecución, control y evaluación de la política pública a fin de crear las condiciones necesarias para un verdadero ejercicio democrático. Desde esta perspectiva, tomando como referencia lo expresado por Lahera (2000:13), se puede afirmar que la participación del ciudadano en los asuntos públicos expresa el origen del poder democrático, que se ejerce legítimamente en el terreno de las políticas públicas, en tanto las personas se interesan y participan en la solución de sus inquietudes, bien sea a nivel nacional, regional o municipal. Es el municipio, el ámbito territorial con mayor posibilidad para la rearticulación de las relaciones entre los ciudadanos y los gobiernos municipales, así como para la organización e integración de las comunidades, lo cual facilita una nueva dinámica entre el poder público y la sociedad y, por consiguiente de la construcción de un nuevo modelo de gestión pública que busca proporcionar mejores condiciones de vida a la sociedad. En este contexto, se puede ubicar la concepción formal venezolana acerca de la intervención del pueblo en los asuntos públicos (ANC, 1999: Art. 168; AN, 2006: Art. 2), en pro del desarrollo de una democracia participativa. Esto se evidencia con la creación institucional y puesta en práctica de mecanismos y medios de participación ciudadana como son los Consejos Comunales a través de la organización de las comunidades, quienes son los conocedores directos de sus necesidades y por lo tanto, las más calificadas para decidir al respecto; apoyados en un proceso de educación ciudadana o pedagogía social y asignación de recursos económicos.

La intención de este trabajo es describir la participación ciudadana formal en los Consejos Comunales (CC), considerando dos aspectos claves la toma de decisión y el control; en base a los aportes conceptuales, el marco institucional y algunas referencias empíricas. Aspectos que sustentan la participación ciudadana en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) Producto del comportamiento que los grupos de poder económico asumieron con respecto a la política y a la gestión pública desde el inicio de la democracia en los cincuenta y, que posteriormente se afianzó con los cambios no estructurales de los ochenta, surgen otras demandas sociales sobre nuevos mecanismos de participación ciudadana que permitan la reconstitución y la ampliación del espacio público como ámbito de deliberación ciudadana. Es con la aprobación del llamado a la creación de la Asamblea Nacional Constituyente, por propuesta del presidente electo en 1998, Hugo Chávez, se entroniza un discurso sobre la necesidad de una transformación estructural del Estado venezolano, objetivado por la incorporación por primera vez de un referéndum, donde los ciudadanos autorizaban la creación de un proyecto constitucional que recogiera principios y valores no considerados constitucionalmente hasta el momento. Documento que posterior a su revisión y discusión en diferentes escenarios públicos y privados, se aprueba por referéndum aprobatorio, dando paso a nuevos mecanismos de participación ciudadana. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) desde el preámbulo consagra el carácter participativo a considerarse en las prácticas gubernamentales, destacando como "fin supremo, refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, en un Estado de justicia, federal y descentralizado". Igualmente prevé como fines esenciales del Estado "la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular ..." (ANC, 1999: Art. 3). El alcance formal de la intervención de los ciudadanos en los asuntos públicos, se precisa en términos de su corresponsabilidad en el proceso de formulación, ejecución y evaluación de las políticas públicas por parte de los diferentes niveles de gobierno, a través de la creación de mecanismos abiertos y flexibles, que ameritan de la organización y educación de las comunidades, a fin de que éstas tengan las herramientas políticas y técnicas que les permitan involucrarse en la

construcción de una democracia participativa y protagónica, cuyo eje es que la soberanía resida intransferiblemente en el pueblo (sufragio). De tal manera, de sentar las bases para un proceso de descentralización de competencias y servicios de los gobiernos a las comunidades organizadas, bajo los principios de equidad y justicia social y, participación ciudadana (ANC,1999: Arts: 3, 5, 184). En la búsqueda de viabilizar los procesos de descentralización y participación en la gestión pública, fundamentados en los principios de “integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad” (ANC, 1999: Art. 4), se crean constitucionalmente espacios institucionales vinculados con los diferentes niveles de gobierno para su implementación, a saber: el Consejo Federal de Gobierno (nacional), el Consejo de Planificación y Coordinación de Política Pública (regional) y el Consejo Local de Planificación Pública (municipal), que se describen a continuación: Consejo Federal de Gobierno (CFG): instancia de carácter democrático, ubicada en el nivel nacional a fin de abrir un espacio para la organización y participación de los distintos actores políticos y de la sociedad en general, responsable de la “planificación y coordinación de políticas y acciones para el desarrollo del proceso de descentralización y transferencia de competencias del Poder Nacional a los estados y municipios (ANC, 1999: Art. 185). Desde su concepción formal este Consejo, prevé la concurrencia e intervención de las distintas autoridades del gobierno nacional, regional y local, así como de representantes de la sociedad para la definición de las políticas públicas de alcance nacional; especial atención es lo referente a la descentralización en la gestión pública (ANC, 1999: Art. 158,185), es decir, constituye un órgano de carácter interterritorial para la planificación y coordinación de políticas que contribuyan a la discusión y ejecución de temas de alcance general. Su normativa de creación y funcionamiento fue aprobada en el 2005, titulada como “Ley del Consejo Federal de Gobierno”. Consejo de Planificación y Coordinación de Política Pública (CPCPP): instancia ubicada en el nivel regional, la cual prevé la vinculación de las autoridades ejecutivas regionales, locales y nacionales; representantes de autoridades legislativas de los distintos niveles de gobierno y de las comunidades organizadas, incluyendo las indígenas. Su normativa de creación y funcionamiento fue aprobada en el 2002, titulada como “Ley de los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas”. Estos Consejos Estadales, se pueden categorizar como instancias para el control

