CAPITULO PRIMERO: DESCRIPCIÓN

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CAPITULO PRIMERO: DESCRIPCIÓN A pesar de todas sus diferencias y al igual que el resto de instrumentos de la familia, la guitarra, el laúd y la bandurria tienen muchas cosas en común. Tanto la guitarra como el laúd y la bandurria tienen tres partes diferenciadas que llamamos cabeza, cuerpo y mástil. La cabeza es la parte superior, donde se encuentran las clavijas de afinar a las que se engarzan las cuerdas; el mástil es largo cuello donde se presionan las cuerdas y el cuerpo es la parte inferior, más ancha y hueca, donde se enganchan y golpean las cuerdas y donde está la caja de resonancia que amplifica el sonido y por lo que se le llama caja simplemente. Estas tres partes pueden ser de diferentes maderas nobles aunque últimamente, al subir el precio de estas, se estén usando conglomerados artificiales a la hora de construir, aunque las de palosanto, ciprés y ébano sigan siendo las más apreciadas. Esta es la razón por la que los instrumentos más antiguos a veces suenan mejor que los más modernos, no por que al envejecer mejore la calidad como pasa con los violines, sino porque antes se fabricaban con mejores materiales. Tanto en la guitarra como el laúd y la bandurria existe una pieza de hueso, o plástico si es de mala calidad, entre la cabeza y el mástil, que se llama cejuela y sobre ella existen hendiduras para que las cuerdas se acoplen en su lugar perfectamente. Al otro extremo de las cuerdas, en el tercio de la caja aproximadamente, hay un pedazo de madera que se llama puente y lleva otra pieza de hueso (o plástico si es barato el aparato) que se encarga de levantar las cuerdas a una altura determinada sobre el diapasón para que no estén muy alejadas de este, y por tanto no han de estar ni muy duras ni muy cercanas para que golpeen las cuerdas al vibrar en algún traste, hecho que recibe el nombre de trastear una cuerda. El mástil tiene por delante una pieza de otro tipo de madera, generalmente más oscura, por ser necesario que sea más dura (palosanto o ébano si son buenos instrumentos) que se llama diapasón y que es donde se apoyan las cuerdas cunado son pulsadas por los dedos de la mano izquierda al tocar. Se llama traste a cada una de las piezas de metal que dividen el diapasón y por extensión al espacio delimitado por ésta y la anterior. Los trastes tiene la función de unificar el sonido de todo el intervalo, sonando solo la nota correspondiente a la pieza de metal que está más cerca de la caja. Si no tuviera traste, como los rabeles o los violines, habría que precisar de oído la nota justa que se pretende dar puesto que podría haber ligerísimas variaciones que harían que la nota no fuera la exacta. A veces la gente confunde el laúd con la bandurria, pues se tocan de manera similar y se diferencian tan solo en el tamaño, pues es laúd más grande y tiene más diversidad en las formas de la caja. La afinación de laúd y la bandurria es exactamente la misma, con la matización de que la bandurria se sitúa una octava por encima del laúd, sonando por tanto mucho más agudo que éste (al igual que el violín y la viola, por ejemplo). Al ser tan fino el sonido de la bandurria tiene más cuerpo cuando hay un laúd por detrás haciendo las mismas figuras, aunque este parezca en estos casos que se oye menos lo hace dando consistencia al sonido fusionado de los dos instrumentos. Lo ideal es disponer de otra bandurria más que se encargue de realizar las dobles voces. La guitarra por el contrario marca el ritmo a la vez que da los acordes de la melodía, es decir, ejerce de base rítmica y melódica. Por supuesto, lo que se toca en la guitarra tiene que estar en conjunción con la melodía que se canta, que además está siendo punteada por los laúdes (y bandurrias) y está siguiendo un ritmo determinado que la guitarra misma es la encargada de marcar a la vez. Es decir, que todos los instrumentos deben de acoplarse en la misma tonalidad y ritmo porque si no suena a rayos, desafinado y desacompasado.

Afinación Tanto en la guitarra como en el laúd y la bandurria se empiezan a contar las cuerdas desde la más aguda a más grave, es decir, de más fina a más gruesa. Entonces la primera será la de abajo y la sexta la de arriba. El laúd y la bandurria llevan las cuerdas dobles y se colocan ordenadas a pares, de manera que hay dos primeras, dos segundas, dos terceras...En la guitarra las tres primeras cuerdas son de nylon y las tres restantes de acero entorchado (un hilo de acero con otro enrollándole de principio a fin). En laúd y la bandurria las dos primeras son un hilo de acero y las cuatro restantes son entorchadas. Conozco gente que considera compatibles e incluso preferibles las cuerdas entorchadas de guitarra a las de laúd y bandurria, usando las cuartas de guitarra como terceras de laúd. Yo lo dejaría para caso de necesidad pero es recomendable que cada uno que pruebe y use las cuerdas que más le convengan. Usar unas buenas cuerdas es imprescindible para que el instrumento tenga un buen sonido y no se debe escatimar dinero a la hora de comprar marcas buenas, que además de sonar mejor duraran más y se afinarán con más precisión. Sin que me paguen por ello recomiendo Dadario para guitarra y La Bella (ya que no se fabrica Juglar Especial) para laúd y bandurria. Una vez al año como mínimo se deben sustituir todas las cuerdas que no se hayan roto pues paulatinamente se van quedando sordas (sin sonido). Si se cuecen las cuerdas viejas de acero sonaran temporalmente como nuevas pero es una solución para casos extremos, pues rápidamente vuelven a perder sonido y no merece la pena la inversión en tiempo. El laúd y la bandurria se afinan de manera que suene al aire la misma nota que la cuerda inmediatamente por encima pulsada al quinto traste. A esta afinación se le llama estar afinado en cuartas, por ser este el intervalo que hay entre nota y nota. En la guitarra sucede lo mismo, pero la segunda cuerda se afina como la tercera pulsada al cuarto traste (está afinada en un intervalo de tercera mayor). Cuerda Primera Segunda Tercera Cuarta Quinta Sexta

