Cibervotante: El desafío de acercar la urna al electorado. El caso chileno y su deuda histórica

Cibervotante: El desafío de acercar la urna al electorado. El caso chileno y su deuda histórica. Luis Felipe Vergara Maldonado Facultad de Comunicacio

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Cibervotante: El desafío de acercar la urna al electorado. El caso chileno y su deuda histórica. Luis Felipe Vergara Maldonado Facultad de Comunicaciones Universidad Andrés Bello, Chile. Abstract On October 5, 1988, Chile recovered democracy after 17 years of military dictatorship. That day, all the people enrolled in the electoral records attend to the polling places to vote for the continuity of Pinochet for 8 more years or for the option of having free elections the following year. At that time, 7.251.000 of 8 million people voted, that is 90% of people of age of majority. Everybody went to exercise their right to vote. It is been 25 years since that happened. In those days, the vote was voluntary, but it was obligatory to enrolled in the lists to vote. Today, Chile has an automatic registration, with voluntary vote. We now possess an electoral register that exceed 13.5 million people, however, in the elections of 2013, only 6.6 million voted – 48.8% of the register- less than the voters of 25 years ago. The reasons people are not voting are different, from the dissatisfaction towards the political class to the social lack of motivation. People see that nothing is changing and there is a lack of civic consciousness. There are also other facts that can explain this electoral crisis; one of those is that people have no easy access to the places where the process takes place. Today in Chile, elections occur only in one day, mostly Sundays, where voters must go to the polling places (some of them very far from their homes), they have to expend money in transportation (US$2) and dedicate almost 3 hours to the process. In 25 years, Chile has not updated its way of voting and technology has not joined the process. This presentation will try to demonstrate how, with an updated electoral process, the percentage of abstention could diminish. One good example could be the creation of an electronic vote or a "cybervote" as I venture to name it. Nowadays, we can make almost everything from our mobile devices, since load fuel pay taxes, till selling and buying stocks, whatever we want. But to vote, we still need a pencil and go to the places where ballot boxes are. The current society is always interconnected and most of the Chilean population is technologically native. We use a keyboard to communicate, our papers are tablets and our vote is a "send" not a stamp that closes our suffrage. If nothing is done to improve the process or to modify it, the Chilean government will not be able to increase the number of electors. This is the challenge for the near future.

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Resumen El 5 de octubre de año 1988, Chile recupera la democracia después de 17 años de dictadura militar, aquel día todo los inscritos en los registros electorales se volcaron a las urnas para sufragar ya sea por la continuidad de Pinochet por ocho años más o por la opción de elecciones libres al año siguiente. En esa oportunidad votaron 7.251.000 personas, de los 8 millones que podían hacerlo, o sea un 90% de los mayores de edad ejercieron ese mítico día su derecho a sufragio. De aquella fecha ya han pasado más de 25 años. Hoy con un sistema electoral bastante similar en la manera de votar –no así en su composición donde entonces el voto era obligatorio con inscripción voluntaria, y hoy el voto voluntario con inscripción automática-, contamos con un padrón electoral que supera los 13,5 millones de personas; sin embargo en la elección del año 2013 sólo sufragaron 6,6 millones de electores (48,8% del padrón); aún menos que hace 25 años atrás. Aunque las razones que se esgrimen son varias, partiendo por el descontento hacia la clase política, la desmotivación social de sentir que nada cambia y una falta de consciencia cívica; hay otros antecedentes que profundizan esta crisis electoral y que redundan en la poca o nula facilidad que tienes los ciudadanos de poder votar. Hoy todas las elecciones se concentran en un día domingo, donde el ciudadano debe dirigirse a los locales de votación (muchos muy equidistantes de su domicilio), gastar en traslados (dos dólares) y dedicarle cerca de tres horas de su tiempo a este derecho en su día de descanso. Chile en 25 años no ha modernizado su formato de sufragio, la tecnología no se ha integrado a las elecciones. Esta presentación pretende mostrar cómo con una modernización de nuestros procesos electorales el porcentaje de abstención puede cambiar y con ello me refiero principalmente al voto electrónico o al cibervoto como me he aventurado a denominar. En Chile hoy puedes hacer prácticamente de todo desde tus dispositivos móviles, cargar combustible, pagar nuestros impuestos, comprar y vender acciones o lo que queramos, realizar trasferencias a cualquier parte del mundo, conversar, etc. Pero aún para votar necesitamos un lápiz, un papel y una urna. La sociedad actual es una sociedad interconectada parte importante de la población chilena es nativa tecnológica y para ellos su escritura es un teclado digital y no un lápiz, su papel es un tablet y no una hoja; y su sufragio un SEND y no una estampilla que cierre el voto. Si no se modifica aquello difícilmente lograremos incrementar nuestros electores. Ese es el desafío para el futuro próximo. Palabras claves: comunicación política, ciberpolítica, elecciones, voto electrónico, participación ciudadana, comunicación política.