de las acciones del gobierno regional, en el entendido de lo establecido constitucionalmente sobre la responsabilidad que tiene la autoridad ejecutiva regional (gobernador o gobernadora), de presentar anual y públicamente la cuenta de su gestión ante la Contraloría del Estado y, presentarla en un informe ante el Consejo Legislativo y los CPCPP (ANC, 1999: Art. 161). En referencia a lo mencionado, López y García (2003: 39, 40) señalan que esta dinámica de la gestión pública “muestra la relación estrecha que debe existir entre el municipiocomunidad con el poder público estadal, a su vez que evidencia su corresponsabilidad en el proceso de planificación y control de la acción regional”. Consejo Local de Planificación Pública (CLPP): instancia ubicada en el nivel local, responsable de realizar la planificación integral del gobierno local con las comunidades organizadas y grupos vecinales, en el marco de una política de desarrollo sustentable promovida por el Estado, que busca el protagonismo del pueblo mediante su participación en la gestión pública. Este Consejo lo integran la autoridad ejecutiva local (alcalde o alcaldesa), las legislativas locales (concejales o concejalas), presidentes o presidentas de las Juntas Parroquiales y representantes de organizaciones vecinales y otras de la sociedad organizada (ANC, 1999: Art. 182). Su normativa de creación y funcionamiento fue aprobada el 12 de junio del 2002 como la “Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública”. Dicha ley establece como propósito “lograr la integración de las comunidades organizadas y grupos vecinales mediante la participación y el protagonismo dentro de una política general de Estado, descentralización y desconcentración de competencias y recursos, de conformidad con lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela” (AN, 2002: Art. 2). En tal sentido, cada municipio venezolano debe elaborar una Ordenanza para la creación e implementación de los CLPP en su localidad, que responda a sus condiciones de población, nivel de progreso económico, capacidad para generar ingresos fiscales propios, situación geográfica, elementos históricos, culturales y otros factores relevantes. Los mencionados espacios institucionales para la participación ciudadana, también constituyen instancias para la construcción del sistema nacional de planificación en Venezuela, cuyo eje central es la vinculación de los distintos niveles de gobierno con la sociedad organizada, prevista a partir de la aprobación

de la Ley Orgánica de Planificación (2001), como respuesta al desarrollo de los principios constitucionales en esta materia. Dicho sistema tiene como propósito la planificación y coordinación de las políticas públicas a través del consenso de los diferentes actores, es decir, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, de tal manera, que el Plan de Desarrollo Nacional recoja las diversas inquietudes y demandas de los estados y sus municipios para una solución más efectiva; esto en correspondencia con el Articulo 299 de la CRBV, que establece que el “régimen socioeconómico del país se fundamenta en los principios de justicia social, democratización... garantizar una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta”. La intervención en la toma de decisión y el control de los ciudadanos, en el proceso de creación y funcionamiento de estos Consejos, se considera como un medio para evitar la manipulación que tradicionalmente se ha presentado en los procesos de decisiones públicas, por parte de los partidos políticos, grupos con intereses particulares, entre otros; de tal manera que los recursos se inviertan en proyectos que respondan a las necesidades y demandas de las comunidades. En síntesis, la CRBV reconoce el derecho del pueblo a participar en la gestión pública, fundamentada en los principios de participación, transparencia, rendición de cuentas (...) y, en especial en la vida política, civil y comunitaria como medio necesario para lograr su protagonismo y garantizar el desarrollo individual y colectivo. Para tal fin, se establece la obligación del gobierno regional y municipal de crear mecanismos abiertos y flexibles a fin de descentralizar y transferir servicios (salud, educación, vivienda, otros) a las comunidades organizadas, previa la demostración de sus capacidades para tal fin (ANC, 1999: 62, 132, 141,184). Siguiendo lo expresado en el Artículo 184 de la CRBV, los mencionados gobiernos les corresponde promover la participación en: formulación de propuestas de inversión, procesos económicos (cooperativas, cajas de ahorro, otros), la gestión de las empresas públicas (autogestión y cogestión), creación de organizaciones, cooperativas, empresas comunales de servicios (generadoras de empleo y bienestar social), creación de nuevos sujetos de descentralización (nivel parroquial, comunidades, barrios, otros), y en las actividades penales. Cabe destacar lo relativo al gobierno nacional por su cercanía con las comunidades, en este sentido, constitucionalmente se establece la incorporación de la participación ciudadana en el proceso de formulación, ejecución y evaluación de las políticas públicas; así mismo se ratifica al municipio como el

ente gubernamental más próximo a la ciudadanía con independencia en sus decisiones y acciones, pero con mayor necesidad de trabajar en corresponsabilidad con las comunidades organizadas (ANC, 1999: Art.168,173,178). En función de lo expresado, se asume que el gobierno municipal juega un papel fundamental para promover la participación activa de las organizaciones de base, en el diseño y ejecución de políticas públicas que respondan a los requerimientos de sus comunidades, y facilite el proceso de control social en la búsqueda de una gestión transparente. De allí, que una de la tarea fundamental del municipio venezolano en las nuevas condiciones socioeconómicas y políticas del país, es repensar su inserción en una trama compleja de actores institucionales y sociales con diferente capacidad de influencia, entre los cuales se pueden mencionar: el gobierno nacional y regional, diversas organizaciones de los sectores populares, los grupos económicos, empresarios locales, sindicatos y gremios. Constitucionalmente se establecen mecanismos para la participación ciudadana, los cuales clasificamos en este trabajo en dos categorias (Art. 70): 1) Político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos cuyas decisiones son de carácter vinculante, entre otros; 2) Social y económico: las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de mutua cooperación y solidaridad. Con respecto a los mecanismos en lo político se señala: 1. Consulta Popular, este mecanismo se evidencia en forma explicita en el ámbito local, en lo referente a la creación de los Distritos Metropolitanos, el carácter democrático y participativo de su gobierno, y la definición de sus límites y organización. Así mismo, se evidencia la potestad de la Asamblea Nacional para consultar a los ciudadanos y la comunidad organizada sobre proyectos de leyes (ANC, 1999: Art. 171, 172, 211). 2. Revocatoria del Mandato, esta previsto para a todos los cargos y magistraturas de elección popular, y establece como condiciones mínimas

