Esta publicación ha sido realizada por Geólogos del Mundo con la colaboración de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES). Es producto de uno de los resultados del proyecto “Ges ón del Riesgo y Adaptabilidad al Cambio Climá co en la Microrregión Ahuachapán Sur” fase II, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El presente documento consta de una descripción de los principales cambios de la cobertura vegetal, el aumento de densidad de población, los cambios en los usos del suelo y los cambios hidrológicos superficiales y subterráneos de la zona de estudio en los úl mos 62 años. Esta información complementael estudio geomorfológico que analiza las variaciones de las desembocaduras de Barra de San ago y Garita Palmera, lo que permite conocer como ha sido su evolución en el periodo comprendido entre 1949-‐2011. Para realizar el análisis de los procesos de erosión y sedimentación en la zona se ha u lizado como método principal la comparación de fotogra as aéreas de diferentes años, la iden ficación de puntos fijos de control tomados en campo, y la información proporcionada por la población de los municipios de Jujutla y San Francisco Menéndez de la Microrregión Ahuachapán Sur. La finalidad de esta publicación es contribuir a la generación de información técnica para que en futuros trabajos, de planificación y ges ón del territorio, se contemple la dinámica de las bocanas como una de las variables fundamentales para la seguridad de la población y la sostenibilidad ambiental del manglar y de la zona.
CARACTERIZACIÓN Y ANÁLISIS DE LAS DINÁMICAS DE LAS BOCANAS DE BARRA DE SANTIAGO Y GARITA PALMERA
EN LA MICRORREGIÓN AHUACHAPÁN SUR,
EL SALVADOR (CA).
Proyecto de Cooperación al Desarrollo Ges ón del Riesgo y Adaptabilidad al Cambio Climá co en la Microrregión Ahuachapán Sur Fase II
CARACTERIZACIÓN Y ÁNALISIS DE LAS DINÁMICAS DE LAS BOCANAS DE BARRA DE SANTIAGO Y GARITA PALMERA. EN LA MICRORREGIÓN AHUACHAPÁN SUR El Salvador (C.A) Oriol Pedraza Royo
CRÉDITOS: Autor:
GEÓLOGOS DEL MUNDO www.geologosdelmundo.org Ejecución técnica y Redacción del estudio: Oriol Pedraza Royo. Revisión técnica del texto: Alexandre Ribó Arnau y Jesús Barrio Lozano (GM). Coordinación del proyecto: Benjamín Coreas Canales (GM). Jefe de Proyecto Jesús Barrio Lozano (GM). Dirección Técnica Centroamérica Cecilia Olivares de Valencia (UNES). Coordinación de Contraparte Ricardo Gutiérrez López (GM). Coordinación en Sede
Revisión del texto: Jesús Barrio Lozano (GM) y Vanessa Martínez Cobo (GM) Ejecución técnica del proyecto: Margarita Morales Díaz (UNES). Educadora Ambiental Oriol Pedraza Royo (GM). Técnico en Gestión del Riesgo Brenda Platero Santos (UNES). Promotora Ambiental
Publicación realizada por Geólogos del Mundo con la colaboración de Unidad Ecológica Salvadoreña, como uno de los resultados del proyecto Gestión del Riesgo y Adaptabilidad al Cambio Climático en la Microrregión Ahuachapán Sur en su fase II (GRAMAS). Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) con cargo al proyecto GRAMAS. Su contenido es responsabilidad exclusiva de Geólogos del Mundo y no refleja necesariamente la opinión de la AECID. Geólogos del Mundo, Delegación de Centroamérica. Colonia Miramonte. Calle Colima #814, San Salvador. El Salvador. C.A Teléfono/Fax (503) 2260 6340 E-mail:
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UNES, Unidad Ecológica Salvadoreña Colonia Miramonte. Calle Colima #22, San Salvador. El Salvador C.A Teléfono (503) 2260 1447 – 2260 1465 E-mail:
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CARACTERIZACIÓN Y ANÁLISIS DE LAS DINÁMICAS DE LAS BOCANAS DE BARRA DE SANTIAGO Y GARITA PALMERA EN LA MICRORREGIÓN AHUACHAPÁN SUR, EL SALVADOR por Geólogos del Mundo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Este libro se publica bajo licencia Creative Commons de tipo Reconocimiento No Comercial Sin Obra Derivada. Se permite su copia y distribución por cualquier medio siempre que se mantenga el reconocimiento del autor, no se haga uso comercial de la obra y no se realice ninguna modificación de ella. La licencia completa puede consultarse en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/
Reconocimiento: GEÓLOGOS DEL MUNDO (2012). Caracterización y análisis de las dinámicas de las bocanas de barra de Santiago y Garita palmera en la Microrregión Ahuachapán Sur, El Salvador. Con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
ÍNDICE DE CONTENIDOS: 1.
INTRODUCCIÓN.
2
2.
ANTECEDENTES
3
3.
OBJETIVO DEL ESTUDIO
5
4.
LIMITACIONES DEL ESTUDIO
6
5.
6.
7.
DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA ZONA DE ESTUDIO 5.1. Localización geográfica 5.2. Características geográficas 5.3. Característica geomorfológicas y ecológicas 5.4. Caracterización hidrográfica de las Bocanas 5.4.1. Bocana de Barra de Santiago 5.4.2. Bocana de Garita Palmera
7 7 8 10 12 13 15
PRINCIPALES CAMBIOS DE LA ZONA DE ESTUDIO EN LOS ÚLTIMOS 62 AÑOS (1949-2011) 6.1. Cambios de la cobertura vegetal 6.2. Aumento de la densidad de población y cambios en los usos del suelo 6.3. Principales cambios hidrológicos de la planicie costera 6.3.1. Principales cambios en los acuíferos de la planicie costera
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ESTUDIO GEOMORFOLÓGICO Y ANÁLISIS DE LAS BOCANAS 7.1. Metodología (Método y material) 7.2. Análisis geomorfológico de la bocana de Barra de Santiago 7.2.1. Estudio de Batimetría 7.3. Análisis geomorfológico de la bocana de Garita Palmera 7.4. Discusión de los resultados
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16 18 21 25
30 31 35 36 41
8.
CONCLUSIÓN
42
9.
RECOMENDACIONES
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10. BIBLIOGRÁFIA
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11. ANEXOS 11.1. 11.2. 11.3. 11.4. 11.5. 11.6. 11.7. 11.8. 11.9. 11.10. 11.11. 11.12.
49 A.1. Tabla de inundaciones en la Microrregión Ahuachapán Sur (1906-2011). A.2. Comparación de línea de Costa de Barra de Santiago (1949-1978) A.3. Comparación de línea de Costa de Barra de Santiago (1978-1988) A.4. Comparación de línea de Costa de Barra de Santiago (1988-1996) A.5. Comparación de línea de Costa de Barra de Santiago (1996-2011) A.6. Comparación de línea de Costa de Barra de Santiago (1949-2011) A.7. Comparación de línea de Costa de Garita Palmera (1949-1978) A.8. Comparación de línea de Costa de Garita Palmera (1978-1988) A.9. Comparación de línea de Costa de Garita Palmera (1988-1996) A.10. Comparación de línea de Costa de Garita Palmera (1996-2011) A.11. Comparación de línea de Costa de Garita Palmera (1949-2011) A.12. Mapa de inundabilidad de la Microrregión Ahuachapán Sur
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1. INTRODUCCIÓN. En las últimas décadas, las personas han ignorado, consciente o inconscientemente, los procesos geodinámicos que acontecen en el territorio donde se asienta y las amenazas que representan. La exposición directa al radio de acción de los fenómenos naturales (inundaciones, movimientos de laderas, volcanes, etc.), conjugado con diversas vulnerabilidades (económicas, medioambientales, físicas, políticas, sociales, culturales, institucionales…) presentes en las sociedades actuales, ha propiciado la generación de múltiples escenarios de riesgo. En la zona baja de la Microrregión Ahuachapán Sur, des de los años 70, se asentaron varias comunidades y se transformó toda la zona en explotaciones agrícolas y ganaderas en pro del “desarrollo” sobre las llanuras de inundación de la cuenca hidrográficas del río Paz y de las de la región hidrográfica de Cara Sucia-San Pedro. Estas cuencas hidrográficas, por sus características geomorfológicas e hidrológicas, representan una amenaza para las personas y los cultivos cuando se invaden ya que son zonas recurrentes de inundación, como demuestra el registro histórico de eventos meteorológicos extremos que ha sufrido la zona en los últimos años. El primer evento que se registró de importancia en esta base datos es el Huracán Fifí (1974), que tuvo pocas afectaciones en la zona; el segundo, es el Huracán Paul (1982); y el último, con muchas más afectaciones debido a sus inundaciones (unas 900 familias fueron damnificadas) fue el Huracán Mitch (1998). Los reportes referentes a las Tormentas Tropicales son más actuales pero con un mayor impacto en la zona, tanto por sus inundaciones como por sus afectaciones. El primer reporte es sobre la Tormenta Tropical Stan (2005) con un balance muy alto de familias damnificadas en la zona baja, el segundo es la Tormenta Tropical Ida (2008) y las tormentas tropicales Agatha y Matthew (2010) que tuvieron gran impacto en la zona. La última que se registra es la Depresión Tropical 12-E (2011) que también tuvo un gran impacto en la zona, no tanto por sus lluvias intensas sino por su gran duración (8 días), llegando a acumulados durante su paso de entre 1200 – 1400 mm en la zona alta de Ahuachapán. Todas ellas se caracterizan por unas crecidas importantes de los ríos de la Microrregión Ahuachapán Sur y sus consecuentes inundaciones de la zona, poniendo en manifestó el peligro que constituye para los habitantes de la zona baja su asentamiento y su estado de indefensión, estructural y no estructural (Anexo 1 y 15). Por otro lado, la carencia de un ordenamiento territorial ha posibilitado, no solo que se permitiera construir de forma desordenada en el territorio, sino que incluso se han invadido espacios donde actualmente los pobladores lo perciben como amenaza. No obstante, el ordenamiento territorial debe estar sustentado por el necesario conocimiento técnico del territorio a ordenar y, en este caso, son de utilidad el estudio de las inundaciones en la zona baja realizado durante el 2011 por Geólogos del Mundo y el presente estudio sobre el análisis geomorfológico de las variaciones de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera para caracterizar como es su dinámica natural y su evolución.
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Por último, es necesario destacar que el presente estudio geomorfológico de las variaciones de las bocanas presenta una serie de limitaciones (ver capítulo 3) como consecuencia de una serie de factores, algunos intrínsecos a la propia dinámica de las bocanas y otros de carácter externo, debido a la escasez de datos batimétricos, hidrológicos e hidráulicos. Por ello, el estudio se presenta como una caracterización del comportamiento que se puede observar durante los últimos 62 años de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera. Si bien puede constituirse como una herramienta muy útil para la planificación y ordenamiento del territorio desde el enfoque de la gestión del riesgo, es necesario, a medida que se disponga de una mayor información, actualizar y/o mejorar el presente estudio. El presente estudio se enmarca en el proyecto “Gestión del riesgo y adaptabilidad al cambio climático en la Microrregión Ahuachapán Sur” en su fase dos, ejecutado por Geólogos del Mundo y la Unidad Ecológica Salvadoreña, con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El proyecto tiene como objetivo integrar la gestión ambiental y del riesgo en las políticas municipales dirigidas a la planificación y al ordenamiento territorial como uno de los medios para alcanzar un desarrollo sustentable del complejo de Barra de Santiago, conformado por la área natural protegida de la Barra de Santiago, el espacio protegido de Santa Rita y los manglares de Garita Palmera. La generación de estudios que caractericen las dinámicas naturales del territorio, tiene el objetivo de disminuir la vulnerabilidad técnica, aportando nuevos datos al escaso conocimiento técnico del territorio, para la reducción del riesgo en la zona baja de la Microrregión Ahuachapán Sur. 2. ANTECEDENES. No existe mucha literatura relacionada con estudios geomorfológicos de los movimientos de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera, y la poca que se ha generado ha sido como consecuencia de las afecciones provocadas en las comunidades de El Tamarindo y El Zapote debido a los movimientos de las desembocaduras, en respuesta a una demanda de la población para buscar soluciones que mitiguen el riesgo a que están expuestos en las áreas habitacionales de estas comunidades. En los últimos años se ha realizado algún estudio enfocado a los ecosistemas de manglar, al estado de los recursos hídricos y a los efectos de las inundaciones en la zona baja de la Microrregión Ahuachapán Sur. Aunque estos estudios no están estrechamente ligados al estudio de las variaciones geomorfológicas de las bocanas y su evolución, son complementarios. En el año 2005, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), elaboró un estudio dentro del proyecto “Manejo integrado de cuencas asociadas al complejo hidrográfico Barra de Santiago-El imposible” (BASIM), con la finalidad de recopilar información preliminar sobre los recursos hídricos de la zona Sur de Ahuachapán. En él podemos encontrar registros históricos y 3
recientes sobre las características de las cuencas hidrográficas y sus cauces que desembocan en la bocana de Barra de Santiago. En el año 2010, Wetlands International (WI), elaboró un estudio dentro del proyecto “Gestión integrada de recursos hídricos y medios de vida en el río Paz El Salvador – Guatemala”, realizado por Gallo, M. y Rodríguez, E. El estudio, que abarca la desembocadura del río Paz y en buena parte de él la subcuenca del Aguacate, describe la degradación ambiental producida de la deforestación y los cambio de uso del suelo, así como de las alteraciones en el régimen hidrográficos de la zona, donde han provocado afectaciones directas al ecosistema de manglar de Garita Palmera, entre otros. Éste indirectamente arroja información sobre la bocana de Garita Palmera. También, en el mismo año 2010, la consultora Graia Srl realizó un estudio batimétrico del estero de Barra de Santiago, dentro del proyecto “Fortalecimiento de la gestión del riesgo y prevención de desastres en la comunidad de Barra de Santiago, Jujutla, Ahuachapán” ejecutado por ACRA cooperiamo lo sviluppo. Este trabajo consiste en un estudio geofísico de la topografía del lecho del estero y de las alturas de agua durante los periodos de marea alta y baja, para poder hacer modelación hidráulica y así entender con mejor detalle los fenómenos de inundación que afectan en algunas de las comunidades de esta zona. Este estudio, que es de gran utilidad para el presente trabajo, presenta ciertas limitaciones que se comentaran en el Capítulo 4. Finalmente, en el año 2011, Geólogos del Mundo con la colaboración de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), elaboró varios estudios dentro del proyecto “Gestión del riesgo y adaptabilidad al cambio climático en la Microrregión Ahuachapán Sur” (GRAMAS). Uno ellos consiste en una descripción general de la amenaza de inundabilidad en la zona baja. Describiendo las características hidrográficas e hidrológicas de la zona y desarrollando el método geomorfológico integrado, con el fin de obtener como resultado un mapa de inunadabilidad de la zona baja. En este mapa se representa, en diferentes colores, la susceptibilidad de distintas áreas a ser inundadas, además de una visualización de las posibles afectaciones que causa dicho fenómeno. También se generó un estudio preliminar sobre la evolución de los últimos 15 años de la bocana de Garita Palmera, por petición expresa de la Alcaldía de San Francisco Menéndez y la comunidad de El Tamarindo. Este documento marcó la necesidad de realizar una mayor profundización sobre las dinámicas naturales de las bocanas de la Microrregión Ahuachapán sur, donde los resultados de este proponían la elaboración del presente estudio dentro de la segunda fase del proyecto GRAMAS.