Guitarra Laud y Bandurria Mi Si Sol Re La Mi

La Mi Si Fa# Do# Sol#

Bajo Sol Re La Mi (si)

Violín y Mandolina Mi La Re Sol -

Como se puede ver en el cuatro, la primera cuerda de la guitarra, o sea Mi (Véase capitulo quinto), debe sonar igual que la segunda del laúd (también Mi). La primera del laúd debe sonar pues como la primera de la guitarra pulsando el quinto traste (La). Así las notas de las cuerdas al aire en la guitarra ordenadas de primera a sexta: Mi-Si-SolRe-La-Mi y las del laúd: La-Mi-Si-Fa#-Do#-Sol#. El violín y la mandolina, en cambio, se afinan en quintas, es decir, lo que sería el 7º traste de una cuerda con la cuerda siguiente, siendo su afinación de Mi-La-Re-Sol, como se puede ver, coincide con el orden inverso a la guitarra.

Técnica de afinado Aprender a afinar el instrumento es una parte vital del aprendizaje, pero hacerlo de oído es un proceso lento en el que éste se va desarrollando y va aprendiendo a diferenciar

sonidos y localizar los desafines. Para empezar a afinar el instrumento lo mejor es utilizar un afinador, cosa que hará que además todos afinemos exactamente por el mismo tono. El afinador es un aparatito, o un programa de ordenador, que indica el nombre de la nota que está sonando. Tiene la mala fortuna de hacerlo en inglés, por lo que deberemos conocer las equivalencias de las notas para poder afinarlo. Do C

Re D

Mi E

Fa F

Sol G

La A

Si B/H

O si se prefiere, para memorizarlo, basta con advertir que son las mismas llamadas con las primeras letras del alfabeto empezando a contar en La en vez de en Do. En la nomenclatura latina se empieza por Do porque cuando en la edad media se decidió poner nombres a las notas se tomaron las primeras sílabas de un conocido salmo en latín que recorría lo que ahora llamaríamos la escala de do natural. Como los sajones prefirieron contar a partir de La, cuya escala en modo menor se corresponde con la de do mayor natural, pusieron sus propios nombres a las letras. A La

B Si

C Do

D Re

E Mi

F Fa

G Sol

No hemos de olvidar que estos nombres son simplemente nombres, una convención para que todos podamos entendernos, por lo que deberemos aprender también los nombres de las notas en su nomenclatura sajona, aunque sea sólo para entendernos con el afinador o bajarnos canciones de internet. Esto quiere decir que según la nomenclatura sajona las afinaciones de los instrumentos son las siguientes:

Cuerda Primera Segunda Tercera Cuarta Quinta Sexta

Guitarra Laud y Bandurria E B G D A E

A E B F# C# G#

Bajo G D A E (B) -

Violín y Mandolina E A D G -

Cuando encendamos el afinador, veremos que tiene una aguja, analógica o digital que oscila según el sonido, a la vez que sale en la pantalla una letra, aunque en otros modelos nosotros mismos hayamos elegido la letra de la nota que estemos buscando. El mecanismo es muy sencillo, se tratará de colocar la aguja en el tono preciso que queramos afinar, generalmente a 440 herzios, que es la medida estandar. Si la aguja se sitúa a la izquierda del punto central, habrá que apretar la cuerda, pues está baja, si está a la derecha habrá que aflojarla. Para afinar la guitarra podremos utilizar afinadores especiales que sólo tienen las notas de la guitarra, estos afinadores nos servirán también para afinar el violín, la mandolina o el bajo, pero no el laúd y la bandurria, pues no tiene las notas de las cuerdas graves. Sin embargo para afinar estos dos instrumentos deberemos utilizar afinadores cromáticos,

que tienen todas las notas, que servirán además para afinar mejor la guitarra u otro instrumento ya que en el modo automático te dice la nota exacta que suena, de forma que si el desafine es demasiado grande y la nota desafinada en cuestión no está cerca de la nota afinada, puede que no recoja la onda. Lógicamente lo primero que hemos de hacer será encender al afinador y asegurarnos de que el calibre elegido es 440. Si en alguna ocasión tocamos con una flauta o algún otro instrumento afinado a 442 y otra frecuencia deberemos localizar esa frecuencia antes de afinar con el aparato, o afinar directamente de oído. Después deberemos elegir si afinar desde la primera hacia la sexta o desde la sexta hacia la primera, cuando se efectúa con máquina no hay problema en el orden, pero cuando se afina de oído es muy importante, ya que cada cuerda afinada se utilizará para afinar la siguiente. Yo recomiendo afinar desde la sexta hacia la primera, para que cuando afinemos de oído simplemente pulsemos el quinto traste (cuarto si se trata entre la segunda y tercera cuerda de la guitarra, o séptimo para la mandolina o el violín) e igualemos la nota siguiente con el sonido que hemos conseguido. Para afinar de oído podemos emplear también alguna melodía que sepamos bien que utilice dos cuerdas para que de este modo nos delate si hay algún desafine. A mi me gusta usar el chim pam púm de los bajos de la malagueña para este fin. Así empezaremos eligiendo E, para la guitarra o G# para el laúd o la bandurria, y trataremos de apretar la cuerda hasta el punto central, que se suele iluminar con una luz amarilla o verde. En el caso del laúd y la bandurria deberemos igualar la nota siguiente antes de proseguir con la siguiente cuerda, A para la guitarra, C# para el laúd y la bandurria. Y así hasta que completemos todas las cuerdas.

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