para su aplicación: haber transcurrido la mitad del período electo; previa solicitud del 20% de electores inscritos en el registro civil y electoral; y un total de votos a favor de la revocación, mayor o igual al número de quienes lo eligieron (ANC, 1999: Art. 72, 233). Independientemente que éstas puedan considerarse como restrictivas, estas condiciones, colocan la decisión revocatoria en manos de los electores y no la sujetan a la aprobación de la memoria y cuenta por parte del órgano legislativo correspondiente. 3. El referendo comprende: a) Referendo Consultivo, para algunas materias de especial trascendencia a nivel nacional, estadal, municipal y parroquial, así como los tratados y convenios internacionales; b) Referendo Aprobatorio, referido a los proyectos de ley en discusión por parte de la Asamblea Nacional y, c) Referendo Abrogatorio, para derogar total o parcialmente leyes o decretos presidenciales, exceptuando las leyes de presupuesto y las que establecen o modifican impuestos, crédito público, amnistía, derechos humanos y tratados internacionales (ANC, 1999: Arts. 71, 73, 74, 205). 4. Iniciativas legislativas, constitucional y constituyente, se amplía el alcance del derecho a promover la formulación de instrumentos legales al incluir la enmienda y la reforma constitucional, así como la iniciativa para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, a solicitud de un 15% de los electores inscritos en el registro civil y electoral, en cada caso; se destaca la pertinencia de la definición de las condiciones para desarrollar estos medios a través de la ley respectiva (ANC, 1999: Arts. 70,341,342,348).

Es pertinente destacar, que la posibilidad de las personas de participar en la formulación de leyes o decretos se incluyó desde comienzos de la democracia en la Constitución venezolana, pero sin carácter vinculante y sin prever la obligación del Parlamento de considerarla en un plazo determinado (Congreso de la República de Venezuela, 1961: Art. 165). Una experiencia en esta materia, se refiere a la iniciativa impulsada a mediados de los noventa por los gobernadores y alcaldes de los estados mineros y petroleros, gracias a la cual lograron la aprobación de la Ley de Asignaciones Económicas Especiales, con el respaldo de millón y medio de firmas. Sin embargo, no se conocen experiencias de iniciativa legislativa municipal.

5. Cabildo Abierto, es otra figura de participación que aunque es de vieja data, herencia de la Colonia, consagrada en la Ley Orgánica de Régimen Municipal de 1978, se convierte en un derecho constitucional a partir de la CRBV en el Art. 70, previsto con la intención de contribuir a la transparencia de la gestión pública, las decisiones tomadas son de carácter vinculante. 6. Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas, las decisiones son de carácter vinculante (ANC, 1999: Art. 70). Cabe señalar que mientras no se regule el funcionamiento de dicha Asamblea, no resulta clara su constitución, por lo cual es prematuro anticipar apreciaciones. Sin embargo, potencialmente abre oportunidades de participación.

En esta concepción de la participación política, es necesario destacar que en la búsqueda de la profundización de la participación ciudadana, la CRBV plantea la democratización interna de los partidos políticos y otras organizaciones intermedias, la cual contempla en su Art. 67: “Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados en elecciones internas, con la participación de sus integrantes...” Otro aspecto innovador en esta materia es el reconocimiento que le hace el Estado venezolano por primera vez en la historia, a los pueblos indígenas, referido a su incorporación de manera activa en la esfera política, específicamente en los órganos deliberantes, el nacional (asamblea nacional) y subnacionales, y en el CPCPP; económica con el desarrollo de prácticas bajo los principios de solidaridad y el intercambio, propiedad colectiva de sus tierras, aprovechamiento de recursos naturales. Para ello, el Estado venezolano a través de sus instituciones tiene la obligación de garantizar los servicios profesionales de formación y programas de asistencia técnica, así como su participación en la gestión de programas de capacitación; centrando su atención en la educación de los pueblos indígenas de carácter intercultural y bilingüe, de acuerdo a sus particularidades socioculturales, valores y tradiciones (ANC, 1999: Arts. 119, 120, 121, 123, 125, 166, 186).

Con respecto a los mecanismos en lo social y económico, se establece la responsabilidad del Estado de promover el desarrollo de la economía social a través del régimen socioeconómico. Así mismo los lineamientos para brindar los servicios de capacitación y, la asistencia técnica y financiera para la actividad agrícola que garantice a la población campesina, condiciones favorables al desarrollo rural integral; la promoción de pequeñas y medias empresas, cooperativas, empresas familiares, y otras asociaciones comunitarias, con el propósito de fortalecer el progreso económico sustentándolo en la iniciativa popular o promovida desde el Estado (ANC, 1999: Arts. 184, 299, 306,307,308, 309). En relación con la participación vinculada a aspectos sociales, se evidencia con el rango constitucional que se le asigna a la figura de Justicia de Paz en las comunidades, bajo la responsabilidad de personas elegidas (jueces de paz) por votación directa y secretas de las comunidades que viven en una determinada jurisdicción; esto en relación con los gobiernos locales, dada su competencia en esta materia (ANC, 1999: Arts. 178, 258). Cabe destacar, el carácter vinculante que tienen los distintos niveles de gobierno y de las instancias legislativas, judiciales y electorales de promover e implementar la participación ciudadana en sus gestiones, en especial en dos sectores pilares en el desarrollo del país como son la salud y la educación. Así como la participación en el sistema de seguridad social, en los programas de Prevención, Seguridad Ciudadana y Administración de emergencias; la participación de la familia y la sociedad en el desarrollo de los jóvenes, la atención integral de los ancianos, la persona con discapacidad o necesidades especiales, y la garantía de un ambiente libre de contaminación (AN, 1999: Arts. 6, 55, 79, 80, 81, 84, 86,102, 127, 168, 178, 187, 255, 294). Lo expuesto, evidencia la relevancia que la CRBV le confiere a la participación ciudadana como condición para la profundización de la democracia y el desarrollo económico, social y cultural del país. En este sentido, el Estado venezolano propone un conjunto de mecanismos institucionales a partir de los cuales puede hacerse efectiva la participación individual o colectiva. No obstante, la capacitación o educación ciudadana que estimule cambios en los esquemas culturales del venezolano constituyen elementos fundamentales para avanzar o retroceder en la transformación de la gestión pública; dejando a un lado las prácticas tradicionales como el partidismo, el clientelismo político, entre otros. La Participación Ciudadana en los Consejos Comunales

