Centro de Atención al Diabético. Instituto Nacional de Endocrinología. Calle 17 esquina a D, Vedado. La Habana. CP

Centro de Atención al Diabético. Instituto Nacional de Endocrinología. Calle 17 esquina a D, Vedado. La Habana. CP.10400. DIABETES TIPO 2 EN NIÑOS Y

4 downloads 11 Views 157KB Size

Recommend Stories


Calle Maiquez esquina con calle ibiza
Calle Maiquez esquina con calle ibiza UN ESPACIO PROPIO { La tendencia hacia viviendas más íntimas se ha convertido además de una formula necesari

CRA 2 CALLE 5 ESQUINA
RED PRESTADORA DE SERVICIOS 2016-2017 DEPARTAMENTO DEL TOLIMA MUNICIPIO IPS NIVEL DE COMPLEJIDAD DIRECCION IPS TELEFONO IPS SERVICIOS CONTRATADOS

ZONA No. Cod CP CP CENTRO POBLADO
ZONA 1 ZONA No. Cod CP CP CENTRO POBLADO 1 0001 PARCELA REF. EDELNOR 2 0030 URBANIZACION FLORESTA, LA (URB. PRO SEGUNDO SECTOR I ETAPA) 42

Museo Nacional de las Culturas Calle Moneda 13, Centro Histórico, México, D. F
Museo Nacional de las Culturas  Calle Moneda 13, Centro Histórico, México, D. F. 06060    La calle de Moneda se localiza en el costado norte del Palac

CARMEN LAFORET AL VOLVER LA ESQUINA
CARMEN LAFORET AL VOLVER LA ESQUINA Carmen Laforet Al volver la esquina Primera parte LA NOCHE TOLEDANA Digitalización y corrección por Antiguo

UNIVERSIDAD DE LA HABANA CENTRO DE INVESTIGACIONES MARINAS
UNIVERSIDAD DE LA HABANA CENTRO DE INVESTIGACIONES MARINAS HEREDABILIDAD Y CORRELACIONES GENETICAS Y FENOTIPICAS PARA CARACTERES DE CRECIMIENTO EN EL

Story Transcript

Centro de Atención al Diabético. Instituto Nacional de Endocrinología. Calle 17 esquina a D, Vedado. La Habana. CP.10400.

DIABETES TIPO 2 EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

Autores: Dr. Manuel Emiliano Licea Puig (*) Dra. Mirelkis Bustamante Teijido (**) Dra. Maritza Lemane Pérez (**)

(*) Especialista de 1ro. y 2do. Grado en Endocrinología. Profesor Auxiliar. Profesor Consultante. Investigador Titular. Investigador De Mérito. (**) Especialista de 1er. Grado en Endocrinología.

Correspondencia: Dr. Manuel E Licea Puig. Centro de Atención al Diabético. Calle 17 esquina a D, Vedado. Municipio Plaza. La Habana. CP. 10400. E-mail: [email protected]

1

RESUMEN Antecedentes: Existe un incremento sostenido en la incidencia de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) en personas Masculino Adolescentes Afro-Americanos, indígenas, hispanos Rara Común Común Frecuente Episódica

DIAGNÓSTICO En el cuadro 1 se muestra las características clínicas principales que identifica a la DM2 en niños y adolescentes. Los criterios diagnósticos de la DM, atendiendo a los valores de glucemia en ayunas y 2 horas después de una sobrecarga de glucosa, propuesto por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) para el niño y el adolescente, se muestran a continuación (86). ƒ

Glucemia alterada en ayunas (GAA): ≥ 6,1 y < 7,0 mmol/L.

ƒ

Tolerancia a la glucosa alterada (TGA): Glucemia en ayunas < 7 mmol/L y 2 horas después de una sobrecarga con glucosa entre 7,8 y 11,1 mmol/L.

ƒ

Diabetes mellitus (DM): Glucemia en ayunas ≥ 7 mmol/L o glucemia 2 horas

después

de

una

sobrecarga

con

la

glucosa



11,1

mmol/L.

16

Tanto en las personas con factores de riesgo asintomáticas o con síntomas y signos clínico moderados, el estudio complementario incluye, la determinación de glucemia en