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I. Planteamiento General Antes que todo hay que recordar que Chile logró vencer la batalla por la democracia al vincular comunicación y acción. “No hay política democrática sin capacidad de expresión de las opiniones y sin comunicación entre los actores1”. Así la base que la comunicación da es esencial en un estado democrático; pero no basta con ello y es necesario ir más lejos. Hoy, a 25 años de recuperada la democracia en Chile, aún seguimos contando con un sistema arcaico de votación. La propuesta aquí plasmanda está en poder migrar de una papeleta de votación a un sistema de voto electrónico que “consiste en la emisión del voto utilizando medios electrónicos diferentes de los tradicionales, como el voto presencial en papel y el voto por correo2”. ¿Qué sería de nuestra sociedad, en donde los ciudadanos están paulatinamente alejándose de las decisiones políticas y económicas -como sucede en Chile-, si no tuviesen de los medios para comunicarse e informarse sobre la realidad del mundo? Esta disyuntiva comunicacional: “A la vez normativa, indisociable del paradigma democrático y funcional… el único modo de manejar las sociedades complejas. Hoy todo es complicado y lejano y no siempre se percibe que el modelo normativo de la comunicación. Las diversas herramientas que lo instrumentan es también la manera de reducir las distancias entre dirigentes y dirigidos3”. Para decirlo en simple y bajo una mirada social, cultural, económica y política más realista. La comunicación de masas, con sus pros y contras, es inseparable del modelo de la democracia de masas. Sólo la comunicación permite hoy una visibilidad del quehacer político-social, aunque ello requiera que para ser comprendido por todos obligue a la simplificación y la racionalización de la información. Así, el primer concepto que se debe examinar nuevamente es el de espacio público “el de la representación, en el que la sociedad se hace visible. Las relaciones entre los habitantes y entre el poder y la ciudadanía se materializan, se expresan en la conformación de calles, las plazas, los parques, los lugares del encuentro ciudadano y los monumentos4”. Su papel aumenta al confirmar la transición entre la sociedad civil y la política, en la medida, claro está, en que la mayoría de los problemas de la sociedad ocurren en el espacio público y se discuten contradictoriamente. Situación similar ocurre con el otro concepto central: el de comunicación política, “que establecer una conexión entre los oferentes y demandantes del intercambio político, entre la comunidad en general y las diferentes alternativas de respuesta a sus necesidades sociales; por tanto, es un tipo de comunicación que destaca por su globalidad, puesto que implica a toda la sociedad, sus consecuencias afectan a toda la comunidad5” y donde se observa similar fenómeno. Extender la lógica política a las áreas de la sociedad acrecienta

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Para su problemática, véanse los artículos: "Communication politique: construction d'un modèle" y "Lesmédias, http://www.csuc.cat/es/e-administracion/voto-electronico/que-es-el-voto-electronico. mitillon faible de la communication politique", Herrnes, n° 4, "Le Nouvel Espacepublic", Ed. du 3 Wolton, D. (2005). Pensar la Comunicación. Editorial Prometeo. Pág. 151. 4 Mattelart, A. (1998). Diversidad cultural y mundialización. Paidós. Barcelona, Buenos Aires, México. Pág. 80. 5 Luque, T. (1996) Marketing político. Ariel Comunicación, Barcelona, Pág. 9. 2

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directamente el papel de la comunicación política, pero con el riesgo de sufrir el constante cambio de forma, sin nula capacidad discriminatoria y perdiendo su estructura. II. Marco Teórico La política, según Aristóteles, “es la más subjetiva de las ciencias, por lo complejo del proceder humano en su conjunto6” y aunque cierto, ésta, ha ido acercándose a la comunidad. Aunque las definiciones de comunicación política son variadas, existe un cierto consenso de que ésta cumple un papel clave en el funcionamiento del sistema político y bajo ese prisma es que Meadow la define como “el intercambio de símbolos o mensajes que con un significativo alcance han sido compartidos por o tienen consecuencias para el funcionamiento de los sistemas políticos”7. Otra visión de la comunicación política, es la de Nimmo, quién plantea que “una comunicación (actividad) puede ser considerada política, en virtud de las consecuencias (actuales y potenciales) que regulan la conducta humana bajo ciertas condiciones de conflicto8”. Así el ser humano independiente de su afinidad o aversión al término. La palabra, ‘política’ está insertan en nuestra sociedad aunque reneguemos de ella. La Comunicación Política es “una ciencia emergente que se mueve entre una versión científico-académica y una versión aplicada cercana a la acción política práctica y pragmática. Son las dos caras de toda ciencia. Sus aspectos teóricos y experimentales de carácter académico son las bases fundantes de la Comunicación Política aplicada9”. El libre acceso a la información le permite al ciudadano comprender mejor el mundo; a su vez, la esencia de la democracia está en elegir Uhlaner, "si nadie votara, el sistema democrático representativo colapsaría. El mismo Downs reconoció la seriedad del problema generado por las predicciones de su teoría y sugirió formas de solucionarlo introduciendo en el cálculo racional del elector un beneficio que saliera de la realización individual de cada votante que la democracia no puede funcionar a menos que mucha gente vote10". Bajo dicho contexto, la participación ciudadana en los procesos electorales “necesariamente debe ser entendida como una acción que implica un nivel de racionalidad