En Venezuela desde el 2002 se han venido dado avances en la creación de espacios y mecanismos para la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos2, siendo el más reciente la aprobación (2006) de los Consejos Comunales, los cuales siguiendo a El Troudi, Harnecker y Bonilla (2005:49), constituyen “la expresión organizativa de las asambleas de ciudadanos en el ámbito de una pequeña comunidad. En consecuencia, mediante su promoción y fortalecimiento se estaría contribuyendo con la edificación de la democracia participativa y protagónica”. Los Consejos Comunales, formalmente son “instancias de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social” (AN, 2006: Art. 6). Estos Consejos han sido promovidos activamente por el gobierno nacional, con la articulación de instancias nacionales, quienes han coordinado acciones orientadas a la organización, capacitación y financiamiento, para la efectiva conformación de estas instancias de participación popular. Entre ellas se destacan: Ministerio de Participación y Protección Social (MPS), la Fundación para el Desarrollo Comunal (FUNDACOMUNAL), la Guardia Nacional, PDVSA, Universidad Bolivariana, Ministerio de la Economía Popular (MINEP), el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES), Fondo de Desarrollo Microfinanciero (FONDEMI), Fondo Único Social (FUS), Fondo Intergubernamental para la Descentralización (FIDES), entre otros. Desde esta perspectiva, los Consejos Comunales se crean con la finalidad de que la formulación de las políticas públicas se concreten desde la base de la sociedad, es decir, que las comunidades organizadas puedan decidir sobre diferentes opciones cual es la solución a sus demandas sociales. Esto es posible en la práctica, dado que estos Consejos reciben asignaciones directas de recursos por parte del gobierno nacional a través de distintos fondos de financiamiento. En tal sentido, las comunidades organizadas deben convertirse en sujetos corresponsables en dar respuestas a la problemática de su realidad, a través de su intervención directa en la definición, ejecución y control de los recursos públicos. Vista así, la participación de los ciudadanos en los Consejos Comunales puede definirse siguiendo la posición teórica de Pontual (2002: 18),

como “la participación de la población en la elaboración y fiscalización de la ejecución del presupuesto municipal (...) constituyendo un importante instrumento para generar posibilidades efectivas de distribución del poder y de intervención directa de la población organizada en la formulación de políticas públicas municipales”. Para la conformación de los Consejos Comunales se consideran diferentes criterios técnicos y sociológicos, en tanto se define a la comunidad como “un conglomerado social de familias, ciudadanos y ciudadanas que habitan en un área geográfica determinada, que comparten una historia e intereses comunes, se conocen y relacionan entre sí, usan los mismos servicios públicos y comparten necesidades y potencialidades similares: económicas, sociales, urbanísticas y de otra índole” (AN, 2006b: Art. 4). Por lo tanto, se prevee que los CC deben ser instalados en comunidades urbanas de 200 a 400 familias, a partir de 20 en áreas rurales y a partir de 10 en comunidades indígenas. Desde la aprobación en el 2006 de la ley que regula los Consejos Comunales, varias ciudades del país han avanzado en su conformación. A manera de referencia se ubica el caso del estado Zulia que según One Soto (2008), Director de FUNDACOMUNAL actualmente existen 3000 Consejos Comunales y la meta para este año es crear 6000 nuevos Consejos; situación que se evidencia en la gestión por parte de las comunidades organizadas de programas y proyectos de inversión relativos a diferentes servicios y obras de desarrollo:vivienda, agricultura, ambiente, módulos de salud, rehabilitación de escuelas, transporte comunitario, entre otras. A continuación se describe la participación ciudadana en los Consejos Comunales considerando dos aspectos claves: la toma de decisión y el control. A) Toma de decisión Antes de abordar el estudio de la toma de decisión como proceso clave en la dinámica política y administrativa de los Consejos Comunales, se considera pertinente definir a qué da cuenta este concepto. Según Olmo (2002: 197), la toma de decisión puede definirse como “la acción de seleccionar, bajo ciertos criterios, entre dos o más alternativas, para dar solución a un problema o encrucijada”. En tanto, comprende las siguientes etapas: a) Reconocimiento del problema; b) Determinación de las posibles alternativas de

solución; c) Recolección y análisis de los hechos, que conducen a aclarar el problema y, d) Decisión que contiene la solución. Otra posición al respecto es la expuesta por Álvarez (1992), quien en su análisis sobre las políticas públicas, destaca la relevancia del proceso de toma de decisión como un aspecto clave para la formación de la agenda pública, en el cual participan diferentes actores con cuotas de poder variable, responsables de escoger los temas o cuestiones públicas y la definición del modo en que van a ser considerados. Siguiendo estas posiciones, se destacan a continuación las características que adopta la toma de decisión en la gestión de los Consejos Comunales y, su incidencia en la participación de los ciudadanos en dicha gestión. En Venezuela, se ha avanzado considerablemente en la creación de condiciones normativas para la participación de los ciudadanos en la formación de las políticas públicas, cuya relevancia se ubica desde la Constitución en al menos 69 artículos, así como, en otras normativas creadas. En tal sentido, como se mencionó anteriormente el articulo 70 del texto constitucional se prevé algunos mecanismos de participación ciudadana en las decisiones públicas tales como: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, las iniciativas legislativas, el cabildo abierto y las asambleas de ciudadanos; estos últimos son considerados por Ochoa y Fuenmayor (2006: 166), como “estrategias de intervención ciudadana a nivel local, que permite a los ciudadanos decidir y opinar sobre la escogencia y mantenimiento de los gobernantes y tomar iniciativa en la formulación de políticas expresadas en las leyes”. Por otra parte, se promueven la creación formal de formas organizativas que incorporan el derecho a la participación ciudadana en la toma de decisiones públicas, a saber: mesas técnicas, comités y consejos comunitarios, los cuales abarcan diferentes áreas de interés social vinculadas mayormente con la gestión de los servicios públicos tales como agua, salud, educación, vivienda, entre otros. En tanto, comprenden decisiones que tienen mayor incidencia en el ámbito local, que si bien no tienen gran impacto en materias o asuntos de alcance nacional, favorece la organización comunitaria y con ello un cambio de cultura en los ciudadanos hacia una mayor participación en los asuntos públicos. Al respecto, Romero (2007), señala que en Venezuela se han venido desarrollando otras formas de asociación comunitaria distintas a las