ayunas y postprandial, HbA1c,

determinación algunos anticuerpos dirigidos las

insulinemia,

contra algunas

péptido C,

proteínas

de

células β, como los anticuerpos contra las células β (ICA), descarboxilasa

de ácido glutámico [GAD65] ) y la tiroxina fosfatasa (IA2), el perfil lipídico y la excreción urinaria de albúmina (EUA). Si es necesario se indicará cetonemia y cetonuria, en dependencia del cuadro clínico, ya que un tercio de las personas con DM2 en estos grupos de edades pueden presentar cetoacidosis en el momento del diagnóstico. Por otro lado, se ha descrito que del 20-25% de los diabéticos tipo 1 en estas edades son obesos en el momento del diagnóstico (13,15), Todo lo anterior confirma que en ocasiones se hace muy difícil clasificar a estos pacientes en el momento del diagnóstico. . En general, parece ser que los niños y adolescentes con DM2 presentan menores niveles de hiperglucemia y niveles significativamente mayores de insulinemia y péptido C cuando se comparan con los afectados de DM1, y que desarrollan con menos frecuencia cetonuria y cuando se presentan estados de acidosis estos son menos intensos (8,29,87). No parece que los niños y adolescentes afectados de DM2, tengan evidencias serológicas de autoinmunidad pancreática (8,29,87). En las adolescentes que se sospeche un SOP se indicarán los estudios necesarios para confirmar el diagnóstico. En todos los pacientes debe realizarse determinación de EUA para descartar una nefropatía diabética incipiente y examen oftalmológico para descartar la presencia de retinopatía diabética, complicaciones que pueden estar presentes en el momento del diagnóstico clínico (13,76,78,82,83). Se debe realizar perfil lipídico ya que se ha descrito en algunos casos al debut de la DM2 hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia (76 ). Se debe identificar la presencia de trastornos emocionales brindar una asesoría psicosocial en estos casos. Se impone brindar una asesoría nutricional y de las actividades física individualizada

17

El seguimiento a partir del diagnóstico, en aquellos que están asintomático y que logran un buen control (HbA1c < 7%) con dieta y ejercicio, se le realizará glucemia en ayunas y postprandial y HbA1c cada 3 meses. En los que presentan síntomas moderados sin cetonuria y cetonemia, el seguimiento será similar a lo señalado anteriormente. Si se confirma valores de glucemia > 15 mmol/L En aquellos con hiperglucemia > 15 mmol/L el seguimiento será mensual hasta lograr un buen control metabólico, continuando posteriormente con controles cada 3 meses. En los adolescentes se debe erradicar el hábito de fumar y la ingestión de bebidas alcohólicas. La meta del tratamiento, independientemente de la modalidad terapéutica (dieta, ejercicio, compuestos orales o insulina), será lograr y mantener los niveles de glucemia lo más cercano a la normalidad y los de HbA1c < 7%. Anualmente se determinará glucemia en ayunas y postprandial, los niveles de EUA, creatinina, filtrado glomerular, perfil lipídico y examen oftalmológico para descartar la presencia de retinopatía. Si se consta anormalidades en el perfil lipídico y en los niveles de EUA (≥ 30 mg/24 horas), se repitiran estas determinaciones cada tres meses.; lo que permitirá evaluar el resultado de la intervención terapéutica en los mismos. Es importante realizar una evaluación clínica completa insistiendo en la presencia de signos clínicos de insulinorresistencia (ej. Acantosis nigrican), hipertensión arterial u otras complicaciones o co-morbilidades.

TRATAMIENTO Prevención. En los niños y adolescentes se puede intentar prevenir la DM2 actuando sobre los factores de riesgo modificables. Evidentemente, la vida moderna ha determinado en gran medida el fomento de la inactividad física, al prestarle mayor interés (largas horas) en estos grupos de edades a la televisión, los videos-juegos y la

18

computadora, al tiempo que disminuye la educación física en las escuelas y la práctica de ejercicio individual. Por tanto, es muy importante incorporar la actividad física a la vida de estas personas, la que no tiene que ser necesariamente la práctica organizada de un deporte en particular. Estos programas pueden incluir: ir y regresar de la escuela caminando, andar en bicicleta, usar las escaleras en vez del ascensor y limitar el uso de video juego, televisión y la computadora a 1-2 horas diarias. Es recomendable la práctica de ejercicio sistemático durante 30-60 minutos diariamente. Debe erradicarse los malos hábitos nutricionales, eliminando el consumo excesivo de alimentos hipercalóricos, los carbohidratos refinados, y las grasa saturadas. Aconsejar el consumo de: grasa no saturadas, fibra dietética, frutas, vegetales y un aporte adecuado de proteínas, para lograr una nutrición más balanceada y sana que permita una maduración sexual y un crecimiento y desarrollo normal. En los planes de alimentación deben participar el paciente, los familiares, la dietista y/o nutricionista, la enfermera, el educador, el trabajador social, el psicólogo y el médico. Debemos insistir en la importancia del papel de la alimentación en el control del peso corporal, de la glucemia y del perfil lipídico. La dieta debe ser individualizada en dependencia de la edad, sexo, actividad física y eventos fisiológicos. Es importante, el desarrollo de programas de prevención dirigidos a fomentar la practica de ejercicios, con un concepto multidisciplinario, como se señaló en el párrafo anterior. El ejercicio físico además de influir positivamente en el control del peso, mejora la sensibilidad a la insulina (86,88). Las actividades grupales y los campamentos de convivencia son de gran ayuda en obtener las metas trazadas. Actualmente es motivo de discusión cual debe ser el tratamiento ideal para los niños y adolescentes portadores de DM2. Si tenemos en consideración que la mayoría de estas personas son obesas, se impone modificar los hábitos y estilos de vida, siempre con un enfoque multidisciplinario para lograr el cumplimiento del

