CAPÍTULO BRUCELOSIS PORCINA RESUMEN

CAPÍTULO 2.8.5. BRUCELOSIS PORCINA RESUMEN La brucelosis en cerdos está causada por Brucella suis. Se trata de una infección bacteriana que tras una

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CAPÍTULO 2.8.5.

BRUCELOSIS PORCINA

RESUMEN La brucelosis en cerdos está causada por Brucella suis. Se trata de una infección bacteriana que tras una bacteriemia inicial, causa lesiones inflamatorias crónicas en los órganos reproductores de ambos sexos, con localización y lesiones ocasionales en otros tejidos. Las especies de Brucella suis abarcan cinco biovariedades, pero la infección en los cerdos se debe a las biovariedades 1, 2 o 3 de B. suis. La enfermedad causada por las biovariedades 1 y 3 es similar, mientras que la debida a la biovariedad 2 difiere de la 1 y la 3 en su rango de hospedadores, su distribución geográfica limitada y su patología. La biovariedad 2 raramente es patógena para el hombre, mientras que la 1 y la 3 son muy patógenas y causan una enfermedad grave. La brucelosis porcina es de amplia incidencia; sin embargo, por lo general, su prevalencia es reducida, a excepción de Sudamérica y el sureste asiático, donde la prevalencia es mayor. En algunas zonas, se ha llegado a establecer la infección por B. suis en cerdos silvestres o asilvestrados (los métodos de diagnóstico recomendados para los cerdos silvestres o asilvestrados son los mismos que para los cerdos domésticos). Varias biovariedades de B. suis causan infecciones en otros animales, tales como renos, caribúes, liebres y varias especies murinas y, ocasionalmente, en las vacas y los perros. Las infecciones debidas a Brucella suis en animales diferentes al cerdo se tratan en el Apéndice que aparece al final de este capítulo. Como signos de la enfermedad en las cerdas, destacan el aborto en cualquier fase de gestación y el nacimiento de lechones muertos o débiles. En los jabalíes, el signo más destacado es la orquitis y pueden estar afectados los órganos sexuales secundarios. Brucella suis puede estar presente en el semen, a veces sin la presencia de ningún síntoma. La transmisión durante la monta es más común que en el caso de la brucelosis en los rumiantes. En ambos sexos, pueden verse afectados los huesos y especialmente las articulaciones y las vainas de los tendones, lo que causa cojera y, a veces, parálisis. Los cerdos son susceptibles a la infección artificial con B. abortus y B. melitensis, pero son escasos los informes de enfermedad natural en los cerdos causada por cualquiera de estos microorganismos. Normalmente, en el hombre la infección está confinada a aquellas personas que, por su ocupación, están en contacto con los cerdos, y a los trabajadores de laboratorio. La capacidad de B. suis para colonizar las ubres bovinas con la consiguiente aparición en la leche tiene el potencial de ser un riesgo serio para la salud humana. Identificación del agente: Brucella suis se aísla fácilmente a partir de cerdos vivos mediante el cultivo de los productos del nacimiento y a partir de los canales mediante el cultivo de los órganos y ganglios linfáticos. Se dispone de medios selectivos para el cultivo de muestras contaminadas. En la naturaleza, B. suis se encuentra de modo invariable en la fase lisa (la apariencia en medio sólido es típica de las brucelas en fase lisa). Las biovariedades porcinas aglutinan con el antisuero monoespecífico A y no con el M. Se puede efectuar la identificación definitiva de las especies y biovariedades mediante pruebas de fagotipia y pruebas bioquímicas, preferiblemente llevadas a cabo en los laboratorios especializados. Pruebas serológicas: Hasta la fecha, ninguna de las pruebas serológicas tradicionales ha resultado ser completamente fiable en el diagnóstico rutinario individual en los cerdos. Se utilizan sobre todo para identificar las piaras infectadas. Las pruebas de referencia con fines de comercialización internacional son un enzimoinmunoensayo (ELISA) indirecto y uno competitivo. Las pruebas del antígeno brucelar tamponado (BBATs), p. ej. la prueba de aglutinación tamponada en placa (BPAT) y la prueba de rosa de bengala (RBT), se consideran pruebas alternativas con fines de detección o pruebas para el estudio de piaras completas. Los procedimientos para las pruebas de antígeno brucelar tamponado (BBATs), son las mismas que las que se describen en el