organizaciones de partido, en tanto, promueven un protagonismo directo del ciudadano como es el caso del modelo de los Consejos Comunales. Otros mecanismos formales de participación ciudadana en la formulación de la agenda pública, son los Consejos Locales de Planificación Pública y los Consejos de Coordinación y Políticas Públicas -antes descritos-, en los cuales los voceros de las comunidades organizadas pueden participar en las decisiones emanadas de estos consejos. No obstante, en la práctica su dinámica se ha visto afectada por intereses partidistas y la falta de apoyo de algunas autoridades locales y regionales. Tal situación según López y Añez (2005: 133), se ha evidenciado en la mediación de grupos de interés, específicamente de los partidos políticos en los procesos de elección de los procesos de elección de los representantes de las comunidades, esto para conservar las cuotas de poder propias de las viejas estructuras políticas. En este marco de ideas, la Ley de los Consejos Comunales (2006), formalmente establece a la Asamblea de Ciudadanos como la máxima instancia para la toma de decisión de las comunidades; integrada “por los habitantes de las comunidades mayores de 15 años”. La toma de decisión en los Consejos Comunales se ubica en diferentes áreas, vinculadas con: las normas de convivencia de la comunidad; los estatutos y acta constitutiva de los CC; el plan de desarrollo de la comunidad; elección y revocación del mandato de los integrantes de las comisiones promotoras, electoral, órgano ejecutivo, unidad de gestión financiera; evaluación y aprobación de la gestión financiera y, en general la definición y aprobación de los mecanismos necesarios para el funcionamiento de los mismos (AN, 2006: Art. 6). La participación ciudadana se considera un proceso clave en las decisiones sobre los asuntos de interés para la comunidad, las cuales son de carácter vinculante para el Consejo Comunal en todos sus ámbitos: ejecutivo, financiero y de control. El Órgano Ejecutivo del Consejo, responsable de la promoción y articulación de la participación de los ciudadanos, grupos sociales y organizaciones comunitarias en comités de trabajo de acuerdo a las necesidades de las comunidades (salud, educación, vivienda, seguridad, alimentación, servicios, entre otros); formalmente se considera la elección en Asamblea de Ciudadanos de voceros o voceras comunitarios por cada comité de trabajo, quienes duran dos años en sus

funciones su ejercicio es ad honorem. Los voceros tienen la responsabilidad de coordinar todo lo relacionado con el funcionamiento del Consejo Comunal, la instrumentación de sus decisiones y la comunicación de las mismas ante las instancias correspondientes (AN, 2006: Arts. 9, 4). Esta conformación interna de los Consejos Comunales, de alguna manera siguiendo a Romero (2007: 1-4), busca “superar el control que pretende ser establecido por los partidos”. Con respecto a las decisiones vinculadas al manejo de los recursos financieros bajo la responsabilidad de la Unidad de Gestión Financiera (Banco Comunal), integrado por cinco habitantes de las comunidades, funciona como ente de ejecución financiera para administrar los recursos financieros y no financieros del consejo, puede funcionar en mancomunidad con otros consejos comunales. B) Control Siguiendo los planteamientos de Ochoa y Col (1996: 50), el término control da cuenta “al proceso de seguimiento de políticas objetivos y metas, plasmados en leyes, reglamentos, decretos, planes, programas y proyectos”. Esta definición, se asocia a la organización racional de los recursos con el fin de alcanzar las condiciones más optimas de un objetivo determinado, lo cual permite evaluar las posibles desviaciones de lo previsto. De allí, que la participación ciudadana en el control es la que involucra a los sujetos en el seguimiento del cumplimiento de las decisiones. En lo que respecta la gestión de los Consejos Comunales, el proceso de control social se considera como uno de los principios de su organización y funcionamiento, fundamentado en otros como: la corresponsabilidad, cooperación, solidaridad, transparencia, rendición de cuentas, honestidad, eficacia, eficiencia, responsabilidad social, equidad, justicia e igualdad social y de género (AN, 2006: Art. 3). Desde esta concepción, se perfila la conformación de la Unidad de Contraloría Social, la cual constituye “un órgano conformado por cinco (5) habitantes de la comunidad, electos o electas por la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas para realizar la contraloría social y la fiscalización, control y supervisión del manejo de los recursos asignados, recibidos o generados por el consejo comunal, así como

sobre los programas y proyectos de inversión pública presupuestados y ejecutados por el gobierno nacional, regional o municipal” (AN, 2006: Art. 11). Según el articulo 23 de la referida Ley, son funciones del órgano de control: Dar seguimiento a las actividades administrativas y de funcionamiento ordinario del Consejo Comunal en su conjunto; ejercer la coordinación en materia de contraloría social comunitaria; ejercer el control, fiscalización y vigilancia de la ejecución del plan de desarrollo comunitario; ejercer el control, fiscalización y vigilancia del proceso de consulta, planificación, desarrollo, ejecución y seguimiento de los proyectos comunitarios y, rendir cuenta pública de manera periódica. La práctica del control de los ciudadanos en los Consejos Comunales, se puede asociar siguiendo a O’ Donnell (2001), con el Control Social a través del cual los ciudadanos “vigilan la formulación de políticas y su implementación, en función de sus necesidades y de los planes, programas y proyectos aprobados”. De allí, que sea un proceso trascendental para la que los ciudadanos vigilen el cumplimiento de las leyes, programas y proyectos, entre otras áreas; lo cual requiere promoverlo a través de diferentes espacios siendo uno de ellos los Consejos Comunales. CONCLUSIONES Constitucionalmente en Venezuela, se evidencian avances en materia de participación a través de diferentes espacios y mecanismos en lo político, social y económico, promovidos en su mayoría por el gobierno nacional, con el propósito de llevar a la práctica políticas públicas que hagan partícipe a los ciudadanos en la gestión pública y en general en los asuntos de su interés. En el 2006 se crean espacios de participación como son los Consejos Comunales, en los cuales las comunidades organizadas se convierten en sujeto de gestión clave en los procesos de transformación político, económico y social del país. En tal sentido, los Consejos Comunales constituyen una estrategia política innovadora de gestión participativa de las comunidades organizadas en los asuntos públicos Rasgos fundamentales de los Consejos Comunales: Toma de decisión: Asamblea de Ciudadanos ●

Posibilidad real de identificar las necesidades más sentidas por la











comunidad Satisfacción de necesidades y demandas de acuerdo a las propuestas comunitarias. Intervención plena de la comunidad en todas las fases de las políticas públicas: formulación, ejecución, control y evaluación. Relación efectiva entre la comunidad y las instancias gubernamentales responsables de apoyar con capacitación y recursos los proyectos comunitarios. Interrelación entre comunidades para el desarrollo de proyectos conjuntos, que obliga a negociación y desarrollo de la conciencia. Ejecución de obras y la prestación de servicios.