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Isla, L. (15/06/2010). Desarrollo de la Comunicación Política. Revista Razón y Palabra, (Núm. 27), 17-21. Recuperado el 17/agosto/2013 de http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n27/lisla.html. 7 Monzón, C. (1996). Opinión pública y comunicación política (1° Ed.). Madrid, España. Editorial Tecnos. Pág. 218. 8 Nimmo, D. y Sanders K. (1981). Introduction: The Emergence of Political Communication as a Field. Hang book of Political Communication California USA. Pág. 36. 9 Canel, M. (1999). Comunicación Política. Técnicas y estrategias para la sociedad de la información. Comunicación y Sociedad, Universidad de Navarra. Recuperado el 11 de diciembre de 2013 de https://www.unav.es/fcom/comunicacionysociedad/es/resena.php?art_id=171 10 Uhlaner, C. (1995). "What the Downsian Voter Weighs: A Reassessment of the Costs and Benefits of Action". En Information, Participation and Choice: An Economic Theory of Democracy in Perspective, editado por Bernard Grofman Ann Arbor: Michigan University Press, 67-79. 4

necesariamente más sofisticado que el de una consideración exclusiva de costos y beneficios económicos11”. Ciberpolítica: La ciberpolítica ha ido avanzando de una manera vertiginosa en el último tiempo y ello se debe principalmente a dos factores: el primero a “la propia velocidad de expansión de las TICs, que es vertiginoso12”. Hoy es difícil de calcular el ritmo en que aumenta la cantidad y calidad de la información libre que está a disposición de los ciudadanos, así como también la posibilidad de interacción que se genera con estos contenidos. El otro factor es “el uso del prefijo ciber, que está muy extendido. Ayuda a la consolidación del término (y concepto) de ciberpolítica13” Un principio fundamental de la comunicación política es el de hablarle inteligentemente a los electores, usando estrategia comunicacional y dirigiendo los mensajes precisos a las personas correctas. Pero “¿cómo se hace de forma de satisfacer las necesidades de los electores del siglo XXI? Comunicarse masivamente pero ser al mismo tiempo de manera personalizada; encontrar los incentivos necesarios para que la información resulte de interés y compita en una sociedad hipercomunicada; hacer interesarse por temas políticos a quienes, muchas veces, están totalmente desinteresados de la política; llegar a todo el que deseamos llegar pero con recursos limitados14” Todo ello sugiere buscar alternativas de mayor exposición. “La lógica de la comunicación digital es interconexión, y todo permite pensar que será esta lógica la que terminará abarcando buena parte de nuestras actuales relaciones sociales y/o generando renovadas e inéditas formas de interacción15”. De esta forma es un desafío para la comunicación política pensar el papel que jugará la lógica digital en los procesos de integración y en la generación de una masa crítica. Neuman señala que las “redes de comunicación flexibles16”, con su capacidad para cambiar el control del proceso comunicativo de los productores a las audiencias, es una modificación sustancial, que incrementa la importancia de los grupos sociales intermedios y se constituye en un proceso de gran relevancia para la vida social y grupal. En cualquier caso, conviene recordar de entrada que Internet17 y las redes en general deben servir siempre de instrumentos de apoyo a una estrategia política y electoral de sólido fundamento. Es fácil dejarse deslumbrar por las nuevas tecnologías, pero por más sofisticadas que estas se vean, siempre deberán estar al servicio de lo estratégicamente 11

Navias, P. (2004). Revista de Ciencia Política PUC Chile. Vol. 24, N°1, 2004. Pág. 81-103. Cortarelo, R. (2013). Ciberpolítica. Las nuevas formas de acción y comunicación política. Tirant Humanidades Editores. Pág. 13. 13 Op. Cit. Pág. 4. 14 Fernández, C. (2008). Ciberpolítica: ¿cómo usamos las tecnologías digitales en la política latinoamericana? Editorial Konrad Adenauer Stiftung (1° Ed.) Pág. 14. 15 Pérez, I. (17 de Noviembre de 2009). La Comunicación política en perspectiva. Recuperado el 21 de enero de 2014 de http://ssrn.com/abstract=1507825. Pág. 9. 16 Neuman, W. (1991). El futuro de la audiencia masiva, Cambridge University Press (1° Ed.) 17 Revista Marketing Directo. Disponible en http://www.marketingdirecto.com/especiales/latinoamericaespeciales/una-version-resumida-del-uso-de-internet-en-latinoamerica/ 12

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concebido de la organización política y ser coherentes con los mensajes políticos y las audiencias objetivo que hayamos definido para nuestra campaña. Internet ofrece un mundo amplísimo de posibilidades para los candidatos y las organizaciones partidarias, “que va desde la transmisión de mensajes a otros medios de comunicación hasta la comunicación por correo directo desde el comité electoral, pasando, sin dudas, por afianzar la estructura organizacional de la campaña y las estructuras piramidales de contacto a través de bases de datos, correos-e y mensajes inalámbricos con tecnología SMS18”. Todo ello a un costo mínimo, incluso una vez superada la inversión inicial, cercana a cero.