19

tratamiento y elevar su nivel de educación diabetología.. Si con las acciones antes citadas no se logra conseguir niveles de glucemia en ayunas ≤ 120 mg/dl y de HbA1c < 7%,

se debe

recurrir al tratamiento farmacológico. Por lo general,

menos del 10% de los pacientes tratados solamente con dieta y ejercicio, logran un control estricto de los niveles de glucemia.

Tratamiento farmacológico. El tratamiento estará dirigido a mejorar la sensibilidad a la insulina, proporcionar una maduración sexual y un crecimiento y desarrollo normal, así como educarlo para que sean capaces - paciente y familiares - de desarrollar las habilidades necesarias para su autocontrol. Aquellas personas con hiperglucemia severa (> 15 mmol/L), sin o con cetosis o cetoacidosis deben ser hospitalizar y se debe iniciar tratamiento con insulina o análogos de la insulina, adaptando las dosis a las necesidades individuales de cada caso en particular. A veces es necesario mantener esta terapia por un tiempo prolongado (meses o años), antes de valorar el cambio a la terapia con fármacos orales, que mejoren la sensibilidad a la insulina o los reguladores prandiales. Por lo general, la administración de dos dosis de insulina de acción intermedia o mezclada con insulina de acción corta logra controlar la hiperglucemia. Si es necesario, se indicará tratamiento con dosis múltiple de insulina, siempre monitorizando los niveles de glucemia pre-prandiales y antes de acostarse. El objetivo es lograr niveles de glucemia lo más cercano posible a lo normal sin causar hipoglucemia

(90). La Asociación Americana de Diabetes (ADA)

recomienda como metas del tratamiento, las siguientes (86) ƒ

Glucemia en ayunas: 80-120 mg/dl (4,5-6,7 mmol/L).

ƒ

Glucemia al acostarse: 100-140 mg/dl (5,5-7,8 mmol/L).

ƒ

HbA1c: < 7%.

En aquellos con síntomas clínicos y niveles de glucemia moderados, la metformina será la terapia farmacológica oral de elección en estas personas, teniendo en consideración la amplia experiencia que existe en el tratamiento de la DM2 y del

20

síndrome metabólico

en los adultos. Se indicará cuando logremos un control

óptimo de la glucemia y el paciente este libre de síntomas. Este medicamento tiene entre sus ventajas el retardo de la hidrólisis y la absorción de los carbohidratos complejos, no ocasionar hipoglucemias, no aumentar el peso corporal, mejorar en parte el perfil lipídico (disminuye los niveles de LDL y de triglicéridos), no inducir a la ganancia de peso (3,91-93) y actuar sobre la resistencia insulínica.

Su seguridad y efectividad ha sido suficientemente

evaluada. Jones y cols. (94) comunican que los adolescentes responden a esta terapia de forma similar a lo que ocurre en los adultos, mejorando los niveles de HbA1c y de glucemia en ayunas, opinión que es compartida por otros autores (95). Puede valorarse la terapia con metformina en aquellos que no logren mantener un buen control metabólico con la dieta y el ejercicio, si son obesos (en particular a predominió abdominal), y si además se comprueba la presencia de resistencia insulínica.

Como

efectos

indeseables

se

ha

comunicado

síntomas

gastrointestinales, los que suelen desaparecer con el tiempo de uso. El tratamiento con sulfonilureas aumenta la secreción de insulina endógena en los diabéticos tipo 2, pero tiene el inconveniente de la posibilidad de ocasionar hipoglucemia, estimular el apetito y aumentar el peso corporal. Esta modalidad terapéutica es menos atractiva si tenemos en consideración que la mayoría de estas personas están en sobrepeso o

son obesos. Algunos pediatras y

endocrinólogos la utilizan como drogas de segunda línea, en aquellos que no toleran la metformina. Otros asocian las sulfonilureas a la metformina, cuando esta última no es capaz conjuntamente con la dieta y el ejecicio obtener un buen control metabólico (HbA1c < 7%). Otras alternativas terapéuticas teóricas serian el uso de las tiazolidinedionas (rosiglitazona y pioglitazona), los inhibidores de las alfas-glucosidasas (acarbosa, meglitone) y la terapia basada en las incretinas. Estos fármacos no están exentos de efectos secundarios y las experiencias de su uso en edades pediátrica son muy escasas, por lo que no lo recomendamos en este grupo de edades.

