Caso específico Centro Universitario de Sur Occidente CUNSUROC, de Ciudad Mazatenango, departamento de Suchitepéquez Guatemala

EL CONFLICTO DE LOS VALORES ETICOS EN LA CONCEPCION DE LA LIBERTAD DE CATEDRA, DURANTE EL PROCESO DE ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPER

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EL CONFLICTO DE LOS VALORES ETICOS EN LA CONCEPCION DE LA LIBERTAD DE CATEDRA, DURANTE EL PROCESO DE ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR Caso específico Centro Universitario de Sur Occidente CUNSUROC, de Ciudad Mazatenango, departamento de Suchitepéquez Guatemala. RESUMEN: El contrato social se configura mediante la vigencia de ciertos valores éticos, que determinan el comportamiento de los miembros de la sociedad. Las organizaciones universitarias, como toda institución social reproduce en su organización dicha configuración ética del entorno. Durante la aplicación de los planes de mejora de las carreras universitarias, como producto de su auto evaluación dentro del sistema de acreditación del SICEVAES; se suelen experimentar ciertos fenómenos dignos de la atención científica, tales como la Resistencia al Cambio de los mismos profesores, quienes al esgrimir con arrogancia la Libertad de Cátedra, se oponen a la estandarización de la actividad docente por medio de indicadores y estándares de calidad reflejados en el perfil de egreso de los estudiantes. 119 Al discutir un caso concreto de resistencia al cambio, ocurrido en la carrera de Pedagogía del Centro Universitario de Sur Occidente de la Universidad de San Carlos de Guatemala, se ilustra dicho fenómeno, cuya experiencia sustenta la tesis de que el SICEVAES no debe aplicarse como un simple sistema de evaluación y acreditación de la calidad de la educación universitaria, sino debe ser una filosofía de trabajo docente, cuya base axiológica lo constituye el valor ético de la HUMILDAD. Por lo tanto sugiere cambiar el paradigma de: La Libertad de cátedra como arrogancia por el paradigma de: La HUMILDAD para ejercer la Libertad de Cátedra.

EL CONFLICTO DE LOS VALORES ETICOS EN LA CONCEPCION DE LA LIBERTAD DE CATEDRA, DURANTE EL PROCESO DE ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR Caso específico Centro Universitario de Sur Occidente CUNSUROC, de Ciudad Mazatenango, departamento de Suchitepéquez Guatemala. Por. Nery Edgar Saquimux Canstuj1

Todos los contextos históricos de la humanidad, se desarrollan sobre la base ética de un contrato social. De

acuerdo con este postulado de Jean Jack Rooseau, cada estadio del

desarrollo social, ha erigido un sistema de contrato social cuya energía de subsistencia lo constituye la escala axiológica que orienta la conducta consuetudinaria de sus miembros, hacia el ideal de: lo normalmente correcto, según la perspectiva de la cosmovisión imperante en el contexto social y las necesidades de convivencia de la época respectiva. Los valores éticos, entendidos como lo correctamente aceptado o lo catalogado como bueno por la intuición del sentido común o bien, por las instancias normativas debidamente teorizadas por la filosofía de la época; determinan el comportamiento organizacional del recurso humano de las instituciones sociales, y en consecuencia el clima y la cultura organizacional de las mismas.

1

Licenciado en Pedagogía y Ciencias de la Educación. Maestro en Docencia Universitaria. Maestro en Administración de Recursos Humanos. Catedrático del Sistema de Prácticas y de Investigación de la carrera de Pedagogía y Administración Educativa del CUNSUROC de la Ciudad de Mazatenango, Suchitepequez. Catedrático de Investigación del programa de Post Grados del Centro Universitario de Occidente de la Universidad de San Carlos de Guatemala de la Ciudad de Quetzaltenango. Fue Coordinador General de la Comisión del Proceso de SICEVAES Fase I y Fase II, del Centro Universitario de Sur Occidente de la Universidad de San Carlos de Guatemala, del 8 de mayo del 2000 al 1 de julio del 2003.