Control: ●





Supervisión, seguimiento y evaluación por parte de la comunidad y, en especial de la Unidad de Contraloría Social sobre los proyectos de obras y servicios, lo cual redunda en beneficio de la calidad y la eficiencia en su ejecución. Posibilidad de mayor incidencia de la comunidad para exigir rendición de cuentas de la gestión de los proyectos. Intervención plena de la comunidad en todas las fases del control de las políticas públicas.

----------------------1 Constituye

un avance del programa de Investigación Política y Gestión Pública en Venezuela, financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad del Zulia. Trabajo presentado en el XIII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Argentina, noviembre 2008. 2 Situación

similar se han dado en América Latina específicamente en Brasil, desde mediados de los ochenta como es el caso de los Presupuestos Participativos en Porto Alegre y, en materia de salud con el Proyecto Salud Mental de Belo Horizonte (Araujo, 2001), como espacios públicos que hacen posible el encuentro de las autoridades con la sociedad, a fin de que sus ciudadanos se incorporen en la formulación de propuestas y programas de inversión, en beneficio de sus comunidades.

LITERATURA CITADA Álvarez, Ángel. 1992. Análisis de Políticas Públicas. Series de Temas de Coyuntura en

Gestión Pública. Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD). Venezuela. Asamblea Nacional Constituyente (ANC). 1999. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 5.453. Venezuela. ???Asamblea Nacional (AN). 2006. Ley de los Consejos Comunales. Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 38.416. Venezuela. Dilla Alfonso, Haroldo; Gonzáles Núñez, Gerardo y Vicentelli Ana. 1994. Participación Popular y Desarrollo en los Municipios Cubanos. Fondo Editorial Tropykos. Venezuela. El Troudi, Haiman; Harnecker, Marta y Bonilla, Luis. 2005. Herramientas para la Participación. Editorial Servi-K, C.A, Venezuela. Lahera, Eugenio. 2000. Reforma del Estado: Un Enfoque de Políticas Públicas. En Revista Reforma y Democracia (CLAD), No. 16: 9-30. Venezuela. López Valladares, Mirtha y Añez Hernández, Carmen. 2005. Los Consejos Locales de Planificación Pública en Venezuela: Una Instancia de Participación y Capacitación Ciudadana. En Revista Venezolana de Economía Social (Cayapa). Venezuela. Año 5, Nº 10. pp.114-141. López Valladares, Mirtha y García Urdaneta, Adriana. 2003. Capacitación del Servidor

Municipal: Elemento Potencial para el Desarrollo Local. En Revista Venezolana de Ciencias Sociales, Vol. 7, No. 1. Venezuela. pp. 32-52. Ochoa, Haydée y Fuenmayor Jennifer. 2006. Ni tecnocracia ni populismo: Hacia una gestión pública para la transformación en Venezuela. En: El poder de los expertos para comprender la tecnocracia. Universidad del Zulia. Venezuela. Ochoa, Haydée; López Mirtha y Rodríguez Isabel. 1996. Administración Pública y Populismo en Venezuela. En Revista Venezolana de Gerencia. Vol. 1. Nº 1. Venezuela. Pp. 39-58. O’ Donnell, Guillermo. 2001. Accountability horizontal: La institucionalización legal de la desconfianza política. En Revista de Reflexión y Análisis Político. Nº 7. Argentina. Pontual, Pedro. 2002. Construyendo una Pedagogía Democrática del Poder. Series Antologías: Participación Ciudadana. México. CESEM. Romero, Juan. 2007. La reforma política. Diario Panorama. 03 de mayo de 2007. *Mirtha López Valladares Magíster en Gerencia Pública. Candidata del Doctorado en Ciencias Sociales, Mención:

Gerencia, de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia. Profesora Titular e Investigadora del Centro de Estudios de la Empresa de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia. Acreditada por el Programa de Promoción al Investigador (PPI) del FONACIT. Correo electrónico: [email protected]

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Tviki.com-2000 canales gratis YOUR FREE SATELLITE DADA NET.Miles de Videos NATIONAL GEOGRAPHIC CHANNEL REPORTAJES DE ACTUALIDAD Gaza Violence (photo gallery) Mil personas protestan ante la embajada de Israel al grito de "asesinos" US firmly behind Israel over Gaza attacks Desde Damasco a Madrid: Las protestas contra el bombardeo de Gaza se extienden por todo el mundo Gaza air strikes "Dossier" con Walter Martínez (18.12.08) Trichet - President of European Central Bank- warns of fiscal indiscipline Incidentes tras la muerte de Alexis Grigoropoulos a manos de la policia Respuesta al asesinato a tiros por la policía griega de Alexis Grigoropoulos de 15 años Brazil pledges to cut Amazon destruction in half

Colombia Indígena - Carichipari, Un ruego a dios Danza de la Pluma, The Fearther Dance. TEOTITLAN DEL VALLE 1 Guatemala - San Simon guardian of the marginals-JHDiaries Ritual of Caapiwaya (Ayahuasca) 2012 preparation: Ayahuasca Shamanism in the Amazon Huni Meka • Os cantos do cipó Con ritual indígena se lanza Referendun Por El Agua Bendición de la Semilla en Izalco, El Salvador Las turas que yo profeso Ritual of the fish offer Las Ñatitas: ritual de calaveras en los Andes Bolivianos VII Congreso Indigena colombiano ONIC AMBIENTE Organic vs Transgenic. Debate radial, Peru: 1 2 -- 3 -- 4