21

Debe tenerse presente el tratamiento de las co-morbilidades acompañante de la DM2, como son: la dislipidemia y la hipertensión arterial, condiciones que coexisten con frecuencia con la DM2 y constituyen factores de riesgo cardiovascular. Las metas a alcanzar en relación con los lípidos son las siguientes: lipoproteínas de baja densidad (LDL) < 100 mg/dl (2,60 mmol/L), lipoproteínas de alta densidad (HDL) > 35 mg/dl (0,90mmol/L) y de triglicéridos < 150 mg/dl (1,7 mmol/L). Estas determinaciones se deben realizar al momento del diagnóstico de la DM2 y posteriormente cuando el paciente este controlado metabolitamente. De confirmarse valores normales se determinará anualmente. Si los valores de LDL son > 100 mg/dl (2,60 mmol/L) se recomienda como tratamiento una dieta saludable individualizada y la practica sistemática de ejercicio. Si después de seis meses con estos procedimientos no se logra un control óptimo de la dislipidemia debe valorarse el uso de los inhibidores D3-hidroxi-3-metilglutaril CoA reductasa (estatinas) si los niveles de LDL están entre 130-159 (3,35-4,10 mmol/L). Cuando los valores son ≥ 160 mg/dl (4,15 mmol/L) debe comenzarse el tratamiento con estatinas (96). Se considera la presencia de hipertensión arterial sistólica y diastólica, cuando los valores de presión arterial sean > 95 percentil para la edad y sexo, medidas en tres días diferentes (61). Es de obligatorio cumplimiento la medición de la presión arterial en cada visita médica y en caso de confirmarse hipertensión arterial tratarla agresivamente, preferentemente con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o con los bloqueadores de los canales de calcio (96,97). El control de la hipertensión arterial puede disminuir la progresión de las complicaciones microangiopáticas

(retinopatía

y

nefropatía)

y

las

neuropáticas

y

las

macroangiopáticas que pueden aparecer en la edad adulta

DIAGNÓSTICO PRECOZ DE LA DM 2 EN NIÑOS Y ADOLESCENTES. Si tenemos en consideración que aproximadamente un tercio de los niños y adolescentes que padecen DM2 son asintomáticos, nos obliga a la búsqueda activa de esta afección en poblaciones de riesgo. En el Consenso de la Asociación

22

Americana de Diabetes sobre la DM2 en niños y adolescentes (86) se recomendó que aquellos que posean dos o más factores de riesgo (antecedentes familiares de 1ro. y 2do. grado de DM2, raza/étnia de riesgo, signos de resistencia insulínica o condiciones asociadas con la resistencia insulínica), deben ser examinados cada dos años, en particular, a partir de los 10 años de edad o el comienzo de la pubertad. El examen debe incluir glucemia en ayunas y 2 horas después de una sobrecarga oral de glucosa y glucemias al azar. Durante la pubertad hay un periodo de resistencia insulínica inducido particularmente por el aumento de la secreción de GH y IGF-1 que contribuye al desarrollo de DM2 en estos grupos de edades. A pesar de lo antes señalado, se han descrito casos de DM2 en niños menores de 10 años de edad, por lo que se recomienda en los niños y niñas con < 10 años de edad

con factores de alto riesgo de DM2

deben estudiados. En esta

evaluación se debe incluir otros factores que podrían influir en el desarrollo de la DM2, como son: presión sanguínea, obesidad, distribución del tejido adiposo, antecedentes familiares de 1er. grado de DM2, nivel socioeconómico, acantosis nigricans y SOP

(96,97).

23

Figura 2. Esquema para clasificar la diabetes mellitus tipo 2 en niños y adolescentes

