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COMBUSTIBLES FÓSILES Y CAMBIO CLIMÁTICO1 * Tatiana Roa A. CENSAT Agua Viva – FoE (Colombia) Colombia 2001 En los últimos años se ha hablado bastante sobre el efecto invernadero y el cambio climático. Algunas personas consideran este cambio como el más fuerte experimentado por la humanidad en toda su historia y afirman que solo una guerra nuclear lo supera en consecuencias. Sin embargo, el cambio climático es un problema con poca respuesta o interés en los países del Sur, pues la lucha diaria por la supervivencia impide que la gente piense en estos problemas globales. El cambio climático se ve como una problemática que pueden darse el lujo de pensar los ricos y no como una situación que necesita abordarse en todo el mundo. Pero, ¿qué es todo esto del efecto invernadero y el cambio climático? EL EFECTO INVERNADERO El efecto invernadero es un fenómeno natural que se produce cuando ciertos gases que están en la atmósfera y que hacen las veces de invernadero atrapan la energía solar irradiada por la tierra. Al atraparla, mantienen parte de esa energía en la atmósfera y con ello se genera el calentamiento global. Para explicar el fenómeno del efecto invernadero, comencemos por decir lo siguiente: al incidir la radiación solar sobre el globo terrestre, cerca del 30 por ciento de esa radiación se refleja al espacio y el resto es absorbido por los océanos, los continentes, la atmósfera, los hielos y la biomasa existente en el planeta. La Tierra emite luego, como radiación en longitud de onda larga (rayos infrarrojos), la energía que absorbió.
1Artículo publicado en la Revista Ruiría, 2000, ISSB, Censat Agua Viva, Bogotá. Pág. 49 56
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Los gases presentes en la atmósfera, que absorben parte de esta energía, se conocen como gases de efecto invernadero (GEI). Se llaman así porque atrapan el calor del sol en la atmósfera, en forma similar a lo que ocurre en un invernadero. Esa acción origina la elevación de la temperatura. Por ello, cuando hay un incremento desmesurado de los gases, se ocasionan graves problemas de calentamiento, como se verá más adelante. Los principales gases son: el vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH), el óxido nitroso (NO2) y el ozono. También contribuyen al efecto invernadero los clorofluorocarbonos y algunos otros gases como el monóxido de carbono (CO), los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles no-metano (COVDMS). Cada gas contribuye de manera diferente a crear el efecto invernadero y la particularidad depende de las características de absorción, de la concentración y de la vida media de cada uno (véase recuadro). Ahora bien, “dados los incrementos progresivos de la emisión de gases de efecto de invernadero (GEI), causada por las actividades humanas –emisión de GEI de origen antropogénico--, las concentraciones de los mismos en la atmósfera continúan aumentando y por tanto generando un calentamiento significativo de la atmósfera y de la superficie de la tierra”2.
El incremento de las concentraciones de los gases de invernadero Las concentraciones atmosféricas --acumulación de emisiones– de gases de invernadero han crecido significativamente desde los tiempos preindustriales, como resultado de la actividad humana. Concentraciones de dióxido de carbono: es el gas de invernadero más importante, aparte del vapor de agua. Su incremento desde la era preindustrial es de más del 30 por 2 Así lo indica el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Naciones Unidas, cuya sigla en inglés es IPCC). Revista Desarrollo sostenible, número especial sobre cambio climático, segunda edición, agosto 1996, Santa Fe de Bogotá, Colombia.
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ciento, es decir que de 280 partes por millón por volumen, ppmv, pasó a 365 ppmv, a finales de los años noventa. La tasa de incremento corriente es de alrededor de 1,5 ppmv por año. Desafortunadamente, una gran proporción del dióxido de carbono que ponemos en la atmósfera permanece allí, calentando el planeta, por cerca de 200 años. Metano: sobre una base peso a peso, es 20 veces más poderoso, como gas de invernadero, que el dióxido de carbono (tiene mas del doble de su concentración, de 700 a 1.720 partes por billón, por volumen 8ppvv), en especial por la deforestación y el crecimiento en la producción de arroz y de ganado. También, por los escapes de gas natural. El tiempo de residencia del metano en la atmósfera es relativamente corto: es aproximadamente 12 años.
Oxido nitroso: está asociado con la agricultura moderna y la alta aplicación de fertilizantes químicos. Desde la era preindustrial, los niveles se han incrementado de 275 ppbv a 310 ppbv, y la tasa anual de crecimiento es de 0,25 por ciento. Sobre una base peso a peso, es 200 veces más poderoso, como gas de invernadero, que el dióxido de carbono. Su tiempo de residencia en la atmósfera es de 120 años, aproximadamente.