En función a lo anterior la cultura del entorno social penetra al sistema organizacional de las instituciones sociales, llevando al interior de estas los valores éticos aceptados por la sociedad de donde provienen los empleados. En ese orden de ideas, se acepta la premisa de que la escala axiológica del entorno social,

es determinante en el nivel de calidad del desempeño

institucional. La sociedad guatemalteca, producto de la barbarie colonialista, que implicó para la historia de este país el ultraje cultural de sus pueblos nativos y la consolidación de un período de esclavitud colonial, con sus consecuencias contemporáneas de varios gobiernos elitistas que instauraron en el país períodos de dictaduras militares, que subyugaron el poder político consolidando la cultura de la violencia y la represión en cuyo marco operativo se aceptó como normal la discriminación, el racismo, la marginación, atraso cultural y disminución de oportunidades de desarrollo para los pueblos indígenas actuales y las clases de bajos recursos económicos. Este es el ambiente social donde se desempeña la universidad guatemalteca como institución de educación superior. El entorno social introdujo al clima organizacional de la Universidad de San Carlos; los valores éticos relacionados a la búsqueda incesante de la Libertad “robada” por la represión y mordaza de las dictaduras, al grado que el clima organizacional se tiñó de una “devota” actitud de búsqueda incesante de la Libertad para ejercer la academia y el pensamiento científico. Esta actitud por el lado político, enarboló la idea de convertir a la Universidad de San Carlos en la única instancia social de expresión de las clases populares, lo cual ameritó previamente garantizar la libertad de pensamiento y de expresión como condiciones básicas para el libre juego de ideas y la sublime libertad de la inteligencia del académico que investiga para entender científicamente su entorno y explicar sin titubeos la verdad científica.

La Libertad como valor fundamental para el quehacer académico y docente, demandó la instauración a nivel de la docencia universitaria del valor ético conocido como LIBERTAD DE CATEDRA. Se puede decir que el ambiente de conflicto, que vivió el entorno social de la universidad fomentó y consolidó en la comunidad universitaria la cultura de la Libertad de Cátedra, como demanda prioritaria de la actividad de los docentes. En efecto, la única condición para el ejercicio de la docencia superior donde la prioridad es la enseñanza científica de la ciencia misma, es la LIBERTAD DE CATEDRA”2.

Lo anterior es razonablemente aceptado, puesto que los

cerebros encarcelados en las ideologías extremas, en la alienanción, en los prejuicios y estereotipos, difícilmente pueden generar el conocimiento científico mucho menos enseñarlo científicamente. De lo anterior se concluye que “el único medio de ejercer la enseñanza de la ciencia mediante métodos científicos, es por medio del disfrute de la Libertad de Cátedra”3. Y no hay otra forma más. Ahora bien siendo la Libertad de Cátedra,

la libertad del pensamiento

metódico del profesor para ejecutar un proceso formativo apegado al desarrollo de la persona, bajo las leyes epistemológicas de la ciencia y la tecnología, a fin de asegurar la humanización del hombre y de la sociedad en general; en la práctica operativa, tal libertad se perfiló como la necesidad de disfrutar de una confianza absoluta de parte de las autoridades universitarias, para con el desempeño de la labor del docente. Ello implicó consecuentemente la no interferencia en el trabajo de los docentes, de las entidades nominadoras y las coordinaciones académicas específicas.

2

HOPKIN A.G. 2001. Enhancing quality intertiary educaction throungh university affilation. Resumen de conferencia. Guatemala.

3

HIMMEL. K. 1995. Administración Universitaria en America Latina. Una perspectiva estratégica. Col. ADUAL. No. 3. Mexico. Capítulo II. Pag. 41 – 54.

Cualquier intento de uniformizar procesos de planificación didáctica, métodos y técnicas de la enseñaza, revisión de instrumentos de evaluación de aprendizajes, revisión de programas de curso, discusión de resultados del rendimiento académico, revisión de contenidos de curso, entre otros; se cataloga como una falta de confianza de las autoridades para con la gestión del profesor, por lo que dichos procesos de la administración académica no se realizan por parte de las coordinaciones académicas. Pero la confianza absoluta en la labor de los docentes, se tergiversó dentro de la cultura organizacional de la Universidad, al grado de que en el transcurso del tiempo, el criterio de Libertad de Cátedra creó feudos curriculares muy personales que se llaman cursos o asignaturas;