Es así como a través de la ciberpolítica también se modifica el concepto de democracia, ampliando su definición también a ciberdemocracia que es el uso de las tecnologías de la información y comunicación en el ejercicio de la práctica democrática por parte de los ciudadanos. Por ello está estrechamente vinculada a internet como medio principal de participación. La ciberdemocracia se plantea como “una mejora o una alternativa al actual modelo de democracia representativa, y cuestiona la legitimidad de la élite democrática (partidos políticos y grupos de presión)19”. En la práctica, implica menos distancia entre políticos, instituciones, procesos democráticos y ciudadanos.

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Fernández, C. y Dahnke, G. (1986). La comunicación humana. México, McGraw-Hill. (1° Ed). Pág. 16. Bompacheti, P. (2012). Ciberdemocracia (1): ¿Qué es? Recuperado el 21 de agosto de 2013 de ciudadanosencrisis.wordpress.com.

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Se trata de la evolución lógica de una sociedad más conectada, participativa y preparada que nunca, que exige cambios al modo en que está funcionando la democracia. La utilidad potencial de la ciberdemocracia alcanza varios ámbitos20:

1. Favorecer la información y gestión de los procedimientos burocráticos. 2. Garantizar el control y transparencia del ejercicio político: mejorar la relación entre las instituciones y los ciudadanos. 3. Promover el debate social: foros, temas de actualidad, intercambio de ideas, búsqueda de soluciones…

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Ibídem, P. 5. 7

4. Reducir la distancia de los ciudadanos respecto los procesos democráticos: agilizar las iniciativas populares ciudadanas, propuestas de leyes, etc. 5. Incluir a los ciudadanos en la toma de decisiones críticas en los períodos entre elecciones: voto electrónico, referendos digitales, etc. El Voto Electrónico: En la actualidad los sistemas de votación electrónica que más se utilizan mundialmente son presenciales, o sea, el elector asiste a un local de votación a emitir su sufragio. En cada sede se encuentran terminales computacionales para que el votante registre su preferencia para terminado el proceso transmitir los datos a una central para realizar el conteo y arrojar los resultados. Sin embargo, internet se ha transformado en un medio con alta intensidad de uso, ofreciendo una alta frecuencia de visita y de consumo, “Chile se encuentra entre los 5 países que más horas consumen al mes, dentro de Latinoamérica21” y ello posibilita una opción real para el Voto Electrónico. De 295 países en el mundo, sólo siete implementaron en sus jurisdicciones el voto electrónico, 19 países están estudiando implementarlo y cinco países lo prohibieron. Bélgica fue pionero en la aplicación del sistema de voto electrónico en 1989; En Estonia en 2005, fue posible votar a través de Internet de forma vinculante. EE.UU. en 1892, debutó con la primera máquina de votación; Venezuela en 1998 inició sus elecciones electrónicas; Filipinas en 2007 utilizó por primera vez el voto por Internet para los filipinos residentes en el extranjero; e India en 1989, comenzó a utilizar el voto electrónico. Por su parte Argentina, Australia, Canadá, Colombia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Guatemala, Japón, Kazajistán, México, Namibia, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Rusia y Suiza están aún estudiando su implementación. Opciones de Voto Electrónico: Existen principalmente tres opciones de voto electrónico. Una consiste en el reemplazo de la papeleta por un equipo fuera de línea, como es el caso de Brasil. Aquí el elector debe concurrir a su local de votación, identificarse al llegar y luego votar presionando la tecla adecuada en el equipo. Al final del día de votación, todos los equipos son recolectados y llevados a un lugar central, donde son “descargados” todos los datos con las preferencias electorales de los ciudadanos. La segunda opción, consiste en “el reemplazo de la papeleta por un equipo en línea22” ejemplo de ello es Venezuela. En este modelo, la persona también concurre concurrir a su lugar para sufragar y, luego identificarse -de forma manual o biométricamente-, pasa a votar presionando la tecla adecuada en el equipo. La diferencia en este caso es que la

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ComScore Media Metrix, Agosto 2014. Disponible en http://aipef.cl/wp-content/uploads/2014/08/2014Chile-Digital-Future-in-Focus-Rodrigo-Daie-comScore.pdf 22 Diario La Tercera On-Line. Disponible en http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-ydebates/2013/12/895-554465-9-es-viable-el-voto-electronico.shtml. 8

máquina está conectada en línea con el centro de procesamiento central, por lo que los datos que contienen el voto son recibidos y procesados inmediatamente. Finalmente, podemos mencionar el modelo de seguridad electrónica que permite completa independencia del equipo (como ocurre en varios países de Europa). En este caso, no es necesario que la persona concurra a ningún lugar físico. Puede votar desde el computador, en su casa, o en cualquier lugar del mundo, siguiendo un protocolo de seguridad.