Los clorofluorocarbonos, CFC11 y CFC12, presentaron tasas de crecimiento del 4 por ciento por año, durante la década de los ochenta. Hoy están alcanzado niveles de 280 partes por trillón por volumen (pptv) y 484 pptv, respectivamente. Tienen un potencial de gas invernadero que es muchas miles de veces mayor que el dióxido de carbono, sobre una base peso por peso, y permanecen en la atmósfera por varios miles de años Cuando tomamos el tiempo de residencia en la atmósfera de cada uno de los gases y su efectividad específica como gas de invernadero, la contribución en el forzamiento radiactivo del dióxido de carbono es de 55% del total, la de los 2 clorofuorocarbonos es de 17% y la del metano es de 15%. Otros clorofuorocarbonos y el óxido nitroso aportan el 8% y el 5%, respectivamente. Tomado de Retallack, Simón y Bunyard, Peter, Revista The Ecologist, volumen 29
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No.2, 1999, página 63. Traducción de Tatiana Roa.
¿QUÉ SIGNIFICA EL CAMBIO CLIMÁTICO? Desde inicios de la revolución industrial, la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero se ha incrementado notablemente. El desarrollo de la industria y el del transporte, basados en el uso de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) contribuyen de modo muy importante a crear esta situación. De ahí que si los niveles de esos gases continúan elevándose, la temperatura del planeta aumentará también. ¿En qué consiste el problema de la elevación de la temperatura? Según investigaciones científicas, el incremento de los gases de efecto invernadero altera la distribución de energía en la atmósfera y, en consecuencia, se afecta el clima, en varios aspectos: el aumento de la temperatura media global, los cambios en la frecuencia y distribución de la precipitación, los cambios en la circulación atmosférica y las modificaciones en el ciclo hidrológico. Las consecuencias del aumento de la temperatura global son muy serias. Por una parte, sube la temperatura de los océanos, lo que puede provocar el elevamiento del nivel del mar. Esto es preocupante para las islas bajas del Pacifico o del Mar Caribe, que podrían perder con ello grandes territorios. Además, las corrientes marinas y la temperatura influyen en el tiempo meteorológico del planeta. Algunos estudios señalan que el aumento de la temperatura será el mayor y más rápido de los experimentados en los últimos 10.000 años. Se dice que “para el año 2100 se proyecta un incremento de 3 grados centígrados, que sería el aumento de temperatura más rápido en toda la historia humana”3. Y quizá el resultado más notable no sería un calentamiento progresivo, sino la 3 Echevarría, Martha, Hernández, Cristina, “Producir oxígeno: un negocio para Colombia”, Revista Desarrollo sostenible, tercera edición, julio de 1997, Bogotá, página 2.
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posibilidad de que aumenten la frecuencia y la fuerza de incidentes extremos, como sequías o inundaciones. Estudios recientes sugieren que las tormentas y los huracanes van a ser, probablemente, más intensos y que las rutas de las tormentas podrían también cambiar. Según datos del Banco Mundial, la frecuencia de desastres naturales (inundaciones, sequías y huracanes) aumentó, entre los años setenta y los ochenta del siglo pasado, en un 100% y el nivel del mar en la Costa Occidental Atlántica alcanzó el punto más alto de los últimos 5.000 años. Es muy posible que estos fenómenos estén asociados con el cambio climático. Por ejemplo, El Niño, fenómeno natural que el mundo ha experimentado desde tiempos inmemoriales y cuya aparición oscilaba entre cada cuatro y cada siete años, se presenta ahora con más frecuencia y en una forma tan fuerte como nunca antes se vio en la historia de la humanidad. Nada puede ser más indicativo de este cambio, que la forma como El Niño se presentó durante el periodo 1997-1998. Según la Oficina Meteorológica del Reino Unido, el Fenómeno presentó condiciones extremas, que superaron todo registro anterior. Los primeros signos del último Niño (97-98) fueron un calentamiento de las aguas tropicales en la costa del Perú, combinado con violentos aguaceros y deslizamientos de tierra en una de las regiones más secas en el mundo: El Atacaba. El Fenómeno también engendró el Huracán Paulina, que golpeó el sudoeste de México, a inicios de septiembre de 1998, devastó puentes y carreteras y destruyó las plantaciones de café en las montañas del occidente de Oaxaca. En el sudeste de Asia, las lluvias mongólicas escasamente arribaron y se generó un calor agobiante y una sequía arrolladora. En Brasil, los fuegos destruyeron más de 6.000 kilómetros cuadrados de bosques. Esas son apenas algunas de las consecuencias de El Niño en estos años. En los países latinoamericanos, que basan gran parte de su economía en la agricultura y cuya población, en su mayoría, depende de los cultivos de subsistencia, las malas cosechas
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provocan hambre y enfermedades y suponen una catástrofe para sus economías. De hecho, los fenómenos naturales de los últimos años dejaron costos inmensos y agravaron la situación económica de los países en desarrollo (cuadro 1). En general, toda la vida en el globo es vulnerable frente a los cambios del tiempo, en particular, los recursos hídricos (especialmente el agua potable), los ecosistemas marino – costeros, la agricultura, los bosques y la salud humana. Cuadro 1 LOS COSTOS ECONÓMICOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN 1998 FENÓMENO NATURAL HURACANES
PAÍSES/MESES
COSTOS
Honduras y Nicaragua/
(millones de dólares) $5.000
Octubre- Noviembre Caribe, OLA DE FRÍO
septiembre Rumania, Latvia,
CALIENTE,
y
Polonia,
Lituania,
Moldova, OLA
EUA/Julio
$10.000 $30.000
Rusia,
Francia,
Italia/
Noviembre EUA/ Mayo - agosto
$4.725
QUEMA DE BOSQUES TORMENTAS DE
GRECIA/Junio-agosto Canadá, EUA/Enero
$675 $2.500
HIELO CICLÓN TROPICAL TIFONES FUEGOS
India/Junio Japón/Septiembre Roraima-Brasil / Marzo
$ 1.700 $1.000 s.d.