al grado de que dentro del caló

universitario es común hablar de los profesores “dueños del curso o asignatura”. En aras de la Libertad de Cátedra, las asignaturas se transformaron en “feudos curriculares” cerrados y hasta secretos, al grado de que lo que el profesor hace o deja de hacer con sus alumnos en la impartición de sus cursos, está exento de revisión, supervisión, orientación

y sanción, por parte de las autoridades

inmediatas. En las aulas, la Libertad de Cátedra se arrobó hacia confines contrarios a la formación del hombre digno y libre, que se supone se forma con la mima Libertad de Cátedra, puesto que lo que el profesor hace en su docencia está a su libre albedrío y la revisión, supervisión, orientación y sanción de su gestión docente, es poco incidida por las coordinaciones académicas. Paradójicamente,

la Libertad de Cátedra del docente se convirtió así en la

“esclavitud” de los alumnos, al quedar la formación y perfil de egreso de éstos, a disposición del libre albedrío de sus docentes. Sin embargo; queda la esperanza de que si los profesores orientan la impartición de sus asignaturas hacia el logro

del perfil de egreso previsto por el plan curricular, en hora buena; pero si no, el estudiante sufrirá las consecuencias de dicha “dictadura de la irresponsabilidad” mostrando bajos niveles de competitividad en el mercado de trabajo, ya como egresado. En función a lo acotado en los párrafos anteriores, la libertad de cátedra individualizó la gestión docente, al grado de que la actividad de los profesores está atomizada y disgregada. En este tiempo en que el trabajo en equipo es una estrategia operativa para garantizar la calidad del servicio educativo, ello se ve obstaculizado por el comportamiento arrogante de los docentes que defienden su feudo curricular y no permiten la revisión, supervisión, orientación y sanción de su labor,

por parte de las Coordinaciones Académicas o de sus compañeros de

trabajo. Ante la demanda de los Planes de Mejora, en el marco de la aplicación del SICEVAES se configura al interior del trabajo académico de la universidad, una guerra infranqueable de ideas,

en el mejor de los casos y;

de ideologías e

intereses en el peor de ellos. Cuando la lucha es de ideas, se genera un debate de altura académica entre los profesores esgrimiendo fundamentos científicos en aras de que la universidad responda coherentemente la demanda formativa de la sociedad.

Cuando la guerra es ideológica y de intereses, se cae a un

enfrentamiento de pasiones, creencias y falacias maquiavélicas mezquinas, que solo buscan el acomodo personal de los mediocres y los necios, frente a las ideas de cambio y de mejora cualitativa que espera del profesorado universitario el proceso SICEVAES. La guerra de ideas aprovechada inteligentemente por las coordinaciones académicas es saludable, toda vez que la misma estimula el constante cambio dialéctico del trabajo docente, su crecimiento renovación y perfeccionamiento.

diversificado y su constante

Por lo tanto si las coordinaciones académicas

sistematizan y “administran” la lucha de ideas a nivel de los equipos docentes, se propicia una Libertad de Cátedra con sentido bueno, que permite el trabajo en

equipo en las instituciones universitarias, mediante el aprovechamiento de las fortalezas de todos los docentes en beneficio de la formación del estudiante y de hecho, de la competitividad de su perfil de egreso en el mercado laboral a futuro. Por el contrario, si la lucha de ideas en el marco de la Libertad de Cátedra, no se aprovecha convenientemente, o no se administra técnicamente; la misma se convierte en la viva expresión de la sociedad violenta, que acoge a la universidad. El producto de la guerra de ideologías e intereses en la universidad es la atomización del currículo, la ineficiencia e ineficacia del desempeño docente, la “formación” del estudiante (si se le puede llamar así), en todas direcciones con lo cual se bloquea el alcance real del perfil competitivo del estudiante que egresa. UN CASO REAL DEL CONCEPTO DE LIBERTAD DE CATEDRA FRENTE A LA MEJORA DE LA CALIDAD ACADEMICA. Dentro del marco del proceso de acreditación de la educación superior en la carrera de Pedagogía y Administración Educativa del Centro Universitario de Sur Occidente de la Universidad de San Carlos de Guatemala,

se ha vivido una

experiencia de mejora continua que refleja el conflicto de los valores éticos bajo la sombra del concepto de la Libertad de Cátedra.