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3. OBJETIVO DEL ESTUDIO
Objetivo general El objetivo general es la elaboración de un estudio geomorfológico de las variaciones de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera, para conocer como ha sido su evolución en el periodo comprendido entre 1949-2011 (62 años), con la finalidad de contribuir a la generación de información técnica y a la planificación y gestión del territorio.
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Objetivos específicos o
Cuantificar el desplazamiento de las desembocaduras de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera, para saber cuál será su evolución haciendo un cálculo del balance de sedimentación de la bocana, evaluando las contribuciones y pérdidas netas en comparación al periodo estudiado.
o
Describir los procesos de transformación que ha sufrido el territorio de la zona baja de la Microrregión Ahuachapán Sur, en los aspectos de pérdida de cobertura vegetal, los cambios en los usos del suelo y el aumento de la densidad de población.
o
Determinar la situación actual de los recursos hídricos de la cuenca de la región hidrográfica de Cara Sucia- San Pedro Belén y de la subcuenca del zanjón1 del Aguacate, comprendida dentro de la región hidrográfica del río Paz.
Cauce o zanja grande y profunda por donde corre el agua
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4. LIMITACIONES DEL ESTUDIO El presente estudio presenta una serie de incertidumbres y posibles fuentes de error derivados, en su mayor parte, de la deficiencia en las fuentes de datos y de las limitaciones de estudios complementarios que aporten mayor información. A grandes rasgos, convendría considerar los siguientes aspectos: o
Ausencia de registro de caudales reales de los principales ríos que desembocan en las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera. Únicamente se dispone de los caudales máximos calculados por diferentes periodos de retorno (UICN, 2005. Geólogos del Mundo, 2012c. SNET-MARN, 2005. Cativo, J. y Escalante, A. 2010). Estos datos son aproximaciones asumiendo ciertas limitaciones de las metodologías habitualmente empleadas, lo que conlleva a la imposibilidad de realizar una comparativa de los recursos hídricos que desembocan por las bocanas.
o
No se dispone de los balances hídricos de las aguas subterráneas. Por lo que no se pueden conocer los estados de extracción y de recarga de los acuíferos de la planicie costera. Aunque se disponen de dos estudios de salinidad de la subcuenca del zanjón del Aguacate (Gallo, M. y Rodríguez, E. 2010a y Mata, R. 2012), estos estudios nos generan una primera aproximación al estado del acuífero, pero sin poder realizar una aproximación a cuál será su evolución.
o
Se dispone de un solo perfil batimétrico del estero de Barra de Santiago (Barenghi, B. y Lacapra, E. 2010) y ninguno del estéreo de Garita Palmera. El análisis de las variaciones internas de los canales principales de circulación y las variaciones de los procesos de erosión, transporte y sedimentación quedan limitados a la observación de las fotografías aéreas y no permiten hacer una predicción de futuro ajustada a la realidad de la evolución de las bocanas.
o
La boya instalada en Acajutla (13.00N ,90.00W) que proporciona el registro de las direcciones y magnitud de las corrientes del mar, está muy lejos de la zona de estudio, dificultando el conocimiento de cómo se comporta la dinámica litoral en las desembocaduras de la bocana.
o
No hay estudios que arrojen información para elaborar un cálculo del balance de sedimentación de la bocana, evaluando las contribuciones y pérdidas netas en comparación a un tiempo determinado. Este hecho conlleva que el presente estudio se haya realizado en base a las variaciones geomorfológicas, siendo un resultado cualitativo y no de una forma cuantitativa.
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5. DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA ZONA DE ESTUDIO. 5.1. Localización geográfica El área de estudio se encuentra en la costa occidental de El Salvador, en la Microrregión Ahuachapán Sur, donde la bocana de Barra de Santiago y la de Garita Palmera están ubicadas en los municipios de San Francisco Menéndez y Jujutla, que se localizan en el sur del departamento de Ahuachapán (Figura 1). Las bocanas se encuentran dentro del complejo natural de Barra de Santiago conformado por el área natural protegida de la Barra de Santiago, el espacio protegido de Santa Rita y los manglares de Garita Palmera (Figura 2).
Figura 1: Situación geográfica de la Microrregión Ahuachapán Sur dentro de El Salvador. (Fuente: Google Maps)
Figura 2: Ortofoto (2009) de la área de estudio, donde se pueden ver las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera (dentro de los recuadros punteado rojo), dentro del complejo natural de Barra de Santiago conformado por el área natural protegida de la Barra de Santiago, el espacio protegido de Santa Rita y los manglares de Garita Palmera en los municipios de San Francisco Menéndez y Jujutla. (Fuente: Google Earth)
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5.2. Características geográficas La zona sur de los municipios de Jujutla y San Francisco Menéndez, se ubican en una planicie costera. Donde se presenta un relieve muy plano, que se pasa de los 10 msnm hasta los 0 msnm en algo más de 6 km (distancia media desde la costa hasta las primeras estribaciones de la sierra de Tacuba). En su parte más amplia la planicie costera supera los 10 km, haciéndose más estrecha en el límite de los municipios de Jujutla con Acajutla. Tal y como se puede ver en el mapa de unidades geográficas (Mapa 1) esta planicie no es uniforme sino que dentro de la misma se pueden encontrar espacios donde la altura es la del nivel del mar y en ella se encuentra zonas de humedales o bosques húmedos y bosque de mangle (Geólogos del Mundo 2011b).
UNIDADES GEOGRÁFICAS EN LA MICRORREGIÓN AHUACHPÁN SUR
Mapa 1: Unidades Geográficas de la Microrregión Ahuachapán Sur (Fuente: Elaboración propia con información de base del Sistema Nacional de Estudios Territoriales (SNET) del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARN) de El Salvador)
En los límites del municipio con el Océano Pacífico se encuentran las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera. Una bocana es una extensión de agua dulce que se mezcla con el agua de mar y se funden para formar una gran extensión dinámica donde interactúa la dinámica fluvial, dinámica 8
litoral y dinámica mareal, contribuyendo activamente en la generación de los ecosistemas de manglar. Las bocanas por su propia dinámica, generan estructuras geomorfológicas características. Estas vienen definidas por los depósitos sedimentarios provenientes de los materiales que traen los ríos. Su distribución de los sedimentos dentro de los esteros son retrabajados y redepositados por la acción de la dinámica litoral y la dinámica mareal (Geólogos del Mundo, 2012c). La dinámica fluvial de esta zona se caracteriza por los aportes de agua dulce provenientes de la Sierra de Tacuba y del río Paz. Los aportes hídricos que recibe la bocana de Barra de Santiago provienen de la región hidrográfica “C” Cara Sucia-San Pedro Belén, en la que se encuentran la subcuenca del Río Cara Sucia y la subcuenca del Río El Naranjo. Todas éstas desaguan en el área natural del ecosistema de manglar de Barra de Santiago siendo los ríos de Cara Sucia y el Naranjo los más importantes. La dinámica de estos ríos se caracteriza por cursos fluviales que nacen encajonados y con fuertes pendientes en la zona alta. A medida que van evolucionando van perdiendo pendiente y su capacidad erosiva en la zona media y finalmente llegan a la planicie costera, donde se caracteriza por una zona llana donde los cauces divagan fácilmente y propicia el desbordamiento de ellos. En cambio, los aportes hídricos que recibe la bocana de Garita Palmera, tiene unas características hidrográficas completamente distintas a la bocana de Barra de Santiago, ya que los únicos ingresos de agua dulce que recibe la bocana y el ecosistema de manglar, provienen de la subcuenca del zanjón del Aguacate, formando parte de la región hidrográfica del río Paz. El funcionamiento del zanjón del Aguacate actúa como un brazo abandonado que utiliza el río Paz como canal de desembocadura en momentos de altos caudales del río. (Fotografía 1) La acción de la dinámica litoral y la dinámica mareal, tiene un papel muy importante en la caracterización geomorfológica de las bocanas y un papel clave en las direcciones de movimiento de la desembocadura. Los materiales que se encuentran en las bocanas provienen en parte de los sedimentos que traen los ríos, mientras que otros provienen del transporte de las corrientes del mar y que son depositados de diversas formas en diferentes puntos de las bocanas según sea la dirección del oleaje dominante. Los sedimentos que se encuentran en la zona de estudio, se caracterizan por tener un transporte perpendicular a la costa, mediante el avance de las olas o por el flujo de la marea alta, que empujan los materiales hacia la orilla y hacia el interior del estero, mientras que la resaca del oleaje y el reflujo de las mareas bajas, llevan estos materiales mar adentro. El movimiento de estos sedimentos a lo largo de la costa y en las bocanas se conoce como transporte litoral, mientras que los volúmenes de arena involucrados en el transporte se conocen como deriva litoral. Para caracterizar los procesos causantes de la variación geomorfológica y desplazamiento de sus desembocaduras, en este estudio prestaremos más atención a la erosión (extracción) y a la sedimentación (acreción) por sus evidencias con el paso del tiempo.
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Fotografía 1: Fotografía del 2010 de la Bocana de Garita Palmera, días después de la tormenta tropical Agatha. (Fuente: Alcaldía Municipal de San Francisco Menéndez)
5.3. Características geomorfológicas y ecológicas. La principal característica geomorfológica de la Barra de Santiago es su barra de arena en disposición paralela a la línea de costa con algo más de 5.5 Km de largo y con un ancho que varía entre los 200m y 500m. El área está definida aproximadamente por 1.5 km2 de barra de arena a donde gran parte está habitado por la comunidad de Barra de Santiago. Formando parte del área natural protegida, que alberga los ecosistemas de manglar, de bosque húmedo y de bocana, ocupando un total de unos 28.68 km2. Esta área ha sido propuesta como posible sitio Ramsar2 desde 1996. Las características geomorfológicas de la bocana de Garita Palmera son parecidas a las de Barra de Santiago, pero de unas dimensiones más reducidas. En ella la barra de arena es paralela a la línea de costa con algo más de 900m de largo (Gallo, M. y Rodríguez, E. 2010b). Está conformada en el margen izquierdo por una barra de arena de más de 400m, colindando con la comunidad de Garita Palmera y en el margen derecho se encuentra la comunidad del Tamarindo situada en la zona de erosión de la bocana. En este espacio se encuentra el ecosistema de manglar y los canales de la bocana conformando un área de unos 2 km2. En comparación al área natural protegida de Barra de Santiago, su estado ecológico se encuentra con un fuerte desequilibrio de sus condiciones naturales y sin medidas de conservación. La bocana de la Barra de Santiago y Garita Palmera es también reserva acuática. Una reserva acuática se define como aquellos lugares naturales 2
La Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, llamada la Convención de Ramsar (1971), es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
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favorables para la reproducción o hábitat de especies, donde conviene establecer regímenes de protección y conservación (Asamblea Legislativa, 1996). Los humedales son ecosistemas terrestres o costeros, en donde el agua es el elemento predominante. Pueden estar inundados permanente o estacionalmente. Son un hábitat muy importante para numerosas especies y esenciales para la calidad de vida de las personas que viven cerca de ellos, además es una zona rica para la pesca artesanal. Regulan los ciclos del agua, filtran la contaminación y protegen las costas de la subida del mar. En la zona de estudio la presencia más abundante es la de manglar (Fotografía 2). Los manglares son bosques de plantas leñosas tolerantes a la sal, caracterizados por su común habilidad para crecer y prosperar a lo largo del litoral, protegiendo de los efectos de las mareas en las costas. En los canales lodosos que rodean la bocana, se observan especies de mangle mixtas como: mangle rojo (Rhizophora mangle, Rhizophora harrisonii, Rhizophora racemosa) en los canales más lodosos, mientras que en las zonas más altas de arcilla y arena se observan especies como mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle de botoncillo (Conocarpus erectus), mangle negro (Avicennia germinans) (World Wildlife Fund, 2010). En este ambiente se caracteriza por sedimentos salinos frecuentemente anaeróbicos y fangosos. Y se definen suelos anmoor, cuya formación está estrechamente ligada a estos ambientes y su composición es básicamente materia orgánica humidificada mezclada con arcilla en condiciones anaeróbicos. El anmoor se forma en medios temporalmente inundados, siendo un buen indicador geomorfológico de las zonas potencialmente inundables. (Geólogos del Mundo, 2012c). El área natural protegida de Barra de Santiago contiene una gran biodiversidad de especies, debido a sus condiciones físicas y biológicas. Las bocanas se consideran trampas naturales de nutrientes, por lo que los organismos que allí se encuentran se desarrollan muy rápidamente y se adaptan perfectamente al ciclo mareal. El ecosistema de manglar tiene una alta importancia para la alimentación y reproducción de especies al ser una zona de bajos intermareales de lodos y arenas que sirven de hábitat a moluscos, crustáceos estuarinos y aves limícolas. Este ecosistema es una importante fuente de ingreso para los habitantes de la zona porque en ellos se encuentra una gran cantidad de peces de interés comercial como róbalos y pargos, que al mismo tiempo suponen uno de los alimentos principales de las comunidades que se dedican a su pesca. La extracción de punches y curiles también es una actividad que se practica frecuentemente, para su comencialización o consumo (Cerra, M. et al 2010). Otros aspectos del ecosistema manglar no tan visibles pero de mucha importancia para las comunidades es el control de inundaciones, depuración de aguas, recarga de acuíferos, producción de madera, fijación de carbono, regulación climática, protección y estabilización de la línea de costa y protección y estabilización de los márgenes de las bocanas (Geólogos del Mundo, 2012a).
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Actualmente, los humedales sufren grandes amenazas producidas por las actividades humanas desmedidas. Entre ellos destacan la desforestación, el cambio de uso de tierra de bosques o cultivos protectores del suelo hacia granos básicos, pasto y caña de azúcar, procesos fuertes de contaminación derivados de la utilización sin control de pesticidas y fertilizantes químicos; la evacuación de aguas residuales y desechos sólidos sin tratamiento previo y la disminución en la disponibilidad de agua dulce en los humedales costeros debido a la desviación de las aguas de los ríos de la zona baja para riego.