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capítulo 2.4.3 sobre la brucelosis bovina. También se ha desarrollado un ensayo de polarización de la fluorescencia. La prueba alérgica cutánea también es útil para identificar a las piaras infectadas. Requisitos para las vacunas y el material de diagnóstico: La vacuna con la cepa 2 de Brucella suis se emplea para inmunizar los cerdos en China (República Popular). Es necesaria la confirmación de los resultados obtenidos en China con la vacuna de la cepa 2 antes de recomendar su uso general. En otros países, el trabajo experimental ha demostrado que la vacuna Rev.1 de B. melitensis posee un poder de protección de las ovejas frente a B. melitensis superior al de la cepa 2 de B. suis. No existen datos suficientes para concluir que la vacuna con la cepa RB51 de B. abortus sea eficaz para proteger a los cerdos frente a la exposición a B. suis. En la práctica, todavía no se ha encontrado un producto de aceptación general. Se ha descrito la preparación, la prueba y la utilización de un alérgeno estabilizado, el brucelizado (o fracción F de la brucelina).

A. INTRODUCCIÓN La brucelosis porcina es una infección causada por las biovariedades 1, 2 o 3 de Brucella suis. Es propia de muchos países en los que se crían cerdos. En general, la prevalencia es baja, pero en muchas zonas, tales como Sudamérica y el sureste asiático, la prevalencia es mucho mayor. La brucelosis porcina puede ser un problema serio pero no reconocido actualmente en muchos países. En los estados sureños de los EE.UU. y en Queensland, Australia, se han descrito infecciones debidas a la biovariedad 1 de Brucella suis en los cerdos silvestres. En ambos países se han detectado varias infecciones humanas en personas que cazan o manejan material procedente de cerdos silvestres (22, 25). Generalmente, la enfermedad se transmite mediante el consumo de alimentos contaminados por los anexos fetales y o del aborto y de las secreciones uterinas. Es normal que los cerdos coman los anexos y los fetos abortados. Con mucha frecuencia también se produce la infección durante la monta y, esto tiene implicaciones para aquellas personas que practican la inseminación artificial. En los cerdos y en los rumiantes, B. suis coloniza las células del tracto reproductor de ambos sexos tras una bacteriemia inicial. En las hembras, invade las placentas y los fetos, en tanto que en los machos, la invasión tiene lugar en una o más de las siguientes zonas: testículos, próstata, epidídimo, vesículas seminales y/o glándulas bulbo-uretrales. Las lesiones en los machos, que casi siempre son unilaterales, comienzan con una hiperplasia que puede progresar hasta la formación de abscesos; la etapa final se caracteriza por la esclerosis y la atrofia. En varias articulaciones se puede presentar artritis y a veces espondilitis. El aborto es la manifestación más común de la brucelosis en las cerdas, lo que sucede muy tempranamente o en cualquier momento de la gestación. La secreción vaginal no es evidente con frecuencia y puede parecer un caso de infertilidad más que de aborto. En los machos, es más probable que la brucelosis sea persistente, con lesiones en el tracto genital que a menudo provocan interferencias con la actividad sexual y que pueden ser temporales o permanentes. El jabalí puede excretar brucelas en el semen sin ninguna anormalidad aparente en los órganos sexuales ni interferencia con la actividad sexual. Las articulaciones y las vainas de los tendones pueden estar inflamadas en ambos sexos por lo que es posible que aparezca cojera y, ocasionalmente, parálisis posterior. Una proporción significativa de los cerdos y las cerdas se recuperará de la infección, con frecuencia en unos 6 meses, pero muchos permanecerán infectados de forma permanente. La brucelosis causada por la biovariedad 2 de B. suis difiere de la infección causada por las biovariedades 1 y 3 en cuanto a la variedad de los hospedadores, la distribución y la patología. En general, la distribución geográfica de la biovariedad 2 ha estado comprendida históricamente entre Escandinavia y los Balcanes (2). La prevalencia en los jabalíes parece ser alta en toda Europa. En brotes recientes en Europa, han estado implicados cerdos silvestres como fuente de transmisión de la biovariedad 2 a cerdos criados en libertad (11). Además de los porcinos silvestres, la liebre europea (Lepus capensis) también actúa de reservorio de la biovariedad 2 de B. suis y se considera que es una posible fuente de transmisión para el ganado doméstico (13). La biovariedad 2 de Brucella suis causa lesiones miliares en los tejidos, particularmente en los reproductores, que con frecuencia llegan a ser purulentas. Hasta la fecha solo se ha descrito esporádicamente la biovariedad 2 como causa de la brucelosis humana. Sin embargo, se ha descrito la infección causada por la biovariedad 2 en cazadores con deficiencias inmunitarias que han estado expuestos durante largo tiempo por destripar o desollar jabalíes o liebres. Las biovariedades comunes de B. suis (1 y 3) son patógenos humanos serios y es necesario tomar precauciones cuando se maneja y elimina el material potencialmente infeccioso. Esto es especialmente cierto en el laboratorio después de cultivar el microorganismo, ya que se incrementa de forma considerable su número. En los laboratorios la manipulación de los cultivos o de material contaminado procedente de los animales infectados se debe realizar bajo unas condiciones estrictas de bioseguridad para manejar sin riesgo este peligroso agente