Ventajas: Los beneficios de este sistema están asociadas a la mayor rapidez del proceso eleccionario y al conteo de los votos, y a las facilidades que podría brindar a los votantes con alguna discapacidad. Según el Director del Chilean Computer Emergency Response Team Dr. Marcos Kiwi “En Chile la votación electrónica no había sido tema porque el actual sistema ha funcionado muy bien y bastante rápido. Los países que se han movido hacia la votación electrónica lo han hecho porque sus elecciones no se realizaban de manera satisfactoria y esta alternativa se veía más atractiva23”. En términos generales, si Chile optase por el voto electrónico se lograría una mayor, “facilidad de uso, ubicuidad (votar en cualquier parte), recuento instantáneo y eliminación del error humano en los conteos24”. Al respecto, se observa la ventaja de que por ejemplo al mantener un registro electrónico de los votantes, no se requiere un libro específico por cada local y los electores podrían ir a 23

Boletín Facultad Ciencias Físicas y Matemáticas Universidad de Chile (1er. Semestre 2013). Disponible en http://boletin.ing.uchile.cl/~boletin/boletin/noticia/dificultades-votaci-n-electr-nica. 24 Revista Gerencia, 2013. http://www.emb.cl/gerencia/articulo.mvc?xid=3374. 9

sufragar al establecimiento que más les acomode. En tanto, si la opción fuera votar a través de una clave secreta en cualquier parte del mundo, sin duda sería un sistema de votación mucho más inclusivo, sobre todo hoy que ya está legalizado en Chile el voto en el extranjero. Sus ventajas se verían reflejadas, agrega, “en el aumento de participación ciudadana y en las facilidades que podría brindar a los votantes con discapacidad física y que hablen otras lenguas, como pueblos originarios. También posibilitaría realizar consultas más complejas para ciertos temas, pero, sobre todo, beneficiaría a los chilenos que residen en otros países25”. Los recuentos en el primer caso (urna electrónica) serían instantáneos, según explica Tomás Barros ejecutivo de Inria, consultora especialista en temas de Tecnologías de la Información, “en Chile el conteo manual de las papeletas es bastante eficiente por lo que no se vería como una gran mejora”. Finalmente, el error en las urnas de papel no es despreciable: “mesas que no cuadran en número de votos, firmas de votantes y números seriales. Esto sin considerar aquellos votos con marcas que dejan en duda si corresponde a blanco, nulo o válido. El uso de voto electrónico reduciría drásticamente el error de manipulación manual”, agrega el ejecutivo de Inria. Sin duda, “significativas ventajas respecto a sistemas convencionales, como conveniencia, flexibilidad, rapidez, exactitud, transparencia, auditabilidad, accesibilidad, costos, etc”. Problemática Actual: Una de las principales trabas de este sistema electoral es la idiosincrasia, en Chile el actual sistema goza de una credibilidad y confianza significativa por parte de la ciudadanía quienes están habituados al conteo a viva voz, no poniendo en duda que el cómputo final sea el correcto. Es un tema de confianza y tradición, la inercia de décadas votando de esta manera, sin ir más lejos en la misma dictadura militar, Pinochet hizo tres elecciones dos fraudulentas y una real que lo sacó del poder, por ello el sistema con altos y bajos reviste de tradición y confianza, en especial entre los ciudadanos que actualmente votan. La credibilidad, es para muchos, la principal problemática de la implementación del Voto Electrónico en Chile. “¿Cómo demostrar a la sociedad que el resultado no fue manipulado?26”. Y es que al ser un computador el que recibe los votos y los contabilizan, pareciera muy difícil comprobar que no hubo fraude, en particular si sospechamos del organismo que organiza la elección o del proveedor de esta tecnología de trasmisión de datos e Información. A diferencia del sistema tradicional en papel, donde la mayoría de la población puede y en el caso particular chileno actúa como observador y que por lo mismo da garantías de la transparencia al proceso eleccionario; en el sistema electrónico “el mayor riesgo es que cualquier cuestionamiento puede introducir dudas y suspicacias que son mucho más difíciles de aclarar a la población general27”; se requiere cierto nivel de conocimiento técnico en los observadores. Por eso se suele usar un sistema de respaldo en papel donde se imprime el voto, además de la versión electrónica.