OBESOS

SI

NO

PÉPTIDO C / INSULIN A AYUNAS

AUTOANTICUERP OS

NO

ALTO

BAJO PÉ PTIDO C / INSULINA

SI

AUTOANTICUERP OS

SI DM tipo 2

Inmuno modulada Tipo 1

NO

BAJO

Tipo 1 idiop átia/ o MODY

ALTO

DM tipo 2

Inmunomodul ada Tipo 1

24

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Colectivo de autores. Epidemiología de la diabetes mellitus. En: Sierra ID, Mendivel CO, Hernández B, Pérez CU, Díaz A, Márquez G y cols. Hacia el manejo práctico de la diabetes tipo 2. Bogota. Novonordisk 2005; 1-9. 2. Glaser NS, Jones KL. Non-insulindependent diabetes mellitus in children and adolescents. Adv Pediatr 1996; 43:359-396. 3. Glaser NS. Non-insulin dependent diabetes mellitus in childhood and adolescents. Pediatr Clin North Am 1997; 44:307-337. 4. Kaufman FR. Diabetes in children and adolescents. Med Clin North Am 1998; 9:194-199. 5. Molnar D. The prevalence of metabolic syndrome and type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. Intern J Obesity 2004; 28 (Suppl 3):570-574. 6. Pinhas-Hamiel O, Zeitler P. The global spread of type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. J Pedriatr 2005; 146:693-700. 7. Mac Mahon SK, Haynes A, Ratman N, Grant MT, Carne CL, Jones TW, Davis EA. Increase in type 2 diabetes in children and adolescents in Western Australia. Med Aust 2004; 180:459-461. 8. Cali AM, Caprio S. Prediabetes and type 2 diabetes n youth: an emerging epidemic disease? Curr Opin Endocrinol Diabetes Obes 2008; 15:123-127. 9. Ferranti SD, Osganian SK. Epidemiology of paediatric metabolic syndrome and type 2 diabetes. Diab Vasc Dis Res 2007; 4:285-286. 10. Reisman D. Mild diabetes in children. Am J Med Sci 1916;151:40-45. 11. Kaufman FR. Type 2 diabetes mellitus in children and youth: a new epidemic. J Pediat Endocrinol Metab 2002; 15 (Suppl 2): 737-744. 12. Fagot-Campagne

A, Pettitt DJ, Engelgau MM, Burrows NR, Geiss LS,

Valdez R, Rosenbloom AL, Joe JR, Young RS, Winter WE. Emerging epidemic of type 2 diabetes in youth. Diabetes Care 1999; 22:345-354. 13. Beckles GL, Gregg EW, Williamson DF, Narayan KM. Type 2 diabetes among North American children and adolescents: and epidemiological review and public health perspective. J Pediatr 2000; 136:664-672.

25

14. Neufeld N, Raffel L, Landon C. Early presentation of type 2 diabetes in Mexican-American youth. Diabetes Care 1998; 21:80-86. 15. Silverstein JH, Rosenbloom AL. Type 2 diabetes in children. Curr Sci Report 2001; 1:20-30. 16. Dabelea D, Hanson RL, Bonett PH, Roumain J, Knowler WC, Pattitt DJ. Increasing prevalence of type II diabetes in American Indian children. Diabetologia 1998; 41:904-910. 17. Freedman DS, Serdula MK, Percey CABallew C, White L. Obesity, level of lipids and glucose, and smoking among Navajo adolescents. J Nut 1997; 127 (Suppl 10):2120-2127. 18. Acton KJ, Burrow NR, Moorek A, Querec L, Geiss LS, Engelgau MM. Trends in diabetes prevalence among American Indian and Alaska native children, adolescents and young adults. Am J Public Health 2002; 92:14851490. 19. Dean HJ, Young TK, Flett B, Wood-Steiman P. Screening of type 2 diabetes in aboriginal children in northern Canada. Lancet 1998; 352:1523-1524. (19) 20. Libman IM, Arslanian SA. Diabetes mellitas tipo 2: No es solamente una enfermedad de los adultos. Rev Asoc Latioamer Diabetes 2000; VIII:6-12. 21. Broyda V, Craig ME, Crock P, Hower NJ. Incidence of type 2 diabetes in children and adolescents in New South Wales and the Australian Capital Territory. Diabetes 2003; 52 (Suppl 1):402 A. (Abstract). 22. Peterson K, Silverstein J, Kufman F, Warren-Boulton E. Management of type 2 diabetes in youth: An update. Amer Fam Physicians 2007; 658-666. 23. Pinhas-Hamiel O, Danadian K. A weighty problem: diagnosis and treatment on type 2 diabetes in adolescents. Diabetes Spectrum 1997; 10:292-297. 24. Wei JN, Sung FC, Lin CC, Lin RS, Chiang CC, Chuang LM. National surveillance for type 2 diabetes mellitus in Taiwanese children. JAMA 2003; 290:1345-1350. 25. Likitmaskul S, Kiattisathavee P, Chaichanwatanakul K, Punnakanta I, Angsusingha K, Tuchinda C. Increasing prevalence of type 2 diabetes