y abril INUNDACIONES
Rumania/Junio
$160
China/Mayo
y
$5.000
/
$500
septiembre Bangladesh, Julio–septiembre
India
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TORMENTAS
DE
INVIERNO
Reino Unido Reino Unido, Francia,
s.d. s.d.
España, Portugal, Bélgica, Holanda, Alemania, Suiza, Austria, Polonia /
Enero s.d.
DESLIZAMIENTOS
Italia/Mayo
s.d.
DE LODO INUNDACIONES
Holanda, Bélgica
$530
RÁPIDAS,
/Septiembre,
s.d.: sin datos. Fuente: Goldsmith, E. y Henderson, C., The Ecologist, volumen 29 No. 2, página 99. RELACION COMBUSTIBLES FOSILES Y CAMBIO CLIMATICO. Cuatro lineas evidencias la relacion entre el incremento del dioxido de carbono y las actividades humanas. El nucleo de los atomos de carbon en el dioxido de carbono emitido por la quema de carbon, petroleo y gas natural (combustibles fosiles) difieren en sus caracteristicas de los nucleos de carbono en el dioxido de carbono emitido sobre condiciones naturales. El carbon, el petroleo y el gas natural fueron formados bajo profundidades hace 10 millones de años, y la fraccion de su nueclo que EL USO DE LOS COMBUSTIBLES FÓSILES El consumo de los combustibles fósiles (carbón, gas y, en especial, petróleo) hace un aporte considerable al calentamiento global, que está adquiriendo niveles intolerables. En la actualidad, el noventa por ciento de la energía mundial se obtiene a partir de procesos de combustíón de productos fósiles, cuyo consumo superó, en 1994, los 9 mil millones de
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toneladas equivalentes de petróleo. Los promotores de su uso argumentan que estos recursos se pueden almacenar y transportar fácilmente, que tienen un alto contenido de energía química, que son de fácil combustión y que esos los hace muy útiles. Sin embargo, esta utilidad se debe evaluar frente a las consecuencias que tiene su uso. La relación entre industrias que usan combustibles fósiles y el cambio climático es simple: cuando se queman combustibles como petróleo se emite dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más importante. Así mismo, la combustión del carbón genera más de la mitad de las emisiones mundiales de CO 2 y el 30% de las de oxido de nitrógeno (NOx) ¿QUIÉN CONSUME TODA ESTA ENERGÍA? En todo el planeta, se emiten anualmente a la atmósfera cerca de 24 mil millones de toneladas de CO2 y 255 millones de toneladas de metano, causadas en su gran mayoría por el uso de combustibles fósiles y por otras actividades de la humanidad. Los países industrializados presentan consumos de energía tres veces mayores que aquel que se presenta en países en vías en desarrollo. Sólo los Estados Unidos producen el 25% de los gases de invernadero del mundo y apenas un cuarto de la población mundial, correspondiente a esos países, consume aproximadamente el 70 por ciento del total de energéticos fósiles. Es decir, los países industrializados aportan la mayor parte de los gases de invernadero y son los principales generadores del cambio climático. De ahí que el cambio climático es una deuda ecológica acumulada por los países industrializados (véase recuadro. Está claro que la solución a esta encrucijada es reducir rápidamente la dependencia mundial de los combustibles fósiles o, dicho de otra manera, para detener el cambio
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climático es necesario minimizar su consumo. Contradictoriamente, en Latinoamérica se siguen autorizado cada vez más nuevas exploraciones en áreas petroleras y de gas, sin que se respeten los acuerdos firmados para proteger el clima global. Aún más, las regiones concedidas para la explotación de hidrocarburos son, en muchas ocasiones, boscosas. Gran parte de la actividad petrolera se desarrolla hoy en la Amazonía. Los bosques, principalmente los primarios, son una importante reserva de carbono y cuando se talan, este carbono regresa a la atmósfera y por tanto crece el nivel de CO 2. De esa manera, la explotación petrolera hace un aporte adicional, al liberar el carbono contenido en los bosques que se talan para dar paso a la actividad petrolera. Además, las compañías petroleras siguen presionando a los gobiernos para abrir más y más áreas a la explotación petrolera, pugnan para que las negociaciones mundiales sobre cambio climático redunden a su favor y obstaculizan los acuerdos de los países de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y su dependencia de los combustibles fósiles. ¿Por qué tanta presión? Porque las compañías saben perfectamente que una respuesta real al cambio climático y, por tanto, la reducción del uso de combustibles fósiles, es una amenaza para su existencia. No es posible continuar el desarrollo de nuevos campos de petróleo y, al mismo tiempo, proteger el medio ambiente. CONVENIO