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Ibíden. Disponible en http://boletin.ing.uchile.cl/~boletin/boletin/noticia/dificultades-votaci-n-electr-nica. Revista Gerencia, Op. Cit. http://www.emb.cl/gerencia/articulo.mvc?xid=3374. 27 Ibídem, P. 8. 26

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III. Metodología Recolección de datos: Los datos que se obtienen por medio de esta técnica de análisis interpretativo reflejado en una respuesta escrita. Las informaciones que proporcionan son aceptadas como datos, pero se debe tener en cuenta que la objetividad de este método se basa en investigaciones subjetivas. Aceptar en forma sistemática la renuncia a toda pesquisa de las motivaciones conformándose con la deducción cuantitativa de la conducta social, “supone un reduccionismo y un desconocimiento del modo de ser real de la sociedad y, por tanto, una irregularidad en la metodología científica28. Encuesta: es “una investigación realizada sobre una muestra de sujetos representativa de un colectivo más amplio, utilizando procedimientos estandarizados de interrogación con intención de obtener mediciones cuantitativas de una gran variedad de características objetivas y subjetivas de la población29”. Mediante la encuesta se obtienen datos de interés sociológico interrogando a los miembros de un colectivo o de una población. En el presente trabajo de investigación, se apoyó también en el método hipotético deductivo por ser éste “el procedimiento o camino que sigue el investigador para hacer de su actividad una práctica científica. El método hipotético-deductivo tiene varios pasos esenciales: observación del fenómeno a estudiar, creación de una hipótesis para explicar dicho fenómeno, deducción de consecuencias o proposiciones más elementales que la propia hipótesis, y verificación o comprobación de la verdad de los enunciados deducidos comparándolos con la experiencia. Este método obliga al científico a combinar la reflexión racional o momento racional (la formación de hipótesis y la deducción) con la observación de la realidad o momento empírico (la observación y la verificación)30”. Ello facilita para un estudio de campo como el actual, avanzar y poder recoger información oportuna y de análisis e interpretación eficiente. Todo esto se ha considerado tanto en la recopilación de antecedentes, como para su posterior análisis, estudio y concusiones31. Este método posibilita revelar las relaciones esenciales y las características fundamentales del objeto de estudio, en este caso el Voto Electrónico en Chile. En este caso la investigación considera que el método más idóneo es el hipotéticodeductivo, y puede analizarse deductiva o inductivamente, para después comprobar de manera experimental, para que la parte teórica no pierda su sentido32, por ello la teoría se relaciona posteriormente con la realidad. La deducción, tiene a su favor que sigue pasos sencillos, lógicos y obvios que permiten el descubrimiento de algo que hemos pasado por alto.

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Duverger, M. Op. Cit. Pág. 224. García, M. (1993). La Encuesta. En M. García Ferrando, J. Ibáñez y F. Alvira (Comp.), El análisis de la realidad social. Métodos y técnicas de investigación (págs. 123-152). Madrid, España: Alianza Universidad. 30 Echegoyen, J. (2011). Método Hipotético-Deductivo. www.WoddPress.com. 31 López, J. (1984). Métodos e hipótesis científicas (4° Ed.), México, Edicol, Pág. 49. 32 Hernández, R; Fernández, Carlos y Baptista, Pilar (1996). “Metodología de la Investigación (4° Ed.), Mc Graw Hill, Colombia, Pág. 121. 29

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La Encuesta: Para esta investigación se encuestó a 228 personas bajo la técnica de muestreo “aleatorio estratificado33” a quienes se les preguntó lo siguiente: 1.

¿Encuentra complicado el sistema de votación chileno?

2.

¿Usted cree que si existiese voto electrónico en Chile, votaría con mayor probabilidad?

3.

¿Cree que si hubiese más facilidades para votar el día domingo, usted lo haría con mayor seguridad?

4.

¿Cree usted que si pudiese votar electrónicamente y a distancia, esto promovería su sufragio?

5.

¿Usted aceptaría los resultados de una elección basada en un sistema electoral electrónico?

6.

¿Cree que si hubiese más días para votar, usted lo haría con mayor seguridad?

A su vez se les consultó sobre edad, logrando que ella calce con la actual pirámide demográfica chilena. Hace ya una década que la tasa global de fecundidad en Chile ha ido disminuyendo llegando el año 2014 a 1,76 hijos por mujer34, su mínimo histórico; transformando así la pirámide cada vez más en su forma.

Otro de los datos relevantes fue el del género de los encuestados, el que también estuvo acorde con la realidad chilena. En Chile hay actualmente 0,97 hombres por cada mujer (48,5 % de hombres frente a un 51,5 % de mujeres). 33

Se divide la población total en clases homogéneas, llamadas estratos; por ejemplo, por grupos de edades, por sexo. Hecho esto la muestra se escoge aleatoriamente en número proporcional al de los componentes de cada clase o estrato. Recuperado el 17 de noviembre de 2013 de http://www.vadenumeros.es/sociales/tiposde-muestreo.htm 34 Diario Electrónico La Tercera On-Line (octubre, 2014). Disponible en http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2014/10/659-601896-9-tasa-global-de-fecundidad-en-chilealcanza-el-nivel-mas-bajo-de-la-historia.shtml 12

Bajo ese contexto la proporcionalidad de hombres y mujeres es prácticamente la misma, con un margen de error pequeño.