26

mellitus in Tai children and adolescents associated with increasing prevalence of obesity. J Pediatr Endocrinol Metab 2003; 16:71-77. 26. Pinhas-Hamiel O, Dolan LM, Daniels SR, Standiford D, Khoury PR, Zeitler P. Increased incidence of non insulin dependent diabetes mellitus among adolescents. J Pediatr 1996; 128:608-615. 27. Hale DE., Danney KM. Non insulin dependent diabetic in Hispanic youth (type 2y). Diabetes 1998; 47 (Suppl 1):82 (Abstract). 28. Glaser NS. Non-insulin-dependent diabetes mellitus in childhood and adolescence. Pediatr Clin North Am 1997; 44:307-337. 29. Urakami T, Kubota S, Nitadori Y, Harada K, Owada M, Kitagawa T. Annual incidence and clinical characteristics of type 2 diabetes mellitus in children as detected by urine glucose screening in Tokyo metropolitan area. Diabetes Care 2005; 28:1876-1881. 30. Fagot-Campagna A. Emergence of type 2 diabetes mellitus in children: epidemiological evidences. J Pediatr Endocrinol Metab 2000; 13 (Suppl 6): 1395-1402. 31. Kadiki OA, Reddy MR, Marzouk AA. Incidence of insulin-dependent diabetes (IDDM) and non-insulindependent (NIDDM) 0-34 years at onset in Benghazi, Libya. Diabetes Res Clin Pract 1996; 32:165-173. 32. Ethisham S, Hattersley AT, Dunger DB, Barret TG, For the British Society for Pediatric Endocrinology and Diabetes Clinical Trial Group. Firth UK survey of paediatric type 2 diabetes and MODY. Arch Dis Child 2004; 89:526-529. 33. Arslanian SA. Type 2 diabetes mellitus in children: pathophysiology and risk factors. J Pediatr Endocrinol Metab 2000; 13 (Suppl 6):1385-1394. 34. Sinha R, Fisch G, Teague B. Prevalence of impaired glucose tolerance among children and adolescents with marked obesity. N Engl J Med 2002; 34:254-262. 35. Liu I, Hironata K, Pihoker C. Type 2 diabetes in youth. Curr Probl Pediatr Adolesc Health Care 2004; 34:254-272.

27

36. Porto D. Jr. Banting Lecture 1990: ß cells in type II diabetes mellitus. Diabetes 1991; 40:166-180. 37. Islam-Zwart K, Cawston A. Investigation of factors contributing to diabetes risk in American Indian/Alaska native youth. Am Indian Alaska Native Ment Health Res 2008; 14:45-58 38. Lev-Ran A. Thrifty genotype how applicable is it to obesity and type 2 diabetes? Diabetes Rev 1999; 43:205-209. 39. Kahn CR. Banting Lecture. Insulin action, diabetogeneses, and the cause of type II diabetes. Diabetes 1994; 43:1066-1084. 40. Elbein SC. Hoffman MD, Bragg KL, Mayorga Ra. The genetic of NIDDM. An update. Diabetes Care 1994; 17:1523-1533. 41. Arslanian SA. Type 2 diabetes mellitus in children: clinical aspects and risk factors. Horm Res 2002; 57 (Suppl 1):19-28. 42. Danadian K, Balasekaran G, Lewy V, Meza M, Robertson M, Arslanian SA. Insulin sensitive in African-American children with and without family history of diabetes type 2 diabetes. Diabetes Care 1999; 22:1325-1329. 43. Phillips DI. Birth weight and the future development of diabetes. A review of the evidence. Diabetes Care 1998; 21 (Suppl 2):150-155. 44. Marcovecchio M, Mohn A, Chiarelli F. Type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. J Endocrinol Invest 2005; 28:853-863. 45. Bibbing-Domingo K, Coxon P, Pletcher MJ, Lightwood J, Goldman L. Adolescents overweight and future adult coronary Herat disease. New Engl J Med 2007; 357:2371-2379. 46. van Dam RM, Willett WC, Manson JE, Hu FB. The relationship between overweight in adolescence and premature death in women. Ann Intern Med 2006; 145:91-97. 47. Deckellbaum RT, William CL. Childhood obesity. The health issue. Obese Res 2001; 9 (Suppl 4):239-243. 48. Rocchini AP. Childhood obesity and diabetes epidemic. N Engl J Med 2002; 346:854-855.