MUNDIAL
PARA
NEGOCIAR
CON
LOS
GASES
DE
INVERNADERO En el Convenio Marco de Cambio Climático, aprobado en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992, más de 150 países acordaron tomar medidas para limitar el llamado efecto de invernadero. Cinco años más tarde, en diciembre de 1997, en Kyoto (Japón), se realizó la tercera
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conferencia de la Convención Marco, con la participación de cientos de países de todos los continentes. Treinta y nueve países firmaron el protocolo de Kyoto, veintiséis de ellos desarrollados y trece, con economías en transición. Los países desarrollados se excluyeron de estos compromisos. Se tuvieron en cuenta allí la emisión de gases y las medidas correctivas que los países industrializados deben aplicar. Así, los países de la Unión Europea deben alcanzar una reducción del 8%, los Estados Unidos, del 7% y el Japón, una reducción del 6%. El protocolo de Kyoto estableció mecanismos flexibles, con el propósito de asegurar y mantener en las negociaciones la participación de los Estados Unidos, el más grande emisor de gases de invernadero. Los mecanismos flexibles son el comercio de emisiones, la implementación conjunta, los mecanismos de desarrollo limpio y el uso de los sumideros de carbón para encontrar obligaciones para reducir las emisiones. Sin embargo, estos mecanismos se han convertido en un verdadero comercio internacional de la contaminación generada en los países del Norte. Así ilustra la situación Martínez Alier: “es más barato ubicar dióxido de carbono en la vegetación creciente de países del trópico que reducir las emisiones de dióxido de carbono en países ricos”4 A MANERA DE CONCLUSIÓN Las evidencias del impacto humano sobre el clima de la Tierra son irrefutables. La sociedad industrial, basada en el petróleo y el carbón, ha emitido suficientes gases de invernadero en la atmósfera, al punto que comprometió el cambio climático. El elevamiento de la temperatura podría alcanzar niveles, en el próximo siglo, que las especies existentes en el planeta nunca han experimentado. El clima del planeta será por tanto cada vez más y más inestable y sufrirá cambios extremos. Ya los científicos participantes en la cumbre de Kyoto lo advirtieron: el calentamiento 4 MARTINEZ ALIER, Joan, “Implementación conjunta en el Trópico y derechos de propiedad de los sumideros de Carbono”. Revista Desarrollo sostenible, edición especial: Implementación conjunta: Convención de Cambio Climático, tercera edición, julio de 1997, Colombia, página 24.
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mundial se convirtió en una letal amenaza, que requiere una acción concertada para enfrentarla. De ahí que los países del Sur precisen construir alternativas energéticas diferentes, para romper con la dependencia de la energía fósil. Es necesario entonces elevar exigencias como la moratoria para la explotación de reservas en combustibles fósiles, en áreas prístinas y en zonas no explotadas. Además, rechazar la ampliación de la frontera petrolera, lo que conduce también a incrementar la deforestación y la destrucción de ecosistemas frágiles. También se debe exigir a las agencias extranjeras multilaterales y bilaterales la suspensión de préstamos o créditos y otras formas de subsidio para proyectos de extracción de combustibles fósiles y una moratoria a préstamos, créditos y otras formas de financiamiento para proyectos de energía que utilicen combustibles fósiles. De seguir con el modelo petrolero actual, sobre el que se basa el desarrollo industrial, la vida de todo el planeta estará cada vez más amenazada.