Presidente Chávez: La enmienda será introducida por la Asamblea Nacional, con amplias movilizaciones populares

La deforestación continúa destruyendo la Amazonia

AUTONOMIA INDIGENA

George Monbiot meets ... Yvo de Boer

Histórico: Pueblos indígenas de Bolivia ya son autónomos

New population of Tonkin snub-nosed monkeys found

Los Derechos de los pueblos Indígenas

DENUNCIAS

Derechos Indígenas vulnerados - Iquique TV Noticias

República Dominicana: Protesta contra la impunidad

Derechos infancia indígena Opiniones de Jóvenes Indígenas del Ecuador DESAFIOS Chávez: "La década que viene será una dura batalla. Preparémonos" Historia del antimilitarismo

Argentina: "La crisis causó 2 nuevas muertes" (El Clarin, 2002) Discriminación laboral en Sudamérica Alan García Pérez es beneficiado por el Tribunal Constitucional del Perú. Huelga de hambre de bolivianos en Argentina

CONFERENCIA

Caos no Clima | Relatorio e Morte de Animais

Jacques-Alain Miller Parte 1. 26 de Abril de 2008 - Buenos Aires

As verdades que as mentiras escondem

Parte 2 - Parte 3 - Parte 4 OPERA ESTA NOCHE B i d u S a y ã o (Brasil, 1902-1999) O Mio Babbino Caro 'Ah, non credea mirarti'' Madama Butterfly I Puritani A Casinha pequenina de Ernesto Braga de "IL Guarany" Manon La Violetera La Boheme / Giuseppe Di Stefano La Traviata / Leonard Warren: 1. 2. - 3. Floresta do Amazonas - Villa-Lobos

HISTORIAS DE PUEBLOS Marruecos, Morocco: 1/ 2/ -- 3/ -- 4/ -- 6/ -- 7/ ARTE EN LA CIENCIA Resonancia y sonido Armonicos Ecuacion de Onda Magnetic Liquid is Crazy Amazing Magnetic Art Sculpture!! Fractales en la naturaleza Fractals with Sound, animation Viaje con fractales Fractal Zoom Mandelbrot Corner Order in the Chaos - Synchronicity through Fractals Merkaba (Vrgen Light Fractals) FESTIVAL CANCIONERO

Bachiana nº 5, Cantilena - Villa-Lobos

R i m B a n n a (Palestina)

A Tribute to Villa-Lobos

"This was not my story"

1949 TELECAST

The night has fallen down

DOCUMENTALES

Defend the freedom

The Bush years (Audio)

Fly love

Gaza pounded for third consecutive day

Sarah

Víctimas piden justicia en aniversario de invasión estadounidense a Panamá

Thata Yaoum

The war on democracy

The top of the mountain

Universal Declaration of Human Rights: 60 years on

Fares Oude

Inside Guantánamo Itaipú Binacional: redefinición de relaciones entre Brasil y Paraguay Jornadas de Feminismo y Ciudadanía Bolivia: libre de analfabetismo

Gaza www.alarz.tv Morten Harket & Jamil El Sayeh - Stavanger 2008 ESPECIALES HOY Story of Stuff, Full Version; How Things Work, About Stuff La historia de las cosas (español): 1 2--3

Correo y sugerencias: Editores Globalización

Enero 2009

ARTÍCULOS SELECCIONADOS AMERICA LATINA ● ●





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AL: La pobreza y la desigualdad en AL y el Caribe AL: Declaración de las Organizaciones Sociales de Latinoamérica y el Caribe en la Cumbre de los Pueblos del Sur AL: La Comisión Europea busca 'dividir y conquistar' en la Comunidad Andina México: Libera EU 197 millones de dólares para el inicio de la Iniciativa Mérida en 2009 Argentina: ¿Está dispuesto el gobierno a tomar medidas de fondo? Argentina: Cristina, del blanqueo a la tablita Uruguay: Sorprende la renuncia del presidente Tabaré Vázquez al Partido Socialista Venezuela elegida presidente de G-77 ante UNESCO Costa Rica: ¿Un movimiento social políticamente inmaduro? Chile: Cobre barato una oportunidad, pero sólo si hay visión y coraje Chile: El criminal ex fiscal militar chileno Alfredo Podlech está preso en Roma: Ruth Kries enfrentó en Italia al asesino de su esposo en 1973 Bolivia: Dos publicaciones reflejan los logros de la alfabetización Brasil: La Carta de los movimientos sociales al Presidente Lula Panamá: A 19 años de la invasión yanqui Paraguay: La parte más difícil de la reforma ya se ha realizado Nicaragua: "Nos preocupa la instrumentalización política de la cooperación al desarrollo por parte de la UE"

AFRICA ● ●

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Guinea prime minister 'surrenders' Cadena perpetua al coronel Bagasora por el genocidio en Ruanda en 1994 'Thousands made slaves' in Darfur Darfur conflict zones map Rwandan and Congolese authorities fuelling humanitarian disaster, warns major UN report

ASIA y OCEANIA ●

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China: Juzgan a seis personas por escándalo de leche en polvo contaminada Rusia dice que abastecerá a Irán de armas "defensivas" Firman Ortega y Medvediev en Moscú acuerdos de cooperación Kazajstán ratifica tratado sobre zona desnuclearizada en Asia Central Un egipcio promete la mano de su hija al "lanzador de zapatos" iraquí Irak: la decimotercera hora Israel: con un primer ministro renunciado, es una pelea de todos contra todos Irak: Aprueba el consejo presidencial el pacto de seguridad con Estados Unidos India: preguntas pendientes

ESTADOS UNIDOS ● ● ●

Economía de EEUU se contrae 0,5% en tercer trimestre Perdieron 533 mil empleos en noviembre; la peor caída en 34 años Informe culpa a Rumsfeld por autorizar la tortura en Abu Ghraib y Guantánamo