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zoonósico. En cuanto a bioseguridad, se recomienda un nivel de contención 3 (véase el capítulo 1.1.2. Bioprotección y seguridad humana en el laboratorio de microbiología veterinaria y en las instalaciones de los animales.

B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO En lo referente a las biovariedades 1 y 3, los métodos de cultivo son al menos, tan sensibles como las pruebas serológicas (6). La biovariedad 2 parece ser muy sensible al medio selectivo y podría ser más difícil de aislar (Garin-Bastuiji, datos no publicados). Como el producto de casi todas las explotaciones de cría de cerdos pasa por los mataderos, los métodos de vigilancia (serología y cultivo) pueden aplicarse de manera efectiva a ese nivel. En muchas zonas, actualmente la cría del cerdo tradicional está acompañada por el desarrollo de unidades comerciales mayores, por eso aumenta el uso de la inseminación artificial. Mientras que la inseminación artificial que utiliza jabalíes libres de brucelosis puede resultar una ayuda valiosa en el control de la brucelosis porcina, es obvio que el uso inadvertido de semen infectado podría causar un daño incalculable.

1.

Identificación del agente

Las muestras óptimas para el cultivo bacteriológico y los métodos para el procesamiento de muestras son similares a los descritos en el Capítulo 2.4.3. Brucelosis bovina. Los métodos selectivos y estándares utilizados para otras especies de Brucella son adecuados para B. suis (véase el capítulo 2.4.3. Brucelosis bovina). La adición de suero no es esencial, pero el medio base que contiene suero al 5% es un medio satisfactorio, tanto para el aislamiento como para el mantenimiento de los cultivos y la tipificación. No es necesaria la adición de CO2 a la atmósfera. En la naturaleza B. suis se presenta siempre en fase lisa y las colonias son indistinguibles de otras brucelas en fase lisa descritas en el capítulo 2.4.3. Brucelosis bovina. Las biovariedades 1, 2 y 3 de B. suis tienen todas el antígeno dominante de superficie A, y el crecimiento se puede identificar de manera preliminar mediante la aglutinación en porta con el suero monoespecífico anti-A. La identificación confirmativa de las especies y biovariedades se debería realizar en un laboratorio de referencia especializado. Los laboratorios de referencia de la OIE para la brucelosis están indicados en el Cuadro de la parte 3 de este Manual. La confirmación de las especies y biovariedades depende de las pruebas de fagotipia, de producción de H2S (únicamente la biovariedad 1 produce H2S), y de crecimiento en presencia de colorantes. Algunas especies de la biovariedad 1 de B. suis son atípicas por el hecho de que crecen en medios que contienen 20 µg/ml de fucsina básica. La mayoría de las cepas de B. suis resultan inhibidas en presencia de safranina O a una concentración de 1/10.000, mientras que B. suis reacciona más rápidamente en la prueba de la ureasa que B. abortus o B. melitensis. La prueba metabólica de la oxidasa es una prueba adicional, que puede utilizarse para diferenciar a B. suis de otras especies de Brucilla en fase lisa. Se dispone de técnicas de genética molecular basadas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en las que se emplean cebadores específicos y que permiten diferenciar a B. suis de otras especies de Brucella en fase lisa (3, 24). Sin embargo, estos ensayos de PCR no pueden distinguir las biovariedades de B. suis, y estas técnicas no han sido totalmente evaluadas ni estandarizadas. Se ha determinado la secuencia genómica completa de 3,3 Mb de la cepa 1330 de B. suis y es similar en estructura cromosómica, organización y contenido génico a la cepa 16M de B. melitensis (20) y a la cepa 9-941 de B. abortus (15). El conocimiento de la secuencia de B. suis ha sido valioso en la investigación básica de la taxonomía, de las vías metabólicas y de los genes que condicionan la virulencia de B. suis, y puede ser de ayuda en el desarrollo de nuevas pruebas diagnósticas o vacunas.