Fotografía 2: Bosque de Manglar del Área Natural Protegida de Barra de Santiago en el municipio de Jujutla.
5.4. Caracterización hidrográfica de las bocanas. Las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera, es una extensión de agua dulce que se mezcla con el agua de mar y se funden para formar una gran extensión dinámica donde interactúa la dinámica fluvial, dinámica litoral y dinámica mareal, contribuyendo activamente en la generación de los ecosistemas de manglar. Una parte fundamental de las bocanas es el aporte de agua dulce que reciben para poder seguir funcionando como desembocadura, por este motivo se hará una descripción de las características de la red hídrica y de las regiones hidrográficas (Mapa 2) que definen cada una de las bocanas.
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Mapa 2: Red hídrica y las regiones hidrográficas del río Paz (región B) y Cara Sucia-San Pedro Belén (Región C) que se encuentran en la Microrregión Ahuachapán Sur (Fuente: Elaboración propia con información de base del Sistema Nacional de Estudios Territoriales del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales de El Salvador)
Bocana de Barra de Santiago
La bocana de Barra de Santiago está regida por un conjunto de ríos que se originan en la parte alta de la sierra de Tacuba-Apaneca. Se encuentra dentro de la región hidrográfica “C” (ver mapa de red hídrica y las regiones hidrográficas, Mapa 2), donde se sitúa la cuenca de Barra de Santiago, a su vez formada por las subcuencas de Cara Sucia y Cuilapa. Todos los cursos fluviales que en ella se encuentran nacen en la sierra de Tacuba-Apaneca y terminan desembocando en la bocana. Los ríos que mayor influencia tienen sobre la bocana por su régimen estacionario y por sus caudales, corresponden a los cauces de El Sacramento, El Corozo, Cara Sucia, Cuilapa y El Naranjo, entre los más caudaloso (Tabla No. 1). El comportamiento de estos ríos es bien diferenciado, con un fuerte control fisiográfico en las diferentes partes del cauce. En las zonas altas de la sierra de Tacuba – Apaneca, donde los ríos se encuentran encajonados y con fuertes pendientes, dominan los procesos de erosión y transporte; 13
mientras que en las zonas medias los ríos van perdiendo su capacidad erosiva y su pendiente, por lo que los cauces ya no van tan encajonados y tienen un comportamiento más meandriforme (sinuoso). Del análisis morfométrico de las microcuencas y de la red de drenaje que se realizó en el estudio de “Caracterización y análisis de las amenazas de inundación e inestabilidad de ladera en la Microrregión Ahuachapán Sur” (Geólogos del Mundo. 2012c), se desprende que la rápida concentración de las aguas superficiales se ve favorecida especialmente por las altas pendientes. Por lo tanto, tienen un comportamiento de torrencialidad moderadamente alta, como se puede ver en la gráfica No 1, donde los caudales medios en la época seca son duplicados cuando ocurren precipitaciones moderadas o fuertes. Este hecho hace que tengan un comportamiento, de rápida concentración de las aguas lluvias y fuertes velocidades de los flujos (Geólogos del Mundo, 2012c). TABLA 1: RELACIÓN DE CUENCA, SUBCUENCA Y MICROCUENCA Microcuencas
Subcuencas
Cuenca
El Sacramento
Cara Sucia
Barra de Santiago
El Quequeisque
Cara Sucia
Barra de Santiago
San Francisco
Cara Sucia
Barra de Santiago
El Corozo
Cara Sucia
Barra de Santiago
Cara Sucia
Cara Sucia
Barra de Santiago
El Izcanal
Cara Sucia
Barra de Santiago
Faya
Cara Sucia
Barra de Santiago
Aguachapio
Cara Sucia
Barra de Santiago
Guayapa
Cuilapa
Barra de Santiago
Cuilapa
Cuilapa
Barra de Santiago
El Naranjo
Cuilapa
Barra de Santiago
El Rosario
Cuilapa
Barra de Santiago
En la parte baja, donde los ríos se encuentran entre la carretera CA-2 y la costa de la Microrregión Ahuachapán Sur, los cauces se convierten en erráticos, formando depósitos de sedimentos y zonas pantanosas (zanjones y humedales estacionarios). Durante la época seca los ríos de la zona disminuyen su caudal, lo que favorece a una mayor infiltración en los materiales aluviales por el que circulan, recargando los acuíferos de la planicie costera. El agua de los ríos Sacramento, El Quequeisque, San Francisco y El Corozo (que conforman el zanjón del Chino), El Cara Sucia, Guayapa, Cuilapa y El Naranjo se introducen dentro del área natural protegida de Barra de Santiago. Otro aspecto muy importante de la zona baja es que sufre de inundaciones durante la época húmeda, tal y como se muestra en el Mapa de Inundabilidad de la Microrregión Ahuachapán Sur a 14
escala 1:50.000 (Anexo 15). Esta situación se presenta debido a los desbordes del río Paz y a las crecidas rápidas de los ríos que carecen de un sistema efectivo de drenaje en la cuenca de Barra de Santiago. La suma de estos dos factores y las características fisiográficas de la zona baja, definidas como zonas pantanosas o de bosque húmedo, favorecen el estancamiento de las aguas en algunas partes (MAG, 1988), pero en general, los canales de desbordamiento llegan a los ecosistemas de manglar y terminan desembocando a la bocana de Barra de Santiago.
400
Q (m3/S)
350 300 250 200 150 100 50 0
Caudal medio epoca seca Caudal máximo Tr 5 años Gráfica 1: Comparación de los caudales medios en época seca con los caudales máximos calculados por un periodo de retorno de 5 años de los principales ríos de la Región hidrográfica Cara Sucia- San Pedro Belén. (Fuente: UICN 2005 y Geólogos del Mundo 2012c)
Bocana de Garita Palmera
La bocana de Garita Palmera se caracteriza por una única conexión de agua dulce que se origina en la parte baja del río Paz, formando parte de la región hidrográfica “B” de la cuenca del río Paz. En ella se encuentran 39 subcuencas, pero siendo sólo la subcuenca del Aguacate la que tiene un aporte fluvial semipermanente a la desembocadura de la bocana. Esta subcuenca está dominada por el aporte del río Paz y no por una cabecera montañosa que recoja las aguas de lluvia. Este control hídrico que hace el río Paz sobre el zanjón de El Aguacate es producto de una intervención antrópica, donde se forzó su canalización como canal de riego. El funcionamiento natural del canal es actuar como brazo de desborde en momentos de crecida del río Paz, teniendo una fuerte influencia sobre la dinámica de la bocana. El comportamiento del zanjón es complejo, ya que debido a este control hídrico del río Paz y estructural, hace que en la época seca el zanjón disminuyan sus caudales, este hecho tiene
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afectaciones en la dinámica de la bocana de Garita Palmera en comparación a la de Barra de Santiago. Además estas características descritas también tienen afectación en el estado del ecosistema de manglar de Garita Palmera y en la recarga de los acuíferos de esta subcuenca. Como parte de la zona baja, sufre inundaciones durante la época húmeda (Anexo 12). En ésta la inundación está estrechamente ligada a los desbordes del río Paz, ya que el zanjón del Aguacate actúa como un brazo de desbordamiento del río, como el zanjón de la Danta y los aportes que recibe el zanjón del Chino. Aunque tiene grandes afectaciones a las comunidades que viven en las proximidades del río Paz y el río Seco, las inundaciones han existido siempre y es una de las fuentes de supervivencia de los ecosistemas de manglar por sus aportes hídricos y recarga del acuífero de la subcuenca. (Pedraza, O. et al. 2012) 6. PRINCIPALES CAMBIOS DE LA ZONA DE ESTUDIO EN LOS ÚLTIMOS 62 AÑOS (1949-2011). Los principales cambios que se han estudiado, son aquellos que tienen una estrecha relación con las dinámicas de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera. Entre estos se ha hecho énfasis en los cambios de la cobertura vegetal y usos del suelo, el aumento de la densidad de población y los cambios hidrológicos tanto superficiales como subterráneos. Durante el periodo analizado (1949-2011), los cambios en estos aspectos han sido muy importantes por la transformación socio-económica que ha sufrido la zona, teniendo una implicación directa en los ecosistemas de manglar y en la dinámica de las bocanas. 6.1. Cambios de la cobertura vegetal. Los municipios de San Francisco Menéndez y Jujutla, engloban en sus territorios la zona de planicie costera de la Microrregión Ahuachapán Sur, además de la cara sur de la sierra de Tacuba-Apaneca, con una gran diversificación productiva del sector agrícola. En la zona correspondiente a la planicie costera de estos municipios el espacio dedicado a la producción agrícola tiene que convivir con el complejo de Barra de Santiago conformado por la área natural protegida de la Barra de Santiago, el espacio protegido de Santa Rita y los manglares de Garita Palmera, que ocupan la mitad más cercana a la costa. En las áreas cultivadas la explotación que más kilómetros cuadrados ocupan en la actualidad es la de la caña de azúcar, en segundo lugar se encuentran las zonas dedicadas a potreros (pastos) para el ganado (Geólogos del Mundo 2011b). La información analizada en este capítulo corresponde a una comparación entra las fotografías aéreas de 1949 y la cartografía de usos del suelo del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) del año 2003. En estos últimos 54 años la situación en la zona baja de la Microrregión Ahuachapán Sur ha sufrido grandes cambios en cuanto al desarrollo de las explotaciones agrícolas. En este espacio de tiempo analizado se ha pasado de tener aproximadamente 95 km2 cubiertos por bosque húmedo, bosque de galería y bosque de manglar, a tener actualmente una superficie de 30 km 2 disgregados en tres conjuntos, como son el área natural protegida de la Barra de Santiago, el espacio protegido de
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Santa Rita y los manglares de Garita Palmera, donde se puede observar este gran cambio en el Mapa 3.
Mapa 3: Cambios de la cobertura vegetal entre los años 1949 y 2003 en la Microrregión Ahuachapán Sur (Fuente: Elaborado a partir de datos del Sistema Nacional de Estudios Territoriales(SNET) del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARN) de El Salvador)
Estos cambios sobre la cobertura vegetal que ha sufrido el territorio hasta la actualidad, tienen una gran importancia para comprender muchos de los efectos naturales y antrópicos que ocurren en la zona baja, además de dar explicación a muchos de los problemas que causan estos efectos y que sufren las comunidades de la zona baja. Uno de ellos se puede observar comparando el mapa de los cambios de la cobertura vegetal entre los años 1949-2003 con el Mapa de Inundabilidad de la Microrregión Ahuachapán Sur a escala 1:50.000 (Anexo 15), realizado en la primera fase del proyecto GRAMAS, donde se puede ver que los principales flujos de desbordamiento del río Paz transcurren por las zonas que antes tenían esta cobertura vegetal. Este hecho ayuda entender mejor la dinámica de inundaciones de la zona baja de Ahuachapán, donde la existencia de los bosques húmedos (también llamados bosques de inundación), tenían y tienen una estrecha relación con la zona inundable. El paso de los diferentes eventos meteorológicos fuertes como son 17
el Stan (2005), el Agatha (2010) y la depresión tropical 12-E (2011), han causado importantes daños en la zona baja (Anexo 1), sobre todo en aquellas comunidades (El Chino, Colonia Ista, etc.) que están ubicadas en la áreas que en el 1949 tenían amplia cobertura vegetal y aquellas que se encuentran a los bordes del río Paz (Fotografía 3).
Fotografía 3. Una de las zonas inundadas durante el paso de la Tormenta Tropical Agatha 2010, inundando campos de cultivo, pastos, caminos y calles. Fotografía área de una parte de la calle que une la Hachadura con Garita Palmera, realizada durante una evaluación de los daños y afectaciones en el municipio de San Francisco Menéndez. (Fuente: Alcaldía Municipal de San Francisco Menéndez)
6.2. Aumento de la densidad de población y cambios en los usos del suelo. Los cambios sobre la cobertura vegetal se producen principalmente por intensificación de la explotación agrícola y ganadera y de un crecimiento poblacional en la zona baja de Ahuachapán Sur, lo que ha sido acompañado por la incorporación de infraestructuras como carreteras y puentes. El aumento de habitantes a la zona se da a partir de la década de 1970, donde las haciendas comienzan a segregarse, venderse o alquilarse durante la expansión del cultivo de algodón (Rodríguez, 2004). Antes de esta expansión poblacional los habitantes se asentaron en estas zonas costeras en los años 30, en su mayor parte como trabajadores de haciendas donde se producía maíz, arroz, ajonjolí y ganado. Por lo general, estas haciendas utilizaban el sistema de “colonato” en el cual los trabajadores y sus familias recibían como parte de pago un pequeño terreno (solar) en el cual ubicaban su vivienda y les era permitido cultivar su parcela de granos básicos. Extrayendo el relato de Carlos Reyes Arévalo, tomado de Rodríguez (2004), en los años 50 toda la zona estaba cubierta de bosques y se podía encontrar venados, largartos (Crocodilus acutus y Caiman crocodilus), perro de agua, masacuatas (Boa constrictor), y una diversidad de aves y una 18
gran abundancia el peces, “Los manglares eran buenísimos, eran grandes pantanos, abundaba el pescado róbalo, pargos, machorra, entre otros. En el zanjón la Danta (brazo abandonado del río Paz), que era hondo, había lagartos. Cuando íbamos a con linternas por la noche veíamos los grandes lagartos”. Esta explicación concuerda exactamente con lo que se puede observar de la fotografía aérea de 1949 (Mapa 3). La zona baja empezó a experimentar cambios considerables entre los años 1970 y 1980, como se muestra en las diferentes experiencias de los pescadores de la región Don Roberto Soriano y Don Juan Pérez Castillo, reflejadas en el documento “Testimonio Histórico sobre los Recursos Naturales de la Barra de Santiago”, realizado en el marco del Proyecto BASIM (UICN 2006). En la comunidad de Barra de Santiago empezaron a llegar nuevas familias a instalarse, relatado de la siguiente forma por los habitantes: “la gente de tierra fría comenzó a llegar, había mucha gente”. Esta frase hace referencia a un hecho muy importante para la zona baja, evidenciando el desplazamiento de la población que venía de las partes altas de El Salvador. Este desplazamiento era incentivado por la Ley Agraria, donde otorgaba de 10 a 15 manzanas a cada una de las familias que se asentaran en la zona. A los nuevos colonos se les daba una superficie muy superior a la que disponían aquellos que ya habitaban en la zona antes. Este hecho se vio magnificado debido al conflicto armado que estaba sufriendo el país. Definiendo estos procesos que tuvo la planicie costera, en la década de los 70 cuando se expandió el cultivo de algodón, lo cual requirió mano de obra permanente y temporal. Donde los relatos de Carlos Reyes Arévalo, tomado de Rodríguez 2004 nos dice que “Vinieron a limpiar los matorrales y las arboledas hasta la playa para sembrar algodón. En esa época sí tiraban veneno, por aquí pasaban los aviones tirando veneno, toditos los zancudos se morían y se moría bastante pescado también. A saber que veneno tiraban. Con los algodoneros vinieron muchas personas y ahí encontrábamos trabajo. En ese entonces sólo había la comunidad de Garita Palmera, todos los demás éramos colonos. Los colonos tenían derecho a usar la tierra para una parte de la producción, dos sacos por manzana, con el algodón eso se acabó”. El proceso de concentración de tierras cambio con la reforma agraria dirigida por el ISTA (en la década de los 80), donde las tierras de las haciendas fueron lotificadas y entregadas a los productores. De este hecho nacen algunas comunidades que actualmente se encuentran en situación de alto riesgo como son las comunidades de El Chino y Colonia Ista, entre otras. A la vez de este proceso de reforma agraria se estaba desarrollando un conflicto armado en El Salvador, favoreciendo el desplazamiento de muchas familias en la década de los 80 provenientes de las zonas altas, que eran las que tenían mayor intensidad en el conflicto. Las bocanas no quedaron al margen de estos procesos y las comunidades de Barra de Santiago y Garita Palmera se fueron desarrollando y expandiendo por la barra de arena que va construyendo las bocanas. De la igual forma se fueron instalaron comunidades en el margen derecho de la bocanas, como son las comunidades del Zapote y el Tamarindo, ejerciendo una presión en contra del avance natural de la bocana hacia poniente y poniendo en riesgo los nueves asentamientos 19
construidos. A lo largo de la historia analizada, la comunidad del Tamarindo, situada en el margen derecho de la bocana de Garita Palmera, ha tenido varios escenarios de pérdida de viviendas por estar construidas en la zona de erosión de la bocana. Uno de ellos durante el Huracán Mitch (1998), donde hubo una desplazamiento de la desembocadura de aproximadamente unos 70 metros, afectando a los habitantes de dicha comunidad llegando a ser desalojados por la pérdida de sus casas. Otro caso parecido ocurrió durante la tormenta tropical Agatha (2010). La zona afectada es donde se encontraba la desembocadura en el año 2011, produciendo un avance hacia poniente de 120 metros, teniendo los mismos efectos sobre los habitantes de la comunidad que el Huracán Mitch ya que tuvieron que desalojar sus casas. (Fotografía 4)
Fotografía 4: Margen derecho de la bocana de Garita Palmera, donde las viviendas de la comunidad del Tamarindo se ven afectadas por la erosión producida por el avance de la desembocadura hacia poniente.