Es importante concitar que este último dato es recogido del Censo de 2012, el cual finalmente fue considerado como inválido por los especialistas, producto del alto margen de error en la toma de encuestas. Éste volverá a hacerse el 2017 bajo un sistema que se ha definido como abreviado. Por último la encuesta se complementó con el nivel de estudios de los encuestados, recogiendo las principales alternativas que hoy tiene la población mayor a 18 años, que es la edad mínima legal para votar en Chile

Contextualización: Las nuevas tecnologías de la información no están insertas en la realidad electoral chilena, pese a que muchos votantes usan internet como parte de la cotidianeidad, aún las tendencias tecnológicas poco aportan en el sufragio.

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Según el estudio de International Data Corporation (IDC)35, la población chilena entre 19 44 años que usa internet supera el 57% y ese es justo el tramo que concentra el mayor número de electores. Las cifras expuestas permiten concluir que de acuerdo a los segmentos etarios, las respuestas a la encuesta se relacionan fundamentalmente con el acceso a información y a las plataformas tecnológicas existentes, las redes sociales e Internet en definitiva son parte de la explicación. Los segmentos jóvenes dedican el uso de las tecnologías a informarse, sin embargo los principales temas no se relacionan con la política. Por otra parte, las decisiones políticas se relacionan con las expectativas, con las realidades sociales y puntualmente con la oferta, las demandas son las mismas y se distorsionan solo por los distintos niveles aspiracionales.

IV. Conclusiones del Estudio Chile recupera la democracia en 1988 luego del Plebiscito del 5 de octubre, iniciando así un proceso electoral constante. Inicialmente fueron campañas de presidentes, senadores y diputados, para dos años después sumarle la de alcaldes y concejales, pronto se sumarán Intendentes y además el voto en el extranjero para las elecciones presidenciales.

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Op. Cit. Pág. 6. 14

Este país tiene en la actualidad votaciones políticas cada dos años, generando un claro desafío para el marketing y la comunicación política: lograr mantener cautivo al electorado que cada vez le es más esquivo. Implementar un sistema de voto electrónico en Chile, representa un gran desafío y que requerirá de un cambio tecnológico relevante, de una inversión importante y del involucramiento activo por parte del Estado y la ciudadanía; junto con aspectos políticos, legislativos, educacionales y sociales. Aunque incitante se requiera de un gasto alto y un esfuerzo importante, éste terminarán generando ahorros y múltiples beneficios. La Realidad: Hoy sólo el 47% del electorado vota y aunque las principales razones se esgrimen por un descontento para con la clase política hay hechos relevantes que no facilitan sufragar entre las que vale la pena destacar. La situación histórica de las votaciones en Chile –desde el retorno a la democracia en 1988 hasta el 2014- producto principalmente de un sistema electoral obsoleto, es cada vez menor. En 1988 voto el 90% de la población, claro que el desafío era mayor ya que representaba el retorno a la democracia o seguir por ocho años bajos las órdenes de Pinochet. Sin embargo hoy sólo el 47% vota. Uno de los aspectos más relevantes es que hay prácticamente una nula facilidad para que los electores puedan sufragar y a diferencia de muchos países con características similares a la chilena que cuentan con sistema de votación más moderno y tecnológico; hoy Chile sigue obligando a su gente a trasladarse grandes distancias, con altos costos económicos y sociales, para emitir su voto en una urna; desincentivando de esta manera a las clases más populares a sufragar y con ello alejando cada vez más a la ciudadanía de la política, sus representantes y desafíos. 1. Votación: El modelo electoral está agotado, desactualizado y poco amigable para las nuevas generaciones. Ante la pregunta si creen que el voto electrónico ayudaría a que más gente vote, el 75% de los encuestados se inclinó por el sí, porcentaje que al ser comparado por niveles etarios, calza perfectamente con los menos de 40 años que son en su mayoría quienes hoy no votan en las elecciones chilenas.

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Por las características de estas generaciones, definidas por muchos como nativos tecnológicos, el modelo del papel y el lápiz les recuerda más a sus antepasados, a la antigua forma de hacer política, que a una mirada nueva del país, más cercana al Chile que buscan. 2. Limitaciones Proceso Eleccionario: Otro de los hallazgos del estudio es confirmar que en la actualidad no hay facilidad alguna para ir a votar, todo lo contrario, el sistema se ha hecho cada vez más complejo desde la mirada del ciudadano común. A modo de ejemplo, el voto cada vez es más grande y difícil de doblar, la constitución de las mesas es lenta y engorrosa, para sellar el voto se usa una estampilla, producto prácticamente en extinción en Chile y se cuenta sólo con una urna por mesa lo que hace muy lento el proceso total. Ante eso la solución del voto electrónico, no sólo garantiza rapidez, sino que también disminuye los costos para el estado en bonos útiles y papelería innecesaria. Dentro del proceso se desprende que son los traslados la principal limitación para ir a votar. Las distancias entre los hogares y los lugares de votación son extensas, además hay un costo en movilización que supera los US$2 que es considerable dentro de la realidad del 50% de la población chilena que vive con US$800 mensuales.

