Cattle Valley

VAQUERO, CHICO MALO

Carol Lynne

Capítulo Uno

Rodeando la esquina del establo, Jax se detuvo en sus huellas. Mierda. Tres metros, Logan estaba

con

el pecho

desnudo

y

mostrando una buena cantidad de.... “¿Porque usas esos jeans? Cada vez que te inclinas, la mitad de tu culo esta en exhibición.”

Logan lentamente, levantó su metro ochenta y siete de altura y sonrió. “Nunca había recibido quejas. Hasta ahora.”

Avergonzado, Jax dio un paso hacia adelante. “¿Quien se va a quejar cuando estas dando excitación gratis?

Eso no es profesional.

Nosotros tenemos compradores y repartidores, entrando y saliendo de aquí todo el día.” Una de las cejas café de Logan se elevo. “¿Profesionales?” El vio alrededor. “Este es un

maldito rancho ganadero. Yo no veo ningún profesional aquí. Nosotros somos un montón de vaqueros.” “Yo nunca he visto a un vaquero que use los jeans de cintura-baja, que muestran la mitad de su maldita ingle, ¿sabes porqué? En lugar de concentrarse en el trabajo tratan de estar alrededor y

ver

un poco de un dulce de

hombre.”

Logan dio varios pasos hacia él llegando a estar a un par de centímetros de Jax. “Este soy yo. Es quien soy, y como me visto. Yo trabajo muy duro, pero si quieres despedirme por mostrar lo que Dios me dio, hazlo.” Logan paso su mano por el sexy jodido tatuaje en su pecho. “Quizás tu solo no quieras que otros vean lo que tu quieres en tu cama.”

Furioso, Jax se empujo contra el sudado pecho de Logan. “Entiende esto. Yo te contrate como un favor a mi hermano menor, pero puedo despedirte en un santiamén si sobrepasas tu posición.”

Destellando la asombrosa sonrisa de chico malo, Logan dio un paso atrás y levanto las manos. “Tu eres el jefe, Jefe.” El caminó de regreso al caballo en el que estaba trabajando y le levanto la pezuña de nuevo.

Jax no pudo evitar que sus ojos siguieran el culo de Logan cuando se inclino. Jodido provocador. Se dio media vuelta, caminó de regreso a la esquina del establo y derecho a su oficina. Se sentó en su silla y vio alrededor del cuarto. El realmente necesitaba limpiar el lugar. Una capa de polvo cubría todo y había telarañas

en

las

esquinas.

No

era

de

sorprenderse realmente, considerando que la oficina estaba en la esquina frontal del establo pero el sabía que había sido laxo con la limpieza. Su mente tenía muchas otras cosas en que ocuparse aparte del polvo y las arañas.

Jax reviso el calendario de trabajo. Al menos si alguien

entraba

pensaría

que

estaba

trabajando. Su mente se fue al primer día que llegó Logan Miller conduciendo una Harley negra con gris. “Nosotros necesitamos empezar con el heno la siguiente semana. Asegúrate que el equipo este en buena condición,” Jax le dijo a Neil. “Lo haré.”

El sonido de una motocicleta llego desde la entrada del rancho, la alta velocidad llamo su atención. “¿Qué...?” Jax abrió la puerta de la

oficina cuando la Harley llegaba a la siguiente puerta al establo. El reconoció la cara desde lejos, pero ese cuerpo. Estaba tan seguro como el infierno que no le pertenecía al chico de dieciocho

años

que

había

conocido

en

Montana.

Jax sintió su pene endurecerse cuando vio a Logan.

Dejando la moto, Logan sonrió y camino derecho a Jax. “Es bueno ver una cara familiar,” dijo. Logan jalo a Jax hacia el y lo abrazo. Los

brazos

de

Jax

automáticamente

se

acomodaron alrededor del nuevo empleado, sorprendido por los músculos bajo sus brazos. El casi se traga su lengua cuando el pene de Logan rozó contra el abdomen de Jax. ¿El también esta duro?

Jax dio un paso hacia atrás y lo vio hacia arriba. El siempre se había considerado a si mismo con estatura promedio con su un metro setenta y siete centímetros, pero Logan lo hacia sentir como un niño. “¿Cuando diablos había crecido?” La mayoría de la gente deja de crecer antes de los dieciocho años, pero Logan evidentemente se desarrollo tarde. El debió haber crecido por lo menos diez centímetros desde la última vez que lo vio. Logan lo deslumbro con la sonrisa de chico malo otra vez, cuando el abrió su negra chaqueta de piel. Con solo una delgada camiseta blanca de tirantes, el hombre tenía un increíble cuerpo que le gustaba mostrar. “¿Te gusta? He madurado un poco desde la ultima vez que fuiste a casa.”

“No mierda,” Jax dijo, antes de que pudiera detenerse, sus ojos bajaron hacia los más sexis jeans que hubiera visto. Mierda. Cinco minutos y ya se estaba metiendo en problemas.

Jax se giro hacia Neil quien estaba de pie con la boca abierta viendo a Logan. “Neil, muestra a Logan su cuarto en la barraca. Eres afortunado nosotros solo tenemos cuatro trabajadores incluyéndote a ti, así que tendrás tu propio cuarto.” Logan asintió y saco una gran bolsa de la parte de atrás de su moto. “Yo mande la mayoría de mis herramientas, deben de estar aquí en un par de días. Jax

asintió.

“Mientras

tanto,

nosotros

probablemente tendremos lo que necesitas. Ve

a la oficina una vez que te hayas instalado.” Jax señalo la puerta en la esquina del establo. Logan inclino su viejo sombrero de paja. “Lo haré”

Después de que Neil y Logan se alejaron, Jax regreso a su oficina. El presiono él talón de su mano contra el duro bulto en sus jeans. El dejar que su pene lo dominara lo había llevado aun desastroso amorío en el pasado, uno que había durado dos años demasiados largos. Jax sabía que el idiota no era bueno, pero maldición jodía como un sueño. El todavía estaba tratando de sanar la vergüenza que ese amorío le había causado. No había manera de que pudiera dejar que su pene dictara su vida amorosa. Logan era un empleado y el mejor amigo de Jakey, el se lo recordaba a si mismo. El sabía que ese iba a ser su mantra si el quería

sobrevivir a vivir y trabajar en el mismo rancho con ese hombre.

****

Unos golpes a la puerta lo sacaron de sus recuerdos. “Adelante.” Ezra se asomo a través del marco. “¿Tienes un minuto?” él jefe preguntó. “Claro, pero ya te diste cuenta que es tu propio lugar, ¿verdad? Tu no tienes que tocar antes de entrar en la oficina de tu propio rancho.” Jax dejo el calendario en el escritorio y le presto toda la atención a Ezra. “En primer lugar esta es tu oficina, mía es la casa. Yo nunca esperaría que tu solo entraras en la mía. Entonces lo agradezco ofreciéndote

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