De este modo, el territorio antiguamente cubierto de manglares y humedales costeros (Mapa 3), fue configurándose en un conjunto de sistemas productivos y pequeños remanentes de manglar como el que vemos en la actualidad en el área natural protegida de la Barra de Santiago, el espacio protegido de Santa Rita y los manglares de Garita Palmera, de Bola de Monte. De esta forma se fue cambiando los usos del suelo y los nuevos pobladores empezaron a hacer nuevas prácticas agrícolas en la zona, principalmente plátano, maíz, maicillo ajonjolí y maní, así como prácticas ganaderas habilitando potreros para ubicar el ganado. Paralelamente a estos dos proceso explicados (cambios en la cobertura vegetal y el conflicto armado en el país), hay otro factor económico muy importante en la zona y también como consecuencia de la reforma agraria en el año 1964 nace la Compañía Azucarera Salvadoreña (CASSA), también llamada el ingenio central de Izalco. A medida que pasan las décadas de los 70, 80 y 90 su producción diaria de molido en toneladas cortadas aumenta, teniendo una estrecha 20
relación en las hectáreas dedicadas al cultivo de la caña. En la actualidad está ocupando aproximadamente unos 40 km2 del área total de la zona baja (Fotografía 5). Este crecimiento, aparte de ejercer una fuerte presión para los espacios que aún quedan de manglar y bosque húmedo del área natural protegida de la Barra de Santiago y el espacio protegido de Santa Rita, está teniendo grandes afectaciones a su flora y fauna en estos ecosistemas debido a los productos agroquímicos que se utilizan.
Fotografía 5: Plantación intensiva de caña de azúcar en la planicie costera de la Microrregión Ahuachapán Sur en el municipio de Jujutla.
6.3. Cambios hidrológicos de la planicie costera La situación actual de los recursos hídricos en las cuencas de la región hidrográfica de Cara SuciaSan Pedro Belén y la subcuenca del zanjón del Aguacate (Figura 3), no es más que la expresión de los avanzados procesos de deterioro ambiental ocasionados por la alta presión poblacional sobre los recursos, la ausencia de procesos de educación sobre el uso y explotación de los mismos y la pobreza de la población (IUCN – CCAD – AECID. 2009 y Pedraza, O. et al 2012). Los cambios que han sufrido los recursos hídricos de las regiones hidrográficas han sido varios, desde cambios propios por su dinámica hidrológica de la zona, hasta cambios antrópicos producto de las diferentes transformaciones que ha habido en la cobertura vegetal y el incremento población que se han ido produciendo con los últimos 62 años. Estos cambios han sido identificados a través de la observación de las fotografías aéreas. Para poder analizar el impacto de estos cambios, uno de los factores claves es disponer de un registro de los caudales de los principales ríos de la región hidrográfica de Cara Sucia- San Pedro Belén. De estos registros se dispone de los años que van entre 1959 y1976 (MAG-DGRN). Estos datos son escasos para poder
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conocer los cambios históricos en la escorrentía superficial y no se cuenta con registros actualizados de los caudales de los principales ríos que drenan en la Microrregión Ahuachapán Sur. Analizando el registro histórico sobre los caudales promedios anuales de la Región hidrográfica Cara Sucia- San Pedro Belén, muestran marcadas diferencias entre sus caudales. Los mayores caudales se registran en las cuencas de El Naranjo, El Rosario, Cauta y Copinula, ubicadas en la parte oriente de la región, mientras que la mayoría de las corrientes que desembocan en el complejo natural de Barra de Santiago, que va desde el Sacramento hasta El Naranjo, presentan los menores caudales promedios anuales (Gráfica No. 2).
1 0.8
m3
0.6 0.4 0.2 0
Gráfica 2: Registro histórico sobre los caudales promedios anuales de los principales ríos de la Región hidrográfica Cara Sucia- San Pedro Belén. (Fuente: MARN. (2002). Mapa de recursos hídricos.)
Se sabe que los recursos hídricos de la región hidrográfica son utilizados por las comunidades para actividades agrícolas principalmente, incrementando su demanda progresivamente en los últimos años. Observando el registro de la estación Atalaya, ofrece una visión de la variación en un año de caudales en el río San Pedro en el extremo oriente de la Región hidrográfica Cara Sucia- San Pedro Belén, en la que se puede extraer que los mayores caudales van desde los meses de junio hasta octubre (MARN, 2002). En estos meses, la actividad hídrica producto de la estación húmeda, contrasta con los demás meses del año donde los caudales son nueve veces menores, debido a la estación seca. Este hecho, sumado al aumento de la población y de las áreas cultivadas, ha propiciado un incremento de la demanda y una presión sobre los recursos hídricos tanto superficiales como subterráneos. Éstos, al tener un fuerte control hídrico sobre la dinámica y el funcionamiento de la bocana de Barra de Santiago y a la vez con el ecosistema de manglar, es necesario tener mayor conocimiento del estado hidrológico de la zona para conocer su estado 22
actual y tener un mayor control de los caudales mínimos deseables para evitar el estrés hídrico de la zona. Otro aspecto muy importante y analizado en el presente documento, son los cambios antrópicos producidos en los cauces de los ríos en su parte baja en los últimos 62 años. Estos cambios se hicieron con fines de regadío de los nuevos cultivos establecidos. Las principales intervenciones antrópicas realizadas a los ríos de las cuencas que desembocan a la bocana de Barra de Santiago, han sido nuevas ramificaciones hechas para aumentar el área de regadío de los cultivos de caña. Esta acción antrópica hace que los caudales que desembocan al área natural protegida de la Barra de Santiago, y que contribuyen en el funcionamiento de la bocana, se vean claramente disminuidos, teniendo afectaciones en el estado del ecosistema. Además en momentos puntales de la época seca, la bocana que taponada por los propios sedimentos y por falta de aporte hídrico, este hecho tiene que ser analizado en el futuro por las gravísimas afectaciones que pude tener con el ecosistema de manglar. La cuenca del río Paz, y por extensión la subcuenca del Aguacate, han sufrido varios cambios antrópicos y estructurales en su comportamiento de gran importancia para el ecosistema del manglar y la dinámica de la bocana de Garita Palmera. Uno de los cambios más importantes en el territorio que los pobladores recuerdan, es el cambio del curso del cauce del río Paz, realizado entre los años 1965 y 1970 (Rodríguez, 2004). El cauce principal de este río se bifurcó hacia territorio guatemalteco y salvadoreño, aproximadamente 12 kilómetros aguas arriba de su desembocadura. Desde la realización de esta bifurcación, con el paso de los años se han producido diferentes afectaciones, como son la disminución en la disponibilidad y la calidad del agua en territorio salvadoreño y la consiguiente degradación del ecosistema de manglar y la dinámica de la bocana de Garita Palmera. La causa de esta bifurcación fue la creación en territorio guatemalteco de un nuevo brazo en el río: el “Nuevo Paz” Por el otro lado, un quilómetro más arriba se habilitó un canal de regadío nombrado actualmente como el zanjón “El Aguacate” en territorio salvadoreño. De esa forma, el cauce natural del río hacia su desembocadura en el manglar de El Botoncillo se queda abandonado y seco durante todo el año. Actualmente se llama el río Seco. De igual forma queda abandonado el canal que llevaba las aguas a la desembocadura de la bocana de Garita Palmera (de color rojo en la figura 3 y 4). Estos nuevos canales abandonados solo funcionan cuando ocurren desbordamientos del río Paz en la época lluviosa, ya que el curso del río incrementa su caudal y termina ocupando la llanura de inundación, desbordando por los principales paleocauces y causando grandes daños en los sistemas productivos y red vial de la zona (Geólogos del Mundo, 2012c. Geólogos del Mundo 2011e).
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Figura 3: Fotografías aérea (1949), donde se puede observar que los canales principales son el río Seco (desembocadura del río Paz hasta el año 1965-1970) y el canal coloreado de color rojo. Otro aspecto remarcable es que el zanjón el Aguacate no existía y el zanjón Salado ya había tenido intervención antrópica, quedándose aislado. (Fuente: Centro Nacional de Registro (CNR))
Figura 4: Ortofoto (2009), donde se puede observar los cambios que han sufrido los cauces de la bocana de Garita Palmera. El río Seco ha quedado abandonado al igual que el canal coloreado de color rojo. El único canal que lleva aportes hídricos a la bocana es el zanjón del Aguacate, construido para regar los cañaverales en el año 1970 y que buena parte del año pasa seco. (Fuente: Google Earth)
Esta intervención antrópica fue realizada con fines puramente estratégicos para el uso de sus aguas para el regadío de los nuevos cultivos que se estaban generando en la zona. Desde esta bifurcación, la repartición de aguas se ha ido decantando para el territorio guatemalteco, siendo cada vez menores los caudales del zanjón el Aguacate. Esta disminución progresiva del caudal del zanjón tiene varias explicaciones. Extrayendo el relato de Don Mauricio de la comunidad del Tamarindo, tomado de Rodríguez (2004), cuenta que antes de la bifurcación del cauce del río Paz había un mayor intercambio de agua dulce en la zona, la bocana de Garita Palmera no se llenaba de sedimentos y el cauce llegaba al mar. Desde la intervención antrópica, la bocana ha ido teniendo procesos de cierre. Donde han sido los pobladores con la ayuda de la alcaldía quienes 24
han gestionado la maquinaria necesaria para destaparla. Don Mauricio sostiene que esto se debe a que han construido pequeñas represas aguas arriba del zanjón del Aguacate, para utilizar el agua para el riego de los cañaverales. Otro aspecto a tener en cuenta es que las bordas construidas para mitigar los efectos de las inundaciones también han favorecido que cada vez mayor cantidad de agua vaya para territorio guatemalteco. Actualmente no hay estudios específicos que aporten información cuantitativa de los caudales que están llegando, cuáles son los caudales ecológicos que necesitan tanto la desembocadura de la bocana de Garita Palmera como el ecosistema de manglar y que impactos está generando esta reducción de aportes hídricos a la subcuenca del Aguacate. Pero se puede observar que el ecosistema de manglar presenta un fuerte estado de degradación, producto de la presión que ejercen los habitantes de la zona, los cambios de usos del suelo (caña, pastos, etc.) y el cierre puntual de la bocana en la estación seca. Todos estos aspectos nos muestran que hacen falta más estudios para conocer cómo será la evolución de la zona, aunque todo nos indica que hay que empezar hacer cambios para que esta situación no llegue a un estado irreversible. 6.3.1. Cambios en los acuíferos de la planicie costera Es muy importante saber el estado en que se encuentra los acuíferos de la zona costera, tanto por su dinámica de recarga como por su grado de explotación. El acuífero costero Occidental comprende desde los alrededores de Acajutla hasta el río Paz (SNET-MARN 2005). Se utiliza principalmente para abastecimiento de agua potable, riego de plantaciones agrícolas (caña, pastos, hortalizas), industrias y proyectos de riego. La profundidad de este acuífero varía entre 1 a 30 m. Los caudales a obtenerse pueden variar entre 5 y 15 lt/s. El potencial de uso está más orientado al abastecimiento para riego. Debe tomarse en cuenta el peligro de intrusión salina (UICN, 2005. SNET-MARN 2005. Gallo, M. et al 2010a y Mata, R. 2012). El área de recarga del acuífero es la sierra de Tacuba-Apaneca y los aportes de la cuenca del río Paz, que está constituida por materiales de baja a nula permeabilidad. El potencial del acuífero es bajo, con excepción de la zona de Acajutla (PNODT, 2004). El modelo conceptual de la región hidrográfica de Cara Sucia - San Pedro Belén establece que las lluvias que se precipitan en las montañas de la sierra de Tacuba-Apaneca, acaban infiltrándose por la cobertura vegetal existente (bosques, plantaciones de café y agrícolas), siendo así la fuente de recarga del acuífero en la parte baja. Esta parte baja del acuífero está limitada por áreas de sedimentos aluviales del Cuaternario cuyos límites son: al Norte en su mayor parte por toda la carretera litoral (CA-2), al Este con la cuenca del río San Pedro, al Oeste con la cuenca del río Paz y al Sur con el Océano Pacífico. En general, el agua se moviliza desde el Norte hacia el Sur. El acuífero se ubica a lo largo de la planicie costera y está orientado hacia el Suroeste de la región hidrográfica de Cara Sucia- San Pedro Belén, cerca de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera. El acuífero dominante de la región se puede subdividir en tres grupos: el central, el costero y el de la subcuenca del Aguacate. (Mapa 4).