28

49. Olshansky SJ, Passaro DJ, Hersshow RC, Layden J, Cames BA, Brudy J, et al. A potential decline in life expectancy in the United State in the 21 st century. N Engl J Med 2005; 352; 1138-1145. 50. Roser CB, Federman DG, Kashaf SS. Whittling Hawaii to obesity and overweight. small lifestyle changes can have the biggest. Postgrad Med 2005; 117:31-34 - 37-40. 51. Mokdad AH, Serdula MK, Dietz WH, Bowman BA, Marks JS, Soplan JP. The spread of the obesity epidemic in the United State, 1991-1998. JAMA 1999; 282:1519-1522. 52. Sturm R. The effects of obesity, smoking and problem drinking on chronic medical problems and health care cost. Health Affair 2002; 21:245-253. 53. Capiro S, Bronson M, Sherwin RS, Rife F, Tarborlane WV. Co-existence of severe insulinresistence and hiperinsulinemia in pre-adolescents obese children. Diabetologia 1996; 39:1489-1487. 54.Vaughan TB, Ovalle F, Moreland E. Vascular disease in paediatric type 2 diabetes: the state of the art. Diabetes Vas Dis Res 2007; 4:297-304. 55. Weild Vanderbecken S, Froguel P. Understanding the rising incidence of type 2 diabetes in adolescence. Arch Dis Child 2004; 89:502-505. 56. Danadian K, Balasecaran G, Lewy V, Meza MP, Robertson R, Arslanian SA. Insulin sensitivity in African-American children with and without family history of type 2 diabetes. Diabetes Care 1999; 22:1325-1329. 57. Cabeza OR, Argente J. Diabetes mellitus en la infancia: una enfermedad heterogénea. Med Clín (Barc) 2007; 128:627-633. 58. Ong KL, Dungen DB. Thrifty genotypes and phenotypes in the pathogenesis of type 2 diabetes mellitus. J Pediatr Endocrinol Metab 2000; 13:1419-1424. 59. Gutin B, Islam S, Manda T, Cucuzzo N, Smith C, Stachura ME. Relation of percent-age of body fat and maximal aerobic capacity to risk factor for atherosclerosis and diabetes in black and white seven to eleven year old children. J Pediatr 1994; 125:847-852.

29

60. Arslanian S, Suprasongin C, Janosky J. Insulin secretion and sensitivity in black versus white prepuberal healthy children. J Clin Endocrinol Metab 1997; 82:1923-1927. 61. Arslanian S. Insulin secretion and sensitivity and sensitivity in healthy African American vs American white adolescents. J Pediatr 1996; 129:440444. 62. Hidmarsh P, Di Silvio L, Pringle PJ, Kurtz AB, Broo KCG. Changes in serum insulin concentration during puberty and their relationship to growth hormone. Clin Endocrinol (Oxf) 1988; 28:381-388. 63. Lewy V, Danadian K, Witchel SF, Arslanian SA. Early metabolic abnormalities in adolescents with polycystic ovarian syndrome (PCOS). Pediatr Res 1999; 45:93 A. 64. Dabelea D, Knowler WC, Pettit DJ. Effects of diabetes in pregnancy on offspring: follow-up research in the Pima Indians. J Materm Fetal Med 2000; 9:83-88. 65. Caushi S, Meyie D, Choquet H, Deghmoun S, Durand E, Caget S, Lecoeur C, Froguel P, Levy-Marchal C. TCF 7L2 rs 7903146 variant does not associate with smolleress for gestational age in the French population. BMC Med Genet 2007; 8:37-42. 66. Levy-Marchal C, Czemichow P. Small for gestational age and the metabolic syndrome: which mechanism is suggested by epidemiological and clinical studies? Horm Res 2006; 65: (Suppl 3): 123-130. 67. Csemus K, Lanyi E, Erhardt E, Molnar D. Effect on childhood obesity-related cardiovascular risk factors on glomerular and tubular protein excretion. Eur Pediatr 2005; 164:44-49. 68. Hiller TA, Pedulak L, Schmidt MM, Mullen JA, Charles MA, Pettit DJ. Childhood obesity and metabolic imprinting the ongoing effects of maternal hyperglycemias. Diabetes Care 2007; 30:2287-2292. 69. Barker DJ. The fetal origins of adult hypertension. J Hypertens 1992; 10:S39-S44.

30

70. Barker DJ, Hales CN, Fall CH, Osmond C, Phipps K, Clark PM. Type 2 (non-insulin-dependent) diabetes mellitus, hypertension, and hyperlipidemia (syndrome X): relation to reduced fetal growth. Diabetologia 1993; 36:62-67. 71. Ibañez L, Potau N, Francois I, de Seher F. Precocious puberty, hyperinsulinism and ovarian hyperandrogenism in girls: relation to reduced fetal growth. J Clin Endocrinol Metab 1998; 83:3358-3362. 72. Phipps K, Barrer DJP. Fetal growth and impaired glucose tolerance in men and women. Diabetologia 1993; 36:225-228. 73. García J. Factores perinatales asociados al síndrome metabólico en niños y adolescentes

obesos.