2.

Pruebas serológicas

Ninguna de las pruebas serológicas convencionales utilizadas para el diagnóstico de la brucelosis porcina es fiable para el diagnóstico individual en los cerdos. Un problema significativo es el hecho de que las crías destetadas de más de 2–3 meses de edad son susceptibles a la infección con B.suis, pero es muy limitada su respuesta de anticuerpos aglutinantes a la infección. En estas pruebas convencionales se utilizan los antígenos que dependen del lipopolisacárido (LPS) liso para su actividad. Tales antígenos reaccionan igual que el LPS de Yersinia enterocolitica serotipo 0,9 debido a que comparten la cadena polisacarídica “O” y por tanto, no tienen la capacidad de diferenciar entre los anticuerpos de estas dos infecciones. La infección en cerdos por Yersinia enterocolitica no es común en algunas zonas (1, 28). Los estudios sugieren que son similares la sensibilidad y especificidad del ensayo del antígeno tamponado y

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acidificado en placa, de la prueba con 2-mercaptoetanol, del enzimoinmunoensayo indirecto (I-ELISA), del ELISA competitivo (C-ELISA) y del ensayo de polarización de la fluorescencia (FPA) (19). Se ha descrito que el uso del FPA o del cELISA elimina la reacción cruzada con Y. enterocolitica, pero este extremo debería confirmarse en nuevos estudios de campo realizados en diferentes situaciones epidemiológicas. A veces el suero porcino también puede contener anticuerpos inespecíficos, que posiblemente sean de la clase IgM, lo que reduce en gran medida la especificidad de las pruebas serológicas convencionales, especialmente la prueba de aglutinación del suero (SAT). Además, el complemento porcino interactúa con el complemento del cobaya, lo que produce una actividad pro-complementaria que reduce la sensibilidad de la prueba de fijación del complemento (FC). Para la FC se han descrito niveles de sensibilidad bajos, del 38% (21) y del 49% (23); por tanto, esta prueba no se puede recomendar para el diagnóstico de la brucelosis en cerdos individuales. Para fines internacionales y otros fines comerciales, tales como la adquisición de jabalíes, es más importante conocer el estado de la enfermedad de la piara y del área en la que esta se ubica que las pruebas en animales individuales. Aunque es preferible utilizar las pruebas serológicas de brucelosis porcina teniendo como base la piara, algunos otros países las normas exigen que solo se permita cruzar las fronteras internacionales a los cerdos cuyo suero tenga un título de aglutinación de 30 Unidades Internacionales (UI) por ml y un resultado de la FC de menos de 20 IFCTU (unidades internacionales de la FC).