Es por ello que ante la pregunta de si existiese voto electrónico, el75% de los encuestados se inclina afirmativamente por esta iniciativa. Además hay un costo-oportunidad, destinarle un domingo a votar –bajo el actual sistema- significa dedicarle al menos dos horas de este festivo legal para trasladarse y sufragar lo que incrementa la desmotivación. Es por ello que la opción de hacerlo a distancia adquiere importancia. Apoyándose en las nuevas tecnologías es perfectamente posible hacerlo sin necesidad de trasladarse a los lugares de votación. Ya avanzado el Siglo XXI, cuesta imaginar que podamos hacer prácticamente todo desde nuestros dispositivos móviles, incluyendo nuestros deberes con el Estado como el pago de impuestos y nuestros derechos como ciudadanos aún sigan con tecnologías de la década de 1980. 16

El Desafío: Pese a que los encuestados están en su mayoría de acuerdo con el voto electrónico y también con la posibilidad de hacerlo a distancia, sorprende que no estén motivados a hacerlos en otros días que no sea el tradicional domingo. La idea propuesta era replicar el modelo norteamericano o español en que la gente pudiese acercarse a los lugares de votación durante un período de dos semanas previas a la elección para emitir su sufragio y así evitar concentrar a la población en un solo día. Sin embargo, el modelo republico de un día de votación se ha instaurado en el subconsciente colectivo y por ahora pareciese no ser un tema relevante como sí lo es modernizar el proceso de votaciones.

Donde sí hay un conflicto mayor asociado al voto electrónico y pese a que el tema pareciese muy fácil y los expertos en tecnología expliquen que su implementación es rápida y confiable, todavía existen resabios que hacen desconfiar de la veracidad de los eventuales resultados que ellos arrojen. El 70,6% de los encuestados aceptaría el resultado de una elección basada en el voto electrónico, pese a ser un porcentaje alto, es un 12% menor a quienes apoyan este tipo de sufragio. Acá el incremento en la desconfianza se presenta en los grupos etarios mayores a quienes las tecnologías les han llegado a una edad adulta y que por lo mismo han tenido que acercarse a ella casi por necesidad y no como algo natural.

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Además ese grupo tiene aún en la retina el recuerdo de la elección fraudulenta de 1980 en la que se validó la dictadura militar prorrogándola por ocho años más y además se aprobó la Constitución actualmente vigente. Dicha elección careció de toda legitimidad solo como datos referenciales, la cifra de los electores en ese plebiscito fue de 6.271.868 que contrastaba con el de 3.661.898 electores que participaron en la última elección del período democrático, en marzo de 1973. Además en “abril de 1982, se realizó un censo de población que estableció que los mayores de 18 años, al 11 de septiembre de 1980, eran 6.668.240 personas, lo que significa que para aprobar la Constitución habría votado el 93,8% de los electores habilitados, cifra ajena a toda tendencia histórica electoral del país36”. De ello ya han pasado 33 años y desde la primera elección bajo el sistema actual, con colegios escrutadores, vocales y apoderados de mesa, 27 años. Durante todo este tiempo sólo ha habido dos grandes modificaciones, la primera que reemplaza el sistema electoral de inscripción voluntaria y voto obligatorio a un de inscripción automática con voto voluntario; el otro gran cambio es que los residentes en el extranjero puedan votar en los consulados de los respectivos países, lo que hasta la fecha aun no sucede.

La seguridad sigue siendo un reto –sino el más complejo- en todos sus aspectos, entre los principales temas y desafíos están: 1. Privacidad: que no se sepa por quién se votó, 2. Integridad: que no modifiquen los datos, 3. Precisión: que los votos estén bien contado, 4. Auditabilidad: que se puedan verificar los votos. Ante ello “el riesgo de cualquier sistema de votación no radica en la solución en sí, sino en los individuos que lo manejan. En este sentido los formatos tradicionales son más propensos a errores o fraude, que un sistema electrónico que contiene medidas de seguridad, cifrado de la data o aseguramiento de la misma, trazabilidad, y transparencia 36

Diario Cambio 21 (junio, 2012). Disponible en: http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20120622/pags/20120622183350.html 18

procesal, que limitan y previenen la manipulación o error humano37”. El desafíos no es menor y claramente no pasa por nuevas tecnologías, sino más bien por un tema de confianza por parte de los actores involucrados en el proceso electoral. Analizando la alta abstención registrada en la última elección presidencial la cual bordeó el 53% -que evidentemente puede incrementarse en el caso de elecciones como alcalde o concejales por la menor relevancia que tienen-; con lo ajeno que se ha hecho el proceso mismo electoral para todos quienes tienen el derecho a hacerlo y con las complicaciones que la vida cotidiana ha ido generado en el transcurso de estas décadas, es que es relevante repensar el actual sistema y ajustarlo a uno que cumpla con las expectativas, exigencias de la sociedad actual. Chile es un país en claras vías de desarrollo, cuenta con tecnología de punta competitiva con los países desarrollados

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