Trabajo

de

Terminación

de

Residencia

en

Endocrinología. (Tesis Doctoral). Instituto Nacional de Endocrinología. La Habana. 2007. 74. Pietrobelli A, Malavolti M, Battistini NC, Fuiano N. Metabolic syndrome: A child is not a small adult. Int J Pediatr Ches 2008; 3 (Suppl 1):67-71. 75. Argote J. Prevalencia y factores de riesgos asociados al síndrome metabólico en niños y adolescentes obesos del municipio Marianao. Trabajo de Terminación de Residencia en Endocrinología. (Tesis Doctoral). Instituto Nacional de Endocrinología. La Habana. 2007. 76. Eppens MC, Craig ME, Cusumano J, Hing S, Chan AKF, Howard NJ, Silink M, Donagghue KC. Prevalence of diabetes complications in adolescents with type 2compared with type 1. Diabetes Care 2006; 29:1300-1306. 77. Kim YI, Kim CH, Choi CS, Chung YE, Lee MS, Lee SI, Park JY, Hong SK, Lee KU. Microalbuminuria is associated with the insulin resistance syndrome independent of hypertension and type 2 diabetes in the Korean population. Diabetes Res Clin Pract 2001; 52:145-152. 78. Yip J, Mattock MB, Morocutti A, Sethi M, Trevisan R, Viberti G. Insulin resistance in insulin-dependent diabetes patients with microalbuminuria. Lancet 1993; 342:883-887. 79. Kousta E, Franks S. El síndrome del ovario poliquístico en mujeres con diabetes. Diabetes Voice 2006; 51: 23-25.

31

80. Kousta E, Tolis G, Franks S. Polycystic Ovary Syndrome. Revised diagnostic criteria and long-term health. Hormones 2005; 4:133-147. (80) 81. Kim YI, Kim CH, Choi CS, Chung YE, Lee MS, Lee SI, Park JY, Hong SK, Lee KU. Ibañez L, Potau N, Marcos MV, de Seher F. Exaggerated adrenarche and hyperinsulinism in adolescent girl born small gestational age. J Clin Endocrinol 1999; 84: 4739-4741. 82. Ettinger LM, Freeman K, Dimartino-Nardi JR, Flynn JT. Microalbuminuria and abnormal ambulatory blood pressure in adolescents with type 2 diabetes mellitus. J Pediatr 2005; 147:67-73. 83. Shultz CJ, Konopelska-Bahu T, Dalton RN, Carroll TA, Stratton I, Gale EA, Neil

A,

Dunger

DB,

Oxford

Regional

Prospective

Study

Group

Microalbuminuria prevalence varies with age, sex, and puberty in children with type 1 diabetes followed from diagnosis in a longitudinal study. Diabetes Care 1999; 22:495-502. 84. Filho JAF, Nathan BM, Palmert MR, Katiriji B. Diabetic amyotrophic in an adolescents responsive to intravenous immunoglobulin. Muscle Nerve 2005; 32:818-820. 85. Levitt Katz LE, Swami S, Abraham M, Muphy KM,Jawad AF, Mc knightMenci H, Berkowitz R. Neuropsychiatry disorders at presentation of type 2 diabetes mellitus in children. Pediatr Diabetes 2005; 6:84-89. 86. American Diabetes Association. Type 2 diabetes in children and adolescents. Diabetes Care 2000; 23:381-389. 87. Scott CR, Smith JM, Cradock MM, Pihoker C. Characteristics of youth onset non-insulindependent diabetes mellitus and insulin dependent diabetes mellitus a diagnosis. Pediatric 1997; 100:84-91. 88. United State Department Health and Human Service. The surgeon General´s call to action to prevent and decrease overweight and obesity. Washington, D.U.: US. Department of Health Human Service, Public Health Service, Office of Surgeon General, Goverment Printing Office; 2001. 89. ZuhriYafi MI, Brosnan PG, Hardin DS. Treatment of type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. J Pediatr Endocrinol Metab 2002; 15 :541-546.

32

90. Zeitler P. Type 2 diabetes in children and adolescents: Clinical features. Obesity Management 2007; 3:170-173. 91. Jacobson E, Levitsky L. Oral agents in managing diabetes mellitus in children and adolescents. Pediatr Clin North Am 2005; 52:1689-1689. 92. Miller JL, Silverstein JH. The management of type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. J Pediatr Endocrinol Metab 2005; 18:111-123. 93. Jones KL. Treatment of type 2 diabetes mellitus in children. JAMA 2002; 287:716-726. 94. Jones K, Arslanian S, McVie R. Metformin Paediatric Group. Metformin improve glycaemia control in children with type 2 diabetes (Abstract). Diabetes 2000; 49 (Suppl 1):A75. 95. Silverstein JH, Rosenbloon AL. Treatment of type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. J Pediatr Endocrinol Metab 2000; 13 (Suppl 6):1403-1409. 96. Rosenbloom AL. Type 2 diabetes in children. Diagn Endocrinol Immunol Metab 2000; 18:139-160. 97. Silverstein JH, Rosenbloom AL. Diabetes tipo 2 en niños. Current Diabetes 2002; 1:20-30.

33

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.