Dentro de las acciones del Plan de Mejora, creado como producto de la fase de auto evaluación de la carrera de Pedagogía y administración Educativa efectuada en el año 2002; se formuló un proceso de integración de la docencia. Originalmente se concibió la integración docente “como el espacio académico a través del cual docentes y estudiantes de un mismo ciclo semestral organizan, ejecutan y culminan un proceso de investigación sobre tópicos educativos a nivel local, regional, nacional o internacional, cuyo contenido involucre a todas las asignaturas de su ciclo académico. Las directrices en este proceso investigativo serían generadas a través de un curso denominado EJE, el cual habría

sido seleccionado por su naturaleza, finalidad académica, importancia en el proceso formativo y por su posición rectora en la estructura del pensum de estudios”4.

Con dicho espacio de

integración docente, se pretendía fomentar la integración del conocimiento académico, propiciar las condiciones para la discusión académica entre docentes y estudiantes y, generar aportes académicos significativos.

Al intentar aplicar dicho planteamiento integrador de la docencia,

surgió

un

conflicto de valores éticos a nivel de los docentes. Se evidenció que el concepto de Libertad de Cátedra que manejan los docentes fomentó en ellos la arrogancia de ser: “dueños de los cursos o asignaturas”, al grado de que dicho planteamiento teórico de integración de contenidos, no fue aceptado. Los docentes escudados por el concepto de libertad de cátedra, cerraron las puertas de sus feudos y no permitieron la revisión, supervisión, orientación y sanción de su docencia por parte de los demás miembros del equipo, permitiendo la impartición de actividades académicas compartidas, en función de integrar la labor de todos los profesores según las demandas competitivas del perfil de egreso del estudiante. Sin embargo;

lo bueno de dicha experiencia fue que los profesores

compenetrados en la necesidad de integrar su docencia, planificaron una ronda de círculos de calidad, para someter a debate el concepto de integración y propiciar así una nueva estrategia para integrar la docencia. Dicho esfuerzo cobró los frutos siguientes: a. Se concluyó que en primera instancia era conveniente definir los objetivos de formación del plan curricular de la carrera. b. Dicha tarea del equipo desembocó en la formulación de los siguientes objetivos de formación del plan curricular y sus respectivas competencias:

4

MATEO BATRES Roberto. Guía Técnica para la integración de la docencia en la carrera de Pedagogía y Administración Educativa del Centro Universitario de Sur Occidente de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Pag. 2.

OBJETIVOS DE FORMACION: I. Fomentar la concepción científica de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento como fuentes del conocimiento COMPETENCIAS: 1. Comprende y aplica conceptos fundamentales de la Pedagogía y la Administración. 1.1.1. Comprende estratégicamente el proceso Administrativo. 2.1.2. Se desempeña eficientemente como Asesor, Consultor y Administrador Educativo. II. Ejercitar el desarrollo de medios de expresión oral y escrita. COMPETENCIAS a. Posee la capacidad de redactar técnicamente informes de investigación científica 1.1.1. Formula proyectos de desarrollo administrativo 1.1.2. Crea teorías en el campo de la Pedagogía y la Administración Educativa. III. Ejercitar la utilización de métodos y técnicas de investigación científica. COMPETENCIAS: 1. Domina el uso y aplicación de las técnicas, procedimientos y formas de investigación documental y de campo. 1.1. Domina técnicas y procedimientos para formular proyectos administrativos. 1.2. Formula, ejecuta y administra Proyectos Administrativos acordes a las condiciones del contexto. IV. V.

Interiorizar el concepto de desarrollo como Derecho Humano. Comprender la dinámica histórica de la realidad educativa, socioeconómica y política nacional. COMPETENCIAS: 1.1. Concibe a la Administración como un proceso de desarrollo institucional. 1.2. Aplica las teorías pedagógicas y de la Administración en la formulación y ejecución de proyectos de desarrollo educativos 1.3. Formula y sustenta individualmente TESIS para el desarrollo de la Pedagogía y la Administración

Los objetivos de formación se enmarcaron dentro del perfil de egreso de los estudiantes. El plan curricular de la carrera pretenden que el egresado de la Licenciatura en Pedagogía y Administración Educativa se desenvuelva en el campo de trabajo como: • • •

Asesor, Consultor y Administrador Educativo. Investigador de la ciencia Pedagógica y Administrativa con dominio de la aplicación de las técnicas, procedimientos y formas de investigación documental y de campo. Formulador, ejecutor y administrador de Proyectos Administrativos acordes a las condiciones del contexto



Formulador y sustentador de TESIS científicas para el desarrollo de la Pedagogía y la Administración.