EL MUNDO ● ●









Financiero francés se suicida por enorme pérdida en fraude de Madoff Francia: Rechazan más de 120 mil estudiantes la reforma de la educación a nivel secundaria Unión Europea: Proponen reformar la cadena de abastecimiento para alimentos más baratos Primer ministro de Canadá logra suspender el Parlamento para evitar ser derrocado Grecia: La revuelta, obra de los jóvenes que vieron asesinado su horizonte Greece: 'We were full of anger and sorrow'

ECONOMIA ● ●

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The swing to the state must not go too far Venezuela en la OMC: hay que revisar por qué fracasan las negociaciones de Doha Deuda Externa: Argentina, Brasil y México DOSSIER: Para entender la crisis financiera de EEUU y sus repercusiones Confirman fase recesiva en 15 países de la Eurozona; PIB jul-sep bajó





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0.2% México: Se desplomaron 56.4% nuevas inversiones extranjeras de enero a septiembre México: Se contrataron en el exterior los derivados que causaron la volatilidad: Prieto Treviño Colombia: Fuerte desaceleración de la economía Crisis mundial: Fracasan los rescates y las políticas económicas

INTEGRACIÓN REGIONAL ● ●



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DECLARACION DE BAHIA: Cumbre de los Pueblos del Sur Urgencias y demandas de la integración regional en América Latina y el Caribe Entrevista a Atilio Borón: "En Latinoamérica hay que fortalecer nuestra autonomía nacional mediante acuerdos de integración" Sistema Comunal: una propuesta alternativa al sistema liberal Mercosur crea fondo para apoyar a Pymes

ECOLOGÍA ●



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China: comienza a definir plan de acción para eliminar lámparas incandescentes México: Greenpeace - luz verde a trasnacionales para experimentar con transgénicos The big melt: 2 trillion tons of ice since 2003 La resistencia ambiental Argentina: El gobierno empantanado luego de vetar la ley de Protección de Glaciares Cambio climático: Salvemos al planeta del capitalismo. Carta de Evo Morales

CIENCIA ● ● ● ● ●

Constelaciones andinas Constelaciones Mayas Encuentran en el Gran Mekong más de 1000 especies nuevas Scientists find hole in Earth's magnetic field New dinosaurs discovered by British scientists in Sahara desert

PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL ●



Participación de la sociedad civil para asegurar el cumplimiento de la convención sobre los derechos del niño en América Latina Directores de IIRSA cierran espacio para participación de la sociedad civil



Proyecto de rendición de cuentas y transparencia de las organizaciones de la sociedad civil en Iberoamérica

SOCIEDAD Y CULTURA ● ●



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Venciendo la maligna moral colonial Elsa Bruzzone, politóloga argentina: Para el capitalismo el ser humano no es un sujeto sino un objeto "Autonomías y emancipaciones: América Latina en Movimiento", de Raúl Zibechi Democracia y revolución La vida en los campamentos de las FARC. Entrevista al historiador Ezequiel Rodríguez Labriego ¿Qué hay realmente detrás de la crisis alimentaria? ¿Revolución en el siglo XXI? Los codiciados frutos del olvido La literatura: respuesta a lo que está vivo o moribundo

RECONSTRUCCION DE IDENTIDADES ●

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Ecuador: Organizaciones Indígenas articulan propuestas de defensa de la Amazonía Experiencia comunitaria indígena fortalecerá el socialismo del siglo XXI Argentina, Salta: Resistencia y organización del pueblo Wichí frena las topadoras en esta provincia La guerra contra los pueblos indígenas Los calendarios y las cruces Solares y Lunares en la cosmovisión andina

CUESTIONES DE GÉNERO ● ●

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Argentina: El Estado y la lucha de las mujeres Centenario de Simone de Beauvoir: Presentaron la antología "La mujer rota", obra de 350 poetas Programa Seguridad y Ciudadanía : Policías y ONGs en Chile Guía de formación para la participación social y política de las mujeres A propósito del Racismo de Bachelet

TRABAJADORES TRABAJADORAS ● ●



Grecia: la nueva clase obrera Argentina: 50.000 personas marchan en apoyo a los «Chicos del Pueblo» EEUU: Triunfan trabajadores que tomaron una fábrica en Chicago para lograr demandas



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Venezuela: Intervención del Ministro del Trabajo en el Foro Internacional: Los Trabajadores frente a la Crisis Capitalista México: Exigen sindicatos "inmediata liberación" de líderes mineros México: Sufre el país de parálisis sindical, una "especie de derrota sicológica"

DERECHOS HUMANOS ● ●

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Terrorismo de Estado México: Paramilitares "empezarían a matar hoy" a indígenas que no dejen Ixcatlán, en Oaxaca Argentina: Otra familia denuncia a Funes por inacción México: Derechos humanos y palabras vacías Colombia: Crítico balance de la situación de Derechos Humanos

EXPLOTACION ● ● ● ● ● ●

México: La farsa de los salarios mínimos México: Salario mínimo en México, vergüenza máxima Perú: Discrepancias sobre reducir sueldos Guatemala: Informes para decidir sobre salario mínimo España: Los sindicatos cargan contra el Gobierno por el salario mínimo Argentina: Marcha a 'Siete Años de la Rebelión Popular'

DENUNCIAS ●

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Freddy y Marcelo, presos chilenos hace mas de 20 días en huelga de hambre Argentina: Quilmes desgarrador. Isla de Muerte Chile: Amnistia Internacional denuncia violencia policial contra niños mapuche Chile: Comunicado público ante la falsa justicia chilena México: Decomiso récord de 9 mil metros cúbicos de madera ilegal en Michoacán México: Zapatistas denuncian agresiones de integrantes de la Opddic

CORRUPCION ●







Carl Saphiro: "Con 100.000 dolares, así ayudé a Madoff a montar su chiringuito" Bernard L. Madoff, detenido por un fraude que podría ascender a 50.000 millones de dólares Bolivia: Rada emplaza a Marinkovic a dejar su "ratonera" y enfrentar a la justicia Siemens sobornó a funcionario de Pemex para influir en juicio ante la

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corte de París Un premio Nobel, bajo sospecha Acepta hijo del presidente Uribe nexos con firma defraudadora Fraude por 50 mil mdd sacude Wall Street

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