Sueros de referencia Los estándares de referencia primaria son aquéllos frente a los que se comparan y calibran otros estándares. Actualmente se están desarrollando estos estándares y los laboratorios de referencia nacional podrán disponer de ellos cuando estén completos.

a)

Enzimoinmunoensayo (pruebas prescritas para el comercio internacional) 

ELISA indirecto

Se han desarrollado varios ELISA indirectos y competitivos para el diagnóstico individual de la brucelosis en cerdos y para el muestreo de grandes cantidades de sueros. Estas técnicas prometen ser más eficaces que cualquier otra prueba mencionada con anterioridad y la C-ELISA parece ser mejor para distinguir reacciones de anticuerpos debidas al serotipo 0:9 de Y. enterocolitica de las debidas a la Brucella sp. Un método del IELISA se describe con detalle en el capítulo 2.4.3. Brucelosis bovina, sin embargo, pueden utilizarse anticuerpos monoclonales específicos para la IgG porcina conjugada con peroxidasa de rábano picante (HRPO). 

ELISA de competición

Los procedimientos del C-ELISA para la detección de anticuerpos porcinos frente a Brucella sp. (17) son idénticos a los empleados para la detección de anticuerpos bovinos frente a B. abortus descritos en el capítulo 2.4.3. Este ensayo es capaz de eliminar la mayoría de las reacciones debidas a Y. enterocolitica serotipo 0,9 y, en algunas situaciones, otros anticuerpos de reacción cruzada, tales como las IgM, no compiten bien. Se recomienda el C-ELISA como prueba confirmatoria, ya que su sensibilidad y especificidad superan a las de las pruebas de aglutinación.

b)

Ensayo de polarización de la fluorescencia (prueba alternativa para el comercio internacional) El FPA para la detección de anticuerpos porcinos frente a Brucella sp. es en esencia el mismo que el descrito para los bóvidos (para más detalles, véase el capítulo 2.4.3); un ejemplo de dilución del suero utilizada es una dilución 1/25 para la prueba en tubo y 1/10 para la prueba en placa (17). Es una técnica simple para medir la interacción antígeno/anticuerpo y puede llevarse a cabo tanto en el laboratorio como en el campo. Este ensayo puede ayudar a eliminar muchos resultados de reactividad por la exposición a Y. enterocolitica serotipo 0:9 y a otros anticuerpos de reacción cruzada. Los sueros porcinos liofilizados tienden a incrementar la actividad de fondo en este ensayo. Se puede utilizar el FPA como prueba de detección y/o confirmación.

c)

Pruebas del antígeno brucelar tamponado (prueba alternativa para el comercio internacional) Se recomiendan como pruebas alternativas con fines de detección o como pruebas para piaras completas, las pruebas del antígeno brucelar tamponado (BBAT), p. ej. la prueba de la tarjeta, la prueba de aglutinación de rosa de bengala en placa (RBT) o la prueba de aglutinación en placa con antígeno tamponado (BPAT). En el capítulo 2.4.3. Brucelosis bovina, se describe la preparación y estandarización de los antígenos de las BBATs y los métodos para realizar las pruebas. Todas las biovariedades de B. suis que afectan a los cerdos tienen el mismo antígeno A inmunodominante, como la mayoría de las biovariedades de B. abortus, lo que hace que los antígenos de B. abortus resulten apropiados para probar los sueros porcinos.

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3.

Otras Pruebas

a)

Pruebas alérgicas (de hipersensibilidad) La brucelina-INRA es un extracto de LPS de B. melitensis B115 en fase rugosa. Este preparado no estimula la formación de anticuerpos que reaccionen en la BBAT, la prueba de FC o el ELISA. Se ha elaborado el producto para su uso en rumiantes, pero también resulta efectivo para la confirmación de la enfermedad en piaras de cerdos. Para su preparación, se utiliza una cepa rugosa, evitando de este modo la presencia de un LPS liso. La preparación, estandarización y ensayo de la brucelina-INRA se describe de forma detallada en el capítulo 2.4.3. Brucelosis bovina. Como agente del diagnóstico para los cerdos, se inyecta 0,1 ml del alérgeno por vía intradérmica en la piel de la base de la oreja o, preferiblemente, a un lado de la cola. Esta última opción parece ser más práctica y de menor riesgo. Se lee la reacción a las 48 horas. Una reacción positiva muestra un eritema de la piel no pigmentada y una inflamación edematosa. En las reacciones graves, también pueden aparecer alguna necrosis.