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SEV 6 SEV 7 SEV 9
Mapa 4: Ubicación de los principales acuíferos de la planicie costera en la Microrregión Ahuachapán Sur, donde de color verde se encuentra el acuífero central, en morado el costero y en rojo el de la subcuenca del zanjón el Aguacate. La línea amarilla punteada, indica el perfil geoeléctrico a partir de la realización de los diferentes sondeos eléctricos verticales (SEV), información extraída de Matas, R. (2012).
El acuífero central es el de mayor extensión y mayor capacidad de reservorio. Su ubicación ocupa aproximadamente casi toda la planicie costera, principalmente en la parte norte, centro y este, donde su recarga estaría dominada por los aportes de los ríos que drenan en la región hidrográfica de Cara Sucia- San Pedro Belén. Aunque hay falta de estudios técnicos que caractericen el estado hidrológico del acuífero se puede afirmar que su grado de explotación es alto porque tiene gran importancia agrícola (caña, pastos, hortalizas) y la demanda de la poblacionales de la zona. Tampoco no se tienen datos numéricos del balance hídrico para conocer exactamente si está sufriendo una sobreexplotación de sus capacidades, como disponer de mayor cantidad de análisis de las aguas para saber mejor las problemáticas tales como la contaminación y la intrusión salina. El acuífero costero tiene unas características completamente diferentes al central. Su ocupación está ligada a la zona costera, delimitado por el océano en el sur y al norte por los ecosistemas de manglar, tanto del área natural protegida de la Barra de Santiago como los de Garita Palmera. Sus características como reservorio son bien superficiales, con poca capacidad de almacenamiento. Su 26
capacidad de recarga es reducida ya que solo recibe los aportes de las lluvias que caen durante la época lluviosa (Figura 5).Tampoco se conocen detalles de las características físicas del acuífero por falta de estudios técnicos, y por lo tanto no se puede cuantificar el grado de extracción. Por los habitantes de la zona se sabe que, aunque no sufra de extracción excesiva por el uso agrícola, muchos de ellos están salinizados.
Figura 5: Sección geoeléctrica y correlación hidrogeológica, donde se puede ubicar el perfil en el Mapa 4. En esta sección se puede observar que bajo el dominio de la bocana de Garita Palmera está ubicado una cuña salina de amplia extensión tanto vertical como horizontal, como producto de este fenómeno la explotación del acuífero y los pocos aportes de agua superficial de la subcuenca del Aguacate hace que esta cuña vaya penetrando hacia el norte, con un alto riesgo de salinización del acuífero. En el margen derecho superior de la figura se puede ver el acuífero costero, donde corresponde a las descripciones de un reservorio es bien superficiales con poca capacidad de almacenamiento, su área de recarga es reducida ya que solo recibe los aportes de las lluvias que caen durante la época lluviosa. (Fuente: Mata, R. (2012). Estudio de la Salinidad del acuífero de la cuenca baja del río Paz, San Francisco Menéndez, Ahuachapán)
Finalmente, hay un acuífero, estrechamente relacionado con la subcuenca del Aguacate cuyos límites son definidos al este por la divisoria de aguas entre cuencas y al oeste por el río Seco. Sus características son parecidas al acuífero costero, en el que se realiza extracción de forma superficial y con poca capacidad de recarga y de almacenamiento. A diferencia de los otros acuíferos, sobre éste sí existen algunos estudios que caracterizan la calidad y el estado de 27
intrusión salina que presenta (Gallo, M. y Rodríguez, E. 2010a y Mata, R. 2012), uno de ellos es el realizado por Ricardo Mata (en el año 2012) titulado “Estudio de la Salinidad del acuífero de la cuenca baja del río Paz, San Francisco Menéndez, Ahuachapán.” editado por Geólogos del Mundo y la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES). En ese trabajo se afirma que la reducción de la afluencia de agua dulce tiene efectos en la recarga del acuífero de la subcuenca del Aguacate, y que una intensa extracción del acuífero causa problemas de acceso al agua para consumo de las comunidades ubicadas en el centro-oeste de la subcuenca en la época seca. A partir de este trabajo puede interpretarse que se están modificando los balances de sales en los manglares y en la desembocadura, sufriendo una intrusión salina principalmente por la bocana de Garita Palmera y por el abandonado río Seco. Este efecto estaría penetrando hacia el norte por el zanjón del Aguacate, favoreciendo indirectamente la degradación de la productividad ecosistémica del manglar (Figura 5). En resumen, algunos análisis en las regiones hidrográficas del río Paz y Cara Sucia – San Pedro Belén, muestran una recarga negativa de los acuíferos, sobretodo en el Paz, como también en algunas subcuencas de la zona. Evidenciando una escasez hídrica, producto de una demanda de agua mayor que la disponible (Tabla 2). Pudiendo así determinar que la subcuenca Cara Sucia no puede satisfacer la demanda ambiental establecida para su territorio y requerida para garantizar los caudales mínimos para la supervivencia de las especies y ecosistemas dependientes del aporte de agua dulce (Duarte; JR, 2007). TABLA 2: EVALUACIÓN DE RECURSOS HÍDRICOS EN MILLONES DE METROS CÚBICOS EN LAS CUENCAS DE LA ZONA DE ESTUDIO (SNET - MARN, 2005). Escorrentía Área Precipitación Evapotranspiración Recarga del Cuenca Superficial (km2) (mm) real (mm) acuífero (mm) Paz
2633
3617.63
2652.35
1104.72
-206.91
Barra de Santiago Cuilapa
236
364.19
246.01
110.77
3.47
El balance hídrico de la zona nos indica que con esta tendencia de recarga de los acuíferos, en un futuro no muy lejano, la situación del sistema hídrico de la zona presentará grandes deterioros por sobreexplotación tanto de los recursos superficiales como los subterráneos, lo que traería como consecuencia la falta de abastecimiento para los habitantes de la zona y afectaciones severas a la demanda de los ecosistemas de bosque húmedo y de manglar y, en consecuencia, al equilibrio de las bocanas y su evolución (Duarte; JR, 2007).
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7. ESTUDIO GEOMORFOLÓGICO Y ANÁLISIS DE LAS BOCANAS DE BARRA DE SANTIAGO Y GARITA PALMERA. Existe un movimiento de la bocana cuando, comparando la geomorfología de la bocana en dos momentos (tiempos cronológicos) distintos, la desembocadura está desplazada en la última apreciación de ella respecto a la anterior. Estos cambios pueden deberse a multitud de causas dentro de su dinámica natural, pero se tendrá que analizar cómo está evolucionando este desplazamiento, para saber si también está siendo afectado por los cambios que experimentados en el territorio, como son los cambios en los usos del suelo, cambios hidrológicos y el aumento de la densidad de población (ver capítulo 6). Por definición una bocana es una zona de intercambio de aguas dulces con aguas saladas, donde existe la interrelación entre las dinámicas litorales, mareales y fluviales. Está interrelación genera cambios geomorfológicos en las bocanas produciendo el desplazamiento de sus desembocaduras. Cuando dejan de moverse es producto de un desequilibrio en su funcionamiento y posiblemente estén entrando en un proceso de cierre. Este hecho puede tener un fuerte impacto sobre los ecosistemas de manglar y sobre los habitantes de la zona que viven de su explotación. Por lo que debemos entender su desplazamiento como parte de su dinámica natural y observar los diferentes cambios geomorfológicos que ha sufrido con el paso de los años para saber en qué estado se encuentran actualmente. Las bocanas no son elementos aislados dentro del conjunto del litoral, sino que forman parte de un tramo y una franja de la costa, en la que cualquier cambio en la dinámica litoral y mareal, afecta a su comportamiento con un mayor o menor impacto. Los cambios en los aportes hídricos que reciben las desembocaduras provenientes de las cuencas hidrográficas de la zona también afectan. Por tanto, las bocanas se encuentran inmersas y condicionadas por una unidad mayor denominada sistema litoral y sistema fluvial. El sistema litoral y sistema fluvial, pueden entenderse como aquellos agentes que sin estar dentro de la acción de la dinámica de la bocana, actúan directamente sobre ésta. El sistema litoral genera las corrientes, el oleaje del mar y las mareas, mientras que el sistema fluvial los aportes hídricos provenientes de los ríos a la desembocadura. Esta interrelación se traduce en tres procesos que ocurren simultáneamente dentro de la bocana: la erosión, el transporte y la sedimentación. La dominancia de uno de ellos por encima del otro será lo que caracterizara la evolución geomorfológica de la bocana. Las variaciones de la bocana están estrechamente relacionadas con estos procesos dinámicos. La erosión consiste en la extracción de las arenas de los márgenes para sedimentarlas en forma de barras o flechas en el otro extremo sin que se quede obstruida gracias al transporte. Por tanto para saber cuál será su evolución es importante hacer un cálculo del balance de sedimentación de
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la bocana, evaluando las contribuciones y pérdidas netas en comparación a un tiempo determinado. 7.1. Metodología El análisis de la evolución se ha realizado en las dos bocanas, la Barra de Santiago y Garita Palmera, ya que sus características físicas y sus dinámicas naturales son distintas. Para realizar el análisis de los procesos erosión y sedimentación en la zona de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera se ha utilizado como método principal la comparación de fotografías aéreas de diferentes años, georeferenciándolas con ArcGis de ESRI® mediante la identificación de puntos fijos de control tomados en campo, para finalmente hacer las respectivas superposiciones. El material utilizado para desarrollar el análisis han sido las fotografías aéreas de los años 1949, 1978, 1988, 1996 y 2011, a diferentes escalas según el año. Éstas han sido adquiridas en el Centro Nacional de Registro (CNR). También se han utilizado las imágenes satelitales de Google Earth® del año 2010 como base de trabajo, las capas base SIG y el Modelo Digital del terreno, que han sido proporcionados por el Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARN) de El Salvador. La superposición de fotografías aéreas que se muestra en la figura 1 corresponde a fotografías de diferentes años y tomadas en diferentes meses del año. Este hecho hace que la comparación sea limitada, ya que las condiciones hídricas sufren severos cambios según la estación en que se encuentren. Las condiciones de los canales de la bocana y de la línea de costa no son las mejores fuentes para hacer la comparación, debido a las variaciones en la cantidad de agua que circula por los canales de los manglares y las variaciones temporales de las mareas. Aun así, para el análisis geomorfológico general no será ningún inconveniente, ya que tenemos la misma zona y el mismo equilibrio dinámico en el periodo de estudio analizado. Las fotografías aéreas que se han utilizado son las siguientes:
1949 tomada en la época seca (enero), con una escala 1:40.000 1978 capturada al final de la estación húmeda (octubre), escala 1:20.000; 1988 que corresponde en plena estación húmeda (agosto), escala 1:20.000 1996 que corresponde a la estación seca (marzo), , escala 1:20.000 2011 correspondiente a la época seca (enero), escala 1:15.000.
Para hacer la superposición se uniformizaron las escalas mediante la elección de los mismos puntos fijos para cada fotografía citada. Este proceso fue más complicado en la fotografía de 1949, donde los elementos de referencia en comparación a las más modernas son menores. Los puntos utilizados han sido calles y construcciones (edificios e infraestructuras) en base a las capas SIG utilizando como referencia la fotografía aérea de 2011 y la imagen satelital de Google Earth del 30
año 2010, procesado mediante el software ArcGis de ESRI® y los datos adquiridos en GPS en el campo. 7.2. Análisis geomorfológico de la bocana de Barra de Santiago
Comparación de fotografías aéreas de los años 1949, 1978, 1988, 1996 y 2011.
Se ha digitalizado el estado de la bocana en cada una de las fotografías aéreas, siguiendo todos los márgenes de la desembocadura y de sus canales (ver figura 1). Una vez se ha tenido dibujada toda la geomorfología de la bocana para cada año estudiado, se ha hecho la superposición de todos los años analizados para ver cómo ha sido el movimiento de la desembocadura y las variaciones geomorfológicas que han sufrido erosión (extracción) y las flechas de arenas sedimentadas (acreción). Si se observa la superposición, se puede extraer que la bocana de Barra de Santiago en los últimos 62 años se ha erosionado 600 metros del margen derecho hacia poniente y se ha desplazado la zona de desembocadura aproximadamente unos 1000 metros (ver Figura 6). De la igual manera también ha habido un proceso de sedimentación que ha contribuido en hacer 900 metros más larga la barra de arena de oriente, de los cuales 400 metros ya están construidos por nuevas viviendas. En el anexo 6 se encuentran todas las fotografías aéreas con los periodos analizados y la superposición de todos ellos. Analizando en detalle la evolución de la bocana, se puede decir que en los primeros 29 años (1949-1978) (Anexo 2) hay un proceso de erosión de aproximadamente 200 metros en el margen derecho hacia poniente y muy poca sedimentación, lo que hace que la desembocadura no se mueva del sitio si no que se amplíe (Figura 7 cuadro numero 1). Aunque la variación geomorfológica no ha sufrido grandes cambios, el proceso de erosión ha dominado encima de la sedimentación. Pudiéndose explicar con el registro de los eventos extremos que han ocurrido en la zona baja de Ahuachapán Sur, donde el evento más remarcable es el paso del huracán Fifi en el año 1974, que aunque no fue una de las zonas donde provoco más afectaciones, sí que hubo inundaciones severas. Otros eventos no tan importante pero que tuvieron afectaciones según los habitantes de la zona, se localizan en los años 1961 y 1969, con inundaciones importantes en la zona baja (Geólogos del Mundo, 2012c). Los efectos del paso de estos eventos meteorológicos que generan grandes crecidas de los ríos de la zona, aceleran los procesos de erosión, transporte y sedimentación de los ríos, y a su vez aumentan la carga hídrica que circula por la desembocadura de la bocana, favoreciendo la dinámica natural de erosión y sedimentación que tiene la bocana.