En función a dicho perfil de egreso, del estudiante COMO CLIENTE DEL PROCESO FORMATIVO, el equipo docente asumió el reto de la integración de su docencia A NIVEL DE LA METODICA DE ENSEÑANZA, mediante la estrategia siguiente: a. En todos los cursos de la carrera se contemplan obligatoriamente 15 puntos de zona para ser asignados a tareas de lectura comprensiva de bibliografías específicas de cada curso y, la realización de trabajos escritos, tipo ensayo o de sistematización teórica, de temáticas relacionadas a las asignaturas. b. Al momento de planificar los cursos, los docentes están concientes que su labor se orientará a propiciar en el estudiante la adquisición de los conocimientos, destrezas y habilidades estipuladas por el perfil de egreso del plan curricular. c.

Se organizó un taller de redacción técnica para los estudiantes del primero y segundo año de la carrera a fin de acordar las reglas de redacción y presentación de sus trabajos escritos, en todos sus cursos.

d. En todos los cursos se asignarán tareas de Lectura Comprensiva y Redacción de ensayos para fomentar la capacidad de investigar, formular proyectos, sistematizar la experiencia, recrear la teoría científica y formular planteamientos teóricos personales en torno a los contenidos de los cursos. Se asume que con dicha ejercitación técnica durante el proceso formativo, el estudiante podrá adquirir el perfil

real de asesor, consultor, investigador y

administrador práctico de la educación.

Fue una estrategia de integración de la docencia bajo las condiciones de la lucha ideológica y de intereses de los docentes, sustentada por el valor de la arrogancia de una añeja concepción de Libertad de Cátedra, que si bien es cierto no integra la labor docente bajo condiciones de compartición plena de los elementos del currículo, pero por lo menos integra a los docentes a nivel de alguna parte de la metódica de aprendizaje. Esta experiencia, presenta uno de los grandes desafíos que encuentra el proceso de aseguramiento de la calidad en las universidades,

cuyos docentes han

manejado el paradigma de la Libertad de Cátedra como sinónimo de hacer de su curso o asignatura un feudo infranqueable, donde no pueden ingresar las sugerencias de mejora o modificación de parte de otros compañeros y de las autoridades académicas. Sin embargo; el logro de integración a nivel de metódica

de trabajo ya es un avance primario que rendirá frutos en el perfil de egreso del estudiante y en la paulatina integración de la actividad docente en el devenir del tiempo. Esta fue una salida táctica para el proceso de mejora continua de la carrera de Pedagogía y Administración Educativa del Centro Universitario de Sur Occidente de la Universidad de San Carlos, que en el fondo deja apreciar, los logros del proceso de SICEVAES en la carrera, los cuales se resumen en: La toma de conciencia del profesorado en cuanto a: a. Que hasta ahora su labor de docencia estaba desintegrada y atomizada. b. Que existe arrogancia como producto del concepto de Libertad de Cátedra que cada docente posee. c. Que la cultura de la negociación y el diálogo permite obtener productos valiosos como la estructuración de los objetivos de formación y competencias profesionales del egresado, y el diseño de una nueva estrategia de integración. d. Que la labor docente de los profesores debe estar en función de un Perfil de Egreso. e. Que el compromiso profesional como docentes ante la sociedad se orienta concretamente a la formación óptima de Licenciados en Pedagogía y Administración

Educativa

que

sean:

asesores,

consultores,

investigadores, proyectistas y administradores prácticos de la educación. f. Que dicho perfil es responsabilidad de todos los profesores y por lo tanto todos deben aportar su apoyo metódico para lograrlo. g. Que en vista de la implementación de la nueva estrategia de integración, al final de cada semestre lectivo se someterá a evaluación a nivel de círculos de calidad, el cumplimiento de los objetivos y competencias de formación

Ahora bien, si el SICEVAES, demanda de los docentes de las carreras: •

El trabajo en equipo,



El cumplimiento de indicadores y estándares de calidad,



Uniformidad de proceso bajo la constante auditoría del equipo mismo,



El empoderamiento por parte de los docentes, de los fines y objetivos de la carrera.