C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y EL MATERIAL DE DIAGNÓSTICO Se han efectuado numerosos intentos de elaborar una vacuna con el fin de inmunizar a los cerdos frente a B. suis. Para su utilización en el campo solo ha encontrado cierta aceptación un producto: la vacuna preparada a partir de la cepa 2 de B. suis (S2) ampliamente aplicada en el sur de la República Popular de China (16, 29)1. Hasta la fecha no parece que se haya utilizado en animales distintos al cerdo, probablemente porque se ha demostrado que confiere una protección menor en las ovejas frente a B. melitensis que la vacuna Rev.1 (27). No se dispone de datos suficientes para concluir si la vacuna de la cepa RB51 de B. abortus es eficaz para proteger al ganado porcino de la exposición a B. suis.

APÉNDICE: INFECCIONES POR BRUCELLA SUIS EN ANIMALES DISTINTOS AL CERDO 1.

Brucelosis rangiferina

La biovariedad 4 de Brucella suis provoca una enfermedad grave en los renos y los caribúes (Rangifer tarandus y sus diferentes subespecies) a lo largo de la región ártica, Siberia, Canadá y Alaska (18). Algunos de estos animales son domésticos; otros son salvajes y migratorios. Rangifer tarandus es muy susceptible a la infección por B. suis, caracterizada por fiebre, depresión y varios signos locales, tales como aborto, retención de la placenta, mamitis, a veces con secreciones sanguinolentas, mastitis, bursitis y orquitis. En la región ártica, la biovariedad 4 de B. suis constituye una zoonosis seria (7). Puede trasmitirse al hombre por el contacto directo o a través del consumo de leche y de otros productos procedentes de los renos, calentados de modo inadecuado. La médula ósea, que en esta región se considera una exquisitez gastronómica, también constituye una fuente de infección para el hombre. Los métodos descritos anteriormente para el aislamiento y la identificación de B. suis en muestras de cerdo son aplicables de igual modo a la biovariedad 4 de B. suis para las muestras de reno. La biovariedad 4 crece bien en todos los medios habituales para el cultivo de Brucella. Además, reacciona positivamente con los sueros monoespecíficos A y M. Para los pruebas serológicas, se ha descrito que la prueba de aglutinación en tubo es satisfactoria, considerándose diagnósticos positivos los títulos superiores a 1/20. Asimismo, se ha utilizado la FC, pero en los renos no se ha establecido la interpretación clínica de estas pruebas. Experimentalmente se ha intentado sin resultado preciso, la vacunación de los renos con la vacuna S19 de B. abortus, o, alternativamente, empleando la vacuna 45/20 de B. abortus con adyuvante. En el caso de la S19, la reacción a la vacunación es bastante grave y, en los animales vacunados, solo se puede demostrar la inmunidad frente al desafío con dosis muy pequeñas de la biovariedad 4 de B. suis. Gall et al. (8) han comparado varias pruebas serológicas y concluyen que los valores de especificidad para la BPAT y la FCT que utilizan sueros de reno y caribú son menores que los de los I-ELISA, C-ELISA y FPA, mientras que los valores de sensibilidad son similares en todas las pruebas.

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Disponible en el National Institute for the Control of Veterinary Products and Pharmaceuticals, Ministry of Agriculture, 30 Baishiqiao Road, Beijing 100081, China (República Popular), o en VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, Reino Unido. Su suministro por el laboratorio de Weybridge precisa de un permiso previo de la OMS

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2.