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Leyenda Línea de costa (2011) Línea de costa (1996) Línea de costa (1988) Línea de costa (1978) Línea de costa (1949)
Figura 6: Fotografías aérea (2011), donde se puede observar la superposición de las diferentes líneas de costa de la bocana de Barra de Santiago de los años 1949, 1978, 1988, 1996 y 2011 Se puede ver como en los últimos 62 años se ha erosionado 600 metros del margen derecho hacia poniente y se ha desplazado la zona de desembocadura aproximadamente unos 1000 metros, de la igual manera también ha habido un proceso de sedimentación que ha contribuido en hacer 900 metros más larga la barra de arena de oriente. (Fuente: Centro Nacional de Registro (CNR))
Siguiendo la evolución en los siguientes 10 años (1978-1988) (Anexo 3) la desembocadura tiene un fuerte desplazamiento hacia poniente de unos 500 metros aproximadamente, producto del retrabajamiento que ya había realizado en la anterior etapa y sumando 160 metros más de erosión en el margen derecho hacia poniente. A diferencia de la anterior etapa, en esta sí que hay una fuerte sedimentación producto de este movimiento de la desembocadura, donde la barra de arena crece casi unos 600 metros (Figura 7 cuadro numero 2). Aunque el periodo de tiempo es más corto que el anterior, los cambios geomorfológicos en la bocana son notables, siendo varios factores los causantes de estos. Uno de ellos es el paso del huracán Paul en el año 1982 (Geólogos del Mundo, 2011c), con grandes afectaciones a la zona por intensas lluvias y por una gran crecida del río Paz. Otro gran factor de transformación son los grandes cambios que ha experimentado el territorio en los últimos 39 años (1949-1988), con un intenso cambio en los usos del suelo y una gran pérdida de la cobertura vegetal de la zona baja. Estos procesos contribuyen a la evolución geomorfológica que estaba teniendo la bocana en su desplazamiento de la desembocadura hacia poniente.
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En los siguientes 8 años (1988-1996) (Anexo 4), los cambios geomorfológicos que tiene la bocana son muy pocos en comparación a los anteriores periodos analizados. Aun así hay una erosión de 50 metros en el margen derecho hacia poniente, sin un movimiento relevante de la desembocadura y con cambios sustanciales de las puntas de arena (Figura 7 cuadro numero 3).
4
3
2
1
Figura 7: Fotografías aérea analizadas en los diferentes espacios temporales de la bocana de Barra de Santiago. 1) Fotografías aérea (1978) donde se puede observar un proceso de erosión de 200 metros aproximadamente en el margen derecho hacia poniente. 2) Fotografías aérea (1988) la desembocadura tiene un fuerte desplazamiento hacia poniente de unos 500 metros aproximadamente, una erosión de 160 metros de el margen derecho hacia poniente y una fuerte sedimentación donde la barra de arena crece casi unos 600 metros. 3) Fotografías aérea (1996) los cambios geomorfológicos que tiene la bocana son muy pocos en comparación a los anteriores periodos analizados. 4) Fotografías aérea (2011) Donde los procesos erosivos siguen avanzando en el margen derecho hacia poniente con un desplazamiento de 160 metros aproximadamente y donde el movimiento de la desembocadura acumula un total de 500 metros y el proceso de sedimentación ha continuado generando el crecimiento de la barra de arena, en este espacio de tiempo ha sido de más 600 metros. (Fuente: Centro Nacional de Registro (CNR))
Aunque de todos los periodos analizados comprenden mayor espacio temporal (años), por lo que es más fácil observar cambios considerables en la geomorfología de la bocana. También hay que remarcar que dentro este espacio de tiempo no se registra grandes eventos meteorológicos que afectaran la zona. Los únicos que se registran son durante los años 1991 y 1994 donde los habitantes de la zona reportan inundaciones en la zona baja. Aun así la erosión en la bocana no cesa dentro de su dinámica natural dejando evidencias de que la velocidad de movimiento de la 33
desembocadura es un hecho constante pero que se va acelerando con el paso de eventos extremos. Finalmente, el último periodo analizado son los últimos 15 años (1996-2011) (Anexo 5), donde la bocana de Barra de Santiago sufre considerables cambios geomorfológicos y estructurales en su dinámica. Los procesos erosivos siguen avanzando en el margen derecho hacia poniente con un desplazamiento de aproximadamente 160 metros y donde el movimiento de la desembocadura acumula un total de 500 metros (Figura 7 cuadro numero 4). Dentro de este periodo hay un amplio registro de fenómenos meteorológicos que ocurren en la zona, donde los más representativos son el Huracán Mitch en el año 1998, la tormenta tropical Stan en el año 2005, la tormenta tropical Ida en el año 2008 y la tormenta tropical Agatha y Matthew en el año 2010. Todos estos eventos extremos causaron fuertes crecidas de los principales ríos de la zona provocando severas inundaciones y contribuyendo a los procesos que ya se producían sobre el desplazamiento de la desembocadura. Aun así, en comparación a los otros periodos y teniendo un mayor de registros de eventos meteorológicos importantes, la desembocadura ha sufrido cambios estructurales que no se han visto en los otros periodos. El proceso de sedimentación ha continuado generando el crecimiento de la barra de arena llegando a se dé más 600 metros. Aunque este hecho es parecido al periodo de 1978-1988, tiene una importante diferencia, y es que como producto de este crecimiento, ha habido un estrechamiento de la desembocadura, debido a que la erosión en el margen derecho ha sido menor. Si analizamos este proceso en comparación a los demás periodos, donde la desembocadura siempre ha tenido un ancho que ha variado entre los 300-450 metros, en el 2011 solo tiene 120 metros, lo que supone una reducción de casi la mitad de su amplitud en comparación a los últimos 60 años. La causa de este proceso de estrechamiento de la desembocadura puede tener varias explicaciones, pero por falta de más datos que arrojen información sobre este proceso, nos basaremos en la información que se ha explicado en los anteriores capítulos sobre los cambios de usos del suelo y los cambios de densidad de población, que han llevado a cambios hídricos importantes en la zona baja de la Microrregión Ahuachapán Sur. Estos cambios antrópicos podrían ser una de las causas que expliquen este proceso, aun así harían falta más estudios para poder saber cuál será su evolución. Si se tiene certeza que en los últimos años durante la época seca puntualmente queda taponado la desembocadura, según cuentan los habitantes de la zona este hecho no pasaba en el pasado. Siendo un buen indicador para posibles estudios en un futuro sobre la dinámica de la bocana, ya que no hay que olvidar que un proceso de cierre o un reequilibrio de los estados de la bocana, tendría grandes afectaciones al ecosistema de manglar e indirectamente a los habitantes de las comunidades de Barra de Santiago y el Zapote.
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7.2.1. Estudios de Batimetría. En este apartado se incorpora la interpretación de un estudio realizado por la consultoría Graia Srl, en el año 2010, dentro del proyecto “Fortalecimiento de la gestión del riesgo y prevención de desastres en la comunidad de Barra de Santiago, Jujutla, Ahuachapán.” ejecutado por la ONG ACRA cooperiamo lo sviluppo. El estudio consiste en una caracterización de la topografía del lecho de la barra de Santiago y una caracterización hidrológica de las cuencas que desembocan en la barra de Santiago (Cativo, J. y Escalante, A. 2010), donde finalmente aplican una modelización hidráulica para entender con mayor detalle los fenómenos de inundación que afectan en algunas de las comunidades de esta zona.
Figura 8: Estudio batimétrico del estéreo de Barra de Santiago, reflejando las diferentes profundidades que tienen el lecho, la dinámica de las corrientes internas de la bocana durante la marea alta, cuáles son los principales canales submarinos de circulación preferente y en qué partes se producen con mayor intensidad los procesos de erosión y sedimentación. (Fuente: Barenghi, B. y Lacapra, E. (2010). Rafforzamento della gestione rischi e prevenzione disastri nella comunità di Barra de Santiago, Jujutla, Ahuachapán. El Salvador. Modificada para el presente documento)
Los datos que se pueden extraer de este documento, y que complementan el presente estudio, consisten en la carta batimetría de la barra de Santiago, que muestra el relieve del fondo acuático del estero. Este tipo de información nos proporciona datos muy importantes para saber la dinámica de las corrientes internas de la bocana y las alturas que hay durante la marea alta o la marea baja (Figura 8). Estos datos permiten interpretar cuáles son los principales canales submarinos de circulación preferente y en qué partes se produce con mayor intensidad los 35
procesos de erosión y sedimentación. Esta es una herramienta complementaria a las fotografías aéreas con la que podemos tener indicadores más específicos sobre su evolución en un futuro. Actualmente no se dispone de otros estudios batimétricos. Esta limitación, impide realizar una comparación temporal sobre la evolución de las profundidades absolutas del estero. Sería muy útil realizar en el futuro otra campaña geofísica para elaborar otra carta batimétrica y así poder observar los cambios en las profundidades absolutas y en el comportamiento de las mareas en la bocana. 7.3. Análisis geomorfológico de la bocana de Garita Palmera
Comparación de fotografías aéreas de los años 1949, 1978, 1988, 1996 y 2011.
Para realizar el análisis se ha seguido el mismo procedimiento que para la bocana de Barra de Santiago, donde se ha digitalizado el estado de la bocana en cada una de las fotografías aéreas, siguiendo todos los márgenes de la desembocadura y de sus canales, como se puede ver en la figura 9. Una vez se ha dibujado la geomorfología de la bocana para cada año estudiado, se ha hecho la superposición de todos los años para poder ver cómo ha sido el movimiento de la desembocadura y las zonas que han sufrido erosión (extracción) y las flechas de arenas sedimentadas (acreción) (Figura 9 y Anexo 11). Analizando la superposición de las fotografías aéreas de la bocana de Garita Palmera, distintas a la bocana de Barra de Santiago, pero con dinámicas parecidas (ver capítulos anteriores). En los últimos 62 años se ha erosionado 600 metros del margen derecho hacia poniente y se ha desplazado la zona de desembocadura aproximadamente 750 metros. De igual manera ha habido un proceso de sedimentación, donde se ha generado una barra de arena de 900 metros de largo en el margen izquierdo, a lado de la comunidad de Garita Palmera, donde 450 metros ya están construidos por nuevas viviendas y restaurantes. Analizando la evolución de la bocana, se puede decir que en los primeros 29 años (1949-1978) (Anexo 7) no hay un proceso de erosión en el margen derecho hacia poniente, aunque si se observa en detalle los cambios geomorfológicos que ha sufrido la bocana, se puede ver la generación de una nueva zona de circulación de aguas, detrás del cordón litoral, que provoca una erosión de 500 metros mostrando indicios de cómo será la evolución de la bocana en los próximos años. Mientras, el proceso de sedimentación ha generado una nueva barra de arena de 250 metros aproximadamente. Como producto de esta acreción y la falta de erosión en el margen derecho, se puede observar un estrechamiento considerable de la desembocadura, teniendo una reducción total de 200 metros, lo que ha hecho que la desembocadura no se mueva del sitio (Figura 10 cuadro numero 1).
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Leyenda Línea de costa (2011) Línea de costa (1996) Línea de costa (1988) Línea de costa (1978) Línea de costa (1949)
Figura 9: Fotografías aérea (2011), donde se puede observar la superposición de las diferentes líneas de costa de la bocana de Garita Palmera de los años 1949, 1978, 1988, 1996 y 2011.Se puede ver como en los últimos 62 años se ha erosionado 600 metros del margen derecho hacia poniente y se ha desplazado la zona de desembocadura aproximadamente 750 metros. De la igual manera también ha habido un proceso de sedimentación, donde se ha generado un barra de arena de 900 metros de largo en el margen izquierdo al lado de la comunidad de Garita Palmera. (Fuente: Centro Nacional de Registro (CNR)).
La explicación de estos cambios son varios como se ha explicado anteriormente. El paso de los eventos extremos aceleran los procesos de erosión y sedimentación, como el huracán Fifi en el año 1974, que aunque no fue una de las zonas donde provoco más afectaciones, sí que hubo inundaciones severas. Otros eventos no tan importantes, pero que tuvieron afectaciones según los habitantes de la zona, se registran en los años 1961 y 1969 con inundaciones importantes en la zona baja (Geólogos del Mundo, 2012c). En la bocana de Garita se observan otros aspectos importantes que han favorecido a esta erosión. Si se observa la fotografía aérea, se puede ver un gran cambio en los usos del suelo del margen derecho de la bocana, pasando de una zona de bosque a una parcelación por cultivos. Esta desforestación hace que la resistencia de los suelos a ser erosionados disminuya notablemente, favoreciendo la evolución que ha tenido. En los siguientes 10 años (1978-1988) la desembocadura migró hacia poniente unos 250 metros aproximadamente producto del retrabajamiento que ya había realizado en la anterior etapa. También se produce una erosión de 225 metros en el margen derecho hacia poniente, y de igual forma a la anterior etapa, la sedimentación de la barra de arena continua creciendo sumando 200 37
metros (Figura 10 cuadro numero 2). Aunque el periodo de tiempo es más cortó que en el anterior, los cambios geomorfológicos en la bocana son notables, tanto el parte de la desembocadura que lo son, sino más en la distribución de sus canales internos dentro del ecosistema de manglar. Los cambios en los canales principales, generando nuevas islitas de manglar y una nueva distribución de los aportes hídricos, producto de los cambios hidrológicos que se han realizado en el río Paz, en el zanjón Salado, entre otros, han generado cambios en las dinámicas de erosión y sedimentación interna de la bocana. La explicación de estos grandes cambios en la dinámica fluvial de la bocana, se pueden explicar por el paso de un evento meteorológico extremo que tuvo grandes afectaciones en la zona como es el huracán Paul en el año 1982, siendo responsable de intensas lluvias y una gran crecida del río Paz, provocando la circulación de grandes caudales por el zanjón del Aguacate (Anexo 8). Siguiendo la evolución en los siguientes 8 años (1988-1996), los cambios geomorfológicos que se observan en la bocana son muy pocos en comparación a los anteriores periodos analizados. Aun así se observan indicios de que no ha sido así, donde los cambios producidos en los canales en el periodo anterior, han generado cambios sustanciales en la dinámica de la bocana, observables en los siguiente periodo analizado (Figura 10 cuadro numero 3). Uno de estos cambios, indicador de estos nuevos procesos, se puede ver en el margen derecho de la bocana, donde ha pasado de ser una zona de cultivos a zona de playa. Este hecho indica las fuertes migraciones que ha tenido a corto plazo de tiempo, con grandes movimientos de la desembocadura, dentro de un espacio limitado. La explicación de esta variabilidad de la posición de la desembocadura, puede considerarse como el resultado de las inundaciones en la zona producidas en los años 1991 y 1994 en donde los habitantes de la zona reportan fuertes crecidas del río Paz (Anexo 9). En los últimos 15 años (1996-2011), la bocana de Garita Palmera se estabiliza acotando su margen de movimiento respecto al periodo anterior. Los procesos erosivos siguen avanzando en el margen derecho hacia poniente pero con cambios de dirección hacia oriente. Estos cambios de dirección algunas veces son propiciados antrópicamente (acción humana) y otros por cambios de la deriva litoral. Dentro de este periodo hay un amplio registro de fenómenos meteorológicos, donde los más representativos son el Huracán Mitch en el año 1998, la tormenta tropical Stan en el año 2005, la tormenta tropical Ida en el año 2008, los cuales generaron una gran variabilidad en la posición de la desembocadura. Esta situación provocó que antes del 2009, en el margen derecho de la bocana, los habitantes de la comunidad del Tamarindo ocuparan este espacio para construir viviendas, sufriendo así las inundaciones desencadenadas por el paso de las tormentas tropicales Agatha y Matthew en el año 2010. En estos eventos la desembocadura se desplazó 300 metros en el margen derecho hacia poniente, destruyendo todas las viviendas que allí se encontraban tal y como cuentan los habitantes de la comunidad (Figura 10 cuadro número 4 y Anexo 10).