La atención esmerada del estudiante como cliente externo.



La constante actualización del profesor y su crecimiento profesional al máximo posible.



La unidad metódica de la labor docente, orientada al perfil de egreso del estudiante.



El intercambio académico de los profesores con el fin de auto evaluar constantemente su actividad docente tanto individual como colectiva.



La unida teoría - práctica en el proceso formativo.



La puesta en práctica de la cultura de la tolerancia y el rendimiento de cuentas.



La pertinencia entre la demanda del mercado laboral y la formación de profesionales con espacios de empleo seguro.



La participación activa de los estudiantes en su proceso formativo.

Todo

ello

sustentado

en

los

criterios

de

valor

de:

Universalidad,

responsabilidad, equidad, integridad, transparencia, pertinencia, eficiencia y eficacia, dicho planteamiento ideal será posible y fácil de aplicar y lograr, cuando el docente maneje el valor de la Humildad que le permita ver la Libertad de Cátedra como una virtud para trabajar en equipo, pensando en la formación del estudiante y su futuro desempeño profesional. Hace falta en la Universidad de San Carlos al servicio de una sociedad como la de Guatemala, realizar esfuerzos por cambiar el paradigma de la Libertad de cátedra como arrogancia por el paradigma de la HUMILDAD para ejercer la Libertad de Cátedra.

El nuevo paradigma de la HUMILDAD como base para el ejercicio de la Libertad de Cátedra, implica una evolución de la actitud del docente para hacer gala de dicho logro, en aras del desarrollo científico y la calidad científica de la docencia universitaria. Este paradigma en la práctica constituye el hecho de que el docente sea UN PROFESIONAL HUMILDE en el amplio sentido de la palabra. Y ello implica para el profesor: •

Autoevaluarse así mismo para reflexionar con transparencia íntima sobre sus cualidades y deficiencias, para luego valorar los talentos de los miembros de su equipo y reconocer con HUMILDAD sus debilidades personales y las fortalezas ajenas.



Entender que el aporte de las ideas de todos, implica la universalidad del conocimiento y ello enriquece el proceso formativo de los estudiantes, la cual es tarea de todos.



Ser responsable frente al arduo trabajo de la formación del estudiante y su perfil profesional de egreso. Se requiere responsabilidad ante la tarea de configurar un perfil de egreso y dar una rendición de cuentas a la sociedad, a través de la entrega a ésta, de profesionales con calidad académica, acreditada y certificada.



Ser responsable velando por ser cada día más eficiente y eficaz, en el sentido de que el estudiante como cliente externo de su labor docente se vaya de la universidad con la satisfacción de haber recibido una formación académica con calidad acreditada y certificada.



Esa satisfacción del estudiante será una realidad si su proceso formativo ha sido integral, como producto de una docencia integrada e integradora.

MORALEJA. Si bien es cierto que el SICEVAES es un Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, es necesario verlo más que como eso, es necesario verlo como una filosofía de vida académica al interior de las universidades. Sus criterios de valor: Universalidad, responsabilidad, equidad, integridad, transparencia, pertinencia, eficiencia y

eficacia; antecedidas por la

HUMILDAD, deben aplicarse al comportamiento de los actores del hecho educativo. Así la comunidad universitaria guiada por los luceros de la acreditación, se encaminará a la estrella alcanzable pero siempre inalcanzable de la CALIDAD. La utopía de la calidad es como el viaje de un soñador que buscando la felicidad y el histórico reconocimiento; quiere el cielo alcanzar…… y emprende el vuelo. …….. Más nunca tomará en sus manos el azul del cielo, pero lo cierto es que está en vuelo y siempre, estará alejado del suelo; ...... donde están las tumbas de los que nunca soñaron con el cambio, porque nunca consigo mismos fueron sinceros, y tampoco buscaron consuelo. EL AUTOR.

Tesis “Cuando los criterios de la autoevaluación son tomados como tal el SICEVAES ES UN PROCEDIMIENTO TECNICO; cuando dichos criterios son tomados como VALORES ETICOS del que hacer docente, EL SICEVAES resulta ser una CONVICCION DEL DESEMPEÑO ACADEMICO, que consolida la cultura que se empeña permanentemente en la búsqueda de la CALIDAD”. Nery Saquimux.

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