Infección por Brucella suis en otras especies no porcinas

Existen dos tipos diferentes de situación epidemiológica con respecto a la infección por B. suis en otras especies no porcinas. En el primer caso, la infección por B. suis en animales que no son los hospedadores naturales de la infección se produce a través de la ingestión de materiales contaminados o por la coexistencia con los hospedadores naturales infectados. Por ejemplo, los lobos y los zorros árticos pueden contraer la biovariedad 4 de B. suis a partir de los renos; los perros y los roedores, tales como las ratas y los ratones, pueden adquirir otras biovariedades de B. suis por la coexistencia con hospedadores infectados. Las vacas y los caballos pueden resultar infectados por la coexistencia o la interacción con el ganado porcino (5). Invariablemente, las bacterias que provocan la infección son las biovariedades con una determinada especie de hospedador habitual. En el segundo caso, resultan infectadas algunas especies de vida libre que son hospedadores naturales de B. suis o se infectan por bacterias relacionadas con B. suis. Un ejemplo es la llamada brucelosis murina de la antigua URRS, en donde algunos pequeños roedores se infectan con la biovariedad 5 de B. suis. Se han descrito otras situaciones similares en Queensland (Australia) y en Kenia. En los tres casos, están implicadas cepas de B. suis con diferentes características y, al menos en uno de los casos, es difícil de clasificar. La brucelosis causada por la biovariedad 2 de B.suis es quizás un caso especial. Históricamente, la infección por la biovariedad 2 ha estado confinada a una zona situada entre Escandinavia y los Balcanes. El reservorio de la infección es el cerdo silvestre (Sus scrofa) que vive en la misma zona (1, 5, 11, 13, 14), o la liebre europea (Lepus capensis) (26), o los dos. El cerdo doméstico criado al aire libre en esta zona tiene mayor riesgo para la transmisión de la biovariedad 2 a partir de los vectores de vida silvestre. Después de invadir las piaras de cerdos domésticos, probablemente la biovariedad 2 se extiende tan rápidamente como la 1 o la 3. La enfermedad en las liebres se caracteriza por la formación de nódulos de un tamaño que varía desde el de una semilla de mijo hasta el de una cereza, o incluso mayor; con frecuencia estos nódulos llegan a ser purulentos. Además, pueden presentar una localización muy variada, en ocasiones subcutánea o intramuscular, en el bazo, el hígado o el pulmón y en los órganos reproductores de ambos sexos. Sorprendentemente, la función corporal de la liebre puede no verse afectada. Otras especies pueden también llegar a infectarse por coexistencia con ganado porcino, jabalíes o liebres. El destripar o desollar jabalíes en explotaciones ganaderas podría constituir una vía de transmisión al ganado. (10). Normalmente, las investigaciones serológicas en las especies no porcinas se llevan a cabo con fines de encuestas. En estas circunstancias particulares, la especificidad es más importante que la sensibilidad. En este caso se recomienda la FC, aunque la prueba de aglutinación en placa con antígeno brucelar tamponado puede ser útil debido a su simplicidad. En muchas investigaciones previas, se ha utilizado la prueba de la aglutinación en tubo, aparentemente, de modo satisfactorio. Sin embargo, en las especies no porcinas puede ser problemática la interpretación de los resultados serológicos. En el caso de encontrar muestras supuestamente positivas, después de la detección mediante pruebas serológicas, se debería realizar un estudio de investigación bacteriológica. En las investigaciones bacteriológicas realizadas en estas situaciones, en las que los microorganismos infecciosos pueden tener características inusuales, se aconseja duplicar el cultivo en medios selectivos empleando un medio simple suplementado con suero al 5% y ampliar la investigación incubando los cultivos en una atmósfera que contenga CO2 al 10%. Las colonias de aspecto similar a las de Brucella se pueden identificar de modo preliminar mediante una tinción Gram, con pruebas de aglutinación en porta con sueros monoespecíficos de tipo A y M y mediante suero anti-cepas rugosas de Brucella (véase el capítulo 2.4.3. Brucelosis bovina). La biovariedad 5 de Brucella suis es inusual por el hecho de que reacciona con el suero monoespecífico M y no con el A. Es mejor llevar a cabo la identificación posterior en un laboratorio especializado.

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Capítulo 2.8.5. — Brucelosis porcina

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* * *

NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la brucelosis porcina (véase el cuadro de la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consúltese la lista más actualizada en la página web de la OIE: www.oie.int).

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