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2
1
Figura 10: Fotografías aérea analizadas en los diferentes espacios temporales de la bocana de Garita Palmera. 1) Fotografías aérea (1978) donde se puede observar un proceso de erosión de 500 metros aproximadamente en el margen derecho hacia poniente y una sedimentación en el margen izquierdo de 250 metros aproximadamente, donde la desembocadura ha tenido una reducción total de 200 metros. 2) Fotografías aérea (1988) la desembocadura tiene un desplazamiento hacia poniente de unos 250 metros aproximadamente, producto del retrabajamiento que ya había realizado en la anterior etapa y se produce una erosión de 225 metros en el margen derecho hacia poniente, y de igual forma a la anterior etapa la sedimentación de la barra de arena continua creciendo donde en este periodo se le suman 200 metros. 3) Fotografías aérea (1996) los cambios geomorfológicos que tiene la bocana son muy pocos en comparación a los anteriores periodos analizados. 4) Fotografías aérea (2011) Donde los procesos erosivos siguen avanzando en el margen derecho hacia poniente pero con cambios de dirección hacia oriente, estos cambios de dirección algunas veces propiciados antropicamente (acción humana) y otros por cambios de la deriva litoral, provocando así el paso de las tormentas tropicales Agatha y Matthew en el año 2010, la desembocadura se desplazara 300 metros en el margen derecho. (Fuente: Centro Nacional de Registro (CNR)).
Aun así, en comparación a los otros periodos y teniendo un mayor de registro de eventos meteorológicos importantes, la desembocadura ha sufrido cambios muy importantes sobre la cantidad de agua dulce que llegan a la desembocadura. Observando el tamaño que tienen los canales en el 1949, en comparación a los del periodo de 1978, donde han sufrieron una reducción del 20% aproximadamente de su anchura. Una posible explicación esta reducción, la encontraríamos en los cambios de los usos del suelo y los recursos hídricos. En el 2011 la reducción total que se observa es del 40% aproximadamente, evidenciando más aún que el incremento de los cambios de los usos del suelo y de los recursos hídricos, tiene afectaciones directas en el estado de los canales por falta de aportes hídricos. Otro aspecto importante a
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resaltar es la variación que ha tenido el ancho de la desembocadura, donde el proceso de sedimentación ha continuado generando el crecimiento de la barra de arena que va des de oriente a poniente. Teniendo en cuenta este crecimiento y que por motivos antrópicos se ha intentado parar la erosión del margen derecho debido a las afectaciones que provoca en la comunidad de Tamarindo, la bocana presenta un estrechamiento de la desembocadura. Si analizamos este proceso en comparación a los demás periodos, la desembocadura del año 1949 tenía una anchura de casi 450 metros, en el periodo de 1978-2011 fue disminuyendo progresivamente que paso drásticamente a los 120 metros aproximadamente y llegando a la actualidad a los 80 metros, teniendo una reducción de más del 80% de su ancho en comparación a los al año 1949 (Figura 10 cuadro numero 4). El proceso de estrechamiento de la desembocadura va ligado a la explicación de la reducción de la anchura de los canales, siendo un tema que a falta de más datos que arrojen mayor información sobre este proceso, no se puede afirmar del cierto cómo será su evolución. Hay muchos indicadores, tanto del ecosistema, como de los aportes hídricos que llegan que la bocana, que evidencian que se encuentra en estado frágil de equilibrio. Durante la época seca, puntualmente, queda taponada la desembocadura. Este hecho no se recuerda que antes pasara y puede considerarse un indicador muy importante a tener en cuenta por la estrecha relación que hay entre la bocana y el ecosistema de manglar. Como parte del proyecto “Gestión del riesgo y Adaptabilidad al cambio climático en la Microrregión Ahuachapán Sur” en la fase I, se realizó una inspección de la bocana por petición expresa de la Alcaldía de San Francisco Menéndez para evaluar la petición de construir una escollera en el margen derecho de la bocana, para evitar la erosión y el desplazamiento de la desembocadura, como petición de la comunidad del Tamarindo, debido a las afectaciones que estaba teniendo la erosión del margen derecho de la bocana a las viviendas más próximas. Dicha inspección incluyó un informe preliminar del estado de la bocana de Garita Palmera, en donde buscaba clarificar a los técnicos de la alcaldía y a los habitantes de la comunidad, la dinámica de la bocana y desestimaba cualquier intervención antrópica en ella (Geólogos del Mundo, 2011d). Finalmente la alcaldía no retomó estas recomendaciones y realizó un cambio en la dinámica de la bocana con la ayuda de maquinaria pesada. Esta modificación antrópica consistió en desplazar la desembocadura 400m hacia el oriente, restaurándose la posición que tenía en el año 2003 (Figura 11). Esta acción ha generado el taponamiento del principal canal del margen izquierdo, que colinda con la comunidad de Garita Palmera, dificultando el intercambio de aguas dulces y saldas al manglar de este sector. Además, en tan solo un año la bocana ya ha recuperado la posición del 2009, hecho que demuestra que la dinámica natural de la bocana es ir migrando hacia poniente y hay que buscar otras opciones para resolver el problema de erosión del margen derecho.
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Figura 11. Fotografía aérea (2009) de la Bocana de Garita Palmera, donde se puede observar la variación de los diferentes puntos de desembocadura de la bocana en el periodo comprendido entre el 1996 y 2011. Fuente: Extraída de Geólogos del Mundo. (2011d). Informe sobre la evolución de la Bocana de Garita Palmera (San Francisco Menéndez, Ahuachapán). Autor: Oriol Pedraza Royo. Proyecto GRAMAS. Informe Técnico. (El Salvador, CA).
7.4. Discusión de los resultados La evolución que han tenido las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera en los últimos 62 años, ha seguido su dinámica natural, definida por las corrientes que se forman en el mar (dinámica litoral), los efectos de la marea (dinámica mareal) y los procesos de los ríos (dinámica fluvial). Estas tres dinámicas son las responsables de los cambios geomorfológicos que en ella se observan, generando los procesos de erosión (extracción) y sedimentación (acreción) que irán modelando la evolución de las bocanas. Como producto de esta interacción se produce un desplazamiento de las desembocaduras, donde en los dos casos por la proximidad geográfica, es un desplazamiento hacia poniente, siendo los efectos de la dinámica litoral los dominantes en ambas bocanas. Se ha obtenido una mayor variación de la bocana de Barra de Santiago, por su tamaño y confluencia de varios ríos, con un desplazamiento total de unos 1000 metros aproximadamente. En cambio la bocana de Garita Palmera ha sufrido un desplazamiento de 750 metros aproximadamente. En el periodo estudiado (1949-2011), se puede constatar que el desplazamiento de las desembocaduras y las variaciones geomorfológicas que han sufrido con el paso del tiempo, vienen de procesos que llevan muchos años evolucionando como sistema. La evolución que ha tenido la bocana de Barra de Santiago evidencia que es un proceso que lleva muchos años produciéndose, como parte de la dinámica natural de ella, prueba de ello es la acreción que ha tenido la barra de 41
arena situada en el margen izquierdo, que ha sido de unos 900 metros aproximadamente hacía poniente, sumándose a unos 4.500 metros de largo que ya tenía y confirmando la antigüedad de ella. El movimiento se caracteriza por tener una dirección hacia poniente y debido a que el proceso que influye más es el de la deriva litoral, con un movimiento constante hacia poniente. La zona de estudio es determinada por el oleaje que incide en las desembocaduras, el oleaje dominante durante todo el año tiene como principales una dirección noroeste (NW)/nornoroeste (NNW), producto de un sistema de corrientes más general que va de noroestes (NW)/ noreste (NE), donde las primeras se originan de las contracorrientes ecuatoriales que vienen des del sur (Costa Rica) con direcciones principales hacia el oeste siendo las dominantes y con mayor afectación a la costa salvadoreña, combinándose también con corrientes secundarias, procedente del norte con direcciones principales al este, éstas solo alcanzan la mitad norte del país (Pacheco, O. et al 2011). Las corrientes que afectan la zona de estudio, no son constantes a lo largo de todo el año, de la misma forma que el oleaje se ven modificados en su dirección y velocidad al acercarse a la línea de costa, de la igual manera que las cantidades aportes hídricos de agua de dulce que desaguan por las bocanas. Estos cambios de dirección, velocidad de la dinámica litoral y la cantidad de agua dulce que desaguan, son las responsables de los procesos de erosión y sedimentación en las bocanas. Aunque ya hemos dicho que el principal factor de que la bocana migre hacia poniente son las direcciones y las corrientes de la dinámica litoral, la velocidad de esta migración irá estrechamente ligada a la carga hídrica de agua dulce que desagüe por las bocanas, siendo así, el paso de un evento meteorológico extremo (huracanes, depresiones tropicales y tormentas tropicales) las que aceleraran los procesos de erosión y sedimentación y por tanto el desplazamiento de la desembocadura. 8. CONCLUSIÓN El análisis de los cambios en: la cobertura vegetal, la densidad poblacional y en el comportamiento hidrológico, que se han producido en los últimos sesenta años, son los elementos claves para poder entender el contexto en que evoluciona geomorfológicamente las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera. Aun así, conocer como estos cambios han afectado a su dinámica natural es una tarea compleja por el amplio abanico de factores y grados que influyen en este sistema natural. La evolución de las bocanas en condiciones naturales, está regida por las dinámicas litorales, mareales y fluviales, generando una zona dinámica que irá cambiando su forma con el paso del tiempo y en su posición espacial, produciendo variaciones y desplazamientos de su desembocadura. La velocidad de estos cambios irán definidos por los procesos de erosión (extracción) o sedimentación (acreción). El análisis realizado en base a la comparación de las fotografías aéreas en diferentes periodos de los últimos 62 años en la zona sur de Ahuachapán, muestra que el territorio ha sufrido una gran 42
transformación en todos los aspectos, tanto des del punto de vista natural como social. Estos cambios han implicado una interferencia en muchas de las dinámicas naturales que se encontraban en la planicie costera por sus características físicas y climáticas. La principal es que por definición, la planicie costera es una llanura de inundación, donde su topografía y la llegada de ríos con diferentes caudales la caracterizan, propiciando una cobertura vegetal específica como son los bosques húmedos y finalmente unas desembocaduras de estos ríos formando las bocanas que a su vez también tienen una vegetación asociada siendo los bosques de manglar. Las principales interferencias que han generado estos cambios progresivos en los últimos 62 años son debidos a la transformación casi completa de los usos del suelo, donde los bosques húmedos y de manglar han pasado de tener una extensión mayoritaria en la zona, a ser pequeñas áreas protegidas. Esta transformación ha sido producto de una incorporación de cultivos y de pastos para el ganado de forma descontrolada, generando un aumento progresivo de los habitantes que han ido a vivir y a cultivar estos campos. Este proceso ha conllevado a grandes cambios en las dinámicas hidrológicas, tanto superficial como subterránea, provocando un aumento de su demanda hídrica que, sin poderse confirmar por falta de más datos cuantificables, se intuye que está sufriendo una sobreexplotación (Geólogos del Mundo, 2012c. Geólogos del Mundo 2011e). Esta transformación ha conllevado al aumento de diversas vulnerabilidades (económicas, medioambientales, físicas, sociales, etc.) que sufren actualmente los habitantes de la zona. Siendo las inundaciones que abarcan toda la zona baja de Ahuachapán Sur, cuando hay un evento meteorológico extremo, las que tienen mayor impacto para los habitantes de la zona. Estos cambios en los usos del suelo y en las dinámicas hidrológicas, tienen unas fuertes afectaciones en el delicado estado de equilibrio de los ecosistemas de manglar. Donde, la explotación de los recursos ecosistémicos, que realizan los habitantes de las comunidades, como la presión que ejerce los agricultores (cañaverales) y los ganaderos con la llamada frontera agrícola, propician una aceleración de la degradación del ecosistema, pudiendo llegar a estados irreversibles de conservación. Con todos estos cambios las bocanas de Barra de Santiago y de Garita Palmera no se han quedado indiferentes en su comportamiento, las afectaciones a estas transformaciones también han tenido diferentes repercusiones en sus dinámicas y en sus evoluciones. Las bocanas son zonas dinámicas donde la interacción de las dinámicas fluviales, litorales y mareales, interactúan entre ellas para ir conformando como serán los cambios geomorfológicos. Estos cambios están llevando las bocanas a una limitación de su movimiento de su desembocadura o de su estructura geomorfológica, indicando cambios en su equilibrio y, evidenciando un proceso de cierro de la desembocadura. Se puede concluir que la bocana de Barra de Santiago sigue su tendencia evolutiva, aunque sí que presenta indicios, en los últimos años analizados, de una disminución importante de los aportes hídricos a la desembocadura, donde en los últimos años puntualmente ha llegado a taponarse en la estación seca. La erosión que sufre el margen derecho de la bocana hacia poniente, seguirá produciéndose sin poder afirmar que velocidad de avance tendrá. Aun así, hay que remarcar que el avance de la bocana es un indicador del buen estado de la bocana, de lo contrario, un estatismo de la bocana indicaría el principio de un proceso de cierre. En la bocana de Garita Palmera la situación es más compleja. A las transformaciones antrópicas del territorio hay que sumarle una mayor densificación de la población en los márgenes de la 43
bocana. Los afluentes de agua dulce han sufrido des de los años 1965-1970 una fuerte intervención antrópica, debido a los cambios de los usos del suelo y, en consecuencia, un aumento progresivo de los canales riego, provocando la desviación de los cauces naturales que desembocaban en ella. Por otro lado el aumento de la densidad de población en menor extensión de terreno, situándose en ambos márgenes de la bocana las comunidades de Garita Palmera y El Tamarindo. Esta presión de los habitantes sobre los márgenes ha provocado que la movilidad de la desembocadura se haya visto afectada sobre todo en los últimos 15 años (1996-2011). Las mayores afectaciones tanto por la bocana como por los habitantes se localizan en la comunidad del Tamarindo (situada en el margen derecho), donde en el año 2009 los habitantes de esta comunidad ocuparon buena parte de la desembocadura para construir viviendas. Durante el paso de las tormentas tropicales Agatha y Matthew, en el año 2010, la desembocadura se desplazó 300 metros hacía el margen derecho hacia poniente, recuperando esta antigua zona como desembocadura, destruyendo todas las viviendas que allí se encontraban. Como respuesta a estas afectaciones, la comunidad con la ayuda de la alcaldía de San Francisco Menéndez, realizó una intervención antrópica modificando la desembocadura y situándola en el extremo del margen izquierdo. Aunque des de Geólogos del Mundo, se desaprobó esta intervención, se terminó haciendo y en la actualidad (2012) la bocana está volviendo a recuperar el antiguo lugar del 2011, evidenciando que no era la solución al problema. Todas estas prácticas, tanto naturales como antrópicas, están llevando a que la bocana de Garita Palmera presente un equilibrio frágil en su dinámica natural y un fuerte estado de degradación del ecosistema de manglar. Este estado delicado en que se encuentran ambos ecosistemas son indicativos de que en un futuro no muy lejano la bocana pueda entrar en un proceso de cierre irreversible, con consecuencias catastróficas para el ecosistema de manglar y los habitantes de la zona. En conclusión, en el transcurso de estos últimos 62 años en la zona baja de la Microrregión Ahuachapán Sur se realizó una transformación incontrolada del territorio junto con los cambios culturales que ha padecido la sociedad. Estos cambios evidencian que si no se ponen medidas de control en materia de planificación del territorio y gestión de los recursos hídricos, la planicie costera se verá dañada ambientalmente de forma irreversible y los principales perjudicados serán los habitantes de las comunidades. 9. Recomendaciones El análisis obtenido del periodo de tiempo que va des de 1949-2011, nos muestra que la transformación del territorio y la falta de una visión integral de los procesos que ocurren en la zona, son las principales causas de las amenazas que padecen los habitantes de la zona baja de Ahuachapán Sur y que son traducidas en un importante riesgo a causa de la vulnerabilidad que presenta la región. Estas transformaciones han modificado tanto el territorio, que las únicas medidas que se pueden implementar, son las medidas de prevención, que se presentan como las más efectivas. Otras actuaciones implicarían unos costes inasumibles para el estado. La prevención contempla todas las medidas (tanto de carácter estructural como no estructural) realizadas con anticipación a fin de paliar, disminuir o evitar los daños producidos como consecuencia del desencadenamiento del riesgo en cuestión.
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Entre las medidas no estructurales, se recomienda la implementación urgente por las autoridades competentes de un plan de ordenamiento territorial (Geólogos del Mundo, 2011b). Este plan se considera como la medida más efectiva y sostenible a largo plazo para la gestión del riesgo en áreas inundables, áreas naturales protegidas, crecimiento sustentable de las comunidades y distribución de los cultivos y pastos. No obstante, las medidas estructurales son necesarias para complementar las medidas de gestión y para proteger aquellas zonas inundables ya desarrolladas sin una debida ordenación, como es el caso de las comunidades cercanas al río Paz y aquellas ubicadas en las zonas de los flujos de inundación preferencial cuando el río Paz desborda (Geólogos del Mundo, 2012c. y Geólogos del Mundo 2011e). Para el desarrollo de la dinámica natural de las bocanas de Barra de Santiago y Garita Palmera, se tendría que contemplar principalmente medidas no estructurales. Éstas consistirían en una planificación de los usos del suelo y un posterior plan de ordenamiento territorial, con un fuerte componente de reordenamiento del territorio, prohibiendo la nueva construcción de casas en ambos márgenes de la bocana de Barra de Santiago y una reubicación de las viviendas de la comunidad de El Tamarindo (Geólogos del Mundo, 2011d). La justificación de esta reordenación sería que la invasión de habitantes sufrida en las bocanas en los últimos 30 años impide el desplazamiento de la desembocadura en el caso de la bocana de Garita Palmera. En el caso de ésta última se debería implementar una área de seguridad de 200 – 300 metros, permitiendo recuperar el ecosistema de la bocana y seguir con su evolución natural como también sería más seguro para los habitantes de la zona. Otros aspectos importantes para garantizar el equilibrio de los ecosistemas de manglar y el de las propias bocanas, es instaurar de forma urgente un plan de gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH); entendiendo que los recursos hídricos son finitos y vulnerables. Aunque ya se conocen varios intentos de conformación de comités de cuenca y de juntas de agua, es necesaria una mayor implicación de las autoridades locales y nacionales para generar criterios sobre una gestión más racional del agua, tanto para consumo como para los regadíos. Todos los actores de la cuenca y usuarios del agua, deberán tener conocimientos, estudios y monitoreo de los recursos hídricos, apoyándose con las capacidades técnica de instituciones nacionales como ANDA, SNETMARN, MAG y la Universidad Nacional de El Salvador. El conocimiento del recurso hídrico propiciaría el ordenamiento de la información existente. Otro aspecto importante sería la creación de un centro de información del agua en la región y con el mismo fin de promover el uso racional y el acceso del agua de forma ordenada y bajo control de los administradores y usuarios del agua en la región. Un plan de gestión integrada de recursos de los hídricos (GIRH), es una herramienta muy importante para la sustentabilidad de los recursos hídricos de la zona En este documento se insiste que a falta de más estudios que confirmen esta tendencia, los ecosistemas de bosque húmedo y las bocanas se encuentran en déficit hídrico. Estas condiciones provocarían daños irreparables a los ecosistemas de manglar y a las bocanas, pero sobre todo a los habitantes de la zona baja de Ahuachapán.
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10. BIBLIOGRAFÍA
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World Wildlife Fund. (2010). Northern Dry Pacific Coast mangroves. Recuperado el abril de 2010, de Terrestrial Ecoregions.
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11. ANEXOS 11.1.
Anexo 1
TABLA 27: TABLA DE INUNDACIONES EN LA MICRORREGION AHUACHAPÁN SUR 1906-2011 FUENTE: BASE DE DATOS DESINVENTAR HTTP://WWW.DESINVENTAR.ORG/SP/SOFTWARE/ONLINE.HTML Fecha inicio Municipio Zona Geográfica Participantes taller 2 San Francisco 01/10/1906 Inundaciones en la zona costera Menéndez A causa del temporal se desborda el Rio Paz. San Francisco Cerca de la desembocadura y arrastro gran 06/07/1923 Hachadura Menéndez número de casas, árboles y 5 mil cabezas de ganado. San Francisco Cara Sucia, Garita Toda la parte costera de Ahuachapán ha 09/06/1934 Menéndez y Palmera, Zapote y quedado convertida en un inmenso lago que Jujutla Barra de Santiago abarca toda la zona baja. San Francisco 27/08/1961 Garita Palmera Inundaciones provocaron daños en las viviendas. Menéndez Pobladores de La Hachadura quedaron aislados San Francisco Hachadura y Garita por desbordamiento del rio Paz y 05/09/1969 Menéndez Palmera desbordamientos de esteros. Familias fueron evacuadas. Garita Palmera, el El desborde del rio Paz provoca inundaciones de San Francisco 04/09/1979 Playón, San los cultivos, evacuación de millares de personas y Menéndez Marcos y El Chino. destrucción de viviendas. La extraordinaria crecida del Rio Paz durante el San Francisco 21/09/1982 Hachadura temporal se destruye el puente fronterizo entre Menéndez Guatemala y el Salvador. Huracán Paul Zona Costera entre Las constantes lluvias han generado inundaciones San Francisco 20/09/1984 Garita Palmera y en la zona baja debido unas lluvias intensas, solo Menéndez Bola de Monte se han reportado pérdidas agrícolas. Cuantiosas pérdidas dejaron las lluvias San Francisco torrenciales que azotaron durante tres días 03/11/1985 Garita Palmera Menéndez consecutivos todo el territorio nacional principalmente en las zonas costeras del país. San Francisco 29/06/1991 Menéndez y Zona Costera Decretaron alerta en la zona por inundaciones. Jujutla San Francisco Lluvias torrenciales fue la causa de la evacuación 23/09/1994 Garita Palmera Menéndez de unas 200 personas en esta zona costera. Garita Palmera, San Francisco Cara Sucia, Colonia En esta zona se evacuaron una decena de caseríos 01/11/1998 Menéndez ISTA, el Milagro y debido a las inundaciones. Huracán Mitch. el Palmito. San Francisco Desbordamiento del rio Paz, arrastrando 22/06/1999 Garita Palmera Menéndez viviendas y cosechas. San Francisco Diez kilómetros a la redonda quedaron 03/10/1999 Cara Sucia Menéndez inundados en Cara Sucia.
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TABLA 28: TABLA DE INUNDACIONES EN LA MICRORREGION AHUACHAPÁN SUR 1906-2011 FUENTE: BASE DE DATOS DESINVENTAR HTTP://WWW.DESINVENTAR.ORG/SP/SOFTWARE/ONLINE.HTML Fecha inicio Municipio Zona Geográfica Participantes taller 2 San Francisco Inundaciones provocadas por el desbordamiento 11/09/1999 Garita Palmera Menéndez del rio Paz Las lluvias registradas en la zona baja con un San Francisco promedio de 84.7 mm con máximo de 126.2 mm. 18/08/2005 Menéndez y Zona Baja Estas cantidades propiciaron el incremento de los Jujutla ríos y quebradas ubicadas en esa zona (Informe del SNET). Tormenta tropical Stan. Lluvias ocasionaron que los ríos aumentaran su San Francisco caudal y salieran sus cauces. Los habitantes 15/06/2006 Zona Baja Menéndez denunciaron la falta de una borda. Al menos una decena de comunidades estuvieron en alerta. San Francisco Comunidades Desbordamiento del rio Paz, arrastrando 18/10/2006 Menéndez cercanas al Rio Paz. viviendas y cosechas. Bastaron dos horas de lluvias para que tres ríos San Francisco de San Francisco Menéndez se desbordaran y 19/10/2006 Zona Baja Menéndez provocaran daños a las comunidades cercanas a estos ríos. Inundación en la comunidad el Chino. A esta San Francisco 23/10/2007 El Chino fecha ya las autoridades reportaban 2 mil y medio Menéndez de evacuados a nivel nacional. El caudal del Rio Paz aumento 3.75 mts. y San Francisco provoco inundaciones debido a que se obstruyo la 03/06/2008 Zona Costera Menéndez desembocadura de palos pero no hubo que evacuar. Una avenida torrencial del Rio Paz daña el puente San Francisco 16/07/2008 Hachadura sin mayor afectaciones consecuencia de unas Menéndez fuertes lluvias Desbordamiento de los ríos de la zona San Francisco provocando un inmenso lago que abarca toda la 09/10/2008 Menéndez y Zona Baja zona baja inundando viviendas. Tormenta Jujutla Tropical Ida El caudal del rio Paz sobrepasa la borda San Francisco Hachadura y 20/09/2009 construida en el caserío San Marcos, inundando Menéndez Rancho San Marcos 10 viviendas. Producto de una crecida del Rio Paz, crea una San Francisco socavación de una de las pilas del puente 08/11/2009 Hachadura Menéndez fronterizo entre Guatemala y el Salvador, peligrando su estabilidad. (MOP) San Francisco Bola de Monte, Evacuación por desbordamiento del Rio Paz. 29/05/2010 Menéndez Garita Palmera Tormenta Tropical Agatha El nivel del Rio Paz sobre pasa el puente San Francisco 29/05/2010 Hachadura fronterizo, cerrando la frontera entre Guatemala Menéndez y el Salvador. Tormenta Tropical Agatha
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TABLA 29: TABLA DE INUNDACIONES EN LA MICRORREGION AHUACHAPÁN SUR 1906-2011 FUENTE: BASE DE DATOS DESINVENTAR HTTP://WWW.DESINVENTAR.ORG/SP/SOFTWARE/ONLINE.HTML Fecha inicio Municipio Zona Geográfica Participantes taller 2 Desbordamiento de los diferentes ríos de la zona San Francisco provocando un inmenso lago que abarca toda la 30/05/2010 Menéndez y Zona Baja zona baja inundando viviendas. Tormenta Jujutla Tropical Agatha Cara Sucia, Garita San Francisco Palmera, Bola de 17/07/2010 Se reporta la inundación. Menéndez Monte y el Tamarindo San Francisco Las inundaciones afectaron a 8 Ha. De cultivos y 28/09/2010 Menéndez y Zona Baja afecto a 1000 personas de la zona. Tormenta Jujutla Tropical Matthew
01/10/2010
10/10/2011 hasta 19/10/2011
San Francisco Menéndez
Cantones Garita Palmera y El Zapote
Los pobladores abandonaron por su propia cuenta sus viviendas, ya que quedó destruido totalmente el puente que unía Cara Sucia y Garita Palmera. Quedando incomunicados los habitantes de estas comunidades.
San Francisco Menéndez y Jujutla
Hachadura, El Guayabo, Rancho San Marcos, Colonia ISTA, Bola de Monte, La Veranera y El Chino
Las inundaciones afectaron a más de 500 personas, teniendo que ser evacuadas de sus viviendas, ya que quedaron incomunicados. Depresión Tropical 12-E
51
11.2.
Anexo 2
52
11.3.
Anexo 3
53
11.4.
Anexo 4
54
11.5.
Anexo 5
55
11.6.
Anexo 6
56
11.7.
Anexo 7
57
11.8.
Anexo 8
58
11.9.
Anexo 9
59
11.10.
Anexo 10
60
11.11.
Anexo 11
61
11.12.
Anexo 12
Mapa 5: Recorte del Mapa de inundabilidad de la Microrregión Ahuachapán Sur (Geólogos del Mundo. (2011e). Mapa de Inundabilidad de la Microrregión Ahuachapán Sur a escala 1:50.000. Cartografía temática. Autor: Oriol Pedraza Royo.- 1. Ed. Geólogos del Mundo, Proyecto Gramas. (El Salvador, CA).
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